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ÉNFASIS
¿En qué consiste nuestro Plan Nacional de
Por: Edgar Allan García. • Escritor.
E
l Plan Nacional del Libro y la Lectura José de la Cuadra (PNLL) es nuestro porque a todos nos beneficia y nos corresponde poner el hombro para que este tenga éxito. Por desgracia hemos permanecido al margen de otros Planes de Lectura de la región y, por ese motivo, no tenemos estadísticas confiables para saber el estado de la lectura en el Ecuador. Ahora, por fin, podemos empezar una política de lectura no solo para el sistema educativo, que es importante, sino para todos los ciudadanos. El PNLL empieza por los niños que aún no han nacido. Queremos que las madres tomen consciencia de que ese ser que llevan en el vientre es capaz de escuchar su voz y que leerles genera –y muchos libros lo confirman- niños más inteligentes. Queremos que
sepan, además, que tan pronto el niño nace, deben seguirle leyendo porque de esa manera este asociará –así no entienda lo que se le leela voz de quien le lee con el ambiente que le rodea, generando una actitud positiva hacia los libros. No podemos desperdiciar ese primer tiempo de los niños y esperar que su contacto con las letras sea a partir de su primer año de escuela, donde tal vez no tengan una experiencia positiva. Pero queremos, además, que la lectura se convierta en un hecho cotidiano. Estaremos en las aulas hospitalarias del Ministerio de Educación (Mineduc), con promotores bien entrenados que les leerán en voz alta a los pacientes, al tiempo que les prestarán libros para que disfruten mientras se recuperan. De igual forma, estaremos presentes, a través de “tambos de lectura” en las cárceles, los hospicios, las maternidades, los “Sí Bebé” del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y en las plazas públicas y las bibliotecas del país.
Queremos que las bibliotecas se conviertan en puntos de encuentro de los barrios y las comunidades donde se presenten títeres, cuenta-cuentos, exposiciones, cine-foro. Para lograrlo, estamos trabajando junto al Mineduc para crear una red ecuatoriana de bibliotecas a donde puedan acudir los ciudadanos con un carné único y en las que el reglamento para los préstamos cambie, a fin de no poner más la responsabilidad de los libros prestados –o perdidossobre los hombros de los bibliotecarios. Esto implica una serie de modificaciones a los reglamentos de la Contraloría y un trabajo coordinado entre el Ministerio de Cultura y Patrimonio y el de Educación, a través del PNLL José de la Cuadra. Hay quienes imaginan que un plan de lectura es un plan de publicaciones. Nada más alejado de la realidad. Ese es apenas un elemento más dentro de la política integral en torno a los libros. Además de hacernos cargo de dos ferias regionales (Cuenca y Manta), una internacional (Quito), una en la que el Ecuador es país invitado (Montevideo), cuatro ferias con presencia de estands, escritores invitados y muestra de libros fuera
del país (Bogotá, Lima, Guadalajara, Beijing), el PNLL José de la Cuadra tiene diseñada una política de publicaciones por títulos que serán escogidos por un comité editorial independiente. Todo lo anterior no es un sueño, es un trabajo que se va haciendo, paso a paso. Desde enero de 2018, la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) aprobó nuestro “Proyecto de Inversión” y le asignó el 45% del presupuesto que en principio requerimos. Pese a los recortes y retrasos por austeridad, el Plan avanza y hasta el momento hemos firmado un convenio con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), uno con la Cámara Ecuatoriana del Libro y vienen en camino varios con el MIES, el Mineduc, Fundalectura, el Ministerio de Justicia y el de Salud, además de varios núcleos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Sin embargo, este Plan no tendrá éxito si cada uno de los ciudadanos de este país no se compromete a poner el hombro, convirtiéndose en un ejemplo de lectura cotidiana, en agentes de una nueva consciencia y una filosofía de vida a favor de la lectura que no solo sirva para hacer seres humanos más inteligentes y creativos, sino también para tener una visión del mundo más amplia, justa e igualitaria.
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