Genero, diversidad, educación e inclusión social.

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Cátedra Abierta de Bioética, Género y Sociedad Universidad El Bosque Simposio Educación, Sexualidades y Relaciones de Género

Educación ciudadana en Colombia y políticas de inclusión de género y diversidad sexual María Elvia Domínguez Blanco1 “La preocupación por el ciudadano en la escuela latinoamericana fue subsidiaria de un proyecto político-pedagógico explícito. El hombre limpio correctamente hablado diestro, creyente, respetuoso de los símbolos patrios, obediente, heterosexual, en suma civilizado, marcado históricamente por el derrotero de lo que significa ser ciudadano y por tanto prototipo de estudiante” (Arias, 2010, p. 80)

En: http://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/08-2016planton-contra-ideologia-de-genero-en-colegios

Presentación

El propósito de esta presentación en mostrar el lugar de la condición de género y diversidad sexual desde la relación que Arias (2010) propone entre ordenamientos políticos y educación ciudadana, haciendo énfasis en categorías analíticas como ciudadanías restringidas, políticas de educación ciudadana y modelos de cultura política que tienen como marco la escuela, la conformación del estado-nación y la comprensión de la ciudadanía como construcción social. Considero que los conceptos presentados por Arias (2010) posibilitan una reflexión oportuna que vincula nociones que permiten no sólo el análisis, sino también proyectar estrategias de negociación cultural frente a tensiones para la formación ciudadana. 1

Docente Universidad Nacional de Colombia.

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La escuela y la sociedad

Para Arias (2010) la escuela desde su nacimiento como sistema ha sido un instrumento para forjar identidades, bajo el entendido que la incipientes unidades nacionales requirieron distintos artefactos culturales para configuran los sujetos que las habitaron. Para el siglo XIX la escuela heredera de la ilustración fue encargada de la emancipación de individuos por medio del conocimiento, así se configuro desde un imaginario romántico de forjar nación. Este imaginario tenía un propósito civilizatorio envuelto en las ideas de progreso y desarrollo. En el marco de esta matriz cultural civilizatoria fue necesario “domesticar al otro, primero hubo que vencerlo en la batalla, y luego fue necesario “ningunearlo”, verlo como irracional y asocial, por eso civilización ha sido al mismo tiempo, una posibilidad de apropiación y expropiación, donde todo lo que la escuela ha posibilitado descansa sobre lo que imposibilito” (Siede, 2007, p. 73, citado por Arias, 2010, p. 80) ¿Qué imposibilito? la inclusión de la raza, la herencia, la lengua, entre otras diferencias.

La emergencia de ciudadanías restringidas en el siglo XIX

En Colombia, desde un proyecto pedagógico civilizatorio por parte de las elites criollas, se instauro un modelo de ciudadanía restringida como figura legal para las relaciones entre pobladores. Bajo este esquema, el ideal de buen ciudadano para el siglo XIX fue “el hombre limpio, correctamente hablado, diestro, creyente, respetuoso de los símbolos patrios, obediente, heterosexual” (Arias, 2010, p. 80). Los criterios con lo que opero esta ciudadanía restringida para alcanzar su misión civilizatoria fueron:

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Homologación de ser civilizado al ideario europeo en las prácticas y las costumbres de la vida diaria para alcanzar el éxito, a través de esta influencia se obtendría un mejor conocimiento para enfrentar los problemas del progreso (Herrera, Pinilla y Sueza, 2003, citados en Arias, 2010).

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Campañas para el blanqueamiento de la sangre, según Melo (1989 en Arias, 2010)) el presidente Laureano Gómez consideraba que la población mestiza debía mezclarse con personas de raza blanca para disminuir en su descendencia las características negativas de lo indígena (falsedad, servilismo, abandono y pereza) y también mezclarse con personas negras.

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Otros criterios de restricción ciudadana fueron: el monto patrimonial, el origen racial, diferencia sexual, distancia del lugar de vivienda frente a la metrópolis y la alfabetización (Arias, 2010)

La ciudadanía restringida desde su nacimiento naturalizo el ámbito de la intervención política, a los aspectos formales de gobierno, referidos fundamentalmente a la delegación y elección de asuntos de estado, dejando de lado lo cultural y lo económico. Esta separación entre cultura y política, contribuyo a invisibilidad la diversidad de la población y minimizar sus intereses estratégicos como fundamento de una democracia naciente (Herrera et al, 2005, citados por Arias, 2010). A partir del proceso de pos independencia emergió una ciudadanía mestiza, ajena a la ciudadanía restringida, que vinculaba desde el territorio a vecinos como ciudadanos. Pero estas poblaciones solo tenían injerencia en los asuntos nacionales si estaban habilitadas para votar. El radicalismo liberal del siglo XIX se opuso a la comunidad política nacional, defendiendo el voto secreto sin restricciones. Sus medidas federalistas ocasionaron fuertes tensiones que llevaron regionalizar los problemas para encontrarles la solución.

Si bien la ciudadanía desde la escuela estuvo orientada a la promoción de los valores nacionales. No obstante, se hicieron visibles las características multiétnicas de la nación colombiana, lo cual llevo a reconocer la emergencia de ciudadanías diferenciadas frente a los intentos civilizatorios de las elites políticas en siglo XIX. Para dar cuenta de esta emergencia, Arias (2010) presenta la investigación de Uribe (1996, 1998), quien propuso diferentes formas de ciudadanía diferenciada: mestiza, sacra y social, teniendo en cuenta la participación diferenciada de las y los actores sociales en procesos históricos, que buscaron incluir a la mayoría de la población.

Políticas para la formación ciudadana en las últimas décadas

Según Arias (2010) el mandato constitucional de 1991 promulgo que todas las instituciones educativas deberían estudiar obligatoriamente la constitución y la instrucción cívica dentro de los valores de la participación ciudadana, para ello dedico un capítulo sobre derechos fundamentales. A su vez, la ley de 1994 estableció una escuela para la democracia en estos términos “fomentar en la institución educativa, prácticas para el aprendizaje de principios y valores de quienes participan y organizan y estimulan la autonomía y la responsabilidad” (p. 6, citado en Arias, 2010, p. 83)

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Arias (2010) destaca en esta presentación la falta de conexión histórica entre las propuestas de políticas de formación ciudadana. En particular critica que en el documento de estándares ciudadanos (MEN, 2004) se afirme que la formación en ciudadanía en Colombia no ha tenido el énfasis necesario., cuando por el contrario Arias (2010) demuestra ampliamente que la formación ciudadana en Colombia surgió hace más de un siglo. De igual manera, en estos lineamientos se afirma que la educación ciudadana ha estado centrada más en el saber, que en el saber hacer, Arias (2010) también plantea que las diferentes propuestas históricas de educación ciudadana han buscado la articulación teoría-practica. En cuanto a la evaluación, no resulta claro como la valoración del componente práctico en indicadores de competencias ciudadanas se lleva a cabo con pruebas de lápiz y papel. Por último, también los lineamientos de educación ciudadana (19982004) continúan la tradición de individualizar al estudiante desvinculándolo del medio social. Aquí se cumple la sentencia de Bauman (2001, citado por Arias, 2010) quien afirmo que el estado moderno propone soluciones biográficas a contradicciones sistémicas.

Como ejemplo de lo anterior, Cortes (2012) señala la crisis de valores hizo aparecer la tensión entre un régimen moral religiosa-católica y civilista, que aparece cuando se emplaza desde el tema de la convivencia ciudadanía. La que define una serie de prescripciones sobre lo que se acepta como correcto o incorrecto en el actuar público, por lo que se hablaría entonces de una moral cívica. Es por eso que al hablarse, en este contexto colombiano, de una moral cívica se estará refiriendo tanto a virtudes cívicas como morales, tensionadas internamente bajo el juego estratégico entre el poder pastoral y el poder político. Estas tensiones se reflejan en la emergencia de las identidades culturales frente a la “identidad nacional” que aún no han tenido un lugar adecuado en la educacion colombiana, si bien discursivamente aparece su reconocimiento. Tensiones que tienen en común la emergencia de una matriz discursiva que7tiene como centro de gobierno ya no la ‘sociedad’ (como unidad alrededor de la nación) sino la ‘comunidad’ (como diversidad de grupos identitarios) en la que aparecen enunciados como el de la diversidad, bien sea étnica, sexual, generacional o territorial. En tanto que ‘la participación’ constituye una esfera de ‘responsabilización’ que se vuelve funcional a esa condición ciudadana contemporánea que es la ser de autónomo o autónoma.

A continuación en la tabla 3 se presentan los avances jurisprudenciales acerca de la inclusión de la diversidad sexual y de género en el marco de políticas de educación ciudadana (Arias, 2010)

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Tabla 3. Formación ciudadana y políticas públicas. El caso de las políticas de inclusión de género y diversidad sexual en la escuela Lineamientos políticos para formación ciudadana 1998-2004 (Arias, 2010)

(MEN 1998)Lineamientos de procesos curriculares para las áreas básicas en constitución política, democracia, ética y afrocolombianidad. (MEN, 1998ª) propone la formación de estudiantes más autónomos que desarrollen la capacidad de discernimiento con una ética cívica orientada hacia la construcción de la sociedad civil más participativa, justa y solidaria. (MEN, 1998b) los lineamientos curriculares para la cátedra de estudios afrocolombianos plantea el reconocimiento de diferentes culturas sin perder conciencia de la propia identidad. (MEN 1998c) lineamientos políticos de constitución y democracia en los temas de civismo y ciudadanía, con tres ejes: subjetividad para la democracia, construcción de cultura política y conocimiento de la constitución y las instituciones politices. (MEN, 2003) lineamientos para la enseñanza de las ciencias sociales con el objeto de formar ciudadanos y ciudadanas en forma justa, solidaria y responsable. (MEN, 2004) estándares de competencias ciudadanas que incluye con poca modificación los ejes de 1998: de subjetividad para la democracia, aportes a la construcción de cultura política y el conocimiento de la constitución y las instituciones políticas.

Avances jurídicos para la inclusión del tema de diversidad sexual en la escuela (1991-2016) Leyes y programas de Sentencias corte constitucional educación sexual (ambientes libres de discriminación, 2016) (1993) Corte constitucional Sentencia T-097 de 1994. Estudiante establece educación sexual tutela derecho a la educación y al buen obligatoria con proyecto nombre por “amaneramiento” fue nacional de educación expulsado de la escuela por conducta homosexual. sexual (resolución 3353) Sentencia T-101 de 1998. Negación de Este proyecto perdió cupo a estudiantes menores de edad en vigencia en la escuela. colegio religioso por orientación sexual. (2006-2015) Plan decenal de educación reconoce la promoción diversa de la sexualidad desde un enfoque de derechos. (2003) Proyecto para la educación de la sexualidad y la ciudadanía para preescolar, primaria, secundaria dentro del enfoque de construcción de ciudadanía y ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos En: Diversidad sexual en la escuela, Secretaria de educación, Alcaldía de Bogotá, 2007.

Sentencia C-481 de 1998. Docente investigado y despedido en razón de su orientación sexual. Sentencia T-435 de 2002. Estudiante mujer a la que se le cancelo la matricula en colegio privado, violando el derecho a la intimidad personal y familiar, al libre desarrollo de la personalidad y a la educación. Sentencia T-562 de 2013. Estudiante transgenero menor de edad excluida de escuela por su expresión de género en concordancia con su identidad sexual Sentencia T-565 de 2013. Estudiante transgénero que es sancionada por llevar pelo largo en establecimiento educativo. Sentencia T-804 de 2014. Negación cupo bachillerato nocturno debido a identidad transgenero Sentencia T-141 de 2015. Corporación universitaria niega reintegro a afrodescendiente por su orientación sexual. Sentencia T-478 de 2015. Reconocimiento póstumos de derechos debido a conducta suicida por hostigamiento escolar (estudiante Sergio Urrego).

Modelos de formación ciudadana y políticas de exclusión de género y diversidad sexual

Con Arias (2010) se concluye mostrando la importancia de investigar como los modelos de cultura política religiosa, critica y liberal, influyen en la escuela, las cual también está permeada por otras influencias de socialización política. Al reseñar los modelos propuestos por Herrera et al (2005) en Arias (2010) propongo reflexionar acerca de las culturas políticas en que pueden

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inscribirse las tensiones por los lineamientos programáticos de la inclusión del género y diversidad sexual en la escuela.

Cultura cívico-religiosa. Presente en buena parte de la legislación colombiana sobre formación ciudadana correspondiente al ideario católico. Este enfoque da fuerza a valores abstractos que se obtienen con arduo esfuerzo y acompañamiento apostólico de docentes. Esta perspectiva puede incluir ciertos valores cívicos liberales con respecto a las instituciones políticas. Apoyo las legislaciones a favor de las mujeres en cuanto a la tenencia del patrimonio, el voto y la educación de las niñas y las mujeres en ambientes segregados por sexo.

Cultura cívica. Privilegia actitudes y conocimientos para definir el nivel cultural en el proceso educativo. Para esta perspectiva existe solo en la cultura política, de allí que su propósito sea legitimar el orden social existente, eliminando el conflicto al reducir las diferencias. Corresponde al ideario del estado-nación. Promoción del voto directo para las mujeres en

1853 en la provincia de Vélez, durante la hegemonía liberal de los Estados Unidos de Colombia. Sin embargo, las mujeres no llegaron a votar. Promovió la educación mixta en todos los niveles educativos. En esa labor apareció que la cívica y la urbanidad fueron desplazadas por la cátedra de comportamiento y salud. Primero como parte del currículo entre 1974 y 1992, y después como salud sexual y reproductiva entre 1992 y 2006. Por tanto, el tema de la sexualidad se torna en asunto público. El primer plan decenal se aprueba durante la administración de Ernesto Samper Mendoza (1994-1998), para el período (1996-2005) y tiene como preocupación ajustar la educación al desarrollo económico del país. Se hace énfasis en la educación como proveedora de los elementos necesarios para formar seres integrales, preparados para la incorporación del trabajo científico y tecnológico.12 Este plan incluyó la equidad de género como estrategia. Desde esta perspectiva se consideró que el sistema educativo reproduce prejuicios y prácticas cotidianas, basadas en la idea de superioridad de uno de los sexos, por tanto es necesario que el sector educativo tenga en cuenta el impacto diferente que las políticas, programas y proyectos educativos tienen en las niñas, para que de ese modo, se atienda las situaciones de inequidad derivadas de las propias condiciones socioculturales. Con esta medida se buscó la eliminación de todas las formas de discriminación por razones de género y garantizar lo derechos educativos de la mujer consagrados en la ley 51 de 198l (numeral A). Así las acciones en cuanto a la equidad de género se centraron en

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la revisión de textos y el apoyo a programas puntuales de formación en coeducación y atención al desplazamiento forzado, entre otros (Domínguez, 2004).

Tabla 4. Modelos de cultura política y lineamientos pedagógicos para la inclusión de género y diversidad sexual Modelos de cultura política Civico-religioso. Presente en buena parte de la legislación colombiana sobre formación ciudadana correspondiente al ideario católico. Este enfoque da fuerza a valores abstractos que se obtienen con arduo esfuerzo y acompañamiento apostólico de docentes. Esta perspectiva puede incluir ciertos valores cívicos liberales con respecto a las instituciones políticas. Cívico. Privilegia actitudes y conocimientos para definir el nivel cultural en el proceso educativo. Para esta perspectiva existe solo en la cultura política, de allí que su propósito sea legitimar el orden social existente, eliminando el conflicto al reducir las diferencias. Corresponde al ideario del estado-nación. Critico. Concibe la ciudadanía como un atributo de la subjetividad a partir de imaginarios y representaciones según la posición en la organización social. Promueve dos elementos característicos el reconocimiento de la experiencia e historias personales como subjetividades políticas que emergen en espacios diferentes a la escuela.

Lineamientos educación ciudadana en “ambientes libres de discriminación” (2016) 1.Construcción de una paz estable y duradera A su vez, educar en el reconocimiento de la diversidad como una característica inherente a todas las personas, y que parte de esa diversidad son las orientaciones sexuales y las identidades de género no hegemónicas, se torna fundamental para el logro de los tres aspectos de la formación para el ejercicio de la ciudadanía: a) la convivencia y la paz, b) la participación y la responsabilidad democrática y c) el reconocimiento y la valoración de las diferencias; aspectos que recobran un profundo valor en un escenario de pos-acuerdo, en la construcción de una paz estable, duradera y sostenible, que, sin duda, se estructura en la convivencia cotidiana, en la experiencia particular en los espacios micro, como el escolar. 2.Finalidad de la educación colombiana (ley 115 de 1994) En el fin mismo de la educación en Colombia, especialmente en dos aspectos reflejados en la Ley 115 de 1994: la garantía al pleno desarrollo de la personalidad sin más limitaciones que las que le imponen los derechos de los demás y la formación en el respeto a la vida y a los demás derechos humanos, a la paz, a los principios democráticos, de convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad. 3.Componentes pedagógicos para una escuela garante de derechos: actualizando los manuales de convivencia desde las orientaciones sexuales e identidades de género no hegemónicas (pp. 28-43) Paso I: comités de convivencia escolar Paso II: lectura de contexto (diseño de preguntas y estrategias) Paso III: actualización del manual de convivencia (acuerdos no discriminación) Paso IV: construcción de la estrategia de socialización. Otras herramientas de consulta para el ajuste de los manuales.

Ciudadanía critica. Concibe la ciudadanía como un atributo de la subjetividad a partir de imaginarios y representaciones según la posición en la organización social. Promueve dos elementos característicos el reconocimiento de la experiencia e historias personales como subjetividades políticas que emergen en espacios diferentes a la escuela. Esto última crítica puede constatarse en el caso de la inclusión de la diversidad sexual como componente trasversal para la formación ciudadana. En primer lugar, el reconocimiento de derechos para las comunidades LGBTI ha ocurrido a partir de la tutela a derechos individuales como: el desarrollo libre de la personalidad, al buen nombre y la educación sin discriminación por orientaciones sexuales no heteronormativas (sentencias 1998-2015). También, las cartillas de 2007 y 2016, desvinculan al

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estudiante de su contexto, al separar la inclusión de esta temática por fuera de la cultura política donde están incluidas los colegios e instituciones educativas (iglesias, grupos políticos, etc.) La experiencia de las cartillas por ambientes libres de discriminación se centraría en este marco ciudadano.

Conclusiones

Las políticas de inclusión de género y diversidad sexual en la educación colombiana han tenido un lugar débil de inclusión en las políticas de formación ciudadana, si bien desde 1993 se ha anunciado este tema en la ley general de educación. Se concluye con Arias (2007) que las políticas de formación ciudadana han tenido que enfrentar el ideario cívico-religioso que ha dominado el país, con enfoque moralizante, según Cortes (2012) para combatir una escuela violenta y una ciudadanía violenta y apática. Según esta autora, frente a la crisis de valores sólo han podido tramitarse como un conjunto de intervenciones moralizantes en cuanto a la identidad como filiación comunitaria, la participación y la sexualidad. Se esperan nuevos aires a partir de los acuerdos de paz, para que puedan emerger políticas de inclusión de las ciudadanías diferenciadas.

Referencias

Alcaldía Mayor de Bogotá (2007). Diversidad sexual en la escuela. Dinámicas pedagógicas para enfrentar la homofobia. Bogotá: Secretaria de Educación, Colombia Diversa. Arias, D. (2007). Educación ciudadana en Colombia: políticas de la exclusión. Revista Nodos & Nudos, 29, 79-91.

Cortes, R. A. (2012). Prácticas de ciudadanización en la escuela contemporánea. Colombia, 1984-2004. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional, Doctorado Interinstitucional en educación, tesis doctoral. Domínguez, M. E. (2004). Género y diversidad en la educación colombiana. Revista Universidad Pedagógica y Tecnológica de Pereira, Vol. 1 (2). En: www.rptp.educo Ministerio de Educación Nacional (2016). Ambientes escolares libres de discriminación. 1. Orientaciones sexuales e identidades de género no hegemónicas en la escuela. Aspectos para la reflexión. Bogotá: MEN, UNFPA, PNUD, UNICEF.

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