Revista de literatura y otras artes
Letra Muerta
Dibujo por Ceje
N煤mero 3, octubre 2011, Concepci贸n
Quiénes somos Por Alan Basaure
Cecilia y Karen, asiduas al carrete penquista, a la máxima: “sobrios hablamos de bares, botellas y comida, mientras que ebrios los temas son política, religión y filosofía”. Devotos a ese antiguo y sagrado ritual de “perder el tiempo” con “ocio creativo”.
Porque el Cuarto Rey, Cultura chupística y Nunca-Nunca han marcado nuestras vidas :)
P.E.P.S.I: Periodistas en Paro sembrando incoherencias
Todos en paro y yo acá editando una revista literaria
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El equipo (somos más)
Directoras: Karen Vergara y Cecilia Ananías Edición: Alan Basaure y Karen Vergara Diagramación: Cecilia Ananías Corrección del diseño: Matías Fuentes
Este trabajo está licenciado bajo la Creative Commons Attribution-NonCommercialNoDerivs 3.0 Unported License Participaron en esta edición: POESÍA • Gerson Guzmán Editor Matinal de Bíobío Chile y penquista insomne • Paola Bravo Estudiante de Periodismo UdeC • Octavio Abello Soldador al oxígeno • Claudio S. F. González Estudiante de Licenciatura en Lengua y Literatura
• Irán Infante • Ayelén Silva (Anastasis) Ped. en Inglés UC Temuco • Jonathan Rodolfo Venegas Fierro • Marta La Bohe (España) • Jorge Araya P. (Doctor Blood) • Karen Vergara Estudiante de Periodismo UdeC PROSA • Alan Basaure (Saturnino Ustratoga) Estudiante de Periodismo UdeC • Cecilia Ananías Estudiante de Periodismo UdeC NARRATIVA • Sergio Alcayaga • Rossana Cañete Estudiante de Derecho UdeC • Oscar Valenzuela Vargas Periodista Radio Bío Bío • Matías Fuentes Estudiante de Castellano USACH REFLEXIONES • Paola Bravo Estudiante de Periodismo UdeC • Octavio Abello Soldador al oxígeno CONCIENCIA ECOLÓGICA • Camila Stuardo Estudiante de Sicología UDD • Eduardo Rojas Herrera Periodista Diario La Cuarta Miembro de Ecoamigo DIBUJOS Ceje FOTOGRAFÍAS • Gerson Guzmán Editor Matinal de Bíobío Chile y penquista insomne • Cristina González Estudiante de Periodismo UdeC • Cecilia Ananías Estudiante de Periodismo UdeC
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Poesía
Esclavos de la gravedad Autor: Gerson Guzmán Ocupación: Editor Matinal de Bíobío Chile y penquista insomne Insomne idea prepotente, insolente, mítica y silente Apropias las teorías de tinta ajena para tu huída deslenguada Cobarde, desvergonzada Primigenia percepción de la tierra húmeda aún Corre con ácida memoria entre la pradera desterrada Busca tu norte, tu sur y tu oeste Para que la frontera sea tu México ahora y siempre Sin embargo nada obtendrás de esta mente Ya que sólo quieres soledad para salir victoriosa Sin embargo, sin tangente No hay escape para la voz desadaptada
Inmóvil (concepciones de un ayer penquista) Otro texto de Gerson Guzmán Bajo una arquitectura irregular se erige esta ciudad desvalida Donde se malgasta el silencio entre el eco de la respiración Donde se inhala el aroma cautivador de los muros sin color Sin reflejos de lo que pudo ser un camino planificado en páginas arrugadas Y con descripciones temblorosas de lo que se observa en el interior Bajo una lluvia de sueños petrificados se escurre el tiempo Conectando los puntos distantes del esquema roto para trazar la fractalidad Entre disparos torpes que apuntan a una ciega infinidad Entre las calles vacías para el errante que busca una pista del futuro cercano Sintiendo cada segundo como el primero de muchos años atrás
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Estaciones de vida Autor: Paola Bravo Ocupación: Estudiante de Periodismo UdeC
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El rocío, brisa de menta, aterciopelada te rodea. ¿Próximo destino? Incierto, parte lejos de esto. Manos al volante, acelera tan distante. ¡Quieta! Regresión, tu pasado pasa por delante. Be my friend / Hold me and wrap me up ...
Rojo cálido y agotado, tócame anaranjado. Cuchilla afilada dame la muerte vaticinada. Tibias aguas envuelven mi cuerpo, eres porcelana. Ojos color canela, mirada ciega. Mata pero no envenena, eres tierra. And I know and I know / I don’t want to stay ...
Luciérnagas danzan suaves y lentas Baila hasta que todo gire sin parar. ¡Alto! Mazapán de manjar, saborizante acaramelado Es tu encanto que me aprieta y me arranco. If I just lay here / Would you lie with me? ...
Tras una fumada, verde dame calma. Montaña rusa, dispara tu astucia. Introdúceme la insanidad de sentirte Tan mío, tan del mundo ¡Mentira! Color negro, arde el blanco sin censura. But now I’m high / running wild among all the stars above ...
Otoño mostaza, café y avellana Podría caminar horas acompañada de ti Música, la mejor melodía acústica, eres mío. Me dejo llevar, viento frótame con furia I don’t know why you say Goodbye / I say Hello ...
Intransigente caes a mi lado. La cama se hace grande ¿Juguemos tan sólo un rato? Eres el caribeño que con pasión deseo Y Yo soy la gringa que te desespera 3,2, 1 ¡aquí vamos! If I turn into another / Dig me up from under what is covering.
Alta Fidelidad Decodifiquemos el color del día
Autor: Octavio Abello Ocupación: soldador al oxígeno Que si me acuesto con otras y les beso la carne Que si las penetro a la hora de la siesta del mundo Que si las palpo y les surto mi flujo en el alma Que Si aún te oigo fuerte y claro Y tengo ganas de hacerlo Si muero por tener tu voz en el caracol de mi oído Si es alegría, cuando eres toda diciendo, la que siento. Que si otro te asesta y caes en su miembro Como cuerpo al mar Que si frota tus senos y te muerde el pezón Que corona tu teta preciosa. Que si te atreves A ciertas cabriolas Que no sabrá nuestro deseo Como diría el cuervo de Poe ¡Nunca (ja)más! Si aún noto tu franqueza Al arribar el fin de mes Entonces comienzo en la mesa a explicarte el futuro Y asiente y me besas la frente. Lo nuestro es hasta la muerte Pero hasta ahí no más.
Por Gerson Guzmán Desentonemos epitafios interpretados en do mayor, vociferando historias de una travesía sempiterna, para así sintonizar señales de lejanas tierras ajenas al color. Desadaptemos engranajes de oxidadas máquinas que escupen contextos, para que no vuelvan a rotular la carga que los incautos han dejado sobre sus cabezas. Desintoxiquemos el aire que se alberga en el corazón, para que el color de muerte se torne en arreboles de una nueva cacería, en libertad de opinión y amplitud de expresión. Desentendamos la ironía del día, cambiando el rumbo de los pasos temblorosos que obligan a tropezar con los cordones de nuestro propio calzado de papel. Desentonemos hasta la última melodía, para que nuestras nuevas líricas tengan el sabor que ni el más sabio antes probó.
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Arruinado Dibujo por Ceje
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Poemas
Bramido tú
Autor: Claudio S. F. González Ocupación: Estudiante de Licenciatura en Lengua y Literatura El Deseo sufre entre paraísos artificiales buscando gozos mágicos de sangre en un círculo plano que no gira en silencios orgásmicos sin telón Mientras las cenizas Aúllan un soul sin alma Las dulces letras aromáticas Juegan con el tiempo distante el sueño se ríe de la muerte… El presente se remoja entre sábanas negras de relojes abundantes mientras entre dos copas de vino la luna Gime por nuestra pasión. Las palabras se alejan de las Parcas que buscan el fin de los pájaros azules mares invernales follando esqueletos enfermos polimorfos, con sed de genitales secos.
Por Irán Infante I Soy otro epitafio más amontonado en las losas del silencio. II Desprenderme de esta piel, atrapar el último instante en la pupila, el tiempo, la muerte, resquicio fórmico del deseo. III Tiendo el día en bocas foráneas, cúmulo de tormentas, traspiro la noche en cada letra absorbida. IV Cifrados están los labios, leitmotiv de las horas. V Regresiva es la memoria, remota la sonrisa de las hojas y la tristeza de la pavita. Dejo llover la ausencia en este banco ensuciado de noche.
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Deseo de desearte siempre (y un poco menos) Por Anastasis
No quiero ser un trago amargo.. y perdón si lo estoy siendo. (¡PeroDios!¡Cómomeayudasadarle sentidodistintoatodoesto!)
¿Podrías hundirme o enterrarme después de vaciar mi ser? ¿Serías capaz de incendiar mi cuerpo y volverme cenizas?
Otro sentido que no me inste a quererte siempre, a pensarte siempre (y a bloquear tu tacto). Porque siento miedo a veces -muchas veces- de acercarme y jugar este juego Y sé que tú también buscas algo más -más qué...Pero podrías tener todo lo que quieras y no estas haciéndolo, ¿Por qué no vas y tomas lo que te pertenece?
Si encontrara tus ojos, si los encontrara un día... ¿me dirías?
Estás pensando en frío, aunque tu cuerpo está ardiendo.
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Tú no tienes nada que decir, yo tampoco diré... ¡queportitengomimenteenestado decoma quepormiestoycallandoloquequiero hacercontigo! Estoy cuidándote, me estoy cuidando (noquieromataranadie)
Por ahora te doy razones para evitarme y te quiero siempre ahí en frente... Hombre, ¿ves que tu mirada podría (para que te reflejes en mi risa). llegar a quemarme? y quiero no mirarte a los ojos... En serio aplicaré hielo a esta herida. (para no verme en ellos) Hombre, ¿ves que tu mejilla cerca de Quiero que mi cariño se aferre a tu la mía pone en peligro tus labios? alegría. Quiero mostrarte fortaleza para que Quemas, como el café durmiendo mi a ti nunca te falte; lengua Quemas, como caer desnuda sobre Para que veas que no me has herido, la nieve Quiero que este recuerdo sea Tu mano en mi piel, tu seguridad, dulce... hace que mi ropa se deshaga... y para que no nos dañe haré del Adóndemellevassinohayadóndeir... tiempo nada, Adóndellevasestejuegoquemeaniquila haré de la memoria... el presente constante.
Fotografías de Cristina González
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Sentimientos
Por Jonathan Rodolfo Venegas Fierro El amanecer llegó Pero no veo la luz Irradiada de tu encanto Tu cuerpo, tu amor.
Me he quedado En una primavera invernal Me he quedado en el sueño eterno De tu cariño y amar. Me he perdido No sé por dónde caminar Mi norte se altera Vez que te veo pasar. Solo pido al señor Invocando tu nombre Tu corazón y tu amor Crear aquellos versos Para que en esta noche Te pueda enamorar.
Hiperventilación
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Pequeños pinzones de Darwin
Por Marta La Bohe Desde España
Mutamos y permutamos como enunció alguna Ley. Subsistiremos, pequeños pinzones de Darwin, nos volveremos otros, seremos más fieros, más listos, indudablemente también más tristes. Nadie nos pregunta cuando crecemos si nos gusta dormir con una pistola bajo la almohada. Tal vez ya forme parte de nuestra anatomía.
Por Marta La Bohe
Resucitan los muertos sin saber cómo, cuando camino sola por la calle, y me cruzo con rostros que tienen algo de ellos. Espaldas y hombros que han roto mi tranquilidad, mis ojos sujetos a sus nucas (¿son acaso?). Recuerdo que en algún momento estuvieron en un presente: muchos tenían gato/ otros coche/ otros jardín. Pero siempre, siempre, invariablemente, rememoro cuando si anduviera aún por allí, dónde estaba el baño, dónde la cocina, cuáles son los platos que cocinaron para mí, y sobre todas las cosas del mundo en qué esquina nos alojaba la cama.
Oda al cráneo
Por Doctor Blood
Cráneo Cárcel del cerebro Limitas la libertad Tu certeza celebro Sin límites la humanidad Está perdida. Cráneo Cápsula de tiempo Congelas en segundos Conocimientos de eones Encierras en un mundo Universos y pasiones. Cráneo Calcio, colágeno, matriz, Haces perder el matiz Te vendes como meretriz No tienes color ni tapiz Pareces sólo un desliz. Cráneo Casco protector Impides trauma en las ideas Para que no se destruyan Mas también cortas sus alas Para que no vuelen alto, Así eres la prueba física Del ying y el yang. Cráneo Te ocultas de todo y todos Cubierto de pelos y piel Te parapetas tras la cara Usas de pilar el cuello Y de plataforma el cuerpo; Se nota después de todo Que también contienes el ego
La educación sentimental
Por Marta La Bohe
Viajé esta vez sin ningún libro, con un hospedaje desacostumbrado por lo opulento, reservado el día anterior, con miles de pulsaciones en el teclado y decenas de folios escritos por las dos caras. Horas de gasolineras, paneles solares, autopistas de peaje y ordenadores portátiles. Qué sensación extrañamente cálida de vaciar la maleta en una habitación sin fotografías. “Si quieres te dejo dormir una siesta”, deferencia y concesión de hombre de mundo, que ha visto muchas camas y que en cada de una ellas siempre hizo una excepción. ¿Cómo decirte que cada día estás mejor, en este salto mortal sin pretensiones, sin romanticismo, tan vero, tan delicadamente burdo y lleno de sabiduría, si no eres nada mío pero eres mucho más que eso? Pecado de ignorancia no reiterarse cuando no he vuelto a sentir, mano a mano, una relación tan entre iguales.
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Fotografías de Gerson Guzmán
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Predestino Cada palabra tiene su vocación No han de odiar con mariposa Tampoco nombrar tantas cosas Ausente el alma de la voz. No se atreverán a llevarte ni a la mitad de la noche siquiera Si no cuelgan una estrella a cierta bruna altura -Si así todo lo intentan- jamás verás las lechuzas Ni oirás silbar nada a ninguna luna En su inexistente además argento. Ponte un ojo en cada muslo No dejes de mirar al cielo No morirás si no crees en esa cosa tajante que es la muerte Si podrás sentir la duda, pero la búsqueda es de algunos Gana quien hace menos desconocidos Cada palabra tiene su vocación No han de amar con flores rotas
Por Octavio Abello Tampoco nombrar tantas otras Si esperan la sombra y la hoz Gana quien queda más herido Y te van odiar con convicción de madre Resiste el embiste de lo cierto Deberás amar la catástrofe Hallar alimento en la miseria El carnaval es mal visto, Cristo murió en una cruz La razón de los sentidos, el murmullo del cuerpo ¡Acéptalos! Abre la puerta cuando la toque ese silencio y ese silencio Gana quien queda más herido Gana quién sangra a plena luz Y la felicidad es un espanto Y la felicidad es un puñado de fracasos vencidos.
Hi Cutie Dibujo por Ceje
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Y sin embargo Autor: Karen Vergara Ocupación: Estudiante de Periodismo UdeC
Naturaleza Muerta Por Ceje
Te siento. Te siento como siente el cuchillo a la piel cuando se desgarra, Te siento como la boca siente la boca ajena mientras besa. Te bebo. Te bebo como bebe la mariposa a la flor, Te bebo como bebe un alcohólico tras meses de rehabilitación fallida. Te toco. Te toco como toca un guitarrista sus tan ansiadas cuerdas, Te toco como toca un lobo la piel de su nueva presa. Te deseo. Te deseo como desean los niños que llegue la navidad, Te deseo como desean los gatos el mes de agosto. Y en el intertanto, Podría sentirte, pero no te tengo, Podría beberte, pero ya no me das tu saliva, Podría tocarte, pero ya no tengo tu cuerpo junto al mío, Y sin embargo te deseo.
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Fotografía por Cecilia Ananías
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Prosa
ignorance is bliss Por Saturnino Ustratoga Hoy, después de mucho tiempo, cigarrillos y siestas, pude volver a escribir. Culpo en parte al mundo y su tecnología alienante, al tóxico zumbar de las personas en la calle, las multitudes cual peste murmurando rumores, opiniones vacías y voces en off. Culpo en menor medida a la prensa, pasquín a pasquín comprando sentimientos y pensamientos, exhibiéndolos con morbo al consumidor de turno. Hoy, después de muchos días, carretes y llanto, pude volver a escribir. Agradezco a mis vidas pasadas; mujeres y hombres con sus lamentos, la agonía privada de sus dolores. A la noche con su nerviosismo etílico y a los días con sus contradicciones. Al fantasma cruel del olvido y su latente tendencia a destruirlo todo, las notas decayendo, el impulso magnético de sus huesos, el licor soberbio de su alegría. Hoy, después de toda una vida, he vuelto a escribir. A momentos fragmentos incoherentes, la lucha interna por resaltar, la agonía insoportable de comprender. Su voz en mi oído, la sinceridad y el engaño en la sangre, la soledad del hombre y sus dilemas. El abrazo cálido de mi madre, la bofetada despectiva de mi padre. Y tras las palabras pronunciadas por mis manos, la dicha sublime de mi ignorancia.
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Soliloquio ¿Por qué “más feliz que perro con dos colas”? Odio las colas, en cualquiera de sus formas y significados: Tres horas de cola para un trabajo random en un supermercado default. Media hora de cola en una isapre (podría ser peor, podría ser Fonasa). Otros preciados minutos a la mierda, se me van pagando el agua. Siento que se me va la vida entera en una fila y que mis piernas se botarán a huelga, quizás justo cuando esté cruzando la calle. La última cola es para pagar el gas. Mueran malditas filas, tuviese pega y VISA ni las conocería. Hambre, hueón, hambre. Para comer escojo un lugar donde no haya que esperar. Donde me pasan el cafecito con una sonrisa, comprada a $650 (no sé si el café o que me muestren los dientes simpáticamente, sonreír tiene precio?) Me tomo el café y me como un wrap. Como un wrap porque no sé cómo traducir wrap al español y decir “tortilla con ensalá y pollo adentro” suena muy penca. Bancas, bancas, bancas de la plaza. Siempre las que tienen sombra están ocupás. Señores lustradores de botas, señoras que
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Por Cecilia Ananías Estudiante de Periodismo UdeC copuchan, caballero que lee el diario, cabro que pide plata por la educación. La educación como un ideal prostituido, en miles de eventos de Facebook que piden que marches, que te desnudes, que grites hueás, que te masturbes, que bailes Thriller, que toques música arriba de un techo y qué se yo. La educación como la puta de los empresarios. La educación como cliché y moda, porque sólo lo que se muere le importa a la gente. La educación como un concepto que se va a la chucha apenas se cae un avión en medio del océano, que se va a la recresta por cualquier excusa. Tragar tortilla, dar moneda, caminar, caminar. Llueve y hace calor. Luego sale el sol y hace frío. Un Conce cada día más tropical, falto sólo de un festival para ser Río de Janeiro. De festival y que a nosotras nos aparezca mágicamente un culo gigante y la habilidad para bailar samba. Pasa una abeja por ahí y escapo como si viniera un ejército de viejas pinochetistasevangélicas hacia mí. Corro, corro hasta Barros Arana. Las tulipas encendidas multicolores, en medio de una tarde escarchada. Tulipas enferma de homosexuales (sin
ofender a los homosexuales), lo mismo el Bernardo O’Higgins multicolor. En la muni de Conce se les ocurre que si visten la ciudad como árbol de Pascua se nos van a olvidar los baches y los edificios a medio tirar. Es como si nos quisieran encandilar con tanta lucecita, para que nos dejemos de joder. Joder, tirar, comer, dormir, esa es mi vida de nunca acabar... A veces me canso haciendo colas sólo para no pensar. A veces pienso en él y se me olvida porqué lo quería. Father I Want to Kill you... A veces me decepciona hasta lo imposible y ya ni me importa. A veces pienso en ella, también. A veces sueño que la agarro del pelo, que la estampo contra una pared, que me grita piedad, que le corto la cara y despierto sonriendo así :)
Fotografía de Cristina González
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Fotografías de Cecilia Ananías
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little elves on acid Por Saturnino Ustratoga Y ahí estaba yo, tirado en el suelo, lamentándome como nunca antes. Me agradaba el modo en que pequeñas partículas atravesaban tu piel sin rasgarla, acariciando de paso tu alma. Yo no creo en el alma, dijiste, a lo que yo respondí que creía en el alma pero no en Dios. Y me odiaste. Luego bebiste de tu vaso inexistente sorbos de un licor prácticamente no bebestible, oscuro como el café de tus ojos color tranquilidad. Al convidarme, sentí cómo esas gotas inmateriales recorrían mi garganta y me quemaban, cercenaban mi paz interior. Si el árbol crece torcido será difícil que lo puedas enderezar, dijiste como quien lanza una frase para el bronce, y odié tus clichés y los míos y nuestros lugares comunes y la lluvia y nuestros besos que nunca nos dimos y las canciones que escuchamos, canciones y tú, chansons et tu. Juntos nos lanzamos al vacío en un solo clímax tangible, devorado por mis silencios y exquisitamente reconstruido desde la fibra mismísima de su esencia. Guau, dijiste mientras tu respiración entrecortada empañaba el cristal de mis ojos. Y luego no pude ver más, sólo sentir tu mano derecha tomando la izquierda mía y cantando; cantando que ahí estaba yo, tirado en el suelo.
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Narrativa
Al servicio de su majestad Por Sergio Alcayaga I. Te encontré en una iglesia llorando, mientras rezaba y expiaba mis culpas de causar tanto dolor a algunos seres humanos, pero era mi pasado, “¿qué le pasa jovencita?” te dije, no respondiste, no sé por qué te abracé, pude sentir tu malestar, el dolor, la frustración y humillación. Te aferraste fuerte, mientras tus lágrimas mojaban mi traje de Corte Inglés; podía sentirte, pues pusiste tu mano sobre mi pecho, mi camisa de seda me dejo sentir el frío de tus manos y nos quedamos en silencio. Estuvimos así casi una hora, hasta que tu llanto se secó. Te llevé afuera a tomar aire, el cielo gris presagiaba lluvia. ¿Por qué te acercaste a mí? me preguntaste incrédula, y simplemente respondí: “porque no me gusta ver llorar a una mujer” y agregué “mucho menos cuando es bonita como tú” y acaricie sus pálidas mejillas, ella sonrió por un segundo, y la invité a un café, quería saber que le ocurría, parecía que ella no podía volver a confiar en las personas. Nos sentamos y revolvías el café con la mirada oculta de la mía, mirabas la mesa y de un momento a otro algo murmuraste; era una
historia cruel, era más que una traición, era una vida de mentiras, un robo, una humillación. Más tranquila en una plaza continuaste el relato, lo habías visto ese día, lo querías matar, descargar las balas de ese revólver sobre él, pero tu alma era muy pura y no pudiste siquiera empuñarlo, te preguntabas ¿por qué? y yo te dije, no te manches, eres un pañuelo de suave tela, tienes una vida querida; pero estabas destruida y no lo comprendías, te habían roto el corazón, dejaste de creer en el amor, en la confianza, en la humanidad
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misma, pero seguías ahí y las horas pasaban… Cayó la noche y te fui a dejar a tu departamento, tus ojos cansados de pena miraban ahora con ternura, con la mesa servida solo pensé en ofrecerte un trato: lo haría pagar, pero jamás nos volveríamos a ver; te quedaste mirando por la ventana, las gotas comenzaban a golpear el vidrio donde se reflejaba tu cara angelical. Volviste a llorar, miré a mi alrededor y vi un marco roto en el suelo, estabas con un hombre que te abrazaba, la tomé, tenía una dedicatoria, ahora poseía una imagen y un nombre, me despedí. -No te vayas, por la cresta ¿quién mierda te crees, entras así a mi vida por un segundo, me das confianza, sentimiento y te vas? Estabas muy confundida, me acerqué, te miré a los ojos y te dije, -Sabes, es mejor que nunca sepas quién soy en verdad, pero desde hoy siempre seré tu guardián, te lo juro. Fue un imprevisto, nos besamos suavemente, te dejaste llevar o quizás yo no me aguanté, pero no me aprovecharía de tu debilidad, sentía tu entrega en ese acto pasional, miré tus ojos por última vez, di media vuelta y me fui. Al salir cerré la puerta y me quedé un segundo, sentí como
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caías de rodillas al suelo y volví a sentir tu llanto esta vez más fuerte, “corazón el día de mañana vas a reír” pensé, luego besé mi cruz y partí. II. No fue difícil encontrarte, ya te habías cagado a mucha gente, pagarías el precio máximo, desearías estar muerto. Ahí estabas presumiendo con una colegiala, en una esquina del barrio, no le prestaste atención a mi mirada, eras un descarado, solo tu persona te importaba. Te fuiste solo, te seguí, pero hoy no, hoy sólo te sigo, me cargo de odio para liberarlo cuando me deje caer sobre ti, como justicia divina, pagarías por el daño hecho a mi protegida. Tenía que ser limpio, pero macabro, comencé a planificar… veamos: ¿terror psicológico? no, no tiene nada que perder, vendería hasta su madre el cabrón, ¿un asesinato? no, yo no hago favores y las deudas lo tienen cagado, ¿una golpiza? se recuperaría… si lo castro, aún tendría la boca y los dedos, hijo de puta, y ahí mi mente macabra volvió a funcionar, su boca, que engañaba con palabras rebuscadas, su rostro que cautivaba, te daré el toque mas real, que asuste al mundo, prometo que te sacaré el disfraz, ese envase tan especial. Te volví a seguir y confirmé mi pensamiento, entraste a una
consulta dental, la secretaria te dio hora para la tarde, detrás de ti en la fila analicé el lugar, el doctor trabajaba solo y con música. Te dejé ir, ya sabía donde estarías. Llamé rápidamente al “Camaleón”, el mejor en estos trabajos, el único que no tenía color político, trabajaba para el mejor postor, pero él cambiaba sus colores según la ocasión, tendría que pagar un costo regular, ni poco para ofender ni mucho para sospechar de lo importante de esta operación personal. El arreglo estaba hecho, el doctor se comunicaba con su secretaria por un citófono para indicarle que estaba listo, el paciente caminaba por un pasillo hasta una puerta donde pasaba a la consulta… después de todo, que fácil fue, a la hora acordada el paciente estelar llegó, me encontraba en la sala de espera, la secretaria hablaba por teléfono, el doctor lo llamó y eso fue lo último que dijo por ese ridículo citófono, pues Camaleón lo tenia amenazado con su 38 especial, puso un pañuelo en su cara, lo amordazó y durmió, el cloroformo es lejos, lo mejor. Camaleón, como un gran actor, en menos de dos horas se había conseguido la misma tenida del dentista, pidiéndole amablemente al paciente que se acostara en la silla, lo revisó, de
verdad parecía un odontólogo, le puso anestesia y comenzó. Aguardé unos minutos como habíamos acordado y simulé ir al baño, cuando la secretaria se levantó y fue al archivo, golpeé, entré y puse el seguro, bueno ¿que haremos? pongamos música, que los clásicos nos acompañaron en nuestra labor. ¿Por donde empezamos Inglés? Me dijo Camaleón con una sonrisa burlona. -Por la lengua por favor, dije inmediatamente. La sutura fue perfecta, en la bandeja de acero una lengua sangrienta. Ahora acabaremos con esos labios supongo, -Sí ¿por qué no? ahora parecía un esqueleto, su dentadura quedaba expuesta frente al mundo. Oye Inglés, ¿para qué necesita las orejas si no se podrá escuchar ni su propia voz, las cortamos también? mmmm, le falta algo Camaleón… Sí, falta esa nariz perfecta… ¿Para que le va a servir? un pequeño martillo, un corte con la sierra y una buena cauterización, la nariz desapareció también. Falta algo más, estoy seguro, mmm, bueno tarde o temprano el pelo se le va a caer igual. Eres un indio Camaleón, mira que buena cabellera, el cráneo rojo y la sangre regaban toda su ropa, descuerando al conejo, reíamos macabramente. Amarremos bien a esta mierda frente al espejo, que cuando despierte quiero que se vea, Y ¿si cierra sus ojos? -Qué buena idea Camaleón y desaparecieron los parpados. Pobre idiota, pero bueno
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del agresor, la policía escupía hacia todos lados, hasta a la juventud y a las modas alternativas y se llevaba hasta a los vagabundos, comenzaron aparecer más casos, parecía una competencia, algunos hasta firmaban como “El Dentista” nosotros sin querer habíamos dado el puntapié, hasta una película realizarían con el caso, pero mi Protegida nunca se enteraría, había un nombre falso en esa foto.
algún día le iba a tocar bailar con la fea. -Está por volver, ponle un sedante en el suero para que no le duela tanto y no se nos desmaye. ¿Le vas a dejar algún mensaje en el espejo? Sí, algo sutil “¿y que se siente perderlo todo?” fue la consigna, escrita con su propia sangre. El tipo despertó, los gritos eran un sonido extraño y no podía cerrar los ojos, no tenía expresión facial y no podía dejar de mirarse en ese espejo, fue un macabro espectáculo. Un llamado anónimo alerto a la policía, también parte del plan, la noticia se divulgo por la ciudad y el pánico de un psicópata hollywoodense invadió a la población, la policía se llevaba a cualquier sospechoso y los registros de los hospitales psiquiátricos buscaban el perfil
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Somos clandestinos, descolgados de la Guerra Fría, una maquina que un día para otro dejó de funcionar, volví a mi mundo, de ex agentes secretos, whisky y medallas de honor. Hay un FIAT 125 en las esquina de tu domicilio, nada sospechas, ya tu herida cicatrizó, lo sé, puesto que sales con un muchacho y te hace sonreír, te miro desde lejos, te cuido en mis ratos libres, pero jamás me acerco, solo desde el parabrisas de mi coche te miro vivir la vida, esa vida que mi pasado no me permitirá nunca vivir. Macabro fue lo que hice, jamás me perdonarías, pero sentía que el lo merecía, no así los otros tantos a los que me cargué, por suerte no lo sabes y no estoy cerca de ti para manchar tu paño de blanca y pura seda. Ahora te vas a dormir, si me necesitas no llames, yo me adelantaré al problema y lo resolveré por ti, soy tu guardián a la distancia, mi querida soberana y estoy a tu servicio.
Fotografía de Gerson Guzmán
Collage de Cecilia Ananías
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Déjame comer hasta tus miedos Autor: Rossana Cañete Ocupación: Estudiante de Derecho UdeC
Despertaba a eso de las 7 a.m, la resaca a veces no deja dormir, pero lo más extraño es que se hallaba sola, envuelta en sábanas y sin ropa, con una laguna mental que poco le permitía retroceder los hechos; la acomplejaba el sentimiento invasivo de errar. Así es, algo en aquella escena hacia saborear la toxicidad, y no muy cómoda con la situación, encontró sus ropas en ese nudo de sábanas y cuando puso su pie izquierdo en el suelo divisó un papel pequeño que tenía escrito una frase que poco se hacia ver; temerosa pensó que no era para ella, el papel tenía aspecto de antaño, como papel combativo, de esos que perduran siglos en las calles, se vuelven adhesivos y ningún ambientalista se atreve a recoger. Suspiro y curiosidad (el verbo primero y posteriormente el adjetivo) en la habitación. Reconoció su soledad. Bajó el pie derecho y lista para estar en pie, su poco interés en investigar sobre el
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personaje de las sábanas del ayer, pensó si vestirse o huir o sin omitir ninguna operación anterior; irse con la lectura de ese papel inerte que estaba a centímetros de sus pies. Al leerlo se dio cuenta que no era la única, que la gente huía de sus miedos con normalidad y no estaban para desnudos, todos andaban pensando en convertirse en fugitivos, en besarse en las oscuridades de todos los mundos, inventando identidades, y que el hombre de las sábanas del ayer también huía, con esa frase constante que se lo enviaba otra fugitiva que se arrancó de un amor poco rentable por decidirse por el hombre que se esconde de ella. El mensaje entonces también le llegaba a la desnuda con el papel en la mano que padecía del mismo síndrome que se apoderaba de la ciudad, una patología que contagiaba, y aún se desconoce la vía o el acceso para fundir el sentimiento. La muchacha desnuda decidió que mañana sería poeta y haría un cuento cuyo título llevara la frase exacta bajo el cual concluyó inequívocamente que padecía el síndrome.
Manos con Sangre
Autor: Oscar Valenzuela Vargas Ocupación: Periodista Radio Bío Bío Estaba todo listo. Ese día con el Fito y El Keta íbamos a ir al mall a poner las bombas de ruido. Era la única forma en que podíamos desquitarnos de toda la mierda que esos perros malditos hacen pasar a la humanidad. En la tarde habíamos comprado el ácido muriático y juntado monedas de a peso, de esas que son de aluminio... yo le había robado algunas a mi abuela que durante toda su vida juntó puras chauchas en una botella. De hecho de ahí mismo saqué plata pa’ comprar la botellita de ácido ahí en el Sodimac de avenida Carrera. Como buen líder fui yo mismo a la cagá de tienda a comprar la botella de cinco litros de ácido. Ahí me atendió un vendedor que tenía una pechera azul con rojo y que apenas me vio me dijo con cara de hueón: -Hola, estoy para servirlo, ¿qué desea? Con cara de desprecio le respondí que andaba mirando, pero casi al mismo tiempo le dije muy rápido -Quiero llevar ácido muriático -No hay problema, respondió y ahí
se dio vuelta y caminó como si se fuera a correr la paja a algún baño público de mierda, como ese que está en la plaza de Conce... una mierda de baño en realidad. Yo estaba pensando mal de él, pero en el fondo se notaba que era un buen cabro, medio blancucho, con espinillas en la cara, onda 19 años, primer año de universidad y flaco como rayo de sol... no daba ni sombra el hueón. Y volvió apenas con el botellón de 5 litros y dijo: -Ahí está. Uff! -exclamóestá pesado. -¿Qué estudiai? -le pregunté en forma seca-, casi como si no me importara, -Estudio Ingeniería en Electrónica –respondió -¿Y sabí armar bombas? pregunté con una sonrisa, -No, pero podría aprender, respondió con cara de incrédulo -Aprende –le dije aprende...- repetí con firmeza. Como las 5 de la tarde llegué a casa con la cagá de botellón, era más pesao, y ahí quedó: lo guardé en el patio. Apenas lo dejé en el suelo se acercó el perro y le pegó una meá. De ahí me fui a estudiar, el maldito profe perro con sonrisa hará
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el certamen mañana. El paro de la U había terminado ayer. No había leído ni una hueá, así que pesqué el libro de Bauman y me apliqué.
se llevó la cuestión pa’ la casa para desinfectar el patio de las garrapatas que ya se le metían hasta en la cama.
Me levanté temprano al otro día y me fui a la U. Me puse a buscar botellas de medio litro en los basureros, antes que los auxiliares los limpiaran, encontré varias y me llevé seis. De ahí entre al certamen. Estaba fácil.
Tuve que partir a comprar otra, salí rajao a Sodimac y con la cuea que me caracteriza me atendió el mismo vendedor, el cabro universitario estudiante de Electrónica.
Mientras escribía en la prueba me dedicaba a mirar a mis compañeros y compañeras sobretodo, en realidad eran ricas, pero muy hueonas, todas estudiaron periodismo para salir en la tele y otros más hueones para ser estrellas de la farándula. Yo lo estoy haciendo pa’ buscar justicia social, ni ahí con ser abogado y defender a narcos o violadores, ni con ser ingeniero y cagarme a quien se me cruce y menos médico para ganar plata recetando remedios pa’ enriquecer a las farmacias y laboratorios... todo eso me parece una mierda. Llegué a la casa a buscar el ácido, el Fito y el Keta me iban a estar esperando en el estacionamiento del Mall, ahí en el tercer piso de autos cerca de la mierda de Santa Isabel, ese que dice que te conoce.
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La cagá de ácido muriático no estaba... y lo único que había eran restos de meado de perro. Puta la weá. Desapareció por arte de magia. Con el tiempo supe que mi abuelo
-Hola- me dijo. -Y aprendiste a hacer bombasle pregunté irónico. -Sí- respondió. -En serio o me querí hueviar, hueón. -No, en serio– respondió. Puedo hacer una en un celular- dijo después. Me sorprendí con la respuesta y noté que este cabro algo andaba buscando. Le pregunté el nombre pero no quiso dármelo y no lo andaba trayendo colgado en la chaqueta que usan los vendedores de esa tienda. Sólo me dio un número de teléfono y claro, me vendió otra botella de ácido muriático. En la noche lo llamé y me dijo que tenía lista la bomba del celular que me habló. Me sorprendí y me dijo que estaba aburrido de trabajar en esa tienda y que quería puro realizar un acto de protesta, algo anarko dijo, y ofreció el artefacto explosivo. Y ahí le conté de los planes que teníamos con El Keta y El Fito. Al weón le encantó y dijo que
quería participar, siempre y cuando no muriera nadie. Nos pusimos de acuerdo para juntarnos los cuatro bajo la tulipa que está frente a París, y ahí planeamos el asunto... las bombas de ruido irían en los baños del Mall, ahí donde nadie va a cagar, y la explosiva la íbamos a poner en la garita vacía de un guardia.
que tenía que decirme algo. Accedí, le dije que bueno en el parque, ahí cerca del Enrique Molina, en las faldas del cerro donde lo hicimos por primera vez... rayos que flayte no sé como llegamos a eso. En fin.
Salí pal Mall. Me bajé ahí donde las micros nunca avanzan. Caminé bajo el techo, pasé por los bancos. Llegué a la puerta de acceso. Miré la hora, eran las 10:30, el acuerdo Todo listo, ya era sábado, en era a las 11:43 estar poniendo las la mañana y de pronto, luego de bombas y salir rápido en dirección vestirme con mi ropa favorita, un a Talcahuano y juntarnos en el jeans rotos, mi zapatillas regalonas y primer mirador del tercer acceso a una polera lila me llamó la Clau, mi los cerros a escuchar los despachos novia o algo así. de los weones de la Bio Bio que de seguro iban a llegar para allá. La Clau es hermosa, me siento afortunado de tenerla conmigo. Me Igual llegué antes. Bastante encanta su pelo negro y su rostro antes y me andaba paseando con pálido con sus labios rojos, siempre el ácido muriático en la mochila y con brillo y su sonrisa que me excita. con el celular bomba, el que andaba No tiene los ojos de color pero son trayendo en el bolsillo, apagado, por muy lindos. supuesto, porque se accionaba al Con la Clau tenemos historia recibir una llamada. y mucha, nos conocimos en la U, me acuerdo que le pedí un lápiz De pronto miré hacia adelante para llenar una ficha del crédito por encima de la gente y me pareció universitario en una fila interminable ver a la Clau. Habíamos quedado de y de ahí nunca más paramos de acuerdo en vernos en el parque, en conversar. A mi me gustaba y la tarde. Y de pronto vi salir al Keta siempre le hablaba, hasta que un muy cerca de ella. (Poker Face) día en un arrebato de sinceridad e incipiente calentura, la besé. En Sin perderle el rastro y sin que estricto rigor no somos nada, pero me vieran los seguí y de pronto llevamos años juntos y nunca la me fui a la mierda. Ahí frente a he gorriao, parece que me estoy los malditos monos voladores del enamorando. mall la Clau con el Keta se dieron el tremendo beso y me fui a la chucha. Ya po’, la Clau me llamó y me No sabía que hacer. No sabía si dijo que nos juntáramos en la tarde, encararlos o salir arrancando. Ahí me
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quedé, enterrando las uñas de mi mano izquierda en la palma hasta el extremo de romperla. Sentí el calor de la rabia correr por mis dedos. Era sangre, mi sangre, mucha sangre, calentita. Tenía rabia y estuve a punto de dejar el celular bomba en el patio de comida, pero habían muchos niños a esa hora y me acordé de mi sobrina, lo más cercano a un hijo que alguna vez podré tener... porque no puedo tener hijos. Filo, hay que cumplir la misión y de ahí en vez de ir al punto de encuentro me junto con la Clau en el parque y arreglamos el asunto. Puse las bombas de ruido en el baño de hombres de arriba, ahí cerca del patio de comidas. Y salí corriendo. Entre la rabia y el apuro no dejé el explosivo en la garita del guardia y me lo llevé. Al final igual fui pa’ Talcahuano al tercer acceso y ahí estaba el maraco del Keta, esperando. El Keta es un weón pintoso y con plata. El weón iba a la UDD pero no estaba ni ahí con estudiar, sus papás nunca estaban en Chile y prácticamente se crió con la nana. Igual siempre me generó recelo su participación en este tipo de actos por que el saco de weas lo hacía sólo pa’ taquillar y hacerse el bacán.
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Fito y el cabro que hizo la bomba nunca llegó. Eso si después lo vi de nuevo vendiendo en Sódimac, pero nunca más le hablé. Escuchamos a los weones de la Bío-Bío decir que había sido un acto casi terrorista y ya lo estaban vinculando con el caso bombas y nosotros ni siquiera conocíamos a esos tipos de Santiago, centralistas de mierda. De hecho los odiábamos. Nos fuimos pa’ la casa. Mientras iba en la micro pensé en ir a juntarme con la Clau al parque para pedirle explicaciones del por qué me andaba cagando con el Keta. Después pensé “hueona maraca, ándate a la chucha” y no fui. Llegué a mi casa y me puse a ver tele. Fue ahí cuando empecé a sentirme desquiciado y mientras escuchaba “no estar aquí” de Los Fiskales se me ocurrió algo. Llamar al celular bomba para deshacerme del maraco del Keta por haberme quitado a la Clau. Por último me hubieran dicho antes. Estuve más de dos años haciendo el ridículo frente a todos los que sabían que la mina me cagaba.
Lo pensé y al final resolví que si le iban a echar la culpa a alguien no sería a mi, sino al weón que hizo Sin pensarlo dos veces, saqué el celular bomba, el estudiante de el celular bomba y lo prendí mientras electrónica. mirábamos la bahía de Concepción. Sin que se diera cuenta el Keta, lo Marqué 7 de los 8 números. metí en su mochila. De ahí llegó el Luego marqué los 8. Sólo había que
apretar el botón verde y quedaría la cagada. Y lo apreté. Los siguientes 5 segundos me arrepentí, los otros 10 restantes los disfruté a concho. Al otro día desperté temprano y fui a la casa de la Clau, quería hablar con ella, pero no había nadie. De pronto a la distancia vi al Coto, su hermano, venía llorando: no podía ni hablar el hueón. De hecho, desde esa vez nunca más habló y quedó en estado de shock permanente. Venía con cenizas en el cuerpo y con la ropa manchada. A dos cuadras de la casa de la Clau había un motel, de esos 2 por 6 y varias veces fuimos a revolcarnos ahí... nos gustaba la pieza 3 porque tenía cama de agua. Ahí me despavilé y caminé hacia allá, se escuchaba mucho movimiento. Doblé en la esquina y estaba la PDI. Miré a lo lejos y el motel estaba todo quemado, destruido por completo. Miré el diario La Estrella que estaba en el quiosco de la esquina y decía en portada “Explosiva pareja de pololos murió en el acto”. Me fui a casa y escribí este cuento.
En blanco
Autor: Matías Fuentes
Estudiante de Castellano USACH
Mi carencia de buenas ideas para escribir, además de mi falta de empatía con los lectores (aunque hasta este último tiempo ni siquiera podía llegarle al comité de mi ahora, ex editorial), me impulsaron a salir a la calle para encontrar historias. Fue la primera vez que me vi siguiendo gente, consumiendo drogas y bebiendo alcohol hasta perder el conocimiento. Reprocho mi conducta, juro que no se volverá a repetir y buscaré otras formas de adquirir ideas, pero por lo que ya dije, tengo momentos mentales en blanco. Simplemente no estoy en condiciones de declararme culpable o inocente, señor juez.
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Fotografías de Cristina González
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Información turística Por Rossana Cañete Si quiere ir al sur, usted debería ir huyendo; si digo huyendo es porque ir al sur no es irse así no más, tiene ambiente de desahogo, soledad, como boca callada, como boca sin hablar. Si usted viene al sur debe entonces venir huyendo, con la idea constante de dejar atrás lo pasado y venir a lavar el libro para escribir una historia gris. Otra cosa que debo dejar en claro de venirse al sur, que dentro de lo relativo del concepto, siempre piense que este tiene un affaire con la Antártida; a ese sur voy yo, gorros de lana, gente que se abriga mucho. Si usted está en Concepción, considérese centro, el sur no termina ahí, no termina en esa ciudad de tanta agua, de tanta aristocracia, y esa segregación de paredes imaginarias; páselas sin tanto pensamiento, es otra división; a muchos de pequeños les costó entender que la línea del Ecuador es otra división humana e irreal.
Sobre el nacimiento de la fotografía de una aficionada Por Rossana Cañete Quería un acierto fotográfico, algo casual que reflejara momentos y circunstancias, algo que si bien quedaría quieto el resto de la eternidad de una foto, diera pie a la imaginación, engendrara sentimientos, para que en la mente del observador sembrara las semillas de próximos relatos; que esos seres, objetos y paisajes, fueran de a poco floreciendo una historia que sólo el observador recreaba para él. La fotógrafa se contentaría con ello, con sacar la foto del momento perfecto, el momento ideal con el aire, el ambiente, los personajes precisos, y el ave que debía volar naturalmente, sin que se diera cuenta, que un flash la haría famosa en alguna edición.
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Reflexiones
El Arte de errar con gracia Por Paola Bravo El hombre y la mujer no se crearon para ser perfectos. El objetivo es llegar a serlo, pero sin antes pasar -al menos- una centena de obstáculos en el camino para poder coronarse como tal. Y es aquí donde comienza el arte de errar con gracia. Todos tienen malos días, malas épocas, malos semestres, malas relaciones, malas amistades, etc. Si desde el momento de nacer todo fuera color de rosa, en primera instancia la mujer se ahorraría todo el trabajo de parto y el niño capaz llegaría de mano de la cigüeña. Cada vez que se cruza una piedra en el camino lo vemos como un reto, algo de sabor amargo pero con el trabajo implicado en ello se contornea dulce y sabroso. Es como la manzana de la perdición que le ofreció aquella serpiente a Eva y que la patuda no titubeó en mascar. Nada es fácil, ni tu primer amor, el primer paso, el primer día de colegio, el primer día de universidad. Todo, pero absolutamente todo tiene que tener una previa siembra, para luego cosechar los buenos frutos. Lo más importante es cuidar este proyecto, hay que regalarle mucho tiempo, alimentarlo, mantenerlo, cuidarlo. Es como un hijo -según la crianza y los valores que sus padres le den- sabrá como salir a pelearle a la vida y ser alguien en ésta.
Después de tanto tropezar en el camino a la meta, uno ya cae con gracia. Toma un estilo personal para amortiguar el porrazo, pausar el dolor y seguir adelante. Ahí ves tú al típico drama romántico donde gustas tanto de una persona que no te toma en cuenta, y no esta ni ahí. Pero ahí anda tan Romeo o Julieta (identifíquese usted) queriendo convencer al mundo entero que lograrás llamar la atención de la otra persona y ¡OUCH! no sucede. Pero tranquilo, respira profundo, marca presencia y cae con estilo. Está también el cabrón o cabrona que cree tener todo a sus pies y un día le sale el tiro por la culata, los planetas parecen no alinearse a su favor y algo no resulta ¿Estaré soñando? No, no despierta NO ERES PERFECTO. Entienda, todo cuesta. Absolutamente cierto, cada una de las desiciones que tomes a lo largo de tu vida, tendrán consecuencias. Hay que ser positivo y transgresor. Hay que jugar y dejar jugar. Errar y salir airoso. Tienes que ser y dejar ser. No importa cuántas veces todo sea una tormenta, donde pareciera que el sol no saldrá hasta en tres estaciones más, saldrá a fines de cuenta lo hará. Cáete, rómpete una pierna, espera sentado
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por meses o años. Pero llegará tarde o temprano llegará el momento donde lograrás serlo. Mientras tanto ingenia como errar, predisponiéndote a lo bueno y lo malo que esto te traerá. Siempre habrá alguien que te tenderá una mano y te ayudará a levantar. Con estilo o sin estilo va en uno, ser mejor persona y tomar lección de cada tropiezo. Pero no se estanque, mire que en cualquier momento explota y hasta ahí llegó el viaje. ¿Para qué caminar si puedo volar? Siempre al salir el sol, verás el cielo en su esplendor. ¿Mi recomendación? Agarre una tonelada de pañuelos desechables, llore hasta dejar los ojos secos, medite el error, cuestione la solución, piense en algo más, dedíquese a explorar. Cuando ya esté en paz y logre perdonar, párese y siga caminando. Y en el próximo obstáculo ya sabrá como reaccionar.
Ping Pong Por Octavio Abello Dios: Poeta creador del poema total, el que en una línea lo hizo todo, conocido como el UNI-VERSO. La Libertad: Un cautiverio consentido y un cautiverio con-sentido. Las Empanadas: Lo mismo que la historia, siempre se repite. La Muerte: Un bien de uso público. Una Teta: Un círculo vicioso. Gracias.-
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Fotografías de Cristina González
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Conciencia ecol贸gica
El Rodeo
El rodeo tiene una evolución que data desde el siglo XVI, cuando gobernaba García Hurtado de Mendoza. Lo cierto es que legítimamente nace como deporte nacional el 10 de enero de 1962, bajo la ley Nº19.712. Cada 18 de Septiembre, es común ver como cientos de personas recurren a este espectáculo, considerado como una tradición en nuestro país. Así, en la medialuna como escenario, ingresan 5 animales: dos jinetes, sus respectivos caballos y un novillo. Estos jinetes montados sobre sus caballos son los encargados de enquinchar al novillo, es decir, de frenarlo golpeándolo contra una zona específica para el azote, de esta forma el novillo es alzado sobre el nivel del suelo. Ante esta práctica, existen dos posturas: la que está a favor y la que está en contra a esta tradición y deporte chileno. La primera de ellas tiene como base que el rodeo es un deporte y una tradición popular chilena, en la cual se promueven vestuarios, valores, costumbres, entre otras cosas, y que junto con esto, es una forma de expresión cultural. Según comentó para una entrevista el Dr. Carlos Chandía, quien también se dedica al rodeo, es un mito el sufrimiento de los animales no-humanos en esta práctica, cuenta que los caballos están preparados para desarrollar dicho deporte y que generalmente el novillo pesa más que el caballo por lo que no debería sufrir ningún tipo de daño. Asimismo, quienes defienden estas prácticas se basan en que los animales no humanos no sufren, ya que la media luna tiene un colchón el cual amortigua los golpes que recibe el novillo.
Autor: Camila Stuardo Ocupación: Estudiante de Sicología UDD Juan Miranda, veterinario de la Medialuna, comenta que en el rodeo no se maltratan animales, que existe estrés por el nerviosismo de correr, pero nada más. La segunda postura, es la que tiene como base que el rodeo no es una tradición ni un deporte, sino que es una forma más de maltrato animal, en la cual el no humano es maltratado física y psicológicamente, ya que recibe golpes y se estresa por el hecho de arrancar de los caballos y sus jinetes. Además de este argumento, quienes repudian esta tradición, sostienen que el rodeo es un hábito cruel, en donde los animales antes de ingresar están en muy buenas condiciones físicas, pero que al finalizar con dicha práctica, terminan con contusiones en el tejido óseo y muscular, además de terminar con costillas rotas y derrames en órganos internos. Junto a todo lo anterior, aseguran que los novillos son guardados en corrales sucios, llenos de barro y excrementos, y que también se recurre a picanas eléctricas (con el fin de emplearles corriente detrás de las orejas), y son golpeados y pateados cuando se niegan a correr. Para este último grupo, el seguir fomentando el rodeo como una tradición y deporte, es un acto que muestra simplemente los bajos niveles de ética que poseemos. No sólo en nuestro país se han desarrollado protestas para fomentar conciencia en la población con respecto a esta temática, sino que también en España, México, entre otros. Ahora sólo me queda preguntarte… ¿En cuál de estos dos grupos te encuentras tú? Para ti, el rodeo ¿Es una tradición y un deporte o una práctica violenta y cruel?
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Conciencia ecológica ¿Moda o forma de vida?
Nombre: Eduardo Rojas Herrera Ocupación: Periodista Diario La Cuarta y Miembro de EcoAmigo Apagón en la mitad del país. 10 millones de chilenos desesperados y reclamando porque no tienen luz para ver la teleserie o chatear con sus amigos virtuales. Disparando contra la autoridad, las empresas eléctricas, el vecino que hace mucho ruido, contra la maldita linterna que siempre desaparece cuando más se lo necesita… pero dentro de todos los garabatos y chuchadas ¿nos tiramos algo de culpa a nosotros mismos? Claro, somos tan dependientes de la electricidad y nos importa un comino como la tengamos pero cuando presione el botoncito la ampolleta debe encender y el pc con Internet debe estar disponible para tuitear “somos ecológicos, viva la vida verde y no a la caza de ballenas”. Si po’h desde esa tribuna es súper fácil ser un activista del teclado o un revolucionario tomando café en Starbucks.
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Lo difícil es entrar en nuestro propio disco duro y pegarnos el alcachofazo de que cada uno aporta a que el sistema eléctrico colapse al primer condoro. Y sí, las empresas y el gobierno de turno tienen culpa de no fiscalizar que todo ande de perillas, pero al fin y al cabo somos nosotros mismos los que recargamos el enchufe con tanto iPad, Playstation, LCD y todas esas yerbas tecnológicas que tanto nos roban la atención… pero a la vez no ayudan en nada a generar una puta conciencia ecoamiga. Por eso empieza por ti, cambia tus hábitos energéticos aunque sea una moda o de puro posero, pero si lo haces y lo conviertes en hábito, aportarás un grano de arena en el equilibrio energético y de paso ayudarás a que este mundo sea un poquito más limpio.
Fotografía por Cecilia Ananías
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Fotografía de Cristina González
¡Muchas gracias a todos los que participaron! Pueden seguir enviando sus trabajos al mail: letramuerta.revista@gmail.com ¡Cada mes una nueva edición!
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