DIGITAL
SHOT | ‘Kick-Ass 2’ - Pág. 05 EN PANTALLA | ‘Las Ventajas de Ser Invisible’ - Pág. 07 RECO-MENDA | ‘Freaks’ - Pág. 11 OUT | ‘Laurence Anyways’ - Pág. 15 LATITUD 7 | ‘El Último Verano de la Boyita’ - Pág. 17 CIERTA FICCIÓN | ‘Elphaba Thropp’ - Pág 20 FESTIVALES Y PREMIOS | ‘Festival Internacional de Cine en Guadalajara’ y ‘Premio Maguey’ - Pág 21
#1 OZ: THE GREAT AND POWERFUL | ‘¡Vamos a ver al Mago’ - Pág. 41 #2 KON-TIKI | Épica aventura ya antes vista - Pág. 45 #3 JACK: THE GIANT KILLER | Un nuevo cuento post-moderno - Pág 49 #4 ANNA KARENINA | Persona non grata en la Rusia Imperial y en la épicas de Amor - Pág. 53 #5 UN MUNDO SECRETO | Una road movie que va de los sueños al corazón - Pág. 57 CARTELERA | La oferta fílmica de marzo - Pág 61
CINE EN CASA | Novedades en formato casero - Pág. 65 PANTALLA CHICA | Cine en TV Pág. 67 SONIDOS DEL CELULOIDE | Ennio Morricone - Pág. 69
PORTADA
Ilustración digital: http://reksdark.deviantart.com/
Editor: Finbar Flynn Colaboradores: Pedro Arzillier Imelda Aguilera Taylor Sweet Bloody Dreams Mauri J. Amaro Bautista Rafael Mejía Julio Nuñez Marquez Pablo Peñalver Cinevidente Bent Siniestro Sexual Silvia RMX Diseño Editorial: Finbar Flynn Fotografías: Diversas fuentes de internet y proporcionadas por algunas distribuidoras. Fuente de información para las secciones de noticias: www.collider.com Celuloide Digital es una publicación mensual editada por amantes del séptimo arte sin ninguna finalidad de lucro. El contenido de los artículos es responsabilidad de sus autores. Las personas mencionadas, así como las marcas e imágenes utilizadas en la revista son utilizadas únicamente para fines editoriales, para ilustrar los artículos o noticias de los filmes, de los cuales sus derechos de autor pertenecen a las casas productoras de las cintas aquí mostradas y no se
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Recientemente se dieron a conocer nuevas imágenes de la secuela del film protagonizado por Aaron Johnson y Chloe Grace Moretz, quienes esta vez se verán acompañados por Jim Carrey encarnando al Coronel Stars and Stripes. Esta segunda parte ahora viene bajo la dirección de Jeff Wadlow, y significa su tercer largometraje en su carrera tras Cry Wolf (2005) y Never Back Down (2008).
La invisibilidad resulta uno de los enigmas que científicos y súper héroes quisieran develar, para tener éxito en más de alguna diligencia, sin darse cuenta de la dinámica vital que puede colocarte en esa situación: pasar desapercibido ante los demás, o bien que ellos actúen como si no existieras. The perks of being a wallflower es una crónica que comienza el primer día de clases en la preparatoria y va contando los acontecimientos, lentos pero seguros, de Charly, alguien apenas notorio en la escuela y quien preferiría estar en el último minuto del semestre, como si ello implicara pasar de largo las experiencias vividas hasta el momento y, más aún, sin sentimiento alguno que valga la pena. Stephen Chbosky, autor del libro del mismo título muy vendido en todo el mundo, genera a través de narraciones cargadas de honesta profundidad (disfrazada como simples vaguedades adolescentes) y diálogos directos de extrema confianza y sin tapujos, a un grupo de personajes que viven en los años ochenta, lidiando con sus muy particulares situaciones a las que ellos se adaptan y gracias a las cuales se identifican como "inadaptados". En México podemos recordar la historia de José Agustín titulada "La Tumba", con personajes similares, en franco desenfreno y rebeldía por no aceptar las reglas de moralidad impuestas a finales de los 60's entre la clase alta, pero con altos niveles culturales, que comparten círculos literarios, hoyos funkies, casonas en Cuernavaca y algunas felonías que no tendrían repercusión por pertenecer a familias influyentes. Por supuesto el alcohol y las drogas es otro argumento común entre ambas historias.
Pero volviendo a la cinta que nos ocupa, la estética de la imagen demuestra el trabajo retórico que se empleó para recordar los pasajes de Charly, Patrick y Sam con bastante simpatía y gusto: no aparecen desaliñados, no hay expresiones francamente depresivas, discriminatorias o de dudosa inserción en el entorno. Incluso la cara golpeada, llena de hematomas resulta muy bien trabajada, nada grotesca. El ritmo de la edición nos permite identificar los momentos a los que Chbosky quiso darles mayor énfasis, que no pasarán desapercibidos ante las actuaciones o la misma dinámica de la historia: las cartas escritas al amigo inexistente, la narración más pausada, las tomas que parecían suspendidas en las caras, miradas, cuerpos reposados...definitivamente la actuación fue la mejor de las apuestas contra la narrativa del ejemplar impreso, puesto que los jóvenes actores crean esa atmósfera de élite a la que parecen invitar, más que cerrar las puertas. Los desenfrenos se comentan, pues en las escenas no se siente hastío por ninguno de los ahí presentes, e incluso Charly se descubre inmerso entre el grupo sin decidir si le gusta o no, si se identifica con ellos o si prefiere tomarlo como un desliz de inicio de curso. Aunado a esto, la música es un factor interesante de la banda sonora, pues no sólo propone éxitos de aquella época, sino el hecho de que se escribían canciones para darle sentido y profundidad a la música, ya de por sí vilipendiada por los papás, pero que busca acentuar el momento emocional que se está narrando...o el que los personajes quisieran estar viviendo para afianzar sus personales metas. Ahí es donde "Heroes" crea el impacto de la búsqueda de los tres amigos por mantenerse infinitos, trascendentes y etéreos.
El discurso paralelo muestra lo valioso para dichos marginados: estar en grupo de iguales, beber, drogarse, tener sexo, divertirse como si nada malo sucediera con su vida y enfrentarse al resto del mundo como si fueran los únicos que lo saben todo. En una postura más que conservadora, se podría desechar la historia pues son muchachos que en lugar de asumir su papel y hacerse responsables de sus altibajos con sobriedad, lo toman por el otro lado, sarcástico a veces, simbólico otras, pero con la total convicción de mantenerse al margen de lo cotidiano. También, el recurso de los traumas psicológicos, pasados tortuosos y presentes poco agradables, crean la combinación de personajes complejos, a los cuales es difícil etiquetar por los cambios que se van gestando al momento de la interacción y que pueden cambiar por completo el sentido o la intención de la escena: "Ese momento en el que sabes que no eres una triste historia. Estás vivo. Y ves las luces en los edificios y todo lo que te hace preguntarte y estás escuchando esa canción con la gente que más quieres... Y en ese momento juro... Somos infinitos." Otra frase contundente es "aceptamos el amor que creemos merecer", la respuesta del profesor de literatura (interpretado por el adorable Paul Rudd), a la pregunta de por qué las personas queridas siempre buscan a personas que les hacen daño. En toda la historia se refleja esa paradoja constantemente, haciendo la metáfora del amor filial, el platónico, el imposible y el verdadero, parte de los ladrillos de ese muro donde las personas invisibles suelen colocarse, apoyarse, acurrucarse y no voltear a verlos por la falta de embellecimiento o costumbre
Si juntamos a una pareja de enanos, a dos siamesas, a un “ser” mitad mujer y mitad hombre, a un hombre sin piernas, a una mujer barbuda, a una chica con microcefalia… y les inyectamos un potente sentimiento de sed de venganza, tendremos Freaks, sin duda, una de las películas más valientes y controvertidas de toda la historia del cine. Tod Browning nos regaló en 1932 esta maravillosa y breve historia (apenas 1 hora de película), audaz hasta la nausea. Sin embargo, tuvo que esperar 30 años hasta que su trabajo obtuviese el reconocimiento que merece. Sorprendía que la Metro Goldwyn Mayer, la major por excelencia para toda la familia, se embarcase en este tipo de proyecto, pero más sorprendidos tuvieron quedarse los responsables de la productora cuando vieron lo que Tod Browning y sus guionistas les habían preparado. Tanto fue así que, después de un terrible batacazo de taquilla y público (una mujer incluso llegó a denunciar a la productora alegando que las horribles imágenes que había visto le habían producido un aborto), la MGM decidió retirar su logo de todas las copias del filme y fue censurada en el Reino Unido y en EEUU. La película fue interpretada por personas con deformidades físicas reales, incluso con padecimientos mentales. No se utilizaron efectos especiales de maquillaje. El shock que sufrieron los espectadores de los años 30 ante tanta crudeza y realismo refleja una sociedad que no estaba preparada para un filme así.
Hubo que esperar hasta los años 60, tras un pase especial que se llevó a cabo en el Festival de Cine de Venecia, para que se redescubriese la excepcional película a toda una generación, ahora sí, preparada para entenderla y admirarla en toda su dimensión. Sin duda, Willis Goldbeck, Leon Gordon y Al Boasberg (guionistas del filme) eran unos adelantados a su tiempo. Y a todo esto… ¿de qué va la película? La película narra el entuerto amoroso en el que se ven metidos Hans y Frieda, una pareja de enanos de circo, cuando la hermosísima trapecista Cleo empieza a flirtear con Hans. Cleo, que al principio sólo hace caso a Hans para reírse de él, empieza a obsesionarse con el enano cuando se entera de que éste es el heredero de una inmensa fortuna. Entonces Cleo traza un plan con el forzudo Hércules, su verdadero novio, para casarse con Hans y después deshacerse de él. Cuando el grupo de freaks del circo se enteren de los planes de la trapecista, su único objetivo será la venganza. Así, el filme tiene dos partes claramente diferenciadas. La primera parte narra el maltrato, el abuso y la humillación que dos personas normales (Cleo y Hércules) ejercen contra los demás “monstruos” para conseguir sus objetivos. Y la segunda partes narra cómo estos “monstruos”, al unirse como grupo, son capaces de vengarse de una mujer que presumía y abusaba de su belleza para conseguir sus objetivos.
Tod Browning deja clara sus intenciones desde el comienzo, con un alegato a favor de estos “monstruos” que, como se explica, tienen un código propio que les hace más fuerte como grupo. Este código consiste en que si un elemento externo al grupo daña a uno, dañará a todos los demás y, por lo tanto, la defensa también deberá ser conjunta. Éste es, en mi opinión, el mensaje del filme. Más allá de un cantinas simplistas y moralistas como que a esos a los que llamamos monstruos, son más humanos que todos nosotros; creo que el filme va más allá: refleja como la unión de un grupo de seres teóricamente inferiores, es suficiente para vengarse de un ser superior. La unión como fuerza y la venganza como móvil. Así pues, ¿por qué recomiendo Freaks? Como he destacado al comienzo, me parece una de las películas más valientes (si no la más) de la historia del cine. Todo un monstruoso clásico de obligado visionado para un buen cinéfilo. Un filme adelantado a su época e incomprendido en su tiempo como las verdaderas obras de arte. El alegato inicial termina con una frase lapidaria: “Nunca más se volverá a hacer una película como esta ya que la ciencia moderna está eliminando rápidamente del planeta estos errores de la naturaleza”. Esperemos que no, el mundo necesita más freaks.
El enfant terrible del cine independiente canadiense regresó el año pasado con Laurence Anyways, que retrata el tema del cambio de sexo de su protagonista a lo largo de diez años en la época de los años 90, durante los cuales, se tiene que enfrentar no sólo al rechazo de la sociedad, sino a la incomprensión del amor de su vida: su novia Fred. Con éste su tercer largometraje, Dolan se arriesga en la forma para lograr en el fondo su film, si no más íntimo (pues para eso ya está su ópera prima J'ai tué ma mere) sí el más emotivo. La evolución cinematográfica de Dolan en su brevísima trayectoria no ha sabido ser apreciada y los reproches de 'traición hacía sí mismo' no se han hecho esperar por parte de un público que no ha sabido evolucionar a la par que lo ha hecho la propuesta fílmica del cineasta. Acostumbrados a sus escenas videocliperas (como la de la fiesta de Nicolas al sonar de ‘Pass This On’ de The Knife en Les Amours Imaginaires o la escena íntima de Hubert y Antonin al compás músical de ‘Noir Desir’ de la banda Vive la Fête en J'ai tué ma mère, por poner sólo algunos de muchos ejemplos), algunos fans del director creen que ha perdido su camino y extrañan su frescura, siendo que en realidad ha comenzado a forjarse un estilo más propio, igual de esteticista pero ya con una voz más personal y con menos influencias estilísticas que nos remitían de manera inmediata a directores como Wong Kar-Wai o Pedro Almodóvar.
Las secuencias videocliperas son escasas en Laurence Anyways, pero incluso en ellas se nota enormemente el camino hacia la madurez cinematográfica; la secuencia donde Laurence camina por primera vez vestido como mujer en los pasillos de la escuela, la escena del baile de Fred y la lluvia colorídamente textil bajo la que caminan en pareja los protagonistas son simplemente sorprendentes. Aunque los pilares de Laurence Anyways son indudablemente sus dos protagonistas, Melvil Poupaud y Suzanne Clément, pero particularmente ella, quien como Fred, la novia incondicional de Laurence, ofrece un trabajo actoral verdaderamente descomunal; los actores de reparto no hacen sino vigorizar la trama y los desempeños histriónicos cuando interactúan con los protagonistas, tanto Nathalie Baye como Monia Cokri estan estupendas en sus breves apariciones. Posiblemente no sea la mejor película de Xavier Dolan hasta este momento -eso está abierto a discuciones subjetivas-, pero incuestionablemente sí es la más arriesgada por alejarse de lo su público ya estaba acostumbrado y que de manera necia pedían más de lo mismo. Afortunadamente, esto no es más de lo mismo de Xavier Dolan, es más, mucho más.
Jorgelina y Mario, que recién inician su camino a la pubertad, descubren su cuerpo, su forma y sus cambios a través de una búsqueda, curiosa e inocente, de información sexual en los libros; en ese descubrir se percatan que uno de ellos es diferente y que la información del libro no coincide con su cuerpo, un secreto que será difícil de ocultar. La separación de sus padres y la distancia que comienza a tener con su hermana mayor hacen que Jorgelina decida pasar el verano lejos de la playa y Buenos Aires. Su padre y ella se van al campo, a una finca suya que cuida la familia de Mario. Ambos niños se conocen de hace tiempo, acostumbran a ir al río y nadar, montar a caballo y pasear por el campo; Mario está a punto de “probarse como hombre” en una carrera de caballos por lo que entrena constantemente, la vida campestre es diferente a la vida urbana de Jorgelina, las costumbres, los roles y las particulares presiones sociales de una zona rural son novedosas y algo confusas para ella. El retrato de la amistad entre Mario y Jorgelina es íntimo, inocente y honesto; su relación es sincera y verdadera, sin embargo cuando
la salud de Mario pone en peligro no sólo su vida sino la estabilidad emocional de si mismo y su familia, Jorgelina tendrá que decidir entre guardar un secreto o ayudar a su amigo. El último verano de la Boyita de la cineasta argentina Julia Solomonoff, retrata un problema clínico que no especifican en la película pero es previsible para el espectador. Visualmente es tratado con delicadeza y deja de lado secuencias que expongan partes físicas íntimas, vemos el descubrimiento pero no lo descubierto. La cinta no trata únicamente de sexualidad, también es una muestra de la fuerza que tiene el entorno social para que un ser humano se identifique con un género sexual distinto al suyo, sin saberlo. Lo que presenta no es una situación propiciada por la ignorancia y el miedo, sino por la confianza en los ajenos y por la realidad a veces ingenua de cada lugar. Una historia que estremece por tratar la sexualidad a través de dos personajes que son menores de edad, pero que goza de una belleza narrativa y visual por la manera en que lo aborda la cineasta.
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—¡Pronto en Kansas la Compañía de Teatro itinerante más grande del país!— Gritaba un hombre vestido elegantemente con sombrero de copa y toda la cosa. Alrededor de él había varias personas vestidas de manera extravagante, una mujer con plumas en el cabello y un hombre con un sombrero de paja. —Hey —Me llamó la mujer, me acerqué y pude notar que en realidad era un hombre— ¿Te interesaría audicionar? —¿Yo?— Preguntó Linda, mi mejor amiga de toda la vida. —Sí, tú —Sonrió y tomó un volante con una dirección escrita en el reverso— Nos faltan chicas en la compañía, si tuviéramos más actrices no tendría que vestirme así. —¿Seguro? En realidad no soy buena en prácticamente nada. —Respondió Linda ligeramente apenada, siempre siendo tan… Tan… Esa palabra con H… honesta. ¿Humilde? Claro que no, honesta porque en realidad no tenía un solo encanto. Era bajita y rechonchona, con el cabello pelirrojo y enredado, su cara estaba llena de pecas y tenía un hueco enorme entre los dientes. Siempre pensé que el hecho que se llamara Linda era una broma terrible por parte de sus padres, o una ironía deliciosa. —Yo lo haré, yo sí tengo talento—Dije sonriendo, si había algo en la vida que me llevaría lejos seria mi sonrisa perfecta… Y mi cabello y mis ojos verdes y mi cara, básicamente que era perfecta. —Totó —Dijo el hombre del sombrero de copa— Reparte estos. El hombre vestido de mujer dobló la esquina y se perdió entre la gente, ni su atuendo tan llamativo lo hacía distinguir entre la multitud dominical. —¿Eres una actriz?—Preguntó el hombre a lo que asentí como respuesta —¿Puedes cantar? —Volví a asentir. —Soy perfecta — Presumí.— Muchas personas creen que estoy hecha de azúcar, como las flores de los pasteles, tan hermosas. —Suspiré y sonreí con orgullo— Eli tan linda como una confitura.
—Yo no tengo nombre, pero puedes llamarme Mago de Oz. —Se presentó quitándose el sombrero y haciendo una reverencia. —Entonces Eli ¿Eres perfecta? —Por supuesto que lo soy. —Respondí, no iba a pecar de mentirosa. —Linda —Llamó a mi amiga— ¿Dirías que Eli es inteligente? —Inteligente —Linda me miró nerviosa antes de responder —No, señor. —¿Con este rostro? —Pregunté— ¿Quién necesita un cerebro? —Linda, ¿dirías que Eli es valiente?—Preguntó el Mago de Oz. —No señor —Respondió sin mirarme esta vez. — Es bastante cobarde. —¿Con este rostro? —Volví a preguntar— ¿Quién necesita valor? —Por último Linda, ¿Eli tiene corazón? —Preguntó el Mago de Oz a lo que Linda se limitó a negar. —¿Corazón? ¿Para qué….? —¡Tengo el papel perfecto para ustedes! Linda, no es un papel muy grande pero eres perfecta para ser Glinda, una bruja buena —Linda sonrió y le agradeció al hombre, seguro a mi me tocaría el protagónico.— Tú, serás Elphaba Thropp, la bruja mala del Oeste, niña egoísta. Un tornado gigantesco me levantó y arrastró junto con Linda, llevándonos junto con el Mago de Oz y el hombre vestido de mujer. Giramos y giramos y nadie más parecía notar que nos íbamos, que nos perdíamos lejos del camino amarillo que tomábamos todos los días para llegar a casa. —Ya no serás perfecta ni hermosa Eli. —Murmuró el hombre sosteniendo su sombrero con una mano y dándome un espejo con la otra. Tenía miedo de mirar mi reflejo, sin mi cara no sería nada.
Bajo el lema 'por el gusto de reencontrarnos', se celebró la vigésimo octava edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, un fenómeno fílmico que se ha caracterizado por ser la principal plataforma nacional para la exposición de nuevas propuestas del cine mexicano. En esta ocasión, y teniendo a los países nórdicos como invitados de honor se proyectaron 57 cintas provenientes de Noruega, Finlandia, Suecia, Islandia y Dinamarca, las cuales nos permiten tener un panorama del cine que se realiza en esas latitudes, como ejemplo basta citar Kon-Tiki, filme encargado de inaugurar el festival y que recientemente compitió por el premio Oscar como Mejor Película Extranjera. Dentro de las secciones oficiales del festival, participaron 18 cintas en el apartado de Largometraje Iberoamericano de Ficción, 17 en Documental Iberoamericano y 44 cortos en la sección Cortometraje Iberoamericano; esto además de realizarse las Galas Premier en el Teatro Diana a beneficio de diversas instituciones de beneficencia del estado de Jalisco. Ahora, en su segunda edición, el Premio Maguey dejó de ser un premio paralelo del festival para convertirse en una de sus secciones oficiales ofreciendo 18 filmes en competencia (provenientes de más de 10 países) y un par de proyecciones especiales (los filmes Contracorriente y Laurence Anyways) Por si la oferta fílmica no fuera suficiente, esta se amplió aún más con las secciones Panorama Internacional, Vox Populli-Box-Office, Films from the Past, Europa Nuevas Tendencias y Cine Socioambiental. Los homenajes y la música tampoco dejaron de formar parte de las actividades paralelas del megaevento fílmico anual tapatío; así, grandes personalidades como Jan Troell, Ángela Molina y Ernesto Gómez Cruz fueron homenajeados recibiendo el Premio Guadalajara. Por su parte, la banda mexicana Jumbo ofreció un concierto tras la presentación del documental Jumbo revisitando el restaurante; Eero Heinonnen, bajista de la banda finlandesa The Rasmus, ofreció un pequeño concierto acústico tras la proyección de su cortometraje Walker.
Otras opciones dentro del marco del festival fueron las diversas exposiciones como Dulce y Picante del ilustrador tapatío Alfredo Roagui; Saldivar: La mirada del cine de César Saldivar, una exposición de 40 piezas fotográficas de estrellas del cine (20 de actores mexicanos y 20 de actores españoles); la exposición escultórica NonViolence, la cual mostraba 3 piezas de pistolas por la paz elaboradas bajo los parámetros de la lucha por la paz dentro del séptimo arte. Así, entre proyecciones, galas, alfombras rojas (o rosas), conciertos, exposiciones, pero sobre todo, entre encuentros de propuestas cinematográficas con público hambriento de un cine diferente, se llevó a cabo la edición 28 del Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
Culminó el FICG28 y con él, el recuento del impacto que sacudió Jalisco por nueve días, en donde se ofrecieron un total de 576 funciones, de las cuales 115 fueron gratuitas con 254 títulos exhibidos en 12 municipios del estado de Jalisco, lo que arrojó una cifra total de 156 mil 200 espectadores. El evento tuvo el ya clásico desfile de cineastas y actores que engalanaron la alfombra roja; contando con la conducción de Giovanna Zacarías y Moisés Arizmendi, se mostró una proyección con los momentos más importantes del FICG28, acto seguido se inició con la premiación de los ganadores de las diversas secciones, se contó con un cierre musical a cargo de Eero Heinonen, músico finlandés miembro de la banda de rock The Rasmus, quien interpretó los temas musicales Ganesh Stuti y What a Wonderful World. Para concluir la Gala de Clausura, con la proyección de la película Ésimésac de Luc Picard, se le dio la bienvenida a la provincia de Québec pues será la invitada de honor en la edición 29 del Festival en 2014.
Tras haber vivido un tiempo en el exilio, Juan emprende el regreso a la Argentina, su país natal del que huyó junto con su familia debido al régimen militar. Ahora que se ha propuesto reingresar a su patria, Juan ya no llevará ese nombre, desde ahora será conocido como Ernesto. Así, entre la clandestinidad e invención de identidades nuevas, se desarrolla la ópera prima de Benjamín Ávila, quien a través de esta cinta se ha propuesto no únicamente relatar cierta parte histórica de su país sino también mostrar parte de su propia historia. La historia de Juan/Ernesto es su propia infancia, pero en parte ficcionada y un tanto menos cruda de lo que fue en realidad; cuando el director tuvo que enfrentarse a la situación militarista sólo tenía 7 años y no 12 como el personaje central del film, tampoco había ningún amor infantil como el que encuentra el protagonista en el personaje de María. Infancia Clandestina está contada desde el punto de vista del pequeño Juan/Ernesto (un fantástico Teo Gutiérrez Moreno), quien intenta llevar una vida completamente normal, o por lo menos tan normal como se lo permite el hecho de ser testigo del movimiento combativo al que sus padres pertenecen. La cotidianidad en su vida que le proporciona la escuela, las tareas, los juegos ya sea con su madre (Natalia Oreiro) o sus compañeros del colegio-, las charlas con su querido tío Beto (un extraordinario Ernesto Alterio) y la atracción por su compañera María (Violeta Palukas), funcionan como modo de escape de la dolorosa realidad que enfrenta la familia fugitiva del régimen militar.
Entre pasaportes apócrifos, fiestas de cumpleaños falsos y el descubrimiento del primer amor, transcurre esta estupenda cinta cargada de contenido político y social; destaca también el uso de ciertas secuencias animadas que muestran el punto de vista del pequeño Juan/Ernesto ante la violenta realidad en la que está envuelto.
PremioDelPúblico
#FICG28
Tras una destacable ópera prima (Quemar las Naves; 2008), el director Francisco Franco regresa al mundo del celuloide con una historia sobre el entorno teatral con la que explora la naturaleza humana y sus contradicciones. Con base en una obra teatral escrita por el mismo Francisco Franco junto al colombiano Ignacio Guzmán hace casi dos décadas, el realizador se apoya nuevamente en María Reneé Prudencio (co-guionista también de su anterior film) para adaptara la pantalla grande esta historia sobre una directora teatral que, a pocas semanas del estreno de su obra, decide recontextualizarla por completo; una decisión que le costará la salida del actor principal de la puesta en escena y el descontento de no pocos integrantes de la compañía teatral. Tercera Llamada es una cinta que destaca no sólo por ser una buena comedia bien escrita con ciertos toques de dramatismo, sino por ser un homenaje al mundo del Teatro a través de un ensamble actoral envidiable como pocas veces se ha visto en la cinematografía nacional. Así, encontramos en el reparto central a Karina Gidi, Irene Azuela, Moisés Arizmendi, Rebecca Jones, Fernando Luján, Ricardo Blume, Alfonso Dosal y Mariana Treviño, quienes son acompañados (en mayor o menor medida) por Ana Claudia Talancón, Ilse Salas, Regina Orozco, Alejandra Bogue, Ana Ofelia Murguía, Paloma Woolrich, Cecilia Suárez, Mauricio García Lozano, Jorge Adrián Espíndola, Eduardo España, Krystian Ferrer, Jorge Poza, Mauricio García Lozano, Víctor García, Anabel Ferreira y Martín Altomaro, todos ellos complementan esta cinta coral bien estructurada con personajes centrales bien delineados que se volverán entrañables para el espectador y con participaciones especiales que rematan la trama de manera certera. El resultado final de la cinta es satisfactorio y con muy buenas probabilidades de ser un éxito comercial en nuestro país cuando se estrene en salas, o por lo menos así se percibió durante su proyección en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, obtuvo el premio de la audiencia.
Cuenta Pablo Berger que fue poco después de acabar el rodaje de Blancanieves, un proyecto en el que llevaba casi 7 años trabajando, cuando se enteró de la existencia de The Artist. No tuvo más remedio entonces, que echar mano de la filosofía zen, la resignación y empezar a andar con pies de aplomo. Sabía que la principal baza comercial de su película, la sorpresa, había sido dinamitada. No obstante, poco tienen que ver estos dos filmes al margen de estar rodadas en blanco y negro y ser mudos. The Artist es una actualización, una revisitación, un sentido homenaje plagado de guiños a esa lengua muerta que falleció súbitamente a finales de los 20. Blancanieves, por el contrario, es un película que retoma el lenguaje del mudo donde los grandes maestros (Murnau, Chaplin, Lubitsch, etc.) lo dejaron. The Artist imita y reinventa, Blancanieves habla en mudo. Y lo hace con acento español. La filmografía española es realmente parca en lo referente a películas de cine mudo. Al margen de los maravillosos trabajos de Segundo de Chomón, o de los primeros fotogramas del gran Buñuel, a penas encontramos buenos ejemplos. No sería, pues, exagerado decir que Blancanieves de Berger es la película que mejor conjuga los códigos del mudo y las señas de identidad del cine español. Según Santos Zunzunegui, reputado crítico y teórico del cine español, la esencia del cine en España proviene de 4 vetas creativas, y Blancanieves transita todas. La primera es el Sainete, un tipo de obra teatral que se consolidó en el XVII, siglo de oro de la literatura española. De esta veta, Blancanieves toma la estilización popular de sus personajes, ambientes y trajes, que nos remiten a los primeros tapices de Goya (el patio andaluz, el tendío, la plaza de toros).
La segunda veta es el esperpento, un género creado por el escritor Ramón del Valle Inclán. En él, la realidad es vista como si estuviera reflejada en un espejo cóncavo, deforme, grotesca. De éste, Blancanieves toma el esqueleto de muchos personajes. Desde los enanitos con ecos de Freaks (Tod Browning), a una madrastra sadomasoquista con la prensa del corazón por espejo, pero también, la muerte en su faceta más sórdida y patética. La tercera vía es la experimentación cañí, una vanguardia que, al contrario que muchas otras, no surge de la ruptura respecto a los antecedentes culturales, sino de la reinvención y reescritura de los mismos. Así Berger recupera estrategias de montaje idelógico y gráfico que nos remiten a Vertov, pero las enmarca en los tópicos castizos. Es interesante rastrear la presencia del círculo y el giro (La plaza de toros, la ostia sagrada, el tocadiscos, etc.) como eje durante toda la película. La última veta es lo que Zunzunegui llama cine del mito, un cine que parte de la realidad para trascenderla y remitir a los grandes temas y tramas universales. Resulta evidente esta vocación en Blancanieves desde su planteamiento literario inicial. Pero también podemos rastrearla en los emparejamientos gráficos y las sobreimpresiones que contiene, las cuales, lejos de ser meramente funcionales, actúan como metáforas de una profundidad perturbadora. Todo ello, musicalizado con delicadeza, maestría, y audacia, baste de ejemplo el leiv motive de celemín que acompaña a la madrastra. Blancanieves es pues mucho más que una simple película sin diálogos, es un paso más en ese camino, el lenguaje del cine mudo, que muchos daban por finalizado pero sigue siendo transitable y, por una vez, nos lleva España.
Ante una necesidad urgente de promover una cultura más abierta a la tolerancia, la diversidad (y no exclusivamente la sexual) y la no discriminación, surge el proyecto Premio Maguey, que en 2012 vio la luz con su primera edición. Premio Maguey es un evento que reconoce los trabajos que difunden, promueven y se exponen de manera abierta y distinta la sexualidad humana, que permiten exponer y dar voz y rostro a las minorías que se encuentran bajo una opresión de no tolerancia. Premio Maguey busca aportar su granito de arena para lograr la erradicación de la homofobia y la discriminación en México. En su primera edición, la película argentina Mía del director Javier van de Couter se llevó el reconocimiento como Mejor Película en la Sección Premio Maguey durante la edición 27 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara; en esa edición, la curaduría de cine queer constó de 22 películas que fueron seleccionadas por los festivales Frameline, Teddy Award, Lesgaicinemad y el Vancouver Queer.
Este año, la selección de filmes para el Premio Maguey 2013 constó de 18 filmes procedentes de Argentina, Estados Unidos, España, Brasil, Canadá, Chile, Francia, Reino Unido, Israel, Suecia, Dinamarca, Alemania y México. En esta nueva edición, destacaron las proyecciones especiales de Laurence Anyways, el nuevo proyecto cinematográfico del enfant terrible del cine independiente Xavier Dolan; Out in the Dark, filme que recibió una mención especial del Premio Maguey y Joshua Tree 1951: Un Retrato de James Dean, que plasma desde una perspectiva única al ícono de la cinematografía James Dean mucho antes de que se convirtiera en ídolo hollywoodense. El Premio Maguey se celebró la semana correspondiente del 4 al 8 de marzo en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara cuya vigesimoctava edición tuvo lugar del 1° al 9 de marzo; aquí les dejamos algunas reseñas de las cinta que pudimos presenciar, incluyendo la reseña de la ganadora: Quebranto de Roberto Fiesco.
“Soy feliz, sino fuera feliz no hubiera hecho las tonterías que hice, no me hubiera puesto chichis”, cuenta una actriz transgénero que después de tener una carrera fructífera como actor infantil, y como bailarín e imitador en la adolescencia, actualmente se encuentra en el olvido, pero con la certeza de haber hecho lo correcto. Quebranto es un largometraje documental dirigido por Roberto Fiesco que plasma la transición vivida por un hombre que a una edad madura se dio cuenta que quería ser mujer, el éxito a una edad en la que él no comprendía la dimensión de las cosas, confusión por su sexualidad en la adolescencia, temor por cambiar de género a una edad adulta, y las puertas que le fueron cerradas por ser una mujer y actriz trans. Fernando García, actualmente Coral Bonelli, fue actor infantil en los años setenta, mejor conocido como Pinolito, inició su carrera imitando al cantante Raphael, después incursionó en el cine en películas como Los hijos de los pobres de Rubén Galindo y Fe, esperanza y caridad junto a Jorge Fons, Katy Jurado y Julio Aldama. Años después fue bailarín en el Teatro Blanquita, donde experimentó y descubrió su orientación sexual, pero no fue hasta su edad adulta, cercana a los 50 años, que después de una presentación en la que imitaba a Lucha Villa se fue vestida así hasta su hogar, donde decidió y anunció a su madre que a partir de ese momento iba a ser mujer. Coral narra que de no haberlo hecho probablemente hubiera llegado al suicidio.
“Me preocupaba que entrara a un charco de lodo que no conocía; no sabía lo que era ser mujer” relata la madre de Coral. Y lo que vino después, ya como mujer, fue el rechazo, el estigma y la falta de oportunidades laborales, orillada por algunos años a ejercer como trabajadora sexual. Sin embargo, el retrato que hace Fiesco de Coral, es el de una vida plena y feliz a pesar de las circunstancias y pesares que ha vivido, ella sigue tocando puertas para volver a actuar, da clases de baile, continúa imitando a Lucha Villa y a Lupita D'Alessio, y vive tranquilamente con su madre. “No me arrepiento… hay que seguir viviendo” dice en un momento la actriz cuando se le cuestiona si ha valido la pena cambiar por completo una vida de más de treinta años, “ahora puedo ser yo, yo, yo”.
Laurence Emmanuel James Alia tiene 35 años, es un profesor respetado de literatura en una preparatoria canadiense, acaba de ser premiado con un modesto reconocimiento y tiene a Frederique (Fred), una novia con la que tiene una relación envidiable. Podría decirse que tiene todo lo que un hombre puede querer en su vida, pero el problema es que él no quiere lo que los demás hombres quieren, pues él, él quiere ser mujer. Esta es la premisa de Laurence Anyways, la nueva película de Xavier Dolan, un jovensísimo realizador que con tan sólo dos filmes previos se ha consolidado en la industria cinematográfica independiente, logrando proyectar todos sus filmes (tres hasta el momento) en el Festival de Cine de Cannes en la sección Un Certain Regard. En esta nueva propuesta, situada a finales de los años 80 y a lo largo de los 90, Dolan expone el difícil camino que un hombre debe recorrer durante una década para llegar a ser lo que siempre ha querido y ser congruente consigo mismo, a pesar de que esto le conduzca a la pérdida de su trabajo, la discriminación/burla de la sociedad y la incomprensión de su pareja cuando le revele que quiere pasar la segunda mitad de su vida en la piel de una mujer. El ícono de la cinematografía francesa Melvil Puopard (Le temps qui reste, 2005; Dir. François Ozon) lleva casi todo el peso de la historia encarnando a la mujer nacida en el cuerpo de un hombre y que decide finalmente cambiar su condición física para empalmarla con la de su psique; Poupard hace un estupendo trabajo que es secundado por el maravilloso desempeño de Suzanne Clément, quien interpreta a Fred, la incondicional novia de Laurence que lo acompaña en gran parte de su proceso de cambio de identidad sexual. Dolan opta por no enfocarse en el proceso de transformación de Laurence (morbosos ni se acerquen, no va por ahí la historia), sino por mostrar las reacciones adversas generadas tras decidirse a ir contra lo establecido y explorar la situación de la pareja protagónica, cuyos miembros no pueden vivir juntos, ni tampoco el uno sin el otro.
Con Laurence Anyways, Dolan logra su film más emotivo hasta ahora; la literatura y los cigarros vuelven a formar parte del universo que habitan sus personajes durante las casi tres horas de duración de la película, mismas que no se sienten pasar pues además del interesante relato que nos muestra en pantalla, el aún novel realizador echa mano de un excelente grupo de actores secundarios (como la experimentada Nathalie Bayé en el papel de la madre de Laurence y de Monia Chokri como la sarcástica hermana de Fred) que ayuda a mantener el ritmo de la historia que, nuevamente como en sus filmes anteriores, ha sido estupendamente musicalizada por una certera selección de temas que tiene el nivel de las bandas sonoras previas. Sin duda alguna, Laurence Anyways significa un ejercicio de madurez cinematográfica para Dolan, pues no únicamente sigue entregando secuencias técnicamente muy bien logradas (como ejemplos, la escena en el baile al que asiste Fred o la 'lluvia' de prendas coloridas bajo la que caminan Laurence y Fred), también deja en evidencia su mejoría en la exploración (y exposición) de la naturaleza humana y en las relaciones amorosas.
Crudo relato amoroso entre Roy, un abogado Israelí, y Nimir, un ejemplar estudiante Palestino; ambos luchan por permanecer juntos pero deben enfrentarse al rechazo que uno sufre no sólo por su orientación sexual, sino por su nacionalidad. El director Michael Mayer ofrece su ópera prima bajo esta premisa que tal vez puede resultar muy poco o nada original (pues remite inmediatamente a Solos contra el Mundo / The Bubble de Eytan Fox), pero el relato lo construye de manera efectiva e intimista, además de contar con interpretaciones de mucha honestidad y sensibilidad por Nicholas Jacob y Michael Aloni, la pareja de jóvenes protagonistas de este amor frustrado por la ignorancia y la ceguera que provoca el fanatismo religioso. Entre los trabajos histriónicos destaca el del joven Nicholas Jacob, particularmente en una escena donde queda al descubierto su naturaleza homosexual frente a su familia y ésta lo rechaza de manera monstruosa por 'haber traído la deshonra a la familia'. Out in the Dark funciona como historia de amor prohibido y en ocasiones coquetea con el género del thriller, una combinación que resulta muy efectiva gracias al guión y la dirección de Mayer.
A través de la estupenda fotografía en blanco y negro de Michael Marius Pessah, el guionista y director Matthew Mishory plasma un relato íntimo de la figura de James Dean pero enfocándose en una etapa de su vida muy poco conocida aunque no por ello menos interesante. Olvidándose de la fama mundial de la que gozó (y sigue gozando) la figura de James Dean, Matthew Mishory nos muestra la parte humana, insegura y contradictoria del ícono hollywoodense mucho antes de convertirse en una gran estrella. El film explora la época de su vida en la que compartió casa con su roomate, un personaje anónimo que se convirtió no sólo en su compañero en las clases de actuación, sino en su mejor amigo y su primer gran amor. Joshua Tree, 1951: A portrait of James Dean es un inusual biopic con tintes poéticos que presenta a la joven figura de Dean contrastándola en un principio con la del poeta Rimbaud y al final con El Principito, el personaje de Antoine de SaintExupéry. La cinta es un relato pausado sobre una figura compleja y sensible, a la cual encarna un cumplidor James Preston. Los grandes fans de James Dean agradecerán que se haya revivido el blanco y negro para recordar a esta icónica estrella de Hollywood que vivió de prisa y murió joven, como todas las leyendas lo hacen.
Historia semi autobiográfica de la directora Aurora Guerrero en la que aborda íntima y honestamente la amistad (que evolucionará en algo más) de dos pequeñas adolescentes chicanas. Con actuaciones inocentes y cero pretensiones, la realizadora conmueve a la audiencia con esta historia de amor al que no le dieron tiempo de poner palabras a los sentimientos, como bien lo dijo al terminar la proyección en el marco del Premio Maguey.
Ubicada en Nueva York, la cinta dirigida por Nadir Medina sigue a Chip, un joven de 18 años que deja su disfuncional hogar en Kansas (donde vivía con su madre) para forjarse una carrera en la danza contemporánea a la vez que conoce a Theo, uno de sus compañeros en su grupo de danza. Dividida en cinco capítulos (de ahí su nombre), la trama en ocasiones se desvía hacía un par de subtramas que bien pudieron ser obviadas, aunque al final resulta gratificante que la trama central retome su curso y fuerza para ofrecer un final satisfactorio a esta historia muy bien actuada y adornada con maravillosas secuencias de danza moderna.
Divertida y conmovedora cinta ubicada en la década de los 70 que gira en torno a una pareja de novios que decide emprender una carrera legal para obtener la custodia de un niño con síndrome de Down que ha sido abandonado por su madre drogadicta. Teniendo como pilares la carismática actuación de Alan Cumming y el más que decente desempeño de Garret Dillahunt, el director Travis Fine construye un relato íntimo, humano y doloroso sobre el amor filial hacia los seres no consanguíneos.
Un hombre de 25 años que vive bajo el cuidado extremo de su madre, parece haber encontrado en su problemático vecino (un aspirante a actor porno) a la encarnación de su superhéroe favorito. Bajo esta premisa el direcrot Omar Yñigo presenta su ópera prima protagonizada por Aarón Daías, quien si bien no sorprende por sus cualidades histriónicas, sí lo hace por aceptar salir de su zona de confort como galán telenovelero. La cinta resulta entretenida y divertida; el lleno total de la sala y los aplausos al final de la proyección lo corroboraron, si la premiación dependiera de la audiencia, seguramente 'Marcelo' sería ganadora. Claro, también hay mejores propuestas que compiten por el premio.
Cinta de buenas intenciones que se queda a medio camino; se sustenta más que nada en los diálogos, pero éstos, rara vez destacan por su profundidad. La mayoría de los diálogos resultan vacíos y en ocasiones hasta inverosímiles. De las actuaciones... mejor ni hablar.
Cinta argentina de buena manufactura que sigue la vida de un chico que, tras aceptar entrar a un grupo religioso, conoce a un bajista de una banda que comparte con él su afición por una banda icónica del punk y del cual termina enamorándose. Usando largos planos secuencia el director abruma al espectador con una trama que avanza a paso lento (pero nunca aburre pues siempre queremos ver qué sigue en la historia) para terminar con un anticlimático (aunque feliz) desenlace.
Mientras en Uganda se promueve una ley que amenaza con castigar la homosexualidad con pena de muerte, David Kato el primer hombre en declararse abiertamente gay en dicho país- trabaja al lado de sus compañeros para detener la legislación que traería consigo aún más perseciciones contra la comunidad queer. Call me Kuchu es un conmovedor relato de activismo no por los derechos de los homosexuales, sino por los derechos humanos en general en un país donde un amplio número de habitantes siente repudio hacia la homosexualidad, rechazo fundamentado principalmente por la gran mayoría de los miembros de la iglesia cristiana. Imprescindible documento fílmico que debe verse a la brevedad.
Documental que expone las experiencias de un par de chicas lesbianas españolas tanto en su país natal así como en sus actuales lugares de residencia (Berlín y Londres). Partiendo de la célebre frase del Drag Queen RuPaul que señala "We're all born naked and the rest is drag", la cineasta española de Andrea Esteban de 23 años, acompañada de su novia Paula construyen este proyecto tan desenfadado como entretenido para llevarnos a la vida de varias lesbianas y los mundos en los que se desarrollan; así, las jóvenes comparten testimonios de activistas, diseñadoras, periodistas, cantantes de hip-hop y un largo etcétera. Muy recomendable para expandir los horizontes mentales sobre el mundo lésbico.
Brevísimo documental que retoma los colores de la bandera gay para ejemplificar la diversidad familiar contemporánea en Brasil; con seis testimonios de familias homoparentales se exponen las batallas que han enfrentado, los obstáculos que se les han colocado para evitar que puedan adoptar a un niño o, si ya los tienen, para evitar que se les reconozca, de manera legal, como la familia que ya son en realidad. Prejuicios y discriminación son evidenciados en los escasos 52 minutos de duración del documental, a la par que desmitifica el concepto de 'familia normal'.
A los 45 años, Damián, un abogado casado y con dos hijas, tiene una crisis emocional provocada por su latente tendencia homosexual que descubre tras asistir a un par de sesiones con su terapeuta. Desconcertado, busca refugio en un edificio abandonado para alejarse de todo y de todos, hasta que una noche conoce a Estela, una prostituta transexual que atiende a sus clientes en la clandestinidad que le ofrece el edificio donde se aloja el abogado. Tras entablar una sui generis amistad, Damián comienza a ver su vida desde otra perspectiva. Con la certera actuación de Pablo Tolosa (Damián), pero sobre todo de la frescura y carisma de Maximiliano Gallo (quien encarna a Estela), el director Rafael Escolar realiza una deconstrucción de la psique del dañado abogado (en algunas secuencias sale mejor librado que en otras) ofreciendo un final abierto que si bien no resuelve del todo la situación emocional del protagonista, sí da muestra de las historias ocultas y vidas secretas que muchos homosexuales llevan para vivir dentro de los marcos que la sociedad señala como 'correctos'. Interesante ejercicio.
Esta cinta escrita y dirigida por Joshua Sanchez parece, en forma, ser una de esas películas que se pusieron de moda hace ya algunos años en donde la vida de cuatro personas se entrecruzan mientras el metraje del film avanza para terminar con un final donde las acciones de unos tienen consecuencias en la existencia de los otros... Y sí, en forma, ésta es una de esas películas, pero en fondo, es un retrato de una sociedad emocionalmente vacía que busca refugio en los lugares incorrectos (en internet por ejemplo), aunque incluso en esos lugares uno puede encontrar un poco de amor. Con Aja Naomi King, Emory Cohen, Wendell Pierce y E. J. Bonilla, en los roles centrales, el realizador de origen texano aborda el tema de la soledad humana principalmente a través de los diálogos, los cuales resultan tan naturales que parece que estamos espiando la vida de cuatro personas al azar.
Filme español que relata la, a veces inverosímil, relación poliamorosa entablada por tres jóvenes. Cuando a Bruno le intentan robar su billetera (mientras presenciaba un espectáculo de brakdance en la calle) es defendido por Rai (uno de los miembros del grupo que presentaba el número callejero), al paso de los días éste va seduciendo a Bruno hasta formar una relación que es descubierta más tarde por Carla, novia de Bruno. Entre los embrollos del triángulo amoroso, Rai también comienza a llamar la atención de Carla hasta que se vuelven 'amantes' a escondidas de Bruno. Xavier Villaverde intenta explorar la libertad de amar en la sociedad moderna pero no consigue causar más que la simple curiosidad de los espectadores (por morbo al triángulo amoroso en pantalla que siempre resultará atractivo) y al final entrega un desenlace por demás anti climático y que resulta en la antítesis de lo sugestivo que debió ser un filme con esta trama. "El Amor no va de poner límites" dice uno de los personajes del film, ¿entonces por qué limitar al film que va de no ponerle limites al Amor?
eferirse a El Mago de Oz, es hablar de uno de los más grandes musicales en la historia de la cinematografía mundial y la sola idea de hacer una precuela sobre esa mágica historia simplemente podría ser considerada como una locura; pero como todos sabemos que en Hollywood habita la mayor cantidad de gente insana de todo el mundo, no nos resultó tan descabellada la idea de que se planeara una película sobre los orígenes del mítico mago. Sólo para hacer un poco de memoria, recordemos que El Mago de Oz giraba en torno a Dorothy (Judy Garland), quien tras ser atrapada por un tornado, es transportada (junto con su perrito Toto) a las fantásticas tierras de Oz, en donde vive la aventura más grande que jamás imaginó, pues además de conocer a un Espantapájaros sin cerebro (Ray Bolger), un Hombre de Hojalata sin corazón (Jack Haley) y un León (Bert Lahr) carente de valentía, se tiene que enfrentar con la Malvada Bruja del Oeste para que el legendario mago del título de la cinta les conceda sus deseos. Para la anécdota de Oz: El Poderoso (Oz: The Great and Powerful) tenemos a Sam Raimi en la silla de director, quien es responsable de una de las trilogías más exitosas (y de las más irregulares) del Hollywood reciente: Spider-Man y como el personaje que llegó a convertirse en el misterioso Mago de Oz contamos con James Franco, quien interpreta a Oscar Diggs, un mago que trabaja en un circo de dudosa reputación y
que, tras ser atrapado por un tornado mientras viajaba en globo por Kansas, es transportado hacia la fascinante Tierra de Oz, en donde conoce a tres brujas llamadas Theodora, Evanora y Glinda (interpretadas por Mila Kunis, Rachel Weisz y Michelle Williams respectivamente); la primera de ellas está completamente convencida que él es el famoso mago que las profecías señalan como el gran salvador del pueblo de Oz, y aunque las otras brujas no están muy convencidas de que él sea el gran mago al que todo el pueblo de Oz espera, y a pesar de la propia resistencia del ilusionista, Oscar deberá echar mano de sus conocimientos en ilusionismo y hechicería para convertirse en el legendario Mago de Oz que ayudará a los habitantes del extraordinario lugar. Para esta precuela de las historias relatadas en los libros de L. Frank Baum y de la icónica cinta de Victor Fleming, se tuvo que restringir el uso de mucho elementos de la cinta original, pues los derechos están en manos de Warner Bros. y la cinta de la que hoy nos ocupamos es producida por Disney. Es por eso que tanto Dorothy como el trío de inseparables compañeros que conoce a lo largo del film original (el león, el espantapájaros y el hombre de hojalata) no están presentes en esta revisitación al mundo de Oz, pero seguramente sí habrá muchas referencias a la cinta clásica que ya está próxima a celebrar su 75 Aniversario. Ya veremos si la reimaginación de Sam Raimi supera a la cinta original o si, por lo menos, está a la altura de la versión de Fleming.
A poco más de siete décadas del estreno de El Mago de Oz (The Wizard of Oz; 1939. Dir. Victor Fleming), nos llega un film que nos relata cómo es que el Mago se convirtió en la figura legendaria de Ciudad Esmeralda. Para decepción de muchos, esta nueva aventura que precede a la historia del film original, está muy alejada de mostrarnos a Dorothy y a los amigos que conoce en la mágica tierra de Oz; sin embargo, está llena de referencias a la cinta de Fleming, desde los espantapájaros hasta los leones, así como el origen de la Bruja Malvada del Oeste y el prólogo del film en tonos sepia que después dan paso al deslumbrante y vibrante technicolor. Con trabajos actorales convincentes (algunos más que otros, en particular los de James Franco y Michelle Williams) el director Sam Raimi explora por primera vez el género fantástico y construye un mágico relato en el que atestiguamos cómo Oscar Diggs (James Franco), un mago (aunque es más timador que mago) con delirio de Casanova perteneciente a un circo itinerante, es transportado por un torbellino en Kansas hacia la sorprendente tierra de Oz, donde conocerá a un trío de brujas (Theodora, Evanora y Glinda -es decir, Mila Kunis, Rachel Weisz y Michelle Williams-) que le advierten sobre la Malvada Bruja del Oste, a la que deberá derrotar para liberar al pueblo que vive aterrorizado y convertirse también en el monarca de la pasmosa Ciudad Esmeralda del que hablan las profecías. Sam Raimi también se hace respaldar por un enorme despliegue técnico para lograr construir la fantástica tierra de Oz, a veces de manera digital y en ocasiones con verdaderos sets monumentales, ya sea para mostrarnos al despiadado torbellino en Kansas y la llegada del ilusionista a Oz (toda la secuencia del globo aerostático viajando por aire, y finalmente por agua, es fenomenal) o para mostrarnos las diferentes villas que conforman Oz (el trabajo casi artesanal para los sets es sorprendente, claro, con $200 mdd de presupuesto era de esperarse). Oz: El Poderoso (Oz: The Great and Powerful) aún dista mucho de llegar al nivel del clásico del siglo pasado, pero es una muy aceptable propuesta del género fantástico que ha sido trastocado en los últimos años con pretenciosas cintas que 'modernizan' los relatos de antaño; la propuesta de Raimi tiene corazón, algo de lo que carecen muchas cintas recientes pertenecientes a este género, y eso, en estos tiempos que corren, es una gran virtud; esperamos que la mantenga para la secuela que ya ha sido confirmada.
n 1947, el explorador noruego Thor Heyerdahl cruzó el Oceáno Pacífico (desde Sudamérica hasta las Islas de la Polinesia) en una balsa de madera llamada ‘Kon-Tiki’; tres años después, el propio Heyerdahl dirigió un documental enfocado en su gran hazaña y logrando llevarse a casa el Oscar en la categoría a Mejor Documental en 1951. Su travesía tenía el fin de demostrar que la Polinesia pudo haber sido poblada por personas procedentes de Sudamérica (y no por asiáticos) quienes, en tiempos precolombinos, podrían haber llegado por la vía marítima con balsas similares a la utilizada en su expedición de 101 días y más de 8 mil kilómetros recorridos. Con base en esta extraordinaria anécdota, los directores Joachim Rønning y Espen Sandberg nos ofrecen la cinta más cara de la historia de la industria en Noruega, la cual nos narra el origen de la idea, la preparación y los eventos durante el viaje que tiempo después lo llevarían a escribir un libro que se convirtió en un best-seller que se tradujo a más de 70 idiomas y con más de 50 millones de ejemplares vendidos. En esta recreación fílmica, Joachim Rønning y Espen Sandberg, responsables de la biopic sobre Max Manus que se convirtió en todo un éxito en Noruega, vuelven a tomar la figura de un heroico nativo para construir un efectivo relato de aventura/acción guardado en una envoltura de magníficos efectos especiales que por momentos hace que se deje de lado y se olvide el trasfondo de carácter histórico y de investigación que era el motivo primordial de la travesía. Kon-Tiki fue nominada a los premios Oscar en la pasada edición dentro de la categoría a Mejor Película Extranjera donde, como era de esperarse, Michael Haneke resultó el ganador con su extraordinaria cinta Amour.
esde hace ya unos años, las adaptaciones y modernizaciones de los cuentos clásicos han resultado una mina de oro para los productores de Hollywood; para muestra, sólo hace falta recordar títulos como La Chica de la Capa Roja, Blancanieves y el Cazador, Espejito Espejito, o más recientemente, Hansel & Gretel: Cazadores de Brujas. Esta moda sigue en pleno auge, pues ya se preparan, entre otros proyectos, una nueva versión de Pinocho, una cinta animada en la que nuestro compatriota Guillermo Del Toro está involucrado, y una cinta llamada Maléfica, la cual retomará la historia de La Bella Durmiente pero desde la perspectiva de la malvada antagonista del cuento, la cual será encarnada por Angelina Jolie. Pero mientras esas películas ven la luz, este mes llega a la pantalla grande Jack: El Cazagigantes (Jack The Giant Slayer), que no es otra cosa que la modernización del cuento popular Las Habichuelas Mágicas. En la cinta, Jack (Nicholas Hoult), un joven granjero, inconscientemente conecta nuestro mundo con el de una temible raza de gigantes, reactivando así
una legendaria guerra entre la humanidad y la descomunal raza; Jack se embarcará en la aventura de su vida para pelear por su vida, por un reino, por su pueblo, por su raza y por el amor de su vida: una valiente princesa que ha sido capturada por los gigantes. Con un elenco que, además de Nicholas Hoult como el protagonista central, incluye a Ewan McGregor, Stanley Tucci, Bill Nighy, Ian McShane y Eleanor Tomlinson, el director Bryan Singer (responsable de las dos primeras cintas de la trilogía X-Men y que actualmente ha regresado a la franquicia como director de X-Men: Days of Future Past) incursiona en el terreno de la aventura y la fantasía con esta travesía por tierras fantásticas que se podrá disfrutar también en formato 3D, el cual pretende ser utilizado para envolver al espectador en esta épica aventura, ya veremos si lo logra, o si no, por lo menos que no sea tan aburrida e incoherente como Hansel & Gretel: Cazadores de Brujas.
l director Joe Wright, tras la excelente Hanna, se embarcó en un proyecto sumamente ambicioso: la adaptación a la pantalla grande del clásico de León Tolstoi, Anna Karenina. La carrera de Wright ha tenido altibajos y tropezones (¿alguien dijo The Soloist?), lamentablemente, Anna Karenina es uno más de ellos, entregando una cinta irregular en la que el mayor logro es la extraordinaria dirección artística. La historia de Anna Karenina tiene lugar en la Rusia Imperial de 1874, en donde la protagonista se ha ido distanciando de su rígido esposo Alexei Karenin y comienza una pseudo apasionada aventura con el joven Conde Vronsky; así, su romance con el lozano miembro de la realeza, le granjea el desprecio de la sociedad a la par que se enfrenta a la pasiva furia de su marido tras el descubrimiento del engaño. En una subtrama (que en ocasiones cobra más importancia que el relato del personaje principal -craso error, por cierto-) también podemos ver la historia de Levin, un amigo de Oblonsky, hermano de Anna, y sus esfuerzos por ganarse el corazón de Kitty, la hermana menor de Dolly (esposa de Oblonsky) y quien está perdidamente enamorada el Conde Vronsky, situación que problematiza aún más la ya mal vista relación entre Anna y Vronsky.
En este relato de historias amorosas entrecruzadas, como ya se mencionó, destaca la estupenda dirección artística (a cargo de Thomas Brown, Nick Gottschalk, Niall Moroney y Tom Still), pero que desafortunadamente no mantiene el nivel de excelencia durante toda la película. Durante el primer acto de la cinta, los sucesos transcurren dentro de un teatro abandonado, en donde dependiendo de la ubicación de la acción, se doblan y desdoblan los decorados para transportarnos de una sala, a un estudio o a la recámara de Anna y su esposo; pero de pronto y de manera deliberada, estos recursos narrativos son olvidados y se hace uso de una narrativa convencional, echando por tierra toda la propuesta que se nos había ofrecido. De manera caprichosa se vuelve a utilizar los recursos dentro del teatro abandonado (ojo a la carrera de caballos, estupendamente realizada) pero son dejados de lado enseguida, dejándonos en el desconcierto nuevamente. Destaca sin embargo, una escena de un baile en donde los invitados se desenvuelven en medio de una perfectamente coreografiada secuencia en donde la danza montada resulta verdaderamente una delicia audiovisual. Otro de los puntos débiles, es el pobre desempeño actoral; si bien es cierto que
Keira Knightley nunca se ha destacado por sus dotes histriónicas, ha entregado actuaciones aceptables como en las otras cintas de época de Joe Wright (Pride & Prejudice y Atonement), pero esta vez no logra transmitir la 'pasión' que presuntamente debe sentir Anna hacia Vronsky, sino que parece que la protagonista se deja guiar por un mero capricho de adolescencia tardía y de una inmadurez tremenda ¿Realmente estaba apasionadamente enamorada de Vronsky? Y ya que hablamos del joven amante, Aaron TaylorJohnson (Kick-Ass) se presenta ante nosotros de manera tan desangelada que cuesta (mucho) trabajo entender qué es lo que vio Anna Karenina en él para decidirse a comenzar un affaire y someterse a la discriminación y el odio de la sociedad rusa. Jude Law, por su parte, sorprende por su acertada interpretación como Alexei Karenin, el marido víctima de la infidelidad. Sorprende también, aunque esto no debería suceder, que los actores de la subtramas (insisto, en ocasiones más interesantes que la trama central) ofrezcan actuaciones más solidas que las de los protagonistas de la cinta, y con eso me refiero a las de los personajes de Levin (un entrañable Domhnall Gleeson), Kitty (una dulce Alicia Vikander), Oblonsky (un descarado Matthew Macfadyen) y Dolly (la guapa Kelly Macdonald). A la épica historia que nos prometieron en todos los elementos publicitarios (trailers, carteles, spots, etc.) le hace falta esa fuerza arrebatadora que deben tener las historias de amor para que puedan ser consideradas 'épicas' y la Anna Karenina de Wright adolece de ese poderío para poder colocarla en ese selecto rubro que aloja historias como Gone with the Wind, Casablanca, West Side Story, Doctor Zhivago, entre otras; por lo pronto, esta Anna Karenina, como en la película, será discriminada de la categoría de películas épicas.
aría es una joven de 18 años de carácter solitario y soñador que busca darle sentido a su vida en la capital mexicana. Su último día en la escuela será el comienzo de un viaje carretero para atravesar el país desde los caóticos paisajes capitalinos hasta los pacíficos mares de La Paz al sur de la península de Baja California, pasando por los desiertos sinaloenses. El motivo de este viaje aún no lo comprende, está consciente de que no se trata de un viaje de placer, tampoco es para encontrarse con amigos, sabe que es un viaje que se ha gestado de sus sueños y su corazón roto... aunque de eso tampoco está muy segura. Bajo esta premisa llega Un Mundo Secreto, la ópera prima del poblano Gabriel Mariño, quien también escribió el guión de ésta cinta que protagoniza Lucía Uribe, Roberto Mares y Olivia Lagunas en la que María, la protagonista, escribe en su diario una narración ficticia en tercera persona que funciona como válvula de escape y que le permite conocerse a sí misma; esto, aunado a las nuevas personas que conocerá en ese viaje hacia el norte de México que ha decidido emprender, la guiará hacia ese mundo secreto en el que encontrará compañerismo, compasión y amor. Una road movie que nos remite automáticamente a Y tu mamá también (Dir. Alfonso Cuarón; 2001) y Por la libre (Dir. Juan Carlos de Llaca; 2000), dos títulos nacionales en los que los protagonistas, a la par que transitan cierto trayecto geográfico, realizan también un viaje introspectivo que les resulta revelador y catártico. La película se hizo acreedora al fondo suizo de producción Vision Sud Est; además participó en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara en 2012 y estuvo presente dentro del programa Cine en Construcción del Festival de Cine de San Sebastián. Finalmente este mes se estrena en México, recomendable cine nacional.
Cuando Germán Noble (Gonzalo Vega) -un manipulador y poderoso empresario- se da cuenta que los haraganes de sus hijos Javi (Luis Gerardo Méndez), Bárbara (Karla Souza) y Charlie (Juan Pablo Gil) están tirando sus vidas por la borda, decide fingir la quiebra de su empresa para darles una lección, haciéndoles creer que todas sus propiedades fueron embargadas: los deja sin coches, celulares y tarjetas de crédito; los lleva a vivir a un vecindario pobre; los hace cambiarse de apellido y cortar contacto con todos sus amigos para salir adelante haciendo algo que ninguno de ellos había hecho antes... trabajar. Será ahí y bajo esas condiciones donde los hijos de Germán aprenderán cuál es su valor sin un apellido, fortuna y posición social. Mientras que el propio Germán aprenderá una lección: su error no fue educar a sus hijos con mano suave, sino que prefirió ser empresario que ser papá.
Los Croods es una comedia prehistórica de aventuras que sigue a la primera familia del mundo al embarcarse en el viaje de su vida cuando la cueva que siempre los ha protegido del peligro se destruye. Viajando por unos paisajes espectaculares, los Crood descubren un nuevo mundo increíble lleno de criaturas fantásticas - y su forma de ver las cosas cambia para siempre.
El joven Jacky Bonnot sueña con triunfar en un gran restaurante. Pero su precaria situación económica le obliga a aceptar trabajos como cocinero que ni siquiera consigue conservar. Un día se cruza en su camino Alexandre Vauclair, un célebre chef, cuya acomodada posición se ve amenazada por el grupo financiero propietario de sus restaurantes.
Ahora, los G.I. Joe no solo tendrán que luchar contra su enemigo mortal, la organización criminal COBRA, sino que además se verán obligados a lidiar con las amenazas y traiciones dentro de su propio gobierno que ponen en peligro su propia existencia.
Basada en la aguda y optimista auto-biografía del periodista y poeta avecindado en California, Mark O'Brien, “Seis sesiones de sexo” nos narra la historia de un hombre que ha pasado la mayor parte de su vida dentro de una cámara hiperbárica y que está resuelto -a los 38 años de edad - a perder su virginidad. Con la ayuda de su terapista y con la guía de su sacerdote, emprende el camino para convertir su sueño en realidad.
La vigesimotercera cinta (oficial) de James Bond superó por mucho las expectativas del público (a excepción de sus fanáticos más puritanos) y se colocó como la cinta más exitosa de la franquicia, superando los mil millones de dólares a nivel global. Y es que el director de Belleza Americana (American Beauty) logró colocar a la franquicia en otro nivel de complejidad, si no en el terreno de la trama, sí a nivel propositivo con claras influencias del cine de Wong Kar-wai y Christopher Nolan. Con pocas secuencias de acción (las cuales están magistralmente realizadas) y un villano que aparece casi una hora después del inicio del filme, Skyfall se coloca como la mejor película de Bond hasta la fecha.
http://issuu.com/celuloidedigital/docs/celuloide_digital_-_noviembre_2012_skyfall
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La cinta de Ron Howard (director) y George Lucas (productor y responsable del guión) celebra su 25 Aniversario con su lanzamiento en formato casero de alta definición; la cinta es un mágico relato al más puro estilo del cine aventuras y fantasía, una experiencia que se ve expandida gracias a las nuevas presentaciónes especiales del Blu-Ray, el cual contiene, entre otras cosas, escenas eliminadas y cápsulas detrás de cámaras nunca antes vistas. Willow es para los 80, lo que El Señor de los Anillos es para los 2000. Imprescindible en la colección de todos los amantes del género fantástico.
www.canalfx.tv/mx/
http://oncetv-ipn.net/index.php
www.canal22.org.mx/cinema22/index.html
http://oncetv-ipn.net/index.php
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Ya vamos por el tercer compositor épico en esta serie de posts que revive los temas que nunca olvidaremos o que tenemos que conocer. Ya pudimos ver los 10 mejores temas del maestro de la emoción y los vientos (John Williams) y el del terror (Jerry Goldsmith), ahora, es tiempo de ver los mejores trabajos de quien se encargó de hacer mágicas las películas Western, el señor Ennio Morricone. Ennio Morricone ha de ser uno de los compositores más polémicos que entrará en este especial y, posiblemente, uno de los más polémicos entre los compositores, ¿por qué? Pues, este señor posee muchos amantes de su música (me incluyo), como también muchos detractores que cuestionan el uso de ciertos instrumentos poco convencionales (esa gente parece no cansarse de los violines y del piano parece). También es muy “polémico” porque se lo considera uno de los mejores compositores de nuestros tiempos, pero, aun así, nunca ha recibido un Oscar. Al menos para mí el Oscar honorífico no cuenta, es un premio que se le dio para que la gente no se queje, pero los frígidos de la academia nunca reconocieron su trabajo. Más allá de que a muchos no les guste, no podemos negar que su legado se siente hasta hoy en día, y es por eso que veremos (o mejor dicho, escucharemos) los 10 mejores temas que ha compuesto el maestro del Western.
Para comenzar la lista, uno de sus temas más memorables. Comienza imitando los sonidos del coyote, ya desde un principio nos damos cuenta por qué la gente dice que utiliza instrumentos poco convencionales. Unos segundos después de los primeros sonidos de viento, podemos sentir como la percusión marca el ritmo al más puro estilo “militar”. Luego, escuchamos silbidos marcando el motiv de la música y entran, sin que podamos imaginarnos, unas voces que parecen “caídas del cielo”, logrando una mayor emoción al escuchar el tema. Los desconcertantes alaridos que entran luego en el tema, por más extraños que sean, increíblemente, van perfectos con la música. Finalmente, la música va perdiendo fuerza para cerrar con unos violonchelos de una forma sublime para los amantes de lo clásico. En mi opinión, es la simpleza del movimiento principal lo que da tanta fuerza. Creo que sin este tema, este clásico del viejo oeste no sería lo mismo.
Con el tema principal de “The Untouchables” Ennio nos demuestra que también puede ser un fetichista por las cuerdas, y vaya forma de mostrarlo. Si bien el tema comienza de una manera tranquila, rápidamente adquiere fuerza con el movimiento principal, donde un ejército de cuerdas y trompetas nos deleitan de forma increíble. Luego las cuerdas dominan el tema, dándonos algo de respiro para la segunda vuelta del movimiento principal, esta vez, no tan de golpe. Para finalizar, sí lo hace de manera abrupta, con las cuerdas y vientos llegando a su máximo potencial.
Para los puristas que prefieren el sonido del piano y el violín, tenemos en nuestra lista el tema principal de “Cinema Paradiso”, un tema que transmite mucha nostalgia. No sé bien como explicar, yo no he visto la película pero, al escuchar ésta música, veo escenas de mi infancia. Me sorprende como Ennio nos remonta a tiempos de nuestra niñez con este tema. Comienza con el movimiento principal en el piano, hasta que llega el violín a dar tristeza. A lo largo del tema las cuerdas y el piano se mezclan de una forma perfecta, indescriptible, solo escuchando pueden entender la
Con mucha simpleza y elegancia comienza una de las piezas más memorables de Morricone. Ambientándonos, relajándonos, hipnotizándonos… Esta sensación se mantendrá a lo largo de todo el tema. A los 20 segundos ya toma fuerza con el movimiento principal, con la fuerza de zampoña, y los ecos al estilo de “Carrozas de fuego”. El tema sigue con la misma fuerza hasta que, en un momento, parece que perecerá. Pero no es así, es allí cuando el tema cobra realmente fuerza, repitiendo ese motiv tan conocido, para finalmente cerrar con unos coros casi imperceptibles.
Esta música habrá sido tan usada en los medios de entretenimiento, que no sé como explicar cómo hizo Morricone, nuevamente, para darnos un tema que sea perfecto para la escena de la película y aun más que eso, perfecto si lo extraemos del film. Comenzando de una forma bastante melancólica se abre paso para transmitir valentía y coraje. La voz de fondo da un tono de mayor heroísmo al tema, luego esta voz se mezcla con los demás instrumentos, pues los mismos toman mayor fuerza, para luego darnos un necesario respiro. Después de ese respiro que necesitábamos, vuelve a sonar el movimiento principal, pero va perdiendo fuerza lentamente para cerrar de una manera brusca.
Como toda película de mafiosos, existe el factor de suspenso e intriga. Siempre la música es parte fundamental de la película para que se puedan transmitir dichas emociones y Ennio Morricone logra eso en este score. Pero más allá de que lo logre, lo interesante es el modo en que lo hace. Abre el tema de una forma bastante clásica, al más puro estilo Nino Rota en “The Godfather”, pero luego toma un giro bastante interesante cuando entra en juego ese instrumento de viento tan intrigante y seductor, marcando claramente el motiv del soundtrack. La instrumentación de fondo es bastante “misteriosa” y, como siempre, los coros juegan un papel importante en el score, y este caso, no es precisamente la excepción.
Cuando escucho este tema, al principio siento que escucho un tango, bastante seductor, pero rápidamente cambia de escencia, transmitiendo, por sobre todo, coraje. Mientras me deleito escuchándolo, me imagino los vaqueros preparándose para su última batalla. Luego de este sentimiento de “preparación” ya entran los otros instrumentos de viento para transmitir algo más de emoción, siempre marcando el ritmo con la percusión a lo militar de fondo. Curiosamente, en este tema no escuchamos los coros a lo Morricone pero, aún así, transmite todo ese entusiasmo tan característico del viejo oeste.
El score de “Days for Heaven” supuso la primera nominación al Oscar para Morricone. Más allá de que no se haya llevado la preciada (ni tanto) estatuilla dorada, tenemos que admitir que Ennio, en esta entrega, nos presenta un tema simple, con un movimiento principal memorable y una instrumentación muy acorde. El tema comienza con el movimiento principal y se va desarrollando a lo largo a través de diferentes instrumentos, lo que hace que sea más dinámico a pesar de sólo recurrir a este motiv.
Poing-poing-poing-piu-poing-piu-poing… Así comienza uno de los temas más memorables y menos “ortodoxos” de Ennio Morricone. Tras estos sonidos que nos hacen sentir que saltamos, viene un silbido que marca el movimiento principal. Luego, ya entran de a poco otros instrumentos a formar parte de esta amalgama perfecta de sonidos. Obviamente, en un tema como este, no pueden faltar los coros de Morricone, que al principio parecen las de una tribu indígena, pero luego se van “estilizando”, como el tema. Además de las voces épicas que escuchamos, la guitarra da un realce al tema, haciendo que sea más “puro”, menos orquestado, pues Ennio prioriza los instrumentos poco convencionales. Ya hacia el final solo nos queda el silbido y la marcha percutida de fondo pero cierra totalmente con unos violonchelos alucinantes.
Uno de los temas más memorables de la historia del cine, Gabriel’s Oboe. Ese movimiento tan único de esta música es acompañado a la perfección con instrumentos de fondo a lo Bach. En principio el tema relaja y nos calma, a la segunda mitad del score ya van entrando en juego más instrumentos, realzando la belleza de esta obra maestra. Si bien este tema no posee coros caídos del cielo, es la simpleza de la melodía lo que hace que funcione tan bien y, tras esta melodía, se encuentra una historia que realza el valor del tema. Cuenta la leyenda que mientras Ronald Joffé filmaba la escena con Jeremy Irons el actor ignoraba por completo cómo ejecutar el instrumento, por lo que Ronald le dijo que no se preocupe, que nada más toque como le parezca, que luego harían la música. Todo muy bien, hasta que Morricone vio la cinta y se vio antes esta “limitación”: Él debía hacer la música, pero debería estar sincronizada con los dedos de Jeremy, para que no parezca montado. Limitación o facilidad (para mi es una limitación gigante) lo cierto es que, tras este suceso, surgió esta melodía que parece caída del cielo.