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Estrategia UE ‘De la granja a la mesa’
Estrategia UE ‘De la Granja a la Mesa’ Oportunidad para el desarrollo del sector agroalimentario europeo basado en una producción sostenible de alimentos
La Comisión Europea tiene como objetivo que el sistema de alimentos de Europa sea un líder global en sostenibilidad.
Las ambiciones de la UE para su sistema alimentario, establecidas en la estrategia de la Granja a la Mesa (“Farm to Fork”), emitida por la Comisión de la UE en mayo de 2020, equivalen a una transformación en cómo se producirán y venderán los alimentos en toda la UE. Dicha estrategia es un pilar central del llamado Pacto Verde Europeo que tiene el reto de convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro antes de 2050.
Garantizar el acceso a alimentos sostenibles, saludables y asequibles para todos. Reducir la huella ambiental. Proteger la seguridad alimentaria. Estos son los ejes de esta estrategia, con 27 acciones que se ocupan de áreas que van desde la producción ecológica y la biodiversidad hasta el secuestro de carbono y el desarrollo de biorefinerías. Cubren toda la cadena de valor de los alimentos, comenzando con los tipos de alimentos para animales disponibles para los productores hasta la comprensión de los consumidores de las fechas de caducidad en el packaging, aportando beneficios ambientales, sanitarios y sociales. Y están respaldadas por indicaciones de cómo la estrategia puede ser implementada tanto a nivel político como financiero y por las empresas, y además de ofrecer oportunidades y ventajas económicas al sector agroalimentario.
Estos años de pandemia han puesto de relieve la importancia de la necesidad de configurar un sistema alimentario sólido y resiliente. Nos hemos dado cuenta de las interacciones que existen entre los ecosistemas, las cadenas de suministro, las pautas de consumo y los límites del planeta. Siendo innegable el vínculo que existe entre personas sanas, sociedades sanas y un planeta sano. El aumento recurrente de las sequías, las inundaciones, los incendios forestales y las nuevas plagas es un recordatorio constante de que nuestro sistema alimentario está amenazado y debe ser más sostenible y resiliente.
Foto: Jacob Moseholt en Pexels.
El resultado de todas estas amenazas ha sido la búsqueda de alimentos más frescos, menos transformados y de fuentes sostenibles y cercanas por parte de los consumidores. Que, además, demandan cadenas de suministro más cortas y el desarrollo del comercio de proximidad. Se pone de manifiesto así la necesidad de crear un entorno alimentario más favorable que facilite a los consumidores la elección de productos saludables y sostenibles que beneficien su salud y calidad de vida, y que al mismo tiempo reduzcan los costes relacionados con la salud para la sociedad.
Cualquiera de los agentes de la cadena alimentaria deberá ver estas premisas como una responsabilidad de su actividad con la sociedad, pero sobre todo como una oportunidad para desarrollar sus negocios.
Y aunque es cierto que la alimentación europea ya es un referente internacional de alimentos de alta calidad, los nuevos retos sociales y medioambientales apremian a dar el salto y convertir el mercado alimentario europeo en el referente mundial en producción sostenible.
Las acciones de la estrategia de la Granja a la Mesa de la UE están respaldadas por objetivos concretos para 2030. Estos objetivos son importantes ya que formarán la base de los planes estratégicos de los Estados miembros y la recopilación de datos por parte de las partes interesadas a lo largo de la cadena alimentaria, e incluyen:
◗ Pesticidas: reducir el uso y el riesgo de pesticidas químicos en un 50 % y el uso de pesticidas más peligrosos en un 50 %.
◗ Exceso de nutrientes: reducir las pérdidas de nutrientes en al menos un 50 % mientras se asegura que no haya pérdida en la fertilidad del suelo, y reducir el uso de fertilizantes en al menos un 20 %.
◗ Resistencia a los antimicrobianos: reducir las ventas de antimicrobianos en la UE para animales de granja y acuicultura en un 50 %.
Foto: Alleksana en Pexels.
◗ Producción ecológica: El 25 % de las tierras agrícolas de la UE se dedicará a la agricultura ecológica.
◗ Desperdicio alimentario: reducir el desperdicio de alimentos a nivel minorista y de consumo en un 50 % frente a los niveles actuales.
◗ Garantizar un nivel más elevado de bienestar animal.
Junto con estos objetivos específicos de alimentos, un objetivo climático general también afectará a la industria alimentaria: una reducción de las emisiones de GEI de al menos un 50 % (frente a los niveles de 1990).
Estas acciones y objetivos no deben verse como una amenaza para el sector, sino como una oportunidad económica para agricultores, ganaderos, empresas de transformación y distribución de alimentos, así como las de servicios de venta y comercialización. Todos ellos pueden y deben convertir la sostenibilidad en la marca diferenciadora de su negocio frente a los nuevos retos empresariales.
Creación de un ‘ciclo alimentario sostenible’ creíble
La realidad es que la transición hacia la sostenibilidad del sistema alimentario está cambiando el tejido económico de muchas regiones de la UE. La estrategia reconoce los importantes esfuerzos realizados hasta la fecha por la industria alimentaria. Su objetivo es convertirlos en la norma a través de mecanismos como la Política Agrícola Común (PAC), la Política Pesquera Común (PPC), los nuevos “esquemas ecológicos” y los instrumentos existentes, como el Fondo Agrícola Europeo para el Desarrollo Rural (FEADER).
La estrategia pone ejemplos de iniciativas que podrían estar recompensadas bajo la PAC. Estos incluyen prácticas agrícolas que eliminan el CO2 de la atmósfera y la instalación de paneles solares en los techos de los
edificios agrícolas. Las prácticas que reducen el uso de pesticidas y fertilizantes también están vinculadas a la PAC. Se destinan 10.000 millones de euros adicionales para investigación y desarrollo.
Es probable que los productores, procesadores y minoristas de alimentos acojan con una bienvenida cualquier apoyo financiero que la UE pueda proporcionar. Sin embargo, el ejecutivo de la UE es muy consciente de que la financiación es solo un aspecto de la ecuación. Los aspectos prácticos cobran gran importancia y el cambio exigido es rápido: en el pasado, los trámites burocráticos han obstaculizado algunos de los mejores esfuerzos de innovación de la industria alimentaria.
La UE lo reconoce, por ejemplo, al decir que facilitará la comercialización de aditivos alimentarios para animales, sostenibles e innovadores que ayuden a reducir las emisiones de metano del ganado. Para proteger la seguridad y la diversidad de las semillas, también facilitará el registro de nuevas variedades de semillas, incluso para la agricultura ecológica, y garantizará un acceso más fácil al mercado para las variedades tradicionales y adaptadas localmente.
Pero para conseguir que toda la cadena de valor consiga un impacto medioambiental neutro, respete unas normas de seguridad alimentaria y conseguir precios asequibles para todos los consumidores, la UE deberá además establecer los objetivos y prioridades claros que ayuden al sector a implementar las medidas necesarias para lograr los objetivos de sostenibilidad.
Para ello, y con objeto de acelerar y facilitar la transición y de garantizar que todos los alimentos introducidos en el mercado de la UE sean cada vez más sostenibles, la Comisión presentará una propuesta legislativa sobre un marco para un sistema alimentario sostenible antes de finales de 2023. Este marco promoverá la coherencia de las políticas a nivel nacional y de la Unión, integrará la sostenibilidad en todas las políticas relaciona-
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Foto: Becerra Govea en Pexels.
das con la alimentación y reforzará la resiliencia de los sistemas alimentarios.
La idea de la Comisión es elaborar definiciones, principios y requisitos generales que enmarquen la estructura de los sistemas alimentarios sostenibles. Y también se concretará la responsabilidad de cada uno de los agentes del sistema alimentario.
Producción primaria sostenible
Vista la tendencia de las políticas agroalimentarias de la UE los sectores de la agricultura, ganadería y pesca necesitan transformar sus métodos de producción entre otras formas utilizando las nuevas soluciones tecnológicas y digitales que les ayuden a aumentar la resiliencia frente al cambio climático.
Estas soluciones requieren inversiones en recursos humanos y financieros, pero también prometen rendimientos más elevados al crear valor añadido y reducir los costes.
A continuación vamos a analizar algunos casos prácticos de acciones que ya se están llevando a cabo en el sector primario para impulsar este marco legislativo que se está elaborando de la estrategia europea de la Granja a la Mesa. La Producción Ecológica es el punto de partida del respeto por el medio ambiente que vertebra el compromiso de toda la cadena de valor por la sostenibilidad y la calidad de los alimentos. Garantizando a los clientes con un sello distintivo que los productos alimentarios son fabricados con materias primas procedentes de una producción agraria, ganadera o acuícola sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Por tanto, dan respuesta directamente a las preocupaciones de los consumidores en materia de sostenibilidad y compromiso de la industria con la obtención de productos a partir de procesos naturales que se alejan del uso de plaguicidas químicos que producen la contaminación del suelo, el agua y el aire.
La apuesta de esta estrategia de la UE por la producción ecológica es total, al establecer como uno de los objetivos clave a 2030 establecer el alcanzar que el 25 % del total de la superficie agraria de la UE sea ecológica.
En este sentido, la Comisión Europea está revisando la Directiva sobre el uso sostenible de plaguicidas, para mejorar las disposiciones relativas a la gestión integrada de
plagas (GIP) y promover el uso de métodos alternativos seguros para proteger las cosechas y plagas y enfermedades. Procesos como la rotación de cultivos y la escaldadura mecánica, que ya se están desarrollando en la agricultura ecológica, son algunos de los principales instrumentos para lograr la reducción de la dependencia de plaguicidas químicos que fomentará la estrategia de sostenibilidad de la UE.
En paralelo, la Comisión desarrollará junto con los Estados miembros un plan de acción de gestión integrada de nutrientes para abordar la contaminación por nutrientes en origen y aumentar la sostenibilidad y aumentar la sostenibilidad del sector ganadero. Especialmente centrándose en los procesos de la ganadería intensiva, poniendo el punto de mira en el reciclado de residuos orgánicos como fertilizantes renovables.
Los alimentos ecológicos producidos y comercializados en la UE comparten una identificación común en su etiquetado gracias al logotipo ecológico. Este distintivo sólo se puede utilizar en productos certificados como ecológicos por un organismo de control autorizado. Los productos identificados con el logotipo europeo de producción ecológica permiten a los productores que lo pueden emplear posicionarse dentro del mercado de la UE distinguiendo a sus productos ecológicos frente al resto con una identificación visual de gran reconocimiento entre los consumidores.
Bienestar animal
El bienestar animal es uno de los grandes desafíos del sector cárnico, intensificado más si cabe tras la pandemia del COVID-19.
La hoja de ruta de las autoridades comunitarias sostiene que “un mayor bienestar animal mejora la salud de los animales y la calidad de los alimentos”, a la vez que “reduce la necesidad de medicación y puede contribuir a preservar la biodiversidad”.
Para ello la Comisión revisará la legislación vigente en materia de bienestar animal, como la relativa al transporte y al sacrificio de animales, para adaptarla a las pruebas científicas más recientes, ampliar su ámbito de aplicación, facilitar la vigilancia de su cumplimiento y, en última instancia, garantizar un nivel más elevado de bienestar animal.
De esta forma, la Unión Europea pone el foco en el cuidado del alojamiento, el ambiente, la limpieza y la bioseguridad de los animales, promoviendo la sostenibilidad de los entornos y de las propias granjas.
El etiquetado y la certificación desempeñan un papel central en varias de las acciones de la estrategia. Este compromiso con el bienestar animal es parte fundamental de la estrategia de la Granja a la Mesa, que además controla otros factores de producción como la correcta utilización de productos sanitarios en los animales y la alimentación de los mismos. Elementos que claramente tienen una incidencia positiva en el bienestar de los animales.
Además, como parte de su compromiso de mejorar el bienestar animal mediante la revisión de la legislación, la Comisión considerará opciones para que el etiquetado de bienestar animal transmita valor a través de la cadena alimentaria, y con el fin de que se transmita mejor a la sociedad de consumo este valor.
SERVICIOS QUE OFRECE BUREAU VERITAS PARA LA PRODUCCIÓN PRIMARIA ‘FARM TO FORK’
PRODUCCIÓN ECOLÓGICA & BIENESTAR ANIMAL CERTIFICACIÓN DE ORIGEN RESPONSABLE ECONOMÍA CIRCULAR MINIMIZACIÓN DESPERDICIO ALIMENTARIO
Durante los últimos años en Europa se han desarrollado diferentes estándares en bienestar animal, de los cuales algunos están contemplados en certificaciones de entidades independientes. En España nos encontramos con los reglamentos recogidos por las certificaciones de destacadas organizaciones interprofesionales del sector cárnico, bajo el sello: “Compromiso Bienestar Animal”. En este ámbito, se encuentran las certificaciones de bienestar animal de INTERPORC para el porcino de capa blanca, PROVACUNO de vacuno de carne, y de INTEROVIC sobre la producción de carne de origen ovino y caprino. Tienen como objetivo ser esquemas de certificación acreditados.
Cada uno de estos estándares nace tras un consenso dentro de su propio sector, están avalados por un comité científico independiente y cubren los diferentes eslabones de la cadena de suministro: granjas, centros de sacrificio e industrias. En consecuencia, los certificados en bienestar animal refuerzan la trazabilidad del producto desde el origen. Así lo permite la identificación del producto final mediante un sello que hace evidencia el cumplimiento con cada reglamento de certificación en bienestar animal en toda su cadena de suministro
Bureau Veritas, en su apuesta por el desarrollo de servicios vinculados a la estrategia de la UE de la Granja a la Mesa, y particularmente en el fomento del bienestar animal, certifica los estándares INTERPORC Animal Welfare Spain (IAWS), PROVACUNO Animal Welfare Spain (PAWS), y de Bienestar Animal INTEROVIC España (BAIE). Además, como tercera parte independiente, realiza exhaustivos procesos de auditorías en programas de verificación externa frente a referenciales privados de bienestar animal de grupos alimentarios y de “retailers”. Asimismo, Bureau Veritas es entidad acreditada por la Entidad Nacional de la Acreditación (ENAC), para la certificación de producción ecológica frente al Reglamento (CE) 834/2007. Todos estos esquemas de certificación en bienestar animal proporcionan más garantías a los productores, industrias y distribuidores de los productos comercializados que incluyen este valor añadido y se identifican mediante un sello específico en su etiquetado, lo que genera a su vez mayor confianza a la sociedad de consumo. Así mismo, supone un elemento de valor en la estrategia de la UE para el reto de lograr una producción animal más sostenible y respetuosa con los animales.
AUTOR
Adrián Martínez Bazaga Food Market Leader•Bureau Veritas infoesp@bureauveritas.com