BOLETÍN INFORMATIVO N° 4
JUNIO 2015
LA ADOLESCENCIA
UNA INVERSIÓN DE HOY PARA NO AFECTAR EL FUTURO “Invertir en la adolescencia tiene sentido desde un punto de vista económico y es un imperativo de derechos humanos, a veces se olvida este último aspecto, sobre todo cuando se les pide que «cambien el mundo». El mundo no cambiará, por mucho que lo intentemos, si las y los adolescentes no pueden ejercer sus derechos humanos.”- Organización Mundial de la Salud.
LA ADOLESCENCIA COMO ETAPA CLAVE PARA LLEGAR A UN BUEN DESARROLLO DE LA ADULTEZ La adolescencia se consideraba como una etapa de la vida que, por su misma naturaleza, entrañaba graves conflictos y trastornos en la medida en que el adolescente trataba de romper la dependencia de la niñez y luchaba por alcanzar una identidad adulta independiente. La corriente actual de pensamiento tiende a ver menos dificultades en el proceso y mucha más continuidad entre el niño y niña de ayer, el o la adolescente de hoy y el adulto de mañana. Un y una adolescente normal enfrenta ese período de transición con pocos trastornos graves o comportamientos de alto riesgo. Mantiene y desarrolla su propia identidad y las relaciones con sus padres, al mismo tiempo que consolida nuevas destrezas y relaciones extra familiares. Desde la perspectiva de esa adolescencia “normal”, aquellos adolescentes que efectivamente experimentan mayores trastornos, y que reiteradamente se involucran en comportamientos problemáticos, tienen dificultades en el presente y muchas probabilidades de tener problemas más adelante en la vida. En consecuencia, las intervenciones eficaces dirigidas a esa población adolescente pueden lograr resultados beneficiosos en cuanto a prevenir futuros problemas de salud, y a promover una vida saludable y productiva. Las y los adolescentes son un activo y un recurso fundamental en el presente y el futuro, y tienen un enorme potencial para incidir positivamente en sus familias, comunidades y regiones. Son actores del cambio social, y no simplemente beneficiarios de programas sociales. Cuando los gobiernos locales y regionales toman decisiones sobre cómo emplear sus recursos de salud, generalmente asignan escasa importancia a la población adolescente, a pesar de que, después de la infancia temprana, la adolescencia es la etapa más vulnerable hasta que se llega a la vejez. Los costos para las sociedades serán considerables si estos jóvenes no llegan a la edad adulta gozando de buena salud, bien educada y capaz de responder a las necesidades de sus propios hijose hijas. La Costos de la inacción en esta etapa de vida son:
•Costos por el alto índice del embarazo precoz. •Costos del VIH/SIDA. •Costos de las conductas (y condiciones de vida) de riesgo y vulnerabilidad: embarazo no deseado, desempleo, deserción escolar, VIH/SIDA, violencia.
•Costo de los programas de readaptación y recuperativos.
LA INVERSIÓN EN LA ADOLESCENCIA ES UNA TAREA DE TODOS Y TODAS La adolescencia es la etapa en que el individuo debe hacer frente a las tareas de establecer una identidad personal satisfactoria y de forjar lazos interpersonales fuera de la familia, tareas que incluyen formar pareja, aprender a controlar de manera responsable la sexualidad en desarrollo, y promover adecuadamente la capacidad de viabilidad económica a través de la educación, las actitudes y los hábitos. La familia del adolescente, sus pares, el vecindario, la escuela y otros grupos pueden ayudar a realizar estas tareas, como pueden crear obstáculos que muchos jóvenes no pueden superar por sí mismos. La inversión en las y los adolescentes es una de las inversiones más acertadas que puede efectuar un país y una región. Al disponer de servicios de salud, educación y oportunidades, las y los adolescentes estarán en condiciones de contribuir plenamente en sus sociedades y ayudar a romper el círculo de la pobreza. La evidencia demuestra que mientras más tiempo una adolescente permanezca en la escuela, tiene más posibilidades de usar métodos anticonceptivos modernos si tiene relaciones sexuales, y menor riesgo de tener un embarazo temprano; adicionalmente, la educación le brinda mayores posibilidades de vincularse a un empleo en mejores condiciones. Las normas de género, además, reproducen condiciones de desigualdad en el acceso a la educación, al empleo y las decisiones libres sobre su sexualidad y reproducción para las mujeres jóvenes, causando vulneración de sus derechos humanos.
¿POR QUÉ INVERTIR EN LA ADOLESCENCIA? Porque: •Se necesita atención equitativa en la distribución e recursos. •Cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. •Perspectiva macro-económica y micro-económica. •Vulnerabilidad durante transición a la edad adulta. •Bono demográfico. •Potencial de conductas violentas y conflictos sociales y civiles. •Empoderamiento de una generación que gobernará el país, la región, comunidad.
Comentario:
“Nosotros ahora no somo el futuro, somos el presente y deben tomarnos en cuenta”. Aldeir Purizaca Antón (17 años)-Sechura. Consejo Consultivo del Niño y Niña Adolescente.