Cartas a quien pretende enseñar – Paulo Freire Carta Carta 1. Enseñar – aprender. Lectura del mundo – lectura de la palabra.
Descripción
Carta 2. No permitas que el miedo a la dificultad lo paralice. Carta 3. “Vine a hacer el curso de magisterio porque no tuve otra posibilidad”
Carta 4. De las cualidades indispensables para el mejor desempeño de las maneras y los maestros progresistas.
El enseñar no existe sin el aprender. El educador debe ser humilde y abierto y que se encuentre disponible para repensar lo pensado. Cuatro pasos para aprender: -Observar -Estudiar -Leer -Reconocer
No significa que la práctica educativa llegue a ser una especia de marquesina bajo la cual la gente espera que pase la lluvia. Y para pasar una lluvia bajo una marquesina o necesitas formación. Las maestras son importantes o no. Si sus salarios son o no insuficientes. Si su tarea es o no es indispensable. Los problemas relacionados con la educación no son solamente problemas pedagógicos. Son problemas políticos y éticos como cualquier problema financiero. Es cierto que la educación no es la palanca de transformación social, pero sin ella esa transformación no se da. Las cualidades indispensables para docentes son humanas, y necesarias para la práctica educativa. Las que deben adquirir el docente son las siguientes: La humildad La amorosidad La valentía La tolerancia La decisión La alegría de vivir Democrática Parsimonia verbal Luchar por derechos
Carta 5. Primer día de clases
Carta 6. De las relaciones entre la educadora y los educandos.
Carta 7. De hablarle al educando a hablarle a él y con él; de oír al educando a ser oído por él.
Bondad Deficiencias: La indecisión Impaciencia Quien por primera vez se expone frente a los alumnos experimenta diferentes situaciones. La situación que enfrentan el salón de clases no tiene casi nada que ver con los discursos teóricos que se acostumbraron a escuchar. La teoría no es igual a la práctica. Suele sentirse miedo. Frente al miedo, lo que lo contraindica para ser educador es la incapacidad de luchar para sobreponerse al miedo, y no el hecho de sentirlo o no. Se requiere hacer una lectura de la clase, del espacio y del cuerpo con los educandos. Con la clase la docente debe estar atenta a todo. La maestra debe: observar muy bien, comparar, intuir, imaginar, liberar la sensibilidad, creer en los otros y observar registrando lo observado. Relación coherente entre lo que se dice y lo que se hace. En la relación con los alumnos no debe faltar, la permanente disposición en favor de la justicia, de la libertad, del derecho a ser. Sin la intervención democrática del educador, o de la educadora no hay educación progresista. La belleza en la lucha de la ética. Es importante que vivamos la experiencia equilibrada y armoniosa entre hablarle al educando y hablar con él. La educación debe ser democrática, progresista al formar ciudadanos críticos y capaces y la educadora somete al análisis crítico. Es preciso y hasta urgente que la escuela se vaya transformando en un espacio acogedor y multiplicador en ciertos gustos democráticos corno el de escuchar a los otros, ya no por puro favor sino por el deber respetarlos, así
Carta 8. Identidad cultural y educación
Carta 9. Contexto concretocontexto teórico
Carta 10. Una vez más, la cuestión de disciplina
corno el gusto de la tolerancia. Es preciso que lo ha hago no contradiga lo que digo. Es lo que hago lo que habla de mi lealtad o no hacia lo que digo. En esa lucha entre el decir y el hacer. Cada ser humano va formando su propia identidad mediante sus vivencias. La identidad cultural que uno tiene es distinta a la de las demás personas dependiendo de nuestras experiencias sociales y culturales. No podemos tener dudas sobre el poder de la herencia cultural, sobre cómo nos conforma y nos obstaculiza para ser. No debe de ser una práctica mecanicista. Generar identidad cultura Mostrar importancia de todos los componentes de la sociedad en la práctica educativa. Respetar a las personas y su cultura generando en cada uno una apropiación de la auto-identidad. “La práctica y la teoría deben empatar una relación de dialogo, no de oposición, son complementarias” Estos dos elementos se asumen como una interacción capital, en la que la práctica adquiere un papel relevante, por lo que debe ser sabia y debe ser objeto de saber. Una ciencia de la práctica, lo cual le lleva a firmar que la ciencia descubre verdades acerca del mundo. No solo debemos estar abiertos a la realidad teórica, que ella ofrece sino que también el educador debe estar dispuesto, que los alumnos aprenden las relaciones que encuentra en el contexto de ellos mismos. Los educandos deben construir la disciplina intelectual con ayuda de la educadora. Para que haya disciplina es preciso que la libertad no solo tenga el derecho de decir “no”, sino que lo ejerza frente a lo que se le propone como la verdad y lo cierto. La libertad precisa aprender a firmar negando,
no por el puro negar sino como criterio de certeza. La disciplina en el acto de leer, de escribir, de escribir y leer, en el de enseñar y aprender, en el proceso placentero pero difícil de reconocer; la disciplina en el respeto y en el trato de la cosa pública; en el respeto mutuo. Nos falta disciplina en casa, en la escuela, en las calles, en el tránsito. Ir creando una disciplina social cívica, política absolutamente indispensable para una democracia que vaya más allá de la simple democracia burguesa y liberal.