ACTAS 4, 5 y 6 abril abril
2017
Edita Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Aragón Año de publicación: 2018 ISBN: 978-84-608-8580-1 Depósito Legal: Z-800-2018 Impreso en España Diseño y maquetación Ana Durán Boldova
© Autores de los textos Recoge los contenidos presentados a I Congreso de Arqueología y Patrimonio Aragonés (CAPA)
ACTAS 4, 5 y 6 de abril de 2017
Editores
Comité organizador
Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde Presidencia Dña. Josefina Cambra Giné Vicepresidencia Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde Miembro de Honor D. Francisco Javier Lambán Montañés Secretariado Dña. Agnès Creus Dña. Ana Durán Boldova
Comité Científico
Vocales y
coordinadores
Aragón: D. José Ignacio Lorenzo Lizalde Cádiz: Dña. Virginia Pinto Toro Cantabria: D. Lino Mantecón Callejo Córdoba: Dª. Silvia Carmona Berenguer Galicia: D. ª M. Carmen García Cabezudo Granada: Dª. María José Mártir Alario Sevilla: D. Marcos A. Hunt Ortiz
Alicante: Dña. Araceli Guardiola Martínez y D. Fernando E. Tendero Fernández Asturias: D. Nicolás Alonso Baleares: D. Mateu Riera Rullan Castilla la Mancha: Dña. Ana Mª Segovia Fernández Madrid: D. César Heras Martínez Murcia: D. Antonio Javier Murcia Muñoz Valencia: D. Llorenç Alapont Martín Navarra: D. Jaime Aznar Auzmendi
PRÓLOGO
La Arqueología Profesional
España: 27 años construyendo la profesión desde los Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias en
El Congreso Nacional de Arqueología Profesional (CNaP 2017) que se ha celebrado los días 4, 5 y 6 de abril del 2017 nace en el seno del Consejo General de Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias, contando con el apoyo del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Aragón. Emerge con el objetivo de mostrar a la sociedad la calidad de los trabajos que desarrollan los profesionales de la arqueológica y su voluntad de comunicar a la sociedad el resultado de sus investigaciones. El Consejo General de CDL agrupa a más de 1.500 arqueólogos profesionales, de todo el Estado español, que pese a la dura crisis que padecemos han manteniendo los estándares de calidad en su actividad profesional. El principal fundamento del Congreso es incrementar la cultura científica, tecnológica e innovadora en el ámbito de la Arqueología, la presentación de la realidad actual de la arqueología profesional y su actual problemática, las novedades en el campo de la investigación arqueológica profesional en España, la aplicación de nuevas tecnologías en este campo, su plasmación en la didáctica del patrimonio arqueológico, en la musealización y la divulgación de yacimientos. En el acto de inauguración contamos con la presencia del Director General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón Ignacio Escuin Borao, en representación del Presidente de la Comunidad Autónoma; del Director del espacio CaixaForum Zaragoza D. Ricardo Alfós; y de la Presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Filosofía y Letras y Ciencias y Presidenta del Congreso, Dña. Josefina Cambra, junto con el Decano del Colegio de Filosofía y Letras y Ciencias de Aragón y Vicepresidente del Congreso, D. José Ignacio Lorenzo. Desde Portugal, la conferencia inaugural la dictó la Dra. Dña. Eva PargaDans, sobre “La situación de la arqueología comercial en España: Perspectivas futuras y vías de investigación”, la mayor especialista en la materia en nuestro País. Durante tres días más de 100 profesionales, han acudido a este encuentro donde se han presentado 70 comunicaciones y 10 poster y se han desarrollado 3 mesas de debate. La calidad y nivel de las propuestas presentadas dotan al evento de un alto nivel innovador, y supone un referente a nivel del territorio español. Este Congreso supone un antes y un después, dejando patente la labor desinteresada que desarrollan la gran mayoría de los arqueólogos que trabajan todos los días sobre este patrimonio y que están contribuyendo positivamente al conocimiento del Patrimonio y la formación permanente mostrado por la incorporación de las nuevas tecnologías. Hemos realizado un largo recorrido para consolidar nuestra profesión de arqueólogos. En 1983 se constituyó la Asociación Profesional de Arqueólogos integrada mayoritariamente por profesores universitarios de Madrid. En 1984 se crea la Comisión de Patrimonio en el seno del CDL de Cataluña en la que forman un grupo de trabajo los arqueólogos quienes en 1987 organizan en Barcelona las I Jornadas sobre la situación profesional en la arqueológica, con asistencia de profesionales de otras CCAA.
En 1990 se constituyen las Secciones de arqueología de los CDL en Madrid y Zaragoza. En 1992 se crea la del CDL de Castellón-Valencia y posteriormente Castilla-León, Alicante, Sevilla-Huelva, Granada-AlmeríaJaén, Málaga, Cádiz, Baleares, Castilla la Mancha, Asturias, Galicia, Murcia, Navarra, Cantabria. En 1998, a propuesta de la Sección de arqueología de Madrid comienzan unas reuniones semestrales, con la participación de asociaciones profesionales. La última se celebró en 2009. Uno de los objetivos de las Secciones de arqueología de los CDL era el tener presencia en el Consejo General de CDL y en el programa de la Presidencia del Consejo del 2008 se contempla la creación de una Comisión de Arqueología que realiza su primera reunión el 28 de febrero del 2009, en la sede del Consejo de Madrid. La decisión de redactar el Código de la profesión fue aprobada por el Pleno del Consejo General en el 2014. Se nombró una comisión integrada por tres especialistas para la redacción del documento, integrada por el Doctor. Felipe Criado-Boado, Profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Director del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC (INCIPIT) quien ha trabajado sobre aspectos de la profesionalización de la arqueología; la Doctora Silvia Carmona Berenguer, Decana del Colegio de Córdoba y arqueóloga profesional en ejercicio con un largo curriculum; ésta participó con anterioridad en la redacción del Código de la profesión de arqueólogo que fue aprobado en 2001, por todos los representantes de los CDL que contaban con Sección de arqueología. Finalmente el Doctor José Ignacio Lorenzo Lizalde, Decano del CDL de Aragón, con una dilatada experiencia profesional y que fue ya impulsor del precedente Código de la Profesión de arqueólogo. El Código fue aprobado por unanimidad en el Pleno del Consejo General el 28-29 de noviembre de 2014. Otro de los objetivos del colectivo profesional era el contar con un Congreso Nacional de arqueología profesional y en el Programa de la Presidenta del Consejo se incluye este punto. Este I Congreso pretende ser un lugar de encuentro y de debate, en el marco de Consejo General de CDL. En la actualidad la profesión está sumida en una profunda crisis motivada por la crisis económica que ha afectado a la construcción y a la obra pública en España. A pesar de que el colectivo se ha visto reducido en más de un 60% este encuentro muestra su vitalidad. A pesar de esta situación de crisis evidente, desde mi veteranía no puedo menos que valorar la consolidación de la profesión. Ya contamos con títulos universitarios en varias universidades, tanto a nivel de grados como de máster. Se ha creado una estructura administrativa en la que la arqueología está presente en todas las CCAA, contando con cargos directivos ocupados por compañeros de nuestra profesión. El Consejo de Europa está comprometiéndose cada vez más en los temas que afectan al Patrimonio Cultural común. Su comité europeo para los problemas criminales está trabajando con un proyecto de Convención del Consejo de Europa sobre las infracciones que tratan sobre los bienes culturales, sensibilizado especialmente con el tráfico ilícito de bienes culturales, especialmente en los países en guerra. Es preciso que los arqueólogos, desde el Conejo General podamos participar en las organizaciones europeas para aportar nuestro conocimiento.
Esperamos que este CNaP se institucionalice con una periodicidad bianual. Hemos intentado que el Congreso sea lo más participativo posible, contando con las limitaciones de tiempo. En esta línea se solicitó que los participantes manifestaran cuales eran los objetivos que consideraban más relevantes: El resultado ha sido muy variado, valorando la necesidad de un cambio normativo, trabajando por contar con un reglamento de arqueología que homogeneice los procedimientos. Algunos compañeros envidian el llamado modelo francés. Solicitan impulsar la Ley de Mecenazgo para dinamizar las intervenciones sobre el Patrimonio Cultural. Se ha valorado el contar con un visado colegial regulado y que en las licitaciones públicas aparezca separado lo que es obra de lo que supone la intervención arqueológica y contar con convenios laborales aplicables. Finalmente tenemos que agradecer el apoyo de todos los CDL integrados en el Consejo General sin cuya colaboración este Congreso nunca se hubiera realizado. Agradezco a todos los compañeros que han participado en la organización del Congreso y a quienes ha presentado sus trabajos para que todos constaremos la calidad de la profesión en España. Seguiremos trabajando por los profesionales desde en Consejo y espero volver a vernos todos en el 2019.
Zaragoza, 14 de junio de 2017
Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde. Vicepresidente del CNaP 2017
1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL
5
4
Sistemas de Teledetección
Dibujo y Realidad Virtual
6
Programas de Gestión
1. Investigación profesional
2. Arqueología de urgencia
5. Sistemas de Teledetección
8. Apps
3. Arqueología preventiva
6. Programas de gestión
9. Redes Sociales
4. Dibujo y Realidad Virtual
7. Tendencias en difusión y divulgación
10. Póster
S U M A R 259-265
267-275
I
O
LA ERMITA DE SAN LÁZARO COMO EJEMPLO DE LA APLICACIÓN TOTAL DE LA FOTOGRAMETRÍA Autores: José Manuel Crespo Valero, Celso M. Sánchez Mondéjar, Juan Gallardo Carrillo y Francisco Ramos Martínez NUEVAS TECNOLOGÍAS Y DOCUMENTACIÓN GRÁFICA PROFESIONALIZADA EN LA ARQUEOLOGÍA DE LAS ISLAS BALEARES Autores: Josep M. Puche Fontanilles y Mateu Riera Rullan
277-281
ESCÁNER 3D Y ANASTILOSIS COMO SISTEMA DE DOCUMENTACIÓN Y ALTERNATIVA A LA IMPOSIBILIDAD DE CONSERVAR IN SITU RESTOS ARQUEOLÓGICOS Autores: Jorge Angás Pajas y Nuria Ramón Fernández
283-289
NUEVAS TECNOLOGÍAS EN EL REGISTRO GRÁFICO DEL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO. EVOLUCIÓN, CASOS DE ESTUDIO Y BALANCE Autor: Fernando Cotino Villa
291-296
299-308
PATRIMONIO “FANTASMA”: FOTOGAMETRÍA PARA MANTENER VIVO EL PASADO Autor: Gonzalo García Vegas ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE LA APLICACIÓN DE TOMOGRAFÍA ELÉCTRICA Y GEORRADAR EN YACIMIENTOS PROTOHISTÓRICOS: CORRESPONDENCIA ENTRE REGISTROS Y RESULTADOS DE LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL OPPIDUM PROTOHISTORICO DEL CERRO DE LAS CABEZAS (VALDEPEÑAS, CIUDAD REAL)
Autores: José Luis Sánchez Sánchez, Tomás Torres González, Julián Vélez Rivas, Domingo Fernández Maroto, José Javier Pérez Avilés, Jesús Sánchez Vizcaíno y Óscar Merlo Espinosa
309-315
GEOFÍSICA ARQUEOLÓGICA: DESDE Y PARA LA ARQUEOLOGÍA Autores: Roger Sala Bartrolí , Helena Ortiz Quintana Escardivol y Pedro Rodríguez Simón
318-325
LA PLATAFORMA SMARCH Autores: Celso M. Sánchez Mondéjar, José Manuel Crespo Valero, Francisco Ramos Martínez y Juan Gallardo Carrillo
327-337
LA RUTA IBEROS EN EL BAJO ARAGÓN: BALANCE DE DIEZ AÑOS DE ACTUACIÓN Autor: José Antonio Benavente Serrano
339-348
NUEVOS SISTEMAS DE DOCUMENTACIÓN EN EL CONJUNTO ARQUEOLÓGICO DE CÁSTULO Autores: Irene Marta Calabria Salvador, Carlos Cid Gaitán, Daniel Jesús López Ferriz y Abel Manuel Jiménez Cruz
349-359
LA ASISTENCIA TÉCNICA DE ARQUEOLOGÍA DEL AYUNTAMIENTO DE TOLEDO Autores: Antonio José Gómez Laguna, Tania Obregón Penis, Juan Ángel Ruiz Sabina, Álvaro Sánchez Ballesteros, Javier García Almarcha y Javier Castro Valentín-Gamazo
4. DIBUJO Y REALIDAD VIRTUAL
4
Dibujo y Realidad Virtual
LA ERMITA DE SAN LÁZARO COMO EJEMPLO DE LA APLICACIÓN TOTAL DE LA FOTOGRAMETRÍA SAN LAZARO´S HERMITAGE LIKE EXAMPLE OF THE TOTAL APPLICATION OF THE PHOTOGRAMETRY
José Manuel Crespo Valero1, Celso M. Sánchez Mondéjar1, Juan Gallardo Carrillo1 y Francisco Ramos Martínez2 Patrimonio Inteligente UNED/Patrimonio Inteligente 1
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Autor de contacto/Contact author: Juan Gallardo Carillo, juangallardo@patrimoniointeligente.com
RESUMEN La intervención efectuada en la ermita de San Lázaro de Lorca consistió en la realización de una serie de estudios arqueológicos en los paramentos y el subsuelo con el fin de obtener información acerca de su evolución constructiva, usos del inmueble, así como datos que sirviesen para un posible proyecto de rehabilitación que permitiese la aplicación de materiales y técnicas constructivas similares a las originales. La ejecución de este estudio arqueológico necesitó, previamente a cualquier actuación, la realización de un levantamiento fotogramétrico que permitiese diferenciar y datar los distintos paños y elementos conservados en la ermita. Para ello se procedió a efectuar un vuelo con drone para recoger mediante cuatro pasadas, a distintas alturas, fotografías frontales de cada una de las caras de la ermita. De esta forma se obtenía un volumen de documentación gráfica que permitía su posterior reconocimiento en programas de fotogrametría y, finalmente, la obtención, en 3D, del estado del edificio. Topografiado mediante el empleo de estación total, y corregida la imagen se procedería al dibujo de cada uno de sus paños, ello ha permitido iniciar los trabajos de diferenciación de las distintas fases constructivas, apoyadas con una serie de catas murarias que permitieron documentar una serie de revocos superpuestos, algunos de ellos con restos de pinturas murales. Por otro lado, se efectuaron cuatro catas en el subsuelo, que aportaron diversa información sobre la evolución constructiva de la ermita, así como su uso como lugar de enterramiento. Para su documentación se aprovechó, además del clásico dibujo arqueológico, recursos fotogramétricos mediante el uso de fotografía cenital y oblicua de los restos allí aparecidos, permitiendo su incorporación al render del edificio. Todas las actuaciones han permitido obtener nuevos datos sobre la vida de este edificio, al igual que han abierto nuevas hipótesis a investigar en futuras intervenciones.
PALABRAS CLAVE: Arqueología de la arquitectura; Fotogrametría; Dibujo arqueológico; Ermita; Enterramiento.
ABSTRACT The intervention carried out in the shrine of San Lazaro de Lorca consisted in the accomplishment of a series of
archaeological studies in the walls and the subsoil to obtain information about its constructive evolution, uses of the building, as well as data may serve for a rehabilitation project that allowed the application of materials and construction techniques like the original ones. The archaeological study required, before any action, the realization of a photogrammetric survey that allowed to differentiate and date the different walls and elements preserved in the chapel. For this, a flight with drone was carried out to collect, doing four passes at different heights, frontal photographs of each one of the faces of the shrine. In this way, a volume of graphic documentation was obtained that allowed its subsequent recognition in photogrammetry programs and, finally, the obtaining of a 3D model of the state of the building. Surveying using a total station, the images were corrected and would proceed to the drawing of each of its walls; this has allowed to begin the work of differentiation of the distinct phases of construction, supported by a series of murals that enabled to document a series of overlapping plasters, some of them with remains of mural paintings. On the other hand, four archaeological squares were set up, which provided diverse information on the constructive evolution of the hermitage, as well as its use as burial place. For its documentation, in addition to the classic archaeological drawing, it was used photogrammetric resources by zenithal and oblique photographs of the remains found there, allowing its incorporation in the rendering of the building. All the actions have allowed to obtain new data on the life of this building, just as they have opened new hypotheses to investigate in future interventions.
KEY WORDS: Building Archaeology; Photogrammetry; Archaeological drawing; Shrine; Burial.
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4. DIBUJO Y REALIDAD VIRTUAL
1. INTRODUCCIÓN
2. OBJETIVOS
La ermita de San Lázaro se encuentra integrada en el sector I del PIBAL (Plan Integral de Barrios Altos del Ayuntamiento de Lorca), con el cual se pretende sacar a los barrios altos de la ciudad de Lorca de la degradación social sufrida, dentro del cual se encuentra incluida la restauración de las iglesias y ermitas que se localizan en estos barrios, construidas la mayoría a finales de la Edad Media. El sector I donde se encuentra integrada la ermita de San Lázaro, también incluye la parroquia de San José, así como la barriada del Calvario y la de San Lázaro.
El objeto de la actuación arqueológica consistía en la realización de una serie de trabajos arqueológicos previos a la rehabilitación de la ermita, con el fin de obtener información acerca del cuerpo original, así como de las distintas trasformaciones que se efectuaron en ella.
Es bien conocido que, desde el principio de la implantación cristiana en Lorca, las parroquias eran las bases de personificación eclesiástica; eran muestra del modelo de articulación social, y esta ermita era la que probablemente hacía las funciones parroquiales desde finales del siglo XV. Se encuentra emplazada en el área occidental del municipio de Lorca, en lo que se conoce como barranco de Albaricos, y se encontraría a extramuros de la ciudad. Se cree que la edificación sería de finales del siglo XV como se ha podido ver en alguna documentación existente, pero no se conoce a ciencia cierta el momento de su construcción. La ermita ha sido descrita de planta rectangular y de una sola nave, con contrafuertes interiores y artesonado de lacería en madera, formado por armadura de pares y nudillo. Poseía un ventanal de piedra de forma circular, de tracería flamígera bajo medieval, en el lado de la epístola, y elementos ornamentales del renacimiento. Surgió una discusión historiográfica sobre la existencia tras la conquista cristiana de una sinagoga emplazada en la actual ermita de San Lázaro, debido a cierta documentación escrita que sitúa que algunos judíos habitaban en su entorno. Sin embargo, existe un grupo de investigadores que destacan un error en la ubicación de la sinagoga en esta área y la sitúan en el Castillo de Lorca, para lo cual se basan en otros documentos escritos así como en los restos de la sinagoga allí aparecidos.
Figura 1. Fotografía procedente del Archivo Municipal de Lorca, donde se aprecia la ermita de san Lázaro.
Por esta razón, el objetivo era obtener la mayor cantidad de información posible, por lo que se decidió efectuar una serie de catas arqueológicas en el subsuelo, así como un estudio arquitectónico, mediante la aplicación de métodos propios de arqueología de la arquitectura, de que se pudiese relacionar lo existente en el subsuelo con lo construido y ver las trazas de las trasformaciones del edificio.
Es escasa la documentación sobre esta ermita, de ahí que desde el siglo XV aparezca únicamente referenciada como una de las afectadas por los terremotos de 1674. Si que hay algunas referencias a distintas obras de reparación de muros o cubiertas. Ya a mediados de siglo XX, la iglesia sería abandonada y fue tomada por un particular, el cual la utilizó como taller, ocasionando numerosos desperfectos y remodelaciones de los paños y elementos originales.
Figura 2. Fotografía del estado de la ermita de san Lázaro previamente a la realización de los trabajos.
3. METODOLOGÍA
4. RESULTADOS
El levantamiento fotogramétrico del inmueble fue realizado siguiendo las pautas marcadas por las necesidades informáticas y físicas. Previamente a la toma de imágenes, se planificó exhaustivamente la estrategia de captura a seguir, así como la configuración de la cámara acorde a las especificaciones propias del aparato y a los condicionantes lumínicos. Se han empleado dos modelos diferentes de cámara compacta, dependiendo de los objetivos fijados. Por un lado, una cámara montada sobre un dron modelo Phantom Vision 2. Por otro, y por necesidades espaciales, empleamos una Canon Ixus 60 por su ligereza, para las tomas en altura para la sacristía. Una vez establecido el flujo de trabajo, se procedió a la toma de puntos absolutos de los paramentos mediante una estación total, modelo Topcon TopSURV GTS-700, previamente georreferenciados en base a puntos topográficos ya dados. Una vez tomadas las fotos se han trabajado a través del programa Python Photogrammetry Toolbox para generar una nube de puntos dispersa, la cual será procesada posteriormente mediante Meshlab. Con este último programa se proceder a la realización de un mallado y texturizado del modelo 3D a partir de las imágenes, así como la correcta orientación del modelo 3D y la asignación de puntos absolutos extraídos mediante la estación total. Posteriormente se ha exportado cada paramento del modelo en imágenes ráster para ser vectorizadas a través de un programa de dibujo vectorial, en el que se discriminarán por capas las diferentes unidades constructivas. Por último, cada paño murario se ha exportado tanto en formato .dwg como en .pdf representando en ambos los resultados obtenidos.
Figura 3. Ejemplo de fotografía mediante dron
4.1. Resultado de las catas Se efectuaron cuatro catas arqueológicas en el entorno inmediato de la ermita de san Lázaro. Dos de ellas se plantearon en el exterior y otras dos se realizaron en el interior. Las dimensiones fueron de 3x3 metros en cada una a excepción de las catas C1 y C2 que sufrieron, a posteriori, una ampliación con el fin de completar la documentación arqueológica que sirviese para dar soluciones a las fases posteriores que se llevarán a cabo en la ermita. Por ello, por ejemplo, la ampliación de C1 se ejecutó con el fin de hallar la posible escalinata de acceso que se apreciaba en las fotografías de archivo existentes en el fondo de Archivo Espín.
Figura 4. Plano con la ubicación de las catas en el subsuelo y las catas murarias que realizamos. Las actuaciones en la cata 1 permitieron observar, en primer lugar, restos estructurales pertenecientes al espacio emplazado en la parte oeste de la ermita, tal y como las fuentes gráficas señalaban adosadas a la ermita, siguiendo patrones estilísticos y constructivos similares. Localizado el emplazamiento de este edificio, como más tarde explicaremos, pudimos documentar la amortización de los restos. Posiblemente al hallarse en ruinas, ya que fue derribado en los años 60, se colocaron una serie de pavimentos de cemento y hormigón con el fin de emplear este emplazamiento como zona de tránsito. Bajo los pavimentos interiores documentamos las cimentaciones tanto de esta parte de la ermita como del edificio anexo, formado por muros dispuestos sobre los niveles geológicos. En lo que sería la parte exterior del edificio anexo documentamos la rotura de lo que formaría, en su momento, parte del atrio y escalera de acceso a la ermita a causa la realización del sistema de alcantarillado contemporáneo, y que cuya colocación debió precisar la destrucción casi completa de las anteriores infraestructuras allí situadas destinadas al acceso. En dicho emplazamiento únicamente documentamos parte de un nivel de pavimento realizado en ladrillo macizo que discurre paralelo al muro del edificio anexo a la ermita y que alcanzaría seguramente el vano de la puerta de la ermita.
La Ermita de San Lázaro, Lorca, como ejemplo de la aplicación total de la fotogrametría Juan Gallardo Carillo
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4. DIBUJO Y REALIDAD VIRTUAL
Figura 5. Foto del proceso de excavación con la alineación de un muro previo a reforma. La cata 2, realizada también en la parte exterior de la ermita, aportó escasos resultados de interés arqueológico, ya que el metro que existía de depósito arqueológico estaba compuesto principalmente por materiales de arrastre de los cerros del entorno. Pudimos documentar el apoyo de los muros sobre el nivel geológico, así como unos niveles de pavimento realizados, sobre el nivel geológico, mediante lechada de mortero de cal. La cata 3 realizada en el interior de la ermita, permitió documentar la existencia de los pavimentos de la última fase de uso de la ermita, que se hallaban prácticamente sobre los niveles geológicos. Es notable el hecho de que dichos niveles geológicos se encuentran a mayor cota en la parte norte de la cata que en la parte sur. Esta motivación se debe claramente a la presencia de algunos cerros emplazados en la parte norte de la ermita, pero permite que planteemos la hipótesis de que se trate de una zona que en la planta original de la ermita no formase parte de ella, quedando fuera del recinto religioso, siendo en fases constructivas posteriores cuando, la ermita sería ampliada y ante tal orografía, tienen tal vez, que nivelar la superficie destinada a la nueva planta. Por otro lado, se pudo documentar esta cata la existencia de una fosa, situada en su parte sur, compuesta por gran cantidad de materiales cerámicos de época moderna, así como del siglo XIX, colocada perfectamente para su conservación bajo unos pavimentos, como comentábamos, ya inexistentes. Por último, en la cata 4, documentamos la existencia de una serie de fosas que interpretamos como enterramientos. Únicamente en una de ellas encontramos los restos de dos individuos infantiles muy deteriorados, mientras que el resto se encontraban muy alteradas.
Figura 6. Imagen de la excavación de uno de los individuos.
5. CONCLUSIONES Pudimos documentar una a fase más antigua documentada en la ermita de san Lázaro que fechamos en el siglo XV. Se ha llegado a esta conclusión en base al aparejo con el que está hecho el muro en el que se encuentra emplazada la impronta de un rosetón gótico, del cual únicamente se conserva el dibujo del mismo. Este elemento se conservaría hasta que la ermita quedó abandonada y comenzó su proceso de deterioro en el siglo XX, perdiéndose tal elemento decorativo. De esta fase se conservan estructuras visibles, únicamente, en los paños E, W y en el altar. En la cara este se aprecian los restos en la parte inferior de en tramo medio, y de forma puntual en las zonas altas conservadas, ya que las reparaciones y enlucidos de fases posteriores han tapado en gran medida los paramentos de esta fase. Otra zona donde se aprecian estructuras de esta fase encuentra en el paño W interior. El grave deterioro que sufre la cara interna permite observar un aparejo de mampostería de similares características a las del paño E. Aparte son visibles las numerosas alteraciones que se realizaron en el paño con objeto de colocar diferentes elementos, como hornacinas, a lo largo de la estructura en fases constructivas posteriores. En el altar, y en lo que se ha identificado como sacristía, también se han documentado elementos del siglo XV. Estos elementos se corresponden con un paño de mampostería similar a los anteriormente descritos, y que mantienen la misma cronología con los contrafuertes de mampostería con refuerzo de sillares visibles en la cara E y en el interior de la sacristía, delimitando perfectamente la planta original del siglo XV por su parte Norte, siendo la sacristía una construcción datable en fases constructivas posteriores.
Identificamos una segunda fase, fechable por la documentación escrita aportada por el Padre Morote en el siglo XVI, y que ha sido visible durante la realización de las catas murarias. Esta segunda fase se encuentra cubierta por las fases 3 y 4, pudiéndose observar perfectamente en la cata efectuada en la parte central del paño E interior, un paramento muy deteriorado que posee pinturas murales de motivos florales. La tercera fase documentada se corresponde con la efectuada tras los terremotos del siglo XVII en Lorca. Se tienen datos escritos de que fue uno de los edificios, junto con san Pedro, san Juan y santa María, que fue uno de los edificios religiosos que mayores daños tuvo. Además, en esta fase se efectúa una gran reforma en la ermita. La cara sur de la ermita se construye con una solución mixta de ladrillo y mampostería, dejando el primero visto, y colocando sobre la mampostería un enlucido. Desconocemos en la actualidad, por falta más datos arqueológicos, si la planta del siglo XV alcanzaría a tener la longitud que tiene la ermita en esta fase, y que sería la que tiene en la actualidad, o si bien se produce una ampliación de la planta de la iglesia en sentido sur. En la actualidad, en base a la información muraria, esta segunda opción es la que nos parece más adecuada, aunque faltaría, para descartar o aceptar esta hipótesis, una excavación arqueológica para observar la cimentación de estos paños. Si bien la idea de una ampliación de la para sur es una hipótesis que nos plantea a día de hoy ciertas dudas, por el vacío de investigación, un hecho que le da verosimilitud se encuentra en la parte norte de la ermita, donde si se constata la construcción de un espacio, identificado con una sacristía, que poseería un camarín. Este edificio está construido de la misma manera que la fachada sur, tal y como se puede observar en las fotografías de archivo, con una construcción mixta de ladrillo visto y mortero con enlucido. Este nuevo espacio se encuentra adosado a los contrafuertes de la ermita, que como hemos comentado se datarían en el siglo XV. A esta fase se puede adscribir también el edificio anexo a la ermita. Se trataría de un espacio alargado que llegaría hasta el quiebro que se hace cercano a la zona del altar de la ermita. La cata efectuada en la esquina sur de la ermita nos ha permitido observar la cara de su fachada así como los suelos interiores y exteriores. Su longitud se aprecia perfectamente por medio de documentación fotográfica aérea antigua, así como en la presencia de enlucidos similares a los de la interior de la iglesia. Si bien, a partir del recodo los muros poseen otro tipo de acabado. Por tanto, durante esta fase, además de la construcción del edificio se datan los accesos que hay entre él y la ermita, que son dos vanos, tapiados en época contemporánea, uno emplazado en la parte sur de la ermita, y que se pudo estudiar durante la realización de la cata en el subsuelo C-1, y otro junto a la cabecera de la iglesia.
Igualmente, se ha podido observar los cortes que se realizaron en los paramentos para la colocación de hornacinas de los paños laterales, seccionando para ello los muros del siglo XV y XVI. La última fase documentada, la fase 4, se produce en el siglo XX, desde su abandono, destrucción en parte y reutilización por parte de un particular como taller. De esta fase son visibles las improntas de las estructuras interiores, tanto de la parte de la ermita como de la sacristía, que se colocaron para el acondicionamiento del espacio para su nuevo uso, como elementos en yeso para fijar las cubiertas o agujeros de poste para las vigas de dichas cubiertas. Además, se procedió en esta fase al cegado de vanos, y hornacinas con piedras, ladrillos y otros elementos. Parte de los muros, durante su proceso de deterioro y derrumbamientos puntuales fueron reparados mediante colocación de bloques de hormigón y recubrimiento de paramentos con cemento. Igualmente sería tapiada la puerta de acceso a la sacristía por la cara este. La fachada principal también se debió derrumbar durante esta fase, probablemente tras su abandono definitivo a principios de los años 40. Tras la ocupación del edificio por el particular anteriormente comentado, se levantó un nuevo muro de mampostería para cerrar la planta de la antigua ermita, y colocó, a lo largo del tiempo diversas puertas, siendo la última una persiana metálica.
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La Ermita de San Lázaro, Lorca, como ejemplo de la aplicación total de la fotogrametría Juan Gallardo Carillo
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4. DIBUJO Y REALIDAD VIRTUAL
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J.A.
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4. DIBUJO Y REALIDAD VIRTUAL
NUEVAS TECNOLOGÍAS Y DOCUMENTACIÓN GRÁFICA PROFESIONALIZADA EN LA ARQUEOLOGÍA DE LAS ISLAS BALEARES NEW TECHNOLOGIES AND GRAPHIC DOCUMENTATION PROFESSIONALIZED IN ARCHEOLOGY OF THE BALEARIC ISLANDS
Josep M. Puche Fontanilles1 y Mateu Riera Rullan2 2
1 Institut Català d’Arqueologia Clàssica Facultat Antoni Gaudí d’Història de l’Església, Arqueologia i Arts cristianes de Barcelona- Investigador adscrito al Institut Català d’Arqueologia Clàssica
Autor de contacto/Contact author: Josep Maria Puche Fontanilles, jpuche@icac.cat
RESUMEN En la última década se ha asistido a una revolución en la documentación gráfica, la aparición de los SCMD (fotogrametría digital y escáner láser). Estos sistemas superan la limitación de representar en un soporte bidimensional una realidad que es tridimensional, ofreciendo un nuevo abanico de posibilidades narrativas y semánticas hasta ahora irrealizables. Pero todo este potencial viene limitado por su complejidad técnica. No en vano los SMCD se desarrollaron y fueron pensados por y para ingenieros. Esto ha ocasionado que los trabajos de documentación con SMCD en arqueología los hayan protagonizado, mayoritariamente, empresas y profesionales del mundo de la ingeniería, generando no pocas distorsiones. Esta situación se ha ido superando, entre otras vías, con la profesionalización del arqueólogo especializado en Documentación Gráfica, que es capaz de conjugar los conocimientos técnicos esenciales de los SMCD con el conocimiento de la realidad arqueológica y de sus servidumbres. En esta comunicación se presentan, a nivel de ejemplo, el caso de diversos proyectos realizados en Baleares (Archipiélago de Cabrera, Son Peretó de Manacor y Cova del Molí d’En Gaspar de Sineu) en donde se ha optado por la participación de arqueólogos especialistas en SCMD mostrando los problemas y dificultades encontradas así como las ventajas conseguidas y la bondad de sus resultados. PALABRAS CLAVE: SMCD; Escáner láser; Fotogrametría digital; Profesionalización; Dibujo.
ABSTRACT In the last decade there has been a revolution in the graphic documentation, the appearance of the SCMD (digital photogrammetry and laser scanner). These systems overcome the limitation of the traditional representing the threedimensionality reality in two-dimensional support. But all this potential is limited by its technical complexity. The SMCDs were developed and thought by and for engineers. This has caused the documentation work with SMCD in archeology to lead them to engineers and technicians, creating various types of problems. This situation has been overcome with the professionalization of the archeologist in Graphic Documentation, which is able to combine the essential technical knowledge of the SMCD with the knowledge of the archaeological reality and its easements. In this communication we present the case of various Balearic projects (Archipelago of Cabrera, Son Peretó de Manacor and Cova del Molí d’En Gaspar de Sineu). There, it has been chosen by the participation of specialist archeologists in SCMD showing the problems and difficulties encountered, as well as the advantages achieved and the goodness of its results. KEY WORDS: MDAS; Laser scanner; Digital photogrammetry; Professionalization; Drawing.
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4. DIBUJO Y REALIDAD VIRTUAL
INTRODUCCIÓN Para ver hacia donde estamos andando hay que saber en dónde se está. Y no se puede saber dónde se está, sin saber de dónde se viene. El dibujo arqueológico, tal y como lo conocemos, nace de una doble tradición y de una revolución. La tradición se remonta a finales del siglo XV, en el momento en que el despertar del interés por los vestigios arquitectónicos de época clásica, sobre todo los situados en la ciudad de Roma, llevó a la necesidad de mostrar y entender esa arquitectura que se consideraba modélica y paradigmática. Aparecieron, así, dos tipologías de dibujos claramente diferenciadas: el dibujo de carácter pictórico que serviría para mostrar esa realidad arquitectónica a quien no pudiese visitarla (auténticas postales), y el dibujo de carácter analítico que buscaba entender la quintaesencia de la arquitectura clásica. Para poderla, así, después, aplicarla a la arquitectura contemporánea. No en vano es en este momento histórico cuando se establece que el dibujo de los monumentos de época clásica forma parte esencial e ineludible de la formación de quien quiera llegar a ser arquitecto. Figura 1. Codex Escurialensis (circa 1481) y planta del Panteon de Palladio (1570) Así, desde Giuliano da Sangallo (1445-1516) hasta Choisy (1841-1909), cualquier arquitecto que se preciase aspiraba a poder dibujar arquitectura romana para conseguir una correcta y completa formación profesional. No en vano, tanto Alberti como, sobre todo, Palladio, quizás los tratadistas más influyentes en arquitectura hasta el siglo XX, postulan y verbalizan
esa necesidad de dibujar y documentar gráficamente, hasta la saciedad, los vestigios de época romana. La figura más relevante de este momento es, sin duda alguna, Piranesi (1720-1778). Y lo es no tanto por la calidad de sus dibujos y “vedute” si no por su conceptualidad. Fue él de los primeros en usar líneas discontinuas para indicar la continuación de estructuras ocultas o desaparecidas, fue el primero en diferenciar claramente las líneas que indican la parte real conservada de las que marcan la parte restituida o supuesta. Y fue el primero en dedicarse a realizar sondeos arqueológicos en puntos determinados para poder entender el recorrido de tal o cual estructura. No en vano se le atribuye la paternidad de la frase “disengo per capire, ma solo poso disegnare quello che capisco”, principio epistemológico de una contundente modernidad y que es (tendría que ser) completamente vigente. La revolución aparece con Gaspard Monge y la publicación de su Géométrie Descriptive en el año 1798. Monge es conocido por ser el padre de la geometría descriptiva y el codificador e ideólogo de la proyección diédrica. Todo dibujo de carácter técnico que se realiza desde inicios del siglo XIX sigue sus postulados, ya que resuelve de forma eficaz y elegante el mayor problema al que se enfrenta cualquier dibujante: cómo representar en una superficie bidimensional una realidad que es tridimensional, manteniendo al mismo tiempo una correspondencia geométrica en las tres dimensiones espaciales. Su implementación es tan profunda que en arqueología se aplica de forma continua aunque no se sea consciente de su utilización. El sistema de representación planta-sección-alzado, o los típicos dibujos de materiales cerámicos siguen los preceptos definidos por Monge.
Figura 1. Codex Escurialensis (circa 1481) y planta del Panteon de Palladio (1570)
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Figura 2. Gaspar Monge (1746-1818) y la proyección diédrica Pero lo que no es tan sabido es el papel que jugó Monge en el nacimiento “oficial” de la arqueología como disciplina científica, ya que él fue el director de la expedición científica napoleónica a Egipto. Y fue él quien dirigió el grupo de sabios que determinó los parámetros de qué dibujar, el por qué y de cómo hacerlo, sentando las bases de la planimetría arqueológica de los siglos XIX y XX.
1.1. La 2ª Revolución. La aparición de los SCMD Casi se puede asegurar que la documentación gráfica en arqueología, sobretodo la arquitectónica, prácticamente no ha evolucionado desde la época de Monge. En definitiva, conceptualmente, no hay apenas diferencia entre un dibujo arquitectónico-arqueológico de inicios del siglo XIX de uno de inicios del siglo XXI. Pero el nacimiento del siglo actual vino acompañado con la aparición de una nueva tecnología que está destinada a revolucionar, en el sentido etimológico del término, el concepto mismo de la documentación gráfica. Y no únicamente en arqueología. Nos referimos a los Sistemas de Captura Masiva de Datos (SCMD), que son sistemas que, literalmente, digitalizan la realidad y pueden llegar a reconstruirla, virtualmente, de forma informática. Se consiguen así auténticos clones con una altísima correspondencia métrica y cromática. Su gran virtud es que permiten, por primera vez en la historia, documentar directamente un objeto de forma tridimensional, sin usos de ningún tipo de subterfugio o reduccionismo. Los sistemas hasta ahora existentes, basados en el uso de perspectivas y proyecciones, implican renunciar a una parte considerable de la información disponible, pudiéndose representar solo una parte menor de la misma. Y su éxito depende, en gran medida, de la habilidad a la hora de escoger que parte de esa realidad aparecerá representada.
Los SCMD capturan la totalidad de esa realidad. Y permiten representarla, también de forma tridimensional, sea en una pantalla de ordenador (que simplemente genera una sensación de 3D), sea en una impresora 3D o, próximamente, en sistemas de recreación holográfica. Por primera vez en la historia se puede capturar y representar el mundo 3D en 3D. Y replicarlo y trasmitirlo hasta la saciedad. Los SCMD, que básicamente son la fotogrametría digital y el escáner láser, son sistemas que nacen y se desarrollan en el mundo de la ingeniería. La primera aparece al conjugarse necesidades médicas de visualización del interior del cuerpo humano con el desarrollo del remoting sense para determinar orografías, tanto terrestres como de otros planetas. El segundo es la continuación natural del desarrollo tecnológico de la topografía terrestre, que del taquímetro óptico se pasó a los distanciómetros por impulsos ópticos, de este a la estación total robotizada hasta llegar al escáner láser. Se ha de tener en cuenta que estos son sistemas pensados desde y para la ingeniería y que presentan altas exigencias formativas. No tanto en el uso del instrumental como, sobre todo, en el uso del programario informático que sirve para generar y procesar los datos obtenidos con los SCMD. Esta necesidad de un aprendizaje intenso y el hecho de que este no esté programado dentro del sistema formativo del colectivo arqueológico ha determinado que, en nuestro entorno profesional, se delegue a ingenieros y técnicos la aplicación de los SCMD en la arqueología y el patrimonio histórico. En un estudio realizado el año 2015 (Puche 2016a) se pudieron contabilizar 44 entes (sean empresas, institutos o departamentos) que realicen trabajos de
Nuevas tecnologías y documentación gráfica profesionalizada en la arqueología de las Islas Baleares Josep M. Puche Fontanilles y Mateu Riera Rullan
4. DIBUJO Y REALIDAD VIRTUAL
documentación del patrimonio histórico utilizando SCMD. De estas, 38 son ingenierías o similares. Con esto se puede llegar a afirmar que el 86% de la documentación gráfica en arqueología, usando las nuevas tecnologías, está dirigida y realizada por ingenieros y técnicos, lo que ha comportado la ingenierización de la documentación gráfica en arqueología.
1.2. La ingenierización de la documentación gráfica en Arqueología La preponderancia de ingenieros y técnicos en la documentación gráfica en arqueología ha asegurado la correcta realización técnica de estos trabajos, aspecto importante si se considera la complejidad de su ejecución. No obstante no hay que olvidar que los intereses propios de un ingeniero son radicalmente diversos de los de un arqueólogo. A un ingeniero se le forma, entre otras cosas, para conseguir una máxima exactitud y optimización en su trabajo. Mientras que a un arqueólogo se le forma para que sea capaz de entender una sociedad que ya ha desaparecido. Esta divergencia se visualiza en los aspectos que cada uno de estos colectivos enfatiza. Así, en el caso que nos ocupa y preocupa, los ingenieros hacen hincapié en la exactitud métrica de sus trabajos y en la correspondencia métrica del resultado obtenido. Y, como derivada, en la bondad de la tecnología que se aplica. En un estudio bibliométrico publicado en el 2016 (Puche 2016b, p 197), sobre las publicaciones en revistas de ámbito arqueológico y patrimonio/histórico que muestran el uso de SCMD, se pudo determinar que el 70% de la extensión de estos trabajos se centraban en la descripción de cómo se había realizado la documentación, contra un 8% que explicaba el post-proceso de los datos obtenidos. Y sólo un 5% se dedicaba a las conclusiones que se habían extraído. Sorprende la relación 70%-8% entre la descripción de los trabajos de documentación y los trabajos de post-proceso ya que la práctica determina que una hora de trabajo de obtención de datos pueden llegar a representar días, e incluso semanas según qué casos, de trabajo de post-proceso y elaboración de las mismas. La ingenierización de los SCMD actualmente comportan, de forma genérica, trabajos de alta calidad técnica pero escaso rendimiento filológico, detectándose tanto una abundancia del uso per se de las nuevas tecnologías (sin una reflexión epistemológica previa) como un escaso interés en desarrollar procesos de explotación de los datos obtenidos que sean óptimos
Figura 3. Distribución temática en las publicaciones sobre SCMD y adaptados a las necesidades propias de la arqueología y el patrimonio histórico. En resumen, actualmente se puede asegurar que en los trabajos de documentación gráfica con los SCMD, hay una generalización del predominio del uso de la herramienta sobre el interés del objeto de estudio.
2. EL EJEMPLO DE LAS ISLAS BALEARES En este trabajo se procederá a analizar el uso de los SCMD en tres proyectos arqueológicos ejecutados en las Islas Baleares, uno en el Archipiélago de Cabrera y dos en Mallorca (Manacor i Sineu). Estos tres proyectos, de carácter plurianual, presentan en común, entre otros aspectos, la realización de una reflexión previa de cuáles tendrían que ser los parámetros en los que enmarcar la documentación gráfica. Se pretendía intentar definir, ya desde el inicio de cada proyecto, tanto el objetivo último de esa documentación (por qué se documenta gráficamente, qué se pretende conseguir con esa documentación gráfica), como las necesidades que se generarán. Se determinó que se necesitaba una “buena” documentación gráfica, entendiendo el concepto de bondad dentro de parámetros filológicos. Es decir, que se deseaba que la planimetría generada sirviese para explicar y entender la totalidad de las estructuras que fuesen apareciendo. La bondad geométrica pasaba a un segundo plano jerárquico, lo que no implicaba renunciar a la exactitud métrica. Simplemente se valoró que primase la claridad sobre la precisión. Se fue consciente de la necesidad de utilizar profesionales ambivalentes, es decir, de sujetos
proyectos internos del Instituto como a externos que lo solicitasen), investigar y explorar las nuevas tecnologías de documentación, desarrollando nuevas metodologías de trabajo, y exponer las conclusiones de sus experiencias mediante la docencia avanzada. 2
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1
Esta participación ha sido fundamental, ya que posibilitó usar los diferentes proyectos de las Baleares como un banco de pruebas de las nuevas metodologías de trabajo que se han ido desarrollando y testando (Solà-Morales 2014 et alii, Puche et alii 2015, Lluis et alii 2016, Barradas et alii 2017). Un banco de pruebas condicionado con la necesidad de obtener resultados positivos y, sobre todo, útiles a los fines que perseguía cada proyecto.
2.1. Trabajos realizados
Figura 4. Situación de los yacimientos estudiados
En los tres proyectos, de forma adaptada a las exigencias propias y singulares de cada uno de ellos se han utilizado diversas metodologías de trabajo, normalmente de forma combinada y complementándose unas con otras.
con amplios conocimientos en arqueología y con competencias contrastadas en SCMD. Así se aseguraba un diálogo claro en el interior del equipo, la capacidad de actualizar las previsiones reales de las necesidades que generaban las excavaciones, así como poder determinar las nuevas potencialidades que se fuesen desarrollando al entorno de los SCMD a fin de mejorar la calidad de la documentación gráfica que se generase.
Así se ha utilizado la topografía clásica con el uso de estaciones totales. Este ha sido uno de los primeros instrumentos en ser utilizado, conjuntamente con el nivel óptico, y que, a pesar de la aparición de nuevo instrumental, aún continúa siendo vigente y, a menudo, insustituible. La estación total permite, de forma rápida y fiable, posicionar en cualquier situación y medio, los puntos de referencia necesarios, ya sean de apoyo a otras metodologías de trabajo, ya sea para la realización directa de planimetrías.
Todo esto condicionado con la posibilidad de recursos económicos limitados lo que llevó, en algunos momentos, a realizar una documentación low cost, sin por ello rebajar el nivel de exigencia de su calidad. No hay que olvidar que el carácter insular tanto de Mallorca como, sobre todo de Cabrera, hace encarecer el acceso a determinados servicios y dificulta, a nivel logístico, la adquisición y uso de determinado instrumental. Por fortuna se partía de una participación previa coordinada, en otros proyectos, con otros profesionales del dibujo arqueológico y de la topografía. Aquí sería de remarcar la experiencia adquirida en las excavaciones del Monasterio Bizantino de Cabrera, que al ser un proyecto de larga duración fue testigo de la evolución tecnológica sufrida por la documentación gráfica en arqueología a lo largo de todo este siglo, permitiendo a todo el equipo ser consciente de los retos, dificultades y posibilidades que esta iba generando (Puche 2013). El otro punto de partida fue la colaboración con el Institut Català d’Arqueología Clàssica, en concreto con su Unidad de Documentación Gráfica. Esta fue creada en el año 2005 con la triple finalidad de dar servicio de documentación gráfica en arqueología (tanto a
Siempre dentro de la topografía clásica, se ha utilizado también el GPS Diferencial. Básicamente para georeferenciar puntos o elementos que servirían de referencia a los trabajos de documentación gráfica. En aquellos casos en donde la cobertura vegetal o la proximidad de obstáculos lo permitieron se utilizó como substituto de la estación total. Es cierto que con un GPS diferencial, actualmente, se consiguen precisiones cercanas a los 2 cm., siendo las estaciones totales mucho más precisas. No obstante, ese error es perfectamente asumible en el campo de la arqueología, en donde las escalas de dibujo de referencia son 1/20 y 1/50, con lo que errores, no acumulativos, de 2 o 5 cm. quedan perfectamente absorbidos. En un segundo momento, sobre todo a partir de la segunda decena del presente siglo, se utilizó la fotogrametría digital terrestre. Con esta se posibilitaba obtener proyecciones fotogramétricas verticales y horizontales a gran escala (1/20 y 1/50) lo que aceleró el proceso de dibujo detallado del piedra a piedra. Posteriormente se utilizó, también, para generar modelos 3D con los cuales mostrar, virtualmente, el yacimiento y ayudar a generar secciones y cortes.
Nuevas tecnologías y documentación gráfica profesionalizada en la arqueología de las Islas Baleares Josep M. Puche Fontanilles y Mateu Riera Rullan
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Figura 5 Diferentes trabajos de documentación gráfica En Sineu, a causa de la complejidad geométrica de la cueva estudiada, se utilizó un escáner láser, lo que permitió generar un modelo 3D de la misma, a una resolución centimétrica. Y, finalmente, en Manacor, se han utilizado drones para realizar vuelos fotogramétricos de baja cota con lo que se han podido obtener plantas fotogramétricas de los yacimientos interesados. En la medida de lo posible todos estos trabajos, pero sobretodo los relacionados con la fotogrametría y el escáner láser, se han procesado informáticamente in situ, lo que ha garantizado una correcta correlación entre la realidad y las imágenes y planimetría generada. Procesar en el mismo lugar permite realizar todas aquellas comprobaciones y lecturas detalladas que cualquier planimetría reclama y con una seguridad y fiabilidad difíciles de superar. El uso de estas tecnologías no ha ido en menoscabo del dibujo tradicional a mano. Este, a pesar de sus limitaciones y de que sea una metodología de lenta ejecución, aun es imbatible a la hora de realizar una correcta lectura filológica de los elementos a documentar. A menudo se combinan diversas metodologías, sobretodo la fotogrametría terrestre con
Figura 7. Dibujo tradicional a mano el dibujo manual, con lo que se consigue la precisión y bondad lectora de este último pero con un ahorro significativo de tiempo, que puede llegar a ser ¼ o 1/5 del empleado en el dibujo a mano tradicional.
2.2. Resultados obtenidos Los datos obtenidos con todos los diversos sistemas utilizados han permitido generar una planimetría de buena calidad y rigurosa. Es decir, una planimetría con una exactitud métrica contrastada que se sitúa por debajo de los 2 cm y que contiene un discurso narrativo que explica aquello que está documentado y las relaciones, espaciales y temporales, que se inscriben en él. En definitiva, se ha obtenido una documentación útil que sirve para explicar y entender los yacimientos en donde se ha intervenido.
Figura 6. Procesado informático in situ
Además, se han ensayado diversas formas de expresión que complementen la visión “tradicional” que nos da el uso de la proyección diédrica. Se buscaba tanto crear objetos con un determinado valor estético que hiciese su lectura más agradable (muy útil en publicaciones divulgativas) pero también mostrar, o explicar, determinados elementos o fenómenos difíciles de entender con otras formas de expresión gráfica.
Finalmente, se quiere remarcar que, de forma intencionada, no se ha querido renunciar a la expresividad del dibujo arqueológico “tradicional”, ya que este continua siendo perfectamente válido, y está contrastado con más de 200 años de experiencia. Es cierto que los SCMD, y las nuevas formas de expresión que conllevan, superan las limitaciones inherentes en el sistema de representación diédrica. Pero superar no implica anular.
realidad determinada. Los SCMD lo único que hacen es simplificar y acelerar el proceso de toma de datos y generar nuevos productos gráficos que complementan los generados de forma “tradicional”. Como ya se ha explicado en anteriores trabajos (Puche 2016), los SCMD no han matado el dibujo arqueológico. Simplemente lo han ampliado y han conseguido llevarlo más allá de donde se podría imaginar tan sólo hace una década.
La proyección diédrica continúa siendo un método idóneo para explicar y entender gráficamente una
Figura 8. Imagen Escáner Láser y dibujo arqueológico final
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Figura 9. Nuevas formas de expresión gráfica
Figura 10. Dibujo arqueológico”tradicional” Autor: Miquel Trias)
3. CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
A nivel de la profesionalización del dibujo arqueológico usando los SCMD, la experiencia de Baleares nos ha llevado a la conclusión de que la documentación gráfica en arqueología en el siglo XXI pasa, sí o sí, por la profesionalización del arqueólogo dibujante. Un arqueólogo dibujante que ha de ser un profesional con competencias en SCMD, que sea capaz de desenvolverse dentro de un entorno tecnológico avanzado y complejo, pero que, sobre todo, ha de tener amplias competencias en arqueología. Que sea consciente y conocedor de aquello que está documentando y dibujando. Y que sea capaz de mantener un diálogo constante con el grupo de trabajo, ya que hoy en día, más que nunca, el trabajo arqueológico sólo se entiende desde una perspectiva colectiva e interdisciplinaria. Parafraseando a Goethe, sólo se ve aquello que se conoce. En conclusión para dibujar bien hay que saber mirar bien y sólo quien sabe de arqueología, aquel que tiene una buena formación en arqueología, es capaz de visualizar la faceta arqueológica de una realidad determinada. Los conocimientos técnicos únicamente le darán la posibilidad de usar una tecnología determinada, lo que le tiene que facilitar y ampliar su capacidad de expresar aquello que ha visto y entendido. Los SCMD dan a la arqueología una herramienta muy potente y con un potencial aún por explotar. Pero utilizar estas herramientas, por muy poderosas que sean, sin saber ver es ir a ciegas.
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NOTAS ACLARATORIAS 1
Hasta ahora los únicos sistemas de recreación 3D eran la escultura y las maquetas, que tenían la limitación de ser objetos unívocos y con una muy limitada capacidad de ser replicados. 2 En este cómputo no se incluyen los autónomos o profesionales que van por libre. Se calcula que estos 44 entes han realizado entre un 85 y un 90% de los trabajos de documentación con SCMD en patrimonio histórico. 3 Para abreviar a partir de este momento consideramos, dentro de la voz ingeniero, tanto los ingenieros en si como los técnicos especializados. 4 Proyecto de Recuperación, consolidación y musealización del monasterio bizantino de Cabrera, coordinado desde el Ajuntament de Palma y financiado por dicha institución y por el Ministerio de Medio Ambiente. 5 Proyecto de Excavación, consolidación, adecuación y preparación para las visitas del yacimiento de la Antigüedad Tardía de Son Peretó de Manacor, coordinado desde el Museu d’Història de Manacor, y financiado por el Ajuntament de Manacor i el Consell de Mallorca. 6 Proyecto de investigación arqueológica de la Cueva del Molí d’En Gaspar de ses Cases Noves de Sineu, coordinado desde el Ajuntament de Sineu y financiado por dicha institución y el Consell de Mallorca. 7 El primero en iniciarse fue el de Cabrera, en 2001 y el último el de Sineu, que se inició en 2014. Los tres proyectos, actualmente, aún están en activo. Nuevas tecnologías y documentación gráfica profesionalizada en la arqueología de las Islas Baleares Josep M. Puche Fontanilles y Mateu Riera Rullan
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4. DIBUJO Y REALIDAD VIRTUAL
ESCÁNER 3D Y ANASTILOSIS COMO SISTEMA DE DOCUMENTACIÓN Y ALTERNATIVA A LA IMPOSIBILIDAD DE CONSERVAR IN SITU RESTOS ARQUEOLÓGICOS 3D SCANNER AND ANASTYLOSIS AS DOCUMENTATION SYSTEM AND ALTERNATIVE TO THE INABILITY TO PRESERVE ARCHAEOLOGICAL REMAINS IN SITU
Jorge Angás Pajas1 y Nuria Ramón Fernández2 3D Scanner Patrimonio. Spin Off Universidad de Zaragoza Unidad de Patrimonio Cultural. Ayuntamiento de Zaragoza
1 2
Autor de contacto/Contact author: Jorge Angás Pajas, j.angas@3dscanner.es
RESUMEN Durante los últimos diez años, diferentes tecnologías relacionadas con la geomática han emergido haciendo posible la obtención de una mejor y más detallada documentación geométrica del patrimonio cultural. Una de estas herramientas es el escáner 3D de luz blanca estructurada que permite la digitalización y análisis con una precisión por debajo del milímetro de cualquier bien patrimonial. En esta comunicación planteamos el uso de esta herramienta en combinación con técnicas fotogramétricas para una anastilosis virtual, acompañado de un análisis interpretativo. La experiencia obtenida con estas técnicas geomáticas en la reconstrucción virtual de tres hornos islámicos (uno de parrilla y dos de barras o birlas), aparecidos en una excavación del casco histórico de Zaragoza en la década de los años noventa del pasado siglo, ha representado un punto de avance en la investigación e interpretación de la arqueología urbana, ya que permite el estudio sin necesidad de disponer físicamente de las piezas, ampliando a su vez las posibilidades de documentación de las excavaciones para las generaciones venideras. Estos modelos resultan fácilmente gestionables en formatos estándares de intercambio. Uno de ellos han sido los formatos PDF3D o la especificación estándar WebGL, que constituyen a día de hoy las mejores alternativas para su difusión social de modelos tridimensionales, completando el binomio científico-divulgativo. PALABRAS CLAVE: Escáner 3D; Anastilosis virtual; Fotogrametría; Horno islámico; Preservación; Documentación. During the last ten years, different geomatics-related technologies have emerged making it possible to obtain a better and more detailed geometric documentation of Cultural Heritage. One of these tools is the structured-light 3D scanner that allows reproduction and analysis with sub-millimetre precision of any object, including the heritage assets. In this paper we propose the use of this tool in combination with photogrammetric techniques in order to obtain a virtual anastylosis and interpretive analysis. The experience gained with this Geomatics in the virtual reconstruction technology of three Islamic furnaces (one of them is of grill and the other two of bars or “birlas”), appeared in an excavation of the historic centre of Zaragoza in the decade of the nineties of the last century, has represented a point of advance in the investigation and interpretation of urban archaeology, since it allows the study of parts without having them physically front, expanding at the same time possibilities for documentation of excavations for the generations to come. These models are easily manageable formats exchange standards. One of them has been PDF3D formats or standard specification WebGL, which are today the best alternatives for social dissemination of 3D models, completing the scientific-dissemination pairing. KEY WORDS: 3D Scanner; Virtual Anastylosis; Photogrammetry; Islamic furnace; Preservation; Documentation.
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4. DIBUJO Y REALIDAD VIRTUAL
1. INTRODUCCIÓN Las técnicas actuales de documentación geométrica del patrimonio cultural permiten esbozar cualquier tipo de teoría arqueológica sin la necesidad de intervenir y deteriorar el bien patrimonial mediante el empleo de plataformas virtuales. Dentro de los criterios de la restauración, la anastilosis (del griego ἀνά "hacia arriba" y στύλος "columna") ha sido tradicionalmente ejercida a lo largo de los siglos y paulatinamente matizada como concepto de intervención para la conservación y protección del patrimonio cultural (Carta de Atenas de 1931, Carta de Venecia 1964). Actualmente la reintegración tridimensional que ofrecen las técnicas de documentación, desde los sistemas de escáner a la fotogrametría, constituyen un punto de avance que facilita la investigación y difusión arqueológica. Sin embargo, los nuevos sistemas de representación digital no pretenden de ninguna manera sustituir los sistemas clásicos de representación en papel, en monografías o artículos científicos. Su empleo debe concebirse como una herramienta que facilite el trabajo del conjunto de profesionales que se dedican a la documentación, investigación, protección y difusión del patrimonio arqueológico. De esta manera, la transición entre la representación física y digital debe de entenderse como una herramienta dual que iguale y mejore las posibilidades técnico-científicas del papel como soporte clásico de divulgación científica.
2. OBJETIVOS El objetivo del proyecto consintió en la reintegración virtual de las piezas de tres hornos islámicos aparecidos en una excavación arqueológica del casco histórico de Zaragoza, concretamente en la Plaza de Santo Domingo1, de los que sólo se conservaban los moldes realizados en los años 90 en escayola. Debido a las dimensiones y peso de los mismos, junto a la gran cantidad de piezas que había que encajar y al coste que podría conllevar, se planteó buscar una alternativa que
Figura 2. Tipología de los hornos islámicos de Zaragoza de parrilla (izda.) y birlas (dcha.) (dibujos Gisbert, 1990: 91 y Mostalac, 1990: 69). hiciera factible no sólo su reintegración, sino también el prototipado de los hornos para una posible exposición y divulgación. Estos hornos forman parte de un complejo mayor localizado en el barrio de San Pablo, en el que progresivamente, a la vez que se rehabilitaban los edificios, iba apareciendo una zona industrial centrada en la producción de cerámica (ESCUDERO, 2016: 206). Las tres estructuras de la Plaza de Santo Domingo responden a las dos tipologías encontradas en este área alfarera: uno de parrilla y dos de birlas o barras. La reconstrucción nos ofrecía la posibilidad de disponer virtualmente de los tres modelos, ya que de los anteriores, aunque poseemos una exhaustiva documentación, no se ha conservado resto alguno. Cronológicamente los hornos se sitúan en el mismo periodo islámico. De esta etapa, en la excavación, se distinguieron cuatro fases de ocupación. Nos interesa especialmente la fase III, fechada desde principios del XI hasta inicios del XII, ya que en ella es donde se localizaron, en el extremo oeste del solar, los dos hornos de birlas casi completos, el horno árabe con parrilla y un testar (VVAA, 2007). El sistema de reconstrucción elegido para estos alfares fue la combinación de los resultados obtenidos de un escáner 3D de luz blanca estructurada2 y técnicas fotogramétricas. Para ello se contrató a la empresa de restauración y construcción Rubio Morte, que con la experiencia de Scanner Patrimonio e Industria realizaron los trabajos de reconstrucción tridimensional.
2.1. Descripción
Figura 1. Área alfarera del barrio de San Pablo de Zaragoza (recuadro rojo) y punto marcado de la Plaza de Santo Domingo.
Con la anastilosis virtual del horno bicameral de convección, muy extendido desde antiguo por el Mediterráneo, se ha constatado que la parrilla, único elemento conservado, es una superficie horizontal compacta, de 2,16 por 2,21 m. Esta plataforma presenta ocho filas de toberas paralelas que tienen una separación de aproximadamente unos 22 cm entre ellas, lo que facilita el reparto homogéneo del calor por todo el horno.
279 Figura 3. Modelo tridimensional completo del horno I bicameral de convección. En cuanto a los hornos de birlas o barras, cuyo origen se sitúa en Oriente con una dispersión por todo el Al-Ándalus, la reconstrucción tridimensional nos ha permitido diferenciar la morfología de ambos. El horno II además de ser monocameral, como todos los hornos de este tipo, tiene la planta circular, presenta canal horizontal de alimentación, abertura de acceso al horno, y ha conservado casi 3 metros de altura. En cambio el horno III, del que se conservaron 2,67 m. de altura, aunque también es de tiro directo, vertical, monocameral y de planta circular carece de canal de alimentación. En ambos casos desconocemos el método de cierre del horno. Este sistema de reconstrucción no sólo permitió localizar el brocal de entrada al horno II, sino también el método de reparación de algunas grietas realizado con fragmentos de tejas. En el caso del horno III se localizaron además de las filas de perforaciones de las birlas otras más pequeñas para clavos, situadas en la parte central del mismo. También se ha constatado que ambas estructuras se construyeron con una mezcla de ladrillos y adobes alternando según la conveniencia. En cuanto a la cronología, la mayoría de estas estructuras se sitúan a finales del siglo X y principios del XI, coincidiendo con la datación de los dos hornos de la Plaza de Santo Domingo, aunque estos tuvieron una vida útil algo más prolongada ya que se fecha su cierre a principios del siglo XII.
Figura 4. Modelo 3D del horno II de birlas con canal horizontal de alimentación.
Figura 5. Modelo 3D del horno III de birlas.
3. METODOLOGÍA En el último decenio el desarrollo de las diferentes tipologías de escáneres tridimensionales terrestres ha sido igualmente complementado por una variedad de programas informáticos de correlación automática de imágenes mediante técnicas fotogramétricas (SfM). Este conjunto de técnicas han sido empleadas en excavaciones arqueológicas, permitiendo la generación de una documentación métrica y gráfica prácticamente en tiempo real y, sobre todo, desligada de cualquier tipo de interpretación con elementos que garantizan su verificación (sistemas de coordenadas y cartas de color calibradas). Asimismo, la rapidez y la automatización en la toma de datos con estas técnicas, ha sido aprovechado en el registro de objetos muebles arqueológicos. Sin embargo, estas técnicas complementan a otro tipo de herramientas como los escáneres 3D de “objeto cercano” para bienes muebles. La calidad geométrica, sobre todo, para generar réplicas físicas (en diferentes soportes como poliuretano de alta densidad o resinas) por métodos de mecanizado (sustracción) o impresoras 3D (adición) de los escáneres 3D, les ha conferido un papel relevante en este aspecto. El funcionamiento de este tipo de escáneres utiliza luz estructurada en vez de láser, según unos patrones conocidos que iluminan el cuerpo. El objeto debe ser -al igual que los escáneres de triangulación- de tamaño reducido, actuando a una distancia media de 70 centímetros. Las texturas se pueden registrar, igualmente, gracias a cámaras métricas integradas en el propio instrumento. De esta manera, se obtienen muy buenos resultados de pequeños elementos patrimoniales, consiguiendo precisiones de unas pocas micras. Su uso está muy extendido dentro del registro de esculturas o elementos
Escáner 3D y anastilosis como sistema de documentación y alternativa a la imposibilidad de conservar in situ restos arqueológicos Jorge Angás Pajas y Nuria Ramón Fernández
4. DIBUJO Y REALIDAD VIRTUAL
patrimoniales de dimensiones similares gracias a su agilidad y portabilidad manual. Este carácter le confiere un aspecto altamente relevante como herramienta complementaria para la documentación en zonas de difícil acceso, con la combinación de otro tipo de sistemas de láser escáner 3D terrestres (TLS). La anastilosis virtual de los tres hornos islámicos ha llevado implícito un problema adicional ya que fue necesario interpretar, como si tratase de un puzle, cada pieza con el fin de determinar el resto de fragmentos gracias a las diferentes comprobaciones y simulaciones geométricas. Asimismo, la utilización de técnicas fotogramétricas tuvo como objetivo obtener, de un modo paralelo, la geometría del modelo y su textura. Debido a la dificultad de la morfología de cada una de las piezas, solamente se utilizó la textura resultante de esta técnica. Por esa razón finalmente, se combinó la geometría obtenida con la técnica del escáner 3D de luz blanca estructurada -por su alta precisión- con la textura fotogramétrica, descartando la textura del escáner y la geometría de las técnicas fotogramétricas. El proceso metodológico desarrollado fue el siguiente: 1. Clasificación, selección y predisposición manual de las piezas en cada horno. La organización de cada pieza mediante filas resultó fundamental con el fin de automatizar el proceso de escaneado con piezas a priori correlativas en la secuencia geométrica. El tamaño medio por pieza fue de aproximadamente de 1 x 0,80 metros con un peso medio por pieza entre 25 y 40 kg. 2. Doble escaneado de cada pieza mediante el sistema de escáner de luz blanca estructurada. 3. Adquisición de imágenes de cada pieza mediante técnicas fotogramétricas con un patrón estandarizado de color.
4. Alineación geométrica de la malla tridimensional de cada pieza. 5. Correlación automática de las imágenes con coordenadas de apoyo extraídas de la nube de puntos del escáner, para establecer el trabajo en un mismo sistema de coordenadas, y corrección radiométrica global de las texturas. 6. Generación de la ortofoto de cada pieza mediante técnicas Structure from Motion (SfM). 7. Combinación de la geometría del escáner 3D con la textura obtenida con las técnicas fotogramétricas. 8. Trabajos de comprobación y simulación entre las piezas mediante puntos comunes e hipótesis de unión de las diferentes piezas. 9. Alineación global de cada horno y unión de las líneas de corte y suavizado entre los modelos. 10. Generación del modelo final en diferentes tipos de formatos tridimensionales para su visualización, gestión, difusión y posible prototipado. 11. Análisis interpretativo sobre su morfología final.
Tabla 1. Relación de piezas documentadas con la tipología de cada horno Horno I
8 piezas
Horno de parrilla
Horno II
31 piezas
Horno de birlas
Horno III
26 piezas
Horno de birlas
4. RESULTADOS El uso de este conjunto de tecnologías ha representado un punto de avance como protocolo de trabajo en la interpretación arqueológica de estos tres hornos islámicos. La opción del ensamblaje manual de cada una de las piezas no permitía fácilmente su reconstrucción, debido sobre todo al peso de la estructura y, por ende, a su maniobrabilidad. De esta manera, este tipo de proyectos permiten un número infinito de comprobaciones y simulaciones con el fin de determinar el grado de similitud, geometría y encaje entre el conjunto de piezas que determine, finalmente, cómo fue el conjunto arqueológico.
Figura. 6. Ejemplo de las fases metodológicas llevadas a cabo (toma de datos, alineación de piezas, anastilosis, modelo final) para la generación de la hipótesis arqueológica final del horno III.
Una vez obtenido el modelo completo, resulta fácilmente gestionable en formatos estándares de intercambio tridimensional. Uno de ellos ha sido el formato PDF3D3, que pese a haber sido superado por otro tipo de formatos (compatibles con WebGL), constituye a día de hoy un formato de intercambio válido para su visualización científica y divulgativa.
sobre estos bienes inmuebles que de otra forma se habría perdido, ya que los sistemas de documentación tradicional no permiten interactuar con el objeto, como se puede hacer con esta técnica.
Figura. 7. Ejemplo de visualización del horno II mediante realidad inmersiva sobre el modelo tridimensional en la plataforma sketchfab, con la escala de un avatar de 1,6 m. De este modo permite, sin una experiencia técnica, su visualización tridimensional, la generación de secciones en tiempo real en cualquiera de sus ejes x, y, z, toma de medidas y programación de vistas. Finalmente los modelos se han generado, igualmente, en otro tipo de formatos estándares STL, OBJ, VRML sin compresión para un futuro prototipado de cada horno a escala real. Por último, existen un vasto conjunto de opciones de divulgación de los modelos tridimensionales bajo la especificación estándar WebGL4. La ventaja se traduce en una visualización directa sobre cualquier navegador compatible y dispositivo móvil, pudiendo recrear una visión inmersiva directamente sin la necesidad de visores adicionales.
5. CONCLUSIONES Actualmente, las técnicas de documentación geométrica del patrimonio permiten la realización de una anastilosis virtual como hipótesis arqueológica totalmente inocua para la pieza arqueológica. Con ella se ha facilitado el estudio interpretativo de los restos, ya que se habían conservado las texturas de los mismos. Esta técnica también ha permitido establecer los cambios de materiales constructivos, conocer algunos aspectos estructurales no detectados, las dimensiones de todos los elementos, etc. (ANGÁS y RAMÓN, 2017). En consecuencia, hemos conseguido preservar un porcentaje muy superior de información
Por ello y debido fundamentalmente a las características que impone la arqueología urbana, tanto en escasez de tiempo para trabajar como en restricciones para conservar los elementos inmuebles, se convierte en una magnífica alternativa que permite en cualquier momento no sólo investigar sobre el objeto que ya no está, sino que también ofrece múltiples posibilidades para la divulgación y exposición, al facilitar la reproducción a cualquier escala. Paralelamente este sistema solventa los importantes problemas de almacenaje de los restos arqueológicos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Angás, J. y N. Ramón (2017): “Anastilosis virtual de tres hornos islámicos de Zaragoza como herramienta de interpretación e investigación arqueológica”, en Saldvie nº 16 (2016). Universidad de Zaragoza, pp.: 15-27. Escudero, F. (2016): “Los tambores musulmanes del alfar de la calle san Pablo 95-103 de Zaragoza” en Saldvie nº 11 (2011). Universidad de Zaragoza, pp.: 203-228. Gisbert, J.A. (1990): “Los hornos del alfar islámico de la avenida Montgó/calle Teulada. Casco urbano de Denia (Alicante)”, en (Barrana, A. y Amigues, F. eds.) Fours de potiers et «testares» médiévaux en Méditerranée occidentale. Méthodes et résultats. Collection de la casa Velazquez nº 28. Madrid, pp.: 7592. Mostalac, A. (1990): "Los hornos islámicos de Zaragoza" en (Barrana, A. y Amigues, F. eds.) Fours pottiers et «testares» médiévaux en Méditerranée occidentale. Méthodes et résultats. Collection de la casa Velazquez nº 28. Madrid, pp.: 63-74. VVAA (2007): Ficha “Excavaciones arqueológicas de urgencia en los solares de Plaza santo Domingo nº 25-26. Zaragoza” en (Gimeno, B. coord): Arqueología Aragonesa 1995-2005 (libro y CD). Diputación General de Aragón. Zaragoza.
NOTAS ACLARATORIAS 1
El director de la excavación realizada en 1996 fue José Luis Cebolla. Modelo Artec MHT con una resolución 0,5 mm. y una precisión de punto 3D de 0,1 mm. 3 El formato PDF 3D representa un formato estándar abierto en el intercambio y gestión de modelos tridimensionales, aceptado como tal desde 2008 por la International Organisation for Standardisation ISO 32000-1 y ISO 32000-2. 4 Ejemplos de sistemas basados en Web Graphics Library (WebGL): 3D Hop, Sketchfab, X3DOM, JSC3D, three.js. 2
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4. DIBUJO Y REALIDAD VIRTUAL
NUEVAS TECNOLOGÍAS EN EL REGISTRO GRÁFICO DEL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO. EVOLUCIÓN, CASOS DE ESTUDIO Y BALANCE NEW TECHNOLOGIES IN THE ARCHAEOLOGICAL SITE GRAPHICAL RECORD. EVOLUTION, CASE STUDIES AND ASSESSMENT
Fernando Cotino Villa Arqueólogo col. nº 14.398 Autor de contacto/Contact author: Fernando Cotino Villa, fcotino@gmail.com
RESUMEN Nuevas Tecnologías, TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) o NTIC (Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación) hacen referencia al conjunto de artefactos materiales e intangibles desarrollados alrededor de la informática, las telecomunicaciones, la microelectrónica en sentido amplio que posibilitan la adquisición masiva , almacenamiento y comunicación inmediata de datos. Es de todos conocido que representan un abanico de oportunidades y retos, en la gran mayoría, si no todos los campos del actividad humana. En el presente trabajo se hace un recorrido somero por la forma en que se han ido introduciendo en nuestro campo de trabajo y por la gama de aplicaciones que están encontrando un mayor eco en la Arqueología de los últimos años. A continuación se muestra la utilización de algunas de ellas en el registro, gestión y difusión de actuaciones arqueológicas concretas, con particular énfasis en los trabajos relacionados con la construcción del AVE, en el tramo entre Moixent y l’Alcudia de Crespins (Valencia). También se muestran algunos ejemplos de aplicación en Alba (Teruel) y en Llutxent (Valencia). En el primer caso desarrollamos un sistema integrado de registro específicamente adaptado a la naturaleza de los yacimientos excavados que se cauterizaban por la casi exclusiva presencia de estructuras negativas: silos, fosas y alcorques, de diversas cronologías. Dicho sistema incluía técnicas como la fotogrametría, el láser escáner, el modelado y animación 3D y la gestión de la información mediante Sistemas de Información Geográfica y el GPS. Se presenta, por último, un balance de los resultados y una reflexión sobre la perspectiva que queda abierta con la continua introducción de tecnologías novedosas y la posición en que se encuentra el profesional de la arqueología en medio de una realidad que puede parecer abrumadora, explorando las vías de la colaboración indisciplinar y de la formación de especialistas dentro del campo de la arqueología.
PALABRAS CLAVE: Nuevas Tecnologías; TIC; Arqueología.
ABSTRACT New Technologies, ICT (Information and Communication Technologies) or NICT (New Technologies of Information and Communication) refer to the set of material and intangible artifacts developed around information technology, telecommunications and microelectronics in the broad sense of the term, that make possible massive acquisition, storage and immediate communication of data. It is quite clear to every one that they represent a wide range of opportunities and challenges in the vast majority, if not in all, fields of human activity. In this paper a brief tour through the way they have been introduced in our field is presented, also through the range of applications that are finding a greater echo in the Archeology of the last years. The use of some of them in the register, management and dissemination of concrete archaeological actions, with particular emphasis in the works related to the construction of the AVE (Spanish high speed train), in the section between Moixent and l’Alcudia de Crespins (Valencia) is shown below. Also examples from Alba (Teruel) and Llutxent. (Valencia) are provided. In the first case we developed an integrated logging system specifically adapted to the nature of the excavated sites that were characterized by the almost exclusive presence of negative structures: on-ground silos, pits and cultivation beds, of various chronologies. This system includes techniques as photogrammetry, laser scanner, 3D modeling and animation and information management using Geographic Information Systems and GPS. Finally, an assessment of the results is presented and also a consideration on the position of the professional archaeologist, set in the middle of a reality that can be felt as overwhelming, exploring paths of interdisciplinary collaboration and the training of specialists from the field of Archeology.
KEY WORDS: New Technologies; ICT; Archaeology.
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4. DIBUJO Y REALIDAD VIRTUAL
1. INTRODUCCIÓN Y DEFINICIONES
2. INCORPORACIÓN DE LAS NNTT A LA ARQUEOLOGÍA
Como observadores de la historia, la idea de la asociación de las revoluciones tecnológicas a los cambios económicos y sociales no nos es extraña.
Pese a las definición proporcionadas de NNTT, es difícil establecer una raya y decidir qué forma parte y qué no de las mismas. Aunque escapen ligeramente a la definición, la fotografía y el proceso de datación por C14 constituyen los primeros grandes hitos de la incorporación de desarrollos tecnológicos en su momento de última generación a la arqueología. No obstante, para nuestros propósitos, serán los primeros encuentros de la arqueología con las computadoras los que marquen el punto de inicio.
A nadie escapa que asistimos a un revolución tecnológica de primera magnitud, del nivel de la que acompañó al Neolítico o de la Revolución Industrial sin embargo, la falta de perspectiva y la cotidianeidad a menudo nos impiden una percepción certera de los cambios que estamos viviendo. A la hora de delimitar qué son exactamente estas Nuevas Tecnologías, Tecnologías de la Información y la Comunicación, o, incluso Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación prefiero acudir a una definición que me parece particularmente aclaradora y completa del experto en comunicación chileno Cristobal Cobo (2009: 312) que destaca el aspecto colaborativo: “Dispositivos tecnológicos (hardware y software) que permiten editar, producir, almacenar, intercambiar y transmitir datos entre diferentes sistemas de información que cuentan con protocolos comunes. Estas aplicaciones, que integran medios de informática, telecomunicaciones y redes, posibilitan tanto la comunicación y colaboración interpersonal (persona a persona) como la multidireccional.” J. Cabero, una década antes (1998:198) desde un ámbito más directamente relacionado con la educación y la cultura marca más el hecho de la interconexión. “[...] las nuevas tecnologías de la información y comunicación son las que giran en torno a tres medios básicos: la informática, la microelectrónica y las telecomunicaciones; pero giran, no sólo de forma aislada, sino lo que es más significativo de manera interactiva e interconexionadas, lo que permite conseguir nuevas realidades comunicativas.” Quizá, estas diferencias de matiz y otras que podríamos encontrar con la gran cantidad de definiciones que han sido formuladas están, en buena medida, fundadas en el momento en que han sido formuladas y por el campo del conocimiento desde el que se han planteado. Sin pretender enmendar la plana a nadie y recogienedo los elementos que se repiten recurrentemente, pero permitiéndome el lujo de utilizar un concepto que nos es muy próximo en el campo de la arqueología, propongo la siguiente: conjunto de artefactos materiales e intangibles desarrollados alrededor de la informática, las telecomunicaciones y la microelectrónica en sentido amplio que posibilitan la adquisición masiva, almacenamiento y comunicación inmediata de datos.
Salvo excepciones muy puntuales, no será hasta la década de 1960 y más claramente la de 1970, cuando estos contactos comienzan a ser productivos. A modo de ejemplo, en los años 60 encontramos las publicaciones precursoras de Cowgill (1967), Binford (1968) desde Estados Unidos, Clarke (1968) y Wilcock (Wilcock y Laflin:, 1967, Wilcock, 1973) desde el Reino Unido o J. Gardin desde Francia (Gardin, y Borillo, 1970) y el nacimiento de publicaciones como el Newsletter of Computer Archaeology, de la Universidad de Arizona. Desde 1971 se viene celebrando la Annual Conference on Computer Applications and Quantitative Methods in Archaeology. Pero más que la recensión de las aportaciones más notables, interesa recalcar cuáles han sido las materias que más interés han ido concitando a lo largo del tiempo y cómo han evolucionado. Nos centraremos, por no hacerlo inacabable, en los aspectos más centrales de la arqueología, pero no hay que olvidar los avances técnicos que han ido jalonando la evolución de ciencias que tienen un contacto profundo con la arqueología: como la evolución de las ciencias ambientales o qué no decir de la trascendencia de la genética y la revolución supuesta por la decodificación del genoma humano que está proporcionando una visión tremendamente enriquecida de nuestra evolución como especie. En buena medida, los focos de interés se han ido desplazando en función de la disponibilidad de las nuevas tecnologías, y en este sentido la disponibilidad de costosísimos ordenadores en instituciones de investigación marca la frontera en la primeras décadas, la generalización de los ordenadores personales, la fotografía digital e internet a lo largo de la década de 1990 suponen la democratización del acceso a la NNTT y la verdadera eclosión de su uso. En los años 60’s y 70’s los focos centrales del interés residen en las bases de datos y la estadística, básicamente centrada en la seriación y la clasificación. Se marca también un primer interés en las representaciones gráficas, particularmente mapas de distribución y representaciones mediante histogramas. También se reconoce un cierto interés
por los métodos de prospección geofísica y, en general por la incorporación equipamiento informático a la interpretación y el registro.
repertorio de novedades tecnológicas con aplicación en arqueología se suman el LIDAR y la tomografía computerizada, por citar sólo dos.
Hacia finales de la década, sin obviarse los anteriores, comienza a hablarse de sistemas de registro integrados (y parece que aún no se ha encontrado una solución plenamente satisfactoria) y de almacenamiento de imágenes digitales.
En la actualidad, los trabajos tecnológicamente más punteros versan sobre aplicaciones robóticas, técnicas de registro como la fotogrametría y 3D scanner en el medio acuático, uso de BIM, software open source, open data, webgis, UAV mapping, modelado 3D a partir de video, automatización en reconocimiento de imágenes, uso conjunto del LIDAR con cámaras multiespectrales para la identificación de yacimientos arqueológicos o Big Data y los problemas del almacenamiento y gestión de ingentes cantidades de datos 3D.
La década de los 80’s comienza con una tendencia similar, incorporando a la literatura arqueológica los primeros intentos de automatización del cálculo de matrices estratigráficas, asunto que, como veíamos en el caso de los sistemas de registro integrado, no podemos dar por resuelto. También las simulaciones y las primeras aplicaciones informatizadas en fotogrametría se encuentran con cierta asiduidad en la literatura del momento. Hacia 1984, tomando como hito del lanzamiento del Apple Macintosh, todo comienza a darse la vuelta. La aparición de los ordenadores orientados hacia el consumo de un público generalista cambia de raíz los planteamientos. A resultas de estas novedades, de un lado se vuelve a recorrer el camino de los años anteriores, pero basado en las pequeñas nuevas máquinas. Se vuelve a hablar de bases de datos, de gráficos y de simulaciones, etc, bajo una nueva perspectiva, se incorporan las redes de bases de datos y se empieza a mencionar la publicación electrónica. Por otro lado, con un lanzamiento menos ruidoso, dos años antes se había presentado la primera versión de Autocad. No hace falta insistir en el cambio que ha supuesto la introducción de las tecnologías CAD para el registro arqueológico. Hacia final de la década y principio de la de los 90 se consagra la definitiva popularización del ordenador personal para uso profesional y los primeros GIS capaces de correr en los dispositivos personales generan un primer interés que apenas ha dejado de incrementarse por este tipo de aplicaciones en el ámbito de la arqueología. El siguiente hito es la WWW y retomamos los conceptos iniciales: bases de datos accesibles en linea, publicaciones web y, algo más tarde, SIG con acceso web y las primeras reflexiones sobre museos virtuales. Más o menos en paralelo se comienza a ver publicaciones que hablan de láser escáner, de modelado 3D y realidad virtual. Aunque existían prototipos desde 1975 y modelos en el mercado desde 1991, las cámaras fotográficas digitales no se generalizan hasta la década siguiente. Parecido recorrido registra el GPS de mano . Para entonces da un inmenso salto adelante la fotogrametría y al
3. CASOS DE ESTUDIO Pese al interés que pueda existir por estar actualizado, sin embargo, desde el mundo de la arqueología profesional, hace falta una situación relativamente excepcional, un proyecto con características muy específicas para lanzarse de cabeza al uso extensivo de estas tecnologías. Veremos muy sinténticametne dos proyectos de estas características y cómo, fruto de aquellas experiencias se pudo extender el uso de estas técnicas a proyectos con menores posibilidades económicas. El primer proyecto sobre el que quisiese dar algunas pinceladas es el de la restauración del Pont del Diable o Acueducte de les Ferreres, llevado a cabo por un extenso colectivo interdisciplinar bajo la dirección del arquitecto Joan Albert Adell para el Ajuntament de Tarragona. El papel de Global Geomática S. L. se centró en la documentación gráfica del proyecto, que se llevó a cabo combinando técnicas de topografía clásica, fotogrametría y escáner 3D. A partir de ese aparato gráfico se decidió incorporar toda la información analítica generada tanto en los estudios diagnósticos, como en el proceso de restauración y se generó una aplicación SIG (Cotino, Gimeno y Blasco, 2012) sobre plataforma de software libre que permitía generar diversos tipos de consultas sobre los diagnósticos biológicos, mecánicos y geológicos generados por diversos expertos, así como la información relativa a las actuaciones de restauración y las previsiones de mantenimiento, permitiendo la generación automática de todo tipo de planos sobre la base de dichas consultas. El segundo caso se produce en el curso de unas obras del tren de Alta Velocidad en la provincia de Valencia. Por necesidades de obra y de disponibilidad financiera de los recursos se combinan los factores de manera que es preciso excavar de manera simultánea tres yacimientos a lo largo de la traza con más de 8km de distancia entre los extremos, y con plazos muy cerrados, no sólo para la excavación, sin también para la emisión de los informes arqueológicos preceptivos que permitiesen a
Nuevas tecnologías en el registro gráfico del yacimiento arqueológico. Evolución, casos de estudio y balance. Fernando Cotino Villa
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la Administración competente, autorizar la continuidad de las obras. La naturaleza de los tres yacimientos era homogénea, se trata de un área agrícola donde se han producido notables desmontes y aterrazamientos. El resultado es que, salvo contadísimas excepciones, sólo se conservan estructuras excavadas en el terreno natural: fosas de de características diversas, alcorques y silos (García Puchol et alii, 2014). En estas circunstancias se plantea una estrategia común que permita a cada arqueólogo del equipo, con su cuadrilla, ir avanzando en la excavación sin ocuparse de la exacta localización de los hallazgos ni la documentación exhaustiva del estado final. Para ello tras un decapado del terreno y limpieza superficial se realiza un levantamiento previo de cada estructura mediante el uso de GPS diferencial. Los datos se trasladan a un SIG (gvSIG, en nuestro caso) en el que generamos una extensión con la que produjimos
Figura 2. Estructuras excavadas en Quintaret (Montesa, Valencia). unas fichas de registro de excavación preimpresas en las que ya contamos con el emplazamiento de cada silo o fosa, su planta, cota de referencia, fotografía de estado inicial y números de UE preasignados. En estas mismas fichas se recogen manualmente los datos de excavación, que posteriormente se incorporan a la base de datos mediante un formulario simplificado. Por último, una vez finalizada la excavación en cada área se procede al levantamiento del estado final mediante scanner 3D, A partir de la información generamos plantas georreferenciadas y extraemos las estructuras negativas para modelizarlas y obtener secciones de manera automatizada. A partir de la experiencia del uso y del conocimiento detallado de las posibilidades del uso de estas herramientas: fotogrametría, escáner 3D y topografía clásica, hemos podido incorpora su uso en proyectos de alcance económico mucho más limitando, aprovechando las posibilidades de estas técnicas en beneficio de los proyectos. Así, por ejemplo, en una intervención asociada a la recuperación de un lienzo del Castell de Llutxent en la que se documentaba dicho lienzo con fotogrametría y scanner 3D, se utilizó el subproducto, la proyección cenital de la nube de puntos del área externa del castillo no sólo para trazar la planta de las estructuras documentadas en excavación sin necesidad de un levantamiento ex profeso, sino también para calcular con precisión la alineación de una de estas estructuras con otra registrada en una excavación anterior, llevada a cabo tiempo atrás por otro profesional y de la que carecíamos de documentación detallada lo que permitió identificar el antemural del castillo, del cual no se tenía constancia previa alguna.
Figura 1. diversas vistas y ventanas del SIG del Pont del Diable (Tarragona).
En el caso del castillo de Alba (Teruel) , en los estudios previos par la redacción de un Plan Director, mediante la combinación cuidadosa y muy medida de topografía clásica, láser escáner y fotogrametría generamos un levantamiento completo de manera que, a partir de un
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Figura 3. Proceso de registro en trabajos del AVE.
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obtener de modo automático las secciones de mayor interés del conjunto del yacimiento. Limitamos el uso del scanner 3d a los elementos emergentes (lienzos de muralla y ermita) que requerían un levantamiento.
Figura 4. Detección de alineación de estructuras de distintas campañas junto al Palau de Llutxent, Valencia.
Con estos elementos más la implantación de una red topográfica local cubrimos la totalidad de las necesidades de documentación gráfica, no sólo para la redacción del Plan Director, sino que han constituido la base planimètrica para la generación de dos proyectos de restauración diferentes firmados por arquitectos diferentes, así como sucesivas campañas arqueológicas.
4. PERSPECTIVA Toda esta avalancha de tecnología no debe gestionarse de manera que resulte abrumadora, o que conduzca a callejones sin salida.
Figura 5. Generación de curvado de nivel a partir de modelo de elevaciones. Castillo de Alba, Teruel.
Las múltiples oportunidades que se nos brindan para mejorar la calidad de nuestros trabajos, nuestra eficiencia y nuestra productividad, sin la orientación adecuada, pueden devenir en jerga, en moda o en caros entretenimientos de arqueólogos, tomando prestada la expresión de Miquel Barceló. La correcta conceptualización de estas tecnologías es, a mi juicio, entenderlas como herramientas y nuestra responsabilidad cuando encaramos nuestros proyectos es conocer su existencia, sus potencialidades, sus costes y sus límites, al menos de una manera sumaria. Cada cual adoptará para su trabajo, o mejor, para cada trabajo, las que juzgue más adecuadas. Los
Figura 6. Generación de ortofotografía mediante UAV. Castillo de Alba, Teruel.
vuelo fotogramétrico obtuvimos un ortofotoplano del yacimiento y su entorno. Para que un levantamiento fotogramétrico mantenga la la métrica con precisión la corrección del pixelado de la imagen ha de hacerse teniendo presente el relieve, dicho de otro modo, ha de tener detrás un modelo métrico correcto. En nuestro caso aprovechamos el modelo métrico subyacente para generar un curvado de nivel muy detallado y para
Figura 7. Nube de puntos del escaneo de estructruas emergentes. Castillo de Alba, Teruel.
profesionales que mejor las entiendan en el sentido indicado, estarán en mejor disposición de exprimir sus potencialidades a la hora de llevar a cabo sus proyectos. Otro aspecto a considerar es cómo, mediante qué profesionales integramos las NNTT en nuestros procesos de trabajo. Contamos con dos vías principales: la especialización de los profesionales de la arqueología y la colaboración interdisciplinar. En el primer caso, se cuenta ya con una sólida tradición de investigadores que partiendo del ámbito académico de la Arqueología, generalmente por la vía de las estancias en otras instituciones científicas, se han formado en paleoantropología, antracología, petrología y una largo etcétera de disciplinas con el fin de desarrollar proyectos de investigación con enfoques muy específicos. Algo más lentamente y con grandes dificultades, la misma tendencia se registra en el apartado del ejercicio libre de la profesión, donde cada vez más encontramos profesionales que viven de parcelas concretas del desempeño arqueológico. Cabe suponer que la incorporación al mercado laboral de quienes están tomando la formación especializada a la que aludíamos, muy particularmente en el ámbito de las NNTT, incrementará substancialmente la disponibilidad de profesionales con dicho perfil. Si nos ceñimos al ámbito de la representación gráfica, la incorporación de las NNTT ha sobrevenido por la combinación de dos factores: la incorporación de las técnicas digitales de CAD al dibujo, habitualmente de la mano de los dibujantes más osados a lo largo de la década de 1990, y por otro lado, la irrupción de la fotografía digital, a principios de la siguiente. De aquí en adelante las líneas de especialización han ido hacia 3D y la virtualización por un lado, y hacia el GIS por el otro. Si estos son los rasgos de la especialización desde la arqueología, también se ha recorrido el camino inverso, esto es, hacia la arqueología. Profesionales y empresas, muy frecuentemente de topografía se han acercado a la arqueología y, en términos generales a la documentación gráfica del patrimonio. Básicamente esos son los dos caminos que hay trazados: la especialización desde la arqueología, y la especialización hacia la arqueología. Bajo mi punto de vista, el escenario ideal sería el de poder contar con todos los especialistas desde el ámbito de la arqueología, pero es un escenario que dista mucho de ser realista.
su vez, requieren de una formación específica costosa. El desarrollo de estas carreras, cuando es posible, difícilmente encuentran posibilidad de sostenibilidad económica fuera de una institución de investigación. La experiencia indica que a lo sumo la documentación gráfica y la paleoantropología constituyen en algunas ocasiones una excepción en el ámbito del ejercicio libre de la profesión.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Binford, S.R., y L.R. Binford (Eds.). (1968): New perspectives in archaeology. Chicago: Aldine Publishing Company Cabero, J. (1998): “Impacto de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en las organizaciones educativas”. En Lorenzo, M. y otros (coords): Enfoques en la organización y dirección de instituciones educativas formales y no formales (pp. 197-206). Granada: Grupo Editorial Universitario. Clarke, D.L. (1968): Analytical Archaeology, A. London. Methuen and co. Cobo Romaní, J.C. (2009): “El concepto de tecnologías de la información. Benchmarking sobre las definiciones de las TIC en la sociedad del conocimiento”. ZerRevista de Estudios de Comunicación, vol.14, nº 27. pp 295-318. Cotino, F., J. Gimeno y J. Blasco (2013): “Integración de gvSIG en los procesos de trabajo de una empresa geomática”. 9ª Jornadas Internacionales gvSIG. Valencia, 27 al 29 de noviembre de 2013. Disponble en línea https://www.youtube.com/ watch?v=ZQUGpmYTTfY Cowgill, G.L. (1967): Computer applications in archaeology”. Proceedings of the November 14-16, 1967, fall joint computer conference of Anaheim, California (pp. 331-337). ACM., New York García Puchol, O. et alii. (2014): “Hábitat, marco radiométrico y producción artesanal durante el final del Neolítico y el Horizonte Campaniforme en el corredor de Montesa (Valencia). Los yacimientos de Quintaret y Corcot”. Archivo de Prehistoria Levantina, 30. Valencia. Gardin, J.C. y M. Borillo (1970): Archéologie et calculateurs. CNRS, Paris. Wilcock, J.D. y S. Laflin (1969): Computer applications in archaeology. In Datafair 69, Abstracts of the British Computer Society Symposium Papers Wilcock, J.D. (1973): A general survey of computer applications in archaeology. Science, 17.
A menudo las personas formadas en arqueología carecen de la base de conocimientos precisa para introducirse con éxito en otros campos de trabajo que, a Nuevas tecnologías en el registro gráfico del yacimiento arqueológico. Evolución, casos de estudio y balance. Fernando Cotino Villa
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PATRIMONIO “FANTASMA”: FOTOGAMETRÍA PARA MANTENER VIVO EL PASADO “PHANTOM” HERITAGE: PHOTOGRAMMETRY TO KEEP THE PAST ALIVE
Gonzalo García Vegas VIPAT Virtualización del Patrimonio Autor de contacto/Contact author: Gonzalo García Vegas, vipat.arq@gmail.com
RESUMEN En las labores que se desarrollan dentro del panorama arqueológico profesional, las excavaciones denominadas “de urgencia”, tienen un peso fundamental, sobre todo como motor para generar nuevos conocimientos en base a la cultura material que estudiamos. Bien sabemos que las condiciones de trabajo son bastante peculiares y que, como en la vida misma, el tiempo es oro. Es por ello necesario saber administrar ese bien tan preciado y utilizarlo eficazmente para lograr realizar nuestro trabajo de la manera más completa y rigurosa posible. Por otro lado, el “desmonte” o destrucción de gran parte de los restos arqueológicos que aparecen en este tipo de excavaciones, una vez han sido documentados, es la tónica habitual a la que nos enfrentamos día tras día. En esta conjunción entre el escaso tiempo que tenemos y la de por sí complicada tarea de ver desaparecer restos (e información) de nuestra historia, es dónde puede aparecer como propuesta alternativa otra aplicación de estas tecnologías emergentes: la recuperación visual del patrimonio que será eliminado. ¿Cómo? Mediante la documentación tridimensional (en este caso con fotogrametría digital). De esta manera, por un lado, hacemos que aquello que ya no existe físicamente pueda ser visto mediante dispositivos virtuales (de ahí el término divulgativo de patrimonio “fantasma”) y de esta manera, ser una herramienta muy útil en las tareas de difusión de nuestros bienes. Por otro, nos da la posibilidad de poder seguir estudiando con la máxima precisión, aquellas características que visualmente podamos identificar y que, con el fin de servir a cualquier tipo de estudio sobre el tema, pueda ser consultado en el futuro. Una herramienta que nos permite superar las dificultades que hemos abordado aquí. Dicha práctica será ejemplificada en las labores arqueológicas profesionales llevadas a cabo en 2016 en la iglesia de Peralta de Alcofea (Huesca).
PALABRAS CLAVE: Patrimonio Fantasma; Fotogrametría; Arqueología; Nuevas Tecnologías.
ABSTRACT An the works undertaken within the professional archaeological scope, the urgent excavations have a fundamental importance, especially as a driving force to generate new knowledge of the material culture we study .We know very well that the work conditions are very particular and as the very life, time is gold .It is necessary hence to manage well that precious time and use it efficiently in order to achieve our goal in the most comprehensive and rigorous way. On the other hand, the “removal” or destruction of a great deal of our archaeological remains that appear in these type of excavations, once they have been documented, is the general practice we face on a daily basis .In this intersectional point between the scarce time we have and the complicate task of seeing remains (and information) disappear is where another application of the emerging technologies can be very useful : the visual recuperation of the patrimony that will be eliminated .How? by means of the 3-D documentation (in this case digital photogrammetry ).By doing that ,on one side ,we make all that physically does not exist visible ( hence the word “phantom” ) and this way it can be a useful tool in the task of diffusion of our heritage. On the other hand we are given the chance to go on studying with the most precision all those characteristics that we can visually identify and that can be also consulted in future .A tool that allow us to overcome all difficulties we encountered here .This practice would be used in the professional archaeological works undertaken in 2016 in the church of Peralta de Alcofea (Huesca).
KEY WORDS: Phantom patrimony; Photogrammetry; Archaeology; New Technologies.
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INTRODUCCIÓN La ilustración, la fotografía…y la fotogrametría. Tres tipos de registro gráfico que, pese a tener unas cronologías tan dispares siguen siendo parte fundamental y complementaria en la documentación y difusión arqueológica. En los dos primeros casos, de manera voluntaria o no, sirven a día de hoy para poder visualizar bienes culturales desaparecidos o, al menos, no visibles en este momento. Pasando primero por la ilustración y después por la fotografía llegamos a la última técnica en adaptarse a nuestra disciplina y, debido a sus particularidades y sus ventajas en el mundo tecnológico actual, explicamos algunas de sus múltiples aplicaciones en diferentes ámbitos de la arqueología, haciendo hincapié en aquella que trata de sacar a la luz o volver a “dar vida” a los bienes patrimoniales no visibles -de ahí el Patrimonio “Fantasma”-. De este modo, es posible llegar tanto a los ojos de espectadores no especializados como a los de los propios profesionales, de una manera más realista, atractiva y pedagógica.
1. LA ILUSTRACIÓN COMO INSTRUMENTO DEL CONOCIMIENTO Como ha ocurrido a lo largo de la historia, el ser humano ha usado diferentes técnicas para plasmar en un soporte físico una serie de sensaciones, ideas o historias que, en algunos casos, a día de hoy siguen conservándose y con las cuales podemos llegar a interpretar y conocer mejor algunos rasgos característicos de las culturas pasadas. Se puede destacar, por ejemplo, las ya más que famosas pinturas de Altamira para la época prehistórica, Los Libros de Historia de Herodoto en época clásica, la Mirailia Urbis Romae en el Medievo o las innumerables obras realizadas en el Renacimiento, dónde se mostraban restos arquitectónicos, vinculados por lo general a la civilización romana.
Aún a día de hoy, el uso del dibujo normalizado (que se encuentra todavía en fase de desarrollo), tiene un papel fundamental en algunos procesos de registro arqueológico que lo hace insustituible por otros tipos de materiales gráficos, aunque sean más novedosos. La posibilidad de mostrar por ejemplo, las diferentes vistas de un mismo objeto de manera simplificada y añadir la interpretación a él la interpretación subjetiva de los rasgos que aparecen en la pieza, no puede ser comparable con una fotografía o con un modelo fotogramétrico. De la misma manera, como comentamos, además de hacernos a la idea de cómo es la pieza, es de por si un medio de interpretación y descripción excepcional.
2. LA FOTOGRAFÍA APLICADA A LA ARQUEOLOGÍA La aplicación de la fotografía en la arqueología se comienza a producir aproximadamente en la segunda mitad del siglo XIX, aunque de manera desigual entre unos y otros países. Su uso en la disciplina se llevará a cabo tras el paulatino avance de ésta técnica (tras el paso del daguerrotipo, el calotipo o la estereoscopía) que, desde el último tercio de la centuria decimonónica y debido al menor coste de las cámaras, llevará consigo la “democratización” de la misma y su uso más generalizado en la disciplina. La posibilidad de captar la realidad como un espejo y a la vez, un “texto visual” (Gonzalez Reyero, 2005), así como entender las enormes posibilidades que podía tener la documentación gráfica adaptada a estudios históricos, fueron clave para su expansión en la arqueología, bien fuera por su vertiente más turística (llevada a cabo por viajeros o visitantes que se acercaban a ciertos enclaves históricos), o bien fuese con un objetivo más puramente científico y orientado a la documentación de los bienes culturales del pasado.
De la misma manera, al igual que pinturas rupestres o frescos nos hacen tener una idea de ciertos aspectos de sociedades anteriores, también la ilustración y el dibujo arqueológico nos hacen saber más y conocer mejor algunos de los restos que, o bien comenzaron a aparecer tras las primeras excavaciones arqueológicas que se efectuaron en los siglos XVIII y XIX, aún alejadas de los objetivos y metodologías actuales. Tanto las ilustraciones creadas en esos momentos como la evolución del dibujo hacia pretensiones científicas y de contenido puramente arqueológico, tienen un valor documental muy importante para acercarnos más a aquellos interrogantes que nos surgen en cada intervención o estudio.
Figura 1.Trabajos emprendidos en la acrópolis de Atenas por el arqueólogo Cavvadias hacia 1885 (Gonzalez Reyero, 2001).
Sea como fuere, es evidente y se puede poner de manifiesto a día de hoy que, independientemente del resultado que se buscase con cada fotografía, se trata de un documento gráfico que nos puede ayudar a restituir aspectos, elementos o decoraciones que no han perdurado, pudiendo llegar a constituir constituir el único testimonio del bien desaparecido (Gonzalez Reyero, 2005). Su evolución del “espejo de la realidad” a la “transformación de la realidad” (pues es un modo de representación que puede variar el aspecto de los elementos en función de variados objetivos y motivaciones) nos ha hecho conocer, con el paso del tiempo, las diferentes pretensiones a la que puede dar lugar una fotografía según se busque una u otra finalidad. A día de hoy, embarcados dentro de la arqueología científica y la más que pretendida objetividad en la documentación independientemente del soporte, sigue siendo un registro gráfico de primer orden.
3. NUEVO MATERIAL GRÁFICO EN LA DISCIPLINA: LA FOTOGRAMETRÍA DIGITAL De la misma manera que ocurrió en el desarrollo de la fotografía, la fotogrametría, (primero analógica y posteriormente analítica, hasta llegar al día de hoy – digital-), no siempre fue aplicada o utilizada en el desarrollo de las labores arqueológicas. El auge de esta técnica en la disciplina está íntimamente relacionado con el propio desarrollo tecnológico actual, la reducción de los costes, una mayor facilidad en el uso y en la automatización de los procesos matemáticos según los softwares empleados.
como propio dibujo arqueológico de plantas, alzados o secciones. De la misma manera, el registro arqueológico de diferentes fases o momentos históricos (visualizados a través de la estratigrafía) puede verse detallado y fácilmente explicado tanto a otros círculos profesionales como a la propia sociedad en general. Las posibilidad de realizar visitas virtuales, obtener réplicas de piezas reales o su interacción mediante visores 3D, son otros ejemplos claros de que la fotogrametría es una herramienta que puede servir tanto en el proceso de documentación, análisis estudio e interpretación de la cultura material, como en la difusión y divulgación de esa información que como arqueólogos hemos procesado y queremos expresar. Si bien es cierto que en algunos casos, la fotografía sustituyó a algunos dibujos arqueológicos (debido a su mayor fidelidad representativa e idoneidad en casos particulares), también es del todo veraz que es necesario seguir contando con ambos tipos de registro gráfico para la obtención y transmisión del conocimiento. Del mismo modo, pese a que la fotogrametría puede sustituir algunos procesos que se llevaban a cabo mediante fotografías o mediante el dibujo manual “tradicional”, como el dibujo arqueológico de secciones o plantas (bien sea por la mayor precisión de ésta técnica o por el ahorro de tiempo en los trabajos de campo, fundamental en nuestra área profesional), serán técnicas complementarias para la mejora cualitativa de los procesos científicos. Conociendo las aplicaciones de cada uno de estos soportes gráficos y teniendo en cuenta la finalidad de nuestro trabajo, podremos conseguir ser más eficaces y rigurosos en nuestras intervenciones arqueológicas.
Mediante la realización de una serie de fotografías según una serie de parámetros determinados (tanto por las características físicas del objeto de estudio como de las propias características externas, como la luz), y el procesado de las mismas mediante cualquier software fotogramétrico, es posible la creación de un modelo tridimensional que, siguiendo la fiel representación de las fotografías científicas de las que ya hablamos anteriormente, se consigue una reproducción idéntica de la realidad que hemos documentado, que refleja la morfología, cromatismo e incluso las proporciones métricas reales con errores mínimos. Su utilidad en la arqueología es tremendamente variada y demuestra el gran número de posibilidades que puede tener para los trabajos que realicemos, tanto en el campo o gabinete, como en la musealización y puesta en valor de nuestros bienes. Por ejemplo, mediante los modelos que se crean y su posterior post-procesado, es posible la creación de ortofotos que pueden servir, tras su vectorización,
Figura 2. Proceso de excavación en la necrópolis de “Peñetas de Manolo”, Sena (Huesca). Elaboración propia. Patrimonio “fantasma”: fotogametría para mantener vivo el pasado. Gonzalo García Vegas
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Figura 3. Ortofoto del alzado de la muralla de una parte de la muralla de Sigüenza. Elaboración propia.
4. EL PATRIMONIO “FANTASMA” Los modelos tridimensionales creados a partir de la fotogrametría (y también con otras herramientas tecnológicas tipo lidar), tienen, como ya hemos comentados anteriormente, diferentes aplicaciones para documentar, representar y conservar los bienes culturales. En la arqueología (sobre todo aquella carácter profesional, que lleva consigo una escasez de tiempo y dificultades propias de estos “servicios”), dichos restos, una vez han sido documentados suelen ser “desmontados” o, en el mejor de los casos, tapados, puesto que no son lo suficientemente relevantes desde el punto de vista histórico-arqueológico para ser puestos en valor. Otros que en cambio, llegan a ser musealizados, en determinadas ocasiones (sea por falta de planificación, de recursos económicos o yendo más allá, por acciones por parte de grupos como el DAESH – lo cual daría para hablar en múltiples artículos-) son dañados, deteriorados y/o destruídos. En todos ellos, hay un factor común; una serie de restos que han sido en algunos casos hallados o en otros musealizados y que, por la circunstancia que sea, han desaparecido (al menos, visualmente) tanto para el público en general como para los círculos de profesionales. En los casos donde se ha realizado una intervención con metodología arqueológica y se ha realizado un registro gráfico (dibujo arqueológico y fotografías) si que se puede “re-visualizar”, al menos desde los ojos más especializados, aquellos restos que en su momento fueron hallados y a día de hoy no son visibles. Aún así, según qué tipo de restos apareciesen, no es fácil hacerse una idea certera de cómo serían, sobre todo teniendo que re-elaborar mentalmente y a la vez, dimensiones, distancias, formas o colores. Ni que decir tendría, entonces, en algunos casos que visualmente o arqueológicamente los restos puedan ser de interés social (ya sea dirigido hacia el “turismo” o hacia un proceso histórico determinado que afecta a cierto entorno concreto) para los visitantes cuyo grado de conocimiento no sea especializado en dichos temas. Si bien es cierto que si se quiere poner el valor un determinado espacio, se puede recurrir
Figura 4. Destrucción de restos arqueológicos en Palmira. Extraído de http://www.abc.com.py/ fotos/milenario-templo-de-pamlyra-destruido-porisis-1401680.html. Visitado el 12/05/2017.
a diferentes elementos interpretativos, creando y optimizando los modelos fotogramétricos sumamos nuevas posibilidaddes de mejorar la transmisión hacia la sociedad. No se trata de sustituir ningún recurso museográfico o documental, sino de añadir otros a la cotidianeidad arqueológica y elegir el idóneo en el caso concreto. Dicha problemática, afecta sobre todo a la arqueología profesional, que dentro de los distintos ámbitos de la disciplina, realiza un número de actuaciones muy elevado y con pocos resultados visibles tras la intervención. La fotogrametría, en el proceso de excavación, puede, como hemos comentado anteriormente, “reflejar” o “reproducir” eficaz y certeramente todos esos restos creando un modelo digital en tres dimensiones que puede ser visualizado o reproducido en distintos dispositivos. Así, los modelos obtenidos de los elementos aparecidos, - hablamos sobre todo de bienes inmuebles, que no se pueden almacenar posteriormente en el museo,- no solo nos son últiles en los procesos de registro, sino también en su fase de interpretación y transmisión. Desde esta manera, podríamos definir el Patrimonio “Fantasma” como un término divulgativo que hace referencia a restos arqueológicos no visibles en la actualidad (ya sea por desmonte, cubrición o destrucción) pero de los cuales se ha obtenido un modelo en tres dimensiones capaz de hacernos conocer-ver de nuevo (tanto a los círculos profesionales como a los visitantes), aquellos bienes que, tras el proceso de intervención (ya sea mediante excavación o musealización), pudieron apreciarse y que serían interesantes para cualquier proceso que lleve consigo la documentación, estudio, interpretación, difusión y conservación de los bienes arqueológicos.
5. RECUPERANDO EL PASADO: EL CASO DE LA IGLESIA DE PERALTA DE ALCOFEA Con lo explicado anteriormente, el Patrimonio “Fantasma” podemos re-visualizarlo en cada intervención que lleve consigo la aparición de restos arqueológicos no visibles tras las actuaciones pertinentes, pero “vivas” en un entorno virtual vivos que respete las proporciones métricas y todas las características físicas que visualmente se puedan apreciar. Ejemplificando lo explicado, en abril del año 2016 se realizó una intervención arqueológica en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del municipio de Peralta de Alcofea, provincia de Huesca. Figura 5. Modelo tridimensional obtenido mediante fotogrametría de un enclave medieval en Sigüenza. Elaboración propia.
La visualización de estos restos tridimensionales se puede hacer con diferentes dispositivos electrónicos desde los que es posible interactuar con técnicas de realidad aumentada o virtual, visores tridimensionales o visitas online, así como animaciones u tipo de herramientas que hace posible ver de nuevo estos bienes.
Se trataba de la actuación en la planta de dicho complejo, eliminando el suelo actual para posteriormente solar de nuevo el espacio. En dichas labores aparecieron restos de diferente tipología y cronología, destacando espacios de almacenamiento, funerarios y defensivos. Todo ello fue documentado mediante los métodos tradicionales y con fotogrametría digital, siendo de esta manera registrado tridimensionalmente para cualquier dato que fuese necesario utilizar en la posteridad. Una vez terminado el trabajo y tras el solado del nuevo suelo, ya no fue posible volver a apreciar dichos restos, pero gracias al modelo en 3D aún es posible facilitar posteriores estudios del entorno arqueológico. De la misma manera, se puede poner en valor, - en cualquier circunstancia y momento -, un conjunto de interés no visible para la población.
6. CONCLUSIONES En este artículo hemos pretendido hacer un somero recorrido cronológico sobre diferentes recursos gráficos utilizados en la documentación y difusión patrimonial. Como hemos visto, tanto la ilustración y dibujo arqueológico como la fotografía posteriormente, fueron usados en nuestra disciplina (de manera involuntaria o con esos objetivos), para no perder la información
Figura 6. Modelo tridimensional presentado en realidad aumentada en un dispositivo móvil. Elaboración propia.
Figura 7. La iglesia antes de la restauración, en el proceso de intervención y tras ello. Patrimonio “fantasma”: fotogametría para mantener vivo el pasado Gonzalo García Vegas
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que iba apareciendo en las diferentes excavaciones arqueológicas, o plasmar en diferentes soportes, aquellos bienes que sin necesidad de intervenciones, se mantenían en la superficie. La fotogrametría, técnica más actual y de menor recorrido que las anteriores, también sirve en las anteriores prerrogativas y, como se ha podido apreciar, lo hace de manera eficaz y rigurosa. Todas ellas tienen un eje de unión, y es la intención de preservar la memoria y el patrimonio, sea de manera física o virtual. Mediante los modelos tridimensionales del Patrimonio “Fantasma”, conjugamos para un mismo modelo, tanto el apartado documental propio de la intervención arqueológica (pudiendo aproximar el modelo a otros estudiosos para que puedan ellos con sus propios ojos estudiar y reinterpretar los hechos) como la posibilidad de acercarlo más a la sociedad de una manera atractiva, dinámica y pedagógica. Un paso más allá en la generalización del uso de la fotogrametría, sería su uso por arqueólogos que supieran plasmar y documentar aquello que desde un punto de vista histórico, pudiera hacer más fácilmente interpretable la sociedad del pasado y no tener que acudir de manera mayoritaria a día de hoy, a ingenieros y otros especialistas que, si bien manejan con profesionalidad el arte de la fotogrametría, no saben, como es lógico dada su formación, ciertos aspectos básicos a tener en cuenta en la disciplina arqueológica. Para terminar, sería enormemente efectivo, de la misma manera que se crean registros propios con
la documentación escrita y gráfica aparecida de cada intervención arqueológica, tener también un lugar (fácilmente accesible de manera virtual mediante internet) dónde todos los especialistas autorizados pudieran estudiar, analizar y observar aquellos restos 3D no visibles en la actualidad y que podrían servir posteriormente como recursos monográficos de interés para acercarnos más a la sociedad actual.
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Figura 8. Planta de la iglesia de Peralta de Alcofea (Huesca) tras el proceso de excavación. Elaboración propia.
5.
Sistemas de Teledetecciรณn
5. PROGRAMAS DE TELEDETECCIÃ&#x201C;N
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE LA APLICACIÓN DE TOMOGRAFÍA ELÉCTRICA Y GEORRADAR EN YACIMIENTOS PROTOHISTÓRICOS: CORRESPONDENCIA ENTRE REGISTROS Y RESULTADOS DE LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL OPPIDUM PROTOHISTORICO DEL CERRO DE LAS CABEZAS (VALDEPEÑAS, CIUDAD REAL) ANALYSIS OF THE RESULTS OF THE APPLICATION OF ELECTRICAL TOMOGRAPHY AND GEORRAD IN PROTOHISTORIC SITES: CORRESPONDENCE BETWEEN RECORDS AND RESULTS OF ARCHAEOLOGICAL EXCAVATION IN THE PROTOHISTORIC OPPIDUM OF CERRO DE LAS CABEZAS (VALDEPEÑAS, CIUDAD REAL)
José Luis Sánchez Sánchez1, Tomás Torres González2, Julián Vélez Rivas2, Domingo Fernández Maroto3, José Javier Pérez Avilés2, Jesús Sánchez Vizcaíno4 y Óscar Merlo Espinosa4 1
UCLM, Facultad de Letras, LAPTE (Laboratorio de Arqueología, Patrimonio y Tecnologías Emergentes) 2 Grupo de Investigación del Cerro de las Cabezas 3 UNED/Grupo de Investigación del Cerro de las Cabezas 4 UCLM/ETSI de Caminos, Canales y Puertos Autor de contacto/Contact author: José Luis Sánchez Sánchez, ibericaarqueologia@gmail.com Tomás Torres González, tomastorresgonzalez@gmail.com
RESUMEN La necesidad de optimizar conocimientos y recursos en el campo de la investigación arqueológica permite impulsar el uso de la geofísica aplicada a los estudios y trabajos arqueológicos profesionales. Se pretende dar a conocer los resultados de una investigación realizada en un yacimiento protohistórico, el oppidum ibérico del Cerro de las Cabezas (Valdepeñas, Ciudad Real), en la que se aplicaron varios métodos de detección geofísica en varias zonas del yacimiento para determinar la existencia y posible definición previa de las estructuras y secuencias estratigráficas existentes en el subsuelo. Fueron utilizados métodos de detección eléctrica y electromagnética, mediante el uso de tomografía eléctrica y del georradar. El procesamiento de todos los datos obtenidos ha permitido la creación de una base de datos y la disponibilidad de una completa documentación gráfica que permitirá un nuevo punto de partida para los trabajos de investigación venideros que se realicen en el yacimiento. Si bien las técnicas aplicadas no son del todo novedosas, sí que lo es el hecho de que se haya podido realizar un estudio comparando los resultados obtenidos durante el proceso de detección con los resultados reales documentados tras la excavación arqueológica de una de las áreas donde fueron documentadas una serie de estructuras negativas y positivas asociadas al sistema de fosos defensivos y la Muralla Sur respectivamente.
PALABRAS CLAVE: Resultados; Georradar; Tecnología; Arqueología; Protohistoria; Cerro de las Cabezas.
ABSTRACT The need to optimize knowledge and resources in the field of archaeological research makes it possible to promote the use of geophysics applied to studies and professional archaeological works. The aim of this work is to present the results of the research carried out in a protohistoric site, the Iberian oppidum of Cerro de las Cabezas (Valdepeñas, Ciudad Real), in which several methods of geophysical detection were applied in different areas of the site to determine the existence and possible previous definition of the structures and stratigraphic sequences. Methods of electrical and electromagnetic detection were used as the electrical tomography and the georadar. The processing of all the data obtained has allowed the creation of a database and the availability of a complete graphic documentation that it will allow a new starting point for the future research work that is carried out in the site. Although the techniques applied are not new, it is true that a study could be carried out comparing the results obtained during the detection process with the results documented after the archaeological excavation of one of the areas, where a series of negative and positive structures associated with the defensive trench system and the South Wall were documented.
KEY WORDS: Results; Geophysics; Technology; Archeology; Protohistory; Cerro de las Cabezas.
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1. INTRODUCCIÓN El Cerro de las Cabezas fue uno de los principales asentamientos protohistóricos de la Submeseta sur y uno de los principales yacimientos arqueológicos para la comprensión de la cultura ibérica en la actualidad. Está incluido en la Red de Yacimientos visitables de Castilla-La Mancha y cuenta con un Centro de Interpretación y una serie de instalaciones de apoyo a los trabajos de excavación, consolidación e investigación. Se localiza a escasos 5 km al suroeste del actual casco urbano de Valdepeñas (Ciudad Real), con acceso desde la salida 208 de la autovía A-4 y en él se vienen realizando campañas de excavación desde 1984 (Vélez y Pérez 1999, Torres et al., 2015) que continúan en la actualidad, habiendo permitido la excavación, consolidación y musealización de una superficie aproximada de 9000 m², apenas un 7 % de la superficie total intramuros del yacimiento.
Figura 1. Vista desde el sureste del Cerro de las Cabezas. Autor: Grupo de Investigación del Cerro de las Cabezas (GICC). Las investigaciones realizadas han posibilitado documentar y dar a conocer distintos aspectos sobre los sistemas defensivos del oppidum (Torres et al., 2015 y Torres et al. 2016), urbanísticos y productivos (Vélez y Pérez, 2009) o religiosos (Vélez y Pérez 2010). La secuencia estratigráfica muestra una ocupación que fue desde el Bronce Final (VIII y VII a.C.) hasta el final de la Edad del Hierro (finales del siglo III o comienzos del II a. C.), cuando fue abandonado de forma repentina y debido a la conflictividad relacionada con la II Guerra Púnica (Torres et al. 2015: 266). No existe vestigio alguno de ocupaciones posteriores, ni siquiera del momento de ocupación romana, que supuso el fin del patrón de asentamiento basado en el oppidum. La aplicación de distintas tecnologías ha buscado siempre obtener la mayor cantidad de conocimiento disponible y, por tanto, la mejor interpretación de los datos existentes. A los análisis carpológicos, palinológicos, faunísticos o antropológicos, físicos
y químicos de materiales arqueológicos, se añaden, en los últimos años, trabajos de documentación de estructuras visibles, a través de la utilización de drones y de diversas herramientas fotogramétricas y trabajos de documentación de estructuras no visibles, mediante la aplicación de técnicas no destructivas, como el georradar, cuyos resultados se incluyen en las siguientes páginas. Los datos que aparecen en el presente artículo fueron obtenidos durante la campaña de intervención del año 2015, promovida por el Ayuntamiento de Valdepeñas en el marco del Programa de Subvenciones para la realización de Proyectos de Investigación del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de CastillaLa Mancha para el año 2015, de la Consejería de Educación Cultura y Deportes y bajo el nº de Exp. Cult. 15.0921. La geofísica aplicada es una disciplina que usa los principios de la física para estudiar las propiedades de los materiales que forman el subsuelo. Ha sido muy utilizada para usos geológicos y de ingeniería civil debido a que permitía localizar cavidades, tuberías, cableado, fracturas en el hormigón, etc. Además, es una herramienta auxiliar no destructiva fundamental en investigaciones arqueológicas, puesto que permite detectar estructuras arqueológicas, así como caracterizar la composición estratigráfica de los yacimientos antes del inicio de una excavación (BritoSchimmel et al., 2005; Pérrot-Minot et al., 2005; Peña, 2010). En la actualidad, los métodos geofísicos son empleados internacionalmente en numerosas investigaciones debido a sus beneficios en el campo de trabajos relacionados con el patrimonio cultural, gracias a que permiten una rápida evaluación de los restos arqueológicos del subsuelo, con la consiguiente optimización de los recursos económicos y científicotécnicos (Sambuelli et al., 1999; Bernárdez, et al. 2007; Argote-Espino et al., 2013; Teixidó et al., 2013).
2. OBJETIVOS La investigación desarrollada pretendía conseguir la caracterización previa de dos zonas en las que se conocía la existencia de estructuras antrópicas, con el doble objetivo de, por un lado, comprobar la validez del uso complementario de métodos geofísicos eléctricos y electromagnéticos y, por otro lado, de planificar futuras intervenciones arqueológicas en las áreas de mayor interés. Las exploraciones geofísicas permitieron determinar en qué sectores se registraban unas cantidades importantes de elementos anómalos y permitieron obtener una primera disposición espacial y datos sobre la naturaleza física de las distintas anomalías documentadas.
La utilización del Georradar buscó ampliar el conocimiento que se tenía del urbanismo y de la organización económica de los distintos espacios. Hoy día es apreciable la diferencia entre la Zona Norte, donde se observan espacios habitacionales y la Muralla Sur, donde además de estos, se observan espacios de funcionalidad claramente económica como almacenes o espacios productivos. Con la aplicación de esta técnica se pretendió obtener información sobre cómo se producía la transición entre ambos espacios y un conocimiento previo del trazado del foso defensivo. Todo ello orientado a conocer las posibilidades de aplicación de estos sistemas de prospección a las distintas realidades sedimentarias y constructivas de los yacimientos arqueológicos.
3. METODOLOGÍA El equipo utilizado fue el NOGGIN 250 con antena de 250 MHz de Sensor and Software. Para la realización de la tomografía eléctrica se empleó el SuperSting R8 PI de Advanced Geosciences, resistivímetro multicanal del subsuelo con capacidad de medir simultáneamente hasta 8 canales. En cuanto al software de inversión utilizado, se trabajó con Spiview y AGI EarthImager 2D y 3D (Sánchez et al., 2015). En la zona de exploración geofísica investigada se realizaron un total de 10 perfiles de georradar en una cuadrícula rectangular de 25 m x 6 m adaptada a la morfología del terreno. El estudio consistió en la ejecución de cuatro perfiles medidos según la orientación SO-NE y separados entre sí 2 m, y seis perfiles con una separación de 5 m, con orientación NO-SE. La longitud total de estos perfiles es de 136 m, con una cobertura superficial de 150 m². La configuración de la antena de 250 MHz se realizó mediante el software Spiview, en el modo DrySoil, en la totalidad de los perfiles, lo cual estima una velocidad de 50 ns que se traduce en un nivel de profundización en la exploración de 3,7 m.
Figura 2. Localización de la zona excavada, dentro de la Muralla Sur. (GICC).
301 Figura 3. Vista general de la zona de exploración sobre ortofoto obtenida mediante vuelo con dron, concluidos los trabajos de excavación arqueológica. Cian: zanja colmatada. Magenta: muros I (izquierda), II (centro) y III (derecha). Naranja: pavimento . empedrado. Azul oscuro: muro IV. Verde: foso. Violeta: refuerzo muralla. Rojo: muralla. Paño sur. Elaboración propia sobre imagen del GICC. La campaña de investigación mediante tomografía consistió en la ejecución de dos perfiles o secciones paralelos medidos mediante las configuraciones dipolodipolo, Wenner-Schlumberger y strong gradient, que constaban de 28 electrodos cada uno, con espaciado inter-electródico de 1 m y separados entre sí a 2 m. Los perfiles realizados han sido indexados para obtener un modelo virtual 3D de cada uno de ellos.
4. RESULTADOS La excavación arqueológica manual se realizó en el extremo occidental de la Muralla Sur, según el plan de la intervención en el yacimiento, donde se localizaba uno de los tramos del foso defensivo de la ciudad. Fue planteada un área de 15 m de longitud para su eje mayor (con dirección noreste-suroeste), por 8 m de anchura en su eje menor (con dirección noroeste-sureste). Los trabajos permitieron documentar varias fases de construcción y uso de esta zona de la Muralla Sur. La fase más antigua se correspondía con el momento de construcción de la muralla, la escarpa y la excavación del foso en los estratos geológicos del cerro. Posteriormente fue reparado el foso mediante la construcción de un pequeño talud constructivo de tierra y cal que cubría el fondo del foso y que llevaba hasta la base de la escarpa. El foso continuó colmatándose de forma lenta hasta que fue amortizado. En ese momento fueron construidos los cuatro muros de mampostería que formaban las dos habitaciones y el encachado o pavimento de pequeños cantos cuarcíticos asociado a ellos y que adosaba a la cara externa de la Muralla Sur.. En conclusión, fue documentada toda la fase de ocupación de este tramo de la Muralla Sur (Torres et al. 2016).
Análisis de los resultados de la aplicación de tomografía eléctrica y georradar en yacimientos protohistóricos
José L. Sánchez Sánchez, Tomás Torres González, Julián Vélez Rivas, Domingo Fernández Maroto, José J. Pérez Avilés, Jesús Sánchez Vizcaíno y Óscar Merlo Espinosa
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Figura 4. Posición de los perfiles de exploración sobre el área excavada. Rojo: Georradar. Azul: tomografía eléctrica. Elaboración propia sobre imagen del GICC. En la figura 4 se observa la disposición combinada de los métodos geofísicos empleados en la investigación a partir de la superposición de los perfiles de georradar y tomografía eléctrica sobre una fotografía aérea con la planta de la excavación arqueológica. Las anomalías geofísicas detectadas mediante la prospección en el sector, pudieron constatarse a partir de la excavación arqueológica desarrollada en esta zona. Los estratos superficiales del terreno que sellaban los niveles arqueológicos se caracterizaban por albergar una elevada cantidad de raíces y materia orgánica, con notable presencia de arcillas semi compactadas y cantos cuarcíticos de pequeñas dimensiones. Cubrían la totalidad del área investigada desde la superficie hasta 0,75 m de profundidad. En los radargramas ocupaban la totalidad de las imágenes desde su cota inicial real hasta un intervalo comprendido entre 0,70 y 0,80 m de profundidad, coincidiendo, por tanto, con los datos de excavación. Bajo estos estratos superficiales se observó un segundo cambio de unidad reflectora horizontal a 0,90 m, definido como una matriz compacta de materiales constructivos formada por un relleno arcilloso y ceniciento mezclado numerosos mampuestos de cuarcita. Desde esta profundidad la calidad de la onda irradiada perdía nitidez, con un paulatino desvanecimiento de la señal que se disipaba a partir de 1,25 m. Por consiguiente, el nivel superior de la tercera unidad estratigráfica equivalía a la zona final de estudio de georradar en profundidad, puesto que la atenuación de la señal de la onda en estos materiales impedía la exploración total hasta la profundidad máxima, localizada a partir de la excavación arqueológica en 3,90 m. Las estructuras antrópicas representadas por cortes estratigráficos negativos en las unidades de relleno y sobre el manto rocoso, se encuentran escasamente definidas tanto lateralmente como en profundidad (figura 6). La zanja colmatada masivamente por mampostería que atraviesa la zona de investigación en dirección noroeste-sureste, aparece representada con anomalías con diversas morfologías, posiblemente
Figura 5. Correspondencia entre las unidades estratigráficas excavadas respecto a los registros obtenidos mediante georradar. Arriba, segmento del perfil P1 entre los metros 13 a 21. Debajo, foso defensivo y perfil este durante el proceso de excavación arqueológica. Profundidad de excavación en 1,25 m. Azul: estratos superficiales. Magenta: estrato relacionado con el cambio de unidad reflectora. Elaboración propia sobre imagen del GICC. relacionadas con la entidad, dimensiones, o posición subsuperficial del bloque de piedra, o conjunto de mampuestos, que conforman el elemento reflector principal. Se caracterizan por pequeñas hipérbolas, o hipérbolas parciales, con contornos poco definidos, sin reflexiones asociadas en profundidad. La cota superior de este relleno de mampostería cuarcítica y caliza, que se ha medido en la excavación a 0,50 m de profundidad, en los radargramas se observa a 0,85 m, lo que implica una diferencia real de cotas de 0,35 m en vertical. Por su parte, la escarpa y contraescarpa del foso defensivo anterior al parapeto de refuerzo de la muralla, así como su base geológica, que indica la cota más profunda del estudio, no aparecen representadas en los radargramas debido a la imposibilidad de adquisición de datos para una profundidad superior a 1,25 m por parte de la antena de 250 MHz. La cota superior del pavimento se identificaba, según excavación arqueológica, a 0,60 m de profundidad, bajo la unidad estratigráfica 2 y sobre los muros III y IV. Representaba la última unidad constructiva documentada en la zona central del lado oeste de la excavación. Los registros obtenidos revelaron un medio continuo entre ambos muros, con un patrón de reflexión idéntico al analizado para la segunda unidad estratigráfica, es decir, un reflector subhorizontal continuado que representaba un material constructivo con una composición homogénea, en el que no existían elementos arquitectónicos aislados con dimensiones
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Figura 6. Arriba, segmento perfiles P1 y P3 entre los metros 4 a 16. Abajo, proyección de los perfiles medidos con respecto a la zona excavada. Azul oscuro: zanja colmatada. Rojo: Sección de zanja explorada. Las letras A y B se corresponden con las anomalías procedentes de los elementos reflectores de la zanja colmatada. Obsérvese la diferencia morfológica de las anomalías representadas. Cian: foso defensivo. Escarpa y contraescarpa. Magenta: perfil longitudinal del foso. Elaboración propia sobre imagen del GICC. superiores a los pequeños mampuestos empleados para su nivelación, o posibles derrumbes asociados. La similitud visual en los radargramas respecto a la señal que caracteriza a la segunda unidad estratigráfica, pudo deberse al leve espesor del suelo, factor que complicaba adicionalmente la medición exacta de su coronamiento en los registros. Esta particularidad física caracterizada por la escasa potencia del pavimento dificultó su detección por parte de una antena con las especificaciones de la empleada en la presente investigación. Los coronamientos de los muros se observaron en los radargramas a alturas distintas según el perfil adquirido, con señal de onda poco nítida y escaso detalle; en el perfil P2, el muro I se representó a 0,45 m. En P3 la cota superior del muro I se detectó a 0,70 m, el muro III a 0,70 m, y a 0,65 m el muro IV. En el perfil P4, el muro I se representó a 0,35 m, por 0,40 m del muro III y 0,40 m para el muro IV. En el caso del perfil P7 la hilada inicial conservada del muro II se observó a 0,85 m, y a 0,75 m en el muro III. El perfil P8, que midió trasversalmente el muro IV en dirección noroestesureste por el contrario, no detectó la estructura en su
Figura 7. Correspondencia entre las unidades constructivas excavadas respecto a los registros obtenidos mediante georradar. Arriba, sección perfil P4, entre los metros 8 a 18. Abajo, perfil P8. Azul: pavimento. Cian: muro III. Magenta: muro IV. En color verde y rojo, detalle de los perfiles georradar posicionados sobre la excavación. Nótese en el perfil inferior la ausencia de señal reflectora procedente del muro IV. Elaboración propia sobre imagen del GICC. posición real, a 1,5 m del inicio del perfil (ver figura 7). Estos datos se asemejaban, por lo general, con los coronamientos reales de estas estructuras localizadas en la excavación, ubicadas entre 0,35 y 0,50 m, en el caso de los muros I, II y III, y de 0,60 a 0,75 m de profundidad, para el muro IV. Además, el emplazamiento de las distintas estructuras tenía una variación lateral de menos de 0,25 m según el muro analizado (figuras 3, 6 y 7) La base real de las estructuras no ha sido certificada mediante excavación arqueológica, pero las escasas reflexiones obtenidas podían indicar que estos muros se encontraban en un estado avanzado de arruinamiento, conservando probablemente un alzado constructivo mínimo. Así pues, en este caso, en el que el suelo de naturaleza arcillosa tenía un grado medio de compacidad, con presencia de cantos de cuarcita de tamaño pequeño y medio, y era rico en materia orgánica vegetal, se observó que los datos geofísicos aportados por la antena de 250 MHz se aproximaban a
Análisis de los resultados de la aplicación de tomografía eléctrica y georradar en yacimientos protohistóricos
José L. Sánchez Sánchez, Tomás Torres González, Julián Vélez Rivas, Domingo Fernández Maroto, José J. Pérez Avilés, Jesús Sánchez Vizcaíno y Óscar Merlo Espinosa
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los posicionamientos reales laterales de las estructuras habitacionales localizadas en la excavación, con un leve aumento en profundidad de la ubicación de la cota real subvertical en los archivos de radar. Como se ha expuesto en páginas precedentes, del sistema defensivo edificado en esta zona se ha conservado a escasa distancia de la zona investigada, la muralla de cajas y un contrafuerte exterior para su paramento suroeste. La excavación arqueológica ha permitido liberar la continuación de la base de la camisa de la muralla hasta la cimentación, que sostiene todo el conjunto constructivo desde el borde geológico de la escarpa del foso, así como un tramo de las hiladas superiores de la pared sur de la muralla en la totalidad del eje menor del área excavada (figuras 3 y 4). La fase de exploración permitió el registro de varias anomalías correspondientes a todo el complejo arquitectónico militar del sector noroeste de trabajo. La excavación arqueológica confirmó este punto. La ubicación de las anomalías relacionadas con la muralla coincidía con la ubicación precisada por los datos de la excavación arqueológica con un desvío lateral inferior a 0,20 m (figuras 3 y 9). No obstante, su cota superior real se encontraba a 0,15 m, y en los radargramas se representaba a 0,40 m. Es decir, se registraron a 0,25 m por debajo de su cota real. Además, la reflexión
Figura 8. Relación espacial entre las unidades constructivas exhumadas con las anomalías electromagnéticas. Vista sobre ortofoto. Arriba, segmentos de los perfiles P2, P3, y P4 entre los metros 5 a 15. (A) Rojo: muro I. (B) Azul: muro III. (C) Magenta: muro IV. Verde: proyección georreferenciada de los perfiles de georradar P2, P3 y P4. Elaboración propia sobre imagen del GICC.
de la onda generó una secuencia anómala hasta 1,40 m de profundidad, cuando su cota máxima real en profundidad era superior a 2,50 m, lo que indicaba una limitación en la penetración de la onda del georradar, posiblemente por la conductividad del terreno, que implicaba una pérdida en la intensidad del pulso afectando a la calidad de la señal en profundidad. Por su parte, el refuerzo de la muralla se registró en los perfiles con una desviación lateral de 0,40 m hacia el norte, en dirección a la muralla. La construcción tenía una altura ascendente, así pues, junto al foso su cota se situaba a 0,70 m de profundidad, por 0,40 m en su unión con la muralla. Este dato concordaba con lo aportado por el estudio de georradar, coincidiendo con exactitud. Para la zona inicial del elemento constructivo, en el radargrama se mantenían los 0,40 m de cota, con lo que se ocasionaba una discrepancia en la medición de alturas que provocó una diferencia negativa de aproximadamente 0,30 m, con respecto a los 0,70 m reales aportados por la excavación (figura 9). Sobre el terreno excavado, esta estructura de refuerzo se observaba con una potencia constructiva considerable debido a sus 2,60 m de grosor, sin embargo, en los radargramas se percibía escasamente el detalle de su contorno. Se apreciaba una hipérbola inicial a la que se adosaba una pequeña figura hiperbólica en su lado sur. En otras zonas del yacimiento el encamisado de la muralla fue construido en varias fases, a modo de
Figura 9. Vista aérea georreferenciada del perfil P1 sobre la muralla ibérica. Arriba, segmento del perfil P1 entre los metros 16 a 22. Rojo: muralla. Magenta: contrafuerte en radargrama. (A) hipérbola contrafuerte sur. (B) hipérbola contrafuerte norte. Azul: límite real del contrafuerte. Elaboración propia sobre imagen del GICC.
sucesivos refuerzos de los forros de mampostería con materiales irregulares poco cohesionados, a modo de superposición sobre los anteriores. La señal doble observada en los radargramas podría apuntar a dos posibles fases en la construcción del contrafuerte. Por el tamaño de ambos eventos se podría inferir que el recrecido lateral de la camisa no tenía un espesor constante, y además, podía definir la zona de contacto interior de los distintos recrecidos arquitectónicos (figura 9). Por lo tanto, la posición espacial y geometría de los elementos arqueológicos, especialmente del coronamiento de los muros y muralla, coincide con un mínimo margen lateral y vertical de error respecto a la ubicación definida por el georradar, con una diferencia de 0,20 a 0,40 m según el elemento constructivo estudiado (figuras 7, 8, 9 y 10). Esta precisión en la variación posicional subhorizontal también se observaba en los perfiles 2D de tomografía y los bloques 3D generados a partir de la interpolación de los archivos anteriores, que representaron el subsuelo del yacimiento con elevada exactitud. Se consideraba que los modelos elaborados mostraron correctamente los distintos elementos arquitectónicos murarios, así como las zonas ocupadas por los materiales constructivos de relleno que colmataban las diversas zanjas documentadas con origen antrópico. A este respecto, las unidades estratigráficas conformadas por acopios potentes de bloques y mampuestos de cuarcita, como el evidenciado en la zanja colmatada, definido entre los metros 5 a 10 de las secciones tomográficas, y los derivados de la disgregación de tapiales, y morteros arcillosos con trazas de cal, como el detectado en la totalidad del foso defensivo, ubicado entre los
Figura 10. Posición combinada de los perfiles georradar P1 y P2, y secciones de tomografía CC1 y CC2 respecto a la zona excavada. Recuadro azul: zanja colmatada. Recuadro magenta: muro I. Recuadro verde: foso. Recuadro naranja: contrafuerte muralla. Recuadro rojo: muralla. Elaboración propia sobre imagen del GICC.
metros 12 a 16,5 de los perfiles CC1 y CC2, fueron representados con nitidez en los perfiles de tomografía, generando imágenes de elementos resistivos con un volumen, contornos y geometría hemilenticular afines a las unidades arqueológicas exhumadas (figura 11). Así mismo, en los supuestos caracterizados por unidades estratigráficas constructivas, las imágenes modeladas permitieron identificar adecuadamente las interrelaciones entre las construcciones y los estratos naturales o antrópicos que las cubrían o sobre los que apoyaban, aportando información precisa sobre los diversos valores de resistividad de las distintas capas, y zonas de contacto entre matrices, tanto en vertical como horizontal, con una desviación inferior a 0,30 m. Además, su posición real se correspondía con el metro indicado en cada sección eléctrica. Quedaron definidas entre los metros 16,5 a 19, y 20 de la sección CC1, y a 7,5, 16,5 a 19, y 20 m de la sección CC2, datos que indicaban una desviación total hacia el sur de
Figura 11. Arriba, subsuelo nororiental de la zona explorada. Foso defensivo parcialmente excavado. Abajo, secciones diagonales del subsuelo a partir de bloque 3D interpolado. Azul: foso defensivo. Rojo: contorno estructural. Obsérvese la similitud en la representación de la geometría del foso con respecto al documentado en la excavación. Elaboración propia sobre imagen del GICC.
Análisis de los resultados de la aplicación de tomografía eléctrica y georradar en yacimientos protohistóricos
José L. Sánchez Sánchez, Tomás Torres González, Julián Vélez Rivas, Domingo Fernández Maroto, José J. Pérez Avilés, Jesús Sánchez Vizcaíno y Óscar Merlo Espinosa
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Figura 12. Planta general de la excavación arqueológica. En verde se observa la disposición espacial de los perfiles tomográficos CC1 y CC2. Los muros y zanjas detectados en la exploración geofísica se señalan mediante recuadros de color azul. A: zanja colmatada. B: muro I. C: foso defensivo. D: contrafuerte muralla. E: muralla. Elaboración propia sobre imagen del GICC.
Figura 13. Perfiles de tomografía CC1 y CC2. Se han señalado en rojo sobre los perfiles las cotas reales inferior (CIR) y superior (CSR) de las estructuras arqueológicas exhumadas. En negro se señala las cotas inferior (CIP) y superior (CSP) de las anomalías en los perfiles Las anomalías estructurales (B, D y E), y las estructuras negativas (A y C) aparecen inscritas en el interior de recuadros de color azul. Elaboración propia sobre imagen del GICC.
0,20 m con respecto a las estructuras arquitectónicas reales, para el contrafuerte y el paño sur de la muralla, y 0,35 m, también en dirección sur, en el caso del muro (figura 11). Sin embargo, estos datos contrastaban con las formas geométricas definidas para el muro I, encamisado, y muralla, con superficies y remates regulares y rasos, en contraposición a las geometrías representadas en los registros, de sección romboidal, con bordes, esquinas y coronamientos apuntados, aunque cercanas al grosor lateral de las construcciones originales, con un margen de error inferior a 0,30 m. En cuanto a la ubicación en profundidad de las anomalías en las secciones, la cota del coronamiento de las estructuras y de los derrumbes, difería con los datos aportados en la excavación en menos de 0,20 m, lo que indicaba una correcta caracterización de las mismas frente a sus homólogos excavados. Sobre la situación de la base de las anomalías en los registros, se debe indicar que se ha excavado en su totalidad hasta la base del corte en el terreno rocoso generado por el foso defensivo y hasta la cimentación de la camisa de la muralla, por lo que fueon los únicos elementos constatables en cuanto a cota final (figura 13). En este aspecto hay que señalar que los datos eléctricos poseen un alto grado de equivalencia con los datos aportados en la excavación. En los resultados tomográficos la base rocosa del foso se situaba ligeramente a mayor profundidad que la arqueológica, a 4,10 m, en contraposición con los 3,90 m de profundidad real, y por otra parte, con una medición de 1,30 m en el caso de la cota final del antemuro, que se aproximaba a la real, con 1,60 m. Este ejemplo era significativo puesto que la imagen de la anomalía asociada al contrafuerte en CC1 y CC2, describía un buzamiento ascendente en dirección norte hasta adosar a la muralla, idéntico al visualizado sobre el terreno tras la excavación (figura 14).
Figura 14. Vista de la excavación desde el lado sur. En magenta se señala el buzamiento ascendente del encamisado desde su borde inicial hasta el adosamiento al paño de la muralla. Abajo, sección del perfil CC1 entre los metros 14 a 27. Verde: perfil CC1. Magenta: buzamiento estructura. Rojo: muralla. Amarillo: encamisado. Azul: foso. Elaboración propia sobre imagen del GICC.
5. CONCLUSIONES La excavación arqueológica realizada en el área exterior del perímetro amurallado del oppidum ibérico permitió certificar la fiabilidad de los métodos geofísicos empleados en la localización de nuevos elementos arqueológicos en el límite oeste de la zona musealizada del yacimiento. Se observó como la tipología en la fábrica de las estructuras verticales exhumadas estaba caracterizada por un aparejo irregular de mampostería con trabazón de mortero arcilloso a base de barro y con orientación principal noroeste-sureste. Los muros de la edificación rectangular y de la muralla, junto a su contrafuerte, fueron construidos con mampostería cuarcítica y caliza, materiales que por sus parámetros físicos favorecían un alto contraste electromagnético
con la matriz encajante. Este factor debía favorecer el registro de cualquier conjunto arquitectónico de entidad que se encuentre soterrado. En el caso del Cerro de las Cabezas, los niveles subsuperficiales que albergaban las construcciones se componían principalmente de arcilla, material altamente conductor que influyó considerablemente en la exploración mediante la generación de registros con anomalías hiperbólicas con baja definición, debido a la atenuación de la onda en profundidad. Por este motivo se produjo una disminución en la penetración del impulso hasta alcanzar una cota máxima de 1,25 m. Por lo tanto, la naturaleza geológica del terreno originó la disipación de la energía de la onda emitida, disminuyendo notablemente la calidad de los registros proporcionados por la antena de 250 MHz, que manifestaron una alta sensibilidad ante el carácter arcilloso del suelo. La envergadura de las estructuras motivo de la presente investigación facilitó su identificación, especialmente en el caso de las defensivas, con grosores comprendidos entre 1 y 2,5 m, pero siempre con registros de mala calidad visual. Adicionalmente, tras el análisis de los radargramas se apreció como la caracterización de zanjas y muros en un avanzado estado de degradación y escaso alzado conservado, fue compleja, en particular en los estratos donde existían conjuntos de mampuestos pertenecientes a rellenos constructivos dispersos y sin trabazón artificial. Aun con las carencias expuestas, se considera que el georradar proporcionó unos resultados fiables para los estratos arqueológicos superficiales que, complementados con los perfiles obtenidos a partir de los trabajos de tomografía eléctrica, permitió una caracterización adecuada de la subsuperficie del yacimiento, eventualidad que manifiesta la importancia del uso combinado de varias técnicas complementarias de exploración geofísica en toda investigación arqueológica para la correcta generación de modelos del subsuelo. En este sentido, la efectividad del método eléctrico para conseguir modelos válidos del suelo arqueológico se ha considerado positiva, principalmente por la adecuada separación entre matrices de relleno, unidades de derrumbe, y unidades murarias, debido a la correcta diferenciación de los bordes de las anomalías de alta resistividad, y los contornos de los elementos menos resistivos, sin apenas zonas de transición que difuminaban sus geometrías. Todas estas razones permitieron determinar la zona de contacto entre estratos y alineaciones constructivas. Asimismo, la correspondencia en la ubicación espacial y el tamaño de las anomalías en comparación con el posicionamiento subvertical y espesor real de las estructuras, tuvo un elevado grado de equivalencia, inferior a 0,25 m en la mayoría de los casos estudiados.
Además se produjo una leve sobredimensión en profundidad de la cota final de las estructuras de 0,20 m.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Argote-Espino, D., A. Tejero-Andrade, G. CifuentesNava, L. Iriarte, S. Farias, R. Chávez y F. López (2013): 3D electrical prospection in the archaeological site of El Pahñú, Hidalgo State, Central México. Journal of Archaeological Science, 40: 1213-1223. Bernárdez, M., J. Guisado y C. Regulez (2007): “El Mausoleo tardorromano de Llanes: actuaciones arqueológicas y gestión del Patrimonio”. En I Congreso de Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha: La Gestión del Patrimonio Histórico Regional. Homenaje a Victoria Cabrera Valdés (M. Zarzalejos, M. García y L. Benítez de Lugo, coords.), Universidad Nacional de Educación a Distancia, Valdepeñas, Volumen. I, pp. 235-248. Brito- Schimmel, P. y C. Carreras (2005): Aplicación de Métodos Geofísicos en arqueología: una recopilación sobre el actual estado de la cuestión en España. Scientific Heritage, 0 (1): 1-20. Peña, J.A. (2010): Estudios geofísicos en yacimientos arqueológicos andaluces. Periodo 1985-2010. En I Congreso de Prehistoria de Andalucía, Consejería de Cultura, Junta de Andalucía, Sevilla, pp. 131-138. Fernández Maroto, D., T. Torres González, J. Vélez Rivas y J.J. Pérez Avilés [en prensa]: “Análisis arqueométrico de las decoraciones en cerámicas ibéricas del oppidum del Cerro de las Cabezas (Valdepeñas)”. En Actas del IV Congreso Internacional de la SECAH ex Officina Hispana. Valencia. Perrot-Minnot, S., E. Reyes, B. Cosenza, O. Chinchilla, A. Mojica, L. Pastor, R. Vannoeserlande y R. Guerín (2005): Prospección geofísica en la zona de Cotzumalguapa: Resultados de la VI Escuela Centroamericana de Geofísica Aplicada. En XVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala (J. A. Laporte, B., Arroyo y H. Mejía, eds.), Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala, pp. 968-976. Sambuelli, L., L.V. Socco y L. Brecciaroli (1999): Acquisition and processing of electric, magnetic and GPR data on a Roman site (Victimulae, Salussola, Biella). Journal of Applied Geophysics, 41: 189-204. Sánchez, J. L., J. Sánchez y O. Merlo (2015): Exploración geofísica del Conjunto Patrimonial de Las Virtudes. En El enigma de Las Virtudes. Estudio históricoarqueológico del Santuario de Las Virtudes (Santa Cruz de Mudela) (V. López-Menchero, coord.), Instituto de Estudios Manchegos, Ciudad Real, pp. 117-155.
Análisis de los resultados de la aplicación de tomografía eléctrica y georradar en yacimientos protohistóricos
José L. Sánchez Sánchez, Tomás Torres González, Julián Vélez Rivas, Domingo Fernández Maroto, José J. Pérez Avilés, Jesús Sánchez Vizcaíno y Óscar Merlo Espinosa
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5. PROGRAMAS DE TELEDETECCIÓN
Teixido, T, E.G. Artigot, J.A. Peña, F. Molina, T. Nájera y F. Carrión (2013): Geoarchaeological Context of the Motilla de la Vega Site (Spain) Based on Electrical Resistivity Tomography. Archaeological Prospection, 20: 11-22. Torres González, T., J. Vélez Rivas, D. Fernández Maroto y J.J. Pérez Avilés (2015): El sistema defensivo del Cerro de las Cabezas. Valdepeñas (Ciudad Real): nuevas aportaciones al estudio de las fortificaciones en la zona oretana. En Perspectivas y novedades de la Historia Militar: una aproximación global (E. Martínez Ruiz y J. Cantera Montenegro, dres.), Ministerio de Defensa, Madrid, pp. 265-278. Torres González, T., D. Fernández Maroto, J. Vélez Rivas y J.J. Pérez Avilés (2016): La defensa del oppidum: el sistema de fosos defensivos del Cerro de las Cabezas (Valdepeñas, Ciudad Real). En Actas de las Segundas Jornadas sobre Historia, Arquitectura y construcción fortificada (I. J. Gil Crespo, ed.), Fundación Cárdenas, Madrid, pp. 689-704. Torres González, T., D. Fernández Maroto, J. Vélez Rivas, J. Herrerín López y J.J. Pérez Avilés [en prensa]: “Prácticas rituales en el oppidum oretano del Cerro de las Cabezas (Valdepeñas, Ciudad Real); análisis e interpretación de los restos óseos de dos individuos completos localizados junto a la Muralla Sur”. En Actas del Congreso Internacional de Prehistoria y
Protohistoria del Mediterráneo Occidental, Mahón, Menorca. Vélez Rivas, J. y J.J. Pérez Avilés (1999): Oretanos en la Meseta Sur. El yacimiento ibérico del Cerro de las Cabezas. Revista de Arqueología, 213: 44-45. Vélez Rivas, J., J.J. Pérez Avilés y M. Carmona Astillero (2004): El Cerro de las Cabezas: una ciudad fortificada. En Investigaciones Arqueológicas en Castilla la Mancha, 1996-2002, Cuenca, pp. 91-103. Vélez Rivas, J., J.J. Pérez Avilés, G. Esteban Borrajo y P. Hevia Gómez (2003): La transición del Bronce Final a la Primera Edad del Hierro en el Cerro de las Cabezas (Valdepeñas, Ciudad Real). Cuadernos de Estudios Manchegos, 25/26: 11-46. Vélez Rivas, J. y J.J. Pérez Avilés (2009): El bastiónalmacén del Cerro de las Cabezas, Valdepeñas. En Sistemas de almacenamiento entre los pueblos prerromanos peninsulares (R. García Huerta y D. Rodríguez González, coords.), UCLM, Cuenca, pp. 241- 256. Vélez, J. y J.J. Pérez (2010): El oppidum ibérico del Cerro de las Cabezas. Estructuras de culto. (Valdepeñas, Ciudad Real). En Debate en torno a la religiosidad protohistórica, (T. Tortosa y S. Celestino, eds.), Anejos de Aespa, LV, Instituto de Arqueología de Mérida- CSIC, Mérida, pp. 21-36.
GEOFÍSICA ARQUEOLÓGICA: DESDE Y PARA LA ARQUEOLOGÍA ARCHAEOLOGICAL GEOPHYSICS: FROM AND FOR ARCHAEOLOGY
Roger Sala Bartrolí, Helena Ortiz Quintana Escardivol y Pedro Rodríguez Simón SOT Prospecció arqueològica Autor de contacto/Contact author: Roger Sala Bartrolí, roger_sala_bar@yahoo.es
RESUMEN ¿Hacia dónde va la geofísica arqueológica? Los avances experimentados por la especialidad en el campo de aplicación de la arqueología han permitido mejorar tanto la calidad de los resultados como los tiempos de adquisición de datos o las extensiones trabajadas. Esto hace que la geofísica arqueológica se haya convertido en una eficaz herramienta para la investigación y gestión de yacimientos de todas las cronologías. Sin embargo, estas mejoras de las condiciones técnicas conllevan una serie de riesgos que deben de ser tenidos en cuenta a la hora de su uso basado en criterios de buenas prácticas. Desde la experiencia de SOT, se plantean una serie de cuestiones que deben de ser tenidas en cuenta a la hora de plantear una intervención de geofísica en arqueología. PALABRAS CLAVE: Geofísica; Arqueología; Prospección arqueológica.
ABSTRACT Where does Archaeological Prospection go? Arcaheological prospection has been in progress and developping new techinques for the last decades that allows to get higher resolution, less time of acquisition and more extentions surveyed. Thus archaeological geophysics has became a useful tool to investigate an archaeological site of all cronologies with non-destructive techniques. Despite technical progress, there are some risks that need to be taken in count. SOT Archeological prospection has a wide experience and we raise some important questions to plan a proper archaeological prospection. KEY WORDS: Geophysics; Archaeology; Archaeological Prospection.
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5. PROGRAMAS DE TELEDETECCIÓN
Figura 1. Yacimiento arqueológico de El Villar (Ablitas, Navarra). Cortes horizontales extraídos de la prospección georadar (arriba) y esquemas de interpretación resultantes (abajo).
1. INTRODUCCIÓN La geofísica ha sido utilizada en el campo de la arqueología de manera generalizada desde los años 80. En estos primeros momentos, metodologías e instrumentos geofísicos adaptados de otras ciencias, comenzaron a aplicarse en arqueología, revelando el potencial de esta técnica para explorar grandes áreas o evolución de paisajes frente a las más comúnmente utilizadas, especialmente la fotografía aérea. La geofísica no era una disciplina nueva en el Estado Español, ya que diferentes facultades universitarias del ámbito de la Geología, la Física o la Ingeniería Civil ya aplicaban diferentes métodos de prospección geofísica, aunque sin una óptica específicamente arqueológica. Desde los años 90 se llevaron a cabo numerosas prospecciones, aunque a un nivel de potencia de investigación muy inferior al exhibido por universidades de Reino Unido, Alemania, Bélgica, Francia o Italia. Este hecho puede comprobarse a través de publicaciones como Archaeological Prospection o Applied Geophysics, en las que las aportaciones de centros de investigación españoles son escasas en relación a otros centros europeos. A partir de estas primeras experiencias, a finales de la década de 1990, se creó un cierto estado de opinión negativa en la profesión arqueológica en torno al uso de la geofísica, considerándola una herramienta imperfecta, cara y engañosa, debido a diferentes experiencias fallidas en las primeras aplicaciones. Buena parte de estos fracasos iniciales fueron motivados por diferentes razones, principalmente debido a la escasa experiencia en la planificación de las prospecciones y al reducido conocimiento de los límites y capacidades de los sensores. No será hasta los inicios de los años 2000 cuando se experimentará un importante desarrollo técnico y metodológico que ha permitido mejorar los resultados y las condiciones de trabajo. Las capacidades de los sensores han hecho posible incrementar la calidad, resolución y capacidad de adquisición de datos, reduciendo además los costes, convirtiendo la geofísica arqueológica en una valiosa herramienta. Diversos centros de investigación han empezado a interesarse, especialmente desde 2010, por la aplicación sistemática de la geofísica arqueológica en proyectos de investigación arqueológica a medida que el perfeccionamiento de la metodología ha puesto de relieve la potencia de esta caja de herramientas. Efectivamente, la mejora en las capacidades de los sensores y el cada vez más amplio corpus teórico en torno a esta disciplina ha conllevado una progresiva consolidación del uso de la geofísica arqueológica, aunque con una distribución geográfica desigual dentro del Estado Español.
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Figura 2. Ejemplo de evolución de procesado de datos. Empúries. Interpolación de perfiles GPR para obtener representaciones 3D (Time-Slice). El uso de las prospecciones geofísicas para delimitar y describir elementos patrimoniales mediante métodos no destructivos ha permitido enfocar los proyectos arqueológicos de una nueva manera, tanto a nivel de áreas de trabajo y estudio mucho más extensas, como también para ampliar los puntos de vista y análisis, pudiendo superarse la necesidad de centrarse únicamente en la recuperación física de artefactos y elementos inmuebles a través de un proceso de excavación. Además, en este sentido, los resultados aportados por la geofísica permiten optimizar recursos al posibilitar la selección de zonas potencialmente más ricas para la aplicación de otros métodos de intervención. La aplicación de métodos de prospección geofísica permite establecer planteamientos y estrategias de trabajo diferentes al enfocar la investigación arqueológica, convirtiéndose en un elemento necesario para ser incorporado a los flujos de trabajo de gestión e investigación del patrimonio.
2. PROBLEMÁTICA. OBJETIVIDAD VS SUBJETIVIDAD Teniendo en cuenta este marco, es necesario exponer una problemática concreta: el conflicto entre los componentes objetivos y subjetivos de la geofísica arqueológica y su particular encaje en el proceso científico. La geofísica arqueológica puede definirse como la descripción no invasiva de elementos arqueológicos
Geofísica Arqueológica: desde y para la Arqueología Roger Sala Bartrolí, Helena Ortiz Quintana Escardivol y Pedro Rodríguez Simón
5. PROGRAMAS DE TELEDETECCIÓN
mediante la medición de la variación de sus propiedades geofísicas en el espacio. El geofísico trabaja con datos objetivos proporcionados por sistemas que miden diferentes propiedades del suelo (resistividad, conductividad, susceptibilidad magnética, permitividad dieléctrica, etc..) y su variación en el espacio. A partir de estos datos es posible generar mapas de propiedades en torno a los que se debe construir una interpretación que aporte información arqueológica relevante sobre el yacimiento estudiado. Así pues, se trata de un trabajo que suma una parte objetiva (los datos) con otra subjetiva, o, al menos, sujeta a un grado de incertidumbre, que es la interpretación. Estos datos científicos, absolutos, cuantificables gráfica y numéricamente, entran en conflicto con el componente subjetivo de la interpretación arqueológica que debe de ser realizada tomando como base esos datos objetivos. Teniendo en cuenta que una anomalía geofísica puede dar lugar a una larga lista de interpretaciones plausibles y la necesidad de la interpretación para obtener información arqueológicamente relevante, es necesario alcanzar un punto intermedio entre estos dos componentes, objetivo y subjetivo, permitiendo que los procesos de trabajo resultantes sean efectivos y de calidad. Esto debe de ser conseguido a partir de un elemento principal: el uso de una base de información lo más amplia posible. Esto permite conseguir un rendimiento efectivo y el aporte de valor a los datos, siempre teniendo en cuenta que no existen interpretaciones absolutas y que es necesario separar la descripción de la interpretación. Esta problemática introduce un segundo factor esencial en la práctica de la geofísica arqueológica: la necesidad de una comunicación fluida entre los equipos de trabajo. La geofísica no sirve por sí misma si no proporciona información útil, por lo que este dialogo es imprescindible para optimizar la calidad de los datos. La experiencia de los equipos de investigación y su conocimiento directo sobre el terreno, en combinación con la propia experiencia de los equipos de geofísica es una de las claves para obtener unos resultados arqueológicamente relevantes. Es por esto que, desde el inicio, las intervenciones deben de estar basadas en unos objetivos concretos, centrados en unas preguntas establecidas. Toda prospección debe partir de una o más preguntas arqueológicas claras, ya que los objetivos de la prospección condicionan los métodos a utilizar. El conocimiento del contexto de inicio del yacimiento resulta un factor condicionante para la viabilidad de las prospecciones. Es por esto que es necesario diseñar estrategias de actuación a medida de cada yacimiento. Para esto, es necesario examinar algunos elementos básicos, como la información arqueológica disponible
(Intervenciones previas, dispersión de materiales, parámetros constructivos), el análisis del entorno geológico o el estado de los terrenos. Además, la recopilación de datos cartográficos y otros elementos, como secuencias históricas de ortoimagenes, aportan valores añadidos a la hora de plantear los métodos de intervención. En relación a estos datos básicos y al planteamiento de preguntas arqueológicas, debe establecerse la estrategia de trabajo a aplicar (delimitación, descripción, integración de información, etc.).
3. ¿HACIA DÓNDE VA LA GEOFÍSICA ARQUEOLÓGICA? La geofísica arqueológica no plantea ni puede eliminar ni sustituir a otros métodos o a las intervenciones invasivas sobre el terreno, como la excavación, sino aportar elementos para hacerlo de una manera más selectiva y eficiente. Los ámbitos de aplicación son variados, abarcando desde la exploración y delimitación de yacimientos, el análisis arquitectónico, la descripción y caracterización de elementos arqueológicos específicos o la Arqueología del Paisaje. En todos ellos, la combinación con otros métodos no solo es posible, sino necesaria. Parte de la consolidación de la especialidad se debe, precisamente, a la constatación de las ventajas del uso de estas técnicas desde diferentes puntos de vista. En lo relacionado con una excavación, la posibilidad de disponer de datos previos conlleva una evidente ventaja a la hora de plantearla, ya que permite optimizar los recursos y fijar objetivos concretos. Por otra parte, el aumento en las capacidades de los sensores aplicados a la geofísica arqueológica ha conllevado un incremento considerable en la capacidad para cubrir grandes extensiones a precios aceptables. Esto, a su vez, ha permitido a los equipos arqueológicos un salto adelante en la posibilidad de analizar no sólo los yacimientos, sino también su entorno y su integración en el paisaje con un foco más amplio. Finalmente, la experiencia ha impuesto el establecimiento de una metodología específica o estrategia de prospección adaptada a las condiciones de cada yacimiento y a las preguntas arqueológicas planteadas por los equipos de investigación o las empresas de arqueología. La recopilación de información arqueológica previa (estratigrafía, métodos constructivos, materiales, urbanismo) aportada por la arqueología es tan esencial para el planteamiento de una prospección y la elección del método o métodos adecuados como un conocimiento de la geología local o los cambios recientes en el paisaje.
313 Figura 3. Sensores. Gradiómetro magnético (izquierda) y GPR (derecha). La geofísica arqueológica se vale de un grupo de sensores, adaptados a diferentes usos y contextos. La prospección magnética (fig. 3 izquierda), de bajo precio y que permite cubrir grandes extensiones, se ha asentado como la herramienta más útil para el reconocimiento de grandes superficies, mientras que la prospección georadar (fig.3 derecha) se ha consolidado como el método más preciso en la descripción de restos arqueológicos. Otros métodos, como la prospección eléctrica ERT, son de gran utilidad en la definición de contextos geomorfológicos o la detección de grandes estructuras. En estos y otros casos, las condiciones de la geología, el entorno y los propios yacimientos, hacen que las diferentes metodologías presenten virtudes y carencias. Para compensar esta situación, es muy habitual la aplicación de estudios multisistema, que conjuntan diferentes métodos de prospección sobre un mismo sitio. Esto permite combinar las capacidades y debilidades de cada método para obtener fuentes
Figura 5. Métodos aplicables según condiciones y contextos de los yacimientos.
de información complementarias. Por ejemplo, la prospección georadar puede proporcionar un mapa muy detallado de los restos constructivos de un asentamiento ibérico, pero una prospección magnética podrá añadir a ese mapa la posición de hornos o silos o incluso restos de un incendio que el georadar difícilmente verá.
4. UN EJEMPLO: YACIMIENTO DE PLA DE PARETS (CARDEDEU, BARCELONA) A pesar de que el yacimiento de Pla de Parets ya era conocido desde inicios del siglo XX, en el momento de inicio de la intervención solo se contaban con escasos datos relacionados con la existencia de restos de estructuras y pavimentos de cronología romana. Ante la existencia de una posible villa, en 2014 y 2015, a iniciativa del Servei d’Arqueologia i Paleontologia del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, en colaboración con el Museu de Cardedeu, se planteó una prospección en extensión con métodos no destructivos, con el objetivo de delimitar y describir con precisión los restos. La prospección geofísica multisistema1 proyectada cubrió una extensión inicial de 38.248 m2 con métodos magnéticos, consiguiendo realizar una delimitación del yacimiento, seleccionándose posteriormente un área de 9.868 m2, prospectada con GPR.
Figura 4. Interpretación de datos geofísicos, contrastando los resultados con intervenciones sobre el terreno mediante sondeos.
La prospección magnética permitió detectar numerosas anomalías focales, producidas por objetos de alto contraste magnético. Estos elementos fueron interpretados con numerosos restos de combustión, incluyendo un mínimo de dos hornos y un posible hipocausto. También pudo destacarse la presencia de concentración de elementos metálicos en algunos
Geofísica Arqueológica: desde y para la Arqueología Roger Sala Bartrolí, Helena Ortiz Quintana Escardivol y Pedro Rodríguez Simón
5. PROGRAMAS DE TELEDETECCIÓN
Los datos geofísicos, obtenidos en un tiempo de trabajo de campo de 5 días, aportaron, además, información complementaria en relación al entorno del yacimiento, con datos que informan sobre elementos de paleocultivo y estructuras de producción.
Figura 6. Resultados de la prospección georadar en la Catedral de Tortosa (el Baix Ebre). Representación en volúmenes de las anomalias. sectores. En cuanto a las anomalías lineales, aparecían especialmente claras y concentradas en el sector central. Sobre este entorno se realizó la prospección de georadar, que permitió caracterizar y analizar en detalle las estructuras constructivas conservadas. La interpretación de los datos permitió individualizar un mínimo de cinco grupos constructivos, orientados de forma diversa y con funciones diversas. Todos ellos aparecen conservados entre 0.8 y 1.2 m de profundidad. La combinación de los datos de ambos sistemas permitió confirmar la existencia y ampliar el grado de conocimiento y distribución de la villa romana. Estos datos, en cualquier caso, deben de ser confirmados por otro tipo de intervenciones, como sondeos o excavación en área.
Los resultados obtenidos y un tiempo de trabajo y coste económico menor en relación a la extensión trabajada contrastan y ponen en evidencia las ventajas de la geofísica en comparación a métodos aplicados en otras intervenciones llevadas a cabo anteriormente en el yacimiento. En 2002 se efectuó una campaña de sondeos mecánicos orientados a ampliar el grado de conocimiento del yacimiento. En total, se realizaron 66 catas mecánicas aleatorias, intentando cubrir toda la superficie del yacimiento, todo ello con unos costes en tiempo y presupuesto superiores a la prospección geofísica. Aunque fue posible localizar algunas de las estructuras arqueológicas ubicadas al sur del complejo y trazarse una proyección hipotética de las mismas, los resultados fueron parciales y no se consiguió obtener una visión de conjunto que hiciera posible poner en práctica una gestión eficaz del yacimiento.
5. CONCLUSIONES La experiencia acumulada en la última década permite poner de relieve la eficacia y utilidad de la geofísica arqueológica como una potente herramienta de gestión e investigación. A pesar del riesgo de convertirse en un recurso sencillo para obtener grandes volúmenes de información de manera rápida y asequible, sin que posteriormente tenga trascendencia a la hora de interpretar o gestionar los restos arqueológicos, la geofísica arqueológica debe de ser incorporada a los flujos de trabajo de
Figura 7. Pla de Parets. Prospección multisistema (Magnético y GPR) e interpretación de resultados.
los diferentes equipos dedicados a la conservación e investigación del patrimonio. Para ello, se plantean, desgraciadamente, una serie de problemas que hacen que, aun teniendo en cuenta avances expuestos hasta aquí, existan algunos ámbitos importantes donde la geofísica arqueológica tiene una implantación débil. A nivel de las administraciones competentes, los organismos que gestionan el Patrimonio Arqueológico en el Estado Español cuentan con escasos medios si los comparamos con otros entornos europeos. Al mismo tiempo las legislaciones no han avanzado en paralelo a los cambios metodológicos de todo tipo que envuelven a la arqueología, de manera que, en muchos casos, no contemplan ni tan siquiera la existencia de la prospección geofísica. Reflejo de esta situación es la inexistencia de manuales de buenas prácticas o de estándares de calidad o formatos, como si en cambio han sido establecidas por instituciones europeas como English Heritage. En segundo término, y quizás también debido a este primer punto, las empresas de arqueología comercial hacen un uso escaso de la geofísica. Es evidente que estas empresas centran su negocio en la excavación, y por consiguiente es natural hasta cierto punto su resistencia al uso de prospecciones que pueden limitar seriamente algunas prácticas como la realización de catas aleatorias o técnicas muy agresivas como los decapajes mecánicos. En este sentido, cabe esperar que la mejora en el conocimiento de la geofísica termine imponiendo una estrategia de intervención menos agresiva en los
grandes proyectos de obra pública, aunque sea por el simple hecho de que el uso combinado de la geofísica y la excavación selectiva tiene un impacto menor en los yacimientos y en el entorno. La geofísica arqueológica es una disciplina necesariamente interdependiente de otros campos dentro del proceso arqueológico. Se debe realizar desde un conocimiento técnico de los métodos de prospección, siendo a la vez indispensable un conocimiento arqueológico para poder elaborar interpretaciones consistentes.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Bienes, J.J., O. Sola, R. Sala, E. García y R. Tamba (2015): “El Villar de Ablitas. Campañas arqueológicas 2010-2014 y prospección geofísica”. Trabajos de Arqueología Navarra, 27, pp. 153-183. García, E., J. Principal y G. de Prado (Eds.) (2016): Working with buried remains at Ullastret (Catalonia): proceedings of the 1st MAC International workshop of archaeological geophysics. Barcelona, Museu d’Arqueologia de Catalunya - Ullastret Sala R, E. Garcia, R. Tamba (2012): “Archaeological geophysics–from basics to new perspectives”. en Ollich-Castanyer I (ed) Archaeology, New Approaches in Theory and Techniques. InTech. pp 133-166 Schmidt A. (2013): Geophysical data in archaeology: a guide to good practice. 2nd edition. Oxford, Oxbow Books.
NOTAS ACLARATORIAS 1
Los resultados de esta prospección pueden visualizarse en https://youtu.be/hDEjAoOjRXA. Geofísica Arqueológica: desde y para la Arqueología Roger Sala Bartrolí, Helena Ortiz Quintana Escardivol y Pedro Rodríguez Simón
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Programas de Gestiรณn
5. PROGRAMAS DE TELEDETECCIÃ&#x201C;N
LA PLATAFORMA SMARCH THE PLATFORM SMARCH
Celso M. Sánchez Mondéjar1, José Manuel Crespo Valero1, Francisco Ramos Martínez2 y Juan Gallardo Carrillo1 2
1 Patrimonio Inteligente UNED/Patrimonio Inteligente
Autor de contacto/Contact author: Francisco Ramos Martínez, franciscoramos@patrimoniointeligente.com
RESUMEN La computación en la nube es un sistema de programación de trabajo que no requiere la instalación de ningún tipo de software en el ordenador, sino que se sirve de servidores privados para proporcionar acceso y que en la actualidad tiene funcionamiento en cualquier tipo de dispositivo informático: smartphones, tablets y por supuesto ordenadores personales, y que son altamente personalizables para arqueólogos autónomos y empresas. Mediante este sistema hemos creado SMart ARCHaeology (SMARCH), una aplicación de computación en nube basado en tres módulos principales. A través de ella, el responsable de una intervención arqueológica podrá gestionar diferentes registros, como el diario de intervención, las distintas unidades estratigráficas aparecidas, así como las unidades constructivas y los materiales documentados en cada una de ellas, incluidas fotografías y dibujos. Además, el responsable de la intervención podrá crear usuarios adicionales con ciertos permisos sobre esa intervención, con lo que se consigue que todo el equipo de trabajo pueda desarrollar su labor simultáneamente y desde cualquier lugar. PALABRAS CLAVE: Computación en nube; Sistema de registro; Arqueología.
ABSTRACT Cloud computing is a work programming system that does not require the installation of any kind of software on a computer, but provide access through private servers. Nowadays can be run on any computing device: Smartphones, tablets and of course personal computers, and it is highly customizable for freelance archaeologists and companies. Through this system, we have created SMart ARCHaeology (SMARCH), a cloud computing application based on three main modules. Through it, the person in charge of an archaeological intervention can manage different logs, such as the field book, the different stratigraphic units that appear, as well as the construction units and the materials that were documented in each one of them, including photographs and drawings. In addition, the person in charge of the archaeological work can create additional users with certain permission, which ensures that all the work team can develop their task simultaneously and from anywhere. KEY WORDS: Cloud computing; Data registration; Archaeology.
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6. PROGRAMAS DE GESTIÓN
1. INTRODUCCIÓN El auge de la arqueología urbana ha impulsado a los arqueólogos a modernizarse, en ocasiones a marchas forzadas. La acuciante necesidad de disponer de la información extraída en campo de manera más sistemática ha llevado a algunos autores a cuestionar los procedimientos tradicionales que ésta ha recibido en gabinete. Existe una serie de dificultades que impide la interoperatividad entre dos o más técnicos, y que puede ser de carácter técnico o espacial. En este trabajo pondremos de relieve esta problemática y expondremos una de las posibles soluciones que disponemos a día de hoy. Al cabo de una excavación o prospección arqueológica generamos una gran cantidad de información digital y en papel que incurre en problemas relativos a compatibilidad y volumen. La multiplicidad de soportes viene unida a la variedad terminológica, sobre todo cuando el trabajo cuenta con más de un arqueólogo, como puede ser el caso de grupos de trabajo vinculados con instituciones públicas o privadas. Generalmente es necesario normalizar la información obtenida con el fin de unificar el tipo de dato y permitir una comunicación inteligible entre miembros del equipo. La consecuencia directa de este trabajo coordinado es aportar al registro información de naturaleza más o menos objetiva, superando la subjetividad ya inherente en el hecho de registrar el dato arqueológico (Barker, 1977, p. 14). Recuperar la información arqueológica es fundamental, ya que todo bien arqueológico intervenido es destruido parcial o totalmente, independientemente del fin de la excavación, sea científica o correctiva. La única manera de justificar dicha destrucción es mediante la creación de un registro que permita recomponer idealmente cada intervención arqueológica (Parcero Oubiña, et al., 1999).
2. OBJETIVOS En el contexto de la arqueología preventiva y de urgencia, se hace más necesaria una disposición eficiente de la información. Cada excavación genera una ingente cantidad de datos, antes incluso de extraer el primer puñado de tierra. Entender que en arqueología profesional existe documentación que excede las necesidades puramente científicas es reconocer la importancia de la misma en el desarrollo de la excavación. La recuperación y sistematización, tanto de datos brutos extraídos en contexto arqueológico como de la documentación periférica que apoya la intervención, es fundamental para el trabajo de técnicos, directores y especialistas en general (Figura 1). Este conglomerado de datos suele quedar almacenado en el equipo particular de cada técnico o director.
Figura 1. Datos que conforman el registro básico en arqueología profesional
La interoperatividad entre usuarios es por tanto muy limitada debido a individualización de la información y la variedad de formatos. Aquellas empresas o universidades que disponen de medios pueden instalar un servidor local que facilita trabajar dentro de un rango espacial concreto (oficina, despacho), pero que no posibilita el acceso más allá del alcance de la red local. Incluso en este caso, existen dificultades cuando se trabajan sobre los mismos documentos, ya que, por lo general, no se permite la modificación simultánea por más de un usuario. Por añadidura, un sistema libre de restricciones espaciales permitiría que en un futuro fuéramos capaces de mostrar los datos en bruto a un público mayor. Un fácil acceso de la información a especialistas será parte del tratamiento para curar un mal endémico propio, aunque no exclusivo, de la arqueología española: el acceso libre a la información base de cualquier estudio, algo que absolutamente natural en otros campos científicos. Esta postura nace además amparada por la directiva 2003/98 del Parlamento Europeo, refrendado parcialmente por la iniciativa INSPIRE de 2007/2, que también surge de las instituciones europeas, con el fin de poner a disposición de los ciudadanos toda información espacial originada dentro del territorio de la Unión Europea. Existen hoy en día ejemplos de proyectos que han abrazado con éxito esta propuesta integrativa de la información con carácter abierto (Rey Castiñeira, 2011). Lo descrito anteriormente dio forma a la inquietud por nuestra parte de desarrollar SMARCH (SMart ARCHaeology), una solución en la nube que integra toda clase de funciones específicamente diseñadas para aportar soluciones a las intervenciones arqueológicas. SMARCH nació fruto de una necesidad interna durante la excavación del Castillo de Lorca, como ya detallamos en otros trabajos (Eiroa Rodríguez & Ramos Martínez, 2016).
2.1. Aplicaciones locales El primer paso para facilitar el acceso a la información es la homogenización de formatos. Usar un tipo de archivo u otro viene determinado en parte por la costumbre o por la capacidad económica, y por tanto es una elección que no siempre está razonada en términos de eficacia o eficiencia. Se conjugan productos con licencias privativas y de código abierto que se adaptan a las necesidades o capacidad de cada usuario que en ocasiones nada tiene que ver con el resultado óptimo. Consecuentemente, la información queda guardada en formatos muy diversos, dependiendo de lo que el usuario sea capaz de costearse. A continuación, mostramos algunos ejemplos: •
Microsoft Word o Libreoffice Writer para procesar textos: fichas de registro o informes.
•
Microsoft Excel o Libreoffice Calc para gráficas o estudios de costes.
•
Bases de datos locales con Microsoft Access, Libreoffice Base o FileMaker para sistematizar internamente nuestros datos.
Cada uno de los programas arriba descritos presentan una serie de inconvenientes que complica el trabajo en equipo de forma simultánea. Suponiendo que dispusiéramos, por ejemplo, de un archivo de texto en una plataforma compartida (red local, Dropbox, OneDrive etc), éste solamente podría ser editado por un único usuario. Recientemente, la cuestión de “un archivo un usuario” está siendo superada mediante aplicaciones en la nube como por ejemplo Google Drive. De igual modo, SMARCH se ofrece como una plataforma capaz de soportar el trabajo simultáneo de uno más usuarios Así mismo, queda la cuestión de la compatibilidad. Si bien el uso del paquete Microsoft Office está generalizado, otras iniciativas basadas en software libre, de entre las que destacan tanto OpenOffice como LibreOffice, que, al igual que la implementación de Linux, está experimentando un crecimiento tanto entre usuarios particulares como en Administraciones Públicas, con algunos ejemplos en España (López, 2014) y en América Latina (Universidad de Costa Rica, 2014).
3. METODOLOGÍA Para que los datos sean accesibles de forma descentralizada, son desplazados fuera de nuestros equipos hacia centros de datos gracias a la vinculación entre los usuarios y administradores a través de internet, es decir, colocarlos en la nube (Jadeja & Modi, 2012). La computación en la nube (cloud computing) ofrece ventajas a tener en cuenta por grupos de usuarios de tamaño medio y grande. En primer lugar, este sistema
de datos no requiere de la instalación de un software específico, sino que se sirve de servidores externos a los que podemos acceder por medio del navegador web. Por tanto, la información queda almacenada fuera de nuestro dispositivo, aunque siempre podemos disponer de ella mediante descarga o consulta online. Los datos, al estar almacenados y gestionados fuera de nuestros equipos, funcionan perfectamente con independencia del dispositivo (smartphone, tablet, portátil o sobremesa). De igual modo, los diferentes sistemas operativos no afectan en absoluto el funcionamiento de la aplicación, sean específicos de ordenadores (Apple, Windows, Linux) o de dispositivos móviles (iOS y Android, entre otros). Ya se ha señalado la capacidad de procesar la información de forma simultánea por diversos usuarios, pero además éstos pueden ser categorizados en función de sus permisos. El administrador es capaz de asignar usuarios con distintos rangos de privilegios, sea de edición y consulta o solo consulta, restringidos a uno o varios campos, como puede ser una excavación o un inventario concreto. La principal ventaja es que la información puede ser gestionada de forma controlada, pero que a la vez facilita su distribución entre miembros ajenos al equipo. Existe, no obstante, un requisito indispensable que determina el acceso a los datos: disponer de conexión a internet. Si bien podemos extraer informes de la plataforma que pueden ser trabajados off-line, es indispensable estar conectados a la Red para hacerlo. SMARCH se articuló, por tanto, como una plataforma online de gestión de la información de una intervención arqueológica. Los mecanismos que rigen SMARCH son propios de una base de datos relacional, es decir, articulada mediante una serie de registros independientes pero interconectados entre sí. Este diseño permite estructurar la información mediante módulos que incorporan funcionalidades. Esta disposición modular permite la creación e interconexión de nuevos bloques, facilitando por tanto la expansión de la plataforma.
3.1. Arquitectura de la plataforma La creación de la plataforma vino impuesta por necesidades prácticas. Es por ello que debía ser operativa incluso en su fase más temprana. A diferencia de una base de datos estándar, esta proto-SMARCH no requería estar perfectamente acabada para comenzar a trabajar y ponerla a prueba, sino que mediante el uso prolongado se diagnosticaron los problemas y se propusieron mejoras. Este flujo de trabajo fue posible gracias a un sistema incrementivo a base de módulos, denominado SCRUM (Garzás Parra, 2014), que permitía el desarrollo de la aplicación a medida que las necesidades crecían.
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6. PROGRAMAS DE GESTIÓN
SMARCH fue diseñada para estar alojada en un servidor externo, de manera que el usuario sea capaz de acceder a la aplicación sin necesidad de tener un programa preinstalado, simplemente con su navegador web. Lenguaje de programación elegido fue PHP, con el cual se desarrollaría la aplicación web, mientras que para la gestión de información optamos por una base de datos de tipo MySQL. Estos dos elementos combinados hacían que la creación de la plataforma fuera sencilla e intuitiva (Cobo Ortega, 2005). Por otro lado, su localización descentralizada en la nube permitiría el acceso simultáneo de varios usuarios desde diferentes posiciones. Los datos fueron referenciados a través de un centro de datos de tipo PAAS (Platform as a Service), que conjuga seguridad, recuperación y soporte (Cohen, 2013). Desde un primer momento se concibió la arquitectura completa de todo el sistema. En anteriores trabajos (Eiroa Rodríguez & Ramos Martínez, 2016, p. 143) señalamos los elementos básicos que compondrían el programa al completo, que volvemos a reproducir para su mejor comprensión (Figura 2). Yacimiento (Yc) es el elemento vertebrador básico que enlaza a otros módulos. Se recogen los datos básicos para su identificación, que pueden ser de carácter técnico o arqueológico. Documento Histórico (Dh) contiene todas aquellas referencias hechas al yacimiento a través de fuentes escritas.
Fotografía (Ft) guarda el registro fotográfico de una intervención al completo: desde fotografías en campo como en laboratorio. Materiales (Mt), otro de los bloques fundamentales, administra el inventario del material arqueológico recogido en campo. Puede ser subdividido en módulos más pequeños y específicos relacionados con cerámica, talla lítica, epigrafía, etc. Láminas (Lm) gestiona los dibujos arqueológicos ya vectorizados de aquellos materiales documentados e inventariados. Analíticas (An) es un apartado que recopila estudios físico-químicos que se realicen sobre determinados elementos, ya sea procedentes de estratos (como sedimentos, muestras de mortero, etc) como los extraídos de los bienes muebles de carácter orgánico e inorgánico. Estadística (St) recoge datos presentes en los módulos de Materiales y Analíticas para generar datos derivados, como, por ejemplo, Número Mínimo de Individuos (NMI). Sistema de Información Geográfica (Sg) relaciona los elementos planimétricos con los modelos estadísticos, para finalmente representarlos sobre un plano.
Recursos (Rc) es un apartado que recopila cualquier alusión de tipo audiovisual, bibliográfico o digital relativa al yacimiento. Planos (Pl) recoge tanto la planimetría general del yacimiento como las complementarias, como pueden ser secciones, perfiles y alzados. Intervención (It) es un módulo que puede ser en ocasiones asumible a Yacimiento, pero que se desgaja al especificar zonas concretas de actuación en un tiempo determinado. Es especialmente útil cuando las intervenciones tienen un carácter regular o cuando cuentan con más de dos sectores. Diario (Di) almacena las anotaciones de campo del investigador. Unidad Estratigráfica (Ue) es otro de los módulos fundamentales, ya que se refiere a la unidad básica de registro en arqueología (Harris, 1979). En este bloque tienen cabida tanto unidades positivas (estratigráficas o constructivas) como negativas (fosas, interfaces, etc). Unidad de Actividad (Ua) comprende un conjunto de UU.EE. que conforman una entidad determinada y coherente (López, 1991).
Figura 2. Estructura de SMARCH
4. RESULTADOS 4.1. Usos actuales La primera versión de SMARCH comenzó su desarrollo en el año 2007 pero no tendríamos una versión realmente estable hasta 2009. Una parte determinante del desarrollo de esta versión Alfa fue la excavación del castillo de Lorca, llevada a cabo desde por miembros de nuestro equipo en colaboración con el Área de Historia Medieval de la Universidad de Murcia (Eiroa Rodríguez, 2012; Eiroa Rodríguez & Ramos Martínez, 2016). La plataforma comenzó a implementarse hacia 2008 y fue nutriéndose de las distintas experiencias de campo y laboratorio nacidas de un equipo multidisciplinar, dando lugar a la versión que disponemos actualmente. La actuación simultánea sobre distintos cortes de un mismo yacimiento junto con un trabajo de laboratorio intensivo, pusieron a prueba la validez y capacidades de esta iniciativa. SMARCH es, a día de hoy, un proyecto en fase Beta, empleado como herramienta de uso interno, aunque fue concebida con la idea de poder ser externalizada. Como hemos comentado, la plataforma está diseñada para ser escalable y modular desde el principio. De momento existen activos dos módulos principales. Por un lado, el Módulo Estratigráfico permite la digitalización, tanto en campo como en gabinete, de las fichas de Unidades Estratigráficas y, por extensión, de Unidades Constructivas. Formalmente presentan un aspecto de formulario con casillas idénticas a las fichas de campo, en las que además podemos cargar imágenes en el apartado de Fotografías, o dibujos para los Croquis y Matriz Harris. No obstante, también podemos emplear directamente estas fichas virtuales como la manera por definición de documentar nuestras unidades durante el trabajo de campo. Finalmente, dentro de este módulo, contamos con el apartado de Diario, que se presenta como un sencillo procesador de texto que nos facilita la digitalización de los contenidos de las anotaciones tomadas en campo, o directamente ser usado como soporte básico para el diario de campo (Figura 3. Menú principal de una intervención. En el encabezado, el nombre de la intervención. A la izquierda, las fichas de unidad estratigráfica. A la derecha, las fichas de unidad constructiva). En segundo lugar, disponemos del Módulo de Materiales, en donde se registran los datos relativos a los materiales arqueológicos recuperados de una excavación, una vez finalizado el proceso de lavado e inventario. Mediante desplegables, podemos seleccionar listados con opciones de tipo cronológico o formal. Como en el módulo anterior, podemos vincular imágenes de materiales digitalizados. Una vez hemos incorporado todos los datos necesarios, podemos exportarlos en base a un formato
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Figura 3. Menú principal de una intervención. En el encabezado, el nombre de la intervención. A la izquierda, las fichas de unidad estratigráfica. A la derecha, las fichas de unidad constructiva
predeterminado de salida, configurando de forma adaptativa las casillas de, por ejemplo, las fichas de inventario. El archivo resultante se presenta en forma de informe, cuyas dimensiones y características pueden ser modificadas usando el código fuente. Podemos cambiar las imágenes de encabezado, títulos o dimensiones de imágenes para que presenten un aspecto uniforme y no se sufra el riesgo de descuadrar los cajetines. El modo de exportación es, esencialmente, o PDF o impresión directa del formulario (Figura 4. Proceso de exportación de datos). Gracias a los procesos iterativo e incrementales propios de SCRUM, somos capaces de seguir implementando parte de los módulos planificados, e incluso incorporar otros nuevos. Uno de los módulos más sugerentes es el de Planimetría, en el cual podríamos activar y desactivar capas vectoriales previamente cargadas para componer fases cronológicas. El módulo de Documentación y Referencias pueden ser fusionados y es posible desarrollar un sistema de referencias automatizado.
5. CONCLUSIONES SMARCH es una plataforma versátil capaz de resolver parte del trabajo al que un arqueólogo debe enfrentarse de forma sistemática. Permite un acceso global a distintos usuarios de manera simultánea, algo especialmente indicado para equipos compuestos por más de un técnico. De igual modo, dado que es una aplicación a la que accedemos mediante un navegador web, podemos trabajar con ella desde cualquier dispositivo, sea smartphone, tablet u ordenador con fluidez, al no depender ni del sistema operativo ni del hardware específico de cada aparato. Una plataforma perfectamente funcional desde el primer momento, a la que se le pueden ir añadiendo distintos módulos con el
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6. PROGRAMAS DE GESTIÓN
Figura 4. Proceso de exportación de datos
fin de expandirla y aprovechar al máximo su potencial. No podemos dejar de señalar algunas desventajas que son inherentes a este tipo de servicios. La primera y más importante es la necesidad de una conexión a Internet continua, sin la cual no podremos operar con los datos. Ello se relaciona con la dependencia que existe entre el programa y los servidores externos, alojados en centros de datos fuera de nuestro alcance físico. Aunque es un sistema muy sólido y seguro, refrendado además por la capacidad de ser auditado, pueden existir riesgos respecto a la seguridad de los datos, aunque ciertamente es un peligro realmente bajo. En conclusión, SMARCH está especialmente indicada para grupos de investigación y de trabajo deslocalizados que encuentran serias dificultades a la hora de compartir información entre ellos. La uniformidad a la hora de trabajar elimina las posibles incompatibilidades de formato. La posibilidad de interrelacionar datos permite una gestión más eficiente de la información, sobre todo en intervenciones de larga duración o de amplia superficie. Cruzar registros entre sí permite advertir incoherencias y, en definitiva, optimizar el flujo de trabajo.
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6. PROGRAMAS DE GESTIÃ&#x201C;N
LA RUTA IBEROS EN EL BAJO ARAGÓN: BALANCE DE DIEZ AÑOS DE ACTUACIÓN THE IBERIAN ROUTE IN BAJO ARAGÓN: BALANCE OF TEN YEARS OF PERFORMANCE
José Antonio Benavente Serrano Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón Autor de contacto/Contact author: José Antonio Benavente Serrano, jabenavente@hotmail.com
RESUMEN La Ruta Iberos en el Bajo Aragón comenzó en 2004 con la elaboración de un proyecto de turismo cultural que tenía como principal objetivo la recuperación y puesta en valor de un rico patrimonio arqueológico, en buena parte olvidado y abandonado, en un territorio histórico eminentemente rural. El desarrollo del proyecto y la gestión de ese patrimonio, con el asesoramiento de un comité científico, han implicado a diversas administraciones públicas que participan tanto en su financiación y mantenimiento como en la toma de decisiones. Con estas premisas, un total de 22 entidades públicas (Ayuntamientos, Comarcas, grupos Leader y Diputaciones) crearon en 2007 el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón que, desde entonces, gestiona dicha Ruta no solo como un patrimonio a proteger y conservar sino como un claro recurso de desarrollo sostenible en el medio rural. La Ruta incluye como principales atractivos una veintena de yacimientos arqueológicos excavados y señalizados y una red de once pequeños centros de visitantes con contenidos temáticos distintos. Pero, además de estos recursos patrimoniales, y sin olvidar los programas de investigación, el proyecto ha promovido y colaborado en muchas otras actividades: ferias, eventos, jornadas, concursos, talleres, campañas de dinamización y didáctica, recreaciones, gastronomía, formación, artesanía, servicios, etc. Todo ello ha incidido en una progresiva concienciación de la población local sobre el valor del patrimonio arqueológico como recurso de desarrollo y ha favorecido la participación de otras entidades públicas y privadas que han puesto en marcha diversas iniciativas de gran aceptación social cuyo principal referente lo constituye la cultura ibérica.
PALABRAS CLAVE: Cultura ibérica; Bajo Aragón; Rutas arqueológicas; Gestión del patrimonio.
ABSTRACT The Iberos Route in Bajo Aragón began in 2004 afther planning the development of a cultural tourism project whose main objective was the recovery and value of a rich archaeological heritage, forgotten and abandoned for a long time, in a mainly rural historical territory. The development of the project and the management of that heritage, adviced by a scientific committee, have involved several branches of the public administration that participate in its financing and maintenance, as well as in decision-making. With these premises, a total of 22 public entities (municipalities, counties, Leader groups and Provincial Councils) created the Iberian Heritage of Aragon Consortium in 2007, which, has managed this route since then, not only as a heritage to protect and conserve but as a clear resource for a sustainable development in rural areas. One of the main attractions inclueded in the route is about twenty excavated and marked archaeological sites and a network of eleven small visitor centers with different thematic contents. But, as well as to these heritage resources, and without forgetting the research programs, the project has promoted and collaborated in many other activities: fairs, events, conferences, contests, workshops, dinamization and didactic campaigns, recreations, gastronomy, education, handicrafts, services, etc. All this has led to a progressive awareness of the local population about the value of archaeological heritage as a resource for the development and has favored the participation of other public and private entities that have launched various initiatives of great social acceptance whose main reference is constituted by the Iberian culture.
PALABRAS CLAVE: Iberian culture; Bajo Aragón; Archaeological routes; Heritage management.
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6. PROGRAMAS DE GESTIÓN
1. INTRODUCCIÓN La Ruta Iberos en el Bajo Aragón es un proyecto de turismo cultural basado en un importante patrimonio arqueológico, hasta hace poco tiempo apenas valorado, que se emplaza en un territorio eminentemente rural y tradicionalmente mal comunicado. El desarrollo del proyecto, que acaba de cumplir diez años, implica un impacto socioeconómico en el territorio pero también científico y de protección y conservación del patrimonio. El Bajo Aragón se ubica en el sector oriental de la Comunidad Autónoma Aragonesa, en la zona limítrofe de las provincias de Zaragoza y Teruel con las de Tarragona y Castellón. Este territorio natural, hoy subdividido en cinco comarcas, coincide en líneas generales con la demarcación histórica de la Tierra Baja aragonesa que ha tenido su capital y principal núcleo de población, desde la Antigüedad hasta nuestros días, en la localidad turolense de Alcañiz. El proyecto de la Ruta Iberos en el Bajo Aragón se ciñe a este territorio que abarca una superficie de unos 4.700 Km2, con 62 pequeñas localidades y una población total que apenas supera los 70.000 habitantes. En lo que respecta al patrimonio ibérico, el territorio del Bajo Aragón conserva, en un radio de apenas 50 kilómetros, la mayor concentración de yacimientos de esa época excavados y puestos en valor de nuestro país. Gracias al esfuerzo conjunto de las 21 administraciones públicas que conforman el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, entidad que gestiona ese proyecto, ha sido posible poner en marcha una innovadora iniciativa de turismo cultural y arqueológico que ha supuesto la recuperación y puesta en valor de una veintena de yacimientos arqueológicos y la creación de una red de 11 pequeños centros de visitantes con contenidos temáticos distintos que, conjuntamente, configuran un nuevo producto de turismo arqueológico y cultural capaz de generar empleo y recursos para su mantenimiento y mejora. La realización de numerosas iniciativas y actividades a lo largo del año asociadas a este patrimonio cultural convierten el proyecto en un modelo de turismo y desarrollo sostenible en el medio rural.
2. LA CULTURA IBÉRICA DEL BAJO ARAGÓN El territorio histórico del Bajo Aragón, estratégicamente ubicado en un cruce de comunicaciones naturales entre el Valle del Ebro y el litoral mediterráneo, presenta una enorme y variada riqueza arqueológica de la que destaca especialmente la perteneciente a época ibérica. Al menos desde la I Edad del Hierro aparecen ya con claridad en este territorio bajoaragonés algunos rasgos diferenciadores que permiten comenzar a perfilar
Figura 1. Vista aérea del poblado ibérico de Tossal Redó de Calaceite (Teruel). una identidad cultural propia en un territorio natural claramente delimitable. Los límites geográficos de este territorio vendrían determinados por el curso del Ebro, por el norte; las serranías de la cordillera costerocatalana por el este; las estepas y llanos de Belchite por el oeste y las estribaciones de las serranías ibéricas del Maestrazgo por el sur. Ya desde el siglo VII a.C. aparecen con claridad en este territorio algunos rasgos diferenciadores que permiten perfilar una identidad cultural propia. Por ejemplo, la dispersión sobre el mapa de algunos elementos arqueológicos como las necrópolis de tumbas tumulares (Rafel, 2003); las casas-torre de la aristocracia militar ibérica (Moret et al., 2006); las estelas funerarias con su característica iconografía de lanzas, orlas y jinetes (Marco, 1983-84); el uso de complejos sistemas defensivos y fortificaciones (Melguizo y Moret, 2007) o la utilización de estructuras de almacenamiento de determinados productos agropecuarios, coinciden con precisión con la delimitación natural del territorio del Bajo Aragón. Durante casi siete siglos, desde la Primera Edad del Hierro hasta la plena romanización, el territorio del Bajo Aragón experimentó un gran desarrollo económico, social y cultural de claro influjo mediterráneo que evolucionó gracias a la adopción de los nuevos avances culturales y tecnológicos (uso del alfabeto y escritura, torno, monedas, metalurgia del hierro…) llegados a nuestra península desde el Mediterráneo a través de distintas vías comerciales cada vez más consolidadas. Como consecuencia de estas innovaciones la población y los asentamientos ibéricos del Bajo Aragón crecieron notablemente hasta el punto de que muchas zonas de este territorio parece que estuvieron más pobladas en los siglos anteriores al cambio de era que un milenio después (Benavente et al. 2006, 101). Hoy sabemos que en el área bajoaragonesa se conservan restos de cientos de asentamientos de época ibérica cuyo periodo de ocupación fue muy variable (desde tan solo dos o tres generaciones para muchos
de ellos hasta varios siglos para los más importantes) estando presentes, en mayor o menor medida y sin excepción, en todos los actuales términos municipales. Esta evolución cultural fue creando y configurando con el paso del tiempo una tribu o etnia ibérica que hacia el siglo II a.C., según las recientes investigaciones, se asocia con el pueblo de los ositanos cuya capital, Osicerda, o Usekerte según la lengua ibérica, pudo encontrase en El Palao de Alcañiz (Burillo, 20012002). La llegada de los romanos a finales del siglo III a.C. dio lugar a que el Bajo Aragón fuera el escenario de una de las guerras más importantes de su época: la Segunda Guerra Púnica, entre romanos y cartagineses. Pero también la adopción por parte de la población local de la nueva lengua latina y de las costumbres romanas, supuso el fin de una rica y antigua cultura que había arraigado y evolucionado con personalidad propia en nuestro territorio durante varios siglos.
3. BREVE HISTORIA DE LAS INVESTIGACIONES El Bajo Aragón posee una extraordinaria riqueza arqueológica que ya fue objeto de intensos estudios y programas de investigación desde las primeras décadas del siglo XX. A las tempranas excavaciones de Pablo Gil y Gil, realizadas en 1868 en el Cabezo de Alcalá de Azaila, seguirían las investigaciones de Juan Cabré Aguiló, un joven bajoaragonés estudiante de Bellas Artes nacido en Calaceite que con tan solo 20 años comenzó a explorar, en 1902, el poblado ibérico del Cabezo de San Antonio, situado frente a su propia vivienda. Con el descubrimiento por este mismo arqueólogo en el año siguiente de las pinturas rupestres de estilo levantino del Barranco de Calapatá, entre las localidades de Cretas y Calaceite, el Bajo Aragón comenzó a ser conocido en el incipiente mundo de la disciplina arqueológica lo que dio lugar a que entre los años 1905 y 1909 renombrados investigadores españoles y europeos, como H. Breuil, A. Vives, J. Pijoan, E. Albertini o los jesuitas Furgús y Tena, visitaran estas tierras y los principales yacimientos entonces conocidos.
Figura 2. Excavaciones de P. Bosch Gimpera en San Antonio de Calaceite (Teruel), hacia 1915.
Con la llegada desde Alemania, en 1915, del joven profesor P. Bosch Gimpera se iniciaría un intenso programa de investigación arqueológica, apoyado por el Institut d´Estudis Catalans en colaboración con los eruditos locales del Grupo del Boletín de Historia y Geografía del Bajo Aragón, que daría a lugar a la excavación completa entre los años 1915 y 1923 de importantes yacimientos de la cuenca del Matarraña: Cabezo de San Antonio y Tossal Redó de Calaceite; Els Castellans de Cretas-Calaceite; San Cristóbal, El Piuró del Barranc Fondo y Escodines de Mazaleón, entre otros. Así mismo, se realizaron numerosas prospecciones y se documentó un importante número de túmulos y necrópolis de la fase del ibérico antiguo (Bosch, 1929). A partir de 1920 el investigador alcañizano Mosén Vicente Bardavíu entró en contacto con el prestigioso arqueólogo francés Pierre Paris, fundador de la Casa de Velázquez de Madrid, iniciando conjuntamente en la cuenca del río Guadalope una nueva fase de investigación arqueológica que daría lugar a la excavación completa o parcial de varios yacimientos ibéricos en el término de Alcañiz: El Taratrato, El Cascarujo, El Palao, Alcañiz el Viejo y el Cabezo del Moro. También en estos mismos años Juan Cabré inició sus excavaciones en el Cabezo de Alcalá de Azaila que se prolongarían, con la inevitable interrupción de la guerra civil, hasta el año 1942 (una visión general de estas primeras etapas en Benavente, J.A., coord., 2005). Tras una clara paralización de las actividades investigadoras entre los años 30 y 50 se retomaron los trabajos, a partir de 1955, con la creación del Servicio Arqueológico Provincial y el posterior Museo de Teruel bajo la dirección de Purificación Atrián a la que sucedería Jaime Vicente. Se inició así una nueva fase de investigaciones en yacimientos ibéricos de Alloza (El Castelillo), Alcorisa (La Guardia), Oliete (El Palomar
Figura 3. Excavaciones de Juan Cabré en el Cabezo de Alcalá de Azaila (Teruel), hacia 1920.
Análisis de los resultados de la aplicación de tomografía eléctrica y georradar en yacimientos protohistóricos José Luis Sánchez Sánchez
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6. PROGRAMAS DE GESTIÓN
y el Cabezo de San Pedro) y algunas necrópolis tumulares del Bajo Aragón. Desde la Universidad y el Museo de Zaragoza, en los años 70 y 80, se realizaron nuevas investigaciones a cargo de Miguel Beltrán en el Cabezo de Alcalá de Azaila y Antonio Beltrán y Francisco Marco en los yacimientos de Tiro de Cañón y El Palao de Alcañiz, respectivamente (Atrian et al. 1980). Por último, desde 1995, se está desarrollando una nueva y fructífera fase de investigaciones en el Bajo Aragón en la que participan el Gobierno de Aragón, las Universidades de Zaragoza, Toulouse y Burdeos, la Casa de Velázquez de Madrid y el Taller de Arqueología de Alcañiz, con la participación de investigadores como Francisco Marco, Pierre Moret, Alexis Gorgues, Luis Fatás, Salvador Melguizo, Raimon Graells y José Antonio Benavente, entre otros, que han excavado en yacimientos como El Cabo de Andorra, Torre Cremada y Tossal Montañés de Valdeltormo, Mas de Moreno de Foz Calanda, San Cristóbal de Mazaleón y El Palao y El Taratrato de Alcañiz, o realizado estudios de periodos concretos (Fatás, L., 2016). El resultado de los continuados trabajos de investigación realizados desde hace más de un siglo ha dado lugar a que el Bajo Aragón dispusiera en los albores del siglo XXI de un patrimonio arqueológico y cultural de excepcional valor e interés, con cerca de una docena de poblados excavados en su totalidad que necesitaban, en la mayor parte de los casos, de urgentes medidas de protección y recuperación. Este rico patrimonio ibérico, concentrado en un territorio relativamente reducido, ha constituido la base de actuación del proyecto Iberos en el Bajo Aragón (Benavente y Fatás, coord., 2009).
Figura 4. Excavaciones en el alfar ibero-romano de Mas de Moreno de Foz Calanda (Teruel).
4. EL PROYECTO DE LA RUTA IBEROS EN EL BAJO ARAGÓN Los primeros pasos para la creación de la Ruta Iberos en el Bajo Aragón se iniciaron en el año 2004 mediante la colaboración del Gobierno de Aragón, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, y los tres grupos Leader de Acción Local, Adibama, Cedemar y Omezyma, que operaban en este territorio. Poco tiempo después se sumaron al proyecto la Diputación Provincial de Teruel, las comarcas de Andorra- Sierra de Arcos, Bajo Aragón, Bajo Aragón-Caspe, Bajo Martín y Matarraña y los ayuntamientos de Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calaceite, Caspe, Cretas, Foz-Calanda, Mazaleón, Oliete y Valdeltormo, constituyendo entre todos ellos en el año 2007 el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón: una nueva entidad pública que desde entonces gestiona el proyecto. Posteriormente, en 2009, se añadirían al proyecto la Diputación Provincial de Zaragoza y la empresa pública Turismo de Aragón. La Junta de Gobierno de este Consorcio está formada por representantes de todas las entidades integradas en el mismo y su presidencia la ostenta el Director General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón. El Consorcio está asesorado, además, por un comité científico del que forman parte los principales especialistas en cultura ibérica aragonesa. Este comité seleccionó en el año 2004 para su recuperación y puesta en valor una veintena de yacimientos arqueológicos bajoaragoneses, la mayor parte ya excavados y muchos de ellos en estado de total abandono desde hacía décadas. Como criterios para la selección de estos sitios arqueológicos se consideraron varios factores: que fueran yacimientos ya excavados o en fase de investigación; que pudieran ser objeto de recuperación aportando información de interés y, por último, que pertenecieran a alguna de las fases de época ibérica, desde sus orígenes hasta la plena romanización. De este modo, a través de todos ellos puede seguirse la
Figura 5. Cabezo de San Pedro de Oliete (Teruel).
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Figura 6. Plano general de la Ruta Iberos en el Bajo Aragón con localización de yacimientos y centros de visitantes. evolución y desarrollo completo de esta cultura, desde sus orígenes en la fase pre-ibérica (siglo VII a.C.) hasta la plena romanización en el siglo I d.C. La relación de yacimientos incluidos en la Ruta no es definitiva ni cerrada ya que pueden incorporarse en cualquier momento otros, siempre que cumplan las premisas mencionadas. De hecho, recientemente se ha añadido un nuevo sitio arqueológico: la denominada Ruta de los túmulos funerarios ibéricos del Matarraña, cuyas tumbas, después de haber sido objeto de limpieza y estudio ha sido señalizada y acondicionada para su visita, siendo incluso accesible para discapacitados (Melguizo y Benavente, 2016). Las localidades y yacimientos que actualmente conforman la Ruta Iberos en el Bajo Aragón son los siguientes: Alcañiz: El Palao, El Cascarujo (necrópolis) y El Taratrato. Alcorisa: La Guardia. Andorra: Parque arqueológico y necrópolis de El Cabo. Azaila: Cabezo de Alcalá. Calaceite: Cabezo de San Antonio y Tossal Redó.
Caspe: La Tallada y La Loma de los Brunos (necrópolis). Cretas: Els Castellans y Ruta de los túmulos funerarios. Foz Calanda: El Olmo y Mas de Moreno. Mazaleón: San Cristóbal y Escodines Altes y Baixes. Oliete: San Pedro y El Palomar. Valdeltormo: Torre Cremada y Tossal Montañés. El comité científico de la Ruta acordó también la creación de una red de once pequeños centros de visitantes, con una estructuración espacial y diseño similar pero con contenidos temáticos distintos que, en conjunto, ofrecen una completa visión de la cultura ibérica bajoaragonesa en todo su recorrido. La gestión de estos centros de visitantes y su horario de apertura ha sufrido importantes recortes en los últimos años como consecuencia de la crisis económica pero todos ellos permanecen abiertos al menos todos los fines de semana y festivos entre los meses de marzo y octubre y pueden ser visitados por grupos o previa petición de hora cualquier día del año. La ruta iberos en el Bajo Aragón: balance de diez años de actuación José Antonio Benavente Serrano
6. PROGRAMAS DE GESTIÓN
La localización y contenidos temáticos de los centros de visitantes de la Ruta son los siguientes: Alcañiz: CIBA, Centro Iberos Bajo Aragón. Historia de las investigaciones y exposición permanente. Alcorisa: Cerámica ibérica: alfares y hornos. Alloza: Cerámica ibérica: formas y decoraciones. Andorra: Parque arqueológico de El Cabo. Azaila: Influencias itálicas en el mundo ibérico. Calaceite: Museo Juan Cabré. Cabezo de San Antonio. Caspe: Mundo religioso y funerario ibéricos. Cretas: Lengua y escritura ibéricas. Mazaleón: Orígenes del mundo ibérico. Oliete: Actividades económicas ibéricas. Valdeltormo: Aristocracia y arquitectura ibéricas.
5. PROGRAMA DE ACTUACIONES DE LA RUTA IBEROS EN EL BAJO ARAGON La puesta en marcha de la Ruta Iberos en el Bajo Aragón conllevó una serie de importantes inversiones y trabajos previos que se desarrollaron en su mayor parte entre los años 2004 y 2009: - Inversiones en recuperación y restauración de yacimientos, con adecuación y mejora de accesos e instalación en algunos casos de vallados de protección. - Inversiones de puesta en valor de yacimientos “in situ”, mediante instalación de paneles informativos, mesas de interpretación, indicadores y flechas direccionales en accesos, - Inversiones en centros de visitantes: proyectos museográficos, obras de adecuación, mejora de locales y musealización. - Inversiones en promoción y divulgación del proyecto: página web, edición de guías, folletos, publicidad, cursos de formación, eventos y jornadas. Las inversiones en recuperación de yacimientos fueron financiadas por el Gobierno de Aragón, mientras que las de señalización, creación de centros de visitantes, promoción y dinamización de la Ruta corrieron a cargo de los Grupos Leader, comarcas y ayuntamientos. Todas estas acciones se complementaron con otras medidas que se han considerado fundamentales para el desarrollo posterior del proyecto:
Figura 7. Visita guiada a la necrópolis de la Loma de los Brunos de Caspe (Zaragoza).
- Programa de investigación. Con excavaciones en los yacimientos de El Palao y El Taratrato de Alcañiz; Mas de Moreno de Foz Calanda; necrópolis de El Cabo de Andorra; túmulos funerarios de Cretas-Arens de Lledó, etc. Asi mismo se organizó en Alcañiz, en colaboración con otras entidades, un Congreso Internacional sobre cultura ibérica en 2011. - Programa didáctico para escolares sobre cultura y patrimonio ibérico de Aragón, con contenidos educativos editados tanto en soportes convencionales (cuadernillos, cómics, cuentos ilustrados…) como digitales. Colaboración con centros educativos para visitas, talleres, semanas culturales, etc.
Figura 8. Centro de visitantes de Alcorisa (Teruel). Réplica del kalathos hallado del Cabezo de La Guardia.
- Programa de promoción y difusión de la Ruta dirigida a todo tipo de público. El propio Consorcio y diversas empresas de servicios turísticos ofrecen visitas guiadas, talleres y rutas. Entre las actividades anuales se incluyen un concurso de fotografía, la campaña de promoción “En agosto… ¡Iberízate!”, jornadas de puertas abiertas, ferias, eventos, etc.
Además de la puesta en marcha de estos programas el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón colabora regularmente con empresas privadas, especialmente con establecimientos hosteleros, agroalimentarios, artesanos y de servicios para el desarrollo de actividades relacionadas con la cultura ibérica, contribuyendo de este modo a la creación de empleo y al mantenimiento de población en el medio rural.
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6. EL IMPACTO SOCIOECONÓMICO DE LA RUTA IBEROS EN EL BAJO ARAGÓN En los últimos años se ha experimentado en el Bajo Aragón, gracias a la iniciativa de asociaciones culturales, empresarios de hostelería y del sector agroalimentario, ayuntamientos y comarcas, un notable incremento en la realización de actividades y eventos, muchos de ellos de carácter anual, que han tomado como referente a la cultura ibérica como un elemento claro de identidad cultural en el Bajo Aragón. Entre ellos podemos destacar los siguientes Jornada Sedeisken de Azaila. Organizada por la Asociación Cultural Sedeisken y el Ayuntamiento de Azaila, con la colaboración de otras entidades. Su primera edición se celebró en 2005. Desde entonces se celebra anualmente un sábado de la segunda quincena de septiembre con un denso programa de actividades: mercadillo ibero, conferencias, exposiciones, premios, visitas guiadas al Cabezo de Alcalá y centro de visitantes, recreación histórica, representaciones teatrales, talleres didácticos, etc.
Figura 10. Jornadas Iberas del Matarraña en Mazaleón (Teruel). junio o principios de julio y, de modo rotatorio, en una de las cuatro localidades anteriormente mencionadas. Feria Lakuerter de Andorra. Organizada inicialmente por la Asociación empresarial de hostelería y del sector agroalimentario de las comarcas de Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín en colaboración con otras entidades. La primera edición tuvo lugar en el año 2009 celebrándose desde entonces anualmente a lo largo de un fin de semana del mes de noviembre con una asistencia en torno a 20.000 personas. Esta feria, que desarrolla una importante actividad económica, ha experimentado en pocos años un enorme crecimiento convirtiéndose en uno de los eventos festivos más importantes de la localidad a lo largo del año.
Jornadas iberas del Matarraña. Organizada por la comarca del Matarraña y los cuatro ayuntamientos de esa comarca integrados en la Ruta (Calaceite, Cretas, Mazaleón y Valdeltormo) en colaboración con otras entidades. La primera edición se celebró en 2009. Desde entonces, se celebra periódicamente a finales de
Jornadas de puertas abiertas en yacimientos y centros de visitantes. Se celebran regularmente desde 2005 y tienen como objetivo dar a conocer al público los avances en la investigación en los yacimientos en fase de excavación (El Palao y El Taratrato de Alcañiz y Mas de Moreno de Foz Calanda). Su celebración está condicionada por los hallazgos y campañas de
Figura 9. Visitas guiadas para escolares con recreación histórica en El Taratrato de Alcañiz (Teruel).
Figura 11. Jornada de puertas abiertas en El Palao de Alcañiz. La ruta iberos en el Bajo Aragón: balance de diez años de actuación José Antonio Benavente Serrano
6. PROGRAMAS DE GESTIÓN
excavación que se puedan realizar en cada uno de ellos. También se organizan anualmente Jornadas de puertas abiertas en todos los centros de visitantes de la Ruta. Promoción de la gastronomía y artesanía. En el año 2005 se realizó un curso sobre “cocina ibérica” dirigido a empresarios y profesionales de hostelería que se impartió en las instalaciones del módulo de Formación Profesional de Hostelería y Turismo de Valderrobres (Teruel). Tras este curso se elaboró con los participantes del curso un menú-degustación de “inspiración ibérica” con un precio fijo para ofertar en los distintos establecimientos colaboradores del proyecto. Desde el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón se promovió la edición e impresión de cartas y menús, con textos en español e inglés, que se distribuyeron por una docena de establecimientos colaboradores. Cabe resaltar también el “Concurso de cocina ibera” que organiza anualmente la Asociación Empresarial de la comarca de Andorra-Sierra de Arcos con motivo de la Feria Ibera Lakuerter de Andorra. En directa relación con esta oferta gastronómica se encuentra la promoción y apoyo de actividades artesanales que puedan relacionarse con la cultura ibérica: reproducciones cerámicas, bien como decoración o bien como vajilla de imitación apta para comer (cuencos, vasos, fuentes, ollas, vasos y jarras); artesanía del metal y de la madera para fabricación de armas, ornamentos y otros objetos; trabajo del cuero, el curtido y elaboración de pieles; trabajo del esparto o de fibras vegetales, etc. La manufacturación de estos productos es habitual en las ferias y mercadillos iberos que se organizan anualmente en el territorio.
Figura 12. Curso de “cocina ibérica” para profesionales de hostelería en el I.E.S. de Valderrobres (Teruel).
Figura 13. Actividades con réplicas de cerámica ibérica en una feria promoción de la Ruta en Zaragoza. Formación de jóvenes y desempleados. Uno de los impactos socioeconómicos más evidentes que ha tenido lugar en el territorio del Bajo Aragón, como consecuencia de la puesta en marcha de la Ruta Ibérica, ha sido el de la formación de jóvenes a través de distintos programas educativos desarrollados en colaboración con el INAEM y ayuntamientos. En este sentido cabe destacar la creación de dos Escuelas Taller y un Taller de Empleo en la localidad de Andorra, gracias a los cuales se pudo ejecutar la primera fase de construcción del Parque Arqueológico de El Cabo entre los años 2002 y 2006; la creación de varios campos de trabajo internacionales para jóvenes entre los años 2010 y 2016 promovidos por la Fundación Kalathos y el ayuntamiento Alcorisa, para acondicionar y señalizar los senderos que comunican esa localidad con los yacimientos ibéricos de la Guardia y Mas de Moreno; las Escuelas Taller de Alcañiz entre los años 2010 y 2015 en las que se incluyó un módulo de auxiliar de arqueología con prácticas de excavación y restauración en los yacimientos de El Palao y El Taratrato, en los que se realizaron importantes hallazgos. Creación de empleo y fomento de actividades económicas. La puesta en marcha de la Ruta Iberos en el Bajo Aragón ha supuesto la creación de unos 15 puestos de trabajo, si bien todos ellos a tiempo parcial. De forma directa están contratados por el Consorcio un gerente y un administrativo que se encargan de la gestión y contabilidad de todo el proyecto, la organización y coordinación de actividades, la promoción de la Ruta y las relaciones con las 22 entidades integradas en el mismo. Las personas que atienden los 11 centros de visitantes (más el Cabezo de Alcalá de Azaila) son en su mayor parte mujeres y están contratadas bien por los propios Ayuntamientos o bien por empresas privadas de gestión turística. El calendario de apertura de los centros de visitantes en los últimos años, tras un fuerte recorte del presupuesto de más de un 60%, se reduce
7. LA RUTA IBEROS EN EL BAJO ARAGÓN, BALANCE DE DIEZ AÑOS DE ACTUACIÓN
Figura 14. Recreación de viviendas ibéricas en el Parque Arqueológico de El Cabo de Andorra (Teruel).
a unos 60 días al año en fines de semana y festivos entre los meses de marzo y octubre en horario de 11 a 14 horas. A pesar de ello, en torno a 15.000 personas visitan anualmente dichos centros. La limpieza y mantenimiento de los yacimientos, a cargo de trabajadores de administraciones públicas o de empresas contratadas, supone también la ocupación de varias personas, sobre todo en las temporadas de primavera y otoño. También hay que considerar la contratación de personal para visitas guiadas, la atención de visitantes fuera de calendario y la participación en ferias, eventos y jornadas de promoción. Conviene señalar así mismo la realización de proyectos de investigación y campañas de excavaciones anuales en distintos yacimientos del Bajo Aragón en los que participan grupos de estudiantes y arqueólogos de distinta procedencia. Desde 1995, de forma prácticamente ininterrumpida, se está desarrollando un programa de investigación sobre la I Edad del Hierro y época ibérica en el Bajo Aragón en colaboración con investigadores de varias universidades. Esta actividad supone la estancia de grupos de estudiantes y arqueólogos durante varias semanas al año así como su alojamiento y manutención en establecimientos hosteleros de distintas localidades bajo aragonesas. Habrá que mencionar, por último, los habituales trabajos de mantenimiento y equipamiento tanto en los centros de visitantes, como en los yacimientos, asi como las numerosas actividades de promoción de la Ruta que se desarrollan anualmente: Concurso de Fotografía Iberos en el Bajo Aragón (iniciado en 2014); campaña de promoción “En agosto…¡Iberízate!”; talleres, cursos, jornadas; edición de folletos, publicaciones científicas y de divulgación, guías y material didáctico para escolares; obras y mejoras de accesibilidad, etc.
Probablemente el principal éxito del proyecto Iberos en el Bajo Aragón sea el acuerdo conseguido en 2007 entre un elevado número de pequeñas entidades locales para constituir conjuntamente una nueva entidad pública, el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, creada exclusivamente para la gestión de un proyecto de turismo cultural y arqueológico. El objetivo es crear un modelo de turismo y de desarrollo sostenible que contribuya a mejorar la calidad de vida y del medio natural de la comunidad receptora y de su territorio, facilitando a los visitantes experiencias de calidad y contribuyendo a la financiación de la conservación y protección del patrimonio arqueológico y cultural. En este sentido, entre los aspectos positivos del proyecto Iberos en el Bajo Aragón, habrá que destacar los siguientes: Es un proyecto que parte del propio territorio con la implicación directa de pequeños ayuntamientos y comarcas que participan tanto en la toma de decisiones como en su mantenimiento y mejora. Existe una gestión conjunta de todo el proyecto que incluye 20 yacimientos arqueológicos y 11 centros de visitantes. Es un proyecto generador de empleo. En la actualidad crea unos 15 puestos de trabajo, si bien todos a tiempo parcial, destacando que un 75% de ellos son mujeres.
Figura 15. Cartel anunciador del IV Concurso de fotografía Iberos en el Bajo Aragón. La ruta iberos en el Bajo Aragón: balance de diez años de actuación José Antonio Benavente Serrano
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6. PROGRAMAS DE GESTIÓN
Figura 16. Promoción de la Ruta Iberos. Los centros de visitantes realizan al mismo tiempo las funciones de oficinas de información turística en las pequeñas localidades en las que se emplazan. El proyecto incluye no solo el patrimonio arqueológico, sino también el natural y el paisajístico, y tiene una directa relación con la gastronomía, los productos agroalimentarios tradicionales y la artesanía. El modelo de organización y gestión de la Ruta es transferible a cualquier tipo de patrimonio cultural y arqueológico, especialmente en áreas rurales. Como consecuencia de todas las actividades realizadas o promovidas por el Consorcio Patrimonio Ibérico durante los últimos diez años se han alcanzado, a pesar del duro ajuste que ha supuesto la reciente crisis económica, varios objetivos que parecían hace un tiempo inalcanzables. Entre ellos destacaremos la recuperación y puesta en valor de un importante y rico patrimonio que en muchos casos permanecía totalmente abandonado; la creciente concienciación de la población local sobre la importancia del patrimonio arqueológico y cultural como recurso sostenible de desarrollo y generador de empleo en el medio rural; el mantenimiento y aumento de la investigación y divulgación cultural gracias a la realización de excavaciones, estudios, jornadas, publicaciones, etc. o el incremento de actividades promovidas por entidades públicas o privadas que han organizado ferias y eventos de gran aceptación pública, teniendo como base la cultura ibérica. Pero a pesar de estos logros, consideramos necesario continuar mejorando y diversificando todavía más las actividades relacionadas con el patrimonio y la cultura ibérica. Para ello estamos elaborando actualmente un Plan Estratégico para los próximos años que permita, por un lado, singularizar el territorio del Bajo Aragón desde el punto de vista del turismo cultural y arqueológico, pero sobre todo, por otro, para seguir contribuyendo al desarrollo cultural, económico y de fijación de población en un territorio eminentemente rural que, hoy por hoy, sigue teniendo ante sí un futuro complicado.
Figura 17. Obras de accesibilidad para discapacitados en los túmulos ibéricos del Matarraña en 2017.
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La ruta iberos en el Bajo Aragón: balance de diez años de actuación José Antonio Benavente Serrano
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6. PROGRAMAS DE GESTIÃ&#x201C;N
NUEVOS SISTEMAS DE DOCUMENTACIÓN EN EL CONJUNTO ARQUEOLÓGICO DE CÁSTULO NEW REPORTING SYSTEMS IN CÁSTULO ARCHAEOLOGICAL COMPLEX
Irene Marta Calabria Salvador1, Carlos Cid Gaitán2, Daniel Jesús López Ferriz3 y Abel Manuel Jiménez Cruz3 1 Restauradora – Proyecto SIGLO XXI en Cástulo Arqueólogo/Fotógrafo – Proyecto SIGLO XXI en Cástulo 3 Arqueólogo – Proyecto SIGLO XXI en Cástulo
2
Autor de contacto/Contact author: Abel Manuel Jiménez Cruz, abeljimarq@gmail.com
RESUMEN La ciudad ibero-romana de Cástulo (Linares, Jaén), situada a los pies de las estribaciones orientales de Sierra Morena, presenta una ocupación continuada desde la época prehistórica hasta el siglo XV, momento en el que muchas de sus estructuras emergentes son derribadas y reaprovechadas en la erección de algunos de los edificios más emblemáticos de las poblaciones cercanas de Linares, Baeza o Úbeda. La investigación vuelve a Cástulo en 2011 al iniciarse el proyecto Forvm MMX, vigente hasta 2015. Dicho proyecto presenta un modelo innovador de trabajo, mediante las aplicaciones tecnológicas de última generación, y convivencia, gracias al apoyo del voluntariado, verdadero motor de las campañas de excavación. Estos ideales continúan desde 2016 vigentes en el proyecto general sucesor, Siglo XXI en Cástulo. Los objetivos principales de esta comunicación derivan de la puesta en práctica de diversas tecnologías en el ámbito arqueológico, tanto en el campo como en el museo. Estas novedosas herramientas se han implementado en todos los ámbitos del trabajo arqueológico. Este ensayo, y perfeccionamiento continuo, ha dado lugar a una base de datos, llamada Imilké, con un novedoso sistema de toma de datos, que nos permite mediante un boli-escáner y un móvil la generación automática de un registro, digital y en papel, en tiempo real. Este sistema permite desde el museo la realización de diversos informes y generar los códigos QR necesarios para el nuevo sistema de siglado de materiales. Por otro lado, hemos implementado la fotogrametría permitiendo generar modelos 3D de estratos y piezas singulares, ahorrando mucho tiempo al sustituir esto al dibujo. Finalmente esto ha llegado también a la restauración con la utilización de diversas técnicas que permiten, por ejemplo, una visión previa de las piezas antes de su intervención, mediante rayos X, o una mejor lectura tras esta, mediante RTI (Reflectance Transformation Imaging).
PALABRAS CLAVE: Cástulo; Imilké; Tecnología; Fotogrametría; Restauración; Base.
ABSTRACT The iberian-roman city of Cástulo (Linares, Jaén), placed in the Eastern foothills of Sierra Morena, shows a continued occupation since prehistory to the 16th century, moment when lots of emerging structures are demolished and reused in the construction of some of the most emblematic buildings in near locations like Linares, Baeza or Úbeda. Research came back to life in Cástulo with the Project Forvm MMX, valid until 2015. This project presents an innovative work model using new generation technologic software, and gathering, thanks to the support from volunteers, the main wheel for the lasts excavations success. Those ideals continue from 2016 to the new income project, Castulo Siglo XXI. The main objectives of those papers derive from the implementation of diverse technologies in archaeology, both in the field and in the museum. Those new technologies had been implemented in all fields of archaeological work. This trial, and continuous improvement, has resulted in a database named Imilké, with a new system of data collection. Using a pen scanner and smartphone technology we can automatically generate several digital and paper records simultaneously. Those methods allow museum workers to elaborate all kind of reports and generate QR-codes needed for the new material coding system. On the other side, it has implemented photogrammetric techniques allowing generation of 3D models from strata and singular objects instead of drawing, saving a lot of time. In the end, it has application too in archaeological restoration using several techniques. That allows, for instance, a previous vision of the objects before their modification, with X-ray technology, or a better data collection with RTI (Reflectance Transformation Imaging).
KEY WORDS: Cástulo; Imilké; Technology; Photogrammetry; Restoration; Base.
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6. PROGRAMAS DE GESTIÓN
1. INTRODUCCIÓN La ciudad ibero-romana de Cástulo se localiza a 5 km. de la actual ciudad de Linares. Desde 2011 Cástulo es Conjunto Arqueológico, y que comprende un total de 3.141 hectáreas. De estas hectáreas 76,5 hectáreas son la propiedad pública y comprenden, lo que es la ciudad intramuros al completo. Se trata de una meseta con un importante carácter estratégico, al alzarse sobre una meseta en el curso alto del Guadalquivir que además supuso un nudo de comunicaciones muy importante en la antigüedad y también en la actualidad al unir el sur peninsular con el norte y el levante (López, 1996: 37 y ss). Por otro lado, tuvo un especial protagonismo en la Segunda Guerra Púnica, el conflicto por el control del Mediterráneo occidental que enfrentó a Cartago con la República romana en el siglo III a.C. Cástulo debe su importancia a los recursos mineros de Sierra Morena, pasando de ser el núcleo de población más importante de la Oretania, a municipio romano y llegará a ser sede episcopal en época bajo imperial. Desde 2011, momento en el que se inicia el proyecto FORVM MMX y hasta la actualidad, estando vigente el proyecto SIGLO XXI en Cástulo desde 2016, algunos de los hitos arqueológicos localizados son el Mosaico de los Amores, el León de Cástulo, las lucernas con Menorá o la patena de Cristo en Majestad entre otros1.
requiera de sus propios tiempos, pero vimos que con algunas técnicas era posible si no acelerar el proceso de restauración, sí hacer un diagnóstico a priori de las piezas que pueden ser susceptibles de tratamiento o incluso aquellas que con un tratamiento mínimo permiten extraer una información que a priori parecía perdida.
2. BASE DE DATOS IMILKÉ El sistema de registro utilizado y desarrollado durante estos casi 7 años de intervenciones, es la base de datos denominada IMILKÉ (anteriormente conocido como TooWaste y en inicio Arch System). El concepto básico del sistema es que su uso permitiera a varios equipos trabajar de forma simultánea, y que cada equipo tuviera asignado, en tiempo real los códigos que precisara sin pisar o repetir ninguno. Como solución a esto teníamos internet y la forma más sencilla de acceso actual es un smartphone, como el que la gran mayoría llevamos encima. Ahora bien lo ideal sería poder realizar tanto el registro en papel como el volcado en la base de datos de manera simultánea. Aquí encontramos la solución mediante el uso de un bolígrafo-escáner (Fig 1.) que se conectaría a nuestros smartphone mediante el uso de la
Desde el inicio del proyecto de investigación de Cástulo fue muy importante la concepción del tiempo tecnológico en el que nos encontramos. Por esta razón nos decidimos a actualizar las técnicas relacionadas con el sistema de registro, las cuales habían sufrido pocos cambios en los últimos tiempos, tecnológicamente hablando. El objetivo principal era conseguir que los tiempos de cada proceso se vieran drásticamente reducidos sin tener que renunciar a la precisión y rigurosidad. Fue así como desarrollamos todo un sistema novedoso en lo que tecnológicamente se refiere, puesto que la forma de trabajar no cambiaba por ello. Todo esto se debe gracias a los avances en informática y telecomunicaciones. En primer lugar desarrollamos una base de datos con conceptos y tecnologías nuevas, si bien es cierto que el uso de una base de datos no era novedoso y estaba más que a orden del día, sí es novedoso alguno de sus aspectos que desarrollaremos a lo largo del texto. En segundo lugar, lo que más tiempo nos suponía en el campo era el dibujo sistemático de estratos y estructuras, y para economizar este proceso incorporamos la fotogrametría, la cual está dando muy buenos resultados. Por otro lado, los cambios también llegaron al procesado de materiales con un cambio drástico en el siglado del material. Finalmente la restauración por sus procesos no es lenta si no que
Figura 1. Imagen del bolígrafo-escáner con la creación de un registro.
conexión bluetooth. Estos bolis precisan de una trama imperceptible para nosotros pero que el boli detecta y le permite conocer en la hoja que esta y en qué campos se le está aportando o requiriendo información. Dicha trama se plasma en el papel mediante una impresora convencional sin necesidad de usar nada especial. Por ultimo precisaríamos de un servidor que recibiera la información y se comunicara con los dispositivos para devolver aquellas operaciones que se le solicitan además de almacenar los datos y permitir desde cualquier soporte electrónico conectado a internet la consulta y estudio de los datos almacenados mediante un entorno red amigable para el usuario. Por tanto la estructura física del sistema quedaría de la siguiente manera (Fig. 2.). La recogida de datos se realiza usando un bolígrafo digital provisto con un micro-escáner (Black Pen), que permite la lectura de unos formularios de papel con una impresión de micro-trama de puntos, que le permite al dispositivo reconocer el campo de la database que está siendo cumplimentado. Los datos se envían automáticamente desde el bolígrafo digital por Bluetooth a un teléfono smartphone y, desde éste, a nuestro servidor a través de una conexión de datos por Internet (Martínez et al., 2016). Estos recursos han resultado especialmente idóneos para el trabajo en el campo, donde las condiciones climáticas adversas suelen imposibilitar el uso de otros dispositivos de mayor envergadura.
en concreto cinco: volúmenes, superficies, estratos, registros tridimensionales e individuales. El primer formulario se refiere al espacio que se a excavar. Este espacio queda delimitado por unas coordenadas UTM que se localizan en la parte superior del formulario junto con el código de volumen que nos devuelve el sistema. Además tenemos 4 tipos de volúmenes concretos, a saber: PS – planteado desde la superficie, EC – espacio construido, DC – delimitación por construcción y DA- delimitación arbitraria. Una vez cumplimentada esta información se enviaría a la base de datos y esta nos devolvería el código. El resto del formulario hace referencia a los niveles y estratos sucesivos que localizaremos durante la excavación. En cada nivel se introduciría el número de estrato, si ya lo conocemos, o lo dejaremos en blanco si aún no se le ha asignado un código para que el sistema nos genere uno nuevo. Continuaremos con el resto de información que sería la relativa al responsable y equipo de la excavación y las cotas iniciales de cada nivel. El segundo sería el de superficies. En él se procede a la realización del croquis del techo de cada estrato indicando el número de volumen y nivel, además de añadir las coordenadas de las dianas fijas usadas para la fotogrametría y el intervalo de las fotografías tomadas en campo para cada superficie. El tercero es el conocido como libro de estrato. En este caso realizaremos la descripción física y estratigráfica de cada estrato, así como asociarle su número de volumen, el de su superficie de techo y suelo y el relativo a la referencia videográfica, un breve relato de excavación sobre el depósito retirado y su posición en la estratigrafía.
Actualmente estamos trabajando con la empresa que nos aporta el soporte informático, Ayco S.L. (Vigo), en mejorar el diseño del visor espacial que también tiene el sistema Imilké. Dicho visor lo que pretende es llegar a ser un sistema de información geográfica que relacione los datos alfa-numéricos y la documentación visual (orto-imágenes, vídeos o fotografías convencionales) en tiempo real durante la excavación y poder, por ello, ver localizada de forma gráfica toda la información que se está generando.
Los dos últimos formularios, tridimensionales e individuales, serían el registro de materiales habitual, indicando su procedencia volumétrica y estratigráfica. La diferencia entre ambos es únicamente que los individuales hacen referencia a elementos que se les toma al menos una coordenada espacial y los tridimensionales no, ya que son todos los materiales que se localizan en el cribado del sedimento. En ambos casos, se cumplimentaría la fecha y hora de creación, el número de bolsas, la información de procedencia con código de volumen, nivel y estrato, y se marcaría el tipo de contenido y, si es necesario, especificar algo también hay un espacio para ello. En el caso de los individuales habría también espacio para albergar las coordenadas x, y y z con una aproximación de centímetros. Estos códigos de materiales cumplen una estructura básica con diez dígitos (0016024561) en los que los dos primeros hacen referencia al yacimiento, los dos segundos al año de excavación y los seis restantes al número asignado.
Tal y como hemos mencionado antes, este sistema de información se basa en unos formularios básicos2,
En todos y cada uno de los formularios se aprovecha la disponibilidad de cámara fotográfica en los smartphone
Figura 2. Esquema del sistema Imilké.
Nuevos sistemas de documentación en el conjunto arqueológico de Cástulo Irene Marta Calabria Salvador, Carlos Cid Gaitán, Daniel Jesús López Ferriz y Abel Manuel Jiménez Cruz
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6. PROGRAMAS DE GESTIÓN
añadiendo un “botón” que activa la cámara del móvil permitiendo hacer fotografías que son enviadas y almacenadas en la base de datos junto a su registro. Además tendríamos otros dos “botones” comunes (inicio y final) (Fig. 3.) que deben marcarse al inicio y final en cada momento que se implemente un registro, ya que es la manera que tiene el sistema de saber en qué formulario se encuentra y cuando terminamos para proceder a enviar los datos introducidos.
Figura 3. Imagen de los botones comunes de cada formulario. De izquierda a derecha: “botón” de inicio, los tres de petición de fotografías, y el de final.
Con este sistema la asignación de códigos se realiza in situ y por duplicado quedando una copia en papel u otra digital en el servidor. Esto aporta un plus de seguridad ya que en caso de pérdida de la copia digital siempre existirá la copia en papel o viceversa. El número de frentes de excavación que haya abiertos al mismo tiempo no supone un reto para este sistema, ya que cualquier tipo de operación que se le solicita la resuelve sin problema teniendo la seguridad de que los registros no se verán duplicados y se irán almacenando en orden correlativo.
3. IMPLANTACIÓN DE LA FOTOGRAMETRIA Otro de los aspectos en los que el proyecto implementa las nuevas tecnologías es en el uso de la fotogrametría. Es sin duda una técnica que aporta todo un gran abanico de posibilidades en la difusión del patrimonio y en la conservación de los materiales con el modelado 3D de los materiales arqueológicos (López et al., 2016 c). El uso de esta técnica en el campo se está extendiendo en los últimos años en nuestro ámbito y es sin duda una de las novedades tecnológicas que más tiempo y recursos nos ahorra. Poco a poco esta técnica va a ir sustituyendo al sistema tradicional del dibujo sistemático de plantas, perfiles y estructuras. El proceso tradicional ha consistido en dibujar en papel milimetrado y con plomada cada uno de los perfiles y de las plantas de los sondeos a medida que se van excavando los estratos y niveles. Esto requiere de una gran cantidad de tiempo para poder dibujarlo y
conlleva un retraso en el trabajo de excavación, que ve supeditado su avance a la velocidad que se dibuja. Con el uso de la fotogrametría lo que conseguimos es reducir este tiempo. Pues la toma de fotografías es un proceso bastante sencillo y rápido. Mediante el uso de una cámara réflex, en ámbitos pequeños, o un dron, en espacios mayores, procedemos a la realización de fotografías de forma sistemática alrededor de la planta. Estas imágenes se toman desde diversos puntos con una inclinación determinada y tomando varias tomas distintas que permitan al ciclo completo de fotografías ir solapando una con otra. De esta manera se crea una fotogrametría convergente en la que se reflejarían todos los detalles de manera adecuada. Este proceso se puede realizar en diversas condiciones de luz, siendo siempre prioritaria en sombra, ya que con el formato .raw podemos tomar las imágenes al sol y con sombras y procesarlas con un programa de retoque fotográfico, prácticamente sin alteración del resultado final del modelo. Un aspecto importante a tener en cuenta, es la utilización de unas dianas fijas que deben aparecen en casi la totalidad de las imágenes y más de una de ellas. De esta manera facilitamos el montaje al programa ya que tiene puntos comunes de unión en todas las imágenes y además estas dianas, al georreferenciarlas, nos permiten la situación de los modelos en el espacio y la inclusión de estas coordenadas UTM en la realización del modelo. Posteriormente las imágenes tomadas se procesan mediante un programa de levantamiento fotogramétrico en donde a partir de las imágenes se genera una nube de puntos densa y una malla a la que posteriormente se le incorpora la textura fotorealística (Ortiz, 2013). El resultado es un modelo 3D en formato .obj que puede seguir procesándose o abrirse con diversos tipos de programas. Finalmente, una vez generados los modelos fotogramétricos de cada estrato de un mismo sondeo, los mudamos a un programa de software libre de modelado, Blender, en donde pasamos a remontar el proceso de excavación mediante la unión de los diferentes modelos (Fig. 4.). Esto nos proporciona una reconstrucción virtual del proceso completo de excavación y observar como se ha retirado cada estrato. Otro tipo de documentación gráfica que realizamos durante la excavación es la creación de un registro videográfico de la descripción de cada estrato. En estos videos el arqueólogo describe las propiedades físicas del estrato y sus relaciones estratigráficas mientras se graban diversas imágenes de planta y perfil del sondeo. Quedando así un pequeño clip de video con la descripción del estrato momentos después de su excavación.
necesitamos de un lector, en este caso, nada más fácil que un smartphone o una tablet que tenga instalado una app con un lector de códigos QR. Que sepamos, hoy por hoy, los únicos equipos de investigación arqueológica que están utilizando esta técnica de siglado somos nosotros, en Cástulo, perteneciente a la Universidad de Jaén; y el CEPAP (Centre d’estudis del patrimoni arqueològic de la prehistoria), perteneciente a la Universidad Autónoma de Barcelona. Esto quiere decir que aún hoy día se sigue realizando el sistema tradicional de siglado, el cual es demasiado invasivo, y mucho más lento y tedioso en su procedimiento. Por tanto, el tiempo y esfuerzo de realización del proceso completo es excesivo, sobre todo cuando nos enfrentamos a grandes cantidades de material. En cambio, el proceso metodológico del siglado mediante pegatinas QR, es mucho más sencillo, y como dijimos anteriormente, casi nada invasivo para la pieza a documentar.
Figura 4. Imagen de la unión de los modelos 3D de un mismo sondeo.
4. CAMBIOS EN EL PROCESADO DE MATERIAL Como bien sabemos los profesionales del sector, el siglado de los materiales ha sido siempre un quebradero de cabeza, intentando usar la técnica menos invasiva posible a la hora de no dañar demasiado las piezas arqueológicas. En este sentido, hemos introducido una nueva manera de siglado, acorde con nuestros intereses dentro de la innovación, y que pensamos, hoy por hoy, es la menos invasiva posible. Esto es el siglado mediante pegatinas de código QR, los cuales se generan desde el propio sistema. El sistema de códigos QR se podría decir que es la evolución o innovación del tan extendido código de barras. En este caso es un código bidimensional, el cual fue desarrollado en 1994 por la empresa japonesa Densowave. Al igual que ocurre con el código de barras tradicional, estos “guardan en su interior” una serie de información alfanumérica, que pueda hacer referencia tanto a una web, una revista (Computerhoy, 2014), o como en el caso que nos interesa, a información de localización del material siglado dentro de una excavación arqueológica. Y como ocurre en cualquier tienda del mundo, para acceder a dicha información
En nuestro caso, este sistema lo hemos desarrollado, por ahora, tan solo en el material cerámico hallado en las excavaciones de Cástulo. Cada bolsa de material de cerámica, adscrito a un estrato, volumen y nivel concretos, es clasificado, cuantificado y pesado de manera sistemática, lo cual queda registrado en nuestras fichas de clasificación, para una vez realizado esto, proceder a su fotografíado3 tanto en su anverso como en su reverso. La escala de color en la fotografía nos permiten hacer también estudios del color de la propia cerámica y buscar unos estándares (Jiménez et al., 2015); seguidamente se procede a su siglado mediante una solución de resina acrílica y acetona, en la esquina inferior izquierda del objeto, siempre que se pueda, y siempre que no cubra nada interesante, y el pegado final del código QR: cada uno de los cuales están numerados desde el 001 hasta el 999, que ha sido el número estándar máximo que hemos establecido para cada bolsa de cerámica, sin contar los fragmentos que no son siglables por su tamaño. Esto se debe a que se criba sistemáticamente toda la tierra extraída de la excavación mediante una malla de 6 mm, lo que nos permite recoger todos los fragmentos hasta ese tamaño. Por esta razón todos los que tengan un tamaño inferior a 3 cm no se siglan ya que el código QR es mayor que el del fragmento. Esta cuantificación detallada nos permite conocer la cantidad precisa de cada tipología cerámica y del número de fragmentos que pueden ser dibujados, dentro de unos estándares como hemos visto muy generales, ya que es un primer “preinventario” acercamiento a una cantidad ingente de material y lo que se busca es saber a grandes rasgos a lo que nos enfrentamos, para que en un futuro sea más fácil el estudio particular de cada elemento. Una vez están siglados los fragmentos
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2010) que, en nuestro caso, se ha utilizado en monedas después su restauración. Ambos métodos son bastante útiles en sitios arqueológicos en los que, como en Cástulo, se recupera un gran volumen de material, pues agilizan los procesos de intervención de las piezas y facilitan su posterior estudio y catalogación.
5.1. Exploraciones previas a la intervención: Radiografía de rayos X para seleccionar objetos de hierro
Figura 5. Imagen de una bolsa de material cerámico de 2011 siglada con el sistema de código QR. se pueden leer con cualquier app de lectura de códigos QR y el resultado que obtendremos seria el siguiente: 0016023451033. Los diez primeros dígitos corresponden al código de registro con el que podremos extraer su información y procedencia en la base de datos, y los tres restantes corresponden al número que se ha asignado al fragmento en concreto. También se le coloca un código QR a las bolsas por si se perdiera la información escrita (Fig. 5.). Hasta 2016 mediante este método hemos sido capaces de procesar 793.908 de los cuales han podido ser siglados 358.042 y dentro de estos se consideran susceptibles de un estudio detallado y de dibujo 60.916. Finalmente la información recopilada de cada registro cerámico se vuelca en la base de datos pudiendo ser consultada por estrato. A su vez el sistema permite generar gráficas tanto por estratos como por registros, pudiendo hacer comparativas de composición por estratos y determinar las características físicas de cada uno e identificar estratos similares en puntos distantes. Además el sistema permite hacer cuantificaciones tanto generales de material como particulares de alguna tipología.
5. AVANCES EN RESTAURACION En el área de conservación y restauración se han trabajado dos métodos de análisis no destructivos que son útiles también como métodos de documentación. Por un lado, la radiografía de Rayos X (Antelo, T. y Gabaldón, A., 2010) que se ha llevado a cabo sobre conjuntos de objetos de hierro antes de ser intervenidos. Por otro lado, el método RTI (Reflectance Transformation Imaging) (Cultural Heritage Imaging,
La técnica de rayos X se realiza mediante una fuente de radiación electromagnética que es capaz de atravesar un objeto sólido en mayor o menor grado, según detecta su densidad. De esta manera podemos visualizar el interior de este objeto, imperceptible con luz visible. El resultado es una radiografía con diferentes tonos de grises. Las zonas más oscuras, corresponden a radiaciones que han traspasado con facilidad el objeto. Esto significa que la pieza ha perdido densidad en el núcleo metálico y se encuentra en estado de mineralización. Son muchos los objetos de hierro que, campaña tras campaña, se recuperan en el yacimiento arqueológico de Cástulo. A veces, gracias a su cronología y contexto, estos metales adquieren un valor científico por lo que es necesaria su restauración, pero tal volumen de materiales obliga a establecer protocolos de actuación en el ámbito de conservación y restauración. Por este motivo, se realiza un examen no destructivo mediante radiografía de rayos X, con el fin de diagnosticar el estado de conservación del núcleo metálico y poder observar la morfología original de la pieza. En base a esto se podría establecer un criterio de prioridad en las intervenciones de restauración. En el ejemplo, se observa un conjunto de objetos de hierro (Fig. 6.) listos para examinar mediante esta técnica. En la radiografía resultante (Fig. 7.) ya podemos intuir qué piezas conservan un núcleo metálico más consistente y cuáles están perdiendo densidad, gracias a los tonos de grises más o menos oscuros. De esta manera podremos seleccionar los materiales más interesantes para intervenir. En este caso, hemos escogido una llave (clavis) recuperada en el año 2012, de la cual se conserva un buen núcleo metálico y que, al compararla con una fotografía del estado actual de la llave (Fig. 8), observamos que presenta algunas deformaciones a causa de tierras adheridas y productos de corrosión que la cubren. Pero en la radiografía se discierne bien la forma original, incluso algún detalle como el paletón de la llave.
5.2. Exploraciones posteriores a la intervención: Método RTI como apoyo a la catalogación de monedas Tras la selección de monedas para su estudio y catalogación, la fase de limpieza es primordial para devolver la legibilidad a la moneda pues, dependiendo del grado y la sensibilidad de la mano restauradora a la hora de eliminar los productos de corrosión y los restos arenosos que deforman la moneda, se realizará un estudio posterior más o menos favorable o exitoso. Figura 6. Conjunto de hierros antes de la radiografía.
Para su estudio, el examen visual suele ser el más utilizado por los investigadores. Pero a través de esta técnica los detalles de la superficie a veces se tornan difícilmente comprensibles. Sin embargo, podemos facilitarles otros métodos para su estudio como la luz rasante; lo que ocurre es que, en algunos casos, tampoco es suficiente para entender toda la información que nos puede dar una moneda. Un método innovador que recién se está aplicando a la conservación y restauración de bienes culturales es el Reflectance Transformation Image (RTI). Se trata de un procedimiento convencional de toma de fotografías que posteriormente se procesan, de manera digital, para obtener detalles de reflectancia de la superficie del objeto y que mejoran significativamente su contraste y, por tanto, mejora la percepción de los detalles superficiales.
Figura 7. Radiografía rayos X al conjunto de metales.
En la fase de catalogación de las monedas de Cástulo, este método permitió obtener mucha más información a los investigadores en casos concretos en los que se tornaba bastante difícil su estudio (Fig. 9.). Por otro lado, este método también nos sirve de gran beneficio a los restauradores, pues el RTI también es útil para el monitoreo a largo plazo del deterioro de estos materiales favoreciendo su conservación preventiva y también la difusión de la información obtenida.
6. CONCLUSIONES Esta aplicación informática tiene grandes posibilidades de ser aprovechada en todo tipo de excavaciones, y en particular, aquellas que requieren la movilización de un trabajo masivo. Un sistema de estas características sería un claro ejemplo de lo que podría ser un futuro un sistema público de información sobre el patrimonio arqueológico.
Figura 8. Llave de hierro donde se observa el buen estado de conservación del núcleo metálico.
Desde luego su punto fuerte es la reducción de los tiempos empleados en cada proceso de documentación gracias a los recursos tecnológicos que nos liberan de tareas repetitivas para poder concentrarnos en la interpretación de la estratigrafía. Otra ventaja es el uso simultáneo de varios dispositivos en diferentes yacimientos, y en especial, la homologación de la documentación obtenida en la excavación arqueológica.
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Luz rasante
Método RTI Figura 9. Ejemplo de las diferentes técnicas de documentación aplicadas en la catalogación de las monedas de Cástulo.
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NOTAS ACLARATORIAS 1
Durante estos años de realización de ambos proyectos y hasta la actualidad son diversos los trabajos realizados desde el equipo de investigación. Si quieren saber más sobre el sitio o tener un mayor conocimiento del trabajo realizado y de las investigaciones que llevamos a cabo, consultar Blázquez, J. M, 2015; Calero, A. I., 2016; Castro, M. y Arias, F., 2012; Castro, M. et al., 2016; Centro de Estudios Linarenses (ed.) 2014; Ceprián, B., 2016; Ceprián, B., 2016; Diez-Bedmar, M. B. et al., 2016; Expósito, D., 2017 (inédito): López, T. et al., 2016 a; López, M. P. et al., 2016 b; López, T., 2015; Pérez, J. et al., 2016; Regis, P. J., 2014; Rosado, M. D., 2015; Soto, M. et al., 2017(inédito). 2
Fragmentos de los 5 formularios que utiliza el sistema:
3
La fotografía se realiza en unas plantillas de 44x36 cm poniendo en la parte superior a la izquierda el número de registro a la bolsa que pertenece, mediante unos dados d10 y a la derecha otro dado d10, indicando el número de plantilla, para localizar de manera sencilla cualquier error; además de una escala de color. Nuevos sistemas de documentación en el conjunto arqueológico de Cástulo Irene Marta Calabria Salvador, Carlos Cid Gaitán, Daniel Jesús López Ferriz y Abel Manuel Jiménez Cruz
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LA ASISTENCIA TÉCNICA DE ARQUEOLOGÍA DEL AYUNTAMIENTO DE TOLEDO THE TECHNICAL ASSISTANCE OF ARCHEOLOGY OF THE TOWN HALL OF TOLEDO
Antonio José Gómez Laguna, Tania Obregón Penis, Juan Ángel Ruiz Sabina, Álvaro Sánchez Ballesteros, Javier García Almarcha y Javier Castro Valentín-Gamazo Global arqueología Autor de contacto/Contact author: Antonio José Gómez Laguna, globalarqueologia@gmail.com
RESUMEN El Ayuntamiento de Toledo tiene desde 2007 una Asistencia Técnica de Arqueología para la gestión de los expedientes urbanísticos de obras menores en el ámbito del Casco Histórico de la ciudad. Global Arqueología realiza esta función desde el año 2012. Para desarrollarla ha incorporado las nuevas tecnologías, como la fotogrametría digital de objeto cercano y el empleo de drones para la fotogrametría digital aérea. Para la gestión de la información generada se ha desarrollado un Sistema de Información Geográfica (S.I.G.), que conecte el Departamento de Urbanismo del Excmo. Ayto. de Toledo y la Dirección General de Patrimonio de la Consejería de Cultura de Castilla –La Mancha. La información generada se recoge en una base de datos, asociada a sistemas restringidos de almacenamiento virtual en la nube. A la información se accede mediante un visor online. Las administraciones puedan compartir la información georreferenciada de manera multidireccional. El servicio de asistencia técnica arqueológica consigue así unificar datos optimizando la tramitación de las obras arqueológicas y disminuyendo el tiempo de resolución de los expedientes. PALABRAS CLAVE: Asistencia Técnica; GIS; Urbanismo; Fotogrametría; Toledo; Arqueología.
ABSTRACT The City Council of Toledo has since 2007 a Technical Assistance of Archeology for the management of the urbanistic files of minor works in the Casco Historic area. Global Archeology performs this function since 2012. To develop it has incorporated new technologies, such as near-object digital photogrammetry and the use of drones for aerial digital photogrammetry. For the management of the information generated, a Geographic Information System (GIS) has been developed that connects the Town Planning Department of the City Council of Toledo and the General Directorate of Heritage of the Castilla-La Mancha Department of Culture. Generated is collected in a database, associated to restricted systems of virtual storage in the cloud. The information is accessed through an online viewer Administrations can share the georeferenced information in a multidirectional way. The archeological technical support service thus manages to unify Data optimizing the processing of the archaeological works and reducing the time of resolution of the files. KEY WORDS: Technical Assistance; GIS; Urbanism; Photogrammetry; Toledo; Archeology.
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6. PROGRAMAS DE GESTIÓN
1. INTRODUCCIÓN La ciudad de Toledo es Patrimonio de la Humanidad desde hace 30 años. “La conservación del Casco Histórico comporta el mantenimiento de su estructura urbana y arquitectónica…así como de las características generales de su ambiente.” Art. 1.1. Plan Especial del Casco Histórico de Toledo (P.E.C.H.T.), recogido en la Carta Arqueológica y el Plan de Ordenación Municipal (P.O.M). En este contexto, nace la Asistencia Técnica de Arqueología del Excmo. Ayto. de Toledo. Se crea en 2007, con la finalidad de realizar el control de los expedientes de licencias de obra menor del área del Casco Histórico. Desde ese momento, las funciones que desempeñaba la Comisión Técnica del P.E.C.H.T. respecto a las licencias de obra menor del casco histórico de la ciudad de Toledo, han sido asumidas por un arqueólogo. Aunque este control se refiere a las licencias de obras menores, en algunos casos, muy concretos la Comisión Técnica del P.E.C.H.T. puede solicitar a la Asistencia Técnica el control arqueológico de una obra mayor. El área de la actuación, está delimitada al Casco Histórico, tal y como aparece definido en el Plan Especial del Casco Histórico de Toledo o P.E.C.H.T. y que recoge la Carta Arqueológica desarrollada en el P.O.M. El art. 1.1. Indica que el Casco Histórico como un conjunto único en el que “…la conservación del Casco comporta el mantenimiento de su estructura urbana y arquitectónica, así como de las características generales de su ambiente.” Hay tres marcos legislativos diferentes integrados en esta actuación: la Ley de Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha de 2013, la Ordenanza específica de la ciudad de Toledo del Plan Especial del Casco Histórico de Toledo (P.E.C.H.T) de 6 de noviembre de 1997 y lo recogido dentro de la Ordenanza 1A del vigente Plan de Ordenación Municipal de Toledo. Global Arqueología realiza esta Asistencia desde hace 30 años. Ha gestionado 1.600 expedientes en los últimos cinco años. Para facilitar su gestión, se ha incorporado tecnología digital de última generación, como la fotogrametría digital de objeto cercano y área mediante drone y un Sistemas de Información Geográfica (S.I.G) que integrará todos los datos de los expedientes urbanísticos que hayan necesitado un seguimiento arqueológico de oficio por parte de la Asistencia Técnica. El servicio está formado por tres arqueólogos: Tania Obregón Penis, Juan Ángel Ruiz Sabina y Antonio José Gómez Laguna. Siempre hay uno de ellos en el servicio diario. A ellos se pueden añadir otros técnicos, si la intervención lo requiere, como es el caso del historiador del Arte, D. Javier Almarcha. En el caso del S.I.G. ha
Figura 1. Ámbito de la Asistencia Técnica en la ciudad de Toledo. sido desarrollado por parte del arquitecto D. Álvaro Sánchez y el ingeniero D. Javier Castro. Este trabajo de control y seguimiento Arqueológico, ha requerido una ingente labor de coordinación con los organismos oficiales y empresas que desarrollan su actividad en el Casco Histórico de la Ciudad: Dirección General de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, Consorcio de la Ciudad de Toledo, empresas de arqueología profesional, empresas constructoras y de restauración, etc. La relación continua y fluida, con los técnicos y gestores de todas ellas, ha permitido solucionar de forma ágil y sencilla, los proyectos de reforma menor y otras actuaciones, que los habitantes de la ciudad, realizan en el Casco Histórico de la Ciudad de Toledo. De esta forma, se he logrado una labor social, al ayudar al ciudadano, a realizar las mejoras de sus viviendas, con un coste económico mínimo, al ser de oficio y gratuito el seguimiento arqueológico. La Asistencia Técnica, mantiene la política del Servicio de Urbanismo de la ciudad, tratar de conciliar dos aspectos, que, aparentemente, pueden llegar a ser incompatibles. Por un lado el Desarrollo Económico y Social de la ciudad, basada en las actuaciones diarias como rehabilitación de casas, edificios históricos, pequeñas obras lineales, etc. y por otro el respeto y cuidado de una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Que cuenta con una legislación acorde a su pasado y en la que el Patrimonio Histórico, Arqueológico y Artístico ha de ser respetado, rehabilitado y comprendido, para su puesta en valor y difusión.
2. OBJETIVO Para la concesión de una licencia de obra menor en el Casco Histórico, es obligatorio la redacción de informe arqueológico. Este es el objetivo principal de la Asistencia Técnica de Arqueología. Determinar, si
un expediente de obra menor en el Casco Histórico, necesita contar con un Seguimiento Arqueológico o no. Para realizarlo se analizan cada una de las solicitudes presentadas en el Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo: tipo de proyecto, protección del inmueble, restos localizados ya en la zona, etc. Según el nivel de protección del edificio y el tipo de obra, se indica la liberación de la obra, desde el punto de vista arqueológico o por el contrario se solicita al promotor una actuación arqueológica determinada. Esta puede ser de dos tipos. De oficio y gratuita, por parte de la Asistencia Técnica, o tener que contratar un arqueólogo profesional para realizar el Seguimiento y Control. En ambos casos se está bajo la supervisión de la Dirección General de Patrimonio de la Viceconsejería de Cultura. Estas actuaciones de oficio, requieren un solo permiso anual y se desarrollaban bajo el art. 1.1 de las Ordenanzas del PECH, que indica que: “… todos los restos arqueológicos identificados, cualquiera que sea la naturaleza jurídica del terreno en que se encuentren, se incluirán en una relación de bienes de valor arqueológico y serán objeto de protección de acuerdo con lo establecido en la legislación aplicable y en las presentes Ordenanzas.” Si las obras que se pretenda llevar a cabo son susceptibles de afectar a valores arqueológicos: “…el representante de la Consejería de Educación y Cultura en la Oficina del Plan determinará, en contacto con los Servicios Técnicos Municipales, su sometimiento al control arqueológico que previene el artículo 21 de la Ley de Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha.” Estos artículos son los números 27, 29 y 49 de la nueva Ley de Patrimonio Cultural de Castilla La Mancha de 16 de mayo de 2013.
Figura 2. Documentación con fotogrametría digital de un pozo islámico. C/ Bajada Colegio Infantes, nº 15.
Debido a la presencia de múltiples Bienes de Interés Cultural en el ámbito de la actuación, los expedientes que afectan a un B.I.C. son enviados a la Comisión Especial del P.E.C.H.T., para que determinen el tipo de Seguimiento al que se somete el proyecto. En esta Comisión se encuentran representados los técnicos de la Dirección General de Cultura y del Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento. De igual forma, desde 2015 la existencia de un Sistema de Zanja Única en el municipio, ha permitido enviar a este sistema todos los expedientes de que significan una afección sobre el subsuelo, como zanjas, pozos, etc. en la vía pública, al contar con un Sistema de Arqueología Profesional propio bajo el control de la Dirección General.
3. METODOLOGÍA Para desarrollar la Asistencia Técnica se diseñó un sistema y una metodología que permitiese controlar la totalidad de las actuaciones desarrolladas en el marco del Casco Histórico de la ciudad. Esta actividad, siempre, se encuentra bajo el control de los técnicos de la Dirección General de la Vicenconsejería de Cultura de Castilla-La Mancha y coordinada con los Servicios de Urbanismo e Infraestructuras del Ayuntamiento. También con los técnicos del Consorcio de la Ciudad de Toledo, quien financia y desarrolla una gran parte de las actuaciones de rehabilitación en el Casco Histórico. 3.1. Tipo de actuaciones. En general, los proyectos constructivos con aviso arqueológico y que necesitan un seguimiento y control, son obras desarrolladas en un inmueble, bien al interior o al exterior. Estas pueden ser muy variadas. • Obras Menores. Son las obras vinculadas a la Asistencia Técnica, aunque pueden ser muy variadas. Por lo general se trata de la rehabilitación parcial de un piso o una parte de la vivienda: reforma del cuarto de baño o de la cocina, de una habitación, la limpieza del sótano, el cambio de funcionalidad de una crujía, la retirada de un tabique, el retejado del edificio, repintado de la fachada, retirada parcial de un enlucido, seguimiento de la restauración de un elemento por un restaurador profesional, etc. En múltiples casos, este control se ha de coordinar con los técnicos del Consorcio de la Ciudad, para agilizar y controlar los trabajos. De igual forma, se coordinan visitas con los técnicos de la Dirección General de Cultura, para resolver y dar soluciones a alguno de los problemas planteados en la reforma. En especial si se trata de una actuación en un B.I.C. derivada al Servicio de Arqueología desde la Comisión Especial. • Obras Mayores. Se trata de proyectos vinculados al contrato de la Asistencia Técnica. Se La asistencia Técnica de Arqueología del Ayuntamiento de Toledo
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desarrollan por solicitud del Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento. Su realización implica un permiso de trabajo nuevo de la Dirección General, obtenido tras la presentación de una propuesta de trabajo, en la que se indica el tipo de obra y el plan de trabajo. Como forma de control de los hallazgos se desarrollaron las Notificaciones de Hallazgos, remitidas de forma telemática a los Servicios Técnicos de la Dirección General de Cultura y ante los Servicios de Urbanismo del Excmo. Ayuntamiento de Toledo. • Avisos Arqueológicos remitidos por las Comisiones Especial o Técnica del P.E.C.H.T. Se trata de las actuaciones de oficio encargadas por una de las dos Comisiones. Generalmente se desarrollan dentro de un B.I.C. • Decretos del Negociado de Planteamiento y disciplina Urbanística. Expedientes que requieran una actuación de seguimiento arqueológico de oficio de los trabajos obligatorios planteados por el Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento, para mantener un inmueble.
Figura 4. Planimetría mediante fotogrametría del cambio de red de saneamiento de un inmueble. • Rehabilitaciones de viviendas de carácter social. Son actuaciones de carácter social, realizadas a coste cero, por parte del Ayuntamiento y el Consorcio de la ciudad de Toledo. La Asistencia Técnica de Arqueología las realiza de forma gratuita. • Proyectos de Iluminación desarrollados por el Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento. Se trata de actuaciones realizadas como consecuencia del programa de iluminación del Casco Histórico, por parte del Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento: Puerta de Alcántara, Torre de la Cava y Puerta del Sol. • Proyectos desarrollados por la empresa TAGUS S.L. Los arreglos y cambios de tuberías y conducciones cercanas a edificios B.I.C. o zonas de máxima protección por parte de la empresa concesionaria Tagus S.L. son realizados de oficio. Es el caso del cambio de tuberías delante de la Mezquita del Cristo de la Luz o la nueva red de agua delante del San Juan de los Reyes. Estas actuaciones se encuentran fuera del Sistema de Zanja Única del Servicio e Infraestructuras del Ayuntamiento.
Figura 3. Control del cambio de la red de saneamiento delante de la mezquita del Cristo de la Luz.
3.2. Protocolo de intervención. Para desarrollar esta actividad, se diseñó un sistema/metodología que permitiese controlar la totalidad de las actuaciones. La recuperación de la información en 2012 se estructuró para servir de base a la creación de un S.I.G, para los años 2016-2018. El sistema de trabajo diario es el siguiente.
• Consulta diaria de la bandeja de entrada de las solicitudes de permisos de obras menores en el Servicio de Urbanismo de la Concejalía del Ayuntamiento de Toledo. La información recogida en cada uno de los expedientes se pasa a los listados y a la planimetría. Hay uno por cada año de trabajo. • Revisión de las Fichas del P.E.C.H.T. Listados de B.I.C y de Monumentos del P.O.M. Con todos los datos del expediente se revisan los diferentes listados y planimetrías, para determinar el grado de protección con que cuenta el inmueble o la zona en la que se va a desarrollar la actuación. • Visita de inspección inicial, con la finalidad de poder comprobar los datos del proyecto. En esta visita se documenta de forma gráfica, el inmueble, área del inmueble o zona de la calle en la que se va a desarrollar el proyecto. Los datos del expediente se concretan con el promotor de la actuación. A este, en la visita, se le informa y aclara de cualquier duda que tenga relativa a la reforma o la normativa y legislación sobre el patrimonio histórico que tiene el Casco Histórico. Si es necesario se le dirige al Servicio de Urbanismo, si las dudas son de índole urbanístico.
• Generación de un informe al servicio de Urbanismo. Se trata de la parte principal del trabajo. Una vez recogida toda la información, se redacta el informe con el tipo de control arqueológico que necesita la obra. Si existe alguna duda, se consulta con los Técnicos de Urbanismo. También se les informa a ellos de los resultados de la visita previa, si se ha observado algún elemento que no se ajusta al permiso de obra menor solicitado. El informe que se remite al Servicio de Urbanismo, puede ser: - Informe con la liberación del expediente desde el punto de vista arqueológico, al no afectar la obra menor, a ningún elemento patrimonial protegido. - Informe que envía el expediente a la Comisión Técnica del P.E.C.H.T. integrada por los Servicios de Urbanismo del Ayto. de Toledo y los Técnicos de la Dirección General de Patrimonio Cultural. A esta comisión se envían los expedientes que suponen la rehabilitación de una parte de un inmueble protegido, etc. La Comisión resuelve cuáles de ellos deben ser controlados por la Asistencia Técnica del Ayuntamiento. - Informe que envía el expediente a la Comisión Especial del P.E.C.H.T. Está integrada también por los Servicios de Urbanismo del Ayto. de Toledo y los Técnicos de la Dirección General de Patrimonio Cultural. Este tipo de informe se realiza cuando la solicitud de reforma afecta a un Monumento Histórico, B.I.C. Como en la anterior, la Comisión resuelve cuáles de ellos deben ser controlados por la Asistencia Técnica del Ayuntamiento. - Informe que implica un control arqueológico de oficio, al tratarse de una reforma menor que puede afectar a un elemento patrimonial protegido de la ciudad. También se suele aplicar de forma directa, si se trata de un inmueble protegido por el P.E.C.H.T. - Informe que requiere al promotor la necesidad de realizar un control externo por parte de un técnico arqueológico profesional, al tratarse de una obra que resulta por su duración y extensión, no poderse llevar de oficio por la Asistencia Técnica. -Informe que deriva la actuación a la Zanja Única, desde febrero de 2015 las actuaciones que requieren una zanja dentro del P.E.C.H.T. se encuentran gestionadas por el Servicio de Zanja Única, que cuenta con su propio servicio de control y asistencia de arqueología.
Figura 5. Situación de los hallazgos en las obras de mejora de la red de abastecimiento del agua potable, delante de San Juan de los Reyes.
3.3. Metodología de la intervención arqueológica. La gran variedad de posibles actuaciones y hallazgos que se pueden producir en el Casco Histórico, junto con la necesidad de una rapidez y precisión en los resultados, han propiciado el empleo de sistemas digitales de La asistencia Técnica de Arqueología del Ayuntamiento de Toledo
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Figura 6. Convento de Santo Domingo el Antiguo. B.I.C. 43. Control retajado de una de las estancias. última generación: fotogrametría digital aérea y de objeto cercano, G.I.S. etc. La toma de decisiones que necesitan los Organismos Oficiales y Empresas implicadas en los proyectos rehabilitación, ha de ser rápida y basarse en una información exacta y precisa de la situación de los elementos patrimoniales que se pueden ver afectados por las labores de construcción o el estado de los inmuebles, antes de su rehabilitación. Una actuación tipo, se resolvería mediante un sistema de visitas periódicas al proyecto, coordinadas con la Dirección de obra. Este control tenía como finalidad, localizar estructuras o rellenos arqueológicos en posición primaria, en el subsuelo (si es una intervención de este tipo). O analizar la presencia de revocos/enlucidos pintados en las paredes del inmueble, para localizar revocos/ yeserías/ pinturas murales que no pueden ser alteradas por la obra. De esta forma se aporta al proyecto y a la dirección de obra, un análisis preciso de la evolución de este sector del inmueble. El objetivo básico de estos trabajos es que ningún elemento histórico artístico se vea afectado por los trabajos del proyecto. Si se trata de una obra lineal en el casco, mediante la modificación del trazado o de la cota. Una vez documentados y situados los restos, para su incorporación a una planimetría general con las calles que albergan en el subsuelo elementos patrimoniales, se cubren/protegen con geotextil. En el caso de ser elementos conservados en los muros: revocos pintados, yeserías, etc, se analiza con los técnicos del Consorcio de la ciudad, la financiación de la restauración de los elementos localizados y su incorporación a la vivienda. En estos casos, salvo excepciones contadas, el propietario es el primero en tratar de incorporar al edificio ese elemento, que supone un “plus” de valor al inmueble. Estos trabajos son realizados por los técnicos de la Asistencia, con ayuda de los obreros que desarrollan el proyecto lineal o la rehabilitación.
Figura 7. Análisis de revocos/enlucidos de un salón en la calle Sacramento, nº 2. Para poder identificar y describir cada una de los rellenos, revocos, etc, se emplea el sistema Harris/ Carandini. Este sistema se articula a través de la definición de Unidades Estratigráficas (U.E.), según se hayan identificado. La finalidad de este sistema era establecer una matriz secuencial, en la que aparecieran ordenadas de forma secuencial/histórica cada una de las unidades estratigráficas identificadas. En general, al tratarse de pequeñas intervenciones, estas matrices, han de considerar como orientativa o hipotética. Las secuencias históricas detectadas en general, presentan amplias ausencias históricas, al no haberse conservado en la zona intervenida. Tampoco se pueden establecer, debido a diferentes factores, una relación directa entre los elementos arqueológicos documentados. Con la finalidad de poder relacionar entre si los hallazgos y estos, con las cotas del proyecto, todas las cotas obtenidas en las intervenciones lineales son absolutas. De igual forma los puntos de topografía obtenidos estaban georreferenciados en UTM. Esto permite analizar las modificaciones con los técnicos de las empresas para salvaguardar los restos. Al ser actuaciones de obras menores, el material arqueológico recuperado suele ser escaso y poco
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Figura 8. Ejemplo de matriz secuencial obtenida. Zanja saneamiento de calle San Clemente.
Figura 10. Documentación mediante fotogrametría de un suelo del siglo XIV con olambrillas de cetrería. Callejón de San Pedro, nº 4.
significativo. Una vez analizado y documentado, se deposita en el Museo de Santa Cruz. Todos los hallazgos se comunican mediante Notificación a la Dirección General de Patrimonio, de forma telemática o presencial. Figura 9. Fotogrametría digital de la pintura mural del oratorio del siglo XVII detectado en el nº 9 de la plaza Abdón de Paz.
El sistema que más ha evolucionado en los últimos años, ha sido el empleo de documentación mediante fotogrametría digital aérea o de objeto cercano. Desde 2013 se emplea de forma asidua como sistema de documentación de todos los proyectos. El empleo del programa Agisoft Photoscan genera modelos en 3D que permiten obtener ortofotos digitales de alzados y de plantas. La obtención mediante fotogrametría de La asistencia Técnica de Arqueología del Ayuntamiento de Toledo
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ortofotos completas de las zonas de trabajo: calles, muros, alzados, secciones, etc, ha permitido ser más autónomos y mejorar en rapidez, calidad y precisión. En estos trabajos, desde 2013 se emplea fotogrametría aérea mediante drone. Dos de los miembros cuentan con toda la titulación necesaria por parte de AENA. Se cuentan con diferentes plataformas de vuelo. La más empleada es el drone cuadricóptero DJI PHANTOM2 c on gimbal zenmuse H3-2D, equipado con una cámara gopro hero3. A este se le ha añadido un módulo de conexión inalámbrica para el control y el programado del drone, que permite generar rutas preestablecidas con coordenadas reales. Esta es la base para la obtención de Modelos Digitales del Terreno, la recreación 3D, ortofotos, alzados, etc. La ingente cantidad de información gráfica y de texto que genera la realización de la asistencia se demuestra que en la actualidad el sistema creado cuenta con 130.600 imágenes, distribuidas en 7.900 carpetas con un total de 12 TB. En la actualidad se asegura, mediante tres copias de seguridad. Una de ellas se encuentra en el Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento, otra en Dirección General de Patrimonio y una tercera en las oficinas de Toledo.
Figura 11. Documentación mediante fotogrametría aérea de los restos localizados en la intervención de la fuente-escultura de Cristina Iglesias en plaza de la Catedral.
4. SISTEMAS DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA (S.I.G.) AL SERVICIO DEL AYUNTAMIENTO DE TOLEDO La necesidad de preservar esta información y hacer que el acceso a la información fuera inmediata, tanto para los técnicos de la Dirección General de Patrimonio, como para los del Servicio de Urbanismo del Excmo. Ayto. de Toledo, hizo que se planteara en 2016 la creación de un S.I.G. La creación del S.I.G, se ha podido desarrollar, gracias a que la organización de los trabajos, desde el 2012, se estructuró para servir de base a un sistema tan avanzado de este tipo.
Figura 12. Documentación mediante fotogrametría de un sótano en el nº 7 de la calle Martín Gamero.
La base de datos creada en 2012 para acoger toda la información se ha adaptado al S.I.G. En ella se recogen todos los aspectos de cada expediente: Identificación: nº de expediente y nº del S.A.P.; Fechas: entrada del expediente y recogida/acceso al expediente por parte de la Asistencia Técnica; Tipo de Informe: Control Arqueológico (externo, de oficio o, ya incluido en el expediente), sin Necesidad de Control, Zanja Única, Remitido a la Comisión Especial, etc.; Referencia Catastral; Información del expediente: Proyecto y presupuesto, planimetrías y si ha requerido información adicional; Ubicación de la obra respecto al PECH: BIC, Sector y Nivel de protección; Datos de la obra: Información del solicitante, mail, teléfono, dirección y descripción de la obra; Fechas de la visita de obra y Observaciones. Cada tipo de actuación se ha indicado con un color, que se mantiene en la planimetría en la que se representan las actuaciones. Proyecto y presupuesto, planimetrías y si ha requerido información adicional; Ubicación de la obra respecto al PECH: BIC, Sector y Nivel de protección; Datos de la obra: Información del solicitante, mail, teléfono, dirección y descripción de la obra; Fechas de la visita de obra y Observaciones. Cada tipo de actuación se ha indicado con un color que se mantiene en la planimetría en la que se representan las actuaciones.
Los Sistemas de Información Geográfica, SIG o GIS (Geographic Informatión System) permiten gestionar y analizar información espacial. Son herramientas multipropósito muy sofisticadas con aplicaciones en campos tales como la gestión catastral, planificación urbana, ordenación del territorio, medio ambiente, planificación del transporte, análisis de mercados, etc. Los SIG parten de una serie de capas de información espacial en formato digital que representan diferentes variables, o bien capas que representan objetos a los que corresponden varias entradas en una base de datos enlazada. Esta estructura permite combinar en un mismo sistema información con orígenes y formatos muy diversos incrementando la complejidad de dicho sistema. La aplicación práctica de los SIG para el desarrollo de los Planes de Ordenación Municipal (POM) y para la catalogación catastral o municipal, simplifica notablemente los trabajos de seguimiento y análisis de la documentación de los elementos urbanos (calles, plazas, manzanas, inmuebles). Los SIG nos permiten analizar un entorno a partir de la gestión de información, de modo que se pueden proponer soluciones para la optimización de recursos.
Esta información se pasaba a una planimetría en CAD con la posición real UTM de las diferentes intervenciones. Se trata uno de los aspectos imprescindibles para la realización del S.I.G. Utiliza como referencia el plano catastral de la ciudad. De esta forma se encuentra vinculado al P.O.M. En ella se representan con un código de color la posición geográfica de cada uno de los expedientes: SAPZU (Derivado a la zanja única), SAPSC (Sin necesidad de control arqueológico); SAPC (con control), SAPCESP (enviado a la Comisión Especial) SAPCTEC (enviado a la Comisión Técnica), SAPDERV (enviado a de una empresa de arqueología profesional). Hasta ese momento para poder acceder a todos los datos correspondientes de un expediente se necesitaba abrir la tabla de EXCEL donde se encontraban sus características, un archivo de AutoCAD, para buscar su situación geográfica y por último, se necesitaba buscar la carpeta de fotografías correspondiente al expediente en cuestión. La información generada por los expedientes arqueológicos se recoge en una base de datos física asociada a sistemas restringidos de almacenamiento virtual en la nube de cómputo. Esto permite que, por medio de un visor online del territorio gestionado, las administraciones puedan compartir la información georreferenciada de manera multidireccional. El servicio de asistencia técnica arqueológica consigue así unificar datos optimizando la tramitación de las obras arqueológicas y disminuyendo el tiempo de resolución de los expedientes.
Figura 13. Ejemplo de desglose de capas de información. La asistencia Técnica de Arqueología del Ayuntamiento de Toledo
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Figura 14. Vista general del visor online. Casco Histórico de Toledo. Ante la necesidad de optimizar el seguimiento de la gran cantidad de datos generados en los expedientes arqueológicos de la ciudad de Toledo, surgió integrar en una única herramienta la cartografía existente, los datos recopilados y la multitud de fotos tomadas en las visitas a dichos expedientes. Gracias a los SIG, accediendo a una URL disponemos de toda la información necesaria. Este sistema facilita el trabajo y supondrá un importante ahorro de tiempo que conlleva. El visor generado incorpora una serie de herramientas muy útiles a la hora de acceder a la información. Dispone de un buscador mediante el cual a través del número de SAP o la referencia catastral podemos encontrar rápidamente cualquier expediente. Se pueden encender/apagar capas y modificar la transparencia de éstas, de manera que simplifica el trabajo, utilizando sólo aquellas capas que nos interese. También es posible realizar mediciones longitudinales o de áreas. Así, mediante el buscador, una referencia catastral cualquiera puede ser localizada rápidamente. El visor realiza un zoom sobre este expediente, que aparece dibujado con forma de polígono, y clicando en él accedemos a todos sus datos, entre los que se encuentra un enlace a sus fotografías y archivos.
En esta labor de Asistencia hacia las instituciones: Servicio de Urbanismo, Dirección General de Patrimonio, Consorcio de la Ciudad, hay que destacar la labor social de ayuda y asesoramiento gratuito al ciudadano que pretende mejorar la calidad de su vivienda o negocio comercial. De esta forma, si hay algún hallazgo en el proyecto, el promotor cuenta con los técnicos adecuados para presentar las soluciones y documentación adecuada (notificaciones, propuestas, etc) antes las instituciones correspondientes. Por último, la rapidez y precisión con la que se deben actuar los técnicos de la Asistencia Arqueológica en los proyectos, ha hecho que se adopte una metodología de trabajo, que incorpore todas las técnicas digitales que hay disponibles en este momento: fotogrametría de objeto cercano, terrestre y aérea, mediante drone. Estos medios, junto con el conocimiento de la ciudad, permiten aportar una ayuda en la gestión y conservación del patrimonio de la ciudad. La incorporación y desarrollo del S.I.G. permitirá que el trámite telemático sea más rápido y la comunicación entre técnicos de diferentes instituciones sea más eficaz.
5. CONCLUSIONES La Asistencia Técnica de Arqueología que mantiene el Excmo. Ayto. de Toledo, desarrolla una actividad que se puede encuadrar en múltiples puntos de vistas. Su presencia diaria en los proyectos menores que se acometen en el Casco Histórico, garantiza el mantenimiento del patrimonio ya conocido de la ciudad y la conservación/estudio de los elementos nuevos que aparecen nuevos en las reformas desarrolladas.
Figura 15. Proceso de acercamiento a los datos de una Ref. Catastral.
359 Figura 16. Acceso a datos, archivos y fotografías. Proceso de acercamiento a los datos de una Ref. Catastral. Todo esto redunda en beneficiar al ciudadano que vive en el Casco Histórico de la ciudad, al agilizar los trámites administrativos de sus expedientes y, en definitiva, darle una respuesta rápida ante la localización de un hallazgo. De esta forma, desde la arqueología, se reducen los costes, se aportan soluciones y se asesora en legislación sobre patrimonio a particulares y empresas. Por último y más importante, la labor diaria de la Asistencia Técnica supone una ayuda para la conservación, protección y difusión del Patrimonio Histórico-Artístico de la ciudad de Toledo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Una parte de las Imágenes 3D desarrolladas se pueden ver en la página Facebook de Global Arqueología. Enlace: https://www.facebook.com/GLOBALARQUEOLOGIA-114601605225935/videos/ Arnold, M. y F. Osorio (1998): “Introducción a los Conceptos Básicos de la Teoría General del Sistemas” en Revista Cinta de Moebio [En Línea] No. 3. Abril 1998, Universidad de Chile, disponible en: http:// rehue.csociales.uchile.cl/publicaciones/moebio/03/ frames45.htm [Accesado el 20 de enero de 2005] Changchang, W (2013): Towards Linear-time Incremental Structure from Motion, 3DV 2013,
(webpage, supplemental, video, poster) n.º 1, diciembre de 2013, pp. 77-87. Y http://www.iaph.es/ phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/ view/12 Modelado 3D en patrimonio cultural por técnicas de structure from Motion Gómez Laguna, A.J., J.A. Ruiz Sabina, T. Obregón Penis y J. Almarcha (2016): Poster Aerial Phothogrametry for the archeological assistance in the city of Toledo, en el II Congreso Internacional de Arqueología Aérea de Roma. Junghanns, R. (2000): “El derecho a la información en Alemania” en Villanueva, E. (coord.) Hacia un nuevo derecho de la información. Primer congreso nacional de derecho a la información, 9, 10 y 11 de noviembre de 2000, México, Universidad Iberoamericana / Alianza Editorial / Konrad Adenauer Stifung. Mccarthy, J. (2014): Multi-image photogrammetry as a practical tool for cultural heritage survey and community engagement, en Journal of Archaeological Science 43, pp. 175-185 Ruiz Sabina, J.A., T. Obregón Penis y A.J. Gómez Laguna (2015): Fotogrametría y dos ejemplos: Puente de Barcas y Plata 8. Presentado en el blog Hombre de Palo: http://hombredepalo.com/arqueologia/page/2
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