CNaP17_Investigacion Profesional

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ACTAS 4, 5 y 6 abril abril

2017




Edita Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Aragón Año de publicación: 2018 ISBN: 978-84-608-8580-1 Depósito Legal: Z-800-2018 Impreso en España Diseño y maquetación Ana Durán Boldova

© Autores de los textos Recoge los contenidos presentados a I Congreso de Arqueología y Patrimonio Aragonés (CAPA)


ACTAS 4, 5 y 6 de abril de 2017



Editores

Comité organizador

Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde Presidencia Dña. Josefina Cambra Giné Vicepresidencia Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde Miembro de Honor D. Francisco Javier Lambán Montañés Secretariado Dña. Agnès Creus Dña. Ana Durán Boldova

Comité Científico

Vocales y

coordinadores

Aragón: D. José Ignacio Lorenzo Lizalde Cádiz: Dña. Virginia Pinto Toro Cantabria: D. Lino Mantecón Callejo Córdoba: Dª. Silvia Carmona Berenguer Galicia: D. ª M. Carmen García Cabezudo Granada: Dª. María José Mártir Alario Sevilla: D. Marcos A. Hunt Ortiz

Alicante: Dña. Araceli Guardiola Martínez y D. Fernando E. Tendero Fernández Asturias: D. Nicolás Alonso Baleares: D. Mateu Riera Rullan Castilla la Mancha: Dña. Ana Mª Segovia Fernández Madrid: D. César Heras Martínez Murcia: D. Antonio Javier Murcia Muñoz Valencia: D. Llorenç Alapont Martín Navarra: D. Jaime Aznar Auzmendi



PRÓLOGO

La Arqueología Profesional

España: 27 años construyendo la profesión desde los Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias en

El Congreso Nacional de Arqueología Profesional (CNaP 2017) que se ha celebrado los días 4, 5 y 6 de abril del 2017 nace en el seno del Consejo General de Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias, contando con el apoyo del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Aragón. Emerge con el objetivo de mostrar a la sociedad la calidad de los trabajos que desarrollan los profesionales de la arqueológica y su voluntad de comunicar a la sociedad el resultado de sus investigaciones. El Consejo General de CDL agrupa a más de 1.500 arqueólogos profesionales, de todo el Estado español, que pese a la dura crisis que padecemos han manteniendo los estándares de calidad en su actividad profesional. El principal fundamento del Congreso es incrementar la cultura científica, tecnológica e innovadora en el ámbito de la Arqueología, la presentación de la realidad actual de la arqueología profesional y su actual problemática, las novedades en el campo de la investigación arqueológica profesional en España, la aplicación de nuevas tecnologías en este campo, su plasmación en la didáctica del patrimonio arqueológico, en la musealización y la divulgación de yacimientos. En el acto de inauguración contamos con la presencia del Director General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón Ignacio Escuin Borao, en representación del Presidente de la Comunidad Autónoma; del Director del espacio CaixaForum Zaragoza D. Ricardo Alfós; y de la Presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Filosofía y Letras y Ciencias y Presidenta del Congreso, Dña. Josefina Cambra, junto con el Decano del Colegio de Filosofía y Letras y Ciencias de Aragón y Vicepresidente del Congreso, D. José Ignacio Lorenzo. Desde Portugal, la conferencia inaugural la dictó la Dra. Dña. Eva PargaDans, sobre “La situación de la arqueología comercial en España: Perspectivas futuras y vías de investigación”, la mayor especialista en la materia en nuestro País. Durante tres días más de 100 profesionales, han acudido a este encuentro donde se han presentado 70 comunicaciones y 10 poster y se han desarrollado 3 mesas de debate. La calidad y nivel de las propuestas presentadas dotan al evento de un alto nivel innovador, y supone un referente a nivel del territorio español. Este Congreso supone un antes y un después, dejando patente la labor desinteresada que desarrollan la gran mayoría de los arqueólogos que trabajan todos los días sobre este patrimonio y que están contribuyendo positivamente al conocimiento del Patrimonio y la formación permanente mostrado por la incorporación de las nuevas tecnologías. Hemos realizado un largo recorrido para consolidar nuestra profesión de arqueólogos. En 1983 se constituyó la Asociación Profesional de Arqueólogos integrada mayoritariamente por profesores universitarios de Madrid. En 1984 se crea la Comisión de Patrimonio en el seno del CDL de Cataluña en la que forman un grupo de trabajo los arqueólogos quienes en 1987 organizan en Barcelona las I Jornadas sobre la situación profesional en la arqueológica, con asistencia de profesionales de otras CCAA.


En 1990 se constituyen las Secciones de arqueología de los CDL en Madrid y Zaragoza. En 1992 se crea la del CDL de Castellón-Valencia y posteriormente Castilla-León, Alicante, Sevilla-Huelva, Granada-AlmeríaJaén, Málaga, Cádiz, Baleares, Castilla la Mancha, Asturias, Galicia, Murcia, Navarra, Cantabria. En 1998, a propuesta de la Sección de arqueología de Madrid comienzan unas reuniones semestrales, con la participación de asociaciones profesionales. La última se celebró en 2009. Uno de los objetivos de las Secciones de arqueología de los CDL era el tener presencia en el Consejo General de CDL y en el programa de la Presidencia del Consejo del 2008 se contempla la creación de una Comisión de Arqueología que realiza su primera reunión el 28 de febrero del 2009, en la sede del Consejo de Madrid. La decisión de redactar el Código de la profesión fue aprobada por el Pleno del Consejo General en el 2014. Se nombró una comisión integrada por tres especialistas para la redacción del documento, integrada por el Doctor. Felipe Criado-Boado, Profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Director del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC (INCIPIT) quien ha trabajado sobre aspectos de la profesionalización de la arqueología; la Doctora Silvia Carmona Berenguer, Decana del Colegio de Córdoba y arqueóloga profesional en ejercicio con un largo curriculum; ésta participó con anterioridad en la redacción del Código de la profesión de arqueólogo que fue aprobado en 2001, por todos los representantes de los CDL que contaban con Sección de arqueología. Finalmente el Doctor José Ignacio Lorenzo Lizalde, Decano del CDL de Aragón, con una dilatada experiencia profesional y que fue ya impulsor del precedente Código de la Profesión de arqueólogo. El Código fue aprobado por unanimidad en el Pleno del Consejo General el 28-29 de noviembre de 2014. Otro de los objetivos del colectivo profesional era el contar con un Congreso Nacional de arqueología profesional y en el Programa de la Presidenta del Consejo se incluye este punto. Este I Congreso pretende ser un lugar de encuentro y de debate, en el marco de Consejo General de CDL. En la actualidad la profesión está sumida en una profunda crisis motivada por la crisis económica que ha afectado a la construcción y a la obra pública en España. A pesar de que el colectivo se ha visto reducido en más de un 60% este encuentro muestra su vitalidad. A pesar de esta situación de crisis evidente, desde mi veteranía no puedo menos que valorar la consolidación de la profesión. Ya contamos con títulos universitarios en varias universidades, tanto a nivel de grados como de máster. Se ha creado una estructura administrativa en la que la arqueología está presente en todas las CCAA, contando con cargos directivos ocupados por compañeros de nuestra profesión. El Consejo de Europa está comprometiéndose cada vez más en los temas que afectan al Patrimonio Cultural común. Su comité europeo para los problemas criminales está trabajando con un proyecto de Convención del Consejo de Europa sobre las infracciones que tratan sobre los bienes culturales, sensibilizado especialmente con el tráfico ilícito de bienes culturales, especialmente en los países en guerra. Es preciso que los arqueólogos, desde el Conejo General podamos participar en las organizaciones europeas para aportar nuestro conocimiento.


Esperamos que este CNaP se institucionalice con una periodicidad bianual. Hemos intentado que el Congreso sea lo más participativo posible, contando con las limitaciones de tiempo. En esta línea se solicitó que los participantes manifestaran cuales eran los objetivos que consideraban más relevantes: El resultado ha sido muy variado, valorando la necesidad de un cambio normativo, trabajando por contar con un reglamento de arqueología que homogeneice los procedimientos. Algunos compañeros envidian el llamado modelo francés. Solicitan impulsar la Ley de Mecenazgo para dinamizar las intervenciones sobre el Patrimonio Cultural. Se ha valorado el contar con un visado colegial regulado y que en las licitaciones públicas aparezca separado lo que es obra de lo que supone la intervención arqueológica y contar con convenios laborales aplicables. Finalmente tenemos que agradecer el apoyo de todos los CDL integrados en el Consejo General sin cuya colaboración este Congreso nunca se hubiera realizado. Agradezco a todos los compañeros que han participado en la organización del Congreso y a quienes ha presentado sus trabajos para que todos constaremos la calidad de la profesión en España. Seguiremos trabajando por los profesionales desde en Consejo y espero volver a vernos todos en el 2019.

Zaragoza, 14 de junio de 2017

Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde. Vicepresidente del CNaP 2017


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL


1. Investigación profesional

2. Arqueología de urgencia

5. Sistemas de Teledetección

8. Apps

3. Arqueología de preventiva

6. Programas de gestión

9. Redes Sociales

4. Dibujo y Realidad Virtual

7. Tendencias en difusión y divulgación

10. Póster



1

Investigación profesional

2. Arqueología de urgencia

5. Sistemas de Teledetección

8. Apps

3. Arqueología de preventiva

6. Programas de gestión

9. Redes Sociales

4. Dibujo y Realidad Virtual

7. Tendencias en difusión y divulgación

10. Póster



S U M A R 19-26

I

O

MERCENARIOS EN LA SELVA DEL PRECARIADO: CONSTRUYENDO LA ARQUEOLOGÍA VIRTUAL COMO PROFESIÓN Autor: Pablo Aparicio Resco

27-31

33-42

EL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO: CIENCIA, ADMINISTRACIONES Y PROFESIÓN Autor: Prof. Manuel Martín-Bueno

LAS INTERVENCIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ECONOMÍA DEL PATRIMONIO. UN CASO DE ESTUDIO: EL PROYECTO DE LOS CASTROS DE LACIANA (LEÓN) Autor: Javier Quintana López

43-51

53-65

LA MOTA DE LOS JUDÍOS DE CASTRILLO.INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA DE UNA COMUNIDAD RURAL SEFARDÍ EN LA CORONA DE CASTILLA Autores: Maria Negredo García , Angel Luis Palomino Lázaro, Manuel Moratinos García y Ines María Centeno Cea LAS FOSAS DE LA GUERRA DE 1936-39 Y DEL FRANQUISMO: SITUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN EN ARAGÓN Y PARTICIPACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA PROFESIONAL Autor: José Ignacio Lorenzo Lizalde

67-76

EXCAVACIÓN Y RESTAURACIÓN DEL CASTILLO Y CONVENTO DE CALATRAVA LA NUEVA (CIUDAD REAL) 1991-2011 Autor: Ana Mª Segovia Fernández

77-83

NUEVOS HALLAZGOS DEL ASENTAMIENTO PÚNICO-ROMANO EN LA LADERA NORTE DEL CERRO DE SAN MIGUEL, ALMUÑÉCAR (GRANADA) Autor: Iván Sánchez Marcos

85-94

MOTIVACIONES Y RESULTADOS DE LA PRIMERA CONVENCIÓN DE PROFESIONALES DEL SECTOR DE LA ARQUEOLOGÍA: MEETARCH Autor: Pablo Guerra García

95-102

ARQUEOLOGÍA PROFESIONAL EN LA ERA DIGITALEL FUTURO EN (LAS) RUINAS

103-112

EL PROYECTO ARQUEOLÓGICO DE CABEZA LADRERO

113-120

121-129

Autor: Hugo Chautón Pérez

Autor: Ángel A. Jordán Lorenzo

EL PROYECTO DE SANTA MARÍA DE PALAZUELOS. ARQUEOLOGÍA Y PATRIMONIO Autores: Arturo Balado Pachón, Ana Martínez García

RECUPERACIÓN Y PUESTA EN VALOR DEL CASTILLO DE BOLAÑOS DE CALATRAVA, CIUDAD REAL (2003-2016) Autores: Petra Martín Prado, Ángel Aranda Palacios,Concha Claros Bastante y Ana Segovia Fernández


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Investigaciรณn profesional


MERCENARIOS EN LA SELVA DEL PRECARIADO: CONSTRUYENDO LA ARQUEOLOGÍA VIRTUAL COMO PROFESIÓN MERCENARIES IN THE JUNGLE OF PRECARIAT: SETTING UP VIRTUAL ARCHAEOLOGY AS A PROFESSION

Pablo Aparicio Resco PAR – Arqueología y Patrimonio Virtual, aparicio.pablo89@gmail.com

RESUMEN Desde hace ya casi una década la Arqueología Virtual se ha configurado como una disciplina propia, con su normalización, sus revistas específicas y su oferta formativa. Las técnicas que engloba (que van desde aquellas propias de la topografía y la ingeniería gráfica a las del dibujo y la ilustración) han sido puestas en práctica por muchos profesionales: arqueólogos, historiadores, arquitectos, dibujantes, etc., pero es en estos últimos cinco años cuando se está conformando en nuestro país la figura de un profesional dedicado en exclusiva a esta disciplina. Se trata, en la mayoría de los casos, de autónomos o pequeñas empresas que llevan a cabo este tipo de trabajos en un mundo laboral hostil y en condiciones de clara precariedad. En la presente comunicación se analizará el estado actual de la Arqueología Virtual como profesión, que navega entre los mares de la ilustración y el diseño gráfico, de la ingeniería y la informática gráfica, y del estudio de los bienes culturales. Se reflexionará sobre los inconvenientes y ventajas, las dificultades y las oportunidades, que ofrece la Arqueología Virtual para, en un contexto de crisis que parece ya sistémica -y no puntual- constituir un nicho de trabajo y de progreso profesional. PALABRAS CLAVE: Arqueología Virtual; Virtualización; Documentación 3D; Precariado.

ABSTRACT For almost a decade, Virtual Archeology has been configured as its own discipline, with its standardization, its specific journals and its educational offer. The techniques it encompasses (from topography and graphic engineering to those of drawing and illustration) have been put in practice by many professionals: archaeologists, historians, architects, illustrators, etc., but it is in the latter five years when it is being formed in our country the figure of a professional dedicated exclusively to Virtual Archaeology as a discipline. This is, in most cases, selfemployed or working on small companies that carry out this kind of work in conditions of clear precariousness. This paper will analyze the current state of Virtual Archeology as a profession, which navigates between illustration and graphic design, engineering and graphic computing, and the study of cultural heritage. It will reflect the disadvantages and advantages, difficulties and opportunities offered by Virtual Archeology -in a context of crisis that seems systemic and not punctual- to constitute a niche of work and professional progress. KEY WORDS: Virtual Archaeology; 3D Documentation; Precariat.

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

1. INTRODUCIÓN: MICRORELATO Esta mañana he recibido la llamada de un compañero: buscaba alguien que pudiera hacer un par de paneles en Photoshop, para dentro de unas semanas. Que le mandara un presupuesto. Otra pequeña alegría. Aunque hoy tendré que trabajar el doble. Toca cancelar el cine y olvídate del concierto de este sábado. No, no, imposible. En la reunión de la asociación, por videoconferencia, Ignacio no parecía muy animado: está pensando presentarse a una entrevista de trabajo de la Volkswagen porque la ilustración arqueológica no le da para más. Tiene una mujer y un par de hijos y así no puede seguir. Es una lástima. Elvira, que también trabaja como ilustradora en varias excavaciones, lleva cerca de cinco meses sin cobrar. Imagínate qué faena. Imposible que se venga al congreso de octubre aunque, bromeó, quizás pudiera si acababa en el paro. ¿Qué los cursos online cómo van? Pues tirando. Hoy bien, mañana mejor espero, pero nunca se sabe. Si se apuntan quince cobro quince, si se apuntan cinco cobro cinco. Profesor a tiempo parcial, amo de casa, diseñador, arqueólogo, ilustrador. Vaya cóctel. Mi abuela me pregunta siempre que la veo que si he conseguido un trabajo. Se cree que todavía estudio o algo así. Eso de las reconstrucciones 3D no acaba de convencerle. No sabe muy bien si de eso se come. Pero piensa que con todo lo que he estudiado ¡ya podría contratarme alguien! Que no, abuela, que esto ya no funciona así. Soy mi propio jefe. Y joder cómo suena eso. De vez en cuando recibo correos electrónicos de profesionales con currículos envidiables rogándome trabajar conmigo. Y, diablos, si yo solo tengo para mantenerme con dificultad, y depende del mes, ¡cómo voy a contratar a nadie! Pero esa gente tiene familia, hijos. Es una pena. ¿Qué a quién me quejo yo? ¡A quién me voy a quejar, si soy mi propio jefe!

2. LA ARQUEOLOGÍA VIRTUAL: UNA DISCIPLINA PROPIA El pequeño relato que da inicio, como introducción, al presente artículo, refleja de forma subjetiva pero totalmente verídica, la situación actual de muchos de los que nos dedicamos a la arqueología virtual. Somos invisibles para muchos y adoptamos innumerables formas profesionales pero nuestro trabajo se encuentra por doquier: panelería en museos, yacimientos arqueológicos, obras públicas, monumentos, jardines; infografías estáticas y en vídeo para páginas web; sugerentes ilustraciones en publicaciones divulgativas y científicas; trabajos para televisión y redes sociales; montajes de realidad virtual y aumentada; etc. Si nuestro trabajo está tan solicitado, quizás sea también el momento de observar, analizar y reivindicar

nuestra situación como profesionales dentro de una disciplina propia: la arqueología virtual –patrimonio virtual o patrimonio digital, para otros-. La arqueología virtual fue definida de forma firme por primera vez en los Principios de Sevilla: “es la disciplina científica que tiene por objeto la investigación y desarrollo de formas de aplicación de la visualización asistida por ordenador a la gestión integral del patrimonio arqueológico” (López-Menchero 2011: 71; FIAV 2012). Entendemos que una disciplina no se convierte en tal por definición si no gracias a una serie de características que podemos resumir, en el caso de la arqueología virtual, en las siguientes: 1) su consolidación en torno a unos principios éticos y profesionales construidos en un marco internacional (FIAV 2012); 2) la existencia de numerosos congresos, seminarios y encuentros enfocados en ella (como el CCA, Computer Applications and Quantitative Methods in Archaeology, o el Arqueológica 2.0 que organiza anualmente la SEAV); y 3) la proliferación de una amplia oferta formativa que ayuda a la extensión y consolidación de los conocimientos y a la conformación plena de la disciplina (destacando los cursos, másteres y especializaciones de Patrimonio Virtual, dependiente de la Universidad de Alicante). De este modo podemos hablar de la arqueología virtual tal y como hablamos de la geoarqueología, la arqueología del paisaje o la zooarqueología, pudiéndose aplicar las distintas técnicas de la arqueología virtual a cualquier elemento material de nuestro patrimonio cultural.

3. LA ARQUEOLOGÍA VIRTUAL COMO PROFESIÓN PRECARIA Las especiales particularidades del trabajo en arqueología virtual hacen que, a diferencia de otras

Figura 2. Trabajador autónomo celebrando el 1 de Mayo, por El Roto. El humorista deja clara la baja seguridad de representación del autónomo, que se encuentra solo ante sus reivindicaciones laborales.


ramas de la arqueología, la universidad sea un nicho de trabajo verdaderamente extraño: técnicas como la documentación 3D, la reconstrucción virtual o el dibujo arqueológico solo tienen cabida de forma tangencial en los planes de estudio y todavía cuesta que en las facultades de historia, historia del arte o arqueología, sean tratadas como herramientas esenciales. El trabajo de aquel que se dedica a arqueología virtual suele desempeñarse de forma autónoma o en pequeñas empresas (de forma menos común en grandes empresas de arqueología) y su relación con el diseño gráfico, la ilustración y la topografía hacen que su espacio de trabajo se halle en tierra de nadie, en una suerte de indefinido limbo en el que el profesional debe desenvolverse sin el amparo de nadie y, frecuentemente, golpeado por todos (administraciones, universidades, empresas y, en ocasiones, otros compañeros). No es la intención de este artículo dar lugar a una suerte de lamento quejicoso porque soy consciente de que todos los trabajos –y más dentro del desempeño de la arqueología- tienen sus dificultades, sino describir la situación de un sector concreto y poder, quizás, trazar vínculos de unión con otros sectores para poder mejorar entre todos y consolidar espacios de trabajo estables y justos. Para ello, debemos reconocer que en la actualidad el trabajo en arqueología virtual encuadra a sus profesionales en la clase social del precariado. ¿Qué es el precariado? Según Guy Standing, el precariado lo conforman aquellas personas que han perdido las siete formas de seguridad laboral que se implantaron después de la Segunda Guerra Mundial

como medidas de protección al trabajador propias de la social-democracia (Standing 2011: 10): - -

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Seguridad en el mercado de trabajo: oportunidades adecuadas para obtener ingresos dignos. Empleo seguro: protección contra el despido arbitrario; reglamentación de la contratación y del empleo; imposición de costes a los empresarios por incumplimiento de las normas; etc. Empleo estable y con posibilidades: capacidad y oportunidad de retener un nicho de empleo; oportunidad de movilidad ascendente en términos de estatus e ingresos. Seguridad laboral: protección contra accidentes y enfermedades en el trabajo; reglamentos de seguridad y salud; limitación del tiempo de trabajo; compensación de accidentes; etc. Seguridad en la reproducción de habilidades: oportunidad de adquirir habilidades a través de aprendizajes, capacitación laboral, oportunidad para hacer uso de esas competencias, etc. Seguridad en los ingresos: aseguramiento de un ingreso adecuado y estable, protegido, por ejemplo, mediante mecanismos de salario mínimo, indexación salarial, seguridad social integral, impuestos progresivos para reducir la desigualdad y complementar los bajos ingresos; etc. Seguridad de representación: poseer una voz colectiva en el mercado de trabajo, por

Figura 3. Gráfico en el que aparece representado el sentir general de miembros de cinco asociaciones de ilustradores sobre la relación entre el precio y el valor real del trabajo de ilustración. Fuente: FADIP, 2005, p. 11. Mercenarios en la selva del precariado: construyendo la arqueología virtual como profesión Pablo Aparicio Resco

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

ejemplo a través de sindicatos independientes, con derecho a huelga. Tal y como puntualiza Standing, no todos aquellos que se encuadren en la clase del precariado adolecerán de todas estas seguridades (Standing 2011:10). Por desgracia, en el campo de la arqueología virtual se encuentran ausentes todas ellas, como veremos a continuación. Como hemos comentado más arriba –y pese a que no existen estudios estadísticos sobre esta incipiente disciplina- la mayoría de los profesionales que se dedican a la arqueología virtual lo hacen de forma independiente, como autónomos, o formando parte de pequeñas empresas. La situación precaria de las PYMES en España es clara: en los últimos años debido a la crisis gran parte de las pequeñas empresas tuvieron que echar el cierre y las que quedan se ven presionadas por las últimas reformas laborales, que flexibilizan el trabajo –y el despido- reduciendo los derechos del trabajador. La situación del autónomo, a la que se acogen la mayoría de los profesionales de la arqueología virtual, refleja con crueldad la situación de precariedad a la que se ven abocados los trabajadores: (1) nadie garantiza al autónomo que vaya a tener trabajo con el que pagar la abusiva cuota –que puede llegar a los 265 € con independencia de ingresarse o no un solo céntimo- a la que debe hacer frente cada mes ya que los proyectos que surgen son puntuales y, generalmente, de poco volumen; (2) el autónomo es su propio jefe y, por lo tanto, no puede contratarse ni despedirse, ni depende de él que exista o no trabajo, eso sí, como decimos, debe pagar la cuota religiosamente mes a mes; (3) los ingresos son siempre inestables y, en todo caso, monetarios ya que (4) no existen seguridades de ningún tipo contra accidentes o enfermedades en el trabajo puesto que el lugar de trabajo es en muchas ocasiones el propio domicilio del trabajador y (5) tampoco existen limitaciones de tiempo de trabajo: el autónomo se ve obligado a sacar adelante múltiples encargos en un tiempo reducido y acelerado si quiere poder hacer frente a los gastos del día a día y construir un colchón con el que hacer frente a aquellos meses en los que no surjan nuevos proyectos; (6) es fundamental para el autónomo que desempeña su trabajo en arqueología virtual estar continuamente en formación para poder sacar adelante trabajos del tipo y calidad que demandan los clientes pero esta formación debe ser costeada, por supuesto, por el trabajador y llevada a cabo en el tiempo que sustrae a su propio trabajo o, generalmente, a su vida social; (7) no existe ningún mecanismo como el salario mínimo o, si quiera, un sistema impuestos progresivos y adecuados al nivel de ingresos mensual que reduzca la inseguridad del trabajador autónomo,

por lo que se encuentra totalmente desamparado ante periodos de baja demanda, de enfermedad u otro tipo de problemas; (8) no existe ningún tipo de representación colectiva en el mercado de trabajo ni ningún sindicato y, por supuesto, tampoco la posibilidad de huelga si se quiere seguir cobrando el trabajo a realizar. La unión del colectivo de arqueólogos ya es muy débil, pero la del colectivo de profesionales en arqueología virtual brilla totalmente por su ausencia, siendo muy complicado, al estar la disciplina todavía en construcción, luchar de forma colectiva por la mejora de nuestros derechos en una situación tan poco favorable.

Figura 4. Fotografía del curso presencial de fotogrametría digital impartido en el Centro Social La Morada de Arganzuela (Madrid) en Julio de 2016.

4. ALGUNOS REFLEJOS DE NUESTRO FUTURO EN LA SITUACIÓN DE LOS ILUSTRADORES Gran parte del trabajo que lleva a cabo el profesional que se dedica a la arqueología virtual da lugar, como resultado final, a infografías 2D y 3D que se utilizan para representar –ya sea de forma técnica o divulgativaalgún elemento patrimonial. Esto nos sitúa, como profesionales, muy cerca del campo de la ilustración y el diseño, si no directamente dentro de él: muchos arqueólogos se consideran dibujantes e ilustradores de arqueología y tampoco es de extrañar la presencia en este sector de profesionales formados en bellas artes y diseño gráfico, sobre todo diseño 3D, que finamente han acabado desarrollando su trayectoria en el mundo del patrimonio cultural material. Esto hace que se puedan ver reflejados los problemas de los que adolece la disciplina en aquellos a los que se encuentran, desde hace mucho tiempo, sometidos los ilustradores.


El primer problema tiene que ver con la infravaloración del trabajo -que también es signo de precariedad-: según un estudio llevado a cabo en 2005 por la Federación de Asociaciones e Ilustradores Profesionales (FADIP), la mayoría de los ilustradores percibe que ofrece su trabajo por un menor precio de lo que realmente vale y que esto se refleja en una tendencia preocupante que “deteriora la consideración de la profesión y obstaculiza la dignificación de las condiciones en las que se ejerce la misma” (FADIP 2015: 11) (Fig. 3). Esto se repite en arqueología virtual, donde los profesionales ven cómo se ofrecen retribuciones irrisorias por el trabajo a realizar, quizás por desconocimiento del coste real del mismo. En este sentido las conferencias, talleres, cursos y otro tipo de formación tienen una labor fundamental: mostrar el trabajo que hay detrás de cada ilustración arqueológica, de cada reconstrucción virtual, de cada documentación láser, etc., para que los clientes –en muchas ocasiones ubicados laboralmente dentro de sectores relacionados con el patrimonio y la arqueología- sean conscientes del coste de cada proyecto. Más allá de estas valoraciones, que pueden resultar subjetivas, los datos sobre la situación laboral de los ilustradores dejan clara la precariedad en la que se encuentra el sector: la media de los ingresos por trabajos de ilustración durante los dos primeros años de actividad es de 1098 € anuales –una versión extrema del mileurismo-; el 23% de los ilustradores debe llevar a cabo una actividad complementaria para llegar a fin de mes y esta cifra se ve aumentada al 55% entre los ilustradores con experiencia menor a dos años; el 53% de los ilustradores cobró, por trabajos de ilustración, menos de 10000 € anuales en 2015; además, encontramos una clara brecha de género al percatarnos de que la media de ingresos de las ilustradoras mujeres es de 9473 € frente a los 16323 € de media para los ilustradores hombres (APIM, 2016).

son impartidos por profesionales que, en principio, tienen como trabajo principal la realización de trabajos de arqueología virtual (documentación 3D, reconstrucción virtual, aplicaciones de realidad virtual, etc.) pero que encuentran en la docencia un interesante complemento a su salario. En algunas ocasiones este trabajo docente puede convertirse en el trabajo principal del profesional: si nos volvemos a mirar en el reflejo del mundo de la ilustración, solo el 4% de los profesionales percibe una cantidad superior a 6000 € anuales por trabajos de docencia mientras que la inmensa mayoría, el 68%, percibe entre cero y 1000 € por esta labor (APIM 2016: 9). En la actualidad el mundo digital y el uso extendido de internet ofrecen la posibilidad de acceder a una amplia oferta formativa sobre arqueología virtual. Son en su mayoría ofertas de formación online deslocalizada –sin sede física- y talleres presenciales de menor duración que se llevan a cabo de forma puntual en relación con alguna universidad o institución. Podemos hacer referencia a los másteres y especializaciones de Patrimonio Virtual, de la Universidad de Alicante, (www.patrimoniovirtual.com); a los másteres de la Sociedad Española de Arqueología Virtual (SEAV) (www.arqueologiavirtual.com); al postgrado de Tecnologías Digitales de Documentación Geométrica y Representación del Patrimonio (TDDG) (www. patrim3d.wordpress.com) o a los cursos online y presenciales que ofrecen otras instituciones privadas como IDU – Ilustración y Dibujo Arqueológico (www.idu-ilustracion.com) o PAR – Arqueología y Patrimonio Virtual (www.parpatrimonio.com). Aunque la salida docente sea una buena solución temporal para complementar los ingresos obtenidos con otros proyectos, probablemente deba contemplarse como algo más que un flotador económico si queremos

Aunque existan diferencias, la situación del ilustrador de arqueología o del profesional en arqueología virtual no es muy diferente y se encuentra con los mismos problemas, teniendo también que llevar a cabo actividades complementarias a su propio trabajo para poder obtener unos ingresos dignos. Una de estas actividades, que en ocasiones puede llegar a convertirse en la actividad principal, es la docencia.

5. LA DOCENCIA COMO VÍA DE ESCAPE Como hemos aludido anteriormente, uno de los pilares de la arqueología virtual como disciplina es la existencia de una amplia gama de cursos, postgrados, másteres y especializaciones centrados en las técnicas que en ella se engloban. Estos cursos

Figura 5. Imagen 360º del interior de la iglesia de San Agustín de La Laguna. Las nuevas tecnologías nos permiten crear entornos inmersivos de nuestro pasado que constituyen viajes en el tiempo para que los espectadores se conviertan en participantes interactuando con su entorno.

Mercenarios en la selva del precariado: construyendo la arqueología virtual como profesión Pablo Aparicio Resco

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

que de verdad sirva para consolidar la disciplina y unir a los profesionales: la calidad y la accesibilidad se convierten en características imprescindibles para que estas ofertas formativas tengan éxito y sean útiles al sector en su conjunto. La calidad se obtiene, en buena parte, proporcionando estabilidad laboral a los docentes, de modo que se puedan seguir formando y prestando toda la atención que merecen los alumnos; también se consigue ofreciendo flexibilidad de horarios que en buena parte se asegura gracias al formato online o semi-presencial de la mayor parte de los cursos disponibles. Hay que tener en cuenta que buena parte de los alumnos son profesionales del mismo sector -o de otros similaresque quieren seguir formándose en la disciplina y que, como el propio docente, llevan a cabo otros trabajos de forma paralela que deben compaginar con su formación: la selva del precariado teje difíciles caminos en las agendas de los trabajadores, exprimiéndoles sin compasión el tiempo. La accesibilidad se obtiene también mediante el uso del formato online pero, sobre todo, siendo capaces de realizar ofertas formativas a precios asequibles para unos alumnos que también tienen, en la mayoría de los casos, problemas económicos. Es importante, valga el apunte, que esto no se lleve a cabo profundizando en la precariedad del sueldo del docente pues resulta fundamental que siempre se reconozca el valor del trabajo.

6. LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS COMO GRAN ALIADO No todo resulta sombrío en el futuro del experto en arqueología virtual. Uno de los papeles fundamentales de este tipo de profesional es el de conocer las últimas novedades en informática gráfica, saber cómo pueden aplicarse estas técnicas en patrimonio cultural material y con qué objetivos. Surge aquí el alma del apasionado de la ciencia ficción, de las máquinas del tiempo y las ventanas al pasado, el artista que construye relatos que permiten romper la figura del espectador y dar paso a la del participante, abriéndole la puerta a formar parte del pasado. Es también, de forma más prosaica, otra de las tablas de naúfrago a las que el profesional en arqueología virtual se aferra para seguir luchando por la disciplina: según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el empleo en el sector de las nuevas tecnologías creció un 13,4% entre 2013 y 2017, más que ningún otro (Europa Press 2017) y, según el Observatorio para el Empleo en la Era Digital, el 80% de los jóvenes entre 20 y 30 años encontrarán trabajo en algún sector relacionado con el entorno digital (El Economista, 2017).

Figura 6. Logo de ADARQ – Asociación Nacional de Dibujantes e Ilustradores de Arqueología. Las nuevas tecnologías aplicadas al patrimonio cultural se encuentran en la actualidad en pleno apogeo: los museos reclaman tanto ilustraciones 2D y 3D como audiovisuales o videoguías didácticas, se extienden los museos virtuales en la red, los yacimientos arqueológicos demandan aplicaciones de realidad virtual y aumentada, y las técnicas de registro 3D gozan ya de una posición privilegiada a la hora de elegirse para documentar cualquier elemento de nuestro pasado. Éste es, sin duda, uno de los caminos de futuro de la arqueología virtual como disciplina que, sin embargo, puede convertirse en un arma de doble filo (Asensio y asenjo 2011: 18 y ss.): es necesario adecuar siempre las nuevas tecnologías a los objetivos impuestos por la narrativa del elemento del pasado en el que estemos trabajando, de otro modo, los dispositivos tecnológicos pueden resultar absurdos o poco útiles y generar tanto en clientes como en público una reacción contraria hacia este tipo de herramientas.

7. ASOCIACIONISMO Y LUCHA COLECTIVA Que la situación de la arqueología virtual deje en una situación de precariedad a los profesionales de la disciplina no significa que haya que abandonar este camino. Bien al contrario, como escribe Standing: “Cada vez más gente comienza a comprender su situación dentro del precariado, reconocimiento que se traducirá en la construcción de una conciencia común de clase y que llegará a ser el motor del cambio. En vez de perder las esperanzas, primar la ineptitud o el desconcierto, los sentimientos pueden pronto mover los mecanismos necesarios para pasar de la


pasividad a la resistencia de un movimiento activo.” (Standing 2014: 8). Resulta necesario comenzar a construir este “movimiento activo” que nos permita hacer reconocer nuestro trabajo y nuestra figura como profesionales para no solo no perder los derechos laborales que puedan quedarnos si no conseguir aquellos que nos han arrebatado. En ese sentido, resulta fundamental comenzar a crear espacios de reconocimiento mutuo y debate entre los propios profesionales ya que el primer paso para que desde fuera puedan verte como colectivo es que éste se sienta desde dentro. Una de estas iniciativas, que se comenzó a fraguar en torno a experiencias formativas como las de los cursos de la Universidad de Alicante y a espacios de debate dentro de las redes sociales, cristalizó en 2016 con el nacimiento de ADARQ, la Asociación Nacional de Dibujantes e Ilustradores de Arqueología (www.asociacionadarq.org) que está permitiendo dar pasos en torno a la creación de un colectivo definido, con su normalización técnica, su propia revista –en este caso llamada Schema- y sus espacios de debate y puesta en valor de la profesión como congresos, redes sociales, página web, etc. Creemos que el asociacionismo y el trabajo colectivo, donde prime la colaboración frente a la competición, son fundamentales si queremos dignificar la profesión de la arqueología virtual.

8. CONCLUSIONES A lo largo del presente artículo hemos analizado las debilidades y fortalezas del camino de la arqueología virtual como profesión, examinándola como un ejemplo de nicho de trabajo precario que adolece de muchas seguridades laborales que creíamos ganadas a lo largo de tantas décadas de lucha. Las posibilidades que nos muestran las nuevas tecnologías y el trabajo asociado y colectivo nos permiten, sin embargo, ser optimistas y seguir trabajando para hacer que esta profesión ofrezca a los que están por venir posibilidades dignas para desempeñar su trabajo y poder ganarse la vida con él. Nos queda, sin embargo, mucho camino que recorrer y muchos obstáculos que superar si queremos que esta disciplina deje de ser una puerta precaria a nuestro futuro. Solo el trabajo colectivo y la lucha por nuestros derechos conseguirá que mejoremos la situación actual.

AGRADECIMIENTOS A todos aquellos que señalaron en el pasado las injusticias y lucharon por los derechos que hoy disfrutamos y por los que nos están arrebatando. A los compañeros de camino en esta preciosa profesión. A los amigos de ADARQ.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS APIM, Asociación Profesional de Ilustradores de Madrid (2016): Ud. Está aquí. Encuesta Nacional de Ilustración. http://apimadrid.net/wpcontent/uploads/2016/03/Ud-esta-aqui-Encuestailustracion-2014-2015.pdf, [Accesado: 30 de Mayo de 2017]. Asensio, M. y Asenjo, E. (2011): Lazos de Luz Azul: Museos y Tecnologías 1, 2 y 3.0. Barcelona. El Economista (2017): El 80% de los jóvenes encontrarán trabajo en profesiones que aún no existen. http://www.eleconomista.es/emprendedores-innova/ noticias/7327225/02/16/El-80-de-los-jovenes-en-laera-digital-encontraran-trabajo-en-profesiones-queaun-no-existen.html, [Accesado: 30 de mayo de 2017] Europa Press (2017): El empleo en el sector de las nuevas tecnologías creció un 13,4% desde 2013, más que ningún otro, 06-02-2017, http://www.europapress. es/economia/laboral-00346/noticia-empleo-sectornuevas-tecnologias-crecio-134-2013-mas-ningunotro-20170206211841.html, [Accesado: 30 de mayo de 2017] López-Menchero, V.M. (2011): “Hacia una Carta Internacional de Arqueología Virtual. El Borrador SEAV” en Virtual Archaeology Review, Nº2, Vol. 4, pp. 71-75. Disponible en: file:///C:/Users/PAR/ Downloads/Dialnet-HaciaUnaCartaInternacionalDe ArqueologiaVirtual-3873340.pdf [Accesado el 30 de mayo de 2017]. FADIP, Federación de Asociaciones de Ilustradores Profesionales (2005): Situación económica del sector de la Ilustración Gráfica en España, http://www. fadip.org/archivos/estudio-economico-castellano.pdf, [Accesado: 30 de mayo de 2017]. FIAV, Forum Internacional de Arqueología Virtual (2012): Principios de Sevilla. Principios Internacionales de la Arqueología Virtual. Disponible en: http:// smartheritage.com/wp-content/uploads/2016/06/ PRINCIPIOS-DE-SEVILLA.pdf [Accesado el 30 de mayo de 2017]

Mercenarios en la selva del precariado: construyendo la arqueología virtual como profesión Pablo Aparicio Resco

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Standing, G. (2011): The precariat. The new dangerous class. Ed. Bloomsbury. Standing G. (2014): “Por qué el precariado no es un ‘concepto espurio’”, en Sociología del Trabajo, Nº82, 2014, pp. 7-15.


EL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO: CIENCIA, ADMINISTRACIONES Y PROFESIÓN THE ARCHAEOLOGICAL HERITAGE: SCIENCE, ADMINISTRATIONS AND PROFESSION

Prof. Manuel Martín-Bueno Catedrático de Arqueología, E. y N. Universidad de Zaragoza

RESUMEN Un recorrido sencillo por el panorama científico y administrativo que regula la Arqueología como ciencia y como profesión en España. Se plantean tres principios comentados con reflexiones generales. Ciencia, administraciones y profesión. Finaliza con una serie de preguntas para las que no hay respuestas suficientes. PALABRAS CLAVE: Ciencia y Arqueología. La gestión de las administraciones. La profesión de Arqueólogo.

ABSTRACT A quick view of scientific and governmental aspects regarding the Archaeology as a science and as a profession in Spain. Three main areas are presented: science, administration and profession, all of the with general comments. At the end, there are some questions for which there are not enough answers. KEY WORDS: Science and Archaeology. Administrations management. The profession of the archaeologist.

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

No es necesario un texto largo para plantear, según nuestra opinión y experiencia, los tres apartados en que se estructura esta breve comunicación que tan solo pretende invitar a la reflexión y tal vez aclarar un poco el panorama arqueológico español en lo atingente a esos mismos aspectos.

CIENCIA En primer lugar es de razón atender al concepto ciencia dado que la finalidad principal última de la Arqueología es la de contribuir al progreso de la misma y seguir evolucionando en su conocimiento, que debe ser cambiante por imperativo de la misma ciencia sujeta a evolución permanente, conforme incorporamos nuevos saberes y conocimientos, para un mejor conocimiento de la Historia a la que sirve. La faceta científica está por lo tanto vinculada a su finalidad principal, la investigación y debe ser llevada a cabo por instituciones legalmente reconocidas en esa competencia desde los niveles regionales (CCAA en el caso de España), nacionales e internacionales. No es fácilmente admisible pretender que pueda ser plenamente reconocida como ciencia aquella que se realice fuera de los cauces legalmente admitidos. En España se reconoce como O.P.I. (Organismo Público de Investigación), a aquellos organismos que llevan a cabo la investigación. Están catalogados y publicados oficialmente y fundamentalmente son: Universidades,

CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), algunos museos e instituciones que dispongan de esa acreditación y reconocimiento por los organismos oficiales que la confieren y poco mas. Las administraciones públicas gestoras del patrimonio arqueológico no están comprendidas, salvo excepción en contrario. Es decir las administraciones que tienen competencias atribuidas por ley para regular la práctica de la actividad arqueológica, realizar prospecciones, excavaciones, etc., otorgando los permisos correspondientes, que son autorizaciones administrativas pero que no capacitan científicamente a quienes los reciben, que deben estar sujetos a los condicionantes de capacidad e idoneidad científica regulada por normativa legal, no son organismos que puedan ir mas lejos de facilitar y regular dicha autorización administrativa. Está regulado, como marca la ley y normativa aplicable en cada caso, quién puede acceder a los proyectos y en que condiciones (requisitos curriculares, etc.), nos referimos naturalmente a personas físicas amparadas, pertenecientes o avaladas por las instituciones científicas pertinentes. El acceso a los fondos económicos públicos (en los distintos niveles) que permitirán la ejecución de los proyectos, se establece en convocatorias públicas y competitivas que regulan en cada caso los requisitos y pormenores que deben contener para asegurar la bondad del proyecto, garantizar la idoneidad de los candidatos


y sus equipos, así como la transparencia administrativa en la ejecución que permita su evaluación periódica, tanto desde el punto de vista científico como económico administrativo ya que se trata de fondos públicos en la mayoría de las ocasiones.

ADMINISTRACIONES El segundo actor es sin duda el grupo de las Administraciones Públicas, en los diferentes niveles establecidos y también en menor número privadas, en el caso de fundaciones y otros organismos de derecho privado, que pueden actuar como entes promotores de proyectos de investigación arqueológica, los financien o no, ya que la casuística puede ser variada. En España por competencias recibidas del Estado son las CCAA las administraciones que gestionan el Patrimonio Arqueológico y establecen las normas para acceder a las intervenciones sobre el mismo. Debemos incluir también aquellos casos en determinadas comunidades autónomas, como el País Vasco en la que por la Ley de Territorios Históricos, son las diputaciones forales las que se ocupan de gestionar el patrimonio arqueológico entra otras singularidades. Igualmente ocurre con los cabildos insulares en las dos comunidades autónomas, Baleares y Canarias que disponen de esta estructura administrativa diferencial. No se excluye el Estado, como ente con capacidad de gestión de Patrimonio arqueológico para aquellos aspectos o lugares en los que dispone de competencias no transferidas (p.e. Puertos del Estado) y por supuesto toda la actividad realizada en otros países a la que se pueda acceder por convenios bilaterales con aquellos. Por ejemplo las actividades conocidas como acciones o misiones arqueológicas en el exterior, que gestiona el Instituto del Patrimonio Histórico Español dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes con conocimiento del Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Estas actuaciones deberán siempre quedar sujetas a la legislación y normas específicas del país en que se desarrollen los proyectos. Ni las CCAA ni otras administraciones que ocasionalmente gestionan este patrimonio, son O.P.I.’s y por lo tanto carecen de la capacidad científica atribuida a aquellas. Las estructuras administrativas de estos organismos públicos deben limitar su actividad a la función establecida y en ningún caso exceder de estas atribuciones. Este aspecto que a nuestro juicio es esencial se incumple en muchos casos por exceso, sin que la vigilancia que debería establecerse a través del Consejo del Patrimonio Histórico, previsto en la Ley 16/85 del P.H.E., sea realmente eficaz al respecto.

PROFESIÓN Como Profesión, calificamos a la actividad laboral llevada a cabo con finalidad eminentemente lucrativa en el campo del Patrimonio Arqueológico (en este caso), que se realiza de acuerdo con la normativa laboral y profesional según las regulaciones establecidas por las administraciones con capacidad normativa para ello en cada territorio. En si misma no es una actividad cuya finalidad última sea la investigación científica, aunque pueda participar de proyectos en que lo sea, mientras sus practicantes dispongan de las acreditaciones propias de aquellos. La actividad arqueológica, debidamente regulada por los Colegios Profesionales, debe siempre ejecutarse dentro de los límites establecidos por aquellos, y sus actuaciones por encargo de las administraciones o entidades de derecho publico o privado, ser autorizadas por las administraciones competentes ante las que se rendirán cuentas en todos los aspectos. Es de vital importancia el papel de los colegios profesionales que deben constituirse en auténticos garantes de la profesionalidad de sus afiliados y ostentar capacidades asumidas u otorgadas por medio de sus estatutos para garantizar ante todo la aplicación de un código deontológico riguroso que permita llegar allí donde las administraciones competentes no lo hacen. Con ello deben poder defender la buena praxis de la profesión y por ende la sujeción en las actuaciones en que participen sus afiliados a la normativa legal existente en cada caso, protegiendo por un lado la actividad de los mismos y la función que estos ejecutan en virtud de sus capacidades profesionales reconocidas. Las administraciones y los colegios profesionales, para preservar su buen nombre y reconocimiento, garantizarán el cumplimiento de sus propias normas, especialmente en lo referido al depósito legal de los bienes muebles y ajuares de todo tipo recuperados, en evitación de situaciones indeseables como las que muchos conocemos, que suponen una merma incontrolada de dicho patrimonio, que muchas administraciones autonómicas españolas, con desden hacia sus propias normativas, no aplican con el debido rigor.

PREGUNTAS SIN RESPUESTA Para finalizar y a modo de colofón quedan algunas preguntas sin respuesta o con escasa respuesta. Entre ellas deseamos resaltar las siguientes: 1. Financiación de la actividad y acceso a la misma. Es notorio que la disparidad de políticas según las administraciones competentes y las circunstancias políticas o económicas, ofrecen como resultado un panorama muy desalentador en El Patrimonio Arqueológico: Ciencia, administraciones y profesión Manuel Martín-Bueno

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

lo referente a la existencia o no, mas bien lo segundo, de unas adecuadas líneas de financiación pública para atender las actuaciones arqueológicas, tanto las programadas regularmente en los generalmente denominados “Planes Generales” como aquellas sujetas a las necesidades mas o menos imperiosas de la denominada Arqueología de Urgencia o de Intervención, que no es otra cosa que la muestra evidente de la incapacidad, por falta de previsión, de programas preventivos, que adelantándose a los acontecimientos sobrevenidos pudieran minimizar en buena parte esas actuaciones y por consiguiente ser programadas regularmente sin urgencia. La existencia de cauces diversos de financiación de actuaciones arqueológicas, provenientes por regla general de entidades de derecho público, es decir administraciones varias, lleva a pervertir el sistema ya que permite el acceso a financiación con fondos, generalmente públicos, a personas físicas, avaladas o no por instituciones científicas, que escapan a las convocatorias públicas y competitivas, convirtiéndose en simples encargos o adjudicaciones directas de lo que en modo alguno debería ser así. El daño no es pequeño y vulnera el principio de transparencia, igualdad y competitividad que debería aplicarse siempre. 2. Autorizaciones administrativas y duración de las mismas. Las autorizaciones administrativas deberían resolver de una vez por todas el problema que se produce cada año, tanto en el caso de proyectos anuales como plurianuales o con prórrogas seguras, por parte de las CCAA, al conceder permisos de actuación que finalizan invariablemente con el año natural. En estos casos (todos o casi todos) no se renuevan hasta bien entrado el año siguiente y dejan en un limbo administrativo, cuando no en la mas absoluta ilegalidad, cualquier actuación científica en un yacimiento arqueológico, que se realice, en prolongación de las anteriores, una vez traspasado el 31 de diciembre del año para el que fue extendido. Una sencilla modificación de cada orden reguladora, podría y debería añadir un párrafo como: “Este permiso se prolongará automáticamente hasta que sea renovado en su caso” teniendo en este caso la Administración Competente que comprometerse a la disposición en el primer mes del año de la convocatoria oportuna para solicitar los siguientes. 3. La dirección de las actividades sobre el patrimonio arqueológico, aunque sea una obviedad ya que está previsto en la Ley general y en las de las CCAA, debe estar garantizada por los criterios en ella establecidos, así como los equipos científicos participantes. Este aspecto se resolvería con facilidad si se aplicasen los mismos criterios de selección que rigen para los proyectos

de investigación en las convocatorias públicas y competitivas. 4. La dignificación de la profesión (actividad laboral retribuida) y responsabilidad. Debe garantizarse en todo caso, para la actividad profesional a través de los Colegios Profesionales y sus órganos reguladores que deberían ser mas cuidadosos y exigentes al respecto en bastantes mas casos de lo que a simple vista parece. 5. Propiedad intelectual y/o científica de las intervenciones y la documentación generada. Garantizando en todo caso lo que marca la ley al respecto, una vez finalizadas las investigaciones, proyectos, actuaciones, etc., que no olvidemos, se realizaron con fondos públicos generalmente, la documentación generada, toda ella, haya sido o no publicada, debe quedar en poder de la administración competente, junto al depósito de los materiales muebles hallados. Los archivos públicos son en cualquier caso, museos incluidos, un buen lugar para mantener segura y a buen recaudo toda la documentación que se genere en cada caso, diarios de excavaciones, planos, documentos administrativos, fotografías, documentos de cualquier otro tipo, etc., no deben quedar en manos de particulares estableciendo una regulación sencilla y práctica para su entrega con garantías. 6. La casuística del Patrimonio Cultural Sumergido, es un falso espejismo. En España y en otros países suele ser habitual, aunque el pensamiento va evolucionando positivamente, considerar este patrimonio como un caso especial, diferente al resto y por lo tanto con necesidades específicas desde una legislación especial como de una normativa también especial para quienes dediquen su actividad a actuar en ese campo. El aspecto del Buceo Científico, insuficientemente regulado en España por administraciones que son de tipo generalista y que por lo tanto engloban muchos campos tanto de la ciencia como de la actividad profesional, está mucho mejor comprendido y estructurado en Europa, donde existe un grupo científico internacional que actúa en el buen camino, el ESDP (European Scientific Diving Pannel) inserto en el organismo pertinente reconocido por la U.E.. 7. Las nuevas herramientas tecnológicas en el futuro del Patrimonio Arqueológico. Como es notorio deben seguir siendo herramientas al servicio del patrimonio, no un fin en si y evolucionar en el sentido que marcan sus propias posibilidades. Nos costó mucho despegar de una Arqueología documentada en dos dimensiones, a una arqueología documentada en tres dimensiones, como para detenernos ahora por razones de frenos y barreras mentales o administrativas. El científico


y el técnico, las administraciones gestoras y los organismos científicos tienen en este apartado unas inmensas posibilidades de colaborar e interactuar, pero por el momento estamos mas apegados a hacer volar la imaginación y a “hacer castillos en el aire” que a actuar conscientemente en el papel que cada uno tiene asignado. 8. ¿Son las “administraciones competentes” conscientes de su responsabilidad?. Desearíamos pensar que si, pero hay demasiadas evidencias todavía que se empecinan en demostrar lo contrario. El Patrimonio Arqueológico es seguramente uno de los mas sensibles y mas en peligro, extremo que no se tiene en consideración por esas mismas administraciones ya que en caso contrario actuarían de manera bien diferente. No es tan difícil aplicar las propias normas que emanaron de ellas, aplicar con rigor principios como “gestionar es gestionar” y no otra cosa, pero si olvidamos la propia finalidad de las administraciones públicas, si se colocan al frente de ellas a personas poco o nada capacitadas

para comprender los problemas, solamente conseguiremos incrementarlos en vez de resolverlos. Las administraciones suelen disponer de técnicos capacitados profesional e intelectualmente para actuar de manera conveniente, pero es preciso asegurar que pueden hacerlo según programas y protocolos establecidos con criterios razonables y no cambiantes con las veleidades y vaivenes de la política y el oportunismo que conlleva. Los técnicos de las administraciones deben actuar gestionando, que no es poco, que esa y no otra es su función y no extralimitarse tomando espacios que están reservados a otros colectivos y profesionales, los científicos y las instituciones que los albergan que tienen como cometido principal investigar concitando a su alrededor todas las colaboraciones que sean precisas, pero manteniendo ese principio establecido y reconocido que enumeramos mas arriba. Tenemos un largo camino por recorrer, pero todo es empezar.

El Patrimonio Arqueológico: Ciencia, administraciones y profesión Manuel Martín-Bueno

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL


LAS INTERVENCIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ECONOMÍA DEL PATRIMONIO. UN CASO DE ESTUDIO: EL PROYECTO DE LOS CASTROS DE LACIANA (LEÓN) ARCHAEOLOGICAL EXCAVATIONS IN THE ECONOMY OF CULTURAL HERITAGE. A STUDY CASE: LACIANA HILLFORTS´ PROJECT (LEÓN)

Javier Quintana López Alacet Arqueólogos, S. L. – Patrimonio Inteligente Castilla y León, S. L. Autor de contacto/Contact author: Javier Quintana López, javierquintana@patrimoniointeligentecyl.com

RESUMEN En las últimas décadas la consideración del patrimonio cultural dentro del sistema económico está siendo objeto de diversos estudios teóricos y de análisis de datos de mayor o menor entidad. En esta valoración económica del patrimonio, que estudia sus costes, pero también sus retornos directos e indirectos en el resto de los sectores económicos o en los territorios donde este recurso no deslocalizable radica, no son frecuentes los análisis segmentados por cada tipo de actividad que interviene en el patrimonio cultural. Este es el caso de las excavaciones arqueológicas, entendidas por la sociedad más como gasto que como inversión y respecto a las cuales el propio sector profesional no es consciente de su valor económico, uno más a sumar a los múltiples valores que confluyen en el patrimonio cultural. En este trabajo presentamos como ejemplo el análisis del retorno económico que una intervención arqueológica de cierta envergadura, como la que desarrollamos en la comarca leonesa de Laciana, tuvo en la creación de empleo, en la repercusión económica en otros sectores de actividad, por compras o suministros, o en los ingresos estatales mediante el pago de impuestos y seguros sociales. PALABRAS CLAVE: Valor económico; Empleo; Retorno económico; Arqueología profesional.

ABSTRACT Over the last decades the role of Cultural Heritage in the economy is being studied from both a theoretical and data analysis perspective. The economic assessment of Cultural Heritage looks not only at its costs, but also at its direct and indirect return on other economic sectors as well as on the territory where it is located. That is the case with archaeological excavations, which are considered an expense rather than an asset. This view is shared by many experts who are not aware of the economic impact of Heritage, one more aspect there is to Cultural Heritage. In this paper we present the analysis of the economic return of an important archaeological excavation in Laciana (León, Spain). It had a relevant role in employment creation as well as in the economic development of the region because of the money spent on purchases, supplies and state taxes. KEY WORDS: Economic value; Employment; Economic return; Professional archaeology.

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

1. INTRODUCCIÓN El concepto de patrimonio cultural es tan amplio –“el conjunto de bienes muebles, inmuebles e inmateriales que hemos heredado del pasado y que hemos decidido que merece la pena proteger como parte de nuestras señas de identidad social e histórica” (Querol, 2010: 11) puede ser una de sus definiciones- como lo es el valor, mejor dicho los valores, que esa comunidad proyecta sobre él, pues sin ese acto de apropiación social el patrimonio no existe. En este proceso se socialización y valorización de los vestigios del pasado, el proceso de patrimonialización, se otorga estos bienes de un valor de uso que engloba varias dimensiones del valor, de los cuales el económico es solo uno de ellos (Barreiro y Parga-Dans, 2013). Como bienes económicos los integrantes del patrimonio cultural tienen unas características peculiares ya definidas en diferentes estudios pero que podemos sintetizar en su carácter de bienes únicos, no sustituibles, no homogéneos y no reproducibles (Greffe, 1990: 70), lo que desde el punto de vista de la economía del patrimonio ha obligado a metodologías específicas para su análisis (Greffe, 1990; Greffe y Pflieger, 2003; Nypan, 2010; Throsby, 1998; Vicente Hernández, 2002; Alonso y Martín, 2013). Esta creciente valoración de la economía del patrimonio y los estudios académicos realizados a escala nacional, regional o local en diversas partes de Europa, y de forma algo menos intensa también en nuestro país, ha permitido ir poniendo cifras a la entidad económica del sector del patrimonio cultural, que resumimos en unos datos generales: las actividades ligadas al Patrimonio Cultural en la UE, generan unos ingresos aproximados de 350 billones de euros anuales (Nypan, 2004), la demanda cultural supone en España 50.930 millones de euros, lo que representa el 4,84% del PIB nacional, la ratio entre consumo cultural y gasto en preservación del patrimonio histórico es de 26, índice suficientemente ilustrativo del retorno que el patrimonio cultural aporta sobre las actividades que procuran su preservación (Alonso y Martín, 2010), el beneficio generado por la inversión en patrimonio cultural es un 10% superior al generado por la construcción de autopistas y un 14% superior al que genera la construcción de edificios nuevos (Estudio Banco Mundial, 2002), el impacto económico nacional en Francia del patrimonio es más de 20 veces superior a la inversión pública realizada (estado, regiones, etc.) (Étude nationale des retombées du patrimoine. Ministère de la Culture et de la Communication. Agence Régionale du patrimoine Provence-Alpes-Côte d’Azur. France). Desde el punto de vista político, este desarrollo metodológico de la economía del patrimonio se traduce al más alto nivel europeo en la Carta de Bruselas, firmada en 2009 por iniciativa de la Junta de

Castilla y León y que hoy día cuenta con adhesiones de instituciones de España, Bélgica, Italia, Holanda, Francia, Portugal, Noruega y Alemania, y en el proyecto EVOCH (Economic Value Of Cultural Heritage), que nace en 2010 del mismo grupo promotor de la Carta de Bruselas, con el objetivo expreso de evaluar el peso del sector del patrimonio cultural en la economía, y que desde 2012 ha dado lugar a la Plataforma EVOCH.1 En los trabajos realizados en España se hace notar la escasa disponibilidad de datos concretos sobre la rentabilidad de la inversión pública en la conservación y gestión del Patrimonio Histórico en términos de creación de empleo, impacto sobre el territorio y retorno. Si esto es cierto para el conjunto de las actividades del patrimonio cultural aún lo es más para la arqueología, alejada de los análisis económicos por la propia tradición de la disciplina y la formación de sus protagonistas.

2. OBJETIVOS Al hilo de esta necesidad de datos económicos reales, emprendimos desde la Asociación de Entidades del Patrimonio Cultural, que integra empresas o fundaciones que investigan, restauran, conservan o ponen en valor el patrimonio de Castilla y León, un estudio para valorar esa realidad que abarcó el trienio 2012-2014 (Quintana, 2016). Orientamos ese primer análisis a algunos factores claves como la capacidad de generación de empleo o el retorno directo en el territorio donde se localiza el patrimonio (Quintana, 2016). En esta ocasión vamos a hacer un análisis segmentado enfocado en la actividad arqueológica dentro de nuestro marco territorial y descenderemos a un ejemplo concreto que es el proyecto de intervención y puesta en valor de los castros de la comarca leonesa de Laciana que realizamos en 2013 desde Alacet Arqueólogos, S.L. Queremos trasmitir la idea de la necesidad de que las empresas y profesionales de la arqueología tomen conciencia de que pertenecen a un sector económico que, como el resto, repercute en la economía de aquellas zonas donde se desarrolla, y que al trabajar sobre recursos no deslocalizables las inversiones realizadas en el marco de la actividad arqueológica, desde la investigación hasta la puesta en valor o la participación social, son muy rentables como factor de desarrollo territorial en términos de creación de empleo y de retorno económico. Esta concienciación debe animar a que el colectivo profesional realice sus propios análisis económicos de rentabilidad social de las inversiones que gestiona y sumar este argumento del valor económico a los que maneja habitualmente para conseguir recursos de la sociedad a la que en esencia pertenecen los bienes sobre los que actúa, y también para valorizar la propia actividad arqueológica.


3. SEMBLANZA ECONÓMICA DEL SECTOR DEL PATRIMONIO CULTURAL EN CASTILLA Y LEÓN Desde el punto de vista económico parece básico que para conocer la importancia de un sector dentro de un marco territorial concreto, en nuestro caso el de Castilla y León, es necesario conocer el flujo económico que maneja, y aquí topamos con el primer problema, porque en realidad no es posible conocer de forma precisa esa cifra debido a la multiplicidad de agentes públicos y privados inversores –fondos públicos europeos, nacionales, regionales y locales, además de inversores privados-, la frecuente transferencia de fondos de unos a otros agentes, por ejemplo de las administraciones estatales o autonómicas a la Iglesia católica, entidades locales, fundaciones o particulares, o las inversiones indirectas en patrimonio cultural de contratos que en origen no tienen ese destino –por ejemplo de infraestructuras públicas-, o por parte de ministerios que parecen alejados de este ámbito –ministerio de defensa, industria, medio ambiente, etc.-, consecuencia de la transversalidad de los hitos materiales del pasado dentro de los territorios (Quintana, 2016). En resumen, en relación a la pregunta que nos estamos formulando solo podemos ofrecer números de la inversión real en la investigación, conservación, restauración y puesta en valor del patrimonio cultural de la administración autonómica y una aproximación de la inversión de los ayuntamientos de más de 5000 habitantes y de las diputaciones de la comunidad, pero no tenemos el dato de inversión real de la administración central, ni de la europea, ni de los ayuntamientos menores, ni de las inversiones privadas, de fundaciones u otro tipo de instituciones con fondos propios. Los datos contrastados, referidos al último ejercicio con contabilidad publicada, 2013, suman una inversión real en el patrimonio de unos 10,3 millones de euros en Castilla y León. Dado que falta de contabilizar lo de otros posibles agentes, creemos que una cifra en torno a los 20-30 millones puede ser una aproximación a la inversión anual real en el patrimonio de Castilla y León, que se antoja reducida en relación con el amplio patrimonio que tiene que tutelar (Quintana, 2016). Respecto a ese total el sector de la arqueología empresarial gestionó directamente en 2014 en torno a 2,6 millones, es decir, entre 8 y el 12%. A esa cantidad hay que sumar el volumen económico gestionado por autónomos y equipos de investigación del ámbito académico o instituciones científicas. Respecto a la evolución de esta inversión el único dato seguro procede de la administración autonómica. En 2015 invirtío directamente en el patrimonio cultural 9,989 millones de €, esto es, el 0,1% del presupuesto. Desde la situación antes de la crisis (2007) el descenso ha sido del 75%.

INVERSIÓN EN PATRIMONIO CULTURAL EN LOS PRESUPUESTOS DE LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN 0,40 0,35

0,37%

35,288 mill €

0,30 0,25 0,20 12,977 mill €

0,15

0,12%

0,10

9,646 mill €

0,10%

9,441 mill €

0,09%

9,989 mill €

0,10%

0,05 0,00 2007

2012

2013

2014

2015

% INVERSIÓN EN PATRIMONIO RESPECTO AL PRESUPUESTO TOTAL DE LA JCyL

Figura 1. Evolución de la inversión real en patrimonio cultural de la Junta de Castilla y León. La consecuencia inmediata de este brutal descenso de la inversión de la administración autonómica, pareja a la producida en el resto de las administraciones y de la actividad privada, ha sido la destrucción de buena parte del sector empresarial del patrimonio que existía en 2007, con despidos, desaparición de entidades y una fuerte contracción en las que se mantienen, y lo mismo ha sucedido con el sector empresarial de la arqueología regional. La respuesta del sector ha sido la diversificación, ampliando la cartera de clientes privados, cuya facturación pasó del 23% en 2012 al 28% actual, como consecuencia de un cambio progresivo en el modelo de comercialización, si bien la dependencia de la inversión pública sigue siendo básica, como no podía ser de otra manera al trabajar sobre bienes públicos.

4. RETORNO ECONÓMICO El estudio realizado dentro de la asociación AEPC se centró en evaluar el impacto económico del sector por dos vías, su capacidad de generación de empleo y el retorno directo vía subcontratas y suministros. A estos datos en el análisis que hacemos para el caso de estudio que aquí presentamos hemos añadido el retorno vía impuestos y tributos.

4.1. Generación de empleo Por lo que se refiere a la primera de las cuestiones, según conocemos por los estudios académicos, las actividades ligadas patrimonio cultural en la Unión Europea generan unos ocho millones de empleos, de ellos 360.000 de forma directa y unos siete con ocho millones indirectos, inducidos y derivados. Como comparación baste el dato de que la industria del automóvil genera doce millones de empleos con una inversión notablemente superior (Nypan, 2003). Cuando hablamos de empleo en patrimonio debemos ser conscientes, por un lado, de la dificultad de su cuantificación por la escasez de datos estadísticos que contemplen todas las posibles relaciones entre empleo

Las intervenciones arqueológicas en la economía del Patrimonio. Un caso de estudio: El proyecto de los castros de Laciana (León) Javier Quintana López

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

y patrimonio, y también de la necesidad de diferenciar qué entendemos por empleo directo, indirecto, inducido y derivado. En este punto vamos a seguir la metodología elaborada por Xavier Greffe para Francia (2005), al ser este uno de los autores que más trabajos ha realizado en este ámbito. Según su clasificación, el empleo directo en patrimonio cultural engloba a las personas que trabajan de manera regular en los monumentos para mantener, abrir y permitir su visita u ofrecer servicios en el propio monumento: ventas de entradas y recuerdos, cafetería, actividades turísticas y pedagógicas, etc., y suelen ser empleos públicos y privados. Los empleos indirectos son los que competen a las empresas que realizan trabajos de investigación, restauración, conservación o puesta en valor de los bienes culturales, son indirectos porque aunque estos empleos dependen de la existencia de un monumento no atañe a su actividad diaria. Es en este apartado donde contabilizamos los empleos de las empresas y entidades integradas en nuestra asociación, y en nuestro marco de estudio son exclusivamente privados. Otros empleos derivan de la existencia del patrimonio como productor de servicios intermediarios o como impulsor de ingresos turísticos, incluye los empleos inducidos en las profesiones del arte, de las industrias culturales y no culturales. Finalmente, considera empleos derivados los que produce el patrimonio cultural en la industria turística. Los estudios de Greffe en Francia (2002, 2003, 2005) o los de Terje Nypan (2010) basados en datos de los países nórdicos, Francia y Gran Bretaña, parten de la comparación de los empleos directos para obtener el índice multiplicador resultante de computar los indirectos, inducidos y derivados y obtienen unos índices multiplicadores aceptados entre empleos directos y empleos totales de entre 10 y 15, nosotros hemos utilizamos un factor de 14,24. A partir de los datos de las empresas y entidades de la AEPC obtuvimos el dato de empleo equivalente a tiempo completo (ETC)2 durante un año por millón de inversión en patrimonio. El resultado de que el sector privado vinculado al patrimonio cultural en las tareas de investigación, restauración, conservación y puesta en valor genera 18,14 ETC, como hemos dicho empleos indirectos del sector. A partir de este dato y con los índices de los estudios europeos hemos deducido el número de ETC en empleos directos, inducidos y derivados por millón de inversión, la conclusión es que el sector del patrimonio en Castilla y León genera 225,47 empleos totales por millón de inversión, que se reparten entre un 8% de empleos directos (17), un 8% indirectos (18), un 50% inducidos en otras industrias (113) y un 33% derivado en el turismo (77). Con estos datos los 31,88 millones invertidos por la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León entre 2012 y 2014 han tenido una capacidad de generación de 7.188 empleos directos, indirectos e inducidos, es decir, casi 2.400 puestos al año.

Desglosando los datos para el sector de la arqueología empresarial el índice resultante es aún mayor, el 23,82. De esta manera, con una proyección de 7,8 millones para el sector de la arqueología empresarial en ese trienio resulta que se generaron 62 empleos equivalentes a tiempo completo al año, otros 62 directos, 384 inducidos y 263 derivados (turismo cultural), en total 771 ETC anuales. Al haber obtenido el número de empleos equivalentes a tiempo completo a partir de los datos reales de nuestros asociados tanto para el sector del patrimonio en conjunto como para el de la arqueología en particular, podemos establecer la comparativa de la capacidad de generación de empleo respecto a otros sectores tradicionalmente considerados como palancas de empleo y que manejan ese mismo índice. Con ese 23,82 ETC por millón de inversión nuestras empresas se colocan por encima del sector de las energías renovables (13,25), de la rehabilitación de edificios (17) o del forestal (21) (Molina, 2012). El empleo creado dentro de las empresas y entidades que intervienen en el patrimonio es, además, de alta cualificación, pues el 32% son universitarios y de ellos nada menos que el 23% licenciados superiores, unas cifras que superan sectores de vanguardia, como el de las energías renovables, donde el porcentaje de licenciados se sitúa entre el 20 y el 30% (Garí, 2010: 30 y 39) y descuella muy ampliamente sobre otros sectores de gran capacidad de generación de empleo, como el forestal, donde el porcentaje de licenciados es de un 15% (Molina, 2012: 10). Entre el personal con una cualificación menor cabe señalar que un 50% puede calificarse de altamente especializado, pues son oficios que requieren de una gran formación, muchos de ellos de carácter artesanal, por lo que esta actividad contribuye decisivamente al mantenimiento de los oficios tradicionales de la construcción, la madera, el vidrio, la cerámica, etc. También es de destacar el elevado porcentaje de las categorías de peón y peón

Figura 2. Comparativa de la capacidad de generación de empleo del sector del patrimonio y de la arqueología respecto a otros sectores.


especializado, por cuanto esta mano de obra, que en conjunto representa casi el 30% del empleo, se suele contratar en los ámbitos territoriales donde se produce la intervención en los bienes del patrimonio cultural. Para el sector concreto de la arqueología a nivel estatal el 63% de los trabajadores es licenciado universitario y el 14% doctores, en Castilla y León nuestros resultados corroboran esas cifras con un 65% de titulados superiores. Estas cifras no ocultan cuestiones evidentes que todavía no hemos analizado pero que a nadie se nos escapan, como la alta tasa de temporalidad, las escasa remuneración para el nivel de titulación o la baja representatividad femenina, cuestiones que sí han sido analizadas para el panorama nacional por Eva Parga y Rocío Varela (2011, 2014) y a que no dudar se reproducen en nuestra comunidad.

En este caso la media obtenida del retorno directo en el territorio de las empresas de arqueología es algo inferior al del sector del patrimonio en general, del 2025% del total contratado, teniendo en cuenta también que los contratos que tienen efectiva repercusión territorial suponen en torno al 55% de la facturación de estas empresas. A partir de estos datos con el total que pudo contratar el sector de la arqueología empresarial en Castilla y León en el periodo 2012-2014 (7,8 millones de euros) obtenemos que algo más de un millón ha revertido directamente en el territorio.

5. RENTABILIDAD DE LA INVERSIÓN EN PATRIMONIO

Además de aquellos otros parámetros no cuantificados a nivel general –impuestos, seguros sociales-, es obvio que, con ser importante, el impacto económico de la intervención en el patrimonio en aquellos territorios donde este se encuentra no se queda en la generación de empleo, pues su actividad repercute de forma inducida en otros sectores de la economía.

Conjugando ambos factores analizados hasta ahora, empleo e impacto de la actividad en otros sectores, parece claro que la inversión que puedan hacer las administraciones en la investigación, restauración, conservación y puesta en valor del patrimonio cultural es un cauce privilegiado para canalizar recursos al territorio, generando desarrollo, y ello al margen de los otros valores intrínsecos a la recuperación del patrimonio. A modo de ejemplo, de los 31,88 millones de euros dedicados por la Junta de Castilla y León al patrimonio cultural en el trienio considerado, 9,56 han revertido en el propio territorio.

Este aspecto se ha sido analizado en el estudio de la AEPC, resultando una media de retorno directo del 30%. Proyectando esa cifra sobre el total contratado en el periodo 2012-2014 por los miembros de la AEPC, 37,78 millones de euros, obtuvimos que 11,33 millones revertieron directamente en unos territorios que en un buen porcentaje son entornos rurales donde no llegan muchas inversiones de otras actividades. La mayor parte de las compras se refieren a subcontratas y suministros, que de forma habitual son proveedores del entorno de los monumentos, pero también es significativa la partida de manutención y alojamiento (Quintana, 2016).

A ese impacto habría que sumar la gran incidencia del turismo cultural en la economía de la región. El turismo en Castilla y León aportaba en 2010 el 10,4% del PIB, dejando un saldo positivo de 1.802 millones de euros, superior al del sector primario y la construcción. El patrimonio cultural es con diferencia la motivación principal declarada por los turistas para visitar la región, pues un 24,4% manifiesta que su actividad principal fue la visita a monumentos, y otro 13,3% conocer el arte e historia, es decir, en conjunto un 37,70%, muy por encima de los motivos gastronómicos, 17,5%, la naturaleza y el paisaje, un 9,9%, y la visita a las ciudades o localidades, 10,4%, si bien en esta última el

Figura 3. Titulaciones en las empresas de arqueología de CyL.

Figura 4. Repercusión territorial de la actividad arqueológica

4.2. Repercusión en otros sectores económicos

Las intervenciones arqueológicas en la economía del Patrimonio. Un caso de estudio: El proyecto de los castros de Laciana (León) Javier Quintana López

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

peso del patrimonio es también fundamental (Cuenta Satélite de Turismo del Plan Estadístico 2010-2013 de la JCyL), es decir, que de ese 10,4% que aporta el turismo al PIB de Castilla y León casi la mitad se debe a su patrimonio. Los turistas residentes en España que viajaron a Castilla y León principalmente por motivos culturales fueron 926.000 en 2014, a los que se sumaron otros 507.700 turistas culturales extranjeros, lo que sitúa a la comunidad en la cuarta posición entre las más visitadas por los turistas culturales nacionales y la novena para los extranjeros, con un gasto conjunto de 699,90 millones de euros.3 Esta tendencia de crecimiento del turismo cultural es además una constante a pesar de la crisis, pues la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales indica un aumento en las tasas de la asistencia anual a exposiciones, monumentos, yacimientos y archivos. Según estos datos, en 2014-2015 la visita a monumentos es una actividad realizada cada año por el 41,20% de la población, a museos por el 33,20% y a yacimientos arqueológicos por el 16,60%. La relación entre la inversión en Patrimonio Cultural y Turismo Cultural en España es, según los estudios, de 1 a 20 o de 1 a 26. En números absolutos, con una inversión de 1.870 millones de € en patrimonio cultural se generan en España un turismo cultural que aporta 50.000 millones de € de retorno (Alonso y Martín, 2008; ídem, 2013). Haciendo una proyección de los datos a nivel nacional al caso concreto de Castilla y León para el trienio 2012-2014, y tomando la media de las dos cifras antes señaladas, es decir, un índice de 23, los 31,88 millones de euros dedicados por la administración autonómica han generado un aporte en turismo cultural de unos 733 millones, es decir, 244 millones al año (Quintana, 2016). Hay que tener en cuenta, finalmente, que el patrimonio tiene un papel decisivo en la potenciación turística de los territorios dada su gran capacidad para crear marcas-territorio de amplia difusión y penetración en el mercado turístico. En palabras de Romano Toppan (2010: 19): “la “fábrica sin muros” más importante de la transformación del patrimonio cultural en desarrollo local es el turismo. El turismo, que es una de las formas más impresionantes de las economías del intangible, es una economía que valoriza todos los recursos de un territorio y de su identidad. Cuanto más rica de memoria y de un pasado histórico denso de emociones es esta identidad, más fuertes y competitivas son las atracciones”. A partir de los datos a escala nacional, Alonso y Martín han reiterado en varias ocasiones la única deducción lógica que puede hacerse, la gran “capacidad de los bienes integrantes del Patrimonio Cultural para contribuir, mediante su adecuada puesta en valor, a la generación de riqueza y empleo. Esa capacidad

se materializa, fundamentalmente, a través del turismo cultural y las actividades a él aparejadas. El Patrimonio, considerado así como capital cultural, da origen a un importante flujo de retornos económicos, que compensan con mucho el esfuerzo que se realiza en preservarlo. En consecuencia, las actuaciones públicas y privadas de valorización del Patrimonio Cultural adquieren una gran significación, vista la rentabilización social y económica que este activo reporta” (Alonso y Martin, 2010: 11; 2013: 1146).

6. EL PROYECTO DE LOS CASTROS DE LACIANA COMO CASO DE ESTUDIO Como forma práctica de ejemplificar todo lo que hemos venido comentando sobre la capacidad de las actividades de intervención en el patrimonio y de la arqueología en particular para el bienestar social por la vía del desarrollo local, presentamos los datos detallados de una intervención realizada en el año 2013 desde Alacet Arqueólogos, en la comarca de Laciana, situada al norte de la provincia de León y que coincide con el municipio de Villablino. Si antes comentábamos que, debido a su propia transversalidad, al patrimonio cultural pueden llegar inversiones de organismos que en principio poco tienen que ver con el sector, este es un ejemplo perfecto. Los fondos para intervenir en los castros de la comarca provienen en última instancia de Europa pero a través del Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras, entidad que depende del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. El proyecto de investigación y puesta en valor de los Castros de Laciana tuvo una inversión de un millón de euros, de los cuales la mayor parte se dedicó a la construcción del Centro de Interpretación y tan solo 279.000 € para la intervención en los castros objeto del proyecto. Nuestra intervención se centró en la excavación de dos de los castros y en la consolidación de las estructuras exhumadas, además de la elaboración textos para la cartelería y la colaboración en el contenido científico del centro de interpretación. Del proyecto arqueológico al no ser el objeto de este artículo baste decir que se intervino en sendos castros enfrentados a ambos lados del río Sil, el de La Zamora, el más extenso de los conocidos en la comarca, del que excavamos un área de 425 m2 coincidente con parte del sistema defensivo noroccidental y que proporcionó evidencias de un sistema complejo con al menos tres fases constructivas en una secuencia centrada en la Primera Edad del Hierro e inicios de la Segunda. Y el de La Muela, donde realizamos las excavaciones más extensas, en concreto 520 m2 en la zona de la defensa sur y 250


gastos de administración y gestión y los salarios de los técnicos arqueólogos que dirigieron la intervención y se encargaron de las tareas posteriores de tratamiento de materiales e informe.

Tabla 1. Retorno económico del proyecto RETORNO ECONÓMICO

Figura 5. Localización del proyecto.

m2 en el interior del castro. La secuencia de este caso se inicia en la Segunda Edad del Hierro, perteneciendo al círculo cultural astur, pero es durante época romana cuando adquiere especial relevancia, convirtiéndose en un lugar central en la estrategia de ocupación del territorio y puesta en explotación de la minería del oro, a lo largo del siglo I d. C. y parte del siguiente, aunque parece ser objeto de una reocupación en época tardoantigua (Rubio y Quintana, 2015). Volviendo al tema del análisis económico, el contexto en el que se desarrolló esta intervención es el de un núcleo intermedio de Castilla y León que actúa como cabecera comarcal, con una población de 11.168 habitantes y una renta agregada de 84.659.932 €, es decir, 7.580,41 € de renta imponible per cápita en datos de 2013. Respecto al empleo tiene una población activa de 2025 y una espectacular tasa de paro que se eleva al 37,28%, con datos del año de la intervención, consecuencia directa de la crisis del sector extractivo, casi un monocultivo en este sector de la montaña leonesa, lo que llevó al municipio a encabezar en ese año la lista de familias con riesgo de pobreza de la provincia, con el 24,8%.

6.1. Resultados Como hemos comentado en este caso hemos realizado el análisis de impacto económico del desarrollo del proyecto a lo largo de los siete meses de intervención continua en el terreno fijándonos en los diferentes cauces de retorno: vía impuestos y tributos, incluida la parte de las seguridad social que nos corresponde como empresa, por su capacidad de generación de empleo local y el efecto en las tasas del desempleo, y finalmente por su repercusión en otros sectores económicos de la comarca. De este análisis hemos dejado fuera los

PRESUPUESTO

279.618,90 €

IVA

48.528,99 €

SS TRABAJADORES

15.407,00 €

IRPF TRABAJADORES

3.220,00 €

SUBCONTRATAS

50.614,30 €

SUMINISTROS

1.768,65 €

COMIDAS

1.894,00 €

ALOJAMIENTO

4.287,30 €

TRANSPORTE

6.288,36 €

SALARIOS TRABAJADORES LOCALES

36.093,00 €

TOTAL

168.101,60 € (60,12%)

El resultado es que un 60% del total del proyecto puede considerarse como retorno económico. De este porcentaje un 40% lo es vía tributaria o seguridad social, y el resto directamente en el territorio por el pago de salarios a los trabajadores locales o de servicios y suministros diversos. Entrando en el detalle de este último capítulo vemos que la mayor parte corresponde a subcontratas y salarios, correspondiendo al resto de las partidas porcentajes muy inferiores. En conjunto casi el 39% de la inversión en el proyecto arqueológico, ya deducido el IVA, revirtió directamente en la economía local.

Tabla 2. Retorno económico en el territorio RETORNO EN EL TERRITORIO PRESUPUESTO SIN IVA

231.090,43 €

SUBCONTRATAS

41.830,00 €

SUMINISTROS

1.461,70 €

COMIDAS

1.691,07 €

ALOJAMIENTO

3.543,23 €

SALARIO TRABAJADORES LOCALES

36.093,00 €

TRANSPORTE

5.196,99 €

TOTAL RETORNO DIRECTO

89.815,99 € (38,87%)

Las intervenciones arqueológicas en la economía del Patrimonio. Un caso de estudio: El proyecto de los castros de Laciana (León) Javier Quintana López

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1. INVESTIGACIร N PROFESIONAL

Figura 6. Arriba, estructuras de la zona intervenida en el castro de La Zamora. Abajo, zona de intervenciรณn en la muralla del castro de La Muela (Rubio y Quintana, 2015).


Analizando el impacto en el empleo de la comarca, en el tiempo de ejecución del proyecto en el territorio, siete meses, se alcanzó una tasa de reducción del paro del 1% de forma directa para una inversión tan reducida como la que comentamos. Este dato no hace sin reiterar la rentabilidad de las inversiones en las intervenciones en el patrimonio cultural, y en la arqueología de forma destacada, para crear empleo de forma rápida. Dicho de otra manera, crear un puesto equivalente a tiempo completo en esta intervención arqueológica costó 33.000 €, la media para crear un ETC en el sector forestal es de 45.000 € y en autopistas más de 360.000 € (Molina, 2012). No hemos realizado un análisis concreto de su efecto en la creación de empleos directos, indirectos, inducidos y derivados, pero una proyección teórica nos sitúa por encima del 10%.

Tabla 3. Generación de empleo del proyecto GENERACIÓN DE EMPLEO ETC DIRECTO

7

REDUCCIÓN TASA DE PARO

-0,90%

ETC POTENCIAL TOTAL (DIRECTO, INDIRECTO, INDUCIDO Y DERIVADO)

106,75

REDUCCIÓN POTENCIAL DE LA TASA DE PARO

-13,76%

Recordemos además que en conjunto, con la parte de la obra civil de centro de interpretación y el contenido museográfico, la inversión en el proyecto Castros de Laciana fue de un millón de euros, lo que aplicando la ratio implica que en conjuntos el retorno económico directo en la comarca fue de cerca de 340.000 €, y respecto al empleo nos sitúa ante unos 18 ETC a lo largo del todo el proyecto y de más de 224 entre empleos directos, indirectos, inducidos y derivados contando no solo los meses de ejecución sino también la gestión posterior de la infraestructura creada y el potencial incremento del turismo cultural que supone la puesta en valor de un recurso como este.

7. CONCLUSIONES A lo largo de estas línea hemos defendido cono datos

reales del sector la idea de que las inversiones en la restauración y puesta en valor del patrimonio son altamente rentables desde un punto de vista social, y su proyección detallada en el caso particular de un entorno tan castigado por la crisis como es el de la comarca de Laciana lo pone de manifiesto de forma singular. En una coyuntura donde la apuesta por las industrias con mayor capacidad de creación de empleo es una estrategia prioritaria en las directrices de todos los

gobiernos, los datos presentados sobre el impacto de nuestra actividad, en términos absolutos y de cualificación del empleo, en el marco territorial de Castilla y León deberían ser tomados en cuenta de una forma seria. Si a ello añadimos la gran capacidad de retorno económico directo, indirecto e inducido en las economías locales, al trabajar sobre recursos tan inherentemente unidos al territorio que forman parte de su definición, debemos coincidir en que la inversión en el patrimonio cultural, y en la arqueología de forma particular, es una palanca de desarrollo local de enorme rentabilidad. Y todo ello sin olvidar que el valor económico del patrimonio es solo uno de los que reúne. y a juicio de los que nos dedicamos profesionalmente a su investigación, conservación y puesta en valor ni siquiera el más importante, ya nos dijo Einstein que no todo lo que cuenta puede ser medido, y no todo lo que puede ser medido cuenta.

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Las intervenciones arqueológicas en la economía del Patrimonio. Un caso de estudio: El proyecto de los castros de Laciana (León) Javier Quintana López

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

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NOTAS ACLARATORIAS 1

Plataforma EVoCH. Consulta en Línea: http://www.jcyl.es/web/jcyl/EVoCH/es. Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (ETC) se obtienen dividiendo las horas de trabajo de varios trabajadores a tiempo completo o parcial por la cantidad de horas de un período laboral completo (día, semana, mes, año). Es una referencia comparativa utilizada de manera habitual en estudios económicos que analizan diferentes sectores. 3 Consulta en línea, CulturaBase, Ministerio de Educación Cultura y Turismo, http://www.mcu.es/culturabase/cgi/um?L=0 2


LA MOTA DE LOS JUDÍOS DE CASTRILLO. INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA DE UNA COMUNIDAD RURAL SEFARDÍ EN LA CORONA DE CASTILLA LA MOTA DE LOS JUDÍOS DE CASTRILLO. ARCHAEOLOGICAL INVESTIGATION OF A SEFARDI RURAL COMMUNITY IN THE CORONA DE CASTILLA Maria Negredo García1 , Angel Luis Palomino Lázaro2 , Manuel Moratinos García1 , Ines María Centeno Cea1 2

1 Proyectos y Propuestas Culturales, S.L. Patrimonio Inteligente Castilla y León, S.L.

Autor de contacto/Contact author: Angel Luis Palomino Lázaro, angelpalomino@patrimoniointeligentecyl.com

RESUMEN El proyecto de investigación para la recuperación del yacimiento de “La Mota”, en Castrillo Mota de Judíos (Burgos), se ha convertido, tras el cambio de nombre de la localidad promovido por su alcalde Lorenzo Rodríguez en 2015, en un referente para el mundo judío en general y sefardí en particular. A raíz del estudio histórico llevado a cabo por el equipo de investigación, se puso de manifiesto la evolución del nombre a lo largo de la Historia y las circunstancias que rodearon dicho proceso hasta nuestros días. A partir de las informaciones recopiladas y tras la consecución del cambio de nombre, se ha puesto en marcha un plan de recuperación de la memoria sefardí de este pequeño pueblo castellano, a través de un ambicioso proyecto de investigación arqueológica en el yacimiento de “La Mota” y la instalación de un Centro de la Memoria Sefardí que dé a conocer el valor histórico de este lugar y su trascendencia desde el punto de vista patrimonial y cultural. El origen del poblamiento en este lugar tiene lugar en el año 1035, cuando la comunidad fue desplazada desde la vecina villa de Castrojeriz, a donde se les permite volver a partir del año 1311, momento en el que se inicia un rápido declive de este asentamiento. En ese lapso de tiempo tiene lugar el origen del pueblo actual, fundado por los conversos que los sitúan a penas a 500 metros la norte de La Mota, manteniéndose por tanto una estrecha relación de vecindad que denota interesantes procesos de sociabilidad. A su vez, unos márgenes cronológicos tan precisos permiten contextualizar con bastante precisión los depósitos arqueológicos y los procesos históricos que determinan los mismos, aportando a su vez unos parámetros temporales bastante ajustados para las producciones cerámicas recuperadas.

PALABRAS CLAVE: Mota; Sefardí; Conversos; Memoria; Sociabilidad; Castrojeriz.

ABSTRACT The investigation proyect for the recovery of the site of “The Hillock”, in Castrillo Hillock of Jews (Burgos), has become, after the town’s name change promoted by its mayor Lorenzo Rodriguez in 2015, into a reference to the Jewish world in general and Sephardic in particular. Following the historical study carried out by the research team, the evolution of the name throughout history and the circumstances that surrounded the process to the present day became evident. Based on the information gathered and after the name was changed, an plan for the recovery of the Sephardic memory of this small Castilian village has been launched through an ambitious archaeological research project at the site of “The Hillock” and the installation of a Centre of the Sephardic Memory that reveals the historical value of this place and its transcendence from the heritage and cultural point of view. The origin of the settlement in this site takes place in the year 1035, when the Sephardic community was displaced from the neighbouring town of Castrojeriz, where they were allowed to return from the year 1311, at which time this settlement rapidly begins to decline. In this period of time, the current village was set up, founded by the converts at scarcely 500 meters north from “The Hillock”, thus maintaining a close relationship of neighbourhood that denotes interesting processes of sociability. In turn, such precise chronological margins allow to contextualize quite accurately the archaeological record and the historical processes that determine them, providing in turn a fairly adjusted temporal values in relation to the recovered pottery productions.

KEY WORDS: Hillock; Sephardic; Converts; Memory; Sociability; Castrojeriz.

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

1. INTRODUCCIÓN El proyecto de investigación en el yacimiento arqueológico de “La Mota”, en la localidad burgalesa de Castrillo Mota de Judíos (hasta 2015 Castrillo Matajudíos), responde a una iniciativa promovida por el ayuntamiento de la villa interesado en recuperar las evidencias más representativas de su pasado judío como parte de una nueva estrategia de desarrollo social, cultural y económico del municipio. El objetivo general, por tanto, es la creación de una infraestructura cultural relevante basada en el conocimiento generado sobre la comunidad sefardí que dio origen al pueblo actual.

FASE 3: creación del centro de la memoria (instalación interpretativa, multifuncional, que opere como centro de gestión y promoción del proyecto). No queremos cerrar este apartado sin señalar que esta iniciativa surge y se desarrolla en el contexto de la Arqueología Profesional, Pública y de Gestión, manteniendo de manera constante una relación de colaboración con las instituciones académicas (fundamentalmente UVA), habiendo contado a su vez con el apoyo institucional del Centro Sefarad-Israel y de la Junta de Castilla y León, que ha financiado las dos campañas de excavación realizadas hasta el momento (2014, 2016). A partir de 2017 se ha incorporado a la estrategia de desarrollo la Excma. Diputación Provincial de Burgos, subvencionando el proyecto arqueológico.

2. EL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO “La Mota” es un yacimiento arqueológico bien conocido, que está registrado en el Inventario Arqueológico de Castilla y León (IACYL) con la clave 09-090-0001-03, localizado a escasos 300 m al SE del pueblo actual (coordenadas UTM X 403592 Y 4684303 ETRS 89).

Figura 1. Localización de La Mota de los Judíos en Castilla y León. La proyección mediática adquirida como consecuencia de la referida propuesta de cambio de nombre, votada y aprobada por los vecinos en mayo de 2014 (coincidiendo con las elecciones al Parlamento Europeo), ha dotado a este proyecto de una relevancia evidente, toda vez que ha sido el estudio histórico inicial uno de los argumentos y soportes principales en los que se ha basado el cambio en el topónimo, como más adelante se verá.

Topográficamente se caracteriza como una mota (“eminencia de poca altura, natural o artificial, que se levanta sola en un llano, en acepción del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española). Se trata de un cerro aterrazado en cuya culminación presenta una destacada plataforma alargada con orientación NO/SE, que ha perdido una parte importante de su superficie original como consecuencia de la intensa erosión sufrida. En un plano inferior se desarrolla otra plataforma con un marcado buzamiento hacia los bordes, que da paso a las tierras de la vega a través de un pronunciado ribazo. Se trata por tanto de un emplazamiento destacado, con una superficie de ocupación estimada de 3 ha, que domina ampliamente el extenso fondo del valle del

Su desarrollo se ha planificado en tres fases principales: FASE 1: investigación histórica y arqueológica (generación de conocimiento y descubrimiento de una parte significativa del yacimiento en términos cualitativos, que permita reconocer in situ la realidad material de la comunidad judía). FASE 2: puesta en valor del yacimiento arqueológico (consolidación, restauración y acondicionamiento del espacio excavado y desarrollo de un plan de información, difusión y divulgación adecuado para acercar el lugar al visitante).

Figura 2. Vista de “La Mota” desde el NO; al fondo, por detrás de la mota, el cerro del castillo de Castrojeriz.


río Odra/Odrilla, afluente del Pisuerga por su margen izquierda. A su vez mantiene una relación de visibilidad directa con el cerro del castillo de Castrojeriz, situado apenas a 3 km y principal centro de poder y referencia paisajística dominante en este territorio en los últimos 2.500 años. Destacar esta relación nos parece relevante toda vez que el origen del yacimiento está estrechamente relacionado con dicho centro de poder, como se verá en el apartado siguiente. La presencia en la superficie del terreno de abundantes restos materiales, sobre todo cerámicas elaboradas a torno de pastas anaranjadas y fragmentos de tejas, denotan claramente la existencia en el lugar de un asentamiento de época medieval, siendo bien conocido entre los vecinos y gentes de entorno próximo como el lugar en el que “vivieron los judíos”.

3. ESTUDIO HISTÓRICO El estudio histórico realizado con anterioridad a la intervención arqueológica nos permite situar el origen de este asentamiento a partir del año 1035 (Cantera, 1971), como consecuencia de la clausura de la importante aljama situada en Castrojeriz – denominada Castro en las fuentes documentales- y el desplazamiento de la comunidad judía hasta este lugar, en el que no se tiene constancia de la existencia de una ocupación previa. La comunidad sefardí se mantendrá en La Mota aproximadamente hasta la primera mitad del siglo XIV, ya que a partir de 1311 se les permite volver a Castrojeriz. Esta circunstancia, unida al incremento de las conversiones, determinará el progresivo abandono de este emplazamiento avanzado este siglo. En este proceso tendrá lugar el surgimiento del pueblo actual, en el que se irán instalando los judíos conversos, manteniendo por tanto una estrecha relación de proximidad con sus orígenes que permite intuir interesantes procesos de sociabilidad, cuyo análisis desborda los planteamientos y posibilidades de esta comunicación. La existencia de una importante comunidad judía en Castrojeriz queda perfectamente atestiguada en el fuero concedido a la villa en 974 por el conde de Castilla García Fernández. Un texto de 18 artículos en el que se recogen una serie de exenciones, privilegios y confirmaciones de derechos, en cuyo número16 se legisla claramente en relación con dicha comunidad: Et si homines de Castro matarent judeo tantum pectet pro illo quomodo per christiano et licores similiter hominem villanum (“Si los hombres de Castro mataren un judío paguen por su muerte la misma

pena que por un cristiano o por un hombre libre”) (Martínez, 2010: 53 y 76). La redacción de este artículo y su especificidad permiten deducir la importancia de esta minoría en Castro en el último tercio del siglo X. Si bien no contamos con referencias más precisas sobre su origen, sí podemos suponer su asentamiento desde tiempo atrás. Como se ha señalado, el carácter de Castro como destacado centro de poder en este territorio desde la IIª Edad del Hierro sin interrupción (Palomino, Negredo 2011), podría considerarse como un factor determinante para el desarrollo y consolidación de esta importante comunidad ya en la alta edad media. En este sentido, no debió ser menos relevante en dicho proceso su emplazamiento en pleno Camino de Santiago, siendo Castrojeriz uno de los puntos más importantes del itinerario en este sector. Sin embargo, coincidiendo con el comienzo del reinado de Fernando I de Castilla, tras la muerte de su padre el rey Sancho III el Mayor de Navarra, los hombres de Castrojeriz se alzaron en armas contra los agentes del rey, matando a cuatro de ellos en el palacio real de Mercadillo. También dieron muerte a sesenta judíos, sacando al resto de sus casas y heredades y obligándolos a trasladarse a Castrillo: Migravit a seculo Sanctus rex et surrexetunt homines de Castro et occiderunt IIII saiones in palacio de rex in Mercatello et LX iudeos, et illos alios prendamos totos, et traximus illos de suas xasas et de suas hereditates, et fecerunt populare ad Castrello (“Emigró de esta vida el rey Sancho y se alzaron los hombres de Castro y mataron a cuatro sayones en el palacio del rey en Marcadillo y a sesenta judíos y a todos los demás los saqueamos, los arrancamos de sus casas y heredades y los hicimos poblar en Castrillo”) (Martínez, 2010: 54 y 77). A partir de este momento Castrillo comienza a ser citado en la documentación escrita como un barrio de Castrojeriz, albergando su judería durante un largo periodo de tiempo. En efecto, a lo largo de la Edad Media son bastante numerosas las referencias a este lugar, tanto motivadas por nuevos conflictos –como el producido en el año 1109 a la muerte del rey Alfonso VI y el ascenso al trono de Urraca I de Castilla y su esposo Alfonso

La mota de los judíos de Castrillo Ángel Luis Palomino Lázaro, María Negredo García, Manuel Moratinos García e Inés María Centeno Cea

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

I el Batallador-, como por otras cuestiones de orden fiscal y financiera –en el Repartimiento de Huete del año 1290, que registra la tributación fijada por el rey Sancho IV para las aljamas de la Corona de Castilla, a Castrillo le correspondió pagar un total de 6.720 maravedís- (respectivamente Martínez Díez 2010: 55 y 78; Carrete, 1976: 134). Más pintoresca resulta, sin duda, la que alude al mandato emitido también por Sancho IV en 1285 obligando a las autoridades de Burgos a prohibir las casas de juegos existentes tanto en la ciudad como en Castrillo (Cadiñanos, 2011: 184). Según esta información, recogida en un documento conservado en la sección Registro General del Sello del Archivo General de Simancas, podríamos entender que en Castrillo existió hasta ese momento una casa de juegos abierta y en activo gracias al permiso de la Corona. Realidad que en su momento ya fue recogida por Luciano Huidobro de la tradición oral local, que afirmaba de la existencia de una tafurería o tahurería regentada por la comunidad judía (Huidobro, 1947: 140). En el año 1311 el rey Fernando IV concedió a la colegiata de Santamaría del Manzano, ubicada en el barrio del mismo nombre extramuros de Castrojeriz, una serie de pechos, derechos y prestamerías a cambio de ciertas memorias y capellanías que los canónigos debían oficiar por la salvación de su alma, la de su mujer y la de su padre, el difunto Sancho IV, entre las que se encontraba la prestamería de los judios, que agora moran o moraren de aquí adelante y en la villa de Castroxeris (Huidobro, 1947: 141). De la lectura de este extracto, plasmado junto al resto de derechos en un privilegio dado en la ciudad de Palencia el 25 de abril del citado año, se deduce el permiso a los judíos para regresar a Castrojeriz, de donde hacía casi doscientos años habían sido desplazados. Este hecho sin duda representa el inicio de la decadencia de la judería de Castrillo, que se ya encontraría despoblado en el momento de la expulsión, a finales del siglo XV, como así parece atestiguarlo el registro arqueológico. No podemos concluir este apartado sin hacer referencia a uno de los aspectos que ha suscitado mayor interés durante el desarrollo de esta investigación, como es la cuestión del topónimo identificativo de este lugar desde su origen hasta el momento actual. Como se ha visto ya, en el momento de su fundación (1035) se alude al mismo como Castrello, denominándose Castriello en 1109 y 1290. El pueblo actual, claro heredero del asentamiento en La Mota a partir de los conversos, conserva el nombre de aquel identificándose en sendos documentos de 14851 y 15502 como Castrillo de Judíos y simplemente como Castrillo en otro fechado en 15583. Sin embargo, será en el testamento otorgado en 1564 por el músico Antonio de Cabezón4– natural de esta villa y miembro relevante de la corte del emperador Carlos V y del rey Felipe II como músico organista

de cámara-, donde por primera vez encontremos el topónimo Castrillo de Matajudíos, alusión que se repite ya sin solución de continuidad hasta nuestros días eliminando la preposición intermedia. Este cambio tan radical entendemos se produce en el nuevo contexto generado por el Concilio de Trento (15451563), siendo determinante a nuestro juicio el papel jugado en este sentido por Antonio de Cabezón, como así parece atestiguarlo claramente ya en su testamento. El resto de la historia es conocida: la comunidad actual ha decidido en referéndum democrático recuperar en el nuevo nombre del pueblo sus raíces judías, incorporando el término Mota al nuevo topónimo.

4. PROYECTO ARQUEOLÓGICO El proyecto arqueológico se inició a finales del año 2014, llevándose a cabo entonces un muestreo estratigráfico mediante sondeos proyectados en diversas áreas del yacimiento, que permitiera contrastar su potencial de cara a seleccionar aquellas con mayores posibilidades para los objetivos de documentación y puesta en valor del lugar. Con posterioridad, en el año 2016, la intervención ha mantenido dicho planteamiento de muestreo en nuevas zonas, si bien se han intensificado los trabajos en el denominado sector 6, en el que inicialmente se habían identificado evidencias domésticas significativas. Si bien la superficie hasta ahora intervenida resulta muy limitada (180 m²) en relación con la extensión total del yacimiento (estimada en 30.000 m²), no obstante, sí es posible establecer ya una serie de pautas que permiten conocer los procesos generales que articulan la ocupación de esta colina. En primer lugar, la organización del hábitat responde a un comportamiento claramente planificado y bien estructurado, mediante el aterrazamiento general del cerro con amplias plataformas que se suceden a distintos niveles –escalonadas-, que cortan el terreno natural explanándolo y creando superficies de ocupación bastante regulares en un espacio con una pendiente

Figura 3. Plano topográfico: áreas de intervención.


relativamente pronunciada. El entramado urbano se desarrolla a partir de una calle empedrada que parece circunvalar el cerro en su zona media-alta, en torno a cuyo trazado se ordenan las diferentes unidades de ocupación, ya sean domésticas o de cualquier otro tipo. Por su situación es posible intuir la existencia de nuevas calles en los planos inferiores, cuestión que los nuevos trabajos arqueológicos vendrán a confirmar o a desmentir. En segundo lugar, el muestreo realizado permite intuir una ocupación intensiva y diferenciada en toda la superficie del cerro, advirtiéndose distintos tipos de estructuras en lo referente a fábricas, sistemas constructivos, dimensiones y otras características estructurales que denotan una diversificación funcional según las zonas, identificándose claramente una residencial en el área meridional de la mota, frente a otra artesanal próxima al borde noroccidental.

En tercer lugar, y en relación con los sistemas constructivos, la ordenación escalonada del espacio junto con algunos elementos de soporte y sustentación, evidencian la construcción de inmuebles en dos alturas en algunos tramos de la ladera, con la presencia de sótanos en la planta baja. El material constructivo que predomina en todos los sectores es el barro, empleado en forma de adobes o tapiales, que en ocasiones suele levantarse sobre una hilada o zócalo de piedra. También el yeso está presente en la mayoría de las estructuras interiores enluciendo las fábricas de barro. De todo ello puede deducirse que, si bien las circunstancias que determinaron la instalación de la comunidad judía en el cerro de La Mota fueron motivas por un conflicto declarado, dicho proceso no fue improvisado ni se llevó a cabo de forma precipitada.

Figura 6. Subestructuras revocadas posiblemente pertenecientes a una tenería. Sector 4.

Figura 4. Ortofotografía. Sector 6. Figura 7. Calle empedrada y estructuras domésticas. Sector 6. La evidente “planificación y ordenación urbanística” puesta de manifiesto por la intervención arqueológica, claramente implican un proceso de ocupación dilatado que no estaría completado hasta bien avanzado el siglo XI o ya principios del XII. Esta cuestión sin duda deberá tener su refrendo tanto en el registro estratigráfico, como en los repertorios de cultura material. Figura 5. Calle empedrada y estructuras domésticas. Sector 6.

En lo que respecta a los repertorios materiales hasta ahora documentados, obviamente es la cerámica el elemento más representativo, tanto cualitativa como

La mota de los judíos de Castrillo Ángel Luis Palomino Lázaro, María Negredo García, Manuel Moratinos García e Inés María Centeno Cea

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

cualitativamente, presentando todo el lote unas características muy homogéneas. La variedad de producciones representadas está destinada a cubrir las necesidades básicas de un asentamiento doméstico, con presencia destacada de recipientes de uso culinario, de almacenamiento y para servicio de mesa. También se han recuperado otros con un claro significado simbólico estrechamente vinculados al sistema de creencias de la comunidad judía.

Un tipo de pieza específica en la tradición hebraica es el candil múltiple o Hanukiyá, vinculado con una de las festividades propias del pueblo judío, la de las luces o Hanuká. Se trata de una pieza de ocho o más habitualmente nueve receptáculos -uno diario más otro de servicio-, que iban iluminándose progresivamente cada uno de los ocho días que duraba la citada fiesta

Gran parte de los servicios de mesa y almacén están integrados por producciones mudéjares –en el sentido de que fueron estas poblaciones minoritarias las responsables de su facturación-, tanto engobadas como de superficies alisadas (Villanueva, 1998, 2011), características de los contextos ocupacionales del siglo XIII en buena parte del valle del Duero. Del mismo modo se identifican las primeras producciones esmaltadas, siempre monocromas, sin que llegue a constatarse la presencia de las características lozas policromas, que harían su aparición en este sector peninsular a partir del siglo XIV (Cruz, 2003). Como claro síntoma del carácter transicional de los conjuntos analizados, en los albores de un cambio de época significativo (que da paso a la baja edad media, con los importantes cambios sociales, económicos, urbanos que ello trae consigo…), se rastrea aún la presencia, minoritaria, de productos muy característicos en este sector meseteño en momentos inmediatamente anteriores, como son la cerámica gris a torneta o la bruñida (Gutiérrez y Beneítez, 1989; Peñil, 1987). La cerámica de cocina apunta igualmente hacia esta cronología. Sin embargo, el tipo mayoritario corresponde a las producciones de cerámica común procedente de los alfares campurrianos (García, 1999) y que se encuentra bien difundido en sectores alaveses (Solaun, 2005) y burgaleses durante estos momentos (Centeno et alii, 2015).

Figura 9. Producciones esmaltadas.

Figura 10. Producciones campurrianas. (Gallardo y González, 2009: 275, 276). De este tipo se han documentado varios fragmentos, ninguno de ellos correspondientes a una pieza completa, en los que, en una plancha o listel de cerámica de forma rectangular o más bien troncocónica, se abren cada una de las cazoletas o candiles, rematados o no por una piquera en forma de pellizco. Son piezas facturadas lógicamente a mano con el mismo tipo de pastas y los mismos modos de fabricación que el resto de las piezas, cuya producción está perfectamente atestiguada en los alfares de la calle Duque de la Victoria de Valladolid (Villanueva, 1998: 248-251), uno de los centros de producción cerámica de esta época mejor documentados en el contexto de la Meseta Norte.

Figura 8. Producciones mudéjares engobadas.

La amplitud de los lotes analizados permite no sólo establecer con un importante grado de detalle los ajuares cerámicos utilizados en La Mota, sino que también permitirá, en una fase posterior del trabajo, realizar importantes inferencias acerca de las relaciones y vías comerciales en uso en estos sectores


Oriente Próximo; Centro de Estudios JudeoCristianos; Comunidad Masortí Judía BetEl; Amigos de Israel en España; Amical de Mauthausen de Madrid; Comunidad Javurá Reformista de Madrid; Comunidad Judía de Madrid. - Académicos: Centro de Educación Infantil y Primaria “Marqués de Camarasa” de Castrojeriz Figura 11. Hanukiyá (fragmento).

del norte peninsular en estos momentos finales de la plena edad media. En este sentido, buena parte de las producciones y tipos detectados en La Mota resultan en general muy similares a los documentados por nuestro equipo en las intervenciones realizadas en el cercano castillo de Castrojeriz (Centeno et alii, 2013), como se ha dicho, un centro de poder que a priori responde a un modelo de yacimiento bien distinto al representado por el asentamiento judío. En líneas generales y sin entrar ahora en matizaciones cronológicas de detalle, las producciones hasta ahora documentadas permiten acotar una cronología para los depósitos y estructuras excavadas dentro del siglo XIII, intuyéndose también contextos de finales del siglo XII, coincidiendo plenamente, tal y como señalan las fuentes documentales escritas, con el periodo de mayor esplendor de la comunidad judía instalada en La Mota. Su carácter diferencial con respecto a un contexto cultural cristiano, por el momento, únicamente se puede establecer por la presencia de un tipo de pieza específica vinculada a una celebración concreta del judaísmo.

5. PROYECTO CULTURAL Y DIVULGATIVO

- Sociedad civil/Jornada de puertas abiertas: asociación vecinal de Villaveta; vecinos de Castrillo, Castrojeriz, Melgar de Fernamental, Villasilos, Villaveta, Arenillas de Riopisuerga, Villasandino, Pedrosa del Príncipe, Sasamón y Olmillos de Sasamón.

6. CENTRO DE LA MEMORIA Por último, resta hacer referencia al Centro de la Memoria proyectado en la localidad de Castrillo Mota de Judíos5. El objetivo es recuperar un edificio de arquitectura tradicional localizado en la plaza del pueblo -adquirido por el ayuntamiento-, que permita desarrollar una oferta patrimonial y cultural diversificada tomando como referencia las investigaciones realizadas en el yacimiento arqueológico de La Mota y el significado de los judíos en el Camino de Santiago. El proyecto de contenidos se articula en cinco ejes temáticos principales: § Eje 1: La presencia judía en la Península Ibérica § Eje 2: El asentamiento de comunidades judías en el Camino de Santiago § Eje 3: La presencia judía en la Corona de Castilla § Eje 4: Los judíos en Castrojeriz y su alfoz § Eje 5: La Mota de los Judíos de Castrillo

Paralelamente al desarrollo de los trabajos arqueológicos se ha desarrollado un proyecto cultural con el objeto de dar a conocer y divulgar los resultados obtenidos, su significado y valor cultural, dirigida tanto a la comunidad local, como a entidades culturales y educativas del entorno inmediato. Las acciones llevadas a cabo en este sentido se concretan en: 1.- Instalación en el acceso al a excavación de un panel informativo. 2.- Edición de folleto informativo en formato cuatríptico (469 x 230 mm) en español e inglés. 3.- Visitas guiadas a las excavaciones: - Institucionales: representantes del Centro Sefarad-Israel y de la oficina de Cooperación para el Magreb, África, Mediterráneo y

Figura 12. Panel informativo.

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Figura 13. Anverso folleto divulgativo (castellano).

Figura 16. Recreación Centro de la Memoria (propuesta).

Figura 14. Reverso folleto divulgativo (inglés).

que contribuya en definitiva a mejorar las condiciones de vida de la población local. Dicha mejora afecta tanto a cuestiones de índole emocional (recuperación de la memoria, orgullo por protagonizar una iniciativa con trascendencia internacional, reconocimiento del pueblo como referente para la convivencia, etc.), como de impacto económico (atracción de inversiones, potencialidad del recurso para futuros desarrollos, imagen de marca, etc.) y no menos importantes los de índole cultural tratados en este documento.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Cadiñanos, I. (2011): Judíos y mudéjares en la provincia de Burgos. Vitoria. Cantera, F. (1971): “Castrillo-Matajudíos”, en Sefarad. Año XXXI, fasc. 2, pp. 363-367. Figura 15. Visita de escolares.

7. CONCLUSIONES El proyecto de investigación arqueológica y puesta en valor del yacimiento de “La Mota” (Castrillo Mota de Judíos, Burgos), es una iniciativa cultural con una enorme trascendencia para la comunidad rural en la que se desarrolla, cuyo impacto ha trascendido socialmente hasta el punto de convertirse en un referente para la comunidad judía internacional. El conocimiento histórico, basado tanto en las fuentes documentales escritas como en la materialidad que aporta el registro arqueológico, constituye el soporte fundamental sobre el que se desarrollan las distintas acciones del proyecto, cuyo objetivo prioritario es la recuperación de un importante recurso cultural y su integración en la cadena de valor del territorio como elemento dinamizador,

Carrete, C. (1976): “El Repartimiento de Huete de 1290”, en Sefarad. Año XXXVI, fasc. I, pp. 121-140 Centeno, I., Mª Negredo, M. Moratinos y A.L. Palomino (2013): “El Castillo de Castrojeriz (Burgos). Producciones cerámicas de los siglos XIV-XVII. Evolución temporal, influencias y vías comerciales”, en I Congreso Internacional de cerámica. Cádiz 2010. Centeno, I., A.L. Palomino, M. Moratinos, Mª. Negredo y J.E. Santamaría (2015): “Cerámica de cocina rugosa de pastas claras/campurriana versus cerámica granítica/zamorana. Patrones de distribución y expansión en época Bajomedieval y en la transición a la Edad Moderna en el norte de Castilla y León”, en Congreso Internacional Cerámica en el Mediterráneo Occidental. Silves, 2010. Cruz, P.J. (2003): “Cristianos y mudéjares en el Ávila de los siglos XIII al XV: una aproximación desde los documentos arqueológicos”, en R. Ruiz, I. Centeno,


J. Quintana, P.J. Cruz y J.Mª. Sanchidrián Mercado Grande de Ávila.

de Restauración 11, Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, pp. 47-99.

Gallardo, J. y González, J.A. (2009). La judería del castillo de Lorca en la Baja Edad Media. Estudio arqueológico. Documentos de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia, 1.

Peñil, J. (1987): “El testar medieval de Saldaña (Palencia): “Camino de la Morterona””, en Actas del II Congreso de Arqueología Medieval Española, T. III. Madrid, pp. 613-620

Gutiérrez, A. y C. Benéitez (1989): “La cerámica medieval en León”. En R. Bohigas y J.A Gutiérrez (coords) La cerámica medieval en el norte y noroeste de la Península Ibérica: aproximación a su estudio. pp. 211-260.

Solaun, J.L. (2005): La cerámica medieval en el País Vasco (siglos VIII-XIII). EKOB nº 2. Departamento de Cultura. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, Vitoria

Huidobro, L. (1947): “La judería de Castrojeriz”, en Sefarad. Año VII, fasc. I, pp. 137-145 Martínez, G. (2010): Los fueros de Castrogeriz. Burgos. Palomino, A.L.y Mª Negredo (2011): “La investigación arqueológica del castillo de Castrojeriz”, en Cuadernos

Villanueva, O. (1998): Actividad alfarera en el Valladolid bajomedieval. Studia Archaeologica, nº 89. Valladolid Villanueva, O. (2011): “La ollería y alcallería en la cuenca del Duero a lo largo de la Edad Media y Moderna”. J. Coll (coord.) Manual de Cerámica Medieval y Moderna. Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, pp. 87-115.

NOTAS ACLARATORIAS 1

Documento de 1485: AGS, RGS (Registro General del Sello), leg. 148504,225. Archivo de la Real Chancillería de Valladolid; Rales Ejecutorias 0722.0004. 3 Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, Reales Ejecutorias 0722.0004. 4 El testamento de Antonio de Cabezón se redactó por el escribano del número Antonio de Riaño (Archivo Histórico provincial de Madrid, sección Protocolos). 5 Propuesta: Gonzalo Villareal (Villareal arquitectos). 2

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL


LAS FOSAS DE LA GUERRA DE 1936-39 Y DEL FRANQUISMO: SITUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN EN ARAGÓN Y PARTICIPACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA PROFESIONAL THE TRENCH OF THE WAR OF 1936-39 AND OF THE FRANCHISM: SITUATION OF RESEARCH IN ARAGÓN AND PARTICIPATION OF PROFESSIONAL ARCHEOLOGY

José Ignacio Lorenzo Lizalde Decano Ilustre Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Aragón Autor de contacto/Contact author: José Ignacio Lorenzo Lizalde, 976123037@telefonica.net

RESUMEN En los últimos años se han realizado numerosas intervenciones arqueológicas para la localización e identificación de restos humanos provenientes de víctimas de la Guerra Civil y del Franquismo que permanecían en paradero oculto. Las intervenciones han sido promovidas por diferentes agentes y con objetivos distintos. El resultado es alentador y los arqueólogos profesionales han jugado un papel determinante en los resultados satisfactorios de este proceso. La Memoria histórico de este oscuro periodo de nestra historia reciente se va recuperando gracias a profesionales que muchas veces con actuaciones voluntarias prestan su conocimiento histórico y técnico a devolver la memoria de estas víctimas ocultas. PALABRAS CLAVE: Fosas de la Guerra Civil española; Memoria Histórica; Memoria democrática; Arqueología funeraria.

ABSTRACT In recent years, numerous archaeological interventions have been carried out to locate and identify human remains from victims of the Civil War and the Franco regime who remained in hiding. The interventions have been promoted by different agents and with different objectives. The result is encouraging and professional archaeologists have played a determining role in the satisfactory results of this process. The historical memory of this dark period of recent history is recovering thanks to professionals who often with voluntary actions lend their historical and technical knowledge to restore the memory of these hidden victims. KEY WORDS: Grave of the Spanish Civil War; Historical memory; Democratic memorial; Funerary archeology.

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Plano del frente combate de Aragón durante la Guerra española de 1936-1939


1. INTRODUCIÓN Aragón fue la región que posiblemente sufrió más los efectos de la Guerra Civil Española (GCE), ya que su geografía fue partida de norte a sur por el frente de batalla durante gran parte del conflicto. Por este motivo la represión fue tan feroz y Aragón cuenta con 519 fosas catalogadas en el Mapa de fosas de Aragón de 2009, realizado por encargo del Gobierno de Aragón. El reparto de las fosas por provincias es muy proporcional, contando con 179 la provincia de Zaragoza, 165 Huesca y 175 Teruel.

2. OBJETIVOS Contamos con información de recuperación de víctimas de la GCE y la ulterior represión de la dictadura franquista (DF) especialmente en cementerios en los años 70 y 80. Estas exhumaciones se realizaron directamente por los familiares sin ninguna metodología ni intento de identificación. Afecto a muchas fosas y está mal documentada la exhumación de fosas realizada sobre 1959 para recuperar cuerpos de víctimas de ambos bandos y así poder rellenar los nichos practicados por Franco en Cuelgamuros, en el Valle de los Caídos, en Madrid. Todo ello de manera extrajudicial y sin contar con autorización de los familiares.

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Figura 1. Exhumación por familiares de restos de víctimas en Calahorra en 1980. en Ciencias comenzaran a intervenir en estas fosas con metodología arqueológica, tal y como definió el Protocolo de Estambul de 2004. La primera intervención documentada en Aragón se realiza en 1993 y estuvo motivada por la intervención en la cripta de la Catedral de Barbastro por parte de J.I. Lorenzo de la exhumación de los restos del obispo de la Diócesis de Barbastro, Florentino Asensio Barroso, asesinado el 9 de agosto de 1936, empleando la metodología arqueológica y

Era habitual en los años 70-90 la aparición de restos humanos al realizar obras públicas que en el mejor de los casos se trasladaban a la fosa común del cementerio más próximo, sin documentar el hallazgo. Algunos alcaldes, ya en los comienzos de la Democracia quisieron actuar con gestos valientes de reconocimiento de las víctimas, pero contando con la falta de disposiciones que impusieran una metodología científica. En Zaragoza el alcalde Ramón Sainz de Varanda en 1979 levantó importantes fosas comunes localizadas en los andadores del cementerio municipal con personal sin cualificar, depositando los restos en una fosa común, con una dedicatoria a las víctimas de la GCE. Este procedimiento obligado por las circunstancias del momento ocasionó que desconozcamos la información sobre la identidad de las víctimas y las circunstancias en que se desarrollaron los acontecimientos. La progresiva sensibilización social y la información procedente de las investigaciones antropológicas y arqueológicas en fosas comunes de víctimas de la dictadura argentina y posteriormente de los equipos de investigación de Naciones Unidas para documentar los crímenes de Ruanda, Bosnia, Croacia y Kosovo, permitió que los arqueólogos organizados en Secciones de los Colegios Oficiales de Filosofía y Letras y

Figura 2. Placa radiográfica realizada en campo durante la exhumación de Florentino Asensio Barroso. Catedral de Barbastro 1993. Las Fosas de la Guerra de 1936-39 y del Franquismo José Ignacio Lorenzo Lizalde


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Figura 3. Área de vida en la posición San Simón (Leciñena, Zaragoza). realizando el correspondiente estudio antropológico de identificación y determinación de las causas de la muerte, en una intervención que marca el punto de partida en la arqueología de la GCA. En el año 2000 se localiza una fosa común con restos pertenecientes a soldados de las Brigadas Internacionales en Albarracín (Teruel), en excavaciones arqueológicas realizadas por los arqueólogos Sergio Sevilla y María Victoria Pasto. A partir de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, los procedimientos de intervención se han regulado, adoptándose los criterios propuestos por los arqueólogos profesionales al considerar que todos los restos procedentes de la Guerra Civil deben considerarse integrantes del Patrimonio arqueológico español y por tanto sujetos de derecho público y por tanto que deben sujetarse a la normativa de Patrimonio Histórico y Cultural. La mayor parte de las CCAA han desarrollado protocolos de intervención de fosas en las que se indica la necesidad de documentar históricamente el hallazgo con intervención directa de arqueólogos y antropólogos que identifiquen y determinen las causas y procedimientos de la muerte. Hay que tener en cuenta, no obstante, que se trata de excavaciones arqueológicas especiales en las que los familiares legítimos de las víctimas a exhumar son los titulares de derechos y los promotores de estas intervenciones cuyo fin último es dignificar y recuperar la memoria de las víctimas.

2.1. Descripción En Aragón se han desarrollado 124 intervenciones sobre temas relacionados con la GCE que han tramitado solicitudes a la Dirección General correspondiente. Treinta de ellas son expedientes de excavación de vestigios de la Guerra Civil, con musealización de las mismas como es el caso de la realizada en Alcubierre y Leciñena con la puesta en valor de la ruta Orwell y la Posición San Simón, en donde puede visitarse una posición del ejército franquista y otra de la republicana. Estas intervenciones son de alto interés para que la sociedad comprenda la materialidad del conflicto que surgió con el golpe de estado frente al Gobierno legítimo de la II República. Se ha intervenido en un 24% de las fosas documentadas hasta la fecha, si bien hay que tener en cuenta que muchas de las fosas has sido destruidas por obras públicas o privadas y otras fueron exhumadas sin control en años anteriores. Debemos reconocer y agradecer la labor realizada por la Policía Judicial de la guardia Civil y la Policía Nacional que ha comunicado puntualmente cualquier hallazgo sospechoso de pertenecer a asesinados extrajudiciales de la GCE y lo ha puesto en conocimiento de los antropólogos y arqueólogos de la Dirección General del Gobierno de Aragón. De este tipo han sido más de 12 las intervenciones que han dado como resultado la identificación de víctimas de la Guerra Civil. Incluimos la relación completa de las intervenciones que se han realizado en Aragón hasta el 2106.


AÑO

YACIMIENTO

TM

PR.

DIRECTOR

1993

TUMBA EN CATEDRAL DE BARBASTRO

BARBASTRO

HU

JOSE IGNACIO LORENZO

2000 2001

CEMENTERIO

ALBARRACIN

T

Mª VICTORIA PASTOR Y SERGIO SEVILLA

2004

TRINCHERAS DE ALCALA DE GALLEGO

ALCALA DE GALLEGO

HU

JOSE IGNACIO LORENZO

2005

FOSA COMUN

CAUDE

T

ALONSO

2005

DELIMITACION AERÓDROMO

SARIÑENA

HU

JOSE IGNACIO LORENZO

2005

TRINCHERAS EL BURGOFUENTES

FUENTES DE EBRO-EL BURGO DE EBRO

Z

JOSÉ IGNACIO LORENZO DIANA VICENTE CHECA

2005

TRINCHERAS MONTE IRAZO, PUIG MAZORRA Y LADRONES

ALCUBIERRE

HU

JOSÉ IGNACIO LORENZO DIANA VICENTE CHECA

TRINCHERAS POSICIÓN SAN SIMON

LECIÑENA

Z

JOSE IGNACIO LORENZO

HU

JOSE MANUEL CLUA Y ALVARO CANTOS CARNICER

2007

PROSPECCIÓN FORTIFIGÁLLEGO CACIONES LINEA P VALLE DEL GÁLLEGO

2006 2007

FOSA COMUN

H

JAVIER NAVARRO CHUECA (FUNDACION BERNADO ALADREN).

2006 2005 2006 2006

AGÜERO POLÍGONO 3, PARCELA 263

2006

FOSA COMUN

ALCALA DE LA SELVA

T

ELISA GARCÍA PROSPER Y MANUEL POLO CERDA

2007

FOSA COMUN CEMENTERIO MUNICIPAL

SINGRA

TE

ELISA GARCIA PROSPER Y MANUEL POLO CERDA

2007

FORTIFICACIONES LINEA P VALLE DEL GÁLLEGO

GÁLLEGO

HU

JOSE MANUEL CLUA Y ALVARO CANTOS CARNICER

2007

ALTO DE LA CRUZ

BEZAS

TE

BEATRIZ ANDRES SANCHO

2007

TRINCHERAS DE LLANOS DEL HOSPITAL

BENASQUE

HU

JOSÉ LUIS ONA Y RAUL LEORZA

2007

FOSA COMUN

ALUENDA

Z

FRANCISCO JAVIER ORTIZ LEJARZA

2007

FOSA COMUN VIA TREN CAUDE

TERUEL

T

MIGUEL ANGEL HERRERO GASCÓN Las Fosas de la Guerra de 1936-39 y del Franquismo José Ignacio Lorenzo Lizalde

57


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

AÑO

YACIMIENTO

TM

PR.

DIRECTOR

2007

FOSA COMUN

ARANDIGA

Z

FRANCISCO JAVIER ORTIZ LEJARZA

2007

FOSA COMUN

ILLUECA

Z

FRANCISCO JAVIER ORTIZ LEJARZA

2007

FOSA COMUN

TIERGA

Z

JORGE ANGAS PAJAS

2007

FOSA COMUN

MONROYO

T

MARIA EVA CRUZ RICO Y MANUEL POLO CERDA

2007

BUNKERS Y TRINCHERAS

JAULÍN

Z

ANTONIO LATORRE LIRIA

2007

TRINCHERAS SIERRA GORDA

FUENDETODOS

Z

JOSÉ LUIS ONA Y RAUL LEORZA

2008

FOSA COMUN CANTERA TORREIRO

TRISTE

H

JULIA JUSTES FLORIA Y FRANCISCO PEREZ GUIL

2008

FOSA COMUN

MURILLO DE GALLEGO

HU

JAVIER NAVARRO, ISABEL FERNANDEZ ABAD Y FRANCISCO JAVIER ORTIZ LEJARZA

2008

FOSA COMUN GUERRA CIVIL

ALCORISA

T

LUIS AVIAL

2008

FOSA ALBALATE CINCA

ALBALATE CINCA

HU

JULIA JUSTES FLORIA Y FRANCISCO PEREZ GUIL

2008

FOSA CEMENTERIO MUNICPAL

MAGALLON

Z

LUIS AVIAL

2009

FOSA BARRANCO DE LA SALADA

MARIA DE HUERVA

Z

JULIA JUSTES FLORIA Y FRANCISCO PEREZ GÜIL

2009

FOSA COMUN CEMENTERIO MUNICIPAL

MAGALLON

Z

JOSE MANUEL JIMENEZ SANCHEZ

2009

FOSA COMUN

TORRALBA DE RIBOTA

Z

HECTOR RENE PACHECO VILA

2009

FOSA COMUN, LAS PARRAS DE SAN MARTIN

UTRILLAS

TE

JOSE IGNACIO LORENZO

2009

TRINCHERAS EN LOS PILONES

RUBIELOS DE LA CÉRIDA

TE

JESUS GERARDO FRANCO Y ANTONIO HERNANDEZ PARDO

2009

FOSA GUERRA CIVIL

ALABALATE DE CINCA

HU

JULIA JUSTES FLORIA Y FRANCISCO PEREZ GUIL

2009

FOSA COMUN GUERRA CIVIL PIEDRAS GORDAS

RUBIELOS DE MORA

TE

JOSE MANUEL JIMENEZ SANCHEZ


AÑO

YACIMIENTO

TM

PR.

DIRECTOR

2010

TRINCHERAS EN LOS PILONES

RUBIELOS DE LA CÉRIDA

TE

JESUS GERARDO FRANCO Y ANTONIO HERNANDEZ PARDO

2010

FOSA COMUN

CETINA

Z

FRANCISCO JAVIER ORTIZ LEJARZA

2010

FOSA GUERRA CIVIL: LA BOMBARDA

MURILLO DE GALLEGO

Z

JAVIER NAVARRO CHUECA

2010

FOSA COMUN GUERRA CIVIL

CETINA

Z

FRANCISCO JAVIER ORTIZ LEJARZA

2010

FOSA COMUN GUERRA CIVIL

ALADREN

Z

ANDRES CRESPO NIETO Y HERCOR RENE PACHECO VILA

2010

FOSA COMUN GUERRA CIVIL PIEDRAS GORDAS

RUBIELOS DE MORA

TE

JOSE MANUEL JIMENEZ SANCHEZ

2010

FOSA GUERRA CIVIL LA LOMBARDA

MURILLO DE GALLEGO

Z

JAVIER NAVARRO Y ISABEL FERNANDEZ ABAD

2010

FOSA GUERRA CIVIL EL FRASNO

INOGES

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2010

FOSA GUERRA CIVIL

TORRIJO DE LA CAÑADA

Z

ESTHER RIPOLL LOPEZHIGUERAS

2010

REFUGIO ANTIAEREO

ALCAÑIZ

HU

EDUARDO DIAZ DE PINOS

2010

BARRANCO DE LA BARTOLINA

CALATAYUD

Z

ESTHER RIPOLL LOPEZHIGUERAS

2011

TRINCHERAS EN LOS PILONES

RUBIELOS DE LA CÉRIDA

TE

JESUS GERARDO FRANCO Y ANTONIO HERNANDEZ PARDO

2011

FOSA COMUN CEMENTERIO MUNICIPAL

MOVERA

Z

JULIA JUSTES FLORIA Y FRANCISCO PEREZ GUIL

2011

FOSA COMUN GUERRA CIVIL

RUBIELOS DE MORA

TE

JOSE MANUEL JIMENEZ SANCHEZ

2011

FOSA GUERRA CIVIL BARRANCO DEL CHICO

LA PUEBLA DE ALBORTON

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2011

CAMPAMENTO AGRUPACION GUERRILLERA

LA CEROLLERA

TE

JOSE IGNACIO LORENZO

2011

FOSA COMUN

BURETA

Z

JOSE MANUEL JIMENEZ SANCHEZ

2012

FOSA COMUN

LOS PINTANOS

Z

FRANCISCO JAVIER ORTIZ LEJARZA

Las Fosas de la Guerra de 1936-39 y del Franquismo José Ignacio Lorenzo Lizalde

59


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

AÑO

YACIMIENTO

TM

PR.

DIRECTOR

2012

FOSA III ERMITA SAN CRISTOBAL CARRACAL

OLBA

TE

MIGUEL MEZQUIDA FERNANDEZ

2012

FOSA I ERMITA SAN CRISTOBAL CARRACAL

OLBA

TE

MIGUEL MEZQUIDA FERNANDEZ

2012

FOSA II ERMITA SAN CRISTOBAL CARRACAL

OLBA

TE

MIGUEL MEZQUIDA FERNANDEZ

2012

FOSA II EL MORRON, EL SANTO 2

OLBA

TE

MIGUEL MEZQUIDA FERNANDEZ

2012

FOSA II EL MORRON, EL SANTO 2

OLBA

TE

JOSE MEDINA MICOLAU

2012

FOSA I EL MORRON, EL SANTO 1

OLBA

TE

MIGUEL MEZQUIDA FERNANDEZ

2012

FOSA II LA AZUL, LA REDONDA

OLBA

TE

MIGUEL MEZQUIDA FERNANDEZ

2012

FOSA COMUN CEMENTERIO MUNICIPAL

SANTA CRUZ DEL GRIO

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA III LA AZUL, LA REDONDA 2

OLBA

TE

MIGUEL MEZQUIDA FERNANDEZ

2012

FOSA I LA AZUL, EL SANTO

OLBA

TE

MIGUEL MEZQUIDA FERNANDEZ

2012

FOSA COMUN

LA PUEBLA DE ALBORTON

z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

VESTIGIOS GUERRA CIVIL

FAYON Y MEQUINENZA

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

CEMENTERIO

TORRIJO DE LA CAÑADA

Z

HECTOR RENE PACHECO VILA

2012

FOSA COMUN

ANDORRA

TE

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL FAYON 002.1

FAYON

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL FAYON 002.2

FAYON

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL MEQUINENZA 002.1

MEQUINENZA

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL MEQUINENZA 002.2

MEQUINENZA

Z

HUGO CHAUTON PEREZ


AÑO

YACIMIENTO

TM

PR.

DIRECTOR

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL MEQUINENZA 002.3

MEQUINENZA

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL MEQUINENZA 003.1

MEQUINENZA

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL MEQUINENZA 001.1

MEQUINENZA

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL MEQUINENZA 003.5

MEQUINENZA

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL MEQUINENZA 004.1

MEQUINENZA

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL MEQUINENZA 003.8

MEQUINENZA

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL MEQUINENZA 003.2

MEQUINENZA

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL FAYON 003.1

FAYON

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL FAYON 004.1

FAYON

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2012

FOSA COMUN GUERRA CIVIL FAYON 001.1

FAYON

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2013

FOSA COMUN, EL CHANTRE

TERUEL

TE

JOSE IGNACIO LORENZO

2013

FOSA COMUN BARRIO AR- JAVALOYAS ROYOFRIO

TE

JOSE IGNACIO LORENZO

2013

TRINCHERAS Y FOSAS

ABEJUELA

TE

JOSE IGNACIO LORENZO ,LUIS FATAS, MIGUEL MEZQUIDA

2013

TRINCHERAS EN LOS PILONES

RUBIELOS DE LA CÉRIDA

TE

JESUS GERARDO FRANCO Y ANTONIO HERNANDEZ PARDO

2013

VESTIGIOS GUERRA CIVIL

ALADREN

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2013

FOSA COMUN GUERRA CIVIL

ALADREN

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2013

FOSA COMUN GUERRA CIVIL

ALADREN

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

2013

FOSA COMUN GUERRA CIVIL MEQUINENZA 006.1

MEQUINENZA

Z

HUGO CHAUTON PEREZ

Las Fosas de la Guerra de 1936-39 y del Franquismo José Ignacio Lorenzo Lizalde

61


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

AÑO

YACIMIENTO

TM

PR.

DIRECTOR

2013

FOSA COMUN CEMENTERIO MUNICIPAL

SOS DEL REY CATÓLICO

Z

FRANCISCO JAVIER ORTIZ LEJARZA Y FRANCISCO JAVIER RUIZ RUIZ

2013

VESTIGIOS GUERRA CIVIL EL VOLAJE

OLBA

TE

MIGUEL MEZQUIDA FERNANDEZ Y DANIEL SANFELIU LOZANO

2013

VESTIGIOS GUERRA CIVIL ERMITA SAN CRISTOBAL

OLBA

TE

ALEJANDRO VILA GORGE Y RUBEN LOPEZ CATALAN

2013

FOSA COMUN LAS PEÑAS DE SANTO DOMINGO

LONGAS

Z

FRANCISCO JAVIER ORTIZ LEJARZA Y FRANCISCO JAVIER RUIZ RUIZ

2013

CEMENTERIO TORRE PASCUALITO

QUICENA

HU

JOSE IGNACIO LORENZO

2014

FOSA GUERRA CIVIL CEMENTERIO MUNICIPAL

VERA DE MONCAYO

Z

FRANCISCO ETXEBERRIA GABILONDO Y LOURDES HERRASTI

2014

VESTIGIOS GUERRA CIVIL EL VOLAJE

OLBA

TE

MIGUEL MEZQUIDA FERNANDEZ Y DANIEL SANFELIU LOZANO

2014

VESTIGIOS GUERRA CIVIL ERMITA SAN CRISTOBAL

OLBA

TE

ALEJANDRO VILA GORGE Y RUBEN LOPEZ CATALAN

2014

FOSAS COMUNES I, II III Y IV

OLBA

TE

MIGUEL MEZQUIDA FERNANDEZ, AZAHARA MARTINEZ VALLEJO Y ALEJANDRO CALPE VICENTE

2014

PARIDERA DEL SASO Y TRINCHERAS

BELCHITE, MEDIANA

Z

PEDRO RODRIGUEZ SIMON Y ALFREDO GONZALEZ RUIBAL

2014

CEMENTERIO TORRE PASCUALITO

QUICENA

HU

JULIA JUSTES FLORIA

2015

FOSA: CEMENTERIO DE FUENCALDERAS

BIEL

HU

FCO- JAVIER RUIZ, JOSÉ IGNACIO PIEDRAFITA

2015

FOSA COMÚN

VELILLA DE JILOCA

Z

FCO- JAVIER RUIZ, JOSÉ IGNACIO PIEDRAFITA

2015

FORTIFICACIONES: LÍNEA P

VALLE DE ZURIZA HOZA Y LIZANA

HU

GUILLERMO LÓPEZ IPAS Y VICTOR GIL DE MURO EGUIZABAL


AÑO

YACIMIENTO

TM

PR.

DIRECTOR

2015

NAVA DEL PUERCO: FOSA I Y II

ABEJUELA

TE

MIGUEL MEZQUIDA, AZAHARA MARTINEZ, ALEJANDRO CALPE

2015

FOSA EN TRINCHERA COTA 238

CASPE

Z

SALVADOR MELGUIZO

2015

PROSPECCIÓN GUERRA CIVIL

MEDIANA Y BELCHITE

Z

ALFRESO GONZALEZ RUIBAL, PEDRO RODRIGUEZ

2015

EXCAVACIÓN FORTIFICACIONES: EL CALVARIO Y CEMENTERIO

BELCHITE

Z

ALFRESO GONZALEZ RUIBAL, PEDRO RODRIGUEZ

2015

EXCAVACIÓN TRINCHERAS DE PISA Y BOLERO

NAVAL

HU

FRANCISCO PÉREZ GÜIL

2015

EXCAVACION TRINCHERAS: LOS PILONES

RUBIELOS DE LA CÉRIDA

TE

JESÚS GERARDO FRANCO

2015

EXCAVACION TRINCHERAS: LOS CABEZO

SINGRA

TE

JESÚS GERARDO FRANCO

2015

FOSA COMUN

PANIZA

Z

FRANCISCO JAVIER RUISZ, JOSÉ IGNACIO PIEDRAFITA, FCO. JAVIER ORTIZ

2015

FOSA COMUN

VILLASTAR

TE

JOSÉ IGNACIO LORENZO

2016

FOSA CEMENTERIO

RICLA

Z

FRANCISCO JAVIER RUISZ, JOSÉ IGNACIO PIEDRAFITA, FCO. JAVIER ORTIZ (ARICO)

2016

FOSA COMUN

ARGENTE

TE

DAVID ALONSO CISTER (POZOS DE CAUDE)

2016

FOSA I: EL GALLOTERO DE LA NAVA DEL PUERCO

ABEJUELA

TE

MIGUEL MEZQUIDA, AZAHARA MARTINEZ, ALEJANDRO CALPE (AYUNTAMIENTO)

2016

FOSA BRIGADAS INTERNACIONALES: MIRAFLORES

CASPE

Z

SALVADOR MELGUIZO (ASOCIACIÓN CASPE)

2016

FOSA COMUN: PEÑAS DE SANTO DOMINGO

LONGAS

Z

FCO. JAVIER RUIZ, FCO. JAVIER ORTIZ (CHARATA)

2016

FOSA: LOS PLANTES

ALMUDEVAR

HU

JULIA JUSTES FLORIA (FORO POR LA MEMORIA)

2016

CEMENTERIO: 3 FOSAS COMUNES

LUESIA

Z

FCO. JAVIER RUIZ, FCO. JAVIER ORTIZ, JOSÉ IGNACIO PIEDRAFITA (ARICO)

Las Fosas de la Guerra de 1936-39 y del Franquismo José Ignacio Lorenzo Lizalde

63


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

4 CONCLUSIONES En Aragón se han realizado una importante cantidad de intervenciones arqueológicas relacionadas con la Guerra Civil y especialmente sobre fosas de víctimas. La mayor parte de las intervenciones se llevaron a cabo con ayudas del Ministerio de Justicia, en el Gobierno del Presidente Zapatero, posteriormente han sido las asociaciones de víctimas, las que fundamentalmente han financiado los gastos de las intervenciones, contando con el voluntariado de gran parte de ayudantes y profesionales.

Figura 3. Fémur destruido y reconstruido por efecto de impacto de bala. Fosa de Agüero (Hu) 2006.

3. METODOLOGÍA El colectivo profesional de arqueólogos y antropólogos defendemos la necesidad de aplicar la metodología arqueológica para garantizar como se desarrollaron las actuaciones que ocasionaron el asesinado de las víctimas y su identidad incuestionada. Es necesario el control de la administración de todo el proceso, desde la investigación previa, la prospección, el uso de medios extraordinarios de localización, la excavación y la relación con los familiares, la toma de muestras para análisis, la cadena de custodia, el estudio de los restos humanos y materiales, la memoria final de identificación y contextualización y la reinhumación, donde la familia determine. El procedimiento debe continuar, para tener un control del expediente, si ulteriormente hay traslado de restos a otro cementerio o si se deben practicar nuevas pruebas analíticas para garantizar la calidad del trabajo.

Es necesario que las administraciones públicas intervengan con medios adecuados, contando con protocolos en los que arqueólogo, antropólogos e historiadores dirijan los trabajos de campo y las investigaciones correspondientes. Para pasar la página de la historia es necesario que todo quede aclarado y especialmente que las víctimas recuperen la situación jurídica que perdieron como desaparecidos. Para no repetir los errores de pasado es preciso conocer bien la historia, no ocultarla.

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Figura 4.Reinhumación individualizada de víctimas identificadas en un monumento conmemorativo en Movera, (Zaragoza))

Del Romero, L. (1996): De Fuendetodos a Fuenteovejuna. Memorias de un comisario político, Móstoles: Nossa y Jarra Editores.


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65


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL


EXCAVACIÓN Y RESTAURACIÓN DEL CASTILLO Y CONVENTO DE CALATRAVA LA NUEVA (Ciudad Real) 1991-2011 EXCAVATION AND RESTORATION OF CALATRAVA LA NUEVA’S CASTLE AND CONVENT (Ciudad Real) 1991-2011

Ana Mª Segovia Fernández Arqueóloga Profesional Independiente Autor de contacto/Contact author: Ana Mª Segovia Fernández, anasegovia555@gmail.com

RESUMEN Puesto que este año de 2017 se cumplen los 800 años de la fundación de Calatrava la Nueva, hemos querido reivindicar la importancia que ha tenido el trabajo arqueológico en la recuperación restauración y puesta en valor de este magnífico castillo, posiblemente el de mayores dimensiones y mejor conservado de su época. Creemos que es importante que las miles de personas que cada año se acercan a conocerlo sepan que un monumento como este, en el que hoy es posible acercarse a la Edad Media transitando por sus calles, naves, convento, iglesia y castillo, estuvo abandonado durante décadas. Y cómo la arqueología ha posibilitado no solo la recuperación de sus edificios, sino que a través de la investigación y las publicaciones, se ha ido completando su historia, allí donde la documentación no había llegado. Desde 1992 cuando comenzamos la excavación de Calatrava la Nueva hasta la actualidad, los resultados arqueológicos nos han permitido definir el convento y una calle auxiliar en la que ubican edificios destinados a distintas actividades artesanales, construidos por la Orden de Calatrava. A la vez hemos comprobado que antes de que la orden ocupara este cerro ya existía un castillo con un arrabal a su alrededor, habitados por unos pobladores que enfrentándose a grandes avatares se mantuvieron en el territorio, viendo pasar a los ejércitos cristianos y musulmanes a lo largo de siglos. PALABRAS CLAVE: Castillo; Edad Media; Arqueología y Restauración.

ABSTRACT This year we celebrate 800 years since Calatrava la Nueva’s establishment, thus we would want to recall not only the importance of our labour in the restoration but also the value of this wonderful castle which is the most massive and well-preserved castle of its era. We believe that the thousands of people who come here to visit the place that can take them to the Middle Ages while passing by its streets, church, convent and castle, it was abandoned years ago. And how our archaeological labour has contributed not only to the restore of every building but also that thanks to our investigations and publications we have been fulfilling its history. From 1992 when we started the excavation work in Calatrava la Nueva to nowadays, the archeological results have allowed us to define the convent and a street where the buildings of artisan people were built by the Orden of Calatrava. At the same time, we have proved that in the past before the Orden occupied that area, it used to exist another castle in which people used to live while they fighted to keep their territory free of christians and muslims through thousand of years. KEY WORDS: Castle; Middle Ages; Archaeological and Restoration.

67


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

1. INTRODUCIÓN El castillo y convento de Calatrava la Nueva se ubica sobre un alto cerro del centro-sur de la provincia de Ciudad Real. La Orden de Calatrava adscrita al Císter, funda aquí su convento principal en 1217 permaneciendo en él hasta 1802, cuando se traslada a la cercana ciudad de Almagro. Cuando la orden se establece en este lugar ya existía un castillo con una muralla y un arrabal. Durante los casi 600 años en los que permanece aquí, sus edificios sufren cambios y adaptaciones a las circunstancias de cada momento. Se pasa de las construcciones en las que dominan las naves comunitarias donde acoger a un mayor número de personas en poco espacio, de los siglos XII y XIII, a lugares compartimentados y divididos de los siglos XVI al XVIII destinados a diferentes usos y que pretenden facilitar la vida cotidiana de los freires. Cuando la orden abandona Calatrava la Nueva desmonta la mayoría de los edificios construidos en los últimos cuatro siglos. Aún así, hoy día es uno de los castillos mejor conservados de este país, gracias a que en los dos primeros siglos se utiliza una fábrica robusta y fuerte que ha permanecido inalterable al paso del tiempo (Figura 1).

2. OBJETIVOS Calatrava la Nueva permanece abandonado desde principios del siglo XIX hasta 1930 cuando la administración del estado crea un puesto de guarda para controlar el acceso y proteger las ruinas.

A finales de 1991 comenzamos los trabajos de excavación y restauración con el objetivo de conseguir la recuperación integral de Calatrava la Nueva, investigando los procesos de formación y transformación que habían conformado este castilloconvento; ofreciendo a los visitantes los resultados de esa investigación, a la vez que se procuraba mejorar y facilitar el acceso a los edificios conservados; y organizar la recuperación y restauración de todas las estructuras que se iban descubriendo a través de los trabajos arqueológicos. La gran extensión de este castillo-convento y los numerosos edificios y espacios abiertos conservados han requerido de una gran labor de coordinación para la puesta en marcha de estos objetivos.

2.1. Las murallas Cuando la Orden de Calatrava se traslada a esta nueva sede, ya existían a finales del siglo XII, el castillo, la muralla primera y un arrabal situado al este del nivel superior del cerro. Las primeras obras que realiza la orden son de adecuación del terreno, luego construye la muralla segunda en torno al castillo, dejando un espacio intermedio donde levantará el convento y las zonas auxiliares. Consecutivamente construye la muralla tercera aprovechando las líneas de roca natural, que arranca al noreste de la muralla segunda y cierra por el sureste dejando un amplio espacio abierto al oeste y norte del convento. (Figura 2).

Entre los años cincuenta y setenta del siglo pasado, comienzan los trabajos de desescombro y restauración que se centraron en la iglesia y el castillo.

La muralla segunda tiene una altura media de 9 m, unos 375 m de longitud y una anchura de 1,60 m. La fábrica utilizada es la mampostería de piedra cuarcita de tamaño mediano y grande con mortero de cal y arena. Se construye con hiladas de entre 40 cm y 50 cm de altura, de modo que la piedra se apareja con pequeñas

Figura 1. Calatrava la Nueva se encuentra sobre un cerro en forma de cono a 976m de altitud.

Figura 2. Plano general de Calatrava la Nueva.


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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

lajas de piedra y se mantiene nivelada a lo largo de toda la hilada, luego el interior se rellena con ripios y mortero. Tuvo tres puertas, la principal conocida como puerta de hierro, es por la que se accede a Calatrava la Nueva, las otras dos daban paso a la Villavieja y el albacar que forma con la muralla tercera, y en todas se utilizan sillares de roca volcánica. La muralla tercera utiliza el mismo tipo de fábrica, con una longitud de unos 770 m, una media de 14 m de altura y en torno a los 2,20 m de anchura, es la de mayores dimensiones y la mejor conservada de Calatrava la Nueva. Tiene dos puertas, la puerta del sol al sur, la puerta noreste, y dos portillos uno al norte y otro al oeste. La muralla primera es la más antigua y relacionada con el castillo, en ella también se utiliza la mampostería de cuarcita pero en este caso la fábrica es de bloques de grandes dimensiones colocados de forma irregular. Las puertas también se construyen con sillares de roca volcánica, una al norte y la puerta de los arcos al este.

2.2. El castillo y el arrabal El castillo se encuentra en el centro de Calatrava la Nueva, sobre las peñas más altas del cerro. Lo forman cinco torres de distintas alturas y un patio con muralla, todos construidos con robustos muros de mampostería de piedra cuarcita y sillares de roca volcánica en los arcos (Figuras 3 y 4). Tiene una torre-puerta con una única entrada, en la que se refuerza la defensa con un antemuro separado tan solo 1 m de la puerta, creando una especie de embudo en el acceso. Posteriormente la orden realizará importantes obras en el castillo, recreciendo los niveles superiores y habilitando nuevas estancias para adaptarlo al uso como sede militar de la orden y de la encomienda mayor.

Figura 4. Patio del castillo. crea un arrabal en el que las casas se van adosando sucesivamente a la muralla. Destacando las calles empedradas y un recinto con una solo puerta, en él se han hallado unos baños, un aljibe de dos plantas y varias casas en las que se dedica un espacio destacado a los silos y trojes donde se guardarían distintos tipos de alimentos (Figura 5).

2.3. El convento Aunque el espacio donde se levanta el convento ya estaba ocupado por el castillo y su arrabal, la orden aprovecha todos los elementos arquitectónicos con carácter militar o defensivo, como es el propio castillo o la muralla primera. Sin embargo todas las estructuras o casas pertenecientes al arrabal se arrasan o simplemente se cubren con los restos de las obras de nivelación que la orden emprende para adecuar el terreno donde levantará su convento. Aunque el espacio presentaba grandes retos desde el punto de vista técnico debido a la presencia de profundos tajos naturales y grandes desniveles, la orden

Relacionado con los orígenes del castillo, en la ladera este del cerro, entre la muralla primera y el castillo se

Figura 3. Acceso al corredor del patio.

Figura 5. Recinto del sur del arrabal.


consigue distribuir los edificios siguiendo la norma no escrita que el Císter aplica a sus monasterios, con la iglesia al norte, el claustro al sur, la sala capitular y dormitorios al este. También consigue instalar grandes aljibes en los huecos de la roca y sistemas de captación y evacuación de aguas. Los desniveles se salvan en muchos casos con calles en rampa y en otros con escaleras de obra. Los primeros edificios de la orden son amplias naves comunitarias donde cobijar a los freires de principios del siglo XIII. Junto a ellas se traza una calle con edificios destinados a diversas actividades artesanales de producción, que se encargaron de aportar los materiales necesarios para la construcción del convento. De todos los edificios del convento destaca la iglesia, construida en mampostería, es de transición del románico al gótico con un carácter marcadamente defensivo donde los contrafuertes se rematan en torrecillas y la cubierta se utiliza como paso de ronda con almenas. La fachada principal se conoce como puerta de la estrella y en ella destaca la puerta enmarcada en un alfiz y el gran rosetón que ocupa la mitad superior del cuerpo central, ambos fabricados con sillares de roca volcánica. Del interior sobresalen los arcos y nervios de las bóvedas, y los pilares y columnas, en los que también se utilizan los sillares de roca volcánica (Figura 6 y 7). Son exclusivas las pequeñas bóvedas de ladrillo de “nido de golondrina” que forman la cubierta de las tres bóvedas. Entre los siglos XVI y XVII se abren tres capillas y la sacristía en el muro norte. Estas capillas sufren un fuerte deterioro tras el abandono de Calatrava la Nueva, desapareciendo las cubiertas y todos los elementos del interior. En los años sesenta se desescombran las capillas lo que supuso el expolio casi total de los pocos restos conservados, y se tapian los arcos que las unían al interior de la iglesia. En 1992 se abren accesos a las capillas lo que nos permitió realizar trabajos de limpieza y mantenimiento, y en 2009 se cubren dos de ellas.

Figura 6. La puerta de la estrella de la iglesia.

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Figura 7. Interior de la iglesia

3. METODOLOGÍA Los trabajos de excavación que hemos realizado se han centrado en el conocido como raso de la tahona, situado al oeste del castillo, en la zona del arrabal que se encuentra fuera del convento ocupando un amplio espacio entre la muralla primera y la muralla segunda, y en varios edificios que aún conservaban rellenos de interés arqueológico, como son el torreón central del castillo o la sala capitular. En todas las intervenciones las excavaciones iban acompañadas con proyectos de restauración de los restos descubiertos. Las intervenciones generalmente se limitan a consolidar las estructuras, o a restituir las líneas de mampostería que aseguren la conservación de los restos. Solo de forma excepcional se han reconstruido algunos arcos con el objetivo de ofrecer una mejor información a los visitantes. Puede decirse que actualmente un 65% de los edificios de Calatrava la Nueva son visitables.

3.1. El raso de la tahona se convierte en la calle de los artesanos Se conocía como raso de la tahona un espacio abierto de unos 2.000 m2, que se extendía desde el patio del convento hasta la puerta de la estrella en la iglesia. La Orden de Calatrava había utilizado esta zona durante siglos como escombrera y basurero del convento, de tal modo que se llegaron a acumular hasta 5 m de rellenos. Como consecuencia de ello las únicas estructuras emergentes eran dos grandes edificios abovedados construidos en mampostería, el Edificio I situado a los pies de las altas peñas sobre las que se levanta el castillo, y la que hemos denominado vivienda de los artesanos que se encuentra adosado a la muralla segunda, y permanecía casi enterrado. Tenía una escalerilla por la que se bajaba al interior, habilitada hacia el año 1950 para ser utilizada como almacén por parte del guarda del castillo.

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Entre 1992 y 1994 se realiza la primera excavación arqueológica en esta zona, con el objetivo de retirar los niveles de escombros y descubrir las estructuras. Más tarde entre 2001 y 2006 se excava de forma individual cada unos de los edificios, descubriéndose entonces la calle del siglo XIII y otras estructuras asociadas a ella (Figura 8).

Una vez que se excavan las estructuras se pone en marcha el proceso de recuperación y consolidación de los muros, la calle y los interiores de los edificios a través de los programas de Escuelas Taller y Talleres de Empleo, con el objetivo de facilitar a los visitantes, el acceso y la comprensión del uso que todos ellos tuvieron en el siglo XIII.

En el tramo central de la calle se excava una nave abovedada con terraza que servía de acceso al paso de ronda de la muralla segunda. En el interior conservaba los poyetes adosados a los muros que se utilizarían para funciones diversas e incluso como camastros para descansar (Figura 9). Enfrente de la vivienda descubrimos un horno de barro en el que se cocían los ladrillos y tejas necesarios para la construcción del convento. Y en el extremo norte a ambos lados de la calle, aparecen los restos de las fraguas en las que se producían todos los elementos metálicos destinados a las obras del convento. Aquí documentamos cuatro pequeños hornos excavados en el suelo así como cazos para el trasiego del mineral fundido, herramientas como martillos, tenazas y punzones. En estas fraguas se trabajaba hasta obtener el producto final como muestran los numerosos huesos recuperados que se utilizaban como yunque para dentar y afilar sierras y hoces (Figura 10).

En la zona central de la calle se descubren varias estructuras que fueron utilizadas como vivienda, cuadras, almacenes y una posible calera, destacando un molino de sangre o tahona. Se trata de un edificio adosado a la muralla segunda de 28 m de longitud, 8 m de anchura y 5 m de altura, en cuyo interior funcionaban dos muelas simultáneamente accionadas por equinos. Tenía 9 arcos de ladrillo y cubierta de madera, entre dos arcos del extremo norte hay un abrevadero que se comunica por medio de un atanor con una pequeña balsa situada al exterior en la calle, de modo que el agua pasaba directamente desde la balsa al interior del molino. Junto a este abrevadero había un establo para los animales. Entre los arcos se levantaron murillos que servirían para sustentar un nivel intermedio de madera. Transversalmente lo cruza un albañal que recoge las aguas residuales de la calle y las evacua fuera de la muralla.

Figura 9. Interior de la vivienda de los artesanos.

Figura 8. Tramo centro y norte de la calle de los artesanos en 1991 y 2011.

Figura 10. Huesos utilizados como yunque para dentar sierras y hoces.


En su interior se encuentran numerosos fragmentos de piedras de molino y dos de ellas completas, una bajera y una volantera. También se recuperan útiles usados en el molino como son dos paletas, un cubo y parte del engranaje, en el suelo parecen varias monedas de Alfonso I de Aragón y Alfonso X. Aquí, al igual que con las estructuras de las fraguas la vivienda y el horno del norte de la calle, después de la excavación se restauran los muros del molino, los albañales y el pavimento de la calle. En el interior, excepcionalmente, se reconstruyen cuatro arcos del interior del molino con el objetivo de reproducir un tipo de maquinaria semejante a la que debió tener. Sin embargo esto último no ha sido posible llevarlo a cabo por falta de medios. Nos pareció importante que los visitantes pudieran ver (para una mejor comprensión) cómo funcionaban este tipo de tahonas, pues al tratarse de molinos urbanos que se instalaban para abastecer principalmente a las ciudades amuralladas, el desarrollo urbano y el paso del tiempo los han hecho desaparecer quedando tan solo en su versión de molino de aceite.

3.2. Excavaciones bajo la sala capitular La sala capitular se encuentra en la panda este del claustro. Es el edificio más importante, después de la iglesia, del convento cisterciense. Fue desescombrada

Figura 11. El “raso de la tahona” en 1991 antes de la excavación y el molino de sangre y edificios colindantes en 2006.

en los años sesenta y setenta del siglo pasado, a la vez que se tabican las ventanas del muro este. Esos trabajos dejaron al descubierto unos muros adosados a los primeros del siglo XIII, con los que se replantea el interior de la habitación, que pasa de tener una planta irregular a otra rectangular. También afloraban parte de las gradas que rodean esta sala (Figura 12). En 1992 comenzamos los trabajos para la recuperación integral del edificio. Se consolidan los muros y posteriormente se le instala una cubierta para preservar los restos conservados en el interior. En 2001 durante las excavaciones del espacio central descubrimos que debajo se habían conservado varias estructuras. Junto a las gradas del este había seis enterramientos, los cuatro centrales con diferentes tipos de estructura funeraria: dos con fosa antropomorfa, uno con fosa rectangular de mampostería y otro de ladrillo. Los enterramientos de los extremos habían sido depositados en la tierra solo con una caja de madera. Los enterramientos se producen de forma sucesiva y en la prueba de radio carbono realizada a uno de ellos nos muestra una cronología de en torno al año 1200 (Figura 13). Junto a los enterramientos se encuentran varios muros pertenecientes a dos almacenes del arrabal que ocupaba la zona antes de que la orden se estableciera aquí. De ellos el más interesante es el situado al sur, con muros de base de mampostería y muros de tapial, fue destruido después de un ataque en el que se quema el contenido que almacenaba. Aquí se recuperan contenedores fabricados con tejidos vegetales que guardaban cereales, castañas, melocotones y habas; también una olla con vidriado interior y junto a ellos una mano humana, además de numerosas puntas de flecha. Un análisis de radio carbono de estos materiales los adscriben también hacia el año 1200 (Figura 14). No ha sido posible concluir los trabajos de restauración del interior de la sala capitular, donde se mantienen la mayoría de los materiales y restos humanos, a la espera de que se lleve a cabo la adecuación del espacio, para permitir su exposición a los visitantes.

Figura 12. La sala capitular en 1991.

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

3.3. El recinto del arrabal En el siglo XII existía un arrabal que ocupaba un extenso espacio entre la muralla primera y el castillo. Por el momento solo se ha excavado parcialmente un recinto que cierra el arrabal por el sur. Toda la zona estuvo cubierta por una escombrera generada como consecuencia de las obras que la orden realiza desde principios del siglo XIII hasta el siglo XVIII en el nivel superior donde se construye el convento. En los años sesenta y setenta del siglo pasado se vuelve a utilizar como escombrera, de modo que se depositan aquí los escombros que se extraían del interior del convento (Figura 15).

Sobre los restos de una casa situada junto a la entrada de los baños, documentamos el mismo tipo de material carbonizado (cereales, tejidos, cuerdas etc.) que habíamos encontrado bajo la sala capitular. Esto sucede porque la orden desplaza sobre este lugar los restos de los trabajos de nivelación que realiza previamente a la construcción del convento. Aunque solo hemos podido excavar el interior de tres casas, las estructuras muestran un amplio espacio destinado, principalmente al almacenamiento de alimentos, así como a la transformación de otros como es el caso de una posible tahona en el extremo sur y un lagar en el norte. Es especialmente interesante, por su buena conservación, la mazmorra abovedada que formaba parte de una torre de dos plantas, reutilizada posteriormente por la orden como torre albarrana. Solo tenía una entrada, abierta en la clave del centro de la bóveda y una pequeña saetera en el muro sur, en el interior se conservaban tres camastros que los propios presos construirían para mejorar las condiciones de habitabilidad (Figura 16).

Figura 13. Restos descubiertos bajo el suelo de la sala capitular. En el interior del recinto hay once estructuras, la mayoría son pequeñas casas de unos 8 m de longitud y 4 m de anchura, con una o dos habitaciones, puerta de arco de ladrillos (algunas tuvieron antes arcos de roca volcánica). En el interior suelen tener silos o trojes enlucidos con varias capas de mortero rico en cal, preparados para contener alimentos. Entre la muralla y la calle empedrada existen hasta tres líneas de habitaciones adosadas unas a otras. En las situadas al oeste junto a la roca natural solo conocemos una línea de construcción, en la que se encuentran unos pequeños baños, un aljibe de dos plantas y una torre con mazmorra.

Figura 14. Restos hallados en un almacén bajo la sala capitular.

Figura 15. El recinto en 2001 y 2012.


4. RESULTADOS En la zona del recinto, y una vez que se han definido superficialmente las estructuras, se ha llevado a cabo la consolidación de todos los muros, añadiéndole dos hiladas de mampostería en los muros y de ladrillos en las puertas, con el objetivo de impedir el deterioro de los restos originales. En aquellas casas en las que se ha excavado hasta el nivel de uso, también se han consolidado los enlucidos de los silos y los suelos.

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En el edificio de los baños, los ladrillos de los arcos que formaban parte de la bóveda de la cubierta y los del arco de la puerta de la entrada, han sido restaurados para evitar su pérdida (Figura 17). Calatrava la Nueva conservaba un buen número de edificios en muy buen estado, gracias a que en su construcción se utiliza la mampostería de piedra cuarcita y el mortero de cal y arena, y a que con las intervenciones de restauración de los años sesenta y setenta se consigue paralizar el deterioro de los principales edificios como el castillo o la iglesia. Nuestra aportación entre 1991 y 2011 ha tenido como objetivo la restauración de los elementos emergentes ya conocidos. Pero sobre todo, a través de las campañas de excavación, hemos podido ofrecer nuevos datos sobre el origen del castillo y los procesos de formación del convento desconocidos hasta entonces. También hemos dotado al conjunto, de información a través de paneles que se han ido renovando a lo largo de los años adaptándolos a los nuevos hallazgos.

5. CONCLUSIONES Siempre hemos sido conscientes de la inmensa suerte de contar con un castillo-convento de la envergadura de Calatrava la Nueva, y como dijimos al principio el objetivo de nuestras propuestas de excavación,

Figura 17. Baños del recinto.

restauración e información, siempre han estado destinadas a avanzar en el conocimiento sobre su historia a través de la recuperación de sus edificios. Pero sobre todo hemos querido acercar a los ciudadanos, en la mejor de las condiciones, tanto el acceso a este complejo monumento como la posibilidad de que se conozcan los resultados de la investigación.

AGRADECIMIENTOS Tanto las excavaciones como la restauración han sido posibles gracias al buen trabajo de los obreros de Aldea del Rey y Calzada de Calatrava que desde 1991 a 2011 han participado en las Escuelas Taller, Talleres de Empleo y campañas de excavación, así como a los técnicos y monitores que han participado. Especialmente a mis compañeros Concha Claros, Ángel Aranda y Petra Martín, que siempre me han ayudado. Y a Miguel Ángel Blanco de la Rubia por su documentación fotográfica y porque él me enseñó a amar a Calatrava la Nueva.

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NUEVOS HALLAZGOS DEL ASENTAMIENTO PÚNICOROMANO EN LA LADERA NORTE DEL CERRO DE SAN MIGUEL, ALMUÑÉCAR (GRANADA) NEW FINDINGS OF THE PUNISH-ROMAN SETTLEMENT IN THE NORTH SLOPE OF SAN MIGUEL HILL, ALMUÑÉCAR-GRANADA

Iván Sánchez Marcos SKS ARQUEOLOGÍA Y PATRIMONIO Autor de contacto/Contact author: Iván Sánchez Marcos, activisamo@gmail.com, infosksarqueologiaypatrimonio@gmail.com

RESUMEN Se identifican cultura material y estructuras de asentamiento con niveles cronológicos púnico-romanos en varias zonas del casco histórico de Almuñécar gracias a la intervención arqueológica preventiva en calle Cobertizo y Carmen Baja. Elementos que constituyen ejemplo de continuidad del asentamiento en el cerro de San Miguel, pero en concreto, en el espacio constituido por la ladera norte del mismo cerro, se puede dilucidar cómo desde las intervenciones arqueológicas realizadas en los años `80 el espacio en el que se localizan materiales púnicos está claramente centrado en un sector más delimitado que los romanos, ya que éstos materiales aparecen conjuntamente en todo el enclave nor-este, lo que viene a exponer con total claridad el uso del espacio en época romana con mayor continuidad y mayor suma de perímetros orográfico. En este estudio venimos a exponer elementos no sólo reconocidos en el trabajo de campo a través de la arqueología preventiva si no a su vez del estudio pormenorizado en laboratorio con respecto a los materiales hallados. PALABRAS CLAVE: Fenicios; Púnicos; Kuass; Campaniense; Terra sigillata.

ABSTRACT It identifies material culture as well as settlement structures with Punic-Roman chronological levels in several areas of the historic center of Almuñécar, thanks to the preventive archaeological intervention in Cobertizo and Carmen Baja streets. Elements that constitute an example of the continuity of the settlement in the hill of San Miguel, but in concrete, in the space constituted by the north slope of the same hill, it is possible to be elucidated how from the archaeological interventions realized in years’ 80 the space in which Are located Punic materials is clearly centered in a more delimited sector than the Romans, since these materials appear together throughout the north-east enclave, which comes to expose with total clarity the use of space in Roman times with greater continuity and greater Sum of orographic perimeters. In this study we come to expose elements not only recognized in the field work through preventive archeology but in turn the detailed study in laboratory with respect to the materials found. KEY WORDS: Phoenician; Punics; Kuass; Campaniense; Terra sigillata.

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

1. INTRODUCCIÓN El casco histórico de Almuñécar, protegido desde 2014 como B.I.C (bien de interés cultural) como conjunto histórico e inscrito en el Catálogo general de Patrimonio histórico de la Junta de Andalucía, estipula que cualquier tipo de obra que se lleve a cabo en el mismo deberá previamente proceder a una actividad arqueológica de carácter preventiva, a través de excavación arqueológica mediante sondeos o en extensión, o como es el caso de la que se expone en este artículo un control de movimiento de tierras. (Ley 14/2007 de Patrimonio Histórico de Andalucía, Art. 59) Debido a la reurbanización de distintas calles localizadas en la ladera norte del cerro de San Miguel, como son calle Cobertizo y Calle Carmen Baja, se solicita para su autorización actividad arqueológica preventiva siendo la misma confirmada en resolución motivada, comenzando por lo tanto los trabajos arqueológicos el día 9 de febrero de 2016. La importancia del asentamiento del propio cerro ha sido la clave para la obtención del máximo nivel de protección y cautela que marca la normativa vigente andaluza en Patrimonio histórico-arqueológico y de ahí que aunque a día de hoy no exista un proyecto general de investigación específico del mismo, gracias a las distintas intervenciones que se han podido realizar desde los últimos años en el cerro por parte del redactor de estas palabras han dado conocimiento del uso espacial en distintas épocas quedando constancia del mismo en la cultura material además de sus construcciones, las cuales podemos identificar e interpretar.

Figura 1. Material fenicio hallado en Almuñécar. cuales vienen a confirmar el poblamiento de la ladera norte del cerro de San Miguel con un espacio ocupado que alberga un mayor número de metros cuadrados en distintos períodos cronológicos y por lo tanto la continuidad de ocupación de los sectores intervenidos en nuestra actividad arqueológica preventiva.

2.1. Descripción Calle Carmen Baja Hemos podido relacionar un gran espacio del cerro que alberga un perímetro total de 234.9627m² con una oscilación de cota desnivelada de 17m, consiguiendo localizar el propio contexto geológico del cerro que provocó las estructuras necesarias para subsanar dicho desnivel y ubicar el asentamiento en esta ladera del cerro de San Miguel.

2. OBJETIVOS Es de sobra conocida la actividad arqueológica realizada desde finales de las décadas de los `60 y `70 en el término municipal de Almuñécar, dando resultados más que satisfactorios con los hallazgos de grandes yacimientos arqueológicos en el municipio y comenzando con ello una serie de intervenciones en el propio cerro de San Miguel que han dado conocimiento del estado del poblamiento arcaico del cerro y su estudio detallado en distintas épocas. A partir de la década de los `80 comenzamos a vislumbrar una amplia red de intervenciones, que albergan un estudio pormenorizado de cada uno de los emplazamientos con mayor importancia arqueológica que se encuentran en Almuñécar. Es en este período en el que se comienzan a intervenir en varias parcelas muy cercanas a nuestro emplazamiento estudiado, las cuales van a sacar a la luz elementos propios de la cultura material, con horizontes datados muy específicos, que se usarán como variable comparativa con nuestros objetos de estudio, los

Figura 2. Cotas comparadas y elevación total. Durante los trabajos realizados en las distintas calles del casco histórico de Almuñécar, se han podido ir visualizando elementos superpuestos de distintos períodos cronológicos e inclusive la mezcolanza de cada uno de ellos, en arqueología se definen a estas alteraciones como procesos postdeposicionales (Bahn, P y Renfrew,C: 2007), ya que son consecuencia de una modificación espacial una vez asentado o depositado en posición primaria. Una de las características muy llamativas de cualquier intervención en el casco histórico


de Almuñécar es su nivel de rellenos arqueológicos uno encima de otro continuamente, alterándose entre sí, mezclándose y a su vez diferenciando cada uno de los mismos por su diferente cultura material tan rica. Como no podía ser de otra manera, en esta intervención ha sucedido el símil expuesto con anterioridad, quizás una de las curiosidades a indicar es la verificación estratigráfica, de esas unidades claramente alteradas, rellenos, y el comienzo de la estratigrafía “pura” o sin alterar en demasía conjuntamente con el aporte de material arqueológico de una cronología más específica. Por lo tanto más exhaustiva a la hora de datar con mayor eficacia los estratos inalterados. Una de las características que hemos podido comprobar durante la intervención en la zona C es, además de la reutilización de los espacios habitacionales, construcciones anteriores, etc., es el siguiente. Éste se debe a la complejidad geológica que forma el Cerro de San Miguel, el cual se compone de pizarradolomita propia del complejo alpujárride. Ésta en ciertas ocasiones moldea el relieve sobre el cual se va erigiendo el poblamiento desde la cúspide del mismo hasta el aprovechamiento de las laderas. Se puede comprobar perfectamente en la foto la presencia en relieve de niveles geológicos en esta parte de la ladera, los cuales se han podido verificar en nuestra intervención. Demostrándose con estas evidencias como se ha ido aprovechando el espacio geológico y reutilizando con ello los materiales y estructuras halladas para construir encima. La prueba la tenemos en la fotografía nº 3, la cual nos muestra cómo los cimientos de un edificio actual se asientan en unos muros de ladrillo encalados, de cronología moderna-contemporánea, que éstos a su vez se asientan sobre estructuras romanas, afectadas por los mismos además de las acometidas anteriores. Comprobando durante el estudio de estas estructuras que a partir de cotas mayores a 2,00m en superficie,

comienzan los estratos “puros” o inalterados comentados con anterioridad. El mayor número de material arqueológico en esta zona corresponde con cronología tardo romanas, siglos IV-V d.n.e lo que nos está demostrando que la capa de rellenos de casi 2,00m de altura corresponden a horizontes medievales, de ahí la mezcla masiva de materiales con preponderancia en los siglos XI-XIII-XV d.n.e hasta la actualidad.

2.2. Descripción Calle Cobertizo Una de las características más determinantes de esta parte de la intervención, es la remoción previa de los estratos en la calle, ya que pudimos comprobar la introducción de una acometida con anterioridad tanto de saneamiento como de pluviales provocando la alteración primaria de la deposición del material cerámico, que posteriormente hemos localizado en nuestra actividad arqueológica de control de movimiento de tierras. Pudiendo discernir en primer lugar, que dicha acometida altera la deposición del terreno y por lo tanto dicha obra es ilegal, ya que incumple la normativa de patrimonio estatal y autonómica al no cumplir con la pertinente autorización de actividad arqueológica, tal y como en la actualidad esta misma actuación sí cuenta con ella. En segundo lugar, impide con claridad científica atestiguar la veracidad de la composición primaria de los materiales que se atestiguan y que conforman parte de la hipótesis que se plantea en este estudio, la continuada ubicación de la parte baja de la ladera norte desde época colonial fenicio-púnica hasta la actualidad. Sin embargo al poder comparar materiales con los ejemplos arqueológicos cercanos que inciden en similares características se decide incluir estos datos en el proceso de realización de este estudio. Perfil Oeste, como bien se refleja en la figura 4, en el que se localiza una alta densidad de material cerámico, sobretodo cerámica de almacenaje (Ánforas), con cronología romana, ya que podemos asociar varios fragmentos de cerámica de terra sigillata y campaniense. Lo que nos indica este tipo de hallazgo es sin duda, la similar situación con respecto a la calle Carmen baja. Evidenciándose una clara alteración de la estratigrafía que engloban estos materiales, llegando a comprobar que existen una inversión estratigráfica y una mezcla de materiales debido a estas intervenciones anteriores.

Figura 3. Contexto geológico aprovechado para construir

Después de intervenir en 6 tramos longitudinales, comprobamos cómo a lo largo de la calle obedeciendo a la orografía propia del cerro de San Miguel, el propio desnivel nos va indicando el tipo de material cerámico con densidad media-alta y la ausencia del mismo dependiendo de la cota, según vamos aumentando la altitud.

Nuevos hallazgos del asentamiento púnico-romano en la ladera norte del cerro de San Miguel, Almuñécar (Granada) Iván Sánchez Marcos

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

3. METODOLOGÍA Las actuaciones previstas, se realizarán dentro del ámbito espacial afectado por la realización de las obras de reurbanización en calles Carmen Baja y Cobertizo de Almuñécar, Granada. La actuación está planteada dentro del estudio ambiental y medidas correctoras del proyecto. Con el fin de evitar posibles impactos sobre el patrimonio se realizará un Seguimiento Arqueológico de los movimientos de tierra necesarios para las obras de reurbanización en dicha calle, por personal técnico competente, previo al inicio de los trabajos a efectos de identificar posibles yacimientos arqueológicos no catalogados, cuyo resultado se trasladará a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Asimismo, durante la fase de movimientos de tierras, se realizará el seguimiento y vigilancia de las obras. En el caso de localizarse algún yacimiento, se procederá a la paralización de las obras en ese tajo, comunicando el hallazgo a la Dirección Provincial de Cultura de Granada o al Ayuntamiento donde se produzca el hallazgo”. Sobre la base de las propuestas del informe y a las determinaciones expuestas, la intervención arqueológica que planteamos consistirá: • Seguimiento Arqueológico, Control Movimiento de Tierras, en toda la superficie afectada por las obras en dicha calle, realizado con metodología científica, dirigida al estudio, investigación o detección de vestigios arqueológicos o paleontológicos. • Para la extracción de materiales muebles se procederá según la metodología arqueológica al uso. Dependiendo de la clase de material y el estado de conservación se optará por las técnicas más adecuadas de extracción, siempre que permitan conservar su integridad física.

3.1. Fase 1: Trabajo de campo Vamos a centrarnos en las subdivisiones de las zonas donde el material y las unidades estratigráficas han determinado mayor porcentaje de material más concluyente. Es imprescindible situarnos en el contexto cartográficoarqueológico, éste nos muestra una clara reutilización de los espacios urbanos en el propio cerro de San Miguel desde época prehistórica reciente, como se documentaba en el entorno de la cueva siete palacios hasta nuestros días, todo esto lo expongo porque es necesario conocer cómo nos encontramos los arqueólogos los materiales una vez son localizados en el contexto arqueológico. Desde la dirección del equipo técnico decidimos subdividir la calle en zonas desde la A hasta la E para

poder individualizar mejor y más controlada la labor arqueológica y así proceder en un mayor control espacial de los aspectos puramente geológicosestratigráficos-arqueológicos. Así también durante esta intervención, hemos podido asignar el asentamiento en los distintos períodos del poblamiento romano en la ladera nor-este, ya que en la denominada por el equipo como Zona E, se han podido verificar estructuras de canalización de aguas residuales, parece ser la hipótesis más acertada, junto con restos de elementos constructivos propios de viviendas, ya que se ha podido comprobar la existencia de restos de estucos, frisos y relieves ornamentales. Eso sí todos y cada uno de ellos en estado puramente afectado por dichos procesos de remoción con anterioridad expuesto que acentúan la explicación de la superposición de elementos que se asientan ante los anteriores y son destruidos por los posteriores. Con respecto a la calle cobertizo, indicar un símil estratigráfico el cual nos indica y confirma con ello, que las remociones son acuciantes y con ello el poblamiento continuado de toda esta ladera nor-este.

3.2. Fase 2: Estudio de materiales Tratando los objetos de esta manera, se pretende lograr que estos bienes históricos puedan servir de documento material, a partir del cual, la arqueología pueda contribuir al estudio y conocimiento científico del proceso histórico en general. Procediendo a una limpieza generalizada del bien mueble, consistiendo en un enjuague con agua clara para evitar corrosión y afección a la decoración. Una vez terminada la fase de enjuague se deja secar al aire hasta que deje de tener humedad, hay que indicar que en estos casos, al tratar con material cerámico, la humedad afectaría no sólo el propio análisis de la pieza, si no a la vez la propia estructura interna de la misma y por lo tanto proteger el bien mueble. Una vez en laboratorio se realizan fotografía específicas, analizando las tipologías, desgrasante y tipo de arcilla, decoraciones además de datar cronológicamente el material cerámico.

4. RESULTADOS 4.1. Resultado Estamos ante un espacio donde se ha habitado desde época prerromana, hasta la actualidad. Con anterioridad se puede dilucidar que toda esta parte del cerro, más hacia la parte baja del cerro en su cara norte, lo que a día de hoy sería calle cobertizo, calle real, tenemos elementos de cronología romana, e incluso anterior, ciertos platos de engobe rojo, cerámica ibérica, y según vamos subiendo, en las cotas en las que hemos


trabajado, se va transformando la cronología hacia la edad alto medieval, como es el caso de los tramos 2 y 3 de la zona E de Calle Carmen baja, también de la zona C se ha podido localizar esa mezcla de material arqueológico.

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Estaríamos hablando de cotas de relleno de 1,50m aproximadamente con mezcla de material. A partir de 2,00m estaríamos hablando de posibles estratos inalterados o con porcentaje mínimo de alteración. Zona baja del cerro, densidad material antiguo con mayor densidad, según vamos subiendo, se va mezclando y aparecen materiales medievalesmodernos. Se normaliza en zona c de Carmen baja, con más densidad medieval, y en zona E, comenzamos con tardo romano-medieval-moderno. Densidad alta en tramo 1, media en 2 y baja en 3. Importante señalar, la posible ubicación de un canal de desagüe dirección nor-este, de material constructivo romano, cal grasae y opus signinum.

Tabla 1. Número total de material prerromano Carmen Baja: Zona A

3 piezas

Carmen Baja: Zona E

1 pieza

Cobertizo

5 piezas

Tabla 2. Número total de material romano de la intervención Carmen Baja: Zona A

4 piezas

Carmen Baja: Zona B

1 pieza

Carmen Baja: Zona C

7 piezas

Carmen Baja: Zona D

0 piezas

Carmen Baja: Zona E

5 piezas

Cobertizo

13 piezas

Figura 4. Material cerámico en perfil oeste, tramo 2.

5. CONCLUSIONES Después de contextualizar cada una de las estratigrafías observadas en ambas calles, con sus respectivas zonas intervenidas, como es el caso de Carmen baja además de los distintos tramos de Calle Cobertizo, una de las premisas que desde las primeras intervenciones arqueológicas realizadas en pleno casco histórico de Almuñécar se divisa, es la superposición cronológica. Afección total y parcial de elementos cronológicos distintos y las mezclas estratigráficas observables en los correspondientes espacios estudiados. Con todo ello se puede advertir del gran potencial que se obtiene al excavar en el casco histórico sexitano. Por todo ello, una de los objetivos marcados por la dirección de esta intervención, era localizar ciertos estratos parcialmente puros, o poco alterados por acometidas anteriores, remociones modernascontemporáneas y poder localizar en zonas específicas del cerro de san miguel, horizontes cronológicos medianamente aceptables para poder delimitar unidades estratigráficas. Se ha conseguido, por ejemplo, en el tramo 2 de la zona C de Carmen baja, afirmar que tras una potencia de rellenos de 1,90m con mezcla de material modernocontemporáneo, medieval e incluso tardoromano, comienzan a aparecer estratos no alterados con material de mucha calidad desde Terra Sigillata Hispánica, Africana, Pasta Vitrea, Estuco. Por lo que gracias a las cronologías absolutas obtenidas por la cerámica podemos afirmar que entran dentro de los parámetros lógicos y por lo tanto estaríamos hablando en conclusión de que en esta zona con cotas superiores a los 2,00 metros hallaríamos material y elementos puros. Una conclusión similar nos ocurre con la intervención en calle Cobertizo, ya que según hemos ido ganando desnivel, dirección sur-este, hemos ido encontrándonos material más mezclado de cronologías diversas, y a su vez un porcentaje cada vez más reducido de períodos más antiguos, también llegando a la conclusión de que

Nuevos hallazgos del asentamiento púnico-romano en la ladera norte del cerro de San Miguel, Almuñécar (Granada) Iván Sánchez Marcos


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Figura 5.Material cerámico procedente del Tramo 2 de calle Carmen Baja [Zona A]. en los tres primeros tramos de calle cobertizo, junto a la calle real e inclusive en el segundo podríamos indicar que con cotas superiores a los 2,00m podremos localizar material no alterado, ya que la existencia de tal cantidad de material alterado, mezclado pero de tan alta calidad y cronologías tan antiguas nos demuestra la hipótesis planteada. Al igual que los resultados obtenidos en la zona a de carmen baja, lo que confirma que el material más antiguo de corte fenicio-púnico identifica un asentamiento ya establecido entre estos dos sectores propios de la ladera norte alrededor del siglo VIII-VII a.n.e Este tipo de material como bien hemos explicado con anterioridad, demuestra no sólo la calidad de las piezas, si no que a su vez la probabilidad existente en que, como bien se ha expresado en la hipótesis de cotas superiores, en estas zonas en concreto nos depararía un excelente material y por lo tanto elementos ocupacionales poco alterados, necesitando un estudio de la ladera norte del cerro de San Miguel más en profundidad. También hay que indicar la importancia de la localización en la zona E de la calle Carmen baja, de restos de Opus signinum, Estuco, Cal Grasa y distintos elementos y material no sólo constructivo

sino también cerámico que avalan la teorización de la evidente localización de un posible canal de agua/ desagüe procedente de la zona alta del cerro, para mayor especificidad, procedente del Criptopórtico de la denominada en nuestros días como “Cueva de los siete Palacios”, actual Museo Arqueológico Municipal. Hipótesis ya planteada por Molina fajardo (2000, 114116) y Ruiz Fernández (1990), en la que se explica la posible relación del canal interno del Criptopórtico como zona de desagüe de las cloacas procedentes al foro romano de la ciudad en la zona superior, en la actual plaza de Eras del castillo. Con respecto al planteamiento de Ruiz Fernández (1990, 454), éste cita un segundo canal localizado en la cueva de los siete palacios, cuya sección sería igualmente rectangular, pero de dimensiones inferiores a la principal “escasamente cubría las dimensiones de una tubería de cerámica normal” (1990, 454), diagonal al canal anteriormente descrito, del que considera sería una derivación. (Sánchez López, E. 2012). Indicando con relevancia el posicionamiento de los asentamientos poblacionales de ambas cronologías bien diferenciadas en esta parte del cerro que alberga el casco histórico de Almuñécar. Para terminar detallando que la potencia arqueológica con la que hemos trabajado en esta intervención en su


conjunto ha sido de 1,20m-1,50m aproximadamente, localizando en todo momento materiales y elementos del período medieval, totalmente mezclado, alterados y afectados total o parcialmente. Hemos podido comprobar cómo a lo largo de la época moderna y contemporánea los espacios urbanos dentro del cerro de san miguel se utilizaban como zonas de vivienda y para ganadería, la gran mayoría para pocilgas o gallineros, el ejemplo perfecto es el C.E.1 localizado en la Zona E de Carmen baja, como se reutilizó un espacio utilizado con anterioridad, quizás como parte de vivienda, patio, pocilga o gallinero. Pero con la contemporaneidad, el espacio urbano pasó a utilizarse de modo colectivo, cediendo espacio a la incorporación de las acometidas de darros, como se ha podido comprobar dichos espacios se re urbanizan adaptándose al terreno.

AGRADECIMIENTOS Agradezco a todas las personas que en su justa medida han podido contribuir a la realización de este trabajo. Desde la propia intervención arqueológica de campo, en su día a día con cada uno de los tramos que hemos ido abriendo en post de la protección del patrimonio arqueológico andaluz y en especial en busca del potencial histórico a interpretar, el cual está reflejado en este trabajo. Mi especial gratitud a mis niñas, las que me sufren día a día con este amor apasionado que tengo a mi profesión y a la ciencia que intento llevar a cabo en cada uno de mis proyectos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Bahn, P y C. Renfrew (2007): Arqueología; métodos, técnicas y teoría. Akal. Beltrán Lloris, M. (1990): “GUÍA DE LA CERÁMICA ROMANA”, Libros Pórtico, Zaragoza. Fernández García, Mª I. “INTRODUCCIÓN AL CERÁMICA ROMANA: referencia”; monográfico nº Arqueología e Historia.

y M. Roca Roumens: ESTUDIO DE LA Una breve guía de 1 de CVDAS, revista de

Molina Fajardo, Federico (2000): “ALMUÑÉCAR ROMANA”. Molina Fajardo, F. y A. (2009): Bannour Aitazzizi, A.. “ALMUÑÉCAR ISLÁMICA”. Ramón Torres, J. “LA CERÁMICA FENICIA DEL MEDITERRÁNEO EXTREMOOCCIDENTAL Y DEL ATLÁNTICO (S. VIII - 1R. 1/3 DEL VI AC). PROBLEMAS Y PERSPECTIVAS ACTUALES”. Proceedings of the International Conference held in Rome, 26th February 2010. Ramón Torres, J. (1999): “LA CERÁMICA FENICIA EN OCCIDENTE: Centro de producción y áreas de comercio”, Actas del I seminario internacional sobre temas fenicios, Alicante. Sánchez López, E. (2012): “AQUA SEXITANA”, editorial de la UGR, 2012. VV.AA: “Patrimonio Arqueológico de la costa de Granada: de la prehistoria a la Edad Moderna”, ISBN: 978-7807-456-3/D.L: GR-2778/07.

NOTAS ACLARATORIAS 1

Marca comercial del empresario autónomo, Iván Sánchez Marcos, arqueólogo y antropólogo físico y forense. Nuevos hallazgos del asentamiento púnico-romano en la ladera norte del cerro de San Miguel, Almuñécar (Granada) Iván Sánchez Marcos

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL


MOTIVACIONES Y RESULTADOS DE LA PRIMERA CONVENCIÓN DE PROFESIONALES DEL SECTOR DE LA ARQUEOLOGÍA: MEETARCH MOTIVATIONS AND RESULTS OF MEETARCH FIRST EDITION, PROFESSIONAL ARCHEOLOGY CONVENTION

Pablo Guerra García Universidad Politécnica De Madrid Autor de contacto/Contact author: Pablo Guerra García, p.guerra.garcia@sapac.es

RESUMEN El MEETARCH nace en el año 2015. Como objetivos prioritarios, la junta directiva de la Sección de Arqueología del CDL Madrid, en su línea de actividades orientadas a reforzar el espíritu colectivo, se había propuesto la creación de un evento que congregase a toda empresa, colectivo, u organización del sector de la Arqueología, con el objetivo de darse a conocer en un sector profesional en el que, por desgracia, prima el individualismo y el desconocimiento por el trabajo ajeno. En ambas ediciones del METARCH -2015 y 2016- se consiguió reunir a instituciones de la talla del CDL de Aragón, la Universidad Complutense de Madrid o el CSIC, así como a empresas y entidades procedentes de Castilla y León, Galicia, Castilla-La Mancha e incluso de fuera de España. Empresas de arqueología, departamentos universitarios, editoriales y colectivos sociales aceptaron el reto y se dieron a conocer a un público muy variado (universitario, profesionales, aficionados, administraciones...). Además se desarrollaron actividades como vuelos de dron, conferencias, demostraciones, etc. en un buen ambiente en el que se combinaron la divulgación con la toma de contactos profesionales. Como coordinador de este evento me siento satisfecho por los resultados obtenidos, aunque la respuesta de los colegiados como asistentes fue muy baja (no superaron apenas el 20 % de la asistencia media). El MEETARCH debe entenderse como un espacio de reunión para todo tipo de profesionales. Sin un espíritu colectivo, este sector seguirá sumido en el ostracismo. Además este evento ha servido de investigación para conocer el estado de salud de la profesión y de los profesionales. Dejando al margen las disputas competenciales, en el MEETARCH pudimos juntar a empresas que rivalizan por un mercado escaso. Sin embargo, allí estuvieron y allí demostraron que, iniciativas como ésta, demuestran que es posible avanzar como colectivos profesionales reales.

PALABRAS CLAVE: Arqueología; Colectivo; Profesionalidad; Compañerismo; Honestidad; Mercado.

ABSTRACT MEETARCH was born in 2015. As priority objectives, Board of Directors of Sección de Arqueología ( CDL Madrid), in its line of activities aimed at strengthening the collective spirit, has proposed the creation of an event that brings together every company, Collective, or organization from the archaeology sector, with the aim of becoming known in a professional area in which, unfortunately, stand out the individualism and acknowledgement about the work of others. In both editions of METARCH -2015 and 2016 - we met together institutions like CDL Aragón, Universidad Complutense de Madrid and CSIC, as well as the companies and entities coming from Castilla y León, Galicia, CastillaLa Mancha and even from outside Spain. Companies of archaeology, university departments, publishers and social groups accepted the challenge and get to know varied public (university, professionals, amateurs, administrations ...). In addition activities were developed as drone flights, conferences, demonstrations, etc. We achieved a perfect situation in which the disclosure was combined with the making of professional contacts. As coordinator of this event I am satisfied with the results obtained, although the response of the collegiate as attendees was really low (around 20% of public assistance). MEETARCH should be understood as a meeting space for all professionals. Without a collective spirit, this sector will continue to be ostracized. Although this event has served as a research to know the real situation of the profession and professionals. Over and above the business disputes, in MEETARCH Convection we were able to join companies that compete for a scarce market. However, many companies came to the event and demonstrated that is possible improving the professional collectives.

KEY WORDS: Archeology; Collective; Professionalism; Camaraderie; Honesty; Market.

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Motivaciones y resultados de la primera convención de profesionales del sector de la Arqueología: Meetarch Pablo Guerra García


1. INTRODUCIÓN ¿Qué es el MEETARCH? El MEETARCH no es solo un evento, una convención o una “feria”, como se le ha llamado en algunos círculos. El MEETARCH no es solo una excusa para que los profesionales de todas las ramas nos reunamos y charlemos sobres las pobrezas y miserias de la profesión. Cuando los colegiados nos eligieron democráticamente como miembros de la Junta Directiva de la Sección de Arqueología, (a saber, César Heras Martínez, Pablo Guerra García, Jaime Almansa Sánchez, José Martínez Peñarroya, Markel Gorbea Pérez y poco después, Ernesto Agustí García), nos detuvimos un instante para reflexionar sobre lo que realmente nos estaba pidiendo el colegiado. En estos tiempos de penuria laboral, de acentuadas desigualdades de género, de situaciones de extrema precariedad y de ausencia casi total por un sentimiento colectivo, nos dimos cuenta de que el compañero colegiado nos estaba pidiendo un lugar en el que pudiese exponer su trabajo, ofrecer sus logros, explicarlos, y por qué no, dar a conocer de primera mano lo que él estaba creando y lo que estaban haciendo los demás profesionales, que sin olvidarlo, seguían siendo la competencia. Y es que en este mundo laboral de depredadores, de mercenarios a sueldo, de alteradores sociales, de energúmenos y de «popes» de la sabiduría arqueológica, no existe o no existía un espacio adecuado en el que, dicho de forma vulgar, «se pudiesen sacar los colores» o por qué no, se pudiesen ganar los galones. No buscábamos un «ring» de lucha sin tregua, ni un lugar donde dar rienda suelta a las rencillas personales, aunque cierto es que nos arriesgábamos a ello. Buscábamos un lugar de reunión en el que se llevase a cabo lo que en psicología se denomina «refuerzo positivo», o lo que es lo mismo, ensalzar los logros del prójimo (López Mena, 1992). Durante dos ediciones, 2015 y 2016, fuimos capaces de crear ese espacio libre de contiendas por el mercado, por el precio más bajos o por los resultados académicos más brillantes. Durante dos años seguidos conseguimos mostrar al público que somos un colectivo que, con nuestros defectos y con nuestras virtudes, aún tiene mucho que decir como disciplina profesional y académica.

2. OBJETIVOS En primer lugar nos encontrábamos ante la dificultad

de escoger la forma y el modelo de evento a seguir. Mucho se ha escrito, y desde diferentes esferas -económica, social, psicológica, académica- sobre los modelos y tipos de reuniones en función del sector, el “producto” o la finalidad (Herrero Blanco, 2014; Soret Lafraya y Cabal Díaz, 2008). No fue fácil escoger la modalidad del evento, pues los que se vienen realizando en España, orientados al debate y a la compartición

de ideas e hipótesis, en opinión de los asistentes muchas han fracasado o han servido de plataforma para demostraciones de poder, algo que es bien sabido en el colectivo y compartido en privado por muchos compañeros. En este sentido y como ejemplo de la situación que vivimos, valgan las palabras textuales del manifiesto publicado por el Grupo de Acción Social -GAS- en las redes el 29 de noviembre de 2016: [...] El espíritu de las JIA, desde su nacimiento, fue la creación de un espacio de crítica, de fomento del debate, de puesta en común de los proyectos de investigación de los/as jóvenes investigadores/as en Arqueología EN CONTRAPOSICIÓN a una determinada manera de comprender la Academia. Una Academia que, se entendía, parte de unas relaciones de saber-poder que normalizan una forma de estar en el mundo por parte de los/as científicos sociales; que es acrítica con respecto a los problemas teóricos derivados del estudio de la cultura material, falsamente apolítica y neutral en relación con los problemas sociales contemporáneos, y poco consciente de los problemas políticos y comunitarios derivados de la propia práctica de la Arqueología. Una Academia que, precisamente, genera sus propios espacios de debate en congresos que asumen y reproducen este formato de Arqueología [...]” https:// grupoarqueologiasocial.wordpress.com/2016/11/29/ por-una-joven-arqueologia-critica/ Con independencia del éxito o del fracaso que pudiésemos obtener, lo importante era en primer lugar establecer una modalidad para el desarrollo del MEETARCH, siendo finalmente la de convención siguiendo las especificaciones de la Secretaría de Turismo del Gobierno de Méjico: “Las convenciones son definidas por la Secretaría de Turismo como “reuniones gremiales o empresariales cuyo objetivo es tratar asuntos comerciales entre los participantes en torno a un mercado, producto o marca” Asimismo la institución indica que: “De acuerdo a los fines o iniciativas para la realización de los congresos, se distinguen dos tipos: 1. Gremiales, en los que se reúnen personas de una sola profesión, actividad, oficio, etc. 2. Institucionales, en donde se convoca a los miembros de una asociación, confederación, sociedad, institución, dependencia, etc.” (SECTUR, 2012). En cuanto a la importancia en la realización de este tipo de eventos: “[...] no cabe duda de la importancia que ha venido adquiriendo en los últimos años la industria de reuniones en España. En concreto, España se sitúa en tercer lugar, tras EE.UU. y Alemania, como destino de reuniones, según la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones (ICCA) [...]” García Navas et al. 2012: 14).

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Una vez escogido el sistema de intercambio de ideas el planteamiento debía ir dirigido a la selección del espacio, para lo que no se dudó en acudir a emplazamientos con un espacio amplio y diáfano en el que la circulación del público asistente no se viese entorpecida por los stands o por las instalaciones. En ambas ediciones, tanto la Sala Isla Barceló (Mercado de Barceló) como la Sala Belvedere (Hotel Santo Domingo) cumplieron perfectamente con las expectativas.

dentro de la sala, como por ejemplo “Aportación de la Antropología Física al estudio de lo arqueológico”, por Miguel Paniagua Sánchez, de la empresa BERESIT; “El catálogo geográfico de bienes inmuebles del patrimonio histórico de la Comunidad de Madrid y el SIG de la Dirección General”, por Jesús Bermúdez Sánchez, del Área de Protección de la Dirección General de Patrimonio Histórico (Comunidad de Madrid); o la proyección del video de la empresa salmantina ARQUEOART, “Message in da bottle” (2014).

Figura 1. Aspecto de la Sala Isla Barceló, durante la celebración de la primera edición del MEETARCH 2015.

Figura 2. Demostración por parte del arqueólogo y dibujante Iñaki Diéguez, de una reproducción gráfica a partir de un ejemplo digital, en el MEETARCH 2015.

2.1. Actividades didácticas Como el foco central no era exclusivamente el profesional sino su producto, idea o creación, se desarrolló, en la primera edición del año 2015, una serie de actividades en las que pudieron disfrutar tanto los profesionales como el público en general. Algunas de las actividades reproducidas fueron las siguientes:

En conjunto, una serie de actividades que se completaron con otras más institucionales, y que no pudieron repetirse en la edición del MEETARCH 2016 por falta de espacio.

Vuelos con dron por parte de la empresa VIRTUA NOSTRUM. Demostraciones de dibujo arqueológico por Iñaki Diéguez (IDU Ilustración y Dibujo Arqueológico). Demostraciones de talla lítica (ARQUEODIDAT) y reproducciones (PALEORAMA) Demostración del uso de un geo-radar por parte del CAI de la Universidad Complutense de Madrid. Creación de piezas cerámicas con torno alfarero por un profesional por parte de ARCONA. Etc.

Una de las premisas con las que se planteó este evento era la de contar con cierto carácter institucional, y no solo por la participación de instituciones como la Comunidad de Madrid, el CSIC o el Museo Arqueológico Regional, sino porque el MEETARCH era también un alegato a la importancia pública y administrativa de la arqueología en la sociedad. Es por ello que, en el programa, se desarrollaron unos actos que destacaron, en algún caso, por un fuerte contenido sentimental. Fue por ejemplo el caso del homenaje que el Colegio de Arqueólogos le rendía al compañero Ricardo Berzosa, fallecido en trágico suceso, y para el que se rindió un merecido homenaje a su figura y a su familia. En el acto, tras unas breves palabras del Decano del CDL Madrid, del presidente de la Junta de la Sección de Arqueología, y de un miembro de su familia, se hizo entrega a los padres del fallecido de un presente firmado por un buen número de compañeros de profesión.

• •

Todas estas actividades iban incluidas en un programa ya establecido y se combinaban con otras como charlas o proyecciones desarrolladas en un pequeño escenario

2.2. Actividades institucionales


Además de este acto se entregaron los premios a los ganadores del primer Concurso de Fotografía Arqueológica “Relatos de Piedra”, concurso organizado meses antes por el Colegio de Arqueólogos de Madrid, y a cuya entrega de premios acudieron los ganadores junto al presidente de la Sección y al distribuidor de los libros, y empresa participante, La Ergástula.

Figura 3. El homenaje a Ricardo Berzosa iba acompañado por un repertorio de instantáneas del compañero en su desempeño de la profesión.

3. FEEDBACK Lo que comúnmente se llama “buen rollo” fue seguramente la nota predominante a lo largo de las dos ediciones del MEETARCH. Y es que no se trataba solo de mostrar al público lo que la arqueología es capaz de hacer, sino lo que entre nosotros somos capaces de crear. Ante la posibilidad de conocer la reacción de los profesionales, ante la situación de tener que defender -o no- el trabajo ajeno, desarrollamos un estudio visual y de comportamiento en el que se observaba la interactividad entre los grupos, no solo entre ellos mismo como colectivos/empresas/instituciones, sino también con el público asistente, distribuido de la siguiente manera: • • • • •

Profesionales de la arqueología en paro o sin participación en los eventos. Profesionales de otros sectores. Estudiantes universitarios y no universitarios. Aficionados a la arqueología. Visitantes “accidentales” (por error, pasaban por ahí, acompañantes forzados).

En lo que respecta a los participantes, cabe destacar la enorme variedad de temáticas y sub-sectores presentes, lo cual es un claro indicativo de dos aspectos posibles: se diversifica la profesión en función de la demanda social; y/o se diversifica la profesión en función de la carencia/precariedad laboral básica (intervencionesproyectos-gestión-divulgación). En cualquier caso, los participantes estaban distribuidos en las siguientes especialidades o ámbitos:

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3.1. Entidad-entidad La relación o el “feedback” entre los representantes de empresas fue la primera de las dificultades con las que nos encontramos, ya que objetivamente teníamos que juntar o disponer los puestos de tal forma que empresas que compiten duramente a lo largo de todo el año, iban a estar a escasos metros de distancia. Teniendo en cuenta que la profesión no está exenta de inquinas personales que muchas veces proceden de malentendidos profesionales, nos estábamos arriesgando a sufrir algún que otro encontronazo. No fue así, a pesar de que finalmente organizamos el espacio concentrando a las empresas de la misma temática (realidad virtual, instituciones, editoriales, empresas/consultorías, didáctica y divulgación, etc), siguiendo algunos modelos consultados (Triviño, 2014). Ello implicaba una cercanía con la más agresiva competencia a menos de dos metros, todo un riesgo y sin embargo, todo un acierto vistas las relaciones posteriores que se formalizaron. Ese “feedback” no solo se dio entre empresas de un mismo ámbito regional, sino que sobrepasó las fronteras, pues en ambas ediciones se invitaron a entidades de otras comunidades autónomas, tal y como indica la siguiente gráfica: Es obvio que la asistencia mayoritaria era de la Comunidad de Madrid, dada la proximidad. Ello nos hizo reflexionar ante la posibilidad de que el evento pueda rotar, en un futuro, por diferentes puntos de la península, aunque este es otro tema a tratar. En cualquier caso fueron habituales en ambas ediciones,

Motivaciones y resultados de la primera convención de profesionales del sector de la Arqueología: Meetarch Pablo Guerra García


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

3.2. Entidad-público Tan importante es la relación entre los profesionales como la que pueda haber entre ellos y la sociedad, porque es ésta la que paga, bien indirecta -impuestoscomo directa -relación cliente/empresa- los trabajos profesionales, las investigaciones o el desarrollo del profesional en general. Es por ello que estuvimos pendientes del “feedback” generado por ambas partes, teniendo en cuenta como hemos dicho antes que el público era muy variado.

los contactos entre entidades de Madrid con Castilla-la Mancha, o del País Vasco con grupos de Extremadura, algo de lo que estábamos seguro iba a suceder, dada la cualidad extraterritorial del sector de la arqueología. La presencia de colectivos universitarios como la UNIÓN CULTURAL ARQUEOLÓGICA, o colectivos ciudadanos como AMTTA o HISPANIA NOSTRA, revalorizó más aún el evento teniendo en cuenta la relación, en ocasiones tensa, entre grupos de profesionales que tradicionalmente han encontrado resistencia como sucede en no pocas ocasiones con los colectivos sociales y las universidades o las instituciones públicas. Sin embargo la cordialidad fue absoluta, incrementando incluso las inscripciones de asociados en algunos casos.

Figura 4. Stand y cartel de la Unión Cultural Arqueológica, presente en la edición del MEETARCH del 2016.

En líneas generales la asistencia fue muy desigual, con porcentajes superiores en las franjas de media mañana y de tardes. Ello se supo, en la edición del 2015, gracias a la implantación de un sistema de seguimiento por wifi, facilitado por una de las empresas participantes, JANSA, quien por medio de un LOG-on de alta en el Facebook se otorgaba conexión gratis a los asistentes al evento. Este sistemas generó datos muy útiles e interesantes como el número total de visualizaciones en internet de algunas de las demostraciones que se grabaron en vídeo, como los vuelos de dron o la talla lítica, superando en algún caso las treinta mil visualizaciones. Además hay que añadir que el «feedback» entre los asistentes fue virtual, ya que los colectivos, entre los que se encuentra el Colegio de Arqueólogos de Madrid,

Figura 5. Detalle de los amigos de JANSA, distribuidores de la red gratuita de wifi y generadores de los porcentajes de visitas y asistencia al MEETARCH 2015.


vieron incrementadas en varios cientos las nuevas visitas a webs, perfiles sociales y perfiles profesionales. No hay que olvidar tampoco la importancia del intercambio tradicional de datos por medio de tarjetas o folletos, por no mencionar la entrega de curriculos por parte de los estudiantes que asistieron, algo de lo que se insistía permanentemente por los medio de comunicación.

4. ESTRATEGIAS DE CAPTACIÓN 4.1. Merchandising Sin embargo, si de algo se ha caracterizado el MEETARCH en ambas ediciones, ha sido por la capacidad imaginativa de los colectivos para hacer llegar al público su idea, su creación o su “leit motiv”. Y es que no solo se congregaron profesionales de diferentes temáticas, sino personas con un planteamiento teórico de la arqueología absolutamente distinto. Y ese es uno de los aspectos que más destacamos, pues de los debates más intensos y agrios salen las conclusiones más constructivas. Así, por ejemplo, contamos con la presencia de empresas que atesoran varias décadas de experiencia en el campo de la arqueología, como son AUDEMA o CASTRUM, junto a pequeñas entidades que están empezando con mucha ilusión, como LURE. Mientras las primeras mostraban orgullosos sus trabajos y su marchamo de calidad, fruto de años de intenso trabajo y no menos sufrimiento, los segundos explicaban sus proyectos con iniciativas tan originales como “Un gintonic por la Arqueología”. Otro ejemplo de diversidad de modelos es el de las reproducciones arqueológicas, donde BRONCES ROMANOS mostraba sus creaciones más artesanales, frente a los amigos de GEOSFERA, quienes llevaron una impresora 3D, mostrando así al público las ventajas

Figura 6. Expositor de los amigos de GEOSFERA, con algunas réplicas y herramientas destinadas a la divulgación.

de una tecnología del futuro aplicada a la arqueología. Y es que la imagen lo es todo, y por ello instituciones como la Universidad de Alicante, el Museo Arqueológico Regional o el INCIPIT presentaban unos stand realmente vistosos, en donde se exponían aspectos tan atractivos como la realidad virtual, los museos al aire libre o las últimas publicaciones de catálogos de exposiciones. Realmente vistosa fue la puesta en escena de especialidades dentro de la arqueología como es la antropología física, muy atractiva con las explicaciones interactivas de la Universidad de Alcalá de Henares o la Universidad Autónoma de Madrid, con explicaciones por parte de profesionales sobre la anatomía humana y animal.

4.2. Del libro al 3D Y es que realmente el sector debe ser consciente de la velocidad en que se mueve el mundo, y con él, las tecnología. Como ya se ha comentado anteriormente, las nuevas tecnologías abarcan escenarios que van

Figura 7. No faltaron a la cita las gafas de realidad virtual, que hicieron las delicias al público asistente.

Figura 8. Zona de los stand de editoriales y publicaciones, con los representantes de DESPERTAFERRO.

Motivaciones y resultados de la primera convención de profesionales del sector de la Arqueología: Meetarch Pablo Guerra García

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por el aire -drones- y por el subsuelo -geo-radar-. Sin embargo no podemos olvidar que estas nuevas tecnologías también tienen una utilidad social en cuanto al acercamiento del Patrimonio Arqueológico a la sociedad. En ambas ediciones del MEETARCH, la tecnología tuvo un espacio preferencial. Al igual que en los sectores más tradicionales, se presentaron empresas que han arrancado hace poco, pero que ya cuentan con una dinámica muy destacable, como son PAR, BALUARTE o ARKEOGRAPHOS, quienes ofrecieron al público otra perspectiva de una misma realidad. Fue muy interesante la combinación de herramientas de realidad virtual tan potentes que permiten pasear por una iglesia en ruinas, como la que mostraron los compañeros de PATRIMONIO VIRTUAL, junto con las clásicas gafas que, en opinión de algunos profesionales, habían quedado ya «obsoletas». Sin embargo, antes de llegar a esa realidad virtual de ciencia ficción hay que pasar por el perenne olor de las hojas de un libro. La presencia de numerosas editoriales en ambas ediciones fue algo que satisfizo a la organización, pues se trataba de un evento en el que un libro, por desgracia, puede resultar menos atractivo que el cráneo de un Tyranosaurio. Por ello, EL NUEVO MILARIO, o la revista DESPERTAFERRO, de tirada nacional y gran volumen, fueron muy valientes al aceptar el reto de acercar la edición en papel de la arqueología.

4.3. Didáctica e investigación Un último grupo de empresas se englobaba en una temática tan importante como puntera en cuanto a la evolución del sector, y es la docencia o la didáctica. Además de la asistencia de las grandes universidades,

Figura 9. Diferentes demostraciones en el Salón Belvedere durante la edición del 2016 del MEETARCH.

como ya se ha comentado anteriormente, participaron algunos colectivos como CIEMAD, que imparten una formación online activa y variada, y tal vez fue ese amplio catálogo formativo lo que más atrajo especialmente al público más joven. Nuevamente las nuevas tecnologías han jugado y juegan un papel fundamental, no solo creando plataformas virtuales sino facilitando herramientas didácticas, como la que ofreció GAMES 2 LEARN por medio de gafas interactivas. Esta nueva generación de didáctica 2.0, y por qué no decirlo, de investigadores virtuales, se combina con las ya tradicionales como las que ofrecieron instituciones de la talla del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Sociedad de Ciencias Aranzadi o el CDL Aragón, único representante de colegios nacionales que ofrecían tanto los resultados de sus investigaciones como sus ofertas formativas, orientadas siempre a la mejora del profesional de la arqueología.

5. CONCLUSIONES El buen sabor de boca dejado tras la finalización de la segunda edición no puede ser impedimento para realizar una profunda autocrítica. Y es que el evento, concebido a partir de un modelo de reunión gremial o convención, podría haber mejorado si se hubiesen añadido más espacios alternativos, salas adyacentes o habilitado incluso otras sedes que actuasen de forma conjunta, de tal forma que tanto los participantes como los asistentes no tuviesen la sensación de encontrarse “enjaulados” o con poco espacio vital. Obviamente es una cuestión de contar con el espacio que se tiene, y ambos lugares, la Sala Isla Barceló como la Sala Belvedere, reunían una condiciones óptimas. Sin embargo nos queda la duda de cuál habría sido el resultado de haber contado con más espacio sin incrementar los participantes. Tanto las proyecciones como las comunicaciones en el primer METTARCH se solapaban a menudo con las explicaciones dadas en los stand, por lo que pudo ocasionar alguna molestia. Creemos que con la asistencia de los colectivos se cubrió con la práctica totalidad de los sectores que abarca la arqueología (investigación, gestión, didáctica, virtualización, edición, etc). Sin embargo echamos de menos la presencia de más empresas que se dedican a la consultoría arqueológica y medioambiental. Aunque algunas se personaron en el evento a posteriori, hubiese sido una buena manera tanto de ofertar sus servicios como de reivindicar la situación precaria de un sector que mueve más del 80% de su actividad por medio de los seguimientos, controles arqueológicos y peritaciones en obras civiles y edificaciones. Por desgracia, son esas empresas las que, muy a menudo, nos reclaman una mayor visibilidad, y que sin embargo después no acuden a este tipo de llamadas.


Algo parecido sucede con los proyectos de investigación. MEETARCH estaba ideado para que colectivos de todo tipo tuviesen su espacio, y eso incluía a los proyectos de investigación. Es cierto que algunas entidades como la Universidad Complutense de Madrid o la misma UCA, estuvieron explicando sus proyectos y sus iniciativas. Pero fueron los únicos casos, no contando con la presencia de ningún otro proyecto, con independencia de sus promotores. No han sido pocas las veces en las que al Colegio de Arqueólogos se le ha recriminado la falta de voz y protagonismo a los proyectos de investigación, proyectos que después se despachan a gusto por las redes sociales insistiendo en el papel poco eficaz de los colegios profesionales. Como coordinador, me hubiese gustado verlos en su stand, aceptando la invitación que cordialmente se remitió a todo el mundo.

Por suerte esta actitud y esta ausencia de “feedback”, nunca mejor dicho, no nos sorprendió en absoluto, habida cuenta de la actitud beligerante de la Junta de Gobierno con el equipo de trabajo de la Junta Directiva de la Sección de Arqueología, y por ende, con todos los colegiados arqueólogos. Teniendo en cuenta la naturaleza de este evento, en el que se toma contacto con potenciales colegiados, y sobre todo teniendo en cuenta el espíritu conciliador del MEETARCH, sí nos pareció el mayor de los agravantes de una larga serie de feos, desprecios y abandonos a más de trescientos colegiados que pagan sus cuotas, y por qué no decirlo, hacia un sector profesional que necesita un colegio propio con fuerza y carácter que defienda de verdad los intereses de los profesionales de la arqueología, algo que ni se plantea ni se lleva a cabo por parte del actual gobierno del CDL Madrid.

Finalmente las instituciones oficiales sí supieron cumplir con las expectativas generadas. Tanto la Comunidad de Madrid como el Museo Arqueológico Regional, ofrecieron al asistente una imagen cercana y muy atractiva de la arqueología, haciendo valer el papel de protectores y salvaguardas de nuestro Patrimonio Cultural. Tal vez se echó en falta la participación de alguna entidad local, pues con la excepción del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, ningún otro participó en el evento. Bien es cierto que buena parte de la culpa pudo recaer en la organización, pues la difusión de ambas ediciones (especialmente de la segunda) se hizo con poco tiempo de respuesta. No dudamos de que, de haberlo ofertado con más tiempo, otros municipios habrían aceptado la invitación a participar en el evento. En lo que se refiere a la Comunidad de Madrid, siempre estaremos en deuda con la Dirección General de Patrimonio Cultural, por la calidad de su stand y la ayuda ofrecida en todo momento.

Sin embargo, estos desencuentros y sinsabores, que pensamos pueden darse en cualquier colectivo y evento, no restan importancia al resultados profesional y afectivo que obtuvimos en el MEETARCH. Amigos y desconocidos entraban en un recinto con los baúles llenos de ideas, de perspectivas, de proyectos o de resultados. Los asistentes y el público en general caminaba por los stand viendo los trabajos, e imaginando en un futuro poder desarrollar sus facultades en una profesión tradicionalmente tachada de decimonónica, y que ha demostrado, sin embargo, que tiene un largo recorrido por hacer, renovando los votos con la docencia y la investigación, mejorando sus herramientas y creando nuevos profesionales que respondan a una demanda social. Y aunque la palabra “mercado” es un concepto que a muchos les desagrada, es algo con lo que debemos convivir, mejorando lo presente, pero asumiendo que los circuitos económicos actuales exigen un alto grado de competencia en el sector profesional.

Por último, el CDL Madrid (siempre Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de la Comunidad de Madrid) merece unas palabras aparte. Aunque es cierto que el personal administrativo siempre estuvo a nuestra entera disposición en el stand de la edición del 2015, y que facilitaron todo el material necesario, institucionalmente el colegio, del que dependemos todos los arqueólogos, nunca estuvo a la altura de las circunstancias. La presencia institucional del decano y de alguno miembros de la Junta de Gobierno no fue suficiente, teniendo en cuenta el enorme esfuerzo que supuso la organización de un evento que tuvo picos de asistencia de más de quinientas personas. Este dato, para una institución que desarrolla actividades de veinte a cincuenta inscritos como máximo, debería ser aval suficiente. La ausencia del CDL Madrid se acentúa en el 2016, segunda edición del MEETARCH en la que ni siquiera se persona nadie del CDL Madrid como apoyo de intendencia, más allá de la asistencia institucional de la Junta de Gobierno.

Porque para charlar, para reír o para competir en el mercado siempre habrá tiempo. Habrá que buscar un momento y un lugar para alabar el trabajo de los compañeros.

Figura 10. Cartel general con los logos de todos los grupos, colectivos, empresas e instituciones participantes en ambas ediciones del MEETARCH.

Motivaciones y resultados de la primera convención de profesionales del sector de la Arqueología: Meetarch Pablo Guerra García

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AGRADECIMIENTOS

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Este evento no habría sido posible sin el apoyo incondicional y la ayuda de mis compañeros en la Junta Directiva de la Sección de Arqueología, César Heras Martínez, Jaime Almansa Sánchez, José Martínez Peñarroya, y Ernesto Agustí García. Sabiendo que este evento era mi gran apuesta y que conllevaba un gran riesgo en todos los sentidos, estuvieron presentes desde el principio hasta el final de ambas ediciones.

García Navas, F., F. Becerra Benítez, F. Cebrino Casquero, C. Delgado Reina y M. Álvarez Gallego (2012): «Importancia económica de la industria de reuniones y eventos en Málaga», Cuadernos II Plan Estratégico de Málaga, 14. Málaga, CIEDES.

Asimismo quiero agradecer a todos los participantes su presencia en ambas ediciones, pues ellos, y especialmente ellos, son los protagonistas de la iniciativa, y solo ellos fueron el motivo de embarcarnos en una segunda edición en el 2016. Y finalmente, quiero agradecer a ambos espacios, tanto a la gerencia del Mercado de Barceló como a la del hotel Santo Domingo, el esfuerzo y las facilidades para que el evento saliese a la perfección.

Herrero Blanco. P. (2014): Gestión y organización de congresos. Madrid, Síntesis. López Mena, L. (1992): «Dificultades para la motivación mediante refuerzo positivo en la empresa», Revista de psicología del trabajo y de las organizaciones, 8, 22. Pp. 77-88. Madrid, Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. Soret Lafraya, P. y V. Cabal Díaz (1995): Manual para la organización de congresos y ferias. Madrid, PREDIF-Fundación ONCE. Triviño, Y. (2014): Gestión de eventos feriales. Gestión y organización. Madrid, Síntesis.


ARQUEOLOGÍA PROFESIONAL EN LA ERA DIGITAL EL FUTURO EN (LAS) RUINAS PROFESSIONAL ARCHEOLOGY IN THE DIGITAL ERA THE FUTURE IN (LAS) RUINS

Hugo Chautón Pérez Arqueólogo Autor de contacto/Contact author: Hugo Chautón Pérez, hchauton@gmail.com

RESUMEN Entrado ya el siglo XXI, los profesionales de la arqueología nos encontramos ante uno de los momentos más críticos de nuestra corta existencia como colectivo. Partiendo de una formación deficiente, la carencia de cohesión grupal forma parte de nuestro código genético, condenándonos a enfrentarnos en solitario a problemáticas tan relevantes como la guerra suicida por los precios, la precariedad laboral o la falta de reconocimiento social. Las agrupaciones profesionales tampoco han alcanzado el desarrollo deseado, sin embargo constituyen la principal herramienta para transformar una realidad que nos condena a un futuro incierto, para reforzarnos como grupo profesional y alcanzar definitivamente un estatus laboral digno y apropiado. PALABRAS CLAVE: Arqueología; Colectivo; Asociaciones profesionales; Sociedad.

ABSTRACT Entered the 21st century already, the archaeological professionals find ourselves going through one of the most critical moments of our short existence as a collective. Based on a poor training, we find a very different reality of work with respect to us showing at the universities. The lack of group cohesion is part of our genetic code, condemning us to confront issues as relevant as the war suicide by prices, job insecurity or lack of social recognition. Professional associations have not reached the desired development, in the most of cases, however, they are the main tool to transform a reality that condemns us to an uncertain future, to strengthen us as a professional group and definitely reach a an appropriate and dignified working status. KEY WORDS: Archaeology; Collective; Professional associations; Society.

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1. PRIMEROS CONTACTOS CON LA REALIDAD El primer contacto entre cualquier estudiante con el mundo de la arqueología profesional suele ser una experiencia desconcertante. La realidad del mundo laboral supone una ruptura brutal con la idea formada durante los años de formación universitaria. De poco iban a servir los conocimientos adquiridos sobre la industria lítica o el arte levantino para afrontar la nueva perspectiva de una realidad que en nada se asemejaba a lo imaginado. La mayoría de colegas que comenzamos a ejercer entre finales del siglo pasado y los primeros años del actual (la situación comienza a cambiar bruscamente en el año 2007, como todos conocemos), nos encontramos un paisaje repleto de posibilidades laborales, casi siempre formando parte del organigrama de cualquiera de los cientos de proyectos constructivos repartidos por el territorio nacional, en intervenciones arqueológicas de urgencia surgidas durante la construcción de alguna autovía o la urbanización de algún solar. Eran los años del auge inmobiliario, en las obras se hacían tres turnos bajo un ritmo frenético, incompatible con el desarrollo pausado y meditativo, artesano y meticuloso necesario en una investigación arqueológica. La relevancia de esta primigenia experiencia consiste en poner de manifiesto la brutal ruptura entre dos mundos, tan diferentes y tan distintos y aparentemente condenados a entenderse. En aquellos momentos constatamos que todo el ideario que habíamos creado en torno a la arqueología se encontraba a una distancia abismal de la realidad. Salir de la burbuja y respirar el aire de la atmósfera mundana, profana y cotidiana suponía en primer lugar aceptar que, más allá de la sacralización particular de nuestro microcosmos, existía vida remota, seres que, inexplicablemente, no eran capaces de apreciar nuestra dedicación vital con similar pasión a la nuestra llegando incluso a despreciarla. Evidentemente la arqueología nunca volvió a ser lo mismo después de aquella particular “pérdida de la inocencia”. También significaba descubrir una nueva perspectiva de la arqueología, muy diferente de la tradicional visión romántica del infatigable aventurero que, látigo en mano, se adentra en la cámara real de algún templo perdido en algún exótico país. El hábitat donde quien suscribe estaba desarrollando su trabajo en aquellos momentos primigenios, tenía mucho que ver con carreteras pérdidas que no van a ningún lugar, retroexcavadoras, desbrozadoras y currantes de turnos interminables con chaleco amarillo ennegrecido por la mezcla de grasa y tierra. Sol abrasador o brisa helada a la intemperie. Si tal y como parecía nos encontrábamos en un medio diferente, también lo era la nueva terminología que comenzamos a asimilar para poder denominar esta

“nueva” disciplina. Son múltiples los apellidos que se añaden al término, por lo general poco adecuados o precisos, siempre buscando la confrontación con la otra arqueología, la científica, la “de verdad”. Arqueología profesional, de gestión, privada, son algunos de los múltiples apellidos por los que es conocida la arqueología que día a día se desarrolla en ámbitos no académicos.

2. DESDE LOS ORÍGENES DE LA PROFESIÓN Hasta los años ochenta de la pasada centuria, el monopolio de las investigaciones arqueológicas difícilmente trascendía más allá de ciertos ámbitos selectos que se podían contar con los dedos de una mano. Universidades, museos y alguna otra institución afín acaparaban todos los proyectos. La situación no varía hasta que, motivada por un desenfrenado desarrollo económico nacional, tiene lugar el inicio de un desbordante proceso constructor destinado a transformar el subsuelo de la mayoría de las ciudades españolas, afectando directamente también al patrimonio arqueológico conservado bajo tierra hasta nuestros días. Pronto surge la necesidad de normalizar la situación y complementar los trabajos de maquinaria con la presencia de expertos capaces de gestionar las afecciones ante la previsible aparición de restos de interés histórico o arqueológico, y sobre todo de emitir los correspondientes certificados liberando el suelo donde se proyecta construir. Los departamentos universitarios, hasta el momento principales encargados de gestionar los asuntos de índole arqueológico, se ven incapaces de asumir la ingente cantidad de nuevos expedientes. En este contexto y siempre asociado al proceso constructivo, surge la arqueología de carácter profesional, compuesta por expertos de carácter indefinido en inicio, aparentemente con los requisitos de cumplir con una carrera universitaria, aunque no siempre se considera condición indispensable en las diferentes normativas autonómicas, y procedentes de alguna especialidad que, de manera más o menos directa, se acerque o incluya en su programa de estudios la disciplina arqueológica, por lo general de las especialidades de Prehistoria o Historia Antigua. Al hilo de esta profesionalización se crea en 1984 la Asociación Profesional de Arqueólogos Españoles, agrupando a los componentes de este nuevo sector caracterizados a modo de profesión liberal, formando un colectivo heterogéneo y diverso que presentaba singularidades y problemáticas aun no solventadas a día de hoy. En la parte positiva, la arqueología de gestión nos ha permitido aumentar notablemente el conocimiento arqueológico asociado a nuestra historia. Por otra parte, se ha formado un colectivo de profesionales


expertos y especializados en la materia, dando lugar al desarrollo de la arqueología como profesión, desde una perspectiva que superaba la monopolizada vertiente investigadora. Desde los inicios de la arqueología entendida como actividad profesional nuestra labor ha transcurrido directamente relacionada con el desarrollo de la actividad constructiva, en una relación de dependencia fatal que nunca hemos logrado superar. El esplendor inmobiliario supuso también el mayor auge de la arqueología profesional, de la misma manera que la crisis del ladrillo ha significado también el definitivo declive de nuestra apasionante disciplina y finalmente nuestra función nunca ha llegado a superar la categoría de mero agente liberador de suelo, comparsa de los proyectos constructivos. Innecesario resulta desarrollar lo que han supuesto para nuestro gremio los años oscuros de la crisis. Por cientos se cuentan los profesionales que han tenido que abandonar resignados sus piquetas y paletines, impotentes ante una situación desbordante, asistiendo al definitivo declive del sector. Entrando en la fase final de la década, a punto de concluir estos “felices” años 20 y finalizada supuestamente la crisis económica, asistimos al emerger de un nuevo modelo de organización estructural para las empresas encargadas de asumir los proyectos en los que los arqueólogos podremos rebañar algunas migajas del presupuesto, que nos permitan tal vez seguir subsistiendo unas semanas más. Jovenzuelos recién salidos de la escuela de ingeniería, que trabajan, también, por un escueto salario (aunque no tanto como como el nuestro) y son producto de un mercado salvaje que dicta impune sus normas, dirigen las obras que se desarrollan por la geografía nacional o evalúan desde las oficinas técnicas los proyectos y ofertas de las licitaciones. Las bajas en las ofertas económicas que se presentan a los concursos de obra pública resultan desorbitadas a todas luces, mientras la administración admite lo inadmisible antaño por temerario. La era del Ingenierosaurio Rex ha llegado. La coyuntura actual se soluciona según los técnicos encargados de valorar los proyectos, a golpe de bajas que superan en ocasiones el 30% del precio inicial valorado por la administración de turno. Evidentemente este recorte exagerado, admitido en las prescripciones, afecta directamente sobre las unidades de obra, incluidas las partidas destinadas a arqueología, ya de origen poco adecuadas y rebajadas. Teniendo en cuenta el momento que nos toca sufrir, la escasez de proyectos donde desarrollar nuestro trabajo que además genera un alto grado de competencia, es sencillo para los promotores llevarnos a su terreno y lograr que los precios finales establecidos para las tareas arqueológicas se puedan considerar como irrisorios, desgraciadamente.

A esta situación podemos además sumar una serie de factores, causa o consecuencia, que colaboran en agravar la situación. - Desde los inicios de la arqueología como actividad profesional, hemos navegado en una completa indefinición respecto a nuestro sector profesional (CRIADO 2010, P.6). Nuestra dependencia del sector de la construcción ha sido tal, que de manera natural hemos asumido los modelos de las empresas constructoras o las ingenierías para nuestro sistema empresarial. Redefinir de manera conjunta y colectiva nuestra propia caracterización, el lugar donde queremos estar, es una de las tareas más urgentes y relevantes que debemos afrontar en el futuro inmediato. Resulta imprescindible contar con una personalidad empresarial adecuada y ajustada a nuestras necesidades gremiales, específicas y propias. - Las administraciones han perdido gran capacidad de actuación, desbordados por recortes de personal, falta de medios y presupuestos extenuados, que merman definitivamente su capacidad operativa. Muchos departamentos dedicados a la gestión y organización de las actividades de arqueología preventiva, se ven superados por la carencia de los medios necesarios para controlar las propias prescripciones que se imponen a los proyectos constructivos. El arqueólogo a pie de obra se ve claramente perjudicado por esta situación, condenado a un desamparo administrativo que se traduce en indefensión. - Consecuencia directa de la falta de recursos y de trabajo es el problema de la competencia de precios. Los arqueólogos hemos entrado en los últimos meses en una deriva suicida que supone la rebaja de precios. Con la base de una malentendida pasión vocacional por nuestro trabajo y una completa falta de conocimiento de lo que supone un mercado libre como el que sufrimos, hemos caído en un sistema que nos condena a un futuro laboral precario de por vida. Ciertamente es posible ofertar por debajo de los costes, la fijación de los precios es libre, tal y como establece la legislación competente de Competencia Desleal, pero es muy dudosa la viabilidad de esta estrategia de supervivencia como opción de futuro. Damos por entendido que no se trata de buscar culpables en este caso. Entra en toda lógica la necesidad por desarrollar cualquier proyecto y a cualquier precio, antes que seguir de brazos cruzados viendo pasar de largo las escasas oportunidades que en estos tiempos se puedan presentar. La cuestión se centra en la necesidad de establecer unos cauces comunes que nos permitan definir en un futuro dónde queremos estar y qué queremos alcanzar como colectivo profesional. Es obvio y se puede constatar fácilmente que, en demasiadas ocasiones, no estamos suficientemente preparados para la vida “en la jungla”. Muchos no Arqueología Profesional en la era digital. El futuro en (las) ruinas Hugo Chautón Pérez

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conocemos que estamos valorando en realidad cuando ofertamos nuestros servicios a un precio determinado. Es muy frecuente observar como en ese precio, bien por la necesidad de reducir costes, bien por desinformación, no se están valorando correctamente los gastos añadidos, como puedan ser el vehículo (incluyendo partes proporcionales de gastos de mantenimiento, seguro, etc), las instalaciones (incluso aunque se trabaje desde casa, gastos de luz, agua o equipo informático), que debidamente descontadas del citado precio ofertado nos mostrarían que en muchos casos los costes que sufragamos son equivalentes o incluso superiores a los supuestos ingresos, esto es: estamos perdiendo dinero con el proyecto. Evidentemente sería una compleja cuestión conocer el precio por hora de trabajo en arqueología (referencia base sobre la que desarrollar el resto de cálculos). Entre otras variables, resultaría imprescindible tener en cuenta la particular valoración que cada uno puede hacer de su propio trabajo, las aspiraciones o necesidades, así como los costes que cada cual puede generar. En ocasiones los precios vienen definidos por la administración, que nos condena a ajustarnos a la valoración predefinida y en muchos casos nos devalúa profesionalmente. Buena parte de esta descompensación viene motivada por uno de los principales problemas que nos afecta. Desgraciadamente contamos con muy serias carencias formativas respecto a las tareas de gestión y administración de nuestro trabajo, y en la selva no es posible sobrevivir sin las defensas oportunas. El origen de esta deficiencia se encuentra en nuestra formación académica. Es una constante la falta de interés demostrada por los diversos departamentos universitarios que se ocupan de la arqueología, hacia la vertiente profesional de la misma, a diferencia de otros sectores cuya formación no solo acepta, sino que incluso se orienta claramente a facilitar el desarrollo profesional de sus alumnos. Al respecto y a modo de descriptivo ejemplo, entre las asignaturas incluidas en el programa actual de los estudios de Grado en Ingeniería Civil encontramos desde el primer año de estudios asignaturas como Economía, organización y gestión de empresas, Organización y Gestión de Proyectos, Topografía, Proyectos y Dirección de Obras, así como otras tantas destinadas a facilitar la integración directa en el mundo laboral, de gran utilidad y contenido eminentemente práctico. Por supuesto nada similar encontramos en el sumario de asignaturas del grado de historia, de donde salen principalmente los arqueólogos hoy en día. El grado específico de arqueología de reciente creación, apenas se imparte por el momento, apenas en un puñado de universidades españolas: - Universidad Autónoma de Barcelona. - Universidad de Barcelona.

- Universidad Complutense de Madrid. - Universidad de Sevilla. - Universidad de Jaén. - Universidad de Granada. Nuestro analfabetismo administrativo es por tanto un problema estructural, cuyo origen se encuentra en una carencia formativa inaceptable en nuestros días. En nuestro caso el aprendizaje corre a cargo de cada atrevido que se lanza a ejercer lo que algunos denominan “arqueología de gestión”. Si unimos a este factor la escasez de trabajo y el aumento de la competitividad, contamos con todos los elementos necesarios para explicar el desfase mercantil que lentamente nos va desangrando.

3. MIRANDO HACIA EL FUTURO. LOS PROYECTOS DE ARQUEOLOGÍA PARTICIPATIVA A pesar de contar con un desarrollo de casi cuarenta años como colectivo profesional, apenas nos hemos detenido a reflexionar sobre las condiciones y normativas que regulan nuestro precario marco laboral. Únicamente en los últimos años, cuando parece que estamos tocando fondo y las posibilidades de mejora apenas son perceptibles, se intuye cierta preocupación por la situación de nuestra profesión. Voluntariamente o no, es evidente que la nueva situación ha generado cambios y nuevas perspectivas. Se buscan alternativas que en algunos casos implican un carácter novedoso muy positivo y que, con tiempo, pueden llegar a redefinir los tradicionales conceptos asociados al mundo de la arqueología y por tanto deben ser tenidos en cuenta y convenientemente valorados. Resulta innecesario contrastar los pésimos efectos que el altísimo grado de dependencia de la arqueología hacia el sector de la construcción nos ha producido en los últimos años. Se trata también de una lacra estructural que arrastramos desde los orígenes del colectivo y que hasta ahora no hemos sido capaces de superar. Durante años hemos sobrevivido con cierta relajación a la sombra del ladrillo y, a pesar de permanecer en la agenda de la arqueología desde hace décadas, la atención hacia el elemento social por parte del gremio nunca ha sido tomada demasiado en serio. Consecuencia de la escasez de recursos laborales, en los últimos años hemos asistido en el ámbito de la arqueología al desarrollo de iniciativas diversas, en algunos casos de apariencia muy atractiva, con modificaciones estructurales en los objetivos de los proyectos que ahora incluyen a un sector destinado a establecerse como primordial para nuestro futuro profesional: la sociedad.


Uno de los recursos más generalizados es la proliferación de proyectos de excavación que incorporan al medio social del entorno en el desarrollo de los trabajos, procurando el mayor grado de interacción posible. Por lo general el sistema empleado complementa los trabajos de investigación arqueológica con la realización de una serie de actividades, por medio de las cuales se interactúa en mayor o menor medida con la ciudadanía. No pueden faltar en el catálogo las jornadas de puertas abiertas y visitas guiadas, conferencias y charlas varias, y cualquier otro sistema que se decida desarrollar. En cualquier caso, y a pesar de la aparente anarquía sistemática de este modelo, es evidente su carácter participativo, más cercano a la arqueología comunitaria (ALMANSA 2016, P.42) y el resultado final sorprende por su elevada eficacia.

Figura. 1. Arqueología participativa. Charla en el bar de Pallaruelo de Monegros (Huesca, 2016), actividad integrada en un proyecto de investigación arqueológica. El grado de asimilación del componente cultural por parte de la sociedad que lo acoge es muy alto y su implicación y participación con la iniciativa es muy notable. A pesar de la falta de planificación evidente de los proyectos con respecto a su entorno social, la mayoría se desarrollan en entornos rurales de tamaño medio o pequeño, con escaso acceso a los recursos culturales habituales en los núcleos urbanos. El espectro social puede resultar muy similar en cuanto al tipo sociocultural, pero difiere en cuanto a género o edad. La posibilidad, que actualmente no tenemos, de valorar estos parámetros en el diseño de los proyectos nos permitiría optimizar notablemente el desarrollo participativo. El esfuerzo divulgativo junto al empleo de nuevas tecnologías aplicadas a la manera de mostrar nuestro trabajo, suponen un trascendente campo de acción que además nos permite desarrollar nuestra formación humanística y explorar desconocidos ámbitos con resultados muy interesantes. Como ventaja partimos de una favorable situación, considerando

el innegable atractivo que la arqueología posee para la ciudadanía. Muy posiblemente este factor se deba al desconocimiento que se tiene sobre la verdadera esencia de nuestro trabajo de investigación, tal vez no tan seductor para el gran público como podrían ser los referentes existentes por todos conocidos, que caracterizan la figura del arqueólogo con rasgos mucho más cinematográficos que los que en realidad nos encontramos. Pero hay otro hecho que nada tiene que ver con la búsqueda de arcas y templos perdidos o malditos. Los vestigios arqueológicos representan de manera muy directa, con la contundente evidencia que supone la materialidad, la identidad pasada de una población. Los apellidos de un pueblo se conservan también bajo tierra. Esta circunstancia supone un activo que nos abre las puertas de la sociedad, siempre y cuando nosotros seamos capaces de mostrar, contar y explicar esa realidad pasada. La transformación de las piedras en historia es una capacidad propia, pero también una responsabilidad de futuro para la arqueología. La falta de atención hacia el estamento social por parte de la arqueología desde los orígenes de la disciplina ha creado una imagen distorsionada, sin embargo, el esfuerzo presente por acercarnos a la ciudadanía se verá recompensado en futuras generaciones, traducido en una sensibilidad mucho mayor hacia el Patrimonio Cultural, considerado como factor de identidad. La orientación de la arqueología hacia la ciudadanía, “de arqueólogos para los demás” (ALMANSA 2016, p. 117), es sin lugar a dudas, una de las más relevantes opciones de desarrollo con las que vamos a contar en los próximos años. Contamos además con herramientas muy potentes para optimizar la difusión del patrimonio arqueológico. Las nuevas tecnologías nos permiten presentar los resultados en una versión mucho más atractiva y comprensible que en tiempos pasados no demasiado remotos, con inmensas posibilidades científicas, divulgativas y también didácticas. Los medios para canalizar la difusión son mucho más potentes también, contando con la incorporación de las redes sociales en la última década. Facebook, Twitter, Skechtfab, son solo algunas de las vías más conocidas hoy en día, para establecer conexiones directas con un público muy amplio y casi en tiempo real. Mención aparte merece la especial relación entre la arqueología y los medios de comunicación tradicionales. El lenguaje habitual empleado en estos casos, buscando titulares resultadistas o llamativos, se aleja en ocasiones de nuestra metodología de trabajo, sin embargo, suponen un importante factor de acercamiento, potenciando de cara a la ciudadanía el propio valor de los restos asociados a su población o entorno, de su identidad, que ahora se presenta como noticia de interés cuando hasta entonces no había sido más que un conjunto de piedras abandonadas en algún campo baldío. Arqueología Profesional en la era digital. El futuro en (las) ruinas Hugo Chautón Pérez

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4. REINICIANDO EL SISTEMA. LAS AGRUPACIONES PROFESIONALES

Figura 2. La arqueología y los medios de comunicación.

Teniendo en cuenta la importancia que gradualmente va adquiriendo la divulgación y difusión de los resultados, además de la imprescindible necesidad de establecer canales de comunicación atractivos y eficaces, sería tal vez necesario considerar la posibilidad de incluir el aprendizaje de las técnicas en las fases de formación, de la misma manera que lo recomendábamos en el caso de las tareas administrativas. En cualquier caso, el modelo participativo se encuentra aún en fase inicial y necesita un periodo de desarrollo y ajuste, pero puede significar una opción de futuro importante para un sector de la arqueología, llegando incluso a profesionalizarse. Será necesario e imprescindible superar serios condicionantes que hacen presagiar un desarrollo complejo. La financiación de estos proyectos proviene generalmente de las arcas de los municipios beneficiados y, en casos contados, de alguna institución bienintencionada. Las cuantías son escuetas, en la mayoría de los casos apenas permiten sufragar los gastos de excavación y las dietas y alojamiento del equipo encargado. Todo el esfuerzo proviene, una vez más, de la voluntad de los investigadores, que invierten sus medios y su propio tiempo en pos del desarrollo científico nacional. El carácter vocacional que nos motiva desde nuestros inicios como arqueólogos y que tanto daño nos ha causado como profesionales, de nuevo nos obliga a no detenernos y seguir buscando nuestra dosis de arqueología sea cual sea la situación. A fecha actual los sistemas alternativos de financiación no se encuentran, salvo en ocasiones muy notables de proyectos suficientemente consolidados como para componer un sistema sostenible. Por el momento no contamos con ninguna solución a la eterna búsqueda de un formato real de arqueología sostenible y capaz de resistir al margen de subvenciones (Parga 2016).

Son muchos los aspectos que necesitan una solución urgente, sin embargo no es posible afrontar los problemas desde las tradicionales e históricas posiciones individualistas, aquellas que siempre nos han caracterizado como gremio. Más que nunca, la unión hace la fuerza y la unión del colectivo de profesionales dedicados a la arqueología se desarrolla en los Colegios y agrupaciones profesionales. Estamos en un momento crucial y decisivo, aislados y desamparados ante un mercado salvaje que nos está devorando por momentos. Es urgente la reforma de ancestrales estructuras que nos lastran e impiden nuestro desarrollo. Ya citamos la insostenible dependencia del sector de la construcción, la falta de formación específica para el desarrollo profesional o el desajuste respecto a nuestra valoración profesional. Pero no son muros infranqueables, las situaciones se cambian, aunque es necesario aunar esfuerzos, trabajar todos en una misma dirección ante las dificultades comunes. Los Colegios son entidades muy ágiles y cercanas al día a día de los profesionales y su problemática. Esto permite, por ejemplo, ofrecer formación práctica y adaptada a la actualidad más reciente, presentar las últimas tendencias o también cubrir carencias formativas que citábamos en anteriores apartados. Los esfuerzos por apoyar la unión como colectivo y agrupar las causas de los profesionales, fomentando el intercambio de conocimientos en una dirección común, han sido muy representativos en diversas entidades y contamos con ejemplos surgidos recientemente, como el Mettarch, un formato innovador para una reunión organizada por el Colegio de Arqueólogos de Madrid en los dos últimos años, que sin duda ha supuesto

Figura 3. Curso de formación sobre virtualización del Patrimonio Arqueológico organizado por la Sección de Arqueología del Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras de Aragón (2016).


un importante punto de referencia en la arqueología madrileña, el I Congreso de Arqueología Profesional de Sevilla y Huelva, organizado por el Colegio de Sevilla y Huelva, Las Jornadas de Arqueología de Valencia y Castellón, de la sección de Arqueología del Colegio de Valencia y Castellón, o el CAPA, reunión de arqueología aragonesa de carácter bianual, celebrada por vez primera el pasado 2015, con inusitado éxito de asistencia y participación. En la misma línea, pero a nivel nacional, la organización del CNAP a cargo del Consejo General y el Colegio de Aragón, supone un hito que sin duda permitirá en convocatorias futuras el imprescindible intercambio de información entre profesionales de toda España, un punto de partida definitivo para alcanzar mayores cotas de cohesión y desarrollo colectivo. “Los arqueólogos somos necesarios, parece que no, pero sí” (https:// www.facebook.com/groups/498454490234383/. CONSULTADO EL 22 DE NOVIEMBRE DE 2017), clamamos desde las redes, y es muy cierto. Para un gran sector de la sociedad en la que convivimos la arqueología no pasaría en ningún caso de mantener una relativa trascendencia, un valor estético y un marcado sentido de banalidad, al margen de la vida real, productiva y material. Rediseñar nuestra perspectiva social de manera bidireccional, es uno de los principales caballos de batalla que debemos plantearnos en los próximos años, un paso imprescindible para alcanzar otros objetivos principales que nos condenan a un precario estatus laboral. La arqueología profesional, o de gestión, o como nos apetezca denominarla, es necesaria, tanto como los proyectos destinados exclusivamente a la investigación. La profunda crisis que desde el 2008 nos ha sumido en el pozo más profundo no es exclusiva del mundo profesional, tal y como algunos puedan pensar. La desestructuración parte también de la falta de cimentación y la obsolescencia de la arqueología académica e institucional española. Tal vez sea el momento de encontrar los puentes entre el ámbito académico y el profesional y estructurar definitivamente las posibles alianzas en aras de un beneficio común.

Aun en condiciones tan complejas como las actuales, cada día muchos profesionales continúan dignificando la arqueología con su trabajo y son capaces de convertir la excavación de una simple zanja para la instalación de una tubería, en un libro abierto donde leer e interpretar el registro estratigráfico correspondiente al desarrollo histórico de cualquier ciudad. Estamos en un momento nefasto, pero al mismo tiempo propicio para rediseñarnos como profesionales. Muchas empresas ya lo han entendido de esta manera buscando nuevas alternativas de negocio, asociado a la Gestión del Patrimonio Cultural en términos mucho más amplios que los tradicionales (PARGA-DANS, 2013, p. 139). Es necesario desengancharnos definitivamente de nuestra funesta ladrillo-dependencia, buscar nuevos recursos y ser capaces de proponer nuestro futuro profesional. La sociedad ha cambiado vertiginosamente en las últimas tres décadas y también nosotros debemos adaptarnos a los nuevos modelos, pero no podremos avanzar individualmente. Es necesario e imprescindible la creación de un colectivo fuerte y operativo. Las agrupaciones y Colegios Profesionales son la herramienta para lograrlo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Almansa, J. (2016): “Colegios profesionales y asociacionismo en la arqueología hispana” en RESCATE. Ed- Univ. De Córdoba. Eds. Vaquerizo D., Ruiz, A.B., Delgado, M. Criado, F., (2010): “¿Qué es hoy la arqueología?”, Cota Zero: revista d´Arqueologia i Ciència, 25, Vic: Eumo Editorial, Parga-Dans, E. C. Martín-Ríos, F. Criado-Boado (2013): La Innovación Organizativa y de Gestión como Motor de Dinamización Empresarial. Journal of Technology Management & Innovation, Volume 8, Issue 2.

Arqueología Profesional en la era digital. El futuro en (las) ruinas Hugo Chautón Pérez

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL


EL PROYECTO ARQUEOLÓGICO DE CABEZA LADRERO THE CABEZA LADRERO ARCHAEOLOGICAL PROJECT

Ángel A. Jordán Lorenzo Proyecto Arqueológico de Cabeza Ladrero Autor de contacto/Contact author: Ángel Antonio Jordán Lorenzo, ajordan@cabezaladrero.es

RESUMEN Esta comunicación tiene como objetivo presentar a la comunidad científica el Proyecto de Investigación de Cabeza Ladrero. Este Proyecto surge del interés de un grupo de investigadores independientes por el conocimiento de un yacimiento concreto, el de Cabeza Ladrero, situado en los términos de Sofuentes/Sos del Rey Católico (Zaragoza). Su amplia cronología, que se extiende a lo largo de más de un milenio, pues tiene su inicio en el Hierro I y perdura hasta época Altomedieval, así como las características del material hallado en superficie permiten suponer que, con el paso del tiempo, este yacimiento pueda ser una valiosa fuente que ayude a comprender mejor la evolución de la sociedad. En este sentido, frente a una visión de la investigación arqueológica centrada en el hallazgo del gran monumento, de claro arraigo decimonónico, nos interesa especialmente el conocimiento de las clases más bajas de la sociedad, y su evolución a lo largo de la Historia. Además, no sólo se trata de desentrañar la evolución histórica del yacimiento, sino de poner dicha información al servicio de la sociedad. En este sentido, creemos que un Proyecto de Investigación de estas características ha de ser capaz de generar valor en la vida de su entorno, bien sea ético, cultural, medioambiental o social. Para realizar estos fines se ha creado un Equipo de investigadores compuesto por dieciséis personas procedentes de diferentes ámbitos (arqueología, zoología, botánica…) que permiten un acercamiento multidisciplinar tanto al yacimiento como a su entorno inmediato, el del pueblo de Sofuentes. Además, se han planteado una serie de objetivos específicos y de protocolos de trabajo gracias a los cuales esperamos construir un Proyecto con identidad propia que se apoye en pilares firmes que garanticen su permanencia en el tiempo y que sea reconocido por unos atributos únicos.

PALABRAS CLAVE: Cabeza Ladrero; Sofuentes; Proyecto; Arqueología.

ABSTRACT This paper aims to present to the scientific community the Cabeza Ladrero Archaeological Project. This Project arises from the interest of a group of independent investigators for the knowledge of a concrete site, Cabeza Ladrero (Sofuentes / Sos del Rey Católico, Zaragoza). Its extensive chronology, which extends over more than a millennium, as well as the characteristics of the material found on the surface allow us to suppose that Cabeza Ladrero can be a valuable source that helps to better understand the evolution of society. In this sense, we are especially interested in the knowledge of the lower classes of society and their evolution throughout history, in front of a vision of archaeological research centered on the discovery of the great monument, more typical of the 19th century. In addition, it is not only a question of study the historical evolution of the site, but also of transferring this information to society. We believe that a project of these characteristics must be capable to create value in the life of its environment, whether ethical, cultural, environmental or social. We have created a team of sixteen researchers from different fields (archeology, zoology, botany ...) to do this. This team allows us a multidisciplinary approach to the site and its immediate environment. In addition, a series of specific objectives and working protocols have been proposed, through which we hope to build a Project with its own identity and based on firm foundations that guarantees its permanence in time and that the project is recognized for its unique attributes.

KEY WORDS: Cabeza Ladrero; Sofuentes; Proyecto; Arqueología.

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

1. INTRODUCCIÓN Cabeza Ladrero es un yacimiento arqueológico emplazado al Sur del término municipal de Sos del Rey Católico (Zaragoza), muy cerca de la localidad de Sofuentes, en el prepirineo aragonés (fig. 1). Para su ubicación se eligió un sitio estratégico formado por un conjunto de tres colinas que se levantan en el centro de un pequeño valle de 440 Ha. justo en la desembocadura del arroyo de Vallacuey con el barranco de Valdeoscura. Se trata, por lo tanto, de un entorno idóneo para la disposición de un asentamiento humano, por cuanto que combina una fuente continua de agua con suelos ricos en nutrientes aptos para su explotación.

Figura 1. El yacimiento de Cabeza Ladrero, al NW de la provincia de Zaragoza. Los restos materiales existentes, tanto en su entorno inmediato como en el cercano pueblo de Sofuentes, donde se conservan epígrafes (Jordán et al., 2010) y restos constructivos como fragmentos de columnas, acroteras, basas y capiteles, reflejan la importancia que debió tener este enclave. En este sentido, las prospecciones intensivas que tuvieron lugar a finales del año 2016 han permitido identificar un asentamiento con una superficie de entre las 35/40 Ha., lo cual permite intuir su carácter urbano (Moreno et al., 2009: 253; Jordán et al., 2010: 192-193). Por otro lado, atendiendo a la cerámica encontrada en el campo, posiblemente tuvo su origen en el Hierro I y perduró hasta época altomedieval, coincidiendo su momento de mayor esplendor entre los siglos I-III d.C. Su presumible amplia cronología, que quizá se extiende a lo largo de más de un milenio, y las características del material hallado en superficie despertó el interés de un grupo de investigadores independientes por

el conocimiento de este yacimiento. Este interés se concretó con la aprobación del Gobierno de Aragón en el año 2016 de un Plan de Investigación dirigido por el Dr. Ángel A. Jordán, con el objetivo de su excavación, documentación y estudio, todo ello orientado a comprender mejor la evolución de la sociedad, en especial sus clases más bajas y menos conocidas, a lo largo de la Historia. Es precisamente el objetivo de estas líneas detallar algunas de las claves que hacen posible este Proyecto.

2. EL YACIMIENTO DE CABEZA LADRERO EN LA INVESTIGACIÓN Pese a la riqueza material allí presente, tradicionalmente el yacimiento de Cabeza Ladrero ha pasado desapercibido para la investigación. Esta situación resulta sorprendente, pues aunque el geógrafo portugués J. B. Labaña no se percató de la riqueza material del lugar, ya que en su geografía apenas le dedica una línea y media para trazar su situación (Labaña, 1895: 23), en 1792 J. Traggia cita la existencia de “muchos vestigios de antigüedad e inscripciones romanas”, que le llevaron a considerar que Sofuentes fue cabeza de los Suessetanos en función de una supuesta semejanza fonética (Traggia, 1792: 222) y en la existencia de dos inscripciones halladas en el Mesolio correspondientes a los epitafios de M. Caecilius Proclus y C. Atilius [- f.] Aquilus (Jordán et al., 2010: nos. 4 y 8). Esta interpretación de Sofuentes como capital de los suessetanos o, al menos, muy ligada a este pueblo, fue acogida por los siguientes investigadores (Huesca, 1802: 16; RAH, 1802: 371; Miñano y Bedoya, 1827: 357) al menos hasta la crítica de A. Casaus y Torres (1829: 42; Cortés y López, 1836: 394). Tras ello la importancia de Sofuentes en época romana y, en concreto, del sitio de “Mesolio”, se asentó claramente entre la investigación, siendo recogido en las principales obras de la época (Ceán Bermúdez, 1832: 156; Madoz, 1849: 421; González, 1867: 60), e incluso identificándose, sin base alguna, con la antigua Nemanturisa (Madoz, 1849: 153). A pesar de esta frecuente presencia en la historiografía decimonónica, las malas comunicaciones de Sofuentes no facilitaron su estudio o excavación, desapareciendo poco a poco de los circuitos científicos, en donde quedó relegada a una continua repetición de los mismos elementos. La nueva revitalización en el interés por Cabeza Ladrero coincidió con la llegada del jesuita F. Escalada a Javier en 1915, desde donde mantuvo una pequeña relación con el yacimiento, al que acudió con la intención de buscar piezas para el Museo Xavierano, que puso en marcha en 1916 (Maruri, 2006: 265), labor que continuó hasta 1940 momento en el que su estado físico y avanzada edad le impidió proseguir sus actividades (Maruri, 2006: 274).


Esta labor anticuaria le permitió ponerse en contacto con D. Emiliano Ladrero, médico de Sos del Rey Católico y conocer el sitio de Cabeza Ladrero, donde intuyó la existencia de una gran ciudad, además de llevar al incipiente museo de Javier la cupa de Val(erius) E(---) en 1930 (Escalada, 1935: 241-243; Escalada, 1943: 84; Maruri, 2006: 286; Jordán et al., 2010: nº 17). Además, conviene resaltar que el interés de D. Emiliano Ladrero por las antigüedades del municipio de Sos del Rey Católico también le permitió contactar en 1926 con José Esteban Uranga, a quien facilitó noticias del hallazgo en la puerta de un horno de Sofuentes de una “piedra” de arenisca con la cabeza de un toro esculpida que vino a sumarse a otras ya conocidas en la zona y que fueron publicadas en 1926, en un interesante estudio que las vinculaba con un exvoto relacionado con un culto indígena al toro (Uranga, 1929: 416-417; 1966). Con posterioridad en 1949 A. García y Bellido (1949: 384385) lo identificó como un ara relacionada con el ritual taurobólico, siendo así interpretada a partir de entonces (Aguarod y Mostalac, 1983; Vermaseren, 1986: nº 212; Alvar, 1993: 39; Ubiña, 1996: 417; Marco, 1997). Tres años después de la muerte del P. Francisco Escalada en 1946, la orden de los Jesuitas destinó al P. Jose María Recondo a Javier, con la firme idea de volver a crear el extinto Museo que Escalada había formado y que mantuvo desde su llegada hasta su retiro al Colegio Residencia San Ignacio de Pamplona en 1992. En el contexto de esta labor, el 24 de enero de 1954 el P. Recondo tuvo su primer contacto con Sofuentes (Maruri, 2006: 320), de cuyos habitantes consiguió la promesa de que recibiría toda la “cerámica sigilada que aparezca que es mucha”, verificando que en Cabeza Ladrero había un poblado romano. Aunque el P. Recondo no realizó publicación alguna sobre lo obtenido en Sofuentes, la labor de recogida de material fue importante, pues se sabe que consiguió llevar al castillo de Javier tres inscripciones (Jordán et al,. 2010: nos. 2, 18 y 19), el taurobolio que D. Emiliano Ladrero enseñó a J. E. Uranga, así como uno de los relieves del torreón, que arrancó con una perforadora, dos monedas ibéricas, una basa de columna y varios fragmentos de terra sigillata. En paralelo a la labor de campo que los Pp. Escalada y Recondo iban realizando desde el monasterio de Javier, en la década de los 70 los investigadores de la Universidad de Zaragoza empezaron a prestar atención a la comarca de las Cinco Villas, posiblemente impulsados por las excavaciones que A. Beltrán empezó a realizar en Los Bañales (Uncastillo) en 1974. Fruto de este interés son dos estudios aparecidos en 1977. El primero, de G. Fatás y M. Martín-Bueno, quienes se centraron en los relieves del torreón de Sofuentes (Fatás y Martín-Bueno, 1977) (fig. 2), mientras que el segundo, realizado por M. Beltrán Llorís, dio noticia de dos nuevas inscripciones (Beltrán Llorís, 1977:

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Figura 2. Relieves romanos en el torreón de Sofuentes

178-188). Junto a ellos, la importante monografía de J. Lostal, Arqueología del Aragón romano, publicada en 1980 se hacía cargo de la relevancia del propio cerro de Cabeza Ladrero y proporcionaba por primera vez una lista de yacimientos vinculados a este enclave principal (Lostal, 1980: 81). Más adelante, los estudios realizados por C. Aguarod y J. Lostal (1982: 167-218) y M. A. Magallón (1986: 95-158) sobre la calzada romana que cruzaba la comarca de las Cinco Villas permitió la interpretación del yacimiento como un “núcleo habitado” (Magallón, 1986: 104) dentro del trazado de la vía. Este reconocimiento del yacimiento de Cabeza Ladrero culmina con su identificación como ciudad (Beltrán Llorís, 1986: 29; Varios, 2003: 154; en contra, identificándolo como una villa, Magallón, 1995: 38). Sin duda, la labor desarrollada por estos investigadores permitió el reconocimiento de la importancia de Cabeza Ladrero dentro de la investigación, apareciendo en obras más globales (i. e. Beltrán Llorís et al., 1980: 61; Lostal, 1980: 78-82; Pérex, 1986: 230, 253), en general resaltando de forma genérica la envergadura de sus restos y, específicamente, los relieves del torreón (Beltrán Llorís et al., 1980: 75 y 77). A partir de este momento son pocos los estudios que o bien se ocupan de Sofuentes o de alguno de sus importantes monumentos. Así, puede mencionarse el de un capitel corintio empotrado en el muro de una vivienda (Ariño et al., 1991: 110-111); una nueva revisión de los taurobolios llevada a cabo por F. Marco (1997); y la noticia, englobada dentro de un estudio general sobre la romanización de las Cinco Villas, de una pesa de bronce representando a Attis (Cabello, 2007: 102, estudiada de forma monográfica por R. Erice –Erice, 2014-) (fig. 3). A partir del año 2009 vuelve a reivindicarse la importancia del enclave de Cabeza Ladrero, especialmente de la mano de Á. A. Jordán y J. Andreu El proyecto arqueológico de Cabezo Ladrero Ángel A. Jordán Lorenzo


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

(Jordán, 2009: 168; Andreu et al., 2010: 180), labor que culmina con el estudio monográfico del corpus epigráfico de Sofuentes (Jordán et al., 2010). Esta actividad coincide con la realización de varios sondeos en 2009 por J. J. Bienes, enmarcados en un proyecto más amplio de estudio del trazado de la calzada romana que unía Caesaraugusta con Beneharnum (Moreno et al., 2009). Desde entonces son pocas las nuevas publicaciones que se han producido, pudiendo citarse la noticia de un contrapeso cilíndrico (Peña, 2011-12: 149), la publicación de un miliario de Constantino (Lostal, 2011) y el trabajo monográfico sobre una pesa romana en forma de Attis (Erice, 2014, reestudiada en Andreu y Pérex, 2016).

hasta la extenuación en la bibliografía, aunque nadie se ha detenido a analizarlos con profundidad. Por esta razón, la planificación del Proyecto Arqueológico de Cabeza Ladrero necesariamente debía iniciarse en esta su primera fase, con la identificación de los aspectos más básicos de cualquier asentamiento humano: su extensión, cronología y entorno. Para realizar esta tarea el Proyecto descansa sobre cuatro grandes pilares intrínsecamente relacionados entre ellos, que describiremos a continuación: la existencia de un equipo transdisciplinar; la búsqueda de una “historia total” sin cerrar líneas de investigación; la conciencia de la temporalidad; y, por último, la difusión de los resultados obtenidos.

3.1. Un equipo transdisciplinar

3. EL PROYECTO ARQUEOLÓGICO DE CABEZA LADRERO Como se puede apreciar, aunque el yacimiento de Cabeza Ladrero ha aparecido en

la historiografía al menos desde finales del siglo XVIII, realmente es muy poco lo conocido de él, de tal forma que el trinomio Sofuentes-Cabeza Ladrero/ Mesolio-restos de importancia se ha ido repitiendo

Figura 3. Pesa romana con forma de Atis

Como se ha dicho con anterioridad, el objetivo principal del Proyecto Arqueológico de Cabeza Ladrero es conocer el yacimiento arqueológico de Cabeza Ladrero. Ahora bien, entendemos “yacimiento” no sólo como el conjunto de estructuras o restos materiales de algún tipo de actividad humana que puedan aparecer en él, sino de una forma más abstracta como la sociedad que en él habitó. Es el individuo y su realidad el objeto último del Proyecto. Sin embargo, la aprehensión de esta realidad vivencial es algo complejo por las propias características inherentes al ser humano. Esta complejidad provoca que su comprensión no sea posible desde un único enfoque metodológico ni desde una única ciencia. Por esta razón el Proyecto de Investigación de Cabeza Ladrero se plantea como un espacio de trabajo transdisciplinar en el que tienen cabida investigadores de diferentes ramas del conocimiento y siempre está abierto a la incorporación de nuevos investigadores que amplíen el marco de comprensión. Puede considerarse, a efectos descriptivos, que éstos se integran en dos grandes ejes que mantienen un contacto constante. Por un lado, a pie de campo se sitúa un conjunto de arqueólogos con intereses en diferentes épocas, lo cual favorece el intercambio de opiniones y la uniformidad a la hora de actuar, con independencia del periodo cronológico que se trate. Por otro lado, un equipo de diez técnicos se encarga del análisis de muestras biológicas, de la documentación en archivos y de la conservación de los restos. Todo ello, además, con la colaboración y asesoramiento de los laboratorios de Antropología Física de la Universidad Autónoma de Madrid, de Arqueozoología de la Universidad Autónoma de Madrid y de Prehistoria de la Universitat Autònoma de Barcelona, así como de la Cátedra de Arqueología de la Universitat Rovira i Virgili y la Cátedra de Arqueología de la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea.


Desde un principio, la gestión de este grupo humano se planteó de forma que existiera el mayor contacto posible entre todos sus miembros, así como entre éstos y el yacimiento. Esta interrelación es fundamental. Así, el técnico de laboratorio ha establecido las pautas a seguir por medio de la elaboración de diversos protocolos de trabajo teniendo en cuenta las necesidades y características del equipo. Del mismo modo, el arqueólogo de campo ha variado su rutina en función de las necesidades del equipo de laboratorio, garantizando así la óptima toma de muestras con las que puedan trabajar. Con posterioridad, frente a una visión reduccionista de la interpretación de los resultados, en la que éstos son canalizados y entendidos por una única persona, se plantea su estudio de forma conjunta por medio de reuniones de todo el equipo que permitan establecer una productiva multiplicidad de puntos de vista. Por otro lado, también creemos necesario que los técnicos tengan una visión directa del espacio físico y su participación en los trabajos de campo, bien sean prospecciones o bien sean excavaciones. Con ello esperamos conseguir una mayor relación entre el investigador y el elemento a analizar (muestras, documentos, cerámicas, etc…). Así, se trasciende el anonimato que pueda tener una muestra, un artefacto concreto o unas líneas en un papel, dotándolas de una carga contextual que ayuda a realizar la interpretación, dotándola de matices que de otra forma desaparecerían. Con ello, para finalizar, esperamos romper los muros que separan unas disciplinas de otras, desarrollando una construcción plenamente participativa y, por lo tanto, enriquecedora, del conocimiento.

3.2. Hacia una “historia total” Una consecuencia directa de la existencia de un equipo de investigación tan amplio y con tantos intereses distintos es el acercamiento del Proyecto hacia unas pautas investigadoras cercanas a la escuela de los Annales, pues no hemos de olvidar su búsqueda de la historia a través de la pluridisciplinariedad y la pluritematidad (Burke, l990). En este sentido, si el Proyecto se enfoca al estudio de un asentamiento milenario, la conciencia de la amplitud de posibilidades de investigación existentes necesariamente debe obligarnos a la realización de una escrupulosa toma de datos con la finalidad de poder dotar cualquier línea de investigación futura. Obviamente, en la actualidad el equipo actual tiene sus intereses y en función de ellos y de los datos que poco a poco se obtienen del yacimiento se orienta la investigación. Sin embargo, restringir desde el punto de partida cualquier posibilidad de recogida de información constituye, en nuestra opinión, un grave error metodológico. Un ejemplo de esta situación se puede apreciar en la toma de datos realizada en la I Campaña

de Prospecciones en el año 2016, en la que se georeferenciaron todos los artefactos encontrados en superficie independientemente de su lugar de aparición (campo, yacimiento) o de su cronología, de tal forma que se obtuvo un conjunto de 17940 registros entre los que se pueden encontrar desde cerámica del Hierro hasta una llave allen o un candado. ¿Qué uso puede tener georeferenciar estos elementos modernos? Para nosotros, en este estadio del Proyecto, tan sólo como forma de destacar lugares. Pero nadie nos dice que en un futuro se puedan emplear para desarrollar nuevas líneas de investigación procedentes de nuevas personas e ideas.

3.3. Consciencia de la temporalidad El 11 de mayo de 2014 el periódico Heraldo de Aragón publicaba la lamentable noticia de que el patrimonio aragonés ocupaba el tercer puesto en la “Lista Roja” de Hispania Nostra, que recoge elementos del Patrimonio Histórico español en riesgo de desaparición, con un total de 61 espacios en peligro. Un año después se calificaba la situación de “ruina entre las ruinas” (Heraldo de Aragón, 3/05/15) y el panorama no ha mejorado en la actualidad. La existencia de yacimientos abandonados es una realidad en el panorama investigador español y, creemos, cualquier Proyecto que surja en la actualidad necesariamente ha de reflexionar sobre esta problemática. En nuestra opinión, a esta situación se ha llegado como consecuencia de la interacción de dos elementos relativamente frecuentes: la vinculación del yacimiento a un proyecto personal y la generación de costes de mantenimiento que son derivados a la administración pública que, especialmente en la coyuntura socioeconómica actual, no puede asumir. El primer elemento es complicado de solventar. Se conocen ejemplos en toda la Península de investigadores que iniciaron con gran ímpetu el estudio de un yacimiento y que después sus intereses vitales le llevaron a abandonarlo en busca de nuevos horizontes. Sólo en Aragón podrían mencionarse, por ejemplo, las excavaciones del Marqués de Cerralbo en Arcobriga a principios de siglo XX o las del Dr. Antonio Beltrán en Los Bañales en la década de los 50. En el contexto investigador actual, poco se puede hacer para solucionar este problema. Quizá una forma de paliar esta situación sea contar con un apoyo institucional (universidad, ayuntamiento, etc…) que permita garantizar el futuro de un Proyecto más allá de las personas. En nuestro caso, se ha tratado de buscar esta permanencia con el apoyo del ayuntamiento de Sofuentes cuyo interés por el desarrollo del Proyecto Arqueológico excede el meramente testimonial, así como la involucración de los ayuntamientos de las localidades circundantes. El proyecto arqueológico de Cabezo Ladrero Ángel A. Jordán Lorenzo

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Por otro lado, es una realidad que cuanto más se excava se generan más gastos de mantenimiento del yacimiento. Hay que tener en cuenta que no sólo se está hablando de consolidar lo que se haya encontrado en la campaña en curso, también hay que mantener lo ya consolidado en campañas anteriores, de tal forma que la partida económica reservada a esta finalidad no sólo constituye un montante fijo, sino que se irá incrementando año a año. En este sentido, realizar actuaciones como las del siglo pasado, en las que tras la intervención se abandonaban los restos a su suerte constituye una irresponsabilidad. Del mismo modo, creemos que es igualmente irresponsable plantear una excavación con la esperanza de que sea el Estado quien, en último término, intervenga en “rescate” de las estructuras desveladas, asumiendo el coste económico. En nuestra opinión, el desarrollo de un proyecto arqueológico ha de buscar la autosostenibilidad de éste, de forma que genere los recursos necesarios para su mantenimiento. Lógicamente, dado el ámbito en el que nos movemos, éstos necesariamente deben proceder del turismo, por lo que debe existir un producto que mostrar. En nuestro caso concreto, el estado inicial del Proyecto y el gran desconocimiento que existe del yacimiento nos aconseja actuar con cautela. Así, mientras no se sepa qué es lo que hay, qué queremos ofrecer y cómo lo queremos hacer, aspectos éstos intrínsecamente unidos, es mejor excavar, para adquirir este conocimiento, y después tapar, para preservar de forma óptima lo descubierto a la espera de la visualización del producto acabado, que se realizará en una fase posterior del Proyecto.

3.4. Difusión Un último eje de trabajo que se plantea en el Proyecto es dar a conocer tanto el Proyecto como la riqueza monumental de la localidad de Sofuentes y su entorno de estudio, de tal forma que, por un lado, se pueda integrar el yacimiento de Cabeza Ladrero al circuito científico y, por el otro, se puedan transferir de forma rápida y clara los resultados a la sociedad.

en el desarrollo del propio Proyecto. Así, aunque sin caer en modelos extremos de publicitación sin control, creemos en una triple estratega de divulgación, difusión y comunicación. Por un lado, siguiendo el ejemplo del proyecto de A Lanzada (Xurxo et al., 2012), el de la intervención de A. Azkárate en la catedral vieja de Vitoria (Azkárate, 2011) o el de nosotros mismos en El Pueyo de Los Bañales (Uncastillo), se plantea una excavación abierta al público como una forma de restitución del yacimiento a la comunidad local, de tal forma que la fase de intervención arqueológica se convierta en el punto neurálgico del programa de actividades (Xurxo et al., 2012: 80-81). Para ello se parte de la idea de que el contacto físico con los restos arqueológicos, la participación activa y la explicación in situ son las mejores herramientas para acercar el patrimonio arqueológico a la sociedad, construyendo con ello de forma más fácil una percepción real del pasado (Xurxo et al., 2012: 81). Ahora bien, no sólo se trata de una forma de mostrar el estado de la excavación a todo el que esté interesado, sino también de ofrecer la posibilidad de intervenir directamente en ella, en un modelo cercano a los de la Community Archaeology (Liddle, 1989; Jameson, 2004; Holtorf, 2006) desarrollado desde hace años con éxito en otros yacimientos (Moser et al., 2002: 220248; Tully, 2007; Tully, 2009: 63-78), aunque siendo conscientes de los riesgos y limitaciones que existen (i. e. Simpson y Williams, 2008: 70-71). En este sentido, mientras que la intervención de la comunidad ha llegado a desarrollar, en casos extremos, proyectos en los que había muy poca involucración y guía profesional, cuando no ninguna (Simpson y Williams, 2008: 74), es necesario que toda actividad comunitaria deba estar supervisada permanentemente por uno de nuestros técnicos. Por lo tanto, creemos más en un modelo que,

Esto surge de la asunción de los integrantes de la necesidad de practicar una arqueología crítica y, sobre todo, consciente del impacto social que representa, y que exige a la vez una transferencia de los resultados de la investigación. De esta forma, comunicación, difusión y divulgación social de la actividad arqueológica y del conocimiento científico generado por ella también debe centrar la atención del Proyecto (Xurxo et al., 2012: 71). Esta labor de difusión debe entenderse, además, como una inversión de futuro, tanto para el Proyecto como para el patrimonio, pues permitirá que la sociedad visualice los avances del equipo investigador y pueda llegar a auto-educarse a favor de la conservación y preservación de los restos arqueológicos (Andreu y García, 2013: 285) e incluso, por qué no, involucrarse

Figura 4. Estudiando una estela romana con un vecino de Castiliscar


aunque nace de la Community Archaeology es más una arqueología colaborativa (Tully, 2009: 75), en donde se busca una colaboración real entre la sociedad y el equipo arqueológico. De esta forma la comunidad juega un rol más activo que el de ser un sujeto pasivo que es informado por el investigador (fig. 4). Por otro lado, las nuevas tecnologías proporcionan un importante altavoz a la labor de investigación del proyecto, por medio de la interacción en diferentes espacios, como pueden ser las redes sociales Facebook y Twitter, así como la propia “red” por medio de una página web del yacimiento (http://www.cabezaladrero. es). De esta forma, el Proyecto Arqueológico de Cabeza Ladrero pretende hacer accesible a través de Internet el patrimonio arqueológico y cultural tanto de Sofuentes como de su área de estudio. Además, consideramos que éste puede ser un buen medio para implicar a la ciudadanía en la gestión y protección de los recursos culturales de la zona, por medio del desarrollo de un servicio específico web en el que se podrán efectuar sus aportaciones e incluso involucrarse en los procesos de I+D+I. Ahora bien, conviene ser conscientes de que a través de estas actuaciones de difusión realizadas en los medios sociales se corre el riesgo de crear una realidad alternativa del Proyecto, sostenida por la ilusión ficticia de la existencia de una miríada de seguidores. Esta realidad alternativa viene condicionada por las propias normas de las redes sociales empleadas, en donde hay una ecuación directa entre mayor número de “fans” y mayor número de gente a la que llega la información. El problema, en nuestra opinión, surge cuando se trata de adaptar las estrategias de comunicación a este objetivo, pensando que con ello se obtienen los parámetros de difusión que se buscan. Efectivamente, puede decirse que difundimos al emplear las redes sociales, pues enviamos un mensaje, ¿pero cuál es el mensaje que se transmite? Si se quiere mantener el número de “fans” el mensaje necesariamente debe atender a sus demandas, que normalmente están caracterizadas por la frecuencia de la publicación, su sesgo positivo y, por supuesto, su espectacularidad. El resultado final es la inversión de gran cantidad de tiempo y recursos en generar información y elementos para satisfacer a este público, partiendo de una actividad (un Proyecto Arqueológico) que no suele generar información de estas características con tanta frecuencia como se demanda. Por ello, el peligro que se corre es el de transmitir información sin contenido real, en donde prima la estética frente a la muestra de resultados objetivos del Proyecto, o bien de contenidos equivocados, fruto de la propia rapidez que se exige. De esta forma puede llegar a crearse una pantalla de humo que construye una realidad alternativa mostrando un escenario inexistente, cuando no una postverdad, en donde es fácilmente manipulable tanto el mensaje como el receptor.

Además, en nuestra opinión existe un último problema que conviene tener en cuenta a la hora de difundir a través de los medios sociales: el propio receptor en sí. Es necesario identificar claramente al receptor principal de la información que el Proyecto genera. ¿Trabajamos para la Sociedad, genérica y abstracta, o para la población de nuestro entorno geográfico de trabajo? A través de las redes sociales llegamos a la Sociedad (o al menos a una parte de ella), ¿pero difundimos realmente entre la gente de la zona? En nuestro caso concreto, la página de Facebook del Proyecto (https://www.facebook.com/cabezaladrero/) tiene 1560 seguidores a fecha de 30 de mayo de 2017, de los cuales apenas un centenar tienen como procedencia la provincia de Zaragoza. Esto implica que el grueso de todo el tiempo y recursos invertido en esta labor de publicitación no repercute directamente en los principales beneficiados del Proyecto, que es la población de la zona. De hecho, la alta media de edad de los residentes en nuestra área de estudio provoca que el acceso a las redes sociales sea minoritario. Así, en la práctica se está llegando a la segunda generación, que se trasladó a vivir a la capital, y a unos pocos vecinos. ¿Qué ocurre, entonces, con el grueso de la población? Para tratar de responder a esta pregunta realizamos a finales de 2016 un pequeño experimento publicitando una actividad en Sofuentes exclusivamente a través de las redes sociales. El resultado fue que el mensaje apenas fue difundido en la zona y, por lo tanto, la población apenas se enteró. Esto nos mostró que, en nuestro caso concreto, en el que queremos que nuestro principal beneficiario del Proyecto sea el habitante de la zona, este tipo de canales, aunque interesantes, no deben ser prioritarios. Paradójicamente, la asunción de esta realidad puede redundar en una mejora en la calidad en la transmisión de los resultados por estos medios, pues se pueden ignorar todos los condicionantes que se imponen en esta búsqueda de “fans”. ¿Realmente es necesario actualizar todos los días cuando no se genera información que soporte este ritmo? Tal vez sea la propia generación de información la que deba marcar el ritmo. ¿Es necesario narrar instantáneamente cualquier descubrimiento? Quizá sea necesario estudiarlo un poco para así poder ofrecer una información correcta (todos conocemos, y hemos sufrido, casos en los que las prisas han llevado a transmitir una identificación errónea de una pieza o una teoría insuficientemente apoyada). Aquí, desde luego, cada Proyecto debe hacerse sus propias preguntas y contestarlas en la forma que quiera. Volviendo a la población local, que es nuestro destinatario principal, indudablemente las redes sociales son un cauce para llegar a ella pero, como se ha dicho, no debe ser ni la principal ni la única. Es necesario crear un espacio de intercambio entre El proyecto arqueológico de Cabezo Ladrero Ángel A. Jordán Lorenzo

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

la sociedad y el equipo técnico en donde se busque facilitar la posibilidad a la comunidad de pasar de ser un individuo pasivo a uno activo, ofreciendo un momento propicio donde poder conocer los acciones realizadas, las futuras e incluso intervenir en ellas. En este sentido, las tradicionales charlas/debates sobre los trabajos realizados o las visitas guiadas constituyen uno de estos cauces. Pero junto a ellos el Proyecto Arqueológico de Cabeza Ladrero apuesta por una inmersión completa, superando la tradicional separación “investigador/ receptor” para integrarse dentro del entorno, de igual a igual, facilitando la comunicación en cualquier momento y cualquier lugar (fig. 5). Queda, para finalizar, un último eje sobre el que pivotan los objetivos de difusión del Proyecto de Investigación de Cabeza Ladrero: la comunicación científica de los resultados obtenidos. El objetivo no es sólo que se vuelva a incluir el yacimiento de Cabeza Ladrero en los círculos científicos, sino que se supere su uso tradicional como un ejemplo más de una situación dada en otras partes, para pasar a ser un generador de nueva información y nuevas teorías, proponiendo líneas de trabajo y buscando encuentros productivos entre múltiples disciplinas. Con esta finalidad, la publicación de los resultados y la colaboración y apoyo a jóvenes investigadores debe ser una premisa indispensable dentro del proyecto. Una publicación científica es uno de los últimos pasos de cualquier investigación científica, previo al debate externo, bien en revistas locales como en medios especializados. Ahora bien, como se ha visto en otros yacimientos, hay que ser consciente de que la búsqueda sin freno de la publicitación de resultados en medios científicos puede conducir a un desafortunado apresuramiento que se traduzca en estudios parciales de excavaciones todavía en vigor y, por lo tanto,

Figura 5. Miembros del Proyecto participando en una merienda popular en Sofuentes

incompletas, que en muchas ocasiones carecen del más mínimo rigor. Sin despreciar la opción de publicar trabajos sobre excavaciones en curso como una forma de adelantar resultados o de buscar ayuda en la comunidad científica, creemos que un estudio de un ámbito cerrado, sea de la clase que sea (arqueológico, faunístico, etc), debe ser una condición para su publicación en una revista científica. Por último, el apoyo al desarrollo de jóvenes investigadores se plantea dentro de la comunicación científica del Proyecto como un elemento intrínsecamente relacionado con el leitmotiv de éste. Las características teórico-metodológicas del Proyecto de Investigación de Cabeza Ladrero están enfocadas a conseguir el máximo posible de información del yacimiento y su entorno, siempre desde el mayor rigor posible. Esto permitirá, a medio plazo, obtener un volumen considerable de datos de diferentes tipos y cronologías que queremos poner a disposición de la comunidad científica para que pueda servir de apoyo a trabajos/tesis de investigadores. En este sentido, creemos que la estricta aplicación de la metodología de trabajo con independencia del periodo diacrónico en el que se esté operando, proporcionará una cantidad y calidad de información que en general es muy poco frecuente en las intervenciones arqueológicas. Se trata, en definitiva, de ofrecer una oportunidad, especialmente orientada a los jóvenes investigadores, de trabajar activamente con el material extraido en la excavación, estimulando de esta forma sus respectivas líneas de investigación.

4. CONCLUSIONES Como se puede apreciar, el Proyecto Arqueológico de Cabeza Ladrero surge de la apuesta de un conjunto de investigadores independientes por una forma muy concreta de hacer arqueología. Ésta es entendida con respeto, teniendo siempre presente que el objetivo último del Proyecto es el conocimiento del ser humano. Precisamente la complejidad de este propósito nos ha llevado a plantear un entorno de trabajo transdisciplinar en el que se integran investigadores de diferentes ramas del conocimiento en la búsqueda de un enriquecimiento mutuo. Además, la consciencia de esta diversidad de criterios, intereses y opiniones en cierto sentido nos obliga a desarrollar una pluritematidad en donde no hay tema, objetivo o investigación que no pueda ser abordada. Sin duda, la estricta aplicación de la metodología de trabajo, con independencia del periodo diacrónico en el que se esté operando, proporcionará una cantidad y calidad de información que permitirá este desarrollo. Por último, conviene reconocer que en la actualidad ya no se busca el conocimiento per se. Es necesario


difundir el conocimiento, con responsabilidad, siendo conscientes de que nuestro destinatario principal es la población del entorno en el que trabajamos. Para ello intentamos superar la habitual división investigador/ receptor, nosotros/ellos, situándonos en un mismo plano de intereses y objetivos, haciendo partícipe a la sociedad tanto de los logros alcanzados como de los problemas existentes y, por otra parte, acogiendo entre nuestros objetivos sus intereses y preocupaciones, buscando siempre generar valor en la vida del entorno, bien sea ético, cultural, medioambiental o social.

sobre las Cinco Villas. Ejea de los Caballeros, Centro de Estudios de las Cinco Villas, pp. 19-52.

Se trata, para finalizar, de un Proyecto independiente, transdisciplinar y autosuficiente que surge con identidad propia basado en unos pilares firmes. Estos cimientos proporcionan un singular acercamiento al yacimiento y a la sociedad, siempre con una proyección de permanencia en el tiempo y de reconocimiento por unos atributos únicos.

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EL PROYECTO DE SANTA MARÍA DE PALAZUELOS ARQUEOLOGÍA Y PATRIMONIO THE PROJECT OF SANTA MARÍA DE PALAZUELOS ARCHEOLOGY AND HERITAGE

Arturo Balado Pachón, Ana Martínez García Patrimonio Inteligente, S.L. Autor de contacto/Contact author: Arturo Balado Pachón, arturobalado@patrimoniointeligentecyl.com

RESUMEN El monasterio cisterciense de Santa María de Palazuelos se sitúa en la localidad de Cabezón de Pisuerga, provincia de Valladolid. Fue fundado en 1213 y se mantuvo en uso hasta la década de los años 60 del siglo XX, en que fue abandonado. Desde 2012 es objeto de un programa de recuperación del edificio encaminado a su restauración integral. Como parte de ello, se han realizado numerosas intervenciones arqueológicas. Esta comunicación relata las excavaciones arqueológicas realizadas y las conclusiones obtenidas. PALABRAS CLAVE: Monasterio; Cisterciens; Enterramientos; Arcosolios; Dinastía Ming. ABSTRACT The cistercian monastery, called Santa María de Palazuelos, is located in Cabezón de Pisuerga, Valladolid.. It was founded in 1213. It was occupied until the sixties of the 20th century, when it was adandoned. From 2012 it has been target of a whole proyect in order to manage an entire restoration. Because of that, several alcheological excavations have been done. This article tells us about these archeologiclal tasks and the conclusions which have been got. KEY WORDS: Monastery; Cistercian; Burials; Funeral Arch; Ming Dynasty

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Figura 1. Vista de la cabecera de la iglesia del monasterio de santa María de Palazuelos.

1. INTRODUCCIÓN

El monasterio de Santa maría de Palazuelos se localiza junto a la localidad de Cabezón de Pisuerga, a unos 12 km al norte de Valladolid, junto a la margen derecha de un fértil meandro del Pisuerga. Es un cenobio cisterciense cuya fundación se produjo en 1213. En ese momento un noble de Tierra de Campos, Alfonso Téllez de Meneses, obtuvo la villa de Palazuelos de manos del rey Alfonso VIII, como agradecimiento a su ayuda en la victoria de las Navas de Tolosa, en 1212. Don Alfonso donó la villa a una comunidad de monjes cistercienses que hasta ese momento estaban establecidos en el monasterio de San Andrés de Valvení, en la cercana localidad de San Martín del Valvení, con la condición de que se trasladaran a la nueva ubicación.

Figura 2. Algunos de los sarcófagos de la familia Téllez de Meneses.

La iglesia es de tres naves, con crucero que no sobresale en planta y cabecera con triple ábside. El cenobio contaba con dos claustros, el Reglar y de la Hospedería, situados en el lado sur del templo.

de sarcófagos de caliza, realizados en la segunda mitad del siglo XIII, que albergaron los restos del fundador y algunos de sus descendientes. Las tapas reproducen motivos heráldicos o figuras yacentes idealizadas, mientras que las urnas muestran arquerías que enmarcan el ceremonial fúnebre. El conjunto puede fecharse en el siglo XIII aunque podemos diferenciar dos momentos escultóricos, los realizados s mediados del siglo y es los últimos años (Balado y Martínez, 2015: 50-51).

En la iglesia, practicante el único resto del monasterio que ha llegado a nuestros días, se conserva una serie

La andadura del monasterio continua y a mediados del siglo XVI, en 1551, se convierte en sede del Reformador

La construcción del monasterio se inició a comienzos del siglo XIII y en 1226 la iglesia se consagró, mientras que hacia mediados de siglo, los monjes ya viven en Palazuelos, stando ya terminadas las principales dependencias.


y de los Capítulos Generales de la Congregación de Castilla (García Flores, A., 2010: 349) y así continuó hasta 1835, celebrándose cada tres años los Capítulos Generales de la Orden de la Corona de Castilla. Este hecho motivó la realización de reformas en el monasterio para adaptarlo a las necesidades derivadas de su nuevo papel. A finales del siglo XVI se realizó una gran remodelación, que afectó a varias zonas del monasterio. El derrumbe de la mitad de los pies del monasterio, propició la necesidad de la reconstrucción de las naves, que fue encargada a Juan de Nates, quien declaró su compromiso de «hazer en el dicho monasterio de nuestra señora de palazuelos lo que se cayo de la yglesia e dicho monasterio y lo que a de hacer quatro pilares y nueve capillas» (Ibidem: 330). Además canceló vanos de entrada originales del templo y abrió la actual entrada adintelada.

Una de las intervenciones arqueológicas realizadas con el objetivo de analizar las humedades de los muros y la cimentación del edificio, deparó la existencia de un enterramiento doble practicado en fosa que estaba recubierta al interior por un enlucido de cal, de las que únicamente ha sido excavada la más septentrional. En su interior se documentó el cuerpo de un varón que alcanzó una altura de 180, en posición decúbito dorsal extendido, con el brazo izquierdo estirado paralelo al cuerpo y el derecho flexionado con el antebrazo sobre la pelvis.

En la actualidad, como ya ha sido dicho, sólo queda en pie el edificio de la iglesia, desacralizado, ya que los claustros fueron vendidos y destruidos tras la Desamortización de 1835 (Ibidem: 1229). En ese momento la iglesia fue convertida en parroquia, hecho que impidió su desaparición. El abandono del templo desde los años 60 del siglo XX, cuando dejó de ser utilizada por los feligreses, provocó un estado de ruina progresiva que ha motivado la intervención que desde 2012 se está llevando a cabo de la mano de un equipo técnico especializado. Formando parte de este proyecto, se han realizado numerosas intervenciones arqueológicas, motivadas por las necesidades del proyecto encaminado a solucionar los problemas estructurales del edificio.

2. LAS INTERVENCIONES ARQUEOLÓGICAS Los trabajos arqueológicos se han distribuido por el interior del edificio, así como por el exterior, y han sido dirigidos por Arturo Balado y Ana Martínez.

2.1. Excavaciones del interior de la iglesia Las intervenciones realizadas en el interior del templo, han deparado información sobre el uso funerario que tuvo el monasterio, por parte, tanto de la familia Téllez de Meneses, como de otros miembros de la pequeña nobleza que ayudarían económicamente al monasterio y a cambio, obtendrían el privilegio de ser enterrados allí. Junto al inicio de la nave del Evangelio se sitúa la capilla funeraria de Santa Inés. Sobresale en planta y está distribuía en dos espacios. En ella se situarían originalmente algunos de los sarcófagos de la familia fundadora. pero también hemos podido comprobar que su uso funerario se extendió al subsuelo.

Figura 3. Enterramiento localizado en la capilla funeraria de los Téllez de Meneses El cuerpo se depositó dentro de un ataúd de madera que suponemos que estaba decorado en su tapa con apliques de bronce, ya que fueron localizados numerosas tachuelas, junto a fragmentos de madera sobre el cuerpo del finado. En la zona de los pies se registraron los acicates de hierro con los que el difunto fue enterrado. De ellos se han documentado la caja y la espiga, realizadas en hierro, mientras que no se han conservado las tiras de El proyecto de Santa María de Palazuelos. Arqueología y Patrimonio Arturo Balado Pachón y Ana Martínez García

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

cuero ni las hebillas de bronce con las que se sujetarían al tobillo. La espiga del acicate tiene un cuello corto y una punta no demasiado larga con un tope abotonado para impedir que se hundiera demasiado en el vientre del animal. Por su tipología podemos identificarlo como una pieza propia de la primera mitad del siglo XIV, en concreto el tipo 4.2 de la tipología de Soler del Campo (1991: 468-469, cuadro 13). Esta cronología ha sido avalada por las piezas cerámicas localizadas en el relleno del enterramiento. Son producciones del tipo Duque de la Victoria, originarias de Valladolid, que dejaron de producirse a finales del siglo XIV o principios del XV (Moratinos y Santamaría, 1991). El hecho de haber constatado la presencia de inhumaciones en el subsuelo de la capilla, nos permite especular que seguía en uso en el siglo XIV y que el caballero enterrado pertenecería probablemente a la familia Téllez de Meneses, aunque posiblemente un miembro menor. Una intervención arqueológica más, realizada en el interior del edifico es la que se practicó en la pareja de arcosolios del lienzo norte de la nave del Evangelio, situados junto a la Puerta del Cementerio. Son arcos góticos horadados en el muro, por tanto una obra realizada cuando el templo ya estaba construido, para ser lugar de enterramiento, posiblemente de personajes que habrían colaborado con el mantenimiento económico del cenobio, hecho por el que obtenían del abad el privilegio de ser enterrados en el interior de la iglesia. Cada arcosolio consta de dos tumbas, dispuestas con orientación canónica y separadas por una hilera de losas calizas. Tres de ellas han sido excavadas, mientras que la más interna del arco oriental, no ha sido objeto de nuestra intervención por encontrarse intacta.. Las tres restantes estaban profanadas, al menos en los niveles más superficiales, y en ellas se había guardado una gran cantidad de huesos procedente de un osario, y

Figura 5. Proceso de excavación del arcosolio B. que a finales del siglo XX se encontraban diseminados por la iglesia. Ante el estado de abandono del templo, el arzobispado dispuso que estos huesos fueran recogidos en estos enterramientos y sellados. Así, al iniciar nuestra investigación, nos encontramos con una cubierta de cemento contemporáneo que sellaba los tres enterramientos. Su eliminación, justificó nuestra excavación. Así, nos centramos en las tres restantes y los resultados más sorprendentes los deparó el enterramiento interno del arcosolio occidental. En él, debajo del gran osario formado en el siglo XX, junto a los restos óseos que interpretamos como originales de la tumba, se localizó un conjunto cerámico formado por tres jarras y un plato. Es muy probable que fueran producidos en los alfares mudéjares de la aljama de Santa María en la ciudad de Valladolid, y pueden ser datados a mediados del siglo XV (Martínez y Balado, 2017: 463).

Figura 4. Pareja de arcosolios de la nave.

Este conjunto de producciones típicamente vallisoletanas, se completa con una excepcional jarra. Se trata de una tetera de porcelana china, con decoración vegetal en azul cobalto, producida durante la dinastía Ming, cuya producción debe situarse en el mismo momento que las cerámicas de Valladolid, el siglo XV (Balado y Martínez, e.p.).


más de lo que a simple vista podíamos ver, alcanzando los 6,6 m de altura total, mientras que su anchura es de 4,3 m. Podemos observar dos de sus arquivoltas, las más exteriores, aunque suponemos la existencia de más. El relleno que lo ciega actualmente está compuesto por piedra caliza irregular, reutilizada, que sin embargo no llega a la cota inferior del vano, sino que se apoyan sobre un nivel formado desde el siglo XIV, posiblemente producto de la inundación de un arroyo cercano, lo que impedía utilizar con normalidad ese acceso. Como sustitución, Juan de Nates abrió la puerta adintelada rematada con frontón, que se sitúa en el lado norte de la iglesia, y que hoy constituye el acceso principal de la iglesia. Esta puerta se situaba en la zona no privada del monasterio. Al sur de la misma se observa un muro perpendicular al occidental de la iglesia, que en la actualidad se encuentra arrasado pero que con un desarrollo en altura previsiblemente importante, separaría la zona privada del cenobio. Es conocido como el Muro del Cercado. Así, la puerta del muro occidental de la iglesia permitiría el libre acceso al templo de los feligreses, sin interferir en la vida privada de los monjes.

Figura 6. Algunos materiales arqueológicos encontrados en el arcosolio A.

2.2. Excavaciones del exterior de la iglesia La intervención arqueológica realizada en el entorno inmediato a la iglesia, se ha centrado en dos puntos. Por un lado la puerta de acceso original situada en los pies de la iglesia, en el extremo occidental, y, por otro, la zona del claustro más próxima a la Puerta de Monjes. En cuanto a la puerta de los pies, conocida como del Cercado, se trata de un gran vano con arco apuntado, que en la actualidad se encuentra cegado. Fue clausurada por Juan de Nates cuando los monjes le pidieron que lo hiciera pero que abriera un pequeño vano para iluminar el sotacoro, que ha estado abierto hasta el siglo XX (García Flores, 2010: 344). La excavación arqueológica realizada junto al muro occidental del templo, nos ha permitido comprobar una mayor altura para este vano, que llega a ser de 130 cm

Figura 7. Puerta original del templo, a los pies de la iglesia. El proyecto de Santa María de Palazuelos. Arqueología y Patrimonio Arturo Balado Pachón y Ana Martínez García

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Continuando con los vanos cegados del monasterio, una intervención más se realizó en el lado norte del templo. En concreto, delante de la Puerta del Cementerio, que en la actualidad se encuentra también cegada, con piedra caliza irregular. Adosada a ella, trazamos una cata en la que pudimos documentar el cementerio de los monjes, tal y como preveíamos. Está formado por fosas simples ordenadas con una disposición paralela y en la que los enterramientos guardan la orientación canónica. La mayor parte de ellas fueron reutilizadas, ya que presentan varios individuos, bien enterrados en el mismo momento, bien en sucesivos. Destaca la sencillez de estas fosas, en comparación con los enterramientos estudiados en el interior del templo, bien los sarcófagos, bien la fosa construida que albergó un ataúd de madera decorado con bronce, bien el enterramiento con ajuar cerámico del arcosolio. Los monjes eran inhumados en simples fosas, sin ataúd ni ajuar. Los materiales arqueológicos hallados en los rellenos de las tumbas, parecen corresponder a los siglos XIV y XV, aunque hoy por hoy, se ha excavado una mínima parte del cementerio de los monjes. Nuestro estudio arqueológico se ha centrado también en un tercer vano, la Puerta de los Monjes, que comunicaba el templo con el claustro reglar. La primera actuación estuvo motivada por la necesidad de abrir el vano, que también había sido cegado, aunque en este caso, en el momento de la venta de los claustros, tras la ley de Desamortización.

Figura 8. Enterramientos del monjes junto a la denominada puerta del cementerio.

Figura 9. Plano de la excavación en el Claustro reglar.


Además de su apertura, la excavación arqueológica se fijó en el pavimento inmediato al vano, en el claustro. Nos encontramos en la esquina más destacada de las pandas, por donde los monjes accedían al templo, motivo por el que presumíamos la existencia de un pavimento realizado con cantos, tal y como pudimos constatar. La decoración del suelo es geométrica y vegetal y para lograrlo se usaron cantos de diferentes tamaños y tonalidades, que se colocaron siguiendo diferentes patrones decorativos. En concreto, esta esquina está presidida por una gran flor de doce pétalos con un diámetro máximo de 3,5 m, con la que se consiguió dar a esta zona la importancia que seguramente tendría en la vida cotidiana del cenobio. Esta pavimentación hay que situarla en los últimos años del siglo XVI, momento en que parece que también se reformó este claustro.

3. CONCLUSIONES

Según el informe realizado en 1842 para tasar el monasterio antes de su venta, Matías Hidalgo (A.H.P.V. Hacienda, Desamortización, Leg.740.) describió así el claustro Reglar y el de la Hospedería:

Además, hemos podido constatar las diferentes características que presentan los enterramientos de los monjes, con respecto a los de los miembros de la nobleza. Éstos fueron despedidos en sepulturas lujosas, mientras que aquellos solo contaban con fosas simples, que además compartirían con otros compañeros, hasta la eternidad.

«la fabrica del edificio consiste en cimientos vaciados de mamposteria, zócalos y alguna parte de cantería sillar, rajas de ladrillo entrepañadas de tapias de tierra; el primer claustro con arcos de piedra sobre zócalo de lo mismo en la planta baja y de ladrillo en la principal. El claustro segundo tiene columnas aisladas en la 1ª y 2ª altura con una gola de alero, sobre cuyos capiteles se voltean arcos de canteria; los pisos se hallan atirantados y solados; cielos rasos y de bobedillas; armaduras, entabladas y tejados, biga bajo la linea de tierra, lagar, puertas, ventanas....» Por tanto, el Reglar parece que era de menor tamaño y contaba con dos alturas, el piso inferior realizado en cantería y el superior en ladrillo. Mientras que el de la Hospedería, debía tener un mayor tamaño y por la descripción realizada, parece que podía conservar los arcos románicos originales. El diferente tamaño de los dos patios, siendo menor el principal, es confirmado por Álvarez de la Braña, (Álvarez de la Braña 1903-1904: 293 nota 1). Afirma que en el mayor se disponían dependencias con celdas y el refectorio. Y en el de menor tamaño estarían las salas más destacadas, como la sala capitular, el archivo, la biblioteca o el scrinium. Además indica que él todavía pudo ver, a comienzos del siglo XX, sobre el suelo que ocuparon dichos claustros, dispersos trozos de arcos, fustes y otros materiales procedentes de los mismos (García Flores, A., 2010: 348).

Tras concluir estas intervenciones arqueológicas, hemos podido constatar el uso que tuvo el monasterio de Santa María de Palazuelos, como lugar de enterramiento. Éste fue sin duda el objetivo perseguido por el fundador Alfonso Téllez de Meneses, cuando cedió la tierra y propició la construcción del monasterio. Y esta tradición fúnebre continuó con la inhumación de otros personajes de la nobleza, que también habrían obtenido el privilegio de su enterramiento en el cenobio, como respuesta quizás a donaciones o a ayudas económicas a la comunidad religiosa. Y fueron sepultados en lugares destacados de la iglesia, en el subsuelo de la capilla más importante, la de Santa Inés, o en los arcosolios de la nave del Evangelio. Probablemente serían miembros de los Téllez de Meneses .

Nuestros trabajos también nos han permitido constatar la evolución histórica del monasterio que se fue adaptando a las necesidades surgidas en cada momento. Cómo la intervención realizada a finales del XVI trasformó el claustro Reglar, convirtiéndolo en una espacio de dos plantas reproduciendo el estilo renacentista, que además se pavimento con cantos formando espléndidas decoraciones. Y cómo este fin de siglo influyó también en los accesos del templo, abriendo un nuevo vano adintelado que se ha erigido en el principal hasta la actualidad. Ese momento también marcó el final de la puerta del Cercado, la principal desde el siglo XIII, y la del Cementerio, lo que parece que también determinó el abandono del camposanto de los monjes.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Álvarez de la Braña, R. (1903-1904): «Crónica de la excursión a Cabezón, Palazuelos y Aguilarejo el 10 de abril último», Boletín de la Sociedad Castellana de Excursiones, I, 285-297. Balado Pachón, A. y A. Martínez García __(2015): «Recientes intervenciones arqueológicas en el monasterio de Santa María de Palazuelos (Valladolid)», en Conocer Valladolid 2014/2015. VIII Curso de patrimonio cultural. Valladolid: 37-52. __(e.p.): «Una singular importación medieval de porcelana Ming en el monasterio de Santa María de Palazuelos, Valladolid», en Actas de las VI Jornadas El proyecto de Santa María de Palazuelos. Arqueología y Patrimonio Arturo Balado Pachón y Ana Martínez García

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

de Jóvenes Investigadores del valle del Duero. Del Paleolítico a la Edad Media. Oporto. García Flores, A. (2005): «Espacios funerarios en los monasterios cistercienses de los reinos de Castilla y de León (siglos XII al XV)», Cîteaux: commentarii cistercienses, 56/1-4:199-230. Martínez García, A.B. y A. Balado Pachón (2017): «Algunos enterramientos laicos bajomedievales en Santa María de Palazuelos, Valladolid», en Álvarez Rodríguez, A., Tejedor Rodríguez, C. y García Vázquez, I. (coordinadores): Actas de las V Jornadas de Jóvenes Investigadores del valle del Duero. Del Paleolítico a la Edad Media. Valladolid: 455-463. ISBN-13: 978-84-946124-0-4.

Moratinos, M., J.E. Santamaría (1991): “Nuevas aportaciones a la arqueología medieval vallisoletana. La excavación de los hornos y testar del solar nº 23 de la calle Duque de la Victoria”. En G. Delibes, E. Wattenberg, Z. Escudero y J. M. del Val (coord.). Arqueología urbana en Valladolid: 151-187. Junta de Castilla y León. Valladolid. Soler del Campo, A. (1991): La evolución del armamento medieval del reino Castellano-Leonés y Al-Andalus (siglos XII-XIV). Madrid.


RECUPERACIÓN Y PUESTA EN VALOR DEL CASTILLO DE BOLAÑOS DE CALATRAVA, CIUDAD REAL (2003-2016) RECOVERY AND ENHANCEMENT OF BOLAÑOS DE CALATRAVA CASTLE, CIUDAD REAL (2003-2016)

Petra Martín Prado, Ángel Aranda Palacios Concha Claros Bastante, Ana Segovia Fernández Autor de contacto/Contact author: Ángel Aranda Palacios, arandapalacios@yahoo.es

RESUMEN El castillo de Bolaños o castillo de doña Berenguela (Ciudad Real) sufrió los avatares propios del cambio de uso cuando pasa de ser una fortaleza musulmana construida para el control de los caminos a una encomienda de la Orden de Calatrava. Junto a ella se genera una población de modo que se convertirá en un castillo urbano. Su morfología con una planta cuadrada, la muralla, el foso perimetral y dos torres, propiciaron su transformación en una casa-castillo y que en época moderna se convirtiera en un espacio de uso cultural y lúdico. Intervenciones de los años cincuenta casi acaban con los vestigios que aún conservaba. En 2003 comenzamos la excavación y recuperación integral del castillo, tanto del patio como de las torres y el foso perimetral. Hoy está abierto al público y es el único castillo urbano que ha sobrevivido al desarrollo urbanístico en el Campo de Calatrava. La intervención en este monumento es un buen ejemplo de los trabajos que llevamos a cabo los arqueólogos profesionales, por un lado con el apoyo de las distintas administraciones locales, provinciales y regionales en defensa de la recuperación de nuestro patrimonio histórico, y por otro, con la difusión científica que realizamos en diferentes foros para su conocimiento, así como la función divulgativa a nivel social. PALABRAS CLAVE: Castillo; Edad Media; Arqueología Profesional; Investigación; Restauración y Difusión del Patrimonio.

ABSTRACT Bolaños Castle or Castle of Doña Berenguela (Ciudad Real) suffered the vicissitudes of its change of use when being a Muslim fortress built for control of roads, becomes the residence for a commission of The Order of Calatrava. Next to it a population is generated so that it will become an urban castle. Its morphology with a square floor, the wall, the moat perimeter and two towers, led to its transformation into a House and, in modern times, to become a space for cultural and leisure use. Interventions in the 1950s almost wiped out the vestiges that still retained. In 2003 we started the excavation and comprehensive recovery of the Castle, both the courtyard and towers and also the moat perimeter. Today is open to the public and is the only urban castle which has survived the urban development in Fields of Calatrava. Intervention in this monument is a good example of the work that we are carrying out as professional archaeologists, helped, on one hand, with the support of various local, provincial and regional administrations in defense of recovery of our historical heritage, and on the other, with scientific dissemination in different forums for their knowledge, as well as the informative function at socially. KEY WORDS: Castle; Middle ages; Professional archaeology; Research; Restoration and Heritage broadcasting.

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

1. INTRODUCCIÓN

2. REFERENCIAS HISTÓRICAS

El castillo de Doña Berenguela se localiza en el municipio de Bolaños de Calatrava, provincia de Ciudad Real, situado en la Plaza de Doña Berenguela, entre las calles del Castillo y Escuderos dentro la zona noroeste del casco urbano. Constituye un típico ejemplo de castillo de llanura poco útil en un conflicto militar importante, pero suficiente para defender a los vecinos en caso de conflicto local por ataque de bandidos o lucha entre señoríos nobiliarios. Fue construido para custodiar un importante cruce de caminos y controlar la frontera entre cristianos y musulmanes.

Esta fortaleza fue edificada en época medieval por los musulmanes; aunque tradicionalmente se ha mantenido que su origen era romano. Pero a través de las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo se ha constatado su origen musulmán.

Se trata de una antigua fortificación árabe que ha sufrido intensas remodelaciones para ser adaptada como castillo-casa de la Encomienda. Destaca sobre todo su valor funcional al ser sede político administrativa de la Orden de Calatrava y durante algún tiempo residencia de su titular, el comendador, pero sin dejar de ser un edificio militar, adaptado a este fin. El resultado final presenta una construcción con unas características tipológicas muy cercanas al clásico castillo señorial, donde contrariamente a su aspecto militar predominan los espacios de uso residencial-administrativo.

En la segunda mitad del siglo XII hubo una serie de acontecimientos históricos, viéndose implicado directamente el castillo de Bolaños. Hacia 1147 pasa a ser posesión de los cristianos, cuando se produce la conquista de Calatrava, perdiéndose luego por el empuje de los almohades en 1195, tras la derrota de la batalla de Alarcos. Fue recuperado definitivamente en 1212, tras la batalla de las Navas de Tolosa. La Reconquista modificó su utilidad, pasando el castillo de Bolaños de su ocupación en la defensa de las vías de comunicación a ser una atalaya de alerta ante las razzias de uno y otro bando, y a dar cobijo a los habitantes de su villa. La mayor parte de las noticias históricas se refieren a tiempos posteriores a las Navas, siendo especialmente importante la confirmación de Fernando III en 1229 de la donación de esta puebla a la Orden de Calatrava por Doña Berenguela. En 1245, Alfonso X confirmó todos los privilegios que Fernando III y Doña Berenguela habían dado, entre los que se encontraban diversas exenciones de tributos, pechos y pedidos. En 1373 el rey Enrique II concedió el privilegio de exención de ciertos impuestos. En 1544 se creó la encomienda de

Figura 1. Castillo de Doña Berenguela dentro del casco urbano.


Bolaños, en capítulo general de la Orden. A partir de entonces la Orden perdió su dominio material sobre Bolaños. Con el traslado de la capital de la Orden de Calatrava a la próxima localidad de Almagro, Bolaños pasó a depender de ésta. El castillo sirviendo incluso de lugar de encuentro entre los emisarios de la realenga Villa Real y los freires de la Orden, para intentar limar las asperezas que ambos bandos mantenían en su lucha particular por el control político. En el siglo XVI, para hacer frente a las luchas comuneras, fue sacado del olvido y reparado de forma no muy satisfactoria. Pero después se abandona progresivamente, conociendo los estragos del tiempo y abriendo en sus muros las brechas de la ruina. En los Libros de Visitas de la Orden de Calatrava se hacen referencias al mal estado de conservación y a la necesidad de hacer reparaciones en las casas del castillo y en sus murallas durante el siglo XVIII. En 1864 sale a subasta, hallándose por entonces muy arruinado. Durante el siglo XX fue desapareciendo lo poco que quedaba de las edificaciones situadas en el interior de su recinto amurallado, llegando a quedar tan limpio el patio de armas que pudo albergar corridas de toros. Esta fortaleza está catalogada con la categoría de monumento B.I.C. desde 1981. La Diputación de Ciudad Real lo restauró en diferentes actuaciones en la década de los 80, siendo posteriormente utilizado para dar cobijo a diversos actos culturales. Desde el año 2003 pertenece al pueblo de Bolaños de Calatrava, tras la cesión de la Diputación al Ayuntamiento, quien se encarga de su gestión cultural y de las diferentes actuaciones de investigación arqueológica, puesta en valor y difusión social que desde entonces se vienen realizando.

3. DESCRIPCIÓN DEL CASTILLO DE BOLAÑOS En el castillo de Bolaños encontramos tres elementos esenciales defensivos: las murallas, las torres y el foso. Al mismo tiempo que se levanta la fortaleza, en el siglo XII, se excava el foso perimetral para reforzar la defensade las murallas y de las cuatro torres que tenía, además de servir como medio de evacuación de las aguas residuales del interior de la fortaleza. El adarve corre a lo largo de prácticamente todo el perímetro de la muralla y era utilizado en su época por los defensores como pasillo para vigilar y controlar mejor el exterior. En el siglo XVI ya sólo conservaba las dos torres situadas al norte, habiendo desaparecido las dos del sur, si bien se ha documentado la base de roca caliza donde se asentaban. La pérdida de las torres se debe a que estaban construidas de tapiales, al igual que las murallas, lo que favoreció su deterioro tanto por falta de mantenimiento, como por acción de las luchas y asedios, como muestran los numerosos bolos o bolaños recogidos en las excavaciones. Las dos torres existentes se levantan en las esquinas noreste, Torre Alta, y noroeste, Torre Prieta, ambas se construyen con fuertes muros de piedra volcánica y cuarcita. La Torre Prieta es más gruesa y tiene dos pisos y la terraza. Está junto a la puerta de entrada, de cuya defensa debió ocuparse. En el interior de la planta baja se conservan los restos de un edificio anterior a la fundación de la torre; la escalera de acceso a las plantas superiores está construida con arcos apuntados de ladrillo y bóvedas de piedra. Se trata de una torre hueca, cuya función era exclusivamente defensiva, de varios pisos intermedios con suelo plano de madera. En la fachada se construye un gran arco apuntado de ladrillo que sustenta el adarve que comunica la muralla norte y con la del oeste. En la terraza se aprecian las desafortunadas intervenciones

Figura 2. Interior y exterior del castillo a mediados del siglo XX. Recuperación y puesta en valor del Castillo de Bolaños de Calatrava, Ciudad real (2003-2016) Ángel Aranda Palacios, Petra Martín Prado, Concha Claros Bastante y Ana Segovia Fernández

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1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Figura 3. Imagen y planta de los restos constructivos del castillo. que ha sufrido esta torre, ya que durante la intervención de 1957 se eliminó su cuerpo superior, construido en tapial y cubierto con teja curva a cuatro aguas. La Torre Alta es más esbelta. A las plantas superiores se accede desde el patio, mediante una escalera de fábrica moderna. En su interior se conservan las tres plantas originales, dos están construidas con bóvedas de ladrillo y con una dependencia en cada una de ellas, que en su día estuvieron estucadas. Su función fue eminentemente residencial estando ocupada a lo largo de la historia por reyes, maestres y comendadores. La torre está rematada por una terraza defensiva con almenas y matacanes. En la planta baja se encuentra una dependencia con una cubierta de ladrillo, a la que se accede directamente desde el patio por una entrada independiente. En el patio del castillo se localizan los restos de un interesante sistema de recogida, depósito y distribución de agua, donde destacan unos baños

Figura 4. Torre Alta o del Homenaje.

árabes. De la existencia de estos Baños o Hammam ya se tenían referencias documentales recogidas en “Las Relaciones Topográficas de los Pueblos de España” mandadas hacer por Felipe II en 1575, donde se dice textualmente: “Hay baños afuera y dentro del castillo con sus acueductos y servicios”. Gracias a la roca caliza que compone la base de este castillo, ha permitido que algunas de las estructuras necesarias para la construcción de los baños, se excavaran en la roca, con lo que se ha podido definir la Sala Caliente conformada por el hipocaustum y su horno, así como, dos piletas y una bañera. El resto de las dependencias que conforman los baños están escasamente documentadas debido a la carencia de restos arquitectónicos llegados a nuestros días. En el centro encontramos los restos de un patio con un complejo sistema de captación y distribución de agua, relacionado con los baños y pertenecientes a la misma época, compuesto por alberca y aljibe, disposición repetida en las casas hispano-musulmanas del mundo medieval, en las que el agua era un elemento esencial en el diseño de las mismas. El aljibe es una estructura subterránea excavada en la roca caliza destinada a la captación y almacenamiento de agua. Tiene una sola nave de planta rectangular y cubierto por una bóveda de cañón ligeramente rebajada, fabricada con lajas de caliza. Las paredes están regularizadas e impermeabilizadas con un revestimiento hidráulico de color rojo. El suelo es de hormigón e igualmente revocado, con las esquinas redondeadas y una suave inclinación hacia la pared oeste, donde se abre un arco de medio punto que comunica el aljibe con la bajante; esta tiene forma cuadrangular y permitía la extracción de agua y la limpieza del interior.


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Figura 5. Restos de la sala caliente de los baños árabes y su reconstrucción. Junto al aljibe está la alberca donde se recogía el agua que se extraía del mismo, para su uso más inmediato; esta construcción está excavada igualmente en la roca y se fabrica de forma semejante al aljibe: con paredes de ladrillo y revestimiento hidráulico. Asociadas a ellos existen dos piletas de parecidas características constructivas, cuya función era la de recoger las aguas de lluvia de los tejados, que luego era conducida hasta el aljibe y la alberca. También se encuentra un importante sistema de canales que distribuían el agua entre las diferentes dependencias, sistema que continuó funcionando durante siglos. Adosadoa la muralla este seencuentrael Pósito de La Encomienda del siglo XVI. Se trata de un edificio con muros anchos, parcialmente excavado en la roca, que no aparece referido en la documentación bibliográfica, identificado como un almacén de grano. En el lado oeste del edificio se abre junto al muro una especie de silo circular excavado en la roca. En su interior se localizaron cerámicas de almacenamiento y uso común junto a algún fragmento procedente de Paterna y Manises del siglo XV. En el exterior del castillo, en los lados este y sur, hemos descubierto parte del foso defensivo excavado en la roca que rodeaba al castillo. En la esquina noreste gira para borear la Torre Alta, e igual ocurre en la esquina sureste, si bien aquí no se ha documentado ninguna estructura, lo que nos permite deducir que este castillo tuvo en su origen cuatro torres, de las cuales sólo conserva dos. En la excavación del foso se localizaron abundantes fragmentos de cerámicas medievales del siglo XIII.

4. INTERVENCIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL CASTILLO DE BOLAÑOS La primera intervención arqueológica llevada a cabo en el castillo de Bolaños de Calatrava se realiza en 1957,durante la fase de trabajos previos de un proyecto para la construcción de una escuela de formaciónde mandos del Frente de Juventudes. Se realizó una excavación del interior, que dejó al descubierto una serie de restos arqueológicos. En la memoria del proyecto de restauración realizada por el arquitecto Germán Valentín-Gamazo se dice: “Se ven señales de la existencia de un aljibe y un pozo. Las partes del castillo que han llegado a nosotros son casi exclusivamente los elementos militares: dos torres, una de ellas mutilada, y los cuatro lienzos del recinto amurallado… han aparecido los cimientos y los arranques de los muros así como los pavimentos, numerosas conducciones de agua, trozos de columnas, capiteles, bases, algunos elementos decorativos, monedas, bolaños ó bolas de piedra de la primitiva artillería y una porción de elementos más que han permitido identificar estas construcciones como pertenecientes a un palacio de época gótica, posiblemente del siglo XIV, construido dentro de un recinto, cuyos muros son indudablemente más antiguos y con mucha probabilidad musulmanes. En este edificio se dio mucha importancia al agua, conservándose la... pozo y noria y junto al... restos del baño, que conserva... para calentar el agua.” Sin embargo, todas las estructuras descubiertas se eliminaron, dejando el interior del castillo completamente vacío para levantar los nuevos edificios del proyecto, que nunca se llevó a cabo. También se intervino en la Torre Prieta, eliminando el cuerpo superior de tapial, que comenzó a reconstruir con piedra volcánica, quedando su restauración inacabada. Además se actuó en los diferentes lienzos de muralla,

Recuperación y puesta en valor del Castillo de Bolaños de Calatrava, Ciudad real (2003-2016) Ángel Aranda Palacios, Petra Martín Prado, Concha Claros Bastante y Ana Segovia Fernández


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

forrando los tapiales con piedra caliza y volcánica, al tiempo se reconstruyeron las almenas, cambiando su tipología original. En 1975 se lleva a cabo una nueva intervención arqueológica por parte de un equipo de la Universidad Autónoma de Madrid, que consistió en la realización de varias catas en el interior del patio castillo. De la excavación se destaca una estructura “formada por una poceta excavada en la roca que se comunicaba mediante un canal hecho de pequeños ladrillos con otros canales perpendiculares y a ambos lados, construidos también con ladrillos...” Entre los años 2003 y 2006 se inicia una nueva etapa de intervenciones arqueológicas en el interior y en el foso defensivo del castillo, dirigidas por el actual equipo de investigación, con el fin de conocer sus orígenes y su evolución histórica. En el interior del patio se documentaron varios edificios y espacios de los que no existían datos documentales, salvo de los baños, y que corresponden a una época anterior al siglo XVI, como es el caso del conjunto que forman los baños, el aljibe, la alberca y las piletas, todo ello enmarcado cronológicamente en los primeros momentos de la vida de este castillo. Estas estructuras están relacionadas con la existencia de un patio porticado central del que se descubren restos de conducciones, de desagües, de muros y el pilar de la esquina noroeste de esta edificación. Con la excavación del foso se pudo determinar la existencia de otras dos torres esquineras en el lado sur del castillo, puestos que aparecieron los restos del foso que circundaban estos elementos. Así mismo, también se excavó el subsuelo de la Torre Prieta para determinar su origen. Paralelamente a las intervenciones arqueológicas se fue realizando el estudio de los materiales recuperados en el castillo.Del conjunto de los materiales destacan las cerámicas con un porcentaje del 90%. Estaspresentan una gran homogeneidad de formas, acabados y decoraciones. Están compuestas por restos de recipientes con una amplia cronología. Algunas formas son de clara tradición islámica, aunque la mayoría de filiación cristiana situadas cronológicamente en los siglos XIII-XVI, con un porcentaje importante de cerámicas moderno-contemporáneas, ya que la fortaleza estuvo habitada hasta mediados del siglo XX. Se trata de un conjunto de cerámica común y vidriada de uso doméstico, tanto de preparación y presentación de alimentos como de almacenamientos de los mismos, perteneciente a los moradores del castillo.

Figura 6. Cerámicas del castillo.

5. ACTUACIONES DE RESTAURACIÓN Y PUESTA EN VALOR Finalizadas las actuaciones arqueológicas en el castillo de Bolaños de Calatrava y dentro del proyecto de recuperación y puesta en valor del mismo, se han llevado a cabo labores de consolidación de las estructuras aparecidas en el patio y en el foso defensivo para su conservación y posteriormente para ser incluidas en la visita al monumento. Así, las tres principales actuaciones realizadas fueron la consolidación de todos los hallazgos arqueológicos aparecidos en patio, donde se incluían los baños árabes, el pósito, el conjunto de aljibe y albercas,… junto con el foso defensivo del lado este, empleando una malla separadora sobre los restos originales, levantando una hilada para protección de la estructura con materiales similares a los existentes para facilitar su lectura histórica. En esta primera actuación, realizada en 2006-7, se incluyeron las labores encaminadas a la musealización del castillo de cara a la creación de un paseo arqueológico, histórico y artístico del monumento. Para ello, a través de una escuela taller se llevaron a cabo una serie de actuaciones para mejorar la accesibilidad de la visita como la reconstrucción de la escalera de acceso a la Torre Alta, cuyos peldaños estaban en mal estado; se creó un itinerario de visitas mediante caminos acondicionados con medidas de seguridad, como barandillas y la utilización de plataformas de trames para salvar los desniveles y no dañar los restos arqueológicos. También se instalaron paneles explicativos con dibujos y textos en español e inglés al exterior y junto a cada uno de los elementos más representativos como la Torre Prieta, los Baños Árabes, el Aljibe con su pozo, pileta y alberca, el Pósito o el Foso Defensivo.


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Figura 7. Paneles explicativos, folletos y musealización de la Torre Alta. Otra segunda actuación se lleva a cabo en invierno de 2010 con la musealización de la Torre Alta o del Homenaje, adecuando cada una de las tres dependencias a diferentes temáticas históricas del castillo. En la planta inferior se instala una oficina de información con venta de productos de la localidad. La planta primera se dedica a la Orden de Calatrava recreándose una capilla y en la salade la segunda planta está dedicada a los reyes Doña Berenguela y su hijo Fernando III el Santo, recreándose una estancia real. Finalmente en la terraza se adecua como mirador del entorno. La última intervención realizada en 2011 ha sido la restauración y consolidación del conjunto del aljibe, poceta, alberca con los canales y piletas, así como del edificio de los bañosdel patio del castillo. Previamente a la intervención de los elementos a restaurar se efectuaron análisis de los morteros y enlucidos originales, llevados a cabo por la Facultad de Ciencias Químicas de Ciudad Real, Universidad de Castilla La Mancha. Los restos constructivos estaban muy afectados por humedades, por la afloración de microorganismos y por el desplome de partes del revoco y del mortero de las estructuras. Todo el proceso fue documentado minuciosamente con fotografías. Se comenzó con la limpieza y el tratamiento previo para eliminar los depósitos biológicos y las tierras carbonatadas de las zonas a intervenir. Seguidamente se realizó la consolidación de todos los estratos de enlucidos junto con la consolidación de los ladrillos y el revoco de las paredes del aljibe. Después se reintegraron aquellas zonas que presentaban pérdidas tanto de revocos como de morteros, así como se restituyeron parcialmente las paredes de la alberca con ladrillos y su enlucido impermeabilizante. También se reconstruyo parte de la bóveda que cubría el aljibe con el mismo tipo de materiales con los que estaba construida, empleando para ello una cimbra de madera, como en el original. Se realizó la integración de los componentes hidráulicos

Figura 8. Consolidación y restauración del aljibe. que conformaban estos elementos para su mejor lectura visual, junto con la cubrición mediante cristal del aljibe y de su pozo y conseguir así una mejor conservación.

6. TRABAJOS DE DIVULGACIÓN CIENTÍFICA, CULTURAL Y SOCIAL DE LOS RESULTADOS Uno de los objetivos principales del equipo arqueológico que dirige las actuaciones en el castillo de Bolaños es la divulgación científica, cultural y social de los resultados obtenidos en nuestros trabajos. Así, paralelamente a los trabajos de investigación arqueológica y de consolidación de las estructuras aparecidas, se han llevado a cabo la exposición y publicación de los resultados de esas actuaciones en diferentes congresos y jornadas profesionales tanto de ámbito nacional como internacional. Se han podido presentar y publicar en diferentes actas, tanto trabajos más generales referentes al castillo, como también otros más monográficos, como el caso de los baños árabes o el de las cerámicas del foso. Continuando con nuestro objetivo de difusión social, hemos elaborado toda una señalítica a partir de nuestros trabajos, incluyendo textos e imágenes con recreaciones de los diferentes elementos que componían la fortaleza y que se han incluido en el paseo creado para la visita al monumento. Junto a ello se ha redactado un folleto de mano para las visitas, donde se expone mediante textos e imágenes una visión histórica y artística del castillo. Con las labores de divulgación, dentro de la puesta en valor del castillo de Bolaños, se ha conseguido que este castillo que se hallaba cerrado prácticamente todo el año, salvo los meses estivales, se encuentre abierto al público durante todo el año, incluyéndose en diferentes itinerarios turísticos y culturales provinciales.

Recuperación y puesta en valor del Castillo de Bolaños de Calatrava, Ciudad real (2003-2016) Ángel Aranda Palacios, Petra Martín Prado, Concha Claros Bastante y Ana Segovia Fernández


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

7. CONCLUSIONES Si bien los avatares de la historia han transformado significativamente las estructuras y la forma constructiva del castillo de Bolaños, en función del uso que en cada momento se ha dado a este edificio, la realidad hoy es que es el único castillo urbano conservado en el Campo de Calatrava. Este hecho, unido a los hallazgos y la documentación obtenida a través de las excavaciones, le convierten en un interesante ejemplo de castillo en llanura, muy extendido en su día a lo largo de la frontera que fue durante siglos esta tierra. Así con nuestra investigación queremos contribuir a su mejor conocimiento y a determinar su origen. Estos proyectos de investigación, recuperación y revalorización del castillo de Bolaños de Calatrava ha sido posible por el apoyo del Ayuntamiento del municipio, que apostó decididamente por la puesta en valor del Patrimonio Histórico y Cultural de la localidad; así mismo, por las subvenciones recibidas a través de las Órdenes de Investigación del Patrimonio Arqueológico de la Junta de Comunidades de CastillaLa Mancha. Con todas estas actuaciones hemos conseguido que un bien patrimonial que se encontraba cerrado a la ciudadanía y prácticamente desconocido en el ámbito científico, pueda ser disfrutado por todos, convirtiéndose en un ejemplo de actuación en la revalorización de nuestro patrimonio. En la actualidad se encuentra abierto durante todo el año, pudiendo ser visitado con guías especializados, así como mediante visitas teatralizadas. En los meses estivales se puede disfrutar también como espacio escénico en una zona reservada para ubicar el escenario y el patio de butacas, donde deleitarse con la música o el teatro.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Aranda Palacios, Á., P. Martín Prado, C. Claros Bastante y A. Segovia Fernández (2009): “La cerámica medieval del castillo de Bolaños. Ciudad Real”. En Actas del VIII Congreso Internacional de Cerámica Medieval en el Mediterráneo. Ed. Asociación Española de Arqueología Medieval. Ciudad Real, 2006. pp. 1023-1026. Aranda Palacios, Á., P. Martín Prado, C. Claros Bastante y A.Mª. Segovia Fernández (2010): “El Castillo de Doña Berenguela en Bolaños durante los siglos XII y XIII.” En El nacimiento de la Orden de Calatrava. Primeros tiempos de expansión (siglos XII y XIII). Actas del I Congreso Internacional “850 Aniversario de la fundación de la Orden de Calatrava, 1158-2008”. Ed. Instituto de Estudios Manchegos, CSIC, Ayto. de Almagro. pp. 443-459. Aranda Palacios, Á., P. Martín Prado, C. Claros Bastante y A.Mª. Segovia Fernández (2016): “Las Cerámicas del Foso del Castillo de Bolaños”. En Actas II Congreso Nacional Ciudad Real y su provincia. Instituto de Estudios Manchegos. Ciudad Real. Pp130157. Bordejé Garcés, F. (1988): El castillo de Bolaños. Ciudad Real, Cuadernos del Instituto de Estudios Manchegos, nº 18. Claros Bastante, C., Á. Aranda Palacios, P. Martín Prado, A.Mª. Segovia Fernández (2006): “Los Baños Árabes del Castillo de Bolaños”, en Congreso de Baños Árabes en Toledo. Toledo. Consorcio de Toledo, pp.173-180. Corchado Soriano, M. (1982): El campo de Calatrava. Los Pueblos. Guadalajara. Instituto de Estudios Manchegos. Herrera Casado, A. (1989): Castillos y fortalezas de Castilla-La Mancha. Vol. 1º.Toledo, Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de CastillaLa Mancha. Hervás y Buendía, I. (1890): Diccionario Histórico Geográfico, Biográfico y Bibliográfico de la Provincia de Ciudad Real. Ciudad Real. Izquierdo Benito, R. y F. Ruiz Gómez (Coord.) (2000): Las Órdenes Militares en la Península Ibérica. Volumen I: Edad Media, Cuenca. Martín Prado, P., Á. Aranda Palacios, C. Claros Bastante, A.Mª. Segovia Fernández (2005): “El Castillo de Bolaños (Ciudad Real)”. En Actas del III Congreso de Castellología Ibérica. Asociación Española de los Amigos de los Castillos. Diputación Provincial. Guadalajara, pp. 141-150.

Figura 9. Algunas de las publicaciones científicas en las que se ha participado.

Martín Prado, P., Á. Aranda Palacios, C. Claros Bastante y A. Segovia Fernández (2014): “EL Castillo


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Figura 10. Estado actual del castillo.

de Bolaños, ejemplo de las consecuencias de la Batalla de Las Navas de Tolosa”. En Actas del Congreso Internacional Miradas Cruzadas. 1212-2012 Las Navas de Tolosa. Eds. V. Salvatierra Cuenca y P. Cressier, Universidad de Jaén. Jaén, pp. 567-575.

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Madoz, P. (1850): Diccionario geográfico-estadísticohistórico de España y sus posesiones en Ultramar. Madrid.

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Recuperación y puesta en valor del Castillo de Bolaños de Calatrava, Ciudad real (2003-2016) Ángel Aranda Palacios, Petra Martín Prado, Concha Claros Bastante y Ana Segovia Fernández



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