6 minute read

FECOVI

FEDERACIÓN DE COOPERATIVAS DE VIVIENDA

ENTREVISTAMOS A SU CONSEJO DIRECTIVO

Advertisement

¿Cómo definiría el contexto actual? Posibles efectos a partir del cambio de signo en el gobierno nacional, la repercusión de la pandemia, los efectos de las medidas impuestas por la emergencia sanitaria en los ámbitos de trabajo de la organización.

El contexto actual es realmente preocupante para el cooperativismo de vivienda. Si bien en campaña electoral todos los candidatos aseguraron y se comprometieron con el sistema cooperativo en general y el cooperativismo de vivienda en particular (recordamos que el actual presidente asistió a la sede de CUDECOOP el 11 de setiembre de 2019 y así lo sostuvo enfáticamente) los hechos están demostrando lo contrario. Los sorteos para los préstamos se redujeron a la mitad, el cronograma de escrituración es lento y la promesa de escriturar entre 4 y 5 cooperativas por mes arroja una proyección que, siendo muy optimista, reduce en un 50% la cantidad de viviendas cooperativas comparando con el quinquenio anterior.

El impacto negativo es múltiple: desgaste del sistema, frustración de las familias, incremento del déficit habitacional, pérdida de puestos de trabajo en la industria de la construcción y en los institutos de asistencia técnica, etc.

Resulta llamativo que el Ministerio de Vivienda diga que hay que reducir el costo del metro cuadrado de construcción de los más de dos mil dólares promedio actuales a mil, y tome la decisión de afectar al programa cooperativas que justamente es el único programa probado durante 50 años que construye actualmente a menos de mil dólares el metro cuadrado.

Pese a lo dicho, desde la Federación tenemos esperanzas que el Poder Ejecutivo en su conjunto pueda corregir el rumbo rápidamente, antes que sea demasiado tarde.

¿Cuáles son los principales temas que se encuentra trabajando la organización actualmente?

Tenemos una plataforma gremial que se mantiene con temas que vienen del período pasado. La reglamentación 2008 tuvo varios aspectos positivos, y otros negativos. Uno de ellos, el más relevante tal vez, fue la modificación de la tasa de interés, que pasó del 2% (en realidad la tasa es del 7% y cuándo la cooperativa comienza a amortizar si no registra atrasos superiores a tres meses baja al 2%) al 5.25 en UR. Hoy por hoy esa tasa de interés es más alta que la que ofrece la banca privada en el mercado. O sea que el Estado aplica a la vivienda de interés social un interés superior a los bancos de plaza ¿y el “interés social”? Bien, gracias.

Otro tema originado en los últimos períodos es la exoneración de IVA a las obras cooperativas. Cuando se aprobó la mal llamada Ley de vivienda de interés social, hoy Ley de Vivienda Promovida, se exoneró de todos los impuestos, incluido el IVA a los inversores privados. Aún sin entrar a discutir filosóficamente tamaño renunciamiento fiscal, parece paradojal que a las cooperativas, verdaderas viviendas de interés social se las haga tributar el impuesto. O sea que del 85% del proyecto cooperativo que es financiado por el Estado mediante préstamo hipotecario, en UR y con una tasa de interés del 5.25 una de las más altas del mercado, parte de ese préstamo retorna al propio estado mediante el impuesto. La exoneración tendría entonces un doble impacto: en primer lugar, el Estado con la misma plata podría financiar más obras -y así solucionaría parcialmente uno de los problemas que hablamos antes- y por otro, al ser el monto de los préstamos menores, también menor será la cuota futura a pagar.

Y a esos temas le sumamos las nuevas preocupaciones que detallábamos en la pregunta anterior. A nosotros como FECOVI nos preocupa mucho que haya nuevas cooperativas y que puedan construir en tiempos cortos. Sobre esto elaboramos en conjunto con la Mesa de IATs y con el apoyo de varias organizaciones un extenso documento que explica y fundamenta la situación.

Pensando en un mediano plazo ¿Cuáles son los desafíos para su sector y para el movimiento cooperativo en su conjunto?

El movimiento cooperativo tiene hace años un gran desafío. Si en Uruguay somos 3 millones y pocos, hay un millón de cooperativistas y la economía de las cooperativas no mueve la aguja, algo no está bien. Tenemos que lograr que el millón de cooperativistas sea verdaderamente un millón de cooperativistas, no sólo cuantitativamente sino cualitativamente, es decir, comprometidos con la filosofía, con los valores y principios cooperativos. A eso, hay que sumarle un fuerte desarrollo de la intercooperación, un millón de cooperativistas viviendo en cooperativas, consumiendo en cooperativas, produciendo y trabajando en forma cooperativa, ahorrando y tomando créditos del sistema cooperativo, informándose por medios cooperativos pasaríamos a ser una potencia en Uruguay. Obviamente esto es teórico y está planteado en términos absolutos sólo a tales efectos, porque no nos olvidamos que vivimos en una economía de mercado, pero lo decimos así para ejemplificar rápidamente. La intercooperación está hace años en la agenda, pero no avanza o avanza muy poco. INACOOP y CUDECOOP tienen mucho para hacer al respecto, liderar en serio ese proceso.

Para el cooperativismo de vivienda tal vez está llegando la hora de re pensarse en algunos aspectos. Tenemos 50 años, un sistema exitoso, ejemplo mundial. Pero la sociedad cambia, las nuevas generaciones ¿están dispuestas a esperar 10 años para concretar su proyecto de vivienda? ¿Y están dispuestos a pasar 25 años más pagándolo? Muchos sí, otro tanto tal vez no. ¿Y para esos el cooperativismo de vivienda tiene respuesta? Hoy en Uruguay no. Los fenómenos asociativos de co living están a la orden del día en otras latitudes, nosotros que integramos un sistema de usuarios bien podríamos explorar esas líneas. Además, no sólo para jóvenes ¿qué respuesta tenemos para los adultos mayores? Sistemas de co living, con cuidados, cooperativas de cuidados trabajando, cooperativas de usuarios con personas mayores acompañándose, compartiendo espacios. Hay mucho para pensar, para hacer, pero si tenemos que estar sosteniendo el sistema actual porque lo están bombardeando, difícil es poner cabeza en estas cosas.

¿Cuáles entiende que son las claves o ideas fundamentales para fomentar un máximo desarrollo del cooperativismo nacional a futuro?

La Ley 18.407 para nosotros fue un hito, igualable al hito de la ley de vivienda de 1958. Ahora, ya han pasado más de 10 años del último gran mojón en favor del cooperativismo. El INACOOP fue una creación fundamental de esa ley, pero no se ha convertido en una referencia efectiva en el diseño de políticas públicas fuertes que impulsen al sector. Aporta mucho, pero por ejemplo no tiene en su ceno un grupo de prospectiva, que impulse los cambios que el sistema necesita pensando en el hoy y en 20 años para adelante. Le falta más fuerza en intervenir en la política pública, debería tener capacidad de dialogar Ministerio por Ministerio para revisar las políticas del sector. En vivienda por ejemplo, debería estar interviniendo para que se enderece el rumbo.

Por otra parte, las leyes muchas veces son letra muerta. El acto cooperativo es un ejemplo de ello, está muy lindo consagrado en la ley, ahora si se hace un negocio entre dos cooperativas y Ud va a la DGI a decir que no va a tributar porque es un “acto cooperativo” lo sacan corriendo.

Qué queremos decir con estos ejemplos, que el principal desafío para el sistema es pasar de lo declarativo a lo concreto. Robustecer el sistema cooperativo no en los papeles, en los hechos.

This article is from: