Boletín Compartiendo Nro. 10-2015

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COMPARTIENDO N° 10 ¡Por una vida productiva, sana y feliz; libre de transgénicos! lunes, 09 de marzo 2015

INDICE          

Alimentación rica y sana. Consideraciones y consejos. Parte 7. Alfredo Stecher Agenda del Mes CURSO TEORICO-PRACTICO SOBRE BIODIGESTORES / Carmen y Ulises Casa Blanca “Se avecina un desastre alimentario" – Informe sobre agrotóxicos y transgénicos Opiáceos alimentarios: Nos hacen “zombis” y adictos Trigo: El “ensuciamiento” nuestro de cada día Fósforo: Exceso tóxico Alimentos de ‘ningún lugar’ o alimentos ‘del lugar’ / Cláudia Job Schmitt Las mujeres y la soberanía alimentaria / Michel Pimbert Cuanto más mujeres participen, mayor la soberanía alimentaria / Shen Shicai y Qian Jie

Editor: Fernando Alvarado de la Fuente E-mail: bioferdi@hotmail.com Blog: http://fernandoalvaradodelafuente.blogia.com/ FaceBook: Fernando Alvarado BioFerdi WEB: www.ideas.org.pe Facebook: http://www.facebook.com/centroideas.peru


NOTICIAS Y EVENTOS DE LA SEMANA

ALIMENTACIÓN RICA Y SANA. CONSIDERACIONES Y CONSEJOS. PARTE 7. ALFREDO STECHER XII. La leche 121. Después de dejar la leche materna, el ser humano no necesita leche en absoluto; con mucha frecuencia no la digiere bien y alrededor de un 70% de la población mundial no tolera bien la leche y sus derivados, en particular la vacuna, por falta o insuficiencia de la enzima lactasa en el intestino delgado para digerir la lactosa, un azúcar, lo que aumenta con la edad. 122. Esto se debe principalmente a factores genéticos y es mucho más frecuente e intenso en personas de origen étnico asiático oriental, africano o indígena, pueblos que no tienen una larga tradición de consumo de lácteos, en particular vacunos (excepto dos tribus africanas); los efectos dependen en muchos casos de la cantidad de lactosa ingerida. 123. La intolerancia puede tener diferentes grados; en caso de intolerancia leve se puede consumir muy pequeñas cantidades de leche, pequeñas cantidades de algunos quesos madurados, yogures y probióticos, y productos con leche como aditivo. 124. En muchas personas toma años en manifestarse con claridad, y los síntomas no permanentes pueden demorar horas en aparecer después de cada consumo de lactosa; incluso personas que toleraron bien la leche en su juventud pueden perder esa capacidad en la temprana adultez. 125. Puede producirse también o acentuarse temporalmente por enfermedades intestinales -como la celiaquía e infecciones-, por analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos, y por desnutrición. 126. La intolerancia a la leche vacuna, según su intensidad, puede producir malestar digestivo, como flatulencia, diarrea o estreñimiento, acidez, náuseas, erupciones cutáneas, asma, dolores de cabeza, y puede afectar el crecimiento. 127. El diagnóstico clínico de la intolerancia a la lactosa no es fácil, por su sintomatología difusa, común a muchos malestares, y los médicos tienden a subestimarla. 128. Al tener de manera sostenida alguno o varios de los síntomas de intolerancia, y/o al aparecer o aumentar horas después de ingerir lácteos, sin otra causa aparente, es aconsejable un autodiagnóstico con un período de al menos una semana de no ingerir ningún tipo de lácteos o de alimentos con algo de lácteos, sin ningún otro cambio en la dieta y estilo de vida, para ver si los síntomas continúan; también en esto el efecto positivo puede deberse en algunas personas a la expectativa de sentirse mejor. 129. Personas que por su entorno tienen dificultad para evitar el consumo de productos con lactosa pueden tomar lactasa en tabletas o píldoras –pero no todas las toleran bien. 130. Algunas personas tienen alergia a alguna proteína de los lácteos, una reacción inmunológica, que puede manifestarse en problemas cutáneos, digestivos o respiratorios; en casos extremos puede llegar a shock anafiláctico. 131. La intolerancia y la alergia no extremas tienen efectos muy molestosos, pero no conducen a enfermedades graves. 132. Para quienes tienen intolerancia fuerte o alergia a la leche, es importante recordar que también se encuentra lácteos con lactosa en helados, chocolates, suplementos alimenticios, cereales industriales para desayuno, entre


otros, y saber que también los hay como aditivos en derivados cárnicos (como las salchichas y otros embutidos), en pan de molde, margarinas, pasteles, purés envasados, otras golosinas, entre otros. 133. La leche de cabra y la de oveja, y sus derivados, son de más fácil digestión que la de vaca, tanto de las proteínas como de las grasas, con muchos otros nutrientes importantes, lo que además hace algo más tolerable su también alto nivel de lactosa. 134. La leche contiene mayor cantidad de calcio pero menos asimilable que la de muchas verduras, y, por la acidificación que produce, el cuerpo retira parte del calcio de los huesos para neutralizarla, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis. 135. El cuerpo necesita vitamina D para absorber el calcio; también lo facilita el ácido cítrico. 136. El exceso de fósforo dificulta la absorción del calcio, en especial el contenido en embutidos, algunos quesos, especialmente los fundidos, gaseosas/colas y comida rápida (fast food); también la dificultan, el azúcar y la proteína animal, el exceso de sal, el café, cacao, nicotina y alcohol aumentan la excreción con la orina. 137. Los fosfatos en verduras son menos asimilables que los artificiales en productos industriales y comida rápida. 138. Tienen calcio fácilmente asimilable, en alta proporción, algunas algas, sardinas y anchovetas, zapallo/calabazas, legumbres, coles, brócoli, brotes de alfalfa, quinua y kiwicha/amaranto, mariscos, pulpo, almendras, higos secos, pasas, camote, las verduras de color verde oscuro (poro, lechugas, perejil, cebollita china/cebollín, llantén, diente de león, ortiga, chía, sésamo, agua mineral (mejor natural y no gasificada), naranjas, semillas de sésamo; también contiene algo de calcio el agua de llave/caño, como lo evidencia el sarro en las teteras. 139. La mal llamada leche de soya –porque no es una leche- no es una buena alternativa. XIII. Frutas y verduras 140. Las frutas y verduras son otra fuente básica de almidones y fibra, más algo de proteínas, y muy importantes suministradores de vitaminas, minerales básicos y oligoelementos, tanto más mientras más frescas y menos procesadas son; además propician la saciedad. 141. Incluso muchas verduras que acostumbramos cocinar pueden ser consumidas crudas, pero en algunos casos un procesamiento térmico mínimo facilita la digestión y algunos nutrientes lo necesitan para su plena expresión (como el licopeno de tomates, más efectivo cuando son cocidos y consumidos conjuntamente con grasas, por ejemplo, un poco de aceite de oliva). 142. Si bien la manzana cruda, especialmente la rallada, es buena contra la diarrea, cuando es cocida, en particular la cocción concentrada de la cáscara (reducción del agua a la mitad), es buena contra estreñimiento también, y aún mejor, la papaya cruda. 143. El tomate y la manzana son claros ejemplos de que los efectos de alimentos cocidos y crudos no son iguales. 144. Muchas hojas de verduras que acostumbramos botar son perfectamente comestibles y altamente nutritivas –si no están marchitas, todas, pero en especial, las más tiernas-, con sustancias como fibra, clorofila, vitamina C, calcio, hierro y magnesio (por ejemplo, las del apio, de la betarraga, de la zanahoria, del rábano/rabanito). 145. También lo son muchas hierbas silvestres, en especial el diente de león y llantén (en ensaladas o cocidos) y la ortiga (cocida), y muchos pétalos de flores o flores enteras; el llantén tiene muchas propiedades medicinales importantes. 146. Es más saludable, en ese orden, la fruta entera o en trozos, en lo posible con cáscara, en segundo lugar, la licuada no pasada por cedazo o colador, y, a distancia, la colada, la cocida, la embotellada o en conserva; no son saludables las bebidas de frutas de sobre, o, peor, de sabor a fruta –por sustancias artificiales, aunque figure que son idénticas al original. 147. Tomar más de dos o tres vasos grandes de fruta licuada puede ser dañino y, para diabéticos, cualquier cantidad, si es tomada rápidamente.


148. Es más saludable ingerir la fruta antes de la comida o entre comidas (media hora antes o varias horas después) – así se facilita la absorción de sus nutrientes y no interfiere con la digestión de otros alimentos –por complejidad y por fermentación. 149. No conviene comer simultáneamente la versión cruda y la cocida de la misma fruta. 150. Las variedades criollas suelen tener una menor proporción de azúcar y mayor de otros nutrientes, además de un sabor y aroma más intensos, especialmente las orgánicas.

AGENDA DEL MES CURSO TEORICO-PRACTICO SOBRE BIODIGESTORES (14, 21 y 28 de Marzo del 2015) Docentes coordinadores del curso: Dra. Carmen Felipe-Morales B. y Dr. Ulises Moreno Moscoso Docentes invitados: Ing. Sonia Hilares, Biol. Juan Juscamaita Lugar: Finca “ BIOAGRICULTURA CASA BLANCA” Calle 14 Lote 20 Parcelación Casa Blanca, Distrito de Pachacamac Tel. 2311187 / 999184590 Duración del curso : 3 Sábados: 14, 21 y 28 de Marzo del 2015 PROGRAMA 1er Sábado (14 de Marzo) Fundamentos del proceso de digestión anaeróbica. Principios básicos para el funcionamiento de un Biodigestor Selección, dimensionamiento y tipos de Biodigestores. Funcionamiento de un Biodigestor tipo Chino. Productos obtenidos del Biodigestor y su caracterización: Biogas y Bioabonos líquido y sólido. . Formulación de carga para el Biodigestor (pre-compost) : Preparación del Pre-Compost. 2do Sábado (21 de Marzo) Descarga del biodigestor. Construcción de Biodigestores: Modelo Chino. Modelo Tailandés (de geomembrana) 3er Sábado (28 de Marzo Cargado del Biodigestor. Resultados experimentales sobre uso del Biol Aplicación de Biol y Biosol en los cultivos. Preparación de biofertilizantes a partir de lodos residuales. Costo por participante: S/. 450 Este costo incluye además de la enseñanza teórico-práctica, la entrega de separatas sobre temas del curso y los almuerzos. El traslado hasta la finca es por cuenta de cada participante. Para mayor información, comunicarse a los teléfonos : 2311187 / 999184590 o a los correos electrónicos: carmenfm@terra.com.pe biocasablanca@gmail.com Forma de pago: Depósito en la Cuenta de ahorros en soles del Banco de Crédito Nº 19311707384038 a nombre de Carmen Felipe Morales B.


Avisar a través del teléfono o por correo electrónico que han efectuado el pago y presentar la constancia de depósito para darles el comprobante de pago respectivo. Opción para participantes que vienen de lugares lejanos a Lima: El curso sería de dos días: Viernes 27 de Marzo (se les haría un resumen de los temas tratados en las clases de los sábados 14 y 21 de Marzo) y Sábado 28 de Marzo (participarían con el resto de asistentes en la clase y práctica de cargado del Biodigestor). El costo en este caso es de S/. 300

PRESENTACIÓN DEL ECODIRECTORIO 2015 Estimadas y estimados Productores y comercializadores de productos ecológicos a nivel local Como saben la Red de Agricultura Ecológica del Perú (RAE Perú), viene impulsando desde el 2011 la edición impresa del Ecodirecctorio. En el Ecodirectorio se difunde los datos de las diferentes iniciativas de Lima (y de algunas regiones) donde se utiliza y venden productos ecológicos. Hemos ido creciendo en número de 23 experiencias el 2011 a 49 el 2014 y para el 2015 llegaremos a 65 experiencias que presentaremos en esta versión, ademas de varias decenas en otras regiones. El martes 17 de marzo 2015 de 9am a 11am estaremos presentándoles la versión impresa del Ecodirectorio 2015. La presentaci+on se realizará en el Auditorio del Colegio de Ingenieros del Perú – Consejo Nacional, Av. Arequipa # 4947, distrito de Miraflores. Tambien estaremos presentándoles una versión digital del Ecodirectroio 2015, con una serie de servicios adicionales que permite esta versión en web. Aprovecharemos para presentarles otros servicios en web que impulsamos como RAE Perú. Les avisamos con anticipación para que puedan separar esa mañana del 17 de marzo y nos puedan acompañar. Esperando verles, nos despedimos, RAE Perú Confirmaciones y registros: sistemas@raeperu.org.pe

REUNIÓN DE TRABAJO RED FYME Los días 11 y 12 de setiembre del 2014 se realizó en Lima, el Encuentro Nacional de Ferias y Mercados Ecológicos. Luego de dos días de intensos debates se aprobó la creación de la Red FyME, Red de Ferias y Mercados Ecológicos. Tambien redactamos una importante declaración que culmina así: Declaramos nuestro interés de conformar una Red de Ferias y Mercados Ecológicos Red FyME en todo el país para llegar con alimentos sanos y de calidad a los consumidores.


Nos constituimos en un espacio abierto a las diversas experiencias de comercialización implementadas en las distintas regiones del Perú y convocamos al trabajo articulado para generar el sistema de Comercialización Justo, Sano, Solidario y Soberano que nuestro querido Perú necesita. Para avanzar en llevar a la práctica este compromiso las y los invitamos a una reunión de trabajo para el día martes 17 de marzo 2015 de 11am a 1pm. La reunión de trabajo se realizará en el Auditorio del Colegio de Ingenieros del Perú – Consejo Nacional, Av. Arequipa # 4947, distrito de Miraflores. Les esperamos. RAE Perú Confirmaciones: sistemas@raeperu.org.pe

28 Y 29 DE MARZO: CURSO TALLER AGRICULTURA BIODINÁMICA Estimados amigos Es con gran alegria que anunciamos nuestro 1er Curso Taller de Agricultura Biodinamica a realizarse el 28 y 29 de marzo del 2015 en Casa ATINCHIK, Pachacamac, Lima. Tratara temas interesantes desde concepto y practica de agricultura biodinamica, preparados, aspectos astronomicos y calendario, apicultura, y un abordaje biografico al organismo agropecuario. Haremos pratica en la huerta y tendremos sesiones artisticas y euritmia. De no perderse la oportunidad. Favor difundir en las redes y contactos que tengan. Un abrazo, Patricia Flores Equipo coordinador del Curso

TRANSGÉNICOS 26/02/2015

"SE AVECINA UN DESASTRE ALIMENTARIO" – INFORME SOBRE AGROTÓXICOS Y TRANSGÉNICOS Por David R. Schubert El uso incontrolado de herbicidas a base de glifosato en Sur y Centro América ha dado lugar a un aumento significativo de defectos en los nacimientos, toxicidad renal y cáncer. Uno esperaría que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA)tenga los mejores intereses en mente para la población, pero sus decisiones recientes han arrojado serias dudas sobre esta suposición. Una en particular, podría tener un impacto dramático en la seguridad del suministro de alimentos de Estados Unidos: Es el mandato de la EPA para regular el uso de agroquímicos como insecticidas y herbicidas, así como para determinar sus límites permitidos en los alimentos y el agua potable.


Los herbicidas (para matar malezas) son mezclas de productos químicos diseñados para rociar sobre las malezas, se depositan en el interior de las plantas e inhiben las enzimas necesarias para que la planta deje de vivir. El ingrediente activo en el herbicida más ampliamente utilizado es el glifosato, mientras que algunos herbicidas contienen 2,4D. El 2,4D es mejor conocido como un componente del Agente Naranja, un defoliante utilizado ampliamente durante la Guerra de Vietnam. Hasta la introducción de los cultivos transgénicos hace unos 20 años, aplicaban los herbicidas en los campos antes de la siembra, y luego lo utilizaban sólo con moderación alrededor de cultivos. La comida que comíamos de las plantas estaba libre de estas sustancias químicas. En marcado contraste, con plantas resistentes a los herbicidas modificados genéticamente, los herbicidas y una mezcla de otros productos químicos (tensioactivos) que se requieren para obtener el ingrediente activo en la planta se pulveriza directamente sobre los cultivos y luego son tomados por la planta. Las malas hierbas que rodean mueren mientras que la planta de GM está diseñada para resistir el herbicida. Por lo tanto, el propio cultivo alimenticio contiene el herbicida, así como una mezcla de tensioactivos. Para acomodar el hecho de que las malas hierbas se están volviendo resistentes a glifosato, se requiere un mayor uso de herbicidas, la EPA ha aumentado constantemente su límite de concentración permitida en los alimentos, y ha ignorado esencialmente nuestra exposición a las otras sustancias químicas que se encuentran en su formulación comercial. Como resultado, la cantidad de herbicida a base de glifosato introducida en nuestros alimentos ha aumentado enormemente desde la introducción de los cultivos transgénicos. Múltiples estudios han demostrado que los herbicidas a base de glifosato son peligrosos para la salud pública. De igual importancia en términos de salud es el hecho de que los herbicidas se utilizan ahora para matar rápidamente cultivos de cereales no modificados genéticamente, al final de su ciclo de cultivo con el fin de acelerar la recolección. Así, un producto puede ser etiquetado libre de GM, pero todavía contienen altos niveles de herbicida. El hecho de que los productos químicos agrícolas están ahora dentro de los cultivos de los alimentos que comemos es un cambio fundamental en nuestro sistema de producción de alimentos y la exposición humana a sustancias químicas tóxicas. Por desgracia, está a punto de empeorar aún más. El 2,4D se ha utilizado durante más de 50 años, su toxicidad para los trabajadores del campo y de las poblaciones vecinas está bien documentada. Estudios patrocinados por la EPA han demostrado que las personas expuestas frecuentemente a2,4D tienen un mayor riesgo de enfermedades, cáncer y de nacimiento de Parkinson. Su uso no agrícola está prohibido en algunos países europeos. A pesar de esta información, y las advertencias de muchas organizaciones conocedoras, científicos y médicos, la EPA ha concluido recientemente que la comercialización de maíz y de soja modificada genéticamente para ser resistentes tanto a 2,4D y el glifosato no tendrá efectos adversos en la salud humana y ha permitido la introducción de estos cultivos en muchos estados. Las declaraciones sumarias utilizadas para justificar esta decisión se encuentran en el sitio web de la EPA, pero los datos científicos y la discusión para apoyar no están disponibles al público. Algunos predicen que debido a estos cultivos transgénicos y el inevitable aumento de la resistencia a los herbicidas por parte de las malezas, la cantidad de 2,4D en nuestro entorno, pronto podría aumentar hasta 30 veces con respecto a los niveles de 2010. Como científico de investigación médica, considero que este subsidio de la EPA es un grave error y creo que en última instancia va a conducir a un desastre de salud pública. Esta conclusión se basa en las siguientes consideraciones: 1) El 2,4D, el glifosato, y tensioactivos están dentro de la planta y no se pueden lavar. Recientemente los envíos de soja a Asia han contenido 50 veces la cantidad de glifosato permitido en Europa, y los niveles altos se encuentran en la soja GM estadounidense, mientras que ninguno se detecta en los granos convencionales y orgánicos. 2) El 2,4D es tóxico, y en las pruebas de seguridad de las formulaciones de glifosato se ha demostrado que son disruptores endocrinos y causan daños en el hígado y el riñón. Por otra parte, parece que la formulación específica de 2,4D y el glifosato que se aplicará a los nuevos cultivos transgénicos no se ha probado para la seguridad de la salud. Debido a que los alimentos de soja y derivados del maíz contendrán estos productos


químicos, deben ser consideradas aditivos alimentarios, y están bajo la jurisdicción de la FDA, lo que requeriría de extensas pruebas de seguridad. Actualmente ninguna son obligatorias. 3) El glifosato y 2,4D se acumulan en el medio ambiente, y las cantidades se incrementarán en nuestros alimentos y el agua potable, y su uso combinado se generaliza y las malezas se vuelven más resistentes. El glifosato ya se encuentra en la sangre y la orina de las personas, y en una mezcla rica en nutrientes de soja dado a los infantes. 4) Mientras que los productores de los nuevos cultivos doblemente resistentes a herbicidas y las agencias reguladoras de Estados Unidos tienen un cierto control sobre la producción y el uso de herbicidas en este país, no pueden controlar los fabricados o utilizados en el extranjero. El uso relativamente incontrolado de herbicidas a base de glifosato en Sur y Centro América ha dado lugar a un aumento significativo de defectos en los nacimientos, toxicidad renal y cáncer. Será mucho peor si 2,4D se produce en la mezcla. ¿Qué significa todo esto? Los consumidores deben considerar la compra de productos de soja y maíz orgánicos certificados hasta que la EPA retire su asignación de los cultivos alimentarios que contienen los herbicidas, y se deben hacer todos los esfuerzos posibles para evitar la introducción de cultivos resistentes a herbicidas adicionales. Estos aditivos alimentarios no son buenos para usted o sus hijos. Ecoportal.net Antropología y Nutrición http://www.antropologianutricion.org/ Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Transgenicos/Se-avecina-un-desastre-alimentarioInforme-sobre-agrotoxicos-y-transgenicos

Opiáceos alimentarios: Nos hacen “zombis” y adictos Publicada en Alimentos ensuciantes y etiquetada como adicción, alimentos ensuciantes, ensuciamiento corporal, exorfinas, lácteos, morfina, opiáceos, péptidos, trigo ¿Qué nos hace zombis y adictos? Por Néstor Palmetti zombiNadie duda que “somos lo que comemos”. Por tanto, aquello que cotidianamente ingerimos tiene una gran influencia sobre nuestro estado físico y mental. Mire a su alrededor. ¿No ve usted demasiados zombis? ¿Por qué tantas personas actúan como tales? Según el Diccionario de la Real Academia, el significado de zombi es: atontado, que se comporta como un autómata. Es fácil observar cómo se ha incrementado el estado de apatía social en las últimas décadas. Junto a la obesidad, ha crecido ese letargo colectivo que impide establecer prioridades, privilegiando cosas banales respecto a grandes temas, como la buena salud. ¿Por qué tanta gente no puede corregir nocivos hábitos alimentarios? Es sorprendente saber que insospechados alimentos cotidianos son responsables de esta tendencia, y también de la adicción por dichos alimentos. El objetivo de este informe es comprender qué nos generan estos alimentos y por qué nos cuesta dejarlos. Todos saben que al consumir morfina, uno se vuelve lento, apático y adicto. Esto sucede porque la morfina es una sustancia opioide. ¿Por qué somos sensibles a dichas sustancias? Porque nuestro organismo (sobre todo el encéfalo) posee receptores para estos péptidos opioides. ¿Por qué? Porque nosotros los producimos en caso de necesidad. Cuando debemos escapar de algún peligro y nos encontramos heridos, necesitamos condiciones especiales para sobreponernos. En tales situaciones, el organismo produce péptidos opioides para disminuir el dolor; las conocidas endorfinas. Los corredores de maratones conocen los efectos de las endorfinas, moléculas que les permiten continuar aún cuando se hallan exhaustos. Las endorfinas generan efectos placenteros, incrementan la resistencia física, provocan euforia, tienen poder analgésico… y también resultan adictivas. Para poder cumplir su función, las endorfinas requieren la presencia de receptores apropiados, en los cuales encajan como llave en una cerradura.


Dado que las endorfinas y los péptidos opiáceos son muy similares, ambos encajan en nuestros receptores encefálicos. Por cierto que el ser humano no está diseñado para embriagarse con morfina ni con endorfinas. La secreción de endorfinas se realiza en el organismo en determinadas condiciones especiales. Y la morfina no es un nutriente. Sin embargo, los receptores del encéfalo son susceptibles a otras sustancias opiáceas: aquellas presentes en los alimentos. En los años 70, científicos del Instituto Max Planck de Munich (Alemania) le llamaron exorfinas. Surge entonces una pregunta natural: ¿por qué hay péptidos opiáceos en nuestros alimentos? Las razones también son naturales. LOS OPIÁCEOS ALIMENTARIOS Las exorfinas cumplen un papel esencial en la cría de los mamíferos y están presentes en todas las especies. Terneros y bebés reciben sus primeras exorfinas con las mamadas iniciales. Esto genera en el neonato una dependencia hacia la madre y un estímulo a consumir alimento. Además lo tranquiliza y lo duerme, cosa sencillamente comprobable en la reacción de los lactantes luego de mamar. Estos péptidos opiáceos, además de asegurar la ingesta de nutrientes por parte del neonato y garantizar su descanso, cumplen otra función clave. Dado que el bebé esta recibiendo un alimento altamente especializado y específico, la naturaleza crea mecanismos para que se aproveche al máximo este nutriente perfecto. Por ello, los péptidos opiáceos de la leche incrementan la permeabilidad intestinal, o sea “abren” la malla filtrante que es la mucosa de los intestinos. Si bien la mucosa está diseñada para evitar el paso de alimentos no digeridos o sustancias tóxicas, en el neonato no existe tal riesgo, al ser la leche materna un alimento perfecto y totalmente digerible. Por ello, la mucosa se hace más permeable, a fin de no desperdiciar una sola gota de este nutriente vital, asegurando la absorción de los factores de crecimiento presentes en la leche materna. Este mecanismo se convertirá en uno de los más grandes problemas del adulto que continúe ingiriendo péptidos opiáceos, como veremos luego. La leche contiene diferentes péptidos opioides, enmascarados en proteínas (caseína, lactoalbúmina, betalactoglobulina y lactoferrina). Los péptidos opioides de la leche son: beta-casomorfinas, alfa-caseína exorfinas, casoxinas, beta-casorfinas, alfa-lactorfinas, beta-lactorfinas y lactoferroxinas. Para prevenir la degradación de los péptidos y asegurar su función, los mismos son relativamente indigeribles y está previsto que lleguen inalterados al flujo sanguíneo. ¿Pero solamente la leche de los mamíferos posee péptidos opiáceos? No, también algunos vegetales sintetizan estas moléculas, a fin de defenderse de sus enemigos. Es el caso del trigo, cereal dotado de péptidos que adormecen a sus predadores. Una sola molécula proteica de gluten hallada en el trigo, contiene 15 unidades de un particular péptido opioide. El gluten del trigo contiene un número de péptidos opioides extremadamente potentes. Algunas de estas moléculas son incluso 100 veces más poderosas que la morfina. Los péptidos opioides del gluten hallados en el trigo son: glicina-tirosina-tirosina-prolina, tirosina-glicina-glicina-triptofano, tirosina-prolina-isoleucina-serina-leucina y tirosina-glicina-glicina-triptofano-leucina (el más potente de todos). Los sacerdotes del antiguo Egipto utilizaban al trigo para alucinar, y lo empleaban en los vendajes, para disminuir el dolor provocado por las heridas. Los emperadores romanos sabían que el pueblo no se rebelaría mientras tuviera pan y entretenimiento.Todos los productos derivados del trigo contienen péptidos opioides: pan, pasta, pizza, galletas, tortas, empanadas, tartas, etc. Al padecer un dolor dental, se puede masticar pan durante 10 minutos a fin de aliviar el dolor, con lo cual se comprueba su potencia anestésica. EL PROBLEMA DE LOS OPIÁCEOS Hemos visto que los péptidos opioides son absolutamente naturales, tanto en plantas, animales o humanos. Sin embargo, son un problema al sacarlos de contexto y consumirlos en abundancia, cosa que hacemos en nuestra moderna alimentación. Justamente por sus efectos adictivos, estos alimentos pasaron de ser “alimentos de supervivencia” en ciertas etnias, a ser “alimentos omnipresentes” en la masificada dieta industrializada. Además de sabores, texturas y practicidad, lo adictivo explica la supremacía de panes, galletas, pizzas, lácteos y pastas, sobre otros alimentos más nobles y más antiguos. Más allá de los problemas directos que genera el abultado consumo de lácteos y trigo (refinación, procesamiento industrial, combinación con grasas, azúcares y aditivos nada saludables), el principal inconveniente de los péptidos opiáceos se visualiza en la función intestinal. Por un lado, la capacidad adormecedora de estas sustancias, “anestesia” vellosidades y paredes intestinales, generando estreñimiento y constipación. Es sencillo constatar la masificación de este padecimiento y las graves consecuencias que genera, como desencadenante del “ensuciamiento” corporal. Por otra parte, el incremento de la permeabilidad intestinal es algo que potencia y


“garantiza” el problema. Los alimentos no digeridos y las sustancias tóxicas, se frenan por efecto del estreñimiento, mientras que la mayor permeabilidad facilita su rápido ingreso al flujo sanguíneo. Además de generar apatía, adormecimiento y lentitud, los alimentos que contienen opiáceos son difíciles de abandonar. Personas que deben seguir dietas estrictas sin lácteos ni trigo, sufren al inicio los mismos síntomas del síndrome de abstinencia que protagoniza un adicto a las drogas: temblor en las manos, irritabilidad, sensación de vacío, etc. No es casualidad que muchos alimentos, incluso cárnicos y saborizantes, tengan entre sus componentes proteínas de leche y trigo, lo cual garantiza fidelidad al consumo. Investigadores de la Universidad de Michigan (Usa) determinaron recientemente que las mujeres son más vulnerables a estas adicciones, en parte porque son más sensibles al dolor, en parte porque sufren más en situaciones de estrés debido a efectos hormonales. No olvidemos que los receptores opiáceos del encéfalo son responsables de que nos encontremos subjetivamente bien o mal, y de allí la inconsciente dependencia hacia las fuentes alimentarias. Las mujeres necesitan dosis más altas de analgésicos opioides para liberarse de un dolor y por ello tienen más dificultades para abandonar dicha dependencia. Por último, para tratar de compensar el efecto de enlentecimiento mental que generan los opiáceos alimentarios, las personas se vuelcan al consumo de estimulantes (cafeína, mateína, teína, azúcar, taurina y cosas peores). Lejos de resolver el problema, este acoplamiento determina hábitos poco saludables, que sin embargo tienen profunda raigambre y son socialmente bien aceptados. Más allá del fenómeno adictivo y los hábitos culturales, ni trigo ni lácteos resultan alimentos que aporten nutrientes esenciales. Cuando se habla de nutrientes esenciales, nos referimos a sustancias o compuestos que no puedan ser satisfechos con otros alimentos propios de nuestra fisiología frugívora (semillas, frutas, verduras, algas, etc). De los libros: “Nutrición Depurativa” y “Lácteos y Trigo” Autor: Néstor Palmetti Extraído de: Espacio Depurativo Publicado por: Gloria de los Ángeles Espíndola www.unmundodebrotes.com Fuente: http://www.unmundodebrotes.com/2015/02/opiaceos-alimentarios-nos-hacen-zombis-yadictos/#.VOMebMUZfFY.facebook

TRIGO: EL “ENSUCIAMIENTO” NUESTRO DE CADA DÍA Publicada en Alimentos ensuciantes y etiquetada como ensuciamiento corporal, gluten, opiáceos, trigo Si bien el grano de trigo posee varios problemas que detallamos en el libro “Lácteos y trigo“, el principal tiene que ver con su preponderancia cotidiana, en perjuicio de otros antiguos granos y cereales no tan problemáticos. Si el trigo fuese un cereal más en la rotación culinaria, tal vez no generaría tanto perjuicio. Sin embargo, varios factores (sabor, textura, practicidad, manipulación agrícola, bajo costo…) han globalizado el rol del trigo como cereal básico. Pero tal vez el factor principal de su consumo masificado y exuberante, sea su efecto adictivo, que incluso dificulta su eliminación de la dieta. Veamos resumidamente algunos de estos factores. Proteína mucógena y alergénica El gluten (90% de la proteína del trigo) es generador de mucosidad (congestión de vías respiratorias, moco colónico, estreñimiento, hígado graso) y reacciones alérgicas (la más conocida es la celiaquía, que ahora se muestra asociada a desordenes ginecológicos), pero también ciertas proteínas del trigo moderno se asocian a inflamación intestinal, colon irritable, migrañas, depresión, diabetes, malfunción tiroidea, dermatitis, fatiga crónica, esquizofrenia, etc.


Opiáceos adictivos y constipantes Péptidos similares a la morfina, presentes naturalmente en la planta de trigo como mecanismo defensivo frente a sus predadores, provocan dependencia y estreñimiento a través del consumo cotidiano. Los opiáceos generan adormecimiento (por eso se consumen junto a alcaloides estimulantes, como cafeína, mateína, teína…), apatía, obnubilación mental y crisis de abstinencia frente a su carencia. Manipulación agrícola Al ser de consumo masivo, el trigo sufrió y seguirá sufriendo numerosas manipulaciones genéticas, tanto por hibridación como por transgenia (trigo RR), con el objeto de satisfacer puntuales necesidades productivas. Estas manipulaciones, tal como demuestran numerosas evidencias, ignoran la lenta capacidad de adaptación de nuestro organismo frente a cambios tan violentos y nuevas síntesis proteicas. Las enzimas y mucinas digestivas, como lo señala el Dr. Seignalet, son incapaces de procesar las nuevas moléculas alimentarias, generando mala digestión, reacciones alérgicas y agotamiento inmune. Procesamiento industrial Habitualmente el grano de trigo no se consume en forma integral (grano entero), sino como harinas que sufren un violento desmembrado en la molienda, la refinación y el procesamiento. Se separa el salvado y el germen, se inactivan otros elementos (vitaminas), se oxidan ciertos componentes (grasas) y se adicionan fortificantes que en formas sintéticas suelen ser tóxicos en ciertas dosis y para ciertos grupos etarios, tal como vimos previamente con el ácido fólico. Las malas compañías La masificación productiva lleva al uso de numerosas sustancias insanas, pero necesarias para satisfacer cuestiones industriales y comerciales, y a la generación de compuestos innaturales. Es el caso de aceites hidrogenados (grasas plásticas y de alta conservación), huevo deshidratado (aporta colesterol oxidado y reactivo), refinados (sal, azúcar, aceites), compuestos generados por la cocción (beta carbolinas, acrilamidas, PFGA) y una marea de aditivos (leudantes turbo, resaltadores de sabor, blanqueadores, colorantes y saborizantes sintéticos, conservantes, emulsionantes, estabilizantes…) que potencian sus efectos, al estar presentes contemporáneamente en productos de consumo altamente masificado. Extraído del libro “Nutrición Depurativa www.espaciodepurativo.com.ar Publicado por: Gloria de los Ángeles Espíndola www.unmundodebrotes.com Fuente: http://www.unmundodebrotes.com/2011/10/trigo-el-ensuciamiento-de-cada-dia/

FÓSFORO: EXCESO TÓXICO Publicada en Alimentos ensuciantes, Enfermedades y alimentación, Información saludable y etiquetada como alimentos refinados, ensuciamiento corporal, fósforo, lácteos, trigo La abundante ingesta de alimentos refinados retroalimenta un mayor consumo y la ansiedad oral. El mecanismo principal es simple y de sentido común. El cuerpo “lee” los nutrientes que ingresan, tal como hacen la cajera del súper con su lector óptico. Frente al alimento refinado, el organismo “no lee” suficientes vitaminas, minerales, ácidos grasos, aminoácidos, enzimas… y por ello pide más. En cambio cuando ingerimos alimentos sustanciosos (semillas), el cuerpo “lee” el ingreso de todos esos nutrientes y en alta concentración, enviando al cerebro la señal de saciedad, lo cual nos induce a frenar la ingesta. Pero los excesos no son solo de volúmenes, de por sí tóxicos, sino de macro nutrientes claves. Es el caso de los azúcares, las proteínas y las grasas. La alimentación moderna es abundante proveedora de esos elementos y para peor, de pésima calidad. Estos son hechos altamente comprobados, que no necesitan mayor justificación, pero que ilustraremos en el apartado “Evitando ensuciantes”.


A la par de muchas carencias, nuestra sociedad se ha convertido en víctima de excesos que no se visualizan como peligrosos. Un ejemplo es el fósforo, mineral considerado importante en la nutrición saludable, entre otras cosas por su rol en la actividad celular y enzimática. Sin embargo, y como todo en la Naturaleza, los excesos invierten la cualidad del nutriente. La industria química alimentaria usa mucho fósforo inorgánico, mineral base de aditivos, conservantes, leudantes, emulsionantes, estabilizantes, espesantes y saborizantes (ejemplo, el ácido fosfórico de las gaseosas). Una sola fábrica alemana produce de 20 a 25 toneladas diarias de estas versátiles sustancias!!! Sólo a causa de estos aditivos, se estima que diariamente consumimos 1.000mg de fósforo, superando los 800mg que recomienda la OMS para una persona adulta. Y a esto hay que agregar el fósforo que ingerimos con los alimentos. El fósforo es muy utilizado como fertilizante agrícola y ese exceso en los suelos se transfiere a la cadena alimentaria (vegetales, animales, humanos). El poroto de soja es, en sí mismo, un gran suministrador de fósforo: aporta 590mg en solo 100g de semillas. Los lácteos son otra gran fuente de fósforo, ya que la leche vacuna tiene una relación calcio/fósforo (1:1) muy diferente a nuestras necesidades corporales (2,5:1). En esta última relación, el fósforo resulta sinérgico del calcio, pero en el lácteo vacuno, su alta proporción lo convierte en antagónico del calcio, al cual bloquea. En 100g de queso parmesano encontramos 840mg de fósforo. Tal como advirtiera hace décadas Hertha Hafer [1], investigadora farmacéutica alemana, el exceso de fósforo está en el origen de los desórdenes de conducta infantil (DDA, hiperactividad, agresividad), problemas que remiten con una dieta baja en fósforo. Una reciente investigación coreana [2], demostró que una dieta alta en fosfatos incrementa el riesgo y la virulencia de tumores pulmonares y daños en las vías respiratorias. Pero la abundancia de fósforo (propia de la alimentación industrializada) también genera otros síntomas: fibromialgia (reuma), artritis, confusión mental, temblores, calambres, contracturas musculares, reflujos gástricos, daños en mucosas y flora intestinal. Y sobre todo daño renal, ya que la vía de excreción de los excesos de fósforo son justamente los riñones. Otro exceso grave en términos de “ensuciamiento corporal”, es el de sustancias mucógenas. A través de lácteos (caseína) y trigo (gluten), alimentos abundantes en la producción industrial, introducimos una marea de moco a la estructura corporal. Este exceso de pegajosas estructuras proteicas, colapsa no solo la vías respiratorias (donde realmente “vemos” el moco), sino también los intestinos (tal como vimos en el primer capítulo), el sistema linfático y se hace perceptible en las secreciones vaginales femeninas. Además de afecciones respiratorias y estreñimiento, los mucógenos generan reacciones alérgicas (celiaquía) y congestión generalizada de los humores corporales. [1] Ver el libro “La droga oculta: La dieta de fosfatos (Causa de los problemas de conducta, dificultades de aprendizaje y delincuencia juvenil) en www.phosadd.com (sitio australiano solo en inglés) [2] Dirigida por el Dr. Myung Haing Cho de la Seoul National University (Corea) y publicada en American Journal of Respiratory. Del libro “Nutrición Depurativa” Extraído de: http://www.espaciodepurativo.com.ar/problemas_alimentarios/fosforo.php Publicado por: Gloria de los Ángeles Espíndola www.unmundodebrotes.com Fuente: http://www.unmundodebrotes.com/2013/01/fosforo-exceso-toxico/


ALIMENTOS DE ‘NINGÚN LUGAR’ O ALIMENTOS ‘DEL LUGAR’ / CLÁUDIA JOB SCHMITT Fuente: LEISA revista de agroecología • 27.3 • Septiembre 2011 En las últimas décadas, las iniciativas de las redes que tratan de aproximarse de manera diferente a la producción, consumo y comercialización de alimentos se presentan como alternativas viables, a pesar de que su organización y funcionamiento no se ajusten al formato dominante en varias partes del mundo. En lugar de alimentos ‘de ningún lugar’, cultivados por productores desconocidos, envasados y transportados a largas distancias por las grandes corporaciones, se han hecho más visibles otras prácticas –tanto las antiguas como las nuevas o renovadas–. Estas prácticas muestran una manera diferente de producir, distribuir, elegir, valorar y consumir los alimentos. Hay muchas posibilidades y aquí podemos nombrar unos pocos ejemplos: venta de puerta en puerta, comercialización de los productos ecológicos de la región en las ferias locales por los propios agricultores, agroindustria familiar, cooperativas de consumo y redes informales de intercambio y comercialización de productos entre los vecinos, suministro a pequeñas tiendas y restaurantes de la localidad, distribución de los productos de la agricultura familiar en escuelas y programas sociales a través de mercados institucionales, etc. Estas iniciativas de producción y comercialización, a menudo despreciadas y consideradas como ‘pequeñas soluciones’, ganaron preeminencia en diferentes países, desde el año 1990, en un contexto fuertemente marcado por la liberalización de los mercados y los procesos de erradicación territorial de las economías locales. Este movimiento que cuestiona la calidad de los alimentos producidos en gran escala con métodos de la Revolución Verde y su comercialización por parte de las grandes cadenas de venta minorista y mayorista, no solo existe en los países del Norte, sino también en muchos países del Sur. La denuncia de los riesgos asociados con los agrotóxicos y los alimentos modificados genéticamente, el crecimiento de las redes de comercio justo y agricultura ecológica, las reacciones del consumidor a la propagación de enfermedades a través de los alimentos, el fortalecimiento de la agroecología como propuesta técnica y social, son parte de un conjunto heterogéneo de acciones y reacciones que cuestionan las formas dominantes de producción y consumo, contribuyendo a la politización de las relaciones entre productores y consumidores, y dando también un nuevo significado a los mercados locales. Sin embargo, sería un error identificar a todas estas iniciativas que ‘nadan contra la corriente’ como iniciativas recientes. En diferentes lugares, la resistencia de los mercados locales y de la producción para consumo propio se mantiene como una práctica fuertemente entrelazada a la cultura y estilo de vida de las poblaciones urbanas y rurales, y se encuentra, incluso, como un componente clave en el conjunto más amplio de sus estrategias de reproducción social y económica. La capacidad de recuperación del suministro de circuitos locales y regionales en diversas partes del mundo es, sin duda, un fenómeno que merece una mirada más cercana. Varios estudios han llamado la atención sobre el hecho de que una parte muy significativa de los alimentos consumidos en el mundo –el 85%– se produce en el ámbito de cada país o en la misma región ecológica (Grupo ETC, 2009; Ploeg, 2008). Por ejemplo, cabe mencionar que solo el 6% de la producción mundial de arroz se comercializa a través de las fronteras de los países productores. Para el trigo, un cultivo que cuenta con el mayor porcentaje de las exportaciones de cereales, solo el 17% de la producción mundial se vende en los mercados extranjeros, mientras que el restante 83% se consume en los países productores (Ploeg, 2008). De acuerdo con estimaciones realizadas por el Grupo ETC (ETC Group, 2009), el 50% de los alimentos producidos en el mundo son cultivados por los agricultores campesinos, el 12,5% por los cazadores y recolectores, y el 7,5% por los agricultores urbanos. Los alimentos producidos y distribuidos a través de los circuitos de producción y comercialización agroindustrial corresponden, de acuerdo con estos cálculos, al 30% de los alimentos del mundo. Lo que se puede apreciar en estos datos es la imagen de un mundo globalizado, controlado por las grandes corporaciones y donde el alimento se ha convertido en objeto de especulación en los mercados. Los ajustes que surjan como resultado de los cambios provocados por la liberalización de los mercados para los futuros (commodities) agrícolas es solo una cara de una realidad heterogénea y multifacética. La implementación de nuevos marcos regulatorios que han llegado a dominar el sector agroalimentario en todo el mundo, especialmente desde el año 1990, asume formas complejas y contradictorias. Las tendencias de concentración e integración de las grandes empresas del sector agroalimentario, impulsadas tanto por los procesos de desregulación de los mercados como también por la aplicación de la nueva normativa, no se materializan de la misma manera en todas partes, manteniéndose, sin embargo, como fuerzas poderosas.


A finales de 1990, Cargill ya controlaba el 40% de las exportaciones de maíz, un tercio de todas las exportaciones de soja y al menos el 20% de las exportaciones de trigo (Morgan y otros, 2009). En contraste con lo que existía décadas atrás, cuando muchas empresas de semillas del sector privado y empresas públicas se dedicaban al fitomejaramiento, ahora un grupo de diez grandes empresas controlan dos tercios de la producción mundial de semillas comerciales (ETC Group, 2008). El peso de las grandes cadenas de tiendas de venta al por menor (retailers) es un factor importante en este nuevo ciclo, especialmente por su esfuerzo por llegar a nuevos segmentos de mercado y satisfacer las preferencias de los consumidores. Wal-Mart abrió su primera tienda fuera de Estados Unidos en 1991. Por los datos facilitados por esta compañía se sabe que su red comercial se compone hoy en día de 9.600 unidades operativas en 28 países de todo el mundo. Carrefour, que inició su actividad internacional en 1989, ahora cuenta con 9.500 tiendas en 32 países. Sin embargo, el aumento de la productividad, las economías de escala, la homogenización de las dietas y de los procesos de producción, así como la desregulación de los mercados, no pueden ser vistos como la única racionalidad de funcionamiento del sistema alimentario. Las transformaciones en curso abarcan diferentes modos de organización, a menudo contradictorios, y que no pueden explicarse simplemente mediante las dicotomías: local versus global, convencional versus alternativo, mercado masivo versus nicho de mercado, liberalización frente a la regulación. La percepción del sistema alimentario como un campo de relaciones antagónicas, así como la presentación de diferentes tendencias, son requisitos importantes para la comprensión de los procesos emergentes que permitan localizar y contextualizar la producción, elaboración y consumo de alimentos, sus desafíos y sus potencialidades. Dos cuestiones deben tenerse en cuenta: en primer lugar, vale la pena explorar detalladamente qué factores entran en juego cuando se trata de restaurar los lazos de la producción y el consumo de alimentos con su entorno social y ambiental, o la reubicación territorial del sistema agroalimentario. Nos parece importante reflexionar también sobre las relaciones entre estas iniciativas de pequeña escala, locales o territoriales, y los grandes cambios que hoy afectan al sistema alimentario, pues sus procesos y resultados serán de vital importancia en la conformación de las redes de producción y consumo de las próximas décadas. Cuando nos referimos a los diferentes procesos de ubicación del sistema agroalimentario, un primer elemento a destacar es el hecho de que la diversidad de agriculturas existente en el mundo es el resultado de una trayectoria histórica de la coproducción que comprende a los grupos humanos y a la naturaleza viva (Ploeg, 2008). Los modos de organización de la producción agrícola y de alimentos que llegaron a ser dominantes en el período histórico posterior a la Segunda Guerra Mundial, y que transformaran la actividad agrícola en una empresa altamente dependiente de las fuentes de energía y los insumos externos, tuvieron como uno de sus principales efectos el debilitamiento de los vínculos de la agricultura con su base ecológica, social y cultural. LEISA revista de agroecología En la guardería: una dieta sana, equilibrada y apropiada culturalmente Foto: autora La agricultura dependiente de los combustibles fósiles, los agroquímicos y las variedades de cultivos con alto rendimiento, ha alterado profundamente el metabolismo social al separar cada vez más los espacios de producción y consumo, estableciendo así un peligroso desequilibrio entre la productividad de los agroecosistemas y las exigencias de los seres humanos y de los animales –especialmente en la ganadería comercial– por el consumo de biomasa. Según Pimentel, el sistema de alimentos en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) que reúne a los principales países desarrollados, para la producción de cada kilocaloría (kcal) de alimento se invierten cuatro kilocalorías de otras fuentes de energía (Pimentel, 2009). Una lata de refresco, capaz de proporcionar aproximadamente una caloría de energía, requiere 2.200 calorías para su producción, de las cuales el 70% es utilizado en la producción de latas de aluminio (Pimbert, 2008). Estos datos nos parecen muy relevantes en momentos cuando los biocombustibles se presentan como la gran alternativa al uso de combustibles fósiles. Según estimaciones realizadas por varios organismos, entre ellos la Agencia Internacional de Energía (2008), la producción mundial de petróleo crudo alcanzará su máximo histórico en 2020, y a partir de entonces disminuirá. No obstante, la demanda por petróleo se mantendrá creciente. La transición de una energía basada en combustibles fósiles, a otra que tenga probablemente la biomasa como una fuente principal, implica cambios profundos en las formas de ocupación de las tierras agrícolas y de la propiedad y uso de los recursos naturales (tierra, agua y biodiversidad), ya sea para la producción de energía o la producción de alimentos. Estos cambios parecen estar propiciando una mayor concentración de poder y de capacidad de inversión en las grandes corporaciones. Un estudio del Banco Mundial, publicado en 2010, llama la atención sobre la


competencia por la apropiación de la tierra a nivel global, especialmente entre octubre de 2008 y agosto de 2009, periodo en el que se transfirieron 45 millones de hectáreas de tierra agrícola en un proceso identificado con una expresión en inglés: landgrabbing (apropiación de tierras). Como han señalado Sauer y Leite (2010), el crecimiento de la producción agrícola y, con él, la creciente demanda de tierra están siendo impulsados por la expansión de ocho commodities: maíz, soja, caña de azúcar, palma aceitera, arroz, canola, girasol y plantaciones forestales. Por lo tanto, existe una alta probabilidad de que muchas de estas tierras, al ser adquiridas por los bancos de inversión, fondos de pensiones y las empresas vinculadas a la agroindustria, entre otros agentes económicos, se destine a la producción de energía o de alimentos en gran escala (Grain, 2011). La apropiación y concentración de los recursos productivos, junto con la privatización de la biodiversidad agrícola y el conocimiento de los mecanismos de propiedad intelectual son elementos clave para ser cuestionados cuando se rediseñen las rutas que recorren los alimentos antes de llegar a la mesa del consumidor. Las interrelaciones entre estos distintos procesos y sus posibles consecuencias sobre la sostenibilidad del sistema alimentario actual contribuyen a reforzar la idea de que la reubicación, como principio rector, no es simplemente un nuevo ‘cableado’ del mercado. ¿Qué es lo que está en juego? De hecho, es el papel de los mercados como un instrumento en la dirección (o redirección) de los flujos de energía y de los materiales de apoyo para las actividades económicas, algo que también implica la redirección en una distribución más equitativa de la riqueza y la propiedad generados por el sector agroalimentario. La transición a nuevas formas de producción, transformación y consumo de alimentos socialmente justos y ambientalmente sostenibles, pone en tela de juicio a las estructuras de poder que rigen hoy la producción de alimentos y apunta a la necesidad de un nuevo equilibrio entre los agentes económicos privados, los estados nacionales, las organizaciones multilaterales y los territorios. La noción de soberanía alimentaria, enunciada de forma sintética, afirma el derecho de los pueblos a decidir sus propios sistemas alimentarios y agrícolas, así como a proteger y regular la producción agrícola y el comercio con el fin de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, lo que es sin duda una referencia importante en este debate (Vía Campesina, 1996; Pimbert, 2008). El desarrollo de los mercados locales, como un componente en la construcción de estrategias sostenibles de desarrollo rural, no se traduce necesariamente en un localismo defensivo; es decir, en una defensa irreflexiva de los productos y circuitos locales sin tener en cuenta las complejas relaciones que se establecen entre lo local y lo global. Lo que está en juego es la construcción social de los mercados, los acuerdos institucionales y los instrumentos de política con capacidad de viabilizar las nuevas formas de producción, consumo y tenencia de la tierra, así como de garantizar la renovación, a lo largo de las generaciones, de los procesos ecológicos que sustentan estas actividades. Hay elementos importantes que vinculan a los diversos sistemas de la agricultura campesina y familiar con la preservación in situ de la biodiversidad agrícola y alimentaria, algo esencial en el mantenimiento y el fortalecimiento de la capacidad de producir alimentos en un escenario marcado por el cambio climático de alcance global. Los impactos del calentamiento global en la producción de alimentos han sido objeto de diversas estimaciones. Los estudios muestran, por ejemplo, la posibilidad de reducir hasta un 50% el rendimiento de las cosechas en algunos países africanos (Bayles, 2011). Esta disminución de la productividad debería traducirse en un aumento de precios de los alimentos. El cultivo de la diversidad alimentaria y la mejora de los conocimientos necesarios para que estos productos y sabores de la mesa lleguen al consumidor, garantizando una dieta sana, equilibrada y apropiada culturalmente, son herramientas importantes en una estrategia de adaptación a las nuevas condiciones ambientales y la reducción de la extensión de las tierras cultivables, algo que puede llegar a muchas regiones. Las acciones destinadas a la transformación económica, social, técnica y cultural del actual sistema agroalimentario deben enfrentar y solucionar varios obstáculos, como la inestabilidad de los precios y la débil posición de los agricultores en sus relaciones con los agentes intermediarios, factores que reducen el margen de maniobra que existe en la generación de nuevos mercados. Hechos como la importación de productos baratos han contribuido a alterar, en diferentes partes del mundo, la producción para el autoconsumo y los mercados locales. También, la imposición de normas de calidad y mecanismos de regulación que no se ajustan a las condiciones de producción de los agricultores inhibe las iniciativas que buscan agregar valor a la producción. Sin embargo, hay en el horizonte signos importantes de cambio. En los países desarrollados, por ejemplo en los Estados Unidos, según el Censo de Agricultura, las ventas directas de alimentos a los consumidores han aumentado en la última década: de 551 millones USD en 1997 a 1.200 millones en 2007. Los datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de América (USDA por sus siglas en inglés) muestran que el número de ferias ‘productor directo’ en este país aumentó de 1.755 en 1994 a 5.274 en 2009 (USDA, 2010). Las investigaciones realizadas en seis países europeos y publicadas en 2002, revelaron que una parte significativa de los agricultores entrevistados (51%) está haciendo esfuerzos para


diversificar sus unidades de producción y desarrolla acciones para la comercialización de nuevos productos y servicios. La venta directa y elaboración de productos en la finca, junto a otras estrategias, han sido identificadas como componentes importantes de este movimiento de transformación de los sistemas de producción (Ploeg y otros, 2002). En Brasil, a través del Programa de Adquisición de Alimentos, 112.000 fincas familiares (promedio anual entre 2003 y 2009) han abastecido con alimentos a las escuelas y los programas sociales gracias al fortalecimiento de los vínculos entre la producción doméstica y el mercado institucional (Gobierno Federal / Gerente de Grupo de la PEA, 2010). La construcción de sinergias positivas entre las experiencias locales mediante acuerdos políticos institucionales más amplios, capaces de generar un entorno favorable para el florecimiento de estas iniciativas, es todavía un reto. Sin embargo, los campesinos, los agricultores familiares, los recolectores, los pescadores, los técnicos, los educadores y los consumidores han logrado establecer importantes vínculos, que ahora se encuentran en el barullo de las ferias y en las diferentes áreas de la discusión política, coordinación de actividades y acciones de capacitación. Cláudia Job Schmitt Email: claudia.js@oi.com.br Referencias - Bailey, Robert. 2011. Cultivar un futuro mejor: justicia alimentaria en un mundo con recursos limitados. Oxfam Internacional. – - Grupo ETC. 2009. ¿Quién nos alimentará? Preguntas sobre las crisis alimentaria y climática. Communiqué del Grupo ETC, Nº 102 (noviembre). - GRAIN. 2011. Hoy, acaparamiento mundial de tierras para la producción de alimentos: las preguntas más frecuentes. Junio de 2011. -- Morgan, Kevin y otros. 2009. Mundo de la comida: lugar, el poder y la procedencia de la cadena alimentaria. Oxford: Oxford University Press. - Pimentel, David. 2009. Insumos energéticos en la producción de cultivos alimentarios en los países desarrollados y en desarrollo. Energías, Vol. 2, Nº 1, p. 24. - Pimbert, Michel. 2008. Hacia la soberanía alimentaria: recuperación de sistemas autónomos de alimentos. Sussex, Reino Unido: IIED. - Ploeg, J. D. van der, A. Long y J. Banks. 2002. Desarrollo rural: el estado del arte. En: Ploeg, J. D. van der, A. Largo y J. Banks (eds.). Campo de vida. Procesos de desarrollo rural en Europa: el estado del arte. Doetinchem: Elsevier. - Ploeg, J. D. van der. 2008. Los agricultores y los imperios de alimentos, las luchas por la autonomía y la sostenibilidad en la era de globalización. Porto Alegre: UFRGS Editora. Fuente: http://www.leisa-al.org/web/revista-leisa/113-vol27n3.html#Sistemas_Regionales_de_alimentos

LAS MUJERES Y LA SOBERANÍA ALIMENTARIA / MICHEL PIMBERT Fuente: LEISA revista de agroecología • 25.3 • Septiembre 2009 La mayor parte de los alimentos a nivel mundial son cultivados, recolectados y cosechados por más de dos mil quinientos millones de pequeños agricultores, pastores trashumantes, habitantes de los bosques y pescadores –más de la mitad de los cuales son mujeres. Los conocimientos y el trabajo de las mujeres cumplen un papel clave en el sostenimiento de los diversos sistemas alimentarios locales que aún existen en todo el mundo, particularmente en los países en vías de desarrollo. Los ingresos y el sustento de muchas personas se derivan de la venta, procesamiento e intercambio de alimentos locales. Basta pensar en todas las pequeñas industrias alimentarias en cada barrio de las ciudades del Sur y en las mujeres que sirven almuerzo y cena en sus puestos de comida en cada esquina. Los sistemas alimentarios localizados proporcionan la base de la nutrición, los ingresos, las economías y la cultura de personas de todo el mundo. Se inician a nivel de hogar y se expanden a los barrios, municipios y regiones. Tales sistemas alimentarios forman toda una red de organizaciones locales, cada una de ellas activa en diferentes sectores de la cadena alimentaria: producción, almacenamiento y distribución. Las mujeres constituyen la mayoría de la fuerza laboral de los sistemas alimentarios locales y contribuyen de manera significativa a la seguridad alimentaria y la economía local.


Desarrollo global a nivel local Los gobiernos y las industrias alimentarias globales nos hacen creer que se avecina una nueva era en la cual las grandes empresas producirán alimentos para todos. La agenda política actual es tan dominante que la prensa, las universidades, los colegios y los servicios de extensión promueven implícitamente los mercados libres como la única y la mejor forma de desarrollo. Esto implica que la pequeña agricultura está pasada de moda: los pequeños agricultores dejarán sus aldeas y se establecerán en ciudades donde encontrarán trabajo relacionado a la industria o los servicios, y comprarán sus alimentos en los supermercados locales donde se venden alimentos de todos los continentes. Si falla la cosecha en una región global, otro proveedor se hará cargo. Esta agenda de seguridad alimentaria promete producción de alimentos en grandes cantidades, de manera que alcance para todos los habitantes del planeta. Es una visión interesante, pero ¿es cierto que con mercados libres se garantiza la seguridad alimentaria? El libre comercio ha sido promovido durante las últimas décadas y, sin embargo, el año pasado, los mercados demostraron que no son esos proveedores estables de alimentos que se nos hizo creer. Cuando, a inicios del 2008, los inversionistas empezaron a acaparar alimentos, el precio del arroz alcanzó su nivel más alto y los países importadores fueron los que más sufrieron. El precio de los alimentos se duplicó y el número de personas hambrientas aumentó en casi 200 millones a nivel mundial. Para la doctrina del libre mercado los alimentos son una mercancía: el conjunto de la cadena industrial alimentaria se establece mejor cuando los precios del trabajo y de los otros insumos están en sus niveles más bajos. De esta manera, los agricultores se ven obligados a trabajar como peones agrícolas o a migrar a las ciudades en busca de otras fuentes de ingresos. El precio de los alimentos en este tipo de sistema puede subir o bajar, empujando cada vez a más personas hacia la pobreza. Estos acontecimientos están fuera del control de los habitantes de zonas rurales y hasta de los gobiernos. La amenaza es mayor para las mujeres que para los hombres, debido a que en la mayoría de los hogares rurales son las mujeres las responsables de poner comida sobre la mesa todos los días. Más aún, la degradación de las condiciones de vida en los hogares rurales más pobres se ha traducido en todo lugar en mayores niveles de violencia -especialmente doméstica y sexual-, de la cual las primeras víctimas son las mujeres y niñas. Y, a pesar del libre mercado, en todo el mundo y en todas las profesiones de la cadena alimentaria los salarios promedio de las mujeres son significativamente menores que los de los hombres. En todo el mundo, las mujeres están subrepresentadas en los gobiernos, la investigación y la extensión agrícola, los sindicatos y las organizaciones de productores, y debido a ello no se presta la debida atención a sus intereses. El derecho a la alimentación y a la producción sostenible de alimentos Afortunadamente el mercado libre no es la única opción para lograr el desarrollo. Existen otros modelos de desarrollo para el futuro de la alimentación y la agricultura. Los agricultores, trabajadores de la alimentación, pastores nómadas y poblaciones nativas tienen un rol que cumplir en un sistema alimentario global diferente, más fiable. Y también las mujeres. El modelo de soberanía alimentaria es una opción. El concepto de soberanía alimentaria había sido discutido por varios años cuando fue hecho público en la Conferencia Internacional de Vía Campesina (www.viacampesina.org) en Tlaxcala, México (abril de 1996). Según las palabras de Vía Campesina: “La Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos a definir sus propios sistemas alimentarios y agrícolas; a proteger y regular la producción y el comercio agrícola internos para lograr objetivos de desarrollo sostenible; a determinar su grado de autosuficiencia; a limitar el dumping de productos a sus mercados (...). La Soberanía Alimentaria no niega el comercio internacional, más bien defiende la opción de formular aquellas políticas y prácticas comerciales que mejor sirvan a los derechos de la población a la alimentación y a disponer de productos agrícolas inocuos, saludables y ecológicamente sostenibles”. Durante la Cumbre Mundial sobre Alimentación de 1996, Vía Campesina presentó una serie de principios que se reforzaban mutuamente, ofrecían una alternativa a las políticas mundiales de comercio y podrían hacer realidad el derecho de las personas a la alimentación. La soberanía alimentaria implica entonces el derecho de los individuos, los pueblos, las comunidades y los países a: • la alimentación y a producir alimentos, lo que quiere decir que todos tienen derecho a alimentos inocuos, nutritivos y culturalmente apropiados, a los recursos para producir dichos alimentos y a la capacidad de mantenerse ellos y sus sociedades • definir sus propias políticas agrícolas, laborales, pesqueras, alimentarias y de manejo de suelos y agua que sean ecológica, económica y socioculturalmente apropiadas para ellos y sus circunstancias específicas


manejar, utilizar y controlar aquellos recursos naturales que preservan la vida, como la tierra, el agua, las semillas, las razas de ganado y una mayor biodiversidad agrícola, sin restricciones causadas por el derecho a la propiedad intelectual y libres de organismos manipulados genéticamente • producir y cosechar alimentos de manera ecológicamente sostenible, principalmente mediante una producción orgánica y con bajos insumos externos, así como con la pesca artesanal • elegir su propio grado de autosuficiencia alimentaria y desarrollar sistemas alimentarios autónomos que reduzcan su dependencia de los mercados globales y las corporaciones • proteger y regular la producción y el comercio domésticos y prevenir el dumping de alimentos a sus mercados y la asistencia alimentaria que no sea necesaria. Una dieta diversa a partir del trueque Los sistemas alimentarios autónomos y soberanos no son solo una ilusión. De hecho, existen muchos ejemplos. Las personas saben combinar las oportunidades con el control de sus medios de sustento de manera muy creativa. Un ejemplo de ello es el trueque que se practica en los pueblos del valle de Lares, en el departamento de Cusco, ubicado en los Andes del sur del Perú. La región tiene una extensión de alrededor de 3.600 km2 y abarca a más de 30 comunidades con más de 4.000 personas que practican el trueque. Está compuesta de tres zonas agroecológicas situadas a diferentes alturas sobre el nivel del mar (m.s.n.m.): la yunga (menos de 2.300), la quechua (entre 2.300-3.500) y la puna (más de 3.500). Cada semana las mujeres de la yunga llevan su fruta, café, yucas y coca; las mujeres de la quechua llevan maíz, legumbres y vegetales; y las mujeres de la puna llevan papas, tubérculos, lana y carne. Los productos son intercambiados en los mercados de trueque según medidas socialmente acordadas. Algunos productos son intercambiados uno a uno, tales como las papas y las yucas. Otros, en base a su volumen, como uno o dos puñados de un producto. Casi la tercera parte de los alimentos familiares provienen de los mercados de trueque, que son tradicionales en la zona. Se comercializa coca, lana, maíz y transporte. En la actualidad las mujeres consideran que los mercados de trueque son, después de la agricultura de subsistencia, la mejor manera de conseguir alimentos. El marco de la política de soberanía alimentaria es elaborado por una red global de movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil. El objetivo de estas organizaciones es reunir a las poblaciones indígenas, pastoriles y otros grupos rurales, tanto del Norte como del Sur, y brindarles una voz y la posibilidad de influir sobre los acontecimientos globales. Es la respuesta de los ciudadanos a las múltiples crisis sociales y ambientales inducidas por los sistemas alimentarios modernos (IAASTD, 2008; Pimbert, 2009). Seguridad alimentaria, soberanía alimentaria y opciones políticas El concepto de soberanía alimentaria fue desarrollado como reacción al creciente mal uso de seguridad alimentaria. Sin embargo, ambos conceptos son frecuentemente confundidos. La definición dominante de seguridad alimentaria, aprobada en cumbres alimentarias y otras conferencias de alto nivel, implica el que todas las personas tengan suficientes alimentos de buena calidad para comer cada día. Pero no se preocupa por saber de dónde provienen esos alimentos, quién los produce o las condiciones en que son cultivados. Esto permite que los exportadores de alimentos afirmen que la mejor manera de garantizar la seguridad alimentaria en países pobres consiste en subsidiar e importar alimentos baratos o recibirlos gratis como asistencia alimentaria, en vez de que los produzcan ellos mismos. Eso lleva a que estos países se vuelvan más dependientes del mercado internacional, a que los pequeños agricultores, pastores trashumantes y pescadores abandonen sus tierras por ir a las ciudades y, en última instancia, a que empeore la seguridad alimentaria. La soberanía alimentaria fomenta la autonomía de la comunidad; es decir, conduce a que hombres y mujeres determinen por sí mismos qué semillas siembran, qué animales crían, qué tipo de agricultura practican, en qué intercambios económicos participan y, a la larga, qué comen durante la cena. Aquí entra a tallar una dimensión política: contrariamente al concepto un tanto técnico de seguridad alimentaria, la soberanía alimentaria apunta a la responsabilidad que tienen pueblos y gobiernos de tomar en consideración las consecuencias locales de los procesos políticos y económicos a nivel macro. La conexión entre mujeres y soberanía alimentaria es evidente. Las mujeres hacen la mayor parte del trabajo de producción agrícola y comercio de alimentos, ya que son las principales responsables de proveer alimentos para la familia. Sus maridos pueden estar más preocupados por los cultivos comerciales, ya que cada familia tiene gastos (impuestos, colegios, inversiones, etcétera). Gracias a su estrecha relación con la agricultura de subsistencia, las mujeres tienen conocimientos tradicionales no reconocidos sobre semillas, técnicas de cosecha y almacenamiento y productos tradicionales. La mayoría no tiene derechos de acceso a la tierra y el agua, y tienen muy poco poder de decisión. Seguridad alimentaria y soberanía alimentaria en Níger


En Níger, África Occidental, el 65 % de la población rural pasa hambre con regularidad. Las organizaciones internacionales proporcionan asistencia alimentaria y han establecido un sistema de bancos de alimentos. Los alimentos se almacenan en aldeas pobres, donde las personas pueden vender sus cultivos al terminar la cosecha y comprar alimentos a precios razonables cuando hay escasez. De esta manera, las personas ahorran mucho dinero, ya que los precios de los alimentos en los mercados locales se triplican durante la temporada de hambruna. Tienen seguridad alimentaria, pero continúan dependiendo de la ayuda externa. Cuando se les pregunta qué necesitarían para garantizar la producción de sus propios alimentos, la respuesta es clara: lo que necesitan es acceso constante y garantizado a la misma parcela de tierra. Bajo el sistema actual, los jefes tradicionales rotan sus parcelas de manera que los agricultores no pueden invertir en la tierra que cultivan; por lo tanto, no pueden mejorar la tierra. Algunas parcelas parecen ser productivas, pero la tierra de al lado parece serlo menos, de manera que parte de la tierra es subutilizada. En otra parte de Níger los agricultores sembraron cinco millones de hectáreas de árboles luego de que les fuera otorgado el derecho a sembrar, cosechar y vender. En las zonas de tierras agroforestales el suelo recibe más sombra, es más fértil y, como resultado de ello, los niños están mejor alimentados. Las personas pueden producir sus propios alimentos y participar en el mercado si así lo desean. La gente que participa en esos programas se beneficia con una mayor soberanía alimentaria, con menor dependencia y mayor autonomía. Las mujeres se pronuncian sobre el movimiento por la soberanía alimentaria Las mujeres han dado forma de manera decisiva al concepto de soberanía alimentaria (Desmarais, 2007). Han establecido nuevos espacios en estructuras dominadas por los hombres, por ejemplo, a través de la Comisión de Mujeres de Vía Campesina. Asimismo, las mujeres han influenciado los debates sobre políticas globales. Algunos ejemplos: Sobre el derecho a producir • “los agricultores de todas partes tenemos el derecho a producir nuestros propios alimentos en nuestros propios países”, fue la insistencia de las mujeres, quienes tuvieron una fuerte influencia sobre la Declaración de los Derechos de las Campesinas y Campesinos (2009) Sobre la agroecología • las mujeres enfatizan la necesidad de reducir el uso de químicos que hace peligrar la salud (por ejemplo, los plaguicidas, antibióticos y las hormonas para el crecimiento) Sobre los derechos de propiedad • las mujeres han resaltado sistemáticamente la falta de un control de la equidad en la propiedad de la tierra y otros recursos, entre hombres y mujeres Sobre la democracia y la participación ciudadana en la creación de políticas las mujeres enfatizan que su participación plena es necesaria para que se dé un acceso equitativo a la tierra y para garantizar el impacto positivo de las políticas agrícolas sobre sus vidas Aquellos temas sobre los que las mujeres hacen hincapié son relevantes para todos los productores y consumidores de alimentos, no solo para las mujeres. ¿Cómo promover los roles de las mujeres y la soberanía alimentaria? La agenda de la soberanía alimentaria estipula que no es el mercado el que debe controlar los sistemas alimentarios, sino las personas y sus organizaciones e instituciones democráticas. Las políticas en cuestión de alimentos son demasiado importantes como para dejarlas solo en manos de monopolios corporativos, profesionales de la agricultura o economistas; también deben ser dominio de hombres y mujeres comunes. La soberanía alimentaria implica una mayor participación ciudadana y formas más directas de democracia en la gobernanza de los sistemas alimentarios. Los ciudadanos, y especialmente las mujeres, deben cultivar las habilidades y procesos necesarios para una participación cívica activa en los asuntos públicos. Esto no es tarea fácil. Por ejemplo, las organizaciones locales cumplen un rol clave en las reformas para la soberanía alimentaria; sin embargo, no siempre crean suficiente espacio para las mujeres. Para que la voz de las mujeres pueda ser escuchada, estas organizaciones tienen que seguir las prioridades de las mujeres y apoyar el desarrollo de sus capacidades. Los sistemas alimentarios no son solo económicos, involucran el respeto a la población y a la naturaleza. Muchas economías de subsistencia respetan esos valores y saben cómo combinar la producción de autoconsumo y aquella orientada al mercado. El movimiento de soberanía alimentaria debe enfrentar una red bien organizada de personas vinculadas a la ciencia, los negocios y la política de los grupos dominantes. La red de agricultores familiares, procesadores locales de alimentos y mujeres líderes necesita volverse más fuerte políticamente. Puede llegar a formar un movimiento que entrelaza aldeas, pueblos, barrios y unidades ecológicas, y funcionar como poder contestatario


para promover un cambio sistémico profundo en la sociedad. Tal movimiento sería capaz tanto de oponerse como unirse a organizaciones del gobierno local y del Estado, así como a las grandes empresas alimentarias siempre y cuando actúen en nombre de los ciudadanos comunes. Para ello, necesita recuperar y desarrollar conocimiento que sea ecológicamente apropiado, sensible respecto al género, socialmente justo y relevante para cada contexto.El proceso como un todo debería llevar a la democratización de la investigación, reuniendo a investigadores y familias productoras para determinar conjuntamente sus prioridades y campos. De manera similar, la soberanía alimentaria implica la implementación de una reforma agraria radical y la distribución equitativa en cuanto a género del derecho al acceso y uso de recursos que incluyan la tierra, el agua, los bosques, las semillas y los medios de producción. El concepto de los derechos de propiedad debe redefinirse, de manera que las personas más aptas para producir puedan tener acceso a la tierra y los bosques. Por último, todas las personas necesitan alguna seguridad material básica a fin de que puedan participar en estos nuevos espacios democráticos (Pimbert, 2009). Muchas mujeres y sus redes están abocadas en la actualidad a estos procesos de transformación. Ellas, y los varones con quienes trabajan, están generando esperanzas y una nueva solidaridad conforme van globalizando la lucha por la soberanía alimentaria. Michael Pimbert Programa de Agricultura Sostenible, Biodiversidad y Medios de Sustento del Instituto Internacional para el Medio Ambiente y Desarrollo (IIED), 3 Endsleigh Street, Londres WC1H ODD, Reino Unido. Corrreo electrónico: michel.pimbert@iied.org Referencias - Desmarais, A.A., 2007. La Vía Campesina. Globalisation and the power of peasants. Pluto Press, London. - IAASTD, 2008. International Assessment of Agricultural Knowledge Science and Technology. Eds. Beverly D. McIntyre, Hans R. Herren, Judi Wakhungu, Robert T. Watson. Island Press. - Vía Campesina, 1996. El Derecho a Producir y el Acceso a la Tierra. Posición de Vía Campesina en cuanto a Soberanía Alimentaria presentada en la Cumbre Alimentaria, 13–17 de noviembre 1996, Roma. - Vía Campesina, 2009. Declaración de los Derechos de Campesinas y Campesinos, 2009, Seúl. - Patel, R., 2007. Stuffed and starved. Markets, Power and the Hidden Battle for the World Food System. Portobello Books. - Pimbert, M.P., 2009. Towards Food Sovereignty. Reclaiming autonomous food systems. (E-book). IIED, Londres. Disponible de: www.iied.org/natural-resources/publications/multimedia-publication-towards-foodsovereignty-reclaiming-autonomous-food-systems. Fuente: http://www.leisa-al.org/web/revista-leisa/105-vol25n3.html

PROYECTOS GANADEROS EN EL SUROESTE DE CHINA CUANTO MÁS MUJERES PARTICIPEN, MAYOR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA / SHEN SHICAI Y QIAN JIE Fuente: LEISA revista de agroecología • 25.3 • Septiembre 2009 Taller del “grupo de experimentación” en el condado de Gongshan, Yunnan Foto: Shen Shicai Para las personas pobres y marginales, la producción ganadera cumple diferentes roles decisivos en lo que se refiere a sus medios de vida. Contribuye a la dieta local, proporciona dinero, animales de tiro y fertilizantes orgánicos y es un medio de transporte de equipos pesados y de las cosechas. Aquellos cuyo sustento depende en mayor medida de la crianza de animales son los pobres, los discapacitados y las mujeres que, en lejanas zonas de montaña, tienen poco acceso a la información, infraestructura y oportunidades de trabajo. El condado de Gongshan es una de estas regiones, situada en el noroeste de la provincia de Yunnan, China. Hacia el oeste Gongshan limita con Birmania y hacia el norte con Tíbet. Gongshan es una típica región agropecuaria rica en biodiversidad y es el hábitat de una gran variedad de culturas. En el 2008, el 32 % de los ingresos de los agricultores provino del producto de sus cultivos y el 29 % de la crianza de animales. Los cultivos incluyen maíz, arroz, hortalizas, papas y cultivos comerciales. El ganado consiste en yaks y otros vacunos, ovejas, cabras, cerdos, caballos y aves de corral. El cultivo y la producción ganadera están fuertemente interrelacionados.


El ganado también cumple funciones sociales en esta región, tanto en el intercambio de regalos, como en bodas, funerales y ceremonias religiosas. Sin embargo, existen factores restrictivos para el desarrollo de la crianza de ganado en el condado. Por esa razón, el Centro de Biodiversidad y Conocimiento Indígena (CBIK) inició en el 2003 el proyecto “Mejorando los medios de vida agropastoriles en el noroeste de la provincia de Yunnan”, para encontrar soluciones a dichos problemas. Los roles agrícolas de las mujeres en el condado de Gongshan Mujeres y hombres cumplen diferentes roles y tienen diferentes responsabilidades en la toma de decisiones en sus actividades agrícolas. En general, las mujeres son las principales responsables de los cultivos de subsistencia, tales como el maíz, el arroz, las hortalizas y de la producción de papas, mientras que los hombres son responsables de los cultivos comerciales. Los cultivos de subsistencia son producidos cerca de la casa y son utilizados principalmente para la alimentación familiar y como forraje para los animales. Los cultivos comerciales son producidos lejos de las aldeas y están destinados, por lo general, a ser vendidos en el mercado. Los hombres toman más decisiones sobre temas relacionados a la compra y venta, tanto de los cultivos de subsistencia como de los comerciales. En la producción animal, las mujeres crían principalmente cerdos y pollos, mientras que los hombres son generalmente responsables de la alimentación y pastoreo del ganado mayor. Tanto hombres como mujeres son responsables del cuidado de sus respectivos animales, preparando forraje, limpiando el establo, tratando enfermedades, y dedicándose a la compra y venta. Los hombres son también responsables de obras pesadas como la construcción de cercas, corrales y silos para el almacenamiento de forraje, mientras que las mujeres agricultoras trabajan en tareas como el ensilado de volúmenes menores de forraje en barriles y el cultivo de pastos. En los meses de verano, los hombres acompañan al ganado a las tierras de pastoreo en las praderas de alta montaña y las mujeres se quedan cerca de casa, donde se crían los cerdos y gallinas. En el invierno, sin embargo, los animales son traídos de regreso, y hombres y mujeres comparten la responsabilidad de acarrear el estiércol y preparar el forraje. Esta división de roles indica que los hombres tienen el derecho a tomar decisiones sobre los animales de mayor valor (monetario), mientras que las mujeres se encargan de los animales con menor valor. Más recientemente, sin embargo, se ha incrementado el número de hombres jóvenes que se ausentan de la comunidad para trabajar en zonas distantes, dejando cada vez a más mujeres jóvenes y ancianas a cargo de toda la producción agrícola y otras actividades. Los resultados de las actividades de investigación del proyecto son muy importantes para determinar cómo las políticas deberían reflejar estos tipos de cambios. Los hombres como objetivo, pero para las actividades de las mujeres Conversaciones con líderes de la comunidad, funcionarios del gobierno y asociaciones de mujeres, revelaron que los hombres tienen generalmente más oportunidades que las mujeres para recibir información, capacitación y asistencia técnica en la comunidad. Campesina ordeñando en el pueblo de Dimahuo en Gongshan. Una vez que el ganado es regresado al pueblo desde las praderas, las mujeres se hacen responsables de este trabajo Foto: Shen Shicai No obstante, los programas de extensión del gobierno se enfocan por lo general en los productos agrícolas más comunes, que son los producidos por las mujeres (es decir, la producción de cerdos, pollos y los cultivos de subsistencia), y menos en los animales grandes o los cultivos comerciales. Debido a que las mujeres no participan en estos programas, la extensión ha tenido poco impacto sobre sus capacidades, relaciones sociales y estatus económico; como resultado, la economía familiar y la seguridad alimentaria no han mejorado. Por estas razones, el proyecto llevado a cabo por CBIK tuvo un enfoque participativo, para realizar experimentos conjuntos y procesos de extensión con técnicos de campo y agricultores. En el marco del proyecto se decidió también diseñar las actividades no solo para las mujeres y los agricultores pobres, sino también para las mujeres que trabajan como técnicas de campo. Las mujeres como objetivo en la oficina y en la aldea Una manera de mejorar los servicios brindados a las agricultoras es fortalecer la capacidad y el rol del personal femenino en agencias de extensión como la Oficina de Crianza Animal de Gongshan, así como en las estaciones veterinarias locales. Los técnicos hacen inspecciones de campo, capacitación in situ, tratan enfermedades y organizan reuniones de agricultores. Siguiendo el enfoque de desarrollo participativo de tecnologías (DPT), los técnicos hombres y mujeres fueron divididos en grupos mixtos o de un solo sexo, los cuales fueron responsables individualmente o en conjunto de los diferentes grupos de experimentación de la comunidad (VEG por sus siglas en inglés). Al igual que el personal masculino, las mujeres visitaron y entrevistaron mensualmente a estos grupos


para saber qué cambios se habían dado, cómo entendían y explicaban estos cambios, los impactos de las tecnologías introducidas y la evaluación que los integrantes de los grupos hacían de dichos impactos; luego, los resultados se compartieron en las reuniones de los VEG. Además de participar en las investigaciones, las técnicas mujeres también recibieron capacitación en temas especiales, tales como etnomedicina y conocimientos tradicionales, comercialización de ganado y recursos forrajeros. Hasta el momento, 13 técnicas mujeres han sido capacitadas satisfactoriamente en cuatro agencias (76 % del total del personal femenino). Otra forma de mejorar la capacidad de las mujeres agricultoras para solucionar sus problemas agrícolas fue establecer grupos de experimentación solamente de mujeres. A través de estos grupos, las mujeres agricultoras obtuvieron más oportunidades de trabajar juntas, compartir sus experiencias, expresar sus opiniones y también capacitar a nuevos grupos. Estrategias diferentes para trabajar con agricultores pobres Debido a sus limitaciones económicas y sociales, la participación de los agricultores pobres de la comunidad en las actividades del proyecto no era frecuente. Esto llegó a ser una preocupación especial para el personal, que evaluó la situación actual y los problemas de los agricultores pobres. Para alentar su participación, el proyecto les ofreció mayor apoyo económico, social e institucional en las actividades que a los agricultores con más recursos. La estrategia más importante para trabajar con agricultores pobres resultó ser el establecimiento de un fondo de innovación tecnológica –manejado por un comité compuesto solo de agricultores pobres– , donde por lo menos la mitad de ellos eran mujeres. El comité era la instancia responsable de establecer regulaciones para el uso del fondo, la asignación y retiro de los préstamos y el monitoreo de los fondos. Además de esto, el proyecto ofreció capacitación gratuita para los agricultores pobres e incrementó las oportunidades para que pudieran opinar en las reuniones mensuales y estacionales. Según las entrevistas con agricultores pobres, estas estrategias y actividades cumplieron un rol importante en sus vidas, resolviendo su escasez de capital y permitieron el desarrollo de instituciones comunitarias. De hecho, algunos de los enfoques y regulaciones desarrollados por el comité de agricultores fueron aplicados por el gobierno local. “¡Ahora todo es posible!” Después de cuatro años, todas las aldeas tienen más VEG femeninos que masculinos. En total, un 67 % más de grupos femeninos. Las agricultoras ahora consiguen más fácilmente el acceso a nueva información, capacitación y extensión técnica en la comunidad y a nivel de condado. Según la evaluación del 2008, el 95 % de los pobladores entrevistados (hombres y mujeres) informaron que las mujeres cumplieron roles importantes en las actividades del proyecto. Muchos dijeron que, antes del proyecto, a pocas mujeres les gustaba asistir a las actividades comunitarias y de extensión y, cuando participaban en las reuniones, permanecían calladas. Cuatro años después de implementar los diferentes grupos de experimentación VEG, muchos participantes confirmaron que las habilidades, posición social y beneficios económicos de las mujeres mejoraron. Las mujeres de la comunidad dijeron: “Ahora podemos hacer cualquier cosa, incluso el trabajo de los hombres; deberíamos tener los mismos derechos y oportunidades que los hombres en las actividades de la comunidad. Tenemos más confianza en nosotras mismas y más conciencia que antes”. Cada año, varias reuniones (mensuales, semestrales y anuales) son llevadas a cabo en poblados de diferentes partes del condado de Gongshan. En estas reuniones, los VEG y los técnicos de campo, hombres y mujeres, participan activamente, compartiendo sus experiencias y nuevos aprendizajes y diseñando planes en conjunto. Se han establecido mejores relaciones y una red más amplia a través de estas reuniones, lo que ha dado lugar a una mayor visibilidad de las mujeres agricultoras y que se les solicite que enseñen a nuevos participantes de otras comunidades. Aunque la CBIK organizó pocos eventos formales de capacitación en género para agricultores y técnicos de campo, sí organizó muchas actividades, tales como crear grupos de experimentación (tanto mixtos como por género), capacitación profesional, fondos comunitarios y muchas reuniones. Todo esto ayudó a incrementar la participación de mujeres agricultoras, agricultores pobres y técnicos de campo y a desarrollar sus capacidades. Esta experiencia muestra que mientras más mujeres participen en el proceso de desarrollo, mayor es la capacidad de las mujeres agricultoras, la producción ganadera, la economía familiar y que, de esta manera, a la larga, se logrará una mejor soberanía alimentaria. Shen Shicai Correo electrónico: Shenshicai@cbik.ac.cn Qian Jie Correo electrónico: qianjie@cbik.ac.cn Centro de Biodiversidad y Conocimientos Nativos (CBIK), 3er Piso, Edificio A, Zhonghuan Dasha, Yanjiadi, Kunmin, Yunnan, 650034, China.


CBIK es integrante de la red global LEISA, que publica una edición en chino mandarín de la revista LEISA. Para más información, visitar: www.leisa.info. Este trabajo fue financiado por el Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (IDRC) bajo los programas de Análisis Social y Análisis de Género y Mejoramiento de los Medios de Vida Agropastoriles en el Noroeste de Yunnan.CBIK es integrante de la red global LEISA, que publica una edición en chino mandarín de la revista LEISA. Para más información, visitar: www.leisa.info. Este trabajo fue financiado por el Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (IDRC) bajo los programas de Análisis Social y Análisis de Género y Mejoramiento de los Medios de Vida Agropastoriles en el Noroeste de Yunnan.


CALENDARIO AGROECOLÓGICO MARZO * 8 marzo, Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional * 18 marzo, Día Mundial del Consumidor. * 22 marzo, Día Mundial del Agua * 24 marzo, Día de Creación del Grupo WIE Perú del IEEE

ABRIL * 1 abril, Día Mundial de la Educación * 7 abril, Día Mundial de la Salud * 11 abril, Día del Niño * 22 abril, Día Mundial de la Tierra

MAYO * 10 mayo, Día de la Madre * 22 mayo, Día Mundial de la Diversidad Biológica * 27 mayo, Día del Idioma Nativo, el Quechua * 30 mayo, Día Nacional de la Papa * 31 mayo, Día del NO Fumador; Reflexión sobre los desastres naturales

JUNIO * 5 junio, Día Mundial del Medio Ambiente * 16 junio, Día del Padre * 21 junio, Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía * 24 junio, Día del Campesino

JULIO * 6 julio, Día del Maestro * 11 julio, Día Mundial de la Población * Martes 28 y miércoles 29 de julio, feriado por fiestas patrias

AGOSTO * 9 agosto, Dia Internacional de las Poblaciones Indígenas. * 12 agosto, Día Internacional de la Juventud * 19 de agosto (1989-2015) vigésimo sexto (26) aniversario RAE Perú * 22 agosto, Día Mundial del Folklore * 27 de agosto (2011-2015) Cuarto Aniversario del Mercado Saludable de La Molina * Domingo 30 agosto, Santa Rosa de Lima

SETIEMBRE * 1 setiembre, Día del Árbol * setiembre, Mistura 2015 (2008-2015) VIII Feria Gastronómica Internacional de Lima. * 12 setiembre, primer aniversario Red FyME * 16 setiembre, Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono * 21 setiembre, Día Internacional de la Paz. * 23 setiembre, Día de la Juventud y la Primavera.


OCTUBRE * Jueves 8 octubre, feriado, Combate de Angamos * 15 octubre, Día Mundial de la Mujer Rural * 16 octubre, Día Mundial de la Alimentación * 19 octubre, (2007-2015) octavo aniversario de la Plataforma PERÚ PAíS LIBRE DE TRANSGÉNICOS * 29 octubre, (2004-2015) décimo primer aniversario de la Red Peruana de Comercio Justo y Consumo Ético

NOVIEMBRE * viernes 7 noviembre, (2002-2015) décimo tercer aniversario del Comité de Consumidores Ecológicos * 10 noviembre, Día del Libro * 17 noviembre, (1998–2015) Aniversario 17 del Grupo EcoLógica Perú * 20 noviembre, Día Universal de los Derechos del Niño * 25 noviembre, Día Internacional de la NO Violencia contra la Mujer * sábado 29 noviembre, (1978-2015) el Centro IDEAS celebra su 37 aniversario

DICIEMBRE * 1 diciembre, Día de la Prevención del SIDA * 3 diciembre, Día Internacional del No Uso de Agroquímicos. * 3 diciembre, Día nacional de la promoción de la Agricultura Ecológica. * Martes 8 de diciembre, feriado religioso * 10 diciembre, Día de la Declaración de los Derechos Humanos * sábado 12 diciembre, (1999-2015) Décimo sexto Aniversario de la BioFeria de Miraflores. * 14 diciembre, día del Cooperativismo Peruano * Viernes 25 diciembre, feriado por Navidad * Viernes 1 de enero 2015, feriado

COMPARTIENDO #10- 2015 ¡ Por una vida productiva, sana y feliz, libre de transgénicos ! Miembro de  Centro IDEAS: Innovando procesos de calidad de vida  RAE Perú (Red de Agricultura Ecológica del Perú) Promoviendo sociedades con cultura agroecológica  CCE (Comité de Consumidores Ecológicos): Por una vida productiva, sana y feliz; libre de transgénicos  SEPIA (Seminario Permanente de Investigación Agraria) Perú: el problema agrario en debate


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