Revista Leamos n° 15 by Celeste Burgos Badal

Año 2, N°15, Chillán, marzo 2015 www.edicionesicd.cl

ANIMALES EN LA LITERATURA

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S e v i e n e C h i l l á n P o e s í a 2015

Creación: poema a un oficio

t radicional y cuent o en código contemporáneo The Oz y Panquehue Films realizarán Taller de Cine para Niños Reseñas y recomendaciones: Historia del teatro contemporáneo, Papelucho detective, El teorema Katherine

LEAMOS AÑO 2, N°15. CHILLÁN, MARZO DE 2015. Director: Jorge Díaz Arroyo Subdirectora y Editora: Celeste Burgos Badal Diseñador: Milton Vargas Colaboradores: Oscar Mellado Imágenes: Gary Kramer (portada) BrehmsTierleben Lilly M. Pixabay.com Henry Everett CreativeCommons Jorge Díaz

Animales en la literatura

Edita: Ediciones Investigación, Cultura y Desarrollo Financia: Fondo del Libro y la Lectura, CNCA. Imprime: Impresora La Discusión (que solo actúa como tal) Distribuye: Diario La Discusión Ediciones Investigación, Cultura y Desarrollo Tiraje: 3.500 ejemplares Sitio web: www.edicionesicd.cl Facebook: Revista Leamos - Chillán Correo electrónico: ediciones.icd@gmail.com Teléfono: 89653967 Domicilio: Luis Araneda 480, Chillán Viejo, Región del Biobío, Chile.

“El carbonero” Por Oscar Mellado

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“Estado” Por Antonio Díaz

Reseñas y recomendaciones

The Oz y Panquehue Films realizarán Taller de Cine para Niños

Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura.

Próxima edición Jueves 30 de abril gratis junto a La Discusión 2

Nueva edición de Chillán Poesía, 2015. “Este año se realizará la décimo quinta versión, y se espera llegar a varios públicos: el erudito compuesto por aquellos lectores cultos y frecuentes, los lectores en formación, los creadores emergentes (que tienen aquí una oportunidad de interactuar con escritores de mayor trayectoria), y el público escolar, por quienes la organización ha mostrado particular interés en llegar este año con el mensaje liberador y humanizador de la poesía.” “A la luz de lo mostrado el año pasado –con la visita de Cardenal, un programa de nivel y una máquina organizacional aceitada– se hace imprescindible el apoyo entusiasta y robusto de las entidades locales y de gobierno llamadas a apoyar la cultura: municipio; gobierno provincial, regional y central; medios de comunicación; empresa privada; instituciones de educación superior; sistema escolar.”

Se acerca una nueva versión de Chillán Poesía, el encuentro creado y organizado por el Grupo Literario Ñuble que el año pasado, en el marco del cincuenta aniversario de la entidad cultural, trajo a la ciudad a Ernesto Cardenal, tal vez una de las últimas leyendas vivientes de la escena literaria latinoamericana. Pero Chillán Poesía es más joven que la institución que lo organiza. Este año se realizará la décimo quinta versión, y se espera llegar a varios públicos: el erudito compuesto por aquellos lectores cultos y frecuentes, los lectores en formación, los creadores emergentes (que tienen aquí una oportunidad de interactuar con escritores de mayor trayectoria), y el público escolar, por quienes la organización ha mostrado particular interés en llegar este año con el mensaje liberador y humanizador de la poesía. Al momento de escribir estas palabras la comisión organizadora aún no cerraba completamente la programación de este año, por aquella razón no podemos confirmar los nombres que participarán en esta versión de Chillán Poesía. Pero como ha sido el tenor de los últimos años, se sabe que habrá nombres consagrados y figuras reconocidas, junto a escritores emergentes, autores regionales y un conjunto de voces que además de combinar

diferentes sensibilidades y estéticas, también cruzará los géneros y expresiones artísticas. El pequeño grupo que trabaja en la comisión organizadora, todos ad honorem (lo que no siempre es saludable cuando como ciudad se aspira a ser una capital y referente cultural), ha preparado durante meses el evento, dedicando tiempo, esfuerzo, talento, gestión y más de algún recurso económico propio en la tarea. Es por eso que, a la luz de lo mostrado el año pasado –con la visita de Cardenal, un programa de nivel y una máquina organizacional aceitada– se hace imprescindible el apoyo entusiasta y robusto de las entidades locales y de gobierno llamadas a apoyar la cultura, entiéndase municipio; gobierno provincial, regional y central; medios de comunicación; empresa privada; instituciones de educación superior públicas y privadas, y sistema escolar. Obviamente la respuesta del público sería el broche de oro ideal para coronar tantos esfuerzos. Esperamos que autores y lectores se abracen en la palabra en esta nueva versión de Chillán Poesía.

El director

Animales en la literatura

Grabado de un cachalote, por BrehmsTierleben, 1883. Reproducido bajo licencia CreativeCommons.

Las primeras expresiones artísticas de que se tiene registro –en la prehistoria– corresponden a escenas de caza pintadas en cavernas. Muestra de que los animales siempre han estado en el paisaje cultural de los seres humanos. Sea como campañeros, recurso, amenaza, o como objeto mítico - religioso, nuestros “hermanos menores”, como les llamaba San Francisco, han inspirado narraciones imperecederas, que nos han asombrado, conmovido y sensibilizado respecto a cómo suponemos que los animales aprecian el mundo y a nosotros mismos. En las siguientes páginas compartimos algunos títulos ya clásicos que abordan la presencia de algunas especies en la literatura. Por equipo revista Leamos

PLATERO Y YO Este clásico del poeta español Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura 1956, se inscribe en el subgénero de la prosa poética. Es decir, un texto que sin emplear la métrica y la rima, busca lo mismo que un poema: transmitir impresiones, sentimientos y emociones, empleando los (otros) códigos propios del género lírico. Se trata de la relación de un joven poeta con su mascota, que es un burrito pequeño, en la entonces semirural Moguer, en Huelva, Andalucía, España. Como se explicó, el texto no cuenta una historia propiamente tal (no es el propósito de la prosa poética, que es diferente a la novela), sino comparte distintas situaciones y “postales”, que el hablante narra al lector… y a Platero, suerte de “oyente cercano”, cómplice y confidente del autor. En muchas ocasiones, Platero también será el protagonista de algunas situaciones. El burrito es “los ojos” del muchacho, su amigo, su compañero. El mismo hablante lírico así lo explica en un pasaje del texto:

que le sobrecoge con sus maravillas, sus cambios de estación, su sencillez y rebeldía. Lo propio hace con las costumbres, tradiciones, prácticas y cotidianidad del pueblo, constituyendo retratos costumbristas y deteniéndose a veces en algunos personajes. Pero también otros animales salen a colación: el autor –por medio del hablante– a veces manifiesta su rechazo a prácticas de maltrato animal, como las peleas de gallos, corridas de toros, etc). También aparece un Burro adulto que pareciera ser la encarnación del diablo (una nota sobre el folclore local, que también tiene alguna expresión similar en el campo chileno). La entrañable ternura que trasmite el libro es un buen aliciente para la sensibilización sobre el respeto, cuidado y protección para con los animales, sean mascotas o no. La obra tampoco elude la muerte. Platero y yo Juan Ramón Jiménez Disponible en Librería Edisur $2.500.

“Yo trato a Platero cual si fuese un niño. Si el camino se torna fragoso y le peso un poco, me bajo para alivianarlo. Lo beso, lo engaño, lo hago rabiar. El comprende bien lo que quiero, y no me guarda rencor. Es tan igual a mí, que ha llegado a creer que sueña con mis propios sueños”. A través de sus “diálogos” con Platero, el hablante manifiesta sus impresiones sobre la naturaleza,

Un burrito. Fotografía de Lilly M., reproducida bajo licencia CreativeCommons.

Perros de trineo. Imagen cortesía de pixabay.com

LA LLAMADA DE LA SELVA Esta es la primera novela del norteamericano Jack London, publicada en 1903, y antecesora de Colmillo Blanco, también célebre, y de la que se han hecho algunas adaptaciones para el cine y la televisión. Su protagonista es Buck, un perro mestizo de San Bernardo con mastín, que vive una vida apacible en la finca del Juez Miller, donde es el más considerado de los animales que allí viven, por parte de pares y humanos. Buck es orgullo y sabe su condición de mascota favorita. Nada en la piscina, acompaña los paseos de los hijos del juez, se ejercita y no advierte amenaza en esa idílica situación. Hasta que es robado por el jardinero de los Miller, quien además de su pobreza está atrapado en el juego y la bebida. Es la fiebre del oro en Alaska, y para hacer algo de dinero el hombre saca engañado al animal para venderlo a un contrabandista, quien lleva perros al ártico para que tiren los trineos de los miles que van a cambiar su suerte tras el preciado metal amarillo en aquellos helados parajes. No solo vivirá un largo y penoso viaje, sino apenas llegar sufrirá el castigo (adiestramiento) de un revendedor, quien le inculcará mediante el garrote la obediencia al humano. Luego, cual lazarillo de Tormes, tendrá distintas experiencias con diferentes amos, siempre trabajando como fuerza de tiro en los trineos, oficio que aprende rápido. Allí compartirá con distintos tipos de perros. Como en cualquier agrupación humana, en la canina también habrá de todo: simpáticos,

remolones, traicioneros, apáticos, trabajadores. Buck también tendrá que lidiar con ello. Pero de lo que en definitiva se trata la obra, como bien señala el título, es sobre el llamado de la selva (o “el llamado de lo salvaje”, como rezan algunas traducciones). En estos avatares Buck advierte un cambio aún más profundo, interior. Es el espíritu salvaje, atávico, que vive en él; incluso tiene sueños de un pasado que, aunque no habita en su memoria, lo hace en sus instintos, dormidos hasta entonces por una vida doméstica y plácida en la casa de los Miller. Buck encuentra su naturaleza más ancestral. El libro, cuyo autor vivió en los escenarios y actividades que se narran, no elude momentos de crudeza –sea humana o animal–; pero aun así, en clave distinta a Platero y yo, sensibiliza sobre a la sicología animal, a los mecanismos por la que estos seres aprenden, asimilan y generan vínculos. Podemos transpolar esto a la fauna que nos rodea en nuestra cotidianidad, aunque ella no viva en los fríos y hostiles hielos del ártico.

El llamado de la selva Jack London Zig-Zag Disponible en Biblioteca Volodia Teitelboim Préstamo gratuito

Publicado originalmente en 1851, este referente de la novela clásica de aventuras es hoy apreciado como una suerte de alegoría, con significados más profundos que los que emergen evidentes de una lectura superficial. La historia es narrada por Ismael, marino mercante que se embarca, en esta ocasión, en el Pequod, un ballenero que zarpará desde la costa atlántica de los Estados Unidos, en teoría para cazar ballenas. Pero su comandante, el lacónico y autoritario capitán Acab busca una meta personal: dar muerte a Moby Dick, un monumental cachalote blanco que, en un intento de caza anterior, le arrebató la pierna, lo que le provocó el uso de una pieza ortopédica (irónicamente de hueso de cachalote). El objetivo del capitán rápidamente se evidencia como una obsesión fuera de toda lógica y prudencia, y parte de la tripulación intenta hacérselo saber. Sin embargo, se encontrarán con la testarudez de un hombre preso de la sed de venganza para con un ser que no alcanza a comprender. Para el marino lo de Moby Dick no fue un accidente propio de la naturaleza de su trabajo, sino algo personal. De hecho, el monstruoso tamaño del cetáceo, además de su

color blanco, y lo imbatible que ha resultado en los numerosos intentos de caza por parte de distintas embarcaciones, le han granjeado una fama casi mítica, de bestia imposible, a la que es mejor guardarle distancia. Acab no lo entiende así. De esta manera, el Pequod recorre los distintos mares y océanos del mundo tras el “monstruo”, requiriendo pistas a los buques balleneros con que se encuentra, para seguirle la huella. Hoy en día la prohibición de la caza de ballenas representa una de las causas más emblemáticas de grupos animalistas, ante la casi extinción de varias especies. En 1851, por otros motivos y en un contexto diferente, Herman Melville ya advertía en esta fábula que luchar contra la naturaleza irreflexivamente solo podía arrastrarnos a la fatalidad. Es una de las tantas lecturas que permite Moby Dick. Moby Dick Herman Melville Servilibro Disponible en Biblioteca Volodia Teitelboim Préstamo gratuito El viaje del Pequod (de la novela Moby Dick). Ilustración de Henry Everett, reproducida bajo licencia CreativeCommons.

MOBY DICK

EL CARB

Del muslo de la montaña, cercenando tronco y ramas, quesin lanzar un quejido, su sangre blanca derraman, hiere el rudo carbonero, negra sus manos y su cara, aunque el alma tiene blanca, porta siniestra guadaña, que va cegando las vidas, que dan vida, a la montaña. Silba canciones sin letras, canta con sabor a nada, ausente quiere ocultar, la muerte que lleva su hacha, muerte que aprieta en sus manos, para ganar la jornada. Camino va a la ciudad, a vender en trozos su alma, es muerte verde que vende, es sangre de savia blanca, que para vivir matara. Llora el monte, llora el río, ya de noche, en el día, y en el alba su pena la lleva el agua, el viento, la tarde, la madrugada, y todos guardan silencio, cuando pasa aquel obrero, con su negra, negra, carga.

Por Oscar Mellado

El carbonero de Antofagasta. Autor desconocido.

Este espacio es para ti. Envíanos tus colaboraciones en la forma de relatos, crónicas, microcuentos, poemas, comics (una página como máximo) a ediciones.icd@gmail.com para ser evaluados por nuestro equipo y publicados en el siguiente número en esta sección.

ONERO

No quieren cantar las aves, ya no cantan, ya no cantan, el monte es verde mortaja; y allá lejos, allá lejos lloran tórtolas, llora mi alma. Es como una larga leña, de negra leña es la caja, que se lleva al hombre bueno, que para vivir matara, y que entregó para siempre su vida, a la montaña. Va el hijo del carbonero, canta canciones sin letras, silba sin pensar en nada, lleva en sus hombros el hacha, que de su padre heredara. El arrullo de las aves... es el llanto, de mi alma.

Estado Por Antonio Díaz

Mañana, tipo 7:30 Hrs., un paradero en un barrio residencial urbano de clase media en Chillán. Tres personas, algo somnolientas, esperan, sin conversar entre ellos. Uno es un joven de unos 20 años, con mochila, ropa casual. Mira hacia la calle, no se avistan vehículos de locomoción colectiva. Sigue esperando. Toma su celular, abre facebook, tiene una notificación. Una niña de su edad, rostro atractivo y sonriente, le ha enviado una solicitud de amistad. El joven, sin aceptar aún, revisa el perfil de la niña. Lee “Qué bien la pasamos en el cumple de la Joce. Los de siempre y caras nuevas! Qué se repita ;)”; el texto va junto a una foto en que aparece ella, el muchacho, y tres personas más, en animada selfie. El joven no acepta la solicitud, pero tampoco la rechaza. Entra a su perfil, va a información, y lee su estado sentimental: “Viudo”. La micro se acerca. El muchacho guarda su celular, mira un instante alrededor: se aprecia que será un día despejado, con mucha luz; las flores y plantas se ven de colores fuertes, y se oyen los pájaros en el ambiente. Sube a la micro. Paga. La micro va con algunas personas de pie. Trata de pasar más al fondo. Pide permiso a unas estudiantes de secundaria, le sonríen. Se acomoda de pie por el pasillo, cerca de la puerta trasera. Saca nuevamente el celular. Abre facebook y mira su perfil. En sus últimas actualizaciones se ve posteada una canción acompañada del

Algo interrumpe al muchacho. Le piden permiso para bajar. Es una mujer de unos 50 años. Se aparta, baja más gente. La micro sigue su marcha más desocupada y se liberan algunos asientos. El joven se sienta hacia la ventana, solo. Mira el paisaje. La ciudad se despierta. Transitan vehículos, gente apurada; otra con más calma y con algo de frío camina hacia sus destinos. Colores luminosos. La micro avanza. Mira a la gente que va en el interior de la propia micro en que viaja. Se acercan a la bajada, frente a la campus universitario. Baja, junto a dos niñas y otro muchacho, cada uno aparte. Los colores del césped y el amiente a esa hora lucen fuertes y definidos. Hay una activa y agradable “calma” matinal en el ambiente. El muchacho va a paso lento. Se detiene. Saca su teléfono y sin dejar de mirarlo da un largo y profundo respiro, su expresión es una rara mezcla de nerviosismo y serenidad. Entra a facebook, mira su perfil en la sección información. Cambia su estado de “viudo” a “soltero”. Luego entra a sus notificaciones, revisa la solicitud de amistad de la muchacha que vio al principio, activa aceptar. Esboza una sonrisa, vuelve a respirar hondo y guarda el teléfono. Sigue caminando.

Este espacio es para ti. Envíanos tus colaboraciones en la forma de relatos, crónicas, Este espacio es para ti. Envíanos tus colaboraciones en la forma de microcuentos, poemas, comics (una página como máximo) a ediciones.icd@gmail.com relatos, crónicas, microcuentos, poemas, comics (una página como para ser evaluados por nuestro equipo y publicados en el siguiente número en máximo) esta sección. a ediciones.icd@gmail.com para ser evaluados por nuestro equipo y publicados en el siguiente número en esta sección.

siguiente texto: “A pesar de las locuras que hice para odiar… Aun sueño contigo y en mi mente siempre estas…”. Baja un poco y se visualiza otra, con el siguiente texto “The more you ignore me thecloser i get”. Va a las notificaciones de inicio. Entre otras noticias, memes y “cadenas”, hay estados de contactos. Una amiga: “Acostaditos con mi amor, viendo una peli de suspenso… Mañana voy a andar cagá de susto!!! D:”. Otro: “Quien lo hubiese dicho. La Fefi en cama y yo de enfermero y preparando el certamen de mañana”, acompañado de una foto con una joven en cama, con mueca de enferma, y un muchacho con una bandeja con la “once” y varios libros desparramados la cama. Otro. “Buen miércoles. Con mi amor a la U (falta menos pal viernes!)”.

Historia del Teatro Contemporáneo De la Ilustración a la posmodernidad Siglos XVIII, XIX y XX Remberto Latorre Vásquez Ediciones Investigación, Cultura y Desarrollo Disponible en: Librería M Libros $13.000.

El presente trabajo del investigador y ex profesor de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, Remberto Latorre Vásquez, tiene varias virtudes. La primera es que consiste en un esfuerzo significativo e inédito en nuestro país por sintetizar más de tres siglos de la historia del teatro de occidente. De hecho, cuando el autor debió dictar el curso de Historia del Teatro en la Casa de Bello, se dio cuenta que no existía, al menos en la biblioteca de la facultad, ningún libro disponible que abordara en conjunto el tema. Se vio, entonces, en la obligación de ir armando este texto guía del curso, que primero circuló en fotocopias y anillados, y que con el tiempo fue ganando en espesor, tanto de páginas, como de análisis. Ese es el origen (y la originalidad) del libro. Otro mérito es que el texto combina perfectamente erudición yanálisis de tendencias, autores y obras relevantes de la dramaturgia mundial, con un lenguaje llano y una presentación inductiva. Esto resulta especialmente atractivo para el público que se inicia en el conocimiento teatral, ya sea que se trate de espectadores ávidos de mayor conocimiento, artistas, aficionados, profesores, estudiantes, o todo quienquiera mejorar su conocimiento de la historia del arte, en esta ocasión desde la perspectiva del teatro. Por último, en sus 418 páginas, Remberto Latorre no solo cumple con lo prometido en el subtítulo del libro (abarcar desde el siglo XIII al XX), sino que alcanza los inicios del XXI, refiriéndose a los hitos más importantes de esta nueva eradel teatro occidental.

Papelucho detective Marcela Paz Editorial Sudamericana Disponible en: Librería La Juventud del Libro $2.900. Este es uno de los títulos más populares de la serie creada por Marcela Paz en 1947 y que, como prueba indiscutible de su calidad, se mantiene vigente hasta hoy. En rigor, Papelucho detective es el tercer título de la saga, publicado 10 años después que el primer tomo, en 1957. La fértil imaginación del niño protagonista, a la que recurre para evitar el aburrimiento dada su condición de único niño en la familia (el resto lo compone un papá oficinista, una mamá atribulada en sus quehaceres -que aquí espera a la que será el concho de la familia, la futura “hermana Ji”-, Javier, el hermano preadolescente, y la empleada Domitila), es una suerte de bálsamoque

suaviza los hechos a veces dramáticos que se narran. Papelucho, que es de clase media, hace un amigo, el Chirigüe, que vive en una población “callampa” de la capital. En una salida a los barrios de aquel, es testigo de un crimen, de la vulnerabilidad de un lactante, de la cruda precariedad de la miseria,

El teorema Katherine John Green Nube de Tinta Disponible en: Librería Vic Van $12.900. El último libro del norteamericano John Green, superventas de la literatura juvenil a nivel mundial, vuelve a tener de protagonistas a adolescentes que se desenvuelven en entornos cotidianos y realistas, enfrentando problemas propios de la edad (con tramas carentes de magos, dragones o vampirosy elementos propios de la vertiente fantástica que apela al mismo público). En esta ocasión el protagonista es Colin Singleton, un ex niño prodigio sin muchos amigos que acaba de terminar la secundaria y que está angustiado pues, a su edad, aún no se convierte en el genio que todos esperaban que fuera (ocurre que la mayoría de los niños prodigio no llegan a convertirse en genios y que, en cambio, los genios suelen ser personas normales –aunque hábiles y perseverantes– que tienen su momento Eureka en algún ámbito de la ciencia o la técnica). Pero esta no es la única preocupación de Colin. Lo acaba de abandonar su última pareja: Katherine XIX. ¿XIX? Sí, K - 19. Colin la llama así pues todas las niñas con las que ha tenido un romance se han llamado Katherine, y esta ha sido la decimonovena. El problema es que en cada ocasión él ha sido el dejado. Y es aquí donde sus dos problemas se unen. Colin, quien tiene una especial habilidad para las matemáticas, pretende descubrir un teorema que le permita no solo explicar por qué lo han dejado todas sus parejas, sino además, que prediga

del alcoholismo y la delincuencia, y llega, incluso,a ser amedrentado, secuestrado y luego detenido en un recinto policial. Luego será testigo de otro tipo de delitos, como el robo en su casa, y jugará a ser detective (sin mucho éxito), todo mientras su familia prepara su traslado desde Santiago, por motivos de trabajo del padre, a Concón.

cuando lo abandonarán la siguientes (como para estar preprado anímicamente). Ese podría ser su hallazgo, su momento Eureka, lo que lo convierta en genio y no lo condene a ser otro mediocre niño prodigio que h pasado sin pena ni gloria. Para ello, y en compañía de su fiel amigo Hassan (otro perdedor, aunque bromista a tiempo completo, que siempre pareciera estar de buen humor), deciden salir de viaje y llegan a un pequeño pueblo (del Estados Unidos profundo…), dónde conocerán a Lindsay Lee Wells, una chica poco más joven que ellos, y a una comunidad que les servirá de oasis social para abordar sus tribulaciones.

La fabulosa intuición de Marcela Paz para interpretar la sicología de un niño, más su aguda observación de la familia y la sociedad, sigue siendo la magia que da vida a este clásico de la literatura infantil. El trasfondo de la historia también puede ser una buena herramienta para abordar con los más chicos temáticas sociales.

Video Club The Oz y Panquehue Films brindaránTaller de Cine para Niños

En ediciones anteriores de revista Leamos hemos apreciado el estrecho lazo existente entre la literatura y el cine. El séptimo arte no solo ha tomado de la narrativa su estructura clásica (con la adopción del planteamiento, desarrollo, clímax y desenlace), sino que el guión conforma en sí mismo un subgénero literario, parte del dramático. A esto súmese las innumerables adaptaciones de novelas a la pantalla. Sin duda son dos expresiones artísticas que dialogan constantemente. La productora independiente Panquehue Films, con experiencia en iniciativas que combinan el formato audiovisual con la educación, en alianza con la Escuela de Cine Independiente del Video Club The Oz, ofrecerá a contar de abril de este año, y hasta julio (cuatro meses) un Taller de Creación Audiovisual destinado a niños y jóvenes de entre 10 y 15 años. Las clases se llevarán a efecto a partir del 11 de abril, los días sábado, de 10:00 a 12:00 hrs.

El Taller, que no cuenta con otro tipo de financiamiento, tendrá un costo de $10.000 mensuales por estudiante ($40.000 en total), pero se ofrecerá descuentos para quienes paguen anticipadamente el costo total del mismo (en efectivo o cheques, quedando en $30.000 el total). Las inscripciones se encuentran abiertas en el Video Club The Oz, ubicado en avenida Libertad 723, hasta el jueves 9 de abril. Mayor información se puede obtener en www.panquehuefilms.cl y al mail panquehue.films@gmail.com. El taller consistirá en una etapa teórica, donde los jóvenes adquirirán principios técnicos y artísticos, seguida de una parte práctica en que, empleando lo aprendido, realizarán un cortometraje original, escrito, dirigido, protagonizado, filmado e iluminado por ellos mismos. El taller incluye los equipos y materiales a ocupar.

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Dónde leer en Chillán

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Puntos de referencia

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Cocharc as

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Av. B rasil

Plaza Santo Domingo

lugares para obtener libros en Chillán

Biblioteca Municipal Nº 293 VolodiaTeiteboim (Arauco 974, entre Arturo Prat y Cocharcas)

Biblioteca Pública N°10 Arturo Matte (Av. O’Higgins 1303, al llegar a la esquina de calle Schleyer)

Librería Vic-Van Librería Más Galería Pacífico, Libros Local 21 (Maipón (El Roble 884) 927 / Sargento Aldea 747)

Edisur (En Constitución, interior Galería Concepción al cruzar con la Galería Yarur)

Librería M Libros La Juventud del Libro (Av. Liber(esquina de Constitución con tad 1106) Carrera)

La Libroteca (Mercado Techado, segundo piso, local 82)

Librería Todo Libro (Libertad 774)

Ediciones Jelvez (Mercado Techado, primer piso, al costado de escalera central)

El Arca de Noé (Plaza Sargento Aldea, local 167, Feria Artesanal)

Jumbo (Carretera Longitudinal 134)

Todo Libro 2 (El Roble 934)