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Pobreza y desigualdad en México Latinoamérica
Los problemas sociales más importantes en Latinoamérica y el Caribe son la pobreza, la desigualdad y la inseguridad. Para algunos, la principal causa que engendra la violencia son las condiciones sociales en las que viven los que menos tienen.
Cuando uno viaja por primera vez a un lugar está atento a todo lo que hay a su alrededor, pero cuando ha ido varias veces a ese mismo lugar deja de llamarle la atención lo que hay alrededor del mismo, porque ya es parte del “paisaje”.
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Con un ingreso de unos 10 mil dólares anuales por persona, lo que se llama ingreso per cápita (IPC), México no es un país pobre sino de ingreso medios; el problema radica en que nuestro país es uno de los más desiguales de Latinoamérica (Ver cuadros 1 y 2).
Cuadro 1. Los países más pobres de Latinoamérica
Cuadro 2. Los países más desiguales en Latinoamérica que la Isla incluye en sus ingresos lo que gasta en salud, educación, cultura y deporte, que todos los demás no
Fuente: UnCOMO, Febrero 3 de 2023.
Fuente: Infobase, Febrero 6 de 2023
Doctrinas económicas para generar y repartir la riqueza
Según Carlos Marx la desigualdad nace cuando desaparece la propiedad común, propia de las primeras etapas de desarrollo de los seres humano y nace cuando aparece la propiedad privada. El marxismo también llamado comunismo es una doctrina ideológico-económica que propone que sea el Estado el propietario de tierras y recursos naturales, así como de todos los medios de producción, y el encargado de repartir equitativamente la riqueza generada entre todos sus ciudadanos de acuerdo a sus necesidades
El capitalismo, también conocido como neoliberalismo, sostiene que la mejor manera de generar riqueza es la propiedad privada y, aunque acepta que esta forma de producción genera desigualdades, afirma que dichas desigualdades irán desapareciendo o por lo menos mejorando a medida que la riqueza vaya permeando de arriba hacia abajo.
El marxismo como doctrina teórica es muy atractiva, ya que promete la desaparición de las desigualdades socio-económicas y la promoción del bienestar a todos los ciudadanos de un país; el problema radica en que, hasta ahora y después de 100 años de práctica en el mundo real, y tomando como ejemplos a la Unión Soviética (19171990) y a Cuba (1959-2023), el marxismo-comunismo no genera suficiente riqueza y, aunque dice repartirla equitativamente, no ha sido suficiente para producir el bienestar de todos sus ciudadanos en comparación con los países capitalistas ricos. El marxismo, al no generar riqueza, paradójicamente termina repartiendo pobreza. La historia nos ha enseñado que el capitalismo-neo - liberalismo es el mejor sistema para generar riqueza y como muestra de ello tenemos a países ricos como Estados Unidos, Japón y Alemania. El problema es que la riqueza generada se concentra en unos cuantos, mientras que la mayoría sigue igual o más pobre que antes; así podemos afirmar que el neoliberalismo hace a los ricos más ricos y a los pobres más pobres. El neoliberalismo produce riqueza, pero genera desigualdades.
Uno de los mecanismos para tratar de disminuir las desigualdades intrínsecas del neoliberalismo, sería mediante la implantación de sistemas de salud de cobertura universal y de educación para todos y a todos los niveles con cargo al estado y fuertes programas sociales para los que menos tienen. Se trata de implementar programas sociales para la población menos favorecida.
Argentina era al inicio de la segunda mitad del siglo XX el país más desarrollado de Latinoamérica con fuertes apoyos sociales a la clase trabajadora, pero que no tuvo el cuidado en sustentar esos programas en sus ingresos reales y actualmente está pasando por una grave crisis económica y social con una inflación anual de más del 100% y una devaluación del peso argentino de más del 50% en un año. Desde mi perspectiva, una de las principales causas de esta crisis son sus programas sociales “populistas” que no están basados en sus ingresos reales.
El gasto en programas sociales tiene un límite
Muchos gobiernos, ya sea con el sincero deseo de ayudar a sus ciudadanos o con fines clientelares, implementan fuertes programas sociales como pensiones a los pobres, a los desempleados, jubilaciones tempranas, etc. que no están basada en sus ingresos reales (entre lo que se gasta y lo que ingresa vía impuestos), lo que los hace caer en un déficit fiscal como fue el caso de Grecia, en la Unión Europea, hace unos pocos años y de Argentina en la actualidad.
Las formas para corregir el déficit fiscal no son infinitas. Fundamentalmente se trata de optar entre tres medidas: aumentar los impuestos, que no es nada popular; pedir préstamos a organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI): estos organismos dan préstamos, pero ponen condiciones que a menudo impiden el crecimiento económico; imprimiendo billetes sin garantía, lo que significa inflación y devaluación de la moneda. Sólo la primera medida puede asegurar, a largo plazo, la implementación y mantenimiento de los programas sociales; sin embargo, no se trata de una política muy popular.
El mejor modelo económico en el mundo real –según mi parecer - es el capitalismo-socialista como el que se práctica en los países escandinavos, donde la generación de la riqueza tiene como base a la iniciativa privada, con un sistema de salud con cobertura universal y de educación a todos los niveles con cargo al estado, y fuertes programas sociales. Lo modelos marxistas no han sido capaces de generar riqueza suficiente para mantener un estado de bienestar duradero.
¿Cómo vamos y hacia dónde vamos?
México es un país de ingresos medios por lo que no es un país pobre, aunque sí es muy desigual: somos el segundo lugar en relación al producto interno bruto (PIB) en Latinoamérica superado sólo por Brasil. En relación al ingreso per cápita (IPC), somos superados solo por Chile, Uruguay, Panamá y Costa Rica. México es la 15ª economía del mundo y el país más industrializado de Latinoamérica que exporta más que Brasil y Argentina juntos.
Por todo eso, México debe crear más empleos , pero sobre todo mejor remunerados, facilitar la inversión privada nacional y extranjera, seguir el proyecto de desarrollar un sistema de salud con cobertura universal y educación para todos con cargo al estado y continuar con sus programas sociales, cuidando de no caer en déficit fiscal. Respecto a este punto, el de la recaudación fiscal, se necesita otra reflexión.