EL CCU EN LA MEJORA BARRIAL
EL CCU EN LA MEJORA BARRIAL Escribe: Valeria Esteves
El suelo urbano y los territorios son motivo de grandes disputas, en consecuencia de ello, también lo es el acceso a la vivienda, el hábitat y la ciudad, entendidos tanto derecho humano, como valor de cambio por parte de los mercados del suelo e inmobiliario. En contextos de baja regulación estatal, quienes cuentan con mayor fortaleza mercantil lideran los destinos de los suelos, quedando excluidos/as quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad.
“La informalidad y la invasión de predios, llegó a ser la alternativa de supervivencia para amplias capas de la población, vulneradas por la coyuntura económica regresiva, ensanchando, en forma persistente, la mancha urbana y multiplicando lo que dio en llamar asentamientos irregulares” (Arana, 22, 2010)
Este contexto generó, entre otras cosas, la ocuLos primeros agrupamientos de asentamientos pación irregular de tierras periféricas en las ciuhumanos realizados de forma irregular y pre- dades extendiéndose de esa forma los límites caria, en nuestro país, fueron durante la dé- de las mismas. Dicho proceso no fue sólo una cada del 60, cuando parte de la población rural, realidad uruguaya sino que también tuvo lugar excluida de sus entornos laborales habituales, en otros contextos latinoamericanos. llegaban a las ciudades en busca de oportunidades de trabajo para sostener una vida digna. A partir de la creación del PIAI (Programa de Tales fueron los conocidos como “cantegriles” Integración de Asentamientos Irregulares) en en el entorno de la capital. el año 1999, comenzaron los primeros programas de regularización y realojo de asentaDurante el período de la Dictadura militar (1973 mientos en el país, con financiación BID (Banco - 1985), así como también en la década de los Interamericano de Desarrollo). noventa, las medidas adoptadas por los gobiernos, agudizaron la desigualdad al acceso a la La reformulación de la ley 13.728 (Plan Nacional vivienda y el hábitat a través de políticas como de Vivienda) del año 1968 se propuso entre los la liberación del mercado de alquileres, reduc- objetivos a cumplir entre los años 2005-2009, ción del financiamiento y construcción de vivien- mejorar las condiciones de los sectores más vuldas por parte del Estado, así como también la nerables, así como también mejorar el acceso reducida oferta de tierra urbanizada accesible; al derecho a la ciudad, a la vivienda y hábitat alejándose del Estado Benefactor característico dignos, proponiendo un Estado interventor en del siglo XX y aproximándose a uno “autista y de- las políticas públicas de dicho sector. sertor” según refiere Arana (2010). A pesar de los esfuerzos realizados por las poEsta situación, complejizada por otros facto- líticas habitacionales dirigidas al abordaje de res económicos y sociales, profundizó la exclu- esta problemática en la actualidad el número sión y segregación urbano territorial de muchos sigue siendo significativo. Según un informe técuruguayos/as. nico realizado por el Programa de Mejoramiento
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Edición 60 aniversario