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Retos a los que se enfrenta el sector en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La agenda de desarrollo sostenible incluye 17 objetivos (ODS) para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos, con una serie de metas específicas que deben alcanzarse antes de 2030. Todos podemos contribuir a estas metas, y la industria cárnica no es una excepción. En este artículo abordaremos algunas de las posibles contribuciones que la industria puede realizar a los ODS, y cómo la tecnología puede ayudar a la industria a conseguir estas metas.
ODS 2 – Hambre cero. Poner fin al hambre Una de las metas específicas del ODS 2, denominado ‘hambre cero’, tiene que ver específicamente con los sistemas de producción de alimentos, y en particular con el incremento de la productividad del sector primario y su mayor resiliencia ante el cambio climático. En el caso del sector ganadero, que abastece a la industria cárnica, es necesario aunar la necesidad de la mejora de la productividad con los requisitos de bienestar animal que hay que observar.
Por otra parte, el sector agrícola, que abastece a su vez al sector ganadero, precisa de sistemas que incrementen la productividad en el contexto de cambio climático en el que nos encontramos. Al mismo tiempo, ante la problemática de las enfermedades y plagas sin tratamiento químico efectivo, y la reducción paulatina del arsenal fitosani- tario permitido, el sector precisa de nuevas soluciones que permitan actuar frente a enfermedades y plagas de manera eficaz y respetuosa con el medio ambiente. En este sentido, la biotecnología ofrece una doble respuesta; por una parte, con microorganismos bioestimulantes que incrementan la productividad y, por otra, con soluciones alternativas a los plaguicidas de síntesis química que actúan de forma eficaz y selectiva.
Otra de las metas se dirige a prevenir todas las formas de malnutrición, con especial foco en la población infantil, senior, y en algunas etapas de la mujer. Esta problemática, en nuestro país, podemos encontrarla por ejemplo en la población de edad avanzada, que puede sufrir algunos tipos de malnutrición a causa de problemas en el proceso digestivo y la absorción intestinal de nutrientes. El diseño de alimentos para este grupo poblacional que aseguren una mejor bioaccesibilidad y biodisponibilidad de nutrientes, que además presenten características organolépticas mejoradas y que faciliten la masticación y deglución, es una de las posibles contribuciones de la industria a este objetivo.
ODS 3 – Salud y bienestar. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades
En este ODS se incluye una meta relacionada con la reducción de la mortalidad prematura por enfermedades no transmisi- bles, como puede ser el síndrome metabólico. Se conoce como síndrome metabólico a una serie de factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y otros problemas de salud. Además de factores como la edad, la genética, o la resistencia a la insulina, existen otros factores en los que se puede actuar para prevenirlo, como son el estilo de vida activo y una alimentación saludable.
Además de un abordaje desde la dieta, existen ingredientes que han demostrado tener un efecto preventivo sobre el síndrome metabólico. El desarrollo de alimentos enriquecidos en estos ingredientes en un marco de nutrición de precisión contribuye a la prevención del síndrome metabólico y, como consecuencia, supone una aportación al ODS 3.
ODS 6 – Agua limpia y saneamiento. Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos
En relación al ODS 6, la contribución de la industria está relacionada con la meta de mejorar la calidad del agua, reduciendo la contaminación y evitando el vertido de contaminantes, e incrementando el reciclado y la reutilización segura de aguas residuales.
Las tecnologías de depuración del agua han venido desarrollándose desde hace años, y en estos momentos se dispone de un abani- co de tecnologías disponibles que dan respuesta a diferentes tipologías de aguas residuales y distintas etapas de tratamiento. La eliminación de componentes como partículas, grasas, materia orgánica, nutrientes y otro tipo de contaminantes, se puede conseguir con tratamientos de filtración, flotación, coagulación-floculación, tratamientos biológicos y físico-químicos.
También están disponibles las tecnologías de tratamiento terciario para conseguir eliminar determinados contaminantes e incluso desinfectar el agua de salida. La selección de los tratamientos dependerá del destino final del agua, y en el momento actual es técnicamente viable plantear la reutilización de aguas de forma segura en muchas aplicaciones, tales como riego, limpieza o aguas de proceso.
En los últimos tiempos, el desarrollo tecnológico se ha centrado en la recuperación de compuestos de valor del agua residual, para lo cual se han desarrollado novedosas tecnologías de membranas que permiten una separación selectiva de los compuestos objetivos.
También el uso eficiente de los recursos hídricos se ha establecido como meta dentro del ODS 6 y, en este sentido, la industria puede contribuir implementando sistemas de limpieza y desinfección más eficientes. Además, los principios de diseño higiénico aplicados a los equipos e instalaciones de la industria reducen el riesgo de contaminación y contribuyen a optimizar el número de operaciones de limpieza y la cantidad de agua y productos de limpieza utilizados en dichas operaciones, lo que a su vez redunda en una reducción del volumen y contaminación de las aguas residuales generadas.
ODS 7 – Energía asequible y no contaminante. Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna
En este ODS se establecen metas dirigidas a aumentar la proporción de energías renovables en el conjunto de las fuentes energéticas. En este caso, la industria puede contribuir eligiendo para su abastecimiento fuentes de energía renovable, lo cual puede, además, mejorar su competitividad por una reducción de costes energéticos.
Además, la industria alimentaria y la cárnica en particular genera determinados subproductos que no pueden volver a la cadena alimentaria y que pueden utilizarse para la producción de energía renovable.
Un ejemplo son los sistemas de digestión anaerobia que, por acción de un consorcio de microorganismos, degradan la materia orgánica presente en los subproductos y generan un biogás compuesto en un 50% aproximadamente por metano, que es el componente principal del gas natural. Este biogás puede ser utilizado en motores de cogeneración o calderas y la energía así producida puede ser utilizada en la industria.
Alternativamente, tras una purificación del biogás a biometano y posterior compresión, se puede obtener un combustible para vehículos de transporte que sustituye a los combustibles fósiles.
ODS 8 – Trabajo decente y crecimiento económico. Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos Las metas del ODS 8 se dirigen a la diversificación, modernización tecnológica e inno- vación, así como a la producción y consumo eficiente de los recursos, con el fin de desvincular el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente.
Los principios de la bioeconomía circular entroncan directamente con este ODS, puesto que implican la utilización de los subproductos derivados del primer procesamiento de las materias primas para producción de alimentos, para volver a generar productos. Estos nuevos productos pueden ser otros alimentos y, en los casos en los que esto no sea posible, se pueden obtener bioproductos para otras industrias, como biomateriales, envases, ingredientes cosméticos, químicos biobasados, fertilizantes o finalmente bioenergía.
ODS 9 – Industria, innovación e infraestructura. Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación
En el caso de ODS 9, las metas establecen la necesidad de reconvertir las industrias para que sean sostenibles, así como una mayor eficacia en el uso de los recursos. Además de lo que se ha ido indicando en los apartados anteriores sobre reutilización de aguas residuales, aprovechamiento de subproductos, etc. este ODS propugna la adopción de tecnologías y procesos industriales limpios que contribuyan a una mayor sostenibilidad del proceso global, y no solamente de la gestión de aguas residuales y residuos.
Un ejemplo sería el empleo de tecnologías que permitan obtener el mismo resultado con un menor consumo energético, por ejemplo, tecnologías de spray drying como alternativas a la liofilización. Otro ejemplo que puede citarse es la sustitución de tecnologías de extracción con disolventes tradicionales por otras que utilicen green solvents, tales como la extracción con CO2. La aplicación de principios de diseño higiénico, en la medida en que ahorran operaciones de limpieza y, por tanto, evitan consumos energéticos y generación de aguas residuales, también contribuyen a mejorar la sostenibilidad del proceso global.
Otra de las metas establecidas en el ODS 9 es el aumento de la inversión y actividad en investigación, desarrollo e innovación. Ligando esta meta con la anterior, viene desarrollándose en los últimos tiempos una línea de investigación y desarrollo orientada a la obtención de productos alternativos a los de origen animal.
Así, los análogos plant-based, desarrollados con tecnologías de extrusión o fermentación, y las proteínas de origen biotecnológico, como las single-cell-proteins o la carne cultivada, son alternativas sostenibles en las que se está trabajando activamente desde la investigación y desarrollo tecnológico.
ODS 12 – Producción y consumo responsables. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles
La reducción del desperdicio de alimentos en todos los puntos de la cadena, incluyendo la producción y el suministro, es una de las metas de este ODS. Para conseguir esta meta, las primeras actuaciones tienen que ver con la prevención del desperdicio, lo que en la industria implica, por ejemplo, la reducción del riesgo de contaminación del producto durante su procesado.
Los sistemas de visión artificial permiten detectar presencia de cuerpos extraños y defectos en el envasado que pueden causar retiradas de producto y por tanto generar una gran cantidad de desperdicio.
# 300mensajes
#021 Almudena Menéndez
Un paso adelante
La prevención de la contaminación microbiológica con modelos predictivos o sensores permite evitar estos episodios asegurando la puesta en el mercado de un producto seguro y con una vida útil adecuada, que además puede verse extendida con tecnologías de conservación novedosas y diseño óptimo del sistema de envasado. Todas estas soluciones contribuyen a prevenir el desperdicio de alimentos.
Otra de las metas del ODS 12 es la gestión adecuada de los residuos y emisiones, evitando su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo, y adoptando preferentemente medidas de prevención y minimización. En apartados anteriores se ha hablado de las tecnologías para la gestión y tratamiento de residuos y aguas residuales, con foco en su valorización.
Pero también es posible valorizar las emisiones gaseosas, y en particular las de gases de efecto invernadero. Así, emisiones de CH4 y CO2 pueden ser utilizadas como fuente de carbono en procesos de fermentación de gases para generar moléculas de interés o incluso single-cell-proteins
Adicionalmente, cumpliendo con las metas establecidas en los ODS mencionados, también es posible contribuir, de forma directa o indirecta a otros ODS como el 13 (acción por el clima), 14 (vida submarina) o el 15 (vida de ecosistemas terrestres).
A modo de resumen, los ODS establecen una hoja de ruta para el 2030 para un mundo más sostenible, próspero y justo, y las industrias (la alimentaria y, en particular, la cárnica) pueden contribuir significativamente a su cumplimiento, al tiempo que mejoran su competitividad. Tecnologías como la nutrición de precisión, la biotecnología, los procesos de tratamiento y valorización de aguas residuales y residuos, la microencapsulación, la extracción con CO2, la visión avanzada, la inteligencia artificial, la fermentación de gases o los conceptos de biorrefinería, entre otras, permiten a la industria alimentaria ser más sostenible y competitiva contribuyendo a los ODS
Begoña Ruiz.
Directora de Tecnologías de AINIA
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Europa está realizando esfuerzos para convertirse en el primer continente climático neutro del mundo en 2050 y hacer realidad el Pacto Verde Europeo, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y las emisiones directas de metano, a través de una política energética de descarbonización basada en el fomento de las energías renovables.
La Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo 2050 (ELP 2050), aprobada en 2020, es un documento que recoge los compromisos de España sobre este tema como Estado miembro de la Unión Europea y con el Acuerdo de París. La ELP 2050 marca la senda para lograr la neutralidad climática que permitirá reducir en un 90 % las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en 2050 con respecto a 1990. El 10 % restante será absorbido por los sumideros de carbono. Un cambio de paradigma energético que exige mejoras en los equipamientos y en la calidad de vida de las instalaciones y producciones ganaderas con sus consecuentes efectos positivos en la salud y que, sin duda, favorecerá la conservación de la biodiversidad y la adaptación a los efectos del cambio climático.
El Objetivo 55 (Fit for 55) exige adaptar el clima, energía, uso del suelo, transporte y fiscalidad para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % de aquí a 2030, comparando los niveles de 1990. El principal peso de las emisiones de GEI en España en 2020 respecto al total, corresponde al transporte (27 %); en segundo lugar, a las actividades industriales con un 20,8 %, después la agricultura 14 %. Y, por último, la generación de electricidad (11,8 %). En cuanto a los gases, el CO2 representa el 77,7 % de las emisiones totales durante 2020, seguido del metano (13,7 %), el óxido nitroso (6,6 %) y los gases fluorados (2 %).
La eficacia de las medidas adoptadas por el sector porcino de capa blanca para reducir las emisiones de nitrógeno ha permitido reducirlas en un 50 % por animal en los últimos 30 años. Así lo afirmaban desde INTERPORC en el ‘XXI International Nitrogen Workshop’ añadiendo que “las importantes mejoras en las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y de nitrógeno por animal conseguidas en los últimos años son un ejemplo de la apuesta constante del sector por la sostenibilidad”.
En el sector porcino, los principales impactos de esta actividad sobre el medio ambiente proceden de las emisiones de gases, tanto de Gases de Efecto Inverna- dero, como de amoniaco, así como por la gestión de sus estiércoles, sólidos y líquidos. En su compromiso medioambiental con la normativa, se han desarrollado nuevas tecnologías y la implementación de energías alternativas que favorecen la reducción de las emisiones. Un ejemplo es la puritermia, un sistema de geotermia porcina basado en el aprovechamiento de la temperatura del purín. Esta tecnología consiste en extraer el calor de las fosas de purines, refrigerar el purín y, por tanto, reducir sus emisiones, mejorar el ambiente de los trabajadores y proporcionar un mayor bienestar a los animales.
En este tipo de proyectos se ha comprobado que la calefacción en las granjas de maternidad y transición con bombas geotérmicas pueden captar en su circuito primario el calor de las fosas de purín en las diferentes naves. A la par, este circuito enfría los purines, bajando la temperatura hasta niveles donde las emisiones se reducen en más de un 70 %.
La refrigeración de purines es una técnica eficiente para la reducción de emisiones (amoniaco, metano y óxido nitroso). La calefacción con geotermia bajo las fosas de purín supone un revolucionario sistema con notables beneficios en la reducción de emisiones y en la eficiencia energética al trabajar las bombas con un mayor rendimiento. El ahorro energético se suma al bajo mantenimiento que, junto con la estabilidad y seguridad del sistema, proporciona tranquilidad en los responsables de la granja.
El desarrollo del sector porcino español en las últimas décadas, además, se ha realizado bajo el modelo de producción europeo, que conlleva la aplicación de la legislación más exigente del mundo en materia de bienestar animal, seguridad alimentaria y cuidado del medio ambiente. No cabe duda de que el sector ganadero en general y, el porcino en particular, llevan años en España trabajando en la protección del medio ambiente, y han conseguido gracias a tecnologías pioneras como la puritermia o la geotermia, disminuir su impacto ambiental con reducciones muy significativas en el consumo de recursos, agua y energía, además de las llamativas disminuciones de las emisiones de gases contaminantes.
El sector porcino es un sector estratégico de vital importancia en la ordenación territorial que crea riqueza, empleo y fija población. La renovación y modernización del sector de forma paulatina, responde no solo a la necesidad de mejorar y adaptar sus instalaciones a las normativas, sino al compromiso firme y a la apuesta contundente de empresas que apuestan por la sostenibilidad, la adaptación al cambio climático y al deber cívico de cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible.
La eficiencia medioambiental ha de ser abordada en su conjunto de manera integral, trabajando todos los eslabones de la cadena del porcino, manteniendo un alto nivel de compromiso. Los esfuerzos del sector porcino, en materia medioambiental, no se limitan a la reducción en la generación de emisiones GEI, sino que se extienden a otros muchos campos de la actividad como la reducción del consumo de agua, de electricidad y combustibles, o la menor generación de plásticos no reutilizables, residuos o desperdicios.
Ahora, por cada tonelada de carne producida en una granja española se emiten 1,75 toneladas de CO2, mientras que en 2005 se emitían 2,9 toneladas. En el año 2020, el sector porcino español redujo en un 5,4 % las emisiones de GEI por cada kilo de carne producida respecto a 2019, el porcentaje interanual anterior fue de 4,1 %. Los datos demuestran que el sector ha realizado un gran trabajo por reducir su impacto medioambiental y en continuar reducien- do al máximo las emisiones para que en 2050 se llegue a una posición de neutralidad climática garantizada.
Las nuevas tecnologías, así como la incorporación de energías alternativas en el sector ganadero y porcino son más necesarias que nunca para conseguir implementarlas en las granjas y lograr así los compromisos medioambientales, la eficiencia y la operatividad del sector. La sostenibilidad se ha convertido en un eje prioritario en la política europea y en un compromiso cívico y empresarial. Los próximos años serán esenciales para limitar el calentamiento global y que la UE sea una de las primeras regiones del mundo en aplicar la Agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y conseguir una posición de neutralidad climática en 2050 (ELP2050)
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Con la llegada del año 2023, Ignasi Pons ha asumido la responsabilidad de liderar la secretaría general de FECIC, sucediendo a Josep Collado en dicho cargo. Pons, quien posee una extensa trayectoria en el sector, se encuentra profundamente familiarizado con su idiosincrasia, ya que ha dedicado 22 años de su carrera profesional a trabajar en el seno de esta federación. Ahora, encara con entusiasmo este nuevo capítulo de su trayectoria, albergando grandes expectativas de que resulte fructífero. Además, espera abordar los desafíos que se le presenten con éxito, gracias al valioso conocimiento adquirido durante sus años de experiencia en la industria.
¿Cuál es tu visión sobre la situación actual del sector cárnico en nuestro país?
En estos momentos, la sensación que tengo es que el sector está pasando por una situación complicada. Tuvimos que superar la pandemia, que se complicó con la crisis energética, el incremento de los precios de las materias primas, los cortes laborales del convenio colectivo y ahora con la falta de cerdos a causa del PRRS.
¿Cuáles crees que son los principales objetivos que debe afrontar el sector en este momento?
A corto plazo tenemos que ver cómo el sector supera la crisis de costes que está sufriendo actualmente y cómo afrontará el reto de la sostenibilidad que debe tomar sí o sí y que habrá de encarar con cierta rapidez.
Además, se debe seguir trabajando en la internacionalización de la industria porque las exportaciones están cayendo y, especialmente China, está cerrando el grifo desde hace algún tiempo. Por este motivo, debemos trabajar para afianzar los mercados que ya tenemos, poner más producto en todos ellos y, además, buscar nuevas alternativas a lo que ya tenemos.
¿Cómo planeas trabajar con los diferentes actores de la industria cárnica para abordar los desafíos que enfrenta la industria en la actualidad?
Tenemos que seguir trabajando como lo hemos venido haciendo durante los últimos tiempos. Llevo 22 años en FECIC y sé por dónde tenemos que ir, sé que tenemos que trabajar codo con codo con la Administración y, especialmente, en este reto que tenemos por delante con el asunto de la sostenibilidad. Tenemos que tener en cuenta también la importancia que en todo ello tiene Bruselas y, para ello, tenemos que contar mucho con el apoyo que nos pueden dar las Interprofesionales. Se trata de un desafío muy grande que tendremos que afrontar entre todos y buscando la cercanía con las empresas para entender exactamen- te cuáles son sus necesidades. Pero estas necesidades a veces pueden variar según el tipo de empresa que se trate y FECIC como asociación tiene el deber de acompañar a todas y cada una de ellas.
¿Te gustaría fortalecer las relaciones de FECIC con otras organizaciones del sector? Nuestra industria debe buscar siempre el trabajar conjuntamente con instituciones, asociaciones, empresas, etc. porque al final eso es lo que nos hace fuertes. De hecho, en los momentos en los que hemos crecido de forma más notable es cuando hemos remado unidos.
Por este motivo, entre mis objetivos se encuentra, sin duda, el afianzar las relaciones con todas las Asociaciones, las Interprofesionales y las Administraciones porque es completamente necesario para crecer. De hecho, no simplemente me gustaría fortalecer estos vínculos, sino que entiendo que debe ser así y trabajaré para reforzar estos nexos para aunar esfuerzos y llegar mejor preparados a cualquiera de los retos que tenemos por delante y que pasan por la sostenibilidad que comentaba antes, la internacionalización o la imagen de la carne.
¿Qué opinión tienes sobre la proteína alternativa y cómo va a afrontar FECIC este tipo de cuestiones en los próximos años?
En FECIC tenemos un grupo interno destinado a la proteína alternativa y yo fui quien lideró la puesta en marcha de este proyecto. Está formado por empresas que forman parte de la Asociación que elaboran este tipo de productos y también por empresas que no forman parte de FECIC.
Pero esto es un grupo de trabajo que está un poco al margen de la Asociación porque para pertenecer a ella uno de los requisitos fundamentales es ser elaborador de productos cárnicos.
Sin embargo, este grupo de trabajo formado por unas veinte empresas es más abierto en cuanto a las normas para estar en él porque creemos que enriquece que sea así ya que ayuda a compartir experiencias muy diversas.
La finalidad de este grupo de trabajo es muy clara y no pasar por ser una competencia a la carne. Se trata de una visión positiva porque desde FECIC entendemos que los productos a base de proteína alternativa están y deben estar porque en los lineales de los supermercados se requiere y el consumidor los demanda. Por tanto hay que hacerlos y ¿por qué no pueden hacer un embutido sin carne las empresas dedicadas a hacer embutidos con carne?
Por ejemplo, en la industria cervecera toda la vida se ha hecho cerveza con alcohol y son las mismas empresas las que han ido adaptándose a las solicitudes de los consumidores y han creado la cerveza sin alcohol.
La situación del sector cárnico debería ser similar y tendría sentido que fuera la industria cárnica la que elabore productos similares sin carne, ya que tienen los conocimientos y la estructura para poder hacerlo. Simplemente tendrían que hacer uso de otros ingredientes, que ya sabe- mos que no es fácil, pero la experiencia está ahí y es una oportunidad que con el libre mercado está claro que, o cubrimos ese espacio desde España con nuestras empresas, o llegará cualquier otra de fuera para hacerlo.
Por tanto, desde FECIC somos partidarios de ayudar a las empresas del sector que quieran hacer productos a base de proteína alternativa pero nunca entrando en competencia con la carne ni hablando mal de ella, por supuesto.
¿Cómo vas a abordar la creciente preocupación por el bienestar animal en la industria cárnica?
Cumplir los estándares de bienestar animal es un reto completamente supe- rado. El desafío en ese sentido quizá está más en contar al consumidor que las imágenes que ve en Youtube no se corresponden con la realidad de esta industria.
Lo que sí nos preocupa es la implantación del bienestar animal en la producción primaria porque eso puede condicionar bastante la capacidad productiva del sector. Es un tema complejo porque hay que cumplir con el bienestar animal y para eso se precisan mejoras en las explotaciones, pero además se requieren unos permisos de los ayuntamientos para que autoricen las diferentes adecuaciones de las instalaciones. Conjugar todo eso no va a ser nada fácil, ni lo está siendo de hecho ya en algunas explotaciones que se encuentran sumidos en ello.
En materia de bienestar animal lo cierto es que se está haciendo un gran trabajo y está muy bien siempre y cuando exista un cierto equilibrio.
¿Te preocupa la reducción en el consumo de carne? ¿Qué se puede hacer para frenar esta tendencia?
Aquí habría que segmentar por qué exista esta disminución, ya que en algunos casos no se puede hacer mucho. Esa gente que no la consume por cuestiones de creencias no lo podemos cambiar nosotros como industria. Pero quizá todas esas personas que dejan de comer carne a causa de una cierta desconfianza en el sector sí que deberían ser un punto de preocupación en el que tenemos que trabajar como industria para eliminar suspicacias generadas con motivo del etiquetado o preocupaciones devenidas de alertas alimentarias que crean mucha alarma social.
Por ello, en puntos de este tipo es donde perdemos consumidores y tenemos que poner el foco para trabajar en cambiar la percepción de la sociedad ante asuntos concretos como estos.
Además, se debe seguir trabajando en el fomento de las virtudes de la carne para que este mensaje vaya calando con más fuerza entre la población. El desafío en este sentido no está tanto en saber que es importante hacer esta labor, sino más bien en cómo hacerlo de forma que sea efectiva realmente.
La subida de precios no ayuda en este sentido, ¿qué opinas sobre esta problemática? Después del covid19 y con la llegada de la guerra de Ucrania no ha hecho más que aumentar más y más los costes. Ahora, con el espacio que se ha creado en la producción se están disparando aún más los costes. Se trata de una preocupación, pero tiene difícil arreglo. Lo que nos corresponde ahora es luchar para que no vaya a más.
¿Qué opinas sobre las normativas regulatorias en las que trabaja la Comisión Europea y que parece que no favorecerán demasiado a nuestras industrias cuando entren en vigor?
Me preocupan bastante porque creo que hay que legislar, pero también se debería valorar la capacidad que tienen todos los estados miembros para poder aplicarlas y tener garantías de que realmente se van a poner en práctica porque, de no hacerlo, se generarían desequilibrios.
Yo creo que en Europa se está legislando y se trabaja en aditivos, bienestar animal, o asuntos nutricionales, por citar algunos, y está muy bien, pero se pueden generar problemas en la producción porque no resulta sencillo para las empresas hacer cumplir todas ellas con la máxima solvencia.
¿Crees que tanta regulación puede penalizar nuestra competitividad?
Evidentemente es un problema que tenemos desde el sector porque ir poniendo cada vez más legislación no siempre se puede implantar de forma sencilla y, especialmente cuando son asuntos europeos, a veces su implantación resulta menos compleja en algunos países, pero en otros puede ser prácticamente imposible. Por eso hay que ser muy cuidadoso a la hora de establecer según qué tipo de nuevas legislaciones.
Hay que ver hasta dónde regulamos y una norma aplicada en un sitio puede condicionar la producción de ese lugar.
Hay que consensuar siempre bien con el sector para exponer y dialogar sobre dónde está cada uno, hasta dónde se puede llegar con según qué normas y cómo se encuentran. Creo que a veces se va muy rápido legislando y se pasan por alto algunos pasos necesarios.
¿Cómo crees que van a evolucionar el mercado de las exportaciones en los próximos años?
Creo que hay que trabajar duramente en encontrar nuevos mercados porque