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Artesanías, Arte & Diseño. Una propuesta de reciclaje y sostenibilidad en los mercados de Comayagüela.

Por: Olga Joya, Doctora en Geografía e Historia. Directora del Centro de Arte y Cultura UNAH.

Las Artesanías

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Las artesanías en su proceso de producción están impregnadas del conocimiento y habilidades tradicionales heredadas en una comunidad, de una generación a otra. La demanda y competencia que ha generado internacionalmente el desarrollo de la industria turística, ha propiciado una mayor demanda de productos que requiere de procesos de capacitación y renovación tecnológica, del diseño y de la forma de manejo de las empresas. La producción artesanal en la mayoría de casos en Honduras, está limitada a lo producido en los talleres familiares o comunitarios de las áreas rurales y/o urbanas. Esta forma particular de producir podría funcionar como ventaja en términos de que el producto tiene valores añadidos por ser una técnica tradicional y manual e incluye elementos identitarios de la cultura local que la produce. La Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad considera a las técnicas artesanales tradicionales como uno de los cinco ámbitos del patrimonio inmaterial (UNESCO, 2003). La producción artesanal ha respondido tradicional e históricamente a las necesidades utilitarias y rituales de las comunidades, pero éstas han ido ampliándose y renovándose en función de las demandadas vinculadas a la economía nacional y global. De ello se desprenden nuevas iniciativas relacionadas con la capacidad de crear espacios de emprendedurismo que den respuesta a las economías locales y regionales lo que requiere de nuevas miradas estéticas al diseño de la producción artesanal.

El Arte

Como concepto ligado a las Bellas Artes es relativamente reciente e históricamente ha estado más ligado a las cosas “bellas” y “bien hechas”. Humberto Eco nos recuerda como históricamente se consideraba que:

…la única función del arte era hacer bien las cosas que hacía, de modo que fueran útiles para la finalidad que se les había asignado, hasta el punto que se consideraba arte tanto el del pintor y del escultor como el del constructor de barcas, del carpintero o del barbero. No fue hasta mucho más tarde cuando se elaboró la noción de “bellas artes” para distinguir la pintura, la escultura y la arquitectura de los que hoy día llamaríamos artesanía… (Eco, 2010, p. 10).

En sus orígenes el arte sacro se diferenció de la artesanía, y esta última respondía a un arte decorativo ejercido fundamentalmente por las mujeres. Posteriormente la labor artesanal se funde en el tiempo histórico y los espacios de las “bellas artes” al quedar integrada en importantes monumentos arquitectónicos como por ejemplo, la utilización de la cerámica en muros y cúpulas de importantes edificios religiosos y de la arquitectura civil. La frontera entre arte y artesanía se vuelve difusa cuando comenzamos a particularizar sobre las partes de un espacio arquitectónico, considerado obra de arte, cuando iniciamos el proceso de reconocimiento de muchas de las partes que la integran. Lo que es importante rescatar, es el hecho que la frontera sigue siendo difusa en la medida que analizamos las partes del todo.

El Diseño

En artesanías ha estado siempre vinculado al mismo producto de la demanda, de las necesidades de desarrollo de la industria de la economía turística pero requieren de importantes esfuerzos diferenciadores, nuevos materiales que implican nuevos procesamientos y una nueva visión de las empresas artesanales para lograr competir en el marco de la economía global. La innovación en el diseño artesanal debe orientarse a lograr soluciones nuevas y exitosas y nuevos impulsos a la creatividad individual y colectiva:

…un nuevo producto que posee alta calidad de diseño satisface tres criterios por lo menos: está dirigido a las necesidades particulares o deseos del cliente, se desarrolla adecuadamente a lo largo de estas dimensiones particulares, y está libre de defectos. La calidad superior del nuevo producto es por consiguiente el resultado de la excelencia en actividades de diseño de producto y procesos, y la relación entre ambos. Plantean cuatro factores importantes en el desarrollo de nuevos productos: diseño de nuevo producto, integración del diseño a la manufactura, calidad del diseño del producto y la manufactura del nuevo producto… (de la Paz Hernández Girón, 2007 , p. 357).

La Industria Artesanal en Honduras

Esta industria está organizada en la mayoría de los casos en forma de cooperativas en empresas familiares y se encuentran muy difundidas en todo el país, contribuyendo al desarrollo de la economía local regional y nacional en el marco de la economía turística. Esta industria utiliza una gran variedad de materias primas como el barro, bambú, junco, mimbre, madera y otros. En los años 90’s se llevó a cabo desde el Instituto de Antropología e Historia (IHAH) un Programa a nivel nacional conocido como “Programa de Rescate y Promoción de la Producción Artesanal, Indígena y Tradicional de Honduras” con una línea artesanal tradicional utilitaria, una línea de diseño inspirada en los modelos arqueológicos prehispánicos y una línea de diseño contemporáneo. Posteriormente se iniciaron procesos eventuales de innovación con el objetivo de mejorar las condiciones de competencia en el mercado lo que ha llevado a otros procesos innovadores como los talleres de cooperativas y/o comunitarios para la producción artesanal, apertura de tiendas/salas de exposición, introducción de empaques, diversificación de diseños y productos adecuados a la demanda del consumidor, introducción de procesos de capacitación en la administración de las tiendas y la ponderación del precio del producto, capacitación en cooperativismo, apertura de ferias y eventos especializados de exposición en las ciudades y en el extranjero, creación de espacios de exposición del proceso creativo, edición de guías para la capacitación de organizaciones artesanales en el desarrollo de productos. El proceso no ha sido fácil y continua teniendo dificultades pero sí es importante señalar que los artesanos disponen de mejores oportunidades, en función de la información y capacitación disponible, que hace 20 años. La economía artesanal en Honduras es, tanto en el campo como en la ciudad, complementaria a otras actividades económicas relacionadas con el comercio, la producción agrícola y las actividades del hogar. Posiblemente uno de los elementos que ha impulsado la apertura de nuevos mercados y la integración de una gama más variada de diseños, es la incursión e integración de algunos artistas de la plástica a este ámbito quienes han comenzado a rediseñar, diseñar, adaptar nuevos y viejos diseños y técnicas para sus fines. A este nivel se nos plantean otras situaciones, como el hecho que los artistas de la plástica requieren de nuevas formas de búsquedas de mercados a través de productos de consumo popular que representen alternativas viables para su economía particular. Algunos de los primeros intentos en Honduras, de integración de la visión del artista plástico y la producción artesanal, la protagonizó el artista nacional, Arturo López Rodezno (1904-1975), quien inspirado por la belleza de la iconografía Maya de Copan, inicio un proyecto orientado a producir alfombras artesanales con sus propia visión plástica de los iconos de Copan y la producción de otras piezas cerámicas esmaltadas con diseños originales del artista.

> Alfombras de Arturo López Rodezno, colección privada de la Sra. Concha Marina de López. Fotografía cortesía de Josué Nahún Rodríguez, fotógrafo UNAH.

La iconografía Maya sigue siendo uno de los motivos de inspiración más importantes del país para los artesanos y artistas quienes han logrado replicar y/o reinterpretar la misma. La belleza iconográfica se une, en estos casos, a la habilidad del artista.

Posteriormente en 1991 la artista hondureña, Regina Aguilar, inició un nuevo proyecto encaminado a la creación de una escuela en el antiguo pueblo minero de San Juancito donde a través de la Fundación San Juancito, se proporciona educación artística a jóvenes de la comunidad. La escuela ha profesionalizado a ex mineros, agricultores y los jóvenes de la comunidad en los oficios de soldadura, hierro forjado, madera, la creación de mosaicos, cerámica, la experimentación en el reciclaje y la modernización de los métodos de producción artesanal con el fin de mejorar la calidad de los materiales y diseños utilizados. Paralelamente han surgido algunos emprendimientos de artistas en las áreas urbanas, orientados a la industria creativa en los que el diseño de producto se une a la producción y al reciclaje; la producción artesanal rural se mantiene en condiciones de relativa precariedad en los aspectos vinculados a la diversificación de diseños y calidad total.

> Alfombras de Arturo López Rodezno, colección privada de la Sra. Concha Marina de López. Fotografía cortesía de Josué Nahún Rodríguez, fotógrafo UNAH.

El Programa conjunto “Creatividad e Identidad Cultural para el Desarrollo Local” (2008-2011), reunió una serie de agencias del Sistema de Naciones Unidas: PNUD, FAO. OIT, OMT, UNESCO, UNICEF, quienes lograron establecer nuevos avances con la implementación de este nuevo programa. Este tiene como propósito lograr el desarrollo socio económico de las comunidades sustentado en la diversidad cultural, los derechos culturales, la capacitación y actualización de los artesanos involucrados. El programa reconoce:

… 1) la multidimensionalidad de la cultura, 2) la necesidad de educar a la sociedad en sus beneficios y de construir públicos, 3) el carácter incluyente que debe guiar al programa, a la vez que la priorización en la atención a la generación del futuro, 4) la necesidad de cualificar la participación y 5) la necesidad de preparar personas y productos para los mercados actuales y promisorios… En cuanto a su cobertura, la estrategia se desarrolla en dos niveles: 1) descentralizada a nivel local o regional, mediante la constitución de consejos de cultura, mecanismos de fomento y soporte a los emprendimientos e industrias culturales y formación de redes de información y vinculación a mercados y 2) a nivel central con el apoyo a instituciones del nivel nacional para la incorporación de la dimensión cultural en las políticas públicas y la construcción de información e insumos técnicos para la gestión descentralizada… (PNUD, 2008).

El Proyecto “Artesanías, Arte y Diseño, una propuesta de reciclaje y sostenibilidad en los mercados de Comayagüela”

Es una propuesta del Centro de Arte y Cultura de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (CAC-UNAH) que tendrá como beneficiarios a las y los jóvenes en riesgo social que permanecen en el centro histórico de la ciudad de Comayagüela.

Mediante este proyecto se pretende integrar:

1. El cuido por el medio ambiente a través del reciclaje, como estrategia de sostenibilidad.

2. La integración de las artesanías con el diseño artístico como elemento de innovación con el fin de crear mejores condiciones de competitividad en los mercados.

3. La creación de espacios de promoción de la artesanía vinculada al diseño y el reciclaje. 4. La creación de industrias alternativas para el combate a la pobreza y el desarrollo social.

5. Emprender acciones orientadas a la participación ciudadana y la igualdad de oportunidades. El proyecto tiene como base los estudios sobre la violencia y la falta de oportunidades de jóvenes en riesgo social en el país y a la experiencia de trabajo del CAC-UNAH en la ciudad de Comayagüela. Partimos de la línea base ya establecida por el Programa conjunto “Creatividad e Identidad Cultural para el Desarrollo Local” desarrollado por el Estado de Honduras, los gobiernos locales, la AECID y el PNUD que buscó fortalecer las capacidades institucionales y humanas para la gestión del desarrollo cultural y creativo de manera descentralizada y sustentado en la diversidad de identidades hondureña.

Actualmente el CAC-UNAH ha diseñado una serie de proyectos que constituyen parte de una estrategia de prevención de violencia a través del arte y la promoción de la cultura, en una ciudad con altos índices de criminalidad, estigmatización y de jóvenes en riesgo social. En este sentido se une a las iniciativas establecidas por el Programa Conjunto, impulsando la cultura como motor de cambio tanto por su contribución a la construcción de la ciudadanía a través del diálogo, la convivencia y la integración, como por el desarrollo económico que la cultura encierra en su seno (>1).

El Contexto de la Pobreza y la Violencia

Honduras es un país con una población infantil y juvenil que alcanza un 70% y, según el Instituto Nacional de Estadística (INE 2006), aproximadamente el 70 % de la población total del país vive en pobreza y la mayoría de los pobres, son menores de edad (>2).

La población del Distrito Central, donde se encuentra inscrita la ciudad de Comayagüela, presenta altos niveles de inequidad, exclusión, violencia y pobreza, que derivan en elevados índices de desigualdad, vulnerabilidad e inseguridad social. Todo esto se traduce en una grave problemática de inseguridad y convivencia que se traduce en la estigmatización de la población de jóvenes en riesgo social y del espacio público de Comayagüela.

>1 Ver: http://www.mdgfund.org/es/program/ lacreatividadylaidentidadculturalparaeldesarrollolocal

>2 Ver: http://www.ine.gob.hn/er

El Derecho a la Cultura

La Constitución de la Republica de Honduras establece el derecho a la cultura de los ciudadanos y en sus artículos 172 y 173 aborda la riqueza antropológica, arqueológica, histórica y artística como parte del patrimonio cultural de la nación. Tanto el Informe Nacional de Desarrollo Humano de Honduras (INDH-2003) “La Cultura medio y fin del desarrollo” como el INDH 2006 “Hacia la Expansión de la ciudadanía” enfatizan la cultura como motor del desarrollo por su contribución a la construcción de ciudadanía y como factor de desarrollo económico mediante industrias creativas, culturales y de turismo rural vinculado a los mercados. El proyecto “Artesanía, arte y diseño. Una propuesta de reciclaje y sostenibilidad en los mercados de Comayagüela”, es una propuesta orientada a crear espacios alternativos para la inclusión social, la prevención de la violencia, el desarrollo de capacidades a través del arte y la cultura, el combate a la pobreza, el desarrollo económico y social y la creación de empresas familiares y cooperativas vinculadas a la producción artesanal y las cadenas de valor.

El centro histórico de Comayagüela tiene una extensión de 0,6 km2, posee 981 lotes divididos en comerciales, mixtos, residenciales y baldíos, de los cuales más del 80% son de uso comercial. En la ciudad permanece durante el día un importante grupo poblacional proveniente de los barrios, colonias y aldeas del Distrito Central y de otros pueblos y ciudades de distintas regiones del país. Estos abastecen y se abastecen en sus mercados que son los más grandes del Distrito Central donde se desarrolla (legalmente o no) el 52% de su

actividad económica y donde diariamente circulan una gran variedad de productos provenientes de todo el país. La población que permanece durante el día en el centro histórico de Comayagüela supera en mucho la población residente del casco histórico (4067 habitantes) y son los que se dedican al abastecimiento y comercialización en los mercados. Al ser el mercado el espacio de convivencia diaria de esta población de comerciantes, igualmente sus hijos permanecen también la mayor parte del día en esta ciudad que son los que componen la mayoría de la población estudiantil de los colegios de educación básica y media (>3). En el entorno urbano de Comayagüela coexisten una serie de instituciones y se realizan actividades diversas: hospitalarias, servicios bancarios, comercio formal e informal, actividades educativas, religiosas, entre otros. Todo ello la convierten en un gran generador de materiales de desecho (orgánico y no orgánico) que genera el negocio de la compra y venta de material reciclable. Esta ocupación se ha convertido, desde hace una década. En una de las formas de sobrevivir de cientos de familias que recolectan materiales como el hierro, cobre, bronce, botellas de plástico y papel. El proyecto pretende el fortalecimiento de las capacidades de emprendedurismo y de las cadenas de valor para lograr el desarrollo de la industria artesanal en base al reciclaje. No obstante es importante señalar que estas fortalezas se podrán constituir como tales solo en la medida en que se logre impulsar nuevos parámetros de la convivencia social y la incorporación del desarrollo artístico y cultural.

Algunos de los objetivos a lograr son la promoción de la creación de espacios socio productivos vinculados al diseño artístico entre las mujeres y jóvenes en riesgo social, la identificación de todos los espacios y materiales susceptibles de reciclaje en la ciudad de Comayagüela en general y los mercados en particular, la promoción a través del diseño de espacios de creación y producción artística artesanal, la promoción de una cultura del reciclaje, de las capacidades de cooperación y ayuda interinstitucional que permita la integración comunitaria y de ambientes libres de violencia, inclusivos, respetuosos de la equidad de género, favorecedores del aprendizaje y de la convivencia.

>3 Doce escuelas públicas de educación básica con una cantidad de total de 4,757 niños y en el ámbito privado existen trece escuelas con un total de 1,132 alumnos. A nivel de la educación secundaria existen seis colegios públicos con un total de 7,874 alumnos y trece colegios privados con un total de 3,832.

> Fotografía cortesía de Nadia Cáceres

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