Poema Pedagógico-Anton Makarenko (Parte I) 1.- Conversación con el delegado provincial de instrucción publica En septiembre de 1920 el pedagogo conversaba con el Delegado de Instrucción Pública de que han instalado la escuela de trabajo en el local del Consejo Provincial de Economía, por lo que al pedagogo no le agrada del todo ya que las condiciones no son agradables y los educandos son “delincuentes”. Se necesitaba una escuela de educación social. El delegado otorgó un sitio en el campo donde se podrían criar vacas, además de dinero y personas. 2.- Principio sin gloria de la colonia Gorki En el bosque se encontraba la nueva colonia para menores, ahí, antes de la Revolución, en 1917 había una colonia para menores en la que el principal instrumento era un palo. En la colonia el pedagogo pudo rescatar unos cuantos objetos de valor, después se encontró con el Administrador del lugar Kalina Ivánovich con quien charló acerca del cargo de este, además mencionó como Ivánovich fue el primer objeto de su actividad pedagógica. En el transcurso de dos meses lograron poner orden en uno de los cuarteles del lugar, así como la concentración de los valores materiales imprescindibles para la educación del hombre nuevo. A la colonia llegaron dos educadoras: Ekaterina Grigórievna y Lidia Petrovna. El pedagogo se temía que nadie quisiera consagrarse a la educación del hombre nuevo en el bosque, debido a que temían a los “golfos”. Además, se alegraba de que las educadoras fueran mujeres, ya que la “ennoblecedora influencia femenina” se complementaría con sus fuerzas. Lidia Petrovna era joven e inocente y Ekaterina Grigórievna era una experta loba pedagógica. El 4 de diciembre llegaron a la colonia los primeros seis educandos, los cuales le entregaron un sobre con sus expedientes, cuatro eran enviados por asalto a mano armada de una casa y tenían 18 años de edad, los otros dos, más jóvenes eran acusados de robo. El pedadogo pronunció un discurso acerca de la vida del trabajo, a la cual nadie puso atención, por lo que en pleno discurso Zadórov (un educando) grito a uno de sus camaradas que por culpa suya se habían metido en este lío. El resto del día lo dedicaron a planear su vida futura, pero los educandos escuchaban con cortes negligencia. Conforme pasaban los días se fueron presentando problemas, ellos no querían hacer las tareas de día, portándose groseros, incluso uno de ellos fue detenido por asesinato y robo nocturno. Los primeros meses ahí fueron difíciles para el pedagogo y sus compañeros, fueron meses de busca de la verdad. El fruto principal que este obtenía de sus lecturas era la
firme convicción que no poseía ninguna teoría, de que era preciso deducir la teoría de todo el conjunto de fenómenos reales que transcurrían. Sin embargo, un día, la irá del pedagogo fue tan frenética e incontenible, que sentía que debía exterminar a todos los bandidos, les alzó la voz y los amenazó para que realizaran las tareas, ellos quedaron atónitos, pero reaccionaron y realizaron las tareas. Poco después uno de ellos reaccionó con humor y se reía acerca de cómo siendo tan robusto el pedagogo había logrado golpearlo, a lo que el educando dijo: ¡No somos tan malos… todo saldrá bien! Nosotros comprendemos…” 3.- Característica de las necesidades primordiales La costumbre es la esclavitud. Ellos no ven golpes, sino ira, el estallido del humano. Hallar en la violencia un medio todo poderoso de pedagogía Inadecuados para el sueño de la educación socialista La capacidad de creación se asemeja al modo de razonar de los niños, al de los sabios. Normas para todo Diplomacia secreta y abierta Defectuosos morales La necesidad primordial del hombre es la comida, si un niño tiene hambre no se puede educar. Compartir, hacer algo porque todos salgan adelante 4.- Operaciones de carácter interno Somos tan egoístas que nos robamos a nosotros mismos. Nos apuñalamos constantemente por la espalda, no se puede confiar en nadie. Nos habla sobre cómo el hambre nos incita a hacer cosas que no van acorde a nuestra personalidad, como, el robar, por ejemplo. También nos habla sobre los asaltos, cómo es que uno tiene que proteger a cierto rango sus propiedades, el riesgo que toman las personas que se encuentran cuidando los bosques y a lo que se enfrentan en caso de que llegase alguien ha dicho lugar. Se presenta un acontecimiento de personas enterradas en la nieve, personas que han sido ahorcadas teniendo semanas de estar ahí. La llamada al trabajo les obligaba a levantarse. Entonces iban con desgana a sus puestos, pero, incluso en pleno trajín, encontraban pretextos y posibilidades técnicas para seguir tomando el sol.
En diciembre me encontré con una persona, harapienta, que la gente creía que estaba loco, y el gritaba porque los demás lo consideraban así. Así que decidí llevarlo a la colonia, y los dos emprendimos el viaje. Se llamaba Vaska Poleschuk. Al día siguiente en la colonia, enmudecido, ni los educadores conseguían hacerlo hablar, los compañeros de él tenían curiosidad de él. Y de repente Poleschuk empezó a hablar sin motivo alguno. Él hablaba mucho de Zubati, y decía que un día iría a Nikolaiev y allí daría con él. No paso mucho y un día Poleschuk se escapó de la colonia. Y aunque él no era un gran colono, me daba pena el pensar que el no haya aceptado nuestros sacrificios y se haya ido a buscar algo mejor. Sofron vino a la colonia invitado por Kalina Ivánocich, el propuso traer su yunque y su hornillo, y trabajar como instructor. Sofron se ofreció a construirnos una carretera. En los cobertizos de la colonia, donde había, en cantidad inagotable, toda clase de trastos, encontramos la caja de un carro. Después Safrón trajo a Kosir, el acababa de salir del manicomio, sabía construir llantas, y ellos le pidieron que construyera algunas para la carretera. Lo hizo, y después dijo que él se quedaría a vivir ahí, que no se preocupasen por el lugar el buscaría alguno. Y después Kosir pasó a ser el preferido de todos los colonos. El contribuyó en despertar en los muchachos un sentimiento de aversión por todo lo religioso. E inclusive comenzaron a fabricar ruedas aunque ya no las necesitarán, por el simple hecho de comerciar. “Aún quedan caballeros en ucrania” Una lucha constante se hacía en una colonia para que los jóvenes no bebieran alcohol y no la fabricaran (samogon). Era un mandato de intervención arbitraria. Algunos estaban en contra de combatir para que no fabricaran y existiera la máquina del samogon. Se enlistaron algunos a ir a destruir maquinas donde se fabricaba el samogon para detener que se siguiera consumiendo. Encontraron en la casa de un anciano una de las máquinas y el se reusaba a darles explicaciones y ellos la tomaron y la destruyeron en el patio. Buscaron en la casa de una señora y era tan amable que los invito a comer y les aclaró que ella no tenía esa clase de aparatos que estaban prohibidos. Sin embargo encontraron uno y lo destruyeron, al igual que en otras casas, por más que lo ocultara la gente. Un ciudadano de la colonia replico al presidente que él tenía un samogon y lo usaba para su beneficio, sin embargo el presidente se molestó y no lo dejo hablar. En la colonia se tomó un acuerdo para dejar de tomar y fabricar samogon, pero un nuevo mal apareció: los naipes. En una colonia infantil no puede haber mayor desgracia que los naipes. Los naipes sacan al colono de la esfera común de consumo y le obligan a buscar recursos complementarios, pero la única vía para ellos es el robo. Por lo que se hizo una nueva lucha para el ataque de este nuevo enemigo.
Muchos de los colonos se volvían ricos por jugar a las cartas, mientras otros quedaban pobres. Estas luchas se hacían para el propio bien de los colonos y para su bienestar
Comentario:
Los modelos educativos han ido cambiando conforme el paso del tiempo a medida que la sociedad también lo hacía, adaptándose a la realidad y la necesidad de cada época. Poco tiene que ver, lógicamente, la realidad educativa actual con la de siglos atrás. El derecho de los niños, niñas y adolescentes a una educación de calidad es un aspecto fundamental para el desarrollo de cada país, sin embargo, en el caso de México, al menos, sabemos que la realidad es otra, las desigualdades persisten y el deseo de cambio sólo florece en una minoría. La realidad de fuertes disparidades y exclusión social del país se refleja todavía en niveles desiguales de cobertura en educación primaria, con brechas importantes en el nivel preescolar y fundamentalmente en la secundaria y en la media superior, donde una proporción significativa de los sectores pobres o más vulnerables no accede y muchos de los que ingresan no pueden concluir. Asimismo, existe desigualdad en la oferta del servicio que se brinda en las diferentes entidades federativas, en zonas rurales y urbanas, así como en escuelas privadas, públicas y al interior de estas últimas: escuelas generales, indígenas, educación comunitaria y educación para migrantes. El reto de lograr una educación inclusiva y de calidad supone también la consideración de aquellos factores que tienen que ver con la creación de un clima de tolerancia y respeto en el ámbito escolar; el combate a todo tipo de discriminación; el establecimiento de canales de participación, sobre todo para los adolescentes, así como de mecanismos efectivos de participación de los niños, niñas y adolescentes en las cuestiones escolares que les afectan. Este reto se relaciona directamente con la construcción de una articulación más fluida entre todos los actores de la comunidad educativa, particularmente acercando a los padres de familia a la escuela en un necesario proceso de fortalecimiento democrático de la educación. Se puede y se debe luchar contra las injusticias e ignorancia de la sociedad.