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El arte contemporáneo tiene un lugar privilegiado para ser contemplado en nuestra ciudad: el Centro de Arte Alcobendas. Desde su inauguración se ha podido disfrutar de la obra de artistas con una larga y consolidada trayectoria y de exposiciones en colaboración con grandes instituciones que han hecho que Alcobendas sea referencia del arte actual en la Comunidad de Madrid. En esta ocasión se aúnan ambos aspectos en la figura clave de la pintura nacional, Miki Leal, y la Fundación Caja de Burgos, de reconocido prestigio como promotora de la creación artística contemporánea y organizadora de magníficas exposiciones. Con la exposición Mariposas y cocodrilos. Ensayo para una pieza camp se continúa con la enriquecedora colaboración que se inició ya hace unos años con la Fundación Caja de Burgos. Seguro que los resultados para los ciudadanos que visiten estas dos exposiciones producirán tanta satisfacción como ilusión y compromiso se está dando desde la organización de la muestra. Nos sentimos especialmente orgullosos de la colaboración mantenida para llevar a cabo esta exposición en dos sedes y tener en nuestras salas la obra de uno de los principales representantes de la defensa del acto pictórico en nuestro país. No podemos dejar de agradecer profundamente el buen hacer y las facilidades que hemos recibido por parte de la Fundación Caja de Burgos para la organización y el desarrollo de esta exposición y compartimos con ellos el interés por la difusión y la conservación del patrimonio que nos lleva a programar actividades que acerquen cada día a pequeños y grandes el arte más actual de nuestro país. Siempre bienvenidos en Alcobendas. Ignacio García de Vinuesa Alcalde de Alcobendas
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Desde que en 1670 Richard Lassels acuñara el término Grand Tour en su obra Le voyage d’Italie y hasta la irrupción del ferrocarril y del turismo llegado de su mano a comienzos del siglo XIX, el viaje por Italia supuso una suerte de viaje iniciático para los jóvenes aristócratas y para los artistas y literatos europeos. Pese a su enunciado francés fue curiosamente más popular entre las clases media y alta británica, quienes la entendieron como una fuente de conocimiento esencial, indispensable en su formación. El encuentro con el arte clásico, la glorificación del renacimiento (y el desdén por el barroco) se verificaban en un recorrido que comprendía Florencia, Roma y Pompeya y se dilataba por Turín, Milán y Venecia, al hilo del patrón marcado por el helenista Johann Joachim Winckelmann y extendido por Goethe, en su indispensable obra Viaje a Italia, hasta Sicilia. El proyecto expositivo que Miki Leal (Sevilla, 1974) presenta en el Centro de Arte Caja de Burgos CAB revisita y reúne sus últimos trabajos a partir de la lectura, en clave pictórica, de la ciudad de Roma y de su pasado clásico. Contemplada desde el prisma del Grand Tour, por la pintura de Leal asoma el dandismo (entendido desde el ideal de perfección absoluta en los hábitos y comportamientos sociales y cohonestado temporal y espacialmente con la experiencia del Grand Tour). Las referencias a Stendhal, Lord Byron, George Brummell u Oscar Wilde trufan la pintura de Miki Leal con elocuentes citas a “las vistas de Roma, ejecutadas en gran formato, donde se integran los signos del pasado con la actualización del presente”, en palabras de Alberto Martín, quien ha comisariado esta exposición para el CAB. Pero el trabajo de Miki Leal reflexiona también sobre el propio acto de pintar, sobre la disputa entre actos y gestos, sobre el combate entre la representación de la cultura y sus símbolos con frecuencia velados, solo accesibles para unos cuantos iniciados. Un pugilato que el artista acota en un terreno de juego cerrado, de normas precisas y movimientos calculados. Mariposas y cocodrilos, el título enunciativo de la exposición, alude al tenis y a sus variantes estilísticas, tal y como fuera definido por el influyente crítico de cine francés Serge Daney. Daney, que simultaneaba su pasión cinéfila con escritos y crítica de tenis, trazó una sutil metáfora de la creación, del arte y del juego en su obra L’amateur de tennis. Solo hay dos formas de encarar la partida (y la vida, y el arte): desde la red (las mariposas) o desde el fondo (los cocodrilos). Fundación Caja de Burgos
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Le jardin des plantes M.ª José, Arthur y yo estábamos en París, con motivo de la beca Velázquez… no me la dieron; una vez pasado el mosqueo nos dedicamos al disfrute turístico. Arturo tenía 7 años y los dinosaurios eran sus mejores amigos. Nos recorrimos todos los museos de Ciencias Naturales y pasamos muchas mañanas en la tienda Deyrolle situada en la Rue du Bac, una auténtica lección de biología, un gabinete de curiosidades, minerales , insectos , hierbas, preparaciones microscópicas , estudios de huesos, cosechas botánicas y zoológicas… Pero lo más interesante era esa especie de Arca de Noé con aves, osos, cabras, jirafas, leones, ciervos, tigres e incluso elefantes. Con todo esto en la cabeza y con la última visita a Le Jardin des plantes ( Jardín Botánico) empecé una serie con igual nombre; las piezas se hacen desde el mismo lugar donde Rousseau copiaba sus maravillosas plantas exóticas.
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Las primeras vistas de Roma Nada más llegar a Roma fuimos invitados por la Academia de España a una recepción de bienvenida en la Academia Francesa, la Villa Medici. La celebración tuvo lugar en unos grandes jardines cerca de donde Velázquez hizo su instantánea. Todos repetimos cámara en mano esa misma foto, incluso actuamos un poco dentro de ese enorme escenario. Justo antes de empezar la comida una chica nos fue enseñando algunas dependencias del palacio. La sala de los tapices es la única que recuerdo como especial; había uno donde se representaba una escena africana-caribeña de animales exóticos y muy variados, mezclado con frutas de dimensiones insospechadas y en el margen derecho una joven negra semidesnuda recoge la cosecha. Este fue el primer contacto con mi tema del grand tour, me imaginaba a algún aristócrata transcribiendo todas aquellas especies que había visto durante sus viajes y safaris y cómo la forma de representarlos demostraba no haber visto jamás a esos animales en directo. Ademas del interés estético y conceptual de esta tela, a nivel formal se me planteaba un reto que me encanta. Cómo traducir al lenguaje pictórico un tapiz, con la trama y la urdimbre, con el desgaste del tiempo y sobre todo de una manera rápida y elegante. Al llegar a mi habitación (27) apunté en mi cuaderno el primer cuadro de la serie “Dandys en Roma”, sería un retrato de Dickens con su camisa, sus zapatos y su grabado de Piranesi. Más tarde y ya metido en pinturas me acordé de un relato corto de Dickens donde tras haber visitado la arena del Coliseo se encuentra un papel arrugado y gastado con una cita amorosa (a las 7 en la puerta 13) y su posterior asombro al darle la vuelta y descubrir que era un auténtico programa del Coliseo con todas sus actuaciones detalladas. Ese es el papel que se representa al lado de la camisa y en primer plano.
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Comiendo con Rico Sardelli Después de unas semanas pensando y paseando por Roma, recibo una llamada de un buen amigo que vive en la Toscana y que se ha enterado de que estoy becado por la Academia en Roma. Me cuenta una historia sobre una pieza que compró en un mercadillo; una especie de pandereta pintada por Fortuny y cuatro artistas más, durante su estancia en Roma. A Rico se le ocurre que podríamos hacer algo parecido con mis compañeros pintores de beca. Así comienza mi segunda pieza del proyecto, una pintura que guarda mucha relación con algunos dibujos de una serie anterior que se llamaba “Le jardin des plantes” o dónde solía pintar Rousseau en París. Nada más comentarlo a mis dos amigos y residentes, Santiago Ydáñez y Santiago Giralda, nos ponemos en camino hacia Poggibonsi, el pueblo donde vive Rico y dónde empezaríamos nuestro particular viaje siguiendo los pasos de Piero della Francesca y de Giotto. Estuvimos en San Giminiano, en Siena, en Florencia, en Arezzo, en Asís y finalizamos en Orbietto. Aproximadamente esto es lo que cuenta esta segunda pieza del proyecto.
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La tumba pareada de Keats Algunos días me encontraba solo y un poco decaído, y no sé muy bien por qué siempre terminaba en el cementerio acatólico. (Probablemente pensaría que ellos estaban mucho peor que yo.) También puede ser por la pirámide de Cayo Cestio (tiene un atractivo natural y mágico que te lleva muy alto). Después de muchos paseos descubriendo tumbas y tumbas siempre me quedaba con la misma, la de Keats y Joseph Severn. Una tumba pareada de amigos inseparables. La de un poeta y un pintor. La obra la tenía en la cabeza y además había hecho millones de fotos a todas las horas del día y de la noche, con gatos y sin gatos, con pirámide y sin pirámide. Con muchos cipreses y sin nadie. El cuadro empezó a tomar forma rápidamente pero de una manera muy naturalista y siempre me faltaba algo, y siempre me atrevía a hacerle algo más. Al final decidí que le hacía falta un buen primer plano, muy limpio y contundente (una valla metálica por la que desde el exterior del cementerio se podían ver las tumbas pareadas). Y así fue como me despedí de la primera propuesta de cuadro sobre la tumba de Keats. (Hoy no existe tal cuadro, solo debajo de este otro que finalmente pinté encima.)
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El nadador y Goethe Una de las primeras películas que proyectamos en el cine de la Academia fue El nadador, esa peli de Burt Lancaster basada en un precioso y triste relato de John Cheever. La imagen final de la película nos muestra una pista de tenis abandonada como símbolo de decadencia absoluta del protagonista. Esta escena se me quedó grabada y poco después tuve la necesidad de buscarla y de plasmarla en el tercer dibujo de mi proyecto. La pieza se llama El duelo y parte de un escrito de Goethe sobre los duelos que tenían los dandys con bastón. Empecé a buscar información y encontré algunos grabados anónimos sobre el tema del bastón como arma de duelo, y de ahí arrancó la idea que luego desarrollé. En el centro del papel aparece la imagen superpuesta, como si fuera un grabado depositado, de la famosa pintura de Tischbein, Goethe en la campiña romana, 1787.
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El retablo del Foro Itálico Siguiendo los pasos de Stendhal, no me perdía ninguna iglesia durante mis paseos por Roma, pues siempre encuentras algo sorprendente e inesperado. En todas las iglesias había mármoles de todos los colores, auténticos y también pintados, imitados con una técnica un poco burda pero muy efectiva. Tomaba fotografías de todos los modelos, nunca había visto tal muestrario de mármol, de betas, de colores.
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Mi obsesión por el tenis y los mármoles Hace un año que llevo trabajando la idea de hacer una exposición sobre el tenis. Soy muy aficionado a jugar y a ver tenis. A estas alturas de mi residencia, estaba completamente romanizado y había intentado olvidar todos mis temas anteriores y obsesiones. El sábado a las cinco de la tarde estaba con mi hermano Rafa en el Master de Roma, en la pista dedicada a Nicola Pietrangeli; es una pista muy cercana, es muy humana, tiene una escala de lo más casera aunque las esculturas que lo rodean te transportan a la antigua Roma. Mientras veía el entrenamiento de Del Potro, no podía pensar en otra cosa que recuperar el tema del tenis (a nivel pictórico) e intentar adaptarlo a mi Grand Tour y al mundo dandy. Técnicamente me encontraba libre, empecé con una aguada de acuarela que fue pidiéndome más densidad y opacidad a medida que fui avanzando en el paisaje. Para las gradas hice unos planos muy lisos en acrílico que fui decorando con estructuras de mármol. Lo único que me costó fue calcular la medida de las esculturas, ya que están muy por encima de su medida real (bueno, a ojo, pero lo cambié varias veces).
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Adriano el Sevillano La antigua ciudad egipcia de Canopus (zona de recreo muy cerca de Alejandrina) fue el modelo seguido por Adriano para su piscina de recreo, rodeada por un pórtico de columnas y esculturas que culminan en un templo coronado por una cúpula gallonada donde se albergaban las termas grandes y pequeñas. Este fue mi lugar de recreo por un tiempo con la compañía de Enrique Juncosa y Santiago Ydáñez. Con estos dos buenos entendedores de la vida, paseamos por toda la villa y planteamos algunos aspectos de la vida en Roma, de Adriano, de Sevilla, de los patios andaluces, de la ostentación y del arte contemporáneo.
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El descanso de Lord Byron Probablemente fue uno de mis primeros viajes en Roma. Vinieron a visitarme mi mujer María José y mi hijo Arturo; después de unos días en la Academia disfrutando de la Roma imperial, nos decidimos a coger el coche y hacernos un pequeño tour por la Toscana. De camino a Orbietto vimos un cartel de carretera que anunciaba BOMARZO (el parque de los monstruos); fue entonces cuando María José se acordó de Manuel Mujica y no paró hasta que llegamos a la puerta principal del parque. Mientras nos iba hablando de la novela y sus recuerdos, nos vimos inmersos en un caprichoso bosque lleno de secretos y curiosidades que fuimos descubriendo con la ayuda de una guía que compramos a la entrada. Todas las esculturas y la arquitectura estaban llenas de vegetación, la sensación era rara, entre parque temático de mentira y un pequeño cosquilleo como de miedo a lo desconocido. Francesco Orsini encargó este lugar en honor al alma de su joven esposa muerta. Así pues, encargó al escultor y arquitecto Pirro Ligorio (quien sustituyó a Miguel Ángel en la construcción de la basílica de San Pedro del Vaticano) que hiciera lo impensable: que construyera un lugar alejado de la armonía, la alegría y la belleza que debían predominar en toda obra renacentista para reflejar el dolor de su corazón y poder dedicarle este jardín al alma de su esposa. Cuando volvimos a la Academia sabía que aquellos escenarios aparecerían en alguna obra dandy.
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El estudio del pintor Desde mi ventana veía San Pedro y siempre pensé que era una suerte poder dormir más alto que el Papa. Quería finalizar la serie de los dandys con un “autorretrato”. Se supone que soy yo el último dandy de la escena. Están mis telas, mi habitación y yo personificado en un pequeño gorrión. Como decía san Juan de la Cruz, las condiciones del pájaro solitario son cinco: “Primera, que se va a lo más alto; la segunda, que no sufre compañía aunque sea de su naturaleza; la tercera, que pone el pico al aire; la cuarta, que no tiene determinado color; la quinta, que canta suavemente”.
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Un polo de limón Llevo un tiempo representando polos de tenistas famosos, desde Lacoste o Fred Perry hasta Nadal o Federer. Francesco es un superprofesor de tenis que me dio clases durante unos años en Madrid. Después de un largo recorrido por multitud de clubes o escuelas varias, terminó formando parte del equipo del Piatti Tennis Center. Hablamos sobre la posibilidad de hacer una expo durante el 60 cumpleaños de Ricardo Piatti. Así empieza la serie “Polos de limón”, camisetas de tenis muy emblemáticas que el público asocia a un tenista rápidamente: Borg, Vilas, Lacoste, Fred Perry, Wilander, Noah, Federer, Becker, Agassi, Nadal, Williams, Graf, Santana, Djokovic, etc. El viaje lo hicimos Patricio, mi actual profesor de tenis, y yo; fue un recorrido costero hasta llegar a Bordighera, ciudad de Liguria con un pasado muy inglés.
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El método Después de visitar muchas librerías de viejo buscando “métodos de tenis” que fueran antiguos y con cierto interés en su estructura, me di cuenta de que todos eran bonitos. El tenis es algo tan sumamente complicado, tan matemático, tan espiritual, tan imprevisible y a la vez tan técnico, que resulta imposible plasmarlo en un libro de manera efectiva, no se puede aprender a jugar al tenis con un libro. Esto hace que la inventiva de los editores y diseñadores sea muy particular. Un día vagabundeando por internet encontré un método de René Lacoste de 1935, una primera edición que compré por 40€. ¡Qué bien se publicaba antes, los tonos negros son brutales, intensos, imposibles hoy en día!
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Artificio y emoción Al inicio de sus Notas sobre lo “camp”, Susan Sontag define al menos tres territorios que en cierto modo perfilan su aproximación a este concepto: la sensibilidad, el artificio y la teatralidad y su condición de código privado, de símbolo de identidad. Su análisis, enfrentado a la dificultad de definición y concreción de lo camp, opta por un recorrido a través de argumentos cruzados y de la cita múltiple de referencias culturales, cuya acumulación, encuentro, yuxtaposición y también oposición, permitirían su interpretación. Método muy próximo al montaje, como si se tratara de una especie de collage. Y hacia el final de su fragmentario texto, conscientemente elaborado así y denominado por la propia autora como una “pieza camp”, hace dos afirmaciones que nos pueden resultar especialmente reveladoras. En la primera señala: “Lo camp es –repitámoslo– la relación con el estilo en una época en que la adopción de un estilo –en cuanto tal– se ha tornado enteramente cuestionable”. Y en la segunda propone: “Lo camp es el dandismo moderno. Lo camp es la respuesta al problema: cómo ser dandy en la época de la cultura de masas”. Ambas afirmaciones ofrecen un contexto interpretativo en torno a la trayectoria de Miki Leal. Al igual que los anteriores argumentos y territorios. El código privado y los símbolos de identidad desplegados a través de una serie de ejercicios contextuales que habitan su obra y que bien pueden definirse como su particular y reconocible mikitología personal. El territorio del tenis y la referencia explícita al dandismo, pasando por la alusión directa al Grand Tour, dan cuerpo al bloque de trabajos que aquí se presentan, pero de igual manera podemos recordar, a lo largo de años de trabajo, el juego de alusiones y citas pictóricas, cinematográficas o literarias, o aquellas procedentes del mundo del diseño y las artes decorativas que habitan su obra, hasta cubrir un amplio espectro de motivos, contextos y referentes que, como nota distintiva, ofrecen una intensa circulación y diálogo entre la alta y la baja cultura, lo masificado y lo aurático, lo reproductible y lo manual, e incluso lo banal y lo trágico, como señalaba Marguerite Yourcenar a propósito de Oscar Wilde. Dos autores con los que podemos seguir un poco más. En esa misma aproximación de Yourcenar a Oscar Wilde, en un texto que profundiza también en los puentes tendidos entre tiempos distantes, algo que tiene que ver mucho con Miki Leal, la escritora cita: “Las grandes cosas de la vida son lo que parecen y, por muy extraño que resulte, son a menudo difíciles de interpretar. Pero las cosas pequeñas son símbolos”. El papel que desempeñan esos emblemas, por otra parte, algo muy dandi, se encuentra en la base de esa multitud de tropos-figuras que recorren su obra, serie de elecciones temáticas y estéticas que se cargan de simbolismo y definen un estilo, “su” estilo. Pues, precisamente, si hay algo esencial en la obra de Leal, es la cuestión del estilo. Que “el estilo lo es todo” es una afirmación recurrente que comparten lo camp y el dandismo, pero también otra referencia que ayuda a completar este juego de referencias: lo cool. Tres referentes compartidos y transitados por Miki Leal entre los que no solo es complicado establecer diferencias nítidas, sino que por el contrario comparten sensibilidades, actitudes y percepciones. La afirmación del estilo, la desenvoltura, la carga simbólica de las pequeñas cosas y la importancia de todo lo relacionado con los artefactos culturales, la preeminencia de lo emocional, lo lúdico y el uso de la ironía como vía de relación compleja con lo serio (como apunta Sontag), y con ello la apuesta por el juego y la teatralidad, o la relación tan esencial como problemática entre una forma y un contenido de la que se derivan desplazamientos de significados y presencias. Si la cuestión central es el estilo, el artificio es sin duda el medio para proceder a la consecuente estilización del mundo. A partir de ahí, y bajo la apariencia de una forma rica, elegante, un contenido que se articula a partir de un collage de citas y contextos, que combinan, tanto como dislocan, significados y referentes. Así aparecen aquí reunidos la ciudad de Roma y su pasado clásico, bajo el prisma referencial del Grand Tour, con el dandismo y el tenis, que no son sino las líneas que dibujan el terreno de juego en el que se dialoga sobre el acto mismo de pintar, sobre géneros y formas, sobre artefactos culturales y sobre signos, símbolos y emblemas y su manera de ser representados, o quizá fuera mejor decir teatralizados. Y el dandismo, pero también lo cool y lo camp, como actualización de un proceso complejo de estilización donde confluyen la armonía, la sorpresa, el anacronismo productivo, el diálogo presente-pasado, el efecto y la sutileza, la elegancia de la precisión, y especialmente la ironía y la emocionalidad. Los tres campos contextuales confluyen, se mezclan y dialogan, en una suerte de duelo o de partida en torno a la pintura, que bien puede remitir a los duelos que mantenían los propios dandis o los que entablan en cada ocasión los tenistas, ya sean cocodrilos o mariposas, los que juegan desde la línea de fondo o los que suben a la red, estilización y artificio en definitiva, en torno a ese deporte de cierta belleza metafísica como afirmaba David Foster Wallace, uno de sus principales exégetas. De los mármoles y pavimentos a las pistas de tenis, de la escultura clásica a los polos y sus marcas, de la geometría del terreno de juego al pintoresquismo de una vista romana, se despliega un anacronismo productivo, un artificio soportado por igual en la ironía y la emoción. Una pieza que tiene como escenario central una larga estancia en Roma, cuyos personajes son una serie de complejos tropos-figuras, y una dramaturgia en la que podrían convivir y encontrarse miradas y visiones tan dispares y distantes, pero en el fondo relacionadas, como las que encontramos en las Elegías romanas de Goethe, la Roma, peligro para caminantes de Alberti o, en eficaz contrapunto, el eco de los vacíos existenciales de John Cheever. Como se señalaba más arriba, tragedia y banalidad, las grandes cosas y los pequeños símbolos. Alberto Martín
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LISTA DE OBRAS 2 DANTÉS, 2015, díptico, 220 x 152 cm c/u
EL MÉTODO (2018 / Políptico (15) 77 x 58 cm c/u) 73 LA PORTADA DE TIÉPOLO
LE JARDIN DES PLANTES 12 LE JARDIN DES PLANTES (PENSANDO EN ROUSSEAU) II, 2016, 100 x 70 cm
74 EL MÉTODO: LAS GUARDAS DE HERACLES 75 EL MÉTODO: UNO 76 EL MÉTODO: LA NOCHE
13 LE JARDIN DES PLANTES, 2016, 99 x 70 cm 77 EL MÉTODO: LA EMPUÑADURA, REVÉS Y DRIVE 14 LE JARDIN DES PLANTES (EL GRAND TOUR II), 2016, 100 x 70 cm 15 LE JARDIN DES PLANTES (EL GRAND TOUR III), 2016, 100 x 70 cm
78 EL MÉTODO: UNE EXCELLENTE PRISE POUR SERVIR 79 EL MÉTODO: LA FUNDA 80 EL MÉTODO: JUEGO DE PIES
17 PENSANDO EN ROUSSEAU, 2016, 220 x 152 cm 81 EL MÉTODO: LO CONTEMPLATIVO, YONEX 82 EL MÉTODO: LOS AMIGOS DE PETER DANDYS EN ROMA 83 EL MÉTODO: FOREST-HILLS, APRÈS LA FINALE 22 DANDYS EN ROMA (EL PRIMER DÍA EN VILLA MEDICI) 2017, díptico 220 x 152 cm c/u 26 UN DÍA EN LA TOSCANA (PIERO EN AREZZO) 2017, díptico 220 x 152 cm c/u 30 AL PIE DE LA PIRÁMIDE (LA TUMBA DE KEATS), 2017, díptico 220 x 152 cm c/u 34 EL DUELO (PENSANDO EN JOHN CHEEVER) 2017, díptico 220 x 152 cm c/u 38 FORO ITÁLICO (Tríptico 220 x 152 cm c/u)
84 EL MÉTODO: FRED PERRY 85 EL MÉTODO: EL PÚBLICO 86 EL MÉTODO: LA DEDICATORIA 87 EL MÉTODO: DOS
UN POLO DE LIMÓN 90 MATS WILANDER, 2018, 75 x 55 cm
46 FORO ITÁLICO (ESTADIO NICOLA PIETRANGELI) 2017, díptico 220 x 152 cm c/u
90 BJÖRN BORG, 2018, 75 x 55 cm
50 EN CASA DE ADRIANO, 2017, díptico 220 x 152 cm c/u
90 SERENA WILLIAMS, 2018, 75 x 55 cm
54 EL DESCANSO DE LORD BYRON, 2017, díptico 220 x 152 cm c/u
90 RENÉ LACOSTE, 2018, 75 x 55 cm
58 HABITACIÓN NÚMERO 27 (EL ESTUDIO DEL PINTOR), 2017, díptico 220 x 152 cm c/u
90 ANDRE AGASSI, 2018, 75 x 55 cm 90 NOVAK DJOKOVICH, 2018, 75 x 55 cm 91 ROGER FEDERER, 2018, 75 x 55 cm
UN REFINADO PASATIEMPO
91 ARTHUR ASHE, 2018, 75 x 55 cm
62 EL COMIENZO, 2017, 41 x 53.5 cm
91 IVAN LENDL, 2018, 75 x 55 cm 91 BORIS BECKER, 2018, 75 x 55 cm
COCODRILOS Y MARIPOSAS
91 GUILLERMO VILAS, 2018, 75 x 55 cm
64 HENRY LACOSTE, 2016, 38,5 x 28,5 cm
91 JOHN MCENROE, 2018, 75 x 55 cm
64 K-SWISS, 2017, 27,5 x 24 cm
91 RAFA NADAL, 2018, 75 x 55 cm
65 FRED PERRY, 2016, 39 x 29 cm 65 FRED PERRY, 2017, 52.5 x 41.5 cm
94 INVITADO ESPECIAL, UN TAL R., 2017, 152 x 220 cm
65 YONEX, 2017, 30 x 24 cm
96 TIEMPO MUERTO, 2016, 46 x 38.5 cm
66 JIMMY CONNORS, 2016, 34 x 28,5 cm 66 IVAN LENDL, 2017, 58 x 42 cm 66 YANNICK NOAH, 2017, 37 x 30,5 cm 67 ROGER FEDERER, 2017, 36 x 28 cm 67 CHRISS EVERT, 2017, 36.5 x 28.5 cm 68 BJÖRN BORG, 2017, 49.5 x 38 cm 68 STEFFI GRAF, 2017, 37 x 29 cm 68 PETE SAMPRAS, 2017, 40 x 30,5 cm 69 JOHN MCENROE, 2017, 46 x 37 cm 69 RAFA NADAL, 2017, 39 x 29 cm
Todas las obras: Acrílico y acuarela sobre papel
FUNDACIÓN CAJA DE BURGOS Presidente Ginés Clemente Ortiz Director General Rafael Barbero Martín Área de Cultura e Innovación Educativa Óscar M. Martínez Sánchez Director de Arte Javier Del Campo San José
AYUNTAMIENTO DE ALCOBENDAS / CENTRO DE ARTE ALCOBENDAS Alcalde Ignacio García de Vinuesa Concejal de Educación y Cultura Fernando Martínez Rodríguez Coordinadora del Centro de Arte Alcobendas Belén Poole Quintana
CENTRO DE ARTE CAJA DE BURGOS Directora Gerente Cristina García Llorente
EXPOSICIÓN La exposición Mariposas y cocodrilos. Ensayo para una pieza camp de Miki Leal, que dio origen al libro Cocodrilos en la pista. Ensayo para una pieza camp, se celebró en el Centro de Arte Caja de Burgos CAB entre el 8 de febrero y el 26 de mayo de 2019 y en el Centro de Arte Alcobendas entre el 11 de septiembre y el 16 de noviembre de 2019.
CENTRO DE ARTE CAJA DE BURGOS
CENTRO DE ARTE ALCOBENDAS
Dirección de exposición Javier Del Campo San José
Coordinadora del Centro de Arte Alcobendas Belén Poole Quintana
Comisario Alberto Martín Gestión Isabel Redondo Yllera
Comisario Alberto Martín Organización y montaje Equipo Centro de Arte Alcobendas
Montaje Centro de Arte Caja de Burgos CAB
CATÁLOGO
AGRADECIMIENTOS
Edita Fundación Caja de Burgos Ayuntamiento de Alcobendas
A los compañeros de Nave Oporto y, en especial, a Irma Álvarez-Laviada por su inestimable complicidad y colaboración en la concepción y desarrollo de esta publicación. También desde Nave Oporto a FOD, María Tolmos y Miguel Ángel Tornero por su apoyo. A Cristóbal Quintero por suplir mis carencias informáticas. A Pedro Pacheco por su maestría y su trabajo con la cerámica. A Manolo Bautista, Miguel Ángel Delgado, Diana Martínez y Diana Vaccaro por prestarse a “jugar” en Le jeu, el vídeo que forma parte de este proyecto. A Gaia Bersanelli, Fran de Laurentiis, Ricardo Piatti y el Piatti Tennis Center y Patricio Ramos por haber hecho posible una nueva tanda de polos. A Paloma González Dotor y Enrique Tejerizo de F2, Rafael Ortiz, We Collect y Galería 3+1 por su apoyo y visibilidad. Y ahora y siempre, a María José Solano y Arturo Leal por su presencia.
© De los textos: sus autores © De las obras: Miki Leal Diseño y maquetación Egido Pablos. Comunicación Gráfica Concepto editorial Miki Leal y Alberto Martín Intervención gráfica Irma Álvarez-Laviada y Miki Leal Impresión Gráficas Eujoa Todos los textos que acompañan a las obras (con la excepción de los que aparecen firmados) han sido escritos por Miki Leal Fotografías de las obras Paloma González Dotor, excepto En casa de Adriano, realizada por Roberto Ruiz
Las obras pertenecientes a la serie Dandys en Roma han sido realizadas con el apoyo de la beca de la Real Academia de España en Roma 2016/2017.
ISBN: 978-84-947699-7-9 Depósito Legal: BU 12-2019
Con la colaboración de F2 Galería
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