Revista Mayo - Junio 2019

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MAYO - JUNIO 2019

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VIDA Y SALUD

Revista del Centro San Camilo para la Humanización de la Salud

VIDA Y SALUD

AÑO XVII - No. 99 MAYO - JUNIO 2019 REVISTA BIMESTRAL

EUTANASIA

REDACCIÓN Y DISTRIBUCIÓN CENTRO SAN CAMILO A. C. Av. Pablo Casals No. 2983 Col. Prados Providencia C.P. 44630 - GUADALAJARA, JAL. TEL: (33) 3640-4090

MAYO - JUNIO 2019 Año XVII - Número 99

Los escritos firmados son responsabilidad del autor: no de la publicación ni del titular

Sociedad y Salud PAG. 4 - 5

Psicología PAG. 8 - 9

Voluntariado PAG. 30-31

Biotecnología y transgénicos: el caso del maíz

Relaciones humanas: Patológicas, sanas y sanadoras

Esencia del voluntariado

ÍNDICE

EDITORIAL 1 EL DEBATE SOBRE LA EUTANASIA

JÓVENES 2 MÁS FRATERNOS CON LOS DEMÁS Y ENTRE NOSOTROS EN CADA ENCUENTRO PUNTO DE VISTA TODOS BUSCAMOS LA PERFECCIÓN... PERO EN LOS OTROS 3 SOCIEDAD Y SALUD 4 BIOTECNOLOGÍA Y TRANSGÉNICOS: EL CASO DEL MAÍZ TANATOLOGÍA 6 EL ACOMPAÑAMIENTO EDUCATIVO ANTE EL PROCESO DE LA MUERTE PSICOLOGÍA 8 RELACIONES HUMANAS: PATOLÓGICAS, SANAS Y SANADORAS RINCÓN MÉDICO 10 IMPACTO DE LA RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS

REPORTAJE 12

EUTANASIA

CULTURA 20 EL HAIKÚ: UN ARTE ESPIRITUAL LUGARES MÁGICOS 22 MEZQUITIC. PUEBLO DONDE HABITAN COMUNIDADES INDÍGENAS HUICHOLAS ÉTICA 24 LA BIOÉTICA Y SU SIGNIFICADO EN LOS TIEMPOS QUE CORREN BUENOS HÁBITOS 26 PARA QUÉ UTILIZAR LA NUTRICIÓN DISCAPACIDAD 28 DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD VOLUNTARIADO SENCIA DEL VOLUNTARIADO 2 MAYO30- JUNIOE2019

Comisión calificadora de publicaciones y Revistas ilustradas. Certificado de Licitud de Titulo 12277. Certificado de Licitud de contenido 8940. Reserva de Titulo Instituto Nacional del Derecho de Autor 04-2014-070409520800-102 expedido el 4 de Julio de 2014 y renovado el 17 de Julio 2018 por el Instituto Nacional del derecho del Autor. Director Responsable: Silvio Marinelli Secretaría: Centro San Camilo A.C. Diseño: Ldg. Jorge Soto García

Colaboradores: Óscar Ernesto Velasco Ruiz Jesús Humberto del Real Sánchez Victoria Molina Luz Elena Navares Moreno Cliserio Rojas Santes Yolanda Zamora Fabiola Navares Moreno Eduardo Casillas González Judith Jiménez López Patricia Medina Segura Teresa Millán Anahí Madrigal Figueroa Omar Olvera Cervantes Mario Martínez Barone Georgina Hernández José Carlos Bermejo Higuera Marisa Chávez Correa Luis Enrique Fuentes Laura Zaragoza Hortensia Beatriz Amador Ochoa

Suscripciones: Tel: (33) 3640-4090, De Lunes a Viernes de 8:30 a 4:30pm sancamilo@prodigy.net.mx La Revista se puede bajar de internet en la página www.camilos.org.mx Revista impresa en los talleres de: Centro católico de Comunicaciones 2,000 ejemplares


EDITORIAL

ebo confesarlo: la primera reacción frente a la palabra eutanasia es de tristeza. Pienso que se están desperdiciando energías que se podrían utilizar para ofrecer una mejor asistencia a nuestros hermanos que están sufriendo por una patología en fase terminal o lidian con una enfermedad crónico-degenerativa. Ya hace algunos años, un experto en el tema afirmaba: “Existe una inversión de prioridades. Apenas se habla de lo principal (los cuidados), lo secundario ocupa los primeros lugares. Cuando se analiza la cuestión jurídica -despenalizar o no estas prácticas-, la mayoría de los bioéticos y prácticamente la totalidad de los medios de comunicación ni se preguntan por los cuidados que reciben las personas en el final de sus vidas” (Francisco Javier Elizari). En efecto, como sociedad civil, debería primar la atención sobre los cuidados que reciben las personas: qué tipo de asistencia, cuál acompañamiento, cómo se apoya a la familia, cómo favorecer una muerte digna. Los que propician la despenalización de la eutanasia, es decir, la oportunidad de no tratarla como un homicidio sin más, se amparan detrás de la motivación de la presencia de “sufrimientos insoportables”. El concepto y la experiencia del sufrimiento – ni hablar del adjetivo “insoportable” -, sin embargo, son fenómenos muy “personales”, sujetos a una variedad de interpretaciones muy subjetivas: dolor físico fuerte (¿Cómo medirlo?), pérdida del sentido de la vida, falta de apoyo familiar y de la medicina, no querer ser una “carga”, una idea de autonomía sin restricciones, etc. Escuchando a las personas de a pie, y también a algunos que se dicen expertos en la materia, se percibe el uso de un lenguaje extremadamente complejo y, a veces, confuso. La eutanasia se describe – o confunde – con un conjunto de otras prácticas médicas como el empleo de analgésicos para aliviar el dolor y la limitación del esfuerzo terapéutico (es preferible esta expresión que la no muy halagadora “encarnizamiento terapéutico) y se matiza el concepto con variedad de adjetivos: directa e indirecta, positiva y negativa, activa y pasiva; se discute también entre cuidados ordinarios y extraordinarios, proporcionados y desproporcionados; se añaden también otros conceptos: distanasia, eutanasia y ortotanasia, futilidad, etc. El uso de términos diferentes revela – al mismo tiempo que complica – un debate muy encendido entre los partidarios y contrarios a algunas prácticas propuestas o rechazadas. Detrás de algunas propuestas, además, se puede sospechar la presencia de motivaciones ideológicas que poco tienen que hacer con un buen cuidado. Cultivamos el deseo y auspicio que se haga claridad sobre los términos para que el debate pueda realizarse

con una premisa indispensable: que todos hablemos con un mismo lenguaje y que los términos tengan el mismo significado para todos. Desde el punto de vista cultural, se puede observar un aspecto paradójico: se ensalza mucho el concepto y la práctica de la autonomía, … hasta el punto de “pedir” la eutanasia. Es contradictorio, porque la vida física es la condición fundamental para el desarrollo de la libertad y la base sobre la cual se fundamentan todos los valores y derechos del ser humano, también la libertad personal. La eutanasia interrumpe de manera definitiva este proceso de construcción de la persona humana y el progreso de la propia libertad. Uno de los elementos en que podemos observar un cierto acuerdo es el hecho de que la eutanasia debe fundamentarse en una “petición” de la persona involucrada. Se dejó al lado – ojalá también en la práctica – la hipótesis que otros agentes (pensemos en los familiares y, peor, un poder público o los profesionistas de la sanidad) puedan decidir a quién se practique la eutanasia. Sin embargo, este principio puede resultar equívoco o ser mal interpretado: ¿Cómo valorar la petición? ¿Es suficiente la expresión de voluntades previas? ¿Cómo impedir que la persona sea alentada o inducida a la petición? ¿Pediría la eutanasia una persona que reciba una buena asistencia? Las situaciones existenciales nunca son simples. Desde el punto de vista asistencial y médico, la eutanasia puede ser percibida como una derrota, porque afirma – entre renglones – que lo que se le está ofreciendo al enfermo no es adecuado y suficiente para que pueda enfrentarse a su etapa terminal, agonía y muerte con dignidad y entereza. Proyecta también la duda sobre la disponibilidad de eficaces cuidados paliativos y una respuesta adecuada al dolor físico con una medicina del dolor a la altura. Respecto a este problema se debe constatar cómo en nuestro país – a pesar de una ley del 2009 sobre los cuidados paliativos y otras reglamentaciones sucesivas – estamos muy lejos de poder ofrecer a todos un cuidado digno y que responda a las necesidades básicas (terapia del dolor, control de síntomas, nutrición, movilización e higiene, acompañamiento psicológico y espiritual) y permita un “morir con dignidad”. Sin embargo, ésta – estamos convencidos – es la dirección a seguir y no el atajo – falaz y falso – de la eutanasia. Frente a lo complejo del acompañamiento a la muerte y la ambigüedad de la propuesta de eutanasia, se manifiesta la real dificultad cultural de asumir e integrar el hecho de la muerte. Nos hace falta una educación para preparase al acontecimiento de la muerte y la organización de buenos cuidados paliativos. MAYO - JUNIO 2019

Pbro. Silvio Marinelli / Director

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EL DEBATE SOBRE LA EUTANASIA

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JÓVENES

Ing. Luis Enrique Fuentes Salinas Voluntario de Amigos de san Camilo

MÁS FRATERNOS CON LOS DEMÁS Y ENTRE NOSOTROS EN CADA ENCUENTRO

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“Ámense los unos a los otros como yo los he amado” nas en situación de calle, niños y ancianos en vulnerabilidad. (Juan 15, 12)

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l ambiente que se llega a percibir en cada encuentro grupal de jóvenes con personas necesitadas de nuestra compañía se encuentra lleno de emociones. Al final, sobresale el sentimiento de amor tras ser partícipe del cambio de consciencia y de ternura tanto en la y el joven voluntario, así como en la persona que nos permitió acompañarle en el momento difícil que afronta. Una de las actividades permanentes para Amigos de san Camilo es salir a aquellos lugares donde se reúnen los jóvenes. No vamos únicamente con grupos católicos juveniles; considerando que el encuentro con algunos de los grupos más vulnerables en nuestra ciudad, genera un impacto de tal magnitud que marca y hasta puede llegar a cambiar la dirección de nuestras vidas. Por lo cual han llegado a participar grupos de escuelas (secundarias, preparatorias y universidades, católicas y laicas) y también algunos grupos empresariales y comerciantes y, sobre todo, los grupos pastorales juveniles. Estos grupos ya han creado un vínculo entre ellos. Sin embargo, son pocas o nulas las experiencias que tienen al asistir a un lugar que quisieran no estar ahí por necesidad, y lo más importante aún, no conocen cómo llegan a funcionar como equipo cuando tratan de llevar la alegría y mostrar comprensión para los demás. Previamente a la visita, estos grupos van transitando hacia convertirse en equipo. Van aportando ideas de lo que pudieran realizar en el hospital, asilo, albergue o calles. Se van comprometiendo a traer material, víveres, ropa y demás cosas que pudieran servir para satisfacer necesidades básicas. Finalmente, el signo más visible de que se han transformado en un equipo, en una fraternidad, es cuando llegan a conocerse bien, saben cuáles son los dones de cada quien y la intervención que podría tener cada uno en algún acto musical, performance o juego, es decir, todos quieren involucrarse pero juntos, fraternos. De tal manera que se convierte en una experiencia interesante en la que se van adentrando los jóvenes juntos cuando se presentan como aquel grupo que viene a acompañar por un rato a los enfermos, migrantes, persoMAYO--JUNIO JUNIO2019 2019 MAYO

Los jóvenes podrán iniciar con mucho nerviosismo, esa mezcla entre miedo y vergüenza por las ideas de lo que encontraremos tan adversas y, penar, porque no somos capaces de ayudarles con tal problema. Pero esto es sólo pasajero, puesto que las personas que nos reciben no desean en su mayoría hablar de su problema. Están abiertos a ese cambio de ambiente. Ellos nos reciben, si bien algo extrañados con dicha visita, también con un rostro agradecido porque “nos hemos tomado el tiempo para visitarlos” Llegados a tal punto, ya en acción esos corazones jóvenes encendidos por crear un momento de alegría que alimente la esperanza se van entrelazando entre ellos al darse cuenta de lo que significa estar unidos por y para los demás. Son vivencias que alimentan más su amistad y con el que llegan a la máxima expresión del amor: ágape. Y que, al mismo tiempo, cuando cuentan a sus otros amigos, familiares o conocidos de estos jóvenes, se vuelven esa atracción para caer en cuenta que todos podemos llevar a cabo ese cambio en nuestra sociedad cada vez más humanizada. Juntos podemos iniciar la revolución de la ternura. Acogiéndonos entre cada uno de nosotros.


Mario Martínez Barone

PUNTO DE VISTA

TODOS BUSCAMOS LA PERFECCIÓN... PERO EN LOS OTROS ¿Por qué existen tantos conflictos? y ¿por qué personas que se quisieron mucho llegan incluso a odiarse?, ¿qué pasó en esos lapsos en los que había mucha cercanía, amor y luego se va deshaciendo hasta quedar sólo recuerdos?

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espués de analizar varias vivencias propias, cercanas y de otras personas, te vas dando cuenta de que la gran mayoría de los problemas y distanciamientos se van dando poco a poco y en su mayor parte son causados por malos entendidos, por interpretaciones propias que se ven altamente influenciadas por vivencias personales, es decir, hay prácticamente un sinfín de interpretaciones personales de cada vivencia que va ocurriendo durante el día y, si a esto le sumamos las de los días, semanas, meses, nuestros estados de ánimo del momento, nuestra situación personal, de salud, etc., se derivan un sinnúmero de factores que nos influyen directamente en cada momento en nuestras relaciones y a esto, hay que sumarle la persona que tenemos enfrente que, a su vez, tiene sus propios temas, intereses y realidades. Es por esto que en muchas ocasiones se generan conflictos cuando todo parecía estar en orden, pero un gesto, una respuesta inesperada puede causar un problema y salirse de control. Hay personas con las que es muy agradable estar, y hay otras que son altamente tóxicas, ¿de qué depende

esto? En gran medida de las reacciones que van teniendo a los distintos eventos que suceden durante el día, a su forma de actuar, de hablar, de comprender. Es muy curioso cómo somos, constantemente estamos a la expectativa de la reacción de otros, esperamos que sea como pensamos, pero al haber tantísimas variables es muy difícil que la reacción sea justo como la pensábamos; y es justo en ese momento cuando nos sorprende la reacción, y entonces nosotros tenemos otra reacción que para la persona de enfrente también será distinta a lo que ella espera; con lo que se desencadena un conflicto. Muchas veces somos muy blanditos con nosotros mismos pero muy duros con los demás, esperamos casi la perfección en los otros. Las personas que pueden manejar sus emociones y saben reaccionar de la forma correcta ante las continuas situaciones fluctuantes de la cotidianidad, tendrán mucha paz y estarán rodeadas de gente que quiere estar con ellas, podríamos decir que esas reacciones positivas y buena actitud es lo que muchos podrían llamar santidad. En cambio, las personas que tienen las reacciones equivocadas, vivirán en una continua tensión. ¿Qué es importante para tener reacciones positivas?, ser planamente SOMOS MUY DUROS CON LOS DEMÁS Y MUY SUAVES CON NOSOTROS MISMOS

conscientes del momento y de las consecuencias que tiene cada palabra y acción que hacemos, no poner a prueba a los demás con nuestras palabras, acciones, etc., exigirnos continuamente a nosotros mismos y no a los demás una reacción correcta… ¿cuál es ésta? la que genera paz y armonía y no la genera conflicto y tensión. Acostumbrémonos siempre a hacer lo correcto, tendremos mucha paz y alegría y generaremos estos mismos sentimientos en los que nos rodean. No seamos tan severos con los demás, seamos brutalmente conscientes del momento y, cuando nos equivoquemos (que será seguido) corregir rápidamente, reconocer y pedir una disculpa; nos ahorraríamos muchos momentos desagradables y la vida irá teniendo un muy bonito color. No bajemos nunca los brazos ¡vale la pena! hay que tratar de ser esa pequeña luz en este mundo tan lleno de situaciones adversas para transformar esos momentos que todos tenemos todo el tiempo en la mejor experiencia; luchemos siempre por ser un transformador y generador de momentos agradables, sería una gran riqueza para quien logre esto. MAYO - JUNIO 2019

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SOCIEDAD Y SALUD

Dr. Jesús Humberto Del Real Sánchez

BIOTECNOLOGÍA Y TRANSGÉNICOS: EL CASO DEL MAÍZ

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a biotecnología juega un papel importante en nuestras vidas, y muchos de nosotros ni cuenta nos hemos dado. La importancia de los productos elaborados en base a las diversas biotecnologías puede ejemplificarse en las siguientes ramas: a) Alimentos: Ya en 1999, la mitad de la soya y un tercio del maíz cultivados en los Estados Unidos eran transgénicos. b) Combustibles: Se puede producir etanol (alcohol) utilizando la fermentación de levaduras. c) Fibras: Se pueden utilizar hongos para que estos produzcan pulpas de madera, algodón, lana, seda, etc. d) Materias primas: en lugar de petróleo se pueden utilizar derivados del maíz para producir plásticos y, e) Farmacéuticas: como insulina, interferón recombinante, antibióticos, etc. (Daar, A. S. and Singer, P. A. Bioethics and Biotechnology, Perspectives in Health, Volumen II, 2002).

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México es la 17ª potencia en biotecnología a nivel mundial y la 2ª en Latinoamérica, 33 % está dedicada a la salud, 18% a la industria, 14% a los alimentos, 13% al medio ambiente, 12% a la agricultura, 8% a salud animal, y 1% a otros. Por estados, Jalisco es el 2º en infraestructura biotecnológica MAYO - JUNIO 2019

en México con el 12.4%, superado sólo por la Ciudad de México (área conurbada) que tiene el 30.4%, pero superando al Estado de México 8.7%, Nuevo León 6.5%, Guanajuato 5.1% y Morelos, 4.2% (Biotechology in México , PROMEXICO, 2017). La biotecnología consiste en introducir un gene o genes de un organismo a otro organismo o modificar un gen propio para que este nuevo organismo empiece a fabricar un determinado producto. Así, tenemos que en la década de los 70s del siglo XX se logró insertar los genes que codificaban para la producción de la insulina humana en bacterias como la E coli, y dejara de usarse la insulina que se extraía de animales como el cerdo, que por ser un poco diferente a la insulina humana daba lugar a ciertas reacciones de rechazo. Con esta misma tecnología, pero utilizando diferentes genes y diferentes organismos se ha logrado producir: interferones, vacunas para la hepatitis y factores de la coagulación. Hasta aquí, pocos pondrían en duda la utilidad de la biotecnología (Romero-Vázquez, G. M. Biotecnología: generalidades, riesgos y beneficios, Curso de experto universitario en Biotecnología aplicada a los alimentos. UNED, 2018).

Pero la biotecnología, como ya se ha mencionado, no se ha limitado a la producción de productos para la salud, sino que ha invadido otros campos como la producción de granos, conocidos como transgénicos, entre ellos el maíz, de una gran importancia y sensibilidad para los mexicanos,

dado que este cereal es la base de nuestra alimentación, además de que México es el centro de origen del maíz, el cual es patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, ya que la UNESCO en 2010 declaró a la comida mexicana patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, y el maíz es parte sustantiva de este tipo de comida. Las premisas de los transgénicos son un mayor rendimiento por hectárea, además de que algunas de sus variedades están enriquecidas con vitaminas y minerales, como el “arroz dorado” rico en hierro y vitamina A. Con esta tecnología se producirían alimentos más baratos que ayudarían a erradicar el hambre en el mundo, a lo que debe agregarse que, según sus propulsores, no producen daño alguno al cuerpo humano, al medio ambiente, ni genera problemas sociales. Sin embargo, la mayoría de estas premisas han sido fuertemente cuestionadas, especialmente las relativas al daño a la biodiversidad. Por ejemplo, en el caso del maíz, el uso de semillas transgénicas en México implica la desaparición de algunas variedades de maíz de este país y, por lo tanto, la pérdida de parte de la cultura mexicana, ya que la alimentación es una de las características antropológicas que identifican el pasado y presente de un pueblo. Actualmente existe una moratoria que impide la siembra de maíz transgénico en México, y también existe una lucha entre los que apoyan esta normatividad y los que piden que


SOCIEDAD Y SALUD se derogue, para que se permita la siembra de maíz transgénico. Entre los últimos destaca el reconocido científico del Instituto de Biotecnología de la UNAM y del Comité de Biotecnología de la Academia Mexicana de Ciencias, Dr. Francisco Bolivar Zapata, quien recientemente presentó el libro, “Transgénicos: Grandes beneficios, ausencia de daños y mitos”, publicado por la Academia Mexicana de Ciencias, UNAM y el Colegio Nacional, México, 2018, escrito por destacados investigadores mexicanos y coordinado por él, sobre el estado actual de la biotecnología y los transgénicos, asegurando que no existe ninguna evidencia de daño al cuerpo humano, ni al medio ambiente. El libro antes mencionado esta libre en Internet. Por la otra parte tenemos al reconocido científico ecologista y ex rector de la UNAM, Dr. José Sarukhan, quien en 2017 durante su conferencia titulada “Biodiversidad mexicana” el 5 de octubre de 2017 en el Aula Magna del Colegio Nacional en el marco de la celebración del 25º aniversario de la Comisión Nacional para la Biodiversidad, dijo que, “México no tenía ninguna necesidad de utilizar transgénicos, que con sus cerca de 60 variedades de maíz, México tenía toda la diversidad de plantas que necesitaba para no depender de ningún productor de semillas extranjeras, específicamente, los que venden la idea de que necesitamos cultivos transgénicos” (Torres - Ruíz, Somos independientes en maíz, no requerimos impórtalo. Crónica, México, octubre 5 de 2017).

También está contra de los transgénicos la Dra. María Elena Álvarez Buylla, ganadora del premio nacional en ciencias físico-matemáticas y naturales, 2017, y actual directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), quien asegura que buena parte de lo señalado por los defensores de los transgénicos, es falso. La Dra. Álvarez Buylla aseveró que “el país está engolosinado con la palabra innovación, que ésta muchas veces se usa para hacer promesas falsas que llegan a la gente gracias a las campañas de mercadotecnia que las promueven, una de ellas es la mal llamada “ingeniería genética” que permite transformar genéticamente un organismo, pero que no puede controlar las implicaciones que tendrá en el medio ambiente” (Espíndola, J. P. Transgénicos , una falsa promesa . El Universal, México, Diciembre 26 de 2017).

Para un análisis bioético de la biotecnología seguiré las directrices del Dr. Ricardo Páez del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM. Ante las transformaciones originadas por la biotecnología, las maneras como se estructura el poder y las crisis de los sentidos, es necesaria una bioética que no sólo parta de principios definidos a priori, sino ante todo del contexto de cada situación, dada la complejidad de las distintas biotecnologías y de los distintos ámbitos que pueden estar implicados en cada una de ellas, por ejemplo, el económico, el cultural. Los principios universales por su nivel de abstracción pudieran no ayudar lo suficiente para resolver los conflictos que se producen en los diferentes contextos en los que están inmersas las biotecnologías. La ética de la responsabilidad puede ayudar a equilibrar los principios y consecuencias. Es responsable

quien es capaz de responder a todos los factores y tomar una decisión aún a riesgo de equivocarse, y también es responsable quien sabe detenerse en un determinado momento, admitiendo que no todo es justificable (Páez, R . Biotecnología e industria farmacéutica en la sociedad globalizada, cuestiones éticas y sociales (En González, J. y Linares, J. E. (Coordinadores), Diálogos de Bioética, FCE, México, D. F., 2013, pp 375-401).

Pero como lo mencionan José Salvador Arellano y Robert T Hall de la Universidad Autónoma de Querétaro, dada las posiciones tan radicales de los que están en pro o en contra de los transgénicos, y a las verdades a medias de los investigadores, así como los intereses que están detrás de los unos y de otros, es difícil para el ciudadano promedio tomar una determinada posición (Arellano, J. S y Hall, R.T. Bioética de la Biotecnología, Fontamara/ITAM, México, D. F, 2012).

Los probables daños relativos a la salud, como las alergias, no se pueden descartar completamente, y el daño al medio ambiente en relación la biodiversidad menos. En lo relativo a lo social es evidente que la mayoría de las promesas de los impulsores de la biotecnología han quedado en eso, en promesas: a pesar del extenso uso de semillas transgénicas en los Estados Unidos y el Canadá en Norteamérica, en Argentina y Brasil en Sudamérica, y China e India en Asia, aún existen grandes grupos humanos en los que el hambre está presente. Lo anterior podría ser debido a que el principal móvil de las grandes compañías de los transgénicos como Monsanto, Syngenta, Bayer, Du Pont y Dow, no es precisamente el bienestar de la humanidad, sino la rentabilidad. El mercado del maíz en México está controlado por corporaciones que operan como cárteles: Cargill vinculada a Monsanto, Maseca a Archer Damiells Midland y Novartis, y Minsa a Arancia y Corn Products International. “En la producción del maíz se libra cotidianamente una batalla entre los campesinos que se niegan a desaparecer y los agricultores industriales, las corporaciones transnacionales y el gobierno que las apoya” (Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano, 2010).

En lo relativo a los aspectos económico-sociales en el cultivo de transgénicos, los más beneficiados son las grandes compañías como las antes mencionadas, así como las grandes comercializadoras de granos y los agricultores industriales a costa de los campesinos mexicanos que no quieren desaparecer y que por generaciones se han dedicado a la siembra de sus tierras utilizando varias semillas en una misma parcela como: maíz, frijol y calabazas (Massieu-Trigo, Y. C. Cultivos y alimentos transgénicos en México. Argumentos, 2009; 59: 217-243).

Para finalizar diré: si el abrir el campo mexicano a los transgénicos enarbolando la bandera del avance de la ciencia y el progreso, pero que en la realidad los grandes beneficiados sean los dueños del gran capital, extranjero o mexicano, en detrimento del empobrecimiento de los pequeños productores y la desaparición de algunas variedades del maíz original, representa símbolo de la cultura alimentaria de los mexicanos, yo estoy en desacuerdo.

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TANATOLOGÍA EDUCATIVA

Mtro. Omar Olvera Cervantes

EL ACOMPAÑAMIENTO EDUCATIVO ANTE EL PROCESO DE MUERTE

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nte la enfermedad terminal aparecen una serie de preguntas que son muy difíciles de responder. Una de ellas cuestiona si el enfermo ha iniciado ya el proceso de su muerte. Aunque parece algo obvio para el personal médico, la valoración de las personas cercanas tiene que ver con una visión de esperanza donde la próxima muerte es intuida pero negada como posibilidad real. Porque es doloroso y culposo pensar siquiera en esa posibilidad; nuestro ritmo de vida actual, sobre todo en las zonas urbanas, nos hace vivir con deudas afectivas, con ausencias que pesan ante la realidad de una muerte inevitable y es que incluso las visitas al hospital y el cuidado del enfermo se dificultan. El imaginario colectivo referente al “morir” es definido y construido en un triple sentido: 1) Como un diagnóstico médico; 2) Como una etapa de preparación para pacientes y familiares (por consecuencia en una oportunidad de intervención profesional); 3) Como un proceso gradual e individual del enfermo que culmina en la muerte (también este es un espacio de intervención profesional mediante el acompañamiento). Cada uno de estos sentidos sobre la experiencia del morir son en sí mismos (aunque partan del elemento común de la persona que está en este proceso) independientes y ponen sobre la mesa diferentes dimensiones humanas, diferentes formas de ver un mismo hecho, la cultura, los valores éticos y morales, las creencias médicas, las creencias religiosas, la formación profesional. El médico y el personal sanitario hacen experiencia de esta realidad desde sus propios recursos predominantemente marcados por su ciencia; los familiares, los que ven morir al otro, igualmente hacen esa experiencia desde sus propios filtros culturales, sociales y religiosos, desde su propia subjetividad que interpreta de forma muy particular e individualizada este acontecimiento; el enfermo como persona que se siente morir hace su propio camino solitario e íntimo. En este contexto, la puesta en marcha de lo que llamamos cuidados paliativos procuran “humanizar” los cuidados en el final de la vida, basándose en la comunicación abierta con los pacientes y familiares. Se busca la aceptación de la muerte como un hecho natural, la participación de los pacientes en las decisiones y un uso responsable de la tecnología en este proceso. Pero el acompañamiento no sólo trata de temas médicos, este proceso de aceptación de la muerte como hecho natural tiene implicaciones más trascendentes que implican necesariamente poder dotarle de un sentido humano, afectivo y también espiritual; en MAYO - JUNIO 2019

este contexto es que la intervención tanatológica se hace pertinente pero no sólo en su modalidad clínica; sino que se requieren elementos educativos. De esta forma, vemos cómo el paciente hace un esfuerzo por comprenderse a sí mismo ante los médicos, sus familiares y desde el conjunto de sus propias expectativas y temores; el acompañamiento profesional debe tener en cuenta este contexto y valorar la situación interior de la persona, ayudarle a descubrir sus recursos, para enfrentarse a la posibilidad de su propia muerte, quitándole el sesgo de tragedia, de derrota, de tabú… A través de la valorización profesional de los pacientes que anteriormente eran limitados en su autonomía y consentimiento por el paternalismo de la medicina curativa, y de una retórica que excluía las dimensiones psicosociales y espirituales en el cuidado de los pacientes terminales y, asumiendo la realidad de la parálisis institucional en el tema de los cuidados paliativos, se ve la necesidad urgente de formar y capacitar a voluntarios y personal sanitario en la capacidad de acompañar educativamente los procesos de enfermedad terminal y muerte. También en la capacidad de sensibilizar a la sociedad en un tema que es y será experiencia común, porque todos transitaremos esa misma ruta. La cultura y la muerte El final de la vida en el contexto actual, como proceso social, definido por determinadas prácticas sociales, alrededor de las cuales se estructuran categorías de personas y relaciones es el reflejo de nuestra cultura pragmática deshumanizante, muchas veces reducida a la funcionalidad social. Incluso podríamos decir que la sociedad desde un punto de vista netamente pragmático está estructurada como una gran corporación que no tolera las disfuncionalidades y se olvida de los que ya no están, forzando a sus supervivientes a seguir su marcha adecuándose emocionalmente para no dejar de pertenecer a esta corporación. A este respecto, constatamos que el sentido profundo de este acontecimiento o desaparece o se vela. El proceso de “morir” que está activo desde el mismo inicio de la vida, se hace más evidente de una forma progresiva desde el inicio de la enfermedad terminal. Ante este diagnóstico se considera que la persona fallecerá a causa de la enfermedad en un periodo de tiempo breve o a veces indeterminable. Identificar estos procesos de fin de vida comporta en principio la necesidad de comprender que en el diagnóstico


TANATOLOGÍA EDUCATIVA

las posibilidades de cura no existen, y se ha iniciado el morir como una etapa final, que es acompañable y que, si bien es el último proceso, es también una oportunidad de humanizar el conjunto de medios que acompañarán a la persona hasta su final. Necesidades del acompañamiento En este sentido nos encontramos con las facetas de afrontamiento activo propuestas por Atting (1996) y las tareas de William Worden (1997), con su modelo de “tareas” que el doliente tiene que elaborar tras la pérdida: 1) Aceptar la realidad de la pérdida. 2) Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida. 3) Adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente. 4) Recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo. En este caso aumentaría una quinta; que tiene que ver con la expectativa de darle un sentido a la experiencia global de haber compartido con una persona significativa y querida el espacio y el tiempo. Y más allá de sólo recolocarlo emocionalmente, está también la capacidad de valorar e integrar su legado como parte de la propia vida. En este añadido podemos encontrar problemas con aquellas personas, sobre todo mayores, que no terminan de asumir el proceso de muerte y pérdida. En este sentido a veces hay elementos que pueden patologizar la pérdida cuando la muerte acontece, por ejemplo, de forma ambigua, porque no tienen la certeza física de la muerte, no se tiene por lo tanto un lugar donde acudir a llevar flores, no se tiene una tumba para visitar… Nos encontramos con demandas de atención que van adquiriendo nuevas formas que implican al individuo, a la familia, y al entorno social y comunitario. Necesitamos dar una respuesta adecuada y profesionalizada, entendiendo que el proceso del duelo es una respuesta normal a un acontecimiento previsible de acuerdo al camino del que hablábamos antes, cuando existe un diagnóstico de enfermedad terminal y también los que tienen elementos emergentes como consecuencia de la vida en modelos sociales violentos y pragmáticos, que generan más dificultades de acompañamiento y producen experiencias más negativas y anómalas, pero que debemos saber orientar desde la situación individual y subjetiva de cada persona tomando en cuenta los cambios culturales y sociales. Actualmente es más frecuente que podamos encontrarnos con personas en riesgo de duelo complicado y ambiguo. Ante esta situación debemos reconocer que los diseños de los modelos de atención requieren tomar en cuenta a los diferentes autores que nos proponen teorías y pasos a seguir, pero no nos deberíamos de limitar a esos recursos que por muy buenos que hayan sido en su momento no son aplicables tal cual a nuestros nuevos modelos socioculturales y a las patologías del duelo que emergen de estos contextos cambiantes. Tenemos procesos que nos dan un mayor margen de acción cuando hay, por ejemplo, un diagnóstico de enfermedad terminal; inicia un tiempo valioso para la persona enferma

y sus familiares. Y procesos más complicados cuando la muerte aparece de forma imprevista, con elementos que la complican en su acompañamiento. La muerte en nuestra cultura ha sido y sigue siendo un tabú, pero lo es más aún respecto a los niños. Cuando un familiar o persona querida de un niño fallece, la tendencia en general es la de apartarlos, aislarlos y posponer o evitar informarles del fallecimiento, con el objetivo de no hacer sufrir y proteger. Sin embargo, las investigaciones y la práctica clínica avalan la idea de que tanto los niños como los adolescentes necesitan comprender y dar un significado a la pérdida de manera adecuada al momento evolutivo en el que se encuentran y que se les hace un gran daño al querer “protegerlos”, evitándoles el asumir e integrar la muerte como un hecho natural, se les implanta la idea de que es un mal. En consecuencia, debemos pensar en modelos educativos que nos permitan sensibilizar esta situación, que humanice para los adultos, los niños, los que están muriendo el proceso de la muerte, que les de su lugar en su condición humana diferenciada. En el caso de los niños es necesario que formen parte de los procesos familiares y que no se les excluya de los procesos de duelo. Es ya trillado el discurso que dice que “los niños no se dan cuenta”, que “no comprenden los rituales” o que no elaboran el duelo. En estas situaciones los niños perciben la angustia de los adultos, saben que algo está pasando, si no son informados pueden imaginar cualquier cosa o bien, recibir información de una fuente que no sea la más adecuada. En realidad, se les está vulnerando y ese error será muy costoso para ellos.

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PSICOLOGÍA Y DESARROLLO HUMANO

Victoria Molina / Psicoterapeuta

RELACIONES HUMANAS: PATOLÓGICAS, SANAS Y SANADORAS

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Relaciones tóxicas

on todas aquellas relaciones en las que los integrantes no pueden crecer como personas y producen diversas alteraciones, tanto físicas como psíquicas, que se manifiestan en conductas dañinas. Muchas veces las personas que están inmersas en relaciones “tóxicas” no se dan cuenta de que están viviendo situaciones patológicas. Entre todas las relaciones tóxicas, podemos evidenciar algunos tipos muy comunes: Relaciones de dependencia, en donde uno de los miembros depende emocionalmente del otro (“no puedo vivir sin ti, te necesito para vivir”). En estos casos, la persona dependiente tiene una conducta que favorece el mantenimiento de la relación, renunciando a desarrollar su autonomía y a buscar el logro de sus objetivos (en realidad, no tiene metas personales). El patrón habitual en la relación es el de sumisión y obsesión del dependiente y la idealización del otro, a expensas de la propia autoestima. La persona dependiente, a menudo se vuelve controladora y manipuladora para que

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el otro no se aleje: este control puede provocar una reacción de huida o de rechazo en aquél que, claramente, no quiere sentirse “atrapado”. Relaciones de poder-dominio y posesión. Independientemente de cómo reaccionan los demás, se da el caso de personas que se sienten cómodas y satisfechas sólo cuando ejercen un poder sobre los demás. Probablemente, se trata de personas con un elevado grado de narcisismo y necesitan sentirse importantes al prevalecer sus objetivos, deseos y necesidades. Es muy común que estas personas se encuentren con quienes tienen una tendencia a la dependencia emocional: parecen relaciones “perfectas”, sin choques y conflictos; en realidad los conflictos quedan encubiertos por la inmadurez de ambas. Otra situación que desemboca en relaciones patológicas es la del “exhibicionismo”. Se trata de aquellas personas que buscan a los demás no para establecer una relación profunda e íntima, sino sólo como “público” que les brinde atención y gratificación; puede ser reflejo y manifestación de un elevado grado de narcisismo: a la persona solamente le importa su bienestar personal y los demás, en realidad, no son importantes. Se nota en algunas relaciones de amistad o noviazgo en donde no hay profundidad; las relaciones se quedan en un nivel superficial y frívolo y, a menudo, fracasan cuando los demás no gratifican según lo esperado. El narcisismo está en la base de muchas relaciones tóxicas. Se refleja cuando la persona sólo busca satisfa-

cer sus propias necesidades y deseos, y no está abierta a una verdadera relación que requiere de cambios y, especialmente, de una maduración. Claramente, relaciones tóxicas son todas las caracterizadas por la violencia en cualquiera de sus manifestaciones (física, psicológica, económica, etc.), por la exclusión o la discriminación hacia grupos humanos diferentes. La raíz de estos fenómenos está relacionada con las formas anteriormente mencionadas: narcisismo, poder, manipulación, control, etc.

Relaciones sanas

Son aquéllas en las que las personas no están centradas sólo en sí mismas (claro: no se olvidan de sí), sino que aportan bienestar y calidad de vida, al tiempo que fortalecen la autoestima de los miembros. Estas relaciones se caracterizan por un alto grado de respeto del misterio de la otra persona, una aceptación (sin condiciones) de las características y actitudes de los demás y, por supuesto, la honestidad. Los integrantes de estas relaciones se sienten respaldados y conectados por lazos


PSICOLOGÍA Y DESARROLLO HUMANO

profundos pero, a la vez, continúan sintiéndose como seres independientes; cada persona conserva su propia identidad, sabiendo que será respetada y aceptada. La comunicación y el respeto de límites constituyen, también, dos componentes importantes en las relaciones sanas. Estas relaciones se desarrollan, en particular, entre los miembros de una familia, en las amistades y con los colegas en los lugares de trabajo. Las relaciones sanas son particularmente necesarias para las personas necesitadas o vulnerables: niños, ancianos, enfermos, pobres, etc. Estas personas, por sí mismas frágiles y con un cierto grado de dependencia, necesitan más que se les trate con dignidad y respeto, conjugados con afecto, cariño y calor humano. Lamentablemente, esto no se ve siempre y las relaciones permanecen frías y distantes. Cabe mencionar que en la actualidad abundan las relaciones “funcionales”, es decir, para un buen funcionamiento de los grupos y de la sociedad en general. Estas relaciones no siempre se transforman en “relaciones personales”, en donde hay un compartir no sólo de las tareas, sino también del mundo emocional y espiritual (emociones, deseos, gustos, valores y creencias). Un campo particularmente difícil para las relaciones sanas es el sector de los negocios y la economía: aquí prevalecen, casi siempre, relaciones funcionales, de poder-sumisión, de chantaje o manipulación; falta mucho por hacer para crear una economía con un rostro ético. También en la comunidad eclesial se nota la falta de madurez en las relaciones, con manifestaciones de clericalismo, machismo, abuso de poder e infantilismo. En la relación con Dios no faltan aspectos críticos. No siempre se trata de una relación sana. A veces, se desarrolla una actitud de extrema sumisión en donde se ve a Dios como un “amo” o un “dueño absoluto”. La propuesta de Jesús marcha en la dirección de una relación filial-paterna, es decir, de familia, en donde se dialoga, también se discute, y se mantiene siempre el respeto recíproco, aunado con un amor profundo. En realidad, fue ésta una de las características más novedosas y revolucionarias de la propuesta y el camino de Jesús.

Con este brevísimo recorrido, vemos las principales características de las relaciones: una relación sana es aquella que empuja y sostiene el crecimiento de todos aquellos que la viven; resulta gratificante y placentera para los integrantes. Las relaciones tóxicas o patológicas son aquellas que nos hacen permanecer estancados, bloqueando nuestro potencial o, aún peor, haciéndonos retroceder con dolor y amargura en el camino de nuestro desarrollo personal. Las relaciones enfermizas son realmente capaces de producir grandes daños, especialmente si se mantienen durante años, transformándose en verdaderas adicciones o vínculos viciosamente cerrados y destructivos. Es importante tener en cuenta que, en ocasiones, relaciones que son sanas pueden volverse relaciones tóxicas que nos drenan, y que - en vez de mantener nuestra libertad, crecimiento y energía viva - nos convierten en seres dependientes y apegados, transformándonos en víctimas o victimarios de relaciones destructivas. Tener relaciones sanas no es sencillo; entre otras cosas porque nadie nos ha enseñado, porque requiere de esfuerzo y porque, muchas veces, partimos de una autoestima empobrecida que espera recibir de los otros lo que no podemos darnos a nosotros mismos. Sin embargo, la gran ventaja que tenemos es que esto se puede aprender y entrenar y, por supuesto, el resultado vale la pena.

Relaciones sanadoras.

Una relación sana es también sanadora, es decir, ayuda al prójimo cuando éste se siente aceptado, querido y valorado en su totalidad, también en sus limitaciones y desaciertos. Una relación sanadora, al mismo tiempo, motiva para que las personas crezcan, mejoren y maduren; una verdadera relación siempre cuestiona, a menudo desequilibra y exige dejar atrás actitudes inmaduras o egocéntricas. Una relación sanadora pone al otro en primer lugar: su bien es el objetivo perseguido conscientemente. Podemos ver esta dinámica en muchas familias y también en relaciones de pareja o de amistad. MAYO - JUNIO 2019

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RINCON MÉDICO

Dra. Luz Elena Navarez Moreno

IMPACTO DE LA RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS

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n este pequeño artículo quiero señalar que el abuso y mal uso de los antibióticos está provocando que un número mayor de bacterias sean resistentes a estos. Ya no es tema de discusión, el creer o no creer que exista este problema. Hoy es tema de solución, de poner en la mesa propuestas para evitar que esto siga extendiéndose. Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas. La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de estos fármacos.

Datos y cifras de interés: •

La resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo. La resistencia a los antibióticos puede afectar a cualquier persona, sea cual sea su edad o el país en el que viva. La resistencia a los antibióticos es un fenómeno natural, aunque el uso indebido de estos fármacos en el ser humano y los animales está acelerando el proceso. Cada vez es mayor el número de infecciones —por ejemplo, neumonía, tuberculosis, gonorrea y salmonelosis— cuyo tratamiento se vuelve más difícil

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debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos. La resistencia a los antibióticos prolonga las estancias hospitalarias, incrementa los costos médicos y aumenta la mortalidad.

Es fundamental entender que son las bacterias, y no los seres humanos ni los animales, las que se vuelven resistentes a los antibióticos. Estas bacterias farmacorresistentes pueden causar infecciones en el ser humano y en los animales, y esas infecciones son más difíciles de tratar que las no resistentes.

¿Cuál es el alcance del problema?

La resistencia a los antibióticos está aumentando en todo el mundo a niveles peligrosos. Día tras día están apareciendo y propagándose en todo el planeta nuevos mecanismos de resistencia que ponen en peligro nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas comunes. Un creciente número de infecciones, son cada vez más difíciles —y a veces imposibles— de tratar, a medida que los antibióticos van perdiendo eficacia. En esos lugares donde los antibióticos se pueden adquirir sin receta médica para uso humano o veterinario, la aparición y propagación de la farmacorresistencia empeora. En los países que carecen de directrices terapéuticas normalizadas, el personal sanitario y veterinario tiene tendencia a prescribirlos —y la población general

a consumirlos— en exceso. El punto es que, si no se toman medidas urgentes, el mundo se está aproximando a una era post-antibióticos, en la que muchas infecciones comunes y lesiones menores volverán a ser potencialmente mortales

¿Qué medidas se pueden tomar para prevenir y controlar este problema?

La resistencia a los antibióticos se acelera con el uso indebido y abusivo de estos fármacos y con las deficiencias de la prevención y control de las infecciones. Se pueden adoptar medidas en todos los niveles de la sociedad para reducir el impacto de este fenómeno y limitar su propagación.

Medidas que la población general puede implementar: • • • • •

Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado. No pedir antibióticos si los profesionales sanitarios dicen que no son necesarios. Seguir siempre las instrucciones de los profesionales sanitarios con respecto al uso de los antibióticos. No regalar los antibióticos que les hayan sobrado a otros. Prevenir las infecciones lavándose frecuentemente las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto cercano con enfermos, adoptando medidas de protección en las relaciones sexuales y


RINCON MÉDICO

manteniendo las vacunaciones al día. Preparar los alimentos en condiciones higiénicas tomando como modelo las cinco claves para la inocuidad de los alimentos de la OMS.

5 Claves para la inocuidad de los Alimentos, OMS

Mantener la limpieza; separar alimentos crudos y cocinados; cocinar completamente los alimentos; mantener los alimentos a temperaturas seguras; usar agua y materias primas inocuas, así como elegir alimentos para cuya producción no se hayan utilizado antibióticos con el fin de estimular el crecimiento ni de prevenir enfermedades en animales sanos.

Medidas que los profesionales de la salud pueden implementar: • • • • •

Evitar las infecciones cuidando la limpieza de las manos, el instrumental y el entorno. Prescribir y dispensar antibióticos sólo cuando sean necesarios, de conformidad con las directrices en vigor. Notificar las infecciones resistentes a los antibióticos a los equipos de vigilancia. Informar a los pacientes sobre cómo tomar los antibióticos correctamente, la resistencia a estos fármacos y los peligros de su uso indebido. Informar a los pacientes sobre cómo se pueden prevenir las infecciones (por ejemplo, vacunándose, lavándose las manos, cuidando la seguridad de las relaciones sexuales o cubriéndose la boca y la nariz al estornudar).

la medicina moderna. Lo delicado de la resistencia es que, si no disponemos de antibióticos eficaces para prevenir y tratar las infecciones, los trasplantes de órganos, la quimioterapia y las intervenciones quirúrgicas se volverán más peligrosas.

Respuesta de la OMS (Organización Mundial de la Salud)

La lucha contra la resistencia a los antibióticos reviste alta prioridad para la OMS. Desde el 2015 se estableció un plan de acción mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos, con la finalidad de asegurar que se pueda seguir previniendo y tratando enfermedades infecciosas por medio de fármacos eficaces y seguros. El plan de acción contiene cinco objetivos estratégicos: Que exista una mayor sensibilización y conocimiento en materia de resistencia a los antimicrobianos; Reforzar la vigilancia y la investigación; Reducir la incidencia de las infecciones; Optimizar el uso de medicamentos antimicrobianos; Asegurar que se realicen inversiones sostenibles en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos. Dentro de estos objetivos es vital entender que somos unos de los países donde el uso y abuso es muy alto: profesionales y no profesionales los prescriben de manera indiscriminada. Tenemos que empezar a concientizarnos, para evitar problemas mayores en el futuro.

Medidas que el sector de la salud puede implementar: Invertir en la investigación y desarrollo de nuevos antibióticos, vacunas, productos diagnósticos y otros instrumentos.

Medidas que los planificadores de políticas pueden implementar: • • • • •

Poner en práctica planes nacionales de acción para hacer frente a la resistencia a los antibióticos. Mejorar la vigilancia de las infecciones resistentes a los antibióticos y hacer de conocimiento al sector salud. Las políticas, programas y aplicación de las medidas de prevención bien aplicadas pueden apoyar para el control de las infecciones. Reglamentar y fomentar el uso y la eliminación apropiada de medicamentos de calidad garantizada. Informar sobre el impacto de la resistencia a los antibióticos

Impacto

Cuanto mayor sea la duración de la enfermedad y el tratamiento, mayor serán los costos de atención y la carga económica para las familias y la sociedad. La resistencia a los antibióticos está poniendo en riesgo los logros de MAYO - JUNIO 2019

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¿Cuál muerte es digna del hombre?

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a pregunta por la vida buena ha sido central para la filosofía práctica o Ética. Desde el alborear de las grandes civilizaciones se captó que el modo de proceder del hombre, según el orden del bien, estaba ligado a la vida lograda o feliz. Virtud y vida buena son indisociables. La pregunta por la felicidad y por el sentido de la vida no se plantean de espaldas a la muerte, sino justo delante de ella. Dado que los días del hombre son cont ados; dado que sus proyectos pueden ser mayores que sus fuerzas; dado que las tareas pueden estar por encima de las fuerzas; dado que las exigencias éticas como la justicia o la paz pueden rebasar con mucho las realizaciones históricas; dado que el hombre es un ser finito que descubre, al interrogarse por la verdad y por el bien, su apertura a un horizonte infinito, la cuestión de lo que sea bueno en la vida, lo que sea, en cada caso, mejor, urgen a dar respuestas con seriedad inaplazable. La muerte acompaña al hombre

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Luis Armando Aguilar Sahagún

desde que nace. Sócrates es el tipo de sabio que hace de la filosofía una forma de vida fundada en la verdad, y un camino para saber morir. La paradoja es que, haciendo el bien, Sócrates muere bien. Padeciendo la injusticia, Sócrates se hizo más justo, encarnando así la puesta en marcha de la inquietud radical que anida en todo hombre en el anhelo por darle un sentido trascendente a su vida. A Sócrates sus verdugos le dieron una buena muerte.

La buena muerte

Es algo que todos deseamos. Es algo que, sin poderlo poner en palabras o que tenga una representación concreta, todos intuimos que sería lo más deseable que nos ocurriera, en el entendido de que se ha aceptado el hecho de morir, y de que eso pudiera ocurrir en cualquier momento. Asumir la muerte, acoger la extrañeza de lo que se nos presenta, quizá, como un dejar de ser, puede ser difícil, aterrador. Al grado de que evadimos tenerla presente en primera persona. Pero la evasión no puede eximirnos de un caminar hacia... El significado del buen morir se expresa en imaginarios sociales y artísticos; forma parte, así mismo, de cosmovisiones religiosas y concepciones filosóficas. Algunas personas se forman una idea de cómo les gustaría terminar sus días. Todo esto supone suficiente lucidez, serenidad, opciones y actitudes adoptadas mientras la vida sigue apareciendo, en medio de penas y dificultades, valiosa y amable. En este contexto, la cuestión de la eutanasia ha entrado a formar parte del cuestionario básico de la bioética en nuestros días. Se trata de una cuestión que se plantea a propósito de los sufrimientos de la vida que nos pueden llegar a parecer insoportables; de dolores físicos o de grandes disminuciones en el uso de capacidades y facultades. Formas de

existir en las que la palabra “felicidad” parece perder todo significado o posibilidad. Y dado que se trata, en todo caso, de una vida humana a la que está asociada la igual dignidad que la hace valiosa en sí, el cercenar la vida “por piedad” ha llevado a los hombres a preguntarse qué valores están en juego. Así, autonomía, justicia, muerte digna se han convertido en factores que piden una recta ponderación para tomar decisiones. Ya se trata de una eutanasia pasiva o de una activa, se trata de modos de intervenir, de enfrentar la muerte de otro modo al de una “muerte natural”.

El misterio de la muerte

La cuestión de la eutanasia suele plantearse en términos de posicionamiento moral: sí o no, a favor o en contra; de proceder al modo liberal o al modo conservador; tema tabú o asunto trivial. ¿Sabemos realmente lo que está en juego? ¿Es posible hacer un juicio objetivo sobre un misterio? ¿Podemos disponer, en “autonomía” de lo que sabemos que no es nuestra posesión? ¿Es posible ser “objetivo” de cara a las víctimas de una vida disminuida, insoportable quizá, sometida a un dolor insoportable? ¿Es posible ser empático y, al mismo tiempo, objetivo, frente a un semejante que no quiere más vivir? ¿En qué medida el cercenar la propia vida o contribuir a que otros lo hagan es un buen morir? ¿Está dispuesta la sociedad a asumir la exigencia del “rostro del otro” que dice “no me mates” (E. Lévinas) y que, al mismo tiempo se dice a sí mismo “mi vida es mi vida”, “denme ya una buena muerte”? ¿Es auténtica autonomía decidir no vivir más? ¿Es autonomía la decisión de este tipo cuando para ejecutarla es necesario toda una estructura social, moral, sanitaria, estatal que la hace posible? ¿Hemos domesticado el sentido del misterio de la propia existencia? ¿Queda externalizado lo que ocurre en lo más


profundo del fuero interno en la simple disyuntiva “sí o no” quitarse la vida o ayudar a que otro la pierda? ¿Es la eutanasia un modo de atestiguar un misterio que algún día fue motivo de celebración? ¿No habría que plantear los problemas, dilemas y aporías de la eutanasia a partir del “nosotros”? ¿No es Dios el último interlocutor, la presencia ante la que, quien muere, toma sus decisiones? Estas y otras interrogantes interpelan nuestra conciencia frente a este delicado tema. La relevancia de no esquivarlas o responderlas sin tener presente el sentido del misterio está ligada al hecho de que no acabamos de saber qué es vivir y vivir bien, cuando, a causa del sufrimiento que nos parece o excesivo o inútil, tenemos que enfrentar el buen morir. Lo que intuimos es que la vida no es una pasión que se consume inútilmente, que tiene una honda belleza y bondad que nos hace amarla y aferrarnos a ella. Si el caso Sócrates nos sigue interpelando, es porque descubrimos que en su decisión de aceptar la muerte hubo valores que le parecieron mayores que el de su propia vida. Cualquier consideración ética tendría que tomar en cuenta algunos datos básicos acerca del ser humano, que fácilmente pueden pasar inadvertidos. Podemos enunciarlo aludiendo a lo que implica la realidad del “nosotros”, el valor y el sentido de la vida, la dignidad humana y el misterio del ser. Realidades interconectadas unas con otras. Vivimos en relaciones y de relaciones. “Toda vida verdadera es encuentro” afirma Martin Buber. Relación es una vinculación vital entre personas. Esta afirmación supone el verdadero encuentro de un yo con un tú, un nosotros y un ellos. En el orden funcional, antropológico y biográfico, los vínculos pueden ser de muy distinta naturaleza. La profundidad de los vínculos societales supone un tipo de amistad entre los hombres. Solemos valorar de forma especial los vínculos de tipo afectivo, aquellos que nos unen más a los otros. La naturaleza del vínculo social toca las fibras más profundas de lo humano. El orden de la comunicación en el que llegamos a advertir que conformamos un solidum entre todos los hombres. Casi todas las personas intuyen que su vida tiene un significado y un gran valor. Que existe un quehacer en el mundo que ha de ser valorado, al menos por quien lo realiza y que ha de llenar la vida de felicidad. Cuando descubrimos el hondo significado de ciertos momentos y experiencias vitales intuimos que, en medio de lo fugaz y lo perecedero, hay algo que permanece. “El dolor dice ‘pasa’. El placer quiere eternidad, profunda eternidad”. La frase citada del pensador Federico Nietzsche indica ya que la vida encierra un hondo misterio, que no acabamos de aprender a venerar. La eutanasia busca que el dolor pase. Quien decide por la eutanasia, en la medida en que se es consciente, se hace cargo por su cuenta de adentrarse en ese misterio, o de ignorarlo. Hay en una decisión así algo profundamente desconcertante. La vida nos es dada. La conciencia del don trae consigo la gratitud… El sentido está en la propia vida y está en los otros. No se trata meramente de una cuestión de autonomía. Ésta, bien entendida, nos vincula más a los demás que las leyes heterónomas. La autonomía descubre la común humanidad que nos une a unos con otros. Es expresión del descubrimiento de la propia dignidad. Y ésta pasa, como

advirtió E. Kant, por el asombro, lleno de veneración, ante la ley moral “dentro de mí”. En el corazón del hombre anida un profundo “apetito de ser”, una exigencia ontológica (G. Marcel). La vida es un misterio, no un problema. No podemos simplemente ponerla frente a nosotros como un objeto. Estamos de tal manera envueltos en el ser que no cabe afirmar simplemente que la vida es “mía” a título de propiedad privada. El misterio del ser es el misterio de la relación intersubjetiva, del ser-con y para los otros. La vida es mía en cuanto que sólo a mí corresponde responder por lo que en conciencia y libertad haga de ella, siempre en referencia a los demás, a partir de las posibilidades que nos ofrecen y de lo que nosotros, por nuestra parte, podemos dar. Nos debemos a los otros. En este sentido, la vida es indisponible. La paradoja de la eutanasia es un disponer de la vida. Buena muerte es morir con dignidad, de cara a los otros, de cara a sí mismo. De cara a quien, acaso anónimamente, nos habla e interpela desde el fondo de nuestra propia conciencia. Si, como afirma Martin Buber, “toda vida verdadera es encuentro”, la muerte, como culminación de la vida, es el encuentro definitivo con quienes amamos, y de quienes deseamos despedirnos causando el menor dolor posible. Y es también el encuentro definitivo con el Tú a quien debemos la vida. La muerte digna del ser humano es la que lleva a su culmen la vida verdadera. “Porque lo más propio de la vida es que no nos pertenece” la eutanasia no puede ser un tópico más de la Bioética. Apela al sentido del ser hombre, al significado que encierra cada vida, que siempre es encuentro; a un misterio sagrado que acaso no hayamos aprendido a venerar adecuadamente; que, en todo caso, creemos, a todos nos espera. Quien decida en favor de la eutanasia tendría que preguntarse si en realidad sabe lo que está en juego y ha aprendido a venerarlo. La decisión de rebasar por cuenta propia el umbral de la vida pide nuestro respeto, aun cuando sintamos que ni la autonomía ni la disminución del sufrimiento sean más valiosos que la vida “viva”.

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¿Podría ser aceptable la eutanasia infantil?

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Beatriz Amador

n Bélgica durante el 2014 el consentimiento de la práctica en la extensión de la eutanasia a menores reanimó la polémica acerca de las disposiciones médicas al final de la vida de los niños. Sin embargo, ¿debería considerarse la eutanasia como un procedimiento factible? Desde el inicio de esta propuesta, surge la incógnita de la aptitud cognitiva y moral del infante para reflexionar y manifestar ese tipo de decisiones, por lo tanto, padres y personal de salud tienen que determinar de acuerdo con el beneficio del chico. En términos éticos, esa interacción entre la función de los progenitores, y su rol de representantes legales, se suma a la capacidad de elegir del niño, esta situación trae importantes preguntas sobre los derechos de los pequeños y la autonomía, los límites del control parental y el equilibro de los intereses del paciente y sus deseos. Por un lado, se piensa si la eutanasia aparece como posible solución o, por otro, agrava la confusión del proceso de decidir. A partir de la realidad belga, se evaluará la prerrogativa de la nueva legislación, en donde se muestra sus ventajas y desventajas a la luz de la doctrina de la dignidad humana. De ahí que habrá de meditarse los principios y el ejercicio actual de los cuidados paliativos pediátricos y, también, de qué forma la ética médica se posiciona frente a las transformaciones sociales recurrente de la aprobación de esta ley. Con el fin de tener un panorama más amplio de la discusión, se realizará brevemente un análisis

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ético del tema; antes de examinar las razones y fundamentos en favor o en contra, es preciso dejar en claro cuál es el problema de fondo por el cual se plantea la eutanasia infantil. Para algunos, resulta inaceptable en cualquier circunstancia y edad, sobre la base de que nunca se puede suprimir una vida humana por su valor intrínseco absoluto o por su sacralidad. En cambio, quienes están abiertos a aceptar la validez de la muerte asistida, en casos excepcionales en adultos, necesitan reconsiderar ahora este nuevo escenario con los niños, y establecer su rechazo o su aceptación. Es lo que se conoce como obstinación terapéutica y que desde una perspectiva bioética atenta el principio de No Maleficencia. Es lógico pensar que, si el final de la existencia de los niños se asume profesional y familiarmente de esta manera, el espacio para casos en que se plantee la eutanasia será mínimo. El argumento de aceptación en adultos se fundamenta principalmente en el respeto a la autonomía de la persona, de acuerdo con la cual cada enfermo es dueño de su vida y de puntualizar cuando la prolongación de la misma resulte peor que la muerte. Considerar o no éticamente aceptable la eutanasia infantil requiere de asumir antes una visión sobre el valor de la vida del niño, incluso en condiciones de enfermedad y sufrimiento. En el mismo sentido, la ley de derechos del paciente instituye, en caso de que el profesional tratante tenga vacilaciones acerca de la competencia de la persona, deberá siempre solicitar el dictamen del comité de ética de la clínica. En resumen, para expresar si es admisible la eutanasia infantil hay que revisar la bioética, específicamente en relación con la vida y la capacidad de toma de decisiones por parte del menor, concretamente en lo moral y cognitivo y si cuenta con la suficiente madurez para decidir. Si bien el tema está abierto a la deliberación ética, frente a la eutanasia infantil la respuesta es que no pude ser aceptable, y que sólo debe ser discutida después de haber establecido políticas públicas, protocolos y servicios eficientes de cuidados paliativos para niños con enfermedades terminales, tanto oncológicas como no oncológicas.


Suicidio médicamente asistido Omar Olvera Cervantes

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egún la Organización Mundial de la Salud (OMS) las de­f iniciones existentes sobre la eutanasia no son exactas y pueden variar de una persona a otra, por una mala formación y la misma ambigüedad de los términos relacionados clásicamente con la eutanasia, pero tienen varios elementos en común, el hecho de que sea solicitado por una persona concreta en situación de enfermedad crónica o terminal que alegue sufrimientos o dolores insoportables y el equipo medico que debiera ejecutar por compasión un acto directo con la finalidad de que el paciente muera. La palabra suicidio se deriva del latín sui, sí mismo, y caedere, matar. Literalmente, signifi­ca matarse por sí mismo. El suicidio médicamente asistido se podría defi­nir como “la ayuda que da un médico a un paciente, en respuesta a su solicitud, proporcionándole los medios para suicidarse y es el paciente quien realiza la acción final que causa la muerte” En México está prohibida la práctica de la eutanasia y del suicidio médicamente asistido, de acuerdo a lo estipulado en la Ley General de Salud en su artículo 161 Bis 21 que a la letra dice: “Queda prohibida la práctica de la eutanasia, entendida como homicidio por piedad así como el suicidio asistido conforme lo señala el Código Penal Federal, bajo el amparo de esta ley.”

Sin embargo, existe consenso en que es necesario debatir el tema, en el contexto actual en que se ha incrementado el número de personas con padecimientos en fase terminal y por otro lado, porque existe una mayor exigencia de respeto a los derechos humanos, al derecho a la salud y a los principios de libertad y autonomía de los pacientes. Es importante resaltar que el aumento de la esperanza de vida y el consecuente incremento de personas que llegan a edades avanzadas y desarrollan enfermedades degenerativas que se caracterizan en su fase terminal por ser causa de intenso dolor y sufrimiento, es uno de los principales motivos que hacen necesario el establecimiento de cuidados paliativos y aplicación de medidas vinculadas con la voluntad anticipada, la eutanasia y el suicidio médicamente asistido. La tendencia en los últimos 30 años en el mundo es hacia la aprobación de leyes que garanticen el respeto a la voluntad anticipada de los pacientes que se encuentren en fase terminal, ya sea a través de la aprobación de la eutanasia, el suicidio médicamente asistido o diferentes tipos de voluntad anticipada.

El debate en México

En México existen algunos avances importantes en materia de voluntad anticipada, enfocadas a la regulación de los cuidados paliativos. De forma complementaria, la misma Ley en su artículo 166 Bis 6 estipula que “la suspensión voluntaria del tratamiento curativo supone la can-

celación de todo medicamento que busque contrarrestar la enfermedad terminal del paciente y el inicio de tratamientos enfocados de manera exclusiva a la disminución del dolor o malestar del paciente. En este caso, el médico especialista en el padecimiento del paciente terminal interrumpe, suspende o no inicia el tratamiento, la administración de medicamentos, el uso de instrumentos o cualquier procedimiento que contribuya a la prolongación de la vida del paciente en situación terminal dejando que su padecimiento evolucione naturalmente”. En general, en todas estas leyes se prohíben las conductas que tengan como consecuencia el acortamiento intencional de la vida, por tanto, no intentan promover la eutanasia, sino a reconocer el derecho a rechazar el tratamiento terapéutico obstinado y a recibir los llamados cuidados paliativos. Por su parte, en México la ley de Cuidados Paliativos existe más como supuesto que realidad; muchos grupos de especialistas en el tema y defensores de derechos humanos identifican como reto principal la necesidad de incrementar el alcance de la legislación existente sobre voluntad anticipada en el sentido de ampliar la gama de opciones a las que tendría derecho dentro del principio de autonomía. Dentro de las perspectivas de aprobación de la eutanasia y del suicidio asistido es interesante analizar las declaraciones de la Organización Mundial de la Salud emitidas en 1990, en Ginebra, en las que consideró que con el desarrollo de métodos modernos de tratamiento paliativo, no es necesaria la legalización de la eutanasia.

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Consideraciones psicológicas sobre la eutanasia

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Psic. Victoria Molina

a utilización del término eutanasia, “buena muerte”, ha evolucionado y actualmente hace referencia a la conducta (acción u omisión) intencionalmente dirigida a terminar con la vida de una persona que tiene una enfermedad grave e irreversible, a petición suya o de un tercero, con el fin de minimizar el sufrimiento. El concepto de eutanasia se ha centrado, básicamente, en el entorno médico; en aquellas enfermedades “graves e irreversibles” que causan montos insoportables de dolor físico y psíquico. Es un tema muy polémico que cuenta con defensores y oponentes por igual. El comentario que exponemos aquí es neutro y propone solamente mencionar algunas circunstancias que se presentan en torno a él. Empezamos por aclarar la terminología relacionada: Eutanasia: la acción u omisión, por parte del médico u otra persona, con la intención de provocar la muerte del paciente terminal o altamente dependiente, por compasión y para eliminarle todo dolor. Eutanasia activa: la que mediante una acción positiva provoca la muerte del paciente. Eutanasia pasiva: el dejar morir intencionadamente al paciente por omisión de cuidados o tratamientos que están indicados y son proporcionados. La expresión eutanasia pasiva, se utiliza en ocasiones indebidamente para referirse a una práctica médica correcta, de omisión de tratamientos desproporcionados o fútiles respecto al resultado que se va a obtener. En este caso no estaríamos ante una eutanasia pasiva sino ante la correcta limitación del esfuerzo terapéutico o limitación de terapias fútiles, que es conforme con la bioética y la deontología

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médica, y respeta el derecho del paciente a la autonomía para decidir y a la renuncia al tratamiento. Encarnizamiento terapéutico (también llamado distanasia u obstinación o ensañamiento terapéutico): la práctica, contraria a la deontología médica, de aplicar tratamientos inútiles o, si son útiles, desproporcionadamente molestos para el resultado que se espera de ellos. Ortotanasia: el permitir que la muerte natural llegue en enfermedades incurables y terminales, tratándolas con los máximos tratamientos paliativos para evitar sufrimientos, recurriendo a medidas razonables. La ortotanasia consiste en no adelantar la muerte con una acción médica intencional; acompañar al enfermo terminal, considerando su vida, aunque dependiente y sufriente, siempre digna; aliviar con todos los medios disponibles el dolor en lo posible y favorecer su bienestar; ofrecerle asistencia psicológica y espiritual para satisfacer su derecho de aceptar su proceso de muerte; no abandonar nunca al paciente, pero saber dejarle morir, cuando no podemos curarle. Cuidados paliativos: la atención de los aspectos físicos, psíquicos, sociales y espirituales de las personas en situación terminal, siendo los objetivos principales el bienestar y la promoción de la dignidad y autonomía de los enfermos y de su familia. Estos cuidados requieren normalmente el concurso de equipos multidisciplinares, que pueden incluir profesionales sanitarios (médicos, enfermeras, asistentes sociales, terapeutas ocupacionales, auxiliares de enfermería, psicólogos), expertos en ética, asesores espirituales, abogados y voluntarios. Sedación terminal: la administración deliberada de fármacos para lograr el alivio, inalcanzable con otras medidas, de un sufrimiento físico y/o psicológico, mediante la disminución suficientemente profunda y previsiblemente irreversible de la conciencia, en un paciente cuya muerte se prevé muy próxima, con el consentimiento explícito,


implícito o delegado del mismo. Desde el punto de vista ético, no es relevante el que, como efecto secundario no buscado de la administración de la sedación se adelante la muerte de la persona, siempre y cuando esto no sea lo que se pretenda directamente como fin de la acción. Testamento vital: la manifestación expresa de la voluntad anticipada para el caso de que la persona careciese de la facultad de decidir acerca de su tratamiento médico. Con los conceptos un poco más claros, nos centramos en la eutanasia, básicamente la voluntaria, y nos preguntamos ¿por qué una persona llega a la manifestación voluntaria de no desear continuar con vida? La respuesta, obviamente, es particular a cada sujeto, pero podemos mencionar tres grandes grupos: a) Padecer una enfermedad incurable, dolorosa, que provoque sólo sufrimiento. b) Encontrarse en estado terminal. c) Considerar a la propia vida como un mal antes que un bien. O sea, todas aquellas situaciones que representen sufrimiento constante e insoportable que no pueda ser aliviado. Y aquí entrarían ya otras problemáticas ajenas a la enfermedad, pero con las mismas cargas y consecuencias en cuanto al sufrimiento. Se argumenta que si se proveyeran cuidados paliativos adecuados, medicación, contención psico-social, etc., las personas no llegarían a instancias como la eutanasia. Pero hay algunas dimensiones del sufrimiento y el dolor que no pueden ser aliviadas, particularmente el sufrimiento que produce una existencia que ha perdido su sentido. La opción de otorgarle un sentido no siempre es posible, principalmente cuando el sufrimiento, en especial el motivado por el dolor físico, es de extrema intensidad. Pero, fundamentalmente, cuando la persona no es creyente en “alguien o algo” superior. ¿Qué opciones pueden considerar aquellas personas a quienes la fe no les provee un refugio, o abandonaron la confianza en la ciencia –que, generalmente, ya las ha desahuciado–, o no encuentran ningún sentido a su dolor, o llevan una vida que ya no corresponde con sus nociones de dignidad? Para el Dr. López Trigo (médico y pre-

sidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología) “El cansancio vital es igual de importante que un infarto de miocardio o un cáncer. La gente que está cansada de vivir sufre mucho y está anunciando un suicidio, que ha crecido entre las personas mayores”. Se refiere a esas personas, de edad avanzada, que no padecen una enfermedad grave, pero están “cansadas de vivir” y consideran que ha llegado el momento de morir. “¿Cómo se justificaría orillar a estas personas a que busquen una muerte violenta, tirándose de un puente, por ejemplo, sólo porque no están enfermos?” Podemos decir, entonces, que el dolor y la pérdida de la dignidad humana son los factores que nos permiten razonar sobre el umbral del sufrimiento al final de la vida del ser humano. De los estudios llevados a cabo por el Foro Mundial de la Salud, se deduce que las personas con enfermedades terminales manifiestan un dolor en el cuerpo que les resulta insoportable, y un sentimiento de degradación o pérdida de la dignidad humana que no tiene que ver con la calidad y cantidad de los cuidados paliativos. Por lo general, el ser humano valora y aprecia la vida, y nadie quiere perder algo que aprecia. Sin embargo, pueden llegar momentos límite que provoquen un cambio: cuando la persona siente que ya no puede luchar, se encuentra abatida, desgastada y colmada de lágrimas, cuando la fe se esfumó y se llevó sus ilusiones, cuando quiere creer pero las circunstancias se lo impiden… ¡cuánto se debe padecer para dejar de creer en todo, incluso en sí mismo! Cuando la gente desiste de todo en la vida, o cuando siente que la vida ha desistido de ellos, la experiencia es infernal. La persona se siente atrapada, rendida e indefensa y tiene la certeza de que no importa lo que haga, todo está perdido y la problemática no tiene solución. Estamos hablando de la experiencia de la desesperanza, y ante ésta sólo queda la muerte. Para aquél cuya vida se ha transformado en un largo y continuo tormento, vivir se torna en desesperanza. La desesperanza es la característica principal de la depresión del “suicida”. Cuando se vive en un pozo profundo, oscuro,

en el que no brilla la más pálida luz de esperanza, no queda más que la muerte. Cuando se presenta esa tríada cognitiva que hace ver negro el interior, negro el entorno y negro el futuro, ¿se podrá encontrar un sentido a la vida? Evidentemente ellos, los que piden la eutanasia, no lo pueden encontrar. La impotencia y la desesperanza son sentimientos que aparecen como consecuencia de situaciones desbordantes; estas situaciones son muy diversas: enfermedades crónicas e invalidantes, situaciones traumáticas, condiciones de abandono o desarraigo, dolor físico o psíquico intenso, pérdida de la autonomía, pérdida de la fe en los valores trascendentales, etc. Todas ellas se incorporan como sentimiento de fondo que hace sentir a la persona que nada de lo que haga puede ser suficiente para hacer frente a la realidad, vivida como apabullante. Hay quienes afirman que morir con dignidad es un acto humano que se asume de acuerdo con la visión metafísica y religiosa de cada uno; para otros es el derecho a disponer autónomamente de la propia vida, como en el caso del suicidio asistido o la eutanasia. Cada quien tendrá su opinión, lo que podemos agregar es que el ser humano está marcado “fatalmente” por una escisión profunda y estructural que se expresa en un conflicto: por un lado, la tensión de la atracción de la vida, que lo lleva a la unión con los otros, a no traicionar lo que los demás esperan de él; por otro, la propensión contraria que lo lleva a la desunión, a soltarse del deseo ajeno. En muchas ocasiones, la única forma posible de sustraerse al dominio del otro es con la muerte. Tal es el caso, por ejemplo, del enfermo desahuciado que sólo puede librarse de las garras de sus amos (el dolor, la omnipotencia médica, la desesperanza, la ciencia, la ley, etc.) con la propia muerte. Dicho en otros términos, se trata del conflicto entre Eros y Tánatos (pulsiones de vida y pulsiones de muerte) que luchan siempre, unas tratando de unificar, crear lazos, y otras que tratan de separar, de destruir. Cuando llega ese momento en el que la persona solicita la eutanasia, podemos afirmar que es el momento del triunfo de Tánatos.

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Eutanasia: la perspectiva olvidada

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a eut a nasia ha sido, es y seguirá siendo un tema controversial, por todas las complejas aristas que lo componen. Respecto a ésta, una percep ción que siempre se valora y se toma en cuenta es la opinión que los médicos desde sus diferentes especialidades puedan tener, la cual ciertamente es muy valiosa, pero a menudo se descar ta la perspectiva del profesional encargado de cuidar, administrar medicamen tos y asear al enfermo, conversar con él y alegrar su día; esto sólo entre una lista interminable de labores: la del enfermero o enfermera que lo cuida. La Enfermería ha dejado de ser “el arte milenario del cuidado” para convertirse en la ciencia del cuidado, alejándose del modelo biomédico en el que

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Anahí Madrigal Figueroa

se trata la enfermedad para entrar a un ámbito más afectivo en el que el enfermero incide de forma positiva en el cuidado del enfermo. Según las normas y postulados sobre el modelo de cuidados de Virginia Henderson, el profesional de enfermería desempeña un papel fundamental en el tratamiento del dolor y de los cuidados permanentes al paciente declarado como terminal (Ilustre Colegio Oficial de enfermería de Jaén, 2013). Este contacto continuo con el paciente lo lleva a establecer con él una relación de cercanía y cordialidad. Si bien el enfermero debe ser capaz de responder profesionalmente al paciente, también lo hace humanamente, ya que el enfermo está viviendo sus últimos momentos en una situación muy especial y particular que no experimenta la persona que muere de manera repentina, o que pasa sus últimos días u horas en estado de coma en un servicio de terapia intensiva. A pesar de que muchos de los cuidados que se brindan están protocolizados, siempre deberá existir también una cierta flexibilidad en ellos debido a que cada paciente es un ser único e individual. Más allá de las estructuras institucionales y normas establecidas, la flexibilidad en el cuidado del paciente está relacionada a la actitud que adopta el enfermero ante la persona que cuida. Estas percepciones pueden ser positivas o negativas en cuanto a los resultados de su práctica profesional, y tienen una consecuencia directa en el enfermo. Presenciar el momento preciso en el que el paciente pide que le ayuden a morir no es una escena que se viva comúnmente y no todos los profesionales de enfermería la han experimentado, pero ésta no es una limitante para tener una opinión propia de esta situación. De la misma manera, esta problemática impacta de diferentes formas al personal involucrado.

Si el paradigma de la enfermería es mantener la vida y otorgar los mejores cuidados cuando la enfermedad causa dolor y sufrimiento, ayudando a aliviar el pesar de los síntomas, surge la paradoja de liberar a una persona del dolor; a pesar de la crueldad que representa extinguir el sufrimiento a través de la muerte. Respecto a esta paradoja, en días pasados tuve la oportunidad de cuestionar a una excelente enfermera con 27 años de servicio. Su respuesta tajante, a pesar de todas las razones humanitarias que pudieran justificar la administración de la eutanasia, fue: “Nosotros no creemos en eso. No estudiamos para eso”. Y tenía toda la razón esta increíble mujer. El enfermero es formado para cuidar, para paliar, para consolar, para hacer sonreír con sus bromas y buen humor al enfermo cuando no tiene motivo para ello, para parecer incasable en una siempre agotadora labor; incluso para ofrecer un guiño cómplice a los familiares cuando éstos se sienten rebasados por la situación y, en muchas ocasiones, para acompañar en el momento final. El enfermero no fue formado para interrumpir la vida, a pesar de todas las razones que pudieran existir para ello.


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CULTURA

Yolanda Zamora / yolandazamora@hotmail.com

EL HAIKU: UN ARTE ESPIRITUAL

Invitación a descubrir los pequeños milagros cotidianos

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n otras ocasiones hemos hablado de la ilusión como motor que vivifica e impulsa al ser humano a seguir adelante, con la invitación a aprender a disfrutar de las pequeñas ilusiones cotidianas, que como luciérnagas aparecen para iluminar

la vida. Ello exige vivir conforme a una palabra griega de profundo significado: alétheia, que significa descubrimiento, develamiento, verdad patente… Para lograr alcanzar esta actitud de vida, es importante, desde luego, perder la prisa, deshacerse del vértigo que nos atrapa y esclaviza, priorizar la experiencia de contemplación y silencio, y practicar el hábito de penetrar en los sencillos milagros cotidianos que, dicho sea, están por todas partes. Tomemos el ejemplo de la poesía oriental: el haikú​es un tipo de poesía japonesa que consiste en un poema breve, de diecisiete sílabas (o moras japonesas) distribuidas en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas, respectivamen-

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te. Estrictamente hablando, no es necesaria la rima, sin embargo, para mayor exigencia, se incorpora la rima entre el primer y el tercer verso. Entre sus principales representantes está Matsuo Kinsaku Kinsaku, mejor conocido como Matsuo Bashō, (Ueno,1644 - Osaka,1694), uno de los poetas más importante del Japón, para quien el haikú representó “un arte espiritual”. Recorrió Japón buscando fuentes de inspiración y recogiendo “el aliento de la naturaleza”. Son célebres sus haikús, y representan la continuación de la poesía clásica-ancestral japonesa. Muchos de ellos se encuentran plasmados en monumentos y lugares tradicionales. Aquí, uno de sus clásicos: Arde el sol, arde sin piedad–más el viento es del otoño.


CULTURA

El haikú representa una poética de la sencillez, de la belleza, de la contemplación de la naturaleza. Escribir un haikú puede parecer fácil. Sin embargo, es en realidad un gran reto. Exige sensibilidad, es decir, el estar abiertos a la voz de la realidad para descubrir la belleza de lo sutil; observación y contemplación para encontrarse con lo oculto, capacidad de percibir la sutil latencia de las cosas; habilidad para sintetizar y manejar el lenguaje, para acertar con la palabra precisa y no otra; exige manejo y oficio para la rima; disposición para el azoro; y, sobre todo… ¡tiempo! para intuir y ser testigo del misterio que ofrece la naturaleza y que, por un instante fugaz, se nos revela. Es entonces cuando, de pronto, al descubrirla, comprendemos aquella “presencia henchida de belleza” y la recibimos con agradecimiento, la respetamos, la miramos, la contemplamos, y tratamos de recrear su esencia con palabras cuidadosamente escogidas, compartiendo así ese momento efímero e inspirador que nos brinda la naturaleza.

Probablemente, no todos seamos grandes poetas, pero todos, ciertamente, podemos practicar el arte de la contemplación de la naturaleza, el disfrute del silencio, la experiencia del azoro, y la conciencia de la belleza de un entorno que nos rebasa, y que nos remite a la nostalgia de lo divino. Quiero compartirles algunos haikús de mi autoría, no porque sean excepcionales, ni ejemplo alguno de alta poesía, ni mucho menos. Lo hago, sin pretensión alguna, para mostrar que todos podemos intentarlo, y porque, además de la alegría que significa compartir momentos de gran belleza, y del intento de plasmar en palabras una momentánea experiencia, me ha gustado también, y lo he venido haciendo desde “hace rato”, combinar los textos con el mágico click de la fotografía. Así, concierto dos prácticas creativas: la poesía y la fotografía. Y, poco a poco, se van acumulando haikús ilustrados, como hojas que se desprenden del árbol y vuelan en busca de otros rostros… y otras miradas.

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LUGARES MÁGICOS

Biól. Fabiola Gpe. Navares Moreno

MEZQUITIC.

PUEBLO DONDE HABITAN COMUNIDADES INDÍGENAS HUICHOLAS

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l municipio de Mezquitic es uno de los más lejanos de nuestro estado, ubicado al Norte del mismo. Está a 6 o 7 horas de Guadalajara, tomando la carretera hacia Zacatecas. Mezquitic significa “Entre Mezquites ” y, como su nombre lo indica, manifiesta la presencia de Mezquites en medio de un clima semiseco con tendencia árida. Su extensión territorial es de 3,151.06 kilómetros cuadrados, en el municipio existen 418 localidades siendo las más importantes Mezquitic, su cabecera municipal. Su clima es semiseco. La población

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de es aproximadamente de 16,310 personas que hablan alguna lengua indígena. Su vegetación se compone de especies como el pino, encino, tabachín, cedro, nopal, pitahayo, garambuyo, biznaga, huizache, mezquite, palo blanco, granjeno, capomo, huásima, zapote, guayaba, naranja, ciruelo y pastizales. Su fauna, resulta muy interesante: desde el venado, conejo, tejón, mapache, ardilla, zorrillo, tigrillo, coyote, guajolote, aguililla, zopilote, jilguero, gorrión, cenzontle, hasta la víbora de cascabel, alacrán y tarántulas, entre otros. Su actividad agrícola se dedica al cultivo del maíz, sorgo, aguacate, guayaba y mango. Fundada desde 1548 por Nuño de Guzman y por Pedro Almíndez Chirinos, Mezquitic ha albergado a diferentes comunidades indígenas, entre ellas coras, huicholes, zacatecanos, tlaxcaltecas y los belicosos chichimecas, quienes procuran no mezclarse. El 28 de septiembre de 1872, se publicó el decreto número 314 en el que se dispuso que el pueblo de Mezquitic llevara en lo sucesivo el título de villa. En 1880 a Mezquitic se le considera municipio.

En verano se tiene afluencia turística de amer ic anos y europ e os ( i t alianos , e sp añole s). Del interior de la República Mexicana el turismo proviene de Jalisco, Zacatecas, Durango, Distrito Federal, Nayarit,


LUGARES MÁGICOS

Tijuana, Laredo, Mexicali. El sector hotelero de Mezquitic cuenta con 200 habitaciones divididas en 3 hoteles para recibir a los turistas. Sus sitios de mayor interés son la zodsna, Tekata, lugar sagrado en el que los huicholes hacen sus ofrendas, las ruinas a 129 kilómetros de la cabecera municipal. Actualmente se están construyendo unas cabañas para que los visitantes puedan pernoctar ahí. Otros sitios de interés son la sierra huichola, el río, la cascada, las pinturas rupestres. Usos y costumbres de la comunidad indígena: cada año tienen cambio de gobernadores, se eligen por medio de los indígenas adultos (ancianos que sueñan quien será el siguiente).

Fiestas populares: fiesta del peyote (mayo), feste-

jo a San Juan Bautista el 24 de junio, cazan venados y se sacrifican para ofrecer el corazón y la sangre a sus Dioses, fiestas patronales 16 julio, viacrucis en semana santa, semana cultural septiembre 11, feria anual 25 de

diciembre muestra artesanal. A nivel comunidad indígena se festeja la Fiesta del Tambor y del Esquite con los Huicholes en sus centros ceremoniales siguiendo el calendario de crecimiento del maíz. Producción de artesanías: chaquiras, artículos de madera y bordados, talabartería, carpintería, pintores de oleo.

Otros Sitios de Interés

A 7 kilómetros de Mezquitic se encuentra el Mirador, bello lugar para disfrutar la espectacular vista del cañón y de su valle, así como el río Bolaños. Enclavado en la Mesa del Venado (consultar con los lugareños o contratar un guía) existe un lugar con petroglifos. En la presidencia municipal del pueblo se expone un famoso mural donde se mezcla la historia del pueblo y sus comunidades. Y la Parroquia de San Juan Bautista con su bella arquitectura de 1774. Pero si lo que deseas es comprender mejor a los Huicholes puedes visitar la Casa de la cultura donde exhiben hermosos lienzos de sus pintores, así como arte wixárica. Y más lejos, como a 40 km se encuentra la cascada del Cerro Colorado. Un lugar hermoso es el Museo de Arte Wixárica, donde comprendemos mejor la riqueza de su cultura, en detalles tan sencillos como pulseras, collares, bolsas y vestimenta. Los Huicholes a pesar de ser gente con ricas tradiciones viven sumidos en la marginación y pobreza. Por eso, una forma de ayudarlos es comprarles a ellos directamente sus artesanías.

Gastronomía: Al visitar el municipio no olviden probar

los Huachales (platillo a base de maíz y calabaza seca), así como probar la Temachaca (una corteza de árbol de la región). En bebidas está su famoso Atole blanco, y el Cuachalala, Los Toros (tequila con refresco) y su chocolate casero. O si se prefiere, se pueden degustar unos ricos dulces de arepa y polvorones. MAYO - JUNIO 2019

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ÉTICA COTIDIANA

Eduardo Casillas González/ Master en Bioética

LA BIOÉTICA Y SU SIGNIFICADO EN LOS TIEMPOS QUE CORREN

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uchos hemos escuchado, de hecho cada día somos más, hablar de la Bioética, pero, ¿de dónde viene?, ¿cómo y por qué surge esta ciencia?, ¿cuáles son sus principios? “Bioética”, es un término acuñado por Van R. Potter, médico oncólogo estadounidense en el año de 1970. Formado por dos palabras de origen griego bíos, que significa “vida” y éthos, que significa “costumbre”. Etimológicamente: ética de la vida. La definición formal de Bioética, por lo tanto, sería la siguiente: “La ciencia que regula la conducta humana, en el campo de la vida y de la salud, a la luz de valores y principios morales racionales”. Quiero subrayar que se trata de valores y principios morales racionales, es decir, no enraizados ni justificados por ninguna creencia sobrenatural y, por lo tanto, extensivos a todo el género humano sin distinción de raza, religión, posición social, ni por ningún otro criterio. La Bioética tiene las siguientes características: • • • •

Es Humana: tiene que ver directamente con la vida y la salud del hombre e, indirectamente, con el ambiente en el que vive; Es Racional: regula las conductas según valores morales, fundados en la dignidad de la persona humana; Es Universal: válida para todos los hombres sin distinción de cultura o religión, ya que está fundada únicamente en la razón humana; Es Interdisciplinar: se sirve de la colaboración de diversas disciplinas: biología, medicina, derecho, filosofía, etc.

Es erróneo, por ende, hablar de: • •

Bioética laica: pone el acento en la independencia y contraposición respecto a prospectivas religiosamente inspiradas. Bioética personalista: pone al centro el valor absoluto de la persona humana.

La bioética no es religiosa ni laica; es simplemente “bioética”. Cualquier adjetivación representa una deformación tendenciosa.

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Los ámbitos de la Bioética son los siguientes: • •

Bioética general: se ocupa de los valores y principios éticos generales (filosofía moral). Bioética aplicada: aplica los principios generales a temas y casos concretos desde el punto de vista biológico, médico, jurídico y ético.

Algunos temas y problemas de los que se ocupa nuestra ciencia, la Bioética, son: •

• • •

La reproducción humana: sexualidad humana, reproducción natural, fecundación artificial, regulación natural de la fertilidad y contracepción, esterilización; La genética humana: genoma humano, biotecnologías y terapia génica, clonación y células estaminales; El embrión: embrión humano, aborto, diagnóstico prenatal, intervenciones en embriones humanos; La vida en la fase terminal: dolor y eutanasia, ensañamiento terapéutico, curas paliativas, muerte encefálica y transplantes de órgano.

En cuanto a modelos de Bioética se refiere, por mucho tiempo ha prevalecido el modelo principialista, el cual comprende los principios de beneficencia, no maleficencia


ÉTICA COTIDIANA

y justicia. En los últimos años, sin embargo, han surgido otros modelos, entre los cuales destacan la ética de las virtudes, ética casuística, ética narrativa, bioética intepretativa o hermenéutica, ética del cuidado y la bioética feminista. No basta un consenso pragmático, flexible, según las circunstancias, en lo que a modelos de Bioética se refiere. Uno de los fines últimos y razones de ser de la Bioética es darse a la tarea de buscar la demostración de la razón última por la cual un determinado ac to moral se considera recto o no recto, lícito o ilícito, obligado o prohibido. No se puede acoger la propuesta de la “indiferencia” para todo sistema de referencia. Sobre todo, si tomamos en cuenta la relevancia humana y social de los problemas de bioética. No estamos hablando de alguna mercancía o del comercio de los productos, sino del ser humano, el cual se ve involucrado en el trabajo bioético, de ahí lo crucial que resulta encontrar respuestas satisfactorias a las preguntas que pudieran surgir en el camino.

Ética y bioética

Creemos conveniente esclarecer el nexo existente desde los orígenes, entre Ética y Bioética, proporcionando antes que nada algunas definiciones y clasificaciones de Ética. Ética Normativa: Disciplina que estudia valores, principios y normas de comportamiento en relación con lo que es lícito o ilícito (bien/mal) y busca las justificaciones. Dentro de la Ética Normativa, podemos mencionar a la Ética general, la cual se ocupa de la fundación de los valores, principios y normas; Ética especial, que se ocupa de la aplicación de tales principios, normas y valores en campos específicos, como son la Economía (ética económica), política (ética política), campo de las profesiones (ética profesional); Ciencias de la vida y de la salud (Bioética). El acto médico, por lo tanto, en cualquier circunstan-

cia, tiene una dimensión ética además de técnico-científica. Menciona el Concilio Vaticano II, en la Constitución Pastoral Gaudium et spes, a propósito de la actividad médica: “Al hombre se la define sobre todo por su responsabilidad hacia con sus hermanos y la historia”. (N. 55). Normas, valores y ley moral En lo que se refiere a la filosofía moral, que es uno de los

pilares y fundamentos de la Bioética, en nuestros días, aquélla vuelve a concebir la vida ética, más que como un conjunto de normas, leyes y fines, como un llamado a realizar los valores que llevan a su realización a la persona humana. Un valor ético es aquello que permite dar un significado a la vida humana, como pueden ser por ejemplo el amor del prójimo, respeto de la vida, generosidad, espíritu de sacrificio, etc. los cuales son valores morales. Los valores están por encima del hombre, existen antes que él. No son creados o inventados, solamente descubiertos, conocidos, reconocidos, aceptados o rechazados; tampoco se modifican con el tiempo, en cuanto que su esencia está antes que el tiempo y que la historia. En nuestros días, la vida social y la influencia del ambiente pueden deformar los valores, enfatizar algunos y oscurecer otros, a costa de la verdad objetiva. El hecho, pues, es que el hombre por su naturaleza es un ser moral, y su razón, que es una de las características que lo distingue del resto del creado, es por sí misma, una razón práctica y moral. MAYO - JUNIO 2019

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BUENOS HÁBITOS

Lic. en Nutrición Judith Jiménez López

¿PARA QUE UTILIZA

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sta es una pregunta simple que puede ayudarte a tomar decisiones más claras sobre tu alimentación-nutrición. Puede ahorrarte tiempo, culpa y explicaciones: kilos, dietas raras, visitas con “especialistas”, dolores de cabeza, enfermedades, etc. Parece simple, pero justo por ello lo obviamos; hemos creído que las soluciones deben ser complejas, extenuantes, rebuscadas. Y no es que no se tenga un sustento científico comprobado y comprobable; es sólo que cuando nos dan el resultado para ponerlo en práctica, nuestra mente se niega a probar el ejercicio. Para nuestra mala suerte no venimos con un manual bajo el brazo, por lo que vamos aprendiendo mucho del “cómo funcionamos” sobre la marcha. Practicando, cayendo, tomando posturas o decisiones. Lo que muchas veces sucede sin ninguna conciencia y totalmente en “piloto automático”, es decir, sólo nos dejamos llevar por que no tenemos el tiempo y/o muchas veces las ganas de parar y observar para que estamos haciendo esto o aquello. O si esto tiene un origen modificable o simplemente vivirá con nosotros como sombra o apellido. En nutrición las decisiones son de suma importancia ya que se trata no sólo de llenar un hueco, de cargar combustible o de ahorrar tiempo; Se

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trata del material con el que nuestro cuerpo genera energía, con el que nuestro ADN se transforma. Lo que comemos nos habita, regenera, nos construye o destruye y enferma. Pero también lo que comemos nos cambia el estado de ánimo, hecha a andar las memorias a las que se unen ciertos alimentos y este punto es maravilloso, porque de alguna manera también alimentamos nuestro ser emocional. Cuantas veces nos damos cuenta de que nuestros gustos son en realidad los gustos de nuestros padres o familia, nuestros descubrimientos personales de sabores que llegaron en un momento importante, una fiesta infantil, una boda, un viaje, unos amigos, una comida con el jefe, etc. La comida eleva la producción de neuro-trasmisores como las endorfinas y dopamina, que nos generan placer, relajación, felicidad. Comer entonces se convierte en algo más que cubrir necesidades físicas. Un área sensible en muchas personas que conozco y en mí, por lo que hacer cambios, dejar un “gusto” es algo complejo y muchas veces no se logra. Tomamos decisiones alimentarias de distintas formas, hemos aprendido lo que por regla general es ser sano. Lo que escuchamos todo el tiempo o bien lo que hacen otros y funciona. Decidimos muchas veces en base al momento presente. Cuando tenemos hambre decidimos de una manera,

cuando tenemos sueño, calor, cuando estamos molestos, cuando estamos contentos, cuando estamos ocupados, cuando estamos emocionados, cuando estamos distraídos, nuestras elecciones cambian. Tomamos decisiones diferentes movidos por distintos hilos internos y situaciones externas. Por ejemplo, si - como mujeres - nuestras hormonas cambian, también cambia nuestro gusto por determinados alimentos, de tal forma que ciertos días del mes, queremos más azúcar, harinas, chile, limón, chocolate. Cuando los días de mayo llegan estamos más abiertos a elegir alimentos frescos, jugosos, tomamos más agua y los alimentos dulces, secos o empalagosos de las fiestas decembrinas no nos parecen tan apetitosos. Sensibilizarnos ante esto y observar que nos sucede puede ayudarnos a entender mejor nuestros procesos a consentirnos en los momentos adecuados, a escuchar una necesidad emocional y saber que no hay porque no comer, sólo es “saber” para qué se hace. Esperar espacios propicios para una buena ensalada, un jugo verde y un bote de fruta, para disfrutarlos, esto construye un momento agradable, graba la experiencia de forma positiva y queremos repetirla. Generando un círculo virtuoso en lugar de escucharnos decir: “estoy a dieta”, “me estoy desintoxicando”, esto acom-


BUENOS HÁBITOS

AR LA NUTRICIÓN?

pañado de un gesto de enfado, desagrado o resignación. Este punto es básico cuando se pretende hacer nuevos hábitos o cambiar aquellos que no nos han dado los resultados esperados. Construir nuevas experiencias con los alimentos recomendados, sanos, nutritivos, tal cual hemos hecho con los no recomendados y poco nutritivos. Nos venden todo a nivel emocional, ¿por qué no aprovechar la práctica y usarla a nuestro favor? Esta práctica requiere de entender: ¿Para qué? Cuando estés a media tarde a punto de asaltar el refrigerador de la oficina o el de tu casa…Espera y pregúntate: ¿Para qué? Primero le darás espacio al antojo o la respuesta inmediata a lo que está sucediendo dentro de ti. Al principio te sonará lógico contestar: para quitarme el hambre, y de ahí pasarás a los porqués; Porque me gusta, porque quiero, por qué no o porque sí, porque me lo merezco, porque yo lo compré… ¿A qué que te suena? Simple, nos justificamos y la conducta pasa, aunque después nos traiga dolor o culpa. Pero qué sucede si vuelves a preguntarte: ¿Para qué? Incluso puedes contestar: para sentirme bien, necesito azúcar, ya no doy más. Ahora estás siendo consciente, acabas de utilizar la comida como una herramienta, que te aporta en algún nivel y con ello estás entrenando para tomar cada día mejoras alternativas. Porque para subir tu azúcar hay mucho más que helado y mermelada. Para tener más claridad a media tarde, cuando ya no podemos más, hay mejores opciones que una paleta de dulce, unas galletas, unas papas o un café negro. Cuando te preguntas: ¿Para qué?, obtienes una respuesta sincera. Entonces ya existe un objetivo que puede ser cubierto de muchas formas. Desde las más sencillas hasta las realmente nutritivas. Así que, cuanto más tranquilos y conscientes de esto,

mejor. Por lo que “parar” requerirá también aprender a respirar, con ello la solución inmediata pasa a la solución real. Cuando llega el antojo pregunta para qué, cuando vayas con todo a la cafetería, a la tienda, a la alacena y solo puedas pensar en sentirte mejor pregunta: Para qué. Cuando vayas al súper y en el pasillo de las galletas tardes en salir pregunta para qué. Cuando te veas obligado a comprar algo porque tu glucosa ya llegó a niveles extremos, pregunta: Para qué y tomarás una decisión más consiente y por tanto más sana. Ahora, siempre que preguntes, tendrás una respuesta, cualquiera que ésta sea, no te juzgues. No necesitas un látigo constante detrás de ti. No se trata de tomar decisiones drásticas y complejas, de obligarte a siempre estar en el momento presente y saber todo el tiempo qué elegir. Se trata de ser sumamente amoroso, de contar con un espíritu investigador y de permitir que las cosas sucedan. Habrá días de parar y re-direccionar, incluso antes de pagar o abrir un paquete de comida. Habrá días de lo abro me lo como y después pregunto y veo. Como todo, te vuelves experto con la práctica. Incluso en lo personal eso me ha llevado a investigar y saber cada día más a cerca de mi área: Nutrición. Pero no necesitas ser un experto, necesitas conocerte, vivirte y llevar los días de “dieta” a días normales. Los días fáciles vendrán y será realmente parte de tu vida estar presente y no solo en piloto automático. Podrás ir a cualquier sitio, llegar por los niños a la escuela, salir de tu trabajo, llegar a casa y ver qué prepararon o preparar algo como a ti te gusta y sano. Podrás ir a las fiestas y soltar totalmente el control. Observarás el menú y tendrás más claro para qué lo comerás. Si es sólo un gusto: eso será; y si es dedicado a tu salud: eso será. Si tienes la oportunidad de lograr ambos, estarás ya en el punto que todos buscamos: equilibrio.

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DISCAPACIDADES

Mtra. Georgina Hernández Abarca

DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD

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l 03 de diciembre se celebra el Día de la Discapacidad a nivel internacional; concientizando acerca de uno de los grupos más vulnerables a lo largo de la historia de la humanidad ya que han sido altamente estigmatizados. El término «Persona con Discapacidad» designa a todo ser humano que tiene ausencia o disminución por causas que pueden ser congénitas o adquiridas, de alguna aptitud o capacidad física, mental, intelectual o sensorial de manera parcial, temporal o total, que impida o dificulte su pleno desarrollo e integración efectiva al medio social. Desde el año 1992 en la Asamblea General de las Naciones Unidas se proclamó e instituyó el 03 de diciembre como el Día Internacional de las Personas con Discapacidad; con el propósito de promover la toma de conciencia, pero sobre todo, para ejecutar acciones que mejoren la situación de los diferentes grupos de la población afectados por algún tipo de discapacidad, solicitando a sus Estados miembros reconocerlos e integrarlos a sus sociedades, aspirando también a otorgarles igualdad de oportunidades. Existe también «La Convención de los Derechos de las

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Personas con Discapacidad», aprobada el 13 de diciembre del 2006, primer tratado de los derechos humanos del siglo XXI firmado por la ONU. El propósito de esta convención es promover, proteger y asegurar el goce pleno en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales para todas las personas con discapacidad y, además, promover el respeto a su dignidad inherente, buscando una verdadera inclusión plena y efectiva para ellas. El Estado Mexicano firmó la convención el 30 de marzo del 2007 ratificándola el 17 de diciembre del 2007, adquiriendo el compromiso de respetar, reconocer y garantizar los principales derechos en ella contenidos; por lo que no puede bajo ningún pretexto vulnerar los derechos contenidos; ya que en virtud de que su jerarquía es superior a la de las Leyes Federales y Locales. En una reciente revisión del Plan de Acciones sobre la Discapacidad y Rehabilitación 2014 - 2019 de la OPS (Organización Panamericana de Salud), se resaltó que Chile es el primer país de la región en realizar la Encuesta Modelo de Discapacidad, cuyos resultados sirvieron para ayudar a revisar políticas, leyes y actividades deseables para su


DISCAPACIDADES consolidación en México. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México pidió que los más de 7.1 millones de personas con discapacidad mexicanas (datos del INEGI) se conviertan en sujetos de derechos y obligaciones con respecto pleno a sus libertades fundamentales y sin discriminación alguna y se evite verlos como objeto «de caridad y asistencia». En un comunicado, resaltó que la no discriminación, la igualdad de oportunidades, la inclusión plena y efectiva en la sociedad de las personas con discapacidad es aún una asignatura a cumplir en el país. Explicó que, a pesar a los avances normativos y medidas administrativas alcanzadas, «convoca a la sociedad y autoridades a generar entornos respetuosos de sus derechos humanos para trascender del mero reconocimiento formal de los mismos a la realidad, con especial énfasis en la igualdad entre el hombre y la mujer». Llamó a los Poderes Legislativos Federal y Estatales a emprender acciones que deriven en la creación, modificación o adición de las Leyes para que se garanticen estos derechos para las Personas con Discapacidad.

Derechos de las personas con discapacidad *Derecho a la igualdad. *Derecho a la no discriminación. *Derecho a una accesibilidad adecuada. *Derecho a la vida. *Derecho a tener una familia. *Derecho a tener un nombre. *Acceso a la justicia. *Derecho a la libertad. *Derecho a tener una nacionalidad. *Derecho a la seguridad. *Derecho a vivir de forma independiente. *Derecho a la inclusión verdadera. *Derecho a la movilidad personal, transporte y comunicación. *Derecho al respeto de su privacidad. *Derecho a tener un hogar. *Derecho a la educación. *Derecho a la salud. *Derecho a la habilitación y rehabilitación. *Derecho al trabajo de acuerdo con sus condiciones, capacidades y habilidades. *Derecho a asistir a eventos culturales, actividades recreativas, esparcimiento y deporte. Se estima que alrededor del 15% de la población, aproximadamente mil millones de personas en todo el mundo, vive con alguna discapacidad. Tampoco podemos olvidar que estas personas con discapacidad enfrentan barreras para su inclusión en todos los aspectos de sus vidas: educación, empleo, vida social, política y de salud

principalmente. Como consecuencia, muchas personas no tienen acceso a la sociedad en igualdad de condiciones. En Mexico casi la mitad de las personas con discapacidad (47.3%) son mayores de 60 años y el (34.8%) tienen entre 30 y 59 años de edad. El número de mujeres con alguna discapacidad es de 3.8 millones y el de hombres es de 3,3 millones. Factores como el envejecimiento y el aumento de enfermedades crónico-degenerativas están incrementando rápidamente las cifras de la discapacidad en la población en general. La salud se altera de manera exponencial por enfermedades como diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares y mentales; esto es preocupante y, por lo tanto, debe de ser una prioridad de atención a todos los niveles. No podemos olvidar que los factores que inciden en la discapacidad en ocasiones se generan de la pobreza y la desnutrición, porque propician enfermedades e impiden el acceso a los servicios elementales de salud o de la rehabilitación. Otro factor importante suele ser la violencia, al interior de la misma familia o dentro de la sociedad, porque ocasionan heridas y daños no sólo físicos sino también emocionales que dan como consecuencia desequilibrios mentales.

Clasificación o tipos de discapacidad *Motora. *Intelectual. *Mental. *Visual. *Auditiva. *De lenguaje.

Sabiendo de antemano que en este mundo de la discapacidad existe mucho dolor y muchos duelos no resueltos, debemos ser conscientes de que cada uno de nosotros en cualquier momento estamos expuestos a adquirir o vivir una situación de discapacidad; ya que nadie está exento de adquirirla. Dado lo anterior, no debemos olvidar que los enfermos crónicos y las personas con algún tipo de discapacidad merecen una atención integral y un acompañamiento espiritual, pero principalmente humano, porque hoy es por ellos y, quizás el día de mañana nos toque estar del otro lado. «Si hoy hacemos cada uno lo que nos toca, el mundo sería mejor». Mientras el egoísmo exista, el dolor también existirá. Debemos buscar la forma de hacer lo que nos corresponda y luchemos porque se respeten los derechos humanos fundamentales de las personas con discapacidad. Vivir con discapacidad no te debe limitar; pues viviendo con ella te das cuenta de que las cosas se hacen de una forma diferente, pero al final se realizan. Y, si te cuesta respetar, ponte un día en mi lugar.

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VOLUNTARIADO

U

n acto de amor hacia sus semejantes es la

obra que hace el individuo que entrega su tiempo y experiencias a favor de su prójimo que se encuentra en un momento de vulnerabilidad y que solicita asistencia para sus sufrimientos y necesidades. Dicho en otras palabras, una cualidad esencial del voluntario es “curar” desde su significado más auténtico; “cuidar”, que conlleva a consolar, acompañar, empatizar, donde surge el compañerismo en el compar tir. Sólo una actitud contemplativa nacida del silencio puede fundamentar y dar sentido a un vivir coherente en una acción de buena voluntad.

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Psic. Hortensia Beatriz Amador Ochoa

ESENCIA DEL VOLUNTARIO Como lo expresó el Papa Francisco en su discurso hacía los voluntarios en

panes, sino de la esperanza. Aquí, una vez más, demuestran que es posible renunciar

y dedicación, continuo con un compromiso de participación gratuita en favor de

Panamá este año:

a los propios intereses en favor de los demás”. Por consiguiente, el sujeto voluntario se compromete libremente a realizar de forma generosa actividades de interés social y colabora de una manera organizada, es decir se pone en disposición por propia iniciativa. Esta labor implica un esfuerzo

los demás y de la sociedad en general.

“Ustedes han querido dedicar su tiempo, energía, recursos a soñar y armar este encuentro. Podrían perfectamente haber optado por otras cosas, pero quisieron comprometerse. Dar lo mejor de sí para hacer posible el milagro de la multiplicación no sólo de los

Empatía, elemento primordial

Con respeto a los que colaboran en una actividad social es esencial desarrollar la habilidad de empatizar, inherente al ser humano. Es decir, les permite asociarse


VOLUNTARIADO

con los hombres y mujeres que pasan algún tipo de sufrimiento, al mismo tiempo, les favorece a entender a sus propios compañeros y supone colocarse en el lugar del otro, “caminar en sus zapatos” para respetarlo y realizar un esfuerzo de comprensión. También está muy relacionada con el sentido común ya que, si se advierte el dolor, las frustraciones o los miedos, se conseguirá tratarlos como a la gran mayoría le gustaría que los atiendan. Las condiciones, los sentimientos, los deseos o las motivaciones no son diferentes de los otros, por lo tanto, no es difícil comprender a los demás. Basta creer que es viable. No obstante, al que se acompaña se da cuenta de lo genuino de su interés y lo valora positivamente. El voluntario que se prepara de forma continua logra integrar un estilo empático que se transforma en un eficaz bálsamo de afligidos, aliando al hombre que sufre, y su visita se convierte en instante de alivio y de sanación. El arte de la empatía se descubre con hechos de profundizar con delicadeza en el mundo de las necesidades e inquietudes de las personas, acoger sus estados de ánimo y su perspectiva, aseverar sus mejoras, animar frente a las opciones y responsabilidades; dar tranquilidad cuando sea oportuno, educar si es necesario, estimular a conquistar objetivos que orienten sus esfuerzos. Así pues, es acertado reconocer sus propias habilidades en la asistencia de los beneficiados, ya que esto puede ser una herramienta atinada con los individuos o, por el lado inverso, cortar la comunicación de modo tajante.

ción requiere de un esfuerzo superior al que se hace al dialogar y también del que se ejerce al oír sin interpretar lo que se oye. La escucha activa se refiere a la habilidad de percibir no sólo lo que el hablante dice directamente, sino además los sentimientos, ideas o pensamientos que esconde a lo que expone. De tal manera, que el interesarse es importante, sin mirar el reloj y sin mostrar prisa, ya que se logra potenciar la autoestima del otro. Recogiendo lo significativo del contenido, es darse cuenta de que todos aquéllos que participan en un grupo de voluntarios han de tener presente la necesidad de ampliar estas habilidades y algunas más, principalmente, en la práctica y que se vean reflejadas en su labor de humanización, no sólo en el que sufre, sino para su utilización en la vida diaria.

Escucha y comunicación

El voluntario es un artesano de la escucha.

Nunca será suficientemente subrayar la importancia de la escucha y su profundo significado. Es milagrosa, admirable. Eso quiere decir, en primera instancia, algo milagroso: digno de ser admirado. En relación con las palabras expuestas ini-

cialmente se insiste que la escucha, en conjunto con la comunicación efectiva brinda un mejor vínculo y comprensión hacia el ayudado. Esto significa acoger y entender su lenguaje desde el punto de vista del que habla. Uno de los principios importantes y difíciles de todo el proceso comunicativo es el tener puestos los cinco sentidos, ya que se pasa más tiempo al pendiente de lo que se expresa, que de lo que realmente se quiere comunicar, se trata de que el sujeto atienda, al igual de responder, para ello se debe estar atento a sus emisiones y no únicamente a la propia. Aunque no se crea, es cierto que prestar aten-

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FUNDACIÓN STELLA VEGA CELEBRA LAS FAMILIAS DE GRUPO PISA Las 20 familias que obtuvieron el mayor puntaje pasaron a competir en un rally de 20 estaciones. Las 3 primeras familias en terminarlo recibieron otro kit y los 17 restantes lugares, también obtuvieron premios.

E

l pasado 3 de marzo se conmemoró el Día de la Familia; por ello, el 24 de marzo, Fundación Stella Vega A.C. festejó con los trabajadores de Grupo PiSA y sus familias. El evento se llevó a cabo en el Parque Agua Azul, entre las 10:00 y las 15:00 horas. Al evento acudieron 45 familias, totalizando 205 asistentes. Participaron también 78 voluntarios; entre ellos, 78 colaboradores de Grupo PiSA, 26 becados de Fundación Stella Vega A.C., 2 asistentes de Servicio Social, 3 externos y 16 voluntarios de “México me necesita”. El evento fue amenizado por nuestro compañero Carlos Gerónimo Dalí, “El Payasito Chocho”. Los voluntarios llegaron desde las 8:00 horas para recibir indicaciones y disponer lo necesario para el evento. Las familias comenzaron a llegar desde las 9:45. El evento se inauguró a las 10.00 hrs. con unas palabras del Mtro. Cliserio Rojas Santes, Gerente Operativo de Fundación Stella. A continuación se conformaron 5 equipos de 10 familias, las cuales compitieron en 5 juegos de eliminatoria, quedando 30 familias con el menor puntaje; a éstas se les agradeció por su participación con un kit de apoyos para luego continuar compitiendo en otros juegos.

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Alrededor de las 14:00 horas, se les invitó a los asistentes a que pasaran un ambigú que consistió en unas riquísimas burritas y unas deliciosas aguas de frutas naturales. A las 14:30, después haber realizado el conteo para designar a los 3 primeros lugares del rally, se llevó a cabo la premiación a todos los participantes. Una vez concluido el festival, se retiraron las familias, las cuales comentaron que había sido un excelente evento, que la pasaron

muy a gusto y contentos y, sobre todo, que les alegró pasar un día en familia. También manifestaron que esperan con ansias que se repita para el próximo año.


VII reunión de jóvenes en hemodiálisis

Con gran entusiasmo en el marco de las acciones tomadas por el día mundial del riñón, se llevó a cabo la séptima reunión de jóvenes con hemodiálisis. Asistentes de Tijuana, Culiacán, Cd. Guzmán, Colima, Irapuato, León, Tala y Guadalajara se dieron cita para hablar de temas que conciernen a jóvenes de enfermedad renal crónica (ERC) en hemodiálisis como lo fueron temas de sexualidad, terapias sustitutivas, experiencias de crecimiento, estancamiento y resurgimiento en la enfer medad que unieron a los más de 30 asistentes. También hubo momentos de esparcimiento con una visita a Casa Cuervo donde los visitantes conocieron el proceso de la elaboración del tequila. Gracias a Fundación Stella Vega AC y a Fundación Beckmann por las facilidades prestadas para la realización de este evento.

Salud Renal Integral Camilo de Lellis A.C.

CONTACTO:

PROMOCIÓN

Fundación Stella Vega A.C. agradece a las personas y empresas que nos apoyaron con donaciones y prestando sus servicios, que son las siguientes: Electrolit: Oscar Taquechi, Gilberto Ibarra y Alejandro Ochoa; BodyLogic: Paulina Martínez; Iron Tigers Seguridad Privada: Luis Gabriel González; PiSA Farmacéutica: Diana Elizabeth Estrada y el área de Comunicación Externa.

Venezuela 781-A - Colonia Moderna Guadalajara, Jalisco Tel (33) 3810-2054 Horario de lunes a viernes de 8:00 a 14:00 hrs

Tú puedes apoyar con tu donativo Deposita a

BANORTE CTA: 0220947318

a nombre de “Salud Renal Integral Camilo de Lellis SaRI AC.” RFC: SRI110906LN8 email: sari.ac@hotmail.com MAYO - JUNIO 2019

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Cursos de Verano 2019

El número 100

Del 1 al 5 de Julio

- Taller intensivo de counselling

de Cuot a ción a er re c up e 4 0 h r s rd e ll a t p or 0 2 $ ,0 0

40 hrs - 10 sesiones De 9:30 a 13:30 y de 16:00 a 20:00 Pbro. Silvio Marinelli / Psic. Beatriz Amador

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40 hrs en 10 sesiones De 9:30 a 13:30 y de 16:00 a 20:00 Equipo interdisciplinario

Mañanas

Del 15 al 19 de Julio

- Plasticidad cerebral y risa

20 hrs en 5 sesiones De 9:30 a 13:30 Risoterapeutas Katy Urroz y Melissa Figueroa

Tardes

- Seminario interactivo de liderazgo personal 20 hrs en 5 sesiones De 16:00 a 20:00 Mtra. Ana Lorenza Reyes

Vida y Salud será dedicado a la

celebración de los 100 números Suscripciones secretaria@camilos.org.mx para enviarse por vía electrónica

El equipo de Redacción de la Revista y el Centro San Camilo A.C., expresan su más sentido agradecimiento a los bienhechores y patrocinadores: Ignacio y Marina Jiménez

- Introducción al acompañamiento infantil 20 hrs en 5 sesiones De 16:00 a 20:00 Psic. Beatriz Amador

Cu o t a re c up e d e ració por t a ller de n 20 h r s $1,0 0 0

Ma. Eugenia Villaseñor M. Q.D.E.P

Tequila San Matías Mónica Gómez Flores Antonio Salles Ramírez

Del 22 al 26 de Julio Mañanas

(Julio - Agosto 2019) de la Revista

- Letras que curan: la literatura como herramienta de sananción y acompañamiento a otros 20 hrs en 5 sesiones De 9:30 a 13:30 Dra. Alma López

Fundación Stella Vega, A.C. Comercializadora Laser Atlética S.A de C.V ¡QUE EL SEÑOR LES PAGUE!

Tardes

- Desarrollo personal con herramientas de PNL 20 hrs en 5 sesiones De 16:00 a 20:00 Mtra. Ana Lorenza Reyes

- Inteligencia espiritual 20 hrs en 5 sesiones De 16:00 a 20:00 Mtro. Arturo Salcedo

RELIGIOSOS CAMILOS AL SERVICIO DE LOS ENFERMOS Religiosos de la Orden de San Camilo Somos religiosos unidos por el mismo ideal: servir a los enfermos y a los que sufren.

Para jóvenes varones, solteros, de 17 a 29 años ¡Quieres descubrir tu vocación? ¡Estás interesado en un acompañamiento vocacional? Religiosos Camilos Guadalajara, Jal. Tel. 33-3640-4090 sancamilo@prodigy.net.mx www.camilos.org.mx ENERO- FEBRERO 2018

34 MAYO - JUNIO 2019 San Camilo de Lelis

San Camilo nació en Italia en 1550, se convirtió a los 25 años, consagró su vida atendiendo a los enfermos más pobres y desasistidos, fundó en 1582 la Orden de los Ministros de los Enfermos (Religiosos Camilos). Eligió como distintivo la cruz roja. La intuición de San Camilo fue fundar una “compañía de hombres piadosos y de bien que, no por dinero, sino voluntariamente y por amor a Dios, sirvieran a los enfermos con aquel

amor y cariño de una madre hacia su hijo único enfermo”. Elaboró las reglas para servir con esmero y toda perfección a los enfermos. Adoptó nuevos medios para mejor servir al enfermo. Creó un modo original de estar frente a Dios. Inspirado en el Evangelio de San Mateo: ‘Cuanto hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron’.

¡Tú también puedes ser Religioso Camilo!

¡VEN y VERÁS!

El Centro San Camilo A.C. agradece sus donativos en la cuenta número 0131442279, en cualquier sucursal de Bancomer. Se expiden recibos deducibles de impuestos. Tel. (33) 3640-4090 / sancamilo@prodigy.net.mx / http://www.camilos.org.mx


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