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Editor: Finbar Flynn Colaboradores: Pedro Arzillier Imelda Aguilera Taylor Petite Fruit Rafael Mejía J. Amaro Bautista Silvia Ruvalcaba Siniestro Sexual Montag Diseño Editorial: Finbar Flynn Fotografías: Diversas fuentes de internet y proporcionadas por algunas distribuidoras. Celuloide Digital es una publicación mensual editada por amantes del séptimo arte sin ninguna finalidad de lucro. El contenido de los artículos es responsabilidad de sus autores. Las personas mencionadas, así como las marcas e imágenes utilizadas en la revista son utilizadas únicamente para fines editoriales, para ilustrar los artículos o noticias de los filmes, de los cuales sus derechos de autor pertenecen a las casas productoras de las cintas aquí mostradas y no se pretende infringir nungún derecho.
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ras una larga espera, y el final final de la película de Wolverine: Inmortal (The Wolverine; 2013) que nos dejó más ansiosos, ya próximamente estará en cartelera la nueva película de estos grandes superhéroe. Me refiero por supuesto a X-Men: Días del Futuro Pasado (X-Men: Days of Future Past). En esta ocasión veremos a los Hombres X cuando eran jóvenes y los veremos ya mayorcitos -y algunos ya sufriendo de calvicie. Mucha acción, muchas broncas existenciales y muchisisísimos excelentes efectos especiales estarán a lo largo de toda la película. Veremos cómo los X-Men libran una gran batalla por sobrevivir no sólo ellos, sino toda la raza humana, pero es una gran lucha que no sólo se desarrolla en ese momento sino también tienen que regresar al pasado para poder detener el exterminio de todos nosotros, la cosa se pone tan difícil que Magneto y sus chicos se alían con el Profesor X. El Profesor Charles Xavier tiene que mandar a Wolverine para tratar de convencer a él mismo cuando era joven pero con muchas broncas, y pueda cambiar el destino del planeta. Estoy seguro que será uno de los grandes hits de este año y romperá records en taquilla. Todos los aficionados a los comics de estos grandes superhéroes, siento -y casi puedo decir que meto las manos al fuego- que quedaremos muy satisfechos con esta nueva producción y tendremos que comprarnos uñas postizas para poder aguantar a la siguiente entrega. Una película llena de muchas reflexiones, y como dice El Profesor Charles Xavier “¿Estamos destinados a destruirnos o podemos cambiar lo que somos y unirnos? ¿Realmente el futuro está decidido?” Y yo me pregunto: ¿Nos hará crear conciencia esta película para tratar de recuperar lo humano que hemos dejado de ser? Tendré que esperar al salir del cine para saber si puedo recuperar mis poderes como ser humano. 06
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s muy cierto cuando alguien dice 'Madre sólo hay una'. En el mejor de los casos ella es quien nos dio el ser, siempre nos ayuda, apoya, levanta, cuida y además regala todo su ser para que sus hijos tengan lo mejor y disfruten lo mejor que puedan de la vida al lado de ella, y claro, lejos de ella. Tristemente, muchas veces no valoramos eso. Mamma Roma, una muy bien conocida prostituta del barrio, decide cambiar de estilo de vida, dejando atrás su 'profesión' y empezar desde cero, en una nueva ciudad y trabajo. Consigo lleva a su hijo Ettore, a quien le procura lo mejor (educación, casa, etc.); mientras Mamma Roma consigue un lugar digno para pasar el resto de su vida al lado de su hijo, se ve obligada a dejar a su hijo en una escuela para varones. Cuando acude a reencontrarse con su hijo se encontrará con una persona totalmente distinta a la que ella había imaginado. El rol de madre nunca ha sido fácil y aquí el mismo Pasolini lo lleva a un nivel distinto, donde prevalecen las inexplicables conductas tanto de la madre como del hijo, ¿en serio quieren ser lo mejor para el otro? ¿con qué se debe demostrar el amor que se sienten? Pasolini ha demostrado que el ser madre no solo implica dar amor, sino también recibir. Un trabajo excepcional donde hace manifiesto su poder detrás de la lente, y también su poder crítico hacía los directores de su época. Anna Magnani es una de las mejores actrices de todos los tiempos, pues posee cualidades que solo pocas logran igualar, pues no requiere de grandes vestuarios o papeles para obsequiarnos interpretaciones desgarradoras y llenas de empatía, sin duda alguna uno de sus mejores papeles fue el de ser madre. La fotografía y sobretodo la incríble y desgarradora música que posee el film hacen que te enamores de la Italia de los años 60; el lenguaje visual-corporal utilizado en esta 'obra maestra' es sin duda uno de los mejores en el cine mundial, además de que posee escenas descorazonadoras que sin duda, le llegan al espectador en los más profundo de su ser. Otra de mis favoritas del controversial director.
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on seis trabajos cortos previos, el director Ernesto Contreras presentó en 2007 su ópera prima de ficción: Párpados Azules, un tratado sobre la soledad en la Ciudad de México. Marina Farfán (Cecilia Suárez), empleada en una tienda de uniformes, recibe como premio en un sorteo, un paradisiaco viaje a Playa Salamandra. El viaje está diseñado para dos personas, pero se da cuenta que no tiene a nadie a quien invitar, ni siquiera a su hermana Lucía (Tiaré Scanda), quien al recibir la invitación de Marina para irse juntas al viaje de diez días, ésta le pide que se lo regale para irse con su esposo de vacaciones e intentar salvar su ya decadente matrimonio. Marina entonces decide invitar a Víctor Mina (Enrique Arreola), un ex compañero de la secundaria con el que se ha reencontrado recientemente y al que en realidad no recuerda en absoluto. Víctor decide aceptar la invitación de Marina, pero antes de emprender el viaje, deciden darse una oportunidad para conocerse mejor. La propuesta de Contreras con Párpados Azules es pesimista, desoladora y un tanto deprimente; aunque la premisa podría sonar a la clásica idea amorosa de 'chica conoce chico', la exploración que realiza el director en su primer trabajo de ficción sigue otro rumbo, uno que no comparte el punto de vista con la vieja sabiduría del proverbio que marca 'más vale solo que mal acompañado', sino que lo adecua a la realidad emocional de los habitantes de las grandes urbes como la ciudad de México: 'Más vale (¿mal?) acompañado que solo'. Tanto 10
Marina como Víctor son dos personajes con una soledad (tanto emocional como física) abismal, ambos encuentran (sin buscar) a alguien que los hace estar menos solos, siguen estando solos emocionalmente, pues ninguno cumple completamente con los deseos del otro, pero físicamente han encontrado un compañero para compartir su soledad y ninguno se atreve a renunciar para buscar algo mejor de lo que el otro les ofrece. El lenguaje cinematográfico del filme (pausado, aletargado) nos permite hacer observaciones más claras sobre los personajes (grises y rutinarios, entregados desde hace muchos años completamente a sus trabajos) que de pronto se descubren frente a un desconocido igual de triste y solitario con el que tienen todas las posibilidades de establecer algo, pero no saben cómo hacerlo, hay una imposibilidad del amor. Miradas (penosas), frecuentes movimientos de manos (ansiosas), sonrisas (nerviosas) y silencios (incómodos), plasmados de una manera casi suspendida en el tiempo y atinadamente musicalizadas (destacando This Strange Effect de Dave Berry y Where We Had Never Gone de Sébastian Schuller para cerrar el filme). Ganadora en el 22° Festival Internacional de Cine en Guadalajara (en 2007) en las categorías a Mejor Largometraje Iberoamericano de Ficción y Mejor Guión, Párpados Azules no es una historia de amor, aunque tampoco es de desamor, es una anécdota urbana sobre la imposibilidad de amar en esta época contemporánea de aislamiento sentimental.
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Estos tres desconocidos se embarcan en el viaje de autodescubrimiento que ofrece esta suerte de road movie en la que se debe acentuar su carácter entrañable en todos los aspectos, desde sus muy verosímiles situaciones hasta sus personajes, todos desarrollados de una manera certera, con trazos bien definidos y encarnados con solvencia por el trío protagonista, destacando entre ellos el trabajo fenomenal de Javier Cámara, cuyo desempeño aquí ya fue reconocido en la pasada entrega de los premios Goya donde se llevó el galardón como Mejor Actor. Trueba ofrece una película de corte personal, llena de un peculiar aire melancólico con un atisbo de esperanza en la búsqueda de alcanzar esos sueños de libertad, esa libertad que persiguen tanto los tres protagonistas (quienes son el reflejo de toda la sociedad española ante el futuro incierto que se espera tras la recién derrocada dictadura franquista) como el mismo John Lennon, al que a pesar de no ser mostrado en pantalla, logramos acercarnos mediante el personaje de Antonio, que nos tiene al tanto de esa estrella en plena crisis existencial que busca lanzarse como actor y dejar definitivamente a The Beatles. Vivir es fácil con los ojos cerrados, ganadora de seis premios Goya incluyendo Mejor Película, es un ejercicio de añoranza y agridulce melancolía, una cinta que trae un afligido recuerdo para volver a ser vivido, pero al recrearlo resulta auténtico y luminoso.
l director madrileño David Trueba (Soldados de Salamina; 2003) utiliza la verídica anécdota de la visita de John Lennon a Almería, España en 1966 para el rodaje How I Won the War, como una excusa para desarrollar una historia de tres extraños reunidos de manera fortuita, que se embarcan en un viaje -tanto físico como emocional- en el que no encuentran lo que están buscando (porque tal vez no saben qué es eso que buscan) pero sí lo que necesitan: a sí mismos. Vivir es fácil con los ojos cerrados toma su título de la primera línea de uno de los versos de "Strawberry Fields Forever" de The Beatles -pieza compuesta precisamente por John Lennon-, y se enfoca principalmente en el personaje de Antonio (Javier Cámara), un profesor cuarentón de inglés que utiliza las canciones de la agrupación de Liverpool como método didáctico de enseñanza. Antonio, al enterarse Lennon estará en Almería, decide aprovechar el fin de semana y viajar hasta ese lugar para conocerlo en persona. En el camino se encuentra con un par de jóvenes que van huyendo de sus respectivas situaciones familiares: Belén (Natalia de Molina), una joven de 21 años que ha escapado del lugar de alojamiento custodiado por monjas donde sus familia la había recluido al enterarse que estaba embarazada, y Juanjo (Francesc Colomer), un adolescente de 16 años que se ha fugado de casa tras una riña con su padre conservador y carente de tolerancia (¿reminiscencias de Franco?).
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ras el mancillar despiadado que ha sufrido el cine vampírico con las infames 'modernizaciones' y 'reinterpretaciones' edulcoradas de esa mítica y oscura figura del no muerto -entiéndase Crepúsculo y todos sus derivados-, es siempre gratificante y estimulante toparse con propuestas frescas que, si bien también trasladan la mítica creatura a un contexto contemporáneo, lo hacen sin olvidar su inherente espíritu melancólico, así como su perfil sombrío y sanguinario. Ya en 2012, el director irlandés Neil Jordan (Entrevista con el Vampiro, Juego de Lágrimas) nos ofreció Byzantium, un drama de fantasía y horror protagonizado por Saoirse Ronan, Gemma Arterton, Caleb Landry Jones y Sam Riley, que jugaba hábilmente con los elementos del vampirismo y construía una totalmente nueva cosmogonía respecto al mito vampírico. Ahora, el no menos importante realizador estadounidense Jim Jarmusch (Ghost Dog, Broken Flowers) escribe y dirige su muy particular visión del vampirismo a través de los dos personajes centrales que son tan disímiles como complementarios: Adam y Eve. La pareja protagonista de Only Lovers Left Alive, interpretada de manera extraordinaria por Tom Hiddleston y Tilda Swinton, son dos milenarias criaturas vampíricas que se reencuentran tras un largo periodo de separación, y descubrimos con ello cómo a lo largo de tantos siglos nunca se han dejado de amar y conforman una pareja que se complementa a la perfección -lo que a uno le sobra, al otro le falta y viceversa-. El reencuentro se suscita cuando Adam, músico que se desenvuelve sigilosamente en la escena underground de Detroit, se
ve sumido en una gran depresión, asqueado por 'vivir' en un mundo plagado de zombies -como les llaman a los seres humanos- que han guiado a la humanidad por un camino de vacío existencial, llegando incluso a la conclusión de que lo mejor sería terminar con su existencia vía una bala de madera finamente detallada que le ha conseguido Ian (Anton Yelchin), su único '¿amigo?' y contacto con la decadente sociedad humana. Ante el sufrimiento de Adam, Eve, quien vive en Tánger -al norte de Marruecos-, decide ir en su ayuda; pero lo que ninguno de los dos espera, es que su encuentro sea interrumpido por Ava (Mia Wasikowska), la indeseable e insoportable hermana menor de Eve. Gracias a la sencillísima premisa, que se ve apoyada por la soberbia fotografía de Yorick Le Saux que logra crear -con gran elegancia- atmósferas llenas de una pesimista melancolía y por el versátil conjunto de música que conforma su banda sonora -háganse un favor y descárguense el soundtrack ya-, Jim Jarmusch ofrece una de las mejores películas de las que se tenga memoria en este tan sobajado subgénero. Destaca el cadencioso ritmo de la cinta, la narrativa trepidante de otras películas de vampiros que apuestan más por la acción, da paso aquí a una historia lánguida, pausada, más preocupada por adentrarse en el oscuro y abrumado mundo de la mente vampírica que en su distintiva afición por la hemoglobina, una afición que por cierto, han tenido que manejar con moderación por dos razones: principalmente porque entregarse completamente a sus instintos para satisfacer su sed de sangre humana supondría una actitud retrograda en su ya muy avanzada
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naturaleza vampírica, y también, porque al igual que la humanidad, la sangre es una sustancia que se ha ido degradando y corrompiendo a la par que la sociedad. Only Lovers Left Alive es una de las experiencias sensoriales más estimulantes que nos ha ofrecido el cine -y no sólo el de vampiros- en los últimos años, un filme que dinamita lo antes establecido en el subgénero vampírico y construye un nuevo universo en torno al tándem protagónico: Él, sombrío y depresivo. Ella, luminosa y optimista. Ambos se buscan, se encuentran, escuchan música, dialogan, beben sangre pura -en pequeñas copas, como debe ser, porque tampoco son bestias- y hacen el amor como semidioses, porque tampoco son cualquier efímero y mortal ser humano-. Es una cinta rica en metáforas que, con un humor muy negro, juega, se burla y se divierte con los tópicos que comúnmente se asocian al vampirismo, como la bendición/maldición de la inmortalidad, tema esencial que funciona como detonante de la profunda depresión de Adam ¿Qué tanto habrá vivido el vampiro en esos miles de años que lleva sobre la Tierra? Imaginar la respuesta deprimiría a cualquiera. La propuesta de Jarmusch no es la típica cinta de vampiros, ésta se aventura a rescatar el honor del subgénero y devolverle su dignidad, lo cual logra y con creces, pues no sólo logra fabricar una de las mejores cintas vampíricas de la historia, sino una de las mejores de los últimos años. Romántica, hipnótica, estimulante, extraña y poética. Así es la visión vampírica de Jarmusch.
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arc Brugmann, un joven policía, ha comenzado a sentir un dejo de desprecio hacia su nuevo compañero Kay Engel. Pero aquello no se debe solamente a que éste lo ha vencido en la pista de atletismo durante el entrenamiento que reciben para convertirse en policías antidisturbios, sino a que también ha despertado en él una fuerte atracción sexual. El novato en la academia policial pone de cabeza el hasta entonces estable mundo del veterano joven que cuenta con una impecable carrera como oficial de policía y una amorosa novia, llamada Bettina, con la que espera la llegada de su primogénito. Sucede un primer encuentro sexual casual con Kay. Marc intenta dejar en el pasado esa su primera 'experiencia homosexual', refugiándose en la idílica idea de su familia perfecta con esposa e hijos. La fantasía no resiste el paso de los días. Lo que él consideraba 'felicidad', ahora es imposible alcanzara sin la presencia de su amante. Esta es la premisa con la que se nos presenta la segunda película del director alemán Stephan Lacant tras su ópera prima Fireflies de 2006 que apenas alcanzaba los sesenta minutos de duración. En Caída Libre (Freier Fall), Lacant intenta con ahínco exponer la vida de un hombre joven que abruptamente se tiene que enfrentar al hecho de que siente atracción hacia otra persona de su mismo sexo en un contexto por demás difícil, puesto que está comprometido con una chica con la que espera un bebé y trabaja como policía, un entorno por demás homofóbico.
La historia, escrita por el mismo Lacant en colaboración con Karsten Dahlem, resulta interesante en su primer tercio, en el planteamiento de la historia, pero desde el segundo acto, ésta comienza a perder no sólo su fuerza sino también su rumbo. A medida que la trama avanza, las situaciones se van volviendo totalmente predecibles, aunque todo esto no tendría mayor complicación, ya que el problema no es que podamos prever con mucha anticipación que Bettina se enterará que Marc la ha engañado con Kay, tampoco que los padres del policía eventualmente terminarán descubriendo el secreto amorío, al igual que las previsibles reacciones de sus compañeros en la academia al propinarle al novato la golpiza de su vida tras descubrir que es gay. El principal problema de la cinta recae en la resolución tan indulgente del conflicto central, donde la catarsis del policía que está descubriendo una parte de su sexualidad que no conocía se queda a medio camino y termina por ofrecernos un discurso sin contundencia alguna ¿Se aceptó como homosexual? ¿Acaso se dio cuenta que era bisexual? La 'lección' que le da a su homofóbico compañero en los vestidores en una de las escenas finales de la cinta no muestran una respuesta concreta al problema, y una cinta que plantea conflictos y no los resuelve se vuelve intrascendente, por mucho que las actuaciones de los protagonistas, Hanno Koffer y Max Riemett, sean mucho más que certeras y logren transmitir un gran amor pasional más allá de su sexualidad.
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l documental por el cual Zachary Heinzerling ganó el premio a Mejor Director en el Festival de Cine de Sundance en 2013, nos cuenta la historia de los artistas de origen nipón Ushio Shinohara y su esposa Noriko, quien tras cuatro décadas de dedicarse a ser la asistente y secretaria de Ushio, ha decidido dejar de vivir bajo su sombra y darle otra oportunidad a su propio arte que había dejado de lado para apoyar a su esposo y educar a su hijo. Cutie and the Boxer nos adentra en esta peculiar relación de pareja dentro del mundo del arte alternativo neoyorquino, un mundo donde su arte resulta, en la mayoría de las ocasiones, infravalorado y despreciado, teniendo que vender sus piezas a precios bajísimos. Vemos a Ushio, el pintor de boxeo con ochenta años recién cumplidos, tratando de conseguir el éxito comercial a través de exposiciones, a la par que también podemos acercarnos a Noriko, decidida finalmente a perseguir su propio sueño artístico a través de una serie de pinturas de carácter semiautobiográfico a la que ha titulado 'Cutie and the Bullie', las cuales nos cuentan cómo Cutie (una suerte de alter ego de su autora) llegó a Nueva York cuatro décadas atrás para entrar a la Universidad, pero tras conocer a Bullie (Ushio, que tan sólo tiene 20 años más que ella) dejó de lado los estudios para casarse con él y criar a su hijo. El mayor acierto del documental, nominado en la pasada entrega de los
premios Oscar, no es solamente ser un testimonio sobre el sacrificio por amor y el poder de ese espíritu creativo que nos ayuda a encontrar nuestra propia identidad, sino también acercarnos a la vida cotidiana de estos artistas alternativos y permitirnos acompañarlos en sus actividades al grado de permitirnos sentarnos a la mesa junto a ellos para comer. En este recorrido a los cuarenta años de la sui generis relación, que por cierto se muestra inquebrantable, conocemos a fondo a estos artistas que han pasado por altas y bajas, revelando el lado más frágil de cada uno de ellos: la desesperación de Ushio por no poder vender sus obras (una desesperación que sólo asume y acepta cuando está ebrio) y el arrepentimiento de Noriko por no haberle podido brindar a su hijo Alex un entorno ideal para su desarrollo en la infancia, convirtiéndolo en una persona con graves problemas de autoestima que lo han llevado a refugiarse en el alcoholismo. El amor al arte y al artista, los sacrificios por amor, el poder creativo, la urgencia de independencia, encontrar una voz artística propia y la paternidad, por mencionar sólo algunos, son asuntos abordados en este sobresaliente trabajo documental, que más allá de mostrarnos un ambiente artístico alternativo, explora las profundas conexiones que es capaz de establecer el ser humano.
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a segunda aventura en solitario del Primer Vengador llega ahora bajo la dirección de la dupla conformada por los hermanos Anthony y Joe Russo (directores de algunos capítulos para la serie Community) y queda ya muy claro que este binomio ha resultado ser bastante eficaz para el estudio Marvel, ya que es evidente que tomaron nota y aprendieron de los errores cometidos en la cinta anterior, Capitán América: El Primer Vengador, bajo la dirección de Joe Johnston en 2011, y en esta secuela han mejorado las propuestas en todas las áreas de la producción, comenzando desde un guión bastante bien armado que ofrece una historia interesante y entretenida con grandes dosis de acción que amplían el universo fílmico de Marvel, además de presentar personajes más desarrollados y matizados que los vuelven un poco más humanos, y por consiguiente, interesantes. La historia parte del seguimiento a la nueva vida de Steve Rogers, quien está en proceso de adaptación a este nuevo milenio, y cómo su alter ego -el Capitán América- ahora se desenvuelve como agente de S.H.I.E.L.D, pero frecuentemente cuestionando si lo que hace es lo correcto y hasta qué punto se invade la privacidad del pueblo a costa de garantizar su libertad, llevándolo siempre a la interrogante “¿para quién estoy trabajando?”. En su vida personal, también lo vemos visitando a la ahora senil Peggy Carter, en un intento por conciliar su pasado que pudo ser y el presente que debe vivir ahora. Además, debe enfren-
tarse al resurgimiento terrorista de Hydra y su nueva arma secreta: El Soldado del Invierno, quien resulta ser un fantasma del pasado de Rogers al que tendrá que hacerle frente a la par que busca salvar al mundo. Capitán América: El Soldado del Invierno se erige como una de las mejores cintas de los estudios Marvel hasta la fecha, no sólo adapta al cine una de las historias más interesantes de los cómics del Súper Soldado con excelentes resultados que complacerán a los fans de las historietas y con suficientes guiños a todo el universo fílmico Marvel (no faltan las referencias a Iron Man, Bruce Banner e incluso al Dr. Strange), sino que también resulta una muy eficaz mezcla de thriller político y cinta de acción para el cinéfilo de ocasión que sólo busca pasar un buen rato sin ser fan del personaje o los cómics. A lo largo del filme tenemos una buena narrativa que presenta acertadamente a los nuevos personajes (Anthony Mackie como Falcon y el veterano Robert Redford como Alexander Pierce) e introduce sutilmente a los que están de regreso (Scarlett Johannson como Black Widow, Samuel L. Jackson como Nick Fury y Sebastian Stan como el misterioso Soldado del Invierno); se establece la historia a través de un buen ritmo y se hilvana con la suficiente sofisticación y complejidad para ser considerada un trabajo de entretenimiento de alta calidad. Contiene muchas secuencias de acción, desde persecuciones a alta velocidad -la que involucra a Nick Fury está asombrosamente montada-, pa21
sando por enfrentamientos armados de gran calibre y cuerpo a cuerpo, hasta llegar a las asombrosas secuencias de acción climáticas que involucran a los ya famosos 'helicarriers'. Pero entre las escenas de acción que convencen y emocionan por estar perfectamente ejecutadas, también hay tiempo para darle vida a los personajes y mostrar otra faceta nunca antes vista, como sus dilemas y sus miedos. La secuela de Capitán América: El Primer Vengador no sólo acierta en darle continuidad lógica al personaje y presentar situaciones que repercutirán en la segunda película de la heroica agrupación que llegará en 2015, sino que finalmente desarrolla más la psicología y motivaciones de Steve Rogers, a tal grado que lo convierte en ese líder que estaba destinado a ser desde su primera película. Y es en este apartado donde hay que darle el merecido crédito a Chris Evans, pues a pesar de que todos conocemos sus limitaciones actorales, en sus últimos trabajos ha demostrado cierto avance (échenle un ojo a la cinta Snowpiercer de Bong Joon-ho, la vi hace un par de meses y puedo decir que lleva con gran aplomo el papel central y es de mayor complejidad) y aquí se nota un trabajo histriónico más cuidado con el que ha logrado hacer suyo al personaje. Así las cosas, Capitán América: El Soldado del Invierno inaugura satisfactoriamente la carrera hacia la temporada fílmica veraniega repleta de blockbusters, ojalá todos tengan este mismo nivel de calidad en cuanto a sus guiones.
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l Festival Internacional de Cine en Guadalajara en su 29a edición se llevó a cabo del 21 al 30 de marzo en la hermosa perla tapatía. Guadalajara fue la sede donde directores, productores, actores, prensa, y un sin fin de personas que se encargan de contribuir a la realización y distribución de un filme, muy puntualmente acercaron a los cinéfilos que estuvieron rondando todas las sedes, buscando boletos y, si tenían suerte, lograr tomarse la foto del recuerdo con sus actores o directores favoritos. El acto inaugural se llevó acabo en el auditorio Telmex ante un público que pudo disfrutar de la Gala de Inauguración con la proyección de la película Gabrielle, filme de Louise Archambault. Un filme sensible que nos retrata la vida y necesidades de chicos con capacidades diferentes. En el mismo evento se rindió un homenaje a la actriz y cantante María Victoria, a quien se le entregó el Mayahuel de Plata, en reconocimiento a su trayectoria artística. El Homenaje Latino fue la actriz Elpidia Carrillo y el homenaje internacional al cineasta irlandés Jim Sheridan. Durante estos días lograron proyectar un número importante de filmes de excelente calidad, que se espera logren distribución y pueda llegar a las salas de cine en nuestro país. Estas son algunas de las actividades que se pudieron apreciar durante el festival: Los Homenajes El Homenaje Póstumo fue dedicado a una figura memorable como lo es Sara García. Se publicó un libro escrito por Emilio García Riera, uno de los fundadores de la entonces Muestra de Cine. Tras el deceso de don Emilio, el libro se mantenía inédito y con la participación del investigador Eduardo de la Vega se completó y revisó la edición que ahora se presentó en el marco del FICG29. El Homenaje Mexicano se otorgó a la actriz y cantante María Victoria, por su
carrera diversa en los escenarios y en las diferentes pantallas. Nos alegró poder verla y confirmar su personalidad sencilla y amable, aún siendo una de las grandes actrices mexicanas, además se presentó en el marco del Festival un libro sobre su trayectoria artística. El Homenaje Latino fue para la actriz Elpidia Carrillo, que recibió el Mayahuel de Plata en reconocimiento a su trayectoria en el cine, tanto en México como en los Estados Unidos. Su más reciente película, Familia Gang, estuvo entre las Galas del Teatro Diana. El Homenaje Internacional lo recibió el cineasta irlandés Jim Sheridan, quien nos deleitó con una magnífica muestra de sus películas, encabezada por las multipremiadas En el nombre del padre y Mi pie izquierdo. Premio Mezcal Compitieron por el Premio Mezcal para la Mejor Película Mexicana un total de 20 títulos, que cumplieron con el requisito de ser estrenos en Guadalajara. Los filmes fueron seleccionados de entre las 92 producciones que se inscribieron, es sobresaliente que hace 29 años solo se tenían 12 películas entre largometrajes de ficción y documentales, para ser elegibles. Esta cifra dice mucho de la evolución del FICG. Ganador: Eco de la montaña de Nicolás Echevarría. Premio Maguey También, se presentó la tercera edición de Premio Maguey; un galardón al séptimo arte que difunde y promueve un cine innovador que parte de las problemáticas que vienen acompañadas de una orientación sexual diversa. Ganador: Tom at the Farm de Xavier Dolan Cortometometraje Iberoamericano En cortometraje iberoamericano se recibió un total de 848 realizaciones, donde fueron elegidas 47. Tan sólo cortometra-
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jes mexicanos se recibieron 239 a inscripción y fueron seleccionados 22 de los trabajos inscritos. Ganador: Nunca regreses de Leonardo Díaz. Largometraje Iberoamericano de Ficción 18 Largometrajes de Ficción, procedentes de 22 naciones, se eligieron entre el total de 216 películas que fueron puestas a consideración. El nivel y calidad de los largometrajes iberoamericanos en competencia la hicieron una categoría muy fuerte para este 2014. Premio a la Mejor Película Iberoamericana: Ciencias naturales de Matías Lucchesi. Documental Iberoamericano Para la sección de Documental Iberoamericano fueron seleccionados 5 documentales mexicanos de los 55 inscritos. 225 cintas fueron propuestas por sus productores y realizadores para dicha categoría de Documental Iberoamericano, donde se determinó la participación, en la totalidad de la categoría, fuera de 17 títulos. Ganador: La última estación de Catalina Vergara y Cristian Soto. Los países con mayor participación en la convocatoria del FICG29, entre largos y cortos, fueron: México – 370 títulos; España – 306 títulos; Argentina – 153 títulos; Brasil – 139 títulos; Chile – 55 títulos y el Invitado de Honor Quebec – con más de 60 títulos Además de conciertos, presentaciones de libros, DVD y exposiciones, que se sumaron al vasto programa que nos presentó el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, en su edición 29. Nos faltaron horas para aprovechar la oferta de actividades, pero nos dejó la sensación de que el cine está creciendo y con ello las propuestas de buena calidad.
Ceremonia de clausura FICG29 El sábado 29 de marzo en punto de las 19:00 horas, dentro de las instalaciones del Auditorio Telmex, se celebró la gala de clausura de la 29a edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, concluyendo así con una extensa jornada de actividades. Ante un auditorio lleno, y a la expectativa de los ganadores. El momento central fue cuando se entregó el Premio Mezcal a la Mejor Película Mexicana otorgado por Ciudad Creativa Digital al director Nicolás Echevarría por Eco de la Montaña. Dicha película obtuvo además el Premio Especial del Jurado de Cine Documental. Una vez finalizada la entrega de premios, y después de un breve discurso de agradecimiento por parte del director del festival, Iván Trujillo Bolio, invitó al escenario al embajador de Italia en México, Alessandro Bussaca y al Secretario General de la Asociación Nacional de la Industria Cinematográfica de dicho país, Roberto Stabile, para dar la bienvenida a la trigésima edición del festival. Acto seguido, se proyectó el filme italiano El árbitro, que conectó fácilmente, pues causó muchas risas entre el público asistente, fue presentado por su director Paulo Zucca en compañía del también actor de dicha película Jacopo Cullin. Transcurría la presentación de manera divertida con un chiste del director refiriendo a que Italia se enfrentaría a México en la final del mundial de futbol, comentario que elevó el tono cómico de la presentación. Terminando la proyección, la gente se notaba satisfecha y prueba de ello fue la sensación que causó Jacopo Cullin, había fila para acercarse a él y tomarse la foto del recuerdo. Concluyó así la 29a edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, con mucho cine prometedor, con actuaciones memorables y homenajes más que merecidos. ¡Nos vemos en 2015 en el FICG30!
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ste título es un claro ejemplo de la razón para no hispanizar ciertos nombres y términos como sucedía en la época colonial y hasta los mil novecientos en México: se puede pensar que Noah es el coro de una conocida canción de Juan Gabriel y que se refiere a un centro nocturno, cuando en realidad se trata de un nombre bíblico de trascendencia incomparable. Por supuesto, nosotros lo conocemos por Noé y en aquellos días del catecismo, no nos avisaron que tenía varios nombres como el mismísimo Dios, debido a que en cada país se le llamaba de forma distinta por su idioma, cosa que a estas alturas todavía nos puede causar confusión. Otra cuestión difícil de conciliar, es el hecho de que la persona que responde a dicho nombre, no representa los 600 años que según la Biblia debía tener. Pero en el mundo del cine, es bienvenida la interpretación del director y eso que jamás nos dijeron en el catecismo que lo presentado en las pantallas, puede diferir de las ilustraciones de nuestro libro de estudio o de lo que nuestra fértil imaginación puede proveer respecto al Génesis. De hecho, con películas como esta, nos damos cuenta de que la Biblia nos explica lo que sucedió en la historia de la humanidad antes y después de Cristo, pero no nos dice cómo…lo cual se convierte automáticamente en un problema para guionistas, efectistas y editores, a pesar de tratarse de una licencia de autor. Independientemente de la polémica generada por esta interpretación del Diluvio y sus sobrevivientes, Noah requirió de múltiples efectos y tuvo que superar retos para llegar a las salas de cine, a pesar del enorme presupuesto destinado a
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su filmación. La presencia actoral fue determinante para que la historia tomara el rumbo deseado, aunque ciertamente acompañada de estereotipos muy claros en la trayectoria de los protagonistas. La gran aportación de Noah será entonces, la valiente manera en que su buscó reconstruir una historia perteneciente al colectivo humano, basándose en ciertos datos, tratando de conciliar un par de versiones y otorgando rostros y formas a las palabras ya grabadas en nuestra memoria. Por supuesto, habrá momentos en que dudemos de lo que está sucediendo, cual si fuéramos testigos presenciales del evento en cuestión, cuyos detalles nos resultan desconocidos además de generarnos recelo a ese respecto. Los efectos especiales se convierten en el punto de partida para la crítica, por supuesto, ya que en ellos recae la verosimilitud de la magia que encontramos en las palabras bíblicas: los espíritus terrenales, el arca misma, los animales reunidos casi en armonía ante el desastre; la inundación, las visiones, la tierra inhóspita e infértil. La misma sangre derramada entre los no creyentes, su apariencia ruin, sus campamentos-aldeas avivados por el fuego, haciéndolos ver desalmados e irreverentes a los ojos de su dios creador. Una visión muy obscura de un pasaje bíblico, nada comparable con los grandes filmes realizados anteriormente (La más grande historia jamás contada, Quo vadis?, Salomón y la reina de Saba, Jesús de Nazareth, La Biblia, Los diez mandamientos, El manto sagrado, Ben Hur, etcétera) quizás con excepción de La Pasión de Mel Gibson, o La última tentación de Cristo de Martin Scorsese.
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Visualmente, resulta interesante la apariencia de los personajes que de entrada debían notarse vegetarianos, puros y avezados en las enseñanzas de Dios. El vestuario resulta agradable aunque anacrónico a la época, rescatable por el tipo de tejidos empleados, no así por el uso de pantalones o zapatos, tanto en mujeres como en hombres. Sin embargo, lucían bien. Los rostros ageless de los protagonistas son un plus de la época actual, puesto que debían hacernos pensar en gente de cierta edad, consagrada en los mandamientos, pero que en definitiva nos mueve a pensar en personas que gracias al favor de Dios y sus enseñanzas, se encuentran en plenitud, sin que ello denote cansancio ni paso del tiempo por el rostro. Por otro lado, el hecho de que “el hombre” estaba bien diferenciado de los descendientes de Noé (que era de la estirpe de Adán y Eva), se nota en sus caras que realmente lucían ajadas por el tiempo, las inclemencias, pero sobre todo por la ineptitud y la soberbia; por la ingesta de carne, la falta de control sobre sus pasiones y en general el desorden por no haberse aplicado en el conocimiento del mundo, sino sólo en su explotación para beneficio propio. La crítica perfecta para la indiferencia con que se ven los problemas que afectan al mundo y su progenie en nuestros días, valorando sólo la parte que incentiva el ego y el bienestar personal. Mencionaba anteriormente el problema del “cómo” para esta cinta: los ángeles que cayeron a la Tierra y no podían volver por desobedientes, lucían como el Rockbiter de The Never Ending Story (1984), pero con mayor movilidad a pesar de ser moles de piedra. El arca misma, hecha “con maderas y clavos, untadas con brea”: sin los ángeles, no habría sido posible aun con toda la materia prima al alcance de la mano. El aviso del diluvio a los animales (que también resulta polémico, no sólo por los que se acercan al arca, sino porque algunos profetas contaban el diluvio como mundial y otros como regional, entonces no hay un consenso de cuáles animales llegaron a salvarse y cuáles no), pues resulta una señal salida de la naturaleza, mientras que nosotros sabíamos que Noé mismo los había elegido o buscado para salvarlos.
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Ahora bien, el concepto de “familia” aplicado al film: vimos a Noah, Naameh, Shem, Ham, Japheth e Ila, quienes crecieron como único grupo, lejos del hombre ruin, cerca de Dios. En el relato bíblico incluye a las mujeres de sus hijos (quienes por cierto, se salvan) y el Corán dice que su familia son los creyentes que se acercaron al arca y se salvaron, excepto uno de los hijos directos de Noé. En este caso, es Ham quien se aleja (no que sea desterrado) por desavenencias con su padre, más que con Dios. Realmente causa confusión todo este movimiento de nombres y situaciones, pues de las gemelas de la discordia no se sabe nada, menos de Matusalén. Culpen a la licencia de autor. De las interpretaciones de Russell Crowe, esta resulta la más extrema con relación a la consecución de su objetivo, pues muestra a un hombre completamente entregado al servicio de su Dios, antes que de cualquier otro ser terreno, despojándose de gustos, pasiones e incluso amor por sus hijos o su esposa, pues nada de eso sirve para alegrar a su Señor. Dejó de ser el Capitán Jack Aubrey, Maximus o Robin Hood en algún momento de la historia. Sin embargo, algo de ellos afloraba por instantes e hizo que se perdiera un poco la fuerza del personaje. En definitiva los filmes basados en pasajes bíblicos se encuentran en esa delgada línea entre lo maravilloso y bien aceptado o lo terriblemente polémico y atroz de la elucidación, entre seguidores y perseguidores, entre ortodoxos y liberales. Así las cosas, sería preferible para un director encargarse de filmar el documental del Noa Noa que de seguro no traerá mayor confusión a su público, ni mayor polémica entre grupos religiosos.
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onozca la cabeza de Juan Pérez, la Ópera Prima de Emilio Portes, fue una de las mejores películas que nos ofreció el cine patrio en 2009. La película tenía como premisa la historia de una cabeza cercenada que nos relataba cómo fue que, antes de separarse de su dueño (un mago de quinta de un no más destacable circo de la ciudad de México), éste se empeñó en montar un fabuloso -y obviamente fallido- acto escapista que involucraba una legendaria y maldita- guillotina de la época de la inquisición. Ya desde ese entonces, el director dio muestra de un gran talento en los terrenos de la comedia que recurría a elementos que utilizaban las películas nacionales con personajes como Tin Tan, Joaquín Pardavé y Cantinflas. Con su segunda película, Pastorela (2011), Portes llevó el humor y la historia al extremo; en ella, un católico y muy devoto agente federal debe enfrentarse al nuevo padre de su parroquia cuando éste lo dejó sin su papel de Diablo en la tradicional pastorela navideña que, por primera ocasión, participará en un concurso nacional de pastorelas, pero lo que podría parecer solamente una riña caprichosa de un cura y un agente de la policía, termina convirtiéndose en una lucha del Bien contra el Mal. Ahora con El Crimen del Cácaro Gumaro, Portes utiliza como pretexto la historia de dos hermanos enfrentándose en una guerra sin cuartel para quedarse con el control del otrora legendario Cine Linterna Mújica de Cd. Güépez (que les ha heredado su recién fallecido padre), para llevarnos de la mano a dar un paseo por la historia del cine mexicano. Referencias fílmicas nacionales e internacionales al por mayor (vamos desde Amores Perros hasta Cinema Para-
diso), así como un gran número de cameos de icónicas personalidades de todas las épocas del cine nacional (desde el menospreciado cine de ficheras hasta los del mal llamado 'nuevo cine mexicano'), son los elementos con los que Portes, Armando Vega Gil y Andrés Bustamante, construyen un guión alejado al extremo de la seriedad. El Crímen del Cácaro Gumaro es un filme, más que paródico, fársico, pues el humor (100% popular) lo utiliza no sólo para entretener y divertir, también lo utiliza para evidenciar los defectos ajenos (y propios) de una sociedad en decadencia; narcotráfico, corrupción y piratería, son sólo algunos de los tópicos a través de los cuáles nos habla de una situación latente en nuestro país. Hay una crítica a los sistemas de gobierno municipales a través del personaje de Don Cuino Meléndez de la Popocha (Andrés Bustamante en una lúdica referencia a La Ley de Herodes de Luis Estrada), el presidente municipal de la ficticia Cd. Güépez cuyo comportamiento ético se rige siempre dependiendo de sus posibilidades para obtener algún tipo de beneficio (principalmente económico); existe también una sátira hacia las instituciones religiosas a través del cura del pueblo (el Padre Amargo interpretado por Armando Vega Gil), quien lleva siempre un niño consigo como si de una mascota -o juguete sexual- se tratase. Las parodias al mundo del cine también están presentes; así tenemos desde las referencias a filmes taquilleros de corte internacionales El Laberinto del Fauno, Pacific Rim y Godzilla (con participaciones de Mónica Huarte, Xavier López 'Chabelo' y el mismo Silvestre López Portillo), hasta las estupendas referencias al cine de arte como con la genial recreación de los 31
menonitas mirando el reloj en Luz Silenciosa de Carlos Reygadas en una acertada parodia de un Festival Internacional de Cine. Incluso las cadenas de complejos cinematográficos tienen también su pequeña crítica al mostrarlas como grandes corporaciones que alimentan a los espectadores con palomitas hechas con maíz de dudosa procedencia y bebidas con cuestionables cantidades de endulzantes y colorantes. El Crimen del Cácaro Gumaro no tiene complejos en la utilización de ese humor popular del que muchos reniegan pero del que todo mundo hace uso; y es que a diferencia de otros ejemplos recientes de cine cómico nacional como No se aceptan devoluciones o Cásese quien pueda, la película de Emilio Portes tiene detrás de ese 'humor peladito' un discurso crítico (aunque tal vez no tan trasgresor como pudo haber sido) que se preocupa por mostrar estereotipos para luchar contra ellos, para dinamitarlos, no para reforzarlos como en el caso de la muy reciente ¿Qué le dijiste a Dios?, cuya historia se encarga de mostrar, reforzar y avalar (que me parece que es lo más peligroso) una visión clasista y racista sobre las empleadas domésticas. Y es tan sólo por eso, y a pesar de que tiene unos cuantos problemas muy serios en cuanto a la estructura de su guión (haciéndose más evidente en el desenlace), que ésta cinta se merece el mismo -o mayor- éxito que el de las últimas tres cintas nacionales mencionadas.
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ás allá de hacer una apología a la violencia, como con gran frecuencia se hace tanto en canciones, series de televisión y películas relacionadas con el mundo del narcotráfico, el documental Narco Cultura es una mirada a la influencia que tienen los narcotraficantes tanto en México como en Estados Unidos. Con material filmado a lo largo de tres años (2007 - 2010), el fotoperiodista de origen israelí Shaul Schwarz analiza la cultura construida alrededor de las figuras de los narcotraficantes, bifurcando la línea del documental y acercándose primero a los efectos de la violencia en la gente común que no tiene relación directa alguna con el narcotráfico -y que es la que sufre todas las consecuencias-, y después, hace una aproximación a esa 'glorificación' de las figuras de los narcotraficantes en forma de narcocorridos al otro lado de la frontera. En este lado del Río Bravo seguimos a Richi Soto, un investigador criminalista de Cd. Juárez que intenta hacer su trabajo de la mejor manera posible en medio de esta "lucha contra el narco" en la que no pidió estar. Al otro lado de la frontera, conocemos a Edgar Quintero, líder de la banda musical conocida como 'Los BuKanas de Culiacán' (aunque ninguno de sus miembros haya pisado alguna vez los territorios de esa ciudad sinaloense), y quien sueña con convertirse alguna vez en una famosa estrella musical como su ídolo: 'El Komander'. Narco Cultura es un documento que da muestra de un México bajo tortura, mutilado por los enfrentamientos entre los carteles mismos que se disputan los territorios o entre estos grupos delictivos y las fuerzas federales en la 'Guerra contra el Narco' que estableció el gobierno de Felipe Calderón en 2006. Por otra parte, es también un testimonio de la manera en que los narcotraficantes se han convertido en figuras heroicas, comparándolos incluso con la imagen de Ro-
bin Hood, puesto que son vistos por el pueblo como delincuentes/celebridades que han ayudado a mucha de la población de escasos recursos, mereciéndoles su exaltación a través de los narcocorridos, convirtiendo al mundo del narco en un 'estilo de vida', uno al que la gran mayoría de la juventud aspira con devoción. Mientras los chavos (desde los púberes hasta los veinteañeros) quieren tener dinero, poder y 'hartas viejas', las chicas sueñan con casarse con un narco que las lleve a vivir ese estilo de vida, el único al que pueden aspirar para salir de su muy particular gueto. El trabajo de Schwarz no es sobre el narcotráfico, es sobre la explosiva cultura que se ha edificado en torno a ella, un fenómeno aterrador en el que ya se han borrado casi completamente las líneas que separaban lo que en realidad es la 'guerra contra el narco' y el simple entretenimiento, tal y como lo demuestran las escenas donde se visitan las filmaciones de las tan populares y superficiales narcotelenovelas. Narco Cultura es un trabajo por demás sobresaliente en el que es muy necesario recalcar la espantosa faceta del ser humano que logra retratar, y no es la referente a la violencia inherente al ser humano y las atrocidades que éste es capaz de cometer en contra de uno de sus semejantes, sino a esa obsesiva vanidad de éxito, fama, dinero, drogas y mujeres que se ha gestado en ambos lados de la frontera y que se está propagando con enorme voracidad dentro de la sociedad. Un documento social imprescindible.
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ace un par de años, Sony realizó el reboot de la franquicia arácnida para revitalizar al personaje y comenzar desde cero con una nueva trilogía -o por lo menos esos eran los planes que se anunciaron en ese entonces-, y aunque El Sorprendente Hombre Araña (The Amazing SpiderMan; 2012) fue recibida de manera tibia por la crítica, fue todo un suceso en la taquilla -$750mdd a nivel global-, por lo que la secuela no se haría esperar. Y así, la última vez que vimos en la pantalla grande a Peter Parker (Andrew Garfield reemplazando a Tobey Maguire) acababa de salvar a toda Nueva York de la amenaza de The Lizard, rastrero y mortal alter-ego de su perturbado profesor, el Dr. Curt Connors (Rhys Ifans). En la secuela, nuevamente dirigida por Marc Webb, Peter todavía no asimila del todo las enormes responsabilidades que conllevan el poseer las asombrosas habilidades que ha obtenido, además de tener que lidiar con las labores de la escuela, con su identidad oculta para su tía May (Sally Field), la relación con Gwen Stacy (nuevamente Emma Stone) y con el hecho de descubrir la verdadera identidad de sus padres y su muy cercana relación con Oscorp, de donde, al igual que la cinta anterior, surgirán los villanos a vencer: Green Goblin, The Rhino, y especialmente, Electro. Como todos podremos recordar, uno de los puntos débiles de El Hombre Araña 3 (Spider-Man 3; 2007) fue la inclusión en la historia de tres villanos en el mismo filme. Sandman (Thomas Haden Church), New Goblin (James Franco) y Venom (Topher Grace), fueron los personajes que hicieron su aparición (o reaparición en el caso de New Goblin, pues era el mismo Harry Osborn intentando vengarse de Peter) en la última cinta de la trilogía de Sam Raimi y a ninguno se le dio su lugar debido dentro de la historia, por lo que hay cierto recelo respecto a la presentación de estos tres villanos en la nueva saga de Webb. El experimentado actor Paul Giamatti, a quien hace poco pudimos ver brevemente en la oscareada 12 Años Esclavo (12 Years A Slave; 2013) de Steve McQueen, será el encargado de dar vida a Aleksei Sytsevich (a.k.a. The Rhino), el famoso archienemigo del trepamuros que ha sido confirmado para aparecer por tan sólo algunos minutos en la primera parte de la cinta para después dejar el lugar a los dos enemigos centrales, Green Goblin y Electro, encarnados por Dane DeHaan (Chronicle) y Jamie Foxx (Django Unchained) respectivamente.
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Harry Osborn (DeHaan), amigo de Peter Parker desde la infancia, reaparece en su vida tras una ausencia de diez años para desvelar una serie de elementos que guiarán a Peter hacia pistas más concretas sobre las investigaciones científicas realizadas por su padre, lo que ha hecho Oscorp con los resultados de esas pruebas y cómo planea utilizarlas para, literalmente y como se anuncia en el trailer, 'cambiar al mundo'; en este arco narrativo habrá que preguntarse cuál será el destino de Gwen Stacy, ya que es bien sabido que en las tiras cómicas, el primer gran amor de Peter Parker no tiene un buen final, por lo que podríamos esperar ese fatídico suceso que, eventualmente, dejará entrar a la historia a su futura novia y esposa, Mary Jane, que originalmente iba a ser interpretado por Shailene Woodley (Divergent) en esta entrega, pero el papel fue descartado del corte final de la historia de último momento. Max Dillon (Foxx), por su parte, es un hombre socialmente resentido, sintiéndose siempre invisible, sin novia y en un empleo que detesta, hasta que un accidente en los laboratorios le otorga el poder de controlar la energía eléctrica y con ello la posibilidad de vengarse del Hombre Araña, su otrora héroe al que ahora desprecia por 'haberle mentido'; los avances han mostrado que este no será un villano fácil de vencer y prometen una batalla épica en las calles de Times Square. Así las cosas, El Sorprendente Hombre Araña 2 establecerá las bases para los futuros proyectos del universo arácnido que ya han sido anunciados: una tercera película con el trepamuros, un filme sobre el icónico villano Venom, y una película sobre la organización criminal conocida como los Seis Siniestros. ¿Aparecerá Mary Jane en The Amazing Spider-Man 3? ¿Será interpretada por Shailene Woodley? ¿Quién será ahora el actor encargado de dar vida al resentido portador del simbiote? ¿Cuáles serán los seis villanos que conformarán al grupo criminal?, las posibles respuestas a estas interrogantes las descubriremos en la pantalla a partir del 17 de abril.
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on un guión y dirección de Claudia Sainte-Luce, la producción de Geminiano Pineda, la producción ejecutiva de Ruby Castillo, Christian Kregel y Geminiano Pineda y las actuaciones de Ximena Ayala, (Claudia) Lisa Owen (Martha), Sonia Franco (Alejandra), Wendy Guillén (Wendy), Andrea Baeza y Alejandro Ramírez Muñóz, llega una historia con un nutrido paquete de emociones. Tiene una trama difícil de plasmar en pantalla por la emotividad, pero sin caer en lo cursi o exagerado, por el contrario, manejado muy ágilmente, donde de la risa puedes pasar al llanto en cuestión de minutos. Claudia es solitaria y trabaja en un supermercado, un día va a dar al hospital por una apendicitis, ahí conoce a su vecina de cama, Martha, quien tiene una familia muy peculiar compuesta por cuatro hijos, de los cuales, todos acuden a visitarla todos los días. Son tres hijas y un niño con roles muy marcados: Alejandra, la mayor, encargada de administrar y mantener el orden en la familia; Wendy, un poco desubicada y profundamente honesta y los pequeños Mariana y Armando en su etapa de adolescentes. Todos con personalidades muy diversas pero con mucho amor entre ellos. Claudia interactúa con la familia de manera cordial, pensando en situaciones pasajeras, pero a partir de este encuentro, su vida cambiará, ya que a la familia la integran de manera veloz, con-
trario a la quietud y soledad que Claudia vivía sus días antes de conocerlos. Inicia entonces una gran complicidad entre Claudia y Martha, esta última es amorosa, cálida y divertida, sabe que su enfermedad es terminal y en poco tiempo dejará solos a sus hijos; ella trata de disfrutar al máximo el tiempo restante e intenta que su familia también lo haga para que así su partida sea más ligera. Claudia por su parte trata de que en los momentos de conflicto familiar se aminore el problema, es su forma de contribuir a la nueva vida, que le permite estar en el seno de una familia con los líos habituales de todos miembros, cosa que Claudia no había vivido antes. Wendy es parte importante de la historia, ya que ella interpreta su propio papel, cosa muy complicada, por el choque real de vivir de nuevo situaciones tan dolorosas como la pérdida. Pero ella logra una frescura y un realismo con su manera desenfadada de ver al mundo, aligera la carga dramática de la cinta. La directora sentía que todos los integrantes de la familia eran únicos en su especie, como justo dice un recorte que parece en una pecera: Los insólitos peces gato, por eso el título del filme. Una historia de pérdida, de amor y de conexión, donde la pérdida es irremediable, el amor infinito y la conexión es darle luz y vida a un alma que transitaba sin rumbo ni dirección; una excelente película, con un guión dinámico, y buenas actuaciones. ¡Es Divertidamente Conmovedora!
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xiste una gran cantidad de lugares en los que hombres homosexuales se reúnen, se cruzan o se encuentran para tener relaciones sexuales casuales, libres de compromisos, sin una identidad que revelar y sin una relación sentimental por sembrar. La Ciudad de México es un ejemplo cercano y claro, los baños públicos, el último vagón del metro, los cuartos obscuros, los parques o el famoso camino verde de Ciudad Universitaria son algunos de los lugares de cruising en la ciudad. El cineasta francés Alain Guiraudie muestra en El desconocido del Lago un peculiar lugar de cruising en algún sitio de Francia, un lago. El lugar tiene la facha de ser una espacio para el nudismo gay pero la dinámica es otra. Los hombres llegan en sus autos a la orilla de un bosque, bajan, se introducen al bosque y descubren un lago en el cual varios hombres desnudos voltean ante la llegada de cada nuevo participante, si dos o más se gustan el bosque es el lugar destinado para el encuentro sexual. La película muestra esta curiosa dinámica que evidencia la prontitud de los encuentros sexuales entre algunos hombres homosexuales y bisexuales, pero también deja ver un sentimiento importante después de ese placer desenfrenado: el vacío que dejan esas relacio-
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nes carentes de afecto; detrás de esta bien intencionada promiscuidad se esconde una búsqueda más entrañable, íntima y sentimental: el amor. Ahí es donde nuestros protagonistas Frank y Michel se encuentran, la atracción sexual que el segundo provoca en el primero los llevará a un encuentro sexual que comenzará a transformarse en un amor y obsesión al unísono. Los celos, la informalidad y la negación a un compromiso mayor llevará a Frank a una inestabilidad emocional. El asesinato de uno de los tantos amantes que acuden al lago pondrá tensión en su relación y en la que Frank tiene con Henri, un hombre cercano a los 40 años que sólo busca compañía y tranquilidad. La obsesión cegará a Frank al extremo de no visualizar el peligro que podría estar más cerca de lo que el cree. El desconocido del lago es un thriller que deja ver una realidad de la comunidad gay, la promiscuidad. Cabe destacar las imágenes casi pornográficas que muestra Guiraudie a lo largo de la historia que sin embargo se dejan de lado ya que sin ellas el impacto no sería el mismo y la obsesión del placer enmascarado y combinado con un tipo de amor no cabrían en un final demasiado inesperado.
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enoir (2012), del cineasta francés Gilles Bourdos, retrata el ocaso de la vida del pintor impresionista que vive atormentado por la pérdida de su esposa y por el reumatismo deformante que ha alterado sus manos, dificultándole la ejecución de su quehacer artístico. Pero una nueva energía irrumpe en su aquejado mundo con la llegada de Andrée, una joven chica que se convierte en su última modelo renovando su vigor artístico. Las cosas se alteran un poco cuando Jean, hijo del pintor, regresa a casa tras haber resultado herido en el frente del combate y requiere pasar un tiempo en casa mientras convalece para después volver al combate, lapso en el cual comenzará a establecer una relación con la enigmática modelo. Con esta premisa como conflicto central del filme que se desarrolla en la Costa Azul de 1915 y en plena Primera Guerra Mundial, Bourdos abre también una reflexión sobre la vejez dentro del medio artístico con la ayuda de la sobresaliente actuación del experimentado actor Michel Bouquet, quien logra una interpretación sobrada llena de matices que exponen a un August Renoir alejado de la unidimensionalidad tan característica de otros protagonistas de biopics; aquí hay un trabajo detallado en la construcción del personaje, lleno de capas y perfectamente trabajado por el histrión, es un hombre filosófico a través del cual se hace una disertación del poder de la creación artística. Renoir está alejada del melodrama común y cuando debe retratar el conflicto del artista con su entorno afectivo (el duelo por la muerte de su esposa, los problemas de identidad artística entre él y su hijo, o el deseo de vivir una última y
gran experiencia artística a través de su obra y su novel modelo favorita), Bourdos decide seguir una línea más elegante al enfilar la trama hacia una experiencia de carácter más sereno, letárgico y existencial, donde el trabajo de fotografía resulta fundamental. Ping Bin Lee, director de fotografía de origen taiwanés cuyo trabajo más reconocido ha sido en la extraordinaria Deseando Amar (Fa yeung nin wa; 2000) de Wong Kar wai, ofrece aquí nuevamente su tan preciosista fotografía y a través de los encuadres, el manejo del color, las texturas detalladas casi palpables y unos sorprendentes planos de la naturaleza convierte cada cuadro de la película en una obra impresionista que logran capturar no sólo la esencia de la obra del artista, sino también el entorno en el que se inspiraba. El desarrollo en la trama del filme también se ocupa de dar su respectivo peso a la historia de amor entre Andrée y Jean Renoir, a quien vemos como un joven dudoso en cuanto a su destino no sólo como persona sino como artista; Bourdos se limita a mostrarnos atisbos del artista fílmico en el que se convirtió un par de décadas después, entregando grandes cintas como la icónica La Gran Ilusión (La Grande Illusion; 1937). Si algo se le pudiera reprochar a Renoir, es la falta de mayor profundidad en la historia y un acercamiento más directo hacia el poder de la creación artística, sí lo hay, pero resulta un tanto superficial y vuelve al filme un tanto impersonal; no obstante, si se toman en cuenta las otras biopics que hemos visto en años recientes, los esfuerzos del filme de Bourdous en su discurso y su impecable belleza hacen de Renoir un filme de muy recomendable visionado.
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ivergente es el nuevo título cinematográfico de la oleada de adaptaciones a la gran pantalla inspiradas en best-sellers juveniles, ésta es la primera novela de la trilogía escrita por la estadounidense Veronica Roth que se complementa con las secuelas literarias -y próximamente cinematográficas- Insurgente y Leal. En esta primera entrega se nos plantea el contexto y la trama central que detona los múltiples conflictos que habrán de resolverse tanto en esta como en las cintas venideras: Beatrice 'Tris' Prior, la heroína de la historia interpretada por Shailene Woodley (Los Descendientes y The Spectacular Now), vive en un Chicago distorsionado, en medio de una sociedad distópica dividida en cinco facciones, es decir, características y particularidades de cada individuo que se encargan de cultivar como una virtud, cuyo correcto ejercicio permite la función mecánica y armoniosa de la sociedad. Así encontramos a los grupos: Osadía, donde se encuentran los valientes y aguerridos, encomendados para defender la seguridad de la sociedad; Abnegación, comisionados para promover el servicio y ayuda al prójimo, aquí pertenece -por nacimiento- la protagonista Tris; Verdad, encargados de ejercer a toda costa la honestidad, aquí no puede existir la menor mentira; Erudición, representantes de la virtud del conocimiento y donde es condenada la ignorancia; y finalmente Cordialidad, quienes buscan alejarse de toda agresividad cultivando el desprendimiento de la ira. En esta futurista sociedad, todos los habitantes deben decidir, al cumplir 16 años, si permanecen en el grupo de facción en el que nacieron o si buscan entrar a otro que esté más acorde con su verdadera personalidad y apoyar así al desarrollo de la sociedad; a través de una prueba extrema de simulación a la que son sometidos todos los adolescentes, se revela que Tris no pertenece a un grupo determinado, sino que su naturaleza 'divergente' le ha brindado las características para pertenecer a todas ellas, por lo que se ve obligada a esconder ese rasgo distintivo ya que es visto como una amenaza para el progreso social y pone en riesgo los planes de 'desarrollo humano' de la lideresa de Erudición, Jeanine (ni más ni menos que la ganadora del Oscar, Kate Winslet). Divergente no podrá evitar las comparaciones con la saga de The Hunger Games, pues son demasiadas las similitudes entre las dos propuestas juve57
niles: ambas están ubicadas en un futuro distópico/postapocalíptico donde la sociedad sobreviviente de una guerra está dividida en secciones (aquí, facciones, y en la saga de Suzanne Collins, en distritos -y debemos añadir que cada uno de ellos también posee características específicas que aportan su parte al desarrollo social-) que son controlas por un gobierno totalitario al que evidentemente se tendrá que hacer frente y derrocar mientras se adelanta en la trama, en ambos casos la heroína es una mujer adolescente que posteriormente se convertirá en un ícono para la rebelión. Pero si dejamos de lado estas similitudes y consideramos a Divergente como un producto independiente tampoco sale bien librado, y es que por lo menos la película dirigida por Neil Burguer (El Ilusionista; 2006), resulta una velada, superficial y muy fallida metáfora sobre la individualidad, cayendo en el discurso fácil, manido, frío y monótono. Sufre de grandes huecos en el guión al realizar demasiadas concesiones emocionales en cuanto al arco narrativo del romance entre Tris y su entrenador en Osadía, Four (Theo James), y a pesar de que el casting principal resulta por demás acertado (Shailene Woodley posee gran carisma necesario para ser la abnegada chica venida a más, Theo James es la perfecta contraparte masculina en la historia y Kate Winslet nunca está mal pero aquí es sumamente desaprovechada con un personaje pobremente desarrollado), los personajes resultan tan arquetípicos como predecibles y la presencia de incoherencias se percibe con mayor frecuencia a medida que avanza la trama sin brindar emoción alguna. Y es que el guión -que no escapa de los lugares comunes ni un momento y hace un buen uso de las locaciones en Chicago- juega a establecer sus propias reglas en el relato pero de manera súbita y fortuita éstas son cambiadas a conveniencia para salir del paso y darles a los protagonistas una salida fácil a los conflictos. Divergente es un muy flojo arranque de la saga que, a pesar de ello, será muy exitosa en su paso por la taquilla debido que hay millones de fans de la serie impresa que seguramente gustarán de ver a sus personajes favoritos en la pantalla y quedarán con cierta conformidad a la espera del siguiente capítulo, pero para el público cinéfilo un poco más avezado y acostumbrado al tipo de cine con contenido, no llenará sus expectativas.
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a nueva obra cinematográfica de Martin Scorsese nos sumerge en el abismo del sueño americano, ese oscuro y perverso rincón de la tierra de las oportunidades que muy pocos se han atrevido a exponer, como Oliver Stone en su maravillosa El Poder y la Avaricia (Wall Street; 1987) con Michael Douglas. El Lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street; 2013), por su parte, está basada en la autobiografía homónima de Jordan Belfort y nos narra la historia de este cínico y amoral corredor de bolsa que en muy poco tiempo logra crear su propia empresa, Statton-Oakmont, dedicada a la venta de acciones de empresas mediocres o ficticias (pues a veces ni siquiera podrían considerársele como empresas) y destinadas al total fracaso. El relato de El Lobo de Wall Street es audaz y vertiginoso, y hay que agradecerle eso al guionista Terrence Winter (Los Soprano), pues la estructura del enérgico guión no da respiro sobre los excesos del mundo bursátil y la corrupción en la glorificada cultura del dinero en Estados Unidos; son 179 minutos de prostitutas (desde las baratas hasta las más selectas), drogas de todo tipo, salvajes orgías, lanzamiento de enanos como si fueran dardos, mansiones, autos de lujo, costosísimas joyas, viajes en helicóptero y en avión estando completamente narcotizado, y una gran lista de etcéteras, que son sólo algunos de los 'placeres' que se puede brindar Belfort (extraordinariamente interpretado por Di Caprio en ésta su quinta colaboración con Scorsese) o que puede brindarle a su segunda esposa Naomi (Margot Robbie), una exuberante rubia por la que dejó a su primera esposa: Teresa Petrillo (Cristin Milioti).
Y lo mejor de todo lo anterior, es que se nos cuenta sin ningún rastro de moralina ni juicio de valor sobre su protagonista y su decadente estilo de vida; olvídense de dedos inquisidores señalando los 'errores' de Belfort, aquí no encontrarán nada de eso. Al principio de la cinta vemos sus pueriles intentos por adentrarse en ese feroz mundo bursátil y por el cual es devorado, pero lo vemos seguir adelante gracias a ese motor que lo impulsa: su totalmente consciente avaricia, "yo siempre quise ser rico", señala en algún momento su protagonista, el cual comparte cierto paralelismo con los protagonistas de los thrillers gansteriles de Scorsese, sólo que trasladando la acción de las peligrosas calles neoyorquinas, a las oficinas bursátiles. El Lobo de Wall Street es, entonces, una experiencia entretenida, divertida, pero sobre todo honesta, de esas honestidades brutales que inclusive llegan a doler y lastimar el 'orgullo americano' al gritar las verdades de la tierra de los corredores de bolsa, por lo que no nos sorprende que, hasta ahora, no haya obtenido muchas nominaciones a los premios más gordos como los Globos de Oro donde sólo ha obtenido su nominación como Mejor Película Musical o Comedia y Mejor Actor en Musical o Comedia para Leonardo DiCaprio. Bien dicen que "la verdad no peca pero incomoda", y Scorsese incomoda, e incomoda mucho, por lo que no esperemos verla nominada a los premios de la Academia, pues a ésta nunca le ha gustado que les exhiban sus trapitos sucios de la tierra de las oportunidades; sin embargo, prevalece la completa certeza de que el neoyorquino nos ha puesto frente a nuestras pupilas una de las mejores cinco películas de 2013. 61
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n 1917 la pequeña Baby Jane ofrece una alegre función en un escenario teatral con la canción "Le he escrito una carta a mi papi", uno de sus mayores uéxitos; mientras tanto, su hermana Blanche la observa tras el escenario con cierta envidia -aunque sin maldad alguna- y tristeza por no ser ella quien esté frente a la audiencia. Pero tras la imagen aparente de la niña encantadora de Baby Jane, se esconde una niña caprichosa y chantajista que siempre logra lo que se propone. 18 años después, Baby Jane ha caído en el olvido del público y Blanche es ahora una gran actriz de cine; y aunque ella siempre ha velado por su hermana y ha interferido para que la carrera de Baby Jane en Hollywood no termine -a pesar de que nadie quiere producir películas donde la otrora estrella infantil esté involucrada-, la carrera de Baby Jane no logra volver a despegar y culpa a su hermana por su ruina. Tras un misterioso ¿accidente? automovilístico ocurrido afuera de su casa, Blanche queda inválida. La trama da otro salto, ahora hasta 1962, para mostrarnos a una Blanche madura en silla de ruedas y a una Jane alcohólica que atiende a su hermana en la mansión en la que se han encerrado desde aquel trágico suceso y a la que sólo se le permite la entrada a una humilde empleada doméstica: Elvira. ¿Qué pasó con Baby Jane? fue dirigida por Robert Aldrich en 1962 y protagonizada por dos enormes estrellas hollywoodenses -y eternas rivales-: Bette Davis y Joan Crawford. Mentiras, envidias, celos, asesinatos y mucha locura entre cuatro paredes que mantienen todo eso bajo encierro durante casi los 132 minutos de metraje; el final en la playa es simplemente sublime ¡Un clásico imprescindible! 63
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no de los hombres más notables en la industria del entretenimiento por televisión, J.J. Abrams (a quien debemos series como Alias, Lost o Person of Interest), y uno de los directores más poderosos en la industria hollywoodense, el recién ganador del Oscar como Mejor Director, Alfonso Cuarón, unen sus fuerzas para producir Believe. En esta nueva apuesta serial nos acercan a una niña llamada Bo (interpretada por Johnny Sequoyah), que posee asombrosas habilidades que han provocado que muchos la persigan, ya sea para ayudarla o para explotar sus dones para su propia conveniencia. En la serie también conoceremos a Tate (Jake McLaughlin), un convicto condenado a muerte al que le es ofrecida su libertad a cambio de la protección de la pequeña Bo para mantenerla a salvo del malvado Skouras (encarnado por Kyle MacLachlan). El capítulo piloto de la serie ha sido coescrito por Abrams y Cuarón, mientras que la tarea de dirigir el primer capítulo del serial recayó en el mexicano; la primera temporada de esta serie, conformada por nueve episodios, ocho de los cuales serán ya dirigidos por Jonas Pate, se estrenará el 10 de marzo en la cadena NBC en Estados Unidos y una semana después, el día 17, en nuestro país pero a través de Warner Channel.
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La Ley del Deseo (1987)
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