Miguel Trillo Jimena de la Frontera, Cádiz, 1953
“Miguel Trillo es uno de los fotógrafos españoles más internacionales por su empeño en retratar la juventud y diseccionar los códigos de las nuevas tribus urbanas”
El corpus de su trabajo se caracteriza por retratar la identidad de la juventud, algo que viene haciendo desde finales de los setenta. Primero en Madrid en torno a La Movida, luego en ciudades de la periferia de España en los noventa y finalmente en todo el mundo a partir del año dos mil. Su trabajo ha ido de lo local a lo universal, recoge las inquietudes y motivaciones de las generaciones que van llegando.
Margot Molina, El País “Miguel Trillo retrata en este trabajo a los cosplayers, una generación de jóvenes que ya no se inspira en el barrio, sino que encuentra sus referentes en las redes sociales” Braulio Ortiz, Diario de Sevilla
Ficciones, un proyecto iniciado en 2007, refleja el trascendental cambio que han vivido los adolescentes en la última década, donde han abandonado la calle y el barrio para volcarse con la pantalla y las redes sociales.
“Lo que distingue a Miguel Trillo de sus contemporáneos es la dimensión documental que imprime a un trabajo que, aunque pueda parecer una paradoja, busca captar construcciones de identidad cultural y social en jóvenes que, generalmente, aspiran a estar al margen de la sociedad”
Miguel Trillo
Miguel Trillo
Jesús Morillo, ABC
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INSTITUTO DE LA CULTURA Y LAS ARTES DE SEVILLA. ayuntamiento de sevillA AlcaldE, Juan Espadas Concejal de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz Directora General de Cultura, Isabel Ojeda Gerente, Victoria Bravo PROGRAMA DE ARTES VISUALES CONTEMPORÁNEAS Coordinación General, María Genis Producción Técnica y Montaje, WWB S.C.A PATRICIA BUENO, FLOR POZO, OLIVIA RODRÍGUEZ, Misael Rodríguez y Marina Romero Esteban Guzmán y Manuel Guzmán
centro de arte alcobendas. AYUNTAMIENTO DE ALCOBENDAS ALCALDE, RAFAEL SÁNCHEZ CONCEJAL DE CULTURA, MARÍA ROSARIO TAMAYO COORDINADORA DEL CENTRO DE ARTE ALCOBENDAS, PAZ GUADALIX COORDINACIÓN EXPOSICIÓN, ANA PELÁEZ EQUIPO MONTAJE, DANIEL BODAS, JORGE GARCÍA Y MÚLTIPLE TÉCNICOS AUXILIARES, ANTONIO GAGO Y LAURA GIMENO
comisariado y textos, Sema D’Acosta Producción General, Montserrat Reyes coordinación, Ana medina Diseño, Happening Estudio / Sara González / dibujos, pablo vallejo y fran ramírez Laboratoristas, Gonzalo Hernández y Víctor Garrido (La Troupe) imprenta, coria gráfica
miguel trillo, vegap 2021 Depósito Legal: 1164-2021 / ISBN: 978-84-9102-103-2
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SEMA D’ACOSTA
Ficciones es el título del último proyecto fotográfico de Miguel Trillo (Jimena de la Frontera, Cádiz, 1953), una serie inédita realizada en su mayoría en los últimos diez años en ciudades de Europa, Asia y América. Todas las imágenes de este libro son retratos de gente joven a pie de calle, no ya en conciertos de rock, pop o rap como ocurría anteriormente en su trabajo, sino en los pasillos de festivales de manga o cómic de poblaciones como Kuala Lumpur, Bangkok, Yakarta, Seúl, Singapur, Saigón, Taipéi, Los Ángeles, Nueva York, Buenos Aires, Estocolmo, Moscú, Londres, París, Madrid o Barcelona. Si antes la ceremonia consistía en ir entusiasmado a ver a tu grupo favorito, ahora se trata de situarse en el centro de la acción convertido en un personaje de ficción inspirado en una historieta, videojuego, película o serie. A diferencia de los conciertos en los que todo gira alrededor del escenario y los músicos, en este caso son los propios participantes los auténticos protagonistas del acontecimiento, un público variopinto transformado en cosplay que va a ser fotografiado o hacer fotos, que es personaje y espectador al mismo tiempo. Cada vez cuesta más distinguir entre realidad y ficción, sobre todo y especialmente a los adolescentes del siglo XXI. En un mundo donde lo virtual está creciendo de manera exponencial, donde las consolas, el ordenador y el móvil ocupan cada vez más tiempo de ocio, algunos de los ídolos más conocidos de los jóvenes de hoy son héroes inventados que no existen en la vida real. Ante la falta de ideales o personas de carne y hueso lo suficientemente carismáticas, se ha creado una nueva subcultura internacional iniciada en Japón a partir del movimiento otaku y basada en la interpretación de roles que imitan a figuras populares del anime.
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Por supuesto, el descomunal avance de Internet y las redes sociales en el lustro 2005-2010 resulta fundamental para entender la expansión de este fenómeno, una época de cambio hacia un modelo distinto de sociedad global donde los quinceañeros buscan reforzar su apego y sentido de pertenencia en afines desconocidos con los que conectan normalmente por Facebook, Youtube, Instagram, TikTok o WhatsApp y no en amigos cercanos del barrio o el instituto como ocurría habitualmente en las generaciones anteriores. Cuando a finales de los setenta y principios de los ochenta se consolida en España un periodo de verdadera libertad y transición democrática, al mismo tiempo se vive el apogeo de las tribus urbanas, cada una con sus características y personalidad. Mods, punkies, rockers o heavies van a ser algunos de los primeros retra-
Internet y las redes sociales han propiciado el desarrollo y
tados de Miguel Trillo, un fotógrafo que ha mantenido a lo largo de
expansión de los cosplays / cosplayers. Sin la difusión de imágenes
más de cuatro décadas el interés por la identidad juvenil como el
a través de una interfaz y la conexión con amigos virtuales con
rasgo principal de su trayectoria. Del mismo modo que el universo
intereses similares, no podría entenderse un fenómeno global de
de esos adolescentes ha ido evolucionando de lo local a lo universal
este tipo, que se ha establecido como subcultura genuina del siglo
manifestando sus inquietudes rebeldes y ganas de libertad a través
XXI de manera muy diferente a otras identidades grupales previas,
de unos parámetros estéticos relacionados con la moda, la música
construidas en los latidos de la calle.1 A nivel psicológico, la tribu ha
o el cómic, igualmente la obra de Trillo ha ido siguiendo ese mismo
sido siempre un refugio para los jóvenes en transición hacia la eta-
rastro de transformaciones, que se inicia en Lavapiés, Malasaña
pa adulta, un camino iniciático de reafirmación. Ante el desapego
o Vallecas durante La Movida madrileña y concluye ahora con un
familiar y la desestructuración, la comunidad da cobijo y potencia
proyecto como Ficciones en megalópolis como Tokio, Buenos Aires
el sentido de pertenencia. Hitos comunes como la manera de ves-
o Los Ángeles.
tir, el habla, el peinado, la música o el lenguaje, fortalecen vínculos fraternales. La aceptación y puesta en práctica de esos códigos te permite ganarte el respeto de tus afines, ser alguien y tener un sitio. Para cualquier chaval de antes, todo aquello que fuera externo a su casa suponía el caldo de cultivo en el que sazonar su personalidad, un cosmos palpitante alrededor de los colegas en el que interrelacionarse con los demás y acumular mundología vital. En la última década, los adolescentes se han refugiado en sus habitaciones, una torre de control desde donde observan el mundo para establecer
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nexos y vínculos, la mayoría de las veces escondidos tras un avatar. Hoy, la plaza del barrio se ha convertido en una opción más, pero no la primera. Ha sido suplantada por un ágora virtual dominada por Youtube, Facebook, Instagram, Twitch o TikTok. También, por cientos de opciones de juego (desde el Candy Crush hasta el Fortnite), series, películas a la carta o directos en streaming. Una elocuente mayoría de jóvenes multitasking pasan tardes y tardes de evasión leyendo manga o viendo anime seducidos por su estética nipona de tono futurista, tan exótica para nuestros cánones. Compaginan el cómic con la pantalla de su portátil, tablet o smartphone, alejados sin moverse del sitio, formando parte de inquietudes colectivas no ya limitadas por la denominación geográfica del lugar donde se vive o estudia, sino sugestionados por aquello que encuentran en la red y les seduce. El giro es radical. La calle era un espacio de libertad no institucionalizado, un intersticio espontáneo y vibrante donde los tiempos muertos y los imprevistos tenían mucha importancia. La dinámica del dormitorio es otra: de la cama a la silla, delante del ordenador. No hay pausa, no hay principio ni final, conexión 24/7. Tampoco hay peligro físico ni nadie que pueda importunar de forma directa, puedo abandonar el chat o el foro cuando la conversación me aburra. La competitividad de los mayores, con sus tensiones del día a día, propicia en los púberes la huida de la realidad, el retardo en la toma de responsabilidades. Conscientes de las adversidades de la vida cotidiana y con un futuro cada vez más incierto, la ficción ofrece un territorio plagado de ídolos donde no puede ocurrir nada amenazante. Lo que soy y quiero perpetuar de mi infancia, está a salvo en este universo a medida donde prevalece la imaginación. Una de las reglas principales de esta neo-congregación de fieles es que sus seguidores pueden disfrazarse de los héroes a los que admiran, imitarlos, convertirse en uno de ellos. Y, además, quedar con otros entusiastas que comparten las mismas devociones sin miedo a ser juzgados o mal entendidos. 1. Hippies, mods, rockers, heavies, punkies, grafiteros, raperos, grunges,
pijos, skaters, góticos, hipsters, skinheads, emos…
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El fenómeno de los cosplays o cosplayers (contracción de la expresión inglesa costume play) hace años que ya ha superado el universo del manga-anime y se ha extendido hacia otros sectores del tiempo libre adolescente como las videoconsolas, los juegos de rol, el cine o la televisión online. Su sentido principal es la representación de un personaje de ficción a partir de una customización casera, pues cada uno debe diseñar y confeccionar su propio traje. El origen de esta tendencia se encuentra en Tokio, pero a ella se han ido sumando desde 2005 (y gracias a la globalización) aspectos de subculturas urbanas recientes como los Emos, los Góticos o las Lolitas. Como afirma el antropólogo Carles Feixa, si algo caracteriza a las tribus urbanas del siglo XXI es “tanto la difuminación de las fronteras entre las distintas sub-
CO SPLAYER!!!
culturas como los procesos de sincretismo, de mezcla y unión.”1 El lugar idóneo donde se reúnen los cosplayers son los festivales, convenciones y salones de cómic, que cada vez son más amplios y abarcan más aspectos del ocio juvenil. En ellos podemos encontrar infinidad de merchandising y stands dedicados al manga-anime, asistir a un concierto, ver la presentación de una youtuber famosa o entrevistas a ilustradores conocidos, pueden ser internacionales o nacionales. La popularidad de estos ídolos de ficción y su tirón popular depende de la región o tendencia del momento. Si vamos a Japón predomina el anime, en Estados Unidos los superhéroes. Estos modelos de identificación tienden a suplantar lo autóctono por patrones internacionales de admiración, una homogenización que es representativa de los cambios que ha sufrido la sociedad actual, cada vez más estandarizada según las tendencias de consumo. 1. Aunión, J. A. Emos, visual o lolitas, elija usted mismo.
El País, 18-08-2008. www.elpais.com
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como Trillo, atento a la geografía humana de las generaciones que van llegando, aquello era un paraíso visual. Las calles de Seúl, Tokio, Shanghái, Bangkok o Kuala Lumpur están pensadas para los ojos, las pantallas empezaban a inundar los muros y los escaparates, la personalidad de los barrios más punteros era trepidante, la vida bullía de un modo distinto y los jóvenes, como siempre, eran porosos a esa incontestable trepidación metropolitana. Las primeras fotos del proyecto Ficciones se hicieron en 2007. Desde entonces y de manera continuada, todos los años el autor ha ido a salones de manga-anime de diferentes países para realizar retratos de cosplays. Las últimas tomas previas la pandemia del coronavirus fueron en el otoño de 2019, una crisis que ha supuesto un parón de casi dos años en este trabajo debido a la imposibilidad de viajar a ningún sitio. A día de hoy, la serie sigue abierta, es un work Miguel Trillo viaja por primera vez a Asia en 2001. Ahí se
in progress. Las imágenes están capturadas con una cámara réflex
produce un enamoramiento, una especie de deslumbramiento.
digital, aparato que permite una actitud distinta al fotógrafo, que
Fue a Manila en busca de raperos y se encontró el futuro, un tipo
ya no debe estar pendiente del número de disparos a la hora de
de comportamiento juvenil desconocido para él, tan en contacto
hacer la toma y puede ver el resultado al instante. En el año 2000
siempre con el espíritu de los pre-adultos. Esos códigos nuevos
Miguel Trillo tira su último carrete en blanco y negro, por lo que en
eran rompedores, se alejaban de la tradición y la realidad, absor-
el siglo XXI sólo ha trabajado en color. Con diapositiva hasta 2007;
bían de fuentes distintas que, además de la música o la moda,
a partir de entonces y hasta la fecha, con archivos RAW. Ese giro
provenían del manga o cualquier otro sitio inesperado. Su actitud
tecnológico es relevante porque esa transición entre los proce-
desprejuiciada les permitía pasar una frontera como la ficción,
dimientos analógicos y los formatos que permite un sensor es un
hasta entonces insalvable, y tomar decisiones más vanguardistas
viraje acorde con la evolución natural del medio y la sociedad, que
y personales, desde pintarse los pelos de colores hasta disfra-
precisamente ha ido en esa dirección. En este tiempo ha habido
zarse con ropas fluorescentes. Los adolescentes de las vibrantes
un cambio general importantísimo, hemos pasado del laboratorio
mega-ciudades orientales iban por delante y eran más atrevidos
y los procesos químicos a la consolidación de lo digital, se han
que los occidentales, que hasta los noventa repetían el molde de
sustituido los haluros de plata por el píxel. La fotografía ha pasado
lo que les gustaba en relación con las tribus urbanas con las que se
de ser una expresión considerada vicaria por algunos en relación
sentían identificados. En esos flamantes yacimientos se encon-
con otros lenguajes expresivos como la pintura, a tomar el máximo
traba la verdadera rebeldía, gente que iba en contramano, que
protagonismo: hoy todo es imagen, vivimos el siglo de la visualidad,
arriesgaba contra lo establecido. Para un fotógrafo documental
una transformación que empezó en Asia y supo prever Miguel Trillo.
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Y Gracias Trillo por esta nueva prueba de tu talento.
En Alcobendas creemos firmemente que la colaboración entre Instituciones, ya sean públicas o privadas, contribuye a que los proyectos culturales puedan ser más ambiciosos, y ello redundará, sin duda alguna, en favor de la Cultura y de los ciudadanos que la disfrutan.
Trillo sigue aplicando su magnífico talento fotográfico para darnos a conocer las nuevas maneras de ver y vivir la cultura juvenil.
Alcobendas, la Ciudad de la Fotografía, se siente muy orgullosa de compartir con el Ayuntamiento de Sevilla la exposición “Ficciones”, en la que podremos contemplar retratos de jóvenes en festivales de cómic, ya sea de manga o de cómic tradicional, por Europa, Asia y América. Jóvenes que se convierten en un personaje de ficción, ya sea de un videojuego o de una película o de una serie favorita. Un público que se transforma así en cosplay.
Todo ello con una fotografía sencilla y espontánea, no exenta por ello de cierto misterio en muchos casos. Ser profesor de Literatura le ha ayudado, sin duda, a conectar con las sucesivas generaciones de jóvenes.
Miguel Trillo es el fotógrafo de la cultura y de la moda callejera. Desde los años 70 ha retratado a jóvenes en el entorno musical de discotecas y conciertos, documentando así, la evolución de la juventud y de las tribus urbanas, desde la Movida y transición española hasta nuestros días.
María Rosario Tamayo Concejal de Cultura Centro de Arte Alcobendas. Ayuntamiento de Alcobendas
Tras la importante retrospectiva que el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo le dedicó en 2009 comisariada por José Lebrero, la obra de Miguel Trillo vuelve a Sevilla para reflejar la cultura juvenil y la moda callejera con todas sus implicaciones sociopolíticas, una mirada muy necesaria en estos tiempos tan globalizados y despersonalizados.
Con ‘Ficciones’ llega a este espacio la obra de Miguel Trillo, uno de los más importantes creadores del panorama artístico nacional y uno de los fotógrafos que mejor supo captar la efervescencia cultural y musical que se vivió en España en los años 80. Con esta nueva serie inédita Trillo vuelve a retratar la identidad juvenil para mostrarnos, a través de su objetivo, una sociedad donde lo virtual está creciendo de manera exponencial: donde cada vez cuesta más distinguir entre realidad y ficción.
Las nuevas expresiones son la piedra angular de Atín Aya, sala en la que desde 2018 el público ha podido admirar el arte de cerca, gracias a las propuestas realizadas por artistas con múltiples técnicas y soportes muy diversos.
En esta línea de trabajo, que expresa nuestro más fiel compromiso con la cultura, sus creadores y el público, tienen un papel primordial espacios como la Sala Atín Aya, uno de los equipamientos culturales municipales a través de los cuales se viene ofreciendo a la ciudadanía una programación de calidad, en la que impera la pluralidad de relatos, temáticas y lenguajes de las prácticas visuales contemporáneas.
La promoción de la cultura es una seña de identidad del Ayuntamiento de Sevilla, una estrategia de Gobierno y de ciudad que ha permitido que, gracias al apoyo continuado del tejido cultural local, Sevilla sea un referente de las artes a nivel nacional.
Antonio Muñoz Delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo Ayuntamiento de Sevilla
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