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a saber: caso particular del “derecho al olvido”

WWW: el “Internet Archive” (Rackley, 2010). El connotado innovador Brewster Kahle, quien observó cómo incluso en esos primeros pocos años la pérdida de información se aceleraba, creó un repositorio que almacena copias de todo el material de Web que le es posible. Dentro del Internet Archive existe, además, un subsistema llamado “The Wayback Machine”, una especie de “máquina del tiempo” que permite recuperar el contenido de algunos sitios Web en distintos momentos de su historia. Por supuesto, la disponibilidad de la información pública no puede estar sujeta a este mecanismo. Los responsables de crear sistemas de información en el gobierno deben considerar la preservación y recuperación de información en el estado que guarda en cada momento ya que es esencial para estudiar series de tiempo estadísticas y para conocer el estado de los asuntos en el momento que alguien los investiga retroactivamente para cualquier fin, sea éste litigioso, académico, o de cualquier otra naturaleza.

5.2. Cómo el marco 6F nos ayuda a administrar el derecho a saber: caso particular del “derecho al olvido”

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Veamos ahora en conjunto cómo el “derecho al olvido” responde a los 6 factores de nuestro marco de referencia. Partimos del entendido de que “derecho al olvido” es una frase que captura la atención pero no refleja de manera precisa lo que en realidad ocurre, que es la posibilidad de que una autoridad ordene que ciertos términos no aparezcan en los resultados de búsqueda de algunos motores o portales de búsqueda vía Web o app en Internet. Trataremos en conjunto el “derecho al olvido” y otros mecanismos de negación de acceso como takedowns, filtrados y bloqueos: 1. Escalamiento masivo: el “derecho al olvido” no responde a la escala de Internet, dado que cada decisión de des listado en búsquedas debe ser hecha por seres humanos activos, más aún, generalmente en un tribunal o corte. El número de litigios que puede llevar simultáneamente un tribunal, o todo 92Tel aparato judicial de un país, es de unos cuantos miles al

año, mientras que las “memorias” se acumulan en Internet a una tasa de miles de millones por día. Además, en la “escala

Internet” el tiempo es también un factor. Desde el momento de la publicación hasta el primer resultado de búsqueda pueden pasar menos de milésimas de segundo. Una publicación que se vuelve viral alcanza millones de impresiones en segundos, y en muchas de ellas puede quedar grabada y seguir su propagación fuera del alcance de cualquier corte o tribunal y sin recurrir al buscador. En cambio el debido proceso judicial lleva por lo menos algunos días, y normalmente meses. 2. Identidad. La identidad del denunciante debe quedar establecida de manera inequívoca para iniciar una reclamación, sea ésta judicial o sea de las que puede promover ante los proveedores de servicios como el de búsqueda. Se tratará generalmente de un solo individuo o un grupo muy pequeño y localizado: una familia o una empresa u organización. En muchos casos estará también clara la identidad de quien hace la publicación original que es impugnada: un tribunal u otra autoridad, un diario u otro medio, un individuo. En cambio, las identidades que participan en la propagación de la “memoria ” pueden ser encubiertas, dudosas, o difíciles de asegurar. Esta asimetría en proporción de uno a millones tiene un fuerte impacto. 3. Transjurisdiccionales. Los enfoques como el “derecho al olvido” y los takedowns, filtros y bloqueos se basan en legislación y tribunales de alcance nacional o subnacional o, en el mejor de los casos, regional, como es el caso paradigmático de Costeja ante la Corte Europea de Justicia. Todos ellos están condenados a la futilidad una vez que la información es almacenada o el buscador opera fuera del alcance de esos órganos. Algunos de los litigios exitosos contra las empresas han debido pasar primero por los más altos tribunales nacionales para determinar que existe jurisdicción sobre las empresas afectadas, ya que las mayores de entre éstas tienen sus sedes 93 Ide negocio en Estados Unidos o en Irlanda y sólo establecen oficinas comerciales en otros países.

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