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Proyectos
IV Encuentro de empresas colaboradoras en el Centro Diocesano de Empleo
Veintitrés empresas participaron durante la mañana del pasado 23 de noviembre en el IV Encuentro Empresarial de Cáritas Diocesana, celebrado en la sede del Centro Diocesano de Empleo, en la barriada de Palmete.
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El encuentro, destinado a la promoción de vínculos de colaboración institucional en el ámbito de la empleabilidad de personas socialmente vulnerables, se realizó en esta ocasión bajo el lema “Mayores de 45: hacia un empleo inclusivo”. Con él, el departamento de Empleo, promotor institucional de la iniciativa, ha querido aprovechar esta nueva edición para compartir y sensibilizar a las empresas colaboradoras sobre las circunstancias que viven y rodean a las personas desempleadas de larga duración y mayores de 45 años, principal grupo de edad entre los usuarios de nuestros programas de inserción laboral, así como sobre los beneficios que suponen su contratación.
El encuentro ha comenzado con las palabras de Pedro Ruiz Morcillo, secretario general de Cáritas Diocesana, que ha agradecido la presencia de los participantes y ha alentado a continuar trabajando en la labor tan comprometida como es dar oportunidades de trabajo a las personas en riesgo de exclusión social. “El desempleo y el trabajo precario -ha destacado Ruiz Morcillo- siguen siendo factores determinantes de exclusión en Andalucía: por eso es tan importante vuestra colaboración”.
Tras él, ha intervenido de forma telemática José Ignacio García Pérez, rector de la Universidad Internacional de Andalucía, con una exposición centrada en la situación de las personas mayores de 45 años en relación al mercado de trabajo andaluz, “el sector, tras los jóvenes, que más sufre el problema del desempleo”. Para García Pérez, “vivimos un mercado de trabajo que ha envejecido, en el que cuatro de cada diez parados en España son mayores de 45, personas que sufren discriminación por edad y, además, son los grandes perjudicados por la pandemia, ya que la prioridad de contratación está entre los 30 y los 45 años”. Cuando se suman la baja cualificación y la precariedad en el empleo, “encontramos la situación perfecta para hacer más difícil aún el acceso a un puesto de trabajo”, ha destacado.
El académico ha querido aprovechar su intervención para motivar la continua formación en el trabajo y la contratación a personas con este perfil, modificando las prácticas de contratación y alejándose de prejuicios. “El trabajador mayor de 45 años cuenta con experiencia y recorrido suficiente para generar valor dentro de la empresa, más allá de los beneficios inmediatos”, ha concluido.
La siguiente parte del encuentro, conducida por Miguel Ángel Boza, orientador del centro, ha consistido en el diálogo, compartido con los asistentes, entre María Auxiliadora -mujer de 50 años, madre de familia, incorporada de forma tardía al mercado laboral, José Ángel -de 53 años, padre de familia procedente de Venezuela, actualmente en proceso de inserción- y Belén Fernández -coordinadora de proyectos de Team Service, emprea comprometida con Cáritas a través de la formación, la oferta de prácticas y la contratación de participantes de los cursos del centro-.
Mariano Pérez de Ayala, director de Cáritas Diocesana de Sevilla, ha cerrado el acto recordando la fuerte apuesta que Cáritas realiza en materia de empleo y vivienda para contener la exclusión; y resaltando la importancia de la acogida de las personas que más lo necesitan. Finalmente ha agradecido de nuevo la presencia y la colaboración con el trabajo que Cáritas hace en pro del empleo y la contratación de las personas.
Este IV Encuentro Empresarial ha contado con la representación de veintitres empresas que colaboran de manera comprometida con Cáritas Diocesana de Sevilla en la formación, prácticas y contratación de personas en riesgo de exclusión.
Sensibilización de migraciones en hermandades
Desde el cartel anunciador de la visita -elaborado por el proyecto, pero divulgado por cada hermandad entre sus hermanos-, en el que se encuentran escondidos los tres pilares básicos de toda hermandad -culto, formación y caridad-, pasando por el lema de los encuentros -«Migrantes, sin papeleta ni sitio»-, hasta el sonido de «La Madrugá», de Abel Moreno- en un video que cuenta la historia de un largo viaje en una larga «madrugá»... todo está pensado para que el mensaje llegue y traspase la sensibilidad de los hermanos cofrades.
Todo surgió el mes de mayo pasado con una petición de la Hermandad de San José Obrero, a la que acudimos, aún sin este cartel ni este lema, pero sí con todo lo demás. No acabará noviembre sin haber estado con los hermanos de la Asociación Parroquial Consuelo y Esperanza, en Sevilla Este, así como con los de la Hermandad de Santa Genoveva, en el Tiro de Línea. Para el mes de enero está prevista la visita a la Hermandad del Cerro del Águila y, justo antes de comenzar la Cuaresma, en febrero, visitaremos una hermandad cuyo origen está íntimamente ligado con la inmigración, la Hermandad de Los Negritos.
Estas son las hermandades a las que nos hemos dirigido. Les agradecemos el afecto con que nos han recibido y que nos hayan abierto su casa, primer paso para mantener una relación duradera con el Proyecto Nazaret y, mejor aún, con nuestros hermanos migrantes, como un paso más de integración, para que puedan encontrar su papeleta de sitio en nuestra sociedad.
Cooperación fraterna en Nador y Oujda
Junto a la perspectiva de lo local, del “aquí y ahora”, Cáritas Diocesana responde a su identidad católica y, por lo tanto, universalizadora, cultivando un sentido profundo de lo global y de la solidaridad entre los pueblos, tanto en la respuesta a las llamadas de socorro internacional como en la cooperación fraterna con iniciativas orientadas a la promoción comunitaria y social del mundo empobrecido.
En esta línea, desde enero 2021, nuestra Cáritas apoya el desarrollo de un proyecto de atención sanitaria a la población migrante radicada en el área de Nador y Oujda.
Como es bien sabido, Marruecos es un país receptor y de tránsito de migrantes originarios de África subsahariana. Particularmente, la ciudad de Oujda, en la frontera argelina, a 130 kilómetros de Nador, constituye, por su condición de confluencia de las rutas migrantes del norte y el oeste, un punto de entrada de muchas personas migrantes.
Esta población migrante -especialmente las mujeres y los menores- permanece expuesta a una grave intemperie física, social y jurídica, en condiciones de gravísima precariedad y a veces sometida a situaciones de vulneración de derechos humanos y violencia.
Además, las dinámicas institucionales del país no siempre permiten ofrecer una adecuada respuesta a las personas migrantes enfermas, algunas gravemente. A través de diversos proyectos, la Delegación Diocesana de Migraciones en Nador trata proporcionar asistencia y protección a estas personas, así como a aquellas que llegan enfermas o heridas de la frontera con Argelia.
El proyecto de coorperación fraterna de Cáritas Diocesana de Sevilla contribuye precisamente a este trabajo de atención, protección y acompañamiento a personas migrantes, con una labor articulada en cuatro áreas y equipos de Sevilla 24
intervención. El equipo médico atiende el centro médico de Oujda y los “puntos de encuentro”, y realiza una atención sanitaria sobre el terreno. El área psicosocial se ocupa de la identificación de situaciones de vulnerabilidad. El área social realiza labores de acogida e intermediación. Y el equipo de mujeres aborda el acompañamiento de mujeres embarazadas, madres y convalecientes, y labores de promoción educativa.
Con una aportación -hasta el momento- de veinte mil euros, realizada durante el primer semestre de 2021, el proyecto ha acompañado a 842 personas en este período, con 44 atenciones médicas directas y 28 hospitalizaciones.