Editor: Fernando Alvarado de la Fuente E-mail: bioferdi@hotmail.com Blog: http://fernandoalvaradodelafuente.blogia.com/ FaceBook: Fernando Alvarado BioFerdi WEB: www.ideas.org.pe Facebook: http://www.facebook.com/centroideas.peru
NOTICIAS Y EVENTOS DE LA SEMANA
Prepárate para la plaga sinfín La complacencia COVID de los funcionarios de salud pública ha abierto la puerta a nuevas enfermedades y daños devastadores a largo plazo. Andrew Nikiforuk* / 4 julio 2022 / TheTyee.ca *El editor colaborador de Tyee, Andrew Nikiforuk, es un periodista galardonado cuyos libros y artículos se centran en epidemias, la industria energética, la naturaleza y más “Si buscas la verdad, puedes encontrar consuelo al final; si buscas comodidad, no obtendrás ni comodidad ni verdad, solo jabón suave e ilusiones al principio, y al final, desesperación”. C.S. Lewis
Mientras las subvariantes de Omicron encuentran nuevas formas de evadir las vacunas y desestabilizar los sistemas inmunológicos, otra pandemia ha abrumado a los funcionarios que se supone que están a cargo de la salud pública. Llamémoslo una plaga de incompetencia deliberada o un brote de estupidez epidemiológica. O tal vez la novela de José Saramago ha cobrado vida y atacó a los funcionarios públicos con un flagelo de ceguera. En cualquier caso, el COVID, un nuevo virus que puede causar estragos en cualquier órgano del cuerpo, continúa evolucionando a un ritmo vertiginoso. En respuesta, los funcionarios han abandonado en gran medida cualquier respuesta coherente, incluido el uso de mascarillas, las pruebas, el rastreo e incluso la recopilación de datos básicos. Sí, la gente ha sido abandonada. Así que no espere que la “normalidad” regrese a su hospital, a su aeropuerto, a su nación, a su comunidad o a su vida en el corto plazo. Aunque muchos funcionarios de salud pública aún descartan las infecciones por COVID como inevitables e incluso beneficiosas, un creciente cuerpo científico muestra que este dogma de moda es peligrosamente equivocado, si no una forma absoluta de negligencia. Las reinfecciones, y 2022 es seguramente el año de las reinfecciones, solo aumentan el daño de la COVID, que puede ser profundo: desregulación inmunitaria, coágulos de sangre, muerte de las células nerviosas, inflamación, daño pulmonar, insuficiencia renal y daño cerebral. La nueva ciencia muestra que Omicron y sus variantes se están optimizando para evadir las defensas inmunitarias inducidas por las vacunas o por una infección natural. BA5, por ejemplo, es más transmisible que cualquier variante anterior.
Como consecuencia, ahora es posible volver a infectarse con una de las variantes de Omicron cada dos o tres semanas. Los datos también muestran que cada reinfección no confiere inmunidad. Una infección de verano, por ejemplo, no lo protegerá contra una infección de otoño. Pero todas y cada una de las infecciones dañarán su sistema inmunológico, independientemente de cuán leves sean los síntomas. Comencemos con un estudio inicial de Asuntos de Veteranos de EE. UU. que involucró a cinco millones de personas. Examinó los resultados de salud después de una primera, segunda y tercera infección tanto en los vacunados como en los no vacunados. Una segunda infección, por ejemplo, duplicó el riesgo de muerte, coágulos de sangre y daño pulmonar. También aumentó tres veces el riesgo de hospitalización. Cada infección por COVID aumentó el riesgo de malos resultados de manera gradual. A los no vacunados les fue peor que a los vacunados. “Reducir la carga general de muerte y enfermedad debido al SARS-CoV-2 requerirá estrategias para la prevención de la reinfección”, señaló el estudio. Hay más malas noticias. La infección por variantes más antiguas aminora en lugar de fortalecer la protección inmunológica incluso entre aquellos con tres vacunas. “Que el historial previo de infección por SARS-CoV-2 pueda tener un impacto negativo tan profundo en la inmunidad protectora posterior es una consecuencia inesperada de COVID-19”, señalaron los investigadores en Science. La alta prevalencia global de las infecciones y reinfecciones subvariantes de Omicron “probablemente refleja una subversión considerable del reconocimiento inmunológico” en la población, concluyó el estudio. COVID está allanando el camino para otras enfermedades Entonces, el virus está evolucionando para frustrar las vacunas y evadir la inmunidad. Aunque la protección de la vacuna contra la hospitalización y la muerte sigue siendo fuerte, las subvariantes de Omicron la están erosionando constantemente. Mientras tanto, la protección contra enfermedades graves ha disminuido a medida que la eficacia de nuestras vacunas disminuye gradualmente. El inmunólogo Anthony Leonardi, especialista en células T, que desempeñan un papel complejo en la función inmunológica, predijo tal desarrollo hace casi dos años. Fue entonces cuando especuló que el COVID estaba desestabilizando el sistema inmunológico al subvertir la función de las células T. Y eso es exactamente lo que muchos investigadores están descubriendo ahora. Leonardi describe sin rodeos el estado actual de las cosas en Twitter: “Hay un daño acumulativo de las reinfecciones por SARS-CoV-2, y las reinfecciones no son leves, el virus es intrínsecamente virulento. La memoria inmunológica no convierte un SARS en algo parecido a una gripe. Sigue siendo grave”. Entonces, si cada infección de COVID agota las células T y desestabiliza la función inmunológica y el daño es acumulativo, entonces las políticas que propician que el virus se desboque entre la población no solo causarán un sufrimiento inmenso sino que erosionarán la salud pública junto con la confianza en el gobierno. La palabra diabólica viene a la mente. El inmunólogo británico Danny Altmann compara la situación con “estar atrapado en una montaña rusa en una película de terror”. Es probable que las infecciones anteriores por COVID también desempeñen un papel importante en las infecciones mortales de hepatitis en cientos de niños. Un estudio chino explicó recientemente el mecanismo probable: “Al igual que los pacientes con VIH-1, los niños previamente infectados por el SARS-CoV-2 pueden tener una activación inmunitaria repetitiva causada por la existencia comparativamente a largo plazo del SARS-CoV-2 en el tracto gastrointestinal… los niños pueden ser propensos a infecciones por otros virus, lo que contribuiría al desarrollo de hepatitis aguda”.
Pero el COVID se ha convertido en una fuerza biológica tan formidable en el planeta que también está afectando la ecología de otros virus y otras especies. No se comprende realmente qué papel juegan ahora las infecciones por COVID que desestabilizan el sistema inmunitario en el rápido avance de la viruela del simio o el brote mortal de meningitis en Florida. Pero muchos expertos sospechan que las infecciones por COVID, junto con la disminución de la inmunidad contra la viruela, están desempeñando un papel subversivo. Los sistemas inmunológicos golpeados por COVID abren puertas para otras enfermedades infecciosas. Cada infección por COVID ahora deja un legado no lineal de resultados preocupantes para la salud humana de formas imprevistas. Un estudio danés, por ejemplo, encontró que las personas infectadas con COVID “tenían un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson y accidente cerebrovascular isquémico”. El riesgo no era trivial: los infectados tenían 3,5 veces más probabilidades de que les diagnosticaran Alzheimer y 2,5 veces más probabilidades de que les diagnosticaran Parkinson. ‘Un escenario de pesadilla' Entonces, dejar que el virus corra sin control es más o menos una estrategia para crear un tsunami de deterioro neurológico y enfermedades crónicas en la población general. También es una receta nihilista para sembrar el caos en las sociedades occidentales que ya bailan un tango con el colapso político. Dejar que el virus se propague también respalda un escenario de pesadilla en el que las infecciones iniciales desarman y sabotean los sistemas inmunológicos, dejándolos más vulnerables a futuras infecciones y nuevos patógenos como la viruela del mono. Una pandemia que debilita progresivamente a su población anfitriona con cada ola sucesiva es, en última instancia, más peligrosa que una que acaba con el 10 por ciento de la población y luego desaparece. A causa de una mala política pública, la aterradora realidad de una pandemia interminable se vuelve más probable día a día. El COVID prolongado, que afecta a casi 300 000 canadienses, presenta una variedad de síntomas que desafían la vida y no tiene un tratamiento real. Los síntomas incluyen confusión mental, fatiga, dolor muscular, inflamación crónica, coágulos de sangre e insuficiencia renal. Los investigadores ahora sospechan que el virus puede persistir durante largos períodos en el cuerpo (principalmente en el intestino; meses después de la infección, las personas todavía están eliminando el ARN viral en sus heces). Esta persistencia parece correlacionarse con lo peor de los síntomas prolongados de COVID. Los investigadores no saben si es un producto de la activación inmunológica o la presencia obstinada de un virus que se replica. La epidemióloga británica Deepti Gurdasani se ha preguntado durante mucho tiempo por qué tantos funcionarios de salud pública se han mostrado tan indiferentes a la hora de exponer a los niños a un nuevo virus que puede provocar infecciones persistentes y enfermedades crónicas. “Cuanto más aprendemos sobre el COVID prolongado, más parece que el SARS-CoV-2 no es solo una infección aguda, sino un virus persistente en una proporción significativa de personas. Y no uno que uno deba tomar a la ligera. No es la gripe”. Mientras tanto, las variantes siguen marchando como un vasto ejército de hormigas amazónicas empeñadas en conquistar el mundo. Su éxito actual se debe en gran parte al comportamiento de los funcionarios de salud pública y los políticos que creen que la sociedad puede vivir con cadenas de suministro interrumpidas, hospitales abrumados, aeropuertos caóticos y una fuerza laboral con sistemas inmunológicos paralizados.
Al abandonar el objetivo crítico de detener o reducir la transmisión viral hace aproximadamente un año, las autoridades le han dado a la evolución viral una ventaja increíble. Cuantas más oportunidades tiene el virus de infectar a los huéspedes, más oportunidades tiene de mutar y producir variantes. Cada individuo infectado puede producir entre mil millones y 100 mil millones de viriones infecciosos, o partículas de virus, durante el pico de infección. Más de mil millones de infecciones globales han producido billones de virus en los últimos dos años en un planeta superpoblado de ocho mil millones de personas. En ausencia de medidas de salud pública de sentido común, el COVID ahora está conduciendo un delirio viral evolutivo. La rápida aparición de más variantes en períodos de tiempo cada vez más cortos significa un problema incalculable. Muchos investigadores ahora sospechan que algunas de las variantes han surgido en pacientes inmunocomprometidos sin defensas reales donde las mutaciones pueden evolucionar a gran velocidad. “La posibilidad de que el SARS-CoV-2 desarrolle resistencia a las terapias existentes durante tales infecciones es real”, advierte el investigador de Cambridge Ravindra Gupta en una carta reciente de The Lancet. “Por lo tanto, curar las infecciones por COVID-19 en personas inmunodeprimidas es de crucial importancia, ya que es posible que un paciente existente pueda albergar la siguiente variante, una nueva variante de preocupación altamente transmisible que desafía la inmunidad y las terapias existentes”. Enfrentando una nueva y sombría realidad Así que esta es la incómoda realidad de la que las autoridades no quieren hablar pero a la que todo ciudadano debe prestar atención. La pandemia no ha terminado, y es probable que no termine hasta dentro de unos años. Se esparce por el aire en forma de aerosoles como un humo viral, en distancias superiores a los dos metros. La enfermedad (una fiebre trombótica) no es leve. Una sola infección puede desestabilizar su sistema inmunológico y envejecerlo 10 años. El riesgo de COVID prolongado aumenta con cada infección. Las reinfecciones dañan el sistema inmunológico y aumentan las hospitalizaciones y muertes incluso entre los vacunados. (Solo mire los datos que salen de Inglaterra y Quebec ahora). Mientras tanto, el virus ahora está evolucionando a un ritmo más rápido que el desarrollo de vacunas (tres oleadas solo este año). Y la eficacia de las vacunas actuales ahora está disminuyendo. La madre naturaleza no ofrece ninguna garantía de que el virus evolucione a un estado benigno o endémico este año o el próximo. Mientras tanto, el comportamiento humano ha aumentado el riesgo biológico en lugar de amortiguarlo. En términos reales, “vivir con el virus” significa vivir con una normalización de muerte, reinfecciones, COVID prolongado, interrupción y trabajadores de la salud agotados. La gente nunca votaría por un deterioro de la calidad de vida y el riesgo, pero hacia allí nos está llevando ahora la política pública. Las vacunas, por supuesto, son fundamentales, pero no han terminado ni pueden acabar con la pandemia por sí solas. El médico australiano David Berger aconseja sabiamente a los ciudadanos que los vean como “un asiento eyector”. Podría “prevenir la muerte real si la aeronave se incendia y el ala se cae, pero aún así no hay garantía y aún puede terminar en una discapacidad. No decido hacer una maniobra arriesgada porque tengo el asiento eyector”. Como señaló recientemente un crítico en Twitter, el mundo se ha dividido en dos grupos de personas: “Aquellas que ya se dan cuenta de que el SARS-CoV-2 causa daño neurológico, vascular y del sistema inmunitario… y que el daño de las reinfecciones es acumulativo. 2) Las que están a punto de enterarse.” O como diría José Saramago, “lo único más aterrador que la ceguera es ser el único que puede ver”. Para evitar la perspectiva de una pandemia acelerada y la anarquía relacionada, se requiere flexibilidad, una acción colectiva constante y un liderazgo valiente. Y con eso no me refiero a bloqueos
sino a acciones estratégicas destinadas a detener o reducir la transmisión del virus. Reducir la transmisión es la única forma de frenar la evolución viral. No hay ningún misterio en este enfoque. Significa mascarillas N95 gratuitas para toda la población y mascarillas adecuadas para los niños. Significa instalar ventilación y filtración adecuadas (filtros HEPA) en escuelas y lugares de trabajo, junto con monitores de CO2. Significa licencia por enfermedad pagada para los infectados. Significa recopilación e informes de datos transparentes para que las personas puedan medir el riesgo en constante cambio en los espacios públicos. Y significa comunicar la verdad sobre esta pandemia, que es, por definición, una emergencia peculiar y en evolución que requiere toda nuestra atención. Podríamos haber evitado esta situación de deterioro, como aconsejó repetidamente The Tyee, al eliminar el COVID en nuestras comunidades hace más de un año. La eliminación sigue siendo la única estrategia a largo plazo y de abajo hacia arriba que tiene algún sentido en términos de reducción de riesgos. También es inminentemente factible con pruebas adecuadas, uso de mascarillas, rastreo, licencia por enfermedad respaldada y objetivos específicos para reducir la transmisión. Pero nuestros funcionarios de salud pública jugaron con el futuro y eligieron un mundo de fantasía en su lugar. Ahora el COVID se ha convertido en un tren fuera de control con consecuencias biológicas desconocidas. Si alguien necesita un recordatorio de que las acciones simples y directas pueden frustrar la agresión viral, considere las acciones del pueblo japonés. A pesar de tener una de las poblaciones más antiguas del mundo, superaron con aplomo a la mayoría de los países occidentales en términos de muerte y discapacidad. Lo hicieron, no con bloqueos, sino observando un mensaje real de salud pública sobre "las tres C". Evite espacios cerrados con mala ventilación. Evite los espacios concurridos. Evite los entornos de contacto cercano con las personas. Y usar mascarillas. Y eso harán ahora los ciudadanos que se preocupan por el futuro de nuestros niños, nuestros trabajadores de la salud, nuestros inmunocomprometidos y nuestros ancianos.
Artículo original en inglés en este enlace https://thetyee.ca/Analysis/2022/07/04/Get-Ready-Forever-Plague/ Traducción: Silvia Wú Guin
PRONUNCIAMIENTO
FRENTE A LA CRISIS EN LA AGRICULTURA COMUNAL: OTRA AGRICULTURA ES POSIBLE
Es lamentable que las formas diversas de agricultura sustentada desde las comunidades campesinas y nativas, que conforman la mayoría de unidades agropecuarias del país, se encuentren afectadas por el abandono de los sucesivos gobiernos. Es además contradictorio que justamente los millones de hombres y mujeres rurales que proveen en un buen porcentaje de alimentos a la mayoría de peruanos y peruanas del país, se encuentren en esta situación de postergación.
A pesar del deterioro creciente de sus ecosistemas agroproductivos y de los inequitativos valores y precios que reciben por sus productos, esas familias rurales continúan garantizando la alimentación nacional y la conservación de la agrobiodiversidad. La realidad es muy preocupante. Se vive tiempos de crisis climática global con creciente degradación de suelos y agua, y el Perú es uno de los países más vulnerables y en riesgo, donde el escenario de una posible hambruna no es lejano. La crisis que se vive no es simplemente un problema de fertilizantes o insumos orgánicos como nos muestran, sino que se trata de una crisis del modelo agroalimentario con serios impactos económicos, sociales y ambientales. Pero esa situación no puede persistir. El Estado peruano debe cumplir con su obligación de crear las condiciones para revitalizar la agricultura y ganadería de las comunidades y productores locales, pero apostando por una producción sostenible de alimentos, a través de la restauración de agroecosistemas en manos de las comunidades andino-amazónicas de nuestro país. Cualquier propuesta productiva que no considere la regeneración de los ecosistemas no será sostenible y contribuirá a que la degeneración continúe, y con ello el aumento de la pobreza económica, cultural, social y ambiental de las comunidades. La solución en tal sentido pasa por una nueva visión y renovadas políticas sustentadas en una propuesta agroecológica y de soberanía alimentaria, orientada hacia el Buen Vivir. Es posible recuperar los suelos degradados sin insumos externos. La naturaleza nos da la alternativa de sembrar leguminosas para fijar nitrógeno y otros nutrientes en el suelo y favorecer la rápida regeneración de la fertilidad de la tierra, mejorar la provisión del agua y la captura de dióxido de carbono, en cortos períodos y como medidas de urgencia, que deberían conjugarse con sistemas agroecológicos diversificados que se conviertan en modelos productivos sostenibles. La historia nos enseña que los cambios son posibles: las civilizaciones del Perú antiguo convivieron y aprovecharon su rica diversidad ecológica, agronómica y territorial existente, convirtiéndola en uno de los centros mundiales de origen de domesticación de plantas alimenticias. Las comunidades andinas y amazónicas son herederas de conocimientos y cosmovisiones ancestrales, sustento para el Buen Vivir. La propuesta agroecológica que enarbolamos dialoga con estos saberes y con la visión comunitaria de la gestión social del agua, la restauración de suelos y la soberanía alimentaria. Pero también se hará realidad con la activa movilización y participación de las organizaciones indígenas y campesinas y el efectivo compromiso de la sociedad civil, la academia y las entidades públicas, generando políticas públicas que prioricen la revitalización de la agricultura comunal. ORGANIZACIONES QUE SUSCRIBEN: • Asociación Pro Derechos Humanos • Asociación Madre Coraje • Asociación para la Investigación y Desarrollo de la Agroecología- YO CULTIVO • Asociación Servicios Educativos Rurales - SER • Asociación Tarpurisunchis • Alsakuy Agroecológica • Allin Mikuy Ayllu • Broederlijk Delen • Centro Andino de Educación y Promoción – CADEP José María Arguedas • Centro Bartolomé de Las Casas - CBC • Centro de la Mujer Peruana- FLORA TRISTÁN • Centro para el Desarrollo de los Pueblos Ayllu- CEDEP AYLLU • Coordinadora Rural • CooperAcción • CUIDAR • Declaratoria de la Juventud Lago Titikaka • Derechos Humanos y Medio Ambiente (DHUMA) - Puno • Entre Pueblos
• Federación Regional Agraria de Puno – Rumi Maki • Federación de Mujeres Indígenas Aimaras - FEMIA Lupaca • Grupo Propuesta Ciudadana • Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente - IDMA • Movimiento Manuela Ramos • Movimiento Ciudadano Frente al Cambio Climático - MOCICC • Plataforma Regional de Recursos Naturales y Desarrollo Sostenible- RENADES • Organización de mujeres Originarias Aimaras de El Collao. Ilave - OMOACI • Red de Mujeres Lideresas Unidas en defensa del Lago Titikaka • Red de Mujeres Autoridades de Puno - REMARPU • Slow Food en Perú • Viernes por el Futuro - Puno • We World
Enfrentar en serio la emergencia Laureano del Castillo1 Desde 2020, en Cepes veníamos advirtiendo acerca de los impactos que la pandemia podía originar en la producción agraria y, por ende, en la producción de alimentos. A mediados de 2021, organismos internacionales —como la FAO— llamaban la atención sobre la afectación que la pandemia y la crisis internacional planteaban a la alimentación mundial. Conveagro, por otro lado, desde fines del año pasado, manifestó la necesidad de tomar medidas para enfrentar — entre otros problemas— el creciente costo de los insumos agrícolas, en particular, de la urea. Veamos a continuación qué se ha hecho, desde el lado productivo, para enfrentar esta crisis. Normas sobran; faltan medidas El Congreso aprobó en noviembre de 2021 la Ley 31360, que declaró de interés nacional y necesidad pública la emergencia alimentaria y la continuidad de la campaña agrícola 2021-2022, norma que no estableció nada en concreto para enfrentar la emergencia. Asimismo, el Ejecutivo aprobó en marzo de este año el Decreto Supremo 003-2022-MIDAGRI, que declaró en emergencia el sector agrario y de riego por 120 días y anunció que en diez días se aprobaría un Plan de Emergencia Agrario, como en efecto fue aprobado el 8 de abril mediante la R. M. 0140-2022-MIDAGRI, aunque sin las necesarias precisiones. Eduardo Zegarra, exjefe del gabinete de asesores del Midagri, comentó en su momento que en el citado plan no se encuentran reasignaciones de metas o presupuestos sectoriales, ni «hay mención alguna [de] qué unidades del Midagri estarán a cargo de las medidas. Solamente se listan algunos lineamientos generales en actividades que ya son realizadas de manera bastante limitada por el Midagri»2. A renglón seguido, Zegarra escribió: «Ninguno de los 39 lineamientos listados en el anexo tiene unidad responsable, ni indicador de base ni metas a lograr, por lo que es imposible saber qué se quiere hacer en términos concretos». Recién el 19 de mayo se aprobó el Decreto de Urgencia 013-2022, por el que se estableció en forma extraordinaria la compra de urea, como consecuencia de su escasez mundial. Se autorizó así a emplear un fondo de 348 millones de soles para adquirirla y garantizar su entrega a nivel nacional durante el inicio de la campaña agrícola 2022-2023, la que debería distribuirse entre agricultores con hasta 5 hectáreas de tierra. Con lo importante que es esta medida para asegurar la próxima campaña agrícola y la consiguiente producción de alimentos, subsisten aspectos por revisar, en orden a conseguir el objetivo deseado.
Los vacíos por llenar Diversos expertos han llamado la atención sobre lo limitado del fondo aprobado para la adquisición de urea, sabiendo que se ha dejado de importar un volumen significativo de este fertilizante. Información de la Sunat muestra que, si bien en 2021 se gastó más en importar urea que en 2019 (150,5 millones de dólares, frente a 117,7 millones en 2019), el volumen importado fue significativamente menor (399 000 toneladas en 2019, 325400 toneladas en 2021). Hasta junio de 2022, según la misma fuente, se habría importado 92 500 toneladas, de las que solo en junio (hasta el 10 de ese mes) llegaron 31 800 toneladas3 . Es muy importante disponer del volumen de fertilizantes necesario al inicio de la campaña, entre agosto y setiembre, y para ello ayuda conocer cuál es la brecha por cubrir, de modo de saber si este esfuerzo estatal será significativo o no para enfrentar la crisis. ¿A qué precio se distribuirá la urea que importará el Estado? Aunque el presidente Castillo afirmó que se distribuiría gratuitamente, poco antes el presidente del Consejo de Ministros había dicho que se entregaría a «costo social». El riesgo de que se genere un mercado negro de urea si se entrega gratis es grande, más aún si no se sabe si quienes la reciban son los que la usarán. Si el Estado no está dispuesto a subsidiarla totalmente, habría que saber qué se entiende por «precio social», cuán cerca estaría este del precio con que se la adquirió y, sobre todo, cuánto estarían dispuestos a pagar los agricultores, considerando que el precio de la urea en el mercado local se ha elevado en estos meses hasta más del triple. Tampoco puede olvidarse que en manos de los importadores queda un stock que no se ha vendido, precisamente, por su alto precio. El Decreto de Urgencia 013-2022 dispone la distribución del fertilizante entre productores agrarios que conduzcan unidades agropecuarias de hasta 5 hectáreas, aun cuando, como muestra el Censo Nacional Agropecuario de 2012, solo una parte de ellos usa fertilizantes químicos. En la presentación del ministro Alencastre ante la Comisión Agraria, aludiendo a datos del INEI, dijo que solo el 46,7% de los pequeños y medianos productores (1047186 productores) utiliza fertilizantes químicos, mientras que el 28,8% utiliza solo abono (de mayor empleo en la costa). Un problema adicional es conocer quiénes de los agricultores de hasta 5 hectáreas usan urea u otros fertilizantes químicos. Como se puede apreciar en el artículo de Miguel Pintado —en este número de La Revista Agraria—, la respuesta a esa pregunta es compleja. El decreto de urgencia establece que la urea se distribuirá entre organizaciones de productores agrarios y productores agrarios individuales que figuren en el Padrón de Productores Agrarios, pero —el ministro Alencastre lo ha reconocido— como este padrón está incompleto (a inicios de junio había solo 267500 productores empadronados), se ha dado un plazo de 120 días «para la incorporación de nuevos productores». Si, además, de acuerdo con lo informado por el nuevo ministro ante la Comisión Agraria, a mitad de junio se estará completando la Encuesta de Intenciones de Siembra 2022-2023, ¿cómo se hará entonces el cruce entre agricultores beneficiados con la distribución directa y las organizaciones de pequeños productores registradas (no todas las existentes) para evitar el doble beneficio? La distribución de la urea en curso de adquisición sería hecha por Agro Rural. ¿Esta dependencia tiene el conocimiento preciso de los agricultores, la red de distribución ne1[1]cesaria, la experiencia y, sobre todo, la capacidad para asumir esta tarea? Podría sugerirse que los comerciantes especializados en estos productos sean quienes se encarguen, pero, entonces, ¿cómo garantizar que los vendan a los precios dispuestos por el Estado? Otro tema insuficientemente atendido en el Decreto de Urgencia 013-2022 es la relación con los gobiernos subnacionales. La inacción de los gobiernos regionales en este tiempo expresa el escaso interés de las direcciones regionales agrarias por la situación. Así las cosas, ¿qué apoyo puede esperar el Midagri de estas dependencias? En el ámbito local, el papel de las municipalidades —que están más cerca de los productores agrarios— tampoco es mencionado en el decreto de urgencia.
Un último tema tiene que ver con la ausencia de los gremios agrarios en el encaramiento del problema de la escasez de fertilizantes en el decreto de urgencia. Este es un reto adicional que enfrentará el nuevo ministro de Desarrollo Agrario, pues su antecesor pareció más interesado en generar la desunión entre aquellos, ignorando el apoyo que podrían brindarle. ¿Qué hacer? Consideramos que el Midagri debe plantearse desde ahora medidas adicionales, dada la poca certeza en relación con el momento en que llegarán al país los fertilizantes y el momento de su distribución, pues el inicio de la campaña agrícola está muy cercano. Toda crisis plantea problemas, pero también abre oportunidades, y en este caso la ocasión se presta para cumplir con normas de promoción de la agricultura agroecológica. Si bien, en lo inmediato, a pesar de los esfuerzos de los agricultores agroecológicos, no se conseguiría cubrir la escasez de urea, podría diseñarse un programa masivo de difusión de la producción y uso de fertilizantes orgánicos, para ir sustituyendo los fertilizantes químicos. Algo lejos de representar una solución inmediata de la crisis, sería un buen inicio para reducir nuestra dependencia de fertilizantes químicos. Cabe recordar que en noviembre de 2021 se aprobaron los Lineamientos de la Segunda Reforma Agraria (SRA). Entre las diversas líneas de acción contenidas en los cinco lineamientos, se incluyeron estas tres: • Implementar compras estatales a la pequeña agricultura para los programas sociales, comedores populares y ollas comunes (4.2.2). • Impulsar la producción nacional competitiva de fertilizantes (4.3.3). • Promover la extensión agraria, asistencia técnica y capacitación para la agricultura familiar (4.5.3). Es evidente que desde que en octubre de 2021 se lanzara la SRA, se ha perdido tiempo valioso para apoyar a la agricultura familiar. Ahora que el ministro Andrés Alencastre vuelve a mencionar el impulso a este proyecto, habría que esperar acciones concretas en esas líneas. Tampoco puede descartarse la necesidad de importar alimentos a fin de compensar la menor producción ocasionada por el menor uso de fertilizantes químicos, con la consecuente caída de la oferta de alimentos agrícolas, caso en el cual será necesario enfrentar una dura competencia exterior. Eduardo Zegarra ha recomendado que nuestros diplomáticos en el exterior se comprometan en la adquisición de urea e incluso de alimentos que la población pudiera requerir. En otro aspecto, habría que poner en práctica las compras públicas de alimentos a los agricultores familiares. La reglamentación de la Ley de compras estatales mantuvo exigencias que limitaban el cumplimiento del objetivo de la ley; habrá que revisar esas normas y, si el camino resulta muy complicado, podría promulgarse otro decreto de urgencia. Hace ya tiempo que se ha planteado la necesidad de encontrar formas directas de articulación de esa producción de la agricultura familiar con las urgentes necesidades de los comedores y ollas comunes que, con creciente dificultad, vienen tratando de paliar el hambre de la población más necesitada. Algo que también debería hacerse en estos tiempos es aprovechar nuestra gran biodiversidad. Si bien en lo inmediato la producción de cultivos como la quinua, los tubérculos y otros granos andinos no puede suplir los grandes volúmenes de trigo y otros alimentos que importamos (por ejemplo, maíz amarillo duro), con el apoyo necesario los productores podrían ayudar a reducir paulatinamente nuestra dependencia de esas importaciones. Todas estas medidas, incluyendo la compra de fertilizantes, requieren de la actuación coordinada de los ministerios y —como ya dijimos— los gobiernos subnacionales. Por eso, es positivo que se haya instalado una comisión multisectorial de naturaleza temporal denominada «Comisión de Alto Nivel para la atención de la crisis de la seguridad alimentaria y la agricultura familiar» (Resolución Suprema 0102022-Midagri), formada por representantes de distintos ministerios con el objetivo de proponer
medidas para garantizar la continuidad de la producción agrícola y el abastecimiento de alimentos para el consumo nacional. Llama la atención el hecho de que en esta comisión no se haya incluido al Ministerio de Economía y Finanzas, voz muy importante en las medidas que aquella pueda proponer. Todavía más: a pesar de que la gravedad de la crisis exige la participación de representantes de las organizaciones agrarias y de la sociedad civil, estos tampoco han sido incluidos en dicha comisión, pese a que no solo sufren directamente esa crisis, sino que también tienen puntos de vista valiosos que deben considerarse, tal como desde fines de 2021 venimos proponiendo en Cepes. Pensar que la crisis agroalimentaria es solo un problema productivo o que solo el Midagri la debe atender —como las normas revisadas parecen hacer—, significa mantener un enfoque muy limitado. Pero, además, confiar en que la mera aprobación de normas legales —como las reseñadas— basta para enfrentar los problemas, sin preocuparse de su efectiva aplicación, podría costarle al país y a nuestra población una situación de hambruna que nadie puede desear. Notas 1 Director ejecutivo del Cepes. 2 Noticias SER.PE (10.4.2022). ¿Plan de emergencia agraria? Ver https://bit.ly/3NRf0Nw 3 Superintendencia Nacional de Administración Tributaria. BioFuente: https://larevistaagrariaperu.org
CALENDARIO AGROECOLÓGICO JULIO * 6 julio, Día del Maestro * 11 julio, Día Mundial de la Población * Jueves 28 de julio: Fiestas Patrias. Feriado * Viernes 29 de julio: Fiestas Patrias. Feriado AGOSTO * 9 agosto, Día Internacional de las Poblaciones Indígenas. * 12 agosto, Día Internacional de la Juventud * 19 de agosto (1989-2022) Trigésimo tercer (33) aniversario RAE Perú * 22 agosto, Día Mundial del Folklore * 27 de agosto (2011-2022) Décimo primer Aniversario del Mercado Saludable de La Molina * Martes 30 de agosto: Santa Rosa de Lima. Feriado. SETIEMBRE * 1 setiembre, Día del Árbol * 12 setiembre, octavo aniversario de la Red de Ferias y Mercados Ecológicos * 16 setiembre, Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono * 21 setiembre, Día Internacional de la Paz. * 23 setiembre, Día de la Juventud y la Primavera. OCTUBRE * Sábado 8 de octubre: Combate Naval de Angamos. Feriado * 15 octubre, Día Mundial de la Mujer Rural * 16 octubre, Día Mundial de la Alimentación * 19 octubre, (2007-2022) Décimo quinto aniversario de la Plataforma PERÚ País LIBRE DE TRANSGÉNICOS * 29 octubre, (2004-2022) décimo octavo aniversario de la Red Peruana de Comercio Justo y Consumo Ético NOVIEMBRE * Martes 1 de noviembre: Día de todos los Santos. Feriado * 7 noviembre, (2002-2022) vigésimo aniversario del Comité de Consumidores Ecológicos * 10 noviembre, Día del Libro * 17 noviembre, (1998–2022) Aniversario 24 del Grupo EcoLógica Perú * 20 noviembre, Día Universal de los Derechos del Niño * 25 noviembre, Día Internacional de la NO Violencia contra la Mujer * 29 noviembre, (1978-2022) el Centro IDEAS celebra su 44 aniversario DICIEMBRE * 1 diciembre, Día de la Prevención del SIDA * 3 diciembre, Día Internacional del No Uso de Agroquímicos. * 3 diciembre, Día nacional de la promoción de la Agricultura Ecológica. * 6 diciembre, (1999-2022) Vigésimo tercer Aniversario de la BioFeria de Miraflores. * Jueves 8 de diciembre: Inmaculada Concepción. Feriado * viernes 9 de diciembre: Batalla de Ayacucho. Feriado * 10 diciembre, Día de la Declaración de los Derechos Humanos * 14 diciembre, día del Cooperativismo Peruano * Domingo 25 de diciembre: Navidad. Feriado * 1 de enero 2021, feriado
BIOCOMPARTIENDO # 19- 2022 ¡ Por una vida productiva, sana y feliz, libre de transgénicos ! Miembro de ▪ Centro IDEAS: Innovando procesos de calidad de vida ▪ RAE Perú (Red de Agricultura Ecológica del Perú) Promoviendo sociedades con cultura agroecológica ▪ Consorcio Agroecológico Peruano - CAP