Volumen 88 No. 2 Publicado por Christian Triumph Co. Abril, Mayo, Junio 2011
Sentido de Pertenencia El sentido de pertenencia es una característica con la que nacemos todos los seres humanos. De allí que apenas empezamos a identificar lo que creemos que nos pertenece, lo defendemos con todo hasta lograr tenerlo en nuestro poder, también es una cualidad que tienen los animales, ya que ellos defienden el territorio en donde habitan, su comida a la hora de servírselas, su pareja cuando la tiene identificada, sus hijos a la hora de nacer, sus elementos de distracción como juguetes, y todo lo que consideran que es de su pertenencia, lo mismo prácticamente sucede con los humanos. Al observar este sentido de pertenencia dentro del ámbito congregacional, me llamo la atención lo que el Apóstol Pablo recomienda a los que se supone deberían de tener bien identificado el lugar en donde se congregan, y dice así. Hebreos 10:25: “No dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto mas, cuanto veis que aquel día se acerca”. Es lo que declara la antigua versión de Reina Valera, aunque en la versión sesenta, dice “no dejando de congregarse”. Me gusta más la antigua versión, porque nos acera mas a comprender que el cristiano debe tener sentido de pertenencia con respecto al lugar en donde se congrega. En nuestra ciudad contamos con un poco mas de 25 lugares en donde nos podemos congregar, y algunos “cristianos” han tomado el sentido de partencia desde un concepto equivocado, no encontrando identidad en ningún lugar dicen, “Hoy puedo estar aquí y el próximo domingo allá”
o “me puedo congregar aquí un tiempo y otro más allá” y cuando les preguntan ¿dónde te congregas? ellos pueden responder con una respuesta incierta porque les da lo mismo un lugar que otro, o como dijo la “india María” “ni de aquí ni de allá” y “los mas espirituales” dicen “yo soy de Cristo”. Y esto más bien nos habla que son cristianos a los que les faltan madurez, no porque no reciban una enseñanza adecuada, sino porque no perseveran en un solo lugar y esto se ve reflejado en su falta de crecimiento espiritual. Cuando estás buscando un lugar para congregarte porque has cambiado de ciudad o porque por alguna razón, debes salir del lugar en donde estás con un objetivo, llámese ministerial, o porque el lugar ya te queda muy lejos, etc., es justificado el cambio, pero hay procedimientos que se deben seguir como traslado por carta pastoral con amplia recomendación de tu pastor, esto es sano, pero si fue capricho, entonces caemos en el error de algunos que llamándose cristianos andan de un lado para otro sin ninguna justificación, pero también nosotros reconocemos que las almas no son de nuestra pertenencia, sino de aquel que dio su vida por todos, para salvación. Santiago lo resume de la siguiente manera: “El hombre de doblado animo es inconstante en todos sus caminos” (Santiago 1:8). Como pastores hoy deberíamos analizar bien a la gente que llega a nuestras congregaciones, antes de darles participación, ver su trayectoria para evitarnos problemas futuros y dar los pasos antes mencionados para un recibimiento ordenado, dentro de las filas de la congregación. Esto produciría en nosotros bendición y no