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Acompañamiento y espiritualidad
Psic. Luis Fernando Ramírez González Lic. Ana María Colunga Ramírez
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Durante nuestra vida surgen ciertas dudas, preguntas e inquietudes que ponen en cuestionamiento nuestra existencia, preguntas tales como: ¿de dónde vengo? ¿Quién soy? ¿A dónde voy?
Intentamos dar una respuesta a estos interrogantes a según de la cultura, las creencias, las experiencias personales que van dando sentido a la vida. Cada individuo busca dar respuesta para alcanzar la plenitud de la existencia, analizada en su totalidad, ante sus propios ojos.
Cuando se habla de sentido de vida no se hace referencia a simples deseos de alcanzar alguna meta, sino de objetivos ante los cuales el individuo tiene que tener un elevado compromiso afectivo, de lo contrario estos tendrán un carácter formal.
tomar esa decisión, sino que debe ser elegido en libertad: la respuesta de orientar nuestra existencia tiene una justificación y sentido ante nuestros propios ojos, siendo de índole personal.
No se trata de justificar los actos aislados - como ir a la tienda a comprar el pan para mañana y tener el desayuno en la mesa -, tampoco se trata de la respuesta al cuestionamiento de para qué realizo una determinada actividad, sino de la respuesta al cuestionamiento fundamental: para qué estoy en el mundo
En la elaboración del sentido de la vida, se puede recibir ayuda a través de un acompañamiento brindado por un sacerdote, un psicólogo, algún familiar o cualquier persona cercana, para facilitar la capacidad de ver aquello que nos da plenitud a nuestra vida
El acompañamiento se realiza de diferentes maneras: a través de recursos verbales, no verbales, de contacto o sólo con el testimonio y se dirige específicamente a consolar, orientar y aligerar la carga emocional de las personas.
Otros fines del acompañamiento pueden ser también alcanzar objetivos particulares de tipo espiritual: la búsqueda del sentido, el cultivo de la aspiración a la trascendencia, el desarrollo de la conexión con los demás, la profundización en los valores éticos.
Estos factores permiten que la persona busque la felicidad, alcance la paz interior, logre la templanza y la armonía.
Respecto al aspecto ético, se puede favorecer que cada persona viva y actúe de forma congruen - te, es decir, identificando valores que guíen la conducta, que inspiren las relaciones interpersonales, que ayuden a trascender. La persona puede llegar a integrar armoniosamente sus pensamientos, acciones y creencias: El individuo interioriza cada vez más los valores: el amor, la paz, la serenidad, la generosidad. La persona alcanza su madurez y vive de forma congruente, dando paz y tranquilidad a los demás.
En Fundación Stella Vega AC brindamos acompañamiento psico-emocional a pacientes y familiares con enfermedad renal crónica, que se encuentran en hemodiálisis; la Fundación tiene firme el compromiso de ofrecer un servicio de calidad y amor hacia el prójimo, ayudando al paciente a encauzar su padecimiento emocional o situacional de manera más funcional, con la finalidad de tener una vida plena.