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5.1.5.Reducción de fricción

reunión, una red de “casas seguras”, una reunión entre quien porta la “prueba de vida” de una persona secuestrada y quien transporta el pago de un rescate, no hay un individuo tocando puertas con un mazo de papeles intentando engañar a cuentahabientes bancarios o repartiendo encuestas y falsos sorteos a la entrada de los cines, no hay “mulas” trasladando mercancía ilícita, todos ellos difíciles de reclutar y de mantener en sigilo. Hay en cambio un correo electrónico (o un “mensaje instantáneo” de tecnología SMS o WhatsApp, páginas Web, servidores, nombres de dominio, vendedores de vulnerabilidades y exploits, malware, inventarios de clientes de la banca, todos ellos activos virtuales, digitales, ocultos detrás de capas de indirección de TOR y encriptados. Por lo demás los ecosistemas criminales digitales siguen reglas bien establecidas fuera del ciberespacio, como la organización en silos y celdas, la especialización, los cambios constantes de códigos de comunicación, infiltrados, soplones, “halcones”, “lavadores” … todos en línea. Cuando tratamos de volcar esto sobre algunos puntos específicos del espacio, como el lugar de residencia de los delincuentes o la ubicación física de los servidores Web, encontraremos siempre ubicaciones difíciles de rastrear y en localidades fuera del brazo de la ley de la jurisdicción de la víctima, o donde el delito no será perseguido eficazmente. Para el derecho a saber, las barreras caen estrepitosamente si los responsables no hacen un esfuerzo extraordinario para mantenerlas altas. Que la información del Estado se genere en forma digital nativa abate la barrera al acceso consistente en imprimirla o en dar acceso a archivos físicos y hacer fotocopias de documentos. Que la demanda de información pública crezca y presione a legisladores e instituciones a facilitar el acceso sucede por la intensa comunicación horizontal, a veces anónima, y transjurisdiccional entre los interesados.

5.1.5. Reducción de fricción

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En física, fricción es aquello que impide el movimiento por el contacto entre dos superficies. Entraña una disipación de energía y 84Ttiene como paralelo también la resistencia eléctrica. Por analogía,

en economía, fricción es el conjunto de diversos elementos, como costos de transacción, falta de acceso a información, asimetrías en información, dilación en tiempo para transmitir información, u opacidad, que impide a los actores económicos actuar con “información perfecta” y alcanzar los equilibrios descritos por las leyes de la economía. En sistemas de cómputo y en Internet, por una analogía similar, la fricción es un elemento de la UX o experiencia de usuario que describe impedimentos para realizar una tarea, entre los cuales pueden estar: lentitud en el despliegue de información, histéresis y retrasos en la acción de los botones en pantalla, ausencia de información completa en pantalla al momento de tomar decisiones y actuar, o pasos sucesivos para realizar una acción. Internet reduce la fricción tanto en el sentido de la interfaz de usuario como en el económico. En la interacción con el usuario, el acceso directo a las bases de datos y a la ejecución de transacciones permite al cliente de un sitio de comercio electrónico realizar una compra con un solo botón, que encubre la verificación de una cuenta, el acceso a una tarjeta de crédito y la autorización de ésta, la solicitud de envío a una dirección predeterminada, y el inicio del rastreo del envío, entre otros muchos elementos. En un portal de gobierno el usuario, en su calidad de ciudadano o de causante fiscal, espera el mismo nivel de agilidad para acceder a operaciones como el pago de impuestos sobre sus ingresos o el de derechos por el servicio de agua. En el sentido económico, la fricción venía disminuyendo por lo menos desde el siglo XIX, con la progresiva introducción del telégrafo, y, en el XX, el teléfono, el télex y el fax así como las publicaciones especializadas, las revistas de circulación internacional, y la televisión internacional por satélite, que permiten a los actores económicos conocer los precios y condiciones de venta de bienes y servicios. La competencia se intensifica en estas condiciones. Internet permite extender estos beneficios a muchos más actores y genera transparencia en precios, calidad, condiciones, cumplimiento de contratos 85 I y otros factores que afectan a los consumidores. Gracias a Internet cualquiera puede tener en sus manos una comparación instantánea

y actualizada de precios y condiciones de venta de bienes, desde alimentos hasta inmuebles y de servicios desde plomería hasta mantenimiento industrial. Incluso se ha llegado a hablar de “mercados libres de fricción”, una visión quizá demasiado optimista pero hacia la que se avanza en muchos frentes. La reducción de fricción hasta el mínimo no siempre es deseable. Este tema, es motivo de debates recientes. En operaciones que pueden afectar patrimonios o vidas, la introducción de fricción puede ser deseable. Aparece en formas discretas pero eficaces cuando un sistema operativo de computadora pide una confirmación para borrar un archivo, o cuando un portal comercial pide un CAPTCHA para autenticar al usuario. En una capa más alta, la campaña “Stop, Think, Connect” del APWG (APWG Anti Phishing Working Group, n.d.) pide a los usuarios de Internet detenerse y pensar antes de actuar sobre una transacción que puede resultarles deletérea. Un instante de reflexión puede bastar para percibir una operación fraudulenta o para pensar en una forma alternativa de hacer aquello a lo que nos incita un mensaje (por ejemplo, abrir el portal bancario directamente en lugar de hacerlo a través de un enlace enviado por correo electrónico). La reducción de fricción es clave en el desarrollo de Internet. En nuestro ejemplo de referencia, Wikipedia, la reducción de fricción da lugar a la publicación instantánea de artículos y correcciones, y con ello a veces a “guerras de edición” sobre temas controvertidos. El comercio electrónico, la lectura de noticias, los buscadores electrónicos, y desde luego los medios sociales en línea viven de la reducción de fricción. El engagement de los usuarios de redes sociales se potencia cuando es posible reaccionar de inmediato a una publicación, sea propagándola, refutándola o formando una turba virtual en su apoyo. Algunos autores sugieren que precisamente en estos casos se introduzca fricción como un mecanismo para propiciar interacciones más reflexivas y civilizadas. El phishing también depende de la fricción : si no reaccionamos de 86Tinmediato a los engaños es posible pensar dos veces antes de caer en ellos: ¿por qué seríamos los únicos seleccionados para corregir

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