Volumen 89 No. 2 Publicado por Christian Triumph Co. abril, mayo, junio 2012
Los Rumores Acerca de las Apariciones de Maria por Dr. Labib Mikhail
Recordemos la historia del hombre rico y Lázaro. Esta es una historia verdadera, no solamente una parábola porque Jesús mencionó los nombres de Abraham y Lázaro, que eran nombres reales. Esta historia está en Lucas 16:24-31: “24 Entonces, gritando, dijo: “Padre Abraham, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.” 25 Pero Abraham le dijo: “Hijo, acuérdate de que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. 26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quieran pasar de aquí a vosotros no pueden, ni de allá pasar acá.” 27 »Entonces le dijo: “Te ruego, pues, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.” 29 Abraham le dijo: “A Moisés y a los Profetas tienen; ¡que los oigan a ellos!” 30 Él entonces dijo: “No, padre Abraham; pero si alguno de los muertos va a ellos, se arrepentirán.” 31 Pero Abraham le dijo: “Si no oyen a Moisés y a los Profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos”. Escuchemos lo que dice el profeta Oseas y a los
Las Preguntas de Importancia Dios no te preguntará qué modelo de auto usabas. Te preguntará a cuánta gente llevaste cuando la necesitaba.
Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa. Te preguntará a cuánta gente hospedaste en ella.
Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario. Te preguntará a cuánta gente ayudaste a vestir.
Dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo. Te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo. Dios no te preguntará cuál fue el título de tu estudio. Te preguntará si hiciste tu trabajo con honradez.
Dios no te preguntará cuántos amigos tenías. Te preguntará cuánta gente te consideraba tu amigo.
Dios no te preguntará en cuál vecindario vivías. Te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.
Dios no te preguntará por el color de tu piel. Te preguntará por la pureza de tu interior.
Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la salvación. Pero te llevará con amor a tu casa en el cielo y no a las puertas del infierno. Dios no te preguntará a cuántas personas compartiste este mensaje. Simplemente te preguntará que si te dio vergüenza hacerlo.
Dios preguntará a cada uno de nosotros que si ayudamos a una sola persona en esta tierra a tener esperanza. Nos dice Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo que no habrá vivido en vano. Por Helena Mérida