Patrimonio Universal

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SECTOR TERCIARIO EN ANDALUCÍA Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

Juan Jesús Cruceira Díaz Laura Galiano Ostenero Ana Guerrero Corpas Irene Ruiz Pardo Polina Therekova

Escuela Mercantil Sevilla


INDICE 1. Introducción 2. La UNESCO 2.1 Competencias de la UNESCO 2.2 Breve recorrido por su historia 3. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO 3.1 Historia y desarrollo 3.2 Procedimiento para la nominación 3.3 Criterios de selección 3.4 Estadísticas generales 3.5 Patrimonio de la Humanidad en España 4. Córdoba: la Mezquita Catedral, casco histórico y la Fiesta de los Patios 5. Jaén: Úbeda y Baeza 6. Sevilla: Reales Alcázares, Catedral-Giralda y el Archivo de Indias 7. Granada: la Alhambra y el Generalife 8. Conclusiones 9. Bibliografía


INTRODUCCIÓN A la hora de comenzar este trabajo nos encontrábamos todos en un punto similar: el desconocimiento de la importancia de ser nombrado Patrimonio de la Humanidad, lo que conllevaba y la repercusión que ello tenía para la sociedad. Además del hecho de que tampoco éramos muy conscientes de lo ricos que somos en Andalucía en bienes y cultura. No fue difícil empezar a entender que aquí, en Andalucía, nos sobra riqueza en cultura. El hecho de tener el edificio gótico más grande de Europa, como es la Catedral de Sevilla, nos da muestra de ello. Por tanto, nuestro primer acometido es comenzar a entender el papel de la Unesco, la importancia de ser declarado un bien como Patrimonio de la Humanidad e indagar, en nuestro caso, en la riqueza que posee Andalucía en este sentido. La consideración de valor universal excepcional es lo que ha propiciado la declaración de Bienes Patrimonio de la Humanidad, por parte de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a lugares como la Alhambra de Granada, el Generalife y el Albahicín, el centro histórico de Córdoba y la Mezquita, la Catedral de Sevilla, los Reales Alcázares y el Archivo de Indias. La concesión del título conlleva el compromiso de su conservación y protección para generaciones futuras, así como dar a conocer su importancia excepcional para la herencia común de la humanidad. Este es el objetivo del programa Patrimonio de la Humanidad. Como curiosidad añadir que fue en el año 1984 cuando por primera vez se le concede el título de Patrimonio de la Humanidad a diferentes monumentos y enclaves de la geografía andaluza. Concretamente recibieron entonces este título la Alhambra, el Generalife y el Albaicín de Granada, así como el centro histórico de Córdoba. Iremos detallando la importancia de cada uno de ellos a lo largo de este trabajo, pero analicemos sucintamente el valor de los bienes mencionados anteriormente para ir situándonos: - Córdoba: la Mezquita y el casco histórico. El valor universal excepcional de éstos radica en que alberga la riqueza monumental de diferentes culturas. De la romana, el puente sobre el río Guadalquivir, además de los mosaicos del Alcázar y las columnas del Templo de Claudio Marcelo. De la islámica, la Mezquita Mayor; de la cultura judía, el barrio de La Judería; y de la cristiana, el Alcázar de los Reyes Cristianos y la Calahorra. - Granada: la Alhambra, el Generalife y el Albahicín. Fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por su valor de testimonio único de la cultura islámica en la Península Ibérica. El conjunto de la Alhambra y el Generalife representan el mejor ejemplo de la arquitectura nazarí; y el barrio del Albaicín, síntesis de la arquitectura vernácula islámica y andaluza. - Jaén: Úbeda y Baeza. Ha sido el último enclave andaluz en recibir el título de Patrimonio de la Humanidad, en el año 2003. La clave de este reconocimiento está en su morfología, que refleja, en ambos casos, tres fases de la historia: el pasado hispano-musulmán, la ciudad


medieval- cristiana y las reformas renacentistas. A todo ello hay que añadirle la huella prehistórica que se remonta a la Edad de Bronce. - Sevilla: Catedral, Reales Alcázares y Archivo de Indias. Fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1987. Cada uno de estos monumentos representa alguno de los grandes hitos de la historia de la capital andaluza, y fiel testimonio de la convivencia cultural entre Oriente y Occidente. Tras esta breve introducción comenzaremos a desarrollar pormenorizadamente cada uno de ellos, pero no sin haber introducido el importante papel que juega la UNESCO en esta consideración.


LA UNESCO

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (en inglés United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, abreviado internacionalmente como UNESCO,) es un organismo especializado de las Naciones Unidas. Se fundó el 16 de noviembre de 1945 con el objetivo de contribuir a la paz y a la seguridad en el mundo mediante la educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones. La constitución firmada ese día entró en vigor el 4 de noviembre de 1946, ratificada por veinte países. Tiene su sede en París, y su actual directora general es Irina Bokova, de nacionalidad búlgara. La UNESCO cuenta con 195 Estados miembros y 8 Miembros asociados.

Podemos decir que su principal acometido es el de orientar a los pueblos en una gestión más eficaz de su propio desarrollo, a través de los recursos naturales y los valores culturales, y con la finalidad de modernizar y hacer progresar a las naciones del mundo, sin que por ello se pierdan la identidad y la diversidad cultural. La UNESCO tiene vocación pacifista, y entre varias cosas se orienta muy particularmente a apoyar la alfabetización. En la educación, este organismo asigna prioridad al logro de la educación elemental adaptada a las necesidades actuales. Colabora con la formación de docentes, planificadores familiares y administradores educacionales y alienta la construcción de escuelas y la dotación de equipo necesario para su funcionamiento. Esta organización se plantea una serie de retos mundiales. Todas las estrategias y actividades de la UNESCO se sustentan en las ambiciosas metas y los objetivos concretos de la comunidad internacional, que se plasman en objetivos de desarrollo internacionalmente acordados, como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Por ello, las competencias excepcionales de la UNESCO en los ámbitos de la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación e información contribuyen a la consecución de dichas metas. La misión de la UNESCO consiste en contribuir a la consolidación de la paz, la erradicación de la pobreza, el desarrollo sostenible y el diálogo intercultural mediante la


educación, las ciencias, la cultura, la comunicación y la información. Además, como prioridad, la UNESCO tiene una serie de objetivos globales: - lograr la educación de calidad para todos y el aprendizaje a lo largo de toda la vida, - movilizar el conocimiento científico y las políticas relativas a la ciencia con miras al desarrollo sostenible, - abordar los nuevos problemas éticos y sociales, - promover la diversidad cultural, el diálogo intercultural y una cultura de paz, - y construir sociedades del conocimiento integradoras recurriendo a la información y a la comunicación.

COMPETENCIAS DE LA UNESCO A continuación, realizaremos un repaso por todos y cada uno de los ámbitos en los que trabaja la organización. 1. EDUCACIÓN En el ámbito de la educación, la principal estrategia que apoya la UNESCO es la Educación para Todos (EPT), estableciendo una coordinación a escala mundial y prestando asistencia a los Estados Miembros para el logro de los objetivos de la EPT y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) relacionados con la educación. Además, se plantea el fomento de la alfabetización y una educación de calidad para todos a lo largo de toda la vida, haciendo especial hincapié en la igualdad entre hombres y mujeres, los jóvenes y los sectores marginados y más vulnerables de la sociedad, comprendidos los pueblos indígenas. Se prestará especial atención a África, los Países Menos Adelantados (PMA) y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS), y la educación para el desarrollo sostenible será una cuestión transversal. Haciendo referencia a estudios publicados por el propio organismo, haremos mención de algunos datos que inquietan en la actualidad. - 776 millones de jóvenes y adultos (el 16% de la población mundial adulta) son analfabetos. - 75 millones de niños, de los cuales el 55% son niñas, siguen sin tener acceso a la enseñanza primaria. - Millones de niños abandonan la escuela sin haber aprendido las nociones elementales de lectura, escritura y aritmética. En este sentido, tampoco debemos olvidar que todos los años la UNESCO publica el Informe de Seguimiento de la EPT en el Mundo, en el que se hace un balance de lo hecho para cumplir con el compromiso de impartir educación básica a todos los niños, jóvenes y adultos de aquí a 2015.


La UNESCO es el organismo principal del Decenio de las Naciones Unidas de la Alfabetización (2003-2012), dirigido a imprimir un nuevo impulso a la labor de alfabetización y fomentar la toma de conciencia acerca de su importancia, despertar un mayor compromiso político, mejorar cualitativamente y adaptar los programas destinados a jóvenes y adultos y recaudar más fondos para lograr que se reduzca significativamente el número de analfabetos.

Es también el organismo principal del Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible (2005-2014), encaminado a poner de relieve la función decisiva de la educación para el desarrollo sostenible. 2. CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES La UNESCO dio la alerta sobre la necesidad de un desarrollo sostenible por vez primera en 1968, cuando organizó una conferencia que fue todo un hito porque en ella se cuestionó la explotación abusiva de la naturaleza. Desde su fundación, la Organización ha puesto en marcha varios programas internacionales para evaluar y ordenar mejor los recursos de la Tierra. La UNESCO ayuda a fortalecer las capacidades de los países en desarrollo en los ámbitos de las ciencias, la ingeniería y la tecnología. En cooperación con distintos organismos de financiación, la UNESCO suministra información, asesoramiento y asistencia técnica a los gobiernos para ayudarlos a formular y aplicar políticas y estrategias eficaces en materia de ciencia y tecnología.


Desde la Organización, se plantean promover la investigación y el aumento de capacidades técnicas para una gestión racional de los recursos naturales y la preparación para las catástrofes y la atenuación de sus efectos. Además, fortalecer los sistemas nacionales y regionales de investigación e innovación, la creación de capacidad, el uso de tecnologías y las redes de científicos sin dejar de lado la meta de alentar la elaboración y aplicación de políticas científicas, tecnológicas y de innovación, con miras al desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. Entre sus objetivos en esta materia, la UNESCO se plantea el logro de los siguientes: - En colaboración con la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (UICG), el Programa Internacional de Ciencias de la Tierra (PICG) ayuda a los científicos de más de 150 países a mejorar las técnicas de evaluación de los recursos energéticos y minerales, ampliando así la base de conocimiento de los procesos geológicos del planeta y contribuyendo a la reducción de los riesgos de catástrofes naturales en los países en desarrollo. - Prevención y preparación para casos de desastres: la UNESCO contribuye a la evaluación y mitigación de los efectos de los peligros naturales (terremotos, erupciones volcánicas, tsunamis, inundaciones y desprendimientos de tierras) por medio de varios programas que forman parte de la Estrategia Internacional de Reducción de Desastres de las Naciones Unidas. La UNESCO ha promovido una serie de proyectos nuevos: una iniciativa internacional relativa a las inundaciones, una coalición en el ámbito de la educación, destinada a integrar la capacidad para hacer frente a los desastres en los programas escolares, y una alianza para elaborar planes de gestión de desastres en las megalópolis. - Energías renovables: la UNESCO ayuda a los países en desarrollo a definir prioridades y poner en marcha programas centrados en la energía solar y otras fuentes renovables al tiempo que fomenta la toma de conciencia sobre su importancia y eficacia. En el marco del Programa Mundial de Educación y Formación en materia de Energías Renovables (GREET) se organiza un curso de verano anual sobre el tema “Electricidad solar para zonas rurales” y se presta apoyo a proyectos experimentales. 3. CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS Otro de los ámbitos de actuación de la UNESCO es el de las ciencias sociales y humanas. En este sentido, se plantean como estrategias el hecho de promover principios, prácticas y normas éticas en relación con el desarrollo científico, tecnológico y social. En ellos se incluye también fortalecer los sistemas nacionales y regionales de investigación a fin de proporcionar investigaciones para la formulación de políticas sobre cuestiones sociales y éticas y, por supuesto, contribuir al diálogo entre las civilizaciones y a una cultura de paz mediante la filosofía, las ciencias humanas, el buen gobierno, la promoción de los derechos humanos y la lucha contra la discriminación. La UNESCO pone las ciencias sociales y humanas al servicio de la paz y el desarrollo. De los efectos conjugados de los procesos de mundialización resulta una dinámica compleja de transformación social que atañe a todos los actores sociales.


Gracias a su programa Gestión de las Transformaciones Sociales (MOST), la UNESCO utiliza las conclusiones de investigaciones de avanzada para formular políticas basadas en datos empíricos con las que afrontar cuestiones interrelacionadas como la erradicación de la pobreza, la participación de las mujeres y los jóvenes, la emigración y la urbanización.

Además, fomenta la enseñanza de la filosofía, con el fin de estimular el pensamiento crítico e independiente, fomentar el entendimiento mutuo y propiciar de esa manera la tolerancia y la paz. Sobre la base de su Estrategia intersectorial de filosofía, la Organización procura hacer que la filosofía resulte accesible para el mayor número de personas en todas las partes del mundo. La UNESCO actúa en todos los planos para difundir información y promover la educación relativa a los derechos humanos, al publicar documentos de referencia, organizar conferencias y ayudar a poner en marcha estrategias y redes nacionales, regionales e internacionales como la Coalición Internacional de Ciudades contra el Racismo, la UNESCO brega por que los derechos humanos y la lucha contra la discriminación y la intolerancia sean componentes fundamentales de las labores de investigación y formulación de políticas. 4. COMUNICACIÓN EN INFORMACIÓN La comunicación, la información y el conocimiento son vectores del desarrollo sostenible. Para la UNESCO deben ser también herramientas básicas que ayuden a las personas desfavorecidas a mejorar sus condiciones de vida. Para edificar sociedades del conocimiento integradoras, la Organización presta especial atención a las dimensiones humanas de la “brecha digital”: diversidad cultural y lingüística de los contenidos y acceso al conocimiento de la sociedad civil.


Como ya veníamos haciendo con los demás ámbitos de actuación de la UNESCO, en este caso también se plantean una serie de estrategias. Entre ellas están el fomentar una comunicación libre, independiente y pluralista y el acceso universal a la información. Además de promover las aplicaciones innovadoras de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para el desarrollo sostenible. Un elemento clave de la estrategia de la UNESCO consiste en promover el acceso a la información y el conocimiento, especialmente creando oportunidades de formación a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), dirigidas en particular a mujeres y jóvenes; la concepción y distribución de programas informáticos gratuitos; y la colaboración con empresas privadas de informática para el bien de todos.

La UNESCO promueve la libertad de expresión y la libertad de la prensa como derechos humanos fundamentales. Mediante el asesoramiento en materia de políticas y la creación de redes, la Organización alienta a los gobiernos a elaborar normas e instrumentos legislativos para defender ese principio. Asimismo, la UNESCO presta un apoyo directo a los medios de comunicación independientes y pluralistas, especialmente en los países en transición y las zonas en conflicto o postconflicto. Otro aspecto que vigila es la libertad de prensa, denunciando públicamente los graves atentados que se perpetran contra ella, como, por ejemplo, los asesinatos y encarcelamientos de periodistas. También protege, por vías diplomáticas, a personas amenazadas. Además, la Organización concede cada año el Premio Mundial UNESCO de Libertad de Prensa, dotado con 25.000 dólares, que recompensa a personas y organizaciones que defienden la libertad de expresión a pesar de los grandes riesgos que corren por ello. En el marco del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO, un Comité Consultivo Internacional lleva un registro para proteger y digitalizar un patrimonio documental de valor universal. Entre los tesoros inestimables inscritos en ese registro, figuran: la versión escrita más antigua del Corán, denominada el “Mushaf de Othman”; la colección más vasta de música china


tradicional; la película “Metrópolis” de Fritz Lang y la Novena Sinfornía de Ludwig van Beethoven; códices mexicanos, que son los únicos documentos conservados de la cultura prehispánica; y obras de los Archivos Nacionales y Organizaciones de Bibliotecas de Etiopía. La UNESCO ha sido uno de los participantes decisivos de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) al promover el concepto de “sociedades del conocimiento” y sus cuatro principios: libertad de expresión, acceso universal a la información y el conocimiento, acceso equitativo a la educación y diversidad cultural. Además de los proyectos enmarcados en el Plan de Acción de la CMSI, la UNESCO organiza eventos en los que pone de relieve las oportunidades de desarrollo que ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación en los ámbitos de la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación. 5. CULTURA Este es el último ámbito del que hablaremos en esta introducción a la filosofía y funcionamiento de la Organización. Sin embargo, será en el que más nos explayemos ya que ocupa el eje central de este trabajo. Concretamente, la UNESCO está a la vanguardia de la labor internacional destinada a salvaguardar el patrimonio material e inmaterial. Entre sus principales estrategias para la consecución de sus objetivos en este ámbito, destacar que la UNESCO pretende promover la diversidad cultural mediante la salvaguardia del patrimonio en sus diversas dimensiones y la valorización de las expresiones culturales. En ese mismo sentido, tienen la iniciativa de promover la cohesión social mediante el fomento del pluralismo, el diálogo entre culturas y una cultura de paz, así como la función central de la cultura en el desarrollo sostenible.

La UNESCO obra por preservar la insustituible riqueza de la humanidad: su diversidad y patrimonio común. Se ha adoptado un conjunto de convenciones para garantizar la protección y salvaguardia del patrimonio común de la humanidad en sus formas material e inmaterial. La Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, aprobada en 1972, condujo a la creación de la Lista del Patrimonio Mundial que, en junio de 2009, comprendía 890 sitios del patrimonio cultural y natural de valor excepcional. El Centro del Patrimonio Mundial es la Secretaría permanente de esta Convención. La Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, aprobada en 2003, trata de las expresiones culturales que se transmiten en el seno de las comunidades. En la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, establecida por la Convención, figuran docenas de ejemplos de cultura tradicional y folclore.


La Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático entró en vigor en enero de 2009. Aspira a proteger del saqueo y la destrucción los bienes culturales de sitios arqueológicos subacuáticos. La Convención para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado, aprobada en 1954, y su Segundo Protocolo, de 1999, ayudan a reconstruir comunidades devastadas, restablecer sus identidades y vincular su pasado con su presente y futuro. Desde 1970, la Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, la exportación y la transferencia de propiedad ilícitas de bienes culturales constituye un sólido dispositivo internacional de lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales. Fomenta asimismo políticas sobre el patrimonio que fortalezcan el respeto de la diversidad cultural. Desde que en 2001 se adoptó la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, en la que se establece que la diversidad es patrimonio común de la humanidad, la Organización ha puesto un empeño cada vez mayor en fomentar la diversidad y el diálogo, que se refuerzan mutuamente. La Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de 2005 reafirma el derecho de los Estados a dotarse de políticas culturales, reconoce la especificidad de los bienes y servicios culturales como vehículos de identidad, valores y significado, y fortalece la cooperación internacional para fomentar las expresiones culturales de todos los países. En el marco de la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, la UNESCO creó la Alianza Global para la Diversidad Cultural, que brinda apoyo a las industrias culturales locales (artesanía, música, producción editorial y cinematográfica, etc.) en países en desarrollo mediante alianzas de cooperación públicoprivadas y Norte-Sur. La UNESCO mantiene programas de larga data que fortalecen los lazos entre diversos pueblos, como los proyectos sobre la Ruta de la Seda y la Ruta del Esclavo, el Atlas UNESCO de las Lenguas en Peligro en el Mundo y los volúmenes de la Historia de la Humanidad dedicados a África, América Latina, el Caribe y Asia Central. Existen también otros importantes instrumentos jurídicos de la UNESCO en el ámbito de la cultura: - Año 1950: acuerdo para la Importación de Objetos de Carácter Educativo, Científico o Cultural (Acuerdo de Florencia) y su Protocolo (Protocolo de Nairobi) para mejorar la circulación de los conocimientos. - Año 1952: Convención Universal sobre Derecho de Autor, revisada en 1971. Esta Convención protege la propiedad intelectual –desde los textos científicos y literarios hasta las películas y esculturas– con el conocido signo ©. - Año 1980: Recomendación relativa a la Condición del Artista, que reconoce las condiciones de trabajo especiales de los artistas y el papel excepcional que desempeñan en la sociedad. Llegados a este punto y conociendo con un poco de más profundidad el cometido de esta Organización se nos plantea la duda de cómo se financia la UNESCO.


El presupuesto ordinario bienal es financiado por los Estados Miembros mediante contribuciones calculadas con arreglo a una escala. El presupuesto ordinario para 2008 y 2009 ascendía a 631 millones de dólares. La UNESCO recibe también una importante financiación extrapresupuestaria para reforzar sus programas (en especial los ejecutados sobre el terreno) y ampliar el alcance de sus actividades. En 2008 se recaudaron recursos extrapresupuestarios por un valor aproximado de 308 millones de dólares.

BREVE RECORRIDO POR SU HISTORIA En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, los gobiernos de los países europeos que enfrentan a la Alemania nazi y sus aliados se reunieron en Inglaterra en la Conferencia de Ministros Aliados de Educación (CAME). La guerra está lejos de terminar, pero los países se preguntan ya sobre la manera en que van a reconstruir los sistemas educativos una vez restablecida la paz. Muy rápidamente este proyecto crece y adquiere una dimensión universal y muchos de los nuevos gobiernos deciden participar. Sobre la base de la propuesta de la CAME, se celebra en Londres del 1 al 16 de noviembre de 1945, justamente al concluir la guerra, una Conferencia de las Naciones Unidas para el establecimiento de una organización educativa y cultural (ECO/CONF). Ésta reúne a los representantes de unos 40 Estados. Con el impulso de Francia y del Reino Unido, dos países muy afectados por el conflicto, los delegados deciden crear una organización destinada a instituir una verdadera cultura de paz. Dentro de su espíritu, esta nueva organización debe establecer la "solidaridad intelectual y moral de la humanidad" y, de esta manera, impedir que se desencadene una nueva guerra mundial. Al final de la conferencia, 37 de estos Estados firman la Constitución que marca el nacimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La Constitución de la UNESCO, entra en vigor a partir de 1946 y es ratificada por 20 Estados: Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, Checoslovaquia, China, Dinamarca, Egipto, Estados Unidos de América, Francia, Grecia, India, Líbano, México, Noruega, Nueva Zelandia, República Dominicana, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía. La primera reunión de la Conferencia General de la UNESCO se celebra en París del 19 de noviembre al 10 de diciembre de 1946. Participan en ella representantes de 30 gobiernos con derecho a voto. La composición de los Estados Miembros fundadores de la UNESCO estuvo marcada por las divisiones políticas surgidas después de la Segunda Guerra Mundial. Japón y la República Federal de Alemania ingresan como miembros en 1951 y España lo hace en 1953. Hechos históricos de trascendental importancia, tales como la guerra fría, el proceso de descolonización y la disolución de la Unión Soviética tienen repercusiones para la UNESCO. La URSS se convierte en miembro en 1954 antes de ser reemplazada, en 1992, por la Federación Rusa. Diecinueve Estados africanos se integran a la Organización en 1960. Doce antiguas repúblicas soviéticas pasan a ser Estados Miembros de la UNESCO entre 1991 y 1993, luego de la desintegración de la URSS. La República Popular China es, desde 1971, el único representante legítimo de China


ante la UNESCO. La República Democrática Alemana, miembro desde 1972, se reunifica convirtiéndose en la República Federal Alemana en 1990. Algunos países se retiraron de la Organización por razones políticas en varios momentos de la historia. Hoy, todos ellos han regresado a la UNESCO. Sudáfrica estuvo ausente de 1957 a 1994, los Estados Unidos de América desde 1985 a 2003, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte desde 1986 a 1997 y Singapur de 1986 a 2007. Cabe mencionar que los principales antecedentes de la UNESCO fueron: - la Comisión Internacional de Cooperación Intelectual (CICI), Ginebra, 1922-1946; su agencia ejecutiva, el Instituto Internacional de Cooperación Intelectual (IICI), París, 1925-1946; - la Oficina Internacional de Educación (OIE), Ginebra, 1925-1968; desde 1969, la OIE forma parte integrante de la Secretaría de la UNESCO y cuenta con su propio estatuto. Además, nos parece interesante hacer mención a los orígenes físicos de la fundación de la Organización. En este sentido, haremos una breve reseña de los orígenes de la Casa de la UNESCO. El 16 de septiembre de 1946, la Comisión Preparatoria de la UNESCO se traslada de Londres a París, al hotel Majestic, en la avenida Kléber de la capital gala, reacondicionado tras haber sido liberado del ocupante alemán. La comodidad es muy relativa: se asignan las habitaciones más amplias a las secretarias, que las comparten entre varias y guardan los expedientes en los guardarropas, mientras que los profesionales de nivel medio se distribuyen en los baños en desuso, en cuyas bañeras se depositan los documentos. Detrás del papel pintado, rápidamente colocado, los muros enlosados no permiten fijar ningún calendario. El Majestic fue la sede provisional de la UNESCO hasta 1958, cuando la Organización se mudó a su actual Sede, en la plaza de Fontenoy.


El edificio principal de la Sede de la UNESCO fue inaugurado el 3 de noviembre de 1958 en el número 7 de la plaza de Fontenoy, en París. Su plano en forma de 'Y' es obra de tres arquitectos de distintas nacionalidades dirigidos por un comité internacional: Marcel Breuer (Estados Unidos), Pier Luigi Nervi (Italia) y Bernard Zehrfuss (Francia).

Denominado “la estrella de tres brazos”, el edificio entero reposa sobre 72 pilares de cemento. Es célebre en el mundo entero no sólo porque alberga una organización famosa, sino también por sus cualidades arquitectónicas. En el edificio podemos se halla la librería, que ofrece todas las publicaciones de la Organización, más una gran colección filatélica y numismática y una sección de regalos de la UNESCO. Más tarde, se añadieron otros tres edificios. Un segundo edificio en forma de acordeón contiene la gran sala oval que acoge las sesiones plenarias de la Conferencia General y un tercer edificio cúbico. Finalmente se añadió una cuarta construcción compuesta de dos niveles, de las oficinas al sótano, alrededor de una serie de pequeños patios encajonados. Los edificios de la UNESCO contienen numerosas obras de arte famosas y están abiertos al público.


Una vez concebido el sitio de la plaza Fontenoy, la UNESCO encargó a grandes artistas obras destinadas a embellecer el lugar y, en algunos casos, simbolizar la paz que esta institución desea establecer y preservar en el mundo. Con el paso del tiempo, se fueron adquiriendo más obras y los Estados Miembros obsequiaron otras más a la Organización. Picasso, Bazaine, Miró, Tápies, Le Corbusier y muchos otros artistas célebres o desconocidos están presentes en este museo universal, símbolo de la diversidad de la creación artística en el mundo.


PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO Patrimonio de la Humanidad o Patrimonio Mundial es el título conferido por la UNESCO a sitios específicos del planeta (sean bosque, montaña, lago, cueva, desierto, edificación, complejo arquitectónico o ciudad) que han sido nominados y confirmados para su inclusión en la lista mantenida por el Programa Patrimonio de la Humanidad, administrado por el Comité del Patrimonio de la Humanidad, compuesto por 21 estados miembros que son elegidos por la Asamblea General de Estados Miembros por un período determinado. Entenderemos por patrimonio el legado que hemos recibido del pasado, lo que vivimos en el presente y lo que transmitimos a las futuras generaciones. La declaración de un bien Patrimonio de la Humanidad es un privilegio y un prestigio para el país, para sus responsables políticos y culturales y para los ciudadanos más directamente relacionados con el referido 'Bien Patrimonio de la Humanidad'. Pero al mismo tiempo es una gran responsabilidad, ya que deben mantener su conservación y protección así como profundizar en su estudio con el fin de que su Bien pueda contribuir a la educación integral de otras personas y pueblos. "Un Bien declarado Patrimonio de la Humanidad es un legado de la comunidad internacional y su presencia en un determinado país, sobre todo le exige a este país un incremento de imaginación, preocupaciones y gastos para conseguir su protección y defensa." El objetivo del programa es catalogar, preservar y dar a conocer sitios de importancia cultural o natural excepcional para la herencia común de la humanidad. Bajo ciertas condiciones, los sitios mencionados pueden obtener financiación para su conservación del fondo para la conservación del Patrimonio de la Humanidad. Fue fundado por la Convención para la cooperación internacional en la protección de la herencia cultural y natural de la humanidad, que posteriormente fue adoptado por la conferencia general de la UNESCO el 16 de noviembre de 1972. Desde entonces, 189 países y los Territorios Palestinos han ratificado la convención. Al año 2012, el catálogo consta de un total de 962 sitios, de los cuales 745 son culturales, 188 naturales y 29 mixtos, distribuidos en 157 países. Italia tiene el mayor número de sitios (47) catalogados como "Patrimonio de la Humanidad", seguido de España, China,Francia y México. La UNESCO se refiere a cada sitio Patrimonio de la Humanidad con un número de identificación único, pero las nuevas inscripciones incluyen a menudo los sitios anteriores ahora enumerados como parte de descripciones más grandes. Consecuentemente, el sistema de numeración termina actualmente sobre 1.200, aunque realmente hay menos catalogados. Cada sitio Patrimonio de la Humanidad pertenece al país en el que se localiza, pero se considera en el interés de la comunidad internacional y debe ser preservado para las futuras generaciones. La protección y la conservación de estos sitios son una preocupación de los 188 países que apoyan al Patrimonio de la Humanidad.


HISTORIA Y DESARROLLO

En 1959, el gobierno egipcio decidió construir la presa de Asuán, lo que generaría la inundación del valle en el que se encontraban tesoros de enorme valor arqueológico e histórico como los templos de Abu Simbel. Entonces la UNESCO lanzó una campaña internacional de protección. Los templos de Abu Simbel y de File fueron levantados, movidos a un sitio más alto y vueltos a juntar pieza por pieza. El coste del proyecto fue de aproximadamente 80 millones de dólares estadounidenses, de los cuales casi la mitad fue obtenida de 50 países. Se consideró ampliamente un éxito, y llevó al desarrollo de nuevas campañas de protección, como la de salvar Venecia y su laguna, las ruinas de Mohenjo-Daro en Pakistán o el templo Borobudur en Indonesia. La UNESCO inició así, junto con el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, una convención para proteger el patrimonio cultural común de la humanidad. Los Estados Unidos iniciaron la idea de combinar conservación cultural con conservación natural. En una conferencia de la Casa Blanca en 1965 se pidió por una "entidad para el patrimonio de la humanidad" para preservar "las áreas naturales y sitios históricos del mundo para el presente y futuro de toda la humanidad". En1968 la Unión Mundial para la Conservación desarrolló propuestas similares, que fueron presentadas en 1972 en una conferencia de la ONU sobre ambiente humano en Estocolmo, Suecia. Un sólo texto fue aprobado por todas las partes, y la "Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural" fue adoptada por la Conferencia General de la UNESCO en su XVII reunión celebrada en París el 16 de noviembre de 1972.

PROCEDIMIENTO PARA LA NOMINACIÓN El proceso de nominación comienza cuando un país desarrolla un inventario con todos sus sitios con propiedades naturales y culturales significativas para ser incluidos en la Lista Tentativa, y es importante porque un país no puede nominar un sitio que no haya estado incluido en ésta. A continuación, puede seleccionar un sitio de esta lista para ubicarla en un Expediente de Nominación. El Centro de Patrimonio de la Humanidad ofrece ayuda en la confección de este expediente, el cual debe ser lo más completo posible. Luego, el expediente es evaluado independientemente por dos organizaciones: la Unión Mundial para la Conservación y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS, por sus siglas en inglés). Estas entidades después elevan sus recomendaciones al Comité del Patrimonio de la Humanidad. El Comité se reúne una vez al año para determinar si incluir o no a cada sitio nominado a la lista definitiva, y a veces suspende la decisión para solicitar más información a los Estados miembros. Hay diez criterios de selección que un sitio debe cumplir para ser incluido en la lista.


CRITERIOS DE SELECCIÓN

A finales de 2004, había un grupo de seis criterios en el ámbito cultural y otro de cuatro en el ámbito natural. En 2005 esto se modificó y se unieron para que hubiera un único grupo de diez criterios (los 6 primeros para bienes culturales, y los 4 últimos para bienes naturales). Para ser incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad un sitio debe tener un "valor universal excepcional" y debe satisfacer al menos uno de los siguientes criterios de selección: I. Representar una obra maestra del genio creativo humano. II. Testimoniar un importante intercambio de valores humanos a lo largo de un periodo de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, en el desarrollo de la arquitectura o tecnología, artes monumentales, urbanismo o diseño paisajístico. III. Aportar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida. IV. Ofrecer un ejemplo eminente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o paisaje, que ilustre una etapa significativa de la historia humana. V. Ser un ejemplo eminente de una tradición de asentamiento humano, utilización del mar o de la tierra, que sea representativa de una cultura (o culturas), o de la interacción humana con el medio ambiente especialmente cuando éste se vuelva vulnerable frente al impacto de cambios irreversibles. VI. Estar directa o tangiblemente asociado con eventos o tradiciones vivas, con ideas, o con creencias, con trabajos artísticos y literarios de destacada significación universal. (El comité considera que este criterio debe estar preferentemente acompañado de otros criterios). VII. Contener fenómenos naturales superlativos o áreas de excepcional belleza natural e importancia estética. VIII. Ser uno de los ejemplos representativos de importantes etapas de la historia de la tierra, incluyendo testimonios de la vida, procesos geológicos creadores de formas geológicas o características geomórficas o fisiográficas significativas. IX. Ser uno de los ejemplos eminentes de procesos ecológicos y biológicos en el curso de la evolución de los ecosistemas. X. Contener los hábitats naturales más representativos y más importantes para la conservación de la biodiversidad, incluyendo aquellos que contienen


especies amenazadas de destacado valor universal desde el punto de vista de la ciencia y el conservadurismo.

ESTADÍSTICAS GENERALES

Hay actualmente 936 sitios Patrimonio de la Humanidad en 153 estados miembros. De éstos, 725 son culturales, 183 naturales y 28 son mixtos. Los sitios también están clasificados por la ubicación geográfica de sus estados miembros dentro de cinco zonas geográficas: África, Asia-Pacífico, Estados árabes, Europa y América del Norte (incluye a Rusia, los Estados del Cáucaso, Israel, Canadá y Estados Unidos) y América Latina y el Caribe. La tabla que mostramos a continuación incluye una distribución de los sitios de acuerdo a las zonas antes mencionadas y a su clasificación: Zona geográfica

Natural Cultural Mixto Total %

África

33

45

4

82

9%

Estados Árabes9

4

64

2

70

7%

Asia-Pacífico

53

143

9

20510 22%

Europa y América del Norte11 58

384

10

454

48%

América Latina y el Caribe

89

3

127

14%

35

El Comité del Patrimonio de la Humanidad se reúne varias veces al año para discutir medidas en el manejo de los sitios Patrimonio de la Humanidad existentes, y aceptar las nominaciones de los países interesados. En una sesión anual, conocida como la Sesión del Comité del Patrimonio de la Humanidad, es donde los sitios son oficialmente inscritos en la lista de Patrimonio de la Humanidad, luego de presentaciones hechas por la UMC o el CIMS, y deliberaciones de los estados miembros. La sesión anual se celebra en varias ciudades alrededor del mundo. Con la excepción de aquellas celebradas en París, donde se ubica el cuartel general de la UNESCO, sólo los estados miembros del Comité tienen derecho a celebrar una sesión futura, previa aprobación del Comité.


LISTADO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD EN ESPAÑA Incluiremos un listado del Patrimonio de la Humanidad en España, con su año de proclamación: - Alhambra, Generalife y Albaicín de Granada (1984) - Catedral de Burgos (1984) - Centro histórico de Córdoba (1984) - Monasterio y sitio de El Escorial en Madrid (1984) - Obras de Antoni Gaudí (1984) - Ciudad vieja de Ávila e iglesias extramuros (1985) - Ciudad vieja de Santiago de Compostela (1985) - Ciudad vieja y acueducto de Segovia (1985) - Cuevas de Altamira (1985) - Monumentos de Oviedo y del reino de Asturias (1985) - Arquitectura mudéjar de Aragón (1986) - Ciudad histórica de Toledo (1986) - Ciudad vieja de Cáceres (1986) - Parque Nacional de Garajonay (1986) - Catedral, Alcázar y Archivo de Indias de Sevilla (1987) - Ciudad vieja de Salamanca (1988) - Monasterio de Poblet (1991) - Camino de Santiago de Compostela (1993) - Conjunto arqueológico de Mérida (1993) - Real Monasterio de Santa María de Guadalupe (1993) - Parque Nacional de Doñana (1994) - Ciudad histórica fortificada de Cuenca (1996) - Lonja de la seda de Valencia (1996) - Las Médulas (1997) - Monasterios de San Millán de Yuso y de Suso (1997) - Palau de la Música Catalana y hospital de Sant Pau en Barcelona (1997) - Pirineos - Monte Perdido (1997) - Arte rupestre del arco mediterráneo de la Península Ibérica (1998) - Sitios de arte rupestre prehistórico del Valle del Côa y de Siega Verde (1998)


- Universidad y barrio histórico de Alcalá de Henares (1998) - Ibiza, biodiversidad y cultura (1999) - San Cristóbal de La Laguna (1999) - Conjunto arqueológico de Tarragona (2000) - Iglesias románicas catalanas de Vall del Boí (2000) - Muralla romana de Lugo (2000) - Palmeral de Elche (2000) - Sitio arqueológico de Atapuerca (2000) - Paisaje cultural de Aranjuez (2001) - Conjuntos monumentales renacentistas de Úbeda y Baeza (2003) - Puente de Vizcaya (2006) - Parque Nacional del Teide (2007) - Torre de Hércules (2009) - El Paisaje Cultural de la Serra de Tramuntana (2011) - Patrimonio del mercurio (Almadén e Idria) (2012)


CÓRDOBA: LA MEZQUITA, EL CENTRO HISTÓRICO Y LA FIESTA DE LOS PATIOS

Entre los mayores tesoros que guarda el arte arábigo-andaluz está, sin duda, la Mezquita-Catedral de Córdoba, ubicada en pleno centro histórico de la ciudad. Ampliada sucesivamente por iniciativa de cuatro gobernantes omeyas, este recinto de columnas creado para la oración y para el deleite es, sin duda, único en el mundo islámico y en el cristiano.

Con 23.400 metros cuadrados, fue la segunda mezquita más grande del mundo en superficie, por detrás de la Mezquita de la Meca, siendo sólo alcanzada posteriormente por la Mezquita Azul (Estambul, 1588). A la catedral se accede por la Puerta del Perdón (lado norte), de estilo mudéjar (1477), donde se observan las hileras de naranjos y palmeras. Las fuentes y los arcos de herradura que lo rodean junto a la puerta se levanta la mezquita que se compone de tres partes: "El Patio de los Naranjos", que en tiempos del Califato era el "Patio de las Abluciones", el alminar desmochado parcialmente y rodeado, a principios del siglo XVII, de un «encofrado» de estilo herreriano. La puerta de Las Palmas da acceso a la mezquita: hay un bosque de 1.300 columnas de mármol, jaspe y granito sobre las que se apoyan trescientos sesenta y cinco arcos de herradura bicolores. El mihrab, lugar santo que señala la dirección Sur y no la de La Meca, es un joyel de mármol, estuco y mosaicos bizantinos brillantemente coloreados sobre fondo de oro y bronce, además de cobre y plata. En el Lucernario se conservan los arcos lobulados de los muros y la cúpula. En la cabecera destacan los arcos, los mosaicos del muro y la estructura y decoración de las cúpulas a base de arcos cruzados. La Mezquita, que es Catedral al mismo tiempo, representa un mosaico de culturas y estilos arquitectónicos diversos que fueron siendo agregados durante los nueve siglos que duró su construcción, ampliaciones o reformas. En su interior se pueden apreciar aportaciones hispano-romanas y visigodas, influencias sirias, persas y bizantinas, un estilo muy peculiar que inauguró el arte hispano-musulmán o estilo califal. Este estilo arquitectónico pervivirá a través de los reinos taifas, en el arte nazarita, y a través de los reinos cristianos en el estilo mudéjar (de los musulmanes que viven en territorio reconquistado sin cambiar su religión) y en el arte de los mozárabes (cristianos que convivieron con los árabes en tiempos de la reconquista). La mezquita es hoy una guía fundamental para la historia del arte islámico en general y del andalusí en particular. Es el referente al que hay que acudir para estudiar todas las manifestaciones artísticas y arquitectónicas desde finales del siglo VIII en adelante y no sólo en al-Ándalus, sino también en el Norte de África. Se trata del edificio andalusí más antiguo y mejor conservado, de donde se deduce su importancia. Pero la importancia de este monumento no se limite solamente a su estructura arqueológica y artística, sino también a su relevancia en la historia, primeramente como basílica cristiana de san Vicente, después como templo musulmán y al mismo tiempo, entre los siglos VIII y XIII, como al-kuttab (palacio de justicia) y al madraza, (universidad islámica), hasta


la reconquista de San Fernando quien la convirtió en la iglesia de Santa María la Mayor, para transformarse más tarde en la catedral de Ntra. Señora de la Asunción.

LA MEZQUITA-CATEDRAL

El lugar que hoy ocupa nuestra Mezquita Catedral parece haber estado, desde antiguo, dedicado al culto de diferentes divinidades. El edificio actual es producto de una mezquita inicial levantada por Abd Al-Rahman I sobre los materiales de la basílica cristiana de San Vicente. Las fuentes escritas aportan diversas noticias, unas históricas, otras legendarias, sobre la ocupación del solar antes de que Abd Al-Rahman I comenzara la Mezquita. El Dikr bilad alAndalus, traducido por L. Molina, introduce el texto de Ibn Hayyan, a quien da el apelativo de «autor de la Historia», que por legendario no deja de tener interés en cuanto que tiende a acentuar el carácter sagrado del solar de la aljama cordobesa desde tiempos bíblicos. Relata Ibn Attab basándose en Ubayd Allaha al-Zaharawi, quien, a su vez, lo sabía por sus maestros, que el lugar donde ahora se alza la aljama cordobesa era una gran hondonada en la que los cordobeses solían echar sus desperdicios y enterrar allí a sus muertos. Cuando Salomón, el hijo de David, llegó a al-Andalus, pasó por Córdoba e hizo alto frente a ella; al ver la hondonada se detuvo y dijo a los genios: «Rellenad y nivelad este lugar, pues aquí se alzará un templo en el que se rendirá culto a Dios Altísimo». Los genios hicieron lo que les había ordenado el Profeta de Dios, Salomón, y cuando estuvo aplanado y nivelado, les mandó edificar el templo. Acabado esto, puso algunos rabinos israelitas para que lo poblaran y establecieran allí las leyes de la Torá y los Salmos. Así continuaron las cosas hasta que Dios envió a Jesús y se difundió el Cristianismo, con lo que el templo se convirtió en iglesia cristiana en la que se adoraba a Dios Altísimo y se leían los Evangelios. - La llegada de los musulmanes y la Basílica de San Vicente Mártir La invasión de la Península por los musulmanes aparece relacionada con la extensión del poder árabe en el Norte de África comenzada al ocupar Egipto y Túnez entre el 640-642. Expulsan a los bizantinos de Cartago, conquistan Marruecos y en el 711 llegan a la Península, capitaneados por Tariq ibn Ziyyad gobernador de Tánger, venciendo a los visigodos en Wadi Lakka. A través de las calzadas romanos llegaron hasta Toledo. Este primer ejército de 7000 hombres, en su mayor parte bereberes, fue respaldado en el 712 con 18.000 capitaneados por Musa ibn Nusayr. En 4 años el control militar es total, y España queda como un emirato (provincia) musulmana que depende del califato de Damasco y está gobernada por un Emir. Abd al-Rahman fue el primer emir omeya de al-Andalus. Llegó a la Península Ibérica en el año 755, donde pudo al fin establecerse. Había escapado en 750 de la matanza de su familia en Damasco por los partidarios de los abbasíes, los


nuevos califas instalados en Bagdad. Cuando llegó aquí, el territorio estaba gobernado por delegados del califa de Oriente. Junto a la población local, aún mayoritariamente cristiana, estaban los componentes del ejército musulmán, árabes y beréberes. Abd al-Rahman desembarcó en la costa granadina, y después de ganarse el favor de las tropas y vencer algunas resistencias, fue reconocido emir de al-Andalus. Córdoba era por entonces la capital, sus habitantes musulmanes compartieron con los cristianos el templo hispanovisigodo de San Vicente, el templo cristiano más importante de la ciudad desde el siglo V. Ello no fue algo extraordinario, ya que en ocasiones anteriores los árabes tomaron parte de las iglesias cristianas en sus conquistas para poder realizar en ellas sus rezos y plegarias. El edificio que ocupaba la basílica era pequeño y modesto pero este templo fue reconocido por el pueblo como imán o guía religioso de la comunidad. El flamante emir omeya no podía, sin embargo, someterse a los califas abbasíes de Oriente, aquéllos que habían matado a su familia y le habían arrebatado el califato. Por eso se declaró emir independiente. El siguiente paso era construir su propio Estado y, cómo no, fundar una gran mezquita aljama en la capital, símbolo del renacimiento de su dinastía y lugar de oración de todos los musulmanes de Córdoba. Posteriormente entre los años 1931 y 1936 el arquitecto conservador de la MezquitaCatedral, Félix Hernández, realizó una excavación en la zona más antigua de la sala de oración, es decir en la realizada bajo los auspicios de Abd al-Rahman I en la última parte del siglo VIII. Allí aparecieron importantes restos que debieron pertenecer a la Basílica hispanovisigoda de San Vicente, así como un conjunto de objetos vinculados a ella, algunos de gran belleza y decorados con iconografía cristiana (parte de un sarcófago tardoantiguo, piezas litúrgicas exornadas con crismones, etcétera.); tesoros que hoy pueden contemplarse en el bello Museo Visigodo de San Vicente, que se ha instalado en el interior de la propia mezquita en la zona de la ampliación de al-Hakam II. - Obras de Abd al-Rahman I el Inmigrado y su hijo Hisham I La primera etapa de la construcción de la Mezquita de Córdoba, iniciada en 786 por Abd al-Rahman I, finalizada por su hijo Hisham a finales del siglo VIII, va a tener una gran importancia ya que en ella se configuran las líneas maestras de lo que será el edificio en su totalidad. La mezquita cordobesa seguía el modelo de la Mezquita al-Aqsa, en Jerusalén, construida a principios del siglo VIII, es decir, presenta once naves, más ancha la central y más estrechas las extremas, perpendiculares al muro de la alquibla, a diferencia de lo que sucedía en la de Damasco, donde eran paralelas a ese muro. Al igual que estas dos mezquitas, la de Córdoba se orientó al sur, si bien la dirección correcta de La Meca en al-Andalus era el sureste. Esta circunstancia tiene varias explicaciones, una es que los emires andalusíes quisieron seguir la tradición de las mezquitas omeyas de Siria (la añoranza de Damasco siempre estará presente en las acciones de Abd al-Rahman I); otra podría ser que se produjo un error de cálculo al utilizar el mismo método que en su tierra de origen (métodos que todavía en el siglo


VIII no eran científicos). No obstante, esa orientación siempre fue respetada: nadie se atrevió a cambiarla por ser la trazada por ‘Abd al-Rahman I. Tal vez lo más interesante de todo el planteamiento fue la inteligente solución adoptada en la construcción de las arquerías, creadas con material de acarreo (I-VII) con la finalidad de alcanzar una altura considerable. Éstas se componen de esbeltas columnas completas (basa, fuste y capitel) sobre las que apoyan grandes pilares de sección cuadrada, rematados en su parte inferior por modillones de rollo, y por encima de ellos voltean arcos de medio punto que sirven de base a un muro en cuyo interior discurre el canalón del tejado. Ya que toda la estructura superaba los nueve metros de altura, fue necesario introducir arcos entre los pilares, a modo de tirante o entibo, para dotar de mayor estabilidad a todo el esquema. Todos los arcos destacan por su bicromía, al alternarse dovelas de piedra con otras de ladrillo. Toda esta fórmula constructiva se ha puesto en relación con cierto sistema de acueducto romano, y en especial con el emeritense de los Milagros (s. I), Pero existe una diferencia importante entre ambas estructuras. Frente a la racionalidad constructiva del acueducto romano de Mérida, en Córdoba el arquitecto crea un esquema muy atrevido e incluso a simple vista arriesgado, pero acertado, puesto que ha superado los mil años de vida. Si por una parte vemos la romanidad (arcos de entibo, bicromía), por otra el esquema musulmán no puede ser más anticlásico, ya que difícilmente veremos algo similar en la arquitectura de la Antigüedad. Así que como lo hemos visto antes los tres elementos más característicos de la Mezquita de Córdoba son: el arco de herradura, el modillón de rollo y los merlones o almenas escalonados. El arco de herradura, a pesar del protagonismo que alcanza en la arquitectura omeya de al-Ándalus, no fue introducido en la península por los musulmanes, ya que éstos lo tomaron de la arquitectura hispanovisigoda donde aparece continuamente en edificios del siglo VII. Lo que sí es cierto es que la composición del arco de herradura provisto de su encuadre o alfiz llegó a tener tal desarrollo en al arquitectura andalusí que puede considerarse como algo genuino de ella. El modillón de rollo, o lo que es lo mismo, una ménsula decorada en su frente por una sucesión de rollos paralelos, aparece centenares de veces en todo el edificio rematando el arranque de pilares en las arquerías de la sala de oración o sujetando cornisas y tejaroces de portadas. Respecto al merlón escalonado podemos escribir exactamente lo mismo de él, ya que aparece rematando todo el exterior del edificio en su contorno, lo cual hace que éste parezca una construcción militar, una fortaleza de la fe. Lo curioso no es que estos tres elementos nos llamen a nosotros la atención, sino que los propios cristianos los incluyeron en sus arquitecturas, donde alcanzan también gran protagonismo ante su valor decorativo y su ubicación destacada. Es el caso del prerrománico asturiano, de los siglos IX-X, o de la arquitectura de repoblación, de los siglos X-XI, conocida con el nombre de arquitectura mozárabe. El modillón de rollo incluso llega a ser utilizado con cierta frecuencia durante el arte románico posterior.


Otro elemento importante de la Mezquita es la Puerta de San Sebastián, comúnmente conocida como de San Esteban o de los Visires. Es la más antigua de la Mezquita de Córdoba y, además, constituye la primera portada conocida de la arquitectura andalusí. Aunque debió ser construida en el siglo VIII por Abd alRahman I, fue restaurada en el siglo IX (855-56) por Muhammad I, tal y como indica la inscripción que aún se encuentra en la misma puerta, por cierto la más antigua de las de este tipo conservadas en toda España. La portada de San Sebastián configura el tipo de fachada que será repetida a lo largo de los siglos en la propia Mezquita de Córdoba. Respecto a su origen tipológico, y salvando las distancias, éste ha querido verse en obras omeyas de la zona de siria (castillos del desierto, s. VIII), o incluso en edificios anteriores del mundo romano (Puerta Áurea del palacio de Diocleciano en Spalato, siglo IV, en la costa yugoslava). A la muerte de Abd al-Rahman I tomó las riendas del poder su hijo Hisham I cuyo gobierno transcurre entre 788 y 796. Su intervención en la mezquita aljama cordobesa estuvo centrada en la zona del patio y en la construcción de un primer alminar; de esta manera se completaba la etapa anterior realizada por su padre en la que se había construido la sala de oración. La cimentación del alminar de Hisham I fue hallada en el Patio de los Naranjos por el arqueólogo Félix Hernández en el siglo XX, quién dejó marcada su ubicación en el pavimento y es hoy día visible. El mismo emir, junto a las obras del patio y del alminar, construyó también una gran fuente de abluciones o midá junto al muro oriental de cierre de la sala de oración, cuya cimentación se halla hoy bajo la ampliación de Almanzor realizada a finales del siglo X, que aumentó la mezquita hacia el este. - Abd al-Rahman II y sus ampliaciones de la mezquita Nacido en Toledo en el año 792, tomó las riendas del emirato omeya treinta años después, al morir su padre al-Hakam I. Su gobierno se extiende hasta 852 y constituye un período de gran apogeo cultural en el devenir de la historia de al-Andalus, e incluso no faltaron cristianos que como Eulogio alabaron su política. Además de pacificar sus territorios, de ser un gran estadista y de saber organizar todo el aparato de la administración tomando como modelo el oriental, fue un constructor entusiasta, realizándose bajo su gobierno importantes obras en Mérida, Jaén, Sevilla, Murcia, etcétera. Durante el emirato de ‘Abd al-Rahman II la ciudad de Córdoba recibió un gran impulso: se arreglaron calzadas, su mezquita aljama fue ampliada y restaurada, al igual que el alcázar, y se condujo a ella el agua corriente desde la sierra, la cual fue incluso utilizada en una gran fuente decorativa erigida junto al palacio omeya. Así mismo llegaron a la capital libros, maestros y músicos de Oriente que permitieron el florecimiento de la cultura y el arte cordobeses.


En el interior de la mezquita aljama en las horas en que no había oración se desarrollaban actividades de juicio y enseñanza. El cadí o juez mayor de la ciudad, nombrado por el califa, tenía su sede en la mezquita mayor. En el siglo X, Córdoba era la capital del saber en al-Ándalus y una de las de mayor reputación en el mundo islámico. De la misma forma que los andalusíes viajaban a Oriente en busca de saber, algunos orientales acudían a Córdoba a escuchar las enseñanzas de maestros famosos. Precisamente la mezquita aljama de Córdoba era el centro de estudios superiores de más renombre, algo así como la mejor universidad de la época. Allí se encontraban los maestros más célebres en todo tipo de materias, tanto religiosas como científicas, desde la teología y la jurisprudencia hasta la medicina o la aritmética, pasando por la literatura y la poesía. Para ejercer la docencia tenían antes que obtener de sus maestros un título o licencia llamado iyaza. Abd al-Rahman II (822-852) decide construir la primera ampliación de la mezquita aljama de Córdoba. Aunque intervino en la obra de su bisabuelo Abd al-Rahman I mediante la introducción de naves laterales en alto destinadas al rezo de las mujeres ante el crecimiento poblacional que había experimentado la ciudad, finalmente se vio que el tamaño de la mezquita era insuficiente para toda la población cordobesa y decidió aumentar el espacio de oración. La solución adoptada fue la de derribar el primitivo muro de la alquibla, perteneciente a la construcción del siglo anterior, y continuar las arquerías y las naves anteriores hacia el sur en una longitud de 26 metros aproximadamente. El esquema constructivo ejecutado fue similar al que ya se realizó en la primera parte del edificio, es decir, la utilización de columnas sobre las que apoyaban pilares y arcos de medio punto, y entre ellos se introdujeron los arcos de tirante o entibo de herradura, para dar mayor estabilidad a toda la estructura. Igualmente asistimos a la utilización de material de acarreo (fustes de columnas, capiteles, cimacios) tomado de edificios anteriores (siglos I-VII) romanos e hispanovisigodos, y las columnas de mayor belleza fueron reservadas para la zona más noble, es decir la que precede al mihrab. Posiblemente la novedad más interesante de la obra de ‘Abd al-Rahman II fue la construcción de un mihrab monumental, es decir, ya no se trataba de abrir un sencillo nicho en el muro de la alquibla, caso de la primera etapa del siglo VIII como ha demostrado la arqueología, sino la de crear un ábside en toda regla, tal como evidenció la excavación de Félix Hernández realizada en los años treinta. Las obras fueron a buen ritmo y el nuevo edificio con su mihrab concluido pudo ser inaugurado durante la jutba o discurso del viernes, el día 12 de octubre del año 848. El hijo de Abd al-Rahman II, Muhammad I, fue el encargado de rematar el proyecto de su padre, finalizó la decoración y restauró partes de la mezquita antigua, y en especial la famosa Puerta de San Esteban, de los Visires o de San Sebastián, como también es conocida, tal como evidencia la inscripción cúfica que aún se conserva en su tímpano, donde se alude al año de 855/56. En los años sesenta del siglo IX Muhammad crea un lugar acotado junto al


mihrab para él, su familia y su séquito, es decir asistimos a la creación de una macsura, o espacio privilegiado y privado para que el rezo del emir y los suyos pudiera realizarse con seguridad. No era algo anormal que se produjesen atentados contra la vida de los gobernantes durante los viernes, día en que solían asistir a la mezquita aljama para escuchar o incluso pronunciar la jutba.

- Trabajos de Abd al-Rahman III En 929 Abd al-Rahman III fue nombrado califa en la mezquita aljama de Córdoba, diecisiete años más tarde de acceder al trono. Mediante esta proclamación como máxima autoridad religiosa y política se equiparaba a los califas abbasí de Bagdad y fatimi de Qayrawan. El primer califa de Córdoba estuvo muy preocupado por el mundo de la arquitectura, pero sus mayores esfuerzos fueron dirigidos a la ciudad palatina de Madinat alZahra fundada por él entre 936 y 940. A pesar de ello también fue importante su intervención en la mezquita aljama de Córdoba, especialmente en el patio. Debido a la ampliación de Abd al-Rahman II, la sala de oración quedó muy desproporcionada respecto al antiguo patio del siglo VIII, proyectado para la primera mezquita. Se procedió a derribar parte del mismo para continuarlo hacia el norte, por lo que se tuvo que tirar el antiguo alminar de Hisham I; además fue necesario reforzar el muro de entrada de la propia sala de oración desde el patio, ya que peligraba su estabilidad ante el empuje de las arquerías de su interior. La obra más emblemática de Abd al-Rahman III fue la construcción del gran alminar, que superaba los cuarenta metros de altura, en el flanco norte del mencionado patio en el año 951-952. Todavía se conserva en parte, dentro de la estructura del campanario, realizado en los últimos años del siglo XVI por Hernán Ruiz, y puede contemplarse tras el hueco de las campanas al estar pintado de rojo intenso. Se articula mediante la unión de dos escaleras que se desarrollan cada una en torno a su machón central; una servía para subir y otra para bajar, por lo que nunca se encontrarían dos personas en sentido contrario. Hoy conocemos muy bien cómo era, no sólo por conservarse en parte sino por las imágenes antiguas que tenemos de él


en escudos, sellos, dibujos, etcétera, y el minucioso estudio realizado por don Félix Hernández. Respecto a su alzado presentaba dos cuerpos, provistos de arcos de herradura en todos sus lados, y en su parte superior se hallaría el yamur o las tres manzanas típicas que se repiten en tantos y tantos alminares. - Ampliación de al-Hakam II Al-Hakam II (961-976), continuó la labor de su padre Abd al-Rahman III en la construcción del Estado califal. Al-Andalus era, a mediados del siglo X, una potencia mediterránea cuyo único enemigo fuerte era el Egipto fatimí. La capital de Córdoba y, en menor medida, otras ciudades andalusíes eran grandes centros culturales y artísticos. En la década de los sesenta del siglo X, al-Hakam II realiza la ampliación más importante de la Mezquita de Córdoba, la más cantada por cronistas y poetas. A él debemos la construcción de la zona más rica, e internacionalmente conocida, de la aljama cordobesa. Para ello el califa reunió a los arquitectos cordobeses y fue con ellos hasta la mezquita para trazar los detalles de la construcción. Respecto a lo que sucedió en las etapas anteriores del edificio, ahora apenas se recurre a la utilización de materiales de acarreo tomados de construcciones anteriores puesto que los talleres califales fueron capaces de elaborar todas las piezas necesarias. Aparecen los famosos capiteles de pencas, capiteles que han sufrido un proceso de abstracción y esquematización respecto a los del mundo romano y visigodo. Dicen los cronistas que algunos alfaquíes pidieron que se aprovecharan las obras para corregir la orientación de la alquibla, demasiado al sur. Las gentes de Córdoba se opusieron porque aquello significaba romper con la tradición, así que al-Hakam respetó la dirección de la venerada mezquita de Abd al-Rahman I. Al-Hakam II siguió el mismo planteamiento realizado por Abd al-Rahman II en el siglo IX para aumentar el edificio, ya que derribó el anterior muro de la alquibla y alargó hacia el sur las naves en casi cuarenta metros. Aunque básicamente se observa la misma estructura de las arquerías ya existentes, serán muchas las novedades introducidas. Llamará la atención la utilización de grandes pantallas de arcos entrecruzados, que constituyen verdaderos muros colgados que funcionan como soporte de las cúpulas erigidas en las partes más nobles de la ampliación. Destaca sobremanera la riqueza decorativa de toda esta parte del edificio, por la decoración vegetal, geométrica y epigráfica que aparece en arcos, zócalos e impostas, por el empleo de ricos mosaicos bizantinos que exornan toda la zona del mihrab, por la utilización de arcos polilobulados, por el uso de la pintura decorativa, por la exuberancia ornamental de la techumbre de madera, de la que se encontraron piezas originales y que, aunque renovada, repite los modelos antiguos, ya que se encontraron partes originales, etcétera. Especial protagonismo adquieren las cúpulas de arcos entrecruzados en la ampliación de al-Hakam II, cuya introducción no cabe duda de que va más allá de lo puramente decorativo.


Las cúpulas no se vieron ni en las etapas anteriores de al-Hakam II ni en la posterior realizada por Almanzor, y todavía hoy sigue siendo una duda si realmente existieron en otras construcciones califales. Desde la más remota antigüedad, la cúpula se ha vinculado siempre con lo celeste, lo sagrado y lo divino y, por supuesto, con el poder, al relacionarse con la figura geométrica del círculo, que no tiene ni principio ni final, al igual que Dios.

Creemos que en total hubo seis cúpulas en la ampliación de al-Hakam II, de las que sólo se conservan cinco: la de la Capilla de Villaviciosa y la estructura de la cúpula adyacente que cubre la Capilla Real, y las tres que preceden al muro de la alquibla junto al mihrab. Todas ellas presentan una estructura de pares de arcos entrecruzados, entre los cuales se dispone una rica decoración que consiste en rosetas cóncavas y en cupulines también de arcos entrecruzados. No obstante, la opinión más generalizada es que sólo había cuatro, la que corona la Capilla de Villaviciosa y las tres erigidas en la macsura. La Cúpula de Villaviciosa fue construida en el inicio de la nave central de la ampliación de al-Hakam II, donde se hallaría el mihrab de la etapa de Abd al-Rahman II. Ésta marcaba el inicio de la vía sagrada que culmina en el nuevo mihrab. Al ser conquistada la ciudad por Fernando III, en 1236, será en este mismo lugar donde se instale la primera catedral cristiana, lo que denota la importancia de toda esta zona del edificio. De todas las cúpulas la especialmente bella es la que precede al mihrab. Esta última, así como las dos de la macsura, apoyan en trompas con forma de cúpulas gallonadas y arcos lobulados. La cúpula que le precede al mihrab y la fachada del mihrab constituyen la parte más preciosa del edificio, ante la exuberancia ornamental que aquí se concentra, gracias al espectacular despliegue de mosaicos, cerámica, celosías, placas de mármol talladas con máxima exquisitez, pantallas de arcos entrecruzados, pinturas, etcétera. A esto hay que sumar la alternancia cromática de los soportes y la delicada talla de los elementos arquitectónicos (pilastras, capiteles, arcos, cornisas, impostas o molduras). En cuanto a los motivos más repetidos, están las bellas inscripciones, los motivos vegetales —más o menos naturalistas, más o menos abstractos—, así como las diferentes composiciones geométricas. La zona del mihrab es la zona más emblemática de la ampliación de al-Hakam II. Lógicamente dada su importancia simbólica es la zona más rica de toda la mezquita. Desde este punto se dirige la oración y frente a él se dispone la macsura o lugar reservado al califa y su séquito. Además, junto al mihrab se encuentra la Sala del Tesoro o Bayt al-mal, la puerta del sabat o pasadizo que comunica con el alcázar califal y, por supuesto, el almimbar o púlpito desde el cual se realizará la jutba, o sermón del viernes, a la comunidad.


El gran arco de herradura que da acceso al mihrab apoya sobre cuatro columnas, provistas de sus basas y bellos capiteles, que pertenecieron al mihrab realizado en el siglo IX por Abd al-Rahman II en su ampliación. Estas piezas fueron intencionadamente conservadas por al-Hakam II para ser después instaladas donde hoy se encuentran, de ahí su carácter desproporcionado respecto a todo el conjunto. El mihrab propiamente dicho presenta planta heptagonal y se cubre por una bóveda octogonal de yeso que reproduce una gran concha. De nuevo debe señalarse la riqueza decorativa de este espacio, sus inscripciones, sus mármoles, etcétera. Este recinto, que supera los tres metros tanto en profundidad como en anchura, es único por su tipología en la arquitectura conservada de los primeros siglos del arte islámico, pues ninguna de las importantes mezquitas de Damasco, Jerusalén o Qayrawan presentan un mihrab tan monumental como el cordobés (en todas ellas se reduce a un simple nicho). Gracias a las excavaciones realizadas por Félix Hernández, sabemos que la solución adoptada en la ampliación de al-Hakam II tuvo su precedente (en planta al menos) en el anterior mihrab de la Mezquita de Córdoba, aunque de menores dimensiones, realizado por Abd al-Rahman II. La mascura es otro objeto de reconstrucción de al-Hakam II. Este espacio reservado al califa suele encontrarse junto al mihrab y el almimbar de la mezquita. Se trata de un elemento que no existía en la casa del Profeta en Medina. Fue introducido por los califas omeyas en Oriente hacia comienzos del siglo VIII y su función principal era aislar al soberano del resto de los fieles y protegerle de posibles atentados. La segunda macsura (después de la de madera de Muhammad I) fue instalada en 966 por al-Hakam II en su ampliación. En este caso la macsura adquirió un carácter verdaderamente monumental. El espacio no sólo se delimitó con una celosía de maderas preciosas sino que, además, se construyeron unas pantallas arquitectónicas de arcos entrecruzados y tres cúpulas, situadas delante del mihrab, de la puerta del sabat y de la puerta de la Cámara del Tesoro. La ornamentación más exuberante de la mezquita corresponde también a ese ámbito: la cúpula central, de arcos entrecruzados, está cubierta de mosaicos. Entre los motivos que la decoran, figura en su centro una esfera celeste, con estrellas y rayos luminosos, rodeada de ricos motivos vegetales que más parecen joyas y coronas,se trata de una imagen simbólica del poder divino. A la derecha del mihrab, entre éste y la puerta del sabat o pasadizo que comunicaba con el palacio, y junto a ella hubo también una puerta estrecha y alta, hoy tapiada y oculta al exterior, que servía para guardar el almimbar o púlpito que utilizaba el jatib o el califa para pronunciar la jutba o sermón del viernes. Estos se colocaban en la penúltima grada ya que la más alta nunca era utilizada en honor y en recuerdo al Profeta.

En un primer momento al-Hakam II hizo uso del almimbar que se encontraba junto al mihrab de Abd al-Rahman


II, pero una vez que las obras de su nueva ampliación estaban en marcha decidió construir uno nuevo, el cual quedaría concluido hacia el año 966. Las crónicas nos dicen que tenía 36 000 piezas de fina marquetería, realizadas en marfil y maderas preciosas, además contaba con herrajes de plata. Dicho mueble pasó por diversas vicisitudes antes de su total desaparición. La entrada en la ciudad de las tropas cristianas de Alfonso VII en 1146 le produjo serios daños, y con el tiempo aparecieron piezas suyas en el norte de África. Sabemos que, en mejor o peor estado, permaneció en el interior de la mezquita hasta el siglo XVII, momento en que fue finalmente destruido tras la realización de una serie de obras en esta zona del edificio. El sabat cordobés era un pasadizo de comunicación entre el alcázar y la mezquita aljama utilizado exclusivamente por los emires y los califas. Tenía dos partes, una visible desde el exterior, consistente en un puente apoyado en tres arcos que salvaba la calle, lo que permitía el tránsito normal por la calzada, y otra parte oculta en el interior de la mezquita, detrás de su muro de la alquibla. El pasadizo se dividía en ocho habitaciones, cinco en la mezquita y otras tres en el puente, cubiertas con bóvedas simples y separadas por ocho puertas forradas de bronce y hierro. Las puertas de la alquibla se abrían hacia occidente y las otras hacia oriente, de manera que se pudiese cortar el paso desde el alcázar. Todas las estancias recibían luz por unas ventanas con celosías, incluidas las del puente, el cual tenía tres vanos a cada lado. En el extremo oriental del corredor se abría la puerta a la macsura, situada a la derecha del mihrab y decorada también con mosaicos. Las inscripciones indican su función: «El imán al-Mustansir, al-Hakam, Príncipe de los Creyentes, mandó hacer este acceso a su lugar de oración a su chambelán Ya‘far». Eran los años 970-972. Este complejo dispositivo fue destruido en el siglo XVII pero pervive la parte correspondiente a la mezquita, con la puerta de acceso a la macsura y la puerta donde se unía el puente, visible hoy desde la calle, en el extremo del muro occidental. A la izquierda del mihrab se conserva una portada decorada con mosaicos que daba acceso antiguamente a la denominada Sala del Tesoro o Bayt al-mal. En ella se custodiaban diferentes objetos litúrgicos, candelas y otros utensilios referentes a la iluminación del edificio, así como el Corán que era utilizado durante la oración de los viernes. Las obras realizadas una vez que el edificio pasó a convertirse en catedral cristiana y la construcción de la Capilla de Santa Teresa desfiguraron, en gran medida, todo este espacio.


Junto al muro de la alquibla en la zona del mihrab llamará la atención al visitante algo que es único no sólo en este edificio sino en todo el arte hispanomusulmán. Nos referimos a los doscientos metros cuadrados de mosaicos desplegados en la magnífica cúpula que precede al mihrab y en la fachada del mismo, así como en las dos portadas adyacentes que dan paso al tesoro y al sabat y que datan de los años 965 y 971. Nada similar se ha conservado en España, y aunque es lógico pensar que también pudiera haber mosaicos en la ciudad palatina de Madinat al-Zahra, nada ha quedado de ellos, o a lo mejor nunca los hubo. Al-Hakam quiso emular las grandes obras que realizaron sus predecesores en Damasco y Jerusalén, en cuyas mezquitas se dispusieron estupendos frisos de mosaicos bizantinos muy parecidos a los que hoy vemos en Córdoba. De todo el conjunto hispano debe destacarse la fachada del mihrab y, muy especialmente, la espectacular cúpula que la corona, por su buen estado de conservación y por la maestría que mostraron los mosaicistas al trabajar en superficies curvas. Respecto a las teselas, éstas son de forma cuadrangular y apenas superan un centímetro en cada uno de sus lados. Están realizadas en pasta de vidrio, en caliza, en cerámica e incluso en mármol, y se han llegado a identificar diecinueve colores, entre los que destaca el oro, el rojo, el verde y el azul. Representan motivos vegetales, epigráficos y geométricos. Las fuentes nos han permitido conocer que el propio al-Hakam pidió ayuda al emperador de Bizancio para poder realizar esta maravillosa obra. Las inscripciones que decoran muros y puertas de la Mezquita de Córdoba son de dos tipos. Unas son de contenido religioso y reproducen versículos del Corán. Otras sirvieron para conmemorar la realización de una obra. Estas últimas son muy valiosas porque nos informan de muchos detalles: indican qué tipo de obra se había realizado, el soberano que ordenó los trabajos así como la fecha en que se terminaron. La mayor parte de las inscripciones conservadas corresponden a las obras ordenadas en el siglo X por los califas Abd al-Rahman III, que reforzó la fachada del oratorio al patio, y al-Hakam II, que amplió la mezquita. Las más bellas son las realizadas en mosaicos en la cúpula central de la macsura y sobre las fachadas del mihrab, de la puerta del sabat y la de la cámara del tesoro. Otras están labradas en piedra o pintadas y figuraban en la nave central, en la arquería paralela al muro de la alquibla, en el interior del mihrab o en las puertas exteriores. De magnífica riqueza era la techumbre de la Mezquita-Catedral de Córdoba hecha de la madera de alerce. Su antigüedad dificultó su conservación, y el paso de los años produjo su desaparición. La decoración de las vigas y tableros presentaba motivos vegetales y geométricos, así como de cintas o lazos que al entrecruzarse compartimentan toda la superficie creando bonitos y complejos ritmos. En el siglo XVIII se desmontó la techumbre y se sustituyó por bóvedas barrocas de yeso, pero afortunadamente quedaron testigos de cómo era. En la segunda mitad del siglo XIX, el arquitecto diocesano Rafael de Luque y Lubián, primero, y el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, después, descubrieron varias vigas y tableros de los techos originales, algunos incluso con restos de policromía.. Gracias a ello Velázquez Bosco pudo reconstruir parte de la techumbre a lo largo de las dos primeras décadas del siglo


XX, lo que nos ha permitido volver a contemplar el ambiente omeya de la mezquita en todo su esplendor. La ampliación de al-Hakam II constituye en sí misma una mezquita dentro de la totalidad del edificio, era la culminación del arte omeya en España y la expresión del esplendor del poder del califato frente a las etapas previas de época emiral.

- Ampliación de Almanzor La muerte de al-Hakam II en 976, y la subida al trono de su hijo Hisham II, aún niño, hizo que su tutor Muhammad ibn Abi Amir tomase las riendas del poder. Terminó apartando al propio príncipe y acabó creando una verdadera dictadura militar, cargada de tintes populistas, en la que él mismo intentó emular a los califas. Así, imitando al gran Abd al-Rahman III, fundó su propia ciudad, llamada Madina al-Zahira, en la parte oriental de Córdoba, y al igual que aquéllos decidió ampliar una vez más la mezquita aljama. Sus grandes victorias sobre los cristianos y sus algaras en el norte de la península hicieron que se le conociese con el apelativo de Almanzor, nombre que viene de la expresión árabe «al-Mansur bi-llah», es decir, ‘el victorioso de Dios’. La gran población que alcanzó la ciudad de Córdoba a finales del siglo X hizo necesario que se iniciase una nueva ampliación del edificio, a pesar de que las obras de al-Hakam II se habían realizado pocas décadas antes. Si hasta ahora lo normal fue derribar siempre el muro de alquibla para ampliar las once naves del templo hacia el sur, esta fórmula ya no era posible ante el desnivel del terreno y la cercanía del lecho del río Guadalquivir, por lo que fue necesario buscar otra solución; afortunadamente gracias a ello la gran obra de al-Hakam II se ha conservado. Almanzor eligió la opción de aumentar el edificio hacia el este, a pesar de encontrarse allí casas y calles. . Las obras de ampliación tuvieron lugar a lo largo de la última década del siglo X y consistieron en añadir ocho naves al este de la sala de oración, en toda su longitud, así como en aumentar en igual anchura el patio. El suelo de las naves de la mezquita, desde la primera hasta la última ampliación, fue simplemente de tierra apisonada y estucada con almagre. Sobre él se colocaban esteras, las cuales cubrían también la parte inferior de los fustes de las columnas; se evitaba así el contacto con el frío mármol. Todo ello responde a una necesidad del culto, puesto que en el desarrollo de la oración los musulmanes se arrodillan en el suelo. El mihrab, en cambio, tenía un solado de mármol, que indicaba también su importancia dentro de la mezquita- El área inmediata a él, la macsura, pudo tener baldosas de


barro (como sucede en la mezquita de Madina al-Zahra, la ciudad palatina cercana a Córdoba), cubiertas seguramente con alfombras, como corresponde al carácter de este ámbito reservado al soberano. El patio de la mezquita tenía losas de pizarra y de caliza de color vinoso, interrumpidas a trechos por los alcorques de los árboles. Bajo él corren canalizaciones de desagüe y hay un gran aljibe que construyó Almanzor en la parte de su ampliación. La fachada oriental de la Mezquita de Córdoba, perteneciente toda ella a la ampliación realizada por Almanzor en la última década del siglo X, es la más majestuosa de todo el edificio por la monumentalidad de sus siete portadas. Ante el mal estado de conservación en que se encontraban fueron restauradas, salvo las dos más meridionales, por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco a principios del siglo XX; intervención que ha sido muy discutida por la crítica moderna ante las grandes zonas que tuvieron que ser rehechas. Todas las portadas presentan una composición muy similar. Se articulan en tres calles, de las que la central es la de mayor anchura y altura. La calles laterales se dividen en tres cuerpos y presentan un vano ciego adintelado en el piso inferior, un arco geminado igualmente ciego en el intermedio, mientras que en el superior hay una ventana provista de una bella celosía cobijada por un arco polilobulado. La calle central es la más monumental y en ella observamos la puerta adintelada de acceso sobre la que carga un gran arco de herradura provisto de su alfiz, y por encima un friso de arquillos ciegos. Remotamente podría señalarse el origen de toda esta composición en el antiguo esquema de la portada de San Sebastián o de San Esteban de la primera etapa de la mezquita, realizada en el siglo VIII. De nuevo debe destacarse la decoración de cada una de las portadas. En ellas vemos la alternancia del ladrillo con zonas de piedra trabajadas con motivos vegetales, así como inscripciones coránicas, decoraciones geométricas, la utilización de preciosas celosías y el juego de diferentes tipos de arcos. Los trabajos de Almanzor, aunque se trata de la etapa más amplia realizada en la mezquita aljama cordobesa, artísticamente no tiene nun valor especial frente a los episodios constructivos anteriores, ya que técnicamente se repite el mismo tipo de arquerías. A diferencia de lo ocurrido en la gran obra de al-Hakam II, tampoco hubo aquí especial cuidado en introducir materiales ricos u otros detalles preciosistas. Almanzor murió en el año 1002 en la población soriana de Medinaceli por las heridas que recibió en la batalla de Calatañazor, según las crónicas cristianas. Tras su desaparición, el Califato de Córdoba quedó sumido en la agonía, lo que permitió que, a partir del año 1031 e incluso antes, los diferentes gobernantes de las provincias se declarasen independientes; esto supuso el final de dos siglos de gobierno omeya en la Península Ibérica y el nacimiento de los denominados reinos de Taifas, entre los que destacaron los de Zaragoza, Sevilla, Toledo, Granada, etcétera.


- Líneas generales de las reformas cristianas tras la conquista de la ciudad en 1236 Aunque Córdoba estuvo en manos cristianas esporádicamente con Alfonso VII, que entró en la ciudad en 1146, será a partir de su reconquista definitiva en 1236, por Fernando III, cuando el edificio inicie su transformación. Su utilización como templo cristiano posibilitó su conservación, la cual se vio favorecida por la sensibilidad que mostró el cabildo por preservar el edificio en ciertos momentos en los que corrió peligro su integridad. San Fernando convirtió la mezquita en catedral, sufriendo diversas alteraciones que acabarán configurando la actual Catedral de Córdoba. Durante toda la Baja Edad Media prevaleció ya convertida en Catedral, adaptándose el culto y la liturgia cristiana a la espacialidad islámica con algunos acomodos. En 1371 fue terminada la Capilla Real de la Mezquita-Catedral de Córdoba, donde estuvieron sepultados los reyes Fernando IV y Alfonso XI hasta que, en 1736, los restos mortales de ambos monarcas fueron trasladados a la iglesia de San Hipólito de Córdoba, donde reposan en la actualidad. La Capilla Mayor fue situada bajo uno de los lucernarios de Alhakén II, en el ámbito rico de la Mezquita del siglo X, pero sin provocar destrucciones arquitectónicas; asimismo, la magnificencia del edificio determinó que el ámbito de mayor esplendor, la Macsura y el Mihrab, no fueran tocados ni destruidos, quedando indeleble su construcción. Sin embargo, con el paso de los siglos la Catedral precisaba mayores acomodos y una mayor dignificación en la Capilla Mayor, realizándose a finales del siglo XV (1489) una capilla cristiana donde estaba la antigua capilla del siglo XIII. Bóveda de la Catedral de Córdoba, la nueva capilla catedralicia (dentro de la antigua mezquita) será promovida por el obispo D. Íñigo Manrique (1486-1496), quien promueve la construcción de una nave con formulación arquitectónica gótica y algunas modificaciones en los accesos, que también prosiguieron los prelados siguientes: Juan Rodríguez de Fonseca (1499-1505.) D. Juan Daza (1505-1510), D. Martín (1510-1516). Sin embargo, la mayor quiebra del edificio islámico se va a producir a lo largo del siglo XVI, pues en medio de la antigua mezquita se levantará una gran nave cristiana bajo los auspicios artísticos y arquitectónicos de los aires renacentistas; esto supuso una ruptura grave para los postulados espaciales islámicos. No en vano la propuesta fue polémica y estuvo sujeta a duros enfrentamientos entre diferentes próceres (a favor y en contra). Finalmente intercedió el emperador Carlos V para que se realizara la obra, aunque más tarde se lamentara, como recogió J. B. Alderete, con la famosa frase habéis destruido lo que era único en el mundo, y habéis puesto en su lugar lo que se puede ver en todas partes. La obra se comenzó en 1523 por iniciativa del obispo D. Alonso Manrique (1518-1523, hijo del gran comendador de la Orden de Santiago), que supo atraer hacia Córdoba los principios planimétricos de las catedrales castellanas, pues había sido obispo de Badajoz y Salamanca. La nueva nave de la Catedral de Córdoba estuvo al cargo del arquitecto Hernán Ruiz, el Viejo, que aunque desarrolla sus primeras actuaciones bajo postulados góticos con ciertos arcaísmos, también es verdad que muestra ya claramente los postulados del Renacimiento.


Su hijo Hernán Ruiz el Joven, el gran arquitecto de la saga de los Ruiz, manifiesta ya claramente la formulación clasicista en la nueva nave, que hará evolucionar el estilo, y es el artífice de las más notables magnificencias de esta nave. También de muchas de las capillas y rejería. Después de cien años de obras la nueva nave de la Catedral serán concluida con principios estéticos manieristas, como puede verse en la cúpula del crucero del maestro Juan de Ochoa, o la formulación de la bóveda con lunetos del Coro que anuncia los prolegómenos del arte barroco, donde los criterios estéticos ya van claramente por otros derroteros a los del Renacimiento (yeserías, luces y sombras, escenografías, etc.). Tras esta gran reforma del siglo XVI, la antigua mezquita solamente recibirá aditamentos menores y complementos de liturgia. A pesar de los avatares de la Historia, la antigua mezquita pervive en su esencia islámica, con la singularidad de los elementos básicos. No obstante, superado el empeño decimonónico por subrayar el elemento islámico, se trata de un híbrido arquitectónico que sintetiza una buena parte de los valores artísticos de Oriente y Occidente. Desde esa perspectiva, la Mezquita-Catedral representa una síntesis de los vaivenes de la historia de España.

CENTRO HISTÓRICO Córdoba cuenta con 3 títulos de Patrimonio de la Humanidad concedidos por la Unesco: además de la Mezquita Catedral (1984), también recibió el mismo distintivo por su centro histórico (1994) y la Fiesta de Los Patios (2012). Además, como el resto de España, disfruta del título de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad concedido también al Flamenco (2010) y a la Dieta Mediterránea (2010). El poblamiento de Córdoba se remonta a la Edad del Bronce, si bien la fundación de la ciudad tiene lugar a mediados del siglo II a. C. por el pretor Claudio Marcelo, convirtiéndose en capital de la Hispania Ulterior y más tarde de la Bética, llegando a tomar el título de Colonia Patricia, lo que pone de manifiesto la prosperidad y prestigio de que ya entonces gozaba. Tras la caída del Imperio Romano de Occidente, la ciudad cayó bajo poder del Imperio Bizantino hasta que fue conquistada en el año 572 por el rey visigodo Leovigildo. Hacia finales del siglo VII, las luchas civiles y las intrigas políticas debilitaron el poder visigodo, lo que facilitó la


penetración de los musulmanes en la península en el año 711 y la rápida conquista del país, que permanecería bajo la dependencia del Emirato de Damasco. En el año 717 Córdoba se convirtió por sus características geográficas y sus posibilidades estratégicas en capital de alÁndalus; en 756 el príncipe omeya Abd al-Rahman I logra erigirse con el poder en al-Ándalus y establece el Emirato Independiente de Córdoba; en 929 Abd al-Rahman III proclama el Califato de Córdoba. La ciudad alcanza entonces el cenit de su esplendor. Tras la caída del Califato, ya a principios del siglo XI, Córdoba entra en decadencia política, aunque no cultural. En 1236, el rey Fernando III de Castilla conquista la ciudad, que jugaría desde entonces un papel trascendental en las luchas contra Granada y se convertiría por ello en residencia habitual de los reyes de Castilla. En el siglo XVII Córdoba se sumerge en una profunda crisis que incide negativamente en el desarrollo de la ciudad. En el siglo XVIII se asistirá a una recuperación y cobrará impulso la renovación urbana, si bien en la segunda mitad de esta centuria se llevarán a cabo algunas actuaciones negativas, como la ruptura de la muralla medieval, que vaticinan la vocación destructiva del siglo XIX. El notable crecimiento demográfico del siglo XX potenció el nacimiento de nuevos barrios, que a partir de la segunda década del siglo han ido rodeando la ciudad. Dentro de los límites de la declaración Unesco se encuentran vestigios que atestiguan el esplendor de Córdoba en determinados períodos históricos: del legado romano puede apreciarse el puente sobre el Guadalquivir, de época de Augusto; los mosaicos del Alcázar; las columnas del Templo de Claudio Marcelo (siglo I), así como varios lienzos de muralla. Al Islam cordobés (s. VIII – s. XIII) corresponde la Mezquita Mayor, en la que están representadas las distintas etapas del gobierno islámico de la ciudad, capital de Al-Andalus durante el Emirato y el Califato. El barrio de la Judería es testimonio de la cultura judía presente en la ciudad en época medieval. De la Edad Media cristiana datan dos construcciones clave: el Alcázar de los Reyes Cristianos y la Calahorra. De la Edad Moderna se puede resaltar la adición renacentista a la Mezquita, que supuso la reafirmación de ésta en su papel de Catedral cristiana. El Puente romano se encuentra situado sobre el río Guadalquivir , une el Campo de la Verdad con la ciudad por el Barrio de la Catedral . También conocido como " Puente Viejo " es el único puente que ha mantenido la ciudad en 20 siglos. Construido a principios del siglo I d.C., durante la época de dominación romana en Córdoba, sobre el río Guadalquivir , tiene una longitud de unos 331 metros y está compuesto por 16 arcos de los 17 que había originalmente. Fue un importante medio de entrada a la ciudad desde la zona sur de la península Ibérica por ser el único punto para cruzar el rio sin utilizar ningún tipo de embarcación. Probablemente la Vía Augusta que iba desde Roma hasta Cádiz pasaba por él. En el puente se encuentra la escultura de San Rafael del Puente Romano que data de 1651 y obra del escultor Bernabé Gómez del Río.


Debido a las continuas reformas que se han venido llevando a cabo en el Puente Romano durante los años de historia del puente, se desconocen muchos de los elementos ornamentales que se tuvieron a lo largo de la historia. Sin embargo, sí es posible detallar algunos de los elementos existentes desde el siglo XIX y siglo XX : estatua de San Rafael, pretil, bancos, hornacina de los Patrones de la ciudad .

Para defender la cabecera del puente romano edificado por Octavio Augusto sobre el Guadalquivir, los árabes levantaron un castillo que constaba de dos torres unidas por un arco que permitía el acceso a la ciudad. Una de ellas fue la Torre Fortaleza de la Calahorra. Su aspecto actual, tras sucesivas y continuas modificaciones, data del año 1369, cuando Enrique II de Trastámara la mandó reconstruir para defenderse de los ataques de su hermano Pedro I. La torre fue restaurada en el año 1954, y en el mismo año fue cedida al Instituto para el Diálogo de las Culturas. Se encuentra en excelente estado de conservación. El Palacio Episcopal fue edificado sobre el antiguo alcázar califal. De éste aún perviven los baños califales en el Campo Santo de los Mártires además de la muralla que delimitaba el conjunto, incorporándose los torreones a la actual fachada renacentista. Tras la conquista cristiana en 1236, Fernando III donó el edificio a Lope de Fitero, nuevo obispo de Córdoba. Desde entonces ha sido sede del Obispado de Córdoba. A mediados de los años ochenta parte de este complejo se convierte en Museo Diocesano. La primera reforma importante del palacio se realiza en el siglo XV, con una construcción de estilo gótico ojival. En 1745, sufrió un gran incendio que hizo que durante ese siglo y el siguiente, se le añadieron otras dependencias como la fachada en la plaza del Campo de los Santos Mártires del siglo XVII, así como patio del XVIII.


La planta baja de este gran edificio es en parte lóbrega y está ocupada por oficinas y habitaciones de los dependientes. En cambio la alta es magnífica; tiene hermosísimas habitaciones, siendo muy de notar el salón de los Retratos y el del Apostolado.Al final de estos salones hay una bonita escalera para ir al jardín, y más allá una extensa galería con barandales a éste y un balcón frente al seminario. El jardín es muy lindo, con bonitas y bien surtidas fuentes. En el primer patio, cerca de la escalelera, está la capilla, de medianas dimensiones y tres altares. Su adorno es en general de muy mal gusto. Desde que el Alcázar de los Reyes fue entregado a la Inquisición para su establecimiento en Córdoba, todos los reyes que han venido a esta ciudad se han hospedado en el palacio de los Obispos, preparado al efecto, exceptuando a don Alfonso XII, que lo ha hecho en el de los señores condes de Torres Cabrera, y en uno de aquellos salones fue donde los Reyes Católicos pusieron en libertad al Rey Chico de Granada después de caer prisionero cerca de Lucena. En el Campo Santo de los Mártires en 1903 se hallaron los restos de los Baños Califales, que meses más tarde fueron soterrados. Entre 1961 y 1964, un grupo de historiadores cordobeses sacó a la luz dicha construcción, dejando constancia de la gran envergadura de la misma. Estos baños o hammam, contiguos al desaparecido Alcázar omeya, al cual con toda seguridad pertenecían, posiblemente fueran los más importantes de la ciudad. Las abluciones y limpieza corporal constituían una parte esencial en la vida del musulmán. Eran preceptivos de la oración, además de constituir un rito social. Realizados bajo el califato de Alhakén II para el disfrute del califa y de su corte, forman un conjunto de estancias con muros de sillería. Replican el orden heredado de las termas romanas de salas frías, templadas y calientes, en diferentes estancias cerradas con bóvedas (donde aparecen los característicos lucernarios de estrella), soportadas por arcos ultra semicirculares sobre capiteles y columnas de mármol. Durante los siglos XI al XIII, fueron reutilizados por almorávides y almohades; prueba de ello son las yeserías talladas con motivos de ataurique y franjas epigráficas de la época que se guardan en el Museo Arqueológico de Córdoba. Al sur del Campo Santo de los Mártires, flanqueada por sus torres del Homenaje y de los Leones, se extiende la almenada muralla del Alcázar de los Reyes Cristianos, “el monumento más sobresaliente de la arquitectura militar” que conserva Córdoba. Tras la conquista castellana de la ciudad el solar ocupado por el antiguo Bonifacio IV fue repartido entre el rey Fernando III, el obispo, algunos nobles y la orden de


Calatrava. Fue decidida su fortificación entre el año 1328 y 1329, por el rey castellano, Alfonso XI, sobre construcciones anteriores (el Alcázar andalusí, antes residencia del Gobernador Romano y la Aduana, ubicada en uno de los márgenes del río Guadalquivir). Alojamiento de reyes en sus estancias de Córdoba, los Reyes Católicos pasaron más de ocho años en la fortaleza, dirigiendo desde la misma, la campaña contra el Reino de Granada. En estas mismas dependencias (Torre del Homenaje), Cristóbal Colón solicitó fondos para su aventura marítima en el año 1486, así como vieron nacimiento uno de sus hijos, la infanta doña María, futura reina de Portugal.3 Tras la campaña de Granada y la finalización de las campañas contra los musulmanes en España, los Reyes Católicos cedieron el inmueble a las autoridades eclesiásticas, las cuales lo convirtieron en Tribunal del Santo Oficio, perdiendo entonces su carácter palaciego. En 1812, y tras la abolición por parte de las Cortes Constituyentes de Cádiz del Tribunal de la Inquisición, se convirtió en cárcel civil hasta que en el año 1931, se destinó a instalaciones militares, los cuales lo cedieron en el año 1955 al Ayuntamiento de Córdoba. El conjunto arquitectónico de tiene un carácter sobrio en su exterior y espléndido en su interior, con los magníficos jardines y patios que mantienen una inspiración mudéjar. Se encuentra rematado por cuatro torres (Paloma, Leones, Homenaje e Inquisición), dando al edificio una forma casi cuadrada. La sala principal del edificio (antigua capilla de la Inquisición), construida en el siglo XVIII, se denomina "Salón de los Mosaicos", ya que en ella se pueden admirar los impresionantes mosaicos encontrados a finales de los años 50 en la plaza de la Corredera y que formaban parte del circo romano, así como un sarcófago romano del siglo III. En una sala contigua al Salón de los Mosaicos se expone el Coro Capitular del s. XVII, perteneciente al antiguo Cabildo. En la planta interior se encuentran las termas o salas dedicadas a los baños del rey. De tradición árabe, posiblemente fueron contemporáneos a Alfonso XI. Se conserva parte del pavimento original con grandes losas de mármol. La antigua Huerta del Alcázar se ha transformado en una impresionante superficie de aproximadamente 55.000m² de magníficos jardines con especies como palmeras, cipreses, naranjos y limoneros, que rodean a unos elegantes fuentes y estanques creando un espacio único y representativo de la cultura cordobesa. Los jardines están protegidos por el P.G.O.U. de 1986 con categoría 2B. La Sinagoga de Córdoba es un templo hebreo localizado en la calle Judíos de la judería de la ciudad de Córdoba Es la única sinagoga existente en Andalucía y una de las únicas tres


que se conservan en España de esa época, junto a la Sinagoga del Tránsito y la de Santa María la Blanca. Este templo fue construido en el año 1315 (5075 del calendario judío) por el alarife Isaq Moheb, según reza la inscripción fundacional que se conserva en el interior. Consta de un patio al que se accede desde la calle y que da paso a un vestíbulo seguido de la sala de oración. Del lado oriental del vestíbulo arranca la escalera que lleva hasta la galería para las mujeres; dicha galería se conecta con la sala de oración mediante tres balcones decorados con arquillos polilobulados. La sala de oración es de planta casi cuadrada con 6,95x6,37 m;6 tiene cubierta de artesonado y alcanza una altura de más de 6 metros; en su lado oriental se abre el hejal o tabernáculo, espacio reservado para la Torá y coronado con arco de grandes lóbulos, enmarcado en un alfiz; alrededor se dispone decoración de lacería. El lado opuesto al tabernáculo presenta un pequeño nicho con arco polilobulado y apuntado, donde estuvo el retablo de Santa Quiteria.La decoración en yeso, con motivos mudéjares, se ha perdido hasta unos dos metros de altura, dejando a la vista el ladrillo de su fábrica. La puerta de Almodóvar es una puerta de origen árabe, llamada originalmente Bab alChawz (Puerta del Nogal) o Puerta de Badajoz, constituyendo una de las puertas de entrada del lienzo oeste de la muralla y una de las tres únicas puertas que se conservan hoy en día del recinto medieval de Córdoba, en Andalucía, España. La puerta actual, construida en el siglo XIV sobre la puerta árabe, consta de dos torreones prismáticos unidos a manera de puente por un arco algo apuntado, que desarrolla bóveda de cañón de elevada altura. Dicho arco, que se halla enmarcado por un recuadro ligeramente en resalto, fue cegado a comienzos del siglo XIX por un muro en el que se abrió una puerta adintelada. La fábrica del monumento es sillería con añadidos de sillarejo y ladrillo. En la base del antepecho se aprecia un grueso listel resaltado y en su remate conserva almenado completo y adarve. El hospital de San Sebastián es un edificio del siglo XVI situado en la calle Torrijos de Córdoba, justo enfrente de la fachada occidental de la Mezquita de Córdoba. Fue construido entre 1512 y 1516 por obra del arquitecto Hernán Ruiz I. Desde su fundación hasta 1724, fecha en la que se construye el Hospital del Cardenal Salazar, fue el mayor hospital con el que constó la ciudad. A partir de 1980, tras un abandono de casi 20 años, fue aprovechado como Palacio de Congresos y Exposiciones, actividad que se mantiene hasta la actualidad.


El núcleo principal del edificio lo constituyen el claustro de arquitectura mudéjar y la capilla de estilo gótico-flamígero rica en decoración plateresca y obra de Hernán Ruiz I, quien también realizó la fachada en 1514. Sus muros son de piedra y columnas de ladrillo con arcos peraltados en planta baja y rebajados en planta alta. La organización del mismo se realiza en torno a los patios.

LA FIESTA DE LOS PATIOS A principios del mes de mayo, y en un espacio de doce días, tiene lugar en Córdoba la fiesta de los patios. Las casas de patio son viviendas colectivas habitadas por varias familias, o grupos de viviendas individuales, que poseen un patio en común y están situadas en el barrio viejo de la ciudad. Los patios están ornamentados con un sinnúmero de plantas de múltiples variedades cuidadosa y atractivamente dispuestas. La fiesta comprende dos acontecimientos principales: el Concurso de Patios y la Fiesta de los Patios de Córdoba. En el concurso se otorgan diversas categorías de premios en función de la ornamentación vegetal y floral de los patios, rejas y balcones. Los patios participantes en el concurso están abiertos al público durante toda la fiesta. Ésta consiste en espectáculos, organizados principalmente en los patios más grandes, donde se interpretan canciones y músicas populares cordobesas, en particular cantes y bailes flamencos. Los vecinos, junto con sus familias y amigos, se agrupan para ornamentar los patios, que se convierten en lugares de esparcimiento y celebraciones colectivas en las que todos comen y beben juntos. La Fiesta de los Patios de Córdoba promueve la función del patio como lugar de encuentro intercultural y fomenta un modo de vida colectivo sostenible, basado en el establecimiento de vínculos sociales sólidos y de redes de solidaridad e intercambios entre vecinos, estimulando al mismo tiempo la adquisición de conocimientos y el respeto por la naturaleza.


JAÉN: CONJUNTO MONUMENTAL DE ÚBEDA Y BAEZA

Los núcleos de Úbeda y Baeza constituyen extraordinarios ejemplos tempranos de la arquitectura cívica y la planificación urbana renacentista de inicios del siglo XVI. Las dos pequeñas ciudades andaluzas, a 10 Km una de otra, se encuentran en una zona limítrofe con Castilla. Ser la frontera entre estas regiones les ha dado un carácter con acusados contrastes, lo que se refleja en el trazado urbano que es de origen árabe andaluz con influencia septentrional. Ambas ciudades prosperaron temporalmente en el siglo XVI y se han mantenido hasta la actualidad. Las funciones urbanas de las dos ciudades están repartidas de modo tal que los edificios públicos, eclesiásticos y educativos de Baeza se complementan con los aristocráticos y palaciegos de Úbeda para conformar un esquema urbano de alta calidad arquitectónica. La morfología urbana de las dos pequeñas ciudades de Úbeda y Baeza se remonta al siglo IX árabe y la Reconquista en el siglo XIII. Un acontecimiento importante tuvo lugar en el siglo XVI, cuando las ciudades fueron objeto de actualización a lo largo de las líneas del Renacimiento emergente. Estas transformaciones urbanísticas fue parte de la introducción en España de las ideas humanistas procedentes de Italia, que pasó a tener una gran influencia en la arquitectura de América Latina. En general Baeza se asemeja a Úbeda, por su crecimiento urbano espontáneo y sus estrechas calles sinuosas. Los edificios más representativos de Baeza están situados en un eje que parte de la plaza de Santa maría, sigue por la empinada cuesta de san Felipe hasta llegar a la puerta de Cañuelo.

ÚBEDA

La leyenda dice que Úbeda fue fundada por Tubal, un descendiente de Noé. Del mítico torreón del Rey Ibiut derivaría el nombre de la ciudad. Si nos restringimos a la arqueología, los primeros asentamientos en Úbeda se remontan a la Edad del Cobre, en el actual Cerro del Alcázar. De hecho, las últimas investigaciones arqueológicas han arrojado seis mil años de antigüedad; Úbeda es la “ciudad más vieja de Europa occidental”. Lo asegura el equipo dirigido por el catedrático Francisco Nocete a la luz de los resultados que han arrojado 35 dataciones de Carbono 14 en el yacimiento de las Eras del Alcázar. Existen restos argáricos, oretanos, visigodos y tardorromanos, en el solar actual donde se asienta. A su vez había con anterioridad un importante oppida ibero de población autóctono, llamado Iltiraka en lengua íbera, y después dependiente de la Colonia romana de Salaria, es conocido como Úbeda la Vieja (ó Ubeda Vethula), estando situado frente a la desembocadura del río Jandulilla en el Guadalquivir. En busca de intercambios llegan a Úbeda los griegos y más tarde los cartagineses con propósitos imperialistas, siendo vencidos por los romanos tras largas guerras.


Bajo el imperio romano, a partir de la Batalla de Ilipa en 206, la antigua ciudad-estado íbera se romaniza, ya sería conocida como La Betula (Baetula), siendo el centro de numerosa población diseminada. En tiempos de godos, los vándalos destruyeron la región al completo y sus moradores pasaron a concentrarse al sitio que hoy conocemos, llamado de Bétula Nova, por motivos más bien ignorados. La ciudad como entidad con una cierta importancia reaparece con la llegada de los árabes, en particular con Abderramán II, quien la refunda con el nombre de Ubbada o Ubbadat Al-Arab (Úbeda "de los árabes"), con la intención de controlar desde aquí a los revueltos mozárabes de Baeza. En el siglo XI es objeto de disputa entre los reinos de taifa de Almería, Granada, Toledo y Sevilla, hasta su conquista por los almorávides. Como ciudad musulmana, se rodeó de más murallas defensivas y se convirtió en una de las ciudades de mayor importancia de Al-Andalus, debido a su artesanía y comercio. Así llegó a convertirse en un rico e importante bastión que poseer. Durante el año 1091 el rey de Toledo, Al-Amún, lucha contra la rebelión interna de los moros andalusíes siendo Úbeda rendida por la fuerza a manos de Alfonso VI. Reconquistada y devastada por Alfonso VIII tras la batalla de las Navas de Tolosa, o Batalla de Úbeda, es perdida al poco tiempo. Entretanto la ciudad es saqueada y arrasada en varias ocasiones más, siendo definitivamente su población masacrada por los cruzados en la batalla de 1212. En el año 1233, Úbeda es definitivamente conquistada por Fernando III de Castilla tras largo asedio, convirtiéndose en ciudad realenga y titular de un arciprestazgo. Un hecho destacable es que la toma de Úbeda se realizó mediante capitulación, evitando una nueva matanza y posibilitando la coexistencia de distintas etnias que formaban una población de varias culturas (árabe, judía y cristiana). Durante más de dos siglos la ciudad participa activamente en la lucha contra los musulmanes, gozando de amplia autonomía en su gobierno local. Durante casi tres siglos fue población fronteriza, primero de avanzada y luego muy cercana a la frontera entre los reinos de Granada y Castilla. Así llegó a ser una de las cuatro "ciudades mayores de la reconquista de Andalucía". Este cúmulo de factores (situación geográfica y consiguiente dominio de vías de comunicación, su extensa y rica jurisdicción, gran alfoz y presencia de una nobleza cada vez más poderosa) sentó las bases a lo largo de los siglos XIV y XV del esplendor de la Úbeda del siglo XVI. La paz y el desarrollo económico llevan consigo un aumento demográfico, alcanzando la ciudad una población de 18.000 habitantes, siendo una de las más populosas de toda España. Los siglos XVII y XVIII son de decadencia para la ciudad, inmersa en la crisis general de España, que ve como su pasado esplendor se apaga. La falta de una política proteccionista para la artesanía, las importaciones de la lana de Burgos, la subida de los precios por las malas cosechas, la injusta presión fiscal para las guerras, la corrupción, el poder del Clero,... Todo ello va descapitalizando a la ciudad, agudizando las diferencias sociales e incrementando la miseria


de la mayoría. En suma, la ciudad no vuelve a recuperarse hasta finales del siglo XIX; es cuando comenzó a experimentar un pequeño resurgir con la mejora en avances técnicos, que llegan con retraso a la ciudad, que sigue siendo un medio rural no afectado apenas por la revolución industrial y cada vez más alejado de los centros de poder. A finales del XIX la pequeña burguesía con algunos terratenientes ubetenses hacen renacer la actividad en la ciudad gracias a la agricultura y la industria. Durante los años 20 del siglo XX, la retórica regeneracionista, cuya ambiciosa idea era lanzar a Úbeda a un nuevo Renacimiento, pone en práctica numerosos proyectos de reformas y mejoras en la ciudad. Durante los años 60 y 70, la industria local tiene un fuerte repunte gracias al tirón desarrollista, pero insuficiente para absorber el fuerte incremento de población, avocada a la emigración. Lentamente, la que fue la Florencia de la Alta Andalucía, va a ir alcanzando el lugar actual como referente provincial, cabecera de la comarca y como un centro de industria y servicios a nivel regional de importancia creciente. El 3 de julio de 2003 es nombrada, junto con su vecina Baeza, Patrimonio de la Humanidad.

- Estructura del conjunto renacentista de Úbeda. La ciudad cuenta con 48 monumentos notables, y más de otro centenar de edificios de interés, casi todos ellos de estilo renacentista, en equilibrio perfecto con volúmenes árabes, góticos o barrocos. Su forma es casi cuadrada, con el Alcázar en la esquina sur-este, que permaneció sin uso específico. A partir de aquí las calles se extienden hacia las puertas de la ciudad. El enfoque medieval de la ciudad era la mezquita, convertida en la iglesia catedral, y el mercado en el centro de la zona urbana. Todavía hay varias iglesias y conventos medievales, construido en estilo gótico-mudéjar. La renovación del 16 al siglo 19 se debió a una mejor economía. De esta época los edificios históricos más importantes se encuentran el Palacio de Francisco de los Cobos, diseñada por Luis de Vega (hoy en uso municipal); capilla funeraria de El Salvador del Mundo, Palacio de Vázquez de Molina, Hospital de Viejos honrados, Palacio de los Dean Ortega (ahora un hotel de turistas); Pósito (ahora una estación de policía), el palacio del Marqués de Mancera (ahora un convento), Cárcel del Obispo (Cárcel del Obispo, a finales del siglo 16, ahora un tribunal de justicia), y la Iglesia de Santa María.

CONJUNTO MONUMENTAL Plaza Vázquez de Molina. Constituye uno de los mejores ejemplos de urbanismo renacentista que existen en España. La plaza se encuentra configurada como la unión de varios espacios que le dan un conjunto trapezoidal. La idea referencia, no obstante, la establece la Sacra Capilla de El Salvador del Mundo, el mayor mausoleo civil construido en España. Antiguamente se la conocía como Llano de Santa María y como Paseo de Santa María en el siglo XIX.


Los edificios que podemos encontrar en la plaza son: - Palacio del Deán Ortega Declarado Bien de Interés Cultural (BIC), Inmueble de gran pureza renacentista y soberbia traza clásica, es atribuido a Andrés de Vandelvira, consta de un patio con finas columnas de mixtura renacentista-nazarí. Actualmente funciona como Parador de Turismo "Condestable Dávalos", uno de los más antiguos de la red de Paradores. - Ruinas del Palacio de don Rodrigo Orozco Recientemente localizado en uno de los costados de la plaza en línea con el Palacio de Mancera, se situaría enfrente del Palacio del Deán Ortega, y se asentaría sobre la muralla del Alcázar. Presentaría dos pisos de altura, y estaría precedido por una amplia escalinata. Hoy se está a la espera de su definitiva excavación arqueológica y posterior puesta en valor del lugar. - Palacio Vázquez de Molina El Palacio Vázquez de Molina, también conocido como Palacio de las Cadenas, es un Monumento Nacional, que actualmente constituye la sede del Ayuntamiento. Atribuido, también a Vandelvira. Tiene unas cadenas que delimitan la lonja de la parte delantera, y a las que quizás se deba su nombre. De estilo renacentista, tiene tres cuerpos clásicos en la amplia fachada, en los que destaca el superior, decorado con atlantes y cariátides, y el gran alero, sujetado por dos esbeltas linternas. Son destacables los frescos de estilo italiano que se encontraban en la mayor parte de las estancias. - Palacio del Marqués de Mancera Construido en el siglo XVI por los hermanos Lope y Antonio Molina Valenzuela. Presenta una única fachada orientada a poniente, dividida en dos pisos y rematada en torre, conocida como Torre del Tesorero, en la que destaca un relieve que presenta a Jesús Niño abrazando la cruz entre angelotes sobre calaveras. - Antiguo Pósito Edificio del siglo XVII, realizado por el concejo para guardar grano.


- Cárcel del Obispo Exclusivamente para penas canónicas, actualmente, y tras una perfecta restauración, se utiliza como sede de los Juzgados de Úbeda. En dichas obras de adaptación para Palacio de Justicia han aparecido restos de una necrópolis argárica. - Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares

Declarada monumento nacional, fue edificada sobre los restos de la mezquita mayor. Obra muy ecléctica y singular. En la fachada el motivo central es la Adoración de los Pastores; la portada está enmarcada por dos espadañas. Gravemente dañada en la Guerra Civil. Permaneció cerrada desde 1983 por obras de restauración hasta 2011. - Sacra Capilla del Salvador Monumento nacional y foco de irradiación de todo el conjunto. Es el panteón del palacio de don Francisco de los Cobos y fue mandada construir por él. Destaca como icono de la ciudad. Su torre está rematada en forma de cebolla, al estilo centroeuropeo. Formó un conjunto con el palacio, la universidad y el hospital. Es un templo funerario. Tiene una trabajada y muy detallista portada plateresca con la Transfiguración, y escenas de la mitología. Es la fachada más bonita de toda la plaza y el color de la piedra caliza. - Paseo del Mercado Desde la Plaza Vázquez de Molina, por la calle Juan Ruiz González, podemos subir hasta la Plaza del Mercado, que era la principal de la Úbeda medieval. La preside el marmóreo monumento a San Juan de la Cruz. En el lateral de este edificio se encuentra la portada de la extinta iglesia de San Andrés donde se encuentran dos edificios notables: - La Iglesia de San Pablo: Ésta iglesia de cimientos milenarios, de las más bonitas de Úbeda, tuvo el gran privilegio de acoger el Concejo de Úbeda.


- El Palacio del Concejo, o Ayuntamiento Viejo: actual Conservatorio, se atribuye a Francisco del Castillo, con su doble arcada italiana. - Palacio Vela de los Cobos Fue la emblemática residencia de D. Francisco Vela de los Cobos, Regidor de Ubeda y Capitán de Caballería que luchó contra los moriscos en Granada. - Palacio del conde de Guadiana Por Palacio y torre de Alicún fue conocida esta mansión señorial hasta que don Juan Luis de la Cueva y Piédrola, II conde de Guadiana, entra en posesión del inmueble. Situado en la calle Real, manierista, con torre de cuatro plantas con balcones en esquina. - Iglesia de San Pedro En origen románica pero con añadidos renacentistas, como la portada. - Iglesia de San Lorenzo O San Llorente, como se conocía en época medieval. Llamativa espadaña enfoscada de yedra. Es renacentista. - Palacio de los Cobos Atribuido a Luis de la Vega, con una sobria portada sorprendentemente sencilla (de hecho se conservan las marcas de los canteros, que habitualmente se borraban), forma parte de la zona Patrimonio de la Humanidad. Sufrió un saqueo e incendio en el siglo XIX, que lo dejó inhabitable y con el que perecerían la mayoría de la ingente colección de arte que atesoraba su interior. El patio y la huerta del Palacio de los Cobos se erige sobre un antiguo cementerio hebreo. - Palacio del Marqués de la Rambla Se erigió adosado a un lienzo de la antigua muralla junto a la desaparecida Puerta de la Calancha. - El Alcázar Sólo quedan los importantes restos arqueológicos y prehistóricos en su solar. El alcázar, formaba un segundo recinto amurallado interior, siendo más bien una ciudadela, barrio aristocrático y militar, donde se albergaban los caballeros y escuderos encargados de la defensa militar. A juzgar por los testimonios escritos, este alcázar era fortísimo, lo flanqueaban numerosas torres a distancia de 20 pasos de una a otra, incluyendo la mítica torre ciclópea de Ibiut, siendo la más elevada la del Homenaje. En su recinto estuvo emplazada por un tiempo la judería, en la parte trasera de Santa María y la actual Plaza de Carvajal.


La Muralla La Muralla de Úbeda está declarada Monumento Nacional. Propia de la importancia estratégico-defensiva que adquirió, su amurallamiento fue impresionante, como aún hoy se puede apreciar. Además de su función milenaria como bastión de defensa, después se usó como aduana frente a arrieros y comerciantes y control de las pestes. Destacan tres de sus antiguas puertas y bastantes torres. Las puertas principales que se conservan son la del Losal, mudéjar del siglo XIV; la de Granada y la de Santa Lucía (supuestamente la puerta de Ibiut), de las que en 1855 se derribó la barbacana, que aún se aprecia bajo San Lorenzo. En cuanto a las torres, hay que destacar:  La Torre de las Arcas: de forma octogonal donde se guardaba la tesorería del Concejo municipal.  La Torre del Reloj: su sombra marca simbólicamente el centro de Úbeda, en la Plaza Vieja, coge el fresco ante el cual Carlos I juró los fueros, y las campanas municipales, con un bello templete superior de estilo Renacimiento. - Paseo de ronda y miradores La parte sur de la muralla, se divide en el Paseo Alto y el Paseo Bajo, constituye en gran parte un bello paseo. La redonda de Miradores, fue en el pasado uno de los paseos más transitados, plantado de grandes árboles y dotado de asientos de piedra de cantería labrada. - Paseo del saltadero


Es la continuación del Paseo Bajo, del que queda separado por la plazuela de la Puerta Graná. Antes de edificar delante de la muralla que se deslizaba de la calle Cava, tenía una longitud considerable. También estaba plantado de árboles y asientos. Se le llegó a llamar el Paseo de Invierno, ya que hostigado del Cierzo, el sol ampara a sus viandantes. Extramuros - Iglesia de San Nicolás Monumento Nacional, una bella iglesia gótica. Tiene dos portadas, una gótica y otra renacentista, obra de Andrés de Vandelvira. En su interior está la capilla del Deán con portada plateresca. - Hospital de Santiago Monumento Nacional. Obra culminante de Andrés de Vandelvira. Flanqueado por cuatro altas torres, son especialmente interesantes la capilla, con pinturas de Pedro de Raxis y Gabriel Rosales, la escalera, la sacristía y la antesacristía, los patios laterales y el gran patio central de columnas genovesas de mármol blanco pulidas en Carrara. - Iglesia de San Isidoro Fue una fortaleza o fuerte árabe, para defender la muralla por el Oeste. Con portadas góticas, el interior fue un arreglo renacentista de Alonso Barba, discípulo de Vandelvira. Destaca especialmente el monumental crucero. En el lugar que ocupa la espadaña había una torre que fue la más esbelta de la ciudad. Fuera del casco urbano - Puente Ariza Sobre el río Guadalimar, diseñado por Andrés de Vandelvira, aún visible y posiblemente condenado a desaparecer bajo el pantano de Giribaile. - Salaria -Zona Arqueológica de "Úbeda la Vieja" Con numerosos restos ibero-romanos y anteriores, en particular un fragmento de muro del siglo IV y restos ciclópeos. Aún sin excavar.


BAEZA

Se puede hablar de una "prehistoria" relevante en Baeza por los muchos yacimientos arqueológicos que hay catalogados. Aunque hasta la Edad del Cobre, a mediados del III Milenio, no aparecen según los muestreos ciertos grupos humanos de entidad significativa. La primera ocupación conocida de Baeza y sus alrededores fue en el Arroyo de los Caballeros. Pudo ser un campamento al aire libre perteneciente a un momento del Paleolítico Medio coincidente con la época de los neandertales. La expansión demográfica se dejó sentir primero durante el Neolítico Final en sitios como el Cerro del Tosco que como los Horneros se sitúa al sur del río Guadalquivir y después con la Edad del Cobre, en los asentamientos del Cortijo de Gil de Olid en Puente del Obispo. A partir de la época romana empezó el declive del Gil de Olid y paralelamente Baeza empezó su crecimiento y desarrollo romano. En el 203 después de Cristo Baeza era una típica ciudad romana y los vivatienses se sentían ciudadanos del Imperio. La ciudad romana de Viatia fue adquiriendo paulatinamente importancia durante el periodo visigodo como lo prueba el hecho de que a lo largo del siglo VII se trasladasen a ella la ceca, es decir la "fábrica de moneda". Durante los primeros siglos islámicos (VIII y IX) apenas hay noticias de ella, aunque se sabe que mantuvo su obispo al menos hasta mediados del siglo IX, momento en que se menciona a Saro, el cual apoyó al abad Sansón en su enfrentamiento con Hostégesis, obispo de Málaga. Puesto que este último era uno de los más firmes partidarios de la cola-boración con los emires de Córdoba, es posible que esa actitud del obispo baezano significase la oposición al poder de la comunidad cristiana de la ciudad. Este pudo ser el motivo por el que Abd al-Rahman II fundó Úbeda, poblada por árabes, para controlar la zona oriental de Jaén. Por lo que se refiere a su tamaño y urbanismo, desde sus orígenes la ciudad debió limitarse al cerro del Alcázar, aunque en los siglos IX y X se produci-ría un lento crecimiento de población, que se concretaría en la aparición de barrios extramuros. Los siglos XIV y XV serán de esplendor, aunque en varias ocasiones los nobles intentaran arrebatar a la ciudad parte de sus términos para convertirlos en señoríos. Esta nobleza se organizara con frecuencia en bandos que se enfren-tarán violentamente por el poder en el seno de la ciudad. Los enfrentamientos terminaran a finales del siglo XV, con la enérgica intervención de los reyes, que someterán a la nobleza. Por ello en el siglo XVI las rentas de la ciudad se emplearan en la construcción de edificios públicos. A lo largo del siglo XVI Baeza casi duplicó su población. Baeza vio entrar en el 1810 a las tropas francesas. En el verano de 1812 se retiraron los franceses. Pese al incremento de la producción agrícola a lo largo del siglo XIX la situación del conjunto de la población no mejoró sustancialmente. La incidencia de la mortalidad


catastrófica siguió azotando a una población que en muchas ocasiones no encontró otra salida que la emigración hacia Jaén o Linares, de tal manera que el crecimiento demográfico de Baeza se mantuvo durante todo el XIX en cotas bastante discretas. Hasta las primeras décadas del siglo XX la concepción patrimonial del poder local por parte de las principales familias biacense y la mecánica turnista del sistema político no se alteraría en Baeza. La profunda incidencia social de la crisis agraria finisecular y la progresiva organización de sindicatos y partidos de clase propiciarían los primeros indicios de que el orden liberal decimonónico chocaba con una realidad histórica definida por una aguda crisis social y política. Desde los años 80 con el surgimiento de una organización anarquista en Baeza una sección de la Federación de Trabajadores de la Región Española se rastreaban signos de un nuevo contexto. Sólo la monarquía parlamentaria de 1978 trae consigo una coyuntura económica algo más propicia. La industria y el sector servicios de Baeza se ven impulsados por el efecto arrastre del agro centrado en el sector oleícola que conoce un cierto apogeo merced a la política de subvenciones originada por el ingreso de España en las Comunidades Europeas (1986). La calidad de vida en la ciudad conoce así una situación sin precedentes. El 3 de julio de 2003, y tras varios años de intentos, la Unesco declara finalmente a Baeza (junto a Úbeda) Patrimonio de la Humanidad. Este acontecimiento profundiza el relanzamiento de la ciudad al incrementar considerablemente el interés del sector turístico.

- Estructura del conjunto monumental renacentista de Baeza En Baeza el antiguo Alcázar, con orientación sur-oeste, tiene una forma oval. En su carácter general, la ciudad se asemeja a Úbeda, con su trama urbana espontánea crecido y las calles estrechas y sinuosas. Los edificios más representativos de Baeza se encuentran en un eje a partir de la Plaza de Santa María y corriendo por la empinada Cuesta de San Felipe hasta la Puerta del Cañuelo. El punto de referencia dominante es la Catedral, frente a ella son las Casas Consistoriales Altas, que actualmente no está en uso. La fuente de Santa María ocupa un lugar destacado en la pequeña plaza frente a la catedral, y luego viene el antiguo Seminario de San Felipe Neri (1598-1660), que ahora se utiliza como oficinas administrativas de la Junta de Andalucía. Junto a ella se encuentra el Palacio de Jabalquinto de finales del siglo XV, que actualmente no está en uso, y que se enfrenta al Colegio de las Madres Filipenses, con la Iglesia de Santa Cruz más allá del siglo XIII. El conjunto se completa en su extremo inferior por la Universidad, construida en la segunda mitad del siglo XVI.

CONJUNTO MONUMENTAL Baeza entera es un espléndido conjunto monumental de calles silenciosas y piedras doradas, donde el ARTE Y LA HISTORIA han dejado las más bellas muestras.


Plaza del Pópulo Según la historia esta plaza forma parte, como su fuente de una antigua ciudad romana, Cástulo. En esta plaza, además de la fuente de los leones, se encuentra la antigua carnicería, hoy edificio judicial, el arco de Villalar y la puerta de Jaén, engarzadas con la casa del Pópulo, edificio plateresco que alberga la Oficina de Turismo. En esta plaza se concentraban los más altos edificios de la época, de estilo renacentista y estructurado fuera del recinto amurallado de la ciudad.

- Fuente de los leones La entrada a la ciudad se hace por la famosa Fuente de los Leones en la plaza del Pópulo. Situada sobre un manantial natural, esta fuente está coronada por una antigua estatua romana (Imilce, princesa íbera y esposa de Aníbal), rodeada por cuatro estatuas de leones también romanos. La fuente es un pilar cuadrado que se curva en las esquinas. Esta fuente simboliza para Baeza el orgullo de haberse convertido en centro nobiliario y eclesiástico.


- La antigua carnicería Edificio del siglo XVI trasladado piedra por piedra a la Plaza de los Leones y cuya anterior ubicación estaba en la Baeza de intramuros, tan sólo a 100 m de la actual. Se construyó en 1547, en la calle Atarazanas, pero en 1962 fue trasladado a su actual ubicación en la plaza del Pópulo. Destaca el monumental escudo de Carlos V. Su fachada está compuesta por dos cuerpos bien diferenciados. En el primero, se abre una sencilla puerta adintelada y tres ventanas con rejas. A ambos lados el escudo del Corregidor y el de la ciudad. Destacan en la parte superior las diversas rosetas entre las molduras. En el segundo cuerpo se forma un mirador con pilares cuadrados, que se interrumpe en el centro por un grandísimo escudo imperial. Por otra parte, el forjado del interior está apoyado sobre seis columnas con capiteles de bola. La Antigua Carnicería ha tenido diferentes usos, desde secadero de pieles, archivo histórico y museo hasta sede del Patronato de Juventud y Deportes. En la actualidad, es sede de los Juzgados de Baeza. - Casa del Pópulo La Audiencia Civil y Escribanías Públicas fue llamada también Casa del Pópulo debido a que una imagen de la Virgen del Pópulo estaba colocada sobre uno de sus balcones. Actualmente, esta imagen no existe, pero cuenta la tradición, que los guerreros baezanos se postraban ante ella cuando iban a luchar contra los musulmanes. El edificio, de estilo plateresco, obtuvo la licencia del Concejo en 1511 para convertirse en su Casa de Audiencia. Como curiosidad, se construyó rompiendo la muralla musulmana que hay justo detrás, eso sí, conservando la capilla y el altar que se habían edificado con anterioridad. El monumento consta de dos pisos. En su exterior en el cuerpo inferior, seis huecos adintelados entre columnas adosadas que sostienen un entablamento corrido con siete leones echados. Además, sobre las claves de los dinteles, hay seis escudos de la ciudad. En el piso superior, ocupado por la Audiencia, se dibujan unas ventanas con columnas abalaustras. Asimismo, hay escudos imperiales y el del Corregidor, así como, decoración clásica pagana. En el interior, el piso bajo se cubre con una techumbre plana y el superior con un sencillo artesonado de madera. Mercado viejo Es ya desde el siglo XVI el centro neurálgico de la ciudad, conservando aún los nombres de las antiguas agrupaciones de gremios que la ocuparon en sus diversos tramos. En ella se celebran las fiestas de toros, cañas, fuegos, etc..., que eran contempladas por los notables desde el:


- El balcón de Concejo Se trata de un edificio barroco de principios del siglo XVIII cuyo balcón, el Balcón del Concejo, se utilizaba como tribuna de lujo durante las fiestas de toros, cañas y fuegos que se celebraban en la plaza. Antigua Universidad Su creación fue debida al doctor Rodrigo López, quien obtuvo la bula fundacional del Papa Paulo III en 1538. La Universidad baezana impartió sus clases durante casi tres siglos, hasta 1824, fecha en que por Real Decreto queda clausurada. En el1875 hasta hoy es un Instituto de Bachillerato. La fachada es manierista, con arco de medio punto con clave de acanto y medallón de la Santísima trinidad. El espacio interior se organiza en torno a un patio con doble galería. El paraninfo cuenta con gradas de madera y artesonado de par y nudillo. La universidad fue suprimida en 1824. Un monolito recuerda al poeta Antonio Machado que impartió enseñanzas de gramática francesa cuando el edificio ya era instituto de Bachillerato. Iglesia de Santa Cruz Románica, una rareza insólita en plena Andalucía. La portada oeste procede de las ruinas de la iglesia de San Juan. La planta es de tres naves con ábside semicircular. En el lado de la epístola ha aparecido un arco visigótico. En el lado del evangelio se abre una capilla en lo que fuera segunda puerta. Esta Iglesia fue de la Orden Templaria. Palacio de Jabalquinto

Mandado a construir por don Juan Alfonso de Benavides, emparentado con el rey Fernando el Católico.


Edificio del siglo XV del que hay que destacar la fachada isabelina, así como el patio renacentista y la escalera barroca. En el siglo XVIII fue cedido al Seminario de San Felipe Neri para ser la residencia estudiantil y la sede episcopal. Actualmente es la sede de la Universidad Internacional de Andalucía y como anécdota mencionar que ha sido escenario del rodaje de algunas escenas de la película Alatriste. Plaza de Santa María Se alzan una serie de importantes monumentos. - Fuente de Santa María

Está situada en el centro de la plaza del mismo nombre, entre el Seminario de San Felipe Neri y la Catedral. Se trata de una obra del año 1564 del arquitecto baezano Ginés Martínez, encargado también de realizar el proyecto de la traída de aguas a la ciudad. En ella figura un triple arco triunfal romano, aludiendo a la herencia histórica y rango de la ciudad, y coronado por un gran frontón triangular sostenido por atlantes. - Seminario de San Felipe Neri Fundado en 1660, con fachada de buena sillería, y en su interior un pequeño y acogedor patio de columnas. El aspecto externo está totalmente transformado. De su antigua estructura solo conserva el patio, constituyendo una valiosa pieza del gótico civil baezano de finales del siglo XV, muy bien conservado. - Catedral de Baeza Completa el gran conjunto histórico artístico que es la Plaza de Santa María. Levantada en el siglo XIII sobre lo que fue un templo pagano romano, y la mezquita aljama de la localidad, este monumento destaca por la fusión de varios estilos arquitectónicos: tardo románico, mudéjar, gótico. Fue a finales en el siglo XVI cuando sufrió una remodelación, en la que todos estos estilos artísticos mencionados se unificaron en el estilo renacentista. Determinante del estilo renacentista que presenta en su fachada principal. La fachada oeste


contiene los elementos más antiguos del recinto con la Puerta de la Luna, del gótico mudéjar (siglo XIII) y sobre ella un magnífico rosetón gótico del siglo XIV. En el muro sur se abre la Puerta del Perdón, gótica del siglo XV. Su interior de tres naves con bóvedas baídas corresponde al siglo XVI. Es de admirar el gran retablo barroco; la bellísima reja obra temprana del maestro Bartolomé, o la Custodia, minuciosamente cincelada en plata, finísima joya del arte barroco. En el recogido claustro se abren cuatro capillas mudéjares con decoración de atauriques e inscripciones cursivas árabes.

Puerta de Úbeda, Torreón y Murallas. Fue sin duda una de las más fuertes del recinto amurallado de la ciudad, formando una gran plaza de armas; consecuentemente, fue también, junto con el castillo del Alcázar, una de las llamadas a ser desmanteladas por el enviado de la Reina Católica. Aún conserva uno de los tres arcos, que al parecer tuvo, y una hermosa torre albarrana, separada de la muralla que corre hasta el próximo torreón, el Torrito. En el frente exterior de dicha torre se conserva un hermoso escudo de los Reyes Católicos. Cárcel y Casa de Justicia, Ayuntamiento Tiene una de las fachadas más notables del plateresco andaluz del siglo XVI. Construida como cárcel y casa de Justicia, su puerta de acceso está flanqueada por cariátides de la Justicia y la Caridad. Entre los vanos figura el escudo de Felipe II, el de Baeza y el del corregidor. Destaca la cornisa decorada que lo corona. Desde 1867 es sede del Palacio Municipal. Fue declarado Monumento Nacional en 1917.


SEVILLA: CATEDRAL, ARCHIVO DE INDIAS Y REALES ALCÁZARES

LA CATEDRAL La Catedral de Sevilla declarada Patrimonio de la Humanidad en 1.987, fue construida en el lugar que antes era ocupado por la Gran Mezquita, de la cual se conserva su alminar, conocido como la Giralda y su famoso Patio de los Naranjos. En su construcción que data del siglo XIV, se puede apreciar el estilo Gótico tardío, tiene planta de cruz latina de 116 metros de longitud por 79 metros de ancho, dividida en cinco naves con una bóveda de gran altura. Se constituye bajo la advocación de Santa María de la Sede, de ahí que también sea conocida como Catedral de Santa María de la Sede; por su tamaño es la catedral católica más grande del mundo y el tercer templo cristiano tras San Pedro en Roma y San Pablo en Londres.

Desde la conquista de la ciudad, el 23 de noviembre de 1248, el edificio de la Aljama, o Mezquita Mayor, pasó a ser catedral de la archidiócesis del Reino de Sevilla. El edificio cambió la orientación litúrgica de la mezquita, que era hacia el sur como todas las mezquitas occidentales, por la orientación cristiana hacia el este, colocando la Capilla Mayor en el lado de levante. La quibla quedó como muro lateral, y en el lugar del mirhab se situó una capilla de la Virgen. Entre los pilares de la sala de oración se tendieron tabiques para crear capillas junto a los muros laterales. Con el paso del tiempo los muros, paredes y pilares se fueron cubriendo de retablos y pinturas. A finales del siglo XIV la mezquita estaba muy estropeada, con riesgo de ruina. El Cabildo catedralicio pensó derribar el edificio almohade para construir una catedral de formas cristianas. Es el momento en que, al acabar el cabildo del viernes 8 de julio de 1401 en que decidió iniciar un nuevo edificio para la catedral hispalense, uno de los canónigos pronunció una frase que resume bien el espíritu de los sevillanos:


"Fagamos un templo tal e tan grande, que los que la vieren acabada, nos tengan por locos."

— Cabildo.

La mezquita almohade El Imperio almohade absorbió a Sevilla en 1151, con lo que comenzó una época de florecimiento cultural y social para la ciudad del Guadalquivir. Para reafirmar el dominio islámico sobre la región, el califa Abu Yaqub Yusuf ordenó la construcción de una gran mezquita en los terrenos que actualmente ocupa la catedral cristiana. A partir de marzo 1172 y hasta abril de 1198, artesanos y obreros de todas las clases sociales colaboraron en la edificación del recinto, que se inauguró, a pesar de no estar concluido, en 1182. Ahmad Ben Baso, reconocido arquitecto de origen andalusí, fue comisionado para levantar la mezquita. Siguió el ejemplo de los palacios de Buhayra, que él mismo había construido. Para la mezquita, diseñó una planta rectangular de 113 × 135 metros, con una superficie de más de 15.000 m². Las diecisiete naves en las que estaba articulado se ornaban con arcos de herradura. La mezquita, a la que se accedía por la actual Puerta del Perdón, en la fachada sur, alojaba el extenso espacio ajardinado hoy conocido como Patio de los Naranjos.


Patio de los Naranjos

El patio de los Naranjos es el sahn de la antigua mezquita Mayor, o aljama, de Isbiliya. Al edificarse el edificio gótico pasó a ser empleado con funciones de claustro, aunque al estar abierto a la ciudad siempre ha sido lugar de paso, plaza pública, lugar de mercado y patio de juegos infantiles.

Hoy en día, el patio de los Naranjos es uno de los anexos más importantes de la Catedral de Sevilla y está totalmente integrado en el recorrido turístico y cultural, habiéndose convertido en un recinto sin sentido religioso.

- Fases de construcción GÓTICO (1403-1528) La toma de Sevilla por las tropas cristianas del rey Fernando III de Castilla, en noviembre de 1248, causó un cambio radical en la metrópoli hispalense y la mezquita no fue la excepción, pues fue adaptada para usarse en la liturgia católica. En este estado permaneció hasta la segunda mitad del siglo XIII, cuando se iniciaron los proyectos para derrumbarla. El gran terremoto de 1356 dañó considerablemente la estructura de la vieja mezquita almohade.

Aun así, no se presentaron proyectos para reemplazarla. Aún seguía la costumbre de emplear las mezquitas de las ciudades conquistadas como recintos para el culto cristiano, pero la tradición dejó de usarse a fines del siglo XIII. Por fin, en 1401 se diseña la estructura de la nueva catedral. La tradición sevillana atribuye que los canónigos, al decidir la erección de la nueva catedral, afirmaron: «Hagamos una iglesia tan hermosa y tan grandiosa que los que la vieren labrada nos tengan por locos» y según el acta capitular de aquel día la nueva obra debía ser «una tal y tan buena, que no haya otra su igual». Al año siguiente se iniciaron los trabajos, cuya


fábrica original se inauguró en 1506. Alonso Martínez fue, con toda probabilidad, el autor de los planos originales, hacia 1386.Charles Gauter de Rúan dirigió las obras entre 1439 y 1448. En la última etapa de la construcción, hacia las postrimerías del siglo XV, el cargo de maestro mayor lo tomó Alonso Rodríguez. El templo gótico resultó mucho más grande y majestuoso de lo que se había planeado. Los constructores no hicieron cambios significativos al diseño original del cabildo. En principio, se pensó en derrumbar la Giralda, símbolo de la mezquita árabe, como señala el plano más antiguo conocido de la catedral—datado en 1480—.La idea fue desechada y, en su lugar, se decidió adaptar la Giralda como campanario. La construcción empezó por los pies del templo, en la esquina de la capilla de San Laureano, respetando la parte oriental en la que se encontraba la capilla real. Las obras alcanzaron en 1432, la parte de la cabecera. El proyecto original preveía una doble girola, a semejanza de la catedral de Toledo, pero se renunció a la construcción, por la oposición de la casa real al traslado de la capilla real. Se dispuso en su lugar una nave rectangular de carácter transversal que separa el transepto de la Capilla Real.

RENACENTISTA (1528-1593) Corresponde al periodo iniciado en 1528, cuando se crea una notable serie de dependencias anexas al templo gótico como son: la Sacristía Mayor, la Sala Capitular y otras dependencias anejas, y el conjunto de la cabecera con la Capilla Real, todo ello de la mano de una serie de artistas de primer orden que se inicia con Diego de Riaño, nombrado maestro mayor de la catedral en el citado año. De Riaño son las cuatro capillas del trascoro que se cubren con bóvedas de crucería con nervios que forman círculos, semejantes a las del vestíbulo del edificio del Ayuntamiento. Las decoraciones de alabastro son obra renacentista de Nicolás y Martín de León, realizadas entre 1530 y 1554 con elegantes figuras de niños y de animales. La Sacristía Mayor se comienza según trazas de Riaño de 1530, quedando interrumpida en 1534 ante la muerte del maestro. Diego de Siloé acudió a Sevilla entonces para comprobar


las obras, y se cree que dio las trazas para su continuación, en clave renacentista, aunque adaptadas a la planta cruciforme iniciada. Con estas nuevas directrices continuó las obras Martín de Gaínza, quien en 1543 cerró su cúpula y acabó su linterna. Es de admirar la profusa ornamentación de esta pieza, tanto en las columnas corintias estriadas como en los frisos, la cúpula o los casetones de las bóvedas abocinadas, una de las mejores obras de nuestro renacimiento. La Sala Capitular la traza Riaño y la construye M. de Gaínza en 1535, si bien a ritmo muy lento pues se cierra la cúpula proyectada por Asensio de Maeda en 1582, acabándose finalmente por Juan de Minjares diez años más tarde. De planta elíptica, sus muros superiores se ordenan según columnas dóricas sobre pedestales apoyados sobre un gran friso volado. Su cúpula elíptica se divide en tres franjas superpuestas, con casetones, y se remata por una linterna también elíptica, en una composición sobria de marcado carácter renacentista.

Finalmente, la Capilla Real, una de las obras renacentistas claves de la ciudad, comenzada por Martín de Gaínza en 1551 a buen ritmo, que se truncó cinco años más tarde a la muerte del maestro. Entonces es elegido maestro mayor de las obras Hernán Ruiz II, correspondiéndole a él, por tanto, la realización de la cúpula hacia 1562. A su muerte le sucede Pedro Díaz de Palacios, quien continuó con las labores decorativas, hasta su destitución en 1574, siendo reemplazado por Juan de Maeda, entonces maestro mayor de la catedral de Granada, quien acabó la capilla al año siguiente. También se acrecentó la torre con el cuerpo de campanario de Hernán Ruiz II y el famoso Giraldillo. Todas estas obras tienen de común denominador la formalización clásica, en los estilos que van desde el plateresco hasta el manierismo; puede decirse que la catedral y sus dependencias quedaron terminadas en 1593, en tiempos de Asensio de Maeda.


BARROCA (1618-1758)

Corresponde casi exclusivamente a la construcción de la Parroquia del Sagrario, cuyas obras se iniciaron en 1618 y no se concluyeron hasta 1663. Esta obra representa el gran monumento de las obras manieristas de la Sevilla del siglo XVII, según trazas del año 1617 dadas conjuntamente por tres grandes artistas del momento como son Miguel de Zumárraga, Alonso de Vandelvira y Cristóbal de Rojas. No es fácil saber en qué proporción interviene cada uno de ellos en el diseño y realización de esta magna obra, aunque es sabido que Zumárraga era por entonces maestro mayor de la Catedral. Es ésta una iglesia de las denominadas «de cajón», de planta rectangular y una sola nave, a la que se le asocian pequeñas capillas entre los contrafuertes, y con tribunas y grandes ventanales en su parte superior; todo ello según el modelo creado por Hernán Ruiz II para la iglesia del Hospital de la Sangre, de tanta repercusión posterior en los templos sevillanos. La iglesia se acabó bastantes años después, en el año 1662; si bien su obra se ajustó esencialmente al proyecto inicial, con una sorprendente organización estructural que da paso a un gran espacio interior donde no faltan los grandes elementos escultóricos y ornamentales. En el exterior, el alto muro de la iglesia se organiza mediante la superposición de tres órdenes de pilastras, siendo de tipo corintio las correspondientes a las bóvedas vaídas que cubren los tramos interiores. Cuenta con una portada exterior de corte clásico, con el hueco adintelado flanqueado por parejas de columnas de orden toscano y fuste estriado sobre altos pedestales. Superiormente, un entablamento con el friso tallado sostiene un bello frontón triangular con figuras femeninas recostadas a los lados y los habituales jarrones con azucenas centrando la imagen de la Giralda en su tímpano central.


La monumentalidad de este templo se ve incrementada por el patrimonio escultórico que posee, donde sobresalen las ocho enormes estatuas de piedra realizadas por el flamenco José de Arce en el año 1657, y que representan a los cuatro Evangelistas y a los Padres de la Iglesia; así como el gran relieve de «La Piedad» que en 1666 realizaraPedro Roldán para el retablo de la Capilla de los Vizcaínos del ya desaparecido convento de San Francisco, y que se encuentra actualmente en esta iglesia. A este edificio le acompañaron en el mismo estilo una serie de pequeños agregados en el frente de poniente, y un buen número de grandes muebles, tales como los órganos y varios retablos. Los arquitectos más significativos fueron Pedro Sánchez Falconete y Diego Antonio Díaz.

ACADÉMICA (1758-1823) Son obras neoclásicas, realizadas a partir de la propia cultura local o por imposición de la academia madrileña; además de interesantes muebles, se refieren sobre todo al "Muro", conjunto de las dependencias del ángulo suroeste del edificio; entonces, acabada la gran manzana, se inició precozmente el proceso que condujo a su actual monumentalización, iniciada con la eliminación, entre1762y1797, de los edificios que la unían al caserío inmediato. Los arquitectos fueron Manuel Fernando de Rosales.

CONTEMPORÁNEA (1825-1928)

En 1825 comenzó un proceso de restauración en la catedral, que finalizaría hasta poco más de un siglo después, debido a la falta de presupuesto y cambios de gusto artístico. Tuvo como objetivo principal la reparación de las obras góticas, algunas deterioradas por el tiempo, y la finalización de algunos trabajos inconclusos. Fernando de Rosales inició el proyecto, aunque en1866 lo tomó Demetrio de los Ríos. Por último, Adolfo Fernández Casanova culminó


la última etapa restauración, destinada a remozar las fachadas del templo. Entre 1895 y 1927 las puertas del lado norte fueron decoradas con ornatos neogóticos y columnas de orden corintio, para armonizar con el estilo gótico que predomina en toda la catedral. En esta etapa se construyeron muchas vidrieras en el interior del recinto catedralicio, de las que la mayoría se construyeron en Múnich. Poco después, en la década de 1930, se inició la restauración de los vitrales, bajo la dirección de Francisco Murillo Herrera, reconocido historiador de la Universidad de Sevilla. A pesar de que en siglos anteriores ya se había usado la catedral como cementerio, fue en el siglo XIX cuando cobró relevancia. Muchos importantes clérigos y algunos arzobispos de Sevilla eligieron el recinto como lugar para su enterramiento. La mayoría de las tumbas, de prominente estilo neoclásico, están rematadas por estatuas de mármol que representan al fallecido o algún santo. La tumba más destacada que alberga la catedral es la de Cristóbal Colón. Una urna con los restos del almirante fue trasladada a Sevilla por el crucero Conde de Venadito en 1898, después de la Independencia de Cuba. Para custodiarla el escultor Arturo Mélida edificó un monumento en el que representantes de los cuatro reinos españoles (Castilla, León, Aragón y Navarra) sostienen un féretro. Existe una controversia, no totalmente aclarada, sobre la autenticidad de los restos que se encuentran en Sevilla y los de la Catedral de Santo Domingo. Según los últimos estudios de ADN mitocondrial realizados en la Universidad de Granada, los restos que se encuentran en Sevilla son auténticos. El 11 de diciembre de 1987, durante la XI sesión del Comité del Patrimonio de la Humanidad en París, se decidió otorgar la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad a la Catedral de Sevilla, junto con los Reales Alcázares y el Archivo de Indias.46

LA GIRALDA El 29 de diciembre de 1928, fue declarada Patrimonio Nacional; en 1987, entró en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

Giralda es el nombre que recibe el campanario de la Catedral de Santa María de la Sede de la ciudad de Sevilla, en Andalucía (España). La Giralda, con sus 98,5 m de altura (104,1 m incluido el Giraldillo), fue durante siglos la torre más alta de España, así como una de las construcciones más famosas de toda Andalucía.


La torre está constituida por dos cuerpos diferentes aunque perfectamente unidos, mostrando un ejemplo perfecto del crisol de culturas existente en la ciudad. El cuerpo musulmán es el más antiguo, fue iniciado en 1184 por orden de Abu Yaqub Yusuf para ser el alminar de la mezquita almohade de Sevilla.

Su construcción se comenzó en piedra, tal y como se puede apreciar en su base, y se emplearon los restos de algunos edificios y lápidas romanas. La muerte de Abu Yacub trajo un cambio en la obra, al encargarse de ella Alí de Gomara, quien continuó la construcción en ladrillo. Se basó en el alminar de la mezquita Kutubia (70 metros) de Marrakech, (Marruecos) y considerada obra maestra del arte hispano-magrebí. También se la considera hermana de la gran Torre Hasan (60 metros) de Rabat.

Como curiosidad cabe destacar el hecho de que la Giralda no tiene escaleras, sino 35 rampas suficientemente anchas para permitir que el sultán subiera por ellas montado a caballo para ver la bella estampa que se divisa. A raíz de un terremoto ocurrido en 1365 se perdió el yamur original, conjunto de cuatro esferas o "mazanas" de tamaño decreciente en cobre dorado que coronaba la torre. En aquel momento fue sustituido por una sencilla espadaña.


Posteriormente en el siglo XVI, se añadió el actual cuerpo cristiano, el campanario que remata la torre. La construcción de este cuerpo estuvo a cargo del arquitecto cordobés Hernán Ruiz, encargado para realizarlo con un remate en forma de estatua que representara la Fe. Ya desde principios del año 1558 este arquitecto presentó ante el Cabildo las trazas para la construcción de un modelo para el campanario, junto con las de la Sala Capitular, sus dos obras emblemáticas para la catedral hispalense. El conjunto fue comenzado en ese mismo año, y aunque las obras de la catedral estaban abiertas por varios frentes (también por entonces se trabajaba en la Capilla Real), en aquellos años la principal ocupación de Hernán Ruiz II estaba en la realización del cuerpo de campanas de la torre, obra que acabó en el año 1568.

Originalmente Giralda era el nombre que tenía la figura de la Fe, una enorme estatua realizada por el escultor Juan Bautista Vázquez El Viejo sobre el modelo previamente diseñado por el pintor Luis de Vargas, que con más de 4 m de altura (7 con el pedestal) corona el campanario y que fue instalado en el mismo año 1568. El nombre proviene de los giros que se producían en la figura con los cambios de viento, pues hace las veces de veleta. Con el paso del tiempo, ese nombre pasó a denominar a la propia torre, conociéndose la figura como el Giraldillo. El siguiente cuerpo que tiene encima del de campanas es el cuerpo de las azucenas, que cuenta con cuatro jarras de azucenas de bronce, una en cada esquina. Las actuales azucenas son reproducciones de las antiguas, casi desaparecidas por el deterioro del tiempo. Son obra del conocido y recientemente fallecido orfebre Fernando Marmolejo Camargo, que incluso tuvo el honor de colocarlas por lo que se le conoce cariñosamente como "el prioste de la Giralda". Y encima de este existe otro cuerpo más de estilo renacentista formado por el cuerpo de carambolas, cuerpo de estrellas, cúpula y cupulín y sobre éste la estatua de la Fe. Variaciones de la giralda: primera al a derecha, proceso intermedio izquierda, actual central.


La parte del primitivo alminar mide casi 51 m de altura y el total de la torre, con el remate superior cristiano, 98,5 m, y 104,1 m de altura con el Giraldillo.

Desde su construcción, la Giralda ha sido utilizado para múltiples usos, entre los que destacaremos: - Elemento de llamada religiosa. La utilización como elemento de aviso o llamada religiosa ha sido la primordial desde su construcción, primero para los musulmanes a través del almuédano que invitaba a la oración varias veces la día y después para los cristianos, con la utilización de las campanas. - Vivienda. Las cámaras del interior sirvieron en su momento como vivienda para el alcaide de la torre y los campaneros. - Granero. Según queda recogida en acta del Cabildo catedralicio de 29 de octubre de 1567, por la que se adjudica el grano almacenado dentro de la torre. - Rogativas. La giralda fue utilizada en 1626 como elemento de estación a lo más alto de la torre, para rogar el cese de las lluvias que duraban ya cuarenta días. - Veleta. A partir de 1356, cuando cayeron los elementos decorativos que entonces existían por efecto de un terremoto, se sustituyeron por un campanario rematado por una veleta. - Reloj. En 1400 se instaló un reloj en la torre; actualmente en desuso se conserva su maquinaria en el interior de la torre. - Atalaya. En diversos momentos fue utilizada como atalaya de vigía para la defensa de la ciudad. - Pararrayos. Los primeros pararrayos se colocaron a partir de 1884, en que una chispa eléctrica destrozó los antepechos de los balcones. - Luminaria. La giralda se utilizaba como elemento de iluminación de la ciudad para la celebración de determinados acontecimientos tanto de carácter religioso, elección de un papa, canonización de un santo o la entrada de un nuevo arzobispo en la ciudad; en otras ocasiones eran celebraciones de carácter civil, como matrimonio de un rey, o nacimiento de un príncipe;


y también en algunos casos por haber conseguido alguna victoria militar. Para el alumbrado se utilizaban las jarras existentes en la terraza de la azucenas. Hernán Ruiz II en su añadido, dispuso la colación de 144 puntos de luces para ello. Existen varias réplicas de la torre en ciudades españolas: como la de Burgos, la de Arbós (Tarragona), la de Badajoz (Extremadura). En EE.UU., el antiguo Madison Square Garden de Nueva York se hallaba rematado por una réplica "americanizada" de la Giralda. Ese edificio, destruido por un incendio en los años 20, no sólo copiaba la Giralda, sino que incorporaba elementos diversos de la arquitectura sevillana y fue uno de los primeros rascacielos de aquella ciudad, pues su tamaño (134 m) superaba en 35 m al original. La combinación de renacimiento y arte almohade sigue ejerciendo su fascinación en los siglos XX y XXI. La Giralda sirvió, además, de modelo para la Torre de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. La ciudad de Kansas se halla hermanada con la de Sevilla y exhibe una réplica a menor escala. La correspondencia en Sevilla es la "estatua del indio" en la Avenida Kansas City. Además de las réplicas nombradas, existen copias más o menos modificadas de la torre en numerosos edificios repartidos por todo el mundo. Desde su construcción, es modelo estructural de gran parte de los campanarios en iglesias andaluzas, españolas y americanas, siendo "La Giraldilla" de Carmona uno de los más notables ejemplos.

Caso de la Torre Pelli El esqueleto espigado de la torre Pelli asoma en el horizonte de Sevilla. Apenas se ha construido un tercio del edificio de 178 metros diseñado por el argentino César Pelli para Cajasol (ahora de La Caixa), pero la estructura ya supera en altura a todos los edificios de su entorno. Enfrente, al otro lado del río, tiene a la Giralda, que le pone el listón alto (97 metros), pero a la que está llamada a dejar atrás en cuestión de altura. Aunque no es este el único título que el rascacielos podría quitarle al icono de Sevilla. La amenaza que de verdad preocupa es la lanzada por la Unesco: la salida de la lista de ciudades Patrimonio Mundial por el impacto


visual que la nueva torre tendrá sobre la Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias.

EL ARCHIVO DE INDIAS

El Archivo General de Indias, situado en la Avenida de la Constitución s/n, Sevilla, es el centro de documentación más importante para los estudiosos de la historia de América en el mundo. Su origen se remonta al año 1785 cuando fue creado con el objeto de guardar toda la documentación referente a Indias. El núcleo principal de sus colecciones tiene origen en el Archivo General de Simancas que guardaba hasta el momento toda la documentación relacionada con América que fue trasladada desde allí a Sevilla. De esta remesa de fondos destaca la correspondiente al Patronato Regi. También se trasladaron documentos provenientes de la Casa de Contratación en Sevilla.

CREACION


El Archivo General de Indias de Sevilla se creó en 1785 por deseo del rey Carlos III, con el objetivo de centralizar en un único lugar la documentación referente a la administración de las colonias españolas hasta entonces dispersa en diversos archivos: Simancas, Cádiz y Sevilla. El archivo conserva unos 43.000 legajos, con unos 80 millones de páginas y 8.000 mapas y dibujos que proceden, fundamentalmente, de los organismos metropolitanos encargados de la administración de las colonias. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, junto a la Catedral y los Reales Alcázares.

HISTORIA DE LA CONSTRUCCION DEL ARCHIVO DE INDIAS Tras el descubrimiento de América, y la elección de Sevilla como puerto exclusivo del comercio con este continente, se incrementó la actividad comercial de la ciudad. El lugar utilizado por los comerciantes para llevar a cabo sus actividades mercantiles eran las gradas de la Catedral. Su punto central era la denominada fuente del Hierro, enclavada en el lugar que actualmente ocupa la Iglesia del Sagrario. Durante la segunda mitad del siglo XVI, el Cabildo de la Catedral, para evitar los excesos cometidos por los comerciantes, que no dudaban en culminar sus acuerdos en el interior del templo en los días de lluvia, instaló columnas con cadenas en los alrededores del templo y contrató alguaciles que evitaran el paso por la calle de animales de carga. Antes las quejas del Cabildo Metropolitano, el rey Felipe II decidió la construcción de un edificio para sede de la Lonja, que se llevaría a cabo en la misma Avenida, junto a la Catedral, y terminaría siendo sede del Archivo de Indias. Su construcción se inició en 1584, no abriéndose al uso hasta 1598. DESCRIPCION DEL EDIFICIO La Casa Lonja de Mercaderes de Sevilla, construida en época de Felipe II entre 1584 y 1598, por Juan de Mijares, sobre planos de Juan de Herrera, fue elegida como sede del archivo, tarea que desempeña hasta el día de hoy. Se trata de una edificación exenta, con planta y patio central en forma cuadrada, asentado sobre un podio, cuenta con dos pisos de altura, combina en su exterior ladrillos rojos y elementos de piedra, combinación que se continuaría en distintos edificios sevillanos. En su interior está el patio central, construido en piedra y de amplias proporciones, mostrando arcos sujetados en los pilares con medias columnas. Destaca la actual escalera principal del edificio, proyecto de Lucas Cintora, que fue realizada con posterioridad a la construcción del edificio, a


finales del siglo XVIII, y se encuentra decorada con enchapaduras de mármol. Sobre la escalera se abre una cúpula en linterna.4 Entre 1999 y 2005 tienen lugar las obras de conservación y recuperación del inmueble llevadas a cabo por el arquitecto Antonio Campos Alcaide. En ellas se plantea una redefinición del programa funcional del edificio, así como una actualización de las instalaciones. Con la intención de salvaguardar el edificio sin ninguna alteración espacial y aprovechando la existencia de un pequeño sótano, se propone su ampliación mediante una galería perimetral.5 Dentro de la intervención es reseñable la actuación sobre el edificio de la antigua Cilla del Cabildo Catedralicio, sito en la calle Santo Tomás, para su incorporación como segunda sede auxiliar de la Casa Lonja. ESTRUCTURA El Archivo está divido en 16 secciones con más de 38.000 legajos que contienen documentación comprendida entre los años de 1480 a 1892. Se trata, en su mayoría, de documentación emanada por los órganos e instituciones gubernamentales y jurídicas de la administración civil y eclesiástica indiana. Sin embargo, conserva además fondos misceláneos de diversa procedencia y naturaleza como informes, crónicas, relatos, padrones que aumentan de forma significativa la riqueza informativa que aporta este centro. Sobre grupos y pueblos indígenas la información documental de carácter etnográfico es muy abundante y está localizada en la mayoría de sus series. La metodología empleada se ha basado en la consulta de catálogos e instrumentos de descripción y en el análisis del contenido de algunos documentos, para determinar el tipo de información proporcionado por ellos. Con base en lo anterior presentamos una visión general del contenido de las secciones y series de este archivo, así como un listado, en cada una de ellas, con los principales documentos a tener en cuenta en nuestra guía. La estructura general de las secciones y fondos del Archivo General de Indias es la siguiente: Num. Secciones

Años

Legajos

I.

Patronato

1480-1790 295

II.

Contaduría

1510-1778 1953

III.

Contratación

1492-1795 5876

IV.

Justicia

1515-1617 1187

V.

Gobierno

1492-1854 18422

VI.

Escribanía de Cámara 1525-1761 1194


VII.

Arribadas

1711-1823 369

C. Hda. Pública

1700-1821 223

VIII. Correos

1763-1846 484

IX.

Estado

1700-1836 106

X.

Ultramar

1605-1870 880

XI.

Cuba

1585-1867 2375

XII.

Consulados

1543-1857 2588

XIII. Títulos de Castilla

SS.XVIII-XIX 13

XIV. Diversos

43

XV.

Tribunal de Cuentas 1851-1887 2880

XVI. Mapas y planos

1519-1892 3392 pzas.

La sección Gobierno (con el número V) contiene dos series: Distritos Audienciales e Indiferente General. Ambas contienen documentación de las Audiencias que se remitía al Consejo de Indias. Su distribución es la siguiente: a) Distritos Audienciales: 1.

Sto. Domingo 1512-1858 2691

2.

México

1519-1856 3204

3.

Guatemala

1526-1837 973

4.

Guadalajara 1533-1832 590

5.

Filipinas

1574-1850 1072

6.

Panamá

1513-1825 382

7.

Lima

1529-1849 1638

8.

Cuzco

1629-1833 32

9.

Santafé

1527-1835 1261

10.

Charcas

1534-1833 737

11.

Buenos Aires 1534-1838 620

12.

Quito

1537-1847 608

13.

Chile

1536-1836 473

14.

Caracas

1533-1847 976

Indiferente

1492-1854 3115

b) Indiferente General 15.

Los instrumentos de descripción y catálogos están disponibles en las salas de consulta, la mayoría mecanografiada e incluso manuscrita. Se han editado algunas guías que también sirven de referencia a los investigadores.


- V. Gobierno Esta Sección es la más voluminosa del Archivo General de Indias. Contiene toda la documentación emanada del gobierno de América dividida en 14 audiencias de acuerdo con la estructura del territorio virreinal. La información sobre grupos indígenas se encuentra muy dispersa, lo que dificulta su localización, ya que el grado de catalogación documental es, en algunos casos, muy superficial. El Archivo General de Indias guarda una completa colección de mapas y planos que proporcionan datos de gran interés para la localización de grupos indígenas de Iberoamérica. Al mismo tiempo proporcionan importantes datos toponímicos de nombres indígenas que en la actualidad se han perdido.

LOS REALES ALCÁZARES

El Alcázar es testimonio excepcional de la civilización almohade y de la Sevilla cristiana, cuyo arte estuvo muy impregnado de la influencia mora desde la reconquista de la ciudad (1248) hasta el siglo XVI. El Real Alcázar de Sevilla, es uno de los Palacios en uso mas antiguos del mundo. Un palacio que ha vivido distintas etapas en el tiempo, desde finales del siglo XI hasta nuestros días y que desde sus muros ha contemplado la influencia de las distintas culturas que han pasado por Sevilla. El Alcázar es fiel testigo de la historia de Sevilla, marcada por la diversidad de culturas y los legados que estas han dejado en nuestra ciudad. Pasear por sus veredas extendidas de naranjos y mirtos nos transporta a otro momento, a otra época, que sin duda han marcado la trayectoria de nuestra ciudad. El recinto ha sido habitualmente utilizado como lugar de alojamiento de los miembros de la Casa Real Española y de jefes de Estado de visita en la ciudad, siendo el palacio real en activo más antiguo de Europa, como recoge la UNESCO. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad, junto a la Catedral de Sevilla y el Archivo de Indias en el año 1987.


La fortificación original se construyó sobre un antiguo asentamiento Romano y más tarde visigodo. PERIODO ISLÁMICO Empezó a tomar su aspecto de fortificación palaciega, tras la conquista de Sevilla, en 712 por los árabes; que ya desde el año 720 utilizaron el recinto como residencia de sus dirigentes. En el año 884 la fortaleza contribuyó a evitar una invasión vikinga de la ciudad. Desde su construcción inicial, el conjunto incluía varios recintos, como la Casa de los Príncipes, viviendas que en el siglo IX iban desde la Plaza del Triunfo hasta el Barrio de Santa Cruz. El primitivo palacio islámico es de la misma época que la Alhambra de Granada, se amplió con la vivienda de los emires en siglo XI, también en el siglo XII se siguió fortificando y añadiéndole estancias como el Alcázar o Palacio de las Bendiciones, un siglo después los almohades sumaron más patios y palacios. Actualmente solo se conserva del Palacio Islámico el Patio del Yeso PERIODO CRISTIANO Tras la toma de la ciudad por el rey Fernando III en 1248, se convirtió en alojamiento real, su hijo Alfonso X el Sabio llevó a cabo las primeras reformas tras la conquista, ordenando en 1254 la construcción de tres grandes salones en estilo gótico. En 1364, Pedro I de Castilla decidió construir el denominado Palacio Mudéjar, que se convirtió en el primer palacio de un rey castellano que no estaba protegido tras los muros y defensas de un castillo, y alcanzando el aspecto mudéjar que hoy conserva y asombra por su riqueza y ornamentación. En 1366 cuando estuvo terminado el nuevo palacio, comenzó una guerra civil que enfrentó a Pedro I con su hermanastro Enrique II, y que terminaría con la muerte de Don Pedro en 1369, por lo que no parece que el rey Pedro, pudiera disfrutar el nuevo palacio por mucho tiempo. El Palacio de Pedro I es considerado el más completo ejemplo de la arquitectura mudéjar en España. Posteriormente se levantaron también la Capilla Gótica, el apeadero, el Patio de la Montería y los Grutescos de los jardines. A lo largo de la historia, los Alcázares han sido el escenario de diversos acontecimientos relacionados con la Corona española. En 1477 los Reyes Católicos llegaron a Sevilla, utilizando el recinto como aposento y un año después, el 14 de junio de 1478, nació en el palacio, su segundo hijo, el príncipe Juan, se conoce que este parto real, fue asistido por una partera sevillana conocida como "La Herradera" y que contó con la presencia, como testigos designados por el rey Fernando, de Garci Téllez, Alonso Melgarejo, Fernando de Abrejo y Juan de Pineda, según marcaban las normas castellanas, para disipar la menor duda de que el hijo era de la reina. En 1526 se celebró en el Alcázar, la boda de Carlos V con su prima Isabel de Portugal. Por decreto de 22 de abril de 1931, el Gobierno de la II República española, a propuesta de su ministro de Hacienda, Indalecio Prieto, cedió el Alcázar y sus jardines al municipio de Sevilla. El último acontecimiento relacionado con la monarquía fue el 18 de


marzo de 1995, en que se celebró el almuerzo y recepción con motivo de la boda de la Infanta Elena, hija del rey Juan Carlos I, con Jaime de Marichalar.

ESTANCIAS Plano de los Reales Alcázares 1-Puerta del León 2-Sala de la Justicia y patio del Yeso (color celeste) 3-Patio de la Montería (rosa) 4-Cuarto del Almirante y Casa de Contratación (crema) 5-Palacio mudéjar o de Pedro I (rojo) 6-Palacio gótico (azul) 7-Estanque de Mercurio 8-Jardines (verde) 9-Apeadero 10-Patio de Banderas Vamos a hacer un breve recorrido por las distintas estancias: Puerta de León La entrada actual al Alcázar se realiza a través de la denominada puerta del León, llamada antiguamente puerta de la montería, por servir de entrada o zaguán al patio de dicho nombre. Su construcción está realizada en estilo almohade, cubierta por un panel de azulejos realizado en cerámica trianera de la fábrica de Mensaque, en el año 1894, según proyecto del historiador José Gestoso. Cruzada la muralla árabe del siglo XII, se accede al patio del León. A la izquierda de este patio se encuentra la Sala de la Justicia y al fondo se abre un conjunto de tres arcos en una muralla, resto de un antiguo lienzo almohade que formaba parte del entramado defensivo del Alcázar. Estas aperturas fueron realizadas con posterioridad a la construcción del Palacio del rey don Pedro, al abrirse a eje con el palacio. Los dos arcos laterales son gemelos y fueron primitivamente de forma de herradura. El central, de mayor altura que sus laterales, conforma


un arco de medio punto peraltado realizado en piedra. Traspasados los arcos se accede al Patio de la Montería.

Sala de la Justicia También denominada sala de los Consejos, formaba parte del primitivo palacio musulmán, este palacio era el denominado mexuar, donde se reunía el consejo de visires, labor que continuó bajo la monarquía cristiana. Es una estancia de planta cuadrada cubierta por una armadura de madera mudéjar, que fue construida en el siglo XIV durante el reinado de Alfonso XI. Aneja a la misma se encuentra el Patio del Yeso, una de las pocas construcciones que permanecen de la época almohade, de planta casi cuadrada, presenta una alberca en el centro y destacan los arcos porticados de uno de los lados del patio, sobre los que aparece una rica decoración. Patio de la Montería Su nombre se debe a los monteros que acompañaban al rey en sus partidas de caza. El patio de forma trapezoidal, está presidido en la zona central por la fachada del palacio mudéjar del rey Pedro I, decorado con magníficas filigranas. En el lado derecho del patio se localiza un corredor a doble altura que avanza a lo largo de todo el edificio, separado con arcos de medio punto y columnas de mármol, de orden toscano en la parte baja y de orden jónico en la superior que se halla acristalada. Desde este lado derecho se accede al denominado Cuarto del Almirante, también se encuentran aquí las escaleras que acceden al denominado Palacio Alto, en estas escaleras se halla un cuadro que representa a una virgen, del pintor Juan de Roelas. Por el lado izquierdo del patio se llega al Patio del Crucero y al palacio gótico, reconstruido parcialmente en el siglo XVIII, sobre restos de un palacio gótico del que aún se conservan los Baños de María de Padilla, la Capilla y el Salón de Carlos V.


Tras el descubrimiento de América, la reina Isabel la Católica decidió en 1503, la creación de la Casa de Contratación de Indias, organismo institucional encargado de regular las relaciones con el continente americano, y que realizaba labores de remisión y recepción de mercancías, actuaciones de carácter técnico científico y actividades judiciales, incluidos los pleitos surgidos entre comerciantes. En sus salas también se proyectaron los más célebres viajes de los descubridores, como la Primera Vuelta al Mundo de Magallanes. Para albergar dicha institución, se eligió la ciudad de Sevilla, escogiéndose como sede la denominada Sala del Almirante del Alcázar, sobre lo que era el palacio de la dinastía abbadita, remodelado por los almohades. El mismo año de la creación de la institución, se ordenó la construcción y arreglo de los edificios necesarios para el acogimiento de la misma. Lo que hoy sobrevive de la antigua Casa de Contratación, es sólo una parte de lo que en su momento llegó a ocupar, y que comprendía una serie de edificios que se extendía desde el actual Patio de la Montería hasta la Plaza de la Contratación, donde tenía su fachada principal, esta zona comprendía entre otras, el Cuarto del Almirante o sala capitular, junto a dos naves de dos plantas, una capilla, otra zona de almacenes y habitaciones alrededor de un patio, junto a la Plaza de la Contratación, siendo esta parte derruida, en el año 1964. En 1717 este organismo se trasladó a la ciudad de Cádiz. Desde el año 1793, en que se extinguió la Casa de Contratación, se incluyeron todas las dependencias de la Casa de Contratación en el conjunto del Alcázar. Las salas que se conservan, comprenden un primer salón inicial en la que se encuentran varios cuadros de relieve, entre los que destacan, "La inauguración de la Exposición Iberoamericana de 1929" que preside la estancia, obra del pintor Alfonso Grosso, "Las postrimerías de San Fernando", de Virgilio Mattoni la Toma de la Loja por Fernando el Católico" obra de Eusebio Valldeperas y los retratos de Fernando VII y María Cristina de Nápoles de Carlos Blanco, fechados en el primer tercio del siglo XIX. A continuación, se encuentra la denominada Sala de Audiencias reconvertida posteriormente en Capilla, está cubierta con rica techumbre de tracería del siglo XVI con adornos geométricos; la capilla posee una grada de piedra adosada al muro que recorre el perímetro de la sala y presidiendo la


estancia se encuentra un valioso retablo de la Virgen de los Navegantes, flanqueada por cuatro santos (san Telmo, san Juan, san Sebastián y Santiago, patrón de España) original de Alejo Fernández, elaborado entre 1531 y 1536. Palacio mudéjar o de Pedro I Fue construido por iniciativa del rey Pedro I, entre 1356 y 1366, en su construcción colaboraron artesanos de Toledo, Granada y de la propia Sevilla. Posteriormente fue transformado en época de los Reyes Católicos y de los primeros Austrias. Según las investigaciones arqueológicas, el palacio del rey Pedro constituyó un proyecto de nueva planta, que se elevó en un lugar donde existían construcciones anteriores. Este palacio nació para servir como edificio privado del rey Pedro I, frente al carácter más protocolario que representaba el palacio gótico, levantado en el siglo anterior por orden de Alfonso X. El interior se estructura en torno a dos núcleos, uno dedicado a la vida oficial que se sitúa alrededor del patio de las Doncellas y otro a la privada en torno al patio de las Muñecas. Caminando a lo largo de las galerías y salas decoradas con bellos azulejos y admirando los preciosos techos mudéjares, desde el vestíbulo se llega al Patio de las Doncellas, patio principal, una obra maestra del arte mudéjar andaluz. Desde la entrada al patio de las doncellas nos encontramos a la derecha la Alcoba Real, enfrente se encuentra el salón de embajadores y a la izquierda el salón del Techo de Carlos V. En la planta superior del palacio se encuentran los apartamentos reales, redecorados en el siglo XVIII. El conjunto de habitaciones y patios que forman la planta baja de este palacio son los siguientes: En la fachada destaca la puerta con marco adintelado, obra de los maestros toledanos, se encuentra adornado con labores de atauriques. Sobre el dintel se extiende una franja de arcos estrechos polibulados ciegos sobre columnillas, que se encuentran rellenos de motivos vegetales y heráldicos. Por encima se abren las ventanas del piso superior. En la portada, un gran alero o tejaroz, que se encuentra sostenido por mocárabes dorados, alberga una inscripción, en caracteres góticos, relativa a la fundación del palacio que manifiesta "el muy alto et muy noble et muy poderoso et muy conqueridor don Pedro por la gracia de Dios rey de Castilla et de León, mandó fazer estos alcázares et estos palacios et estas portadas que fue fecho en la era de mill et quatrocientos y dos años". Esta inscripción sirve de marco para un friso de cerámica que repite en ocho ocasiones, el lema de los nazaries"Y no vencedor sino Alá".


Vestíbulo Distribuye los dos sectores del palacio, hacia la izquierda se dirige hacia el Patio de las Doncellas, hacia la derecha a través de un corredor angosto se puede acceder al patio de las Muñecas, que constituía la parte más reservada y que de esta manera tenía un acceso directo al exterior sin atravesar la parte oficial del palacio Patio de las Doncellas Es un patio de forma rectangular que presenta en la planta baja una serie de arcos lobulados sobre dobles columnas de mármol y en la planta superior, una arcada de medio punto sobre columnillas jónicas de mármol con balaustrada, que fue añadida hacia 1540, bajo el reinado del rey Carlos V por el arquitecto real Luis de Vega. En 1572, en época del rey Felipe II, se cambió la fisonomía del patio, procediéndose a enlosar el mismo, colocándose una fuente en el centro. En los primeros años del siglo XXI, el patio ha recuperado la primitiva estructura que tenía en los tiempos del rey Pedro I, esta configuración ha supuesto la desaparición de las losas del patio y su sustitución por una alberca que corre a lo largo del mismo, rodeada por arriates rehundidos.

En tres de los lados del patio se abren las habitaciones que componen la planta baja del palacio. El cuarto de los lados está adosado al palacio de Alfonso X por lo que sólo presenta las galerías que cierran el patio. A la derecha del patio se encuentran las Salas regia y la alcoba real, conocidas ambas como dormitorio de los Reyes Moros. Constituyen dos salas paralelas, en la que la más exterior, abierta al patio por arco peraltado y tres ventanas con celosías caladas, constituía la sala real en la que destaca una magnífica techumbre, donde se combinan los elementos


geométricos de lacería y los motivos renacentistas y la interior que componía el dormitorio de verano del rey. Se hallan separadas por un triple intercolumnio. Salón de Embajadores El salón de embajadores, también denominado de la media naranja, era la qubba, una de las salas principales del palacio, que centraba el ceremonial público de la corte. Se encuentra su entrada en el acceso abierto en el lado menor del patio de las doncellas y a través de un gran arco que conserva las puertas originales, realizadas por carpinteros toledanos en 1366, compuestas por hojas talladas en madera de pino ataujeradas, doradas y policromadas, con inscripciones en árabe, en su cara externa, y castellano, en la interna. La sala presenta una planta cuadrada con arquerías triples de herradura en dos de sus lados, sostenidos por columnas de mármol de distintos colores y capiteles califales en cada frente. En la decoración destaca la bóveda semiesférica, que se levanta sobre pechinas de mocárabes dorados, fechada en 1427, obra original del carpintero Diego Ruiz. También destacan los paños de alicatado que presentan la parte baja de los muros con temas de lazo y la magnífica ornamentación de yeserías con temas geométricos en su parte superior. El conjunto se rompe con los balcones construidos en 1592. En la parte superior hay una galería donde están representados los retratos de reyes españoles desde Recesvinto a Felipe III, debajo de su pintura leemos el nombre de cada monarca, su heráldica y sus fechas de comienzo y duración de cada reinado. A ambos lados de esta sala se encuentran las denominadas salas colaterales, en las que sobresale la decoración de los frisos de yeserías donde aparecen unos medallones con siluetas blancas que representan escenas de temas caballerescos y cinéticos entre esfinges y arpías.

Salón del Techo de Carlos V Situada en el lado contrario al dormitorio del rey moro. En sus orígenes debió ser la capilla del Palacio. Destaca la techumbre de casetones con medallas y escudos imperiales, que resultan una de las mejores muestras renacentistas del Alcázar.


Patio de las Muñecas Desde la Sala de Felipe II se llega al Patio de las Muñecas, cuyo nombre se debe a los pequeños rostros visibles en varios de los arcos, con bellísima ornamentación de azulejos y arabescos de estuco, es típico animar a los visitantes que descubran las caritas de muñecas talladas en diversas columnas, ya que si se presta atención se pueden encontrar nueve caras, en distintas zonas de la estancia. Según la tradición “trae suerte” a quien la encuentra por sus medios. Destaca las columnas y capiteles procedentes de Medina Azahara. El patio fue objeto de restauración, a partir de 1833, en ella se renovaron las yeserías originales de la planta baja y se construyó la planta alta, también se intervino en la sala del príncipe. Cuarto del Príncipe Situado junto al Patio de las Muñecas, recibe este nombre por Don Juan, hijo de los Reyes Católicos, nacido en el Alcázar en 1478. Salón del techo de Felipe II Sala de carácter rectangular, también conocida como de la media caña por la forma de su techo, comunica con el Salón de los Embajadores a través del Arco de los Pavones. Planta Alta o palacio Alto Constituyen las habitaciones que se encuentran en la planta superior del Palacio Mudéjar, fueron ampliados y transformados en tiempos de los Reyes Católicos, lo que incluyó la sustitución de techumbres del piso inferior que al ser a dos aguas, se convirtieron entonces en planas para soportar el suelo de la estancia superior. Estas habitaciones no son visitables, quedando al uso privado de la familia real.

Palacio gótico Palacio mandado edificar por el rey Alfonso X, en 1254, y que sirvió como Corte de este rey, parece un reflejo a la descripción que realiza el libro segundo del Código de las Siete Partidas del palacio real, procurando su carácter público frente al carácter recogido de los palacios islámicos. Se accede a él desde el patio del Crucero o también desde las escaleras existentes en el Patio de las Doncellas. Aunque la construcción de este palacio se remonta a la época de Alfonso X, sin embargo el Terremoto de Lisboa de 1755 afectó a este conjunto debiendo realizarse importantes modificaciones, dándole entonces un toque barroco en el patio del crucero. La fachada que presenta al patio del crucero es porticada y fue construida por Sebastián Van der Borcht.


Patio del crucero El patio del crucero, fue construido en el siglo XII, durante el periodo almohade de tamaño superior al que hoy presenta, añadiéndosele en tiempos de Alfonso X, bóvedas de crucería, el jardín presentaba dos niveles, el más alto correspondería al que tiene actualmente el patio, con dos galerías principales en forma de cruz y otras cuatro periféricas, y un segundo nivel, 4,7 metros por debajo del anterior, ocupado por un jardín con naranjos, dividido en cuatro partes, en cuyo centro se situaba una gran fuente y en los extremos albercas. A raíz del terremoto de Lisboa se tapó este jardín inferior, rellenándolo de tierra y formando el actual patio rectangular. Los vestigios visible de este piso inferior pueden ser contemplados desde el patio del crucero y la única parte que sobrevive son los llamados baños de Doña María a los que se accede desde el jardín de la danza. Este sótano está formado por una gran nave de diez tramos cubiertos por bóvedas de crucería. La entrada desde el jardín está cubierta con una larga bóveda de cañón. Capilla Destaca la Capilla presidida por un retablo de la Virgen de la Antigua, realizado en en siglo XVIII por Diego de Castillejo y que contiene una copia anónima de la existente en la Catedral de Sevilla. Los muros presentan zócalos de azulejos realizados por Cristóbal de Augusta. Sala gótica (de las bóvedas o de Fiestas) Durante el siglo XVI se llamó Sala de Fiestas porque en ella se celebraron los banquetes con ocasión de las boda real del rey Carlos I. Durante el reinado de Felipe II fue remodelada para adaptarla al gusto de la época, dándole un toque más renacentista, los muros se cubrieron con zócalos altos de azulejos, entre los que destacan los realizados por el ceramista Cristóbal de Augusta entre 1577 y 1583, en los que se rinde homenaje a Carlos V, con las efigies del caballero y la dama representando al emperador y su esposa, también se sustituyen los pilares por ménsulas manieristas y se pintan las bóvedas. Salón de los Tapices Ubicada frente al patio del crucero, esta sala se reconstruyó de nueva planta a partir del Terremoto de Lisboa. Constituye un salón decorado con grandes tapices que representan la conquista de Túnez en 1535 por el emperador Carlos; son de origen flamenco y fueron tejidos por Francisco y Cornelio Van der Gotte. Los tapices originales, pertenecientes al Patrimonio Nacional, en la actualidad forman parte de la colección del Palacio Real de Madrid, y fueron restaurados en el año 2000. Estos fueron ejecutados en Bruselas a partir de 1546 por encargo de la regente María de Hungría, hermana del emperador Carlos V; los diseños son de Jan Cornelisz Vermeyen y Pieter Coecke van Aelst, y fueron tejidos en el taller de Willem de Pannemaker. La colección estuvo expuesta en Londres en 1554, por motivo del matrimonio entre el príncipe heredero Felipe y la reina María Tudor. En el siglo XVIII los originales estaban demasiado dañados, por lo que el rey


Felipe V encargó en 1740 las copias de los hasta ahora mencionados tapices, estas copias en seda y lana desde 1929 se exponen en el Salón de Tapices del Palacio Gótico del Alcázar sevillano. Jardines

Los Jardines suponen una parte fundamental del Alcázar, habiendo experimentado diversas transformaciones estilísticas, desde su trazado primitivo. El paseo por los Jardines del Alcázar constituye uno de los más agradables de Sevilla, donde se aúnan caracteres árabes, renacentistas y modernos. Están dispuestos en terrazas, de vegetación verdeante, multitud de naranjos y palmeras, con fuentes y pabellones donde se respira frescor y quietud, lugar para el sosiego y descanso en la ciudad. La parte más próxima al palacio, realizada en época renacentista, se encuentra compartimentada por muros decorados con fuentes y portadas manieristas, sin ninguna vinculación entre ellos, lo que los enlaza con la herencia musulmana, al igual que la proliferación de fuentes bajas forradas de azulejos y la práctica de cubrir los muros con naranjos en espaldera. Estos jardines más próximos al conjunto arquitectónico son los siguientes, comenzando por la salida procedente del palacio gótico hacia la derecha: Jardines de Mercurio Formado por un gran estanque, situado a la altura del palacio y más alto por tanto que el resto de los jardines, se encuentra presidida la alberca por la figura del dios Mercurio, realizada por Diego de Pesquera y fundida por Bartolomé Morel en 1576, de estos autores son también las barandas con leones en escudos en sus ángulos y 18 bolas con remates piramidales que rodean el estanque. Todas estas piezas fueron doradas en su origen, quedando algún resto del recubrimiento. De fondo se encuentra la Galería del Grutesco para cuya construcción se aprovechó un antiguo lienzo de muralla almohade, Su transformación en mirador y decoración se debe fundamentalmente a Vermondo Resta, realizada alrededor de 1612, siendo considerada la más manierista del Alcázar, está realizada por labores rústicas en piedras de distinto tipo que simulan rocas marinas. Con estos elementos pétreos también se enmarcan espacios cuadrangulares y de medio punto en los que en su mayoría hay pinturas murales imitando mármol rojizo, en las que también se pintaron figuras, fábulas mitológicas y aves exóticas, realizadas por Diego de Esquivel en el siglo XVII. La galería se encuentra


rematada en la parte superior a modo de castillete almenado. Frente al estanque, se conserva una fuente con órgano hidráulico del siglo XVII, recientemente restaurada. Jardín de la danza También conocido como Jardín de las Damas. Es un espacio de carácter rectangular dividido en tres tramos, desde el que se accede al llamado "Baño de Doña María de Padilla", que constituye el jardín subterráneo del jardín del crucero. Es un gran estanque con arcos de nervadura en su parte superior. En un nivel superior se encuentran dos columnas que en su momento estuvieron rematadas con esculturas de personajes mitológicos, que representaban un sátiro y una ninfa bailando. En la zona inferior destaca una fuente que data del siglo XVI, decorada con azulejos. Jardín de Troya Este jardín adosado a la zona palaciega tiene origen musulmán que se mantiene hoy en detalles como la intimidad proporcionada por los muros que los separan del jardín de las damas, la musicalidad de las fuentes y la fragancia de las plantas aromáticas. La fuente central consta de una taza del siglo X. La galería rústica que cierra el jardín fue realizada por Vermondo Resta en 1606, en estilo manierista. También es llamado del Laberinto, nombre debido a las calles que componían su solería, en el centro del mismo se encuentra una fuente. Este laberinto que aquí existía fue suprimido a principios del siglo XX. Jardín de la Galera Está constituido por el espacio hacia el fondo del jardín de Troya. Posee un corredor posiblemente de origen del siglo XVI. Un muro con arco central lo separa del contiguo Jardín de las Flores. Su nombre procede de las galeras de mirto que adornaban este jardín y que se veían desde la galería balconada que sale del Salón de Embajadores. Jardines del Príncipe Es el último de los jardines de este primer tramo y los más antiguos, su nombre procede del nacimiento, en un cuarto próximo, del príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos. El trazado es de crucero y tiene una plantación heterogénea donde coexisten indiscriminadamente, palmera, ciprés, magnolio, granado, naranjo y otros arbustos, todo distribuido irregularmente, destaca la fuente de Neptuno. Laberinto Del resto de los jardines cabe distinguir los que se encuentran antes de atravesar la galería del grutesco, esta galería avanza en dirección noroeste-sureste por los jardines y se extiende


hasta el llamado Jardín del Laberinto. Se trata de la primitiva zona de huertas, convertidas también en jardines en los que abundan naranjos y limoneros: Apeadero y Patio de Banderas El apeadero es un amplio zaguán a través del cual se sale del Alcázar, presenta fachada al Patio de Banderas, es obra del arquitecto Vermondo Resta, ejecutada por el cantero Diego Carballo. En el remate de la fachada aparece el escudo del Felipe V. el Patio de Banderas constituye una gran plaza donde se colocaban las banderas que señalaban la presencia de algún rey en palacio, funcionaba como Plaza de Armas del recinto militar del Alcázar.


GRANADA: LA ALHAMBRA Y EL GENERALIFE LA ALHAMBRA La Alhambra es una ciudad palatina andalusí situada en Granada, España. Se trata de un rico complejo palaciego y fortaleza (alcázar o al-qasr) que alojaba al monarca y a la corte del Reino nazarí de Granada. Su verdadero atractivo, como en otras obras musulmanas de la época, no sólo radica en los interiores, cuya decoración está entre las cumbres del arte andalusí, sino también en su localización y adaptación, generando un paisaje nuevo pero totalmente integrado con la naturaleza preexistente. En 2011 se convirtió en el monumento más visitado de España, recibiendo la cifra histórica de 2.310.764 visitantes. Etimológicamente, «Alhambra» en árabe es «al-Ħamrā» ('la Roja'), procedente del nombre completo «al-Qal'a al-hamra» ('fortaleza roja'). En su evolución, el castellano intercala entre la m y la r una b, como en «alfombra», que en el árabe clásico tenía el significado de 'rojez', escrito como «al-humra». Existen más teorías para explicar el origen del nombre de la Alhambra, pues hay otros autores que consideran que en la época andalusí la Alhambra estaba encalada y su color era blanco. El nombre de «roja» le vendría porque cuando se construyó se trabajaba de noche, y vista por la noche, desde lejos, debido a la luz de las antorchas, se veía roja. Otros autores defienden que «Alhambra» es simplemente el nombre en femenino de su fundador, Abu al-Ahmar, que en árabe significa 'el Rojo', por ser pelirrojo. HISTORIA DE LA ALHAMBRA La Alhambra es una ciudad amurallada (medina) que ocupa la mayor parte del cerro de La Sabika. La Granada musulmana tenía su propio sistema de amurallamiento, por tanto la Alhambra podía funcionar con autonomía respecto a la ciudad. En la Alhambra se encontraban todos los servicios propios y necesarios para la población que vivía allí: palacio real, mezquitas, escuelas, talleres, etc. En 1238 entra en Granada por la Puerta de Elvira, y para ocupar el Palacio del Gallo del Viento, Mohamed-Ben-Nazar (o Nasr), llamado Al-Ahmar el Rojo (ya que tenía la barba roja). Cuando Al-Ahmar (Mohamed Ben Nazar) entró triunfador en Granada en ese año de 1238, la población le recibió con el grito de «Bienvenido el vencedor por la gracia de Alá», él respondió: «Solamente Alá vence». Éste es el lema del escudo nazarí y también está escrito por toda la Alhambra. Al-Ahmar construyó el primer núcleo del palacio. Su hijo Mohamed II, que fue amigo de Alfonso X el Sabio, lo fortificó. El estilo granadino en la Alhambra es la culminación del arte andalusí, lo que ocurrió a mediados del siglo XIV con Yusuf I, que construyó la Torre de Comares, y con Mohamed V, quien edificaría el Patio de los Leones. En 1492, con la conquista de Granada por los Reyes Católicos, la Alhambra pasa a ser palacio real. Íñigo López de Mendoza, conde de Tendilla, fue el primer alcaide cristiano de la Alhambra. Hernando del Pulgar, cronista de la época, cuenta: «El conde de Tendilla y el Comendador Mayor de León, Gutierre de Cárdenas, recibieron de Fernando el Católico las llaves de Granada, entraron en la Alhambra y encima de la Torre de Comares alzaron la cruz y la bandera».


La ocupación napoleónica supuso un episodio negativo para la Alhambra. En 1812, el ejército francés, en su retirada de Granada, decidió volar la Alhambra con diversas cargas explosivas conectadas por un reguero de pólvora. Para entonces ya se habían venido abajo algunos torreones defensivos, como la Torre de los Siete Suelos. Sólo el arrojo de un soldado español pudo evitar su total destrucción, al interrumpir el curso de las explosiones. El Comité del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco declaró la Alhambra y el Generalife de Granada como Patrimonio de la Humanidad en su sesión del día 2 de noviembre de 1984 y cinco años después, el barrio de El Albaicín (Al Albayzín ), antigua ciudad medieval musulmana, obtuvo la misma denominación como extensión de la declaración como Patrimonio Cultural de la Humanidad de La Alhambra y el Generalife. La Alhambra fue uno de los 21 candidatos finalistas para ser una de Las nuevas siete maravillas del mundo moderno, aunque finalmente no fue elegida a formar parte del grupo. ACCESOS DE LA ALHAMBRA Una forma de acceder al recinto es por la Puerta de las Granada, otro acceso es por la Cuesta de los Chinos, el tercer acceso es por la Cuesta del Realejo: El camino central, si se sube por la Puerta de las Granadas, en la actualidad peatonal, llega hasta el Palacio de Carlos V. Andando se puede llegar hasta la Puerta de la Justicia (anteriormente la Bab Axarea, la Puerta de la Explanada, y en ella nunca se impartió justicia) que es de la época de Yusuf I, 1348. En el centro puede verse el relieve de una mano, sobre el 2º arco, el relieve de una llave. Esta simbología ha dado lugar a muchas explicaciones, aunque ninguna definitiva, una posible es explicarlo como una metáfora del conocimiento (la mano simboliza los cinco pilares de la fe islámica y la llave simboliza a la que abre las puertas del cielo). Se desemboca en una explanada llamada Plaza de los Aljibes, por estar encima de una serie de aljibes. A la derecha está la Puerta del Vino, es uno de los edificios más antiguos, siendo atribuida su edificación a la época del Sultán Muhammand III (1302-1309), la decoración de la fachada o portada de poniente corresponde a la época finales del siglo XIII o principios del siglo XIV, y la de levante es posterior a 1367, y que comunica la Alcazaba con la zona de palacios. Detrás de la Puerta del Vino, dejando a la derecha el Palacio de Carlos V, se accede a la zona de los palacios. Cuando los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, conquistaron el reino de Granada, expulsaron al rey de Granada, Boabdil, quien estaba triste por haber perdido lo que él llamaba "el paraíso terrenal". Y cuando ya se iba lloró delante de su madre mirando hacia atrás según se alejaba, hacia su Granada, y ella le dijo: llora como una mujer, lo que no supiste defender como un hombre.


En el camino hacia la costa granadina hay un puerto de montaña llamado "El Suspiro del Moro”, nombre que se obtuvo de esta leyenda ya que desde este punto se puede observar toda la ciudad y la Alhambra a lo lejos, y desde donde se supone que paró Boabdil para admirar su reino perdido y no pudo evitar llorar. DESCRIPCION DE LOS EDIFICIOS QUE SE ENCUENTRAN EN LA ALHAMBRA ALCAZABA La alcazaba constituía la zona militar, centro de la defensa y vigilancia del recinto y con ello fue la parte de construcción más antigua de la Alhambra. Las primeras edificaciones árabes realizadas se corresponden con la época califal, en el siglo XI, ampliándose las mismas al convertirse Granada en capital de uno de los reinos de Taifas. Los elementos principales son: - Terraza de la Torre del Cubo. Torre semicircular, construida alrededor de 1586, sobre una puerta islámica, fue vaciada en el siglo XX. Hoy en día constituye una terraza de privilegio para la contemplación del valle del Darro y el Albaicín. - Adarve de la muralla norte. - Plaza de Armas. - Terraza de la plaza de Armas.

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- Torre de la Vela, constituía la torre de defensa más grande del conjunto militar, por su altura domina toda la vega granadina. Su nombre procede de la campana que los cristianos colocaron en la torre tras la conquista de la ciudad. - La Torre del Homenaje. Se levanta en la parte más alta de la fortaleza, tiene algo más de 22 metros de alto y en su interior se distinguen seis pisos. El nivel más alto pudo servir a los alcaides del recinto de centro de operaciones de la defensa. - Torre de los Hidalgos.


- La Torre Quebrada. - La Torre Adarguero. Estas tres últimas torres dan a la gran explanada. - Jardín de los Adarves, fue creado en el siglo XVII, cuando la fortaleza perdió su carácter defensivo. Existen buenas panorámicas desde este jardín. PALACIOS NAZARÍES Los palacios nazaríes son el conjunto formado por el Palacio de Comares, construido en primer lugar, y el Palacio de los Leones. Cronológicamente fueron levantados después de la alcazaba, el generalife y el Partal, siendo su construcción del primer tercio del siglo XIV. Constituía la sede de las funciones administrativas, de la corte, protocolo y retiro y disfrute privado. Al bajar las escaleras de acceso, se van encontrando las siguientes dependencias: - Mexuar Es la sala más antigua. En época árabe servía de sala de audiencia y justicia para casos importantes. Tenía una cámara elevada cerrada por celosías donde se sentaba el sultán a escuchar sin ser visto. No existían las ventanas laterales. Tenía el techo abierto en su parte central. Al fondo se encuentra una pequeña habitación, que servía de oratorio, desde donde se divisa el Albaicín, se encuentra orientado de forma diferente a la muralla, para cumplir su función religiosa. La decoración es el resultado de multitud de intervenciones entre el siglo XVI y el siglo XX. En tiempos cristianos se utilizó esta sala como capilla. A continuación se entra en un patio con fuente en el centro y una cámara a la izquierda, denominado patio del Mexuar. - Patio de Mexuar o Cuarto Dorado No se conoce con certeza el destino dado a esta zona en época árabe. Si se conoce que se adaptó como habitación para Isabel de Portugal, para su estancia en la Alhambra, aunque nunca llegó a ocuparla. En la fachada del cuarto destacan los capiteles de su arco de entrada. Dentro del cuarto sobresale la techumbre, en madera de cedro, y decoración de piñas y conchas. Bajo él, ventanas cerradas con celosías. Dos portadas rectangulares bordeadas de cenefa de cerámica. La estancia está decorada con pinturas góticas y escudos y emblemas de los Reyes Católicos. Existen dos puertas, una que conduce al palacio oficial y otra que no conduce a ningún lugar. La que conduce al palacio es más sencilla que la otra, se trataba así de confundir a La fachada del palacio fue erigida por mandato del Mohamed V, siendo inaugurada en 1370, es una fachada interior que no anticipa la majestuosidad del interior del palacio los asaltantes y ladrones.


- Sala de la Barca Desde la galería norte del Patio de los Arrayanes y a través de un arco apuntado de mocárabes, accedemos a la sala de la Barca, llamada así ya que presenta ricas yeserías con el escudo nazarí y dentro de él, la palabra «Bendición», que en árabe se dice "Baraca", y que los castellanos escucharon como "Barca"; otra explicación podría ser que el nombre proviene por tener un artesonado magníficamente ensamblado en forma de casco de barco. Esta sala, parece ser que era más pequeña en un principio, y su ampliación fue realizada por Mohamed V. En esta sala existió una bóveda semicilíndrica que fue destruida por el fuego del incendio de 1890, sustituida por una reproducción de aquella que fue totalmente terminada en 1964. Los muros presentan las yeserías con el escudo nazarí y la palabra «Bendición» y el lema de la dinastía «Sólo Dios es vencedor». La sala se encuentra rodeada por un zócalo en cuyos extremos encontramos alcobas con zócalos de azulejos, que revisten las columnas que sujetan arcos peraltados y festoneados de mocárabes y pechinas. Desde aquí se accede al Torreón de Comares, presidido por el Salón de los Embajadores.

- Torre de Comares, Salón de Comares o Salón de los Embajadores Desde el patio de los Arrayanes destaca en uno de sus extremos, el imponente torreón de Comares, se accede a él por la sala de la barca. El salón de Comares es la estancia más amplia y elevada de todo el palacio, ocupa el interior de la Torre de Comares, dominando con su vista el valle del Darro. Su construcción data del segundo tercio del siglo XIV, siendo sultán nazarí de Granada, Yusuf I, aunque probablemente no viera terminada la obra que ordeno construir y adornar ricamente, ya que diversas inscripciones atribuyen su autoría a su hijo Mohamed V, su función principal era celebrar las audiencias privadas del sultán. Presenta planta cuadrada, originalmente el suelo era de mármol y en la actualidad de barro. En el centro de la sala se puede observar un cuadrado con el nombre de Alá escrito sobre azulejos. Es un lugar con un contenido poético muy rico, podemos encontrar distintas composiciones, alabanzas a Dios y al emir y también algunos fragmentos del Corán. Cada centímetro de la pared está cubierto por algún elemento decorativo. En los laterales del salón hay 9 alcobas, tres por cada uno de los lados del salón, correspondiendo la alcoba central del lado norte al sultán, también se abren una serie de


ventanas cerradas antiguamente por celosías de madera y vidrieras de colores llamadas cumarias, (de ahí el nombre de comares). Todas las paredes están cubiertas de yeserías con motivos de conchas, flores, estrellas, escrituras. Sala policromada: oro en el relieve, colores claros en lo profundo. Zócalo decorado con azulejos. El suelo original era de cerámica vidriada en blanco y azul con escudos de armas como motivos ornamentales. Las paredes están decoradas con versículos coránicos y poemas realizados en yesería, lo que le debían conceder a esta sala en sus orígenes, con la decoración que no nos ha llegado, con sus juegos de luz y su ambiente cortesano, una de las salas palaciegas más impresionantes del mundo islámico. La calefacción era de braseros y la iluminación con lámparas de aceite. Uno de los aspectos más atrayentes del Salón de los Embajadores es su techo, de forma cúbica. En él se representan los siete cielos de la cultura musulmana, situados uno encima de otro. El Corán dice que sobre ellos está el trono de Dios; todo el techo está lleno de estrellas, en total son ciento cinco. El techo es una representación del Universo, quizás una de las mejores representaciones de la Edad Media. Realizado en madera de cedro con incrustaciones de maderas de diferentes colores, va formando estrellas superpuestas que forman diferentes niveles. En el centro y lo más elevado está el Escabel sobre el que se establece Dios- Alláh según los relatos coránicos. Desde éste se van repitiendo las figuras geométricas que dividen el techo en siete espacios, que representan los 7 cielos que descienden consecutivamente hasta este mundo: el 7 es uno de los números simbólicos por excelencia. Entre todos ellos configuran el Trono, que es el símbolo de la creación entera. Este uso simbólico de cosmología coránica -con tantas alusiones al Escabel, el Trono, al Rey que se asienta sobre él- tiene una clara intención de legitimar al soberano como representante (jalifa de donde viene califa) de Dios en la tierra. El hecho de que el salón fuese el salón del trono, que estaba situado en su centro, justo debajo del escabel divino, es una clara referencia a esto. Pero la simbología de la sala no acaba ahí: las 4 diagonales del Techo de Comares representan los cuatro ríos del Paraíso y el Árbol del Mundo (o Axis Mundi), que teniendo sus raíces desde el Escabel se expande por todo el Universo. Pero no acaba ahí su simbología: las alcobas, nueve presentes (tres en cada muro), más tres omitidas para dejar el paso a la sala de la baraka, son una referencia a las doce casas zodiacales, en correspondencia con el papel de séptimo cielo que ocupa esa altura. Se accede al Palacio de los Leones a través de: Sala de los mocárabes Se llama así por la bóveda de mocárabes que la cubría. La de hoy es del siglo XVII. Muros con labor de yesería, inscripciones religiosas y escudo de la dinastía Nazarí. Patio de los Leones Se comenzó su construcción en 1377, por deseo de Mohamed V, hijo de Yusuf I, siendo su alarife mayor Abén Cecid, concluyéndose trece años después. Los árabes de Granada, antes de llamar al Patio de los Leones Sahan al-Osud, lo hicieron con la denominación de Al-Haram. De planta ligeramente trapezoidal, el lado oriental es mayor que el que da a poniente (el de la sala de Mocárabes), el largo del conjunto, incluyendo las salas de Mocárabes y Reyes es igual al triple del ancho del Patio en su lado menor o de poniente, rodeado por una esbelta galería con 124 columnas de mármol blanco de Macael (Almería), las cuales se agrupan, a más de las exentas, en conjunto de dos, tres, y hasta cuatro en las esquinas, sustentando, o bien sólo


apuntalando, las arcadas de filigrana, siendo simétricos los lados mayores y asimétricos los menores, de los que avanzan siendo pabellones hacia el patio, en cuya intersección de ejes transversales y longitudinal se ubica la fuente con los doce leones que le da nombre. Alrededor, las alcobas, salas privadas del sultán y esposas con piso alto abierto, falta de ventanas que miren al exterior, pero con jardín interior como corresponde a la idea musulmana del paraíso. De cada sala fluyen 4 arroyos que van al centro: los 4 ríos del paraíso. Las columnas se unen con paños calados que dejan pasar la luz. Fustes cilíndricos muy delgados, anillos en la parte superior, capiteles cúbicos sobre los que corren inscripciones. Las planchas grises de plomo convierten los empujes horizontales en verticales. Los dos templetes que avanzan a los dos lados opuestos del patio son como un recuerdo de la tienda de campaña de los beduinos. Son de planta cuadrada, decorados con cúpulas de madera que se apoyan en pechinas de mocárabes. El alero es obra del siglo XIX. Toda la galería está techada con artesonado de lacería Fuente de los Leones Los últimos datos conseguidos gracias a la restauración de los leones y la taza de la fuente han podido indicar que, tanto los leones como la taza, datan del siglo XIV y de la misma procedencia y material (mármol de Macael, Almería) siendo fabricada la fuente en su conjunto, tanto leones como taza, al mismo tiempo. Este descubrimiento viene a rectificar las informaciones que indicaban la procedencia de los leones de un palacio, anterior a la alhambra, perteneciente al primer visir de la dinastía zirí Samuel Ibn Nagrella. A su vez, se ha podido descubrir tres tipologías de leones en base a sus elementos formales diferenciadores. Cada una la conforma un grupo de cuatro leones con similitud dos a dos en sus rasgos: nariz, pelaje de la melena, fauces y posición y relieve de la cola. La fuente de los leones tiene diversas significaciones o simbologías, ninguna de ellas corroboradas. Por una parte los doce leones tienen una simbolización astrológica, cada león alude a un signo zodiacal. Por otra, tiene una significación política o mayestática que está relacionada con el templo del rey Salomón y el mar de bronce del mismo templo. Por última y la más importante, alude a un símbolo paradisíaco refiriéndose así a la fuente, originaria de la vida y los 4 ríos del Paraíso. Pero lo que si se puede decir, es que la fuente como tal es una alegoría del poder que reside en el sultán. Sala de los Abencerrajes Esta sala fue alcoba del sultán. Al ser cuarto privado no hay ventanas al exterior. Los muros están ricamente decorados. El estuco y los colores son originales. El zócalo de azulejos es del siglo XVI, de la fábrica de azulejos sevillana. La cúpula está decorada con mocárabes; en el suelo, en el centro, una fuentecilla servía para reflejar la cúpula de mocárabes, que al estar ricamente decorada, conseguía una luz encantadora y mágica, pues al entrar la luz por la parte superior iba cambiando según las distintas horas del día Sala de los Reyes Ocupa todo el lado oriental del patio. Llamado así por la pintura que ocupa la bóveda del cuarto central. Es la sala más larga del Harén, dividida en 3 cuartos iguales y dos pequeños que pudieran ser armarios, por su emplazamiento y falta de iluminación. Probablemente destinada a fiestas familiares. En la bóveda del centro, las pinturas representan a los 10


primeros reyes de Granada desde la fundación del reino, uno de ellos con barba roja que puede ser Mohamed ben Nazar llamado Al-Hamar el Rojo, fundador de la dinastía Nazarí. En las bóvedas laterales hay pinturas que representan caballeros y damas, realizadas a fines del Siglo XVI. Hubo un intercambio artístico en tiempos de Pedro I de Castilla quien solicitó ayuda al rey de Granada para restaurar los Reales Alcázares de Sevilla. Las pinturas llevan una técnica muy laboriosa: 1. Planchas de madera de peralejo bien cepillada y formando una elipse. 2. Sobre la superficie cóncava se extiende el cuero mojado, pegándolo con un baño de cola y claveteado con pequeños clavos de cabeza cuadrada cubiertos de estaño para evitar la oxidación. 3. Sobre el cuero, una capa de yeso, caña y cola de 2 cm de espesor ya tostada y pintada en rojo. Sobre esta capa y con un punzón se dibujan los temas. La división interna de la sala está realizada mediante arcos de atajo, cortando la estancia de forma perpendicular. Estos arcos muestran su intradós repletos de mocárabes y sus paramentos están cubiertos por yeserías, en los que aparecen símbolos nazaríes y también cristianos. La apariencia conjunta de la sala con sus arcos decorados puede recordar algún modelo de mezquita almohade. Sala de las Dos Hermanas Se sale del Patio de los Leones por el lado opuesto a la Sala de los Abencerrajes. Se pasa una puerta original de taracea, una de las más bellas del palacio, actualmente conservadas en el Museo de la Alhambra. El nombre de Dos Hermanas procede de las dos losas de mármol blanco que hay en el suelo a ambos lados de la fuente central, exactamente iguales en tamaño, color y peso. Tiene un mirador sobre la ciudad y comunicación directa con los baños. Esta sala, al igual que toda la Alhambra, tiene poemas escritos en las paredes. En esta sala se puede leer uno que dice: "Sin par, radiante cúpula hay en ella con encantos patentes y escondidos" (...) "Nunca vimos jardín tan verdeante, de más dulce cosecha y más aroma". En cada cuarto del harén hay dos puertecillas: una da al harén alto, otra es una letrina. No hay cocinas. Empleaban el anafe o cocinaban fuera.


- Sala de los Ajimeces y Mirador de Daraxa o Lindaraja Al fondo de la sala anterior está el Balcon de Lin-dar-Aixa. Daba al valle del río Darro y se veía a lo lejos la ciudad. La construcción del Pabellón de Carlos V interrumpe ahora la vista, por eso se construyó el Jardin de Lindaraja, italiano, con fuente renacentista y taza de mármol árabe. En el mirador de Lindaraja, se puede leer el siguiente poema: "Yo soy de este jardín el ojo fresco", "En mi, a Granada ve, desde su trono" Habitaciones del Emperador Con el nombre de habitaciones del Emperador, se conocen los seis aposentos, que fueron construidos durante el reinado de Carlos V, entre 1528 y 1537 y que configuran el patio de Lindaraja, hacia un lado y el Patio de la Reja, hacia el otro. Cuarto del Emperador Construido para que el rey Carlos habitase aquí mientras estaba en Granada, en su viaje de bodas. En el cuarto siguiente a éste hay una placa de mármol en memoria del escritor Washington Irving que residió en esta parte del recinto, mientras escribía sus Cuentos de la Alhambra, en 1829.

- El peinador de la Reina Torre árabe llamada de Abul-Hachach, usada por el sultán para recreo y meditación. Tras la conquista cristiana fue reformado. La planta superior pudo servir como tocador real y podría haber sido utilizado por la reina Isabel de Farnesio. Su estructura tiene influencias romanas por la presencia del mirador con la galería porticada y su decoración pictórica. - Patio de la Reja o los Cipreses Se accede a este patio desde la última de la habitaciones de Carlos V, su construcción data de tiempos de Carlos V, al construirse las habitaciones del emperador - El Partal Debe su nombre a la voz árabe que significa pórtico, y se refiere a los restos de la residencia del Sultán Yusuf III, el más septentrional de los Palacios Nazaríes.


Corresponde a la zona de las viviendas de los criados de Palacio. - Pórtico del Palacio - Jardines y paseos - Rauda - Palacio de Yusuf III - Paseo de las Torres - De los Picos - De las Infantas: Construida en 1445. Es la mejor conservada. Buen ejemplo de lo que era una vivienda andalusí con todas sus comodidades. Es un palacete con bancos a la entrada para los eunucos, patio interior con alcobas, entrada en recodo, fuente en el centro, ventanas a los huertos de flor (en este caso, el Generalife), piso superior para las damas. Arriba, terraza. El techo era de mocárabes y desapareció en un terremoto. Curiosa bóveda de entrada. Residencia de las hermanas Zaida, Zoraida y Zorahaida, cuya historia narraWashingtong Irving en Cuentos de la Alhambra. - De la Cautiva: Suntuosa construcción de Yusuf I. Debe su nombre a Isabel de Solís, que como dice el nombre de dicha torre estaba allí cautiva. Entre sus poemas se puede leer: "En sus zócalos, de obra de azulejos, y en su suelo, hay prodigios cual tejidos". - Baños La joya de la casa árabe. El baño para el musulmán es una obligación religiosa. La construcción es copia de las termas romanas. Tienen 3 salas: 1. Cambio de ropa y descanso. Sala de las camas y reposo. Aquí se desnudaban, pasaban luego al baño y volvían a descansar. A veces les traían aquí la comida. En la galería alta había músicos y cantores. 2. Masaje. Sala de refresco o masaje. Son dos galerías con arcos. 3. Vapor. Sala de vapor. Más pequeña. Las bóvedas están abiertas con tragaluces en forma de estrella que en su día estaban cubiertos con cristales de colores, pero no herméticos, de manera que pudiese salir el vapor y entrar el aire fresco. - Palacio de Carlos V Su nombre procede de que fue realizado para residencia del emperador Carlos, aunque no queda constancia de que nunca llegara a habitar en él. Está situado junto al Palacio nazarí de Comares, y representa un gran contraste con la arquitectura islámica del resto del recinto. Presenta planta cuadrada, con patio circular. Sorprendente por el año de construcción (1527), muy temprano para sus características: columnas dóricas en el primer piso, jónicas en el segundo, y friso con cabezas de toro de tradición grecorromana. En algunos aspectos, repite o anticipa ciertas soluciones arquitectónicas, lo que se explica por la estancia de Machuca en dicho país y por su habilidad para desarrollar con inventiva propia ciertos rasgos del incipiente estilo manierista. La construcción se vio interrumpida en el siglo XVII, hasta que se completó en el siglo XX. Su fachada es totalmente renacentista. El primer cuerpo, estilo toscano. El segundo con elementos de decoración del barroco. Sobre la puerta principal, dos estatuas aladas de


mujer reclinadas en el frontón. Arriba, 3 medallones enmarcados en mármol verde. En los laterales, escenas de Hércules. Los anillos de hierro de la parte baja son pura decoración. - Convento de San Francisco Es el actual Parador de Turismo. Fue casa noble andalusí. Después de la conquista se donó a los franciscanos siendo así el primer convento de Granada. Patio andalusí bien conservado, con mocárabes, balcón cerrado con celosías y aljibe. - Secano o Alhambra Alta Se está estudiando actualmente con excavaciones. Barrio del pueblo andalusí y de nobles. Ruinas del Palacio de los Abencerrajes. Torre del Agua, por donde entra en el recinto la Acequia Real. - Torre de los Siete Suelos Sólo se han encontrado 4, (bajo sus pies). Famosa por aparecer en algunas de las aventuras de los Cuentos de la Alhambra, de Washingtong Irving, ambientadas en ella. La leyenda dice que Boabdil abandonó el palacio desde este local.

EL GENERALIFE El Generalife, el Yannat al-arif en tiempos nazaríes, es la villa con jardines utilizada por los reyes musulmanes de Granada como lugar de retiro y descanso. La parte más importante está constituida por sus jardines, fue concebida como villa rural, donde jardines ornamentales, huertos y arquitectura se integraban, en las proximidades de la Alhambra. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se inició su construcción durante los siglos XII y XIV y fue transformado. Es de estilo árabe nazarí y está situado en el lado septentrional de la Alhambra. Cerca del Generalife, y relacionados con él, se encuentran diversas construcciones de época nazarí, como Los Albercones, los restos del palacio de Dar al-Arusa la Alberca Rota y la Silla del Moro.


La Alhambra cumple 25 años como Patrimonio de la Humanidad El 2 de noviembre es el aniversario de Alhambra, y no es que se terminara de construir un día como este sino que el 2 de noviembre de 1984 esta ciudad palatina andalusí fue nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Ubicada en lo alto del cerro de La Sabika, en el margen izquierdo del río Darro, frente a los barrios de Albaicín y Alcazaba, su nombre deriva del árabe “qa’lat al-Hamra” o fortaleza roja, por el color de sus muros. La primera constancia que se tiene de la Alhambra es del siglo IX cuando en 889 Sawwar ben Hamdun se refugió en la Alcazaba de la Alhambra y la reparó debido a las constantes luchas civiles que azotaban al califato cordobés. Desde entonces el recinto comenzó a ensancharse y a poblarse hasta el siglo XIII cuando Mohamed ben Al-Hamar, primer monarca nazarí, la convirtió en residencia real y comenzó la época de mayor esplendor de este monumento. Desde entonces ha sufrido numerosos derribos y construcciones por lo que su aspecto ha variado a lo largo de los años hasta el siglo XIX cuando comenzó su reparación, restauración y conservación que se mantiene hasta el día de hoy. Destacable de la Alhambra de Granada es la Alcazaba y los palacios, la Puerta de la Justicia, los Baños, el Cuarto de Comares, la Sala de Barca y, por supuesto, el Patio de los Leones, quizá el más famoso de este monumento. También destaca el palacio de Carlos V, las habitaciones del emperador y el Peinador de la Reina. La concesión del título de Bien Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, conlleva el compromiso de su conservación y protección para generaciones futuras, así como dar a conocer su importancia excepcional para la herencia común de la humanidad. Este es el objetivo del programa Patrimonio de la Humanidad. Fue en el año 1984 cuando por primera vez se le concede el título de Patrimonio de la Humanidad a diferentes monumentos y enclaves de la geografía andaluza. El conjunto de la Alhambra y el Generalife representan el mejor ejemplo de la arquitectura nazarí; y el barrio del Albaicín, síntesis de la arquitectura vernácula islámica y andaluza. La importancia de la Alhambra y el Generalife de Granada y su influencia sobre el entorno circundante ha quedado reconocida a lo largo de la historia. Así, por Orden de la Regencia del Reino de 10 de febrero de 1870, confirmada por la Real Orden de 21 de julio de 1872, y ampliada por la Real Orden de 11 de junio de 1896, se declara monumento nacional, histórico y artístico, el Alcázar de la Alhambra, en Granada, con su jardines y dependencias accesorias, incorporada la Puerta Elvira. Posteriormente, ya en el siglo XX, por Decreto de 27 de julio de 1943, se declaran Jardines Históricos, el formado por el conjunto de los de la Alhambra y el formado por el conjunto del Generalife. Más recientemente, en la Convención de la UNESCO, celebrada en Buenos Aires entre el 29 de octubre y el 2 de noviembre de 1984, el Comité del Patrimonio Mundial procedió a inscribir oficialmente en la Lista de dicho Patrimonio a la Alhambra y el Generalife de Granada. Esto significa, sobre todo, el compromiso internacional que España adquiere de conservar y proteger este Conjunto Monumental y su entorno de modo especialmente cuidadoso, cuestión que recae tanto en la Administración del Estado como en la Administración de la Junta de Andalucía, en virtud del citado compromiso internacional.


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Muchas de las imágenes que se encuentran en este trabajo están realizadas por nosotros mismos (las relativas a Granada y Sevilla)


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