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4.4. Digitalización
El fotocopiado exige concurrencia física con el documento y puede también ser limitado por la capacidad de los archivos de proveer expedientes al público que los consulta. Dado el costo y el tiempo exigidos para obtener las copias, los usuarios invertirán tiempo adicional por delante del proceso para inspeccionar y seleccionar los documentos, cosa que sólo pueden hacer visualmente. Se acumulan así las restricciones al acceso en términos de escala, identidad , jurisdicción, barreras , fricción y en consecuencia, memoria , como veremos al comparar el fotocopiado con el acceso digital en línea.
4.4. Digitalización
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La introducción de las computadoras electrónicas digitales detonó cambios profundos en el acceso a la información. En manera similar a las fotocopias, pero aún más, detonó no sólo los archivos y los procedimientos, sino ante todo la imaginación. Las tecnologías de la información permiten concebir sistemas y accesos de una variedad que a veces se antoja infinita. Inicialmente, en la década de los sesenta, las computadoras eran costosas, enormes, y escasas. Consumían grandes cantidades de energía eléctrica, debían instalarse en sitios cuya adecuación era también costosa, con cableados, pisos falsos, cámaras plenas para el enfriamiento, sistemas de enfriamiento, y operadores especializados. El software era provisto por el fabricante del hardware, la renovación de componentes terminaba requiriendo el reemplazo del equipo entero siempre con el mismo fabricante, y la programación de sistemas era compleja y costosa. Solamente las grandes empresas y las entidades centrales de los gobiernos podían crear y mantener bases de datos y sistemas para su explotación. En México los inicios del cómputo digital se fijan en 1958 (Ortiz Arroyo et al., 2008), con la introducción de la primera computadora en la UNAM. Esta computadora era una IBM 650, el primero modelo que la compañía produjo en serie, y fue adquirida a iniciativa de los académicos Alberto Barajas, matemático, y Carlos Graef Fernández, físico. El entonces Rector Nabor Carrillo se convenció de
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su visión e inició una era. El Ingeniero Sergio Beltrán acompañó la adquisición desde el punto de vista técnico y contribuyó a la difusión de esta nueva tecnología administrando eficazmente el Centro de Cálculo Electrónico y difundiendo el conocimiento en la materia. Esta computadora fue utilizada principalmente en las ciencias exactas y naturales pero también tuvo desde el principio un uso en lingüística. Posteriormente otras instituciones adquirieron computadoras para diferentes aplicaciones. La primera que tuvo uso orientado principalmente a la administración fue instalada en el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social). Entre las organizaciones gubernamentales que en la era inicial del “mainframe” destacarían por su uso de la computación electrónica se cuenta también a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. El IMSS y la SHCP son las contrapartes naturales de entidades similares en otros países, que conducen su actividad exigiendo un flujo masivo de información sobre personas en una escala comparable a la de la población (derechohabientes en el IMSS, causantes fiscales y posteriormente también operaciones aduaneras en la SHCP y su desprendimiento, el SAT). En Estados Unidos la computación se desarrolló rápidamente, con la creación de lenguajes de programación y ciencias de la computación así como numerosas innovaciones. Europa y Japón generaron también una industria propia y contribuyeron a la diversidad de los mercados y del conocimiento. Por otra parte, la URSS impulsó algunos desarrollos originales propios pero acabó sumándose al modelo de los países mencionados. La visión “cibernética” del gobierno se complementa con la filosofía de planeación central de la economía, vigente en la URSS, y tiene también un desarrollo interesante en Chile al inicio de la década de los setenta , con el proyecto CYBERSYN (Medina, 2011). En las empresas privadas, en los laboratorios de investigación gubernamentales y universitarios, y en el cuerpo operativo mismo del 41 Igobierno de Estados Unidos, el avance de la computación lleva tam-
bién al Intercambio Electrónico de Datos o EDI: operaciones como las compras entre empresas, y otras interacciones entre empresas y gobierno, se dejan de hacer con base en documentos en papel y el intercambio de información se sustituye por uno totalmente digital. Para ello además de equipos de cómputo y conexiones entre ellos se crean estándares que permiten que la información generada en una computadora (por ejemplo, una solicitud de cotización para una compra) sea respondida igualmente por una computadora, sin que en cada paso tenga que ser capturada nuevamente de forma manual la información ya capturada, o la generada por las computadoras. La norma americana es acompañada de una internacional, EDIFACT, pero prevalece la de Estados Unidos al menos en ese país y en muchos de sus intercambios. Originada en el transporte para la gestión de los cargamentos se extiende a todas las industrias y al gobierno. Cuando, poco más tarde, la exigencia de transparencia, rendición de cuentas, y su prerrequisito el acceso a la información eclosionan en la opinión pública, el soporte digital ampliará la expectativa de disponibilidad de información en grano fino y sobre cada paso de las operaciones gubernamentales, es decir, más allá de las publicaciones del gobierno sobre el agregado de estos eventos (Samoriski et al., 1996). Posteriormente a las primeras décadas del “mainframe” altamente integrado, la industria del software se independizó, al mismo tiempo que hacían su aparición las computadoras “departamentales” y compañías de hardware, software, interconexión y comunicaciones, así como otros servicios que resultaban más flexibles y adaptables a las necesidades de los usuarios. La misma tendencia de miniaturización llevaría a las computadoras de escritorio y entre éstas, a la publicación del estándar PC de la IBM. La aparición de VisiCalc y sus sucesores como Excel, es decir, tabuladores electrónicos u “hojas de cálculo”, puso en manos de millones de personas la capacidad de tabular, manipular y analizar 42Tdatos numéricos sin exigir un profundo expertise en bases de datos y sistemas de información. Serían ésta y el procesamiento de texto