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Reviüta cía C i e n c i a y T e c n o l o g í a 1 2 / 1 ^71, $ 3.50 fS '¿ñU \ a ! ñ . )

Mesa redonda

Informe especial

Ciencia en la SISTEMA Argentina de hoy NERVIOSO El transporte en Buenos Aires


Que haríafusted con unal computadora? i*

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El problema lo plantea usted, nosotros ponemos la computadora. Ciencia Nueva y el servicio de Time Sharing Honeywell Bull están interesados en sus ¡deas. Díganos qué haría si tuviera una computadora a su disposición. No nos interesan las aplicaciones standard ni queremos un programa de computación. Sólo estamos buscando ideas originales. Tenemos una c o m p u t a d o r a para resolver su problema y una revista para publicar los resultados. La computadora y la revista estarán a disposición de la mejor idea.

Time Sharing Service

Honeywell Bull

Una cierta c a n t i d a d de solicitudes de i n f o r m a c i ó n l l e g ó sobre la f e c h a d e cierre f i j a d a p r e c e d e n t e m e n t e . Por ello d e c i d i m o s postergar u n mes la f e c h a d e cierre, por única vez y d e f i n i t i v a m e n t e . Recibiremos t r a b a j o s p a r a el concurso hasta el 1? de octubre p r ó x i m o .

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I I I.

Sr. Director. CIENCIA

N U E V A , D i a g o n a l R. S á e n z

4° p i s o , o l . 43 B u e n o s

Aires.

Por f a v o r , e n v í e m e d e t a l l e s y r e g l a m e n t o d e l Nombre Ocupación Dirección

Peña

concurso.


Revista de ciencia y tecnología

Mesa redonda

Informe e s p e c i a l

Ciencia en la Argentina de hoy

SISTEMA NERVIOSO

Mariano N. Castex Jorge Sábato José M. Olavarría Eduardo De Robertis Rolando García Alberto A. González Anthony Tucker Jacques Taxi

Mesa Redonda: ¿Qué posibilidades tiene el desarrollo científico e n la Argentina de hoy?

Lincamientos para una política de transporte en Buenos Aires El universo infrarrojo I n f o r m e especial: ¿ C ó m o f u n c i o n a el sistema nervioso ? Novedades de Ciencia y Tecnología 1. 2. 3. 4.

Julio Moreno Oscar Varsavsky Jacques Mehler

Daniel Goldstein Manuel Risueño

Ritmo alfa y el cerebro La electrónica y el pescado fresco La edad de la menarca La ropa interior de nylon puede perturbar a una computadora 5. Reparación de carreteras

Humor nuevo D o s posiciones, dos respuestas: Ideología y verdad ¿Puede una pseuxlofilosofía aclarar el concepto de pseudoeieneia? Llamado de científicos e n ayuda de Yietnani El cólera o los excesos del AMP cíclico El ajedrez de fantasía y el problema de las n dantas Metegol N" 8 y solución a Metegol N" 7 Cursos y reuniones científicas El filtro de las noticias Comentario de libros Libros nuevos Correo del lector De las opiniones expresadas en los artículos firmados son responsables exclusivos sus autores.


A n o II / N" 12 / setiembre 1971 / B u e n o s Aires Av. Boque Sáenz Peña 825, 9* piso, Of. 93 - Buenos Aires Tel.: 45-8935

Es una publicación de Editorial Ciencia Nueva S.R.L., Av. R. Sáenz Peña R2-5, 9° P., of. 93, Buenos Aires, República Argentina, Tel.: 45-8935. Distribuidores: en la República Argentina Ryela S.A.I.C.LF. y A., Paraguay 340, Capital Federal, ' M . : 32-6010 al 29; en Capital Federal, Vaccaro Hnos., S.R.L., Solís 585, Capital Federal. Impreso en Talleres Gráficos D I D O T S.C.A., Luca 2223, Buenos Aires. Precio del ejemplar: ley 18.188 $ 3,50 (m$n 350). Suscripciones: Argentina, ley 18.188 $ 40 (m$n 4.000) por año; exterior, por vía ordinaria, u$s. 15 anual. Registro de lu propiedad intelectual n° 1.049.414. Hecho el depósito de ley. Derechos reservados en castellano y cualquier otro idioma para los trabajos originales, y en castellano para colaboraciones traducidas.

Ricardo A. Ferraro

Director

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Secretario de redacción

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Redacción

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Producción Secretaria Corresponsales

Servicios del exterior


Mesa redonda

¿Qué posibilidades tiene el desarrollo científico en la Argentina de hoy? El 4 de agosto pasado, en el Centro Cultural San Martín de Buenos Aires, CIENCIA NUEVA inició -con sorprendente discusión sobre política científica nacional, con una Mesa participaron Mariano Castex, Eduardo De Robertis, Jorge Olavarría y Rolando García, cuyas opiniones se reproducen

Ciencia N u e v a : E n el número uno de CIENCIA NUEVA, en abril del año pasado, decíamos "CIENCIA NUEVA quiere ser un lugar de discusión, un lugar desde donde se apueste a la madurez crítica para juzgar, para decidir el desarrollo de la ciencia que nos hace falta. Su éxito o su fracaso depende de este diálogo, de esto que solicitamos como colaboración y que se debe, como toda la revista, a la presente generación de argentinos." Hemos tratado en este año de existencia de ser fieles a ese pedido y a esa declaración y esta mesa

la Municipalidad de éxito de públicola Redonda en la que Sábalo, José Manuel aquí.

redonda, para la que hemos contado con la valiosísima colaboración de la Secretaría de Cultura de la M u n i c i palidad y del Centro Cultural General San Martín, quiere ser una nueva forma de ese diálogo que q u e r e m o s provocar. Mariano Castex: Si el objeto de la reflexión s o n las posibilidades que tiene el desarrollo científico en la Argentina de hoy, tendría que hacerme una s e r i e de preguntas; la primera es si se valora realmente l o que

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es la ciencia y la tecnología, si se valoran en sí y luego si se valora la influencia que la Ciencia y la Tecnología tienen en el desarrollo de un país. Esta pregunta es fundamental ya que si el poder no cae en la cuenta de que desarrollar la ciencia y la tecnología es desarrollar la independencia económica del país —como decía un ministro de Ciencia en la República Federal Alemana cuando defendió el programa espacial— es inútil que nos planteemos nada y podemos decir que no hay ninguna posibilidad de desarrollo científico en la Argentina de hoy. Creo que a lo largo de los últimos años o sea desde 1966 hasta hoy, se ha intentado desarrollar la ciencia en la Argentina por medio de decretos y leyes, creando estructuras, 110 animándose a reformar algunas que había que reformar, destruyendo otras a las que no había que destruir y todo ese proceso indica, o que había una buena voluntad manifiesta en creer que la ciencia valía algo pero que se erró en su ejecución, o que no se valora en nada la ciencia y la técnica. Mis siguientes preguntas dependerían todas de ésta: sí compararnos la estructura científica del país con la estructura científica francesa o con la estructura que rige en Estados Unidos o Rusia, no tenemos grandes diferencias en cuanto a legislación; el problema son los organismo y los hombres que están én ellos. Yo he oído hablar demasiado y creo que lo que tiene que terminarse en la Argentina es ante todo con la gente que opina y no entiende nada de lo que es ciencia y técnica; convencerse que los cargos científicos y técnicos no pueden estar solamente en manos de científicos y técnicos sino en expertos en Administración Científica que muchas veces no son hombres de laboratorio sino que son sociólogos, economistas, etc., que usan a los científicos o a los técnicos como asesores, y convencerse de que los cargos científicos y técnicos no son cargos políticos, no pueden estar sujetos al vaivén de las luchas que convierten a los organismos en selvas donde se deshacen las "trenzas" de turno, y, más que nada, convencerse de que la forma más fácil de hacer pedazos las estructuras científicas es con el cuco de las ideologías políticas: mientras mantengamos estructuras sensibles a los macarthismos y a los cucos de ideologías políticas, la ciencia y la técnica y el país no saldrán a flote. Más aún, todo hombre que tenga vocación independiente, que luche por la ciencia y la técnica prescindiendo de las ideologías y promoviendo siempre a los más valiosos, en nuestra estructura social actual tarde o temprano, pero inexorablemente, está condenado a caer y su obra a ser destruida. Para prever futuros o calcular posibilidades hay que mirar la historia próxima, ya que la historia n o va a cambiar bruscamente. Nuestro país está lleno de ejemplos en que se persigue al hombre y más que perseguir al hombre se destruye su obra; esto lo vemos a cada rato si analizamos en forma objetiva y concluimos que toda tentativa por hacer algo serio es destruida sistemáticamente. Hace poco tiempo todos los organismos oficiales de promoción científica plantearon a la Presidencia de la Nación un cambio en el organismo rector de la política científica y técnica; yo asistí a la reunión en la que, por unanimidad, todos los titulares de los organismos más el presidente del Consejo de Rectores o su representante, y los representantes de algunos otros organismos privados que integran el Consejo Asesor de Ciencia y Técnica, pidieron que se hiciera un urgente cambio en esa estructura que se denomina C O N A C Y T y se cam-

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biaran caras; nada se hizo y por primera vez que yo recuerde (he conocido ya a todos los Presidentes, desde Justo y sé que todos han respetado profundamente a los valores científicos) 110 se recibió a la delegación científica a nivel presidencial, ni se han tomado medidas. En un país como el nuestro, que vive situaciones graves, uno podría explicar esta anomalía, pero eso hace reflexionar, sobre si lo que más importa es la salida política, los líos de San Juan y las huelgas de tal lado y si todo eso pasa por encima de la ciencia y la técnica, quiere decir que el país no las valora y si no las valora al nivel de gobierno, las posibilidades de desarrollo son malas. No quiero ser totalmente pesimista: son malas con una estructura como la actual, pero pueden ser muy buenas si se volviera a respetar la libertad académica, si se aplicaran las medidas que he reseñado en cuanto a libertad, respeto, inmunidad, macarthismos y totalitarismos, si se hiciera un juego libre como tuvo la Universidad en el período anterior a 1966. El opinar así, a muchos hombres que están acá sentados les ha costado mucho, pero creo que la única solución que tiene nuestra Patria es opinar así y entonces tal vez nos encontremos todos los que hemos salido alguna vez juntos, adentro de vuelta y se pueda hacer algo en serio. Eduardo De Robertis: Para los que pasamos el día en el laboratorio, y nos parecen cortas las horas, es muy difícil estar en una reunión como ésta con tanta gente tan interesada en los problemas científicos. En realidad los científicos tratamos de encerrarnos en el laboratorio y evitar, si es posible, estas confrontaciones, pero creo que todos tenemos un deber ante la sociedad y la ciencia; La inquietud que quiero traerles, en relación con el tema de hoy, es. la inquietud que tienen los miembros de la Carrera de Investigador del Consejo de Investigaciones: he sido nombrado presidente de esa Asociación que se llama Asociación de Miembros de la Cartera de Investigador del Consejo ( A M I C I C ) y el único motivo por el cual acepté esa designación fue porque creo que esa es una de las obras más importantes que se han hecho en el país en los últimos años y que es necesario preservarla, mantenerla y engrandecerla. El Consejo de Investigaciones nació en 1958 y hay varias personas que están en esta sala que pertenecieron al primer Directorio. Empezó en una época en que la ciencia en el país prácticamente había sido destruida, donde se había terminado la investigación científica y había muy pocos elementos. Desde entonces el Consejo ha hecho una obra extraordinaria que no es muy conocida pero que se ha reflejado en la formación de una nueva generación de investigadores científicos. Muchos de los que están en esta sala —los jóvenes sin duda— deben su vida científica al hecho de que existiera el Consejo de Investigaciones y uno de los que va a hablar hoy empezó como becaric en 1958 y luego como miembro en la Carrera de Investigador, haciendo toda su carrera en el Consejo. Es decir, que el Consejo representó para' el país la mejor form¡. de constituir un patrimonio científico. Durante estos años, hasta 1970, el Consejo dio 2.200 becas internas y más de 900 becas al exterior y luego, al formarse la Carrera de Investigador, ha llegado a tener cerca de 500 miembros que representan sin duda los elementos más valiosos que tiene la ciencia argentina. Esa obra que realizó el Consejo se ve en estos momentos dificultada de diversas maneras y por diversas razones y ese es el motivo de que nuestra Asociación se haya


constituido: con el fin de defender esa obra y tratar de mejorar la situación. E n primer lugar el problema del Consejo de Investigaciones es un problema de presupuesto: mientras que en 1958 el Consejo de Investigaciones tenía mil trescientos millones (a precios constantes), en 1971, tiene nada más que mil cuatrocientos millones, es decir que después de doce años el presupuesto del Consejo se ha mantenido y en algunos períodos ha declinado enormemente. Eso significa que el apoyo a la investigación científica, en uno de los organismos más importantes para su promoción, se ha visto dificultado por una razón de presupuesto. Mientras en la Argentina el Consejo de Investigaciones recibe esa cantidad — q u e es equivalente a unos cuatro millones de dólares o tal vez menos en este m o m e n t o — , en el Brasil el Consejo de Investigaciones tiene 20 millones de dólares a su disposición. H a n pasado cosas realmente muy graves para el Consejo de Investigaciones que nuestra Asociación quiere hacer conocer a la opinión pública: uno de ellos es el problema de las becas, que son el fundamento de la iniciación de toda carrera científica, es decir, el m é t o d o por el cual el joven puede llegar a demostrar su aptitud para la investigación científica. En el último año se han visto cortadas y reducidas a la mínima expresión; mientras que en 1970 se dieron 220 becas internas, en 1971 se otorgaron solamente 101, de las cuales solamente 29 son de iniciación, quiere decir que el árbol que estaba creciendo vigoroso se está cortando por su propia raíz, impidiendo a los jóvenes poder iniciarse en la carrera científica. Creo que esto es uno de los problemas más graves que tiene en este momento el desarrollo científico y es necesario que las autoridades nacionales conozcan estos problemas, que en este m o m e n t o se están manifestando en forma tan alarmante. En lo que respecta a los recursos humanos en la ciencia, la Argentina está, por supuesto, muy por debajo de los países desarrollados, y precisamente por eso no está en la categoría de país desarrollado; la Argentina tiene solamente 0,5 investigador por mil habitantes De acuerdo con los ciatos del C O N A C Y T habría más de doce mil investigadores en el país ( d a t o que nos parece bastante a u m e n t a d o ) ; si lo comparamos con los investigadores en otros países nos damos cuenta de lo escaso de su número; por ejemplo, en la Unión Soviética el 3 por mil de los habitantes son científicos, lo que representa en total setecientos mil, y en Inglaterra el 6 por mil puede considerarse como científicos. Quiere decir que nosotros estamos muy lejos de la cuota óptima de investigadores; no sobran investigadores en la Argentina. Aunque algunos hayan llegado a pensar que "hay ya un exceso de investigadores, por el contrario estamos muy por debajo de las necesidades del país en todas las ramas d e la ciencia, n o solamente en las de las ciencias físicas y tal vez en las tecnológicas sino también en otras ciencias, aun en la Biología que muchos piensan que está muy desarrollada en el país. Coincido con el D r . Castex en que los poderes públicos no tienen una posición clara con respecto a la importancia de la ciencia y de la tecnología en el desarrollo del país y también creemos que es debido a las dificultades propias de un Consejo que tal vez a través de los años ha llegado a envejecer como estructura y no tiene el vigor que tenía en los años de su comienzo. J o r g e S á b a t o : Tanto el Dr. Castex como el D r . De Robertis han encuadrado el problema de las posibilidades

Castex: acabar con las persecuciones

ideológicas.

ele hacer ciencia y técnica en el país en función de la actitud que tiene hacia ellas el sector dirigente del país; no me refiero al sector dirigente circunstancialmente a c a r g ó l e la conducción del país, sino al que ha manejado el país en unos cuantos años a esta parte, quizás tantos como los que tienen los más jóvenes que están acá en la sala. Los argumentos y ejemplos numéricos que dio el Dr. De Robertis tanto como los argumentos genéricos que dio el D r . Castex prueban algo de lo que todos somos conscientes, aunque no siempre plenamente: que

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ni la ciencia ni la técnica pertenecen al conjunto de valores de la clase dirigente. Nadie en .1971 podría dedique no le "gusta" la ciencia y la técnica, que no cree que son importantes, pero hay un ejemplo muy contundente en estos días (porque cuando digo clase dirigente no me estoy refiriendo exclusivamente, insisto, a quienes ocupan las posiciones del poder político, me refiero al conjunto de personas, instituciones de toda índole que de alguna manera lideran o creen que lideran la sociedad): el año pasado la Argentina se enorgulleció de que uno de sus eminentes científicos, el doctor Leloir, recibiera el premio Nobel. Les pido que, como ejercicio aritmético, cuenten el número de centímetros dedicado por los diarios al Dr. Leloir contra el número de centímetros dedicado a los toros de la exposición que tiene lugar en este momento en la Sociedad Rural Argentina. Una comparación cuantitativa, aritmética, simple y ustedes podrán comprender qué valor ocupa en la sociedad argentina el Dr. Leloir y qué valor ocupan los toros de nuestras pampas. Recuerdo una vez que hablando del "brain-drain" dije que no iba a hablar más del tema; esto hace como cinco años y no he vuelto a hablar, porque en realidad el problema no le interesaba a nadie y lo demostraba por una simple estadística: el país había perdido varios miles de investigadores y científicos y cada tanto sólo se dice algún discurso al respecto y alguien se golpea el pecho y llora, y dice que es muy importante. Propuse el siguiente ejercicio: que día por día desapareciese un toro de nuestras hermosas cabañas, que simplemente un toro campeón se evaporase; que a ia mañana fuese el patrón y el toro no estuviera, y así sucesivamente durante todos los días en los últimos, digamos, 15 años. Creo que si algo así hubiese ocurrido toda la población argentina estaría buscando los toros y todos los Servicios de Informaciones con la Interpol incluida se ocuparían por encontrar dónde estaban los toros que se habían evaporado en la Argentina. Me quiero referir, sin embargo, a otro aspecto del problema. La pregunta que nos formula CIENCIA. NUEVA es con respecto a qué posibilidades tenemos de hacer ciencia y, descripto el marco en que nos movemos, el marco en el cual para la clase dirigente, la ciencia y la técnica no forman parte de su estructura de valores, me interesa más referirme a qué debemos hacer los científicos, es decir, nosotros, frente a ese hecho. Nosotros no podemos preguntarnos si hay o no posibilidades. Si contestamos por la negativa yo diría qué hacemos entonces, qué pasa después, ya que nuestra razón de ser es hacer ciencia, y si la respuesta es que no la podemos hacer, el camino será la emigración, la amargura, la frustración y el cambio de oficio, pero me pregunto si tiene sentido llegar a responderse que ¡no! Creo que para cada uno de nosotros, hacer ciencia es la razón de ser, la razón social de ser, más allá de la razón individual. Me voy a referir específicamente a la ciencia y a la técnica como herramientas de la sociedad, no en sus valores, llamémoslo así, ecuménicos, no la ciencia para conocer la naturaleza, no la técnica para controlarla, sino ambas, ciencia y técnica como herramientas de transformación de la sociedad. Entonces, si nos preguntamos qué es lo que debemos hacer nosotros, que nos hemos definido como científicos y tenemos una función social que es hacer ciencia, la respuesta es, hacer ciencia en esta sociedad hoy y ahora a pesar de todas esas cosas que dijimos antes, a pesar de que el marco general que nos rodea no es el

más apto, a pesar de que no sea el más cordial, a pesar de que en él ocurran toda clase de contradicciones, retrasos y dificultades. Y creo que 110 podemos abandonar esa tarea a pesar de todo eso, porque si no la hacemos nosotros no la puede hacer nadie, por la simple razón que éste es nuestro oficio. Si mañana los barrenderos decidieran que no están dadas las condiciones para que se ejerza la profesión de barrendero con toda pulcritud y el status que ella merece y dejaran de barrer, si pasado mañana los panaderos dijesen que no son honrados como corresponde dado que ellos elaboran uno de los productos más nobles de la vida, como es el pan, y dejaran de hacer pan, entonces la sociedad se preguntaría, si los panaderos no hacen pan y los barrenderos no barren ¿quién diablos hace eso? Uno puede estar muy enojado, sentirse muy frustrado y muy furioso, pero no puede decir que no; es lo único que no puede hacer. Me quiero referir entonces a la responsabilidad individual de los científicos argentinos en medio de una sociedad cuya característica genérica es la crisis, crisis que no solamente es para los científicos sino para muchos otros hombres que sufren consecuencias en una sociedad que tiene muchas injusticias, que tiene, para hombres con muchas menos posibilidades de defensa, mucha menos capacidad de expresión, muchas menos tribunas ilustres como ésta, para expresar su desazón y su frustración. Mi preocupación fundamental es que en este análisis de conciencia de nuestro propio proceder debiéramos tener la capacidad de juicio de darnos cuenta que si la sociedad se caracteriza por estar en crisis, esa crisis nos llega a todos y nos toca a todos, que la superación de esa crisis depende de un conjunto de factores algunos ajenos a nosotros y otros no, como por ejemplo: si hemos hecho un diagnóstico de la sociedad y pensamos que debemos desarrollar ciencia y técnica en esta sociedad para que sirvan como herramientas de transformación, es nuestro deber hacerlo, cuando lo hagamos, y esa transformación ocurra, tendremos una herramienta disponible; de lo contrario el día que queramos hacer esa transformación no tendremos con qué realizarla porque nosotros no habremos hecho los deberes que teníamos que hacer preocupados en por qué otros no hacían sus deberes. Me aflige darme cuenta que, lo dicho por el Dr. De Robertis es correcto respecto a que no tenemos la cantidad de científicos que tendríamos que tener, y que el esfuerzo dedicado a ciencia y técnica es menor del que debiera de ser. Pero a mí personalmente me preocupa más el hecho de que utilizamos mucho menos eficientemente el potencial que ya disponemos y lo utilizamos mucho menos eficientemente porque no nos hemos definido como sociedad en su conjunto. Aun cuando la sociedad misma no se definiera y el conjunto de científicos encontrase una definición común, ¿ciencia para qué?, ¿ciencia con qué objeto?, ¿ciencia para qué hoy en la Argentina? Las respuestas que lleguen para esas preguntas fundamentales harán que podamos utilizar con mucho mayor eficiencia un potencial pequeño pero ya existente, es decir mayor que cero, por lo tanto utilizable para una cantidad de cosas importantes. La última reflexión que quería hacer es que todos los ciudadanos argentinos se quejan del estado de crisis, de confusión, de caos, de desorden en que está inmerso nuestro país desde hace muchos años; nosotros también como seres humanos tenemos las mismas clases de expresiones y las entiendo; naturalmente a mí me ocurre como a ¡ocios ustedes que nos expresamos humanamente de 'a única


manera que un ser humano se puede expresar, es decir: se irrita, se frustra, insulta, protesta. Como cien til icos sin embargo tenemos una profesión que consiste en analizar la realidad que nos rodea, entender las causas profundas de esas crisis, asumir la crisis como un estado en el cual esta sociedad hace tiempo que está — y parece que estará aún mucho tiempo—, y en consecuencia diseñar estrategias adaptadas para realizar ciencia en la sociedad en que estamos. Yo no tengo ganas de hacer el vano ejercicio de pensar qué ciencia haría yo en el país que sueño, me preocupa mucho más saber cómo puedo hacer ciencia en un país que no me gusta como está pero que final y fundamentalmente es mi país, en él vivo, y he dicho y vuelvo a repetir, y públicamente aquí, que siempre he considerado un privilegio particular para el señor que habla, habitar este país. En este país, me pregunto, cómo uso mi capacidad analítica, mi preparación técnica y científica para analizar la crisis en la que me encuentro, para comprenderla y para trabajar en ella. De lo contrario me parece que no cumplo una de las funciones que como científico se espera de mí. José Manuel O l a v a m a : En cuanto a la posibilidad de desarrollo científico en un país en el cual el apoyo de las autoridades es muy bajo y la inestabilidad institucional muy alta, hay que tener en cuenta los dos aspectos, el de la ciencia y el de la tecnología. La ciencia, sobre todo en sus disciplinas básicas, tiene ciertas posibilidades de realizarse mediante esos mecanismos de adaptación de los cuales ha hablado el Dr. Sábato, es decir, encontrar la forma de poder seguir haciendo ciencia en condiciones de recursos muy inferiores a las de otras partes del mundo; desgraciadamente lo mismo no se puede hacer en la tecnología donde hace falta, además del individuo dispuesto a sacrificarse, una cierta estructura industrial y económica, que dé la posibilidad de realizar ese tipo de estudio. Hacer en el país investigación tecnológica a expensas de instituciones oficiales desgraciadamente sería lo mismo que enviar científicos al extranjero para después importar la tecnología. Con respecto a la necesidad de que los científicos sigan trabajando y dediquen todo su esfuerzo a invertir el círculo vicioso de que al haber poca ciencia, el apoyo de las autoridades y la conciencia de los grupos dirigentes sobre su necesidad disminuye, considero que al hacer ciencia se consiguen dos objetivos: por un lado los resultados prácticos o positivos y por otro el crear la conciencia del método científico que desgraciadamente es tan poco utilizado en todos los aspectos de la vida nacional o personal. Conozco muchos científicos, que creo que cometen el error de no utilizar en sus relaciones a nivel institucional el método científico que sin embargo utilizan en sus experimentos. Un ejemplo de esto lo tenemos en la mayor parte de las situaciones de la vida nacional. Quizás uno de los más llamativos es el de la ligereza suicida con la cual un grupo de gente se decide de pronto a establecer una ley que ate a las universidades durante un cierto número de años; esta gente es capaz de decidir en el mínimo detalle cuál va a ser la suerte de las universidades de nuestro país, cómo se van a manejar, tanto en el Norte como en el Sur, en el Este como en el Oeste; gente que a lo mejor en el diseño de sus experimentos no se arriesgaría demasiado e iría escalonando los resultados o las hipótesis a medida que van consiguiendo resultados, le quita a la universidad argentina, por ejemplo, toda posibilidad de adaptación.

Sábato:

Los que mandan,

prefieren

a los

toros.

Uno piensa si no hubiera sido más razonable hacer una ley mínima que diera a las universidades el máximo de posibilidad de evolución y que cada una de ellas, por sus propios mecanismos de planificación y de ajuste, fuera corrigiendo rumbos, cosa importante del punto de vista científico, ya q u e nos permitiría tener un espectro de posibilidades, aprovechar las experiencias titiles y desechar las expeneircias dañinas. Por la integración de todas esas experiencias se podría tender en el f u t u r o hacia estructuras más rendidoras y eficientes. Esta falta

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de espíritu científico y de uso de método científico se debe al escaso nivel científico que han tenido nuestras universidades durante muchos años (que, desgraciadamente, en este momento tampoco es demasiado alto), que ha hecho que gente que haya pasado a través de ellas y se considere universitaria no haya tenido nunca la vivencia de qué es el trabajo científico, porque este tipo de trabajo, no se puede conseguir leyendo la vida de Pasteur o Cajal, sino en la forma mucho más tediosa y menos lucida que es el trabajo de todos los días en el laboratorio, el aprender a aprovechar errores y descubrir que una serie de errores a veces es mucho más útil que los resultados positivos. Creo que el planteo que ha hecho el Dr. Sábato de la necesidad imperiosa y de nuestra responsabilidad, de tratar de, en condiciones muy críticas dar el máximo impulso a la investigación y contagiar ese espíritu científico, es una tarea típica del científico que desgraciadamente está construyendo casi siempre para el futuro y eso lo lleva muchas veces a no ser contemporáneo de sus coetáneos sino contemporáneo de gente que va a nacer mucho más tarde. Creo sin embargo, que en este momento es posible optimizar, con los recursos que existen, las posibilidades de hacer ciencia en la Argentina, pero para ello sería necesario evitar el exagerado control que en este momento está tratando de imponerse a nivel estatal sobre algunos aspectos. Rolando García: Para dar una respuesta adecuada a la pregunta que nos han formulado tenemos que empezar por definir qué es la Argentina de hoy y que es "desarrollo científico". La Argentina de hoy es un país sometido en el cual muchos años d e desgobierno han otorgado a su pueblo la vivencia directa de todas las formas de frustración; país sometido a una doble dependencia, la dependencia externa por un lado, la sujeción a un imperialismo que actúa a cara descubierta en la Indochina pero en Latinoamérica usa toda la gama de sus recursos desde los marines y las sanciones económicas hasta las formas más sutiles de penetración neocolonialista. Por otra parte una sujeción, una dependencia interna, dada por el predominio de minorías privilegiadas sobre la gran masa de la población. La dependencia es doble pero el sometimiento es uno solo. La Argentina de hoy es un país que después de cinco largos años de una pretendida "revolución argentina" anda a los tumbos tanto en lo económico como en lo político, buscando desesperadamente una salida que nadie sabe definir, improvisando batallas en una guerra inconfesada. La Argentina de hoy es un país en el cual la rebeldía de los que no se resignan a ver esta tierra postrada, esta tierra que merece un destino mejor, esa rebeldía sana que fue el motor del progreso en todas las épocas de la humanidad, es sancionada con todos los métodos sutiles y no sutiles de la represión. Este es el marco del país, éste es el contexto en el cual nos formulan la pregunta. Es muy difícil resistir a la tentación de contestar con una sola palabra trisilábica: ninguna. Pero esa contestación requiere varias aclaraciones, en primer lugar debemos suponer que cuando se habla de desarrollo científico, no se está haciendo referencia al investigador aislado que trabaja gracias a un enorme esfuerzo individual o por pertenecer a una poderosa élite con lazos científicos extranacionales, En todas las épocas, en todos los pueblos, se han dado esos picos aislados que no forman cordillera: también los Borgia protegían a un Leonardo Da Vincí;

vaya quizás a favor de los Borgia que los intervalos que tenían entre el momento en que culminaba una intriga y el momento en que despachaban a un opositor acaso sabían apreciar la estética de las producciones de Leonardo aunque nunca entendieron su ciencia y mucho menos sus portentosos inventos que quedaron ignorados por más de tres siglos. Pero debemos distinguir aquí cuidadosamente entre el Leonardo, auténtico buscador de la verdad, y el país de los Borgia. La segunda observación es que la época en que se definía la ciencia como "la búsqueda de la verdad" pertenece al pasado; la ciencia es hoy un poder demasiado grande, un factor demasiado decisivo en la sociedad para que alguien se permita el lujo de ser investigador puro sin responsabilidad social. La ciencia sin responsabilidad social, particularmente cuando se carece del genio creador que es único, esa ciencia la hemos definido más de una vez como mero juego intelectual, como arena de un torneo de pedantería con togas académicas, como pasatiempo de élite y como símbolo insolente de diferencias de clase, esa ciencia tampoco nos interesa. La tercera observación es que trataré de eludir la expresión "desarrollo científico" para evitar caer en las posiciones desarrollistas que tuvieron en nuestro país como representante más conspicuo a Arturo Frondizi y cuya filosofía a nivel internacional fue ejercitada por la Alianza para el Progreso. No es éste tampoco el progreso científico al cual nos queremos referir; yo prefiero cambiar la formulación y no referirme al desarrollo científico sino a las posibilidades de una política científica nacional. Esta es una expresión también harto usada y abusada, manoseada en épocas recientes y también en el pasado pero es una expresión que debemos describir nuevamente. En varios años de lucha en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas nunca conseguí hacer entender lo que era política nacional y aclaro que no por falta de inteligencia de mis opositores sino porque olvidan que política científica nacional es en primer término política y política nacional y en segundo término ciencia y tecnología al servicio de esa política. Cuando se ha hablado en el Consejo de Investigaciones o se habla ahora en el CONACYT y aquí mismo, esta noche, de política científica, se habla de política para la ciencia, para desarrollar la ciencia y nosotros entendemos no la política para desarrollar la ciencia, entendemos, la política al servicio del país. El objetivo de la política científica nacional no es la ciencia, es el país. El centro de interés no es el hombre de ciencia, es el hombre, el hombre de todos los rincones del país y todos los hombres del país. Planteada así la cosa, es totalmente absurdo el tipo de planteos que se han hecho en nuestro país, tradicionalmente en el Consejo de Investigaciones, hoy en el CONACYT. Totalmente absurdo pensar que un grupo de hombres de ciencia, cualquiera sea su nivel y su jerarquía, alrededor de una mesa pueden formular política científica nacional, porque la política científica nacional surge con un planteo de un cambio social profundo y eí plan de desarrollo económico y el plan de política científica deben ser hechos en función de esas transformaciones sociales que nuestro país necesita. Planteada así la cosa inmediatamente surgen las consecuencias que el tiempo no me permite elaborar pero sin duda la discusión permitirá extender un poco más; no podemos concebir a los hombres de ciencia pensando simplemente tai una política que dé más recursos para invesiigaciuncs que


en general no están conectadas con el país, tampoco se resuelve hablando de los famosos problemas nacionales, porque esos problemas nacionales sólo surgen en un planteo profundo e integral de toda la situación del país. Por eso respondí "ninguna", a la pregunta que nos han formulado, porque un país sin rumbo, un país sin metas, un país que no ha encarado su profunda transformación, no puede sino balbucear en política científica y no puede sino hacer lo que ha hecho hasta ahora; tomar los presupuestos de ía ciencia para buscar mayores recursos para sus propios proyectos, generalmente de espaldas al país, generalmente ignorando hacia dónde este país tiene que ir. Es dentro de este marco que yo quisiera plantear los problemas; a mi no me interesa la política para la ciencia, sino como un aspecto muy particular de la política científica nacional. Claro que hay que desarrollar la ciencia, claro que hay que formar más y mejores científicos, pero esos más y mejores científicos o están al servicio del país o es lo mismo que vivan en Berkeley en Harvard o en Cambridge. Sábato: Quiero decir que el planteo que ha hecho García con el cual estoy también de acuerdo tiene, sin embargo, una dificultad bastante grave que me ha preocupado hace muchos años y sobre la cual creo que hemos discutido más de una vez. García dice: posibilidades de desarrollo científico en la Argentina de hoy, ninguna, hasta tanto pase algo, supongo que hasta tanto los argentinos definan o decidan qué país quieren y cómo lo van a hacer. Yo creo que eso lamentablemente se convierte en una vía de escape. H a y dos vías de escape para los científicos, García se refirió a una, la vía de escape de la ciencia por la ciencia misma: " y o me encierro en mi laboratorio, no miro alrededor de lo que pasa, me pongo anteojos, negros si puedo, y publico trabajos, si es posible en inglés para que aumente mi curriculum y así siga realimentando el circuito". Ese es un tipo de escapismo que ha estado muy de moda no solamente en la Argentina sino en muchas partes del mundo y que no está más de moda lo prueba la cantidad de gente que ha venido hoy a esta reunión; si esta reunión la hubiéramos hecho hace muy pocos años, acá estaríamos los de la mesa redonda y los parientes, como me ha pasado a mí en numerosas mesas redondas anteriores a ésta. Pero hay otro tipo de escapismo, al cual yo le tengo tanto miedo como al anterior y es al tipo de escapismo que dice: " q u é vamos a poder hacer hasta que no terminemos con los que mandan", que era algo así como lo que me acuerdo que decíamos en mi época más juvenil: no podemos hacer nada hasta que cambiemos la Constitución y (como esto de cambiar la Constitución parece que es más difícil de lo que uno piensa) en el ínterin no hacemos nada. Para poner un ejemplo que a muchos de nosotros nos tocó vivir y que hoy no se quiere nombrar por una especie de falso pudor, me acuerdo muy bien que gastamos unos buenos años de nuestra vida diciendo que no podíamos hacer nada hasta que lo echásemos a Perón y como este Perón era difícil d e echar, nosotros nos pasamos unos cuantos años conspirando en el café o tratando de que el tal Perón se fuese, porque al día siguiente que se fuese Perón, ¡ah! entonces íbamos a hacer esa ciencia que hasta ese momento era imposible por la persecución política, por la incapacidad de Perón de entender los problemas y por todos los juicios de valores que están escritos, publicados y firmados en la época que va del 44 al 55. Ese escapismo nos llevó a

Olavarrta: Método la Universidad

científico,

la solución

para

perder años de tarea útil para tener los elementos que necesitaríamos el día después de que se fuera Perón. Hay ejemplos notorios de escapismo de este tipo en la Argentina por ejemplo: durante años muchos de los que estamos acá luchamos para manifestar por las calles y para que nos pegaran palos (los palos que daba la policía de Perón, ahora los da la policía que n o es d e Perón y la vuelta siguiente los dará la otra policía) por conseguir la nacionalización de los servicios públicos y particularmente para conseguir que C A D E se transformara

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JuJUy

De Robertis:

Cifras.

en lo que hoy se llama SEGBA, en otras palabras sacar al servicio público de electricidad de las manos del imperialismo de SOFINA. Eso se consiguió; fue una larga lucha pero finalmente se consiguió. Muchos años después, y por el azar de la circunstancias, fui llevado a la presidencia de SEGBA; yo no me había ocupado del problema de SEGBA desde que había sido nacional, porque me había ocupado en la etapa anterior, la de escribir panfletos, decir "muera SOFINA". Entonces cuando me hice cargo de la presidencia de SEGBA me dije que

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debía ser muv fácil, porque debía haber bibliotecas completas de volúmenes muy sabios y muy profundos analizando cómo debe funcionar una empresa de Estado cuando es nacional. Éso pensé en mi ingenuidad de científico tonto; que era cuestión de ir a la biblioteca y pedir los 18 ó 27 ó 47 tomos en donde estaría analizado de ida y de vuelta cómo manejar una empresa nacional al servicio de la nación. Lamentablemente me encontré que la biblioteca estaba vacía, encontré sí un folleto que yo había escrito hacía muchos años diciendo que había que nacionalizar SEGBA; eso no me servía porque ya estaba nacionalizada. Esto suena a chiste, a cuento, pero tiene para mí un significado: creo que tuvimos un gran valor personal e intelectual en plantear el problema de la nacionalización de los servicios públicos de SEGBA; luchando se consiguió, pero después parecía un hecho rutinario de que eso funcionara, de que eso sirviese realmente a las necesidades concretas de los argentinos. Esto parece que no era un tema tan destacado de trabajo, que no era un tema apasionante. Hemos pagado un precio muy caro por eso, porque entre otras cosas verdaderamente hemos tenido que aprender, con mucho sudor y lágrimas, cómo podíamos hacer funcionar este tipo de cosas. En el campo de las empresas del Estado —para que ustedes no crean que es una anécdota personal— la nación tiene empresas nacionalizadas, que no pertenecen al imperialismo y que manejan casi el treinta por ciento de la economía nacional, en esas empresas nacionales que son nuestras, no hemos encontrado aún una fórmula correcta de funcionamiento con un marco único, fíjense que hay nada menos que siete tipos distintos de empresas de Estado, siete tipos distintos de manejar empresas de Estado y en ninguna de esas empresas —dicho sea de paso— hay programas de investigación y desarrollo. Si soy administrador de SEGBA y no puedo hacer un programa de investigación y desarrollo y le echo la culpa a manejos siniestros que están por detrás de esto, a lo mejor es cierto que tienen la culpa, pero si además les echo la culpa y eso me libera, yo diría que estoy escapando a la responsabilidad que yo mismo debiera haber asumido. En muchos sectores de la realidad nacional nos ha ocurrido y nos sigue ocurriendo que, además de las dificultades que nos crea el estado de dominio o de dependencia en que se encuentra el país frente a la potencia central de esta parte del mundo (los otros, los tocayos nuestros de la otra parte del mundo tienen su propio problema con la otra potencia central), hay que agregar la falta de ideas propias que nosotros hemos tenido para afrontar circunstancias. Voy a terminar con una simple historia que me enseñó mucho en esta materia de escapismo; cuando hace algún tiempo planteamos desde la Comisión de Energía Atómica la construcción de una Central Nuclear recuerdo que gente muy amiga mía me decía que no se podía hacer una central nuclear en la Argentina porque los intereses de las empresas extranjeras se oponían, de manera que era una lucha tonta. Cuando se dio un paso más y se avizoraba que iba a haber una central nuclear, se me dio un argumento muchísimo más sutil y difícil de combatir: lo que ustedes van a conseguir es que van a tener una central para uranio enriquecido y, de una manera objetiva, están siendo agentes de la potencia central por las connotaciones que tiene el uranio natural y que todo el mundo conoce perfectamente. De manera que estábamos derrotados antes de empezar la batalla. En medio de esas


tramitaciones me encontré en París con unos rumanos que estaban en el mismo trámite que yo, negociando una central de uranio natural; los rumanos estaban exactamente con los mismos pesares que yo y en una mesa de café conversamos sobre las chances relativas de los dos países d e tener centrales de uranio natural frente a sus dos potencias dominantes. Volví al país, conté esta historia a algún amigo que me dijo, bueno, es absolutamente seguro que la central argentina va a ser de uranio enriquecido y la central rumana va a ser de uranio natural. Termino la historia diciendo simplemente que la central que se está construyendo en la Argentina es de uranio natura! y la que se está construyendo en Rumania es de uranio enriquecido. García: Con respecto a la última parte de la intervención de Sábato, quiero decir que cuando he hablado de la dependencia como un problema vital no me he referido a otros problemas; el diagnóstico de lo que pasa en el país es muy difícil porque uno nunca sabe cuál es la proporción en que se mezcla la mala intención, la ineptitud y la ignorancia, pero cualquiera sea la dosificación, esos productos son siempre catastróficos para el país, aunque el juicio moral que pueda merecer en un caso u en otro sea un tanto diferente. Yo quisiera referirme a la primera parte d e su exposición; dudo mucho que Sábato o ningún otro pueda acusarme de escapismo; creo que f u i el único que no "escapó" en 1966 y tengo muy buena memoria, creo también haber contribuido junto con muchos que están aquí en el público a formar el centro científico más importante que tuvo Latinoamérica en ciencias básicas y eso a pesar de tener el absoluto convencimiento de que tarde o temprano sería destruido y estoy aquí de nuevo, en el país, dispuesto a empezar de nuevo, sabiendo que lo que se haga volverá a ser destruido hasta que las condiciones básicas del país no cambien. P e r o creo que hay que persistir y el escapismo nunca ha sido mi política y Sábato lo sabe muy bien. Yo creo que aquí hay dos problemas que se confunden: uno es el problema d e lo que se puede hacer en condiciones difíciles. De las tres patas de ese trípode que constituyen la política de u n país, la economía la ciencia y la tecnología y la formación de gente, nosotros hemos dado énfasis — y al decir nosotros me refiero a ese grupito al cual cité antes— a la formación de gente joven, somos optimistas pensando en el f u t u r o del país. De la aventura, de 1957 a 1966, queda mucho más que el recuerdo de los palos recibidos, la enorme satisfacción^ de una gran cantidad, de prácticamente una generación, de jóvenes científicos de reputación internacional que podrían tener los mejores cargos en los mejores sitios del m u n d o y que están aquí en el país dispuestos a enfrentar todas las vicisitudes. Eso no es escapismo, eso es la más alta f o r m a d e responsabilidad, pero ellos saben como lo sé yo que el progreso o el desarrollo científico del país no se hará en serio mientras no cambien las condiciones, lo cual no quiere decir que n o sigamos trabajando; esa es la filosofía última que para mí rige en estas cosas, seguir haciendo sabiendo que va a ser destruido y seguir haciendo porque algo queda de todo eso y eso que queda ayudará, el día que venga la liberación (y tengan la absoluta seguridad que va a venir porque la historia está con nosotros y n o con los o t r o s ) , esas generaciones estarán preparadas para hacer una cosa distinta y lo estarán no solamente porque son grandes científicos, sino porque son el tipo de persona

que se queda en el país a pesar de lo que ocurre, el tipo de persona que está dispuesta a poner su ciencia al servicio del país y no reclamar al país q u e se ponga al servicio de su ciencia. Olavamía: Cuando se habla de una ciencia ai servicio de una política, cuando se habla de una ciencia al servicio de un cambio social, esa política, ese cambio social, ¿es un cambio social o una política a priori? o ¿es un cambio social y una política en cuya elaboración la ciencia ha participado? Yo estaría de acuerdo en una ciencia al servicio de una política cuando la ciencia ha servido al planteo de la política, cuando el método científico se ha aplicado en la búsqueda del cambio necesario. Así como se escribe una ley universitaria a priori y después usamos la ciencia para que esa universidad camine, porqué no usamos el método científico primero para establecer^cuál es la ley universitaria que mejor conviene y después la ciencia, con muchas mejores posibilidades, va a poner en marcha esa universidad elaborada científicamente. D e Robertis: H e escuchado al profesor García con mucho interés como lo he escuchado tantas veces en el consejo en años pasados; veo en él, n o solamente una posición escapista — a u n q u e no lo quiera reconocer , sino también una posición de pesimismo que no puede existir para los científicos: la ciencia es una cosa continua, no se puede detener en ningún momento, no podemos pararnos ahora y decir, vamos a esperar un cambio social para seguir la ciencia; ese cambio social vendrá hoy o mañana, pero si no estamos preparados, si los científicos n o se han formado, ese cambio no se podrá producir. _ Formar un científico cuesta muchísimo, no se improvisa, significa muchos años de dedicación y de trabajo y de tener maestros; es una cosa mucho más compleja que lo que la gente se puede imaginar, de manera que yo creo que no es posible pensar en que la destrucción es la única finalidad. Si tomamos una posición así tan negativista creo que nunca vamos a poder construir nada realmente en el país. Yo creo que el país se tiene que seguir construyendo, creo que aún con las dificultades, con todas las crisis que hemos soportado tenemos que persistir en el desarrollo, puesto que las generaciones jóvenes son las que nos van a dar el f u t u r o y si cortamos el camino de la universidad a esas generaciones, nosotros les impedimos que entren en la investigación o si se alejan del país y se van a otros países, el país no se va a poder construir nunca. Soy optimista porque he estado trabajando desde 1957 en un laboratorio donde no había absolutamente nada y que ha ido creciendo con el tiempo. Veo que esa obra persiste y veo a mi alrededor muchos jóvenes que tienen la idea de que la investigación es importante, que hay que persistir y seguir. Castex: M e estoy preguntando si no estamos usando un término de ciencia equívoco. Una ciencia que buscara un cambio en el país tal vez no sea la ciencia que piensen todos los investigadores que se han llamado científicos en la última década. Yo preguntaría cuántas son las becas que ha dado el consejo desde su creación, a las ciencias políticas, sociales, psicológicas, económicas, administrativas, a las ciencias tecnológicas, de la educación o filosóficas. Esa ciencia al servicio del cambio si está integrada por científicos de estas ciencias podrá

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o

García: Cuando yo tenía la manija.

contribuir al cambio» la otra ciencia, o sea ciencia que excluya tocio esto es incapaz de hacer un cambio, es una ciencia netamente individualista, liberal y obsoleta. De Robertis: Puedo darle algunas cifras sobre las becas del año 70 y que tal vez le puedan interesar: sobre 314 becas internas, la tecnología recibió 46 becas y las ciencias humanas 59, las ciencias médicas 69, naturales 58, las químicas 52 y las fisicomatemáticas 30; evidentemente el consejo ha dado becas, en una buena proporción, a las ciencias humanas y tecnológicas. Ciencia Nueva: Al doctor Castex, hay unanimidad, en las tres preguntas recibidas del público acerca de la diferencia de su planteo actual con el que parece haber tenido durante su actividad en la presidencia y funda-

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mentalmente qué rol le cupo como creador del CONACYT. " Para Sábato, hay una interesante lluvia de preguntas que va desde ¿'por qué no aceptó el Ministerio de Obras Públicas?, pero que se centran fundamentalmente en qué tipo'ele investigación tecnológica puede hacerse en empresas privadas nacionales y, por otra parte, cuál es el concepto de dependencia del imperialismo en una empresa. Para el doctor Olavarría, una pregunta acerca de si ta situación actual de la universidad se debe a un problema político o a un problema de falta de aplicación del método científico. Y para el doctor García, varias de forma diferente pero que coinciden en pedir que sea un poco más explícito, es decir que aclare un poco más y dé algunas ideas concretas de qué tipo de acciones se pueden ir desarrollando en la Argentina de hoy. Castex: Yo tendría que aclarar que mi gestión con el gobierno de Onganía comienza en junio de 1967; yo conozco al presidente Onganía recién en diciembre de 1967, estrictamente como asesor científico y llevado por un subsecretario legal y técnico, el doctor Roberto Roth, cuya posición nacional era bien conocida por su enfrentamiento con los ministros famosos que luego se identificaron con el grupo DELTEC. Caí allí llevado por haber sido compañero de él en la lucha universitaria en los años 51 al 54; con él estuvimos presos y con el luchamos en la entonces Federación Universitaria de Buenos Aires; fui allí llevado porque calculamos, con mentalidad universitaria, que la presencia curil, haría más suave las molestias de que era objeto por parte de los sectores más retrógrados del gobierno de Onganía. Al general Onganía yo jamás lo asesoré espiritualmente, esa figura fue creada por ciertos sectores interesados en crear mitos y jamás logré que se desmintiera la cosa; sabemos perfectamente que la libertad de prensa en muchos casos es un mito, muchas veces traté de hacer publicaciones y no lo logré. En cuanto a mi posición en el gobierno de Onganía puedo reseñar cosas muy claras: la revista Análisis —que no me tiene mucha simpatía ya que le conviene muchas veces mantener la figura del cura oscurantista y medioeval asesorando a Onganía—, publicó un artículo en la cual yo dije que para la Universidad de Buenos Aires no bastaban rectores que fueran niños buenos; esa entrevista que fue publicada en la época del rector Devoto, creo que pone muy clara mi posición de enfrentamiento con la política educativa que llevó la presidencia de Onganía. A lo largo de mi acción como asesor honorario, solamente opinaba en las cosas que me consultaban y la mayoría de mis actuaciones se refirieron a lo siguiente: a) lograr la recalificación de muchos científicos destacados que habían sido mal calificados por el Servicio de Informaciones del Estado. Así intervine para detener el sumario del doctor Varsavsky, en el Instituto de Radioastronomía, sumario cuya detención fue ordenada por el presidente Onganía y que se reinició ante la insistencia del consejo, durante ía presidencia de Levingston, ocultándosele a Levingston, que Onganía había dispuesto el cese del sumario; b) la recalificación de la esposa del dirigente socialista Lattendorf; c) obtener que no se impidiera la designación del doctor Dickman, distinguido científico argentino, en su cátedra en la Universidad de Buenos Aires; d) obtener la recalificación del doctor Moisés Polak,


distinguido anatomopatólogo argentino; e) defender y tratar de que no se destruyera el I n s t i t u t o de Biología Marina, fundado por tres universidades, llevado adelante por un hombre eximio como era el doctor Olivier y al que se persiguió por razones políticas, cuando en el fondo era una pelea de un distinguido zoólogo, que había sido su maestro, empecinado en destruir al doctor Olivier y a su obra; / ) tratar por todos los medios posibles de que no se destruyese el I n s t i t u t o Argentino de Radioastronomía y en ese sentido, debo confesar que se mantuvo al Instituto de Radioastronomía funcionando gracias a la intervención del almirante M u r o de Nadal y a la intervención personal del gobernador de entonces que luego fue ministro discutido, el general Imaz. Aparte de las recalificaciones de científicos la lucha consistió en tratar de crear en el gobierno la mentalidad de que la racionalización administrativa era un desastre y que con ella se estaba fomentando el éxodo de científicos; esa lucha, o esa inquietud, me la despertó el I N T A a través de un destacado investigador que había sido secretario de Agricultura y que tiene sede en el I N T A de Balcarce. Se logró detener un proceso de racionalización administrativa desastroso, particularmente en algunos organismos. Debo destacar que ahí, el consejo logró mantener su directorio ante una postura intransigente del doctor Houssay, ante presiones p o r destruir el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas, pese a no haber sido simpatizante con sus políticas y líneas, ya que para mí fomentaba u n individualismo científico y no una ciencia al servicio del país, logramos que no se tocara ni la figura del doctor Houssay ni se modificara o interviniera el consejo; yo era partidario d e que se lograra que el cambio viniera de adentro, si lo hizo o no lo hizo eso es u n problema que no depende de mí, lo que sí logre es que n o se interviniera el consejo. Luego una apertura de mentalidad o sea que se aceptara en el gobierno, que la política universitaria había sido un desastre en 1966 y que lo menos que se podía haber hecho en algunas facultades, como en Ciencias Exactas era, más que preocuparse por seguir destruyendo las obras de los hombres, preocuparse por tratar de arreglar el zafarrancho. En ese sentido luchar por que se lograran niveles iguales a los perdidos, cosa que no se logró. Nuestra idea era lograr que se respetaran las estructuras de promoción científica vigentes, I N T A , Comisión de Energía Atómica y demás, no porque fueran muy buenas, sino porque la experiencia administrativa indica que todo bicho que entra quiere cambiar todo y n o hace más que zafarranchos; tratar de mantener y, eso sí, abrir un Senado de las Ciencias, en el que estarían todos los presidentes de organismos oficiales. El CONACYT nació queriendo copiar estrictamente la figura del Conseil National de la Politique Scientifique de Bélgica; esto es, u n organismo no político con un director que no es cambiado por los gobiernos, que no es científico sino un experto en administración científica, organismo que tiene muy poco presupuesto, lleno de técnicos, ordinariamente sociólogos, economistas y abogados que se asesoran de toda la problemática científica y que tratan de facilitar al gobierno los elementos para hacer una política científica. Ese era el sentido que tenía que tener el famoso C O N A C Y T y en su Consejo Asesor Nacional tenían que estar representados en la mejor forma que se pudiera toda la inquietud científica y tecnológica del país. En ese sentido el secretario de Ciencia y Técnica tenía que ser un servidor de la ciencia

y la técnica y un canal de esas inquietudes hacia la Presidencia d e la Nación. Eso no se logró, además el decreto reglamentario no es el que redactó la Comisión de la Ley. La ley salió un 28 de diciembre y el decreto que acompañó la ley fue reescrito totalmente por el actual secretario de Ciencia y Técnica que, por lo visto, tiene cargo vitalicio, pasando de gobierno en gobierno. Además nació la Comisión Nacional de Estudios Geoheliofísicos, en la que terminé como titular, lisa y llanamente porque no se lograba reincorporar científicos cesantes o perseguidos por el consejo y el presidente Onganía aceptó la idea de crear un para-consejo que permitiera investigación tranquila y en paz a hombres que habían sido marginados arbitrariamente y finalmente la última acción que logramos en el mes de marzo del 70, f u e convencer que los científicos de los países del E s t e no son espías y que cuando se los invita al país hay que darles visa y de ahí salió la idea de la misión científica a Rusia y a los países del Este, o sea nuestra tesis era que Argentina haga por lo menos lo que hace España. Puedo confesar que después de haber estado en Rusia y los países del Este, he descubierto q u e la Argentina es el país más retrógrado del mundo en sus relaciones científicas y culturales con el mundo del Este Europeo y no digamos con el tercer mundo. S á b a t o : Sobre la investigación en la industria privada, tengo muy poco tiempo para decir lo que pienso porque la cosa es bastante más complicada de lo que parece; la gente normalmente habla de que las industrias debieran hacer investigación para con esto producir tecnología nacional, etc. Todos conocemos esa cadena de razonamientos, p e r o hay una dificultad económica esencial: la tecnología dentro del sistema económico es una mercancía, se compra, se vende, se importa, se exporta, se roba, se copia; no debe ser confundida con el pensamiento del científico que crea la tecnología: el científico podrá crear u n a determinada idea, ésta se transforma en una mercancía del sistema económico y esta mercancía curiosamente, es la única mercancía de libre circulación, para lo cual no hay ninguna clase de barreras aduaneras, ni controles de ninguna especie. En países como la Argentina es bastante utópico pensar que alguien va a desarrollar tecnología en el sector industrial si todo el mecanismo de recompensa se obtiene cuando uno importa tecnología (desde créditos especiales, tanto nacionales como extranjeros, a toda clase de auxilios incluyendo el personal técnico y demás) de modo que aquí hay que cambiar radicalmente en primer lugar el concepto del manejo de la tecnología y hasta que ello no se logre me parece bastante poco probable que los incentivos actualmente en vigencia (como la deducción en réditos de los gastos de investigación), sean suficientem e n t e poderosos para cambiar el sentido de importador neto — q u e es la situación actual de la industria— a productor de tecnología. Quiero apuntar que el problema no hay que buscarlo ni en la mentalidad de los científicos ni siquiera en la mentalidad de los industriales, sino en las reglas de juego del sistema económico que impera en el momento. En cuanto a la intervención del imperialismo en las empresas, hay de todo: hay empresas en las cuales ha habido manejo desde adentro y desde afuera relacionados a intereses extranjeros como ha habido empresas en las cuales esos manejos han sido mucho menores y no se puede hacer ninguna regla muy clara. Por cierto que si uno no defiende con cuidado

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ios intereses que tiene que defender en las empresas es obvio que los intereses extranjeros tratarán de obtener las mayores ventajas posibles y en ese sentido se ha ido dando legislación cada vez más avanzada en el país: la ley de Compre Nacional dictada en el mes de noviembre pasado como la ley de Contrate Nacional, son pasos importantes en la defensa, no solamente de las empresas sino del universo que se mueve alrededor de las empresas. Para terminar, quiero aclarar que, al referirme a escapismo, no me refería a García, por supuesto; sus antecedentes son tan notorios que me parece que no correspondía que pensara que me dirigía a él como escapis ta. Olavarría: Creía que cuando me referí a método científico y a política había quedado más o menos claro que introducir la política en la universidad, manejar la universidad como un elemento sobre el cual la política debe influir es falta de método científico, es decir, considerando la universidad como elemento fundamental de la evolución del hombre como sociedad, considero que la universidad debe ser ella misma la que se fije sus normas a partir de muy pocos elementos, debe ser ella misma la que se gobierne y debe ser ella la que elija sus autoridades. De manera que meter la política dentro de la universidad es falta de método científico. Me preguntan qué es "cientificismo". Esta misma pregunta me la hice yo durante mucho tiempo y realmente no podía entender qué se quería decir; hace pocos días compré un libro de Oscar Varsavsky y allí me enteré qué es cientificismo: aparentemente por "cientificismo" se entiende un científico que se interesa en sus temas de trabajo y se despreocupa de los problemas nacionales o de los problemas que lo rodean, de la situación del país, etc. Yo creo que eso es un poco difícil y que se mezcla ciencia con científico: la ciencia no puede estar comprometida nunca pero puede haber un matemático que esté muy interesado en los problemas nacionales y que dedique parte de su tiempo a utilizar ese método científico en el planteo de soluciones. D e Robertis: Creo que ya Olavarría ha definido esa palabra, que en realidad implica una deformación de lo que es el concepto del científico y ha sido esgrimida para distorsionar el verdadero significado científico. Yo creo que todos los científicos tienen por objetivo en su vida el desarrollo de la ciencia; sí, yo creo en el científico que busca la verdad en el laboratorio o en la naturaleza o donde sea. Esa es la primera misión del científico y esa misión para mí es de carácter universal; la ciencia no tiene fronteras y los científicos de tocios los países no tenemos problemas cuando nos encontramos; los científicos tienen una comunicación inmediata, se entienden perfectamente porque ellos siguen los mismos objetivos, de manera que así como a la ciencia la considero que es universal, considero que el científico debe desarrollar su labor en su propio país. García: A pesar que no está entre las preguntas que me han hecho no puedo resistir a la tentación de hacer una reflexión sobre lo último que hemos oído. Yo le recomendaría al doctor De Robertis que leyera un libro que acaba de publicarse con la correspondencia entre Einstein y Max Born; no hace falta presentación de Einstein ni de Max Born y espero que De Robertis no tenga objeciones sobre la calidad científica de estas personas que nombro. Allí verá que la preocupación fundamental de

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Einstein no era su ciencia y verá una cosa muy curiosa — a la gente del consejo siempre le aterró el izquierdismo—: una anécdota que cuenta Max Born. En 1918 ya Einstein había hecho su teoría de la relatividad, se instaura un Estado socialista en Alemania, los estudiantes toman la universidad, secuestran al rector y a los decanos —ya ven que no es un invento argentino—, y hay que buscar a alguien que tenga diálogo con ellos para poder pactar y el único hombre, de la más alta reputación científica que es reputadamente izquierdista y que va a pactar con los estudiantes es Einstein y creo que Einstein es dentro del campo científico una persona en quien todos los que estamos acá tendríamos que inspirarnos. Me han hecho dos tipos de preguntas, una es: que sea más explícito, eso no es una pregunta creo que es una admonición, yo he tenido dos propósitos, el primero, mostrar que lo que se ha dicho hasta ahora no tiene sentido, el Consejo de Investigaciones no hizo nunca, no se propuso nunca, hacer política científica. Rehusó hacerla, el doctor De Robertis sabe que ellos rehusaron hacer política científica nacional, concibieron al consejo como una fundación. Es muy lindo sentirse Mecenas y distribuir algunas becas por acá y algunos subsidios por allí, pero política científica nacional no se hizo ni se quiso hacer. El CONACYT, con ese remedo de plan que ha hecho que ni vale la pena criticarlo, no ha hecho tampoco política científica, ha hecho algunas cosas muy raras. El doctor Sadosky que tiene la mala costumbre de hacer unos calculitos muy simples con los cuales es capaz de destruir cualquier plan o teoría, me decía que había hecho un cálculo muy simple, haciendo intervenir el plan de repatriación que tiene el doctor Taquini, y el número de científicos y técnicos argentinos que hay en el exterior: cumplir ese plan llevaría cien años: el problema que de acá a cien años estarán todos mucrtecitos, incluso el CONACYT . . . El problema que he querido destacar es que eso es hacer mecenismo en ciencias, pero no es política científica nacional y ninguna de las estructuras que existen pueden hacerla porque la política científica es una interacción permanente con los planes socioeconómicos y educativos. En cuanto a lo que puede hacerse, es un problema que depende de las circunstancias. Durante diez años en la Facultad de Ciencias, repito, tratamos de hacer e hicimos el Centro de Ciencias Básicas más importante de Latinoamérica; lamentablemente nos llevó demasiado tiempo, tardamos diez años en hacer lo que quisimos hacer en cinco, pero aclaro que durante casi los diez años que yo fui decano hubo en los gabinetes nacionales más de 180 ministros y eso explica un poco el retardo de nuestros planes. Y digo que los planes nuestros estuvieron por la mitad porque recién hacia el final pudimos comenzar y quedó sólo en proyecto la fase más importante que teníamos presente que era comenzar la investigación aplicada pero de una manera tal que estuviera integrada con las ciencias básicas. El problema de cuáles son los temas de investigación que el país debe tener en ciencias básicas no se resuelve sentándose una cantidad de cerebros alrededor de la mesa por muchos cerebros que sean, se resuelve en el momento que se empieza a trabajar en problemas aplicados para el país y que esa investigación aplicada realimenta con los problemas que van surgiendo la investigación básica y así se cierra un ciclo nacional no alimentado ni por subsidios extranjeros ni mucho menos con planes hechos a medida para obtener más subsidios. En lo que respecta


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a lo que hoy se puede hacer yo creo que es el único problema, es seguir formando gente joven, sabiendo que se va a esterilizar y frustrar en buena medida y esa es la dosis de fortaleza moral que hay que trasmitirle a la generación joven: trabajar, sabiendo que en buena medida la frustración será el premio. Hay una segunda pregunta que me han hecho que es sobre subsidios y no podía faltar y me alegro que la hayan hecho. Dice: "¿Usted recibió ayuda económica de la Fundación Ford? Efectivamente, celebro que se haya hecho la pregunta. Creo que soy la persona, perdonen la pedantería, que tiene más experiencia con respecto a subsidios y a estrategias con respecto a los subsidios y por esa experiencia profunda es que llegué al promediar el decanato a la posición que hoy tengo de repudio absoluto a toda forma de ayuda extranjera como medio de dependencia. Nosotros fuimos un tanto ingenuos en la Facultad de Ciencias: lo que hicimos fue detectar la influencia perniciosa de los subsidios extranjeros sobre investigadores particulares que, repito, adaptan sus planes de trabajo para recibir más subsidios; nosotros transformamos los subsidios que propiciamos para la Facultad de Ciencias en subsidios institucionales que no eran solicitados por el profesor sino por la facultad, para equipamiento de la biblioteca y de los laboratorios con los planes normales de la facultad, sin ingerencia en los planes de investigación propios de la facultad. Con eso creímos hacer una división de los subsidios, en "puros" e "impuros" y nosotros creímos recibir y recibimos solamente subsidios "puros" y pensamos que nuestra conciencia podía estar tranquila. Pero llegamos luego a la conclusión que es el sistema total el que está en juego, es el sistema total de penetración el que debe ser opuesto y a veces esa clasificación ingenua de subsidios "puras" y subsidios "impuros" sólo sirve para que penetren más fácilmente dándoles un aval y en eso estuvo nuestra ingenuidad: en darle un aval para que pudieran hacer con otros lo que no hicieron con nosotros. En este caso particular, en el momento que vive hoy el tercer mundo, la guerra no es a medias, es total; las crisis que afectan a nuestros países, el estado en que nos encontramos, no admiten términos medios: o estamos por una transformación total por salir de donde nos encontramos o somos cómplices directos o indirectos de los que mantienen el tercer mundo en la situación en que estamos y aclaro que no están fuera del tercer mundo todos los que lo mantienen así, he repetido varias veces que la dependencia interna es más culpable y tan grave como la dependencia externa, por esa razón la posición la hice pública antes de abandonar el decanato. Nosotros terminamos cortando completamente nuestra posición anterior con respecto a los subsidios y recuerdo que pusimos de manifiesto en el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires algunas anomalías tremendas: en la Facultad de Medicina —y el doctor De Robertis debe recordar—, se intentó hacer presión sobre nosotros y recibí tantas visitas que no puedo mencionar ahora para que se aceptara un subsidio de la Comisión de Energía Atómica Norteamericana, para un profesor de la Facultad de Medicina según el cual el laboratorio que iba a instalarse era de tal naturaleza que cualquier persona ajena a los que participaban en la investigación, solamente podían entrar en ese laboratorio con permiso de la Comisión de Energía Atómica Norteamericana. A ese tipo de deformaciones se llegó y se llega con respecto a los subsidios.

Hay otra p r e g u n t a : " ¿ C u á l f u e la política científica que siguió usted en la Facultad de Ciencias Exactas?" La política creo haberla expresado: en primer lugar se trató de formar una generación joven lo más amplia posible, de que la ciencia dejara de ser prerrogativa de una élite y eso lo conseguimos. En segundo lugar tratar — y ahí n o llegamos— d e encauzar la investigación aplicada para que realimentara a la investigación básica, pero no podíamos ir mucho más lejos, es absurdo pretender que se va a hacer política científica nacional desde una universidad como en cualquier organismo; lo más que se puede hacer, repito, es capacitar a la gente joven para que puedan hacer mejor lo que nosotros hicimos y para que acaso tengan un país distinto del que nosotros sufrimos. D e Robertis: Siempre he admirado al D r . García por su dialéctica que evidentemente supera a la de la mayoría d e los científicos. Quería decirles que ese laboratorio que menciona el doctor García no es el mío, por supuesto, p o r q u e yo en ningún m o m e n t o — y lo digo con toda claridad— he hecho ninguna investigación que fuera sugerida o dirigida desde afuera, sino que los temas de investigación propios que hemos desarrollado desde hace muchos años han sido apoyados porque eran temas que podían ser de interés general. Yo no he notado en ningún m o m e n t o lo que el doctor García dice aunque creo que hay muchas formas de deformaciones en ese problema de los subsidios. Yo siempre he admirado al doctor García por la habilidad que ha tenido para conseguir fondos de investigación para la Facultad de Ciencias q u e creció de una manera extraordinaria y que todos admirábamos. Él fue quien consiguió seguramente más subsidios en el país de organizaciones extranjeras — p a r a su facultad— y con eso p u d o hacer una obra realmente notable para el país, esa obra debe perdurar, esa obra no debe ser destruida. Creo que la destrucción de esa facultad ha sido un grave mal para el país, que es necesario corregir y así lo espero. <>

Eduardo De Robertis trabaja en la investigación de la estructura bioquímica del sistema nervioso. Es Doctor en Medicina (1939) y Profesor Titular de Histología de la Facultad de Medicina de la UBA. Es miembro de la Academia de Ciencias Exactas (1960), Miembro honorario de la Academia de Medicina de México (1968) y del American College of Physicians (1971); Doctor Honoris Causa de la Loyola University of Chicago (1969) y Presidente de la Asociación de Miembros de la Carrera de Investigadores. Rolando V. García es maestro y profesor normal. Se especializó en Lógica Matemática y en Meteorología. Fue el primer Vicepresidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y Vicepresidente del Consejo Internacional de Uniones Científicas. Colaboró en la organización de la Universidad Nacional del Sur y fue Decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA desde 1957 hasta la intervención en 1966. Luego fue Director de la Oficina de Planificación del GARP y trabaja actualmente en la investigación de Dinámica de la Atmósfera, en la Universidad de Montevideo. Los antecedentes de los otros panelistas fueron publicados anteriormente por CIENCIA NUEVA como sigue: jorge A. Sábato, C. N. N? 1, pág. 32; José M. Olavarría, C. N. N? 7, pág. 36 y Mariano N. Castex, C.N. N? 11, pág. 31.

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Lincamientos para una política de transporte en Buenos Aires Alberto A. González El desplazamiento de personas y mercancías e n los grandes centros urbanos, presenta problemas casi incompatibles con las soluciones clásicas. Sin embargo, mientras la tecnología no provea soluciones diferentes y económicamente viables, es urgente planificar ese tráfico sobre bases reales.

A. A. González es Ingeniero Civil de la Universidad del Litoral (1959). Especialista en problemas de economía y transportes ha colaborado como consultor en distintos proyectos, entre otros, en el estudio de factibilidad del Complejo Zárate-Brazo Largo, en el Diagnóstico preliminar del sistema de transportes de la Región Metropolitana, en un estudio de transportes en la región del Comahue y en el estudio para la renovación urbana del Barrio Sur de la Ciudad de Buenos Aires.

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El movimiento de bienes y personas en la Región Metropolitana de Buenos Aires, al igual que el de cualquier otra región metropolitana del mundo, parece no tener una solución integral y definitiva para el largo plazo, como consecuencia de las cuantiosas inversiones que deberían realizarse, siempre que en la tecnología de los medios de transporte no se produzca una transformación fundamental —hecho que aún n o se vislumbra— permitiendo así satisfacer la necesidad de viajar de los habitantes. Efectivamente, unas pocas cifras referidas al parque automotor, tránsito en los accesos y puntos internos de la Región, nos llevan a esta tremenda conclusión: si se mantienen en el futuro las tendencias de crecimiento de 1960-1969, el problema de la circulación llegará a niveles inimaginables (ver cuadro adjunto). Si existen recursos financieros, existen soluciones; pero cuando aquellos son escasos y a esto se suman los requerimientos de distinta índole de otras zonas del país, impo-

sibles de comparar en función de prioridades, la asignación de recursos a invertir en las distintas áreas surge de decisiones políticas, frecuentemente descoordinadas entre sí. Al hablar de transporte urbano suponemos que esa decisión ya ha sido tomada y existe una masa de recursos destinados a inversión en el mismo, referidos a la Región Metropolitana de Buenos Aires. Estos recursos son escasos, afirmación realista y con características de premisa básica. Además, están asignados a distintas jurisdicciones que los invertirán de la mejor manera posible pero sin tener en cuenta otras inversiones que afectan al mismo problema: el transporte urbano. El objetivo de este trabajo eplantear algunas líneas de acción que permitan disminuir la gravedad del problema, tratando de mantener un enfoque tal que dé como conclusión, líneas de acción coordinadas. Existe un objetivo único a tener en cuenta en el futuro y es que se debe satisfacer la demanda de viajes —personas y bienes en un sistema de transpor-


te rápido, eficiente, seguro y económico. Se entiende por sistema de transporte urbano al conjunto de medios que prestan servicios de transporte, a su infraestructura y a los lugares de transferencia (estaciones ferroviarias, terminales de pasajeros y cargas, puertos, aeroestaciones, etc.) Para el análisis resulta cómodo dividir los servicios en: pasajeros y carga. Los servicios de transporte urbano de pasajeros son prestados por los siguientes medios: ferrocarril, subterráneo, automotor público (colectivos y taxis) y por el automotor privado.

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Prel'ereiH'ias del usuario Cada uno de estos medios posee características propias, satisfacen determinada demanda de viajes y evoluciones según las preferencias del usuario. Una de las tareas del planificado!' consiste en analizar esta suma de preferencias individuales y comparar con los costos que significan a la comunidad satisfacerlas. C u a n d o esos costos superan los recursos disponibles o se hallan distorsionados, resulta preciso optimizarlo y, como consecuencia, inducir al cambio de preferencia de los usuarios. En la Región Metropolitana de Buenos Aires, si medimos la preferencia de los usuarios por las tasas cíe crecimiento del parque automotor, del tránsito y de los pasajeros transportados, se podría concluir que esta preferencia se orienta cada vez más hacia la utilización del vehículo automotor privado en sus viajes. Esta preferencia, desde el punto de vista individual, se justifica por el grado de comodidad y privacidad que brinda el automóvil particular. Analizado desde el punto de vista social surgen algunos inconvenientes. La infraestructura de calles existentes no ha sido prevista para satisfacer esta creciente demanda, generándose demoras intolerables y costos de operación elevados. Por otra parte, la mayoría de los viajes en vehículos privados requieren un lugar para estacionar, al finalizar el mismo. Dado que la mayor parte de estos viajes tienen por destino el centro, esta demanda de estacionamiento se localiza preferentemente en dicha zona y como, además, es

previsible que dicha demanda aumente, resulta lógico suponer que el uso del suelo para estacionamiento desplazará a otros usos que son típicos del centro, trayendo en el largo plazo un debilitamiento del mismo. Otro elemento a tener en cuenta es la ocupación media del automóvil privado. Este índice revela, en promedio, el número de personas que viajan en los automóviles privados, siendo de 1.23. 1 Este valor bajo indica que la gran mayoría de los automóviles particulares son ocupa exclusivamente por el conductor. Resulta evidente que si queremos optimizar las inversiones y cumplir con el objetivo fijado, no debemos canalizar los recursos a satisfacer la demanda de viajes en automóviles y sí en algún otro medio de transporte que permita el traslado de un gran número de personas. Estos medios son los denominados de transporte masivo: ferrocarriles, subterráneos y colectivos. De todos, el subterráneo resulta el más adecuado por no poseer ningún tipo de interferencias; pero los restantes medios están llamados a cumplir una función básica en el transporte de la Región Metropolitana del futuro, en función de una adecuada complementación entre los mismos que valore ventajas operativas y técnicas de cada uno.

Determinación de prioridades Definidos los medios de transporte surge el problema de las líneas de

política a seguir para inducir un cambio en la preferencia de las personas. La primera prioridad sería densificar la red de subterráneos localizados en el centro y prolongar ramales que permitan la continuidad de los viajes con la red ferroviaria que, además, debe ser electrificada e integrada en su totalidad, aumentándose en ambos medios la velocidad de circulación y la comodidad. Consecuentemente, deben reestructurarse las líneas de colectivos y ómnibus urbanos, a efectos que abastezcan a la red de transporte masivo formada por el ferrocarril y subterráneo. Las medidas de regulación de la oferta, habrá que integrarlas con el establecimiento de una política tarifaria de estos tres medios que induzca al usuario a la utilización de los transportes masivos, como así también a la regulación y restricción del estacionamiento de vehículos particulares en la zona centro y fomentarlo en zonas de conexión con el transporte masivo. La primera de las medidas absorberá la mayor parte de los recursos económicos, ya que se orienta a la ejecución ele obras que en cierto sentido se hallan esbozadas en el Plan Director de la Región Metropolitana (CONADE) y en los planes de la Empresa Ferrocarriles Argentinos y de Subterráneos de Buenos

1 Dato obtenido del Estudio Preliminar del Transporte de la Región Metropolitana que se realiza en el ámbito del Ministerio de Obras y Servicios Públicos.


I n d i c a d o r e s de t r a n s p o r t e u r b a n o p a r a los años 1960 - 1969 P o r c e n t a j e s de

Año

crecimiento Pasajeros Servicio P ú b l i c o Miles

Población Región Metrópoli

Autom.

F.C,

Subte.

Pasa j.-km Servicio Público Millones

Parque autoni.

F.C.

R.Metropo.

Autom.

Subte.

Tránsito C. I n t e .

C.

Exk 10

1 1960

7.261.501

2.228,8

536,1

300,5

11.974

8.904

1.058

343.468

186.110

18.12^

1969

8.857.327

3.077,9

449,2

273,7

17.316

8.454

887

914.464

398.479

42.379

Cree.

21,97

38,10

—16,21

—8,92

45,36

—5,05

—16,16

166,24

114,11

133,81

Fuente: Según columnas. 1 Población de Capital Federal y 24 partidos según datos del Censo 1960 y estimación, para 1969, de datos del Censo de 1970. 2 Se consideran las líneas urbanas y suburbanas según datos de la Secretaría de Transporte. 3 Datos de Empresa Ferrocarriles Argentinos. 4 Datos de Subterráneos de Buenos Aires. 5, 6 y 7 Estimaciones propias. 8 y 9 Datos del I N D E C . 10 Datos de recuentos volumétricos efectuados por la D. N . V. en: Puente Avellaneda, Puente Pueyrredón, Ruta 3, km 148; Ruta 7, km 12; Ruta 8, km 13; Ruta 9, km 13,3; Ruta 195, km 13,3; Ruta 201, km 17; Ruta 205, km 11. 11 Datos de recuentos volumétricos efectuados por la D. N . V. en: Ruta 2, km 60; Ruta 3, km 55; Ruta 7, km 48; Ruta S, km 54; Ruta 9, km 57; Ruta 200, km 43; Ruta 205, km 42.

Aires. Las otras, requerirán medidas de política resultantes de estudios particularizados. De aplicarse lo puntualizado, se cumplirían los objetivos establecidos y se espera a la vez que disminuyan las tasas de crecimiento del tránsito, en el futuro. Las medidas recomendadas no contemplan la ejecución de autopistas urbanas por el siguiente motivo. Actualmente existe demanda insatisfecha de infraestructura y se produce un fenómeno de autorregulación en el uso del automóvil privado. En efecto, cuando los volúmenes de tránsito aumentan, se provocan congestiones, aumentan los tiempos de viaje y consecuentemente, los costos. La demanda de estacionamiento en el área centro crece, las tarifas aumentan resultando que el costo total de un viaje al centro en automóvil particular se hace comparativamente mayor que un viaje en un medio de transporte masivo. En ese instante, el conductor cambia de medio. Es de hacer notar que cada conductor evalúa en forma distinta sus costos indirectos, tiempo, confort, privacidad, etc. Actualmente se estima que el 50 por ciento de los propietarios de vehículos particulares

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que viajan al centro de la ciudad, lo hacen en otros medios de transporte.- En Nueva York esta cifra asciende al 75 por ciento. Al construirse una autopista urbana, estos costos disminuyen bruscamente y, en mayor medida, si se aumenta la capacidad de estacionamiento. En consecuencia, se vuelve a producir un cambio de medio y el conductor utiliza esta nueva facilidad, generando un crecimiento del tránsito en la autopista que alcanza la congestión en poco tiempo, volviéndose al proceso de autorregulación citado anteriormente. La experiencia norteamericana resulta conocida en lo que hace a construcción de autopistas urbanas y su reciente cambio en el sentido de canalizar inversiones urbanas en transporte masivo. No obstante, considero que uno de los graves problemas de tránsito radica en los accesos a la Región, para los cuales sí se justifica la ejecución de autopistas que canalizarán la corriente de vehículos que viene y sale al exterior. Estaciones termínales Dentro del esquema de transporte urbano de pasajeros, no resulta posible ignorar el problema referido

a las terminales de los servicios urbanos de media y larga distancia. Los problemas que se plantean se refieren a su localización, accesibi'; dad, encuadre dentro de los objeí: vos establecidos y número de terminales que deban existir. Dada la conformación de la infraestructura de accesos a la Región y las direccionales predominantes del tráfico suburbano e interurbano, pareciera convf niente en una primera etapa, esta blecer dos terminales de estos servicios. La localización de una termin.i! de ómnibus debe tener en cuenta !.» facilidad de accesos de los vehículos y de los pasajeros, En función de (.tas variables resulta posible construir modelos de localización que minimicen los costos totales de !,¡ terminal. En general, estos modelos no se utilizan dado que existe un elemento determinante que es b. existencia de terrenos disponibles Otro elemento condicionante de ' i localización, que se compatibilizai. < con el objetivo establecido, sería «í de localizar la terminal en conexa --• con líneas de transporte masivo. Como se supone que los usuar; • 2

Estudio de Faetibilidad de la A--.-9 de Julio.

J


de una terminal se encuentran localizados en todo el espacio urbano, la terminal debería ubicarse en un lugar que permita la fácil accesibilidad de los mismos. En la Región Metropolitana de Buenos Aires, la zona de mayor accesibilidad será el centro de la ciudad, en la cual estará densificada la red de subterráneos y se llegará por transporte masivo. Resulta de esto una primera conclusión: las terminales deberían localizarse marginalmente al Centro, con una adecuada y complementaria política de uso y densidad del suelo colindante con aquéllas. El segundo problema es la existencia de lugares disponibles, hecho que se soluciona si pensamos que las grandes terminales ferroviarias Retiro y Constitución fueron diseñadas para dichas funciones y que ya actualmente no resultan adecuadas para el comportamiento de los usuarios. E n efecto, el mayor número de personas que utiliza estas estaciones, lo hace como lugar de transferencia a otro medio de transporte. Esta función no ha sido prevista integralmente en su diseño y se considera que en el futuro, si se cumple el esquema de integración de redes ferroviarias, no se realizaría con las características actuales, funcionando más bien como estaciones de paso. Este hecho liberaría espacio que podría ser utilizado, con una remodelación total, para que puedan funcionar simultáneamente como estación terminal de ómnibus de media y larga distancia. Se establece así el concepto de centro de transporte que debe ser diseñado para que en el mismo entorno físico se desenvuelvan las actividades de transferencia entre el ferrocarril, subterráneo, colectivo urbano, interurbano, automóviles particulares y taxis. Las ventajas principales están en la posibilidad de minimizar los costos de transferencia entre medios (tiempos, comodidad, confort) y la alternativa de llegar y salir en transporte masivo. Las dos localizaciones citadas, vale decir Constitución y Retiro, evitaría el movimiento de ómnibus a través del centro, de por sí congestionado. En el campo del transporte aéreo, las innovaciones tecnológicas previstas en cuanto a incremento de capacidad de aviones, orientan la decisión de conectar la ciudad y sus aeropuertos con líneas de transporte masivo, hecho éste contemplado en

el proyecto de electrificación del F. C. Roca. El movimiento de cargas en la Región Metropolitana de Buenos Aires crea también importantes problemas de tránsito, ya que la casi totalidad del movimiento interno se efectúa por camiones. Dado el valor económico de este tráfico, no resulta aplicable el criterio utilizado para el automóvil particular. En este caso la acción debe orientarse a posibilitar la aplicación d e técnicas modernas en el manipuleo, clasificación, distribución y recepción de las cargas, lo cual posibilitará la disminución de costos e incluso de viajesvehículos. Para ello, resulta necesario la concentración del movimiento en pocos lugares, de forma de obtener volúmenes considerables susceptibles de ser operados con las técnicas citadas. Para el caso de cargas ferroviarias, la localización de terminales debe orientarse a una disminución gradual de su número 3 con la consiguiente concentración d e l m o v i miento en un número reducido de estaciones. Se debe tener en cuenta que deberán existir terminales de carga en Capital Federal para aquellos vagones que transportan cargas

cuyo destino final sea dicha área, y en el resto de la Región para las restantes cargas. Este lincamiento sigue teniendo en cuenta el número limitado de accesos viales que tiene la Capital Federal, con elevados volúmenes de tránsito que no resulta económico sobrecargar. Se considera, desde este punto de vista, que resulta más conveniente el ingreso de un tren con carga destinada a Capital Federal que puede hacerlo en las primeras horas del día, que el número de camiones equivalentes para el caso que no operen estaciones de carga en dicha zona. Para el caso de carga que ingresa por camión, el criterio de concentrar varias terminales en una, debe ser analizado. Estos lincamientos de política de transporte urbano no tienen carácter de conclusión de un estudio exhaustivo del problema, sino que contemplan en función de la situación actual, la tendencia histórica y la posible evolución, las medidas de mayor urgencia y de más fácil implementación. O 3 En 1968 funcionaban 143 estaciones que recibieron carga en la Región Metropolitana.

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El universo infrarrojo Anthony Tucker

El Consejo de Investigaciones Científicas (CIC) de Gran Bretaña tiene actualmente en estudio proposiciones que, de ser adoptadas, proporcionarían a los astrónomos, en el lapso de un año, un telescopio infrarrojo de clase mundial. Esta nueva rama de la astronomía ya permite obtener información inesperada acerca del universo y es probable que durante esta década alcance un auge parecido al que alcanzó la radioastronomía en las décadas del 5 0 y 60.

Debido a la forma en que están construidos sus ojos y debido a la barrera atmosférica, los hombres ven el cielo oscuramente a través de una grieta extremadamente angosta del espectro elactromagnético. La barrera atmosférica es importante para el mantenimiento de la vida, porque bloquea casi todas las irradiaciones de frecuencia más alta que la del espectro visible; los hombres se freirían si todos los rayos ultravioletas o X provenientes del Sol llegaran a la superficie de la Tierra. Sin embargo, para comprender los procesos que se desarrollan en las estrellas o en los enormes espacios interestelares o intergalácticos del universo, es indispensable mirar a través de todo el espectro electromagnético. En su forma y en los picos y depresiones de sus regiones de frecuencia que se extienden de ambos lados del espectro visible, se encuentran las claves de fenómenos celestes que el ojo nunca podría ver por sí mismo. Para realizar estudios a muy altas frecuencias, como la de los rayos X, es preciso salir totalmente de la atmósfera de la Tierra; tal es la causa por la cual el tiempo total de visión del universo a estas frecuencias acumulado hasta hoy por el hombre asciende a pocos días, trabajosamente acumulados por medio de vuelos de cohetes cuya duración individual

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no supera pocos minutos. El futuro de este tipo de astronomía se encuentra en el espacio y si bien los primeros satélites de astronomía de rayos X ya rotan alrededor de la Tierra, su costo es elevado y el progreso en este campo no será probablemente rápido. El costo tle un telescopio Empero, a frecuencias inferiores a las del espectro visible, la atmósfera ofrece algunas ventanas por las cuales el astrónomo ubicado en la Tierra puede observar, con tal de poseer las técnicas adecuadas. El amplio éxito de la radioastronomía se' funda sobre la existencia de ventanas a frecuencias para las cuales resulta económicamente razonable construir el equipo apropiado. También sucede que si bien la atmósfera absorbe gran proporción de las irradiaciones infrarrojas que entran en ella desde el espacio exterior, algunas longitudes de onda son menos obstruidas que otras. Por ejemplo, en el extremo infrarrojo existe una ventana correspondiente a una longitud de onda de aproximadamente 1 milímetro, ventana que fue usada en los primeros estudios acerca de este campo debido en gran medida a que es relativamente económico

construir un telescopio adecuado para observar a esa frecuencia. En general, el reflector parabólico de un telescopio debe tener una exactitud de una décima parte de una longitud de onda de la frecuencia en cuestión para ser útil. Si el margen de error alcanza la cuarta parte de una longitud de onda, se torna inservible. Como el costo del telescopio depende en gran medida del refinamiento de su espejo colector, cuanto más alta es la frecuencia mayor es el costo. Esto explica el costo sumamente alto de los telescopios ópticos, y como las irradaciones infrarrojas pueden ser enfocadas en forma muy parecida a como lo es la luz visible, todo permite pensar que, puesto que podría ser mucho más barata, la astronomía infrarroja debería haberse desarrollado rápidamente hace largo tiempo. La región infrarroja es considerada importante desde hace muchos años, no simplemente porque se sabe poco sobre las irradiaciones celestes a estas frecuencias, sino porque los objetos fríos irradian solo en las frecuencias infrarrojas o en frecuencias más bajas aún. Sin observaciones en el campo infrarrojo, un gran segmento del ciclo termodinámico del universo permanece invisible. Los problemas han sido principalmente técnicos. Además de la mencionada ventana de aproximadamente 1 milímetro, las dos ventanas infrarrojas que tienen mayores probabilidades de ser productivas se encuentran a longitudes de onda de 1 a 2 y d e 8 a l 4 micrones (un micrón es la milésima parte de un milímetro) y, si bien las irradaciones a estas frecuencias pueden ser reflejadas y enfocadas como la luz visible, no existen emulsiones fotográficas capaces de registrarlas. Por añadidura, la


absorción por ei vapor de agua atmosférico es bastante alta (alrededor de 1.000 decibeles por kilómetro), lo que significa que incluso en un observatorio situado a gran altura y en lugar seco, la señal que llega a la Tierra es sumamente débil. Como todo objeto cuya temperatura está por encima del cero absoluto irradia alguna energía infrarroja, esta tenue señal es harto fácilmente sumergida por «ruido» generado por objetos sobre la Tierra, por la atmósfera o por el instrumento de observación mismo. Durante los últimos cinco años, empero, ocurrieron varias cosas que tornan promisoria la perspectiva. Por ejemplo la aparición, en el campo civil, de técnicas de detección infrarroja perfeccionadas para fines militares. Se fundan esencialmente en el empleo de fotodíodos que, por medio de los elementos utilizados, pueden ser dotados de una sensibilidad ajustada a una estrecha banda de longitud de onda y que, con vistas a contrarrestar los ruidos foráneos e internos, son utilizados a muy bajas temperaturas (típicamente en helio líquido a 3 o K ) .

Longitudes de onda del instrumento del C I D Región infrarroja *—

Sector infrarrojo extremo

a m

0'01

0-4

0 - 5 0 - 6 0-70-8091-0

1-5

2-0

4-0

L o n g i t u d de onda en m m

Figura 1. Absorción at/nos/erica debida al vapor de agua Un adelanto paralelo, utilizado Las curvas son teóricas. Las longitudes de onda de los picos primero en los Estados Unidos y Ruhan sido confirmadas con exactitud pero experimentalmen/e sia, consistió en el perfeccionamiense ha estableado que la magnitud de la absorción es aproximadamente to de técnicas de «descrestado» eleccuatro veces mayor por encima de la longitud de onda de trónico, las cuales, permitiendo la 1milímetro. Por debajo de ésta la magnitud de la comparación continua de las irradia- absorción se acerca más a los valores' teóricos. ciones recibidas de dos zonas del cielo adyacentes entre sí, tornan posible eliminar gran parte del ruido errátil que llega por azar a los detecNuevos instrumentos «le construcción de un instrumento estores. El problema de las turbulenobservación pecial para las longitudes de onda cias atmosféricas aún no ha sido reinfrarrojas mucho más cortas que acsuelto, pero un grupo ele científicos tualmente interesan. Inicialmente el británicos especializados en este cam- Gran parte ele las investigaciones CIC se proponía construir, como po, encabezados por el profesor J. fueron inicialmente efectuadas en el Ring, del Imperial College, conside- Queen Mary College de Londres, primera medida, por un costo de ra posible perfeccionar con bastante donde un reflector militar fue adap- 27.000 libras esterlinas, un colector tado y permitió descifrar por prime- experimental de 1.500 milímetros rapidez técnicas de «descrestado» ra vez la sutil estructura infrarroja, de diámetro que había de servil: comás complejas gracias a las cuales se tanto del Sol como de la Luna. Un mo banco de ensayo, tanto para depodría superar este inconveniente. instrumento similar, igualmente per- terminar el emplazamiento permaLa etxracción de muestras de varias feccionado en el Queen Mary Colle- nente óptimo de un instrumento zonas adyacentes a la zona en observación, en lugar de una sola, brinda- ge, es actualmente utilizado en el más grande, como para evaluar equiobservatorio de Pie du Midi, Fran- pos auxiliares y técnicas de diseño ría por ejemplo una base estadística cia, donde las condiciones de visibili- de dicho instrumento. mejor para la comparación. Por añadidura, si bien los instrumentos in- dad son mejores. Las observaciones Pero los progresos efectuados en de ambos instrumentos están confifrarrojos son necesariamente de baja las técnicas de detección y con ayunadas al sector infrarrojo extremo, definición, se podrían perfeccionar da del colector experimental han técnicas de interferometría con mo- es decir entre 0,3 y 2 milímetros. sido tan rápidos que ahora no se dulación de rayos láser por las irra- Pero el Consejo de Investigaciones considera mayormente útil construir diaciones recibidas que proporciona- Científicas tiene entre manos un un instrumento más grande en este rían la base necesaria para medicio- proyecto —con participación del Im- momento. Más bien se piensa que el nes mucho más exactas de la defi- perial College, del University Colle- instrumento de 1.500 milímetros cíege, de la Universidad de Edimburgo nición angular. y del Queen Mary College —para la be ser perfeccionado como telescopio permanente en el mejor empla-

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zamiento posible. Probablemente éste se bailaría en Tenerife, Islas Canarias, puesto que, aparte de ser fácilmente accesible, ofrece la excepcional ventaja de que un proceso de inversión atmosférica que se opera naturalmente durante el verano, mantiene el vapor de agua oceánico por debajo del nivel del observatorio. El CIC contempla actualmente esta posibilidad, que permitiría obtener un instrumento de clase mundial por menos de 50.000 libras esterlinas (en comparación con los 5 millones que costará el telescopio óptico anglo-australiano). Actualmente está por completarse la construcción del espejo; los planos del montaje y el edificio del observatorio ya están listos. Se estima que el instrumento podrá entrar en servicio no más de un año después de darse la aprobación final. La perspectiva es interesante porque instrumentos menos precisos del mismo diámetro han revelado ya la presencia de nuevos y extraños fenómenos en los cielos. Objetos que ópticamente resultaban apenas visibles demostraron ser sumamente brillantes a frecuencias infrarrojas, es decir mucho más brillantes que lo que hubiera podido predecirse mediante los mecanismos de irradiación normales. También se han descubierto puntos ópticamente oscuros pero cálidos desde el punto de vista de la emisión infrarroja, lo cual sugiere la existencia de estrellas frías que podrían constituir las primeras etapas del desarrollo estelar o una etapa intermedia en el desarrollo de sistemas planetarios. Además, se ha determinado que esos emisores increíblemente poderosos de señales radiales, los cuásares, son también emisores insólitamente poderosos de irradiaciones infrarrojas. Todas éstas son simplemente averiguaciones elementales «a primera vista», la comprensión cabal de cuyos procesos básicos exige exámenes mucho más detallados. De ahí la urgencia del programa de astronomía infrarroja. El observatorio levanta v u e l o D e cualquier manera, el establecimiento de observatorios permanentes en tierra no brindará todas las respuestas. Más bien, por lo contrario, proporcionará un mapa general del cielo infrarrojo y la ubicación de regiones anómalas e inexplicadas.

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Figura 2. Instrumento infrarrojo construido por el Que en Mary College e instalado en el observatorio de Pie du Midi, Francia.

Cuando se trata de observaciones detalladas vuelve a surgir el problema del vapor de agua, que no puede ser superado desde tierra. Una absorción de 10 decibeles por kilómetro significa que al cabo de viajar esa distancia una onda electromagnética posee una energía diez veces menor que la que tenía inicialmente; una absorción de 20 decibeles reduce su energía a la centésima parte, y una de 30 decibeles, a la milésima parte. En consecuencia, a los altos niveles de absorción de las frecuencias en estudio, los observatorios con base en la Tierra, aun dotados del equipo detector más sensible, sólo podrán observar las señales más poderosas. Esto hace pensar que, tal como las astronomías de los rayos X y los rayos gamma, la astronomía infrarroja deberá levantar vuelo hacia el espacio. Aún así, el vapor de agua de la Tierra se encuentra en su mayor parte dentro de los 4 primeros kilómetros de la atmósfera, y si bien existe cierta presión en favor de la creación de observatorios astronómicos infrarrojos a bordo de satélites —que no serían lo mismo que los satélites de vigilancia de la Tierra infrarroja— los astrónomos británicos opinan que un medio muy superior y más económico de mejorar las observaciones consiste en emplear

equipo transportado por globos. Esto no sólo puede proporcionar varias horas de información mediante un solo vuelo —a menudo más que suficiente para atenderla con facilidad— sino que además asegura la recuperación del equipo y torna po- sible rápidamente los experimentos a la luz de los nuevos descubrimientos. Por añadidura, debido a que son económicos, estos vuelos permiten realizar experimentos aislados que sólo exigen corto tiempo de observación. Tanto es así, que los científicos del Queen Mary College perfeccionan en este momento un conjunto inusitadamente sensible de detectores infrarrojos para realizar nuevas mediciones de las irradiaciones de fondo en el espacio. Tal experimento podría ser crucial para las actuales teorías sobre el origen del universo. Durante los últimos años se efectuaron varias mediciones cuyos resultados hicieron pensar que las irradiaciones de fondo constituyen el remanente de una «gran explosión» primigenia. Tal opinión se funda en mediciones que, a varias frecuencias, trazan una curva indicativa de una llamada «temperatura de cuerpo negro» de 4 o K. Empero, mediciones infrarrojas recientemente efectuadas por un cohete norteamericano sugieren la existencia de una temperatura de fondo mucho más alta, tal vez de 8 a 10° K. Tal temperatura no puede ser explicada en este momento por las teorías de la «gran, explosión» y el primer paso, que se debe dar hacia el esclarecimiento del problema consiste en efectuar mediciones de exactitud sin precedentes acerca de la temperatura de fondo. Tal es el objetivo de los especialistas del Queen Mary College, cuyos experimentos deben remontar vuelo durante el tercer trimestre del corriente año. Estos experimentos bien podrían constituir el comienzo de un nuevo programa de investigaciones, el cual, combinando además los estudios efectuados por los observatorios de tierra y probablemente cierto trabajo infrarrojo del telescopio óptico Isaac Newton, de 2.500 milímetros, pondrá a Gran Bretaña en la vanguardia de la astronomía infrarroja. Todo parece indicar que antes de fines del corriente año esta nueva rama de la astronomía habrá alzado vuelo en todos los sentidos de la expresión. O


Cómo funciona el sistema nervioso Jacques Taxi La R e c h e r c h c

En el curso de los últimos anos, el auge de la microscopía electrónica y los refinamientos de la electro fisiología han permitido conocer mejor la estructura de la célula nerviosa ~-la neurona— y los fenómenos eléctricos que en ella se desarrollan. Los métodos de análisis de la bioquímica, por otra parle, no» han introducido en el centro de los mecanismos moleculares más complejos. La conjunción de estos tres enfoques ha permitido comprender mejor la trasmisión del impulso nervioso, característica funcional del sistema nervioso.

Desde fines del siglo xix hasta cerca de 1955, es decir hasta el advenimiento de la microscopía electrónica, controversias apasionadas dividieron a los anatomistas del sistema nervioso en dos campos. Los "reticularistas", como Stohr, Boeke, etc., pensaban que el sistema nervioso estaba compuesto por neuronas anastomosadas en verdaderas recles continuas por sus prolongaciones. Los "neuronistas", por el contrario, pensaban con Cajal que cada neurona era una célula perfectamente individualizada y limitada por una membrana. En la actualidad el debate está definitivamente cerrado en favor de la concepción nenronista. Sabiendo que el espacio intercelular sobre el cual reposa esta conclusión es en muchos lugares del orden de 200 angstroms, se comprende que la microscopía ordinaria no haya podido zanjar el diferendo.

La neurona: una célula distinta El f u n c i o n a m i e n t o del sistema nervioso reposa sobre la existencia d e la sinapsis, estructuras específicas sin las cuales n o sería s i n o u n vasto caos. La neurona es pues una entidad celular. Pero actualmente, fuera del hecho que la mayor parte de estas células están localizadas en el siste-

ma nervioso central (cerebro, médula espinal), ¿cuáles son las características que nos permiten distinguirlas de todas las otras células del organismo? Resulta cómodo y clásico para estudiar y describir un organismo, un órgano o una célula, el aislarlos de sus contextos y encarar así sus características morfológicas y sus propiedades funcionales. Para el neuroanatomista, el tipo más común de neurona se presenta esquemáticamente como una célula cuyo cuerpo está dotado de dos tipos de prolongaciones: ramificaciones cortas, las dentritas, y una fibra larga que se termina en una arborización; es el axón. Llaman la atención las conexiones que las prolongaciones de cada neurona establecen con otras células, tanto nerviosas como musculares, glandulares o receptores sensoriales. En cuanto al fisiólogo, que se interesa en la neurona en tanto que unidad funcional, debe distinguir tres propiedades características de estas células: —su aptitud para responder a una excitación por la formación de un imptdso nervioso; —su aptitud para conducir este impulso a lo largo de sus prolongaciones: la conducción; —su aptitud para trasmitir el estado de excitación a otras células, pese a Ja distancia que las separa y que puede alcanzar a 500 angstroms: la trasmisión.

Sin embargo, así como un entomólogo no puede interesarse por la abeja sin terminar por considerar la colmena, o como un fisiólogo no puede estudiar un órgano sin analizar sus relaciones con el organismo, el neurofisiólogo no podría considerar a la neurona como un fin en sí misma. Tarde o temprano termina por considerar su integración en el seno del sistema organizado que constituye el sistema nervioso. Desde esta perspectiva, la distinción entre las estructuras y las funciones y hasta entre las funciones entre sí, no da sino visiones parciales. En las condiciones fisiológicas normales, la génesis, la conducción y la transmisión del impulso interfieren estrechamente. Del mismo modo, el conjunto de estas funciones y de su "buen funcionamiento" ponen en juego las estructuras anatómicas donde estas se producen. Asimismo, para comprender la fisiología fundamental del sistema nervioso es necesario integrar de manera crítica los datos estructurales y funcionales recogidos en condiciones experimentales variadas. Desde que se trata de comprender cómo se propaga una excitación en el sistema nervioso, se está confrontando con el entrecruzamiento inexplicable de las fibras y las células, En realidad la transmisión de la excitación entre dos neuronas se efectúa a nivel de superficies muy limitadas, las "zonas de conexión",

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o sinapsis, p o r m e c a n i s m o s c o m p l e jos q u e a c t ú a n en las e s t r u c t u r a s especializadas. La p r o p i e d a d f u n d a m e n t a l d e esas zonas es q u e n o p u e d e n , en g e n e r a l , tnuiswilir hi ex-

citación más que cu un sonido. p r o p i e d a d tiene p o r c o r o l a r i o la

Esa po-

larización Jiiiiii/üf,/ de tas prolongac i o n e s n e r v i o s a s : en las c o n d i c i o n e s fisiológicas n o r m a l e s , c o n d u c e n el i m p u l s o s i e m p r e en el m i s m o sentid o . E s p r i m o r d i a l m c n t c s o b r e esta p r o p i e d a d i u n d a m e n f a l q u e se basa la d i s t i n c i ó n e n t r e los d o s t i p o s d e p r o l o n g a c i o n e s de la n e u r o n a , las d e n d r i t a s y el a x ó n . Las d e n d r i t a s reciben la excitación, de o t r a s f i b r a s n e r v i o s a s y las r e f l e j a n hacia el cuerp o d e Ja n e u r o n a , es decir, en el s e n t i d o " c e l u l í p e t o " . E l axón t i e n e u n a c o n d u c c i ó n " c e l u l í f u g a " : cond u c e la e x c i t a c i ó n del c u e r p o d e la n e u r o n a hacia o t r a célula.

Cabe preguntarse: ¿la polarización dinámica de las prolongaciones nerviosas es una propiedad intrínseca ele cada prolongación? Esquemáticamente, observamos lo que ocurre cuando se excita en su medio un axón motor proveniente de una rnotoneurona 1 de la médula espinal. Si el sentido de la conducción del impulso es "programado" en la rnotoneurona, la excitación se propagara normalmente, es decir, únicamente hacia el músculo. Ahora bien, en condiciones anormales, la excitación es conducida no solamente hacia el músculo sino también hacia el cuerpo de Ja neurona, en sentido inverso a la conducción normal. La fibra nerviosa es pues, capaz de conducir el impulso en los dos sentidos. Es decir, que en las condiciones fisiológicas, su polarización dinámica opera únicamente en el sentido en el cual funcionan las sinapsis situadas en las extremidades de las prolong...adones. En el caso de la fibra ner viosa motriz, ninguna excitación puede remontar de la fibra muscular a la fibra nerviosa. En cambio, las sinapsis situadas sobre la zona receptora de la rnotoneurona ordenan su excitación a partir de neuronas situadas especialmente en la corteza cerebral (motricidad voluntaria). Por lo tanto no es exagerado dedique todo el funcionamiento del sistema nervioso se basa en la existencia de las sinapsis. Son "las cabinas de señalización" sin las cuales el sistema nervioso no sería sino un vasto caos.

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Las conexiones nerviosas El término sinapsis fue introducido por el célebre fisiólogo inglés Sherrington en 1897, para designar las conexiones entre dos células nerviosas, entre dos neuronas. Este término proviene del griego avvaJiTít), yo ato. Desde entonces se ha reconocido la existencia de dos tipos de conexiones interneuronales. Unas ponen en juego un acoplamiento electrotónico; cienos autores las llaman conexiones clectrotónicas, o efapsis, mientras que otros Ins denominan sinapsis eléctricas. El término sinapsis se reserva generalmente a las conexiones interneuronales en las cuales la trasmisión implica la intervención de u n mediador químico. A causa de analogías importantes en el funcionamiento, se llama igualmente sinapsis a las conexiones entre el nervio motor y el músculo estirado. Se habla entonces de sinapsis neuromusculares o mioneurales, por oposición a las sinapsis interneuronales. Las conexiones entre las neuronas y las fibras musculares lisas o las células glandulares a veces también se llaman sinapsis. Pero más generalmente se las designa con el término más vago de conexiones, porque presentan características fisiológicas y estructurales distintas de las de la sinapsis stricto serisu. Del mismo modo, se habla de conexiones sensorineurales entre las fibras nerviosas sensitivas y las células receptoras sensoriales (cuando éstas no son de naturaleza nerviosa).

El impulso nervioso, un fenómeno de membrana El pasaje del impulso nervioso e n la fibra nerviosa se traduce por la propagación de un potencial de acción eléctrica. Este último es debido a una modificación de la permeabilidad ióni-

ca de la membrana neurona!.

¿Qué ocurre cuando un impulso llega a la terminación de una fibra nerviosa? No podríamos abordar estos problemas sin comprender, al menos suscintamente, el origen del impulso y su modo de propagación. Como todas las células vivientes, la célula nerviosa presenta una diferencia de potencial entre las caras interna y externa de su membrana. Esta diferencia de potencial que se puede medir directamente en el caso de las fibras de gran diámetro, mediante electrodos no polarizables conectados a un osciloscopio de rayos catódicos, varía de menos 60 a menos 90 milivolt según el material biológico estudiado; el interior de la célula es negativo con respecto al exterior. El potencial de membrana, puesto así en evidencia, se llama potencial de reposo de la célula. Su existencia está ligada a las diferencias de concentraciones iónicas que existen entre el citoplasma y el medio extracelular separados por una membrana semipermeable. 2 En efecto, en el exterior de la célula se encuentra una gran concentración de

iones sodio y cloro (respectivamente 10 y 14 veces más que en la célula), en tanto que el medio intracelular presenta un considerable tenor en iones potasio (alrededor de 30 veces más que el medio extracelular) y en aniones orgánicos. Existe pues, entre los medios extracelular e intracelular, gradientes de concentración, generadores de difusión iónica a través de la membrana. Esta difusión, si no estuviese compensada, conduciría a la igualación de las concentraciones iónicas y a la desaparición del potencial de reposo. La existencia misma de este último nos obliga a admitir que corresponde a un estado de equilibrio dinámico, en el cual las pérdidas iónicas están compensadas por la existencia, a nivel de la membrana, de "bombas" de sodio y potasio que son las que utilizan la energía. ¿Qué ocurre con este potencial de membrana cuando se produce una excitación? Observemos lo que nos^ muestra el osciloscopio de rayos catódicos cuando se somete una fibra motriz a excitaciones eléctricas de intensidad creciente. Hasta un cierto umbral no se registra más que

_1 Una rnotoneurona es una célula ner viosa cuyo axón se termina con varios ramales en contacto con las fibras musculares y ordena su contracción. 2 Una membrana semipermeable es una membrana a través de la cua' no se di funden más que ciertas sustancias con exclusión de otras.


un débil descenso, local y transitorio, del potencial de membrana. Pero desde q u e la excitación eléctrica hace caer el potencial de membrana del valor "de reposo" (unos — 8 0 milivolt) a un valor crítico del orden de — 4 0 a — 2 0 milivolt, se observa una inversión brutal del potencial ele membrana que toma un valor positivo de + 4 0 milivolt para volver después a su valor inicial. Es el potencial cíe acción que obedece a la ley del " t o d o o nada" y traduce el pasaje del impulso. El conjunto del f e n ó m e n o dura algunos milisegundos en un p u n t o dado de la fibra, a lo largo ele la cual se propaga muv rápidamente. La conducción cleí impulso a lo largo de ciertas fibras de vertebrados puede alcanzar una velocidad de varias decenas de metros por segundo.

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¿ P e r o cuáles son los mecanismos íntimos que explican esas variaciones espectaculares del potencial de membrana? Se trata de modificaciones de la permeabilidad de la memVigu a 1 Esta región particular de la corteza cerebral de los mamíferos, el brana hacia los iones. En efecto, la Cuerno de Ammon , ha sido sometida a un tratamiento que colorea a unas excitación al despolarizar la mempocas de sus mil ares de neuronas. La imagen, especialmente en la región brana celular acarrea una elevación media, da una idea adecuada de la complejidad estructural del cerebro de su conductancia 3 a los iones Expansión mundial del virus colérico desde 1961 hasta la fecha N a + , q u e tienen tendencia a penetrar en la célula. La entrada de iones N a + , disminuyendo el potencial de membrana, favorece la entrada de nuevos iones N a - f por un fenómeno autocatalítico. Esta entrada masiva de N a + en la célula implica una inversión del potencial en la fase intrata de un fenómeno eléctrico: el Se impone la necesidad de terna de la membrana. En esas nuepotencial de acción pasa directamenvas condiciones se produce una sali- te de una neurona a otra a nivel de u n mediador da masiva d e iones K-f- produciendo ias efapsis. En el segundo caso, el Solo la intervención de u n meel retorno al valor inicial del poten- pasaje del impulso pone en juego un diador q u í m i c o p e r m i t e explicar cial de m e m b r a n a . Por la acción de mecanismo puramente químico: la las características de la transmilas bombas de membrana, los equi- acción de una sustancia despolarisión de la excitación del a x ó n a librios iónicos se reestablecen pro- zante, el mediador químico. Este es la fibra muscular. Este mediaes gresivamente. el caso más frecuente y nosotros nos dor es la acetilcolina. dedicaremos exclusivamente al estuEl impulso nervioso propagándo- dio de este tipo de mecanismo. Retomando el estudio del funciose así a lo largo de la fibra nerviosa, E n efecto, los progresos realiza- namiento de una motoneurona de ¡lega a su extremidad. Se encuentra dos en este tema en el curso de las rana, llegamos así a la unión neuroentonces en una situación a priori delicada. ¿Cómo va a pasar a la cé- dos últimas décadas marcan el desa- muscular. ¿Cómo es que la excitalula vecina en la cual el estado de rrollo notable de la neurofisiología. ción, lo que otros llamarían la inforY todo parece indicar que esta dis- mación excitatriz, llegada a la arboexcitación se traducirá de manera específica: en una neurona, por el ciplina en alza ocupara un lugar más rización terminal de un axón, pasa pasaje d e u n impulso "transmitido", y más importante en el futuro, tan- a la fibra muscular para desencadeto por su interés intrínseco, como nar su contracción? La hipótesis más en una f i b r a muscular, por la aparición ele u n a contracción, en una cé- por las consecuencias considerables simple es que la depolarización de que se pueden esperar en particular la membrana nerviosa (o presináptilula glandular, p o r una secreción? El estudio del funcionamiento de las si- en la terapéutica de las enfermeda- ca) se transmite simplemente a la des mentales, en el sentido más am- membrana muscular (o postsináptinapsis comienza a enseñárnoslo. plio, desde la "locura furiosa" hasta ca) por intermedio del medio intraSe conocen actualmente dos mo- las afecciones más discretas pero que dos de transmisión del impulso ner- sin duda hacen la vida muy difícil a 3 En primera aproximación, la palabra vioso a nivel de dos grandes tipos los pacientes y a aquellos que los conductancia puede ser considerada sinóde conexiones. En una de ellas se nimo de permeabilidad. De hecho se trat-i rodean. de dos magnitudes íntimamente ligadas

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Sinapsis interneuronales unten

ásRdritss -

umon axowmáfica cuerpo celular o soma neurona I

En el interior del sistema nervioso, cada axón suele originar una arborización terminal, de la cual cada rama se termina por u n pequeño abultamiento de uno a varios micrones

de diámetro: el botón terminal.

El

botón terminal está situado en contacto con el área receptora de otra neurona. Este contacto constituye

una sinapsis interneuronal. Si el

Como todas las células nerviosas, la rnotoneurona, que hemos lomado como modelo, presenta: * una parte receptora de señales, constituida por el cuerpo celular, o soma y las dendritas, ramificaciones

cortas e intrincadas. Las señales que recibe están constituidas por las ráfagas de impulsos nerviosos provenientes de las otras neuronas. Estos impulsos le son trasmitidos a nivel de las zonas de conexión particulares:

las sinapsis

interneuronales.

«l^vvJpg»*

VS : : vesícula sináptiea M : : mitocondrias Z : : zona activa

V : : grandes vesículas de contenido denso

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botón terminal del axón está en contacto con una dendrita, se habla de sinapsis axodendrítica; si está en contacto con el soma, se trata de una sinapsis axosomática. E n todos los casos, se distingue a nivel de la sinapsis, la región presináptica (terminación del axón) y la región postsináptica (dendrita o soma) ( A ) . Además de estos casos generales, existen otras terminaciones de forma particular según la neurona, como por ejemplo las terminaciones caliciformes del cuerpo trapezoide del bulbo de mamífero o del ganglio ciliar de pollo ( B ) , las cestillas del cerebelo de los mamíferos ( C ) , las fibras trepadoras del cerebelo de los mamíferos ( D ) y los "club endings" (terminaciones "en palo de golf") del bulbo de los peces ( E ) . Las sinapsis de ganglios simpáticos que funcionan con u n mediador

* ,i,¡<Mi"*

y

B = botón terminal (presináptico) D = dendrita (postsináptica) v = membrana presináptica A = membrana postsináptica (Foto J. Taxi, x 42.500)

químico, la acetilcolina, permiten describir un tipo de conexión muy frecuente en el sistema nervioso. Las partes presináptica y postsináptica están separadas por un espacio de unos 200 Á- Este espacio, rico en glicoproteínas, está ocupado por estructuras de aspecto inconstante probablemente responsables de la adherencia de las dos membranas sinápticas. Sin embargo, moléculas aun de gran tamaño pueden difundirse en ex espacio presináptico. En la terminación presináptica se observan vesículas sinápticas esféricas de un diámetro comprendido entre 200 y 300 Á, acompañadas a menudo de un número muy variable de vesículas más grandes, que contienen una inclusión densa. Se nota además una estructura muy particular, la zona activa, caracterizada por la asociación de vesículas sinápticas con una especie de conos de sustancia densa a los electrones, apoyados por sus bases a la membrana presináptica. En este lugar las membranas (sobre todo la postsináptica) parecen más espesas. La trasmisión de la excitación se produciría exclusivamente en este lugar del contacto sináptico.


Sinapsis neuromusculares colaterai iinl axon

v¿ '•'A»";1 fri: ,

E n los músculos estriados, cada f i b r a muscular recibe el c o n j u n t o de la arborización terminal de u n a rama del axón. E s t e contacto constituye u n a

sinapsis ueuromuscular.

tff* «i llir

En los

batracios, la arborización terminal, llamada a r b u s t o de K ü h n e , p u e d e tener varios centenares de micrones de longitud. Está formada p o r varias ramas paralelas aplicadas a la superficie de la fibra muscular. E n los m a m í f e r o s las ramas nerviosas más cortas y más contorneadas, están alojadas d e n t r o d e canales q u e deprimen la superficie de la fibra muscular p o r sobre una masa citoplasmática llamada "solé".

El conjunto forma la placa

ijfíf!

G F

motriz.

Con ayuda d e colorantes vitales, Couteaux mostró q u e el f o n d o y el borde de los canales están guarnecidos de laminillas q u e constituyen el aparato subneural. E s t e es i g u a l m e n t e puesto en evidencia por los m é t o d o s de localización histoquímica de la acetikolinesterasa. P o r su posición y sus dimensiones, las sinapsis neuromusculares son m u c h o más accesibles a la experimentación q u e las sinapsis interneuronales, m u c h o más p e q u e ñ a s y situadas d e n t r o de los centros nerviosos en u n entrecruzamiento de millares de fibras y de neuronas.

Las sinapsis neuromusculares funcionan con un mediador químico: la acetilcolina. El estudio al microscopio electrónico de las conexiones neuromusculares de vertebrados ha revelado que las laminillas observadas por Couteaux en el aparato subneural, son en realidad pliegues huecos. Se ha notado además que, en cada canal, la rama nerviosa presináptica está separada de la membrana muscular postsináptica por un espacio de unos 500 Á, salvo a nivel de los pliegues donde esta distancia es naturalmente mayor. Los organoides citoplasmáticos más característicos de las ramas nerviosas ''presinápticas) son las numerosas vesículas sinápticas, análogas a aquellas que se encuentran en las sinapsis interneuronales. El reparto ele vesículas sinápticas no es homogéneo: paquetes de vesículas están asociados en ciertos puntos de la membrana presináptica por intermedio de un cono de sustancia densa a los electrones. Estas formaciones se sitúan generalmente frente a la apertura de los pliegues del aparato subneural. Juegan sin duda un papel particular en la trasmisión de la excitación nerviosa. Son las zonas activas.

arborizacitti terminal del nxcM

músculo La motaneurona tiene también: • una parte conductora de señales, el axón, o fibra nerviosa. Unico en su origen, el axón emite cada tanto colaterales y termina en tina arborización que establece una conexión con una fibra muscular. El impulso nervioso, conducido desde el soma, a lo largo del axón, es trasmitido a la fibra muscular a nivel de esta conexión, la sinapsis neuromuscular. < En el sistema nervioso, el axón desemboca sobre otra neurona con la cual establece una sinapsis mterneuronal.)

VS M S Z V

= = = = —

vesículas sinápticas mitocondrias "Solé" (citoplasma muscular) zona activa m e m b r a n a presináptica

A =z m e m b r a n a postsináptica (muscular) con sus numerosos pliegues que forman el aparato sub-neuronal (ASN) (Fotos: J. Koenig)

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celular. Una transmisión eléctrica de este tipo sería posible a condición que el impulso ciepolarice suficientemente la membrana muscular como para que se desencadene la aparición y la propagación de un potencial de acción. En electo, la aparición de un potencial de acción muscular, muy similar en tocio sentido al del potencial de acción nerviosa, constituye el primer eslabón de una cadena de acontecimientos que llevan a la contracción muscular. Ahora bien, las constantes eléctricas del medio intracelular y de la membrana muscular, indican que la depolarización engendrada en la fibra muscular por el arribo de un impulso a la arborización terminal, es extremadamente débil (menor que un milivolt) y muy inferior al de la depolarización necesaria para el desencadenamiento de un potencial de acción muscular (varias decenas de milivolt). Alternativamente, de estar en juego la simple transmisión eléctrica, la distancia de 500 angstrom que separa las membranas pre y postsináptica sería recorrida en un tiempo del orden de una millonésima de segundo, lo que no sucede. Existe en efecto un retardo de 0.5 miiisegundos aproximadamente entre la llegada del impulso nervioso a la extremidad del axón y la aparición de un potencial propagado en la membrana muscular. ¿A qué corresponde este retardo? Se sabe actualmente que corresponde a la puesta en función de un mecanismo específico: la liberación por la terminación nerviosa de un medidor químico capaz de depolarizar (por lo tanto, de excitar) la membrana muscular. Fue en 1934 cuando Dale y Feldberg demostraron, mediante experimentos ahora clásicos, que una sustancia capaz de desencadenar las contracciones de las fibras musculares se liberaba por el músculo al estimular su nervio motor. Ellos la identificaron rápidamente como acetilcolina.

produce allí efectos idénticos a aquellos de la transmisión sináptiea normal ? —¿Las drogas que modifican la transmisión sináptiea normal tienen el mismo efecto sobre la excitación provocada artificialmente por la acci i Ico lina? —¿ Existe a nivel de la sinapsis neuromuscular un mecanismo ele inactivación rápida de la acetikolina? Las respuestas a estas preguntas son positivas. Por ejemplo, las experiencias realizadas han demostrado que la acetilcolina no se libera más luego de la sección del nervio motor. Por el contrario, la acción que ella ejerce sobre las membranas postsinápticas subsiste en ausencia del nervio. Por otra parte, el curare, la droga que bloquea la contracción muscular desencadenada por la vía nerviosa, sin insensibilizar a la fibra muscular a la excitación eléctrica directa, no afecta la liberación de acetilcolina. Una confirmación más precisa aún de este punto fue aportada por del Castillo y Katz en 1955: al inyectar, por ontoforesis, cantidades de acetilcolina del orden de los 10 millones de moléculas en la región de la placa motriz,"1 reprodujeron el efecto de una "débil" excitación del nervio motor. En 1961, Krnjevic y ívlitchell pudieron evaluar en 5 millones de moléculas la cantidad de acetilcolina liberada por un impulso nervioso a nivel ele una sola placa motriz. Esta concordancia es muy satisfactoria, teniendo en cuenta las aproximaciones inherentes a los métodos empleados.

Los efectos de la acetilcolina

¿Pero se trataba de un mediador de la transmisión o simplemente de un subproducto de la actividad muscular? En suma, los fisiólogos debían responder a cuatro preguntas:

La acetilcolina, al despolarizar la m e m b r a n a postsináptica, provoca e n ella la aparición de un potencial d e p l a c a localizado que desencadena u n potencial fíe acción propagado a toda la filtra muscular que se contrae. El mediador es rápidamente inactivado a nivel de la membrana postsináptica p o r la acetilcolinesterasa.

— ¿La acetücolina se libera por la terminación nerviosa por acción del impulso? —¿La acetilcolina, aplicada artificialmente a nivel de la sinapsis, re-

Los primeros registros de fenómenos eléctricos a nivel de las membranas pre y postsinápticas habían revelado la aparición de un potencial de acción propagado en la membra-

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na muscular 0.5 miiisegundos después de la llegada del impulso por la terminación nerviosa. Registros más finos han mostrado la aparición de una despolarización más débil: el potencial de placa ( E P P = end píate potential, para los autores anglosajones). Se trata de una depolarización de la membrana muscular localizada exclusivamente en la placa motriz. El E P P va creciendo y alcanza en 0.5 miiisegundos el umbral a partir del cual nace el potencial de acción muscular propagado a la totalidad de la fibra. Diversas experiencias han permitido disociar el potencial de placa del potencial de acción propagado. El curare, como hemos visto, bloquea la contracción muscular transmitida por vía nerviosa. Es decir impide la depolarización de la membrana muscular por el mediador. Sin embargo, con dosis convenientemente pequeñas, el bloqueo no es total. En esas condiciones, la acetilcolina provoca a nivel de la placa motriz, y exclusivamente en ese lugar, una depolarización: el potencial de placa aparece, pero es de valor reducido y no llega al umbral en el cual se desencadena el potencial de acción muscular. Cuando se registra la excitación, sólo se observa entonces el potencial de placa. La disociación entre el potencial de placa y el potencial de acción lleva a inquirir sobre el modo de acción de las moléculas de acetilcolina a nivel de la membrana postsináptica. Solamente la existencia de receptores moleculares capaces de reaccionar con la acetilcolina a nivel de esa membrana permiten explicarlo. La combinación acetilcolina-receptores implica un incremento simultáneo de la permeabilidad a los cationes ( N a + , K + , CaH—K etc.) entre los cuales el rol del ión N a + es fundamental. Eso hará tender el potencial de la membrana muscular hacia un valor muy superior al umbral de la excitación. En este contexto, la acción inhibidora del curare sobre la transmisión sináptiea se explica fácilmente. El curare entra en competencia con la acetikolina por la fijación a los receptores. Según las dosis empleadas, bloquea en su totalidad o solo parte de los receptores,

4 La placa motriz esta constituida por la terminación nerviosa y la repón diferenciada de la fibra muscular simada cu el lunar de contacto.


reduciendo más o menos la despolarización postsináptica. No se saben aún más que unas pocas cosas sobre Ja naturaleza química de estos receptores. Existen en la actualidad diversas hipótesis. Para ciertos autores, se trataría de una glucoproteína situada sobre la cara externa de la membrana muscular, Otros suponen que estos receptores podrían estar contenidos en una enzima que es específica tanto para las uniones neuromusculares como para la acetilcolina misma: la acetilcolinesterasa. J. P. Changeux admite, en base a experiencias muy recientes, que el receptor sería una proteína diferente a la acetilcolinesterasa. 5 Sea lo que fuere, esta enzima juega un papel fundamental en el buen funcionamiento de las sinapsis neuromusculares. En efecto, la rapidez de su funcionamiento supone, bajo riesgo de la " tetanización" del músculo y de la difusión catastrófica del mediador, la inactivación casi inmediata de este último. Mediante dosajes enzimáticos y métodos histoquímicos, se ha podido demostrar la altísima concentración de acetilcolinesterasa en la placa motora y, más específicamente, en la pared externa de la membrana postsináptica en el caso del órgano eléctrico del pez torpedo que es un músculo muy modificado. Hemos dicho que el establecimiento de correlaciones entre las estructuras y las funciones constituye un paso decisivo en la comprensión de todo mecanismo biológico. En lo que concierne a las sinapsis, reposa sobre el empleo ele la citoquímica y de la disección celular mediante la ultracentrif ligación diferencial asociada al estudio bioquímico de las diferentes fracciones. La presencia de acetilcolinesterasa en una estructura, establecida por la citoquímica, hace muv probable la intervención de la acetilcolina a nivel de esta estructura. Esta asociación funcional constante explica que la liberación de la acetilcolina en el momento de !a estimulación, no se puede hacer en presencia de un inhibidor de la acetilcolinesterasa. E s t o s inhibidores (prostigmina, eserina, etc.) tienen una acción denominada "potenciadora": aumentan la duración y la intensidad ele la acción del mediador.

0 F. P. Changeux, M. Kasai v T. C. Meunier. C. R. Acad. Se., 270, 2864, 1970.

potencial d e acción

4Q

> 20 £

umbral <D

-60 ^ P°teric¡aK80

ta o

de reposo -100 a -120

impulso de 2 ms

sotucion salina

electrodo estimulador

electrodo receptor

membrana Figura 2. E l n a c i m i e n t o del i m p u l s o nervioso.

En nna neurona, como en todas las célalas vivas, existe una diferencia de potencial entre las caras interna y externa de la membrana celular, ligada a las diferencias de concentraciones iónicas entre el citoplasma y el medio extracelular. Se puede medir este potencial de reposo de la membrana

con

ayuda de dos microelectrodos impolarizables. Cada uno es un hilo de plata recubierto de cloruro de plata, ligado a una especie de mieropipeta llena de una solución de KC1, que asegura la vinculación eléctrica con el citoplasma. Los dos electrodos están unidos a un oscilógrafo catódico. Uno de los electrodos debe tener una extremidad del orden de 0,5 micrón de diámetro para poder ser implantada en una célula o en una fibra sin causar un traumatismo grave. Este dispositivo permite registrar los fenómenos eléctricos a nivel de una sola célula e intervenir con una

neu roñal gran precisión, sea por excitación eléctrica directa o por iontoforesis. En efecto, se puede utilizar un microelectroclo de este tipo como una micropipeta para inyectar al interior de la célula tal o cual producto ionizable, del que se quiera estudiar los efectos. Basta hacer pasar una breve corriente para liberar una cierta cantidad de sustancia a estudiar. Sometamos una fibra nerviosa a excitaciones eléctricas de intensidad creciente. Ventos que, por una de polarización de la membrana que lleva su potencial de —SO mV a —40 mV (valor umbral), este potencial se invierte bruscamente para tornar un valor positivo de + 40 mV y volver rápidamente a su valor inicial. Este potencial invertido o potencial de acción, traduce el pasaje del impulso y se propaga muy rápidamente a lo largo de las fibras nerviosas. Las experiencias de fisiología elemental son realizadas generalmente sobre fibras gigantes de invertebrados (.500 tnicrones de diámetro en el calamar, 200 micrones de diámetro en la seiche j .

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La liberación de la acetilcolina es u n f e n ó m e n o cuántico Katz estableció q u e la acetilcolina se libera de una manera cuántica. Un análisis muy profundo de la liberación de la acetilcolina se ha mas décadas. En el origen de este análisis notable se encuentra la obllevado a cabo durante las dos últiservación realizada por Fatt y Katz, en 1950, del fenómeno ele los minipotenciales". 11 En ausencia de toda excitación, se registran a nivel de la membrana muscular pequeños potenciales espontáneos cuya amplitud no excede los 0.5 milivolt. Estos minipotenciales se producen al azar, con una frecuencia promedio de uno por segundo. Más aún, se observa que el curare los suprime, mientras que los inhibidores de la acetilcolinesterasa incrementan su duración y su amplitud. Estas son acciones comparables a aquellas que las mismas drogas producen sobre la transmisión neuromuscular. Por otra parte, la toxina botulínica, cuya acción paralizante, espectacular y fatal, se debe a que bloquea la liberación de la acetilcolina, hace igualmente desaparecer los minipotenciales. Estas propiedades condujeron a Fatt y Katz a considerar que los minipotenciales resultan de la acción sobre la membrana de muy pequeñas cantidades de acetilcolina liberadas espontáneamente. Se puede por otra parte obtener, en ciertas condiciones experimentales, potenciales del orden de un milivolt mediante la inyección de muy pequeñas dosis de acetilcolina en la región de la placa motriz; el valor del potencial obtenido es entonces más o menos proporcional a la cantidad de acetilcolina inyectada. Queda por explicar porqué los potenciales espontáneos tienen siempre el mismo valor del orden de 0.5 milivolt o, más raramente, de un múltiplo de este valor. Para hacerlo, del Castillo y Katz formularon la hipótesis de la liberación cuántica de la acetilcolina. Según esta hipótesis, la aparición de un minipotencial está ligada a la liberación accidental de una cantidad mínima de acetilcolina, el "quantum"; la liberación simultánea de 2, 3, 4 . . . n quanta provoca la aparición de potenciales miniatura de 1, 1,5, 2. . , n / 2 milivolt. La probabilidad de liberación

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simultánea de 2, 3, 4, n quanta a partir de una cantidad importante ele reserva (de un stock importante) se ajusta a una distribución de Poisson; la probabilidad de liberación de numerosos quanta es por lo tanto muy débil en condiciones normales y esto es lo que explica la rareza de los potenciales superiores a los 0.5 milivolt. La despolarización causada por tales potenciales permanece evidentemente muy por debajo del umbral necesario para la aparición de un potencial de acción muscular, Si la hipótesis de Katz es exacta, la llegada de un impulso nervioso a una terminación presináptica tendría por efecto la liberación sincrónica de una gran cantidad de quanta de acetilcolina. La adición de todas estas despolarizaciones elementales y simultáneas de la membrana postsináptica permitirían la aparición de un potencial de placa y al llegar al umbral de excitación, la aparición del potencial de acción muscular y el desencadenamiento de la contracción. Katz y del Castillo han podido demostrar la exactitud de sus hipótesis al analizar la naturaleza cuántica del potencial de placa. Para poder estudiar este fenómeno, hacía falta absolutamente mantener el potencial de placa en un valor inferior al umbral de formación del potencial de acción muscular, sin afectar la sensibilidad de la membrana muscular a la acetilcolina. El curare, por lo tanto, estaba excluido, y había que maniobrar con la cantidad de acetilcolina liberada por la fibra nerviosa. El mecanismo de liberación de este mediador es sensible a la presencia ele iones CaH—(- mientras que el ión M g - r ~ r (competidor del C a + + ) inhibe la liberación de acetilcolina.7

Figura 3. La trasmisión del impulso nervioso entre una neurona y una

fibra muscular pone en acción un mediador químico: la acetilcolina. Liberada por la extremidad de la neurona a nivel de la placa motriz, provoca una depolarización local de la membrana postsináptica, el potencial de placa. Cuando el potencial de placa alcanza un cierto valor, desencadena el potencial de acción muscular, cuya propagación a la totalidad de las fibras determina su contracción. Al mostrar que el potencial de placa es un múltiplo de los minipotenciales espontáneos registrados a nivel de la placa motriz, Katz confirmó su hipótesis: la acetilcolina es liberada en quantas.

Al hacer variar las concentraciones de Ca-|—f- y de Mg-|—b en el medio, se puede disminuir la cantidad de acetilcolina liberada por una estimulación y bajar el valor del potencial de placa. Katz y sus colaboradores midieron entonces en un medio pobre en iones calcio, una serte de potenciales de placa reducidos obtenidos en respuesta a una serie de impulsos nerviosos provocados. La composición estadística de esta serie de potenciales ele placa, correspondía a una serie de Poisson, en la cual la probabilidad px de observar el número x de quanta (es decir, el potencial 0.5 x) es px = ( m V X ! ) t ~ m , siendo m 8 P. Fatt y B. Katz, Nature, 166, 597, 1950. 7 E l m o d o d e acción d e l o s iones Ca + - f no se ha establecido. Podría tratarse de una unión con ciertos radicales de las proteínas de las membranas que provoquen cambios en la conformación de esas moléculas, permitiendo la salida de la acetilcolina.


el número medio de quanta liberados por un solo impulso nervioso, calculado dividiendo el valor promedio de los potenciales obtenidos experimentalmente por el valor promedio de los minipotenciales registrados. La concordancia entre la distribución de los valores medidos y aquella obtenida por el cálculo es notable. La demostración estaba pues hecha: cada potencial de placa es la suma de un cierto número de potenciales espontáneos.

Vesícula sináptiea: ¿un quantum de acetilcolina? La acetilcolina está almacenada e n l a s vesículas presinápticas.

¿ C o r r e s p o n d e el c o n t e n i d o d e cada vesícula a u n q u a n t u m d e acetilcolina? Si la acetilcolina se libera en forma discreta, en quanta, ¿existen a nivel presipnático estructuras susceptibles a explicar este fenómeno? El examen de la ultraestructura celular se aborda esencialmente mediante dos tipos de técnicas. La citoquímica se ocupa de la célula entera. Permite, mediante el uso de reacciones químicas más o menos específicas, localizar ciertos tipos de moléculas en la célula. Los análisis bioquímicos exigen, en cambio, la previa destrucción celular mediante la trituración, y la ulterior centrifugación diferencial de los fragmentos

que resultan y son liberados por esta manipulación. Según sus densidades y solubilidades, los diferentes constituyentes celulares se reparten en diversas fracciones, una conteniendo las sustancias solubles, otras los diversos organoides celulares que se controlan mediante análisis bioquímicos y observaciones morfológicas con el microscopio electrónico. Es este segundo método de análisis el que hasta el presente ha aportado los datos más interesantes sobre las estructuras presinápticas y su funcionamiento. La hipótesis muy tempranamente formulada, postula que las vesículas sinápticas presentes en la región presináptica, son el lugar de almacenamiento de la acetilcolina y que el contenido de cada una de

voXJ» jí '

Intervalo smaptico

D Figura 4. Las vesículas sinápticas y la liberación de la acetilcolina.

El aislamiento, a partir del macerado de corteza cerebral de una fracción rica en terminaciones nerviosas aisladas, o sinaptosomas (figura 4A), y luego de fracciones muy ricas en vesículas (figura 4B), ha permitido demostrar que la acetilcolina está esencialmente almacenada en las vesículas sinápticas. Es tentador pensar que el contenido de cada vesícula corresponde a un quantum de mediador. Dos hipótesis se oponen en cuanto al modo de liberación de la acetilcolina a partir ¿le las vesículas sinápticas. Las imágenes de exocitocis obtenidas recientemente por Couteaux sobre

el arbusto de Kiihne de la rana sugieren la existencia de una apertura de las vesículas a nivel de la membrana presináptica (figura 4C). Akert y sus colaboradores admiten, por el contrario, que la liberación del contenido vesicular se hace por difusión a través de la membrana de la vesícula y la membrana presináptica. Este fenómeno se produciría en puntos bien precisos de las "zonas activas" en las especies de cubículos definidos por la "grilla vesicular sináptiea". Esta está formada por los conos densos de las zonas activas, reunidos entre ellos por especies de nervaduras densas que dibujan un motivo exagonal. Las vesículas alojadas entre las partes densas de este motivo serían aquellas que liberan su contenido de acetilcolina (figura 4D).

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ellas corresponde a un quantum del mediador. Whittaker, en 1960 y De Robertis, en 1962, han atacado el problema analizando la corteza cerebral. La trituración y la ultracemnlugación permitieron a estos autores aislar una fracción particularmente rica en acetilcolina y que contiene las terminaciones nerviosas aisladas o sinaptosomas. Estos últimos, sometidos a un choque osmótico (un cambio de mohindad en el medio) y luego retornados en un nuevo gradiente permiten obtener una fracción muy rica en vesículas sinápticas, que contiene la totalidad de la acetilcolina restante. Sin embargo, la técnica del choque osmótico es criticable porque puede dar origen a artificios. Hizo falta esperar hasta 1968 cuando los trabajos de Lsrae! Gautron y L e s b a t s s o b r e el órgano eléctrico del pez torpedo para tener una absoluta certidumbre. !> Este material, extremadamente rico en terminaciones presinápticas, ha permitido a los autores la aislación de una tracción vesicular muy pura y demostrar, en condiciones experimentales irreprochables, que las vesículas sinápticas tienen una gran cantidad de acetilcolina. Si se admite que las vesículas son el lugar exclusivo de almacenamiento de la acetilcolina, la liberación de este mediador podría acompañarse por su desaparición. Sobre este punto, la literatura ofrece resultadas contradictorios. Entre los trabajos más recientes, se destaca el de Kwanbundbumpen y H u b b a r d ( 1 9 6 8 ) realizado sobre las placas motrices del diafragma de la rata. Ellos observaron una reducción significativa del número total de vesículas, así como el del número de vesículas asociadas a zonas activas cuando la preparación se coloca en un medio rico en potasio (en un medio de estas características, la depolarización de la membrana presináptica favorece una gran liberación de acetilcolina). Serán necesarias otras confirmaciones para poder aceptar este hecho como rotundamente establecido, ya que en este tipo de experiencias las posibilidades de error son muy numerosas. Por otra parte, resta por establecerse el modo de liberación del mediador a partir de las vesículas sinápticas. En la actualidad existen dos hipótesis sobre este mecanismo: desde 1956, De Robertis ha defendi-

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do la ¡dea que las vesículas se abren ¡ti espacio sináptico. Pero las observaciones convincentes se han hecho esperar. Resulta a pr/ori sorprendente que un proceso teóricamente tan frecuente sea tan difícil de observar; puede ser que esto se deba a que se trata ele un fenómeno muy fugaz. . . Ln 1970, Couteaux ha retomado el problema estudiando la bolsa de Küline ele la rana. 1 " Obtuvo imágenes interpretables como aberturas de las vesículas a nivel ele la membrana, listas imágenes son mucho más convincentes que las que se ven por lo general ya que se distingue, frente n la vesícula abierta, una zona ele densidad diferente a la del resto del espacio sináptico, que bien podría representar el contenido vesicular liberado. Mientras tanto, Akert y su escuela 11 continuando las observaciones realizadas por Gray en 1963, completado mediante coloraciones ele nuevo tipo, sostiene que la liberación del contenido vesicular se hace por simple difusión a través de la membrana de la vesícula y ele la membrana presináptica. Este fenómeno se produciría en regiones bien precisas, las "zonas activas", en las especies de invaginaciones definidas por la "parrilla vesicular presináptica". No es posible en la actualidad hacer una opción definitiva entre las dos hipótesis, y de todos modos quedarán por explicar las razones que determinan porqué ciertas vesículas descargan sus contenidos en un instante dado y los mecanismos por los cuales el impulso nervioso aumenta en forma explosiva el número de vesículas descargadas. Independientemente de la seducción que ejerza sobre numerosos espíritus —entre ellos el mío— la ecuación vesícula — quantum, su realidad no puede darse actualmente por demostrada. Ciertos hechos siguen siendo difíciles de explicar. Por ejemplo, cuál es el rol exacto de la acetilcolina extravesicular y como interpretar las recientes constataciones de Marchbanks y Collier quienes, utilizando colina tritiada, han podido demostrar que luego de una estimulación, es la acetilcolina más recientemente sintetizada la que se libera preferencialmente y no la acetilcolina de depósito. Teniendo en cuenta las condiciones en que se realizan estas experiencias, muy lejanas a las condiciones fisiológicas normales, si bien son susceptibles de diversas interpre-

taciones, hacen imposible la aceptación pura y simple ele la hipótesis actualmente en boga según la cual el mediador se almacena en vesículas iguales que liberan su contenido por un proceso aleatorio. La síntesis ele los hallazgos fisiológicos, bioquímicos y ultraestructurales sigue siendo difícil. A pesar de todo, las incertidumbres que subsisten sobre las estructuras que tienen que ver en las diferentes etapas del proceso, no deben hacer perder de vista el hecho que la liberación cuántica de la acetilcolina está en la actualidad perfectamente bien establecida fisiológicamente. En los vertebrados, las sinapsis neuromusculares ele los músculos esqueléticos, que recién acabamos de tratar en detalle son, en una primera aproximación, de un tipo fisiológico único: el impulso nervioso que llega a la arborización terminal libera un mediador químico, la acetilcolina, que excita la fibra muscular al despolarizarla. El mundo de las sinapsis interneuronales es mucho más diverso. Una primera aproximación fundamental a ese mundo se dirige a la definición de sinapsis conciliatorias y de sinapsis inhibitorias. El funcionamiento de las sinapsis excitatorias es homólogo al de las sinapsis neuromusculares. Un impulso nervioso, cuando llega a la extremidad del axón, libera un mediador de una manera cuántica. Este último despolariza la membrana de la neurona postsináptica, lo que determina un potencial de excitación (EPSP = excitatory postsynaptic potential, para los autores anglosajones), comparable en un todo al potencial de placa. En la mayoría de los casos, la naturaleza del mediador químico no es conocida para una sinapsis en particular, debido a las dificultades técnicas inherentes a la estructura del sistema nervioso central. En efecto.

s

M. Israel, J. Gautron y B. Lesbats

]. Neurochemistry, 17, 1441, 1970.

!> El órgano eléctrico del pez torpedo, c u y o desarrollo embrionario demuestra que es un músculo muy modificado, posee enormes terminaciones presinápticas. En el momento actual constituye, con la del gymnote, el material preferido por los neurofisiólogos para el estudio de la u'cinergía.

10 R, Couteaux, VII" Micr. Eleclr., 709, 1970. 13

Congres hit

K. Akert, K. Pfenninger, Syn-r. ¡>;:

Soc. Cell Biol, 8, 245, 1969.


Figura 5. La inactivación cíe la acetilcolina La acetilcolina liberada por la terminación presináptica bajo el efecto del impulso es inactivada casi inmediatamente por al acetilcolinesterasa. Esta inactivación evita la vesiculas

gracias a los microelectrodos, se pueden realizar actualmente en el sistema nervioso numerosas determinaciones eléctricas sobre células individuales. Pero no sucede lo mismo con el análisis de los fenómenos químicos. Se puede determinar globalmente la presencia de ciertas sustancias supuestamente "mediadoras" en ésta o aquella zona del cerebro, pero para establecer una correlación segura entre una sinapsis dada y un mediador, es necesario poder responder a cuatro preguntas claves: —La molécula en cuestión, ¿es liberada por la terminación nerviosa como consecuencia del impulso nervioso? —Cuando se aplica artificialmente esta molécula a nivel de la sinapsis, ¿produce los mismos efectos que se observan luego de la llegada del impulso nervioso? -—Las drogas que interfieren con el funcionamiento de la sinapsis, ¿tienen el mismo efecto sobre la respuesta al mediador aplicado artificialmente?

tetamzación de la sinapsis-y la difusión caías trófica del mediador. La acetilcolinesterasa está localizada en la faz externa de la membrana postsináptica, como lo muestra esta micro fot o del órgano eléctrico del tez torpedo (X 40.000; Gautron, 1970) ' sh,áptwas

desaparecen

—¿Existe un mecanismo de inactivación rápida del supuesto mediador? Para contestar estas preguntas se debería "aislar" una sinapsis sin destruir en el proceso el resto de su entorno y este requisito plantea problemas casi insolubles. El único caso en que ha sido bien establecida la naturaleza del mediador en una sinapsis interneuronal del sistema nervioso central de los vertebrados, es aquel de las sinapsis de las células de Renshaw, pequeñas células de la médula espinal que reciben las terminaciones de los colaterales del axón de las motoneuronas. Estas células son excitables por la aplicación de acetilcolina; la acción es aumentada tanto en duración como en intensidad por la aplicación de inhibidores de la acetilcolinesterasa y, por el contrario, deprimida por los inhibidores de la transmisión colinérgica. Si bien el primero de los criterios mencionados más arriba no pudo ser aún verificado, la demostración se considera satisfactoria.

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La membrana neuronal: una capa de arlequín Se distinguen, entre las uniones interneuronales, las sinapsis excitatorias y las sinapsis inhibitorias. La excitación y la inhibición están ligadas a propiedades de permeabilidad especiales de ciert a s regiones d e l a membrana neuronal que parece ser una verdadera capa de arlequín. El mecanismo de la inhibición ha intrigado desde mucho tiempo atrás a los fisiólogos, como lo testimonia el gran número de teorías, quizás muy arbitrarias, que se han formulado sobre este tema. Nuestra comprensión actual del fenómeno se debe en gran parte a los trabajos de Eccles y de sus colaboradores a partir de 1952. Eccles y su grupo llegaron a este fenómeno partiendo del estudio de un reflejo simple y clásico: el reflejo inhibidor de los músculos antagonistas de los miembros, ex tensor y f lexor, como el

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bicep y el tríceps del miembro superior. La contracción de uno de los dos determina automáticamente la inhibición del otro. La información sobre el estado de contracción se percibe en los receptores de tensión y se transmite mediante fibras sensoriales a las neuronas inhibitorias que actúan sobre las motoneuronas que dirigen los músculos antagonistas. Los registros ¡ntracelulares obtenidos durante la estimulación de la vía inhibitoria han mostrado que la inhibición está causada por la formación de un potencial postsináptico inhibidor (IPSP = inhibitory postsynaptic potential para los autores anglosajones) que corresponde a una hiperpolarización de algunos milivolts de la membrana postsináptica tía hacen pasar, por ejemplo, de — 7 0 mV a — 7 5 ó — 80 mV). Este ligero aumento es suficiente como para impedir las acciones depolarizantes excitatorias. Como en el caso de los potenciales excitatorios ( E P P en el músculo, EPSP en la neurona), el potencial postsináptico inhibitorio se debe a una modificación de la permeabilidad iónica de la membrana postsináptica bajo la acción de un mediador. Pero no son los mismos iones los que la determinan. Con el objeto de determinar cuales son los iones que juegan un papel en las sinapsis inhibitorias, Eccles y sus colaboradores estudiaron sistemáticamente cómo las motoneuronas sufren una inhibición que cambia la permeabilidad a toda una serie de iones. En realidad, los únicos resultados significativos conciernen a los aniones. El método consiste en observar los cambios del valor del I P S P cuando se inyecta cada anión en el interior de una motoneurona. En el caso en el cual la inhibición modifica la permeabilidad de la membrana postsináptica al ion considerado, el valor del IPSP es diferente a su valor normal, ya que la concentración intracelular del ión ha sido modificada. En el caso contrario, la concentración no cambiará y el ión ensayado no podrá intervenir en la restauración de un nuevo equilibrio, porque no puede atravesar la membrana. Entre los iones probados —presentes en los líquidos fisiológicos'—- se encontró que la permeabilidad al ion C1— está modificada. Es por eso que la introducción previa del ión C1— en concentraciones equivalentes a tres veces la normal de la motoneurona, genera una

inversión del IPSP durante una estimulación inhibitoria; en efecto, el gradiente electroquímico de los iones CL— ha sido invertido: estos iones salen, provocando una despolarización, es decir, una excitación. El estudio de numerosos iones ha mostrado que las diferencias de permeabilidad deben ser relacionadas con las diferencias de tamaño de los iones en el estado hidratado. 1 " La acción del mediador en este tipo de sinapsis consiste entonces en permitir el pasaje muy selectivo de ciertos iones a través de la membrana, ya sea por la abertura de poros en la membrana o por otros mecanismos. Estos hechos permiten comprender mejor una observación a priori desconcertante: un mismo mediador, como la acetilcolina, por ejemplo, puede tener según los casos, una acción excitatoria u inhibitoria. La acetilcolina es excitatoria en las s i n a p s i s neuromusculares de los músculos motores esqueléticos, pero inhibitoria en el músculo cardíaco. Sucede que en los receptores del músculo cardíaco, su función es la de modificar la permeabilidad hacia los iones K + que, al salir, hiperpolarizan la membrana. Tauc y Gerschenfeld pusieron en evidencia un hecho mucho más desconcertante todavía: en la Aplysia, 13 una misma fibra nerviosa que contiene un solo mediador puede tener una acción excitatoria sobre ciertas neuronas e inhibitoria sobre otras neuronas. La existencia de tales dispositivos no ha sido demostrada aún entre los vertebrados donde, por ahora se admite que una fibra nerviosa o es excitatoria o es inhibitoria, pero nada permite excluirlos definitivamente. De todo esto surge una noción fundamental: la inhibición, como la excitación, está ligada a propiedades especiales de la membrana neuronal. Según las regiones y los diferentes mediadores específicos, estos pueden abrir los pasajes selectivos para diferentes iones. Por ejemplo, Tauc y Gerschenfeld han mostrado, siempre en la Aplysia, que una misma neurona puede ser excitada por la acetilcolina y por la serotonina e inhibida por la dopamina. La membrana de la zona receptora de la neurona aparece como una verdadera capa de arlequín, un mosaico de receptores. Esto nos lleva a prestar atención a una diferencia capital entre el funcionamiento de una sinapsis neuromuscular y el de las sinapsis inter-

neuronales. En efecto, en el caso de la sinapsis neuromuscular, la llegada de un impulso nervioso a las arborizaciones terminales (de unas decenas a unos centenares de micrones de largo) desencadena la contracción muscular de la fibra muscular inervada. En el caso de la sinapsis interneuronal (que es generalmente del orden del micrón) la depolarización de la membrana es débil. La estimulación no puede conseguirse si no es por la puesta en juego simultánea de un número suficiente de sinapsis para engendrar una depolarización superior al umbral de excitación. Las cosas se complican aún más por el hecho que la situación en un momento dado resulta de la interacción de dos tipos de efectos elementales, excitatorios e inhibitorios, que recibe la neurona. La región donde se efectúa la integración y desde donde parte el impulso, es la que corresponde al cono de emergencia del axón, zona que tiene un umbral de excitación más bajo que todo el resto de la membrana neuronal. Los fenómenos de inhibición a que nos acabamos de referir se ejercen a nivel de la membrana postsináptica. Pero existe también una inhibición denominada presináptica, noción que reposa sobre la siguiente observación: la excitación de ciertas fibras que llegan a la médula espinal, disminuye los potenciales sinápticos de excitación ( E P S P ) de las motoneuronas, sin que sea posible encontrar el más mínimo cambio de permeabilidad iónica de la membrana postsináptica. Por lo tanto, se debe admitir que este fenómeno se debe a una disminución de la cantidad de mediador liberado, resultante de un mecanismo que afecta la terminación presináptica. El descubrimiento de las "sinapsis en serie", efectuado por el morfólogo Gray, respalda esta hipótesis. En efecto, existen verdaderas sinapsis en serie en las que ciertas fibras forman sinapsis con otras terminaciones que ya están en contacto sináptico con otra neurona.

12 Según Eccles, ningún ión de un tamaño mayor que a 1,14 veces el del ión K + hidratado (es decir, 2,77 angstroms de acuerdo a las mediciones más recientes) puede atravesar esta membrana postsi náptica. 13 La aplisia es un molusco marino notable por sus neuronas gigantes, algur..n de las cuales tienen un cuerpo celular de 1 mm de diámetro.


Sin embargo, el mecanismo de la inhibición presináptica, sigue siendo tan oscuro que la escuela de Granit niega su existencia y piensa que en realidad se trata de una inhibición postsináptica. Queda por lo tanto _ por explicar la función de las "sinapsis en serie". Por su parte, los morfólogos han tratado de establecer los criterios que permitan distinguir las sinapsis inhibitorias de las sinapsis excitatorias. Esto permitiría en especial contarlas .en las microfotografías y obtener informaciones precisas sobre el número de cada una de ellas recibido por cada neurona. También aquí encontramos clos tentativas de explicación que no se excluyan mutuamente. Desde 1959, Gray distingue en la corteza cerebral dos tipos de sinapsis: las sinapsis de tipo I, que unen un axón a una espina dendrítica, y las sinapsis de tipo I I , que aseguran la unión entre un axón y el cuerpo de la neurona. De acuerdo a^su posición y a los estudios fisiológicos realizados sobre ciertas regiones de la corteza cerebral, el tipo I correspondería a las sinapsis excitatorias y el tipo I I a las sinapsis inhibitorias. Desgraciadamente, la utilización de estos criterios de distinción^ en otras regiones del cerebro, tropieza con muchas dificultades y se deberán efectuar otras investigaciones para poder establecer la validez exacta de esta clasificación. _ Uchizono, en 1965, luego de una fijación aldehídica, ha podido distinguir en el sistema nervioso central dos tipos de terminaciones caracterizadas, en un caso por vesículas sinápticas esféricas y en el otro, por vesículas sinápticas alargadas. En el cerebelo, la repartición espacial de los tipos de vesículas sinápticas, está de acuerdo con la hipótesis según la cual las vesículas alargadas pertenecen a las terminaciones inhibitorias. También se han distinguido los dos tipos de vesículas en las inervaciones de las fibras musculares de los crustáceos que reciben fibras excitatorias e inhibitorias. Desgraciadamente, en otras sinapsis, es habitual observar poblaciones mixtas de vesículas (en los ganglios simpáticos, por ejemplo). En la médula de la rana, las vesículas alargadas coexisten aún con formaciones tubulares y cabe interrogarse sobre la posibilidad de que estas estructuras tengan que ver con la vesiculogénesis. De esta forma, en el estado actual de

nuestros conocimientos, la presencia de vesículas alargadas no puede ser considerada como u n criterio absolutamente seguro y general para la identificación de terminaciones inhibitorias. Mientras tanto, es notable como las dos hipótesis se refuerzan mutualmente, ya que muchas de las sinapsis de tipo I I de Gray contienen vesículas alargadas (ver figura 7 ) .

La noradrenalina, mediador del sistema nervioso autónomo Gracias a los trabajos «le Y o n E u l e r y d e A x e l r o d , el metabol i s m o de la n o r a d r e n a l i n a se con o c e a c t u a l m e n t e e n detalle. De este modo, cuando consideramos la transmisión d e la excitación nerviosa de una neurona a una fibra muscular o de una neurona a otra, constatamos la presencia de un mediador químico. La noción de "mediador químico" de la transmisión de la excitación, en realidad ha precedido en muchos años al reconocimiento de su papel en las sinapsis sensu stricto. En efecto, se sospechaba desde comienzos de siglo v se estableció a partir del año 1920 (Loewi, Cannon) q u e las fibras del sistema nervioso autónomo, ortosimpátíco y parasimpátíco, controlaban las contracciones de los músculos lisos viscerales y vasculares por intermedio de dos sustancias antagonistas: la acetilcolina y la simoatina. A esta última recién la identificó muchos años después, en 1946, Von E u l e r 1 4 como noradrenalina, cuyo metabolismo hoy se conoce en detalle en particular gracias a los trabajos de los grupos de Blaschko, von Euler y Axelrod. 1 5 Desde 1939, Blaschko había definido, con una notable anticipación, las etapas de la biosíntesis de la noradrenalina, según un esquema que posteriormente fue corroborado plenamente. El pasaje de una etapa a la siguiente es realizado p o r una enzima relativamente específica. Todas las enzimas del ciclo han sido identifi14 U. S. V o n E u l e r , Act. Physioi Sean el., 12, 73, 1946. lfi H . Blaschko, Pharmacol. Rev 11

307,

iq199¿9í6 tV-U SI ' Von lon , ¿\ ' '

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Biol. Med 12, 79, 1968; J. Axelrod, frogr. m Hormone Res., 21, 597, 1955^

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Figura 6. E l f e n ó m e n o d e la inhibición.

Cuando el músculo A se contrae, los receptores de tensión T resultan estimulados. Ellos acarrean la excitación del inhibidor neuronal I, que bloquea la motoneurona M ordenando la contracción del músculo antagonista B por intermedio de la placa motriz P. El circuito recíproco existe. Cuando el músculo B se contrae, inhibe a A. Eccles y sus colaboradores han estudiado la naturaleza de los iones actuantes en las sinápsis inhibidoras, zonas de conexión entre el axón de I y la motoneurona M. Sucesivamente, inyectaron 36 iones diferentes en el interior de M. con ayuda de una micropipeta y registraron en cada caso las modificaciones de potencial de membrana de M al provocar la inhibición por una estimulación en S. Así se ha establecido el papel de los iones Cl~ en la hiperpolarización inhibidora de la neurona M

35


Figura 7. Las sinapsis interneuronales.

Las sinapsis interneuronales son ¡le dos tipos funcionales. Unas son excitadoras, las otras son inhibidoras. Se han propuesto dos tipos de criterios para distinguirlas. Eccles ha propuesto la hipótesis según la cual, en la corteza cerebral, el papel excitador pertenecería a las sinápsis axodendriticas establecidas cutre el axón de una neurona y una espina dendritiea de otra. Estas sinapsis aparecen descriptas por Cray bajo el nombre de sinapsis tipo 1. El papel inhibidor les es atribuido a las sinapsis axosomál'tcas (donde el contacto se establece entre el axón de una neurona t el soma de otra). Estas sinapsis llamadas de tipo II, presentan un espacio sinóptico más estrecho que las sinapsis de tipo l, y un refuerzo menos marcado de la membrana postsináptica. Ucbizono establece un criterio de clasificación de acuerdo a la forma de las vesículas sinápticas. Después de la fijación aldebidica. distingue si/tápsis con vesículas esféricas (excitadoras) y sinapsis con vesículas alargadas (inhibidoras). Ninguno de estos dos tipos de criterios es absoluto. Esta ¡oto de la médula espinal de la rana nos muestra dos si/tápsis axodendríticas que presentan caracteres muy diferentes. El refuerzo de las membranas es mucho más marcado en T, que en T¿; las vesículas de T, son esféricas mientras que las de T, son más o menos alargadas v, en ciertos casos, tubulares. (Foto de Sotelo v Taxi; X 37.500.)

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Figura 8. L a inhibición p r e s i n á p t i c a .

El análisis de los fenómenos eléctricos a nivel de las sinapsis interneuronales parece indicar la existencia de dos tipos de inhibición. La más frecuente es la inhibición postsináptica, en lal cual la transmisión del impulso nervioso acarrea hiperpolarización de la membrana postsináptica. Pero se han observado también fenómenos de inhibición sin que aparezca ninguna hiperpolarización postsináptica. Sería entonces necesario admitir que la inhibición resulta de una disminución de la cantidad de acetilcolina liberada o sea de una acción presináptica. Es la inhibición presináptica. El descubrimiento de sinápsis en serie podría aportar una explicación a este fenómeno. Vemos aquí que el botón terminal T forma las sinápsis S, y S, con las dendritas D, y D.,. Pero el mismo recibe a la terminación I a nivel de la sinápsis ,S\ que puede ejercer sobre él una acción inhibidora. Nótese la diferencia de forma de las vesículas sinápticas, esféricas en T, alargadas en I. (Las letras S„ S.¡ y S,, están ubicadas en el nivel presináptico de cada sinápsis. Foto de Sotelo y Taxi; X 40.000.)

cadas y i a última en estudiarse fue la primera de la serie, la tirosina hidroxilasa, aislada por Udenfriend en 1964. Estas enzimas están localizadas en los somas neuroñales, así como en las fibras nerviosas. En lo que concierne a ¡a degradación de la noradrenalina liberada, Blaschko había demostrado hace muchos años que la enzima monoamino-oxidasa ( M A O ) presente en las mitocondrias de numerosos tipos de células, efectuaba la dcaminación oxidativa de la molécula, Le correspondió a Axelrod en el año 1957 el descubrimiento de otro mecanismo de destrucción: la med-

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iación, por medio de la catecol-Ometil transferasa ( C O M T ) , una enzima presente especialmente en el hialoplasma de las células hepáticas y renales. Sin embargo, ni los inhibidores de la MAO ni de la COMT refuerzan la acción de la noradrenalina. Por lo tanto en condiciones fisiológicas normales, existe otro mecanismo para inactivar ¡a noradrenalina liberada por la estimulación de las libras simpáticas. Fueron nuevamente Axelrod y sus colaboradores en el año 1959, los que pusieron en evidencia en las fibras nerviosas noradrenérgicas, un mecanismo funda-

mental: el "uptake", es decir, el bombeo y almacenamiento de la noradrenalina presente erí los espacios intercelulares en el interior de las fibras nerviosas, lo que la inactiva funcionalmente y permite su reutilización por la fibra adrenérgica. La citoquímica ha realizado una importante aplicación de la propiedad del uptake con la identificación de las fibras noradrenérgicas por raclioautografía, luego de la inyección de noradrenalina marcada con tritio. Wolfe y colaboradores (1962) también demostraron que el marcado de las fibras está regularmente asociado a la presencia de "vesícu-


las de tipo sináptico con contenido denso" que son por lo tanto, las estructuras de almacenamiento de la noradrenalina. Se sabía además que la reserpina, un alcaloide que determina una depleción prolongada y casi total de la noradrenalina de las fibras simpáticas, hace desaparecer el contenido denso de las vesículas. Por lo tanto se puede considerar la presencia de vesículas de grano denso como un criterio muy seguro para la identificación de las fibras noradrenérgicas. La propiedad del uptake, si bien es una característica de las fibras noradrenérgicas, tiene una especificidad bioquímica mucho menos rígida. Las sustancias que presentan una analogía estructural con la noradrenalina, son susceptibles de sustituirla y de jugar el papel de "mediadores falsos", lo que puede tener aplicaciones farmacológicas interesantes y quizás temibles. 1 " Por ejemplo, una sustancia muy parecida a la depamina, la 6-hidroxidopamina, puede ser captada por el mecanismo de uptake de las fibras noradrenérgicas, donde desencadenan i n m e d i a t a m e n t e un proceso de degeneración, realizando así una verdadera simpatectomía química. 1 ' Esta simpatectomía es pasajera en el adulto, porque la fibra se regenera muy rápidamente, pero en el recién nacido la simpatectomía es total y definitiva, como lo acaban de demostrar Angeletti y Levi-Montalcini.

noradrenalina luego de la estimulación, se haría por un mecanismo de exocitosis, es decir, por la salida de elementos particulados de la célula. En efecto, se ha podido demostrar en la rata, luego ele la estimulación del nervio esplácnico, que la liberación de la noradrenalina es acompañada por proteínas í cromograninas y dopamina-beta-hidroxilasa) normalmente presentes-en las estructuras de almacenamiento. Pero por el momento, solamente Grillo Ul observó imágenes otológicas que sirven de apoyo a esta teoría.

,COOH

tirosma bidroxi!aí;a I — (ÍQp3

ídihidroxifenillalanma) -CH.,CB:

Los mediadores, llaves químicas del sistema nervioso central Un número creciente de sustancias son candidatas al título de "mediador q u í m i c o " en el sistem a nervioso central de los vertebrados.

Después de haber sido reconocida como el mediador del sistema nervioso autónomo, la noradrenalina iría a hacer una ruidosa entrada en c-1 concierto de los postulantes a las funciones de mediador en el sistema nervioso central, en compañía de otra catecolamina, la dopamina, y de una indolalquilamina, la serotonina (o 5-hidroxitriptamina). La atención de los investigadores La presencia de estructuras de al- se concentró en estas sustancias luemacenamiento en las fibras nervio- go de los progresos de Jos métodos sas había sido postulada desde 1956 bioquímicos que han permitido, a por Von Euler y Hillarp; como aca- partir de 1954, descubrir sus presenbamos de ver, esto ha sido plena- cias en cantidades importantes en mente confirmado posteriormente. ciertas regiones del cerebro. PodeEn realidad, el estudio ele las curvas mos citar el cuerpo estriado por su de desaparición de la noradrenalina contenido en dopamina, el hipotálaentrada en la fibra nerviosa sugiere ¡no por la noradrenalina y el núcleo fuertemente la existencia de dos lo- dorsal del rafe por la serotonicalizaciones de noradrenalina (dos na. Poco después de la puesta a pools)-, un reservorio ligado a los punto del método de Falck y Higranulos y estable y otro hialoplás- llarp en 1962 que permite reconocer mico y lábil, susceptible a la acción por una florescencia característica de la M A O y que por lo tanto puede las estructuras que contienen la noradrenalina, la dopamina o la seroser puesto en evidencia utilizando un tonina, se demostró que efectivainhibidor de la MAO. mente, las aminas están localizadas Los hallazgos más recientes con- en las neuronas o en las fibras nerciernen a la liberación de noradrena- viosas. El papel que ¡Llegan cada una lina.3 s Tienen como origen los trade estas sustancias en el funcionabajos de Smith sobre el mecanismo miento del sistema nervioso central de salida de la noradrenalina de la es capital y las drogas que afectan médula suprarrenal, órgano del mis- sus metabolismos tienen efectos de ino origen embriológico que el sis(continúa en la página S'-'j tema nervioso. La liberación de la

,COOH

aminoacido-decarboxilasa dopamina (dih«droxifenilel ¡lamina)

dopamina p - h i d r o x i l a s a

l-noradrenaiina

H 0

k-CH~CH,-NH,

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inactivación

- por monoamina oxidasa i ^ - por c a t e c o t - o - m e t i l t r a n s f e r a s a - p o r b o m b e o y acumulación (uptake) en las fibras nerviosas adrenergicas

Figura 9. El metabolismo de la nor a d r e n a l i n a es ya perfectamente conocido.

1. I. Kopin, Aiih. Rer. l'harwacal., 8. 377, 1968 i" f, P. Ti-.ui:-:er y II. Thoenen. lixpenenth!, 24, 115. 1968.

"" W. P. de Poner. A. F. de Sclmepdryver, F. í. Moerman v A. D. Smilh. /. Phv-

v/rj/.. 204. 10.2, l%9. U' /, Cell. Biol.. 47. 547, 1970.


P — células de la epífisis / F = fibras nerviosas, asociadas a una célula de Scbwann

a la presencia de noradrenalina — JH / S = célula de Scbwann. Tigura 10. I,a captura de la noradrenalina.

La noradrenalina es un mediador químico cayos efectos, en el sistema nervioso autónomo, son antagónicos de aquellos de la acetilcolina. Axelrod ha mostrado que lo que acontece con la noradrenalina después de su liberación, es totalmente diferente que lo que acontece con la acetilcolina. Las moléculas que no son fijadas por el receptor, son mactivadas por "captura" dentro de las fibras adrenérgiiv/r. Allí \on almacenadas dentro de "vesículas de granulado denso". Esta foto es una radioautografía obtenida sobre un haz nervioso de la epífisis de la rata luego de

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/ —» — granos de plata

debidos

inyectar noradrenalina trillada. El corte del tejido ha stdo< recubierto de una delgada capa de emulsión fotográfica La radiación P de los átomos de tritio de la noradrenalina impresiona a la emulsión en el lugar donde se encuentran estas moléculas. Luego del revelado y el fijado, los granos de plata revelados aparecen como manchas negras. Su dimensión, del orden de 2.000Á, no permite una localización muy precisa. Sin embargo, en este caso, se puede ver que los granos de plata están localizados por encima de ¡tupos de "vesículas de granulado denso". (Foto de Taxi; X 43.000.)


tal importancia que se ha abierto lodo un nuevo capítulo de la neurofarmacología del cerebro. Sin embargo, todos los hallazgos farmacológicos realizados hasta la fecha, no permiten probar por sí solos que estas sustancias intervienen a nivel de la transmisión sináptiea. Para la noradrenalina, los mejores argumentos en favor de su rol como mediador en el cerebro provienen de la bioquímica. Los trabajos de Axelrod, Glowinski, Iversen, 2 0 han demostrado que su metabolismo es el mismo que en el sistema nervioso periférico, donde su función está demostrada. Más aún, su tasa de resíntesis es rápida: la sustancia juega por lo tanto un rol activo. Las fibras y los centros noradrenérgicos de los centros nerviosos son capaces de cumplir la función del uptake, cosa confirmada plenamente mediante la radioautografía. Después de la ultracentrifugación diferencial, más del 60 por ciento de la noradrenalina (como de la acetilcolina) y de la serotonina se encuentran localizadas en la fracción que contiene los sinaptosomas (pero solamente menos del 40 por ciento de la dopamina). La inyección por iontoforesis ha demostrado que numerosas neuronas "responden" a la noradrenalina. En fin, la estimulación prolongada de zonas bien localizadas, determina una caída de la concentración de catecolaminas locales. Todos estos forman un conjunto muy serio en favor del rol de la noradrenalina como mediador en ciertas sinapsis del sistema nervioso central. Sin embargo, queda por efectuarse un real progreso en el estudio de los fenómenos en una escala más elemental para poder considerar completamente fehaciente la demostración. En lo que respecta a la serotonina, las experiencias más probatorias de su rol de mediador se efectuaron en ciertos ganglios de Aplysia por Gerschenfeld y Stefani en 1968. Pero carecemos de toda certeza que el cerebro de los vertebrados juegue

ao

J. Glowinski en Handbook o/ Neurochemistry, 4, 91, 1970; L. L. Iversen, The uptake and storage of noradrenaline in sympatbetic nerves, 1967, 21 K. Krnjevic, Nature, 228, 119, 1970. ~2 D. D. Potter en Struc ture and function of inhibitory neuronal mechanisms, 1968. 23

1970.

Obata, Exp. Brain Res., 11, 327,

un papel similar, aunque ciertos hechos apoyan un rol d e mediador. Se sabe que la estimulación global de ciertas zonas puede liberar localmente seroronina. Se ha mostrado mediante la inyección iontoforética que numerosas neuronas son muy sensibles a su acción depresora en la mayoría de los casos y más raramente estimulante. Sin embargo, como siempre, queda por demostrarse que para una sinapsis dada, la acción del mediador fisiológico y de la serotonina sean idénticas. Y esta demostración tropieza con dificultades técnicas considerables que ya hemos comentado. La situación es aproximadamente la misma en lo que concierne al rol de la dopamina como mediador eventual en el sistema nervioso central. Con los progresos del estudio bioquímico del cerebro, el rol de mediador ha sido considerado igualmente para otras sustancias. En particular este es el caso del ácido gamma-amino butírico ( G A B A ) para la inhibición en el cerebro.- 1 Su papel de mediador ya está bien establecido en la acción de los nervios inhibidores de los crustáceos q u e contienen de él una cantidad importante. 2 2 Inyectada por iontoforesis, imita las acciones pre y postsinápticas del mediador, actúa en los mismos sitios y se bloquea por las mismas drogas. El G A B A está igualmente presente en el cerebro de los mamíferos. Determina una hiperpolarización de la membrana y su acción farmacológica es por lo tanto inhibitoria. Según O b a t a 2 3 la picrotoxina, conocida como antagonista de la inhibición presináptica, lo es igualmente de los efectos del GABA inyectado por iontoforesis. Sin embargo, será necesaria la demostración que el G A BA que se libera después de la excitación de sectores m u y limitados de la corteza cerebral, p o r ejemplo, tiene por origen las terminales nerviosas. La radioautografía después de la inyección de u n precursor tritiado, podría permitir próximamente u n progreso decisivo en esta cuestión.

en una inhibición fisiológica. Más aún, la estricnina se opone a la acción de la glicina como a la del mediador fisiológico, mientras que no interfiere con la acción del GABA sobre las mismas células. Existen buenos argumentos en favor del papel del glutamato como mediador, sobre todo en los artrópodos. Numerosos autores encuentran, sin embargo, muy difícil aceptar que sustancias tan ampliamente difundidas como lo son los aminoácidos, puedan jugar un papel tan específico como lo es el de mediador. No podemos citar aquí todas las sustancias de las que se sospecha un posible papel de mediador, con argumentos de valor muy desigual. Entre aquellas que podrán ser algún día confirmadas, pueden citarse las prostaglandinas, los ácidos carboxílicos de cadena larga y la histamina, cuyas tasas metábólicas en cerebro tienen la característica de ser muy elevadas. Esta revisión rápida y no exhaustiva de los mediadores posibles, muestra que en el curso de los últimos diez años, la idea de que una gran variedad de sustancias podría intervenir como tales en el sistema nervioso central de los vertebrados, ha tomado más y más fuerza. De todos modos, las dificultades técnicas que se oponen a las demostraciones rigurosas son tales que, con toda objetividad y a pesar de las aplicaciones prácticas muy importantes que esta hipótesis ha permitido en el tratamiento de diversas enfermedades ( p o r ejemplo, la utilización de la D O P A en la enfermedad de P a r k i n s o n ) , el rol de mediador de estas sustancias no está definitivamente establecido. Este rol ha sido establecido, sobre otros materiales, para la acetilcolina, la noradronalina, la sero tonina y el GABA. Pero, en el sistema nervioso central de los mamíferos, a pesar de las contribuciones notables que hemos señalado, la demostración rigurosa no se ha podido efectuar salvo para la acetilcolina. Un hermoso campo de investigaciones queda aún abierto. O

La función de mediador de inhibición parece ser igualmente posible para otros aminoácidos. E s t e es el caso de la glicina en la médula espinal del gato. Los trabajos de W e r man, Apríson y Curtis han demostrado que este aminoácido es capaz de hiperpolarizar la membrana de la rnotoneurona y de modificar su permeabilidad, exactamente igual q u e

Jacques Taxi es profesor en la Facultad de Ciencias de París. Sus investigaciones están dedicadas a la citología y la citoquímica ultraestructurales del sistema nervioso.

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Novedades de A v<-1. AW- A (a>

y tecnología

i Ritmo alfa y el cerebro El doctor Olof Lippold, del Departamento de Fisiología del University College, Londres, ha f o r m u l a d o una nueva y convincente teoría para explicar el llam a d o "ritmo alfa". Anteriorm e n t e se creía que era producid o en el cerebro m i s m o . S e g ú n la teoría del doctor Lippold, se trata m á s bien d e u n subproducto de la actividad muscular del ojo. El ritmo alfa de potencial eléctrico que pasa por el cerebro a una frecuencia ele 10 ciclos por segundo, es fácilmente detectado por electrodos sensibles fijados al cráneo. Desde que se descubrió este fenómeno, cierto tiempo atrás, generalmente se Supuso que debe de desempeñar algún papel en el funcionamiento del cerebro. Una teoría, por ejemplo, sostiene que representa algún tipo de mecanismo de exploración regular, pero esta teoría nunca f u e respaldada por evidencias reales de ninguna especie. A ello se agregaba el problema de que del 2 al 5 por ciento de la gente no presenta ninguna manifestación de ritmo alfa, sin que ello coincida con trastorno alguno de sus funciones cerebrales. Al formular una explicación distinta, el doctor Lippold hizo notar en primer término que la frecuencia

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del ritmo alfa es la misma que presentan las contracciones musculares involuntarias. Muchos músculos del cuerpo se contraen a veces involuntariamente y ejemplo de ello es el incontrolable temblor de manos que suele seguir a un trabajo físico cansador. El doctor Lippold concluyó que el ritmo alfa es causado en realidad por descargas eléctricas derivadas de contracciones involuntarias de los seis músculos que gobiernan los movimientos de cada globo ocular en su órbita. De acuerdo con esta teoría, la contracción es puesta en marcha por una diferencia de potencial eléctrico entre distintas partes del ojo. Este fenómeno pasa a los músculos y determina contracciones, las que a su vez provocan una descarga cíclica en el tejido cerebral que es detectada bajo forma de ritmo alfa. A diferencia de otras explicaciones del ritmo alfa, esta teoría tiene respaldo experimental. El doctor Lippold ha demostrado que cuando el ojo está brillantemente iluminado, la diferencia de potencial entre el frente y el fondo del ojo aumenta y, en tal circunstancia, el ritmo alfa se torna más marcado, como lo pronosticó la teoría. También ha establecido que el enfriamiento del ojo puede decelerar el ritmo alfa en la misma medida en que las contracciones de otros músculos son deceleradas por el enfriamiento. La teoría, empero, está aún sujeta a objeciones. Una ele ellas es que los músculos del ojo no son típicamente representativos de los músculos que sufren contracciones; otra,

que el ritmo alfa, contrariamente a lo que la teoría permitiría suponer, no se desvanece a mayores distancias del ojo. Sin embargo, al parecer estas objeciones serán probablemente superadas. Tal como lo ha dicho el doctor Lippold, quizá sea posible registrar el ritmo alfa como medida de la fatiga visual para pronosticar y contrarrestar la aparición de ciertos defectos de la vista y proponer nuevos tipos de tratamiento. Como podía esperarse, la publicación de la teoría del doctor Lippold suscitó considerable oposición. La crítica más seria pone de relieve que por lo menos un paciente carente de ojos y carente por tanto, presumiblemente, de músculos oculares presenta sin embargo ritmo alfa. A esto so contrapone el 2 al 5 por ciento de personas que tienen cerebros re lat i vamente normales y no presentan ritmo alfa. Otras críticas señalan que existen evidencias de que los procesos mentales alteran el ritmo alfa en forma tal que se lo podría considerar originado en el cerebro e implicado en los procesos mentales. Ciertos científicos han observado el ritmo alia en animales- paralizados de manera tal que sus músculos no podían contraerse. En suma, dados los podero sos argumentos esgrimidos por ambas partes y la existencia de enigma ticos factores no explicados aún por ninguna hipótesis, la nueva teoría —como lo señaló un crítico del doctor Lippold—, no puede menos que estimular la especulación acerca de un tema descuidado durante demasiado tiempo.


2 La electrónica y el pescado fresco £1 Centro ele Investigaciones Torry, de Aberdeen, Escocia, acaba de presentar un dispositivo electrónico que permite determinar con precisión el estado del pescado; dicho Centro realiza desde años investigaciones sobre peces y ha perfeccionado, entre otras cosas, los métodos que actualmente se utilizan internacionalmeute en los barcos-factoría. Después de muerto el pescado se corrompe muy rápidamente y es fácil distinguir, en tiempo cálido, el olor del pescado en descomposición. Los modernos buques pesqueros deben a menudo adentrarse en el mar hasta hallar los bancos de peces. En consecuencia el pescado debe ser conservado durante cierto tiempo antes de ser desembarcado y comercializado y el problema es cómo mantenerlo fresco. Ello supone un considerable uso de hielo y sistemas de refrigeración. Aun así, el pescado puede entrar en descomposición mucho antes de que empiece a despedir olor alguno. Un panel de catadores avezados dio sus opiniones sobre el gusto y el olor (una vez cocinado) del pescado conservado en alta mar, y las conclusiones de sus integrantes han sido correlacionadas satisfactoriamente con un instrumento puramente electrónico llamado medidor de frescura del pescado, altamente portátil y económico. Cuando un pescado — o cualquier otro animal— muere, se operan cambios en la bioquímica de la carne, y científicamente se ha comprobado que tales cambios alteran las propiedades de la carne como aislante y como conductor de electricidad. El dispostivo electrónico tiene por objeto, pues, medir lo que se denomina el factor-Q de la carne. Este factor-Q, término familiar a los ingenieros en electricidad, es una medida de la calidad de un material cuando se lo utiliza como dieléctrico de un capacitor. El tipo más simple de capacitor consiste en dos placas metálicas separadas por un dieléctrico tal como cera, vidrio y demás.

Cuando se hace pasar una corriente alterna por un circuito constituido por un capacitor y u n resistor las variaciones de corriente se adelantan en el tiempo a las d e tensión. Esta diferencia en el tiempo constituye una medida del factor-Q. E l circuito es simple. D o s varillas de carbón son ahuecadas y en sus interiores se colocan dos varillas de acero, lo que configura un sistema de electrodos dobles. Los electrodos son mantenidos a una distancia fija entre sí en u n bloque de material aislante. Los extremos de los electrodos son aplicados sobre la superficie del pescado y se hace pasar por ellos una corriente alterna. E n el circuito hay además un resistor acoplado en serie. Un medidor mide el tiempo que separa la corriente y la tensión y la diferencia es calibrada como factor-Q.

3 La edad de la menarca La naturaleza del proceso que inicia la pubertad sigue siendo actualmen-

te un misterio. Existen, sin embargo, estudios realizados sobre el tema que aclaran ciertas características del mismo. Algunos de los datos obtenidos sobre la menarca, primera aparición de la menstruación en los niños, parecen sorprendentes. El Dr. Wurtman, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, informó sobre un estudio realizado con 338 niños ciegos que demostraba que el promedio de los niños ciegos tiene su menarca medio año antes que los videntes. El efecto era más pronunciado en aquellos casos que tenían incapacidad tota! para distinguir la luz. El estímulo de la luz afecta el sistema hormonal pero no se ha podido deducir en qué modo ello puede acelerar la menarca, La altitud parece retrasar la aparición de la primera menstruación. La Dra. Rosa E. Frisch, del Centro ele Estudios de la Población de Harvard, realizó estudios comparativos sobre datos obtenidos entre 1930 y 1950 en el Centro de Investigaciones Infantiles de Dewer, situado a 1.800 metros sobre el nivel del mar y el Consejo de Orientación de Bubeley, California, que se encuentra a nivel del mar. E n Dewer la edad promedio de la menarca era 13 años correspondiendo 12,8 años a California. Jean McClung de la Facultad de Medicina de Harvard, ha descubierto en los Andes peruanos un dramático efecto de la altitud: allí es difícil que una muchacha haya dado a luz antes de los 18 años. Uno de los efectos desconcertantes que se observan en numerosos estudios es que, por regla general, los habitantes de las ciudades maduran sexualmente antes que los habitantes rurales. Son varias las observaciones que lo confirman. Quarinonius, u n autor del siglo x v i i , observó que los habitantes de la ciudad tenían su primera menstruación antes que los campesinos. E n un estudio polaco aparecido en el Human Biology, de mayo de 1970, se demuestra que la menarca en los niños campesinos se da a una edad promedio de 14,30 años comparada con los 13,77 de los niños no campesinos. La clásica creencia de que la menarca sucede más tempranamente en climas tropicales ha sido desechada por la Dra. Leonora Zacharias, del Hospital General de Massachusetts,


y por el Dr. R. J. Mertriman del M. I. T. La edad promedio en niños de Nigeria es de 14,22 años y en los esquimales de Alaska de 14,42 años. Todos los estudios de este tema concuerdan en la importancia de la alimentación en este fenómeno. La Dra. Fusch extrapola esta creencia hasta afirmar que el brote de crecimiento que precede a la pubertad comienza cuando el peso promedio, en cualquier edad, alcanza más o menos los 34 kilogramos. Este efecto parece tener lugar independientemente de la edad o estatura. Este hecho podría ser la explicación de por qué el crecimiento precoz del cuerpo, observado en los últimos 90 años por el Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos, conduce a una pubertad precoz: existen pruebas de que la edad promedio de la menarca ha descendido por lo menos 2 años.

La ropa interior de nylon puede perturbar a una computadora

l

o O - c 'o

Ion pueden generar electricidad estática suficiente como para perturbar a una computadora. La temperatura y la humedad están cuidadosamente reguladas en los centros de computación, pero el problema que motivó a Eibner surgió en el time-sharing: a menudo las terminales están colocadas en oficinas sin regulación de las condiciones ambientales y, para peor, sobre gruesas alfombras cuyo frotamiento favorece la formación de cargas estáticas. Eibner comprobó que una persona que camina sobre una alfombra de material sintético en una habitación seca (con 30 por ciento de humedad relativa), puede adquirir tina carga de 5.000 volt. Las alfombras de lana producen menos carga y menos aún las alfombras especiales antiestáticas. No se investigó el potencial de la ropa interior de nylon. Una descarga estática de 2.000 volt es suficiente para activar un flip-flop de alta velocidad en la computadora periférica. Los circuitos veloces son más sensibles que los lentos y, aparentemente, la descarga puede atravesar impunemente un circuito lento para activar uno rápido.

El radar de un aeropuerto v la ropa interior de nylon, pueden producir amnesia a una computadora. También los sweaters de lana y los fenómenos e l é c t r i c o s transitorios pueden ocasionar problemas. Jules A. Eibner escribe en un número reciente de la Univac Technology Revue que una pequeñísima descarga de electricidad estática puede accionar un conmutador flip-flop de una computadora. Una secretaria que use un sweater de lana o un operador de computadora que se levanta de su silla —circunstancias que suelen sumarse— pueden generar suficiente electricidad estática para detener la computadora o provocar un error al tocar un conmutador metálico de la consola. Las clásicas terminales de teletipo También el director del Centro son poco afectadas por este problede Computación de la Universidad ma, pero las modernas terminales de Leeds ha advertido que las mu- electrónicas son sumamente sensijeres que usan ropa interior de ny- bles.

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o a

El peligro mayor proviene del exterior del centro de computación. El radar de un aeropuerto ubicado a unos cientos de metros, borró las cintas de la computadora del US Internal Revenue Service. Como el IRS no tiene ficheros duplicados, seis meses después del accidente 'aún no habían podido recuperar todo el material perdido. Este problema podría ocurrir también con transmisores de radio ubicados cerca del centro de computación.

5 Reparación de carreteras Una solución original: un nuevo material plástico-epóxico absolutamente impermeable, para reparar o cubrir fisuras en carreteras y puentes, ha sido desarrollado por una firma británica. Denominado "Epiflex", es de carácter termolástico y no se agrieta por efecto de las vibraciones normales en la subes tructura de puentes o carreteras; se dilata o contrae con los materiales usados en ella, que suelen ser hormigón y acero.


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Dos posiciones, dos respuestas D o s trabajos publicados en estas páginas despertaron encendidas p o l é m i c a s : Pseudociencia, de Mario B u n g e y Ciencia e ideología, de Gregorio K l i m o v s k y . A l g u nas opiniones f u e r o n ya publicadas e n Correo del lector de los n ú m e r o s 4 , 5 y e n este m i s m o ; a ellas se s u m a n ahora dos trabajos críticos de Jaeques M e l i l e r y Oscar Varsavsky que, por su relevancia, publicamos íntegramente.

Ideología y verdad Oscar Varsavsky I - C I E N C I A NUEVA publicó en su número 10 un extenso artículo de G. KÜmovskv (GK en adelante), titulado "Ciencia e ideología", donde acusa repetidas veces de "reaccionarios" a quienes combaten al cientificismo y no creen en la objetividad de la ciencia actual. Afirma que esta ciencia y sus cultores son progresistas y teme que al combatirla se llegue fácilmente al fascismo y a delirios hitlerianos. Sería demasiado barato entretenerse en mostrar el sesgo ideológico de la mayoría de sus afirmaciones; ese artículo es un buen ejemplo en contra de lo que en él se sostiene. Pero un ejemplo no demuestra mucho, de modo que me limitaré a algunas observaciones sobre el fondo de la cuestión, que tiene honestamente preocupados a muchos intelectuales. ¿En qué medida es objetiva la ciencia? ¿Qué influencia tiene en ella la ideología? ¿Alcanza a "mancillar la Verdad"? Estos problemas pueden plantearse en abstracto o referidos a la ciencia actual. Centrar la discusión en las características ideales que la ciencia debería o podría tener, es un acto ideológico. Por motivos políticos, a los anticientificistas nos interesa la ciencia como es hoy: un capital de informaciones y experiencias —útiles e inútiles, confirmadas o no— acumulado y organizado a través del tiempo, muy controlado en su desarrollo mediante asigna-

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ción selectiva de fondos y prestigio, por fundaciones, universidades, consejos de investigaciones y otras instituciones cada vez más numerosas y poderosas, a cuyas reglas de juego de espíritu empresarial se adaptan los científicos, independientemente de sus ideas políticas. (No tengo más remedio que ser esquemático al extremo, para no alargar esto desmesuradamente). Creo que la ciencia actual está saturada de ideología a todo nivel, como cualquier otra actividad social, y que ella es muy visible en algunos niveles (usos de la ciencia) y en otros está más disimulada. Creo que la objetividad de la ciencia no consiste en eliminar los preconceptos ideológicos —cosa imposible— sino en explicitarlos; en impedir que se metan de contrabando. Creo que el científico debe hacer política no solo dentro de su partido, sino liberando su ciencia de ideologías opuestas a la que defiende fuera de su trabajo (y esto vale para todo trabajador, intelectual o no). Creo que sí no se aclara bien este problema, la ciencia va a servir más de estorbo que de ayuda para la construcción de una nueva sociedad. I I . - E n primer lugar, ¿qué quiere decir que la ciencia es ideológica? Me niego a empezar dando una o cuatro definiciones de "ideología" en abstracto. Ese es un viejo vicio ideológico que permite limitar de entrada la discusión al marco que se

desea. Las definiciones deben darse en función de los problemas q u e vayamos a analizar con ellas. El problema que está en juego aquí es la transformación de esta sociedad en otra. Se trata entonces de ver si hay una manera de hacer ciencia que ayuda a esta transformación y otra que la dificulta, y hasta donde llegan estas diferencias. Eso es lo que a mí me interesa usar para definir ideología en ciencia. Se trata de ver en qué grado la ciencia actual es "fiel al sistema", es cientificismo. Eso nos sugerirá los cambios necesarios para que deje de serlo. Nuestro problema se resume entonces en la siguiente pregunta práctica, política: " ¿ D e qué manera ayuda la ciencia actual a sostener el sistema social actual?". Dejaré de lado las respuestas más evidentes, y daré una lista de las que me parece más importante discutir: 1) Negándose a investigar los problemas del pasaje a nuevas formas de sociedad. Dando prioridad a estudios microsociales que solo tienen significado dentro de este sistema. Dando más prestigio a las ciencias físicas que a las sociales. Rehuyendo por autocensura todo tema de investigación que pueda comprometer la estabilidad del sistema. 2) Dando soluciones temporarias —"remiendos"— a los problemas más urgentes del sistema, para ganar tiempo. 3) Aceptando las categorías de


análisis, hipótesis y reglas tic juego de este sistema (ejemplos: uso del lenguaje monetario en Economía; publicación de resultados que ayudan a combatir la revolución, planteo de las torturas como problema psiquiátrico, etc.). 4) Demorando el control de afirmaciones con supuesta base científica en favor de esta sociedad y en contra de sus alternativas. 5 ) Estimulando el uso de métodos tic investigación mal adaptados para el estudio de las transformaciones sociales. ó) Contribuyendo a crear un mito de sí misma; idealizando al científico y al tecnócrata, y haciendo creer que ella basta para resolver los problemas de la sociedad mediante reformas "técnicas". G K clasificaría estas posibilidades en términos de los tres contextos de los cmpiriológicos: descubrimiento, justificación y aplicación; pero estas tres categorías tampoco son aceptables, pues tratan de separar lo que nos interesa ver junto. Se inventaron para dar realce al aspecto que más interesaba a esa escuela filosófica: la lógica, la verdad, el lenguaje. Se da a entender que los otros dos aspectos —descubrimiento o planteo de hipótesis y su aplicación práctica— no son tan esencialmente científicos. La Ciencia solo sería responsable de distribuir certificados de verdad o falsedad a las hipótesis que se plantean. Así G K no tiene inconvenientes en admitir que hay influencia ideológica en el contexto de aplicación — p u e s evidentemente el uso que se hace de la ciencia tiene un valor ético diferente para cada ideología— y aún en el de descubrimiento, aunque no en toda su amplitud. En cambio: " . . . no encuentro aspectos ideológicos que afecten la objetividad del conocimiento desde el punto de vista del contexto de justificación. La crítica epistemológica puede (subrayado mío) eliminar errores metodológicos . . .". Por lo tanto un científico que se límite a actuar como juez de la verosimilitud ele hipótesis que alguien le presenta, puede ser objetivo. Pero no hoy. Huelga recalcar la importancia política que tiene esa concepción del científico pasivo que se limita a despachar los pedidos de "control de calidad" de sus clientes. Propondría crear un cuarto contexto para incluir éste y otros usos, no de re-

sultados científicos, sino de la imagen de la ciencia —como en 6 ) — : el contexto de mistificación. No nos dejemos mistificar: elegir los problemas que va a investigar es una de las actividades esenciales de la ciencia —son muchos por cierto los que opinan que la ciencia avanza más cuando visualiza un problema nuevo que cuando lo resuelve—, y como toda elección, depende de la imagen del mundo que se tenga. Cuando los matemáticos, por ejemplo, eligen sus temas de investigación según criterios dados por su misma ciencia, están adoptando una postura ideológica que favorece al sistema: la ciencia como juego. Cuando se analizan los preconceptos de la ciencia, toda hipótesis debe tratarse simultáneamente desde tres puntos de vista: su importancia, su valor ético y su credibilidad (palabra más sincera que " v e r d a d " o "probabilidad"), lo cual es posible sólo si se la integra con otras hipótesis en un sistema, sumergido en un medio ambiente —el resto del m u n d o — sobre cuyas influencias se hacen otras hipótesis. En rigor, el punto de partida no debe ser la hipótesis, sino el problema, la pregunta. Yo me planteo, problemas por orden de importancia (primero, los que se refieren al cambio social y muy al último los de la Lógica Matemática); el C N I C T distribuye sus fondos según sus propios criterios de importancia, que no son los mismos. Algunas preguntas plantean directamente decisiones a tomar; otras son más generales y sirven de base para las primeras: su importancia deriva de aquéllas. Siempre con enfoque activo, constructivo: algo que se quiere resolver. Un problema no tiene verdad ni valor: solo importancia. Sus posibles respuestas podrían llamarse hipótesis y este enfoque implica que no se cía una sola, sino varias en competencia, lo cual es también una cuestión de objetividad. Así, plantear como hipótesis aislada que el control de natalidad facilita la lucha contra la miseria, es una trampa ideológica, no porque sea falsa —-en ciertas condiciones puede no serlo— sino porque quita visibilidad a otras alternativas de más valor, que se ven de inmediato si empezamos planteando el problema de eliminar la miseria. Los cientificistas dirán que nada prohibe plantear esas otras hipótesis, pero eso es contexto de

mistificación: el lenguaje "hipotético-deductivo" no lo prohibe, pero lo dificulta y eso ya es ideología. Son los criterios de asignación de importancia ios que quitan objetividad a la ciencia, tanto o más que el valor ético del uso que se hace de sus resultados y ellos no están limitados al contexto de descubrimiento: están íntimamente ligados al de justificación, y por eso separarlos es hacer trampa. Veamos pues como aun en el proceso de testear hipótesis no hay objetividad. I I I . - E n primer lugar, no acepto tomar como única fuente de ejemplos a las ciencias exactas —y algunos microproblemas sociales—: en ese campo el problema de la objetividad existe pero tiene poca importancia hoy. Cuando las variables son pocas, fácilmente observables y controlables y puede usarse el método experimental, no hay mucho que discutir sobre la verificación de una hipótesis. Si se trata de explicar la revolución soviética, en cambio, no podemos confiar en los datos —dice G K que los datos "a veces" (comillas mías) no pueden ser tomados por la ciencia así como están— ni repetir los hechos variando un factor por vez. La interpretación de los resultados depende de la imagen del mundo que se tenga. Para los marineros de Colón, cada día que pasaba sin divisarse tierra era un nuevo " t e s t " de que hacia el oeste no había nada; para Colón era estar un día más cerca. Se dirá que estas interpretaciones no son científicas, sino, justamente, subjetivas. Pero ocurre constantemente que otras análogas, de importantes consecuencias p o l í t i c a s , son respaldadas por científicos reconocidos y aun eminentes, sin que la ciencia alce en bloque su voz indignada ante esa falta ele objetividad. Dicen los cientificistas que esas son situaciones temporales: la ciencia puede corregir poco a poco sus errores y aclarar estas piraterías, Yo también lo creo — p o r eso me dedico a la actividad científica— pero no dejo de observar en esto otra gran mistificación. Ella consiste en la oportunidad de esas correcciones y aclaraciones. Esos remedios demoran y mientras tanto los resultados se usan .Una hipótesis no necesita ser verdadera para ser usada como respaldo "científico" ele decisiones que

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pueden afectar a millones de personas. ¿Cuántas "leyes económicas" esgrimen los gobiernos y sus tecnócratas cuando su refutación científica no sería difícil (y en algunos casos, ya existe pero no se d i f u n d e ) ? Las teorías racistas podían haberse refutado más a tiempo. O a la inversa: las hipótesis marxistas no se analizaban en serio, por temor a que fueran confirmadas. El revisionismo histórico nos muestra casos espeluznantes. Hay miles de ejemplos de estas demoras, de un costo social inmenso (a otro nivel: ¿por qué se demoraron tanto las conclusiones sobre los efectos nocivos del tabaco?). Así pues, deducir qua la ciencia es objetiva porque puede acercarse a la verdad, es una mistificación si esa verdad va a llegar tarde cada vez que así conviene a los grupos dominantes. La demora, el momento conveniente para demostrar una hipótesis o corregir u n error, nunca ha sido considerado un concepto epistemológico interesante. No se calculan los costos sociales del uso u ocultación indebidos de hipótesis. Verdad científica, en la práctica, es lo que hoy afirman algunos científicos sin provocar gran escándalo entre sus colegas. La ciencia las controla en cierto orden y esas prioridades reflejan una ideología. En algunos casos, pues, la ciencia no trata ciertos problemas; en otros, demora el control de los resultados. ¿Qué objetividad es esa? IV. - Todavía debemos punto 5 ) , que es otra portante y poco visible baciones ideológicas: el métodos inadecuados.

analizar el fuente imde perturempleo de

Estoy poniendo en duda pues la eficiencia de los métodos usados en ciencias sociales. Eficiencia es u n término relativo, en un doble sentido: no estoy diciendo que los métodos usados habitualmente son malos para todo, sino para tratar el problema de la transformación de la sociedad; tampoco estoy diciendo que conduzcan necesariamente a resultados falsos, sino que no son los más adecuados y que su uso demora la obtención de resultados. Criticar una manera de hacer las cosas sin proponer otra mejor es difícil y antipático. Yo tengo el justificativo de haber propuesto otros métodos, pero eso no viene al caso y me conformo con que los ejem-

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píos siguientes se tomen solo como voz de alerta. a) Uso de métodos econométricos para estudiar el futuro. Se pronostica sobre la base del pasado; ¿hay algo más científico que eso? Pero es que la simple extrapolación ele algunas variables globales —estilo Hermán Kahn— implica la hipótesis de que no habrá ningún cambio cualitativo importante en el sistema social en el ínterin. Un cientificista dirá: "el futuro se encargará de demostrar la falsedad de esos pronósticos, si el métodej es malo". Pero mientras tanto se unen como instrumentos políticos, y aumentan así su propia probabilidad de cumplirse. Si la ciencia dice que el futuro va a ser así, se pierde ánimo para luchar por otra cosa. b) Uso de Matemáticas sofisticadas, copia de la que usa la Física o de teorías "puras" como la Topología. Como este tipo de matemática solo es capaz de tratar sistemas mucho más sencillos que una sociedad, se simplifica éste todo lo necesario, recortándole a la realidad todo lo que le sobra para caber en este lecho de Procusto. Por supuesto que así se retrasa todo posible aporte de la ciencia a la transformación social. Paralelamente, se buscan temas de investigación al revés: el cientificísta aprende una herramienta matemática novedosa y busca entonces en qué usarla. Así se explica el interés por los problemas del equilibrio general económico que nada tienen que ver con la realidad, pero sí con los teoremas de "punto fijo" (otro ejemplo, ya cómico, es el uso del operador de Schrodinger del oscilador armónico para calcular niveles de insatisfacción social, estudio financiado por la General ElectricTEMPO). c) Uso acrítico de la Estadística, que lleva a despreciar los problemas donde no hay u n universo homogéneo para extraer muestras, a introducir forzadamente variables cuantificables, a subestimar los aspectos cualitativos. Los tests de significatividad, el análisis factorial y demás instrumentos estadísticos se aplican mecánicamente, sin una verdadera comprensión de sus requisitos y limitaciones, y así gran cantidad de trabajos son de calidad muy dudosa. Estimula el estudio de microptoblemas. d ) Uso de teorías de moda por simple snobismo: Cibernética, Teo-

ría de Juegos, Informática son tomadas como panaceas con toda puerilidad. e) En general la hipótesis — n o corroborada por los hechos— de que la Física es el arquetipo de la ciencia y modelo en que deben inspirarse las ciencias sociales. Estas serían aún subdesarrolladas y deben crecer imitando a su hermana mayor. Hay aquí un fenómeno de dependencia cultural muy curioso. Así se fuerza el uso de conceptos como linealidad, equilibrio o crecimiento uniforme, continuidad, reversibilidad, simplicidad y elegancia, que poco tienen que ver con los fenómenos sociales reales. Las pocas veces que se analizan sistemas dinámicos, se consideran como simples molestias los estados "transitorios", que son los únicos que existen ("precalentamiento" en simulación). La creación de consejos interdisciplinarios de investigaciones refuerza estas tendencias, pues como los dirigen siempre representantes de las ciencias más prestigiosas, sus criterios influyen sobre la asignación de recursos dentro de las sociales. f ) La insistencia en la objetividad —como opuesta a subjetividad— que fue crucial para el avance de la ciencia en otras épocas, desempeña hoy un papel ambiguo, pues hace desconfiar de todo método no sometible a verificación experimental en condiciones controladas. Sin embargo, para los grandes problemas sociales, el consenso de expertos puede ser hoy el único método práctico accesible y es muy beneficioso para el sistema actual que no se haya desarrollado con la misma prioridad que los tests y encuestas. Es curioso que solo las grandes corporaciones multinacionales lo usan impulsadas por la necesidad de analizar problemas del tamaño y complejidad de un país entero. Es concebible que — e n original ejemplo de las ''contradicciones del capitalismo"— ellas mismas sean pioneras en el desarrollo de instrumentos que se volverán en su contra (caso análogo es el de la Investigación Operativa). V. - Como se ve, la elección de métodos para refutar o confirmar hipótesis no es un proceso unívoco; contiene un buen grado de arbitrariedad típicamente ideológica. No estoy señalando la existencia de una conspiración internacional para emplear métodos poco adecuados a los


problemas de la transformación social, pero es evidente que ellos van a ser los más estimulados por "selección natural". Creo — n o puedo demostrarlo—• que si se hiciera "ciencia de la revolución" en gran escala, se haría evidente de inmediato la poca utilidad de estos métodos. P e r o p o r ahora, mientras se apliquen a problemas buscados ad hoc para ellos, tendrán suficiente éxito como para seguir haciendo perder el tiempo a muchos científicos sociales que por sus convicciones políticas deberían ocuparse de otra cosa. P o r lo tanto, también a través de la elección de métodos científicos hay u n a influencia de la ideología sobre la verdad. Que ella se exprese en general demorándola y n o falseándola, n o le resta importancia política. N o olvidemos tampoco que falsear la verdad no es cosa rara en ciencia. No me refiero solo a casos bien explotados publicitariamente, como el de Lisenko, sino al increm e n t o notable de la " p i r a t e r í a " cien-

tífica, motivada por el afán de ganar dinero. El adjetivo "científico" es usado con fines comerciales por miles de personas e instituciones que sostienen revistas, hacen congresos internacionales y, en general, son muy difíciles de distinguir de las "verdaderas". Todo esto se irá remediando y, algún día, en una especie de Juicio Final, la ciencia resplandecerá con toda la objetividad y la gloria que le desean los cientificistas y yo. Pero volvemos al problema del retardo: ahora es "la hora de la verdad". La ciencia actual está lejos de la verdad, pero su falta de objetividad no está en eso, sino en que está más lejos de la verdad justamente donde más le conviene al "establishment". La ciencia oficial — e l cientificism o — está adaptada a las necesidades de este sistema y es difícil que sirva en otro muy diferente sin traicionarlo. Eso no es más que tom a r en serio la tesis marxista sobre adaptación de la superestructura cultural a la base económica y tiene su

paralelo en la noción —despreciada por el desarrollismo, que es la cara política del cientificismo— que una fábrica puede ser muy útil en un sistema social y contraproducente en otro, según lo que produzca y según el método de producción. Moraleja: No disociar el pensamiento científico del político. Discutir con los compañeros de ideología cual será el contenido concreto de cada ciencia —temas y métodos— en el nuevo sistema y predicar y preparar ya el cambio allí. Pollo menos, encontrar cuáles son las cosas que no deben seguir haciéndose y combatirlas. Ir armando así una política científica fiel al nuevo sistema, donde la ideología aparezca como guía explícita, y no de contrabando, como ahora. O

Oscar Varsavsky nos propone el siguiente curriculum: «Soy ex profesor universitario, especialista en modelos matemáticos de las ciencias sociales; fui educado en Liniers».

¿Puede una pseudofilosofía aclarar el concepto de pseudociencia? Jacques Mehler El artículo de Mario Bunge sobre la pseudociencia, publicado en el número 2 / 1 9 7 0 de C I E N C I A N U E VA, es notable no solamente por sus errores metodológicos y su optimismo sobre la posibilidad de dictar normas sobre ciencia buena y ciencia mala, sino también porque es raro hoy día toparse con semejante cúmulo de p r e j u i c i o s v falacias. C I E N C I A N U E V A se publica en la Argentina, en donde 110 hay todavía una sólida tradición de psicología experimental o aplicada: los lectores merecen que se les advierta que, para u n gran número de psicólogos "científicos", los juicios de valor

emitidos por Bunge no son más que resabios del pasado. N o quiero detenerme en la primera parte del artículo, cuyos argumentos dogmáticos han sido ya demolidos por filósofos e historiadores de la ciencia. N o m e detendré tampoco en lo que Bunge dice acerca de la rabdomancia o de la parapsicología, cosas que no interesan a Bunge ni a mí y que él menciona, creo yo, tan solo para construirse blancos fácilmente vulnerables o para distraer la atención del lector de los aspectos verdaderamente importantes del problema. ¿Cuáles son estos aspectos? Tie-

nen que ver con sus ideas acerca de la psicología y el psicoanálisis. Bunge clasifica el psicoanálisis como una pseudociencia más, distinguiéndolo de la psicología y de su tecnología, la psiquiatría. H e aquí un pasaje clave: " E n primer lugar, las tesis del psicoanálisis son ajenas a la psicología, la antropología y la biología, y a menudo incompatibles con ellas. Por ejemplo: el psicoanálisis es ajeno a la teoría del aprendizaje, el capítulo más adelantado de la psicología. La hipótesis de una memoria racial inconsciente no tiene apoyo alguno en genética; la afirmación

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ele que la agresividad es instintiva y universal se contradice con la etnología y la antropología; la hipótesis de que todo hombre acarrea un complejo de Edipo está en contradicción con los datos de la antropología. Esto no sería grave si se tratara de puntos secundarios de la doctrina, pero son puntos importantes y, sobre todo, el psicoanálisis no puede apelar a la ciencia para eliminar esas partes de su doctrina, porque se presenta como una ciencia rival e independiente. "En segunda lugar, algunas hipótesis psicoanalíticas son incontrastables-, por ejemplo, las de la sexualidad infantil, la existencia de entidades desencarnadas dentro de la personalidad (el id, el ego, el superego) y del sueño como significativo de la vuelta al seno materno." Ya veremos más adelante que todos los datos que Bunge cita son falsos o por lo menos controvertibles. Por lo pronto, señalemos que Bunge mezcla sin ninguna justificación las escuelas psicoanalíticas: la teoría de Freud, la de Jung o cualquier otra, son para él blanco de una y Ja misma crítica. Esto no me parece aceptable. Mostrar las debilidades de un Jung para liquidar a un Freud es "tirar el bebé con el agua del baño". En segundo lugar, y para mejor replicar a Bunge, es necesario entrar brevemente en la historia de la psicología experimental, disciplina que tiene apenas un siglo de vida. Wundt descubrió en su laboratorio regularidades y describió procesos psicoló-

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gicos con todo rigor. W. James, más conocido por el público, desarrolló aspectos de la investigación experimental y dejó indicados los problemas a estudiar, las líneas a seguir, mencionando inclusive las limitaciones y las posibilidades de tal empresa. Ebbinghaus, la escuela de Wurzburg, Galton, etc., son los precursores de una psicología experimental moderna y dinámica. Fueron ellos quienes, a principios ele este siglo, acumularon los primeros y más importantes datos que se tienen acerca de la memoria, la atención, la percepción y el lenguaje. Probablemente esta primera época de la psicología, hasta los años veinte, fue la más fértil de su historia. Es interesante y notorio que el período de los años veinte a los años sesenta fue un período de crisis. Entre los trabajos de los teóricos que creyeron ver en el reflejo condicionado de Pavlov el "átomo psicológico" y las deducciones aberrantes de quienes se abocaron al estudio de la asociación verbal, miles de páginas fueron publicadas, leídas, digeridas. . . para desconcierto y desesperación ele los investigadores más creativos. Como bien dijo Harknv, uno de los psicólogos más destacados de este siglo, "no faltan por cierto argumentos que demuestren que la psicología de estos años no cesa de tender sintomáticamente a la más completa falta de interés" (H. Harlow, "Mice, Monkies, Men and Motives", Psychological Revieto, vol. 60, 1953). El por qué de este pesimismo,

compartido por los investigadores más serios y publicado en los mejores periódicos profesionales, se encuentra, a mi modo ele ver, en el movimiento behaviorista y una de sus consecuencias: el prejuicio antibiológico de los psicólogos de la primera mitad del siglo. Los positivistas lógicos y, especialmente, los operacionalistas, tuvieron enorme influencia sobre la psicología norteamericana. Los psicólogos norteamericanos creyeron, con desmesurado optimismo, que el método podía reemplazar a la investigación y que la simplificación normativa sería equivalente a esa otra de los científicos que eligen una hipótesis cuya finalidad es la simplificación misma y cuya validez depende de que, en efecto y en los hechos, simplifique. El behaviorismo negó la existencia de todo lo que en el momento no podía ser directamente medido: los sueños, la simboliza-, ción, el pensamiento, etc. "Si una medida se te hace difícil, niega el proceso subyacente" podría haber sido el lema de los behavioristas, "Y niega, sobre todo, lo que el comportamiento tenga de base biológica", puesto que todo comienza por la tabla rasa sobre la que la experiencia escribe como la tiza sobre el pizarrón. No puede sorprendernos que todo esto condujera, como lo veremos, a una teoría del aprendizaje, por definición falsa. Baste por ahora señalar que el behaviorismo no ha desaparecido totalmente, si bien es cierto que, dada la vitalidad de las nuevas corrientes psicológicas y lingüísticas y la importancia de la posición racionalista, se le presta cada vez menos atención. Si el behaviorismo llegó a asfixiar el estudio de la psicología, científicos con mejor formación epistemológica desarrollaron en Europa nuevas ramas, más válidas, de esta ciencia. En lugar de buscar en el aprendizaje y la asociación un método que se ajustara a sus prejuicios, Piaget estudió el desarrollo del pensamiento en el niño, Freud construyó una teoría del inconsciente, de los sueños y de la psicopatología, Chomsky hizo una teoría coherente del lenguaje, 1 V. Frisch, Tinbergen y sobre todo Lorenz profundizaron el estudio de 1 Si incluyo a Chomsky aquí es porque pertenece a la tradición racionalista.

Véase Cartesian Unguistics, N;:\v YorkLondon, 1966.


la determinación biológica del comportamiento animal. Todos ellos tienen algo que ver con la biología: Piaget y Freud empezaron como biólogos, Chomsfcy ha manifestado siempre su interés por las bases biológicas del lenguaje, y, naturalmente, los etólogos son tan biólogos como psicólogos. En definitiva, una de las cosas que llevó a muchos psicólogos a alzarse contra el behaviorismo fue la constatación del divorcio que existe entre esta tendencia y la biología. Y uno de los ataques más feroces a la psicología del aprendizaje, cuya influencia demoledora puede solamente compararse a la de las publicaicones de Chomsky, fue escrito p o r un fisiólogo famoso, K. Lashley, bajo el título de "Problems of serial order in behavior". 2 Bunge rechaza el psicoanálisis por considerarlo incompatible con la biología. Aprueba en cambio una psicología que, por su m é t o d o y por su ideología, es antibiológica. H a y que reconocer que a veces la lógica del filósofo no coincide con la del científico y quizás sea por eso que, en ciencia, a veces se p r o g r e s a . . . Rechazar el psicoanálisis porque éste no toma en cuenta la teoría de] aprendizaje (una de las ramas más retrógradas de la psicología) es demostrar que uno no sabe lo que dice. Bunge acusa al psicoanálisis de postular una memoria racial, lo cual es incompatible con la biología y la genética. P e r o la memoria racial es uno de los postulados de tan solo una escuela psicoanalítica y de una escuela del todo marginal que nada tiene que ver con la escuela freudiana ni con la escuela post-freudiana. A este respecto, y dejando bien aclarado que en mis teorías no hay lugar para una memoria racial, nót e s e l e el hecho de que una afirmación de una ciencia en gestación no s e a _ corroborada por una ciencia más desarrollada, no demuestra nada. Cuando H e b b postuló ciertas estructuras cerebrales en base a sus estudios sobre la percepción, los neurofisiólogos no lograron hallarlas. ¡Qué divertido si H e b b hubiera abandonado su punto de vista en base a consideraciones a la Bunge! Bunge sostiene que no hay ninguna prueba (sino negativa) de la supuesta base instintiva de la agresión. 2 Hixon Symposiutn OH Cerebral Mechamsms in Behavior, L. A. Teffress Editor, Wiley & Sons, New York, 1951

Bunge debiera estar mejor informado. Si Bunge hubiera leído, aun superficialmente, un número cualquiera de las revistas sobre el comportamiento animal o si hubiera leído el libro de Lorenz, o el debate entre Lorenz y Tinbergen, habría comprendido que lo que afirma en su artículo no tiene defensa. Es cierto que nadie ha demostrado que la agresión sea innata y universal, pero lo que se puede afirmar es que los mejores investigadores mundiales están considerando hoy seriamente la posición que Bunge impugna por ralta de pruebas. Me pregunto qué quiere decir Bunge cuando afirma: "Algunas hipótesis psicoanalíticas son incontrastables; por ejemplo las de la sexualidad i n f a n t i l . . . " . La única interpretación que logró dar a su afirmación demuestra que su posición es arcaica: Bunge no pareciera creer que las teorías se hacen legítimas en base a las predicciones que son capaces de engendrar y a l a congruencia interna que son capaces de conferir a una disciplina dada. Para él pareciera no haber verificación posible sin una medida "a la voltímetro". Pero éste f u e el tipo de argumento que llevó, en los años treinta, a negar la existencia de los sueños, de las emociones como estados físicos con representación abstracta, etc. El gran aporte del psicoanálisis es de habernos enseñado que puede haber una lógica y una gramática de los procesos subyacentes de la emotividad y del pensamiento inconscientes. Ello es de una importancia científica y epistemológica enorme. No se^ trata de los detalles, sino del método en sí: Bunge no acepta que se postulen entes abstractos para poner orden en el caos ni que se verifique la validez de dichos entes en base a lo que son capaces de predecir y a la congruencia que son capaces de conferir. Pero, en tal caso, ¿cómo sobreviven, para Bunge, las demás ciencias experimentales? La metodología es la misma. Bunge critica — n o sin razón— la escasez de datos estadísticos acerca de la^ práctica psicoanalítica. Pero también aquí conviene proceder con más cuidado de lo que él lo hace. ¿Qué parámetros medirían la validez de un análisis? ¿Cómo medir el éxito de un tratamiento? Los tests propuestos por la terapéutica behaviotista ( W o l p e ) no presentan ningún interés. El hecho de interrumpir-

una eneuresis por medio de algunas ligeras descargas eléctricas no es índice de nada. Un test sensible a la eneuresis daría un resultado positivo aunque el paciente en lugar de orinarse, defecara. La estadística es necesaria pero no suficiente: lo que hace falta en las ciencias humanas son teorías que permitan aplicar la estadística según criterios no arbitrarios. Para terminar, quiero señalar otro aspecto importante de este debate que concierne a la aplicación de la metodología pura a una ciencia en formación. Es fácil pedir la axiomatización y la formalización. Pero muchas veces, sobre todo en terrenos poco conocidos, más vale encontrar en primer término los centros de interés, verificar las hipótesis de trabajo, estimar el valor pragmático de tal o cual afirmación, en lugar de imponer normas limitativas y esterilizadoras. Bunge marcha en una cruzada purificadora de un campo que, como todo campo científico en gestación, es criticable y maleable. Aun cuando pone el dedo en la Haga Bunge pareciera hacerlo más en defensa de un ideal personal que por el bien de la ciencia. Lo que yo me pregunto es si las alternativas que presenta Bunge la terapéutica behaviorista, Wolpe, Eysenck, etc.— no serán, en definitiva, una opción política propia de un medro. Estas corrientes, basadas en concepciones consideradas por la mayor parte de los psicólogos de hoy como esencialmente erróneas y peligrosas, son productos típicos de sociedades muy particulares en las que el control del comportamiento cuenta más que la comprensión del psiquismo y donde la no-adaptación es considerada como el desvío de una norma considerada esencial para el funcionamiento de las mismas. Quizás Bunge resulte él mismo ser un subproducto de un brain-washing lo bastante eficiente como para que ni se dé cuenta de lo que significa su apoyo de ciertos tipos de control. O

Jacques Mehler es Licenciado en Química de la UBA. Posteriormente realizo estudios de lingüística y psicología en la Universidad y realizó trabajos de pos t graduad o con Miller y Chomsky en Boston. Actualmente trabaja en el Laboratorio de Psicología de París y es director de la revista especializada Cognition.

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Llamado de científicos en ayuda de Vietnam La revista New Scientist y la Federación Mundial de Trabajadores Científicos, han dado a publicidad la siguiente carta: j u l i o de 1971 Estimado colega:

En junio de 1967 algunos de nosotrosj conjuntamente con el profesor C. F. Powell y Lord Bertrand Russell, actualmente fallecidos, dirigimos a los científicos de todo el mundo un llamado para donar fondos para ayudar a los científicos de la República Democrática de Vietnam a reequipar sus laboratorios y así compensar en alguna medida el efecto de la guerra de Vietnam. En este llamado señalamos que la tecnología avanzada de una gran nación industrial está siendo empleada en la destrucción sistemática de los magros recursos d e un país pobre en vías de desarrollo.

Como resultado de este llamado,

unos 700 científicos de dieciseis países donaron un día de sus salarios y se recaudaron cerca de 6.000 libras esterlinas. Nuestros colegas vietnamitas han expresado gratitud por lo realizado. Sin embargo, la contribución era obviamente pequeña en relación con las necesidades. La guerra no ha terminado. Se ha extendido en cambio a toda la Indochina y el área se ha convertido en un vasto campo de pruebas para nuevas armas de guerra que incluyen a defoliantes que produjeron daños incalculables a la ecología de grandes regiones. Recientemente, durante la visita de una delegación científica internacional enviada por la Federación Mundial de Trabajadores Científicos, la principal organización de científicos vietnamitas —la Asociación para la Propagación de la Ciencia y la Tecnología— preparó una lista de equipos necesarios en forma urgente en sus laboratorios que han sido evaluados en una cifra aproximada a las cien mil libras. Existe además una necesidad urgente y sostenida de

. R. Beckwith, Harvard Medical School, Cambridge, Estados Unidos; P. Biquard, Secretario general de la Federación Mundial de Trabajadores Científicos, Francia; Bayd-Orr, Premio Nobel de la Paz 1949, Gran Bretaña; E. H. S. Burhop, Presidente de la Federación Mundial de Trabajadores Científicos, Gran Bretaña; N. A. Chomsky, Massachusetts Institute of Technology, Estados Unidos; G Cortini, Universitá di Napoli, Italia; D. M. Crowfoot-Hodgkin, Premio Nobel de Química 1964, Gran Bretaña; J. H. de Haas, Universidad de Leiden, Holanda; A Kastler, Premio Nobel de Física 1966, Francia; G. Kolko, York University, Ontario, Canadá; A. Lacassagne, Universitá de París, Francia; E. Lederer, Instituí, de Chimie, des Substances Naturelles, Francia; S. E. Luria, Premio Nobel de Medicina 1969, Estados Unidos; I. Malek, Instituto de Microbiología de Praga, Checoeslovaquia; P. Morrison, Massachusetts Institute of Technology Estados Unidos; J. Needham, Gonville and Caius College, Cambridge, Gran Bretaña; J. B. Neilands, University of California, Berkelev, Estados Unidos; G. P. S. Occhialini, Universitá di Milano, Italia; A. I. Oparin, Director del Instituto Bach de Bioquímica, Moscú, U.R.S.S.; L. Pauling, Premio Nobel de Química 1954, Premio Nobel de la Paz 1962, Estados

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todo tipo de equipo para la enseñanza de las ciencias. Creemos que muchos de nuestros colegas querrán concurrir a este llamado. Constituye un modo concreto de expresar nuestra profunda desaprobación por el modo en que los desarrollos más elaborados de la ciencia y la tecnología modernas se usan en un intento de imponer a los vietnamitas una forma de gobierno aceptable para el gobierno de los Estados Unidos. Invitamos a científicos de todo el mundo a unirse con nosotros y efectuar donaciones que permitan el envío de equipos científicos y de enseñanza a nuestros colegas vietnamitas. El dinero donado debe ser enviado al doctor W. A. Wooster, Treasurer, c/o W. F. S. W., 40 Goodge Street, London WIP LFH, Gran Bretaña. Los cheques deben ser endosados a "Vietnam Appeal Account". Dada la urgencia de las necesidades, le pedimos que responda prontamente a este llamado.

Unidos; M. J. Pentz, The Open University, Gran Bretaña; E. W. Pfeiffer, University of Montana, Estados Unidos; M. R. Pollock, University of Edimburg, Gran Bretaña; M. Ptashne, Harvard University Cambridge, Estados Unidos; A. Quispel, Universidad de Leiden, Holanda; S. Rose, The Open University, Gran Bretaña; T. Rosebury, Fort Detrick Biological Weapons Institute (ex-Director), Estados Unidos; L. Rosenfeld, Nordic Institute for Theoretical Atomic Physics, Copenague, Dinamarca; L. Schwartz, Ecole Polytechnique, París, Francia, V". W. Sidel, Albert Einstein College of Medicine, Nueva York, Estados Unidos; P. Siekevitz, Rockefeller University, Nueva York, Estados Unidos; S. Smale, University of California Berkeley, Estados Unidos; R. L. M. Synge, Premio Nobel de Química 1962, Gran Bretaña; A. Szent-Gyorgyi, Premio Nobel de Medicina 1937; G. Toraldo di Francia, Universitá di Firenze, Italia; G. Wald, Premio Nobel de Medicina 1967, Estados Unidos; W. F. Wertheim, Universidad de Amsterdam, Holanda; M. H. F. Wilkins, Premio Nobel de Medicina 1962, Gran Bretaña; W. A. Wooster, Fellow of Peterhouse, Cambridge, Gran Bretaña; S. Husain Zaheer, Council For Scien tifie and Industrial Research, India.


Para hacer más directa la discusión sobre la problemática de la ciencia y la técnica en la Argentina, CIENCIA NUEVA organizó una Mesa Redonda a la que siguieron las conferencias de Manuel Sadosky, Conrado Eggers Lan y Oscar Varsavsky.

El ciclo continuará con las opiniones de Rolando V. García

el martes 26 de octubre

Tomás Moro Simpson

el viernes 12 de noviembre

Que posibilidades . tiene, el . „,. desarrollo científico . 611.13 , Argentina de hoy Siempre en el Centro de Estudios de Ciencias, Chile 1 4 8 1 , a las 19 horas. Entrada libre.


El cólera o los excesos del AMP cíclico

El cólera asiático y la peste bubónica fueron los flagelos más temidos de la humanidad. El cólera sigue siendo responsable, de miles de muertes anuales y actualmente vivimos la no* vena pandemia de cólera que se inició en 1960. Históricamente, el tratamiento de esta enfermedad marcó un hito en la terapéutica moderna, ya que se inventó para combatirla el método de restitución de fluidos por vía endovenosa y el control de la acidosis metabólica. En la actualidad, el descubrimiento de la exotoxina colérica, la proteína responsable de la sintomatología de la enfermedad, y la dilucidación de su mecanismo de acción, constituyen uno de los capítidos más apasionantes de la bioquímica y la biofísica de los procesos de transporte de iones a través de membranas biológicas.

El cólera es una enfermedad infecciosa aguda caracterizada por un comienzo abrupto con vómitos, náuseas y una extraordinaria diarrea que ocasiona inmediatamente una severa deshidratación y pérdida de electrolitos que se reflejan clínicamente por el estado soporoso del paciente, su piel seca y arrugada, temperatura subnormal, calambres musculares severos en pies y piernas, hipotensión, oliguria y colapso circulatorio. La muerte del paciente puede ocurrir debido al colapso circulatorio inicial o como resultado de una insuficiencia renal aguda —por necrosis tubular— ocasionada por la deshidratación y el shock. En las heces de aspecto característico, blanquecinas y líquidas, se encuentran numerosos vibrio cholera. Quienes se recuperan lo hacen rápidamente y sin secuelas. El cólera asiático es la vibriosís entérica más importante de la patología humana. Probablemente el foco epidémico original ocurrió en Bengala v es endémica en los deltas del Ganges y del Brahmaputra. En el siglo xix comenzaron las pan-

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demias severas y son escasos los lugares del mundo a los cuales la enfermedad no haya llegado. Se supone que la fuente de contaminación más importante es el agua. El vibrio cholera es una bacteria Gram negativa que en preparados microscópicos fijados aparece como un bastoncito arqueado, en forma de coma. En las heces coléricas se lo encuentra espiralado pero esta morfología no se ha podido repetir en el laboratorio. Es un aerobio facultativo, extremadamente sensible a la acidificación del medio de cultivo y muy resistente a los medios alcalinos. Se lo encuentra en el agua, en la tierra y en la materia vegetal en descomposición. Robert Koch, famoso por sus estudios sobre el bacilo tuberculoso, fue también el descubridor del vibrio cholera durante la cuarta pandemia. Al descubrir en 1883 la relación etiológica entre el Vibrio y el cólera asiático, Koch defendió con gran intuición la hipótesis que se trataba de una intoxicación. Años después, Metchnikoff logró produ-

cir una enfermedad modelo al contaminar los pezones de conejas lactantes con vibrios y reproducir cóleras agudas en los conejitos amamantados. Conviene sin embargo recordar las condiciones en que Koch consiguió reproducir la enfermedad en el cobayo, ya que reflejan ciertos enigmas que aún quedan por explicar en la patogénesis de la enfermedad. Koch neutralizó primeramente el jugo gástrico —normalmente muy ácido— con bicarbonato y sólo después administró los vibrios mediante una cánula que llegaba hasta el estómago. Finalmente, para asegurar la implantación del foco infeccioso en el intestino del animal, recurrió al opio, una droga que es poderosamente constipante al inhibir el peristaltismo normal. Estas precauciones eran imprescindibles para asegurar que el vibrio cholera no fuera destruido por el p H bajo del estómago y para evitar el contacto con la saliva, que normalmente destruye a estas bacterias en minutos. Llama la atención que los pa cientes coléricos tienen la capacidad


vibriolítica de su saliva muy disminuida, hecho que se refleja en la positividad de los exámenes de muestras orales. Una vez franqueadas las barreras oral y gástrica —por mecanismos desconocidos— el vibrio queda en ¡a luz intestinal y nunca penetra en los tejidos. La autopsia de un paciente muerto por el cólera no revela nada significativo: el anatomopatólogo sólo encuentra signos de deshidratación y si la muerte fue por anuria, el riñon presenta la morfología macroscópica y microscópica típica de la necrosis tubular aguda. La mucosa intestinal está absolutamente intacta; los cambios patológicos que se describían en el pasado correspondían a procesos autolíticos post-mortem. El vibrio nunca invade el torrente sanguíneo (como lo hace la Salmonella typhi) ni destruye la mucosa intestinal (como lo hace la Shigella). La toxina colérica Si no destruye la pared intestinal, si no invade el torrente sanguíneo provocando una infección generalizada, ¿cómo es que actúa el vibrio cholera para causar el cólera? Prueba del total vacío conceptual en que se debatía la comprensión de la enfermedad hasta hace muy pocos años, es el capítulo que dedica al

cólera un clásico de la microbiología médica, el Bacterial and Mycotic Infections of Man, donde en su cuarta edición (1965) Kenneth Goodner, desesperado, pone directamente en duda el papel etiológico del vibrio cholera. La aplicación de los métodos de la microbiología y la bioquímica modernas al cultivo del vibrio cholera resultó en avances espectaculares. Se pudo demostrar definitivamente que la bacteria produce una exotoxina —es decir, una sustancia que es secretada activamente por la célula y que se acumula en el líquido de cultivo. Esta toxina resultó ser la responsable de todos los signos de la enfermedad: un filtrado acelular, estéril, de un cultivo de vibrio cholera permitió a Benyajati en 1966 reproducir la enfermedad en voluntarios humanos. Una dosis débil provocó una única deposición líquida y una dosis cuatro veces mayor determinó la instalación de una diarrea violenta de 48 horas de duración, que se interrumpió espontáneamente. Finkelstein c o n s i g u i ó recientemente aislar y purificar la toxina producida por el vibrio cholera. Resultó ser una proteína de 61.000 de peso molecular, bautizada colerágeno, que viene contaminada por una proteína antigénicamente i d é n t i c a , de 42.000 de peso molecular, pero incapaz de reproducir la enferme-

dad, llamada coleragenoide. Ambas proteínas, el colerágeno y coleragenoide, son antígenos excelentes, de modo que dada la equivalencia anttgénica entre ambos, el coleragenoide inocuo se podrá utilizar como vacuna para producir anticuerpos contra la toxina. El colerágeno es el responsable d e la alteración básica del enfermo colérico: la diarrea descomunal y desastrosa que lo deshidrata y lo priva de electrolitos fundamentales para el normal funcionalmiento de sus células. El líquido que se pierde por vía intestinal es pobre en proteínas y tiene el doble de la concentración plasmática de bicarbonato y una concentración media de potasio que es cuatro veces mayor a la del plasma normal. Todos los signos clínicos provienen de la pérdida de este líquido a velocidades pasmosas que exceden el litro por hora. La pérdida de agua da los signos de la deshidratación; la pérdida de K y de Na, los calambres, el colapso circulatorio y el estado soporoso; la pérdida de bicarbonato, la acidosis metabólica. Todos los signos y síntomas se corrigen restituyendo por vía endovenosa todo el agua y todos los electrolitos que el paciente ha perdido desde que comenzó la enfermedad y una vez corregido el déficit se le debe reponer lo que continúa perdiendo. Esto resulta fácil en lugares donde existen

Expansión mundial del virus colérico desde 1961 basta la fecha.

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• soluciones electrolíticas estériles en cantidades suficientes, pero extremadamente difícil de realizar precisamente en los lugares donde el cólera es endémico, la India y el Pakistán. Aun con un tratamiento antibiótico efectivo, un paciente colérico requiere la transfusión de por lo menos 10 litros de soluciones electrolíticas endovenosas. Cabe s e ñ a l a r que en 1832 Latta publicó en la revista médica Lancet, de Londres, el primer tratamiento del cólera con soluciones acuosas endovenosas y recién en 1911 Selkrds y Shalceles descubrieron la utilidad del bicarbonato endovenoso para corregir la acidosis metabólica (por pérdida de bases) que experimenta el colérico. De estas dos observaciones claves se pudo estandarizar luego la terapia acuosa y electrolítica para las diarreas de cualquier etiología, sobre todo para las diarreas infantiles.

La toxina de moda: el AMP cíclico Los fisiólogos pudieron reproducir en los animales de experimentación y en preparados de intestino aislado, todos los efectos del cólera utilizando la toxina purificada. Aplicado en la luz intestinal, el colerágeno determina el pasaje masivo de agua, bicarbonato y cloro a la luz. La ab. sorción de glucosa y la absorción de sodio estimulada por la glucosa son normales. Este hallazgo permitió recientemente el tratamiento del cólera en lugares remotos de la India mediante la ingestión oral de soluciones electrolíticas conteniendo glucosa. Lo notable de estos efectos de la toxina del vibrio cholera es que reproducen exactamente aquellos provocados por el adenosinmonofosfato cíclico, o AMPc, o aquellas drogas que como la teofilina, inhiben la destrucción del mononucleótido por la fosfoestearasa. La única diferencia entre la acción del colerágeno y la del AMPc o de la teofilina reside en que mientras la aplicación de estas últimas determina la alteración inmediata de los mecanismos de transporte de la mucosa intestinal, la toxina tarda en actuar unas tres horas. Los experimentos se sucedieron rápidamente: se comprobó que, efectivamente, la toxina actúa estimulando la síntesis de AMPc, ya que la

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adición de colerágeno a una mucosa máximamente estimulada con AMPc no aumenta la velocidad ni el tipo de transporte electrolítico y lo mismo en la situación simétrica. Por otra parte, la cicloheximida —una droga cjue inhibe la síntesis de proteínas citoplasma ticas de las células animales—• no inhibe el cambio de permeabilidad por AMPc o teofilina, pero inhibe completamente la respuesta a la toxina colérica. Este resultado confirmó la existencia de procesos transductores entre la llegada de la proteína tóxica y su efecto a través de la síntesis masiva de AMPc y permitió caracterizar por lo menos uno de ellos como la síntesis de una proteína específica. Pero las sorpresas de los fisiólogos no acabaron aquí. El vedetismo del AMPc sólo es comparable al de otro tipo de moléculas "mágicas", los ácidos grasos hidroxilados conocidos como prostaglandinas. Estas sustancias —cuyo papel fundamental en la fisiología de los vertebrados no se conoce aún con certeza— tienen entre sus muchos efectos farmacológicos y bioquímicos la propiedad de aumentar los niveles tísulares de AMPc. Si se inyecta una de las prostaglandinas (la F2a) por la arteria mesentérica del perro y se observa el comportamiento de un asa intestinal aislada, se comprueba que comienza una hipersecreción masiva de agua y electrolitos con la misma composición que la provocada por la toxina colerágena o el AMPc. La prueba final para implicar al AMPc en esta historia se realizó con una droga que inhibe la síntesis del nuclótido, el ácido etacrínico. Este inhibidor, que impide la síntesis de AMPc en las plaquetas humanas, bloquea completamente el efecto de la toxina, pero como en las dosis empleadas es un poderoso diurético, el efecto beneficioso con respecto a la toxina se ve anulado por la diuresis que ocasiona.

—en el hígado y en el músculo, el AMPc estimula la glucogenólisis por activación de la fosforilasa. La toxina colerágena provoca, al administrarse por vía endovenosa, un aumento rápido y prolongado de la glucemia, una elevación significativa de la fosfatasa alcalina de origen hepático y una hiponatremia prolongada; —la serotonina, la histamina y las protaglandinas inyectadas subcutáneamente provocan una intensa dilatación capilar mediada por el AMPc. La inyección subcutánea de la toxina tiene iguales efectos. Por lo tanto, la exotoxina del Vibrio cholera es capaz de estimular la síntesis de AMPc en todo tipo de célula y el hecho que produzca en el balance hídrico y salino el desastre que la caracteriza clínicamente se debe exclusivamente al tipo de estructuras a las que tiene acceso desde la luz intestinal. Poco se puede agregar a los aspectos terapéuticos del cólera asiático. La prevención de la enfermedad sólo se alcanza con revoluciones sanitarias en los países donde el cólera es endémico y las revoluciones sanitarias parecen depender de revoluciones políticas, si se juzgan las cifras comparativas del cólera en la India, Pakistán y China en los últimos 20 años. La vacunación con vibrios muertos en solución acuosa fenolada parece ser razonablemente efectiva para p r e v e n i r epidemias, siempre y cuando el 80 por ciento de la población esté vacunada, requerimiento que de por sí vuelve utópica su utilidad. El coleragenoide teóricamente será la vacuna del futuro, pero también solucionará los problemas individuales, protegerá a aquellos que se lo puedan aplicar. Situación que no parece ser la que rige para los millones de personas que anualmente se enferman de cólera en el mundo. O

Establecida la m e d i a c i ó n del AMPc en los efectos coléricos, otros experimentos se sucedieron: —la lipólisis de las células adiposas está mediada normalmente por el AMPc. La toxina efectivamente promueve esa lipólisis y lo hace con tanta eficiencia que en la actualidad el colerágeno se dosa por su efecto lipolítico;

Bibliografía Finkelstein R. A. y Lospalluto J. J.: Journal of Experimental Medicine 130: 185 (1969); Journal of Infectious Distases 121: 563 (1970). Finkelstein et al: Journal of Clinical Irtvestigatíon 50: 312 (1971). C. C. j . Carpenter: American Journal of Medicine 50: 1 (1971).

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El ajedrez de fantasía y el problema de las n damas Manuel Risueño

Ya en un artículo anterior 1 aludimos al "fairy chess", expresión que tradujimos por "ajedrez de fantasía", y explicamos que esta expresión se refería a problemas o juegos de ajedrez que utilizan mayor cantidad de piezas que las normales, o piezas nuevas con distintos movimientos, tableros de otras formas o dimensiones, mates ayudados y automates, etcétera. Hoy vamos a dar algunos detalles adicionales sobre este tipo de ajedrez y luego nos referiremos brevemente al problema de las n damas, ya indicado también en un artículo anterior, 2 pues hay entre ambos temas unas vinculación que oportunamente indicaremos y que es debida a un distinguido profesor e ingeniero argentino. Comenzando con los juegos de ajedrez que utilizan mayor cantidad de piezas que las normales, tenemos en la figura 1 un simple mate en dos en que las fuerzas blancas disponen de dos damas, tres alfiles y tres caballos, en tanto que las negras tienen ¡no menos de cinco torres! Este exceso de piezas se justifica porque el problemista ha podido así dar forma material a una idea estratégica que es muy difícil realizar con un número menor. El número de piezas que se ha inventado con movimientos distintos es muy grande; posiblemente la más conocida de todas sea el maharajá, que combina los movimientos de la dama y del caballo. Esta pieza es tan poderosa que existe un juego, llamado el maharajá y los ctpayos en que un jugador dispone de una sola pieza, el maharajá, y el otro de las 16 piezas comunes del ajedrez, con sus

N° 1

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Mate en dos jugadas

movimientos usuales. El maharajá gana si logra dar mate al rey enemigo y los cipayos, a su vez, si logran capturar al maharajá. Aunque los cipayos pueden forzar la victoria si van avanzando en formación cerrada y en tal forma que todas las piezas se defiendan mutuamente, hasta encerrar completamente al maharajá, es tanta la movilidad y potencia de éste, que el juego muchas veces se decide a su favor. En forma análoga se han introducido piezas que combinan los movimientos de la torre o del alfil con los del caballo, llegando al extremo en un juego inventado a mediados del siglo pasado en que absolutamente todas las piezas del tablero, hasta los peones, combinaban sus

1 CIENCIA NUEVA N? 8, p. 51, nota 1. 2 CIENCIA NUEVA N? 5, p. 16.

movimientos propios con los del caballo. Pero la invención de los aficionados no se detiene allí; otro ejemplo lo constituyen los caballos reflejantes, inventados por el problemista R. Cheney, de Rochester, Estado» Unidos, tales como los que intervienen en el problema indicado en la figura 2. Estos caballos se mueven como los caballos comunes, pero mientras están detenidos reflejan el poder de todas las piezas (amigas o enemigas) que se encuentran a un salto de caballo de distancia. Por ejemplo, en la figura 2, el caballo reflejante de la casila f 7 ( o 7A, según la notación que se emplee) puede moverse a h6 ( 6 T ) y reflejaría luego la torre negra que está en g8 (1C) y daría jaque. Las negras se verían obligadas a contestar a este jaque y una de las maneras de hacerlo sería moviendo la torre de manera de destruir el reflejo. También el problema de la figura 3 utiliza una pieza no ortodoxa, que se obtiene por promoción del peón; esta pieza es el saltamontes que puede moverse horizontal, diagonal o verticalmente, pero siempre saltando por sobre una pieza (amiga o enemiga) y atacando únicamente la casilla siguiente. En el ejemplo dado, después de la jugada clave: l P h 8 (o P8T) convirtiéndose en saltamontes, esta pieza atacaría únicamente a la casilla f6 (o 6 A ) , pero si luego se mueve la reina, pasará a atacar la casilla b2 ( 2 C ) debido a la presencia del caballo en c3 ( 3 A ) . Otra variante es la que tipifica el problema indicado en la figura 4; en ajedrez común el mate en dos jugadas es facilísimo, pero aquí se

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N°3

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Mate en dos jugadas

trata de un ajedrez "con democión"; cada vez que una pieza (excepto el rey y los peones) se mueve, al terminar la movida pasa a ser la pieza más débil siguiente: la reina pasa a torre, las torres a alfiles, los alfiles a caballos y los caballos a peones. Estos, a su vez, pueden ser promovidos al llegar a la última fila, como en el ajedrez común; como consecuencia, los caballos no se pueden mover a la primera o última fila, porque se transformarían en un peón imposible. Como ejemplo de variaciones en la forma del tablero, daremos el problema de la figura 5, en que el tablero debe considerarse como que se extiende infinitamente en toda dirección. Otras variantes son el ajedrez "cilindrico" en que se supone que las dos columnas verticales extremas (las llamadas torre rey y torre dama) son continuas, de modo que puede pasarse del lado izquierdo del tablero al derecho y viceversa. Así, por ejemplo, un peón en a4 (4TD) no sólo ataca la casilla b5 (5CD), sino también la casilla h5 (5TR) y un caballo en 4TD, además de las 4 casillas que ataca en el ajedrez común, atacaría otras cuatro en las columnas g y h (CR y TR) como si ocupara una casilla situada a la derecha de h 4 ' ( 4 T R ) . También se ha jugado el ajedrez "de Moebius", análogo, pero en que la unión de las columnas extremas se produce a la inversa, es decir, siendo al vecina de h8, a2 de h7, etc. En este caso, el peón de a4 ( t T D ) , además de la casilla b5 ( 5 C D ) , atacaría también la casilla Ii4 (4TR) y un peón en su casilla ordinaria (a2 o 2TD), atacaría la casilla h6 (6TR)! Aquí, el ejemplo máximo de fantasía lo constituye, a juicio del autor,

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i Mate en dos jugadas

un juego de ajedrez que utiliza dos tableros, comenzándose con todas las piezas ubicadas en uno de ellos en la posición usual. La particularidad consiste en que al realizarse una movida, la pieza desaparece del tablero inicial y aparece en el otro tablero, en la casilla correspondiente a aquella en que hubiera terminado su movida en el primero. Por ejemplo, un peón situado en a4 ( 4 T D ) que avanza un paso, aparecería en la casilla a5 (5TD) del otro tablero. Lo interesante de este juego es que las fichas de un mismo tablero no tienen ninguna influencia mutua y sólo las afectan las que están situadas en el otro tablero. En el ejemplo dado, el avance de un paso del peón puede producirse igual si la casilla a5 (5TD) del mismo tablero está ocupada o no; lo único que interesa es que esa casilla esté desocupada en el tablero de llegada. Análogamente, ese peón no puede capturar ninguna pieza enemiga situada en b5 (5CD) del mismo tablero, pero sí a una situada en esa casilla del otro. Los jaques los dan las piezas del otro tablero. El número de variantes es muy grande, habiéndose probado inclusive el uso de tableros circulares, con piezas que se mueven siguiendo la circunferencia y otras que lo hacen radialmente, existiendo en algunas variantes una casilla central, en la que se hace posible que las piezas que se mueven radialmente puedan pasar a un radio distinto. En New Scieritist3 se publicó un interesante artículo en que se trata de interpretar el poema "Jabberwocky" de Lewis Carroll'1 en términos de un ajedrez circular. Finalmente, podríamos referirnos a los mates ayudados y a los auto-

Mate con democión en once jugadas

mates. En todas las variantes anteriores, si bien hemos usado problemas como ejemplos, es perfectamente posible jugar partidas completas dentro de cada variante; los mates ayudados y los auto-mates, en cambio, se aplican sólo a problemas. Los mates ayudados son problemas en que ambos bandos cooperan para dar mate al rey negro; generalmente se caracterizan por estar éste bastan te aislado en el centro del tablero v la dificultad del problema estriba en determinar cómo, cooperando ambos bandos, se le logra restringir su movilidad hasta hacer posible el mate en el número especificado de jugadas. En los auto-mates, las blancas deben obligar a las negras a una serie tal de jugadas, que se vean forzadas a dar mate a las blancas. E n la figura 6 damos un ejemplo que tiene la complicación adicional que es un "doble maximate", es decir, que ambos bandos están restringidos a la moyida más larga. En la posición de la figura 6, la primera jugada blanca tendrá que ser la de uno de los cabalíos, por ser esta movida más larga que el avance de una casilla que pueden hacer los peones. Debe entenderse que una movida diagonal es más larga que una movida horizontal o vertical de igual número de casillas; en este problema no se presenta la dificultad de determinar si una movida diagonal de cinco casillas debe considerarse más larga o más corta que una horizontal o vertical de seis casillas.

s Edición del 27 de mayo de 1963 p. 607. 4 "Througli the Lookkig-GIass", segunda parte de "Alice in Wonderland", capítulo 1. '

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En el próximo artículo daremos la solución de estos seis problemas, compuestos por G. M. (Geoffrey Mott-Smith), quien los publicó en un artículo aparecido en Games Digest de diciembre de 1938 (vol. 2, n° 4 ) , págs. 24-26. Las /i d a m a s El problema cíe las n damas, según lo indicamos al hablar del problema de las n torres en un artículo anterior de C I E N C I A N U E V A 5 , consiste en colocar n damas o reinas de ajedrez en un tablero cuadrado de n casillas por lado, de tal manera que no se ataquen mutuamente. Como en el caso de las n torres, hay una notación muy compacta para indicar las soluciones: como no puede haber más de una dama por columna —pues de haberlas se atacarían mutuamente—• y debe haber necesariamente una dama por columna para alcanzar el total de «, basta indicar un número, en que los sucesivos dígitos denoten las filas horizontales en que estarán situadas las damas en las respectivas columnas. Por la misma necesidad de evitar el mutuo ataque, estos dígitos no pueden repetirse, de modo que el número de cada solución representará una permutación de los primeros « números.® Naturalmente, no todas las permutaciones constituirán soluciones, porque en algunas de ellas las damas pueden aún atacarse diagonalmente. Rouse Ball 7 indica un método sugerido por el Dr. S. Günther en 1874 para determinar el número total de soluciones mediante la expansión de un determinante de orden n; pero como estos determinantes tienen «! términos, es fácil apreciar que el método en sí carece de eficacia práctica. Sin embargo, sirve de base para un procedimiento relativamente simple para pasar de las soluciones para un caso n a las del caso « + 1. Con este método se ha establecido el siguiente número de soluciones fundamentalmente diferentes: Para n — 1, el probelma evidentemente carece de sentido y es fácil comprobar que no puede haber soluciones para n = 2 ni para n = 3. Para n — 4, hay una sola solución fundamental: ( 3 1 4 2 ) ; para n = 5, hay dos: 14253 y ( 2 5 3 1 4 ) ; para n — 6, una sola; ( 2 4 6 3 1 5 ) ; para n — 1 hay seis: 1357246, 3572461, (5724613), 4613572, 3162564, (2574136) y

N° 5

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m Doble maximate en dieciocho jugadas

para « = 8, doce: 41582736, 51586372, 42586137, 42736815, 42736851, 42751863, 42857136, 42861357, 46152837, (46827135), 47526138 y 48157263. En todas éstas hemos encerrado entre paréntesis las soluciones que, por tener un elemento de simetría, dan origen a sólo cuatro soluciones por reflexión o rotación, y entre corchetes a las que tienen dos elementos de simetría y, en consecuencia, clan origen a sólo dos soluciones diferentes; las restantes dan origen al grupo completo de ocho soluciones. Tomando este factor en cuenta, tenemos para n — 4, 2 soluciones; para n — 5, 10; para n — 6, 4; para n — 7, 40, y para n = 8, 92. Es interesante señalar que para el caso n = 5 se pueden combinar cinco de las diez soluciones, que tienen carácter cíclico (14253, 25314, 31425, 42531 y 53142) en un mismo tablero, sin que coincida ninguna

posición. Es así posible distribuir cinco reinas blancas, cinco negras, cinco rojas, cinco amarillas y cinco azules, en forma que ocupen totalmente un tablero de 5 X 5, sin que ninguna reina esté atacada por otra reina del mismo color. Análogas combinaciones son posibles para Tos casos n — 7, « = 11, etc. Es fácil demostrar matemáticamente que esta superposición completa de soluciones no es posible si ti es divisible por 2 o por 3. Sin eembargo, en el caso n — 6 se pueden combinar las cuatro soluciones existentes en un mismo tablero, y en el caso n = 8 también se pueden combinar seis soluciones en un tablero y agregar dos juegos más de 7 reinas, llenando así 62 de las 64 casillas con 6 juegos de 8 reinas y 2 juegos de 7 reinas, de tal manera que las reinas de un mismo juego no se ataquen mutuamente. Siguiendo para números mayores de n, para n = 9 hay 46 soluciones fundamentales; para « = 1 0 , 92; para « = 1 1 , 341; para « = 1 2 , 1766 y para n — 13, 1346. Como puede verse, no hay ninguna regla que relacione el número de soluciones con el valor de «, y aun hay casos en que al crecer n disminuye el número de soluciones. Si se consideran todas las soluciones dadas para los casos de n comprendido entre 4 y 8, ambos inclusive, se verá que en toda solución hay dos o más reinas que están "a salto de caballo" de otra reina. En otras palabras —y he aquí la relación entre la primera y la segunda parte de este artículo— el problema de los n maharajáes no tiene solución para n menor que 9. Tampoco la tiene para el caso « = 9, y recién una sola de las 92 soluciones fundamentales del caso n = 10 constituye a la vez una solución al problema de los n maharajáes. Ahora bien, esta solución fue descubierta por el aludido profesor e ingeniero argentino, clon Hilario Fernández Long. s En un próximo número la reproduciremos.

» N'' 5, p. 16. « Véase CIENCIA NUEVA N° 3, pp, 23-25. 7 Mathematical Recreations & Essays, edición de 1947, pp. 165-168. 8 Una breve reseña biográfica sobre el ingeniero Fernández Long puede encontrarse en CIENCIA NUEVA N- 9, p. 60.

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GO Club

Cuadrillas El señor Wade E. Philpott, a quien cité en mi artículo sobre "Cuadrillas", publicado en el N- 9 de CIENCIA NUEVA, me ha enviado con fecha 1? de julio una interesante carta en que me señala algunos estudios posteriores que modifican algunas de las afirmaciones contenidas en mi artículo: 1. Al numerar las soluciones diferentes correspondientes a la fig. 5, Schuh no observó que tres de las soluciones del primer tipo las había contado dos veces, de modo que el total de soluciones de ese tipo es de sólo 11 en vez de 14, y el total general de soluciones diferentes, de 26 en vez de 29. 2. La solución que da Schuh

para la fig. 8 es, efectivamente, única para esa figura, pero no es la única solución que tiene el máximo teórico de 24 ángulos. Hay otras figuras con soluciones conocidas que tienen este mismo número de ángulos, inclusive algunas que son simétricas. 3. Finalmente, con respecto a la serie de soluciones del tipo indicado en las figs. 1, 4 y 9, un artículo publicado en Matbematical Gazette, vol. 51, p. 187-290 (diciembre de 1967) y titulado "A General Quadrille Solution", da un algoritmo que permite extender una solución para el caso 4k —2, en forma de obtener una solución del mismo tipo para el caso 4(k + 1) —2. M. M. R.

Solución a metegol N 9 7 El hilo envuelto en el cubo que gira alrededor de uno de sus ejes, se sujetará sólo en aquellas aristas que no tienen puntos comunes con el eje de rotación. El hilo cubrirá la mitad (diagonal) de cada cara del cubo, es decir, la mitad de su área total. Si se hace girar el cubo sucesivamente alrededor de los cuatro ejes, usando un color distinto para cada eje, el cubo será cubierto en total dos veces (cuatro veces la mitad) y cada cara estará dividida en cuatro triángulos de un tono distinto formado por la combinación de dos colores como se muestra en la figura. Se obtiene seis tonos, o

sea, tantos como combinaciones de cuatro elementos tomados de a dos; en cada cara habrá cuatro tonos y las caras opuestas tendrán los mismos cuatro tonos, pero dispuestos en orden cíclico inverso

(Tomado de "One Hundred Problems in Elementary Mathematics" por Hugo Stemhaus, Basic Books, 1894.)

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El ingeniero Hilario Fernández Long utilizó las páginas de CIENCIA NUEVA para sembrar el virus del G O . Muy pronto radio, televisión, grandes diarios se ocuparon del juego oriental. En las facultades de Ingeniería y Ciencias las claves de su técnica circulan por las aulas y ya hay grupos de iniciados formados en los cursos de Fernández Long.. Uno de estos grupos propone crear un club del Go y propone a todos los interesados que contacten al señor Adalberto Modere, en el teléfono 21-0041,. interno 341. En numerosos países de todo el mundo existen clubes y asociaciones de Go; entre estas últimas cabe citar las de Austria, Checoeslovaquia, R. F. Alemana (29 clubes), Gran Bretaña, Holanda, Suiza y Estados Unidos (27 clubes). Los nombres de esas sociedades evocan a menudo importantes universidades, centros de investigación o empresas relacionadas con el trabajo científico tales como el University of Alberta Go Club, Go-Gruppe Bochum, Cambridge University Go Society, Beecham Research Laboratories Go Club, CERN Go Club, La Jolla Go Club, Univac Go Club, etc.

Metegol N 9 8 Primos De Cristina la edad así yo estimo es veinte menos que su mayor primo y cada primo —de los seis que tuvo— si le quito un cuadrado, queda un cubo. No hay dos que sean iguales, ¿adivina cuál es la edad más baja de Cristina? Pares Paseaba Carlomagno por sus lares con dos de sus primeros doce pares. "Si al valor que tenéis" —Carlos sostuvo "uno agregara me quedaría un cubo." "Si a este cubo un cuadrado le suprimo aun me quedará un par, Turpin, mi primo y si a este agrego un par que antes estuvo el valor otra vez tengo de un cubo." ¿Alguno en el futuro me diría con que pares estoy paseando hoy día? Cubos Un aguatero que cargaba un cubo a pensar un instante se detuvo: "A un cuadrado mi carga se aliviara si a otros dos sendos cubos entregara. El uno con su carga quedaría pero el otro cual yo se aliviaría." Es claro que el proceso se detiene con un cubo trivial, que nada tiene. Dar la carga, final y transitoria de los nueve aguateros de esta historia.


Cursos y reuniones científicas Cursos cu el C.E.C. En el Centro ele Estudios de Ciencias (Fundación de investigación Interclisciplinatia) comenzaron las actividades de su segundo cuatrimestre, con los siguientes cursos: Gregorio Klimovsky: La discusión sobre el objeto y los lundamentos de la lógica; Luis A. Boschi: Temas de cibernética; Curso colectivo sobre la molécula de agua y su participación en los procesos biológicos en el que participarán Enrique D'Alessio, Antonio Misetich, Lauta Levi, Roberto Fernández Prini, Catalina Rotunno y Marcelino Cereijiclo. Continuará un curso sobre Programación Cebel y su aplicación a la Empresa, con Amalia Torretta y Néstor Samegbini, Se dictará una conferencia a cargo de Juan Pablo Bezzini: Una página en la historia de la microscopía: La teoría d e Abbe; se realizará una mesa redonda con motivo del Sesquicentenario de la creación de la Universidad de Buenos Aires y se inaugurará u n ciclo de conferencias sobre Problemas filosóficos contemporáneos organizado por Gregorio Klimovsky. Continúan su trabajo los grupos d e estudio sobre Planificación Matemática a cargo de Oscar Varsavsky y el de Investigación y desarrollo industrial. Para informes e inscripción dirigirse a Chile 1481, 3 8 - 2 5 2 2 / 6 8 5 9 en el horario de 18,30 a 21.

Jornadas y cursos sobre vacío El Programa Multinacional de Metalurgia ( O E A - C N E A ) , con el patrocinio de la Sociedad Argentina de Metales y Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires, organizará entre el 27 y el 30 de setiembre próximos las Jornadas sobre la ciencia, la técnica y las aplicaciones del vacío. Se ha establecido el siguiente programa: Lunes 27, a las 17,30, acto inaugural y conferencia a cargo del doctor Rointan F. Bunshah; martes 28, a las 9, Gases en metales; a las 14,30, Metalurgia (hornos y aceros)-, miércoles 29, a las 14,30, Apicaciones en física, Criogenia y Recubrimiento; a las 18, Tecnología del vacío; jueves 30, visita a los laboratorios de metalurgia de la CNEA; a las 14,30, Simulación espacial, Impregnación y secado, Aceites aislantes, Liofilización; a las 18, Acto de cierre. La jornada de apertura tendrá lugar en la sede de la CNEA, Libertador 8250; las restantes en la Sociedad Científica Argentina, Santa Fe 1145. Del 4 al 8 de octubre se realizará además, un curso sobre tecnología del vacío, para técnicos de la industria. Mayor información sobre las actividades aquí expuestas puede obtenerse dirigiéndose al ingeniero Arnoldo Ley, Comisión Nacional de Energía Atómica, Av. del Libertador 8250, Buenos Aires.

Nuevos cursos en el CAI El 17 de setiembre comenzarán dos nuevos cursos del ciclo que realiza el Centro Argentino de Ingenieros. Diseños y distribución de plantas industriales, a cargo de los ingenieros Pablo Tanzer y Américo Ghiolcli ( h ) y Modelos de decisión en sistemas industriales, a cargo del doctor David Jacovkis y el ingeniero Roberto Schteingart. Puede requerirse información al CAI, Cerrito 1250, 2? piso, Buenos Aires o a los teléfonos 42-9520 y 41-3630.

Computación aplicada en la UTN El Centro de Cálculo de la Universidad Tecnológica Nacional, Medrano 971, Buenos Aires, T. E. 88-1063, organizará del 13 al 20 de octubre próximo, las Primeras Jornadas Latinoamericanas de C o m p u t a c i ó n Aplicada a la Ciencia y a la Ingeniería. El temario previsto incluye Matemática aplicada, Aplicaciones en las ciencias, Aplicaciones en la inge-

niería, Sistemas y lenguajes de programación, Enseñanza. También en la Facultad Regional Santa Fe, de la UTN, se ha creado recientemente un Centro de Cálculo que ha puesto en marcha la primera audición radial dedicada a la Computación. Sale al aire todos los miércoles a las 12 horas por LRA 14, Radio Nacional Santa Fe, en la frecuencia de 540 kilociclos por segundo.

Planeamiento en la construcción E n la segunda quincena de setiembre se realizarán los siguientes cursos, organizados por ei Centro de Estudios de la Construcción; Port aplicado a la construcción (arquitectecto Alberto W o l t e r ) ; Organización, programación y control de proyectos industriales y civiles (ingeniero León K o n ) ; Planeamiento financiero de la construcción (licenciado Guillermo Barbosa). Para obtener información más detallada, dirigirse a Santa Fe 2992, 4? piso, departamento H , Buenos Aires; teléfono 82-1385.

Congreso de Informática La Sociedad Argentina de Investigación Operativa y la Sociedad Argentina ele Computación organizarán del 28 de mayo al 3 de junio de 1972, el Primer Congreso Iberoamericano de Informática que incluirá análisis de trabajos, mesas redondas y conferencias sobre temas específicos del área. El objetivo esencial del Congreso, será reunir a los especialistas en investigación operativa, computación y sistemas, para intercambiar información, establecer y estimular contactos. La presentación de trabajos debe realizarse antes del 30 de octubre de 1971 en Av. Roque Sáenz Peña podrán asimismo dirigirse los intere1120, 2° piso, Buenos Aires, teléfonos 3 5 - 1 7 3 8 / 4 5 8 8 / 1 8 6 9 , a donde sados en obtener mayor información.

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nitro de las noticias

• Alto horno. La sociedad francesa ENSID, filial del Groupe CreusotLoire, encargada de la realización y la venta de equipos metalúrgicos al exterior, ha firmado recientemente un contrato con la sociedad argentina "Altos Hornos Zapla". Este contrato, de un total de 28 millones de francos, se refiere a un alto horno cuyo crisol tendrá 5 metros de profundidad y que producirá 250 toneladas de arrabio diaria, a base de mineral de hierro local y de carbón vegeta!. • Huevos de ratón. Desde hace unos años se sabe que los óvulos de mamífero son susceptibles a la infección por virus citolíticos, como los que causan la encefalitis Mengo y la estomatitis vesicular. Hillary Koprowski (Baranska, Sawicki v Koprowski, Nature 240:591, 1911) acaba de demostrar que óvulos fertilizados y no fertilizados de ratón pueden ser infectados efectivamente por dos virus oncogénicos, el SV40 y el virus del sarcoma de Maloney y que la infección aparentemente no afecta el desarrollo in nitro de huevos. El DNA aislado del SV40 es también infectivo. • Las abejas tienen definidas preferencias en lo que concierne al tipo de flor que visitan. Pero, ¿qué es lo que las guía hacía una flor determinada? Desde hace largo tiempo se sabe que tanto el olor como el color son muy importantes, pero investigaciones realizadas recientemente en el Centro de Investigaciones Agrícolas de Rothamstead, Inglaterra, han demostrado que una flor, además detener el olor y el color adecuados, debe tener la forma adecuada para que una abeja se pose sobre ella.

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Los científicos del Centro descubrieron esto mediante el empleo de trozos de cartón configurados en distintas maneras y perfumados en las formas más atractivas. Las abejas optaban por los discos redondos de bordes aserrados; los abejorros, en cambio, preferían formas de simetría bilateral más acentuada. En el futuro este conocimiento puede tener aplicación: las abejas son los agentes polenizadores de plantas más importantes, algunas de las cuales como el cacao y los cítricos, tienen importancia comercial.

• Equipo de enseñanza. El Premio Duque de Edimburgo al Diseño 1971 le fue otorgado al Sr. Derek Power, profesor de ciencias, por concebir y dirigir el desarrollo de una serie de aparatos para la ense-

ñanza de física atómica. Aquí aparece explicando un modelo de preproducción de un nuevo tubo luminiscente, uno de los miembros del equipo de desarrollo de la firma que fabricará estos aparatos. Al otorgar el Premio al Sr. Power, el Duque de Edimburgo y el jurado reconocieron la contribución aportada por la Teltron Ltd., a la enseñanza de la física atómica, tanto al proveer una serie de instrumentos única en su tipo como por la claridad con que los experimentos son presentados a la clase. A pesar de que el premio es individual, el éxito en este caso se ha debido a la colaboración de un grupo de personas. Por ende, el Diploma del Premio también cita las contribuciones del Dr. Dennis Beard, director de Teltron; de Noel Haring, proyectista industrial consultivo de la firma y al Sr. Ken Toyne, consultivo de diseño gráfico.

• Faro láser. Point Danger, situado en la costa Este australiana, es el primer lugar del mundo que cuenta con un faro de luz láser. Su luz, visible solamente desde el mar, ilumina con un período de siete segundos y medio y tiene un alcance de 35 kilómetros. Los australianos creen que el láser será tan económico como cualquier otro tipo de luz comúnmente usada, con la evidente ventaja de penetrar fácilmente la lluvia y la niebla. La torre cilindrica de 2,50 metros que contiene el láser está ubicada sobre una construcción de 17 metros de altura, ubicada aprojr madamente a 5 metros sobre el nivel del mar. Esa construcción conmemora los 200 años del descubrimiento de la costa Este australiana por el capitán Cook.


Comentarios de libros

A Biographical Scienlista

Dictionary

of

Editado p o r Trevor I. Williams Ariniu & Charles ültick, I.oiulrcs }')(>'), xii, 5 9 2 piigimis

Los diccionarios biográficos de científicos no abundan, aunque son de larga data, iniciándose con el clásico Poggendorff para las ciencias exactas que comenzó a publicarse en .1863 y aún subsiste, para continuar con otros diccionarios, también especializados, de médicos, químicos, miembros de academias o sociedades científicas. Como diccionario más general, pero tipo manual, cabe mencionar el Chamber's Dictionary of Scientisls de A. V. Howard (Londres, 1950), r e i m p r e s o posteriormente con suplementos, que contiene unas 1.400 breves biografías. Además está en curso de publicación un diccionario, sin duda monumental, dirigido por el historiador de la ciencia Ch. C. Gillispie, del cual han aparecido dos volúmenes (Nueva York, 1970) de más de 600 páginas cada uno, que no contienen sino las letras A y B. El diccionario que comentamos puede ubicarse entre los dos anteriores: comprende un millar de biografías de científicos vinculados con las ciencias exactas y naturales, y de tecnólogos, iniciándose cada biografía con los datos personales y actividades científicas del biografiado y terminando con una o más referencias bibliográficas y, cuando las hay, iconográficas. Cada biografía está firmada con iniciales que identifican el. autor, de acuerdo con la lista de los cincuenta colaboradores que figuran en las páginas iniciales de la obra. Un Apéndice da

además un índice de otros setecientos nombres de personas vinculadas de alguna manera con las ciencias, citadas en las biografías, con sus fechas y citas respectivas. El director de la obra es el historiador de la ciencia T. I. Williams, quién dirige actualmente la revista "Endeavour" y codirigió, desde su segundo volumen, la conocida A history of technology, en cinco tomos, de la Oxford University Press, circunstancia que sin duda influyó en la inclusión en este dicionario, con muy buen criterio, de las biografías de numerosos tecnólogos, mecánicos, inventores, ingenieros, químicos, industriales, etc., inclusión que valoriza eficazmente la obra. En el prefacio, Williams nos dice que esta obra "es estrictamente histórica y que no figura en ella ningún nombre de persona viviente", por supuesto en 1969, norma que aplicada como lo es, con todo rigor, no beneficia a la obra. Es cierto que, estrictamente hablando, la biografía de una persona viviente es incompleta y hasta pueda dar una falsa impresión del biografiado, si éste en los últimos años de su vida, reniega de su pasado, pero esto no es fácil que ocurra con un científico o un tecnólogo, del cual el conocimiento ele sus creaciones realizadas y aceptadas, es siempre útil en cualquier etapa de su vida. El hecho es que, con aquella norma, en este diccionario no podemos encontrar cuándo nació Russell, o porqué lo premiaron a Houssay o qué hizo De Broglie, pues ninguno de estos científicos figura en él. Además, esta exclusión sistemática no deja de provocar ciertas injusticias. Así, en las biografías de Banting y de McLeod figura naturalmente el eficaz colaborador Best en el descubrimiento cíe la insulina, pero de Best, por la susodicha nor-

ma, no hay biografía. En un caso esa norma hizo caer en una errata involuntaria: en la biografía del Premio Nobel J. Franck se citan al copremiaclo G. Hertz y a Max Born, y aunque al lado de estos nombres aparece el consabido paréntesis (q. v.), es decir "véase", es inútil buscarlos en el Dicionario o en el Apéndice. Por supuesto que todo esto es discutible, como lo son otros aspectos de una obra de esta índole muy difícil de conformar a todo el mundo y . . . a su papá además, como reza el refrán francés. Con todo nos arriesgamos a formular otras observaciones que, al mismo tiempo, darán cuenta de la estructura de la obra. La matemática está bien representada, aunque la selección es algo irregular: se dan las biografías de matemáticos, digamos, de segunda categoría mientras que no aparecen, por ejemplo, las de Galois o de Hilbert que solo figuran en el Apéndice en virtud de ocasionales citas en alguna biografía. En el capítulo de la lógica matemática, filosofía matemática y filosofía científica, para utilizar el léxico del diccionario, figuran las biografías de Bridgman y de Mach, aunque también como físicos, y las de Boole y Broivwer, mientras que Whewell está citado en el Apéndice; no aparecen en cambio Frege o Wittgenstein, y si bien en una biografía se menciona al Círculo de Viena, ninguno de sus miembros no vivientes en 1969 figura. Es natural que, sin ocuparse sistemáticamente de filósofos e historiadores, el diccionario mencione a aquéllos que contribuyeron de alguna manera al desarrollo científico. Así, entre los antiguos, figuran las biografías de algunos filósofos del. período clásico, con excepción de

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Heráclito y los eleatas, así como de Demócrito, Leucipo, Sócrates y Platón que solo aparecen en el Apéndice; entre los medievales encontramos las biografías de üccarn, Grosseteste y R. Bacon y entre los modernos las de Locke, Swedenborg y Spencer; Hume se cita en el Apéndice y Kant no ligara ni en el Diccionario ni en el Apéndice. En cuanto a los historiadores de la ciencia, t o m o tales, no vimos sino la biografía de Partington y el nombre de Singer en el Apéndice. Es posible que para no alargar demasiado el libro se haya concedido mayor importancia a los científicos y teenólogos modernos, hecho que explica y justifica que no aparezcan nombres chinos ni hindúes y que el mundo árabe esté representado por una decena de nombres, la mayoría en el Apéndice. Hemos anotado una serie, no demasiado numerosa para un libro de esta índole, de erratas e inadvertencias; creemos oportuno señalar aquéllas que menos se parecen a erratas. E n los nombres: el matemático Ferrari no es "Luigi" sino Ludovico; en su biografía Mariotte aparece siempre escrito con dos r; en cambio Gesner, según un reciente biógrafo, debe escribirse con dos s. En las fechas: Amundsen no puede haber nacido en 1890; Cugnot nació en 1725 (no en 1728); la fecha de

nacimiento de Brunfels se da ei raímente en 1489 y no en Tesla nació en 1856 y no en ^ como reza la biografía q u e seguido anuncia que b w un inven to en 188.1; y aunque es u na el evidente no deja de ser cuitoso qu un diccionario inglés d.ga q u e N e u

ton murió el año anterior

^

ser Science). En la biografía de Cu a vier aparece un anacronismo cuando se 1795 i n f dice l u e n cque i a . . ."en de Geoffroy S a n t - H ^^ laire ( 1 7 9 9 - 1 8 5 3 ) , fue d e s i g n a d o . . . , " error de fechas que per siste en el Apéndice, pues de Geot froy Saint-Hilaíre no se da biogra fía. Por último, una "gaffe • en la biografía de Van H e k m o n t se cita al "hijo, Franciscus Mercurios . . , quien, por editar las obras del padre, mereció ser incluido en el Apéndice donde en efecto a p a r e c e . . . bajo' la M, considerando Mercurius" como apellido y "Franciscus como nombre. . Mas todos estos detalles, sin^ mayor importancia y subsanables en una próxima edición no restan méritos a este excelente .dicciona"0 muv útil para todos, científico o no,'que se interesen por el desarrollo de la ciencia. O ^ ^ ^

Teoría de juegos y

autómatas

D . A. P o s p i e l o v México, Siglo XXI, 1969, 158 págs. Este libro es una buena introducción a la teoría de juegos y a las máquinas secuenciales, pero decididamente es un texto sobre el tema. Para su comprensión son necesarios conocimientos superiores a los de preparatorios en matemática. N o se trata pues de un libro de divulgación. Como introducción al tema es interesante y directo. En pocas páginas logra plantear las ideas fundamentales sobre juegos de información completa e incompleta. Todo el libro tiene un carácter expositivo, más que teórico, a pesar de su título. Está ilustrado con abundantes ejemplos, los cuales son el vehículo para el resultado final. Rara vez se sale del ejemplo para pasar a enunciados formales. Algunas veces se dificulta la comprensión por problemas tipográficos. E n resumen, este libro es indicado para quien desee tener un panorama sobre el tema, sin profundizar en ningún detalle particular. D e ningún modo puede recomendarse para u n lector que no tenga una sólida base matemática. O Juan A. Grompone.

del

ejecutivo

H. L e v i n s o n Traducción del original inglés: Horacio Laurora Editorial Paidós Talleres Gráficos Didot Buenos Aires, 1970, 406 páginas. Sumario: Primera parte: La fuente del liderazgo. I. U n problema complejo. I I . Los pilares de la supervivencia. I I I . El líder y sus seguidores. IV. Las negaciones del ejecutivo. V. Las presiones de la tecnología. Segunda parte: Redefinición. VI. Las tareas de la dirección empresaria cumbre. V I L La empresa como institución educacional. VIII. El aprendizaje del rol. Tercera parte: En acción. IX. La

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Libros nuevos Psicología

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función docente del ejecutivo. X . Necesidad de ayuda. X I . Necesidad de maduración. X I I . Necesidad de dominio. ., vttt Cuarta parte: Colaboración Al.Ll. Compartir las tareas. X I V . Los rracasos. XV. Epílogo.

Política y Sociedad en Una Epoca de Transición D e la sociedad tradicional a la sociedad (le m a s a s Gino G e r m a n i Editorial Paidós, . . Buenos Aires, 1971, 371

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Sumario: Parte I. Introducción: Problemas de teoría sociológica general. I. La estructura social y el análisis

del cambio. I I . Indicaciones sobre la acción social. Parte I I . Sociedad industrial y sociedad tradicional. TIL Análisis de la transición. I V . El autoritarismo y las clases populares. Parte I I I . Notas sobre la transición en América latina. V. De la sociedad tradicional a la participación total en América latina. V I . Grados de desarrollo, tipos de estratificación y movilidad social en América latina. Parte IV. Estudios sobre la Argentina en transición. V I I . La inmigración masiva y su papel en la modernización del país. V I I I . La transición hacia un régimen político de participación total en la Argentina. I X . La integración de las masas a la vida política y el totalitarismo. X . La familia en transición en la Argentina. O

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Correo del lector

Con m u c h a f e Sr. Director: Permítanme felicitarlos por el esfuerzo que están desarrollando en la edición de esta revista, por primera vez encaminándose una edición de este tipo en nuestro país, hacia la búsqueda de una identidad nacional para el quehacer científico y tecnológico. De hecho, queda mucho camino por recorrer y ecos por encontrar, pero tengo la convicción que estos últimos están devolviendo cada vez con más firmeza las voces que se alzan en nuestro país. Juan C. Ceballos San Miguel de Tucumán

Klimovsky 1 Sr.

Director: En el N° 10 correspondiente a mayo próximo pasado de CIENCIA NUEVA, he leído una curiosa afirmación del Sr. Gregorio Klimovsky, relativa a que el manómetro en U presupone la ley de Boyle-Mariotte (ver página 17). Creo que el Sr. Klimovsky está en un error. La ley de B-M se comprueba mediante experimentos con un manómetro en U —que se ha definido en hidrostática de manera totalmente independiente a la neumática y no requiere conocer la ley de B-M. Por supuesto, podría haberse definido el manómetro en Ü mediante la ley de B-M (supuesta correcta) pero no ha sido así, históricamente, ni conviene restringir su definición en semejante forma. Considero, pues, que está bien decir que la ley de B-M es empírica y que se comprueba mediante el ex-

perimento del tubo en U, como suelen hacer los libros. Creo, en cambio, que el Sr. Klimovsky está en un error y que debería repasar sus estudios de física elemental. José Federico

medición de presiones. Pero como no hay círculo vicioso del tipo antes aludido, la ley de Boyle y Mariotte es una ley empírica metodológica. G . K.

Westerkamp Buenos Aires Klimovsky II

En el párrafo citado no se discutía el carácter empírico de la ley de Bolye y Mariotte, sino la incorección que implicaría aportar datos para corroborar esta ley, si estos datos son leídos a través de un instrumento que presupone la ley. Indudablemente, atribuir al funcionamiento del manómetro en U alguna vinculación con la ley de Boyle y Mariotte, constituye un error que no puede dejar de ser captado por un especialista en física elemental. Pero el texto mencionado en la conferencia que motivó el reportaje, definía precisamente así al instrumento, "restringiendo su definición" de un modo inconveniente, puesto que llevaba al círculo vicioso aludido en la página 17. Y ese es el error metodológico al que se aludía. Sea dicho de paso, si se distingue entre dato epistemológico —no interpretado a la luz de teoría alguna— y dato metodológico —interpretado con una teoría presupuesta—, y se extiende la distinción a las leyes empíricas según la naturaleza de los datos en que se sustenta, entonces no podría decirse que la ley de Boyle y Mariotte sea una ley empírica epistemológica —cuando se emplea el manómetro en U "legítimo"—ya que hay presuposiciones en cuanto a principios de hidrostática y

Con relación al trabajo publicado en CIENCIA NUEVA número 10 del profesor Klimovsky, pienso que hay en nuestro país otros teóricos y científicos con mayor madurez crítica a los que la revista debiera dar lugar para llevar a cabo una crítica demoledora de esa tendencia epistemológica "ingenua" y anticuada que es el positivismo con sus variantes. Considero que CIENCIA NUEVA es la revista que puede dar la respuesta necesaria sobre la situación de las ciencias en nuestro país y sobre su desarrollo. Pero su nombre resulta irónico cuando publica artículos exclusivamente desde dicha perspectiva positivista. Klimovsky dice que se está ante una calamidad histórica, refiriéndose a Bachelard y Althusser. Mario Bunge habló del psicoanálisis como pseudociencia en uno de los primeros números de la revista. En nuestro país, aunque angustie y entristezca a Bunge y a Klimovsky, está por ejemplo Raúl Sciarreta que trata de profundizar y enseñar la epistemología de Bachelard, Althusser y la del psicoanálisis freudiano. Sería muy interesante que ustedes entrevistaran al profesor Sciarreta sobre temas de ciencia e ideología y de esa manera se abriría una polémi-

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VIAJE CULTURAL A EUROPA

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COMFUSlOME-o

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El Centro Argentino de Ingenieros invita a participar en su v i a j e cultural. Salida: 5 d e enero de 1972, por Aerolíneas Argentinas. Duración: 45 días.

Informes: en el tel. 31-4241 (de 9 a T I ) y en la Secret a r í a del Centro A r g e n t i n o d e Ingenieros, Cerrito 1250, los jueves d e 19 a 22 horas.

ELENA SEGADE CALVO

TRADUCTORA

PUBLICA

Traducciones del y al inglés: Comerciales, Literarias, Técnicas, Legales.

Tel. 9 0 - 1 8 7 8

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ca que podría dar una respuesta revolucionaria acerca de la función de la ciencia en la instrumentación del cambio de estructuras de nuestro país bacía formas socialistas, Alberto H. Conté Burzaco

El trabajo de Bunge fue publicado con el subtítulo de "Páginas polémicas"; iniciar, dar lugar a la polémica fue y es la intención de CIENCIA NUEVA en este como en muchos otros de los trabajos que publica. La sola publicación de un trabajo no puede significar una toma de posición específica de la revista con relación a la ideología que ese trabajo sustenta; lo que sí significa —particularmente en los casos de Bunge y de Klimovsky— es que la idoneidad y honestidad profesional de los firmantes queda fuera de toda duda y que no nos corresponde guiarnos por otros juicios de valor como los que intenta el lector. En lo que respecta a la posición de la revista, sólo es válido considerar como tal la expresada en las notas editoriales. Es precisamente el ejercicio de estos criterios lo que nos lleva a publicar las respuestas de Mehler y Varsavsky a los trabajos de Bunge y Klimovsky respectivamente, así como el texto completo de la Mesa Redonda que organizara CIENCIA NUEVA y en la que se tocaron al-

gunos de los temas que usted menciona. Es también nuestro mayor deseo que los lectores que estén en desacuerdo con los artículos, polemicen con los firmantes por medio de la revista y que los que no estén de acuerdo con la revista, nos lo hagan saber, como gentilmente lo ha hecho usted.

Promesa En la contratapa del número 11 de CIENCIA NUEVA se anunció la publicación de un análisis de Jorge Sábato sobre los 15 años de metalurgia en la Comisión Nacional de Energía Atómica, así como la de un estudio crítico sobre la universidad argentina, de Rolando García. Estos trabajos serán publicados recién en el número 13 de la revista ya que la realización de la Mesa Redonda, donde nuestros colaboradores circunstanciales fueron a la vez panelistas, creaba una superposición y reiteración de autores y de temas en el presente número 12.

Correo Argentino Central (B)

O r g a n i z a c i ó n y dirección a cargo de Nella Casalás, q u i e n o r g a n i z ó y d i r i g i ó el mismo itinerario en 1967, 1968, 1969, 1970 y 1971.

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Cada país es tan moderno como sus empresas

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T a n t o c o m o su n i v e l c u l t u r a l y su f u e r z a e s p i r i t u a l , b u e n o s í n d i c e s de la e v o l u c i ó n de un país s o n su p r o d u c c i ó n de b i e n e s y su p r e s t a c i ó n de s e r v i c i o s . - E s t o s son r e s u l t a d o s d e l t r a b a j o y d e la f o r m a d e r e a l i z a r l o . — En ello t i e n e n g r a n i m p o r t a n c i a las e m p r e s a s , q u e c u a n t o m á s a c t u a l i z a d a s s e a n , m e j o r s i r v e n a los o b j e t i v o s _____ n a c i o n a l e s de m o d e r n i d a d . — I B M A r g e n t i n a , en e l á r e a • • • g ^ e m j e i d e la c o m p u t a c i ó n y e l p r o c e s a m i e n t o d e d a t o s , h a c e J B1W un p e r m a n e n t e a p o r t e a la m o d e r n i z a c i ó n d e las e m i ® ^ • T fc p r e s a s a r g e n t i n a s y p o r e n d e , a la m o d e r n i d a d d e l país. EMPRESA PARA EMPRESAS Av. R. Sáenz Peña 933 Buenos Aires


11 En el próximo número se publicarán las opiniones de M. Sadosky y C. Eggers Lan sobre el desarrollo científico argentino, V . Penchaszadeh habla sobre los trabajos que ,realiza el Centro de I Gené.J , r-» Atica Médica de Buenos Aires y el grupo CEPAD describe su proyecto para una original base antártica.

Revista de ciencia y tecnología

Diagonal Roque S. Pena 825 P. 9° - Of. 93 - Buenos A i r e s


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