Cuadernos de la Casa N° 3

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CONTENIDO

EDITORIAL CASA ADENTRO

EL CORO DE LA CASA MARCA SU PROPIO COMPÁS

LA HUELLA

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“EL MACHISMO LLEGÓ A SER UNA POLÍTICA PÚBLICA”

16

LAS TRANSFORMACIONES LABORALES EN ECUADOR

20

EXPLOTACIÓN LABORAL EN BANANERAS Y EL ÉXODO VENEZOLANOS EN EL ECUADOR

ÉNFASIS

26

LA EDUCACIÓN TRANSFORMA LA SOCIEDAD

30

ALEJO CARPENTIER Y EL NUEVO RELATO DE LA RESISTENCIA

RELATO

HORMIGUITAS

58

REFLEJO DE LAS CLASES SOCIALES EN LA PLÁSTICA ECUATORIANA

LOS DEDOS DE LA CULEBRA

METÁFORAS JORGE DÁVILA

RODRIGO PESANTEZ RODAS GLORIA PAZ

EN BASTIDORES

EL CINE Y EL MOVIMIENTO OBRERO EN ECUADOR

ADN

DETERMINANTES SOCIALES Y CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LATINOAMÉRICA

ESCALA

CONFLICTOS ENTRE USOS DEL SUELO EN EL ESPACIO PERIURBANO DE GUAYAQUIL

EN FASE

EL CARÁCTER ÉTNICO DE LAS MONTONERAS DEL SIGLO XIX

70

RESEÑA EN FASE

22

LA REFORMA A LA LOES: ¿HACIA DÓNDE SE DIRIGE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR? EL ROL DE LOS ESTUDIANTES EN LAS TRASFORMACIONES SOCIALES

EN BASTIDORES

12

BREVES NOTAS SOBRE EL SINDICALISMO EN ECUADOR

POLÍTICA EL PERSONAJE

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ESCRITOS EN CLAVE MORSE

a 15 DE NOVIEMBRE DE GANADORES DE LA 60. EDICIÓN SALÓN DE OCTUBRE 1922: ENTRE LA REALIDAD Y LA FICCIÓN SOCIAL

32 34 38 44 46 49 51 54 62 64 68 72 72 73

CUADERNOS DE LA CASA 5


créditos

Director Provincial

Arq. Fernando Naranjo Espinoza

Editora

Mgtr. Flor Layedra Torres

Diseño y diagramación

Lcdo. José Antonio Zambrano Loor

Ilustraciones y portada

Tecnól. Francisco 'Paco' Pincay

Impresión

Armando Goya

Editorial

Ileana Espinel Cedeño

Colaboradores en este número Fernando Naranjo Espinoza Flor Layedra Torres Omar Bohórquez Héctor Chiriboga Ketty Romo-Leroux Billy Navarrete Benavides Marcelo Aguilera Fander Falconí Javier Rojas García Kintto Lucas Patricio Eleísegui Jorge Valentín Miño Jorge Dávila Rodrigo Pesantez Rodas Gloria Paz Carlos Naranjo Estrella Mario Oñate Paolo Facó Romo-Leroux Teresa Pérez Ángel Emilio Hidalgo Santiago Aguilar Morán Hugo Avilés

En portada Simón Bolívar y San Martín La Casa de la Cultura Ecuatoriana - Núcleo del Guayas acoge el criterio plural de los actores y gestores culturales locales y nacionales que colaboran en su revista institucional, sin constituirse necesariamente en vocera de su pensamiento.

Casa de la Cultura - Núcleo del Guayas Av. 9 de Octubre 1200 y Pedro Moncayo. Telefono: (04) 2300500 Ex. 1001 Guayaquil-Ecuador

6 CUADERNOS DE LA CASA


editorial

L

os libertadores se encontraron en Guayaquil, cada cual con su agenda e intereses particulares que defender, el 26 de julio de 1822, y llevaban detrás de sí todas las miserias de la guerra, de la política y, en general, la de todos los hombres. El uno cedió para que el otro comandara los ejércitos encargados de dar la estocada final a la hegemonía española en nuestras tierras, por lo que decidieron construir ese mundo, que el imaginario de sus pueblos estuvo armando en sus cabezas, como el ideal propio de unos hombres libres y soberanos. Un siglo después de su encuentro, el 15 de noviembre de 1922, en la ciudad que fue testigo de aquella célebre coincidencia de voluntades, y como corolario de la primera gran huelga de trabajadores de la historia del país, el río Guayas recibió en sus aguas cientos de cuerpos sin vida, en su mayoría era gente del pueblo que había sido masacrada cobardemente a lo largo de sus calles y avenidas. Por esos tiempos, el monumento a Bolívar y San Martín (1936) aún no había sido erigido ni Gallegos Lara -de once años apenas- había escrito “Las cruces sobre el agua”, pero ya había desaparecido, un año antes, Medardo Ángel Silva, quien, tal vez, en su evolución poética se habría sentido más cerca del movimiento de los obreros y artesanos de su ciudad que del poder oficial. Total, si los libertadores pudiesen escudriñar los velos del futuro, cien años después de su célebre encuentro, qué decepcionante pudiese haberles resultado constatar que todos esos ciudadanos, de las repúblicas que ayudaron a forjar, cuando empezaban a demandar derechos y condenar abusos de autoridad -exactamente como ellos en su tiempo-, eran simplemente exterminados. Que los velos del porvenir para 2022 sean menos ingratos que los del siglo pasado.

ARQ. FERNANDO NARANJO ESPINOZA DIRECTOR PROVINCIAL CASA DE LA CULTURA-NÚCLEO DEL GUAYAS

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EL PERSONAJE

“EL MACHISMO LLEGÓ A SER

UNA POLÍTICA PÚBLICA” Silvia Buendía, abogada y activista guayaquileña por los derechos de las mujeres y de los Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transgénero, Transexuales, Travestis e Intersex (GLBTI) analiza las desigualdades de género que aún se mantienen el país. Por: Mgtr. Flor Layedra Torres, editora. ¿Qué desigualdades sociales se mantienen vigentes después de la masacre obrera del 15 de noviembre de 1922? Si bien en 1922, cuando sucedió lo que narra el libro Las cruces sobre el agua, teníamos una gran brecha entre los ricos y los pobres, en ese mismo año las mujeres no podíamos votar, tampoco estudiar ni graduarnos en la universidad, no porque estuviese prohibido por la ley, sino porque en esa sociedad no se consideraba que las mujeres debían tener una profesión, independencia económica ni derechos. La realidad era que la mujer debía estar metida en su casa, no votaba, no estudiaba y tenía que consagrarse a las labores domésticas; era un ciudadano de segunda categoría. Las leyes del divorcio eran horrorosas para las mujeres. Existía un código penal en el que la mujer podía ser asesinada por un miembro de su familia si la encontraba en una situación sexual comprometida. Esa legislación fue efectiva en 1922. Si estamos hablando de desigualdades laborales, también pensemos en las desigualdades de las mujeres con los hombres. ¿Actualmente, la mujer sigue siendo un ciudadano de segunda categoría? Hoy las mujeres podemos votar (…), pero no podemos decidir, por ejemplo, sobre nuestros cuerpos y nuestra maternidad. Si hoy me violan, quedo embarazada y no quiero parirle el hijo a mi violador tengo que abortarlo clandestinamente porque de lo contrario voy presa; esto es para mí, ser ciudadano de segunda categoría. En lo laboral, si yo hago lo mismo que mi compañero hombre, tengo la misma experiencia, las mismas experticias, el mismo talento..., pero por

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ser mujer me pagan menos. En Ecuador, nos pagan menos a las mujeres por hacer lo mismo; eso también es ser un ciudadano de segunda. ¿Por qué las libertades civiles no son iguales para ambos géneros todavía? Porque seguimos siendo una sociedad machista y patriarcal, misoginia inclusive. Por ejemplo, el 28 de septiembre, Día de la Acción Global para el Aborto Legal y Seguro, abogadas y trabajadoras en los derechos de las mujeres sacamos una plataforma feminista, una línea de asesoramiento legal y de acompañamiento para que las mujeres que están denunciadas por abortar se asesoren y no vayan presas, porque en Ecuador todavía es delito abortar en ciertas circunstancias. ¿Cuántas mujeres han sido detenidas por abortar? Hasta junio del año pasado, 280 mujeres fueron apresadas. Este tema se revirtió, porque la Ministra de Salud Pública, Verónica Espinoza, emitió un comunicado para los médicos, en el que les decía: que no pueden denunciar a las mujeres en emergencia, que es un delito y que están violando el secreto profesional. Pero hoy en día asesoramos a las mujeres que todavía son procesadas. ¿Esta acción, por parte de los médicos, provino del machismo? Aquí en Ecuador, el machismo llegó a ser una política pública y hoy está totalmente afianzado. Esto no es un tema de ideología política, es un tema de machismo estructural-social. Esto le pasa al chico de izquierda o al de derecha; le pasa a la sociedad entera.


Foto: Omar Bohórquez.

Personaje. Activista guayaquileña, defensora de minorías sexuales y excandidata a la Asamblea; pertenecio al movimiento político Ruptura 25.

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EL PERSONAJE Foto: Omar Bohórquez.

Ante esta realidad, ¿qué se debe hacer? La solución no es difícil y no es nueva, hay que hacer un análisis sociológico, un enfoque de género, para determinar el discrimen contra la mujer que es histórico, religioso, cultural, tradicional y social. Allí se define por qué las mujeres están en una relación de discrimen y en menor jerarquía que los hombres en la sociedad. Hay que comenzar a ver la historia, hace 100 años no votábamos; sin embargo, todavía es común que en pareja, el hombre le diga a la mujer qué es lo que puede o no hacer. Soy una mujer de 50 años y tengo amigas que me dicen: "oye y tu marido sí te deja…, no se molesta porque tú digas…, qué pensará…". Esos pensamientos están tan inculcados en nosotras… En mujeres y en hombres. Las mujeres somos parte de este sistema, así fue cómo nos educaron a todas y encontrar una mujer feminista que se sacuda y diga: “yo no quiero hacer eso” es extraño, pero que todas seamos machistas es lo normal. ¿Quiénes nos formaron? Padres y madres machistas, familias tradicionales, religiones misoginias. ¿Habrá que esperar otros 100 años para otro cambio? Yo creo que no por cómo veo a las nuevas generaciones. Tengo hijos jóvenes, de 20 y 15 años, que lo han tomado de una manera muy diferente, tienen otro chip; esto es un tema de la globalización de la información. Hoy, las personas que somos GLBTI (Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transgénero, Transexuales, Travestis e Intersex) también podemos hablar de nuestros derechos. En 1997, ser homosexual era delito y estaba penado de seis a ocho años de cárcel, pero estamos hablando de relaciones sexuales consentidas entre adultos, no de violación ni de pederastia.

Según la última encuesta sobre violencia de género, del año 2011, tenemos que 6 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia de género.

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En los sectores rurales, ¿cómo se percibe estas realidades? Tenemos el problema de siempre. A mayor educación, mayores garantías de igualdad. En este momento, según la última encuesta sobre violencia de género de 2011, seis de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia de género, pero esto es una media porque en los centros urbanos, como Guayaquil, tal vez eso baja. Sin embargo, hay provincias como Napo, Pastaza y Zamora en

que esto sube a siete u ocho; en territorios rurales es mucho peor. ¿Qué es lo que no está haciendo el Estado en torno a esto? El Estado incumple con una serie de garantías que son constitucionales, una de ellas es el derecho de las mujeres a vivir libre de violencia machista. El Estado, desde mi punto de vista, no presta atención a las casas de acogida. Hay mujeres que viven en peligro, por lo que las casas de acogida son fundamentales. Otra es el procesamiento por violencia de género. En 2013, con la reforma al Código Orgánico Integral Penal, nos quitaron la Ley 103, del año 90, que hizo posible que la mujer denuncie a su marido y se crearan las Comisarías de la Mujer, en donde la mujer que sufría violencia no necesitaba un abogado, simplemente iba y le decía a la comisaria que el marido le estaba pegando; en ese momento, la policía lo llevaba a compadecer y le decían que era un agresor y que tenía que tratarse (…), “haga buena letra, sino lo voy a meter preso” y funcionaba. Hoy todo es delito. ¿Cómo perjudicó esta reforma a la mujer? Hoy, una mujer agredida psicológicamente o físicamente tiene que buscar primero un abogado para que la represente, de lo contrario no hay juicio. Segundo, ir donde la autoridad fiscal y los jueces. Es adversativo, porque tengo que ir a decir :"me pegó", el médico me dirá: "dónde le pegó; deje ver el moretón; esto se va en tres días". No tenemos forenses ni médicos ni operadores de justicia ni policías ni jueces que estén preparados para tratar la violencia de género. Ellos creen que es una novelería. ¿Usted cree que la Ley no protege a la mujer? No solamente estamos en indefensión, sino que nos


hace todo mucho más difícil, porque hay que buscar un abogado y pagarle, hacerse la prueba. El proceso es verdaderamente revictimizante. ¿Qué sería lo óptimo? Desde mi punto de vista, primero, tener lo que dice la Constitución de 2008, un trámite especial y expedito en caso de violencia, que no sea necesariamente un delito, puede volver a ser contravención, como en la época de la Comisaría de la Mujer, pero con un personal que esté absolutamente familiarizado y empapado del tema, que pueda dar medidas cautelares (boleta de auxilio y orden de alejamiento) en ese momento. ¿Dan resultados las manifestaciones y las marchas o cree que éstas dinámicas deben cambiar? Estamos obteniendo resultados fantásticos. Estoy relacionada con jóvenes de colegios y de universidades que me piden charlas, talleres y contenidos para crear vocería (…); son muchachas que se están empoderando cada vez más de sus derechos, pero estoy harta de empoderar mujeres, quiero trabajar con hombres, porque aquí el problema son los hombres y yo no digo que son todos los hombres. Sin embargo, ese hombre que me dice: “eres una exagerada”, ya es un problema porque no está viendo la realidad. ¿Por qué ya no quiere empoderar mujeres? Porque la mujer dice que ya no se quiere empoderar, sino que quiere que el hombre cese de violarla, de insultarla y de ser machista. Si los hombres comprendieran que si, todos y todas, tenemos derechos equitativos, esta sociedad sería más democrática. ¿El hombre se convertiría en un aliado estratégico, ya que influye en la opinión pública? No solamente eso, por ejemplo, yo me afano contando las cosas, pero viene mi colega, el doctor Ramiro García, presidente del Colegio de Abogados de Pichincha, que es un gran abogado, pero es hombre sobre todo, y dice exactamente lo mismo que yo digo, pero a él lo escuchan y dicen (asombrados): “sí, tiene razón el doctor García; ahora sí lo entendí”; es que si un hombre lo dice, todo el mundo lo entiende, pero si lo dice una mujer es porque "es una histérica, loca, pobre marido, lesbiana ha de ser". Esa es la historia de nuestra vida. ¿Se necesita más participación de las mujeres en la política? No solamente es necesario ser mujer en temas de derechos de las mujeres. A mí me es irrelevante el género del candidato político, porque necesito que la mujer sea feminista, ya que si la candidata dice que hay que meter presa a las mujeres que abortan, entonces no me sirve. ¿Es complicado que la mujer ejerza un liderazgo feminista?

Hay políticas que tú le ves ciertas actitudes masculinas, no en el sentido de que las mujeres no podamos ser fuertes, debemos ser vehemente, fuertes, complicadas y cabreadas, sino cuando hablan desde una actitud violenta y no reconocen el derecho de las mujeres o de las minorías, reproduciendo un discurso machista. Yo admiro a las mujeres políticas que son muy fuertes y muy inteligentes, que están en cargos altísimos de decisión política, pero son empáticas y hablan sobre diversidad de género, violaciones de niños y niñas… ¿Qué mujer ecuatoriana ejerce un liderazgo político femenino? María Paula Romo. Ella dirige el Ministerio del Interior y cuando habla sobre cosas muy duras, nunca pierde la empatía y transmite un discurso muy femenino; no grita, no insulta, no dice bascosidades o vulgaridades, no se impone autoritariamente, dialoga, negocia, es prudente, tranquila y sobre todo te escucha activamente. ¿La educación influye en el tipo de liderazgo que ejerce la mujer? Una mujer que no ha sido formada en el feminismo, porque no lo ha estudiado, leído o no lo ha incorporado a su estructura vital, intelectual y formal, va a reproducir lo que ha visto en la sociedad que principalmente es machista, patriarcal, violenta y autoritaria. ¿Cuándo usted decidió ser una activista de los derechos de los GLBTI, la opinión que su entorno tenía sobre usted cambió? Cuando era mucho más joven y comencé a trabajar en estos temas, una de las cosas que me dijeron fue: "no hables de estos temas, por qué no te dedicas a defender a los viejitos o a los niños con cáncer; si defiendes a las mujeres que han abortado van a creer que tú abortaste o si respaldas a los GLBTI van a decir que la lesbiana eres tú". ¿Su familia se opuso? Mi familia nuclear (mi papá, mi mamá y mis hermanos), no, porque pensábamos igual. Pero

Arriba. Buendía junto a los estudiantes que participaron en el foro académico sobre derechos GLBTI, en la Universidad de Guayaquil.

Foto: Archivo personal, Silvia Buendía.

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EL PERSONAJE

Conferencia. En una charla sobre feminismo en el evento Girls in Tech.

hace 22 años me casé con un señor (Carlos Lasso Muñoz) de una familia muy conservadora y tradicional, y ese pensamiento sí vino de su familia. A ellos les dije: si creen que he abortado, entonces he abortado cada semana de mi vida y si creen que yo soy lesbiana, yo soy lesbiana, trans, bisexual, intersex y también gay. Si lo peor que me pueden decir, para avergonzarme, es que yo soy GLBTI, entonces soy GLBTI. Por eso yo digo: los GLBTI tenemos derechos, nos metían presos, pero ahora somos ciudadanos. En cuanto a los GLBTI, ¿cuál es su situación actualmente en la sociedad? Quienes conformamos los colectivos sociales somos gente muy difícil, porque hemos sufrido un discriminen histórico. Hay gente que dice que los GLBTI son gente tan amargada (…), pero aquí hay sufrimiento, hay un doloroso recorrido por una sociedad que discriminó, quitó y vulneró. Además, no es lo mismo ser un GLBTI en la Trinitaria que un muchacho gay de una ciudadela chévere de Samborondón, que se va a la discoteca gay más bacán de Miami (Estados Unidos); no es lo mismo ser un chico gay indígena que un chico gay mestizo, de ojos claros, rubio y con dinero. Esto nos retrae a 1922, siempre vamos a tener una lucha de clases, porque es transversal y transita a todas las discriminaciones. Hay teatros, en la ciudad, que no brindan las facilidades para que las producciones artísticas con temáticas GLBTI, como la comedia musical “Y un día, Nico se fue”, se expongan. ¿A qué se debe esto? Conozco al escritor de la novela, Osvaldo Bazán, y le he dado todo el apoyo; sin embargo, esto es un discrimen soterrado, ya que no existe una legislación ni ordenanza o norma local que impida que este tipo de obra se presente, por lo que la Casa de la Cultura (Núcleo del Guayas) dio su teatro y no incumplió ningún tipo de reglamento o normativa. Éste es un tema de homofobia, de transfobia y de discrimen que no obedece a una legislación porque nuestro marco legal no permite discriminar a personas GLBTI. Esto es un tema de “no quiero, te subo el costo, te lo pongo carísimo…".

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Las políticas públicas también influyen en la aceptación y el rechazo a los GLBTI. ¿Qué cambios en la administración municipal de Guayaquil resalta? El año pasado, en agosto, el Municipio de Guayaquil sacó una ordenanza para que se desarrolle proyectos para erradicar el discrimen a personas GLBTI. Lo hizo una administración del Partido Social Cristiano - Movimiento Madera de Guerrero, una agrupación política hegemónica, masculina y machista. Raro, pero lo conseguimos. Hay que tener en cuenta que, hasta el año 2010 no nos dejaban entrar al Malecón 2000, había un letrero que decía “nos reservamos el derecho de admisión”. Nos bajamos el letrero y hoy tenemos una ordenanza. Es un proceso, pero las conquistas son enormes. Así mismo, en una entrevista con (el periodista) Carlos Vera, en 2008 o 2010, el alcalde Jaime Nebot le dijo: ¿qué pasa que no puedan entrar a los parques? A lo que Vera le respondió: Alcalde, usted sí sabe que la homosexualidad ya está despenalizada, en Ecuador, desde 1997; Nebot le contestó: despenalizada en su casa, en la calle no; puertas adentro estará, no en mi ciudad. Ahora, nos pone la Rotonda, La Perla y el The Point con los colores del arcoíris; nos da permiso para que marchemos. Mira el cambio de Nebot. ¿A qué cree que se debe este cambio? Nebot es político, es muy sagaz y él tiene que darse cuenta que, en este momento, en el país, la población más joven es la mayoritaria para votar; los chicos desde los 16 años pueden votar. Si se hace un pequeño estudio de mercado electoral, te das cuenta de que la gente que habla sobre la destrucción de la familia está de pasada, ya fue. Los jóvenes tienen otras preocupaciones, como de seguridad, educación, empleo, salario justo, tener una ciudad amigable, áreas verdes; son más ecologistas, no les gusta tanto el plástico… tenemos otra generación. Sin embargo, el Alcalde podría mantener su visión en su casa… Con las dos hijas que tiene es un poco jodido porque son feministas, súper liberales, inteligentes y de empuje. Yo creo que ha cambiado desde la casa. ¿Estos cambios podrían mantenerse dependiendo de quién sea el próximo alcalde? No importa quién vaya a ser alcalde, ya tenemos ordenanzas y políticas públicas; ya estamos empoderados de nuestros derechos y desde la organización somos más, tenemos mejores vocerías, tenemos más claro a dónde vamos. Nosotros somos una comunidad organizada, hablando del activismo GLBTI, porque los GLBTI no vivimos en guetos; somos la mamá, la esposa y la abuela de alguien.



CASA ADENTRO

EL CORO DE LA CASA MARCA SU PROPIO

COMPÁS

La agrupación coral del Núcleo del Guayas, fundada en 1998, está conformada por 23 coristas, entre profesionales y empíricos; en octubre se presentó en el VI Festival Internacional de Coros 'Trujillo Canta América'. En septiembre, la CCENG realizó el Tercer Festival de Coros de la Casa, en donde participaron 12 coros.

Presentación. El 17 de octubre, el Coro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana - Núcleo del Guayas interpretó varios temas en el Teatro Municipal, Trujilllo - Perú.

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Por: Lcdo. Omar Bohórquez, relacionista público de la CCENG.

E

ste año, el coro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana – Núcleo del Guayas (CCENG) cumplió 20 años. En este tiempo ha sido un referente importante en la formación coral de sus estudiantes, así como en la difusión e interpretación de la música ecuatoriana popular y académica. Desde la creación del coro, en 1998, Juan Carlos Urrutia ha sido el director de la Unidad de Coro de la CCENG. Para él, esta agrupación musical es el “espíritu de la Casa de la Cultura”, ya que es un espacio de enseñanza, de compañerismo y de trabajo colectivo en donde los jóvenes, tanto profesionales como empíricos, pueden representar a su provincia en eventos nacionales como internacionales. Esta agrupación ha sido formadora de varios coristas, muchos de ellos, hoy, están dedicados a esta actividad, como Alex Mora, actual director del Coro de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil; fue el primer subdirector del Coro de la CCENG. En el marco de la celebración de estos 20 años, la CCENG realizó el Tercer Festival de Coros de la Casa, donde participaron 12 coros de la ciudad, incluido el de la institución. Durante cuatro días, del 25 al 28 de septiembre, el auditorio Enrique Gil, ubicado en el quinto piso del edificio de la CCENG, recibió a más de 500 personas. Para Urrutia, “es importante que existan estos espacios, en donde la ciudadanía participe y cree arte”. En el primer día del festival se presentaron: el Ensamble Coral Talbot Korall Erö, el Coro Femenino Cantahuarmi y el Coro Juvenil de la Universidad de Guayaquil. El segundo día, el espectáculo fue abierto por el Coro Adventista de Guayaquil, seguido del Coro de Adultos Mayores “Tradición” del Geriátrico de Durán y del Coro de Adultos Mayores “Voces de Antaño” del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Los niños también tuvieron su espacio en esta festividad. En el tercer día se presentaron los coros de niños del Conservatorio Paganini, de la Universidad de Guayaquil y de No Videntes del Municipio de Guayaquil. El viernes 28, último día del encuentro, fue inaugurado por el Coro de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo sucedidos por el Coro de la Universidad Católica de Santiago

de Guayaquil. El Coro de la Casa de la Cultura - Núcleo del Guayas clausuró el evento en medio de largos aplausos y ovaciones de pie. Después de esta larga jornada, el Coro emprendió un viaje a Trujillo, capital del departamento peruano de La Libertad, para participar en el VI Festival Internacional de Coros ‘Trujillo Canta América’, del 14 al 17 de octubre. Este evento estuvo a cargo del maestro Manuel Loyaga Bartra, director del Festival. a.

b.

c.

Música. El Coro Femenino Cantahuarmi (a.), Coro Juvenil de la Universidad de Guayaquil (b.) y el Ensamble Coral Talbot Korall Erö (c.) se presentaron el primer día del Festival de Coros de la Casa.

Para, Evelyn Moran, integrante del Coro, este viaje a Trujillo fue emocionante, ya que encontraron una buena aceptación por parte público, ya que al término del concierto se acercaron a saludarlos y a felicitarlos. “Nos involucramos tanto con la gente que llegamos a sentimos como en casa”, dijo la corista.

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CASA ADENTRO

Perú. Casa de la Enmancipación, Trujilllo.

Participación. Universidad César Vallejo, Trujillo - Perú.

Trujillo. El Coro interpretó el sanjuanito Chanizas, en Paiján.

La primera presentación del Coro de la Casa de la Cultura - Núcleo del Guayas, en el vecino país, fue en Paiján, en el santuario ‘Señor de los milagros’, de la parroquia Santísimo Salvador, ubicada a una hora de la ciudad sede del Festival. El programa incluyó obras ecuatorianas como: el pasillo Adoración y el sanjuanito Chamizas, además de obras religiosas contemporáneas. Al

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final de la jornada artística el burgomaestre de Paiján, Segundo Valqui, les entregó un reconocimiento por parte de la ciudad. En la segunda noche del Festival, el Coro se presentó en la Casa de la Emancipación, sede del primer Congreso Constituyente, con un público que llenó el lugar. El tercer día, el coro brindó un concierto en


Rueda de prensa. Robin Echanique, director de la Pinacoteca, anunció los ganadores de la sexagésima edición del Salón de Octubre.

el auditorio de la Universidad César Vallejo de Trujillo, donde interpretaron La Maza y Las velas encendidas, entre otros temas. En su último concierto, la agrupación coral se presentó en el Teatro Municipal de Trujillo e interpretaron el tema América, con arreglos para coro y orquesta realizado por el maestro Juan Carlos Urrutia, canción emblemática del Festival 'Trujillo Canta América'.

61 años del Salón de Octubre

Octubre fue uno de los meses más importantes para la CCENG, ya que se realizó la inauguración de la 60 edición del Salón de Octubre “Independencia de Guayaquil” (en 1981 no se efectuó, debido a que fue suspendido por la crisis económica). Este año participaron 127 obras, de las cuales, 27 fueron admitidas. El jurado estuvo conformado por: Manuel María Zeballos, director del Salón; el pintor Jorge Velarde, el escultor Manuel Velastegui y el artista Jorge Chalco, como miembros del jurado. En el programa se premiaron a tres obras y se entregaron tres menciones de honor. El premio revelación fue otorgado al artista cuencano Juan Pablo Maldonado por su obra Adelante ambulante, realizado en acrílico y óleo. El segundo premio fue para la artista guayaquileña Diana Gardeneira, por la obra Probar tu mango, en donde usó materiales mixtos como telas, cintas, encajes y pintura acrílica.

Inauguración. Fernando Naranjo, director del Núcleo del Guayas, junto a Melvin Hoyos, director de Cultura del Municipio, en la inauguración del Salón de Octubre.

La obra ganadora de la sexagésima edición es de autoría del artista guayaquileño Gustavo Cuero Sánchez. Todos alguna vez se titula su pintura de óleo sobre lienzo. Según el jurado, su obra está representada con un característico manejo del espacio y de la luz, para penetrar en la cotidianidad de un ambiente sórdido y oscuro entre sillones desvencijados con felinos que presienten algo misterioso entre el espejo y el rostro impenetrable del personaje que sostiene en sus manos un libro esotérico. En la ceremonia, realizada el 4 de octubre, se entregaron los diplomas a los ganadores y también se condecoró a Jaime Nebot Saadi, alcalde de Guayaquil, con la Presea al Mérito Cultural; Melvin Hoyos, director de Cultura del Municipio de Guayaquil, recibió la condecoración en representación del burgomaestre.

CUADERNOS DE LA CASA 17


LA HUELLA Fotos: Libro "Masas, luchas, solidaridad".

Paro. Registro de la huelga nacional realizada por la Federación Nacional de Trabajadores, en 1982.

Junta. Primera reunión provincial de delegados de organismos sindicales, en 1935.

BREVES NOTAS SOBRE

EL SINDICALISMO EN ECUADOR

El presente texto intenta reflexionar sobre la situación del movimiento sindical en el Ecuador contemporáneo, considerando una perspectiva histórica, centrada en la visión de la izquierda sobre el potencial de los trabajadores como la clase revolucionaria y cómo esa situación ha cambiado en las últimas décadas, concretamente, con la caída del Muro de Berlín. Por: Mgtr. Héctor Chiriboga A., docente universitario.

L

a historia del sindicalismo tiene su origen en el naciente Ecuador, durante el siglo XIX, periodo en el que, aparecen las primeras asociaciones de trabajadores tanto en Quito, la Sociedad de sastres de Pichincha, como en Guayaquil, la Sociedad de Carpinteros. Cabe indicar en este momento, que entendemos como sindicalismo a la corriente político-organizativa en la que se inscriben los trabajadores de las distintas ramas y áreas

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y que, a lo largo de la historia del país ha tenido momentos altos y bajos de incidencia en la vida laboral y política. Una de las características del país que ve nacer el movimiento sindical, a finales del siglo XIX e inicios del XX, es que tenía una economía principalmente destinada a la producción de bienes primarios para la exportación. El desarrollo industrial era incipiente y existían grandes diferencias en las formas de producción agrícola entre la


Sierra y la Costa, teniendo la primera un sistema de hacienda que recuerda las relaciones de servidumbre feudales, mientras que en la Costa venía ensayándose, hace mucho tiempo, el sistema de salarios. En tales circunstancias, las primeras organizaciones de trabajadores fueron sindicatos de trabajadores de servicios y artesanos, como sastres, empleados de farmacias, trabajadores de trenes y tranvías, operadores de los servicios de luz, peluqueros y panaderos, etc. Dada la etapa de desarrollo capitalista, y a pesar del inexistente marco jurídico vigente -que diese cobertura legal a las acciones de los trabajadores- en las dos primeras décadas del siglo XX, se desarrollaron una serie de huelgas y movimientos a lo largo del país, cuyas reivindicaciones eran fundamentalmente económicas: incremento de salarios, disminución y respeto a la jornada laboral, y mejora de las condiciones de trabajo. La efervescencia del conflicto laboral, en medio de un proceso de inestabilidad política del país, ascendió hasta el año 1922, en el que, en Guayaquil, la huelga general de los trabajadores, decretada el 13 de noviembre, terminó dos días más tarde con la masacre de aproximadamente 1 500 obreros. Tres años más tarde, en julio de 1925, se crea el Ministerio de Trabajo.

El desarrollo posterior

Desde el inicio, el sindicalismo en el Ecuador estuvo relacionado a la política partidaria. Si bien es cierto, las primeras luchas fueron de naturaleza gremial, no pasó mucho tiempo en que las ideas de la izquierda –desde el socialismo, hasta el comunismo, pasando por el anarquismo- entraran en contacto con los trabajadores y sus organizaciones para el desarrollo de líneas políticas, frentes de masas, partidos obreros y revolucionarios. Pero no solo la izquierda, también la derecha y el centro buscaron incidir en las llamadas centrales sindicales. Por ejemplo, la Confederación Ecuatoriana de Obreros

Católicos (CEDOC) fue organizada, en 1938, por la Iglesia Católica y el Partido Conservador. Posteriormente, en los años 70´s, bajo las mismas siglas, cambia su significación para ser Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas. Incluso, en la misma década, se divide bajo una orientación demócrata-cristiana, la CEDOC-CLAT, y otra de izquierda, la CEDOC-CUT, a finales de los 80's. Por su parte, el Partido Comunista del Ecuador fundó, en 1944, la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE), mientras que, en los 60´s y en medio de las políticas de la Guerra Fría, que incluían procesos de reforma y modernización de la base productiva, industrial y agrícola, se funda la CEOLS, la Confederación de Organizaciones Sindicales Libres. Ya en los 80´s otro partido de izquierda, el Movimiento Popular Democrático (MPD), se hizo fuerte en el magisterio y generó su propia central de trabajadores, la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE). Los años 60's y 70's, en América Latina, son los de la insurgencia revolucionaria antimperialista; es la época de las guerrillas de liberación nacional bajo la concepción de que, luego de la primera independencia, las clases oligárquicas habían entregado nuestros países al capital extranjero, particularmente norteamericano. En Ecuador, de acuerdo a la izquierda revolucionaria, fragmentada principalmente en las vertientes prosoviética y maoísta, la vía de la lucha armada se construía principalmente a partir de jóvenes universitarios, teóricos altamente ideologizados, que buscaban involucrar a los trabajadores fabriles, en un momento, en el que el proceso de industrialización despegaba de la mano de la renta petrolera, manejada por la dictadura de Rodríguez Lara. El proyecto revolucionario, no cuajó en

Agrupación. En la foto se encuentra Antonio Espinoza Bueno, presidente de la Confederación Obrera del Guayas.

Comisión. Delegación campesina del litoral al Congreso de Fundación de la Confederación de Trabajadores del Ecuador, en Quito, en 1944.

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LA HUELLA los términos previstos por la izquierda. La clase obrera y las centrales sindicales no tuvieron el protagonismo político revolucionario esperado, cayendo en, lo que la izquierda denominaba, el reformismo -tendencia política de naturaleza centrista que buscaba la modernización progresiva del sistema-, sin afectarlo en su elemento básico, la propiedad y la ganancia. Sin embargo, no fue obstáculo para que las centrales obreras convocaran, en época de dictaduras, sendas huelgas que, como parte de las más amplias luchas sociales, contribuyeron al retorno a la democracia, en 1979.

El período democrático y la crisis

La democracia de 1979 no cumplió con las expectativas de los sectores populares. No hubo, desde el inicio, una conciliación entre las expectativas políticas con las económicas. El fin de la bonanza petrolera, unido a las presiones de los grupos conservadores, terminaron con el tímido reformismo del nacionalismo revolucionario del periodo de las dictaduras. Los gobiernos de los años 80’s y 90 verían cómo las políticas de ajuste estructural, ligadas a los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional y con el Banco Mundial, empobrecieron a la mayoría de la población; así finalizaron el ciclo de crecimiento del sector industrial y terminaron por desmantelar el estado levantado durante los 70´s. En este contexto, las tres centrales sindicales –agrupadas ahora en el Frente Unitario de los Trabajadores (FUT)- se manifestaron a través de huelgas generales, en 1982 y 1983, en el gobierno de Oswaldo Hurtado, para evitar la caída de los niveles de vida, la disolución del poco gasto social, producto de los ajustes neoliberales.

la situación de crisis terminaron por debilitar la base obrera y con ello al propio movimiento. No hay que dejar de observar la pérdida de peso de la izquierda en el país, en el continente y en el mundo entero, producto de la caída del Muro de Berlín, en 1989, y la posterior disolución de la Unión Soviética, en 1991. Con la caída de la utopía socialista, el sujeto histórico, definido desde el marxismo, es decir, la clase trabajadora y sus organizaciones pasaron a un segundo plano, en lo referente a las movilizaciones y a las luchas reivindicativas, dejando el protagonismo, desde los 90’s y en la primera década del siglo XXI, a otros grupos y movimientos, como los indígenas, el ecologismo, los movimientos de mujeres y los grupos con identidades sexuales diversas.

Los retos

Observar la crisis del sindicalismo, por ejemplo, en la presencia de otros actores del campo popular, como es el movimiento indígena, no implica negar la relevancia de su lugar en la escena política del país. Eso sí, es necesario que el movimiento sindical dé cuenta de las nuevas realidades presentes en el campo del trabajo y del capital, de las nuevas formas de acumulación que se manifiestan en el uso de las tecnologías digitales, de las formas en que esas tecnologías inciden en la presencia, cada vez de mayor, de un tipo de trabajador que poco tiene que ver ya con el clásico obrero de fábrica que pelea por la semana de 35 horas y el pago de horas extras. Y, principalmente, que ajuste cuentas con su adhesión a proyectos políticos populistas que, más allá de cierta política social, han devenido en regímenes mafiosos, sostenidos en la fuerza y no en la gente.

Durante el gobierno de León Febres-Cordero, a las acciones defensivas, en torno a lo social, se sumó la lucha contra el autoritarismo y el terrorismo de estado. Sin embargo, el decrecimiento del sector industrial, el cierre de fábricas y, en genera,

Paralización. Imágenes de la huelga nacional de la Federación Nacional de Trabajadores, en 1983.

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LA HUELLA

LAS TRANSFORMACIONES LABORALES EN ECUADOR Fotos: Archivo personal de Romo-Leroux.

Guayaquil. Manifestación del 15 de noviembre de 1922.

A lo largo de la historia ecuatoriana, las organizaciones de trabajadores han sido un frente estratégico y necesario para el cambio de las condiciones económicas, sociales, laborales y políticas; su fin era garantizar el bien común para los trabajadores y las trabajadoras.

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Por: Dra. Ketty Romo-Leroux G., abogada.

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raíz del 15 de noviembre de 1992, la clase obrera, por primera vez, visualiza y conoce la importancia de estar organizados, ya que de esta forma se paralizó Guayaquil durante ocho días. El objetivo era exigir sus derechos. Los artesanos guayaquileños habían sido estimulados por corrientes ideológicas de afuera, fundamentalmente por la franmasonería y el anarquismo, comienzan a organizarse en sociedades y en gremios, cuyas finalidades eran el mutualismo y la beneficencia. Una de las sociedades más antiguas es la Sociedad de Artesanos Amantes del Progreso, fundada en 1878, la cual crea una escuela de varones y otra de niñas, en donde, además de las letras, se enseñaba costura. 18 años después, en 1896, se funda La Sociedad Hijos del Trabajo y crea dos escuelas nocturnas. Se organiza también La Sociedad de Vivanderos, la Unión de Panaderos, que


además de poner en funcionamiento una escuela, edita el periódico El Obrero del Siglo. También aparecen la Sociedad de Carpinteros, la Sociedad de Peluqueros, la Asociación 30 de Julio, en donde se dictan clases de música y baile; la de sastres, Luz y Progreso, y la Sociedad José Joaquín de Olmedo que funda tallares para obreros. Para entonces, en nuestro país ya se dejaba sentir la influencia de la Revolución Rusa y de las ideas de la Revolución Mexicana que estaba en su apogeo, contribuyendo a aumentar cualitativamente la combatividad de la clase obrera y la de su organización. Por eso, se pudo contar con una vanguardia de los trabajadores, hombres y mujeres, con simpatías revolucionarias y aptos para la cooperación en la lucha del pueblo. Las trabajadoras se organizaron en los comités La aurora y Rosa Luxemburgo, donde tuvieron una brillante actuación en la preparación de la gran asamblea y en la huelga general. Un ejemplo de ello, lo encontramos en Tomasa Garcés, esposa de un huelguista, quien con sus tres pequeños hijos se tendió sobre las línea férrea para impedir la salida de los trenes, con lo que querían detener la huelga, iniciada por los ferroviarios de Durán contra su patrono, la firma “Guayaquil and Quito Railway Company”, en demanda de aumento salarial. Las profundas transformaciones económicas–sociales producidas por la Revolución Liberal Alfarista habían modificado irreversiblemente las condiciones económicas-sociales del Estado. El Banco Comercial y Agrícola se había convertido en el árbitro de la política nacional, ya que en el país, los capitales extranjeros de las compañías inglesas y norteamericanas, que se habían instalado en nuestro país, ingresaban. Sin embargo, el precio del cacao, primer producto de exportación, comenzó a derrumbarse, lo que ocasionó desempleo y que el salario baje. Para esto, ya se había dictado, en 1916, la Ley que establecía que la jornada laboral era de ocho horas, eliminando el porcentaje de campesinos y la prisión por deudas. En ese año ya funcionaban las primeras fábricas de fideos, galletas, calzado, cigarrillos y cerveza. Productos de uso doméstico como jabón y colonias. En ellas laboraban numerosos trabajadores (hombres y mujeres), quienes crearon sociedades y gremios, cuyas finalidades eran el mutualismo y la beneficencia. A través de su lucha lograron obtener el cumplimiento de la ley en mención, el descanso

semanal de un día, becas para los obreros y otros beneficios. Las consecuencias de la Primera Guerra Mundial y la conquista del poder político por el proletariado en Rusia repercutieron hondamente en la clase obrera ecuatoriana para resolver la realización de la huelga general, para exigir el alza de los salarios. La profunda crisis económica, ocasionada por la baja de precio del cacao en el mercado internacional y la devaluación monetaria decretada por el presidente José Luis Tamayo en beneficio exclusivo de los exportadores y banqueros, trajo como consecuencia el encarecimiento del costo de vida. Si bien, la huelga general comenzó con reivindicaciones de carácter económico, pronto tomó las características de un movimiento de profundo contenido político. La gigantesca manifestación pacífica del 15 de noviembre de 1922 fue bañada en sangre por el gobierno, en donde centenares de obreros cayeron abaleados, entre ellos muchas mujeres con sus hijos, solo por protestar contra el hambre y la miseria de aquella época.

Varios años después…

En enero de 1988, cuando fui designada como Ministra Juez de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil por la Corte Suprema de Justicia, me enteré, por medio del Dr. Rigoberto Ortiz Bermeo, que el juicio por los acontecimientos ocurridos el 15 de noviembre de 1922 reposaban en los archivos de la Corte de este distrito, los busqué, ya que sabía que varios historiadores y analistas sociales intentaron localizarlos sin lograr su propósito. En octubre, de ese mismo año, cumplí mi cometido. En la prueba testimonial señalaba que "los trabajadores actuaron en legítima defensa, al ser agredidos por los soldados y la policía; la manifestación fue pacífica, jamás tuvieron la intensión de provocar a la policía y de causar desórdenes". Se puede observar que el juicio no concluyó ni siquiera se agotó la etapa sumarial, sino que se archivó. Existe la presunción de que en las circunstancias políticas y sociales, en las que vivía el país, indujeron a su paralización. Una nota manuscrita sobre el libelo inicial del proceso dice: “ARCHIVO - Enero 11/1926”. El 25 de noviembre del 2011, en una ceremonia cívica, se entregó el documento al Archivo Histórico y, ahora, permanece en una urna de cristal.

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POLÍTICA


EXPLOTACIÓN LABORAL EN BANANERAS Y EL ÉXODO VENEZOLANOS EN EL ECUADOR

El incumplimiento de las mínimas condiciones laborales que deben tener sus trabajadores de las bananeras y la no agilización de los trámites migratorios a los venezolanos que ingresan al país son dos de los grandes problemas que tiene Ecuador. Por: Lcdo. Billy Navarrete Benavides, secretario ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos.

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l Ecuador es el primer exportador de banano en el mundo. Su producción representa el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) del país y el 35% del PIB Agrícola. Según un informe del Banco Central del Ecuador, solo entre enero y octubre de 2017 se exportaron 5 333 toneladas de banano, recaudando USD 2 490 millones. La predicción era cerrar ese año con 325 millones de cajas exportadas, según indicó Eduardo Ledesma, presidente de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador, al diario El Telégrafo. De acuerdo a un informe del Ministerio de Comercio Exterior sobre el sector bananero, la producción de esta fruta, en 2017, generó empleo para el 6% de la población. El Oro, Guayas y Los Ríos son las provincias donde se registra la mayor producción de banano. El sector bananero se caracteriza por ser altamente concentrado y por mantener un régimen salarial precario e informal. Esto, a pesar de que genera importantes ingresos y “riqueza”. Este mercado está compuesto por pequeños productores (entre el 60 y el 80%) y grandes empresas exportadoras, formadas por un pequeño grupo de familias que acaparan las ganancias. Human Rights Watch (HRW), organización internacional de los Derechos Hu-

manos, en una misión de verificación, en 2002, denunció la presencia de niños, de incluso ocho años, trabajando en los campos bananeros y en las empacadoras, donde estaban expuestos a pesticidas tóxicos, en malas condiciones laborales, con falta de seguridad y donde se violan derechos. Incluso, en el propio Reporte de Responsabilidad Corporativa, del año 2000, la empresa bananera Chiquita, al analizar sus intentos de compromisos de responsabilidad social en Ecuador, reconoce que el incremento de exportaciones en Ecuador, que han llevado al país al liderazgo mundial, “se ha nutrido de estándares laborales, sociales y ambientales inferiores a los que están generalmente en el resto de Latinoamérica”. Los niños declararon a HRW que manipulaban plásticos tratados con pesticidas y que eran usados para proteger los bananos. También aplicaban fungicidas directamente al banano, en las empacadoras, e interrumpían su labor cuando se realizaban fumigaciones desde el aire. Gulnara Shahinian, relatora especial sobre las formas contemporáneas de esclavitud, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), durante una misión de verificación en Ecuador, recibió información sobre los casos de explotación laboral -análoga a la esclavitud- y las difíciles

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POLÍTICA

condiciones de trabajo a las que enfrentan los trabajadores de las plantaciones de banano y de flores, como los que laboran en los sectores de aceite de palma y de extracción de oro. También sobre el detrimento de la salud y las repercusiones provocadas por algunos de los materiales utilizados sobre el medio ambiente. Los trabajadores le comentaron su temor por perder sus puestos de trabajo, así como de su situación de extrema pobreza, por lo que están obligados a aceptar todo tipo de condiciones laborales, sean estas peligrosas, sin la protección adecuada, con bajos salarios, sin derecho a una seguridad social, con jornadas laborales excesivas y sin atención médica. Entre la información, que recopiló la representante de la ONU, está que muchos de los productos químicos que se utilizan en las plantaciones son altamente tóxicos y constituyen un peligro potencial para los seres humanos y la fauna. Además de documentación sobre los casos de cáncer, malformaciones genéticas en los descendientes de los trabajadores y otros daños a la salud, como envenenamientos accidentales, debido a los productos utilizados y a la carencia de información sobre seguridad industrial y el uso de los equipos, por ejemplo: no hay un control de los métodos de eliminación de esas bolsas de plástico, impregnadas con plaguicidas neurotóxicos, que se utilizan para cubrir la fruta a fin de protegerla de los daños causados por los insectos. Su uso representa un riesgo elevado para la salud de los niños. Según declaraciones, las niñas deben preparar las bolsas para usarlas y posteriormente lavarlas, mientras que los niños deben colocarlas sobre las bananas. En los últimos años, la Asociación Sindical de Trabajadores Agrícolas Bananeros y Campesinos ha denunciado formal y documentadamente las prácticas de explotación laboral en las plantaciones y pese a las irrefutables y reiteradas denuncias de diversas organizaciones, ésto se mantiene. El 18 de noviembre de 2016, los trabajadores de la hacienda “Sitio Nuevo”, de la compañía exportadora e importadora Manobal, dueña de varias haciendas bananeras en la provincia de Los Ríos, denunciaron que las avionetas fumigan las plantaciones con pesticidas, mientras ellos trabajan y/o almuerzan, poniendo en grave riesgo su salud.

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Desplazamiento forzoso venezolano

Acorde a datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en 2017, 287 972 venezolanos ingresaron a Ecuador; sin embargo, durante los primeros siete meses de 2018, por el puente de Rumichaca, frontera entre Ecuador y Colombia, se registró el ingreso de 547 140 venezolanos. Según la agencia de la ONU, del total de venezolanos que han ingresado al país, aproximadamente el 20% se quedan. Entre enero y junio de 2018, 24 616 visas fueron entregadas y 4 003 venezolanos solicitaron el estatus de refugio. Por primera vez, los solicitantes de asilo de origen venezolano superaron a los colombianos, sin que las solicitudes por parte de los colombianos hayan disminuido. La Ley Orgánica de Movilidad Humana es generosa en cuanto a la proporción de alternativas migratorias. La visa Unasur es una de estas alternativas y es la opción migratoria que la mayoría de venezolanos solicita. Esta visa permite al extranjero vivir en el país por dos años y tener los mismos derechos que una persona ecuatoriana. Este documento tiene un costo de USD 250, sin contar los demás requisitos básicos como pasaporte, apostille de documentos, certificado de movimiento migratorio, entre otras. El valor de la Visa Temporal Estatuto Ecuador – Venezuela es de USD 450. El acuerdo ministerial No. 907 del Ministerio del Interior determina que los extranjeros que, durante el plazo de permanencia de 180 días, no hayan regularizado su condición migratoria deberán pagar el valor de dos salarios básico unificados (USD 772). Muchos venezolanos cometen esta falta migratoria, debido a que no pueden solicitar un pasaporte o apostillar su documentación en su país. Esta condición, los obliga laborar en condiciones de explotación, especialmente en zonas agroindustriales del litoral. Este fenómeno violatorio de derechos humanos tiene larga data, es sistemático y está naturalizado en Ecuador. Ahora tendría un nuevo elemento agravante, la de tener personas, que huyen de la crisis humanitaria en Venezuela, en condiciones involuntarias de irregularidad y explotación laboral -considerada como la nueva forma de esclavitud de un sistema extractivita, concentrador de riqueza y desigualdades-.


Migración. Los ciu-

dadanos venezolanos ingresan al país, a pie, por el Puente Internacional de Rumichaca, frontera entre Ecuador y Colombia.

CUADERNOS DE LA CASA 27


ÉNFASIS

LA REFORMA A LA LOES:

¿HACIA DÓNDE SE DIRIGE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR? Pese a las reformas a la Ley, el establecimiento de una verdadera cultura de calidad de la educación superior dependerá de la voluntad de las Instituciones de Educación Superior, quienes deberán enfrentarse a sí mismas, de manera permanente, para mejorar y desarrollar progresivamente sus procesos de aseguramiento de la calidad. Por: Mgtr. Marcelo Aguilera, rector del Tecnológico del Azuay.

L

a evaluación, la acreditación y el aseguramiento de la calidad de la educación superior son las acciones del proceso sistemático, que permite asegurar, a los ciudadanos, instituciones de calidad, convirtiéndose en una verdadera garantía primaria de protección de los derechos constitucionales. Respetando este marco básico, cualquier reforma a la normativa infraconstitucional no se convertirá en una desviación o peor aún en una contradicción al espíritu del constituyente. Sin embargo, la reforma a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), en cuanto a la consolidación de un sistema de calidad, adolece de algunas contradicciones y de determinaciones un tanto oscuras que parecería ser el reflejo de la suma de varias propuestas presentadas por los organismos de educación superior y de otras fuentes. Hay algunas modificaciones que han trastocado su esencia y ahora es difícil comprenderla. Se evidencia alguna diferencia de criterios o de intenciones entre lo propuesto y lo aprobado o bien podría tratarse de la incorporación de propuestas en sentidos disímiles, considerando que varias fueron las

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presentadas a la comisión que se encargó de su elaboración final. Por supuesto, lo que primero se puede observar es la visión diferente en la concepción del sistema de calidad que parte de la propia definición del principio de calidad que ha sido modificada respecto a la anterior ley. La actual LOES incorpora una enunciación de este principio que pretende articular una participación colectiva en la construcción de la cultura de calidad basada en los ejes sustantivos de la educación superior y en los demás principios constitucionales del Sistema de Educación Superior (SES), incluyendo el diálogo de saberes y los valores ciudadanos. La definición del principio de calidad no refleja mayor diferencia con lo que en la práctica se ha pretendido del Sistema de Educación y de sus instituciones, al contrario, recoge, desarrolla y esquematiza con mayor claridad lo que debe entenderse en torno a este principio que sustenta el sistema de calidad. El problema real es comprender cómo se va a llevar a la práctica esta certera definición bajo los parámetros de la actual Ley, justamente aquí es en donde se presentan


Foto: CACES.

Exámenes. Los docentes universitarios son los aplicadores de los exámenes de evaluación de carrera y de habilitación profesional.

contradicciones y vacíos que deberán verse solventadas con el Reglamento a la Ley o los posteriores reglamentos que sean emitidos por los organismos que rigen al SES. La reforma a la Ley introduce, modificando el artículo 94 que explicaba la evaluación, una definición del Sistema Interinstitucional de Aseguramiento de la Calidad, que en realidad debe ser un subsistema del SES, integrado por el Consejo de Educación Superior (CES), el Consejo de Aseguramiento de la Calidad (CACES) y las Instituciones de Educación Superior (IES). El CACES será el organismo que coordinará el Sistema Interinstitucional de Aseguramiento de la Calidad y a su cargo estarán la acreditaciones de las IES. Además, la normativa reformatoria a la LOES redefine y cambia de nomenclatura al anterior CEAACES, hoy, CACES. El Sistema Interinstitucional de Aseguramiento de la Calidad debe entenderse como una instancia de interacción de los actores que lo integran y permite la planificación de los procesos de autoevaluación, evaluación externa, acreditación y aseguramiento de la calidad, como parte del ejercicio de la consolidación de una cultura de calidad. Es importante dejar claro que todos estos procesos forman parte del Sistema Interinstitucional de Aseguramiento de la Calidad pese a que la nueva LOES elimina los artículos 98, 99 y 100 de la anterior norma -que definían la autoevaluación

y la evaluación externa-, lo que daría a pensar que estos procesos han sido eliminados, pero es incorrecto, porque no se puede realizar un proceso de mejora y de aseguramiento de la calidad sin la autoevaluación y la evaluación externa, procesos que además deberán ser normados por el CACES. Es claro que este enfoque no mira a la evaluación y a la acreditación como la esencia de un sistema de calidad. Esto siempre ha sido así, no es algo que trae consigo la reforma a la Ley. Distinto es que las IES hayan visto a la acreditación como un logro, como una meta a conseguir, para demostrar que son instituciones de calidad, lo cual tampoco está mal en estricto sentido, salvo que la consideren como el fin último y no como una meta más de las que deben alcanzar. La calidad no necesariamente se consigue mediante la acreditación, ya que debemos entender a la calidad como un proceso sistemático y progresivo que se ejecuta de manera continua, incluso cuando una institución ya fuera acreditada. Tampoco podemos desconocer que la acreditación brinda una certeza o al menos un parámetro de confianza a la ciudadanía, al conocer que una institución cumple, de manera objetiva, con ciertos parámetros -que deben ser los mínimamente exigidos- para que sea parte del Sistema de Educación Superior, frente a la prestación del servicio de educación superior que hacen las IES. Esto también ga-

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ÉNFASIS Foto: Cortesía. Reuniones. Las autoridades del CACES, antes CEAACES,son parte de los diálogos que la entidad tiene con los representantes de las IES.

No se puede realizar un proceso de mejora y de aseguramiento de la calidad sin la autoevaluación y la evaluación externa. rantiza el derecho de recibir una educación de calidad. Para que quede claro que la evaluación externa sigue siendo un proceso del Sistema Interinstitucional de Aseguramiento de la Calidad, el artículo 91 de la ley reformada indica que: “Cuando una institución de educación superior, una carrera o programa no sea acreditada por no cumplir los requisitos establecidos para la evaluación del entorno de la calidad, el Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior dispondrá a la institución la formulación e implementación de un plan de mejoramiento…”. Desde luego, el modelo de evaluación externa puede tener un enfoque distinto y esto dependerá del análisis que el CACES realice, de manera participativa, con las IES.

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categorías “A” a la “E”. Después, las IES en categoría “E” fueron suspendidas definitivamente y, más adelante, en el último proceso de evaluación y recategorización se suprimieron a las de categoría “D”. Durante años, las IES han presentado diversas propuestas para que se modifiquen las nomenclaturas de las categorías o incluso se las eliminen. Asimismo, varias voces disidentes a la categorización la han catalogado como un ranquin de IES, lo cual, desde mi punto de vista, no es acertado. La categorización ha permitido incluir a las instituciones dentro de un grupo que tienen similares condiciones sin indicar cuáles tienen mayor o menor nivel de calidad dentro del mismo grupo, lo que no determina un ranquin. De acuerdo al artículo 97 de la actual LOES, la cualificación académica es:

Uno de los cambios importantes de la LOES es la modificación del artículo 97 -anteriormente se refería a la “clasificación académica o categorización”- que describe el proceso de “cualificación académica”. La reforma de este artículo es una respuesta a un tema que siempre ha sido polémico y discutido al interior del SES, clasificar a las IES atendiendo a sus niveles de calidad.

“Art. 97.- Cualificación Académica.- La cualificación académica de las instituciones de educación superior, carreras y programas será el resultado de la evaluación efectuada por el Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior sin fines de acreditación y en función de la naturaleza y particularidades de cada una de éstas. Hará referencia al cumplimiento de su misión, visión, fines y objetivos, en el marco de los principios de calidad, pertinencia e integralidad.

La primera clasificación ubicó a las universidades y escuelas politécnicas entre las

La cualificación académica se realizará mediante un ordenamiento de las instituciones, ca-


Foto: CACES.

Aprobación. Para superar el Examen de Habilitación para el Ejercicio Profesional (EHEP), el estudiante deberá obtener la calificación mínima que equivale al 60% del puntaje total.

rreras y programas de acuerdo a una metodología que incluya criterios y objetivos medibles y reproducibles de carácter nacional e internacional.”.

tución no sea modificada, pues ésta lo define como organismo técnico de acreditación y aseguramiento de la calidad de instituciones, carreras y programas.

Primero, este artículo indica que la cualificación académica se produce como resultado de un proceso de evaluación sin fines de acreditación. Ahora bien, la modificación sustancial es que la evaluación que permita la cualificación académica se realizará en función de la naturaleza y particularidades de cada IES (…), es decir, dependerá de las consideraciones subjetivas de cada institución, lo cual, considerando que debe realizarse bajo una metodología que incluya criterios y objetivos medibles y reproducibles de carácter nacional e internacional, nos genera cierto nivel de confusión.

De acuerdo al artículo 174 de la LOES reformada, entre los deberes y atribuciones del CACES están: planificar, regular, coordinar y ejecutar acciones para la eficaz operación del sistema de aseguramiento de la calidad de la educación superior; normar los procesos de evaluación (integral, externa e interna) y de acreditación para la óptima implementación del Sistema de Aseguramiento de la Calidad para obtener la cualificación académica de calidad superior; y resolver los informes y recomendaciones derivados de los procesos de evaluación, acreditación y clasificación académica. Con ello, no hay duda que el CACES no pierde sus atribuciones y seguirá siendo el organismo encargado de normar la autoevaluación institucional, ejecutar los procesos de evaluación externa y de acreditación, y apoyar el aseguramiento interno de la calidad de las instituciones de educación superior.

Dependerá del CACES esclarecer cómo la cualificación académica considerará, al mismo tiempo, aspectos subjetivos -propios de cada IES- con criterios objetivos que sean reproducibles a nivel nacional e internacional, ya que puede generar un verdadero conflicto si la IES tiene una visión propia que no se adapta a los estándares más generalizados; sin embargo, esto no es lo más preocupante. Lo que genera mayor desconcierto es que la cualificación académica “se realizará mediante un ordenamiento de las instituciones”, lo que significaría un verdadero ranquin. Sobre este tema también debemos esperar hasta que el CACES determine cómo se efectuará. Otro de los cambios que ha llamado la atención es la denominación del CEAACES a CACES. Entendemos que este cambio se produce en razón del énfasis que se le quiere dar al proceso de aseguramiento de la calidad, pues las funciones de evaluación y acreditación que debe cumplir este organismo siguen siendo parte de su quehacer institucional y, desde luego, no podrían variar mientras la Consti-

Respecto a la evaluación de resultados de aprendizaje de carreras y programas, también existen importantes cambios. Antes de la reforma a la LOES, el artículo 103 desarrollaba el Examen Nacional de Evaluación de Carreras y Programas Académicos, aplicado por el CEAACES a las carreras de derecho, medicina y odontología. Hoy, con el nuevo articulado de la norma de educación superior, no se regula únicamente el examen, también da la posibilidad de emplear cualquier otro mecanismo de evaluación para estudiantes del último periodo académico, es decir, otorga mayor amplitud al CACES para efectuar cualquier tipo de evaluación que permita medir los conocimientos y competencias del perfil profesional de una carrera o programa.

CUADERNOS DE LA CASA 31


ÉNFASIS

LA EDUCACIÓN TRANSFORMA

LA SOCIEDAD

Tras destacar la erudición de los próceres guayaquileños se enumera las virtudes de la educación, como impartir valores, aumentar la productividad, cuidar el ambiente y más. Esta es la educación propuesta para el cambio, con una integración holística que debe incluir a la cultura. Por: Dr. Fander Falconí, exministro de Educación.

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os próceres de la Independencia de Guayaquil, empezando por el poeta José Joaquín de Olmedo, fueron personas eruditas.

32 CUADERNOS DE LA CASA

Poseían una cultura extraordinaria, la mayor parte adquirida por sí mismos. Eso no se acabó con el pasar de los años, pues la erudición se volvió distintivo de los patriotas guayaquileños.


El gran historiador y literato guayaquileño Alfredo Pareja Diezcanseco poseía un saber enciclopédico. Pareja no completó un título de tercer nivel, fue un autodidacta en muchos campos. En todos estos casos, también hubo educación institucional. En el caso de Pareja, él mismo reconoció su deuda con el Colegio Vicente Rocafuerte. La educación no solo es indispensable para la formación de la cultura individual. La educación es el motor que transforma la sociedad. Tiene la virtud de elevar los valores humanos. Los valores y principios que se dan en la casa se multiplican cuando la niñez los comparte con sus pares y se percata del alcance general de esos valores. La educación es la gran articuladora de las capacidades para la democracia y el trabajo. En la escuela se aprende cómo tratar a los demás, respetándolos y sabiendo que tenemos derechos, pero que hay sanciones para la conducta inapropiada. La escuela nos enseña cómo trabajar en equipo y nos inculca responsabilidad. La educación es también la columna vertebral de la sociedad y dinamiza las relaciones sociales. La educación enseña derechos a los hijos de los que nunca reclamaron sus derechos. La educación enseña deberes a los hijos de algunos que rara vez han cumplido sus deberes. La educación introduce a la niñez al contexto del mañana en dos formas: primero: abre las puertas de la primera institución que conocerán en su vida y de ella formarán su concepto de todas las instituciones del país. Segundo, en las aulas aprenderán sobre la forma de gobierno. La educación cuida al planeta y puede ayudar a conservar el ambiente, cuando enseña el uso racional de recursos como el agua y el reciclaje correcto de la basura. La educación cuida la vida, enseña a nutrirse bien y a buscar alternativas frente al alto costo de cier-

tos alimentos. La educación cumple con las normas internacionales. No estamos hablando de cualquier educación, sino de una educación que tenga calidad, para articularla con el trabajo, y que promueva los derechos humanos y sociales prescritos en nuestra Constitución, para enlazarla con la democracia. La educación pública, así entendida, es la mejor forma de implementar la justicia social, porque es inclusiva y da oportunidades reales a todos. Quizá suene a utopía pretender que haya una calidad uniforme en las unidades educativas, pero eso es lo que ha logrado Finlandia. Ese país no tiene competencias entre escuelas y es prohibido cobrar por la educación. En la práctica, predomina la educación pública y todos los planteles son prestigiosos. Tenemos la educación en Asia Oriental, la región que más ha crecido en el mundo. La reverencia japonesa al docente ha significado en la práctica un máximo de inversión estatal en educación. Cuando se instaló el régimen capitalista surcoreano en 1953, su educación fue más bien progresista, con énfasis en la gratuidad y en la calidad. En Singapur se incentiva y se prepara a los docentes. Lo más importante es integrar cultura y educación. Un ejemplo de esta meta es la campaña ministerial de textos de asignaturas con lecturas cortas al final. Por ejemplo, en un texto de Biología introdujimos pequeñas narraciones con temas afines. Una de esas historias es El Híbrido de Franz Kafka, es decir, un cuento con esa fantasía metódica de Kafka, incrustado en un libro de tema científico. El programa Nuestras Historias ha motivado a la comunidad entera (estudiantes, docentes, familias) a escribir. Y la campaña nacional Yo Leo, en coordinación con el Ministerio de Cultura y Patrimonio, ha ganado miles de estudiantes lectores en los colegios. Eso es integración.

CUADERNOS DE LA CASA 33


ÉNFASIS

EL ROL DE LOS ESTUDIANTES

EN LAS TRASFORMACIONES SOCIALES En la historia no existe un capítulo en donde los jóvenes secundarios y universitarios no hayan sido protagonistas en las luchas sociales. Hoy, ese rol protagónico sigue vigente. Por: Ab. Javier Rojas García, expresidente de FEUE Nacional.

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l 21 de junio pasado, el Manifiesto Liminar de Córdoba cumplió 100 años. Esta reforma universitaria, iniciada por los estudiantes universitarios argentinos, en 1918, fue producto de la rebelión estudiantil con la que inició la lucha por democratizar la universidad y darle un carácter social y científico, ligado a los intereses populares. Esta lucha, liderada por la Federación de Estudiantes Universitarios de Córdova, tuvo tal magnitud que logró asumir momentáneamente la dirección de la universidad y consiguió importantes victorias para el movimiento estudiantil argentino, como: el cogobierno estudiantil, la libertad de cátedra, la democratización del acceso a la universidad, la elección democrática de las autoridades y del cogobierno paritario. En Ecuador, movimiento estudiantil fue influenciado por la lucha de los jóvenes de Córdoba y por el Mayo Francés o Mayo del 68, en donde se produjeron una serie de huelgas estudiantiles en numerosas universidades e institutos de París, seguidas de confrontaciones entre la universidad y la policía, posteriormente se unieron gru-

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pos de obreros, sindicatos y el partido comunista francés y por una serie de revoluciones de izquierda que se fraguaban en América Latina. En mayo de 1969, estudiantes secundarios y universitarios, liderados por la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE), y la Asociación Femenina Universitaria (AFU), se tomaron las instalaciones de la Casona Universitaria Pedro Carbo, en Guayaquil, demandando la derogación de los exámenes de ingreso a la universidad y la instauración de una institución de educación superior más democrática, cuyos intereses respondieran a los anhelos populares.Sin embargo, la lucha del movimiento estudiantil ecuatoriano fue brutalmente reprimida por el gobierno de José María Velasco Ibarra. Velasco, amparado en una resolución del Consejo Universitario de la Universidad de Guayaquil y en traición a los estudiantes, firmó una petición de desalojo de la Casona Universitaria mediante el uso de la fuerza pública. De esta represión, 30 jóvenes estudiantes perecieron.


Manifestación. Representantes de la FEUE y del Frente Unitario de Trabajadores protestan en contra de las medidas del gobierno, en 2014.

En la actualidad, el rol protagónico de los jóvenes ecuatorianos en las transformaciones sociales continúa vigente. Entre los principales problemas a los que los estudiantes se han enfrentado está la accesibilidad a la universidad pública, después de que se implementara nuevamente los exámenes de ingreso a la universidad, mediante la aprobación de la Ley Orgánica de Educación Superior, en 2010. De acuerdo a datos de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador, a la fecha, existen alrededor de 300 000 jóvenes que no han podido ingresar a la universidad. Para corroborar estos datos, en marzo de 2017, Harvey Sánchez, titular del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INIEVAL), informa que, a la fecha antes citada, existen cerca de 375 000 aspirantes a la educación superior, de ellos, unos 150 000 son alumnos que cursan el último año de bachillerato, mientras que el resto, equivalente al 60%, son postulantes que se graduaron en años anteriores. Otro de los problemas a los que enfrentan los jóvenes ecuatorianos es la falta de empleo. De acuerdo al criterio de José Manuel Salazar, director Regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en entrevista con Diario Expreso, el 20 de mayo de 2018: “El panorama de los mercados

laborales en América Latina y Ecuador es preocupante. La tasa de desempleo está en 8,4%, la tasa de desempleo juvenil es casi del 20 %; es decir, uno de cada cinco jóvenes que busca trabajo no lo consigue, y más de la mitad de los jóvenes que están trabajando se encuentran en la informalidad. Además, la informalidad es casi la mitad de la fuerza de trabajo, el 47 % en promedio en América Latina, y en ciertos países llega al 70 %”. A esto, le podemos agregar que el aumento de la pobreza y el consumo de drogas siguen aumentando. Estos problemas evidencian que, hasta que no se logre solucionar las necesidades de la juventud seguirá vigente aquella frase de los estudiantes de la Reforma de Córdoba, en la que proclamaban: “Las vergüenzas que nos quedan son las libertades que aún nos hacen falta”.

Documento. En la edición del 21 de junio de 1918, el periódico argentino estudiantil de Córdoba, La Gaceta Universitaria, publicó el Manifiesto Liminar que constituyó la base de la reforma universitaria argentina.

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ÉNFASIS

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ALEJO CARPENTIER

Y EL NUEVO RELATO DE LA RESISTENCIA Por: Mgtr. Kintto Lucas, escritor y periodista.

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oland Barthes en Elementos de Semiología define al lenguaje como una capacidad inherente al ser humano: objeto social y sistema de convenciones necesarias e imprescindibles para la comunicación. Gracias a la mediación del lenguaje, la realidad puede ser nominada y reproducida sometiéndola a sus propias reglas. Al utilizarlo para comunicar, rehacemos el acontecimiento añadiendo inevitablemente la percepción personal que tenemos del hecho, por lo tanto, la realidad no solo es reproducida, sino también representada y recreada. La posibilidad de transmitir cultura y conocimientos está determinada, entre otras cosas, por esta descripción y representación de la realidad. La lengua por su parte es una institución social, algo así como un contrato colectivo, al que, para comunicarnos), debemos someternos en bloque. El surgimiento de la lengua (concreción del lenguaje) responde a determinados momentos históricos y sociales. Es a través de diversos procesos de socialización que el ser humano aprende la lengua y otros tipos de lenguaje, no necesariamente hablados o escritos, que también están presentes en las relaciones sociales. El lenguaje constituye, aún para el ser más humilde, un espacio de creatividad, de juego, de espontaneidad, que se transforma en austero y seco si es utilizado solamente para indicar o influir en algo. Los procesos de conquista y dominación tienen como objetivo primordial el saqueo y apropiación de riquezas ma-

teriales y la explotación de la fuerza de trabajo de los pueblos. El mantenimiento del poder implica la imposición y homogeneización de determinados valores que legitiman e internalizan en los dominados esa situación, presentándola como natural, y deslegitimando, destruyendo y excluyendo formas culturales contrapuestas. En la conquista y colonización de América, junto al saqueo de riquezas, se intentó destruir toda cultura que implicara una visión del mundo diferente a la de los conquistadores. En América, como forma de imponer su cultura, los conquistadores prohibieron el lenguaje de los indígenas. Impusieron una lengua extraña que nominaba al mundo desde el punto de vista de los colonizadores y obligaba que, los dominados, hablaran desde esos términos, sometiéndolos al silencio. Así se originó la cultura del silencio en América. Esa cultura del silencio, que viene desde la conquista, intenta excluir a los pobres de la posibilidad de recrear el mundo, así como de reflexionar críticamente, internalizándolos en la obediencia, en el sentido de escuchar y repetir. La cultura del silencio está orientada a imponer el modelo de comportamiento de los sectores dominantes, por lo que imitarlos se convierte en el fin de muchos sectores dominados. Tener la palabra significa tener el poder. A través de la posesión de la palabra se transmite o se reafirma la ideología. Es así que se va consagrando y definiendo quiénes pueden hablar, cómo se debe nombrar la realidad, qué es legítimo y qué no. Tener la palabra es también tener la historia.


ÉNFASIS

Esa cultura del silencio, que viene desde la conquista, intenta excluir a los pobres de la posibilidad de recrear el mundo, así como de reflexionar críticamente. La utilización de la historia como un hecho consumado y desde una mirada unidireccional es parte de ese proceso de consolidación de los imaginarios colonizadores. Por eso en determinado momento histórico, en América Latina surgió, desde distintos escritores y novelistas, la necesidad de releer y reescribir la historia. En ese sentido, Alejo Carpentier fue uno de los primeros en emprender el camino de la relectura. La obra de Carpentier esta marcada por su necesidad de hacer una relectura crítica de la historia. A partir de esa necesidad, en su trabajo literario reescribe parte de la historia de América Latina. El reino de este mundo es tal vez la obra más conocida en la cual se aprecia con mayor intensidad esa urgencia histórica y literaria. Pero también se evidencia una construcción del relato histórico desde los olvidados, desde los márgenes, desde los “otros”. En la relectura de Carpentier no solo hay una nueva forma de ver la historia, sino también una nueva forma de interpretar la historia desde la literatura y una nueva forma de hacer ficción desde la historia. Utilizando fuentes reales, partiendo de textos y contextos históricos reales, el escritor cubano recrea la historia supuestamente real. Pero además cuestiona esa historia dada como real, y en determinado momento nos lleva a preguntarnos: ¿qué es ficción y qué es realidad en la historia? ¿Hasta qué punto los escritos colombinos narran la realidad? ¿Cuánto de ficción hay en las crónicas de Cristóbal Colón y de los cronistas de indias? En su narrativa, Carpentier no solo cuestiona la historia o cuenta la historia con otra mirada, sino que asume la “historia real” como ficción. El escritor cree que el relato de la “historia real” es un relato creado, inventado. Por lo tanto Carpentier no recreó la realidad si no una ficción considerada realidad. Desde ahí, empieza a darse un cambio fundamental en la construcción litera-

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ria de la historia, porque parte de una historia que considera un invento. Pero también se produce un cambio en la comunicación de la “historia real”. Entonces, ¿hay más elementos de ficción en el relato histórico o en la novela que recrea ese relato? En la novela El arpa y la sombra, Alejo Carpentier hace una interpretación de los textos colombinos. Su narración elabora una nueva forma de repensar la conquista y colonización, construyendo además una nueva forma de mirar la historia de América Latina, de mirar al propio continente y a sus habitantes. Antes decíamos que el diario de a bordo de Cristóbal Colón es el primer sustento narrativo ideológico de la tesis del descubrimiento de América que luego estará presente en otras crónicas de indias. En esta narración se establece la base del pensamiento colonial que desarrollará, después, España hacia América y es un elemento muy importante en el propio pensamiento colonial. El “descubrimiento de América” y su relato en el diario de a bordo de Cristóbal Colón crearon un nuevo imaginario desde Occidente y sentaron las bases para la conquista y colonización de América. Con sus viajes, Colón inició la conquista y colonización, con su relato comenzó la representación colonial de América. Si en el diario de abordo comenzó a construirse la representación colonial de América, en El arpa y la sombra hay una deconstrucción de esa elaboración ideológica y una construcción ideológica de resistencia a la historia narrada en la crónica colombina. Así, Carpentier construye la representación de la resistencia de América, y su relato es un sustento narrativo ideológico de la resistencia. Los elementos simbólicos de esa resistencia, se elaboran desde la ironía, desde el humor, desde la burla sobre esa verdad casi revelada que se presenta,

primero, en el diario de a bordo y luego en otras crónicas de indias. El narrador cubano entendía que en la historia, y en la lectura de la historia, se escondían los imaginarios y las representaciones simbólicas de la dominación. Por eso era necesario releer críticamente y deconstruir la historia. En esa tarea de deconstrucción hay una desmitificación del relato colombino y de la historia en sí. La historia pasa a ser una categoría de pensamiento y la literatura genera un nuevo lenguaje para crear nuevos imaginarios y una nueva idea de América Latina. Alejo Carpentier creó una nueva novela histórica reinterpretando la historia, desmitificándola, deconstruyéndola y finalmente rescribiéndola. Si en El viaje a la semilla viaja a sus orígenes y los critica, cuestionando su propia identidad, en El arpa y la sombra viaja a los orígenes del denominado descubrimiento de América para criticarlo y cuestionar una identidad de América Latina creada desde la imposición de la cultura del silencio. Hoy, los medios de comunicación son los actores fundamentales en la tarea de imponer la cultura de silencio desde un relato hegemónico. Entonces, la gran tarea de la comunicación y los sectores contra hegemónico es mantener vigente ese legado de Carpentier y construir, en el contexto histórico actual, el nuevo sustento narrativo ideológico de la resistencia y la emancipación.



RELATO

Hormiguitas Por: Lcdo. Patricio Eleisegui, escritor y periodista argentino.

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n cuatro patas y con la barba blanca, corta y rasposa, embarrada de tanto acariciársela con las manos sucias de tierra. Así lo encontré otra vez. Mientras me acercaba, lo saludé alzando la mano derecha y sonreí con una mueca que, esperaba, lo hiciera recordar algunos de nuestros últimos encuentros. “Pantera Rosa”: ese sobrenombre me había puesto en una de las charlas. Cada tanto también tenía la manía de decirme “pibe”.

¿Vos sabés cómo laburan estos bichitos, Pantera Rosa?, me recibió. Todo el día están déle y déle, llevando y trayendo para el agujerito. Se suben, cortan, levantan y trasladan. Imaginate no un bicho sino miles haciendo la misma cosa al mismo tiempo. Si lo permitís, en dos semanas te dejan cualquier patio peor que el desierto del Sinaí, dijo.

¿Y por qué no probás con algún agroquímico?, murmuré. ¿Cómo es eso de “probás”?, rugió. Perdón, perdón, quise decir ¿Por qué no prueba con un agroquímico? Desde hacía un mes, el viejo tampoco me dejaba tutearlo. ¿En qué te puedo servir ahora, Pantera Rosa?, ¿cómo va ese libro?, siguió. Avanzando, mentí. Avanzando. Mirá que ponerse a escribir un libro sobre la policía, pibe. Hay que estar muy al pedo eh, rezongó. Forcé otra sonrisa, aunque el viejo siguió sin prestarme mucha atención. Lo vi sentarse y enseguida hundir los brazos en la tierra removida. Luego, levantó una mano para mostrarme algo que sostenía con dos dedos. Me agaché para ver mejor. Nunca me dejaba sentar ni siquiera en la tierra. ¿La ves? Claro, respondí. Esta es la cabeza pensante de la comunidad, dijo. El espíritu de las hormiguitas coloradas. La puta reina. Nunca había visto una, comenté. Bueno, de esta te juro que te vas a ir olvidando pronto, musitó, antes de reventarla en su mano. ¿Vos sabías que las hormiguitas coloradas tienen veneno? Negué con la cabeza. Sí, pibe. Uno las ve así, preocupadas por los tallitos verdes, pero en el fondo solo están buscando la excusa justa para ensartarte la toxina esa que guardan en la panza. Un bicho rival, un animal, una mano o un pie: para ellas es lo mismo. Lo que quieren es atenazarte con las mandíbulas y aplicarte eso que arde como la puta madre. Por eso siempre hay que ir por la cabeza. La que le inculca al resto qué es lo que hay que hacer. Si tenés eso, contrarrestás todo, aseguró. La famosa obediencia debida, bromeé yo. Mi frase pareció congelarlo. Seguía con las manos hundidas en la tierra, a la sombra de las plantas de tomate. Por primera vez en la tarde levantó la cabeza y me buscó los ojos. Exactamente: algo así como la obediencia debida, murmuró. ¿Eso lo aprendió en la policía?, lo apuré. Eso lo aprendí en la vida, respondió. Habíamos quedado en el momento en que usted egresa como suboficial ¿se acuerda? Sí, Pantera Rosa, en algo de eso, y en que yo antes había hecho la escuela técnica. ¿Cómo fue su trabajo una vez que egresó?, me largué a preguntar. El viejo me paró en seco: ¿En serio otra vez no vas a anotar nada, pibe? Ya le dije que tengo una memoria extraordinaria, le repetí como en cada encuentro. No entiendo como alguien puede escribir un libro sin un solo apunte, insistió él. ¿Qué tal si eso me lo deja a mí y me sigue contando? Está bien, pibe. No te calentés.

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RELATO

Al tiempo de egresado empecé a colaborar en tareas especiales, dijo. El dato me estremeció por lo inesperado. No me diga… y yo que pensaba que usted apenas había sido un policía de calle, susurré. ¿Yo? Una carcajada se escabulló entre los pocos pelos sucios de su barba. Bueno, es lo que usted me dijo más de una vez. ¿Cuándo te dije eso?, se extrañó. Yo me mordí los labios. Bueno, a ver, ¿fue o no un policía común, de calle? Sí, lo fui, pibe. Así empecé y así terminé, ¿y qué tiene de importante eso? Las manos, de pronto, se revolvieron bajo la tierra. Quizá buscaban otra hormiga reina. Bueno, ahora me acaba de salir con lo de las tareas especiales. Sí, claro que había tareas especiales ¿o me vas a decir que no te lo dijeron los otros que estás consultando para tu libro? Nadie especificó, mentí otra vez. Me hice un viaje a Londres, siguió el viejo. Bah, un viaje… en realidad me mandaron. Fue en 1964, y yo tenía que seguirle las pisadas a un tal Jonás Paiuk. Un ingeniero. ¿Un ingeniero?, pregunté, mientras me ponía en cuclillas junto a los tomates. ¿Quién te dijo que te podías agachar, Pantera Rosa?, bramó. Volví a ponerme de pie. Los jefes querían saber en qué andaba ese Paiuk, por qué se juntaba con tantos extranjeros acá, en Buenos Aires, y qué eran esas cosas raras de las que hablaba con esa gente. ¿Con qué gente? ¿Cómo con qué gente, pibe? ¿Con quién va a ser? Con los extranjeros, ya te dije. Y con los de la universidad. Paiuk era de un grupo que andaba atrás de algo, pero como no dejaban que nadie de la seguridad nacional se metiera en la universidad, entonces los jefes se tenían que conformar con seguirlo. Escucharlo. Como yo era nuevito, no tenía hijos ni mujer, nada, entonces me mandaron a hacer un curso a Londres. El mismo curso que empezó a hacer Paiuk ese año. El 64. Igual yo con él nunca hablé. Ni siquiera nos cruzamos, porque yo lo tenía que ver siempre de lejos, pibe. Disimulado. ¿Y cuánto duró ese curso? ¿El de Londres? Sí, el de Londres: de ese estábamos hablando. Un tiempo duró, Pantera Rosa. ¿Cuánto es un tiempo? Dije un tiempo, pibe. El viejo comenzó a gatear en cuatro patas entre los senderos que separaban las plantas de tomate. Lo vi acercar la nariz a la tierra para oler un cantero de oréganos. ¿De qué se trataba el curso? De armarios, pibe. ¿De armarios? Armarios eléctricos. Conectados entre sí. ¿Qué tipo de armarios son esos? Unos muy peligrosos; tanto como para que manden a un miliquito joven a hacer un curso para entenderlos. Demasiado peligrosos para las manos que los podían llegar a manejar acá, en el país, aclaró el viejo. Yo seguía sin entender. Continué preguntando. ¿Qué pasó a la vuelta de Londres? Bueno, escribí todo lo que vi —ahora me hablaba al mismo tiempo que arrancaba yuyos con una mano—. Conté que hizo allá Jonás Paiuk. El elegante Jonás Paiuk. Tan cuidadoso de sus modales que era obvio que algo tramaba. Porque la gente más refinada, educada, es la peor, pibe: arma toda una puesta en escena que te impide ver intenciones reales. Te inventan un personaje. Una figurita que distrae. Un simulacro. Ahora fui yo el que buscó los ojos del viejo. Insisto, ¿qué sucedió a la vuelta del viaje? A la vuelta fue prepararse y esperar. ¿Esperar qué? Esperar lo que vino un tiempo después, Pantera Rosa. Esperar un llamado que al final llegó. Reunirse a una hora, subirse al camión, bajar. Pasaron casi dos años entre que yo volví de Londres y empujé la puerta de ese tugurio lleno de hippies de anteojito y guardapolvos. Dos años dejando que, como si fueran hormiguitas, crezcan, se multipliquen, elijan una reina. Una reina extranjera. Una reina roja. La reina de los armarios.

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Pensé que una vez de vuelta lo habían destinado, ahí sí, a patrullar la calle, dije yo. El viejo rió como un poseso. ¿Y quién dijo que no me cagué de frío en una vereda? ¿Sabés las heladas que cayeron en ese julio del 66? Pero Onganía pidió que estemos todos. Y así fue. Alguien gritó: “¡Al camión, muchachos!” Y en un santiamén estábamos arriba de la caja. Todos con el amansador de zurdos en la mano. Todos cantando. ¿Sabés qué cantábamos, pibe? El viejo tarareó: “Cuando el sol enamorado la luna ve, es un crepúsculo dorado la cita fiel. Y anuncia así que llega al fin, al corazón talladas la hora del amor”. Eso cantábamos, Pantera Rosa. Una canción de Estela Raval que nos mataba de risa. O sea que usted estuvo en la universidad…, razoné en voz alta. Todos estuvimos, pibe, y recién un rato antes de la movilización entendí por qué había sido todo lo de Londres. Por qué me habían pedido que dibuje y me aprenda al detalle esos armarios. Que si tenían tantos transistores, que los núcleos magnéticos, que los datos que se ingresaban a través de papeles perforados, que las válvulas de vidrio. Cientos de páginas de cuadernos llené a lo largo de ese curso insoportable. Cientos de páginas memorizadas en ese ir y venir de la embajada argentina al curso, y del curso a la embajada. Ahora vos, digo, usted, nunca me había hablado de esto antes. ¿Y por qué tenía que hacerlo, pibe? ¿Porque alguien, un pendejo insensato, viene un día y se me presenta diciéndome que quiere escribir un librito? El viejo dejó de arrancar yuyos para enfocarse en mi cara. Cuando llegamos –continuó– un tipo nos salió al paso; un tipo así, con ojos como los tuyos, Pantera Rosa. Con ojos de esconder más de lo que dice. Nos salió al paso, ¿y sabés lo que le dijo al policía que iba adelante mío? Me acuerdo como si hubiera sido ayer: “¿Cómo se atreve a cometer este atropello? Todavía soy el decano de esta casa de estudios”. Eso le dijo. El primer bastonazo que ligó ese tipo lo dobló en el piso. Pero lo gracioso no fue eso, pibe. Sino que, desde el suelo, el tipo volvió a decirle lo mismo al milico que lo acababa de garrotear. “¿Cómo se atreve a cometer este atropello? Todavía soy el decano de esta casa de estudios”. ¿Qué ganó? Por supuesto: un guachazo bien puesto en el medio de la boca. Yo le pasé por un costado y ni lo rocé. No me habían mandado para eso. Tiempo después me enteré que ese desbocado era un tal Rolando García, el capo de la Facultad de Exactas. Y si usted no pegaba, ¿para qué estaba ahí?, interrogué. Al fin una buena pregunta, pibe, dijo con una sonrisa. Estaba la orden de que me tenían que escoltar hasta un lugar: el Instituto del Cálculo. Ahí se congregaban todos los cerebritos que se ocupaban de llenarle la cabeza a la pendejada estudiantil con pavadas. Pavadas sobre ponerse en contra de un presidente o tirar abajo la Patria. En ese Instituto del Cálculo, los cerebritos se reunían con los de otras universidades para pensar. ¿A vos te parece, Pantera Rosa? Para pensar. ¿Y nosotros qué hacíamos? ¿Qué se supone que hacía Onganía, pibe? ¿Éramos todos unos tarados? ¿Acaso habíamos sacado a Illia de casualidad? Nadie va a poder responder a todo eso jamás, pibe. Porque ellos después prefirieron irse, rajarse del país, antes que quedarse a demostrarle a todo el mundo que no eran lo que todos sabíamos que eran: hormiguitas coloradas. Hormiguitas coloradas por no decir rojas. Rojas por no decir comunistas. El viejo se calló un momento. Como pude, alcancé a balbucear una pregunta: ¿Qué hacía usted ahí en definitiva? Respondió sin vueltas. A mí me escoltaron directo a una sala, pibe. La sala en la que, me lo habían jurado en la comisaría, funcionaban los mismos armarios que yo había visto durante mis días en Londres. Los mismos armarios que, lo escuché allá, en Inglaterra, iban a cambiar el mundo. El problema era que acá, en Argentina, eso que podía cambiarlo todo estaba en las peores manos. Lo controlaban unos fanáticos. En ese momento, Ferrari, mi comisario, me dio una orden clara: “Hacé lo que tenés que hacer,

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RELATO

Aguirre. Vos que fuiste a una escuela técnica, que sabés de motores, de autos; vos que fuiste para eso a Londres, andá con el grupo y hacé lo que tenés que hacer”. Eso me dijo. ¿Y qué tenía que hacer?, lo interrogué, desesperado. Tenía que romper todo, pibe. Todo. Que nada sirviera nunca más para nadie. Y que ese romper todo quedara como ejemplo. El viejo volvió a callarse. Cerré los ojos y le pedí que siga. Que cuente más. Bajo la negrura de mis párpados caídos lo adiviné hundiendo otra vez los brazos en la tierra revuelta al costado de los tomates. Cuando llegué a la puerta de ese Instituto del Cálculo –siguió el viejo– ya habían corrido a todos los cerebritos. Les dije a los muchachos que me esperen afuera de la sala. Y entré solo. Adentro estaban los armarios grises. Nada más. Esos armarios que, decían, podían traducir palabras del castellano al ruso o ganarle una partida de ajedrez a cualquiera. Las supuestas habilidades de esos armatostes se me vinieron a la cabeza cuando cerré la puerta y quedé ahí solo, pibe. Solo. Frente al ronroneo de esa mole que, decían en Londres, “mañana llenará de oro al que mejor sepa darle órdenes”. Estantes y estantes colmados de válvulas, tambores, componentes, posibilidades. Llenos de futuro, pibe. Un futuro que se me apareció en ese momento del ‘66, escondido entre los armarios que estaban aprendiendo a manejar los comunistas. Una vida de idas y vueltas y yo tenía el futuro ahí, pibe. Al alcance de mis manos. A centímetros de la barreta, las pinzas, los martillos que llevaba encima para hacer el trabajo. Como escuché en Londres: tenía enfrente al mañana. El mañana y yo, en la misma sala, ¿podés creerlo? En la misma sala. Cuando salí de ahí, un largo rato después, te juro que nadie me preguntó qué había hecho y qué no. Salí a la puerta de la facultad justo a tiempo para sumarme a la doble fila que armamos para hacer pasar por el medio a todo el mundo. No te puedo explicar ahora la paliza que se llevaron esos tipos a su casa. En un momento no se sabía quién era quién. Si profesores o alumnos. Todos se llevaron un garrotazo de regalo: de eso estate seguro. La remembranza le arrancó risas al viejo. A esa altura, yo ya casi no lo escuchaba. Menos todavía pude soportar un minuto más en ese lugar. Sin pronunciar palabra, le di la espalda y caminé un paso, dos. Una duda me detuvo. ¿Qué hizo adentro de esa sala del Instituto del Cálculo?, le lancé. La pregunta lo secó de carcajadas. A mí no me preguntés más, pibe, respondió mientras volvía a revolver la tierra. Andá y quejate con los que dejaron, en el ‘71, que esos armarios se terminen de venir abajo. A mí no me preguntés más, dijo entre sollozos. Otra náusea nacida de la duda me arrancó el último hilo de voz. Una incógnita de pronto tan negra como el barro seco que se apelotonaba en la barba del viejo. ¿Por qué no rompió la computadora? ¡Dígame por qué no la rompió, papá!, estallé casi a los gritos, sin dejar de darle la espalda. Acá tiene que haber otra cabeza pensante, dijo él tras un momento de silencio, con la vista clavada en el suelo removido. Otro espíritu líder. Acá tiene que haber otra reina, siguió. ¿Sabés cómo laburan estos bichitos, Pantera Rosa? Evité contestarle. Comencé a caminar, alejándome de la huerta. Fueron segundos en los que olvidé la paciencia. Dejé de aceptar esa rara demencia que borra el presente y refresca un pasado oculto. Fueron instantes en los que olvidé el consejo médico de hacerle contar a ese viejo, mi padre, su propia historia hasta que recuerde, por fin, esto que es hoy.

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RELATO

Los dedos de la culebra Necesitamos tener dedos para acariciarnos entre nosotras.

U

Por: Jorge Valentín Miño, escritor y artista plástico. na pitón guardaba la ilusión de tener, algún día, manos. La idea le caló desde que vio a una pareja de humanos acariciarse. Así que, mientras estaba dormido entró a hurtadillas en una casa y se comió, a un niño no muy bien acabado de nacer; luego salió sigilosa y con la barriga llena.

El niño que se había tragado, como estaba acostumbrado al vientre materno, lejos de descomponerse, sintió un bello placer y supuso, en lo interior de su pensamiento, que había regresado al útero; posiblemente entendió que se habían olvidado de formarle algún órgano y había sido regresado. La pitón se mostraba contenta con los progresos de su plan. Es sabido que las culebras mudan de piel y esto era parte de la segunda fase en su intención de tener manos, brazos, codos y todo eso que se necesita para acariciar. Abrió, con ayuda de sus colmillos dos orificios en los costados de su cuerpo y mediante espasmos consiguió que el bebé, desde su interior, saque un brazo por cada lado. Satisfecha fue a mirarse en el lago, que es el espejo del bosque -todos los animales recurren a él cuando se levantan en las mañanas sedientos o vanidosos-. Se maravilló con lo que vio; tenía brazos, pero su cautela natural le advertía que esto no podía durar mucho, ya que el pequeño humano de su interior, aunque un poco menos astuto que ella, no era tan tonto para percibir, con el tiempo, que si no salía de nuevo algo estaría mal; un mes, dos, tres a lo mucho. Ya pensaría en algo más tarde. Con el estómago lleno se piensa mejor, fue por eso que, merodeando por allí, atrapó, una rata de campo; era suficiente para saciar su apetito y el del niño.

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Ahora la pitón estaba envuelta en nuevos sentimientos que no había experimentado antes; sus crías brotaban de huevos y no necesitaba comer para ellos. Ahora sí se mostraba asombrosamente refinada a raíz de la “maternidad”, al grado de limpiarse las carnecitas de entre sus dientes con ayuda de la punta de su cola. Abandonó sus cavilaciones y mordisqueó sus costados para, vía dolor, como hacen los santos, arrebatarse el espejismo que le ponía muy blanda de carácter. No debía permitirse el lujo de ser tan filosófica si quería rebasar el cada día de su existencia. El dolor de sus propias mordidas fue de la intensidad con que las madres humanas padecen los retorcijones del parto. Sonrió jubilosa. Ahora, la culebra tenía brazos y se sintió tentada a estrenar sus manitas, por lo que se dirigió hasta la sombría cueva donde vivía con una pitonisa –pitón hembra– y entró gateando para entregarle las caricias que podían dar sus nuevas manos. Recibió, a cambio de sus gentilezas, un ojo amoratado y le pusieron la maleta en la puerta con la reprimenda de que no vuelva nunca más con la comida a medio matar ¡y peor! chorreándole en forma tan macabra. Volvió al lago para mirarse y se encontró digna; hasta acercó su boca a una de las manos para, atrapada por un impulso nuevo, chupar el pulgar del infante hasta quedarse profundamente dormida. Cuando despertó era ya muy tarde, no sabía la fecha o si había cambiado la estación; notó, al balancear la cabeza que se encontraba en la cuna del niño mirando sobre su cabeza, en un colgante como peces y medias lunas de colores, en un manojo de cascabeles reunidos por el viento, daban ananayes lindos. Pues, mientras dormía la culebra, el infante había gateado por instinto hasta su casa. La pitón miró con inqueitud las manitas del niño que estaban amoratadas y encrespada, concluyó que tal color solo podía indicar que su comida ya estaba descomponiéndose. Para el niño era demasiado tiempo en el supuesto vientre, esperando ese aditamento que

no llegaba. Sabía, en el interior de su memoria biológica, que lo máximo de gestación en los mamíferos es de once meses -es el tiempo que le toma formarse a un bebé elefante- y más allá de eso nada se podría formar; sin duda, algo no marchaba bien y el bebé se estaba dejando morir con el ansia que le ocasionaba no ver la luz ni el rostro de su madre. La culebra entendió y se compadeció de ello. Concluyó que tener manos solo le había traído problemas de rechazo con los de su especie y nada de lo que ellas puedan hacer; inclusive, las cosas más deliciosas, como tocar el piano o bañar a un perro ya lo había realizado utilizando su cuerpo y lengua. Era hora de dejar las cosas como estaban; “pariría” a la criatura por la boca y se largaría de allí en secreto. Abrió las fauces y se provocó arcadas de alumbramiento. El bebé nació de cabeza, porque se lo había tragado antes desde los pies. No hubo sangrado, eso es racional si se piensa que estaba trasbocando su cena y no podía ser tan regalona en desperdiciar unos gramos de apetitosa linfa. Hubo el consiguiente grito de alumbramiento que aturdió al pitón y saltando de la cuna se escabulló zigzagueante debajo de la cuna. Entraron sus padres a la habitación atraídos por el alboroto; a la cabeza llegaba la atribulada madre, quien halló consuelo con la reaparición de la niña extraviada. “¡Ah! era una niña –pensó la culebra–, es muy difícil diferenciarlos a esa edad; ya más grandes, a las niñas por las trenzas y a los niños por las armas, o las niñas porque son de sabor dulce y los niños por lo mordicante; sin embargo, se hace más fácil diferenciarlos cuando crecen, pero a esa edad solo su madre lo sabe.

La madre dio un nuevo grito. Había encontrado, junto a su niña, una cola de rata. Se desmayó de la impresión y le fueron a buscar sales para devolverle el conocimiento. “Vaya, siempre tuve dificultadas en digerir las colas” –pensó la culebra, sin poder reír abiertamente porque la boca solo se le estiraba para los lados y no para arriba–. Ya caída la noche abandonó su escondite, cuando todos habían dejado en paz ese cuarto, luego de bañar, arropar y arrullar a la niña. Al salir, acercó un conejito de felpa hacia las manecitas de la niña y se comió otro como curiosidad gastronómica. La niña estaba despierta y miró al crótalo con afecto y respondió gentilmente de la misma manera con que la pitón se despedía: balanceando la lengua para olisquear el aire.


METÁFORAS

Jorge Dávila Enigma de la música ¿Qué es la música? Dios que desciende hasta Bach y lo contempla en el perfecto canto de su gloria. La inagotable fuente mozartiana que brota por los siglos de los siglos. La divina sordera de Beethoven escuchando el rumor de las estrellas. Tersas melancolías de Franz Schubert: ascuas en la penumbra de la tarde. Un fuego de artificio interminable incendiando los sueños de Rossini. El viento de locura que un mal día sopló sobre Berlioz o Donizetti y arrebató la cordura a Robert Schuman. Una pasión de mujer que canta Verdi al borde del abismo de la muerte. Richard Wagner que corta, lentamente, el hilo de la vida de sus héroes. El corazón de los enamorados vibrando de alegría entre las sombras. La voz inconfundible de la madre que aún entona la canción más triste tantos años después de su partida. (Del libro inédito El corazón de la música, 2004)

48 CUADERNOS DE LA CASA


Ciudades En ocasiones, las ciudades no son más que un artificio del sueño. Y en silencio te preguntas ¿pero en verdad estuve allí una vez?

En Sevilla, perdido en el laberinto de sus callecitas nocturnas, en pos de la Giralda. En Granada, la dueña de la mágica Alhambra…

En la pequeña Tembleque, con su plaza medieval resplandeciente al amanecer. En Toledo por donde transita el espectro del Greco, ahusado, translúcido como sus personajes. En León, con su catedral blanquísima. En Paris con su Capilla Santa, sus viejas calles, sus arcos triunfales, sus anchas avenidas, sus fuentes, su río, sus basílicas sus plazas y palacios, sus misteriosas callejuelas. En Brujas con su tiempo detenido y sus tesoros.

En tantos sitios, que son apenas una pincelada en el recuerdo o una mancha dorada que cubre el vago terreno de lo imaginario. Pero el calor de tu mano en mi mano, tu temor, tu emociones, la exclamación de júbilo y el éxtasis son la certeza de que estuve ahí. Estuvimos. (Del libro Río de la memoria, 2004)

CUADERNOS DE LA CASA 49


METÁFORAS

Casas 1 Había una que solo tenía un gran dormitorio para los niños. Allí soñábamos todos juntos lo mismo. A veces uno de los hermanos se despertaba abruptamente a medianoche y los demás, dormidos, se estremecían como si grandes tijeras heladas hubiesen cortado el hilo de una historia fantástica. 2 En otra, que crecía en el campo como una calabaza inverosímil, los pájaros entraban al granero y se alocaban cuando los perseguíamos con nuestra inocente crueldad infantil. Su vuelo lleno de plumas y desgarrones vuelve a veces en agitada pesadilla. (Del libro Río de la memoria, 2004))

50 CUADERNOS DE LA CASA


Rodrigo Pesantez Rodas Carta sin final

(En la transición de Ana María Iza) Ya no estás con nosotros Ana maría, la del pedazo de nada, y los papeles asustados; la que incitó sacar el corazón con sus fusiles a matar la miseria en las esquinas; la que vistió a sus labios de música y sonrisas para que en su garganta los geranios cantaran; la que luchó con sus sordas batallas, a las que hoy ha vencido desde las trincheras de su poesía. Ana María ya nadie te pegará con la tristeza de tus cenizas. La alegría ya ha abierto su trébol de cuatro hojas. No has muerto, simplemente estás de vacaciones y pronto regresarás con tu polvo sonoro a nuestros palpitares cotidianos porque supiste entregarnos en tus versos un lenguaje de asombros donde encontraste hasta en las piedras sus soles escondidos. Ana María solo tú, la tú, la que regresa con sus regios silencios vestida con el terciopelo de la nada; ya sabe el infinito de qué color es la sonrisa que te duerme. Te has ido, pero aquí quedan Hani y Natahly, manantial y retoños de nuestros surcos, en cuyas venas tu sangre seguirá capitaneando el barco de nuestros mares juntos, y aunque se abrió un paréntesis de lluvia llovizneras, entre tu palpitar y el mío, nunca nos llegó la lejanía porque la poesía y el amor ya estaban con nosotros, como el mar a las olas para siempre. (Algunas palabras de este poema fueron tomadas de los textos poéticos de Ana María Iza).

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METÁFORAS

Dialéctica No quiero el pan, ese jugo de níspero no quiero. Al cine no quiero ir esta semana, no quiero que venga tu madre a visitarnos. Pantalones zurcidos no los quiero ni a la ventana quiero que te asomes. No quiero que des trigo a las palomas ni flores quiero ver en el florero. No quiero. No quiero. No quiero. Y ahora que ya estás viejo, mirándote en mis ojos, me vienes con el cuento de que te quiero. La dulce furia, a veces tengo ganas de que cruces a pie mi sangre. Que dejes en la orilla tu ropa y la vergüenza, que te sumerjas desnuda hasta tocarme el hueso y el aliento. Que te bañes así, cojas mis peces y en el ombligo lleves como un collar la furia de mis dientes. La rosa blanca parece que cuando se ama demasiado los huesos sufren más que el corazón; por eso, la osteoporosis no es una enfermedad de la vejez, sino la última rosa degollada en el camino de la incertidumbre. Casi nada en vano es querer lo que se quiere, si la mentira es una verdad a medias, si la madre con que nos hicieron es chispa en la fogata del engaño. Si de los cuatro puntos cardinales, apenas conocemos tres: la vida, la muerte, y la primera noche de la primera vez. En vano es pedir peras al olmo, como a los perales un par de ardientes senos. En vano todo. Prendo la luz, no encuentro a nadie. Solo una piedra que se llama Rodrigo, con la que me tropiezo cada día.

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Gloria Paz Selección del poemario Contra la rompiente

Humanidad

Mujer

Vengo de una nube de polvo incandescente y soy un caracol con su pena a cuestas y aunque me convierto en cuerda de guitarra pulsada por tus manos, volveré al polvo porque siendo vida me devora el tiempo.

Mujer, ser musgo, ser flor, aroma a toda hora. Tener el don de convertir los panes en cristales azules, plenos de luz para alumbrar manantiales.

Sicopatía Intoxicados de siglo caen del árbol los jilgueros muertos. Visten bufandas intermitentes oprimiéndoles el grito o la clave del sálvese quien pueda, de las entrañas vomitan arañas iridiscentes que tienen una flor negra en el pecho y un ojo bizco en el vientre.

Mujer , brisa, trino, canción, danzarina, acróbata en el teatro del ser; hada madrina de la migaja de pan, del terrón de azúcar, de la calabaza celeste, en la fiesta del tiempo. Mujer, zapatilla de cristal de toda la humanidad.

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METÁFORAS

Del poemario Viernes en el mar

Cabalístico Al despertar, abrí los ojos a la historia que palpé indiferente, mientras digería un mito en la memoria. Entendí que la humanidad es una loca que apuñala todo aquello que hizo Dios para vestir de buenas las distancias entre el albor primero a la infinita noche del silencio.

Retorno Recorro mi camino de regreso, asida de un campanario de recuerdos, establezco mi última parada en el atardecer naranja que se esconde tras la última montaña. Niego toda posibilidad a las luces que cantan aleluyas asomadas en las ventanas de mis ojos. Navego, en un barco de palabras, porque el papel se ahogó en un vasto universo de corales, con un mástil de poesía, una vela de metáforas llevando un recorrido de algas milenarias en el pecho, en un calvario de crepúsculos azules por el sueño de horizontes suspendido en la mirada. En completa calma o en tormenta plena, mi única aliada la palabra.

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Carrousel Los de arriba, no miran a los de abajo, los de abajo tienen en su mira a los de arriba, mientras la tierra, gira, gira... Cuando la primavera sonríe en unos campos, Los otros se mueren de frío; aquí la mies madura, allá la siembra, aquí la siembra, allá el fruto maduro, mientras la tierra gira, gira... Ahora los huracanes, tras las sonrisas verbales, mañana auroras claras tras terremotos cruciales, la vida viene girando en torbellinos mayores; por allí en sangre se ahogan; por allá se mueren de hambre, aquí tragando el anzuelo sin mejorar sinsabores, por donde sabemos se ponen coronas imitando al hermano gemelo, mientras olvidan autores. Sin embargo, un rueca en la memoria hila desde siempre la misma señora, que así todo gira gira, gira, la tierra cumpliendo su historia.

Traumatismos eróticos Cuando te invité a mi rito, clamaba el mar rojo su destino aventurero. Tenías los contornos marineros calafateados y grises cual velero anclado sobre lo azul de la espuma y la sal. Mi mar, tu mar lo navegaste entre la ola y el misterio. Mi boca, tu boca naufrago en la pleamar del deseo con la sin brújula del destino marinero.

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EN BASTIDORES

EL CINE Y EL MOVIMIENTO OBRERO

EN ECUADOR Fotos: Archivo personal.

Programa. El documental indigenista Los invencibles Shuaras del Alto Amazonas fue una producción extranjera realizada en Ecuador (1927).

El cine ha representado y plasmado diversas situaciones coyunturales que han marcado a la sociedad, como las luchas laborales. Estas realizaciones cinematográficas han permitido que el público tenga una mejor comprensión de éstas; sin embargo, la producción nacional tiene una deuda pendiente.

Por: Carlos Naranjo Estrella, director de cine.

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esde sus inicios, el séptimo arte ha estado vinculado con el movimiento obrero. Las pocas imágenes que fueron captadas por los hermanos Lumière, en el cortometraje L’Arroseur arrosé (El regador regado), rodado en Francia, en 1895, en donde se observa a los trabajadores salir de la fábrica, dan cuenta de esto. Las primeras filmaciones en Estados Unidos

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también hace referencia a la clase trabajadora como en Intolerancia (1916), de David Wark Griffith, donde se narra la historia de un obrero acusado por asesinato durante una huelga; sin embargo, el británico Charles Chaplin nos trae las mejores historias sociales, caracterizadas por su humor y conciencia, en las producciones, como: Charlot camarero (1914), Charlot empapelador (1915), Charlot bombero (1916) y El emigrante (1917). En éstas revela la cruenta situación de los traba-


jadores y de los migrantes que llegan, en aquellos años, a América. No obstante, en los filmes: Luces de la ciudad (1925) y sobre todo en Tiempos Modernos (1936) desarrolla todo su arte y crítica social sobre la situación de los obreros, en donde prácticamente las máquinas devoran al trabajador. A partir de la Revolución Bolchevique de 1917, el cine ruso empieza a tratar temas sociales, tanto en el género documental, como en el de ficción. Directores como Dziga Vertov, con su teoría del Cine-Ojo, trata que la cámara capte la realidad, en su estado puro, mejor que el ojo humano. El teórico y cineasta Serguei Eisentein dio mayor realce a las luchas de la clase obrera, dentro de la revolución, con filmes como: La Huelga (1924), El Acorazado Potemkin (1925) y Octubre (1928), entre otras. No hay que olvidarse, dentro de esta lista, de películas como: La Madre (1926), de Vsévolod Pudovkin, basada en el libro de Máximo Gorki, y Tierra (1930), de Alexandr Dovzhenko, un retrato de los campesinos pobres de Ucrania. A nivel mundial, la lista de filmes sobre la relación entre el cine y la clase trabajadora es larga, solo mencionaré algunos que me parecen significativos dentro de este análisis. Las uvas de la ira (1940), de John Ford, basado en el libro de John Steinbeck, narra la odisea de una familia de granjeros que se ven obligados a abandonar sus tierras tras la Gran Depresión de 1929. Otra obra excepcional, del mismo director, es: ¡Qué verde era mi valle! (1941), donde una familia minera, ante los recortes salariales, reacciona de forma muy diferente. En el cine francés también existen varias películas sobre esa temática, como Germinal (1993), una adaptación del libro de Émile Zola por parte de Claude Berri (versión más destacada). A partir de esta obra literaria, de indudable compromiso social, se realizaron varias versiones cinematográficas, como: Todo va bien (1972), de Jean Luc Godard, una maravillosa escenificación teatral de la lucha de clases. El cine italiano también se expresa en este sentido a través de directores

como: Roberto Rossellini, con las películas: Roma, ciudad abierta (1945), Paisa (1946) y Alemania, año cero (1948); Vittorio De Sica con Ladrón de bicicletas (1948); Luchino Visconti La tierra tiembla (1948), pero es Bernardo Bertolucci con Novecento (1976), quien subraya el trabajo de los obreros y el Partido Comunista Italiano frente al fascismo.

En américa latina

Hay que resaltar los trabajos del mexicano Miguel Littín. En Actas de Marusia (1975) cuenta como una espiral de violencia se desata por una huelga en una mina extranjera, ubicada en el norte de Chile, y el asesinato de un in-

geniero; y La tierra prometida (1973), narra la historia del primer gobierno socialista de Chile, en 1932.

Imagen. Escena de la película ecuatoriana Nosotros una historia: movimiento obrero ecuatoriano, de Pocho Álvarez (1989).

En Brasil, Ellos no usan esmoquin (1981), de León Hirzsman, recalca el carácter protagónico de la clase obrera para conducir el avance de las fuerzas democráticas del país brasileño. En Argentina: La Patagonia rebelde (1974), de Héctor Oliveira, retrata la ideología anarquista que se difundió hasta los trabajadores en los años veinte, y Los Traidores (1973), de Raymundo Gleyzer, relata la vida de un militante sindical, Víctor Barrera, que simula su secuestro para ganar las elecciones sindicales.

En Ecuador

Las referencias se remontan a los orígenes del cine nacional. El filme Un abismo y dos almas (1925), del poeta y dramaturgo guayaquileño Augusto San

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EN BASTIDORES

Afiche. Cartel de cine de la película El regador regado de los hermanos Lumière (1895).

Miguel, considerado uno de los primeros cineastas del país; por desgracia no se conserva ningún fotograma de sus obras, las únicas referencias constan en los periódicos de la época. Posteriormente, la producción cinematográfica se condensa en el documental indigenista realizado por varios extranjeros que visitan o se radican en el país, como: Los invencibles Shuaras del Alto Amazonas (1927) del padre Carlos Crespi, director del primer documental etnográfico en Ecuador. Más tarde surgen otros fotógrafos y documentalistas que abordarían el mismo tema, entre ellos, los suecos Rolf Blomberg y Torgny Anderberg y el alemán Karl Gartelman.

fundador de la Cinemateca Nacional, quien produjo Fuera de Aquí (1975), del cineasta boliviano Jorge Sanjinés, rodado en los Andes ecuatorianos. El filme relata el enfrentamiento entre una comunidad campesina con los representantes legales de una empresa minera. Dirigió Cartas al Ecuador (1980), basado en el libro de Benjamín Carrión, donde narra los requerimientos de los trabajadores y del pueblo, después de la guerra del 41. En el campo de la realización, el trabajo que más se destaca es el del documentalista César “Pocho” Álvarez Wandemberg, quien estudió en la antigua Unión Soviética. Realizó, en

En los años cincuenta, algunos documentalistas ecuatorianos realizaron producciones sobre el tema indígena. Demetrio Aguilera Malta, en 1955, con el auspicio del Instituto de Antropología y Geografía de Quito, realizó Los Salasacas y Los Colorados. Posteriormente aparecen otras obras, como: La Minga (1975) de Ramiro Bustamante, Entre el Sol y la Serpiente (1977) de José Corral Tagle, Chimborazo, testimonio campesino de los Andes ecuatorianos (1979) de Fredy Elhers; Los hieleros del Chimborazo (1980) de Gustavo Guayasamín, Quitumbe (1980) de Teodoro Gómez de la Torre; Boca de lobo, Simiatug (1982) de Raúl Khalifé y Raíces (1982) de Jaime Cuesta. Retomando el cine y el movimiento obrero en el Ecuador, vale destacar el trabajo del poeta Ulises Estrella,

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Película. Intolerancia fue filmada en Estados Unidos, en 1916, por el director David Wark Griffith.


1984, un documental promocional, para el Ministerio de Trabajo, sobre los obreros y trabajadores en Ecuador. Este trabajo se difundió por la televisión abierta. En aquellos años, la obra escandalizó a varios sectores del país, se presume que le costó el cargo al Ministro y acusaron a los cineastas de recibir el “oro de Moscú” para realizar este trabajo. Los estudios KINO de Ecuador, productores de la obra, guardan el material y en 1989, Álvarez recoge las partes más importantes de su trabajo y lo reedita bajo el título Nosotros una historia: movimiento obrero ecuatoriano, en donde expone la historia sobre los iniciadores del movimiento obrero: Luís Maldonado, Leonardo Muñoz, Floresmilo Romero, Andrés A. Mora, José I. Guzmán, Miguel A. Guzmán, César Endara y Pérez Castro (varios de ellos sobrevivientes de la matanza de 1922). Posteriormente, instituciones como el Centro de Educación Popular, el Centro de Investigación de los Movimientos Sociales del Ecuador y los realizadores, como Atahulfo Tobar, Alfredo Breilh, entre otros, registraron las huelgas entre 1980 y 2000, pero más como un registro que como un documental. En ese contexto, en 1991, realicé Yo sí que no tengo a nadie, en donde se narra la historia de un militante de izquierda que se siente perseguido y

que se esconde en un baño público, en donde reflexiona sobre su vida y su militancia, pero todo es producto de su paranoia. En este video hay referencias al movimiento obrero y a las huelgas nacionales donde se supone que ha participado este militante. Este filme ganó premios a mejor actuación masculina, mejor edición y segundo premio en el Primer Concurso de Vídeo Ficción en Quito, en 1991. También recibió una mención de honor, en el Festival del Sol, en Cuzco-Perú, en 1996. Entre Marx y una mujer desnuda (1996), de Camilo Luzuriaga, es una película, basada en el libro homónimo de Jorge Enrique Adoum, que narra la historia de Galo Gálvez, durante la década de los sesenta en Quito, un intelectual que lucha entre la marginación del Partido Comunista y la mala convivencia con su compañera de partido, Margamaría, quien ha sido su novia desde la niñez. En el filme se observan algunas manifestaciones del movimiento obrero e indígena. Actualmente, el cine se ha desarrollado más en el país y se han consolidado varios festivales importantes. La tecnología permite realizar producciones a bajos costos, lo que ha permitido que los propios realizadores indígenas cuenten sus historias. Sin embargo, el cine nacional tiene una tarea pendiente con el movimiento obrero dentro de nuestra cinematografía.

Premiaciones. La película Yo sí que no tengo a nadie, de Carlos Naranjo Estrella, filmada en 1991, obtuvo premios nacionales e internacionales.

Referencias: • El movimiento obrero en el cine. Tesis de Máster “Investigación y Gestión del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural”. Universidad de Murcia - Curso 0809. José Hernández Rubio. • Conciencia de clase, cultura y explotación en el cine. Joaquina De Donato Lozano. Universidad de Buenos Aires. • Sindicalismo y movimiento obrero en el cine norteamericano. Forte, Anabella Paula. XII Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia, Facultad de Humanidades y Centro Regional Universitario Bariloche. Universidad Nacional del Comahue, San Carlos de Bariloche, 2009. • Cine silente en el Ecuador. Wilma Granda Noboa. Casa de la Cultura Ecuatoriana-Cinemateca Nacional-Unesco 1995. • Inicio y memoria. Cinemateca Nacional. (1982-2007) • Historia del cine ecuatoriano. Por Christian León. Publicado en Diccionario del Cine Iberoamericano. España, Portugal y América; SGAE, 2011; tomo 3, págs. 405-412.

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EN BASTIDORES

REFLEJO DE LAS CLASES SOCIALES

EN LA PLÁSTICA ECUATORIANA

Cuasdro. Alfaro Siqueiro, ideólogo, político y pintor de muralismo mexicano.

La plástica ecuatoriana a través de su historia refleja, por medio de las diferentes escuelas artísticas, movimientos y tendencias estéticas, la realidad social, la historia (colonial, moderna ycontemporánea) y la clasificación social del país que ha estado muy ligada a los criterios socios políticos y económicos de cada época.

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Por: Mario Oñate, magíster en Estudio de la Cultura-Artista Visual.

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a transformación social, originada por las ideas de la ilustración, la entrada de la revolución industrial y las luchas contra la monarquía y la iglesia, que desataron la revolución francesa, dieron paso a una nueva clasificación social. El término casta estaba definido por el trabajo del hombre y por su ubicación social en la naciente modernidad capitalista. Las colonias españolas establecidas en América Latina no estaban ajenas a esta distribución y clasificación de castas.

que tenían nuestros artistas ecuatorianos, el francés M. Edouard Charton, dirigió uno de los libros más hermosos que detallan la belleza del paisaje ecuatoriano. En Le Tour du monde journal nouveau des voyages, la primera edición fue impresa en 1860, en París, las ilustraciones no solo detallan la exuberante geografía de cada región del país, sino también la arquitectura de los pueblos y ciudades, la singularidad y las costumbres de su gente. Esta revista es una visión exótica de lo que somos y circula por todo el mundo.

El paso histórico que se dio, por estos territorios, fue la independencia, no solo del estado español imperial, sino del alejamiento del poder de la iglesia, que también había dominado durante siglos, así nacieron las nuevas repúblicas como el producto de esas ideas revolucionarias. Los artistas que surgieron en los países nacientes estaban muy dedicados a la elaboración de los paisajes y de los retratos burgueses; también recibían encargos de la iglesia católica. El reflejo de estos temas denotaba la distinción de las “nuevas” clases sociales en el siglo XIX.

En esa famosa publicación se describen las castas -término acuñado en la época feudal y que siguió vigente hasta mediados del siglo XIX- que se establecen durante el proceso de colonización y que determinan las clases sociales: indio, negro, mestizo, mulato y zambo, personas al servicio de la burguesía y de las autoridades de la iglesia. Estos términos

Cuadro. Campesinos cosechando el cacao, obra del guayaquileño Luis Miranda.

Los investigadores y viajeros, franceses, ingleses e incluso norteamericanos, que vinieron al continente en las expediciones científicas no solo aportaron al pensamiento de la nueva burguesía, sino también a la forma de comprender y visualizar el mundo. En esta etapa, los artistas reflejaron un exotismo latinoamericano como realizadores de ilustraciones de estas investigaciones académicas. Muchos artistas comenzaron a pintar paisajes donde se “ilustraba” la flora y la fauna. Estas pinturas fueron publicadas en los libros de botánica y zoología; los territorios fueron reflejados como lugares paradisiacos que luego formaron parte de los libros de turismo. En los libros de la época se puede admirar la excesiva prolijidad y el detalle

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EN BASTIDORES

Pintura. Joaquín Pinto, artista quiteño, pintó al expresidente Gabriel García Moreno, en 1895, como el Quijote y a su espalda un cardenal de la iglesia católica, en representación de Sancho, que encarna a un borracho y vago como un defecto del hombre del pueblo.

clasificatorios hacen referencia a las castas marginales, quienes conformaban el estrato social bajo, que eran excluidos, marginados y explotados. En cambio, para esa época, el pintor Joaquín Pinto es el que más refleja al indio, ya no como un producto exótico para ser ilustrado para estampas turísticas, sino que lo pinta en los diferentes tipos de oficios que evidenciaban, ciertos estereotipos, su explotación. La lucha de los movimientos sociales, que surgen por las teorías anarquistas y marxistas en Europa y Estados Unidos, a finales del siglo XIX, llega de forma muy lenta a América. En 1865 aparecen los grupos políticos donde se unen intelectuales, artistas y académicos motivados por las ideas liberales. Las clases sociales -ahora denominadas alta, media y baja- motivadas por el sistema de producción mercantilista, en el país y por el auge del comercio del cacao y de otros productos agropecuarios, da origen a todo este orden económico, social y político. Más adelante, en el siglo XX, se establecen nuevas expresiones para las representaciones de la clasificación social; en Ecuador se usan los términos: burguesía y proletariado. En 1917, en Europa, motivada por la Revolución Bolchevique nace un tipo de arte de carácter político. Este movimiento artístico fue denominado realismo social, que es una “tendencia artística y literaria, consiste en representar fielmente la

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realidad y crear cierta tensión emocional sin llevar a cabo ninguna idealización”. Sus gestores eran políticamente marxistas y, como tal, reflejaban el materialismo como eje de su producción artística. Su representación es la eterna lucha de los contarios y su logro la transformación social; la lucha proletaria, obrera y campesina contra la burguesía mercantilista y capitalista. Es en México donde este pensamiento marxista, de la luchas de las clases sociales, se refleja en el arte a través de los muralistas, como Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Clemente Orozco, entre otros, que replican estas ideas estéticas como realistas, social y políticas, para revolucionar el arte latinoamericano. La temática de las obras refleja la constante lucha entre el obrero y el capitalista, el indígena y el feudal, las marchas de protesta por las reivindicaciones sociales de la clase trabajadora y los crímenes de lesa humanidad de los estados imperialistas del siglo XXI. Esta corriente repercutió en Ecuador. El movimiento indigenista replica esta práctica. Entre los artistas plásticos que hicieron, en su primera época, obras sobre este realismo social, con orientación política, fueron: Víctor Mideros, Oswaldo Guayasamín, Diógenes Paredes, Galo Galecio, Eduardo Kingman, Mena Franco y Leonardo Tejada. En sus pinturas se vislumbra el conflicto y la tensión de la lucha de las clases provocadas por


Obra. Cuadro de Oswaldo Guayasamín, La Edad de la ira, en su segunda etapa creativa.

la explotación del indígena, del obrero y del campesino de nuestro país. No solo la plástica fue influenciada con este movimiento estético, sino también la literatura y el pensamiento crítico. En la Costa podríamos hablar de Alba Calderón de Gil, Jorge Swet y Manuel Rendón Seminario, artistas que transitaron del realismo social-político al expresionismo social. Estas obras no mostraban la frialdad del historicismo de la lucha, sino de las condiciones subjetivas de las clases sociales dando un carácter realista-idealizado. De este transitar al expresionismo social se destacan, en las primeras épocas, Enrique Tábara, César Andrade Faíni, Juan Villafuerte, Bolívar Peñafiel y Luis Miranda, este

último, autor de singulares relatos del cholo de la Costa. Actualmente, la plástica del Ecuador es muy variada, individual, intimista y es influenciada por las tendencias dedicadas al arte contemporáneo, de tipo conceptual, muy apegada a los nuevos mercados del arte, que evoca al buen gusto y no a la lucha de contrarios, es decir, refleja la clase social desde el ámbito estético o de lo que pueda mostrar “belleza” sin herir el buen gusto del mercado del arte. Por lo que, la clase social, como término de referencia en la plástica, ya no es un movimiento ni tendencia dentro de los actuales grupos de artistas, como lo fue en su origen.

Ilustración. La gente a lo largo de la calle, en Quito, Ecuador; esta obra fue creada por Fuchs después Charton, y publicado en Le Tour du Monde, París, en 1867.


ADN

DETERMINANTES SOCIALES Y CONSECUENCIAS DEL

CAMBIO CLIMÁTICO EN LATINOAMÉRICA Estudiar las consecuencias del cambio climático en una región, como Latinoamérica, supone diseñar soluciones locales que contribuyan a un bien colectivo. Por: Paolo Facó Romo-Leroux, máster en Administración Ambiental.

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atinoamérica se caracteriza por ser un área heterogénea, integrada por países y nacionalidades que presentan condiciones climáticas y sociales diferentes. Por ejemplo, la agricultura de Brasil dista de asemejarse a la de Bolivia. Los recursos hídricos escasean en países de Centroamérica, como Honduras, Belice y Nicaragua, mientras que en Colombia, Ecuador y Perú existe un gran potencial de generación de energía hidroeléctrica. Nuestra región necesita propuestas políticas, pero fundamentadas en un profundo, serio y responsable asesoramiento técnico-científico, para afrontar el cambio climático, sus consecuencias y buscarle soluciones, considerando las diferencias regionales de cada uno de los países. “Muchos de los proyectos que se han desarrollado, hasta ahora, proporcionan estimaciones que proyectan “giros” y “perturbaciones” en las variables físicas a escala global”. Los científicos se enfrentarán a

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los cambios que introducirá el cambio climático, en el futuro inmediato y mediato, para ofrecer respuestas y conclusiones construidas a partir de un escenario de “modelos climáticos globales” a realidades concretas a nivel regional. Soluciones a escala local para problemas locales, ya que es muy difícil, por ejemplo, ofrecer una solución en cuanto a la gestión del agua en Chile y que sea válida, a su vez, para la República Dominicana o para Surinam.

Soluciones para la Agricultura y la gestión del agua

Nuestros estadistas están exigidos a encontrar respuestas económicamente viables, ecológicamente sostenibles, pero sobre todo socialmente justas a los alcances y efectos más acuciantes del cambio climático; dictámenes que apunten hacia la adaptación del colectivo social en lo relacionado con los procesos de: producción de alimentos, migración, turismo, salud y mercados de energía. La producción de alimentos no solo depende de la producción de culti-


vos, sino también de los hábitos de consumo y éstos están cambiando, ya que el consumo de productos locales, elimina el transporte (una de las principales fuentes de emisión de gases efecto invernadero). En América Latina ya existen industrias agrarias y de distribución que consideran esto y utilizan sistemas agrarios, de transporte y mantenimiento, compatibles con el medioambiente y sin perjuicios para la población.

Enfermedades emergentes

Las medidas de adaptación y mitigación estarán orientadas a valorar el factor sociológico del cambio climático, pues su efecto más directo en las personas será en la salud. La Organización Panamericana de la Salud ha elaborado un estudio preliminar para determinar las enfermedades emergentes que se pueden desarrollar a consecuencia del cambio climático y de las que ya hay indicios. Otros contagios e infecciones de acelerada generación y propagación podrían ser transmitidos a través del agua. El descenso de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas, en un futuro, darían lugar a la disminución de la cantidad de agua en la olla amazónica. En consecuencia, el agua estaría más contaminada, debido a que los productos químicos, perjudiciales para la salud, estarían más concentrados.

CUADERNOS DE LA CASA 65


ESCALA

CONFLICTOS ENTRE USOS DEL SUELO EN EL ESPACIO

PERIURBANO DE GUAYAQUIL

Foto: Canal de Televisión UCSG.

Territorio. Cercanía entre urbanizaciones y áreas de extracción minera.

La ciudad continúa creciendo en número de habitantes, por lo que le es necesario y urgente expandirse. Ante esta situación, la dinámica de ocupación del suelo cambia y crea conflictos entre los espacios rurales y urbanos.

66 CUADERNOS DE LA CASA

Por: Teresa Pérez, directora del Instituto de Investigación e Innovación en Hábitat, Diseño y Construcciones, Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.

E

n el proceso de expansión de Guayaquil se destaca la conquista acelerada de espacios naturales y rurales, la presión en la ocupación del suelo adquiere, actualmente, una importancia significativa en dirección hacia el oeste, según el rumbo marcado por la carretera E-40 que comunica con la provincia de Santa Elena. Esta situación está siendo potenciada por la ampliación de la poligonal urbana aprobada en


2012, para incluir el proyecto del aeropuerto internacional en la zona comprendida entre las poblaciones de Daular y Chongón. En este entorno de transición urbano-rural, las formas residenciales conviven con espacios agrícolas, industriales, camaroneras y ecosistemas de importancia, pro-

tos entre los espacios identificados como áreas construidas, áreas mineras, bosques y manglares, los dos últimos como representantes de las áreas protegidas existentes en el ámbito de estudio (Cerro Blanco y la Reserva de Producción Faunística Manglares del Salado). Para cualificar estos con-

piciando grandes transformaciones y avizorando diversos problemas que dificultan su ordenamiento.

flictos se realizó el análisis espacial a partir de la superposición de los mapas correspondientes al 2016. En el caso de las áreas mineras se utilizó el mapa con las poligonales de las concesiones otorgadas por las autoridades respectivas. En cuanto a las áreas protegidas y los bosques protectores, las delimitaciones corresponden a las establecidas en las declaratorias correspondientes.

Ante esta realidad se planteó una investigación que tuvo como objetivo general, analizar el modelo de crecimiento de Guayaquil hacia el oeste, a partir del estudio de la morfología urbana y de la dinámica de ocupación del suelo. En este artículo se presenta parte de estos resultados, destacando los conflictos que se han generado en el uso del suelo. Para este fin se revisaron documentos bibliográficos y mapas temáticos, se hizo relevamiento en sitio y se construyó una base cartográfica georreferenciada que sintetiza la información relevante para emprender procesos de planificación de un territorio poco explorado. Entre los aspectos más significativos que se derivan del análisis de la ocupación del suelo se encuentran la disparidad en la ocupación, conformación de un territorio fragmentado, dispersión de edificaciones y conflic-

Foto: Google Earth, 2017.

Plano. Avance de las urbanizaciones sobre los manglares.

La ocupación acelerada, al norte de la vía a la Costa, ha puesto de manifiesto serios problemas de convivencia entre las explotaciones mineras y las urbanizaciones. El origen de esta situación y el planteamiento de posibles soluciones causan cierta incertidumbre por cuanto se trata de concesiones que datan de varias décadas atrás y cuentan con los permisos oficiales correspondientes. La cercanía de las urbanizaciones a los sitios de explotación a cielo abierto contradice la reforma a la ordenanza de explotación de canteras de 2008, aprobada por la Municipalidad de

CUADERNOS DE LA CASA 67


ESCALA

Cartografía. Conflictos entre usos del suelo. Fuente: Elaboración propia basada en información de la Agencia de Regulación y Control Minero, 2015, y del Ministerio de Ambiente, 2015.

Guayaquil, donde se establece una distancia no menor a 300 metros desde sus límites a cualquier edificación. La presión ejercida por la actividad inmobiliaria y el uso minero sobre las áreas naturales protegidas y los bosques protectores llevó a indagar acerca de la existencia de las zonas de amortiguamiento como espacios requeridos para el logro de objetivos de conservación y desarrollo de estos espacios naturales. El proyecto de Ley Es-

68 CUADERNOS DE LA CASA

pecial para la Conservación y Uso Sustentable de la Biodiversidad en el Ecuador , alude a las zonas de amortiguamiento, en su artículo 19, y señala que “son áreas de propiedad pública, privada o comunitaria, colindantes a las áreas del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas y que contribuyen a su conservación e integridad”. En Ecuador, la delimitación de estas zonas está sujeta al criterio de la adminis-


tración de cada área natural, a través de la elaboración del Plan de Manejo, incluyendo la zonificación. En la revisión bibliográfica realizada no se encontró información cartográfica acerca de las zonas de amortiguamiento de las áreas protegidas y bosques protectores, a excepción de un mapa de zonificación elaborado para el Bosque Protector Cerro Blanco en el cual no se advierten criterios claros para la definición de esta zona; la superficie considerada es irregular, prevaleciendo la atención en los sitios de contacto con áreas de cultivo; en los límites con la zona urbana es inexistente. Al superponer el mapa de las áreas protegidas, los bosques protectores y las concesiones mineras, correspondientes al ámbito de estudio, se deduce que, si bien el territorio incluido dentro de las áreas protegidas ha estado exento de mayores intervenciones, los límites se han visto afectados. Igualmente, se observa con preocupación, la coincidencia de algunos polígonos de las concesiones con parte de Cerro Blanco, al norte, y con el Área Protegida de la Cordillera Chongón Colonche y el Bosque Protector Papagayo. Una situación similar se presenta al superponer los mapas de las áreas protegidas y los bosques protectores con las zonas edificadas. La intensificación de las actividades de construcción, en las últimas décadas, ha incidido en las afectaciones a la Reserva Faunística Manglares del Salado llegando hasta los bordes del área protegida, obviándose la inclusión de una zona de amortiguamiento que garantice su protección. En el límite norte se ha establecido diversas urbanizaciones que han avanzado de manera importante, poniendo en peligro este ecosistema. La existencia de una zona de amortiguamiento podría haber evitado la tala indiscriminada y las afectaciones generales derivadas de la ocupación. De esta manera, las cualidades del paisaje del ámbito de estudio apuntan a la configuración de un espacio geográfico sometido a intensos cambios

que ponen en peligro su habitabilidad. La transición entre lo rural y lo urbano -evidenciado en la hibridez de formas, funciones y actividades con diversos orígenes, particularidades y dinámicas- apuntan a una gran complejidad para su comprensión y, por supuesto, gestión. Tipos residenciales, actividades agrícolas y mineras e instalaciones industriales compiten por la ocupación del espacio, ignorando el soporte físico natural, materializado en importantes ecosistemas. La definición de las áreas naturales protegidas y de los bosques protectores no ha sido óbice para la ocupación indiscriminada y afectación de los recursos, avizorando un futuro incierto para estas áreas. La ausencia de edificaciones y el carácter discontinuo de las ocupaciones en algunos sectores, en contraste con la acentuada ocupación en la zona más cercana a Guayaquil, permiten identificar gradientes entre lo rural y lo urbano, una característica importante de los espacios periurbanos. A pesar de la riqueza del soporte físico, materializado en sus cualidades naturales, el paisaje luce poco armónico, degradado y conflictivo. Esta situación demanda, de los futuros planes, la inclusión del paisaje como tema relevante en el diagnóstico y en la propuesta para este sector de expansión de la ciudad, asumiéndolo como eje para futuros planes urbanos y territoriales del cantón Guayaquil, en donde se considere aspectos tan sensibles como la fragmentación de los ecosistemas y la vulnerabilidad. Por lo que se impone una revisión de mejores alternativas que permitan configurar adecuadamente el territorio. Directora del proyecto: Arq. Teresa Pérez de Murzi, PhD (UCSG). Cartografía y análisis espacial: Ing. Juan Carlos Pindo (Espol) y Arq. Gaudy Orejuela (UCSG). Análisis ambiental: Ing. Ivonne Villamagua. Apoyo en levantamiento de información: pasantes Alejandra Tello y Luigi Forestieri (UCSG). Alumnos de Estructura Urbana y Ordenamiento Territorial, semestres A-B-2017 (UCSG).

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EN FASE

EL CARÁCTER ÉTNICO DE LAS MONTONERAS DEL SIGLO XIX

Literatura. El libro del escritor José Paredes Litardo es un relato histórico novelado sobre la Guerrilla de Los Chapulos, fue publicado en 1980.

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Las montoneras y guerrillas del siglo XIX intervienen en un proceso de formación de la protesta social protagonizado por sectores excluidos de la sociedad ecuatoriana. El componente étnico es fundamental para entender las motivaciones de sus luchas. Por: Ángel Emilio Hidalgo, historiador y miembro de la Academia Nacional de Historia.

E

n 1830 se creó la República del Ecuador, pero esto no significó el nacimiento de una nación. Para que haya una nación es necesario que exista nacionalismo, es decir, un sentimiento de hermandad compartido por todos los ciudadanos. La nación es un producto político y cultural que se construye a través del tiempo y esa realidad no es exclusiva de nuestro país. Hay que ser conscientes de que la principal característica del origen del Ecuador es su fragmentación. Nacimos como resultado del acuerdo entre las élites de tres capitales regionales que conformaron el mapa geográfico-político de la Audiencia de Quito. Excepto Popayán, segregada del sur durante el régimen gran colombiano, las otras capitales regionales (Quito, Guayaquil y Cuenca) acordaron formar un estado unitario presidido por un gobierno republicano. Pero la implantación del republicanismo como forma de gobierno era prácticamente una utopía, pues los mismos adalides de la independencia, como el Libertador Simón Bolívar, manifestaron su escepticismo porque el sistema republicano parecía inaplicable en naciones conmovidas por la ambición

de los caudillos y la extrema división de los partidos. En la famosa carta que el Libertador le escribió a Flores, en noviembre de 1830, luego de confesarle su fracaso como líder de ese ensayo republicano llamado Colombia -“el que sigue una revolución ara en el mar”-, se mostró muy pesimista por el rumbo que, según él, seguirían los estados recientemente constituidos en América, entre ellos, Ecuador: “este país caerá infaliblemente en manos de la multitud desenfrenada, para después pasar a tiranuelos casi imperceptibles, de todos los colores y razas”. Por supuesto, así pensaban los miembros de las élites (no en vano, Bolívar provenía de una familia mantuana, es decir, terrateniente). Pero para los sectores populares, la empresa de las armas era una herramienta de gran movilidad social, una posibilidad de ascenso en el contexto de una sociedad cuya matriz colonial jamás desaparecería, la misma que les condenaba a una inevitable condición de subalternidad. Como tercer actor social del proceso están los propietarios y comerciantes de las distintas provincias, sobre todo del Litoral, quienes se sentían al margen de los circuitos mercantiles establecidos desde la colonia y que eran manejados

Foto: Libro Eloy Alfaro, 100 facetas históricas.

Registro. Guerrilleros montoneros de la época alfarista.

por las élites latifundistas serranas y los agroexportadores del puerto. Esta caracterización de la sociedad ecuatoriana de los primeros años de la República es el telón de fondo en la formación de una institución política como el caudillismo y de las distintas guerrillas y montoneras que, si bien se conformaron en el siglo XIX, tuvieron su primer antecedente en los frecuentes motines de la “plebe” durante la época colonial. En ese contexto, las guerrillas y montoneras jugaron un rol primordial en la forja de la cultura política ecuatoriana del siglo XIX, marcada por el autoritarismo, el centralismo, el regionalismo, el caudillismo y el clientelismo. Resulta interesante, por tanto, observar las características étnicas de la base social que respaldó a los cautillos regionales, pues el principal rasgo en común entre las guerrillas de la independencia (1820-1827), la revolución de los Chihuahuas (1833-1836), la guerrilla de los Chapulos (1884-1887) y las montoneras alfaristas, en general, fue su carácter eminentemente popular. En el caso de la revolución de los Chihuahuas, la insubordinación de los sectores populares que apoyaron a los caudillos Mena, Osés, Franco, Navas, Hidalgo, entre otros, alcanzó ribetes de guerra étnica o racial, pues en Guayaquil se corrió el rumor de que los montoneros pasarían por el cuchillo a todos los blancos de la población. Similar connotación étnica tuvieron las montoneras alfaristas, por su condición doblemente marginal de montubios, negros, mulatos y a la vez campesinos de regiones periféricas como Manabí y Esmeraldas. Desde las montañas de Manabí, el grito de “Viva Alfaro Carajo” fue el pabilo que incendió los campos y llegó, como una marea amenazante, primero a Guayaquil, cuando el 5 de junio de 1895, una legión de montoneros al mando del general manabita Plutarco Bowen sitió el puerto, obligando a que la burguesía guayaquileña, presa de un inconfesable temor social, acepte que Eloy Alfaro sea proclamado Jefe Supremo; luego a Quito, cuando en septiembre del mismo año, el “indio Alfaro” asumió el poder apoyado por un ejército de montoneros costeños, a los que se sumaron combatientes indígenas que en el trayecto se unieron a la causa revolucionaria y popular.

CUADERNOS DE LA CASA 71


EN FASE

15 DE NOVIEMBRE DE 1922:

ENTRE LA REALIDAD Y LA FICCIÓN La literatura ecuatoriana ha rescatado este momento histórico que con el paso vertiginoso del tiempo tiende a caer en el olvido. Este breve artículo recuerda la masacre de 1922 y a quienes lo retrataron en la ficción. Por: Mgtr. Santiago Aguilar Morán, periodista y docente en la Universidad Central del Ecuador. Alaridos y quejas. El silbido cortante de las balas. El olor a pólvora. El inclemente martilleo de las ametralladoras (…) Las quijadas abiertas, los ojos saltados, los brazos queriendo subir y subir para escapar por algún lado. Los niños con las manos crispadas, arrugando las mantas de las madres, chillando las facciones paralizadas. Y sin armas, carajo, con qué matar soldados y generales”.

anota Oswaldo Albornoz Peralta, “fábricas de fideos y galletas, de sacos y calzado, de colas y aguardientes, de fósforos y cigarrillos, de escobas y de hielo (…) también aserríos, piladoras, curtiembres, jabonerías y cervecerías”. Influidas por la Revolución Rusa (1917), en Guayaquil surgieron las primeras organizaciones provinciales y, en años posteriores, se reunieron los primeros congresos nacionales.

Así retrataba el escritor ecuatoriano Alfredo Pareja Diezcanseco la masacre ocurrida el 15 de noviembre de 1922, en Guayaquil, un hecho que la historia reconoce como el bautizo de sangre de la clase obrera en el Ecuador.

El movimiento que desembocó en el masivo asesinato se inició con la huelga de los trabajadores ferroviarios de Durán, el 17 de octubre de 1922, cuando recibieron el respaldo de las tres centrales existentes: la Federación de Trabajadores Regional Ecuatoriana (que cobijaba a 32 organizaciones), la Asociación Gremial del Astillero y la Confederación Obrera del Guayas.

Guayaquil fue el centro y origen del movimiento obrero ecuatoriano. Allí existían, como

Manifestaciones. Huelga en la planta eléctrica, en noviembre de 1922, registrada en el libro Masas, luchas, solidaridad, de Elías Muñoz Vicuña.

72 CUADERNOS DE LA CASA


La movilización no se limitó al enfrentamiento entre empresas y obreros, sino que llegó a transformarse en una lucha solidaria que incluía a los artesanos, obreros portuarios y subempleados, entre otros. Un total de 53 organizaciones participaron en la huelga, con los mismos requerimientos en sus pliegos: aumento de salarios, jornada laboral de ocho horas, libertad de organización, pago de jornadas extraordinarias e indemnización por despidos intempestivos. La mañana del 15 de noviembre, el general Enrique Barriga –Jefe de Zona de Guayaquil– recibió una orden telegráfica, tan lacónica y precisa que no dejaba lugar a la dubitación, de parte del presidente del Ecuador, José Luis Tamayo: “Espero que mañana, a las seis de la tarde, me informe que ha vuelto la tranquilidad de Guayaquil, cueste lo que cueste, para lo cual queda Ud. autorizado. Pdte. Tamayo”. Pese a que no existe un acuerdo sobre el número de muertos de aquel día, los historiadores del movimiento obrero ecuatoriano hablan de más de mil asesinados, porque miles fueron los que caminaron

y protestaban frente a la Gobernación del Guayas. El escritor ecuatoriano Joaquín Gallegos Lara escribió una novela que cuenta los sucesos de ese día, Las cruces sobre el agua (1946). Así retrató el artista la crueldad de los hechos ocurridos hace ya noventa y seis años: “Sobre el cuadriculado de las piedras que el sol tostaba, hombres, chicos, mujeres, rodaban, tiesos ya, o aún retorciéndose. Eran gente como ellos, que salían de iguales covachas y comían la misma hambre. ¡Y eran chicos muchísimos! Eran zapateadores de rayuela, vendedores de diarios, betuneros, chicos, como hoy sus hijos y como ellos un día”. La masacre fue de tal magnitud que los cuerpos, que se contaban por cientos en las calles, fueron arrojados, con los vientres abiertos, al río Guayas para ocultar el crimen. Alfredo Pareja Diezcanseco, que tenía catorce años cuando ocurrió la masacre, contó: “El Batallón Marañón rodeó a la gente y comenzó a matarla. Dieron bala todo el día. (…) En mi bicicleta salía al día siguiente de la catástrofe y vi mucha sangre por toda la ciudad. Yo vivía en un departamento bajo de la calle Rocafuerte y por ahí pasaban los vagones del ferrocarril de la aduana llenos de cadáveres”. De ese recuerdo se valdría para, años más tarde, escribir esa escena del 15 de noviembre en su Baldomera (1938). Las cruces sobre el agua, Baldomera y Los animales puros (1946) son solo algunas de las novelas en las que esta escena trágica ha sido representada. Esos relatos deberían ser pura ficción. Serían fantásticos.

Libro. El escritor guayaquileño Joaquín Gallegos Lara noveló los hechos ocurridos el 15 de noviembre de 1922. La obra fue publicada en 1946.

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RESEÑA

ESCRITOS EN

CLAVE MORSE Por: Hugo Avilés.

S

iempre ha sido, y será, un desafío editar y publicar compilaciones de escritos periódicos como artículos, epístolas o editoriales, pues exigen dos factores importantes: cantidad y calidad. En el caso de Escritos en clave morse, de autoría de Fander Falconí, tales condiciones se cumplen a cabalidad, reuniendo 50 artículos seleccionados del periodo entre 2011 a 2017, agrupados en 4 capítulos temáticos: cultura, sociedad y economía; geopolítica, ambiente y educación, y en todos ellos se refleja no solo la perspectiva de un escudriñador acucioso de los fenómenos sociales, sino también la memoria histórica de un país que vivió cambios sustanciales. Haciendo un recorrido somero por

el paisaje periodístico-literario descubrimos, con incuestionable satisfacción, títulos como Capitalismo verde, ¿Cuánto hay que dar? o Ecocidio en los que se reitera objetivamente la directa responsabilidad que deben asumir los países ricos y las industrias hegemónicas en incrementar sus inversiones para el cuidado de una fuente de recursos altamente vulnerable como la naturaleza y el medio ambiente. En el contexto de geopolítica, sobresalen, sin desmerecer el resto del corpus, El terrorismo en casa o Desempolvando el Plan Cóndor donde se evidencia las maquiavélicas transformaciones que han experimentado los métodos de persecución y hostigamiento a regímenes progresistas,

desde hace más de cuatro décadas, en Latinoamérica. Los mismos aciertos se logran y se concentran en los temas de cultura y educación, en donde, particularmente, su pensamiento reluce dado que el autor ostenta una solvente formación académica, así como una respetable carrera en funciones gubernamentales. Todas estas fortalezas argumentan inobjetablemente la recomendación de este valioso sumario del cual se desprenderán lecturas y reflexiones tan valioso como imprescindibles.

GANADORES DE LA 60.a EDICIÓN

SALÓN DE OCTUBRE INDEPENDENCIA DE GUAYAQUIL PINTURA 2018

Segundo lugar Primer lugar

Gustavo Pablo Cuero Sánchez Título: "Todos alguna vez". Técnica: Óleo-lienzo.

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Diana García Correa Título: "Probar tu mango". Técnica: Mixta.

Premio revelación

Juan Pablo Maldonado Calderón Título: "Adelante ambulante". Técnica: Lienzo, mixta, acrílico y óleo.


SOCIAL

EXPOSICIÓN SERIGRÁFICA NAUFRÁGIOS DE PAVEL ÉGÜEZ

EXPOSICIÓN PINTANDO AL ECUADOR

Pavel Éguez y David Cumbe Farias.

Omar Bohórquez, Viviana Aguilera y Melissa Aguilera.

MUESTRA PICTÓRICA DE RODOLFO LÓPEZ De izquierda a derecha: David Cumbe Farias, José Landín, Jannet Alejandro,Rodolfo López, Joaquín Serrano, Johanna Meza, Hernán Zúñiga y Sicilia Frugone.

VISITA DEL DIRECTOR DEL NÚCLEO DEL CAÑAR Edgar Palomeque, director del Núcleo del Cañar (izquierda); Fernando Naranjo, director del Núcleo del Guayas (centro), y Rodolfo Ramírez, director de Cultura del Municipio de Azogues (derecha).

CUADERNOS DE LA CASA 75


SOCIAL

VISITA DEL EMABAJADOR DE LA REPÚBLICA DE CUBA Rafael Dausá Céspedes, embajador de Cuba en Ecuador; Fernando Naranjo, director del Núcleo del Guayas, y el ingeniero Manuel Medina Capello.

ENCUENTRO CORAL SANTAY ENCANTA El Coro del Núcleo del Guayas en la Cocodrilera de la Isla Santay después de la presención.

PRESENTACIÓN DEL LIBRO ARÁUZ “POEMARIOS” Fernando Cazón Verá, escritor y Carlos Aráuz, poeta.

El poeta Carlos Aráuz junto a sus hijas y nietas.

76 CUADERNOS DE LA CASA




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