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Ciencia
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Revista memual de ciencia y tecnología FRANQOIS JACOB: Genética hoy y mañana
USER ¿Qué? ¿Cómo? ¿Para qué?
3 5 Francois Jacob Francis Benjamín
Farrington
Manuel Juan T.
Crick
Risueño D'Alessio
Edgardo
6 9
26 29 33
Galli
Giovanni
Mosca
Mario
Bunge
52 56 19
El nuevo régimen arancelario aduanero El Día de la Tierra Genétiea, lioy y mañana El código genético Francis Bacon y la investigación científica de nuestros días La Reina de las matemáticas Teoría general del Láser Política de comunicaciones Viva la presión atmosférica Pseudociencia Novedades de ciencia y tecnología 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11.
25 31 54
Impulso a los insectos incompatibles Computadora que " j u e g a " fútbol americano Rayos X para seleccionar papas Nuevo proceso para recuperación de plata de películas usadas Computadora para cobrar peaje Ultramicrobalanza que usa un rayo de luz como contrapeso Simulando caracoles Reducción de peso en estructuras y motores aéreos Detección de cromosomas anormales por computadora Pro y contras del flúor La hemoglobina proporciona nuevas datos sobre el origen del hombre Producción nacional d e carbonato d e sodio R e s p u e s t a s a J u e g o s M a t e m á t i c o s n® 1 Cursos y reuniones científicas
60 62
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63
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I
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El nuevo régimen arancelario aduanero
Para un país cuyo desarrollo científico y tecnológico depende en gran medida de la importación de maquinarias, equipos e instrumentos de todo tipo, como es nuestro caso, el régimen arancelario aduanero tiene una importancia fundamental. Por este motivo, entendemos que el nuevo régimen establecido por la ley número 18.588, del 6 de febrero del corriente año, tendrá consecuencias negativas, obstaculizando dicho desarrollo en lugar de promoverlo. La ley mencionada presenta dos aspectos fundamentales: a) salvo algunas excepciones, deroga todos los regímenes especiales, incluyendo la exención de recargos aduaneros de que gozaban los entes y reparticiones estatales, los cuales ahora deberán pagar los nuevos recargos. Los considerandos de la ley rezan al respecto: ""Se ha estimado importante que la sistematización propuesta no puede dejar al sector público en ventaja con respecto al sector privado, por lo cual se propicia la igualdad de tratamiento en materia de importaciones", b ) La ley dispone la adecuación de la Nomenclatura Arancelaria y Derechos de Importación ( Ñ A D I ) , asignando a los bienes de capital no producidos en el país "un derecho que, facilitando su adquisición por los usuarios, contemple el interés fiscal y el efecto sobre el balance de pagos". Las únicas excepciones a la ley son las correspondientes a compromisos internacionales en vigor ( A L A L C y G A T T ) , y a franquicias ya establecidas para la ejecución de determinadas obras y explotaciones. El decreto Número 604, de igual fecha, al reglamentar la ley, establece una definición de "bien de capital", fija criterios para determinar si la industria argentina provee un bien de capital equivalente al importado, lo que establecerá en cada caso la Secretaría de Industria y Comercio I n terior, y establece nuevos derechos de importación para los bienes c o m prendidos en los capítulos 84 (máquinas y aparatos, material eléctrico), 85 (máquinas y aparatos eléctricos y objetos destinados a usos electrónicos) y 90 (instrumentos y aparatos de óptica, de fotografía y de cinematografía, de medidas, comprobación y precisión; instrumentos y aparatos médico-quirúrgicos), de la Ñ A D I . Los nuevos derechos son, en general, sensiblemente más bajos que los anteriores, aunque en ningún caso inferiores al 2 0 % . Ambos aspectos de la ley tienen, según el gobierno, el propósito d e "resolver el problema del equipamiento tanto para el sector público c o m o para el privado". ¿ L o resuelven, realmente? A l examinar con detalle los nuevos recargos, se observa han disminuido del 110 o 90 % al 80 o 50 %, para las ficas ( o sea lo que produce la industria nacional), pero nes denominados "los demás", que incluye todo lo no
que, en general, partidas e s p e c í para los r e n g l o especificado, e l
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recargo disminuye del 130, 110 o 90 % , según el caso, al 20 % . Esto evidencia una modificación substancial del criterio con que se establecen los recargos, que no puede pasar inadvertido. Como es fácil comprender, una buena parte de los bienes importados entra por las partidas denominadas " l o s demás", dado que la especificación de nuestra nomenclatura aduanera, aún teniendo en cuenta las "notas explicativas" anexas a cada capítulo, es bastante pobre. El recargo anterior del 90 % para estas partidas inespecíficas tendía justamente a crear una protección adicional para nuestra industria, primero, porque desalentaba la importación masiva y el "camouflage" de la documentación de importación y, segundo, porque permitía a la industria hacer planes para la futura fabricación de muchos equipos, maquinarias e instrumentos, tendiendo a la sustitución de lo importado por la producción local. El nuevo recargo del 20 % cambia completamente las cosas; es como si se dijera a la industria: aquí se fabricará esto, y nada más.
Las disminuciones mencionadas ponen a la industria nacional en una difícil situación frente a la creciente agresividad exportadora de los países altamente industrializados. La consecuencia a largo plazo será la acentuación de la peligrosa tendencia de nuestra estructura industrial: crecimiento de la industria de bienes de consumo y carencia de una fuerte industria de base, o sea, en definitiva, dependencia cada vez mayor de las importaciones. Los defensores del nuevo sistema arguyen que éste beneficia a la industria, ya que ésta podrá reequiparse a un costo menor, al pagar menos recargo de importación. Esta argumentación tiene un punto débil: si se fomentara realmente la fabricación local de esos bienes, no habría necesidad de importarlos. Además, existe un régimen legal de promoción de las actividades industriales (modificado ahora por la ley número 18.587, de igual fecha de la que estamos comentando), por el cual el Poder Ejecutiv o , a pedido de las industrias interesadas, puede proceder a la "exención de derechos de importación" y a la "suspensión transitoria de importaciones". De modo que no se ve con claridad la necesidad de una disminución tan considerable de los recargos.
En lo que concierne al primer aspecto de la ley, su aplicación traerá graves consecuencias. La eliminación del régimen de exención de recargos (exención que por otra parte no era automática, sino supeditada a la resolución favorable de la Secretaría de Comercio Interior que debía determinar en cada caso si no se producía en el país un bien equivalente al que se deseaba importar), implica lisa y llanamente una disminución de los presupuestos de los entes estatales afectados en una suma correspondiente a los recargos que deberán pagar. Así, las universidades, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, los hospitales y demás instituciones oficiales deberán pagar recargos por la importación de materiales destinados a la enseñanza, a la investigación y a la salud pública; la Comisión Nacional de Energía Atómica deberá pagar recargos por los equipos para la central nuclear de Atucha; Y . P. F. deberá pagar recargos por las maquinarias y equipos que necesita para sus estudios, exploraciones y fabricación; y así sucesivamente. Muchos entes afectados han elevado solicitudes pidiendo que se reconsidere la medida.
Los considerandos que hemos mencionado, que pretenden justificar el nuevo régimen argumentando que con él se elimina la "ventaja" que tenía el sector público con respecto al privado, pueden calificarse, cuando menos, de absurdos.
U n régimen legal de tanta importancia como es el de las importaciones, no puede ser dictado por una mentalidad eminentemente fiscalista y con un criterio exclusivamente económico, sino que debe tener en cuenta las reales necesidades del país.
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El Día de la Tierra
El último 22 de abril, culminando una campaña preparativa d e varios meses de duración organizada por el "Environment Action" ( M o v i m i e n t o por el Medio Ambiente); se celebró en EE. UU. el "Día de la Tierra" con actos públicos, mesas redondas, marchas no violentas, entierros de automóviles y homenajes a las víctimas de la contaminación: vegetales, animales y hombres. Fueron los hombres de ciencia, y principalmente los b i ó l o g o s los que dieron hace ya tiempo la voz de alarma con respecto a la contaminación creciente del aire y de las aguas (ríos, lagos y hasta océanos) por los gases venenosos de los escapes de automóviles y de las chimeneas de las fábricas, los deshechos cloacales de las grandes urbes y los residuos industriales de todo tipo, y avisaron del riesgo que esa contaminación representa para la supervivencia de las especies vivientes. Los estudiantes organizaron luego movimientos de protesta y campañas de esclarecimiento en pro de un medio ambiente más puro y contra los excesos de la civilización industrial. Altos dirigentes de las más poderosas industrias sostuvieron coloquios con los estudiantes para detallar las medidas que se tomaban para reducir la contaminación. El gobierno federal y las administraciones locales han tomado ya una serie de medidas para hacer frente al peligro creciente que representa la ruptura del equilibrio biológico y proclamó a 1970 el año de la lucha contra la contaminación. Los estudiantes norteamericanos consideran que la actitud del gobierno, al respaldar el movimiento por el medio ambiente, enmascara la tentativa de canalizar la protesta por vías "oficiales" y distraer fuerza a los movimientos contra la guerra en Vietnam, así c o m o también que muchas industrias han adherido al movimiento por razones propagandísticas. D e cualquier modo es evidente que una gran cantidad de norteamericanos están reaccionando en forma positiva contra la contaminación del medio físico en que viven, y este es el resultado más trascendente que ha logrado hasta b o y el movimiento. El problema de la contaminación del medio ambiente n o incumbe sólo a los Estados Unidos o a las naciones más industrializadas, sino a todos los países del mundo, inclusive a los menos desarrollados que son los que tienen menos medios para defenderse. También en la Argentina nos amenazan ya los problemas del ambiente: la creciente contaminación del litoral fluvial, el uso indiscriminado de productos químicos tóxicos (plaguicidas, herbicidas) en la agricultura y la ganadería y en las industrias y hasta los hogares (detergentes), y el envenenamiento del aire de nuestras ciudades, son cosas que constatamos a diario. Es necesario tomar conciencia del peligro: con información, con campañas de esclarecimiento, con la discusión de todos los actores comprometidos d e una u otra manera con el problema.
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Genética hoy y mañana Reportaje a Francois Jacob
Francois Jacob, nacido en Nancy en 1920, comenzó su carrera de investigador después de la guerra en el Instituto Pastetir, de París. Trabajó en el servicio de André Ltvoff, con Elie Wolman en el estudio de la genética de bacterias y con Jacques Monod en regulación celular. En 1965 recibió el premio Nobel de Medicina y actualmente es jefe del servicio de genética celular en el College de France. El reportaje que publicamos es parte de una conversación que hemos sostenido con el Dr. Jacob en octubre de 1969, con el fin de determinar cuáles son los problemas más relevantes que afectan, o afectarán en un futuro cercano, al desarollo de la biología molecular y especialmente a la genética.
Ciencia
Nueva:
¿Cuáles son los problemas actuales de la
genética? Francois Jacob:-Creo que puede decirse que la biología se halla en un p e r í o d o de renovación desde hace quince años. H o y , su intento es explicar el funcionamiento d e las células y d e los organismos vegetales y animales esencialmente en base a la estructura de sus principales macromoléculas: las de ácido nucleico y las de proteínas. P o r ahora la genética ha sido la rama más exitosa pues, p o r una parte, ha llegado a comprender y explicar las propiedades genéticas del individuo a partir d e la estructura d e la substancia que c o m p o n e los cromosomas, es decir p o r la estructura de los llamados ácidos nucleicos; y, p o r otra parte, p o r q u e se descifró el c ó d i g o genético o sea la forma en q u e está inscripto en los cromosomas el funcionamiento d e las propiedades y el desarrollo de un individuo dado. En o t r o plano, las investigaciones han hecho cada vez más evidente la similitud d e l funcionamiento de las células del organismo c o n la d e las máquinas automáticas. Una célula puede compararse, razonablemente, con una especie d e fábrica química en la cual el ácido nucleico es la memoria que contiene las instrucciones destinadas a hacer funcionar la máquina química, a reproducir una nueva y hacerla funcionar, etc. H o y , también, se está tratando d e analizar el sistema de regulación, esa especie d e comunicación entre las m o léculas, que radica en la posibilidad de enviar mensajes químicos y hacer que ciertas moléculas d e la célula puedan saber lo que bacen las otras y n o actuar por cuenta propia. L o s sistemas d e regulación hacen que las m o léculas de una célula no estén simplemente repartidas y actuando al azar sino que f u n c i o n e n dentro del interés del conjunto, que es l o p r o p i o de una sociedad. T o d o esto es, d e manera m u y general, lo que ha sido realizado y lo que actualmente constituye la preocupación de los b i ó l o g o s . L o s trabajos se llevan a cabo fundamentalmente sobre el material más simple disponible: los virus y las bacterias. Su manipulación es más fácil y sus respuestas nos son ahora accesibles. Creo que con esto queda contestada su primera pregunta. C. N.: ¿Cuáles son las tendencias actuales de la genética? F. J.: Pienso que todavía quedan muchos problemas y cosas p o r hacer en el c a m p o de la genética bacteriana. Ahora sabemos realmente q u é son los ácidos nucleicos,
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qué son las proteínas, c ó m o se analizan; pero hay cosas que todavía se ignoran. U n buen ejemplo es la membrana plasmática que envuelve la célula; es una estructura que juega un rol muy importante, en primer lugar, porque la célula es un pequeño m u n d o aislado del resto del universo pero en contacto c o n él a través de su membrana; en segundo lugar, porque hay una gran cantidad de señales importantes que se hacen, c o n toda seguridad, a través de la membrana. C. N.: ¿Este es un problema sólo para los biólogos o también pava los físicos? F. / . : Es también un problema para la química. P e r o , c o m o usted sabe, la nueva actitud de la biología hace que las investigaciones de diversas disciplinas — l a física, la química, la genética— se hayan ligado y marchen juntas y que efectivamente deba hacerse un p o c o d e todo en la investigación biológica: analizar los problemas referentes a la estructura de la membrana, a su formación, a la estructura de sus moléculas, etc. En el campo del estudio genético y fisiológico de las bacterias quedan aún muchas cosas por hacer y aun p o r saber c ó m o deben hacerse. Descubrir, por ejemplo, c ó m o es " p o r d e n t r o " esa máquina extraordinaria constituida por los llamados ribosomas que permite traducir del lenguaje del ácido ribonucleico al lenguaje de las proteínas. Este análisis es extraordinariamente complicado pero se ha llegado a saber c ó m o se l o puede realizar y en este m o m e n t o estamos frente a una cuestión de cantidad de trabajo. Nuevos problemas se presentan cuando se intentan aplicar estas nuevas formas de razonamiento e investigación a organismos más complicados. Los d o s campos que presentan mayor interés son los referentes a los problemas d e desarrollo embrionario — e s decir al proceso que hace que un h u e v o se transforme en un indiv i d u o — y el sistema nervioso. El desarrollo del individuo es complejo, sobre t o d o si nos referimos a los animales superiores, c o m o nosotros, pues en éstos se pasa de una célula a millares d e células de acuerdo a un plan temporal y espacial extremadamente preciso d o n d e se efectúa un número extraordinario de reacciones que requiere una programación perfecta. L o que interesa 110 es tanto analizar en conjunto cada una de las reacciones que pueden producirse, pues son demasiadas, sino comprender los principios generales, el sistema de lógica empleado p o r el programa, el tipo de lenguaje que utiliza el sistema al intentar diferenciarse, las formas de interacción d e las macromoléculas informacionales, los dos tipos de ácidos nucleicos, A D N y A R N y las proteínas. El sistema nervioso también presenta problemas m u y complicados y muchos de ellos exigen ser abordados d e diferentes maneras. Está, por ejemplo, el problema de la forma en que se articulan los sinapsis y los nervios entre sí, problema que probablemente podrá resolverse gracias al estímulo que recibe la biología molecular. O t r o s presentan mayores dificultades. P o r ejemplo, el d e averiguar c ó m o se hacen los reconocimientos entre los nervios del sistema nervioso en el cerebro de un organismo c o m plicado, constituido por un número fantástico de células. Sabemos que hay interacciones determinadas p o r los genes, probablemente n o en forma directa sino a través d e un sistema de "demultiplicación", pero nos preguntamos c ó m o es que el nervio que va al extremo del pie, nacido
En la investigación biológica es necesario analizar los problemas referentes a la estructura de la membrana (esquema de la membrana de una mitocondria).
Las mitocondrias las célidas.
son bacterias
que
viven
en simbiosis
con
Las propiedades de las proteínas resultan de la naturaleza y disposición de sus átomos. (Parte de la molécula de lysosima.)
Síntesis de una proteína
por acción de un ribosoma.
nismos más complicados c o n el o b j e t o de analizar comportamientos y estructuras que n o existen en las bacterias; la otra es la del estudio del desarrollo embrionario, desarrollo que t a m p o c o se da en las bacterias. C.N~: ¿Cuál es ¡a situación d e la investigación científica en Francia en relación a la situación general?
,vnte complicado es el método de in,.riñoso, Esquema de una célula ner•
-,Vi?
J U l o , se localiza en el cerebro; c ó m o se reum sí !ck elementos del sistema. Se sabe que p» existe pero no se sabe c ó m o estudiarlo. ronMema. tremendamente complicado, e s e l que • I* sriveNtia.KÍón del sistema d e integración 11©«•dWv por el sistema nervioso. Se c o n o c e el p r o ¡?ro n o sabemos bien c ó m o analizarlo. L o mismo .•n lo aferente a la memoria, m o t r o de los problemas que se presentan actual' que pata nada está resuelto es el siguiente: se \¡,i3.u lunta ahora sobre una bacteria, u n individuo ir, pww pienso que lo q u e nos interesa es el h o m ui y j , % c»to significa trabajar sobre millones „», tl.ívanuj una infinidad d e células. H a y orgaquv- i t u ^ n pacas células, entre una y nueve, hay .i». t¡_,[ n mil, otros que tienen cien mil, otros un nuliuu. Hay interés en pasar directamente u duendamente c o m p l i c a d o c o m o el d e las í,.a cumplí ¿ado c o m o el del h o m b r e , pero se •«"«f'.vit vi moblema d e si n o hay q u e detenerse hi.i'.í »abajar sobre un organismo d e mil células. I J j f.e.«olver. Por el m o m e n t o p o d e m o s decir 1 que para la investigación d e ciertos pro"t 1 ;i! r&inismos que son más aptos eme los nuesactaahnente uno d e los problemas más difí!'t. „...ir. iiii.a, podamos decir que se perfilan evidentemente " i.u ut lo que se refiere a las investigaciones de tnt.xs años, una es la d e pasar ai estudio de orga-
F. }.: Gracias a la existencia del C . N . R . S. (Centre National de la Recherche Scientifique), organismo creado por Jean Perrin antes d e la guerra, la investigación científica en Francia superó en cierta medida las dificultades ocasionadas por aquélla. Este organismo n o era universitario y no tenía nada que ver directamente con diversas facultades p e r o estaba compuesto por gente que se consagraba exclusivamente a la investigación y que disponía de créditos especialmente destinados a esta labor. A m b o s , gente y créditos, vinieron a sumarse a los laboratorios ya existentes destinados exclusivamente a la investigación. Gracias al C. N . R . S. la investigación en Francia no bajó a cero durante y después d e la guerra y cuenta hoy con equipos bastante buenos. Durante estos últimos diez o quince años la investigación ha sido una de las preocupaciones del gobierno. La dificultad q u e se presenta siempre está en torno al conflicto derivado del hecho d e que los investigadores estiman que la fracción del presupuesto nacional que se les otorga no es la suficiente y q u e debe ser ampliada, mientras que los políticos consideran que ciertos tipos de investigación fundamental n o son importantes porque no se ocupan d e cosas tales c o m o la fabricación de autos y la obtención d e dólares. H a y siempre un equilibrio que según los países y las situaciones se inclina en uno u otro sentido. D e manera general, y o diría que el equilibrio en Francia, sin ser tan b u e n o c o m o el que h u b o en los Estados U n i d o s o el que hay en Alemania, ha permitido que la investigación se desarrolle bastante razonablemente en el curso d e los últimos diez o d o c e años. N o p u e d o decirle lo que pasa en este momento y lo que pasará en el futuro. L o cierto es que yo quisiera saberlo. Francia está en una situación económica y financiera difícil, y c u a n d o se habla de q u e la investigación es un lujo, se pignsa básicamente en la investigación fundamental y no en la aplicada, aunque la investigación fundamental sea el m o t o r del resto. C o n todo, ella aparece para una cierta sociedad c o m o un lujo. La cuestión es si se la debe considerar un lujo indispensable o un lujo superfluo. N o sé cual es la posición del gobierno con respecto a este problema. Esto es todo l o que le puedo decir sobre la situación actual. C.N.i ¿Cuál es la proporción de biólogos que provienen de las clases populares? F. ] . : H a y algunos que tienen este origen, pero no tantos c o m o u n o quisiera. La p r o p o r c i ó n d e gente dotada es la misma en el muestreo de cualquier zona de la población; me refiero a la gente dotada genéticamente, a la que tiene cualidades genéticas para la investigación. Pienso que la democratización d e la enseñanza y p o r l o tanto de la investigación en Francia n o ha alcanzado todavía un nivel suficiente, nivel que nos permitiría buscar la gente más dotada en cualquier parte de la población. Hay actualmente una tendencia a esto, p e r o estamos muy lejos de obtener un resultado satisfactorio.
El código genético O
O
Francis H. C. Crick
1 INTRODUCCION A - La naturaleza del problema Los genes están formados por ácido nucleico; las enzimas son proteínas. La secuencia de aminoácidos de una proteína dada se sintetiza según las instrucciones provenientes de un segmento dado de ácido nucleico. Cada proteína está formada por una o más cadenas polipeptídicas, sintetizadas por condensación de aminoácidos, en forma lineal, con eliminación de agua. La longitud de una cadena polipeptídica típica es de varios cientos de estos aminoácidos. Sin embargo, por l o general sólo se encuentra en las proteínas veinte clases diferentes de aminoácidos. Este conjunto habitual de veinte aminoácidos es el mismo en toda la naturaleza.
Nacido en Inglaterra en 1916, el Dr. Crick se graduó en Londres, en el University College, e hizo su tesis en el Caius College de la Universidad de Cambridge en 1953. Durante la guerra suspendió sus trabajos y sirvió en los servicios científicos del Almirantazgo Británico. Autor de numerosos trabajos de biología molecular, pertenece a la Royal Society desde 1959, recibió el premio Lasker en 1960 con ]. D. WATSQN y M. H. F. WILKINS, con quienes también compartió el Premio Nobel de Medicina en 1962 por sus trabajos sobre la estructura molecular del DNA. Actualmente es miembro no residente del Instituto Salk pero su centro de trabajo es el Medical Research Cottncil Unit for Molecular Btology de la Universidad de Cambridge. El trabajo que reproducimos es su Croonian Lecture de 1966, publicado en los Proceeding of the Royal Society, B, volumen 167, pigs. 331-347, 1967. La versión castellana pertenece a los Dres. Daniel Goldstein y Cora S. de Goldstein. El artículo es reproducido con autorización de su autor} de-las autoridades de la Royal Society y del Centro Editor de América Latina que tiene en preparación el libro "Moléculas y Hombres", del mismo autor, y del cual el presente trabajo constituirá un apéndice.
El ácido nucleico está formado por cadenas de polinucleótidos. La unidad iterativa de la cadena es un azúcar (ribosa para el ARN, desoxirribosa para el ADN) unido a un fosfato. A cada azúcar se le une una base. H a y cuatro bases usuales en el ácido nucleico. En el ADN por lo general aparecen adenina, guanina, citosima y timina. En el ARN la timina es reemplazada por el uracilo. D e tal m o d o , la proteína está escrita en un lenguaje de veinte letras y el ácido nucleico en u n o de cuatro letras. El código genético es el diccionario que vincula estos dos lenguajes. Se llama codón al grupo de bases que codifica a un aminoácido. Se sabe actualmente que un codón está constituido por tres bases adyacentes. Cabe señalar que, por lo que sabemos, la célula puede traducir en un solo sentido, del ácido nucleico a la proteína y no de la proteína al ácido nucleico. A esta hipótesis se la conoce c o m o el D o g m a Central. Si se pudiera comparar la secuencia d e bases d e un largo segmento de ácido nucleico c o n la secuencia d e aminoácidos que codifica, se podría deducir fácilmente el código genético. Desgraciadamente este m é t o d o directo no es aún factible d e b i d o a dificultades técnicas en la determinación de una secuencia larga de nucleótidos. P o r lo tanto, debe usarse métodos más indirectos. B - La bioquímica de la síntesis de proteínas Se trata de un tema que no p o d e m o s describir aquí en detalle, p e r o del que es necesario tener una idea para entender parte de los datos que existen acerca del c ó d i g o genético. Para un tratamiento más c o m p l e t o véase, por ejemplo, el reciente libro de W a t s o n ( 1 9 6 5 ) .
9
El material genético de la mayoría de los organismos es un doble heíicoidc de ADN, que no participa directamente en ia síntesis de proteínas. El intermediario en esta síntesis es el ARN mensajero de un solo filamento, que es una copia (complementaria) de uno de los helicoides del ADN, El ARN mensajero es sintetizado por una enzima especial, la polinucléotido polimerasa, que necesita al ADN como matriz. El ribosoma es el lugar efectivo donde se produce la síntesis de proteínas. Los ribosomas son estructuras complejas, de aproximadamente 200 A de diámetro, constituidas por ARN y proteínas en proporciones (aproximadamente) iguales. Cada ribosoma consiste en dos partes, una de las cuales tiene un tamaño que casi duplica el de la otra. El ribosoma se mueve a lo largo del ARN mensajero, "leyendo" el mensaje escrito en la secuencia de bases y sintetizando paso a paso una cadena polipeptídica, comenzando por el extremo amina. Cada aminoácido es activado por su propia enzima especial, que usa una molécula de ATP para sintetizar un anhídrido mixto del aminoácido y AMP. Este compuesto se encuentra firmemente adherido a la enzima, que luego transfiere el aminoácido a la ribosa terminal de un ARN especial (de una longitud de aproximadamente 80 bases), conocido como ARN de transferencia (/ARN), a veces también llamado ARN soluble (¡ARN). Para cada aminoácido hay un tipo de tARN o a lo sumo un pequeño número de ellos. El tARN transporta el aminoácido al ribosoma y es responsable del reconocimiento del codón siguiente sobre el ARN mensajero ( w A R N ) . Es probable que lo haga apareando las tres bases del codón (del ARN mensajero) con tres de sus propias bases, conocidas como antkodón. Mientras se realiza la síntesis de una cadena polipeptídica, la cadena parcialmente formada está unida por su terminal carboxilo a la molécula, de tARN que insertó el último aminoácido, A su lado, sobre el ribosoma, se encuentra el tARN para el próximo aminoácido indicado por el mARN. El paso fundamental de la síntesis de proteínas es la transferencia de la cadena polipeptídica desde el primer tARN al aminoácido unido al segundo tARN, alargando así la cadena en un resto. Entonces el primer tARN vuelve a la solución y el mecanismo se prepara nuevamente para el próximo paso. La síntesis de proteínas puede lograrse en un tubo de ensayo utilizando las partes del sistema recién descripto, juntamente con GTP y varios factores solubles. Moléculas de ARN de un filamento, añadidas al sistema, pueden actuar como A R N mensajero y dirigir la síntesis de cadenas polipeptídicas. C - Los primeros trabajos sobre el código genético Las investigaciones realizadas hasta 1962 han sido resumidas brevemente por Crick (1963 a ) ; la bibliografía puede consultarse en la revisión más detallada (Crick, 1963 b). El trabajo inicial sugirió que el código tenía las siguientes características: 1) cada codón consiste en tres bases (consecutivas); 2 ) los codones adyacentes no se superponen; es decir, ninguna base del A R N mensajero pertenece a más de un codón; 3 ) la mayor parte de los 64 codones posibles representan más de un aminoácido, es decir, el código es "degenerado"; 4) los tripletes que codifican al mismo aminoácido son por lo general similares; 5 ) el código es probablemente universal, lo que
10
significa que es básicamente igual en todos los organismos. Los datos indicativos de que el código no es de tipo superpuesto provienen fundamentalmente del estudio de los cambios producidos por mutación en la secuencia de aminoácidos. Una mutación casi siempre produce el cambio de un único aminoácido en la secuencia como es de esperar en un código que no contenga superposiciones. Las pruebas de que el código es un código de tripletes provinieron del estudio de mulantes del cistrón rllB del fago T-i, del tipo de desplazamiento de fase (phase-shift mutants). Mientras que la adición de una o dos bases a un gene altera la fase de la lectura, la adición (por métodos'genéticos) de tres bases pone el mensaje nuevamente en fase. La composición probable (pero no la secuencia de bases) de muchos de los 64 codones fue sugerida por la utilización de sistemas «celulares para síntesis de proteínas, agregando ARN mensajero de composición conocida pero secuencia aleatoria, fabricado mediante la enzima polinucléotido fosforilasa. Esto (y la comprobación genética) lleva a pensar que la mayoría de los tripletes corresponden a uno u otro aminoácido y que los tripletes que representan a un mismo aminoácido son de algún modo parecidos, como lo sugieren los cambios restringidos de aminoácidos encontrados en mutantes. D • Colinealidad de gene y proteína Durante largo tiempo se sospechó la colinealidad entre la proteína y el gene que la codifica. En otras palabras, que el orden de los codones a lo largo del gene es el mismo que el orden de los aminoácidos correspondientes a lo largo de la cadena polipeptídica de la proteína. Así lo demostraron por primera vez Yanofsky y sus colegas (Yanofsky et al., 1964) para la proteína A de la enzima triptofano sintetasa de E. colí. Estos investigadores determinaron la secuencia de aminoácidos de un segmento de la cadena polipeptídica de aproximadamente 75 aminoácidos de longitud y localizaron en ella las distintas alteraciones en los aminoácidos producidas por nueve mutaciones diferentes. También encontraron, por medios puramente genéticos, el orden de estas mutaciones en el mapa genético. Los resultados mostraron la coincidencia de las dos ordenaciones; además, los lugares cercanos en la cadena polipeptídica resultaron también cercanos en el mapa genético. El mismo resultado fue obtenido por Sarabhai, Stretton, Brenner y Bolle ( 1 9 6 4 ) con un elegante método, usando mutantes del gene especificador de la proteína de cabeza del bacteriófago Ti, que provocan la terminación precoz de la cadena polipeptídica. La colinealidad del ADN y de la proteína que éste codifica no se ha podido observar aún directamente. Sin embargo, Hogness obtuvo recientemente ( 1 9 6 6 ) pruebas de que en el fago l , el orden de cinco genes en el mapa genético es el mismo que su orden en el A D N de l . E - La dirección de la lectura Por convención, las secuencias de aminoácidos se escriben empezando por el aminoácido amino terminal de la cadena polipeptídica. Las secuencias de ácido nucleico se escriben con el hidróxilo 5' a la izquierda. Habrá que decidir experimentalmente si la relación entre la secuencia del mARN y la secuencia de aminoácidos por él codifi-
c a d o s es la misma que implican estas c o n v e n c i o n e s o es la contraria. Téngase en cuenta q u e esto n o es exactam e n t e lo mismo que preguntarse p o r la secuencia temporal d e la lectura del mensaje. Afortunadamente, resultó que las d o s convenciones coinciden, pese a q u e los resultados iniciales indicaban l o contrario. Es decir, el extremo 5 ' del mARN codifica e l extremo amino de la cadena polipeptídica. Las comprob a c i o n e s que respaldan esto son las siguientes: 1. Por polímeros d e secuencia conocida. Se ha visto p o r ejemplo que un ARN mensajero d e la f o r m a A A A . . . A A A A C fabrica un polipéptido c o m p u e s t o fundamentalm e n t e por lisina ( Á A A ) p e r o c o n algo d e asparagina ( A A C ) en el extremo C-terminal (Salas et al. 1 9 6 5 ) . El e s t u d i o de polímeros que tienen secuencias especiales en e l extremo 5' del mARN también avala esta dirección d e la lectura ( S m i t h , Salas, Stanley, W a h b a y Ochoa, 1 9 6 6 ; Stanley, Salas, W a h b a y O c h o a , 1 9 6 6 ) . 2 . Por la decodificación del mensaje utilizando secuencias d e aminoácidos d e mutantes dobles de marco desplaz a d o (double frame-shift mulante), c o m o se explica en e l parágrafo 6 . 3 . Por una combinación de m é t o d o s genéticos y bioq u í m i c o s , usando el c ó d i g o genético, c o m o l o h i z o Yanofsk y utilizando la proteína A d e la triptofano sintetasa ( G u e s t y Yanofsky, 1 9 6 6 ) .
2 EL CODIGO GENETICO EN LA ACTUALIDAD Actualmente se c o n o c e el c ó d i g o genético c o n bastante precisión, al m e n o s para Bscherichia coli. P o r l o general 2a. la. i
u
u
fen fen leu leu
ser ser ser ser
tir tilocre ámbar
cis cis ? trip
U c A G
c
leu leu leu leu
pro pro pro pro
his his gluN gluN
arg arg arg arg
U c A G
A
ileu ileu ileu met
treo treo treo treo
aspN aspN lis lis
ser ser arg arg
U c A G
C
A
G
3a.
se l o diagrama en la f o r m a compacta que muestra la figura 1. Cada entrada en la figura corresponde a u n triplete d a d o e indica, u s a n d o las abreviaturas habituales, q u é a m i n o á c i d o es c o d i f i c a d o p o r ese triplete. A s í , la entrada indicada p o r C A U está marcada 'his', lo que implica que el triplete C A U (citosina-adenina-uracilo) codifica la histidina. E n lo q u e sigue, discuto algunas de las pruebas experimentales q u e avalan la figura 1, con el o b j e t o d e mostrar tanto los m é t o d o s utilizados c o m o la solidez del respaldo experimental. Este resumen no pretende ser c o m p l e t o . En t o d o caso, los nuevos datos se acumulan tan rápidamente que cualquier resumen envejecería en p o c o t i e m p o . Se pueden clasificar los datos en dos tipos principales: 1 ) los o b t e n i d o s utilizando el sistema acelular para síntesis de proteínas: estas técnicas asignan tripletes a diferentes aminoácidos ( p o r e j e m p l o , la prueba d e anexión: mARNs r e p e t i t i v o s ) ; 2 ) los provenientes de la síntesis en células intactas: estas técnicas muestran la relación entre tripletes ( p o r e j e m p l o , c a m b i o s mutagénicos: los resultados p o r d o b l e desplazamiento d e f a s e ) . A d e m á s , tenemos algunas indicaciones acerca d e la secuencia d e bases de varios anticodones en el tARN. Para u n tratamiento más extenso de este tema y o t r o s relacionados con él, remitimos al lector al volumen X X X I del Coli Spring Harbor Symposia on Quantitative Biology titulado "The Genetic Code" que reúne trabajos presentados a principios de j u n i o d e 1 9 6 6 . Este v o l u m e n n o s ó l o está al día sino q u e contiene referencias más detalladas de l o que ha sido p o s i b l e dar aquí.
3 LA PRUEBA DE ANEXION POR TRIPLETES El uso d e esta prueba f u e introducido por N i r e n b e r g y L e d e r ( 1 9 6 4 ) , quienes diseñaron una nueva técnica para asignar un c o d ó n a una aminoácido. Mostraron q u e e n presencia d e un triplete dado ( u n trinucleósido d i f o s f a t o ) los r i b o s o m a s anexan preferencialmente las especies c o rrespondientes d e tARN. Se incuba una mezcla d e u n triplete, ribosomas y m o léculas d e tARN ( q u e han sido marcadas c o n u n solo aminoácido radioactivo) en presencia d e una concentración adecuada d e M g 2 + , para permitir que se p r o d u z c a la anexión. D e s p u é s se pasa la mezcla p o r u n filtro M i l l i p o r e , que retiene los ribosomas junto c o n el tARN q u e se l e ha u n i d o , mientras deja pasar los tARN n o a n e x a d o s ; se m i d e entonces la radioactividad en el filtro. C o m o c o n t r o l se repite el m i s m o experimento sin el triplete.
Esta técnica f u e usada intensivamente p o r N i r e n b e r g y sus colegas ( L e d e r y Nirenberg, 1 9 6 4 a, b; B e r n f i e l d y val ala asp U gli Nirenberg, 1 9 6 5 ; T r u p i n et al., 1 9 6 5 ; Nirenberg et al., asp val ala c gli 1 9 6 5 ; B r i m a c o m b e et al. 1 9 6 5 ) y también p o r K h o r a n a glu val ala A gli glu val ala G y sus colegas ( S o l í et al., 1 9 6 5 ; Solí et al., 1 9 6 6 ) . P o r gli diversos m é t o d o s se han sintetizado los 64 tripletes y cada u n o de ellos ha s i d o p r o b a d o c o n muchos d e l o s FIGURA 1. Las cuatro bases, tiradlo, citosina, adenina y guanina, veinte aminoácidos. E n la mayoría de los casos se detecta están representadas por las letras U, C, A y G respectivamente. La primera base de cada triplete está indicada a la izquierda, la " la anexión d e un tARN d a d o p o r una radioactividad q u e segunda arriba y la tercera a la derecha de la figura. Los veinte supera varias veces a la registrada en los e x p e r i m e n t o s aminoácidos están representados por sus abreviaturas habituales; de control. así, 'fen' significa fenilalanina, etcétera. Se cree que los tripletes Lamentablemente n o siempre es p o s i b l e c o n f i a r p o r marcados 'ocre' y 'ámbar' señalan la terminación de la cadena polipeptídica. Los tripletes asociados con la iniciación de la cadena entero en el m é t o d o , d a d o que a veces n o p r o d u c e prácno están marcados en la figura. ticamente anexión en casos q u e , d e acuerdo c o n o t r o s
G
experimentos, permitirían esperar una respuesta positiva; inversamente, en algunos casos tARNs que pertenecen a varios aminoácidos responden a un triplete. Se sospecha q u e la mayor parte de estas respuestas más débiles se deben a fenómenos aberrantes producidos por el método.
4 EL mARN DE SECUENCIA DE BASES DEFINIDA
Sin embargo, cuando la prueba de anexión da un resultado muy positivo e inequívoco se lo puede aceptar con bastante certeza. En la figura 2 expongo todos los resultados (publicados o en prensa) obtenidos por el método d e anexión, que dieron incorporaciones de por lo menos tres veces la del control. Este criterio es más bien arbitrario, ya que una evaluación más precisa tendría en cuenta los detalles exactos de la prueba de anexión usada e n cada caso ( p o r ejemplo, si se usó ¿ARN purificado) y la medida absoluta de la anexión. Más aún, la anexión varía un poco de un experimento a otro. Casi todos los resultados son para E. coli, pero A G A y A G G para arginina han sido asignados de modo convincente sólo para la levadura.
Khorana fue el iniciador de este m é t o d o (Nishimura Jones, Ohtsuka, Hayatsu, Jacob y Khorana, 1 9 6 5 ; Nishimura, Jones y Khorana, 1 9 6 5 ) que consiste en sintetiza! químicamente una pequeña secuencia repetida, de unoá diez o doce restos de largo, de ADN complementario dfi doble filamento; cada helicoide se sintetiza separadamente. Luego este ADN se ofrece c o m o matriz a la enzima ADN polimerasa; el producto es un doble helicoide de ADN con la misma secuencia repetida, pero de una longitud de cadena mucho mayor, que posteriormente sé usa c o m o matriz para la enzima ARN polimerasa. Si sóla se usan para la síntesis algunos de los cuatro nucleosidoí tri-fosfatos pero no todos ellos, resulta posible copia! cualquiera de los dos filamentos del ADN sin copiar a) mismo tiempo el otro. El producto es una larga molécul? de ARN en la que mediante el análisis de extrema veciní dad (neares¿ neighbour analysis), encontramos que apa rece la secuencia repetida, tal c o m o se esperaba. Esta; moléculas de ARN se utilizan luego c o m o ARN mensaje ros en el sistema acelular para síntesis de proteínas.
Se puede ver que poco más de tres cuartos de los tripletes pueden ser asignados de esta manera. Hay un resultado que es casi seguramente falso: a saber, la respuesta valina para UGU. Varias de las anexiones débiles ( q u e no aparecen en la figura 2 ) aparecen c o m o respuesta a X A B , cuando el triplete esperado es A B Y ; eso ocurre c o n frecuencia cuando la anexión a A B Y es fuerte y se d e b e presumiblemente a una respuesta escasa al doblete A B , leído fuera de fase. Matthaei et al. ( 1 9 6 6 ) utilizaron una prueba de anex i ó n modificada, usando polímeros de la forma X p Y p Z . . . p Z de aproximadamente treinta restos de longitud y aduciendo que a menudo esto produce la anexión preferencial esperada para X Y Z (además de la anexión esperada debida a Z Z Z ) . Inicialmente este método dio resultad o s que se consideraron falsos y, en todo caso, la anexión usualmente es pequeña comparada con el control. Pese a afirmaciones en contrario, no es posible asignar con seguridad por este método tripletes que no hayan sido asignad o s ya por el método de anexión de Nirenberg y Leder. 2a. -* la. i
u C A G
U fen fen leu
c A G
3a. i
ser (ser) ser ser
U C A G
te r ter
pro pro
his his gluN gluN
met
treo treo treo treo
aspN aspN lis lis
val val val val
ala ala ala ala
asp asp glu
leu
cis(val) cis
arg arg arg
Si el código es un código de tripletes, p o d e m o s preve:i los resultados que aparecen en la tabla 1; c o m o se obtien< efectivamente esos resultados, ello confirma p o r métodos bioquímicos directos que el código es de tripletes. Le tabla 2 resume los resultados obtenidos por Khorana hastá fecha (Khorana, comunicación personal). El solo hecho de que ( U C ) n codifique al polipéptidc que se repite . . . leu.ser . . . no establece qué aminoácido debe ser asociado a los dos tripletes en cuestión, a sabeí UCU y CUC. Sin embargo, c o m o la prueba de anexiór muestra que U C U codifica la serina, p o d e m o s deducir cor seguridad que C U C codifica la leucina.
TABLA 1
U c A G
tipo de mARN
polipéptido esperado
(AB),
,a(3a|3ap.. .' . a a a a a.. .
(ABC)n y y (ABCD)B
.PPPPP...
•YY Y Y Y - - • .ccPY^PY^
TABLA 2 ileu ileu
U
c
arg arg
A G
gli gli gli gli
U C A G
FIGURA 2. Las mismas convenciones que para la figura 1. Las entradas indican los tripletes que han dado una respuesta tres veces mayor que el control en la prueba de anexión. Por lo tanto la mayor parte de las ubicaciones pueden considerarse probables.
12
A - Polinucléotido» con secuencias repetidas
mARN
polipéptido(s) producido(s)
(UC)n (UG)n (AG)n
(ser.leu) m (cis.val)m (arg.glu)m (treo.his)m ( l i s ) m + ( a r g ) m + (glu)m (leu) ClS )m + ( v a l ) m ( v a l )ra+ ( s e r ) (tir)m + ( t r e o ) m + ( l e u ) m (ileu)m + (ser)m + (Ms)m
(AC)„
(AAG)n (UUG)n (GUA)n (UAC)n (AUC)u
B - Polimicleótiílos con secuencias n o repetidas Salvo en casos especiales, la síntesis de estos polinucleód d o s es muy trabajosa y sólo se ha fabricado un n ú m e r o limitado de moléculas diferentes d e ARN mensajero: Tach, D e w e y , B r o w n y D o t y ( 1 9 6 6 ) y Stanley et al. ( 1 9 6 6 ) han publicado algunos ejemplos. El trabajo d e Stanley indica c o n gran probabilidad q u e A U A c o d i f i c a la isoleucina.
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5 CAMBIOS DE AMINOACIDOS EN MOTANTES El cambio típico de aminoácidos es el de un sólo aminoácido en toda una cadena polipeptídica; puede p r o d u cirse "espontáneamente" o por la acción de mutágenos. En algunos casos los cambios en la secuencia d e bases producidos p o r un mutágeno determinado pueden ser inferidos sobre la base de resultados de carácter q u í m i c o . P o r ejemplo, se cree que la hidroxilamina ataca s ó l o a la citosina y no a las otras tres bases. En la mayoría d e los casos los mulantes son seleccionados por un m é t o d o u otro. P o r ejemplo, la mayoría de las hemoglobinas humanas anormales han sido detectadas porque son electroforéticamente diferentes de la hemoglobina del adulto normal; puede inferirse que el c a m b i o de un aminoácido implica un cambio de carga. E n otros casos, lo que se busca son mutantes que destruyan la acción del gene y para ello se seleccionan mulantes " s i n sentido". Es conveniente señalar el cambio de un aminoácido, bido a una mutación, c o m o una flecha en el esquema código genético ( v e r figura 1 ) . H o y en día sabemos casi todos esos cambios se deben a la alteración d e única base en el ácido nucleico genético.
dedel que una
Si cambia la base que ocupa la primera posición en un c o d ó n , se traza vertical la flecha que marca el c a m b i o , la cual empieza y termina en la misma posición relativa en dos cuadrados adyacentes de la figura. Si el c a m b i o se produce en la segunda base del c o d ó n , la flecha será horizontal; si es la tercera base la que cambia, la flecha será vertical pero empezará y terminará dentro del m i s m o cuadrado. O sea q u e en todos los casos la flecha será horizontal o vertical; una flecha diagonal implicaría que han sido cambiadas al menos d o s de las bases del c o d ó n . Si los c a m b i o s en aminoácidos fueron hechos d e manera aleatoria, aproximadamente la mitad d e las flechas serán horizontales o verticales y la otra mitad, diagonales. Los resultados de los tres conjuntos mayores d e cambios mutagénicos están expuestos en las figuras 3 - 5 . Se puede ver que, c o n excepción de una flecha en la figura 5 , todas las otras flechas son verticales u horizontales, l o que es una notable confirmación del c ó d i g o genético. A u n q u e se trata d e un c ó d i g o degenerado resulta a menudo posible deducir el c a m b i o e f e c t i v o d e base q u e tiene lugar en una mutación, aun cuando n o se puedan determinar los codonés afectados. P o r ejemplo, el c a m b i o fen tir proviene d e U U U o U U C a U A U o U A C , respectivamente. E n ambos casos la mutación tiene que ser un cambio de U a A . Siempre es posible deducir la base que ha cambiado, salvo q u e : 1 ) intervengan la leucina, serina o , arginina o , 2 ) el cambio sea en un cuadrado d e la figura, es decir, se produzca en la tercera base d e u n
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A l g u n o s títulos p u b l i c a d o s : Cultura, salud y enfermedad, Margaret R e a d El yo y el sí mismo, A í d a A i s e n s o n K o g a n Psicología de la conducta, J o s é Bleger Introducción a la psicoterapia, Sideny T a r a c h o w Centro Editor de América Latina más libros para más Rincón 87-Capital
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triplete. A u n en esos casos puede ser posible deducir el c a m b i o de base sin ambigüedad; así, la mayor parte de los cambios en un aminoácido, proviene del cambio de una base determinada. L o s cambios d e una pirimidina a otra pirimidina ( U C o C •—> U ) y de una putina a otra purina ( A - > G o G—> A ) se llaman "transiciones"; los cambios de una purina a una pirimidina o viceversa se llaman "transversiones". La figura 3 muestra los resultados obtenidos en treinta y seis hemoglobinas humanas anormales diferentes. Los datos han sido tomados de la tabla 10.1 de Lehmann y Huntsman ( 1 9 6 6 ) , texto que debe ser consultado para referencias. Las áreas que aparecen punteadas en la figura representan aminoácidos cargados; se puede ver que, c o m o era d e esperar por el método de detección de mutantes, cada flecha empieza o termina en una región punteada. N ó t e s e que algunos cambios ocurren en ambos sentidos: las flechas correspondientes tienen dos cabezas. Se observa tanto transiciones c o m o transversiones, pero las primeras son algo más frecuentes. La figura 4 representa la mayor parte de los resultados obtenidos por Wittmann para el virus del mosaico del tabaco (véase el resumen de Wittmann y WittmannLiebold, 1 9 6 6 ; Tsugita también comunicó resultados similares en 1 9 6 2 ) . El material genético de este virus es ARN de un solo filamento, que se cree que actúa también c o m o el ARN mensajero del virus. T o d o s estos mutantes, salvo tres, fueron producidos usando ácido nitroso c o m o mutágeno, ya sea sobre el virus total o sobre su ARN. El ácido nitroso cambia C por U; cambia A por hipoxantina, que luego es copiada como si fuera una G , de tal mod o que el cambio efectivo es de A a G . El cambio de G a xantina parece ser letal. La figura muestra que cada flecha apunta en una dirección única, c o m o era de esperar, y todas las flechas salvo una muestran cambios de bases esperados. El cambio excepcional (glu asp) pued e haberse debido a una acción inesperada del ácido nitroso o , más probablemente, a una muíante espontánea q u e fue recogida accidentalmente con las mutantes de ácido nitroso. Las otras tres mutaciones que aparecen en la figura 4 se debieron al agregado de flúor uracilo durante el crecimiento viral. Cabe esperar que esta droga produzca los cambio A —» G o U - > C. Los tres casos detectados se conforman a esta expectativa. La figura 5 muestra el cambio detectado p o r Yanofsky y sus colaboradores como mutaciones, o retro-mutaciones, d e la proteína A de la triptofano sintetasa de E. coli (véase el resumen de Yanofsky, 1 9 6 6 ) . En este caso, no hay un determinado cambio de base que aparezca con más frecuencia, aunque los estudios detallados de Yanofsky muestran que los cambios de bases producidas p o r los diferentes mutágenos son casi siempre los esperados. En la figura 5 aparece una flecha diagonal debida al c a m b i o ileu —* asp; esto puede deberse a la alteración de d o s bases. Otra explicación es que el cambio real fue ileu aspN y que la asparagina f u e luego deaminada mediante un proceso desconocido convirtiéndose en ácido aspártico. Yanofsky ( 1 9 6 6 ) ha presentado datos experimentales que hace que. esta última explicación parezca probable. H a y otro cambio que Yanofsky comunicó recientemente ( 1 9 6 6 , comunicación personal) y que no ha sido incorporado a la figura 5. Se trata del cambio en la posición 4 8
14
U
A
C
u
U c A G
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c
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A G
G
MvM\v i h
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i;i i.«
ü A G U
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FIGURA 3. La figura representa el código genético, pero se ha omitido los nombres de los aminoácidos por conveniencia. Las flechas indican los cambios de los aminoácidos de treinta y seis hemoglobinas humanas anormales distintas; cada cabeza de flecha representa un ejemplo. El cambio de base puede ser deducido en todos los casos salvo en el señalado por la flecha ondulada y en los dos correspondientes a las flechas punteadas. Las áreas punteadas representan aminoácidos cargados.
c
u A
d e la p r o t e l n a , d e ácido g l u t á m i c o a metionina. E s t o implica q u e G A G ( o G A A ) se convierte en A U G y entonces el c a m b i o es d e p o r l o m e n o s d o s bases. L o interesante d e esta m u t a c i ó n es q u e ha sido detectada una sola vez y nunca r e t r o m u t ó al t i p o original. El h e c h o q u e se haya aislado esta m u t a c i ó n una sola vez y la ausencia de reversión n o s h a c e n pensar q u e se trata del caso p o c o frecuente d e un c a m b i o de d o s bases consecutivas y es p o r esto que n o f u e incluida en la figura 5.
ü C A G
U
U
c
A G
6 CAMBIOS DE AMINOACIDOS PRODUCIDOS POR DESPLAZAMIENTOS DE FASE
U C A G ü C A. G FIGURA 4. La figura representa el código genético, pero se ha omitido los nombres de los aminoácidos por conveniencia. Las flechas indican los cambios de aminoácidos encontrados por Witttnann entre los matantes del virus de mosaico del tabaco. El mutágeno empleado fue ácido nitroso, salvo en los tres casos representados por líneas punteadas, en que se empleó fluororacilo. Se indica con flechas onduladas aquellos casos en que los cambios de base son inciertos. Las flechas colocadas juera de la tabla muestran los cambios esperados por acción del ácido nitroso.
u u c
u
A G
U
c
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«
< -
— > — > .
i
U C A G U C A G
FIGURA 5. La figura representa el código genético, pero se ha omitido los nombres de los aminoácidos por conveniencia. Las flechas indican los cambios de aminoácidos encontrados por Yanofsky en la proteína A de la triptofano smtetasa de Escherichia coli. Aunque la mayor parte de estos cambios han sido obtenidos reiteradamente, se representa cada cambio con una sola flecha. La flecha ondulante indica que el cambio de base es incierto en
D a d o q u e el ARN m e n s a j e r o es l e í d o secuencialmente d e a tres, bases p o r v e z , la adición d e u n nucleótido en cualquier p u n t o p o n d r á f u e r a d e fase a toda la lectura siguiente. Sin e m b a r g o , se p u e d e v o l v e r la lectura a fase sustrayendo u n n u c l e ó t i d o en algún p u n t o posterior, aunque el mensaje será mal l e í d o entre las d o s alteraciones. Éste e f e c t o f u e p r e d i c h o p o r Crick, Barnett, Brenner y W a t t s - T o b i n ( 1 9 6 1 ) a partir d e estudios genéticos. R e c i e n t e m e n t e f u e c o n f i r m a d o en f o r m a directa p o r Streisinger y sus c o l a b o r a d o r e s ( T e r z a g h i et al., 1 9 6 6 ) . L a p r o t e í n a estudiada f u e la lisozima del c o l i f a g o Ta.. Las mutantes se p r o d u j e r o n utilizando acridinas, q u e apar e n t e m e n t e p r o d u c e n adiciones o sustracciones d e base ( o b a s e s ) más q u e transformaciones d e una base en otra. Tales mutantes se caracterizan p o r destruir completamente la f u n c i ó n del gene. M e d i a n t e m é t o d o s genéticos se u b i c ó a d o s d e estas mutaciones en el m i s m o gene, q u e p r o d u j o entonces una p r o t e í n a alterada c o n alguna actividad enzimática. Se e n c o n t r ó q u e el c a m b i o p r o d u c i d o en la secuencia d e a m i n o á c i d o s estaba circunscripto a cinco aminoácidos adyacentes. U s a n d o el c ó d i g o genético era posible, a partir de la secuencia original y d e la secuencia alterada en la mutante d o b l e , d e d u c i r la secuencia d e bases probable del ARN m e n s a j e r o ; esto es l o que se muestra en la figura 6. Se v e q u e la primera mutación f u e probablemente la d e l e c i ó n d e una A y la segunda, la adición d e una G . L o s ensayos d e m o s t r a r o n q u e n o había otra solución c o m p a t i b l e c o n el c ó d i g o y q u e n o había solución posible si se c o n s i d e r a b a el sentido inverso d e lectura. L o s d a t o s q u e aparecen en la figura 6 son útiles p o r q u e c o n f i r m a n algunas asignaciones dudosas, c o m o el c o d ó n U U A para la leucina. E n la referencia previa y e n el resum e n d e Streisinger et al. ( 1 9 6 6 ) se dan más ejemplos d e c a m b i o s d e desplazamiento d e fase p r o d u c i d o s en esta región d e la lisozima.
7 EL ANTICODON DEL
tARN
Se ha p r o g r e s a d o algo en cuanto a la localización del a n t i c o d ó n en varias moléculas d e tARN. T o d o hacía suponer q u e las d o s primeras bases del c o d ó n se aparearían c o n las bases c o r r e s p o n d i e n t e s del a n t i c o d ó n d e acuerdo c o n las reglas usuales d e apareamiento encontradas eñ el ADN. L o s pares para el ARN son A—U
v
G—C
15
lis
ser
AA? 'A'GU lis
val
pro
ser
CCA
UCA
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leu
ala • •
aspN
G C? c u u AAU i + t 1 G met his leu ala
FIGURA 6. Las secuencias de aminoácidos ilustradas forman parte de la protelna lisozima del fago T4, estudiada por Streinsinger y sus colaboradores. La línea superior representa la secuencia original; la inferior representa la secuencia encontrada en la matante doble de marco desplazado. La secuencia de bases que aparece en el medio ha sido deducida a partir del código genético. Sugiere que a la primer mulante le faltaba una 'A' y que la segunda ha añadido una 'G' a la secuencia original.
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tirosina
FIGURA 7. Ilustra los anticodones en la secuencia de bases de los tARNí de alanina, serina y tirosina de levadura (véase el texto para referencias). Los anticodones aparecen hacia la mitad de la cadena de cada tARN; acá se representa sólo parte de cada secuencia. Los puntos indican el recorrido de la cadena; los guiones representan el apareamiento entre bases. Arriba se muestran los codones del ARN mensajero que predice la teoría del reconocimiento errático (wobble theory). Las ¡lechas muestran el sentido del polinucleótido que comienza en el extremo 5' y termina en el extremo 3'.
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Más recientemente, Zachau y sus colegas (Dütting, Karau, Melchers y Zachau, 1 9 6 5 ) han presentado la secuencia de dos tARNs de serina muy parecidos y Madison (Madison, Everett y Kung, 1 9 6 6 ) la secuencia del tARN d e tirosina, en los tres casos de levadura. E n todos los casos se puede dibujar una estructura similar que contenga el anticodón esperado, c o m o se muestra en la figura 7. La única sorpresa consiste en que en el anticodón de tirosina aparece ácido seudouridílico en vez de uracilo, pero estas dos bases pueden formar del mismo m o d o los puentes de hidrógeno necesarios c o n la A del c o d ó n ; d e m o d o que no hay violación d e las reglas d e apareamiento.
*
Q——O « •
4
*
Cuando Holley y sus colaboradores ( H o l l e y et al. 1 9 6 5 ) develaron la secuencia del tARN de la alanina de levadura, señalaron c o m o posible anticodón al triplete I G C . Este podría aparearse de un m o d o ¿«/¿paralelo con tripletes de la forma G C X ( X = d e s c o n o c i d o ) que codifican la alanina. La estructura secundaria del tARN e? desconocida, pero es razonable suponer que el triplete I G C aparece en la mitad de un asa de siete bases que liga los dos extremos de una corta región de d o b l e hélice que tiene cinco pares d e bases. L a base rara dimetilguanina ( d i M e G ) aparece inmediatamente después del comienzo de esta hélice.
TABLA 3. Reglas propuestas para el apareamiento de la tercera base del codón anticodón
codón
Ü
Al G;
C
G
A
U
G
CÍ U1 c
I
A
El apareamiento d e la tercera base del c o d ó n resulta menos claro. Ahora parece probable que una molécula de tARN pueda reconocer varios codones parecidos, que difieran sólo en la tercera base. La posibilidad d e que el reconocimiento de la tercera base fuera errático m e llevó a postular (Crick 1 9 6 6 ) el esquema d e apareamiento d e bases para la tercera posición del c o d ó n que aparece en la tabla 3. Las escasas pruebas experimentales c o n que se cuenta actualmente tienden a respaldar este esquema ( S o l í et al,, 1 9 6 6 ; Kellogg, D o c t o r L o e b e l y Nirenberg, 1 9 6 6 ) . Si se acumulan suficientes casos para establecer las pautas de reconocimiento que aparecen en la tabla 3 será posible confirmar los codones descubriendo los anticodones de las diferentes moléculas de tARN. E n t o d o caso parece muy probable que se pueda confirmar de esta manera las dos primeras bases d e cualquier c o d ó n , siempre que el tARN en cuestión no aparezca en cantidades tan pequeñas c o m o para hacer técnicamente difícil su purificación.
8 SIGNOS DE PUNTUACION A - Iniciación de la cadena Se trata de un descubrimiento reciente. En E. coli bay un tARN especial para la metionina que interviene en la iniciación de la cadena polipeptídica (Marcker y Sanger, 1 9 6 4 ) . La metionina que se carga en este tARN especial tiene su grupo amino formilado por una enzima especial, q u e usa ácido formil-tetrahidrofólico c o m o donante del radical formilo (Marcker, 1 9 6 5 ) . Este tARN aparentemente reconoce los codones A U G y G U G ( y posiblemente también U U G y G U G ) (Clark y Marcker, 1 9 6 6 ; Kellogg et al., 1 9 6 6 ) . Se supone que prácticamente todas las cadenas polipeptídicas de E. coli al ser sintetizadas comienzan con formil-metionina, pero que cierta porción del principio de la cadena es luego removida por una enzima o enzimas especiales ( A d a m s y Capecchi, 1966; W e b s t e r , Engelhardt y Zinder, 1966; Capecchi, 1 9 6 6 ) . Es un hecho notable, descubierto en primer término por W a l l e r ( 1 9 6 3 ) que el 4 0 p o r ciento de los terminales amino de las cadenas polipeptídicas de E. coli comienzan con metionina. A u n cuando n o aparece el grupo formilo, el tARN especial inserta metionina sólo al comienzo de la cadena polipeptídica y n o en el medio (Clark y Marcker, 1965, 1966 a). Así vemos que la propiedad de iniciación, q u e probablemente significa que el tARN se encaja directamente en la ranura del ribosoma ocupada normalmente por el tARN que lleva un polipéptido (Bretscber y Marcker, 1 9 6 6 ) , se debe a la naturaleza especial de este tARN y n o meramente al grupo formilo. Sin embargo, es probable que el grupo formilo acelere la iniciación (Clark y Marcker, 1966 b). Hay o t r o tARN d e metionina, que no puede ser formilado; no interviene en la iniciación de la cadena sino que introduce metionina en medio d e la cadena polipeptídica. Este tARN responde sólo al c o d ó n A U G (Clark y Marcker, 1966 a). Nótese que el triplete G U G aparece c o m o correspondiendo a la valina en el medio de una cadena y a la metionina en el principio. Eso no es sorprendente c u a n d o nos damos cuenta de que para empezar una cadena el tARN inicial tiene probablemente que leer el ARN mensajero en una ranura del ribosoma distinta de la utilizada usualmente para el reconocimiento entre una molécula d e tARN y el ARN mensajero. H a sido demostrado en un sistema in vitro que el triplete A U G actúa c o m o "marcador d e fase" cuando está cerca del comienzo de la cadena de ARN, poniendo al mecanismo de la lectura en la fase definida por la posición del A U G (Sundararajan y Thach, 1 9 6 6 ; Thach et al. 1 9 6 6 ) . El triplete G U G aún no ha sido probado en este sentido. Todavía n o se sabe si hay o n o otros m é t o d o s de iniciación de la cadena en E. coli ni cuál es el mecanism o en los organismos superiores. B - Terminación d e la cadena Para la terminación de la cadena es probablemente necesario que se produzca un paso positivo, d a d o que durante la síntesis de proteína la cadena polipeptídica creciente está siempre unida a la molécula de tARN llevada al ribosoma por el último aminoácido incorporado (Gilbert, 1 9 6 3 ) . Para producir un péptido libre se d e b e
romper esta unión después que se ha añadido a la cadena el último aminoácido. Se cree que los d o s tripletes U A A ( o c r e ) y U A G (ámbar) producen la terminación de la cadena polipeptídica ( W e i g e r t y Garen, 1 9 6 5 ; Brenner, Stretton y Kaplan, 1 9 6 5 ) . Las denominaciones coloquiales de " á m b a r " y " o c r e " se refieren a los conjuntos de mutaciones que aparecen en diferentes genes y que han sido caracterizados por sus propiedades de supresión. Existen genes supresores especiales que suprimen parcialmente la lectura d e U A G , o de U A A y U A G , pero no de U A A solo. Estos supresores actúan poniendo a veces un aminoácido en vez de terminar la cadena; el aminoácido insertado es característico del supresor. Así se conocen diferentes supresores de U A G ; u n o añade tirosina, otro, glutamina, y un tercero, serina (para referencias, ver tabla 2 de Kaplan, Stretton y Brenner, 1 9 6 5 ) . Esta supresión se debe probablemente en cada caso a una alteración genética d e un tARN determinado (Capecchi y Gussin, 1965; Smith, A b e l s o n , Clark, G o o d m a n y Brenner, 1 9 6 6 ) . Aún n o se ha p r o b a d o que la alteración sea del anticodón del tARN. T o d o l o dicho se aplica a mutaciones q u e producen la terminación prematura de la cadena. A ú n n o se c o n o c e el mecanismo de la terminación natural de la cadena. Se supone que interviene principalmente el c o d ó n U A A y que existe un tARN especial para la terminación d e la cadena, que aún no ha sido descubierto. En investigaciones realizadas en sistemas in vitro para síntesis de proteínas se ha demostrado que la liberación de la cadena tiene lugar cuando se usa c o m o ARN m e n sajero un polinucleótido de secuencia aleatoria poli U A o bien poli U A I (Bretscher, G o o d m a n , M e n n i n g e r y Smith, 1 9 6 5 ; Takanami y Yan, 1965; Ganoza y Nakam o t o , 1 9 6 6 ) como era de esperar dada la c o m p o s i c i ó n de los tripletes U A A y U A G .
9 ERRORES DE LECTURA Y AMBIGÜEDAD Puede haber varias clases de errores parciales de lectura. Estos pueden ser causados por antibióticos, tales c o m o la estreptomicina, o por defectos genéticos en partes del mecanismo de lectura, tales c o m o en los casos d e supresión extragénica. También puede haber errores d e lectura en los sistemas in vitro, por ejemplo si la concentración de M g 2 + es demasiado alta o la temperatura demasiado baja. N o trataremos estos temas en detalle. Un problema más serio es el de saber si una célula normal puede leer un triplete de más de una manera. A esto se lo conoce c o m o " a m b i g ü e d a d " . Lamentablemente, hay algunos datos de que pueden ocurrir ambigüedades ( v o n Ehrenstein, 1 9 6 6 ; Rifldn, Hirsch, R i f k i n y Konigsberg, 1 9 6 6 ) aunque n o se l o ha establecido aún con certeza. Sin embargo, es muy probable que sean p o c o s los tripletes ambiguos y que la mayor parte de ellos puedan ser leídos d e una sola manera.
1 0 UNIVERSALIDAD En toda la naturaleza aparecen los mismos veinte aminoácidos y las cuatro bases habituales. E s o n o implica, sin
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e m b a r g o , que el c ó d i g o genético que los relaciona tenga q u e ser siempre e l mismo.. N i en los experimentos iniciales que usaban mensajeros a r t i f i c í a l e s en sistemas in vitro, ni en aquellos realizados sistemas m i x t o s in vitro, en los cuales el mARN y l o s ribosomas provienen de una especie y el tARN de o t r a , se lian e n c o n t r a d o diferencias evidentes en el código ¿ e n é t i c o de las diferentes especies. La mejor prueba Í i a s t i í la fecha la constituye probablemente el excelente a c u e r d o entre el código deducido para la E. coli y_ los c i a t o s mutagénicos detallados en el parágrafo 5, obtenidos plantas ele t a b a c o y seres humanos. Hay por lo tanto e n p o c a s dudas de la similitud del código genético de la t n a v o r f a de los organismos; queda por verse si hay organ i s m o s que utilizan una versión algo modificada del códig o . E s sin duela posible que los tripletes de iniciación d i f i e r a n en distintas especies.
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CONCLUSION
D e lo que h e m o s dicho se puede concluir que ya se c o n o c e n los lincamientos del c ó d i g o genético. Es necesario s e g u i r trabajando para verificar los detalles, especialmente e n l o que se r e f i e r e a signos de puntuación y para extender l o s resultados a otras especies. Parece muy improbable q u e l o s resultados que aparecen en la figura 1 necesiten a l g u n a alteración drástica. Q u e d a m u c h o trabajo para hacer para descubrir los m e c a n i s m o s b i o q u í m i c o s exactos de la síntesis de proteín a s , tema que prácticamente no hemos abordado en este r e s u m e n . Aparte d e eso, el problema más importante por r e s o l v e r es el de l o s mecanismos de control. En particular, a d n n o c o n o c e m o s las secuencias de bases que indican el c o m i e n z o y el fin d e un gene o de un operón, ni c ó m o se r e l a c i o n a n , si es q u e lo hacen de alguna manera, con el c ó d i g o genético propiamente dicho. Tampoco sabemos m u c h o sobre el c o n t r o l del ritmo en que actúan los genes. E n cuanto al c ó d i g o genético en sí, su estructura pres e n t a un p r o b l e m a de otra categoría. ¿Tiene alguna base e s t e r e o q u í m i c a o es fundamentalmente el resultado de a c c i d e n t e s h i s t ó r i c o s ? Este tipo de preguntas nos conduce a l p r o b l e m a del origen de la vida, un campo fascinante p e r o difícil, en e l cual impera la imaginación y escasean í o s h e c h o s realmente concluyentes. Este tema está fuera d e l alcance de e s t e resumen. L : j importancia del meticuloso trabajo sobre el código g e n e t i c o que h e m o s reseñado no se limita a haber devel a d o los m e c a n i s m o s bioquímicos más importantes y cent r a l e s de la b i o l o g í a . La mera existencia de este conocim i e n t o exacto establece el marco teórico general que ha g u i a d o a los investigadores durante los últimos doce años y m u e s t r a claramente los diferentes papeles que repres e n t a n en los s e r e s vivientes los ácidos nucleicos y las p r o t e í n a s . D e m u e s t r a , asimismo, c ó m o la selección natural p u e d e operar a n i v e l molecular e ilumina conceptos tales c o m o ] a no heredabilidad de los caracteres adquiridos. A ñ o r a sí p o d e m o s esperar confiados que áreas cada vez £ ™ y o r e s de la b i o l o g í a puedan ser tratadas desde una « a s e molecular.
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acta científica DIFUNDE LA LABOR DE LOS INVESTIGADORES ARGENTINOS
Físico-Química Matemáticas, Electrónica Física Publicada p o r ef Instituto d e
Investigaciones
Científicas y Técnicas d e las Fuerzas A r m a d a s
Novedades de ciencia y tecnología
i Impulso a los insectos incompatibles Mucho antes del actual alboroto sobre el D D T y los insecticidas similares como el dieldrin y el B C H , la Organización Mundial de la Salud inició una promocionada búsqueda destinada a descubrir métodos alternativos para el control de los insectos. Esto se debió, principalmente, a que los insectos vectores de enfermedades humanas desarrollaron una resistencia que resultó tener una base evolutiva y q u e presenta u n excelente cuadro de la selección darviniana. En las poblaciones de insectos, algunos individuos poseen en su constitución genética genes que controlan mecanismos químicos debido a los cuales los insecticidas resultan atóxicos. E n consecuencia, cuando se usa un insecticida particular los insectos q u e tienen esta ventaja selectiva sobreviven, mientras que los que carecen de ella perecen. A lo largo del tiempo puede desarrollarse una población completamente resistente. Alrededor d e 1958 se habían identificado 26 especies de insectos resistentes que tenían importancia para la salud pública (en las que estaban incluidos vectores de las mayores enfermedades epidémicas y endémicas tales c o m o la malaria, fiebre amarilla, peste y filariasis). E l año pasado su número llegaba casi a 100. A l reconocer que éste es, al menos, un fracaso parcial del combate químico para el control de los insectos y que, además, surgió el problema de contaminación del medio
asociado con peligros para la salud, los investigadores propusieron el control biológico de los insectos y, en especial, el uso de los mecanismos genéticos. Entre éstos están incluid o s la esterilidad inducida químicamente y por radiaciones, la esterilidad híbrida, y la incompatibilidad citoplasmática. En el tratamiento de las pestes d e la agricultura y la ganadería en muchos casos ha tenido éxito el uso d e machos estériles por radiación. A l o largo de amplias áreas se exterminaron gusanos que producen una grave peste en el ganado, y en ciertas islas se erradicaron las moscas tropicales de la fruta. Este m é t o d o implica la crianza, esterilización y puesta en circulación de suficientes insectos machos estériles c o m o para saturar la población natural. Se ha calculado que una población de insectos puede ser erradicada completamente en tres generaciones, si se p r o v e e a cada generación de suficientes machos estériles. Una técnica alternativa es el tratamiento d e la población natural con un quimioesterilizante, c o m puesto químico que esteriliza el 9 0 p o r ciento de la población en cada generación y que también c o n d u c e a la erradicación en tres generaciones de una población estable d e insectos. N o obstante, hasta ahora, la técnica de los machos estériles en la q u e se usa la irradiación no ha tenido éxito c o n los anofelinos ( m o s quitos transmisores d e la malaria). Extensos experimentos d e c a m p o en Florida con Anopbeles quadrimaculatus, seguidos p o r tests de laboratorio confirmaron que, con referencia a las hembras, sólo el 5 p o r ciento de los machos esterilizados eran competidores d e los machos
normales, resultando una reducción escasamente significante de la población. Sin embargo, en l o que respecta a otras enfermedades humanas transmitidas por insectos, el método más exitoso desarrollado hasta ahora está basado en un mecanismo de incompatibilidad citoplasmática, que se d e m o s t r ó por primera vez en Burma en un plan piloto llevado a cabo durante los dos últimos años. Actualmente está por aplicarse en gran escala (aunque en un principio a nivel d e investigación) en una campaña para el control genético de los mosquitos culicinae en India, organizada por la Organización Mundial de la Salud y el gobierno de la India, c o n un subsidio extensivo a 2 millones de dólares del Servicio de Salud Pública de Estados Unidos. La campaña, que comenzará este año y se extenderá hasta 1975, se inspiró originalmente en el problema d e la resistencia. Pero no cabe d u d a que ahora los problemas d e la contaminación ambiental y su asociación con los peligros para la salud, son reconocidos c o m o los principales. Asimismo, ellos encabezan las razones de la prohibición o el control que pesan en varios países sobre el D D T y otros insecticidas químicos. La incompatibilidad citoplasmática se manifiesta en algunas especies de insectos d o n d e la cruza se hace entre poblaciones ampliamente separadas, dando c o m o resultado la esterilidad.
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Cintas magnéticas de computadora en el banco de los "Relámpagos Dorados"
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pocos minutos d e finalizado el primer t i e m p o , dispondríamos d e datos valiosísimos para planificar la estrategia del segundo t i e m p o " .
Una computadora "juega" en un equipo de fútbol L o s hinchas — y entrenadores— del e q u i p o de la Universidad de Kent tienen puestas sus esperanzas en un n u e v o miembro que tratará de romper la mala racha del equipo e n el campeonato del año pasado: un solo triunfo en diez partidos. Esta temporada los " R e l á m p a g o s D o r a d o s " de Kent utilizarán una computadora B U R R O U G H S B 5 5 0 0 para determinar las tendencias de sus contrarios y lograr información q u e los ayude a ajustar su estrategia defensiva y controlar los ataques de sus rivales. Terry Mallett, director técnico adj u n t o del equipo de Kent — y analista principal del programa— toma los datos estadísticos de cada partido y alimenta c o n ellos las cintas magnéticas de la B 5500 que los analiza y produce cuadros de resultados que indican las tendencias del e q u i p o contrario y de cada uno de sus jugadores. Mallett opina que este tipo d e información también podría obtenerse manualmente pero que la c o m p u tadora le permite lograrla en el mét o d o más rápido y con más detalle. Su optimismo es grande ya que " c o n un intrumental adecuado podríamos tomar información de cada jugada en la cancha, perforar inmediatamente las tarjetas correspondientes, dárselas a leer a la computadora y, a los
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3 Rayos X que seleccionan papas Puesto que las ideas nuevas referentes a maquinaria agrícola tardan un tiempo inusitado entre su concepción y su producción, es b u e n o oír que d o s prometedoras técnicas desarrolladas en años recientes por el Instituto Nacional d e Agricultura e Ingeniería d e G r a n Bretaña se han materializado en su totalidad, si bien ninguna d e las dos resulta barata. Una es la cosechadora electrónica d e papas; la otra, es un furgón transportador apto para usar especialmente en trabajos d e huerta. L a cosechadora d e papas, ya en plaza (los primeros pedidos para la cosecha de 1 9 7 0 se tomarán en la futura muestra del 8 de diciembre de la Royal Smithfield S h o w ) , cuesta fí 5 . 3 5 0 , mientras que el furgón transportador autopropulsado cuesta aproximadamente de 3 . 0 0 0 a 3.500 £. D i c h a cosechadora electrónica es un m o d e l o más desarrollado de la cosechadora W h i t s e d Super D ú p l e x , pues incorpora todos los aspectos de
esta última con la adición de una unidad electrónica de rayos X que separa las papas de las piedras y terrones y devuelve el desecho al suelo. Las papas son manipuladas de la misma manera que en la Super D ú plex hasta que se llega al punto en que deberían ser expuestas para la separación de piedras y trozos de tierra. E n este m o m e n t o interviene la unidad de separación electrónica. Las papas, piedras y terrones pasan sobre una cinta d o n d e son desparramadas p o r dedos mecánicos para llevarlas ante la unidad de rayos X . El separador de rayos X consiste en un sistema d e 16 haces. Cada uno de éstos incide sobre una célula detectora que reconoce las diferencias de densidad de los objetos que pasan entre ella y la fuente de rayos X . Las papas, piedras y terrones se deslizan p o r la cinta atravesando las emisiones de rayos. Las piedras y trozos de tierra son identificados p o r la célula detectora p o r ser de mayor densidad que las papas. Dicha célula manda una señal a los dedos mecánicos y cada piedra o terrón detectado es desviado de su camino p o r u n o d e los dedos, y así devuelto al suelo. Las papas que pasan a través d e los rayos se deslizan sobre los d e d o s mecánicos, los cuales las desvían hacia u n transporte que luego las acarrea hasta el acoplado al costado de la máquina. E n diferentes partes del país se han puesto en uso catorce máquinas c o n resultados satisfactorios en granjas con suelos de condiciones muy diversas. La única limitación p o r el m o mento es que la máquina n o se adecúa al procedimiento de seleccionar papas muy pequeñas, tales c o m o las usadas en las conservas en lata. Las ventajas son obvias: la recocolección puede ser llevada a cabo p o r un solo h o m b r e en comparación c o n el equipo d e seis que por l o general acompaña a las máquinas para la selección manual d e las papas, C o n tres hombres disponibles, la máquina puede trabajar en horario corrido. El f u r g ó n transportador, desarrollado a partir del vehículo experimental auto-cargador d e la N I A E , va a ser p r o d u c i d o p o r la Stanhay de A s h f o r d b a j o el n o m b r e de "montatransportador". E n el nombre está implícita su función, ya que el vehículo es c o n d u c i d o sobre los depósitos colectores a los que eleva a una posición en q u e se puedan cargar; d e esta manera pueden ser remol-
cados hasta un total de seis depósitos. La función primaria d e u n montatransportador de este t a m a ñ o es trabajar en huertas, d o n d e c o n seis depósitos recolectados a un t i e m p o , el funcionamiento es m u c h o m e n o r q u e cuando se usan los tractores c o n h o r quetas. Comparada c o n la d e los camiones, la producción p u e d e llegar a ser más del doble.
4 Nuevo proceso para recuperación de plata de películas usadas Un nuevo proceso para recuperar la plata contenida en películas f o t o g r á ficas y radiográficas usadas, desarrollado por una firma norteamericana, aparece c o m o muy a t r a c t i v o d e s d e el punto de vista e c o n ó m i c o . El p r o c e so utiliza un agente catalítico patentado (denominado R h o z y m e ) , que actúa sobre la gelatina q u e c u b r e la película, hidrolizándola y d e j a n d o en libertad a la plata, la q u e se recupera luego por filtración o centrifugado. Las condiciones d e trabajo s o n : temperatura constante ( e n t r e 4 8 y 1 1 5 ° C ) , y p H constante ( e n t r e 5,5 y 7 ) . Luego de la eliminación d e la capa de gelatina, la película, y a sea de acetato de celulosa o d e poliéster, puede ser utilizada d e n u e v o . É s t o último es una ventaja adicional del método, ya que c o n l o s p r o c e s o s hasta ahora conocidos para recuperar la plata (ataque c o n á c i d o s concentrados, por e j e m p l o ) , la película quedaba dañada.
5 Una computadora cobra peaje Los ómnibus que cruzan el G o l d e n Gate Bridge, en San Francisco, m u y pronto atravesarán, sin detenerse, los puestos de peaje del puente gracias a un nuevo sistema de control, dirigido p o r una computadora. Esto no quiere decir que no paguen más peaje, sino que se ha puest o en marcha la fase de ensayo del sistema A V I (Identificación A u t o mática de V e h í c u l o s ) , ideado por el Departamento de Transporte de l o s Estados Unidos para eliminar l o s embotellamientos de los puestos d e peaje. El A V I instalado en el G o l d e n Gate gira alrededor de una c o m p u tadora I B M 1800 que controla electrónicamente los vehículos especialmente equipados que atraviesan l o s puestos. Estos vehículos tienen dispositivos que generan una señal c o dificada a una cierta frecuencia al ser activados p o r la recepción de otra señal de radio emitida por un segund o equipo instalado en el pavimento del puente. Una segunda antena —instalada en el p u e s t o — recibe la señal q u e transmite a un sistema electrónico que la convierte al código compatible c o n la línea de transmisión d e datos a la 1800. La computadora archiva en disco la información y g e -
nera resúmenes impresos — y en cinta d e p a p e l — d e los c ó d i g o s d e los v e h í c u l o s q u e han pasado .El programa registra la h o r a exacta de paso, la f e c h a , el t i p o d e v e h í c u l o ( d e d o n d e d e d u c e la tarifa) y elabora facturas para los utilizadores del puente. E n su fase d e ensayo, el A V I acepta v e h í c u l o s de hasta 10 tipos d i f e r e n t e s y piensa atenderse progres i v a m e n t e a ó m n i b u s , camiones y e v e n t u a l m e n t e a usuarios particulares q u e recibirán p o r c o r r e o los r e s ú m e n e s mensuales d e sus gastos d e viaje.
6 Una ullrainicrobalanza usa un rayo de luz como contrapeso E n los laboratorios d e la fuerza aérea americana d e C a m b r i g d e , Massachusetts, Karl P . Z i n n o w y Jens P . D y b w a l d han desarrollado una ultramicrobalanza q u e p u e d e detectar pequeñísimas variaciones d e masa, del o r d e n d e 1 0 - 8 g r a m o s , y en la cual se utiliza la presión q u e ejerce un rayo d e luz c o m o contrapeso. E l u s o d e la luz, en lugar del sistema magn é t i c o usual en las microbalanzas, f u e d e t e r m i n a d o p o r el h e c h o d e que
Los ensayos en planta p i l o t o han dado recuperaciones d e plata entre 80 y 95 % , p a r t i e n d o d e películas que contienen a p r o x i m a d a m e n t e 75 g de plata p o r k i l o g r a m o d e película. En base a estos rendimientos, y al bajo costo d e l o s e q u i p o s necesarios, se calcula q u e la plata recuperada tendrá un c o s t o d e aproximadamente un c e n t a v o y m e d i o de dólar p o r onza, lo cual es m u y interesante, si se calcula q u e el p r e c i o actual de la plata es d e alrededor de 1,80 dólares la onza.
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Caracol Covus y su retrato por computadora.
para hacer el vacío en la cámara de pesada se utiliza una bomba a difusión iónica, que produce un campo magnético cuya eliminación hubiera resultado extremadamente dificultosa. Básicamente la balanza consiste en una varilla de vidrio de 18 pulgadas d e largo, de la cual penden dos alambres de tungsteno, soldados en sus extremidades. La varilla está soldada en su parte central a otra varilla de vidrio doblada en forma de W , y unidos a los extremos de esta última hay dos alambres de torsión; ajusf a n d o 1a tensión de estos últimos, se ajusta la sensibilidad de la balanza. D e uno de los alambres de tungsteno mencionados al principio pende un e s p e j o que se utiliza para establecer la posición de cero de la balanza, y d e l otro un pequeño receptáculo para la muestra. T o d o el conjunto se halla dentro d e una cámara herméticamente cerrada en la cual se haca el vacío. La presión del rayo de luz se mide mediante un sistema de torsión (una varilla de vidrio suspendida de un alambre de tungsteno, v e n cuya extremidad hay un pequeño e s p e j o ) , situado también dentro d e la cámara de vacío. Dirigiendo un rayo de luz sobre este espejo se prod u c e una deflexión. Con un período d e cinco minutos, y una sensibilidad calculada de 4 X 10 5 grados/dina, una deflexión d e cuatro grados causada p o r el rayo de luz corresponde a una presión que puede contrabalancear un peso de 1 0 - 8 gramos. Se han obtenido resultados satisfactorios utilizando una lámpara de cuar-
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zo-iodo de 650 Watts trabajando a bajo rendimiento. El r.ivo de luz incide primeramente sobre el espejo mencionado, y de éste se refleja en el espejo de la balanza; cuando eí ángulo de incidencia es el mismo en ambos espejos, significa que la presión aplicada en ambos por ¡a luz es la misma. La compensación que d : be aplicarse por medio del sistema de torsión para volver a la posición de cero es proporcional a la variación de masa. Conociendo exactamente la geometría y las propiedades del sistema, no se necesitan pesas de calibración.
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organismos tratando d e deducir los mecanismos subyacentes. Un ejemplo interesante d e este segundo tipo de e n f o q u e es el trabajo de C. H . W a d d i n g t o n y Russeu C o w e d e la Universidad d e E d i m b u r g o . W a d d i n g t o n y C o w e tratan de averiguar c ó m o los caracoles del género Covus lograban sus formas características: individualmente considerados, un caracol difiere tanto de o t r o que debe aceptarse una participación del azar, pero por otra parte se o b servan reglas rígidas: a ) el pigmento se deposita sólo en líneas que divergen del origen a medida que el caracol crece, y b ) cuando d o s líneas de pigmento se encuentran, terminan en ese punto. Los autores explican las formas definitivas (Journal of Theorstical Biology, vol. 2 5 , pág. 2 1 9 ) suponiendo que el animal genera constantemente un precursor de pigmentación en el b o r d e d e la valva que se convierte en pigmento sólo cuand o la concentración está entre dos valores mínimo y m á x i m o . Si además aceptamos que el precursor estimula su propia síntesis y que la deposición d e pigmentos se origina en hechos que aparecen al azar, p o d e m o s expresar la teoría en forma matemática y explicársela a una computadora. L o s resultados obtenidos son positivos ya que se obtienen esquemas muy semejantes a los reales, en los que la variación de parámetros o pequeños ajustes a la teoría pueden explicar las diferencias de dibujos d e otros Covus. N o creemos que los dibujos de los caracoles tengan una importancia biológica fundamental p e r o sí que son un buen ejemplo de c ó m o p o d e r deducir modelos moleculares de procesos biológicos a partir d e la o b servación cuidadosa y p r o f u n d a d e objetos sencillos.
Simulando caracoles A l observar la asombrosa diversidad d e formas de los organismos vivos todos nos preguntamos qué hace crecer los seres en la forma que crecen. Sin duda las relaciones del A D N en el medio ambiente juegan un papel preponderante en el diseño de toda criatura desde ei cactus hasta el canguro. Algunos biólogos han atacado el problema a nivel molecular y desde ahí tratan de sumar elementos al análisis, otros han preferido analizar
8 Reducción de peso en estructuras y motores aéreos Muchas d e las aplicaciones del material de fibra d e carbón inglés en el avión de transporte L o c k h e e d son las
mismas que se usan en el B A C 1-11: comprenden los tablones y montantes del piso, y partes de la estructura que va por debajo del mismo. Si se lo compara con el aluminio, el ahorro de peso logrado con esta fibra es de un 40 a 50 por ciento, y la diferencia de costos resulta pequeña. Asimismo, se evitan los riesgos de la corrosión, y la duración del compuesto es prolongada. A medida que las experimentaciones con este material van aumentando, se anuncian nuevas aplicaciones del mismo. Lockheed cree que a partir de 1975 logrará una reducción anual del 2 por ciento en las 200.000 libras de peso de la estructura del 1-11. El motor Rolls-Royce 211 que impulsará esta aeronave está provisto de un ventilador principal confeccionado con paletas de fibra de carbón. Recientemente, el mismo fue sometido a ensayos en relación a la ingestión de pájaros. En el ventilador fueron quemadas aves de una libra y media de peso a 400 millas h. y, a diferencia de lo que ocurría con las paletas de titanio, no causaron deformaciones. Esta es una conclusión importante, porque los primeros experimentos hechos con las paletas de titanio, evidenciaron que la rotura no se producía con el impacto, sino por la vibración que aparecía después de la deformación. También se efectuaron amplios trabajos sobre el riesgo de erosión durante el vuelo debido a las fuertes lluvias. En el ensayo del motor Conway, aquel problema fue superado mediante la adición de una capa de níquel en el borde sobresaliente de las paletas de fibra de carbón. Cuando se consideró la cuestión de las paletas del 2 1 1 , se encontró que los bordes eran demasiado delgados como para soportar aquel tratamiento, y la solución consistió en intercalar chapas de acero inoxidable en la estructura de la paleta.
9 Detección de cromosomas anormales con computadora Los especialistas de la Comisión de Energía A t ó m i c a de los Estados Uni-
dos ( A E C ) han realizado estudios en Boston para utilizar c o m p u t a d o ras en el análisis de los efectos a largo plazo de la radiación en la herencia. Se sabe relativamente p o c o de los efectos acumulativos de pequeñas cantidades de radiación en c r o m o s o mas humanos, a pesar del uso frecuente de material radioactivo en la ciencia y la industria. El Dr. Peter W . Neurath, Director de la Sección Física del Departamento de Radiología Terapéutica del N e w England Medical Center H o s pital ha utilizado una computadora I B M 3 6 0 / 3 0 para el análisis de cromosomas en su estudio, financiado fundamentalmente por la A E C . Neurath explica: " P u e d e detectarse la acumulación de efectos d e exposición a la radiación analizando los cromosomas; en función de su importancia se encuentran de una a tres células anormales en cada 1 0 0 . " "Si logramos desarrollar un mé. t o d o sencillo y e c o n ó m i c o de detección de cromosomas anormales, estaremos en condiciones de controlar poblaciones expuestas, determinand o con mayor seguridad q u é radiación puede soportar un individuo sin sufrir daño g e n é t i c o . " El m é t o d o ideado p o r Neurath se basa en la utilización de m i c r o f o t o grafías y un detector ó p t i c o unido a la computadora. El detector mide, de cada c r o m o s o m a , su perímetro, largo, superficie y calcula la relación entre la longitud de sus " b r a z o s " cortos v el largo total. Usando fotografías de 35 mm en las que las células se han ampliado 4 0 0 veces, el detector puede medir en pocos segundos la densidad del film en 6 1 4 . 0 0 0 puntos diferentes de cada f o t o . El detector envía a la computadora información sobre los puntos más interesantes midiendo la intensidad luminosa de cada uno. La computadora entrega entonces un resumen de sus conclusiones. El m é t o d o tradicional exige el análisis manual de cada c r o m o s o m a , una tarea agotadora para laboratoristas que a menudo empleaban hasta 2.000 horas de trabajo en el análisis de cromosomas de 50 pacientes.
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¿Por o contra el flúor? i
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o Recientes experimentos realizados en Holanda confirman las tesis de los enemigos del flúor en el agua potable.. D e acuerdo a las experiencias realizadas, la presencia de flúor en el agua (en la forma y concentración normalmente utilizada) origina el deterioro de hojas d e gladiolos en jarrones. F. Spierings, del Instituto de Investigaciones Fitopatológicas, de Wageningen, examinó el efecto del flúor en el agua, con gladiolos: las plantas se regaron con agua que contenía una parte en un millón de Naa SiFn; después de cuatro días las hojas mostraban lesiones de 36 mm. El análisis de esas lesiones indicó en ellas una concentración de flúor 105 veces mayor que la original ( N e therlan Journal of Plant Pathology; vol. 75, pág. 2 8 1 ) . Las plantas con raíces no mostraron síntomas semejantes, si bien son susceptibles al aire contaminado con fluoruro de hidrógeno ( H F ) en concentraciones del orden de 15 partes por billón. Aparentemente la raíz constituye una barrera al ascenso del flúor que, en el caso de las hojas en un jarrón, se acumula al transpirar el agua: en p o c o rato la acumulación es tóxica. Se ha estudiado muy p o c o el efecto del flúor, pero hay sugerencias en el sentido de buscar su efecto en el metabolismo del calcio (Plant and Cell Phtsiology, vol. 10, pág. 6 7 5 ) . L o s autores provocaron una carencia de calcio en raíces de trigo y comparando los síntomas causados con los que origina el envenenamiento con flúor sugieren que el flúor precipita' el calcio libre de los vegetales y transforma el medio interno de las células. El peligro de envenenar plantas con agua al flúor parece reducirse a las flores y ramas cortadas, sin duda un inconveniente de menor importancia frente a los beneficios que trae a las dentaduras infantiles y aun menor que los efectos que origina el fluoruro de hidrógeno en el aire.
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11 La hemoglobina proporciona nuevos datos sobre el origen del hombre Pese a todas las energías dedicadas al estudio del origen del h o m b r e , las diferencias d e o p i n i ó n al respecto son más pronunciadas que nunca. La m a y o r parte d e los antropólogos c o i n c i d e n hoy en que el Homo sapiens e v o l u c i o n ó a partir de los primates menores, pero hay aún grandes dudas acerca del m o m e n t o e n q u e ocurrió tal evento, así c o m o acerca de la relación filogenética entre el hombre, los simios del A f r i c a , y los pequeños m o n o s del V i e j o M u n d o . Según A . C. W i l s o n y V . [VI. Sarich, de la Universidad de California, las técnicas de la biología molecular podrían proporcionar la respuesta a estos interrogantes. En un trabajo recientemente publicado (Proceeditigs of the National Academy of Sciences, v o l . 6 3 , pág. 1088, 1 9 6 9 ) , los doctores W i l son y Sarich comparan la secuencia d e los aminoácidos en las moléculas d e hemoglobina de diversos mamíferos, incluyendo al h o m b r e , al chimpancé, al gorila y al m o n o Rhesus. Sus resultados muestran que las hemoglobinas del h o m b r e y del chimpancé tienen la misma secuencia de aminoácidos, q u e las hemoglobinas del hombre y del gorila difieren en d o s aminoácidos, y que las del h o m bre y los pequeños m o n o s difieren en 12 aminoácidos. Estos resultados sugieren que hay una relación muy estrecha entre el h o m b r e y los grandes simios africanos, y que ambos probablemente se diferenciaron en una época m u c h o más reciente d e l o q u e se supone generalmente, y que la diferenciación d e los m o n o s d e la rama c o m ú n t u v o lugar en una época muy anterior. La importancia d e estos resultados radica en el h e c h o d e q u e hasta ahora la mayor parte d e las teorías suponían q u e la diferenciación ele las tres ramas había tenido lugar simultáneamente. Es d e hacer notar también que investigaciones precedentes sobre la secuencia d e aminoácidos en las moléculas d e albúmina y transferrina dieron resultados similares al o b t e n i d o ahora en el caso de la h e m o g l o b i n a . P e r o quizás la mayor importancia del trabajo de W i l s o n y Sarich está
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en el hecho de que proponen una respuesta cuantitativa. Para construir una escala en el tiempo, ambos investigadores calculan el número de mutaciones necesario para que la molécula de hemoglobina de una especie se transforme en hemoglobina de otra especie. Luego hacen la hipótesis (genial o dudosa, según los diferentes comentarios que su trabajo ha desencadenado), de que la probabilidad de que ocurra una determinada mutación en un determinado p e r í o d o de tiempo es constante. Esta hipótesis choca con la teoría de Darwin de la evolución basada en la selección natural, pero coincide con otras teorías más modernas. Utilizando c o m o referencia la hemoglobina de caballo, y partiendo del cálculo de los paleontólogos que estima que la línea de evolución que llevó a los actuales equinos se separó hace 75 millones de años de la que desembocó en los primates, los investigadores de la Universidad de California demuestran que en la molécula de hemoglobina de los mamíferos debió ocurrir un cambio de un aminoácido ( u n a mutación) cada 3,5 millones de años. Esto significa que la línea c o m ú n del hombre y los grandes simios, y la d e los pequeños m o n o s , se separaron hace unos 30 millones de años. L a época en que el h o m b r e se separó de los simios n o pudo ser fijada c o n tanta seguridad, pero se estima que' f u e hace sólo unos 5 millones de años. El trabajo d e W i l s o n y Sarich ha desatado ya algunas polémicas, sobre t o d o entre muchos biólogos que no aceptan c o n tanta facilidad el papel q u e aquéllos atribuyen a las mutaciones en la evolución. Evidentemente, hay muchos otros factores implicados, pero el m é t o d o aplicado en el caso de la hemoglobina es sin duda alguna m u y promisorio, sobre t o d o si se lo extiende a otras proteínas, ya que estas substancias básicas cumplen funciones paralelas en una gran variedad d e organismos. Es muy probable que el estudio de las diferencias en las secuencias de aminoácidos en las proteínas de diferentes especies revele el resultado de mutaciones "neutras" en el material genético, ya que se sabe que pequeñas variaciones en la estructura tridimensional de una enzima pueden tener efectos sumamente deletéreos sobre su actividad. Es por ello que la mayor parte de las mutaciones son "fatales" para el organismo que
las experimenta. Sólo aquellas variaciones en la secuencia de aminoácidos que no afecten la integridad de la estructura tridimensional son "permitidas". La mayor parte de las variaciones en la secuencia de los aminoácidos en una proteína puede relacionarse, por medio del c ó d i g o genético, con la mutación de una de las bases que forman el A D N ( á c i d o desoxirribonucleico). D e m o d o que el número de variaciones en la secuencia d e aminoácidos en un p e r í o d o determinado puede tomarse c o m o una buena indicación del número d e mutaciones que debe haber experimentado el A D N en dicho período. Naturalmente, n o hay m o d o d e detectar si en tal período ocurrieron "mutaciones dobles" que restauraron la secuencia original, si bien la probabilidad de que esto ocurra puede calcularse. Por otra parte, se conocen mutaciones que han determinado una variación en la secuencia de los aminoácidos sin afectar prácticamente la actividad de la proteína. Si se supone, c o m o han hecho Wilson y Sarich, que la velocidad con que ocurren las mutaciones ha sido constante a l o largo de toda la evolución biológica, es posible construir un " á r b o l de la e v o l u c i ó n " partiendo de las diferencias en las secuencias de los aminoácidos de proteínas homologas de diferentes especies. Por ejemplo, puede seguirse la progresión a l o largo de una línea de evolución cuando las diferencias se van sumando, mientras que puede determinarse el momento en que ocurrió una "ramificación", o sea una separación de dos líneas dadas, cuando dos secuencias muy diferentes son "equidistantes" d e un antecesor común. Este método se ha aplicado al citocromo c, una enzima prácticamente universal, habiéndose obtenido una buena representación de las relaciones evolucionistas entre diversas especies. Indudablemente, este m é t o d o biológico para determinar las etapas de la evolución de las especies biológicas abre extraordinarias perspectivas, pero será necesario el trabajo coordinado de muchos especialistas en las más diversas ramas para reunir más datos, desarrollar nuevas técnicas experimentales, y discutir ampliamente los resultados para p o der llegar a un esquema definitivo de la evolución y del origen del hombre.
La producción nacional de carbonato de sodio
A comienzos del presente año, la Secretaría de Industria y Comercio Interior dio a conocer los textos de la Ley n? 18.518 del 3 1 / 1 2 / 6 9 , por la cual se crea el " F o n d o de Contribución para el Desarrollo del Carbonato de S o d i o " y se conceden franquicias para la producción de esta sustancia química básica, y del Decreto n? 8.566 que la reglamenta. La ley establece que se destinarán al f o n d o mencionado lo que se recaude en concepto de contribución especial del 20 % sobre las importaciones de carbonato de sodio neutro, puro o impuro (pero que no se aplicará a las importaciones provenientes de países miembros de la A L A L C ) , y t o d o otro ingreso que se pueda percibir con ese fin, del estado o de particulares. Los recursos del f o n d o se destinarán a la inversión y promoción para la producción del carbonato de sodio. P o r su parte, el decreto mencionado, luego de considerar, entre otras cosas, que el país dispone de recursos naturales para la fabricación de dicho producto, y de un mercado con dimensiones q u e permiten emplear modernas tecnologías, y que la magnitud de la empresa justifica el aporte financiero del Estado, otorga a la producción de carbonato de sodio el 100 % de las franquicias establecidas en el Decreto n? 3113 de promoción industrial. Asimismo, determina que la Secretaría responsable deberá llamar a un concurso internacional de proyectos para la instalación de una planta de carbonato de sodio, con una capacidad de producción no inferior a las 2 0 0 . 0 0 0 toneladas anuales, especificando los parámetros que se tendrán en cuenta para la adjudicación del proyecto (cálculos de costos y precios de venta, inversiones, estructura financiera, costo de la ingeniería y tecnología). En caso de declararse desierto el concurso, la concreción del proyecto quedaría a cargo del Estado nacional. Las empresas de capitales privados nacionales, o las sociedades de capital nacional y extranjero c o n una participación de este último n o mayor del 49 % , podrán solicitar la participación financiera del Estado, en caso de resultar adjudicatarias, en un monto que no exceda del 40 % del capital social requerido. Esta eventual participación estatal se hará con aportes provenientes del Fondo, recibiendo el Estado, c o m o contrapartida, ac-
ciones preferidas, con un 8 % d e interés anual, sin derecho a voto, y que deberán ser rescatadas por la sociedad que explotará la planta dentro de los 10 años de su puesta en marcha. Por este decreto se crea también un grupo de trabajo asesor, integrado por representantes de las secretarías de Industria y Comercio Interior y de Minería, y de las provincias interesadas. En cumplimiento de este decreto, la Secretaría de Industria y Comercio Interior ha llamado a licitación pública internacional de proyectos para la instalación de una planta p r o ductora de carbonato de sodio, d e n tro de las características delineadas, cuya apertura se realizará el día 2 5 de agosto del comente año. El carbonato de socio ( o SodaSolvay) es una materia prima fundamental en muchas industrias de b a s e (química, vidriera, cerámica, metalúrgica, etc.), que no se produce e n el país, insumiendo su importación unos 6 millones de dólares anuales (unas 130.000 toneladas/año). L a concreción de este proyecto permitirá, en consecuencia, colmar este inexplicable vacío de nuestro desarrollo industrial, e inclusive, según s e estima, llegar a exportar el excedente, (unas 20-30.000 toneladas), principalmente a los países limítrofes, e n la suposición de que podrá c o m p e t i r con los precios internacionales. Se calcula también que la inversión en la planta deberá ser de 28 a 30 millones de dólares, pudiendo c o menzar a operar con una inversión de unos 12 millones de dólares, a l g o menos de la mitad. Se estima q u e para 1975, año en que la planta d e bería funcionar a plena capacidad, l a demanda del mercado interno estará entre 180 y 200 mil toneladas. El problema de la producción n a cional de carbonato de sodio es d e vieja data, habiéndose interesado e n el mismo muchos gobiernos y m u chas empresas, principalmente e x tranjeras, y hasta las Naciones U n i das, que hace 3 años enviaron a u n experto, y habiéndose sucedido n u merosos proyectos, nunca c o n c r e t a dos. El país cuenta con i m p o r t a n t e s yacimientos de caliza, como por e j e m plo el de Malargüe ( M e n d o z a ) , p e t o todos muy lejos de Buenos Aires, l o que hace que el costo de los f l e t e s incida notablemente sobre el p r e c i o del producto.
2 S
Francis Bacon y la investigación científica de nuestros días Prof. F. Farrington La mayor parte ele !a especie humana está, aún hoy, hambrienta, ignorante sobre la ciencia natural y carente de atención médica especializada. Ai mismo tiempo ha surgido algo así como una conciencia del mundo, y carga el pesado fardo de la responsabilidad de esas enfermedades prevenibles. ¿Es posible que Francis Bacon, nacido hace cuatrocientos arlos, tenga que decirnos algo capaz de estimular y asistir nuestros esfuerzos para superar el escándalo? Pienso que sí. Pero a fin de entenderlo debemos librar nuestra mente de l'i acrti d estrecha hacia su obra I.¡ cn.il halló sus fundamentos en el .:!> j'* diecinueve. En ese entonces los estudincíF lo consideraron principalmente un lógico y se esforzaron para definir su nuevo método inductivo. Es realmente cierto que Bacon planeó escribir una Nueva Lógica, y de hecho completó dos libros, más o menos un cuarto de! plan que se p ' o r ' w . P ? éstos, el primer libro :: > f<, c.rrimmente hablando, de lósí c i p ira nada. Es una descripción qi-f hL\> ¿poca, del estado de la ci*"v"' ¡ ! ' «"<w días y las razones historiéis iL- mi escasa utilidad. El sep mi1 * ' bro contiene algunas provec t a i, sugerencias para la investigar a n P. to Bacon se detuvo allí con el MrnpV v candido anuncio de que él no |"i>ibi desperdiciar más tiemp o en J l r di 'de el momento en que f ^ 1 i7.i pii.i él de que cualquier i"*. ^ ' i " idor inteligente tomará oblir^iiíi uivnte por la senda correcta *:n -.u ulterior avuda. Agregó una pa ts'ri.ir fibn ivación penetrante, de <TIP el método de la ciencia contin ú e n mi todo caso desarrollándose jimio o in el progreso del descubrímvnro. E tas dos observaciones v..Vn ñus que cualquiera de sus reglas.
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Una nueva aproximación N o es entonces el método baconiano, en el sentido lógico estrecho, lo importante. Lo que interesa es su aproximación, en todo nueva, del problema completo del conocimiento humano, y en particular del conocimiento de la naturaleza. En los tiempos de Bacon el conocimiento de la naturaleza se continuaba en dos grandes tradiciones. En primer término estaba la filosofía oficial de las escuelas que descendían de los griegos. Esta filosofía fue acaso completamente lo que Bacon llamó "profesoral". Es decir que se transmitía de maestro a alumno como un sistema completo. Podría ser materia de argumento y discusión, para levantar objeciones y hallar respuestas a ellas. N o tiene nada que ver con la investigación. Era un juego intelectual que disgustó a Bacon, no porque sus creadores, continuadores y maestros no fueran hombres muy inteligentes, sino porque no tenía aplicación práctica. "Fue estéril en la producción para el beneficio de la vida del hombre." La tradición rival, la de los alquimistas y magos, fue casi, si no del todo, igualmente inútil. Es cierto que esta tradición que sobrevivió desde un pasado remoto y vivió bajo la proscripción de la Iglesia, man- " tuvo viva la noción de efectuar grandes cambios en la naturaleza y no careció de una práctica limitada del experimento. Pero Bacon observó que sus operaciones estaban confinadas a un círculo de experiencia muy restringido, y estaban dirigidas más bien a excitar el asombro que a alcanzar algo útil. Sus practicantes se dieron todos a la impostura y a la vanagloria. Su enseñanza se transmitía con oscuridad deliberáda y es-
áticos. No mereció más la enseñanza oficial de ¿En qué dirección potonces Bacon a fin de juna tradición saludable 1 él pudiera construir? er su elección necesitaer las influencias que n a su formación moral.
liento ingléa es del siglo x v , Inglaal desarrollo de un muy anismo. Mientras el Re=n Italia fue pagano y Renacimiento inglés, se ligioso y moral, con el el último término. En eligión el énfasis se tras;ma a la conducta. Esto íturalmente, con el desde Aristóteles, quien ato la estructura lógica ía medieval, y la sustituo r él de la Biblia, con su aracteres humanos para ejemplos de heroísmo y m o Mil ton escribió más . la Biblia usted puede
reglas del gobierno
civil
feliz a una nación y la así de a un reino, y aplasta es \ política más notable de smo fue, por supuesto, : Thomas Moro. Francis 1 heredero de este movien tanto M o r o , quien as Inglaterra era mayoral, pensó en la riqueza ite bajo la forma de protorial, y no pudo imasolución al problema de ue la división igualitaria •as, Bacon, quien vivió Primera Revolución Inesa estaba bastante avanaaz de concebir una gran >n de la riqueza mediannétodos de producción. . la clave de la brillante n original de Bacon al e encontrar un tipo de sería productiva de los i el beneficio del hombre, amo él razonó. La filoional no sirve; no se
plantea a sí misma siquiera el o b j e tivo d e un aumento de la riqueza. L a alquimia y la magia son inútiles. Ellas tratan de incrementar la riqueza, p e r o para fines privados y egoístas, y p o r medio de una despreciable tradición de aprendizaje. ¿ Q u é queda sino las artes mecánicas, c u y o horizonte es, en verdad, limitado, y cuya eficiencia es pequeña, pero p o r medio de la cual de alguna manera v i v i m o s ? "Comerás el pan con el sudor de tu frente" y eso es l o q u e hacemos y se lo debemos a las artes mecánicas. Ellas, entonces, deben ser el punto de arranque para el n u e v o avance.
Bacon difería de otros f u n d a d o r e s d e la ciencia-moderna. Estaban i m pulsados por una curiosidad c o m p u l siva respecto a algunos aspectos p a r ticulares de la naturaleza — m a g n e tismo, el movimiento de la sangre, la oscilación del péndulo. La m o t i vación de Bacon fue distinta. F u e moral y social en su carácter. E s t a b a p r e o c u p a d o por el problema de l a pobreza. A la luz de eso, juzgaba que las formas existentes del c o n o c i miento eran inútiles y buscó u n a nueva aproximación por medio d e la cual pudiera realizarse de una s o l a vez el asalto en t o d o el frente.
La doctrina tle los Idolos Artes nuevas Esto fue concebido por Bacon en dos grandes etapas. La primera era para hacer explícito y ordenado el c o n o c i m i e n t o que estaba implícito en las artes mecánicas. T o d o s los materiales usados en las artes y o f i cios, c o n sus cantidades y p r o p o r ciones mutuas, todos los procesos d e manufactura, con tan importantes circunstancias como temperaturas y tiempos, deben ser registrados y escritos. N o podía haber progreso hasta que la práctica no fuera educada, o , c o m o él dijo en latín, hasta que la experiencia no fuera alfabetizada (experientia literata). Cuando t o d o este rico material haya sido recolectado y digerido, será entonces el m o m e n t o de proceder a la próxima etapa. Luego los cerebros superiores podrían detectar pautas en la masa d e información y elevarlas a axiomas o principios teóricos superiores, los cuales podrían a su vez ser aplicados para el descubrimiento de artes completamente nuevas. P u e s t o que eran nuevas artes, n o simplemente artes mejoradas l o q u e Bacon buscaba. La imprenta n o era un rollo manuscrito mejorado, sino un nuevo invento para realizar mejor el viejo oficio. L o mismo c o n la pólvora. N o era un m é t o d o m e j o r para lanzar proyectiles por un m o t o r a torsión, sino una idea completamente nueva. Nuevamente l o m i s m o con la brújula. N o era una m e j o r manera d e orientarse por las estrellas, sino una manera de orientarse cuando n o estaban visibles. Estas eran las pautas para el nuevo tipo d e ciencia. Está claro ahora también
cómo
Esto l o puso cara a cara a l o q u e r debe ser, d e b o suponer, común h o y en día en todos los países en l o s cuales la ciencia está siendo i n t r o d u cida p o r vez primera. Halló que e s taba enfrentado con obstáculos a s u programa desde todos los sectores d e la sociedad, y tuvo la sensación d e trabajar en medio de un c o m p l e t o aislamiento. Había objeciones r e l i giosas, objeciones políticas, o b s t á c u los sociales, obstáculos culturales. S u experiencia de ello, f o r z ó a Bacon a l más original ejercicio de su g e n i o . P r o c e d i ó a clasificar las o b j e c i o n e s psicológicamente. Sus resultados e s tán presentados en lo que él l l a m ó la doctrina de los I d o l o s , un t é r m i n o que ahora es engañoso. Pero su s i g nificado es bastante claro. S e ñ a l ó que toda nueva generación está o b l i gada a adoptar todas las ignorancias y prejuicios de la vieja por el h e c h o m i s m o d e aprender a hablar. E s t o a prejuicios, implícitos en el lenguaje» él los llamó I d o l o s del M e r c a d o . Tocia la especie humana c o m o t a l está condicionada a ciertas a c t i t u d e s hacia la naturaleza. A éstas las d e n o m i n ó I d o l o s de la Tribu. A u n más, cada individuo tiene sus i d i o sincracias personales y sus a c c i d e n tes personales d e educación. E s t o s son los I d o l o s de la Caverna. F i n a l mente, está el inmenso prestigio d e todos los absurdos sistemas de f i l o sofía inventados en el pasado. E s t o s ; se nos imponen a través de c u a l i dades sin relación alguna con el c o nocimiento real que ellos e n c i e r r a n . Esos son los I d o l o s del Teatro. Este análisis completamente n u e v o de las razones d e la i g n o r a n c i a humana f u e transformado t a m b i é n
ción. Bacon dice que imitación no es suficiente. El se propone "sacudir a la naturaleza en sus fundamentos". Señala que la esencia misma de algo artificial es que va más allá de la naturaleza. Es algo que no "habría existido jamás sin la acción del hombre". Es "un nuevo aspecto de las cosas, un nuevo universo'. Estas encumbradas ambiciones tienen también su lado práctico, de importancia, sino precisamente por el método, ciertamente entonces por el modo, de una verdadera ciencia experimental de la naturaleza. Bacon trazó una distinción entre naturaleza dejada a ella misma (natura libera) y naturaleza manipulada y dominada por el hombre (natura vexata). El primer aspecto de la naturaleza, dijo, era apropiado sólo a un tipo de filosofía contemplativa y "pastoral". El segundo, en el cual el hombre interviene activamente en los procesos naturales, es la única fuente de donde puede ser derivada una filosofía de las obras. Por esta razón tuvo sólo un respeto limitado por el tipo de historia natural que floreció en la antigüedad y en la cristiandad medieval. Aun en tanto ha sido correcta, era, sin embargo, sólo una descripción de la naturaleza com o abandonada a sus propios designios. N o era en ningún sentido una realización de la promesa de Dios de dominación. L o fue, por supuesto, bajo la gran distinción entre historia natural e historia industrial en que el trabajo de la Royal Society y otras entidades en el Continente, y también la gran Enciclopedia Francesa de Diderot y D'Alembert, estaban basadas.
Francis Bacon y la investigación científica d e nuestros días
d e p s i c o l ó g i c a en una crítica sociol ó g i c a . Se v i o y afirmó claramente q u e ninguna f i l o s o f í a del hombre p o d í a ser verdaderamente evaluada s i n tomar en c u e n t a el período en q u e el f i l ó s o f o v i v i ó , el carácter de l a s o c i e d a d q u e l o rodeaba, y su mism a posición e n esa sociedad. Así, n o f u e meramente u n a nueva aproximac i ó n a la a d q u i s i c i ó n de un conocim i e n t o sano y verdadero de la natur a l e z a el a l c a n z a d o por Bacon, sino u n p r o f u n d o análisis histórico de las r a z o n e s del f r a c a s o de los hombres p a r a lograrlo antes..
O Í O S
y la
naturaleza
Unos p o c o s puntos en conclus i ó n . No es f á c i l entender a un gran h o m b r e c o m o B a c o n , a menos que e s t e m o s p r e p a r a d o s para tomarlo tal c o m o lo e n c o n t r a m o s . La aparente c a n d i d e z de sus creencias religiosas l l e v ó a los historiadores a pasar sob r e ellas en s i l e n c i o , o a burlarse de e l l a s , o a explicarlas como un cínico c a m u f l a j e p a r a inculcar principios m a t e r i a l i s t a s . E s m e j o r tratar de ent e n d e r l a s , ya q u e juegan un papel i m p o r t a n t e en el desarrollo de su fil o s o f í a científica. La religión comp a r a t i v a y el criticismo bíblico fuer o n ramas d e l conocimiento que n o e x i s t í a n t o d a v í a , y debemos admit i r l o . Pero ciertas actitudes positivas q u e Bacon d e r i v ó de la Biblia eran f u n d a m e n t a l e s en su esquema de las cosas. P r i m e r o , e n t o n c e s , identificó su p r o g r a m a de r e f o r m a científica, su n u e v a f i l o s o f í a operativa de obras, c o n la realización d e la promesa de D i o s a A d á n d e dominio sobre el u n i v e r s o . E s t a n o c i ó n de dominio f u e ele primera importancia, Fue rec o n o c i d o i n c l u s o p o r la antigüedad, q u e existe u n a correspondencia e n t r e la naturaleza y los procesos art i f i c i a l e s . El arte imita a la natural e z a . Pero i m i t a c i ó n no es domina-
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El bien de la humanidad Bacon, por supuesto, n o fue ajeno al hecho de que cualquier poder ganado por el hombre sobre la naturaleza puede ser usado indiferentemente para bien o mal, puede ser una bendición o una maldición. T o d o su interés en la ciencia era motivado por lo que a través de su vida llamó servicio de humanidad, o filantropía, o amor fraterno, o caridad. Bacon sacó también esta inspiración de la Biblia. El resultado es que sus pasajes más elocuentes, como así también toda su hermosa utopía, La Nueva Atlántida, son tanto una profesión de fe en una Cristiandad
i
reformada como en una ciencia reformada, Pues cuando estudiamos su filosofía como un todo, parece claro que estaba interesado no sólo en un conocimiento científico, sino en una sabiduría no implícita en, o idéntica al conocimiento científico, por el cual podría ser controlada. Obviamente, todo el mundo necesita esto tanto como necesita el saber-como científico, y es quizás aún más arduo de obtener. Debemos tratar entonces de apreciar a Bacon como un todo. Probablemente no hubo nada en la tierra que él detestara más que el forzar una opinión, que la persecución de la opinión. N o hubo nada que deseara menos que el "fundar una secta". Consecuentemente, si algunos de sus puntos de vista parecen sectarios, no debemos considerar eso como de su esencia. Fue un internacionalista ante su tiempo. El pensó y habló siempre de servicio a la humanidad, no de servicio a su propia nación. Si las naciones logran alguna vez una moralidad común tanto como una ciencia común de la naturaleza, no habrá pensador más fácilmente absorbido en ello que Francis Bacon y ninguno que lo merezca más.
La reina de las matemáticas Juegos matemáticos Es muy conocida la frase de Gauss que llama a las matemáticas "la reina de las ciencias"; es mucho menos conocido que esta frase tiene una segunda parte que da a una rama de las matemáticas el título de "la reina de las matemáticas". Nos referimos a la teoría de los números, nacida del estudio de las propiedades de los números enteros y que ha llegado a ser una ciencia muy abstracta, muy " p u r a " y, aparentemente, ¡lo más alejado de las matemáticas recreativas que uno pueda imaginar! Que ello no es así, esperamos dejarlo insinuado brevemente en este artículo, para lo cual seguiremos los pasos de Albert H . Beiler, del Departamento de Ingeniería de la American Electric P o w e r Service Corporation y profesor del Instituto Politécnico de Brooklyn. Beiler escribió en 1964 u n libro titulado "Recreations in the Theory of Numbers - The Queen of Mathematics Entertains", que h o y se puede conseguir en una edición económica y que recomendamos a t o d o el que se interese en el tema. Ya hemos indicado que la teoría de los números se dedica al estudio de las propiedades de los números enteros; nada más lógico, pues, que comience con el estudio d e la forma de evitar fracciones, c o n el estudio de la divisibilidad de los números y de los factores que los forman. Desde este punto de vista, la división fundamental de los números enteros (y en adelante cuando digamos " n ú m e r o " nos referiremos sólo a éstos) es en primos y compuestos. Todos saben que un número primo es aquél q u e no puede dividirse por ningún o t r o , excepto por sí mismo y p o r la unidad, como 2, 3, 5, etc., en tanto que los
Manuel Risueño
números compuestos pueden ser divididos por o t r o s , siendo los primeros ejemplos 4, 6 , 8, 9. . . L o s números por los que un n ú m e r o puede ser dividido, o sea, los factores que l o forman, se llaman los " d i v i s o r e s " de ese número y pueden, a su vez, ser primos o c o m puestos. Excluyendo el p r o p i o número y la unidad, los divisores de 6 son sólo 2 y 3 , dos números prim o s ; pero los divisores de 8 son 2, un n ú m e r o p r i m o , y 4 , un número compuesto. Si un n ú m e r o tiene varios divisores, hay muchas maneras en que puede ser representado c o m o un producto de sus divisores, p o r ejemplo: 60 como 2 X 30, 3 X 20, 4 X 15, 2 X 5 X 6 , etc., pero si en todas estas representaciones se van reemplazando los números c o m puestos p o r p r o d u c t o s d e sus divisores primos, un teorema, denominado el teorema fundamental de la teoría d e los números, demuestra que, partiendo d e cualquiera de estas representaciones, se llega fatalmente a la misma serie d e números primos. El orden podrá variar, p e r o cada u n o de los números primos que aparece y el número d e veces en q u e l o hace, será siempre igual. Este es un teorema cuya demostración puede encontrarse en cualquier tratado de matemáticas. A s í , en el ejemplo propuesto, 6 0 es el producto d e 2 X 2 X 3 X 5 . Esta es una propiedad esencial de los números enteros, q u e n o es compartida ( o al menos n o sin adoptar definiciones adicionales q u e llevan a ciertas complicaciones) p o r otros sistemas numéricos que se pueden concebir. P o r ejemplo, algún día esperamos p o d e r estudiar sistemas tales c o m o el de los números d e la f o r m a a -f- b \ / — 5 , en
que este teorema n o es válido sin crear otros números adicionales, que se ha denominado " i d e a l e s " . Por ello es que el gran matemático Kronecker, ante las complicaciones de la moderna teoría d e los números, p u d o exclamar con gran sinceridad: " L o s números enteros son la creación del buen D i o s ; t o d o l o demás es invención humana". Siguiendo el c o n c e p t o implícito, en este artículo nos limitaremos, c o m o ya queda dic h o , a considerar sólo " l a creación del buen D i o s " , es decir, los números enteros. H e m o s mencionado el teorema fundamental de la teoría de los números porque, c o m o deseamos ocuparnos de los divisores de u n núm e r o compuesto cualquiera, es necesario mencionar, antes que nada, c ó m o pueden determinarse todos estos divisores, sin omitir ninguno, y para ello el primer paso consiste en dividir el número en sus factores primos. Llamando p i , pa, pa, etc., a estos factores primos, y empleando exponentes ai, ai, as, etc., en la f o r m a usual para indicar el n ú m e r o d e veces que cada uno de estos factores se repite, el teorema fundamental nos i n d i c a que t o d o número puede ser representad o de una sola manera en la forma . ai as ^ as . , , . p i 'p2 - p3 ' ... A s i , en el ejemp l o ya dado, para el número 60, pi será igual a 2 , ai también a 2 , p a a 3 , az a 1, pa a 5 y as a 1, terminando aquí la serie ya que 60 sólo tiene tres factores primos distintos. Reemplazando valores y omitiendo, p o r innecesarios, l o s exponentes iguales a " 1 " , la representación de 60 resulta ser 2 2 X 3 X 5. A h o r a bien, establecida esta representación, el número de divisores se determina fácilmente, pues es igual a ( « i + 1 ) ( « 2 + 1)
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1 ) . . . ; en el ejemplo pro* L s t o , a 3 X 2 X 2, o sea, a 12: •P 2 , 4, 5, 6 , 10, 12, 15, 20, 30 ^ > a r a ' o s números primos, co(
m¿ís 1 u e u n ^ 0 ¿zi e s i y n o e o l o f a c t o r , í número total de diviS 0 r e s es 1 + 1 o sea 2: el propio S ú m e r ° y ^ u n ' d a d . Todos los diy j S o r e s s e obtienen de la represen. , ai a¡ a» indicada pi -p-, -pa •..., t a C i ó n f a c i e n d o que los exponentes de tos f a c t o r e s primos en todos los valores p o s i b l e s entre ai, as, as,..., resp e c t i v a m e n t e , y c e r o (recuérdese qUe cualquier número positivo fin i t o , elevado al exponente cero, es i g u a l a la unidad).
Si estudiamos las sumas de los ¿ [ ¡ v i s o r e s de un número, excluyenJo a l número mismo, encontraremos q u e esta suma es, en algunos " c a s o s , menor que él (por ejemplo: 1 2 < 4 ) y en otros es mayor ( 1 2 + 3 + 4 + 6 > 1 2 ) ; para todos los números primos, como el ú n i c o otro divisor es la unidad, la suma será t a m b i é n simplemente i g u a l a la unidad. Pero si probamos con 6 o con 28, la suma de los divisores nos resultará igual al n ú m e r o mismo; estos números se l l a m a n "perfectos" y, como ocurre en t o d o s los c a m p o s . . . la perfección es difícil de encontrar. Desp u é s de 6 y 28, no hay otro númer o p e r f e c t o hasta 496, luego 8128 y d e allí tenemos que saltar hasta 3 3 . 5 5 0 . 3 3 6 . Todos los n ú m e r o s p e r f e c t o s conocidos son pares, y ya E u e l i des, unos 300 años antes de C r i s t o , había demostrado que estos n ú m e r o s perfectos pares deben ser de l a forma 2a'1 (2" — 1) y que son realmente perfectos en todos a q u e l l o s casos en que el segundo f a c t o r resulta ser un número primo. L o s números que indicamos corresp o n d e n a n~ 2, 3, 5, 7 y 13, resp e c t i v a m e n t e . Es f á c i l demostrar q u e para que 2"—1 sea primo, es * J e c e s a r i o que n también lo sea, pero A g r a c i a d a m e n t e la proposición inV e f s a no es cierta, pues hay muchos v a l o r e s de n que son números primos, P a t a los cuales 2 n - l no lo es. Por e J ^ t u p i o , para « = 1 1 , 2 n - l es Co**ipuesto. L o s números primos de la forma se conocen como "números . „ M e r s e n n e " y antes de la invenC i ó n Je ] a s computadoras electrónic a s e r a m u y difícil determinar, para tt í n f i m o , si un número de esta forj * 1 2 1 era primo o no. La potencia de a s computadoras actuales ha per-
mitido establecer en un plazo de horas cuáles son los números de Mersenne para valores de n, primos, inferiores a 10.000. Son 22, el mayor de los cuales, correspondiente a n — 9941, tiene 2.993 cifras. Hasta el año 1964, al menos, éste era el mayor número primo conocido y al ser multiplicado por 2 0 0 4 ", de acuerdo con la fórmula de Euclides, da el mayor número perfecto conocido, que tiene la friolera de ¡5.985 cifras! Aconsejamos al lector que no trate de encontrar un número perfecto que sea impar, pues si bien la reina de las matemáticas no ha logrado aún demostrar que no existan, sí ha podido demostrar que si existiera un número perfecto impar debería constar al menos de 44 cifras. Relacionados c o n l o s números perfectos están los llamados multiperfectos, en que la suma de los divisores es el doble, triple o un múltiplo superior del número mismo. Por una de esas inconsistencias de la terminología, al hablar de números multiperfectos se incluye al número mismo entre sus divisores, de m o d o que desde este punto de vista los números perfectos que hemos considerado hasta ahora, deben llamarse "biperfectos". El número triperfecto más pequeño es 120, pues la suma de sus divisores, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 10, 12, 15, 20, 2 4 , 30, 40, 60 y 120 es 360, o sea, 3 X 120; el número tetraperfecto más pequeño es 30.240; el pentaperfecto 14.182.439.040 y se conocen también números hexaperfectos y heptaperfectos, pero ya son números de una elevada cantidad de cifras. Exigencias de espacio nos obligan a terminar aquí, pero no sin señalar que en otra oportunidad habremos de referirnos a los casos en los que formando la suma de los divisores de un número y luego la del resultado, y así sucesivamente, se cierra una cadena, obteniéndose el número del cual se partió después de un número, variable de eslabones, conociéndose un caso en que partiendo del número 14.316, se necesita pasar por otros 27 números antes de volver a éste. Si la cadena consta de sólo dos eslabones, los números se llaman "amigables", es decir, que cada uno de ellos es igual a la suma de los divisores del otro, por ejemplo 220 y 284. ¿Puede el lector encontrar otra pareja de números amigables?
Respuesta a juegos matemáticos N° 1: Los polióminos
Figura 1
E n el n ú m e r o anterior ofrecimos indicar el número de hexóminos diferentes, incluyendo y excluyendo los que son iguales por reflexión; estos números son 60 y 35, respectivamente. En la figura 1 damos los 35 hexóminos diferentes e indicamos con un asterisco los 25 que difieren de su reflexión en un espejo, reflexiones que forman, con los 35 hexóminos reproducidos, los 6 0 indicados en primer lugar. También ofrecimos i n d i c a r las "paredes sólidas" de 5 X 6 unidades y de 6 X 8 ( v e r figura 2 ) y la forma de obtener de una solución cualquiera otra con una de las dos dimensiones aumentada en 2, lo que puede hacerse en la forma indicada en la figura 3 , es decir, por ejemp l o , que si la extensión se desea hacer horizontalmente, bastará colocar un nuevo rectángulo horizontal vecino a cada rectángulo horizontal contiguo al lado hacia el cual va a hacerse la extensión y reemplazar cada rectángulo vertical contiguo a este lado, p o r dos rectángulos horizontales, completando la figuia con un rectángulo vertical. C o m o las extensiones pueden también haccrse en sentido vertical mediante un procedimiento análogo, partiendo de la pared de 5 X 6 '.inidn;l.*s puede obtenerse cualquier pared mayor en
que u n o de los lados es impar y e ! otro par, en tanto que las paredes en que ambos lados son pares, pueden obtenerse en igual forma partiendo de la pared d e 6 X 8 unidades. Naturalmente, pata estas paredes mayores hay otras solucione* que no pueden obtenerse., por este procedimiento, p e r o éste busta para demostrar, c o m o lo dijimos en el número anterior, q u e para cualquier rectángulo superior a 5 X 6, excepto el de 6 X 6 , existe al nu-ncs una "pared sólida". A l g ú n lector c o n mucha paciencia puede entretenerse en tratar de determinar cuántas soluciones diferentes existen, pero c o m o el número d e soluciones p r o n t o se hace " a s t r o n ó m i c o " , deberá perdonarnos que n o le acompañemos en ese camino. Finalmente, p r o m e t i m o s indicar la solución del problema de los " t a tami" para rectángulos cuya dimensión mínima es d e 5 ó 6 unidades. En la figura 4 v e m o s la solución para los rectángulos d e 5 X 6 y d e 5 X 8 unidades, en que podrá apreciarse que la segunda se c o m p o n e con dos soluciones para el rectángulo de 4 X 5 unidades, colocadas verticalmente y en posición centrosimétrica. P u e d e apreciarse fácilmente que mediante esta técnica d e invertir una d e las partes integran-
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Figura 3
Figura 2
Figura 4 t e s , p u e d e n combinarse libremente y en cualquier orden— las soluc i o n e s d e 5 X 4 y de 5 X 6. Para l o s rectángulos de 5 X 10 tendrem o s así una sola solución, descomp u e s t a e n 5 X 6 más 5 X 4 ; para .5 X 12 d o s soluciones totalmente d i s t i n t a s , una de 5 X 6 más 5 X ó y la otra d e 5 X 4 repetido tres vec e s ( c o n el rectángulo central inv e r t i d o respecto a los dos laterales), p a r a 5 X 14 también hay dos soluc i o n e s : u n a formada por 5 X 4 más 5 X 4 y luego 5 X 6 y la otra en q u e la solución 5 X 6 ocupa la part e central. Para los siguientes anc h o s , el número de soluciones crec e lentamente, c o m o lo indica la s i g u i e n t e tabla:
Tamaño 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5
X 6 X 8 X 10 X 12 X 14 X 16 X 18 X 20 X 22 X 24
Cantidad de soluciones 1 1 1 2 2 3 3 4 5 6
Para determinar el número total de soluciones habría que entrar a un problema de la teoría de los números, objeto principal de este artículo, pero de mayor complejidad que los tratados en él: el d e determinar de cuántas maneras diferentes se puede dividir un número en sumandos mayores que cero, y para cada una d e estas divisiones, de cuántas maneras esencialmente diversas se pueden ordenar los sumandos. Para rectángulos cuya dimensión menor es d e 6 unidades, la situación es relativamente similar: en la figura 5 indicamos las soluciones para los rectángulos de 6 X 6, 6 X 7, 6 X 8 y 6 X 9 unidades. P u e d e verse que aquí la solución del rectángulo de 6 X 6 puede colocarse d e c o s t a d o para combinarla con otras soluciones; así, la solución del rectángulo d e 6"X 7 puede definirse c o m o 6 X ( l + 6 ) , la del rectángulo d e 6 X 8 , c o m o 6 X (1 + 6 + 1 ) , la del de 6 X 9 , c o m o 6 X ( 4 + 1 + 4 ) . Se observará que las soluciones d e ancho " 1 " sólo pueden usarse separadas por las de ancho 4 ó 6, y que éstas, a la inversa, tampoco pueden ir juntas sino sólo separadas
p o r las de ancho 1. P o r ello, para el rectángulo de ancho 10 todavía habrá una sola solución: 6 X ( 1 + + 4 + 1 + 4 ) pero para el de anc h o 11 ya habrá 2 : 6 X ( 1 + 4 + + 1 + 4 + 1.) y 6 X ( 6 + 1 + 4 ) creciendo nuevamente en forma lenta el número de soluciones diferentes a medida que aumenta el ancho del rectángulo. Esta misma técnica, aplicada a los rectángulos de 8 unidades de alto, permiten solucionar, en la forma 8 X ( 1 + 8 + 1 + 8 + 1) el rectángulo de 8 X 19 que un error de transcripción nos hizo decir en el artículo anterior que no tenía solución conocida; quisimos decir esto del rectángulo de 9 X 2 2 .
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Figura 5
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A casi una década del descubrimiento del láser —Maiman de la Huges— no se ha esfumado aún el halo de misterio, de poder ilimitado que siempre ha rodeado a este notable descubrimiento científico. Es que los autores de novelas de ciencia ficción o de libretos de cine fantástico añoran el terrible rayo que destruye al enemigo sin dejar casi rastros de él: han creído que con el láser se había creado el esperado "rayo de la muerte". Afortunadamente, entre las extraordinarias propiedades que éste posee, no figura la que le asignaron los creadores de ilusiones. Hoy, hay miles de laboratorios que estudian las propiedades de la radiación coherente (emitida por el láser), y son innumerables sus aplicaciones que cubren casi todos los campos de la ciencia y de la tecnología. Para enumerarlos casi convendría indicar aquellas pocas en que aún el láser no ha producido profundos cambios. No hay precedentes, en la industria de los países desarrollados, de un crecimiento tan vertiginoso como se ha producido en el campo del láser y sus aplicaciones. Gran número de laboratorios investigan, desarrollan o producen equipos láser o partes de ellos. Ya se fabrican comercialmente numerosos aparatos que los emplean como fuentes de excitación: espectroscopios, espectrógrafos Raman, equipos de cirugía ocular para fijación de retina, aparatos para corte microscópico de metales o para hacer circuitos electrónicos de tamaños inconcebiblemente pequeños, modernos sistemas para relevamiento aéreo, indicadores de dirección para navegación aérea o terrestre, sistemas de comunicación y muchos otros.
¿QUE ES EL LASER? Juan T. D'Alessio
¿Qué es el láser? En forma sintética podemos decir: el láser es un generador de radiación coherente. Pero esta definición requiere inmediatamente otra: ¿qué es radiación coherente? Daremos una somera explicación, más que una definición. En general, un emisor de luz, un cuerpo a muy alta temperatura o un gas en el que se produce una descarga eléctrica, origina una radiación no coherente, lo cual significa que está formada por un gran número de ondas electromagnéticas independientes entre sí. D o s características esencia-
les de la luz —desde el punto de vista que nos interesa aquí—- son el color ( o frecuencia) y la fase ( o instante en que se inició la oscilación electromagnética). 1 Pueden agruparse o aislarse las ondas de igual frecuencia, o en un cierto intervalo de frecuencia, mediante filtros ópticos. En cuanto a la otra propiedad mencionada, no se conoce ningún método para agrupar las ondas que tienen igual fase. En este sentido decimos que la radiación es no-coherente; y no podemos aislar mediante filtros, u otros procedimientos, los compo-
nentes "coherentes'" de una r a d i a ción. En la naturaleza n o existen f u e n tes generadoras de luz coherente, e s decir, en la cual todas sus ondas v i bren en la misma fase. Es i n t e r e sante mencionar aquí un hecho c u rioso. La luz que emite una e s t r e l l a es esencialmente no-coherente, p u e s está generada por una masa d e g a s incandescente, según la i n t e r p r e t a ción aceptada por la ciencia; p e r o s u análisis revela un cierto grado d e c o herencia, tanto mayor, cuanto m á s lejana es la estrella. Durante las 3 ¿S
e n o r m e s distancias que recorre la l u z , ¿existe alguna forma de " o r d e n a m i e n t o " d e las fases de sus ondas i n d i v i d u a l e s ? Esta sorpresiva e imp r e v i s i b l e propiedad de la luz es act u a l m e n t e motivo de controversia en e l m u n d o científico. Las ondas de r a d i o emitidas por la antena de una e s t a c i ó n transmisora son coherentes, l o cual se interpreta fácilmente por s u m é t o d o de generación. También l o s o n las ondas de radio que se r e c i b e n de lejanas galaxias, en los r a d i o t e l e s c o p i o s ; pero hasta hace diez a ñ o s el hombre no sabía producir r a d i a c i ó n luminosa (ultravioleta e inf r a r r o j a incluidas) en que todas sus o n d a s vibrasen en fase, es decir, rad i a c i ó n coherente. El láser ha llenado e s t e v a c í o ; de ahí la gran conmoción p r o d u c i d a por su descubrimiento. La c a s i totalidad de las notables aplicac i o n e s del láser provienen precisam e n t e de la propiedad de generar r a d i a c i ó n coherente hasta enormes p o t e n c i a s . Ya se construyen láser de r u b í en cascada que producen pulsos d e m á s de 6.000 millones de vatios.
Figura 1. Monocristal de rubí artificial.
P o d e m o s también definir el láser
como un amplificador de luz. Hasta antes de su descubrimiento parecía i m p o s i b l e que un rayo de luz pudier a aumentar de intensidad al atravesar un medio sólido, líquido o gaseos o . En efecto, en base a experiencias cotidianas sabemos que todo medio, c o n excepción del vacío, absorbe en m a y o r o menor grado la luz; de mod o q u e después de pasar por el i n t e r i o r de cualquier cuerpo su intens i d a d es siempre menor que la que tenía al penetrar en él. Describirem o s una experiencia con un láser de r u b í , en la que se demuestra que tal a m p l i f i c a c i ó n puede ocurrir cuando s e utiliza luz coherente; y de hecho
1 Las definiciones que se dan aquí no son rigurosas y tienen una finalidad didáctica. El lector que desee profundizar este tema puede recurrir a obras especializadas, tales como: "Introducticin to Láser Physics", de Bela Lengyel (John Wiley & Sons., 1966), y "Láser Technology and «pplications", editado por Samuel L. Marshall (Me Graw Hill Co„ 1968); este último se está traduciendo al castellano. Una introducción elemental es el libro de Klein, "Masera y Lasers" (Editorial Labor). 2 Recuérdese que todo cuerpo coloread o lo es porque absorbe selectivamente una parte del espectro visible; su color es el complementario.
34
Figura 2. Cristal de rubí y lámpara de destellos (Cortesía de Jenaer Glas Schott & Gen.)
(flash),
montados para
operar.
Figura 3. Espectro de absorción del rubí (según Maimam), que muestra los máximos en el azul y en el verde.
¡| Luz Incidente paralela al eje c Luz incidente X perpendicular al eje c 3.6 3.2
.
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Longitud de onda, A
Ja emisión d e radiación coherente procede de procesos en los cuales se va incrementando la intensidad del haz por sucesivos pasajes por el cristal. Para una mejor comprensión de la experiencia describiremos previamente un láser de rubí. El " a l m a " del láser de rubí es un monocristal artificial ( n o un conjunto de pequeños cristales) de óxid o de aluminio con una pequeña proporción de iones c r o m o . Esta es la composición química aproximada del rubí natural; por ello se le llama rubí p o r extensión. El cristal es de forma cilindrica y de bases rigurosamente paralelas. Estas bases se hallan recubiertas con capas reflectoras: una d e ellas refleja toda la luz; la otra una fracción ( p o r ejemplo el 5 0 % ) ( f i gura 1 ) . O t r o elemento importante es la lámpara de destellos o " f l a s h " . Puede ser un tubo recto que contiene xenón y lleva dos gruesos electrodos para permitir fuertes corrientes sin fundirse (figura 2 ) . Estos dos elementos — r u b í y " f l a s h " — se hallan colocados en los f o c o s de un cilindro elíptico brillante, que tiene p o r objeto transferir al rubí la mayor parte de la radiación producida p o r la lámpara de destellos. La luz producida por este generador es blanca, es d e cir, contiene todas las frecuencias del espectro visible e incluye radiación ultravioleta e infrarroja. El cristal de rubí absorbe las radiaciones azul y verde ( p o r eso se lo v e r o j o ) 2 (figura 3 ) ; las restantes se transforman en calor después de múltiples pasajes p o r el cristal y reflexiones parciales en la cavidad del láser. E l
" f l a s h " p u e d e también ser helicoidal y e n v o l v e r al cristal d e rubí ( f i g u r a 4 ) . La duración del destello es d e a p r o x i m a d a m e n t e un milésimo d e seg u n d o . D u r a n t e este intervalo d e t i e m p o , m u y c o r t o para la escala d e e v e n t o s d e la vida diaria, p e r o m u y largo en la d e p r o c e s o s a t ó m i c o s y m o l e c u l a r e s , ocurren una serie d e p r o c e s o s en el interior del cristal d e rubí q u e terminan en un p u l s o de luz roja o , más precisamente, en una serie d e pulsos d e luz roja c o h e r e n t e , cuya d u r a c i ó n total es del o r d e n del m e d i o m i l i s e g u n d o , d e c o l o r m u y pur o ( h a z altamente m o n o c r o m á t i c o ) y m u y paralelos, c o n divergencia d e u n o s p o c o s m i n u t o s d e ángulo. M á s adelante d a r e m o s una idea d e los m e c a n i s m o s a t ó m i c o s q u e determinan la e m i s i ó n del láser. V e a m o s ahora la experiencia d e a m p l i f i c a c i ó n d e la luz. D e l a n t e del láser d e r u b í se c o l o c a o t r o láser, similar al d e s c r i p t o , p e r o c o n las bases del cristal sin r e c u b r i m i e n t o r e f l e c t o r . Se p r o d u c e el d e s t e l l o del flash d e este s e g u n d o láser, para " c a r g a r " d e energía un cristal d e rubí. L a d u r a c i ó n d e este " f l a s h " es d e u n m i l é s i m o d e s e g u n d o aproxim a d a m e n t e . E s t e e q u i p o no dispara el rayo r o j o , p o r la falta d e espejos en las caras. U n c i e r t o t i e m p o d e s p u é s , digam o s m e d i o m i l i s e g u n d o , se dispara el p r i m e r láser. E s t e rayo, al atravesar e l s e g u n d o cristal, l o " d e s c a r g a " a u m e n t a n d o c o n s i d e r a b l e m e n t e su intensidad l u m i n o s a : es d e c i r , ha o c u r r i d o la a m p l i f i c a c i ó n d e la luz, p o r u n p r o c e s o q u e se d e n o m i n a : emisión estimulada. E s t e p r o c e s o se considerará c o n más detalles más
4. Flash helicoidal y
ruft.
adelante. La emisión del láser se b a sa s i e m p r e en un p r o c e s o similar a l d e s c r i p t o , q u e o c u r r e en el i n t e r i o r del cristal. L o s espejos en las b a ses del cristal d e rubí tienen p o r o b j e t o p r o v o c a r la " i d a y v u e l t a " c í e la luz un gran n ú m e r o de veces, p a r a p r o d u c i r la amplificación d e la r a diación p o r estimulación. L a palabra L A S E R (léase láser y n o léiser) es una sigla de la e x p r e s i ó n inglesa:
: j
Light Amplification Stimulate Emisión Radiation
i
o sea: amplificación d e luz p o r e m i sión estimulada d e radiación. El láser d e rubí que h e m o s d e s í c r i p t o n o es el ú n i c o c o n o c i d o . I > e j : este m i s m o tipo existen varios, c o n d i v e r s o s cristales. El más c o n o c i d o • e i m p o r t a n t e es el d e neodimio, E j e l e m e n t o e m i s o r está f o r m a d o p o r u n cilindro d e v i d r i o especial cjuc c o n t i e n e una p e q u e ñ a p r o p o r c i ó n d e ó x i d o d e n e o d i m i o , que le c o n f i e r e una hermosa fluorescencia azul v i o lácea. E n vez de v i d r i o p u e d e e s t a r constituido por un monocristal c [ c tungstato d e c a l c i o c o n ó x i d o neodimio. E l láser d e n e o d i m i o emite U n a radiación invisible, infrarroja; j > e i - o sus p r o p i e d a d e s d e coherencia, l r i Q _ n o c r o m a t i c i d a d y paralelismo : ; o n milares a la del r u b í . H a y m u c h o s o t r o s materiales p l e a d o s en la preparación d e c i - i H t a les para láser. ••i ¡Ti
1
Placas terminales reflectoras
Figura 5, Esquema del primer láser de gas con fuelles, cado en la Bell Telephone I^aboratories.
fabri-
- Fuelles .Electrodos «nejo
"W'
Generador R - F
Figura 6. Esquema de un láser de gas con láminas en ángulo de Brewster.
U n láser muy importante por sus aplicaciones es el de gas. El más con o c i d o es el de helio-neón, que emite una radiación roja (más amarillenta que la del r u b í ) . A diferencia d e los anteriores, en el láser de helio-neón la emisión es continua, l o cual lo hace muy adecuado para su e m p l e o c o m o medio ele comunicación. Veremos después c ó m o se " m o d u l a " con sonido u otra información.
en los elementos formados artificialmente en los últimos a ñ o s ) . Este núcleo está rodeado p o r electrones en número igual al d e su carga, los cuales recorren órbitas a distancias bien determinadas del núcleo. Sólo los electrones más exteriores del átomo toman parte en el proceso d e emisión del láser, c o m o en todos los fenómenos ópticos o reacciones químicas.
El láser de gas está constituido p o r un largo tubo de vidrio que contiene una mezcla de una parte de neón por 7 a 10 partes de helio. Mediante electrodos en sus extrem o s se produce una descarga eléctrica en forma similar a la de los tubos fluorescentes de iluminación. Fuera del tubo hay dos espejos planos o ligeramente cóncavos que tienen igual función que los espejos en los extremos del cristal de rubí (figuras 5 y 6 ) .
Consideremos un electrón d e este tipo, cuya energía es E i a la distancia n , que llamaremos estado fundamental. Si se excita el á t o m o , sea mediante un haz de luz, sea p o r choques c o n electrones u otras partículas o radiaciones, el electrón pasa a una órbita del radio ra mayor que n , y adquiere una energía Ea superior a Ei. Después de un cierto t i e m p o — d e s d e 10 millonésimos de segund o hasta un milisegundo o más, según los c a s o s — el electrón vuelve a su estado fundamental, emitiendo radiación generalmente visible o ultravioleta (los electrones más interiores del átomo dan lugar a emisión ele rayos X ) . Según el m o d e l o propuesto p o r Bohr y generalizado posteriormente, en el proceso de excitación del átomo ( o sea d e absorción de energía) y en el d e emisión se cumple la condición:
A q u í , la emisión estimulada se p r o v o c a " c a r g a n d o " los átomos de neón mediante un proceso combinad o : excitación de los átomos de helio por la descarga eléctrica y transferencia de la excitación a los átomos de neón. Distintos procedimientos pero el mismo fundamento teórico. Así ocurre con todos los tip o s d e láser. El mecanismo es siempre excitar los átomos y provocar la emisión estimulada. Para entender c ó m o se produce este extraño proceso de emisión estimulada, tenemos q u e internarnos un p o c o en la estructura atómica y en la interacción entre la radiación y los átomos. Procuraremos hacerlo en la forma más simple posible, para n o recargar al lector con formalismos matemáticos. Recordemos que todos los átomos están formados p o r un núcleo central con carga positiva ( 1 el hidróg e n o , 92 el uranio y mayor número
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Es — Ei =
hfis
h es la llamada constante d e Planck, que desempeña un papel fundamental en toda la mecánica cuántica; fi — 2 es la frecuencia de la radiación que absorbe o emite el átomo. Recordemos que el color de la luz depende d e su frecuencia, o si preferimos, d e una magnitud relacionada, la longitud de onda:
siendo c la v e l o c i d a d d e la luz en el vacío. P o r e j e m p l o , para la luz del láser d e helio-neón, es: X = 6328 A (1 A =
10-8cm)
y c = 3 X 1010 c m / s e g . ; resulta /i-a =
4,7 X
1 0 u c/seg.
Expresado en megaciclos ( o megahertz c o m o se emplea a h o r a ) : /i-a =
470 X 1 0 ° M H z
es decir, 4 7 0 millones d e megahertz R e t e n g a m o s este o r d e n d e magnitud, p o r q u e es un dato d e mucha importancia en el e m p l e o de láser en comunicaciones. Ciertos niveles d e estados excitad o s del á t o m o tienen una vida relativamente larga ( e n la escala de tiempos d e p r o c e s o s a t ó m i c o s ) ; p o r e j e m p l o un milisegundo. Tales estad o s se d e n o m i n a n metaestables, y son imprescindibles para que se produzca el e f e c t o láser. C o n s i d e r e m o s un caso c o n c r e t o , el láser del rubí. Si se ilumina el cristal d e rubí c o n luz blanca, absorbe las radiaciones azul y v e r d e , según hemos dicho. P o r el simple y corriente proceso d e iluminar un c u e r p o , h e m o s logrado excitar una cantidad considerable d e á t o m o s del m i s m o ; pero después d e transcurrido u n cierta tiempo los á t o m o s vuelven a su es» tado fundamental. E s t o p u e d e ocurrir d e diversas maneras. Las más importantes son tres: a ) L o s á t o m o s se desexcitan entregando la energía al resto del cuerpo en f o r m a de calor ( e l cuerpo aumenta d e t e m p e r a t u r a ) . P o r ejem-
Figura 7. Diagrama de niveles de energía del rubí de cromo.
pío, esto sucede en un vidrio coloreado común. b ) Los átomos se desexcitan emitiendo radiación de la misma longitud de onda ( c o l o r ) que absorbieron. Por ejemplo, en el vapor de sodio; buena parte del color d e una llama proviene de este proceso. c ) El electrón decae hasta un nivel inferior, metaestable, sin emitir radiación, entregando algo de su energía al resto del cuerpo. Desde este estado metaestable decae lentamente (hablando siempre en escala de tiempo a t ó m i c o ) , y en f o r m a espontánea. Este proceso de emisión espontánea se denomina fluorescencia. Como se deduce del razonamiento anterior, la radiación emitida por fluorescencia es de menor frecuencia (mayor longitud de o n d a ) que la absorbida. P o r ejemplo, puede absorber en el ultravioleta y emitir en el azul o v e r d e ; la fluoresceína, el antraceno, los aceites lubricantes, etc., son excelentes ejemplos. El rubí, en particular, absorbe el azul y el verde y emite radiación roja. Según el esquema d e la figura 7 este hecho se interpreta así: Por absorción de luz verde ( o azul) el electrón, inicialmente en el estado fundamental ( 1 ) , pasa al nivel ( 3 ) . Rápidamente, en un tiempo inferior al cienmilmillonésimo de segundo, decae al nivel ( 2 ) . Luego pasa lentamente al nivel ( 1 ) por emisión espontánea, fluorescente, emitiendo f o t o n e s de energía aproximada h/a_-i (radiación de color roj o ) . Esta radiación espontánea es incoherente y p o c o monocromática, y en todas direcciones. Si hacemos ahora incidir un rayo de luz del m i s m o c o l o r que el de fluorescencia, una pequeña proporción es absorbida por el rubí, pero el resto produce el efecto de provo-
car la rápida emisión de los f o t o n e s de igual longitud de onda que los incidentes. Esta radiación se llama estimulada. Es fácil comprender que si un f o t ó n ha provocado la emisión de o t r o por estimulación, el n u e v o f o t ó n puede provocar la emisión de un tercero y así siguiendo. El proceso adquiere el carácter de emisión en cadena. Naturalmente la emisión estimulada requiere dos condiciones: fotones de aproximadamente igual frecuencia, y átomos en condiciones de emitir, es decir excitados. La emisión estimulada ocurre ya en pequeña proporción con los f o tones que se emiten espontáneamente. P u e d e lograrse un efecto m u c h o mayor con un ingenioso dispositivo ideado por Maiman mediante el cilindro de rubí con bases reflectoras. A l principio se usaron espejos de aluminio o plata; se obtienen mejores resultados con una serie d e capas de substancias transparentes de un índice de refracción alto y bajo, alternativamente, porque reflejan selectivamente un color y se obtiene m u c h o más especificidad en la radiación que interesa; en este caso el r o j o de 6948 Á . Los fotones que el rubí emite espontáneamente en el cristal excitado por el " f l a s h " de luz provocan la emisión estimulada; p e r o los que se propagan según el eje tienen m u c h o más probabilidad de seguir creciend o , p o r q u e los espejos los devuelven al cristal y estos provocan la emisión de nuevos fotones. E n las figuras 8 y 9 se ha esquematizado el proceso d e " o r d e n a m i e n t o " de los fotones estimulados que van integrando el rayo láser. La propiedad más importante de la emisión estimulada que determina la amplificación y otras propiedades del láser es la siguiente: los fotones estimulados tienen igual dirección, igual sentido e igual fase que los fotones que provocan su emisión.
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Ahora se comprende fácilmente por qué crece el haz paralelamente al eje (figs. 8 y 9 ) . Estas propiedades y la geometría del cristal determinan que el haz que pasa por la cara con el 50 % de reflexión tenga un alto grado de paralelismo y sea de radiación coherente. La pureza d e color depende del siguiente hecho: Si átomos excitados aislados emiten radiación, el ancho de línea. (AA) — o intervalo de frecuencia— es muy pequeño. Digamos menos de 0,1 Á . Pero las líneas se ensanchan en los sólidos por acción deí campo eléctrico de los otros átomos, y en los gases, por influencia de la presión y efecto Doppler, pues los átomos emiten estando en movimiento. A presiones muy altas el espectro puede ser continuo, es decir las líneas se ensanchan hasta unirse. S Fui,can !"
-
• -
Je la emisión fltioresccnH espontánea, incoherente
y poco
;,.
Por lo pronto hay un factor que favorece la emisión de luz pura en el láser, derivado de la forma de la línea. En el juego de las pérdidas y ganancias, sólo hay efecto láser si la ganancia supera a las pérdidas, c o m o en un oscilador de radio o en un péndulo de reloj. Para mantener la oscilación se deben compensar en cada ciclo las pérdidas. Luego la parte central de la línea tiene mejores condiciones para prosperar, a expensas de las frecuencias laterales, porque su intensidad es mayor.
r_ •> r f t ' t la cmiüi'n fluorescente estimulada, coherente y altamente monocruvútica (láser).
R'dlcxiün parcial
38
Pero hay otro factor importante. El efecto láser se hace posible p o r oscilación del rayo entre los espejos —cavidad ó p t i c a — que en cada pasaje va aumentando la intensidad por estimulación. Sin embargo, las condiciones de oscilación dentro de una cavidad — c o m o la vibración de una cuerda— sólo se producen para ciertas frecuencias discretas ( t o n o fundamental y armónicos). A q u í también aparecen una serie de m o d o s , cada uno de los cuales es m u c h o más fino que el ancho de línea. Naturalmente los m o d o s que se hallan en, el centro de la línea tienen más posibilidades de superar las pérdidas y salir al exterior. T o d o s estos factores hacen que la línea espectral de un láser sea unas mil veces más fina que la más estrecha lograda hasta ahora. D e ahí su alta cromaticidad.
, FRACCION DE LOS A T O M O S D E L LASER EXCITADOS AL ESTADO METAESTABLE
H a y una ley — d i s t r i b u c i ó n d e B o l t z m a n n — que determina el núm e r o de átomos ( N ) que corresp o n d e n , en p r o m e d i o , a cada temperatura y nivel. P o r ejemplo, entre los niveles 1 ( f u n d a m e n t a l ) y el 2 ( e x c i t a d o ) , separados p o r una energía A E: N2
=
e-&B/kT
NI ( k es la constante de B o l t z m a n n ) . A temperatura ambiente kT es 1 / 4 0 electrón-volt. S ó l o para AE m u y pequeño hay u n número apreciable de átomos en e l nivel excitado. En general este n ú m e r o es muy p e q u e ñ o . Por ejemp l o , si &E = 2eV ( r o j o ) , N-2 _ Ni
—2/1/40 __ -—80
_ e80
0
Prácticamente t o d o s los átomos están en e l nivel 1. P e r o p o r el m e c a n i s m o de excitación y desexcitación del rubí se ve q u e esta relac i ó n puede invertirse: en efecto, si el p r o c e s o 1 - » 3 —» 2 es mucho más r á p i d o que el 2 1, se produce una acumulación de átomos excitados e n 2 , la que puede aun ser mayor q u e en el nivel 1; se dice en este caso que hay inversión de población ( c o m o si la temperatura absoluta T fuera negativa). Cuanto mayor es la inversión d e p o b l a c i ó n ( e s decir l o que supera al 5 0 % en el nivel 2 ) mayor es la
Figura 10. Inversión de población para diversas energías aptial tlasb-
cadas
probabilidad de emisión estimulada y de producción de efecto láser. Para ello hay que excitar con " f l a s h " de corta duración (para competir con la emisión espontánea) y de la mayor energía posible. En la figura 10 puede verse el porcentaje de inversión de población en función de la energía aplicada al " f l a s h " . Se puede lograr inversión de población con menor energía, con un sistema de 4 niveles. La secuencia es: excitación 1 - » 4: decaimiento rápido sin emisión: 4 ~ » 3 : efecto láser: 3 2: decaimiento rápido sin emisión (calentamiento del retículo cristalino): 2 - » l . El resultado es que ahora el nivel inferior del efecto láser ( 2 ) está prácticamente siempre vacío y con cualquier porcentaje de átomos en el nivel 3 con inversión de población. Esto se ilustra en la figura 11.
Modelo
primitivo de un láser de gas
Láser de gas La inversión d e p o b l a c i ó n e n la mezcla helio-neón se logra p o r e l siguiente mecanismo. L o s á t o m o s de helio pasan del estado f u n d a m e n t a l al 4 ( 1 4 ) p o r colisión c o n electrones, en un tubo de descarga eléctrica. Las colisiones del h e l i o e x c i t a d o ( e s t a d o 4 ) con el neón en el estad o 1, transfieren la energía p o r uia p r o c e s o denominado de resonancia:
He* (4) + Ne( 1) » He( 1) + Ne*(4)' L o s electrones decaen d e l e s t a d o e x c i t a d o metaestable ( 4 1 ) y p r o d u cen un efecto láser rojo ( 6 3 2 8 Á ) . T a m b i é n se puede obtener e f e c t o láser e n el infrarrojo. Las figuras 5 y 6 muestran dos tipos d e láser d e gas: u n o c o n ventanas en á n g u l o d e Brewster ( q u e elimina p o r r e f l e x i ó n la luz que vibra en un p l a n o d e p o larización ( f i g . 6 ) , y el o t r o sin v e n tanas, con un fuelle para alinear los espejos ( f i g . 5 ) . En el láser d e gas es un problema muy c r í t i c o el alineamiento de los espejos.
40
helio-neón.
O t r o láser d e gas d e mucha importancia es el d e anhídrido carbónico ( e n mezcla c o n n i t r ó g e n o ) que p r o d u c e radiación infraroja de 10,6 micrones. E n esta longitud de onda la transparencia de la atmósfera es alta, d e m o d o q u e es adecuada para comunicaciones a grandes distancias. A d e m á s el rendimiento de este láser supera el 10 % , contra menos del 1 % d e otros lasers d e gas, c o m o helio-neón. Y a se ha logrado fabricar u n láser d e anhídrido carbónico de 2 , 4 Kilovatios. C o n este láser se están realizando cortes de metales (una placa de media pulgada en 10 segundos). E l láser de argón ionizado, q u e emite en longitudes de onda violeta y ultravioleta, es apropiado para c o municaciones b a j o agua y experiencias d e fotolisis en química.
El Dr. Juan T. D'Alessio es jefe de la División Estructura Molecular de la Gerencia de Investigaciones de la Comisión Nacional de Energía Atómica.
Para el prontuario del Plan de Comunicaciones
Reportaje a
Edgardo Gam Ciencia Nueva: Estamos interesados en tener una v i s i ó n de cuál ha sido el esquema de planeamiento en E N T e l . Edgardo Galli: Bien, m e referiré al planeamiento s e c t o rial, en el sentido d e q u e planeamiento es d i a g n ó s t i c o , d e t e r m i n a c i ó n d e los cursos d e acción y p r o y e c c i ó n e l e necesidades para el f u t u r o . C. N.: Tanto en el aspecto técnico como en los e c o n ó m i c o s y políticos. E. G.: Se p u e d e e m p e z a r p o r la cúspide d e las tareas, p a r a no entrar e n detalles sobre la técnica d e p r o g r a m a c i ó n q u e ya es c o n o c i d a . Esta requiere las siguientes e t a p a s : d i a g n ó s t i c o , análisis del diagnóstico y prognosis — l a determinación d e o b j e t i v o s y los cursos d e acción n e c e s a r i o s — y f o r m u l a c i ó n del plan d e inversiones. A s i m p l e título de e j e m p l o , p o d e m o s indicar que el d i a g n ó s t i c o n o s ha llevado un t i e m p o extraordinario p o r el m e r o h e c h o d e q u e la i n f o r m a c i ó n n o estaba ordenada d e n t r o del sector c o m o para p o d e r ser utilizada para el p l a n e a m i e n to. P i e n s o q u e , más q u e las técnicas propias del p l a n e a m i e n t o , lo q u e p u e d e interesar en general es c o n o c e r a grandes rasgos los e l e m e n t o s d e juicio q u e se t o m a r o n e n cuenta para realizar el Plan Sectorial. El p l a n e a m i e n t o requiere u n c o n j u n t o d e variables técnicas, e c o n ó m i c a s , sociales y políticas.
Edgardo A. Galli es ingeniero industrial, egresado en 1958 de la Universidad Nacional de Buenos Aires, se desempeñó en la Empresa Nacional de Telecomunicaciones y en el Consejo Nacional de Desarrollo. Actualmente es Director de la O f i cina Sectorial de Desarrollo Comunicaciones. Es vicepresidente del Grupo de Trabajo de Economía de las Telecomunicaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
R e t o m a n d o un p o c o la idea del D r . Sábato, que h a b l a d e un triángulo d e estrategia, pienso que en e s t e caso p o d r í a m o s definir el e s q u e m a p o r u n tetraedro. Sobre un p l a n o , d e t e r m i n a d o p o r la demanda, aparece un t r i á n g u l o d e necesidades esenciales del país. U n o d e los p u n t o s representaría la necesidad d e la p o b l a c i ó n d e d i s p o n e r d e un m e j o r servicio d e infraestructura e c o n ó m i c o - s o c i a l , c o m o es el caso d e los servicios d e comunicaciones. E s t o s s o n , a grandes rasgos, el servicio postal y los s e r v i c i o s d e telecomunicaciones — f u n d a m e n t a l m e n t e el t e l é g r a f o , el t e l é f o n o , el télex y la transmisión d e datos. Para t r a t a r d e satisfacer estas necesidades, se d i s p o n e de los d i v e r s o s programas q u e determinan los crecimientos r e l a t i v o s m á s c o n v e n i e n t e s ( y a sea d e s d e el p u n t o d e vista de l a utilización d e recursos escasos c o m o de la satisfacción d e Ia d e m a n d a ) d e los diversos servicios. O t r o p u n t o d e l triángulo está ligado al sector p r o d u c t i v o . La i n d u s t r i a d e telecomunicaciones nacional, sobre t o d o la que está l i g a d a a la d e m a n d a del sector p ú b l i c o , necesita se p r o g r a m e n los c a m p o s o la d e m a n d a a ella dirigida. E s t o es p a r t i c u larmente cierto para la industria telefónica que e n 1 9 < S " 7 estaba trabajando aproximadamente a sólo un 2 0 % c j e
SU capacidad. Se planeó satisfacer este requerimiento trat a n d o de llevar la estructura de producción primero a S u s dimensiones de producción óptima por medio de cont r a t o s de plazo conveniente ( 5 años, con revisión al terc e r a ñ o ) <,ue son posibles gracias a la existencia del Plan S e c t o r i - í l tí«» Desarrollo. Este hecho tiene como respuesta u n a disminución de los precios, pues puede decirse que l a f u n d ó n precios es aproximadamente la inversa de la f u n c i ó n de producción referida a la utilización de la cap a c i d a d hasta alcanzar el costo óptimo. Con esta acción s e consiguen dos objetivos: utilizar en toda su capacidad l a industria nacional y financiar en parte el Plan Telefón i c o por medio de la'reducción de precios resultante. Es l ó g i c o eme este aumento de la producción incremente t a n t o la demanda de mano de obra como los insumos, por l o cual resulta, a nivel interno, un gran impacto social y económico. Por otro lado, el hecho de desarrollar la i n d u s t r i a nacional nos da la posibilidad de ir sustituyendo i m p o r t a c i o n e s y —si se mantienen las condiciones de la d e m a n d a hasta lograr prácticamente que la Nación tenga u n a estructura de producción industrial de telecomunic a c i o n e s bastante acorde con la necesidad del país y comp a r a b l e a la del resto del mundo— se podrá expandir el m e r c a d o hacia el sector externo. El tercer punto lo det e r m i n a n la necesidad de investigación técnica y científ i c a . Este es un hecho irreversible que proviene de un m e c a n i s m o real, que es el siguiente: la demanda de infrae s t r u c t u r a requiere ser satisfecha por un fuerte plan de i n v e r s i o n e s , el cual a su vez genera la expansión del s e c t o r productivo. Este oferta bienes y partes al sector s e r v i c i o s y a su vez demanda al exterior insumos y gener a l m e n t e tecnologías, siendo la influencia de estas últimas m u y fuerte para la industria electrónica en general. Por l o tanto surge una fuerte demanda de tecnología como r e q u i s i t o indirecto de la expansión de la oferta de serv i c i o . Esto crea la posibilidad real de satisfacerla, en f o r m a eficiente, por tecnología e investigación produc i d a s en el país. Surge así naturalmente la necesidad de d i s p o n e r de un organismo nacional que produzca invest i g a c i ó n , que resuelva las necesidades tanto de la prest a c i ó n de servicios como de la producción. De este modo s e cierra el triángulo de necesidades en el que cada hecho r e p r e s e n t a un flujo de demanda y oferta, en ambos sent i d o s , entre los servicios, la producción y la investigación. T o d o esto es una visión muy global del campo sobre el c u a l se diseñó el plan de desarrollo sectorial (1970-1974) e n l o referente a satisfacción de necesidades. Fuera de e s t e plan de necesidades existe un punto determinado p o r el poder político, quien debe tomar las decisiones necesarias para que el esquema antes indicado esté coord i n a d o y funcione dentro de un marco de racionalidad. E s en esta área donde se toman decisiones que sobrepas a n el nivel de lo técnico o económico y donde se opera o ¡actúa sobre parámetros ligados a la soberanía nacional. H a s t a aquí lo que podríamos llamar el nivel o las cond i c i o n e s generales del desarrollo del sector. La present a c i ó n por temas va ligada a cada uno de los servicios. C o r r e s p o n d e hacer una especie de corto diagnóstico de c a d a uno de los mismos para que se tenga conocimiento d e su evolucion. Creo que sería interesante empezar por l o s servicios más antiguos, el servicio público postal y e l servicio público telegráfico. A principios del 67 el serv i c i o postal funcionaba con bastante ineficiencia. La dec o r a media en el área del Gran Buenos Aires, que es d o n d e se genera aproximadamente el 60 % del tráfico 4f2
total del país, era del orden de 72 horas. Esto configura un diagnóstico de grave déficit de servicio, sobre todo porque el área en estudio, única en la que se habían hecho mediciones confiables, es pequeña geográficamente y dispone de fuerte infraestructura. En el sector telegráfico pasaba algo parecido. La demora del servicio telegráfico era muy grande, de 24 horas promedio, muy por encima de las demoras aceptadas internacionalmente. También existía una infraestructura prácticamente instalada de equipos, como era el caso de la centra! de conmutación automática de radio-comunicaciones, que no había sido utilizada. Como ustedes ven, el diagnóstico dejaba mucho que desear. Algo que puede resultar interesante es el hecho cíe que las demandas postal y telefónica están directamente ligadas a la calidad de la oferta. C o m o esta última, a los fines prácticos, puede considerarse infinita, ya que es posible prácticamente poner una carta o telegrama en cualquier parte del país, la demanda se encontraría, desde el punto de vista teórico, frente a un caso ideal, donde sus fluctuaciones sólo dependerían de las reales explicitaciones de las necesidades de la población. Estas fluctuaciones dependen por supuesto de diversas variables, como el ingreso "per cápita", etc., pero fundamentalmente están ligadas a la calidad del servicio, cuyos parámetros esenciales son, la celeridad o velocidad, la seguridad y la regularidad. Esto se compulsa en el hecho de que la función demanda postal y telegráfica, per cápita, es decreciente desde 1960, la demanda de cartas certificadas y expreso y de telegramas colacionados es creciente o, en el peor de los casos estable. Observen ustedes qué diferente comportamiento tienen el consumo postal y telegráfico respecto de otros servicios como son agua, energía eléctrica, gas, etc., donde la medida de la demanda se realiza directamente por el número de unidades de cada elemento consumido, metros cúbicos de agua por habitante, por ejemplo, sin tener fundamentalmente en cuenta la calidad de la distribución de ese bien o servicio. En cambio, para el sector comunicaciones, es imposible analizar la función demanda si no se explícita su calidad, representada por la seguridad, celeridad, cuidado en el tratamiento y manipuleo de ciertas imposiciones, grados de servicio, etc. En este sentido, pienso que estos servicios se parecen más a los de transporte y educación.
EL PLAN EN EL SECTOR TELEFONICO En el sector telefónico la demanda insatisfecha era a principios de 1967 del orden del parque de líneas existentes. Es decir: en ese momento teníamos alrededor de 1.200.000 líneas en todo el país y la demanda insatisfecha registrada, que es la que aparece cuando se produce la solicitud de abono, era de aproximadamente 466.000 líneas, a la cual debemos sumar la demanda insatisfecha no registrada, lo que da un déficit de aproximadamente un millón de líneas. El déficit físico en la oferta del servicio era excepcional. Por otro lado, existen también en el servicio telefónico elementos parecidos de análisis de la oferta referidos a la calidad del mismo, tales como el grado de servicio (en los servicios urbanos fundamentalmente) y la demora y seguridad (en el servicio interurbano). Todos estos indicadores no eran lo suficientemente satisfactorios tanto en ENTel como en las empresas
CORRELACION INTERNACIONAL ENTRE LA DENSIDAD TELEFONICA Y EL INGRRSO "PER CAPlTÁ"
privadas que prestaban servicio público t e l e f ó n i c o . C o n respecto al servicio télex la demanda insatisfecha era también muy grande. En 1 9 6 6 se habían instalado servicios para aproximadamente 1 . 2 0 0 abonados y se consideraba que la demanda real sería d e 3 ó 4 veces mayor a esa cantidad. Es decir: se piensa que la demanda insatisfecha d e ese servicio es enorme. C o n respecto a los servicios d e transmisión de datos — a u n q u e en esa fecha recién se e x p e r i m e n t a b a — es d e suponer que si se siguen las pautas mundiales la demanda será excepcional.
Densidad Telefónica en telefonei c/lOO tai.
> - <i,000343 x //
/
/
fagres» par habit. VfS
por
hábil.
400
Gráfico 1.
ESTABLECIMIENTO
DE
OBJETIVOS
N« DE LINEAS DEL PLAN DE OBRAS (EN MILES)
20
Gráfico 2.
AÑOS
Bueno, estimo que este diagnóstico resumido da una idea bastante clara del estado d e los servicios a principios d e 1 9 6 7 . Para resolver los déficit indicados se encaró la ejecución del Plan Sectorial y el Plan d e Desarrollo d e E N T e l fue el primero en aplicarlo. Desde el p u n t o de vista del planeamiento, el plan de E N T e l representa el primer intento d e aplicación d e un m é t o d o científico para determinar el crecimiento d e la empresa. E n el m o d e l o que se utilizó, que trata d e satisfacer las necesidades del servicio telefónico en un plazo razonable, las principales condiciones f u e r o n : máxima utilización d e la industria nacional, sin producir sobredimensionamíentos transitorios, p r o m o c i ó n de la investigación nacional; incremento conveniente d e la productividad d e los factores. El m o d e l o , a grandes rasgos, se basa en la determinación del déficit de la oferta a través de una correlación internacional inferida al n ú m e r o d e teléfonos cada 1 0 0 habitantes en función del ingreso p o r habitantes ( g r á f i c o 1 ) . Una vez que determinamos los datos m e n c i o n a d o s se establecieron una serie d e o b j e t i v o s a llenar p o r el plan. Estos objetivos eran los siguientes: c o m o surgía una fuerte demanda insatisfecha y los planteles d e la empresa n o eran demasiado viejos ni t a m p o c o demasiado o b s o l e t o s , t o m a m o s ta decisión d e aumentar fuertemente la oferta d e servicio inicialmente, manteniendo la d e la inversión d e reposición de la empresa durante un p e r í o d o c o n v e niente a un ritmo más o m e n o s lento. C o m o se ve en e l g r á f i c o 2, el crecimiento d e la oferta d e infraestructura en los primeros cinco años es muy fuerte mientras q u e la inversión d e reposición en esos años es bastante débil. A partir del punto en que consideramos que la oferta d e servicio toma un nivel conveniente, se sostiene el r i t m o de crecimiento d e la inversión d e reposición y se mantiene el nivel d e la inversión total hasta q u e , aproximadamente a los quince años, se crece en f u n c i ó n d e incremento d e demanda d e origen vegetativo. Este esq u e m a de objetivos satisface las restricciones impuestas p o r q u e c o m o puede observarse la demanda total al sector productivo n o tiene altibajos, es creciente y sostenida, l o que lleva implícito la demanda de tecnología nacional, d a d o el volumen de la inversión, y p o r e n d e una directa protección al balance d e pagos p o r sustitución de importación d e bienes y tecnología. C o n este m o d e l o esquemático de crecimiento se generó un m o d e l o operacional simple d o n d e se i n c l u y ó la condición de aumento d e la productividad. Se o b t u v o así el n ú m e r o de líneas a instalar p o r año, ya sea c o m o reposición o c o m o oferta neta. E l m o d e l o se aplicó en f o r m a iterativa, hasta que se o b t u v i e r o n resultados q u e se c o n sideraron convenientes. El problema más interesante f u e el de encontrar un equilibrio entre la v e l o c i d a d de inversión, la disponibilidad d e recursos y la capacidad industrial. Nuestro o b j e t i v o era lograr q u e la industria nacional llegase en el m e n o r tiempo posible a utilizar totalmente su capacidad instalada pues c o n t á b a m o s c o n
43
Concluyendo
la antena de Balcarce.
la disminución de precios resultante c o m o m e d i o d e financiar en parte la expansión. A s í f u e c o m o para dar . cumplimiento al plan se concretaron los contratos c o n las firmas Standard Electric y Siemens Argentina, p o r un período de cinco años, lo que dio c o m o resultado una disminución de precios del 17 % a la firma d e las mismas y de 35 % en la actualidad. Con esto se ha alcanzado aproximadamente la disminución óptima. C.N.:
¿El material es producido acá?
E. G.: Sí, el material es producido acá. En realidad los contratos preveían sólo un 25 % en valor de parte importada al comienzo del plan. Pero al final del período el porcentaje baja a alrededor del 17 % . H a y ciertos componentes o insumos que no puede disminuirse, salvo que se m o d i f i q u e la producción nacional de los mismos, c o m o es el caso del cobre para hacer cables, y otros elementos sumamente delicados que posiblemente n o resulte conveniente intentar su fabricación en el país. C. N.: Estos valores del 25 % al comienzo, y el 17 % al final ¿incluyen también los gastos por compra de patentes, know liow, etc.? E. G.: Sí, los incluye. El porcentaje está referido al total de contenido en divisas de las compras de equipos producidos en el país. E l h e c h o de existir una demanda sostenida para un plazo mediano ha creado una verdadera euforia entre los
44
proveedores de ENTel, de manera tal que se producen apreciables disminuciones de precios, aún en empresas de menor dimensión que las dos antes citadas. El resultado del plan supone, en definitiva, una serie de inversiones anuales que podemos asimilar muy aproximadamente al número de líneas a instalarse por año. Estos valores son: 51.400 líneas en 1968, cifra que fue superada, ya que se instalaron 55.830; 80.000 en 1969, meta que se amplió puesto que se llegó a 81.200 líneas. Para 1970 están previstas 110.000 líneas, otras 140.000 para el año 1972, y a partir de ese año la instalación de 160.000 líneas, siguiendo la función que se observa en el gráfico 1. El año cero del plan es 1968. Para que se tenga una idea del esfuerzo que para E N T e l significan las cifras que he citado, les diré que en los años 1966 y 1967 se instalaron aproximadamente 2 0 . 0 0 0 líneas en cada uno. Un hecho realmente destacable del plan de desarrollo de la empresa lo constituye la puesta en funcionamiento de la Estación Terrena Argentina de Comunicaciones por Satélite, ya que la misma permite que la Nación pueda realizar por sí misma y exclusivamente el servicio público internacional de telecomunicaciones, el cual ha sido prestado hasta la actualidad por las empresas I T T , "Western Telegraph, Italcable y Transradio (las tres primeras de origen extranjero). Esas cuatro empresas prestaban prácticamente la totalidad de los servicios internacionales, salvo aquellos fronterizos, c o m o por ejemplo el tráfico telefónico con el Uruguay, que se cursaba a través de ENTel. Pero el resto
del tráfico internacional era cursado p o r estas empresas. P o r medio del decreto N ° 6 3 4 1 / 6 9 se m o d i f i c a este estado de cosas y se fija la política nacional al r e s p e c t o : los servicios internacionales serán prestados por la Nación. La oportunidad de esta acción surge, entre o t r o s m o t i v o s , por el p r o f u n d o c a m b i o t e c n o l ó g i c o que significa el n u e v o sistema. Es decir, entra a funcionar en el país u n sistema de prestación de servicios internacionales q u e n o existía antes. La adopción d e este m o d o de comunicaciones p o r satélite es en realidad u n c a m b i o tecnológico excepcional en el país. Piensen que desde el p u n t o d e vista d e las telecomunicaciones es el más grande paso q u e d i o la Nación en todos los tiempos. L a seguridad, la rapidez y la regularidad que tiene una c o m u n i c a c i ó n telefónica vía satélite, es decir, su confiabilidad, es del o r d e n del 99,8 % , mientras q u e la d e las comunicaciones telefónicas internacionales p o r l o s m é t o d o s tradicionales es m u y inferior debido a las variables condiciones d e la propagación de las frecuencias necesarias, etc. E s t o s b e c h o s Indican que nuestro país entra p o r la puerta g r a n d e en el mercado mundial d e las telecomunicaciones internacionales, ya que utiliza el m e d i o ó p t i m o d e transporte de información. Respecto a la Estación de Balcarce n o m e q u i e r o extender en demasía p u e s t o q u e este tema ha sido reiteradamente tratado p o r e x p e r t o s d e E N T e l en diversas publicaciones y n o q u i e r o redundar. L o que sí resulta interesante hacer es resaltar que es u n m u y b u e n n e g o c i o para la Nación. L o s ingresos superan f u e r t e m e n t e a los gastos, lo que origina una alta rentabilidad. C. N.: ¿Incluidos privadas?
los
servicios
revendidos a compañías
E. G.: E N T e l cuenta c o n una infraestructura técnica y operativa que le p e r m i t e brindar p o r ella misma la totalidad de los servicios. S ó l o extiende sus servicios internacionales, para posibilitar el servicio telegráfico internacional (telegramas internacionales), a la Secretaría d e Estado de Comunicaciones. Es más, a partir del 1? d e o c tubre de este año, t o d o s los servicios internacionales se cursarán por la Estación Terrena, sin revender o alquilar canales de la misma ninguna compañía privada. C.N.: ¿Son altos los gastos por el alquiler de canales de satélite? E. G.: Depende del n ú m e r o d e canales q u e se usen. P e r o para dar una idea de la rentabilidad, se p u e d e suponer que en tres años se amortiza la inversión, q u e es del orden de 2 . 8 0 0 millones d e pesos m o n e d a nacional. Para dar un valor a p r o x i m a d o , en el satélite Intelsat I I I ( a c tual) el costo d e alquiler p o r circuito t e l e f ó n i c o es d e 20.000 dólares p o r año y la estación cuenta c o n 5 8 canales telefónicos e n servicio e n la actualidad. C.N.:
¿Quiénes son los propietarios del satélite?
E. G.: U n organismo internacional l l a m a d o I N T E L S A T , donde cada país interviene c o n un aporte d e capital p r o porcional a su tráfico internacional. E n nuestro caso es el 1,5 96, lo que significa u n aporte d e 3 m i l l o n e s d e dólares norteamericanos. El g o b i e r n o d e esta sociedad internacional está a cargo d e 18 países, entre los cuales está la Argentina. La gerencia la ejerce C O M S A T q u e , por ley del C o n g r e s o norteamericano, está autorizada
MODELO
Ncccsid. Deuda UestiIS, Disponlb. plan de PrtsAmortim t e r e - aciirnuGasto Gnsto ExceN'9 de p/iinca propia obras (8-7) tamos ración sea latía corr, caplt. dcntes habit. miles mil. mili. mil. mili. mil. mili. mil. mili. mil. mili, mil m i l i m i l . mili. mil. m i l i . m i l . mili. m i l . mili, mites
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t
1.173
80,0
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-
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29,5
4
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160,0
128,0
30
19,3
28,9
40,0
-
11,1
14,0
1,65
2,49
38,3
30,8
S
1.568
100,0
128,0
30
20.5
33,4
40,0
-6,8
12,8
3,32
3.10
47,8
32.1
e
1.694
lfiO.O
128,0
30
21,5
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-2,2
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5,08
3,49
53,7
33,4
48,5
T
1.822
160,0
128,0
30
22,4
42,3
40,0
2,3
7,9
6,68
3,56
54,8
34,6
50,2
8
1.950
160,0
128,0
30
23,2
46,8
40,0
6,8
4,5
8,05
3,33
51,3
35,9
51,4
9
2.078
160,0
128,0
30
23.9
51,2
40,0
11,2
-
9,03
2,74
42,2
37 ,a
52,1
160,0
128,0
30
24,5
55,7
40,0
15,7
9,59
2,12
32,6
38,5
10
2.206
P l a n de G a n a n - I t e n n y a obras cía ción miles miles miles
FACTIBLE
Préstamos: I.: 6 , 5 % . T , : 8 años. 2 de gracia.
16
-
-
-
-4,7
5,4
-
-7,0
7,8
-
—
26,8
16,0
0,35
5,4
27,4
22,8
0,86
13,2
28,3
-
Lfneai c/10» hablt.
23.031
4,98
—
23.378
5,02
28,4
—
23.706
5413
37,4
_
24.050
5,62
44.1
24.392
5,94
40,4
24.745
6.36
25.091
0,7
25.445
7,2
25.796
7.8
26.144
7,9
52,0
_
3,2
26.500
8,36
además a representar a dicho país, a u n q u e es una empresa de capital privado norteamericano ligado a las telecomunicaciones.
siglo veintiuno editores sa
C.N.: ¿Están dentro de I N T E L S A T y d e C O M S A T las cuatro empresas que prestan, hasta hoy, servicios en nuestro país? E. G.: N o en I N T E L S A T , dado que es un o r g a n i s m o formado exclusivamente por representantes de naciones. En C O M S A T sí hasta hace aproximadamente un año, en que I T T Comunicaciones Mundiales tenía un paquete accionario q u e , según informaciones que d i s p o n g o , ha sido totalmente vendido.
SUCURSAL PAnA ARO EHTIHA INDEPENDENCIA 820 T. E . 2 7 -
C. ¡V.: Pero en definitiva, dada su participación en C O M SAT, que es la gerencia del organismo internacional, no pierden el control total. E. G.: Sí, pierden el control en el país y en I N T E L S A T ; ninguna de las cuatro empresas que he indicado está 'actualmente representada. A mi juicio, con las medidas tomadas, la Nación mantiene total independencia y c o n t r o l sobre sus servicios de telecomunicaciones internacionales, aun cuando algunas empresas sean corresponsales nuestras, o posean algunas estaciones dispersas p o r el m u n d o .
LOS SERVICIOS DE TELEGRAFO, TELEX Y TRANSMISION DE DATOS
SUEÑOS
NOVEDADES Foucault, M.
EL N A C I M I E N T O DE LA CLINICA
Faucault, M.
LAS P A L A B R A S Y LAS COS*.S
15,00
Kalilcr, E.
LA D E S I N T E G R A C I O N E N LAS ARTES
11,25
Labastída, J.
P R O D U C C I O N , C I E N C I A Y SOCIEDAD.DE DESCARTES A M A R X
8,55
Rassi, A .
LENGUAJE Y SIGNIFICADO
7,25
Berrán, P. A-, y
EL CAPITAL M O N O P O L I S T A
9,45
Fromm, E.; Mareoso, H.,- Gorz, A; Harowiti, I. L., y Flores Olea, V.
LA S O C I E D A D INDUSTRIAL CONTEMPORANEA
8,00
Pardinas, F.
METODOLOGIA Y TECNICAS DE I N V E S T I G A C I O N E N CIENCIAS SOCIALES
10,00
Marfner, G.
PLANIFICACION Y POR P R O G R A M A S
38,00
Kuntzman, J.
¿ A D O N D E V A LA M A T E M A T I C A ?
Malmberg, B.
LOS N U E V O S C A M I N O S LA L I N G Ü I S T I C A
Tribunal
SESIONES
Sweery, P. M.
E. G.: En lo que respecta al servicio télex, q u e también presta E N T e l , podríamos decir que el Plan preve un fuerte incremento del mismo. La tasa de crecimiento d e este servicio es muy fuerte. Para dar una idea d e su evolución veamos las siguientes cifras: en 1 9 6 6 había 1.227 abonados; en 1969 tenemos 2.037 abonados y el Plan preve disponer de 7 . 7 2 0 abonados para 1 9 7 4 . C o m o pueden observar la función de crecimiento del servicio télex es mucho más fuerte que el resto de los servicios. Este es un fenómeno mundial. En t o d o el m u n d o el servicio telegráfico ha estacionado su crecimiento o tiene una tasa baja, por otra parte el servicio t e l e f ó n i c o tiene una tasa d e crecimiento más fuerte que el telegráfico, pero el télex tiene una tasa superior aún al del servicio telefónico. O t r o servicio que también presta E N T e l , es la transmisión de datos. Aunque recién comienza en nuestro país, se preve un uso muy importante del m i s m o . En los países más desarrollados su expansión se p u e d e calificar de extraordinaria. Podemos ver brevemente el Plan de Servicios T e l e gráficos. Este servicio, c o m o dije al c o m i e n z o , disponía, además de la red alámbrica y postal, de una infraestructura bastante moderna para el momento en que fue diseñada y era conocida c o m o el Plan Radioeléctrico. Este plan preveía la conmutación automática del servicio radioeléctrico, telegráfico y telefónico entre diversos puntos del país, mediante una central de conmutación automática instalada en Buenos Aires. Esta central se interconecta a su vez con las centrales automáticas telegráficas de Capital Federal y suburbios. Ahora b i e n , observen ustedes que, si bien esta central se terminó alrededor del año 1962, sólo se puso en operación efectiva a mediados del año 1 9 6 7 . Este hecho adquiere relevancia p u e s t o q u e el Plan Radioeléctrico para cumplir su o b j e t i v o c o n e f i -
B840 AIRES
Russel
DE
Y ROSKILDE Brion, A., y E y , H.
PSIQUIATRIA
Djian, J.
LA M E D I C I N A
Elsasser,
W.
Georgo,
W.
M.
$ IQ.ECr
OB LA FORMA
PRESUPUESTO
7,90
DE
13,00
ESTOCOLMO
13,00
ANIMAL
39,60
CONTEMPORANEA
ATOMO Y ORGANISMO
7,20
G E N E T I C A ELEMENTAL
10,15
Ondaria, R. V.
BIOLOGIA MODERNA
20,95
Parin, V. V., y Bctyeski, R. M.
I N T R O D U C C I O N A LA CIBERNETICA Y A LA C O M P U T A C I O N MEDICAS
' 25,60
Tinbergen, N.
EL ESTUDIO DEL INSTINTO
16,60
Trajtonbrot, B. A.
INTRODUCCION
A LA
TEORIA
MATEMATICA DE LAS COMPUTADORAS Y DE LA P R O G R A M A C I O N 6,50 Varios autores
EL C O N C E P T O DE I N F O R M A C I O N LA C I E N C I A C O N T E M P O R A N E A
Frankel, E.
D N A , EL PROCESO DE LA V I D A
Lwoff, A.
EL O R D E N B I O L O G I C O
1,60
Whifrow, E.
E I N S T E I N , EL HOMBRE Y SU OBRA
2,80
Wiener, N.
D I O S Y G O L E M , S. A.
1,60
tange, O.
I N T R O D U C C I O N A LA
Pinget, J.
EN
15,25 2,20
ECONOMIA
CIBERNETICA
11,40
BIOLOGIA Y CONOCIMIENTO
14,56
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La antena lista para su uso.
cacia requiere, en f o r m a imprescindible, d e la central automática. Cuando n o se usaba la central, los telegramas debían ser transmitidos del p u n t o de origen al Correo Central, allí se formaba una cola de espera para ser retransmitidos a destino, lo q u e producía demora de horas, En la actualidad, ese t i e m p o se reduce a algunos segundos, En cuanto al crecimiento futuro, el Plan Sectorial preve una tasa suave de crecimiento del servicio telegráfico, sin inversiones demasiado fuertes en infraestructuras, ya que, c o m o veremos en seguida, se continuará con la aplicación del Plan d e Integración de Redes e Infraestructura, del Sector, c o n el cual queda transferida a E N T e l la responsabilidad de proveer facilidades telegráficas en su r e d . C. N.: ¿Dónele está el Centro de conmutación automática? E. G.: En el edificio del C o r r e o Central. La configuración de la red telegráfica determinó que se localizara en la Capital Federal. Y a que se vuelve al tema del Plan Radioeléctrico, cabe hacer un comentario sobre el tiempo que tardó en ejecutarse. El proyecto, hace 2 0 años, cuando fue concebido, significaba un verdadero paso adelante en progreso tecnológico. H o y en día, a p o c o s años d e funcionar bien implementado puede considerarse obsoleto aun cuando preste, p o r supuesto, un servicio muy bueno. ¿ N o es un ejemplo de antología de l o que podríamos llamar gestión ineficiente? V o l v i e n d o al Plan Sectorial, el mismo preve la modernización d e la red. U n ejemplo de dicho proyecto es la paulatina sustitución de los viejos manipuladores Morse, por teleimpresores, etc. El proyecto que debe destacarse es el del Servicio Telegráfico Internacional. Mediante el mismo, será posible producir íntegramente p o r la Secretaría de Estado de Comunicaciones el servicio telegráfico internacional antes de que finalice este año. A tal efecto se ha realizado una importante obra d e equipamiento en la Secretaría, poniéndose a disposición del usuario los más m o d e r n o s métodos para prestar al servicio con la mayor eficacia. D e esta manera, la Estación Terrena de Balcarce logrará, al finalizar el año, la rentabilidad prevista en su evaluación, d a d o que el tráfico internacional que se genera o genere en la Secretaría, será cursado en su mayoría p o r dicha estación. También dentro del área de las telecomunicaciones deben indicarse dos proyectos esenciales: el primero l o acabamos de mencionar y se refiere a la integración de las redes de telecomunicaciones. Resulta muy común que diversos entes del sector p ú b l i c o dispongan, o tiendan a disponer d e redes propias de telecomunicaciones. N o es raro encontrar en los grandes troncales de nuestro país, sobre t o d o aquellas que son paralelas a redes ferroviarias, multitud de palizadas o sistemas de telecomunicaciones superpuestos. Para dar un ejemplo, hasta hace p o c o s años, en la ruta a M a r del Plata estaban superpuestos ramales de la Secretaría de Comunicaciones, de E N T e l , del telégrafo de la Provincia de Buenos Aires, del telégrafo del Ferrocarril R o c a , del telégrafo de las fuerzas de seguridad, etc. C o m o pueden imaginarse esta quintuplicación de inversiones tiene un costo enorme d e inversión y de explotación, y además impide una coordinación racional entre las redes o recursos disponibles. P o r lo tanto se ha encarado encauzar en un plan de plazo conveniente integrar la mayor cantidad posible de redes del sector p ú b l i c o en la Empresa Nacional de Telecomunica-
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Centro Telegráfico Internacional en Balcance. Cortesía del Departamento de Relaciones Públicas de la Secretaria de Com unicacio n es.
eiones. Este plan, además d e p r o d u c i r la economía de escala propia d e la f u s i ó n d e entes d e m e n o r dimensión que E N T e l misma, permitirá una gestión más racional de la red resultante y también, fundamentalmente, permitirá planificar el crecimiento d e l c o n j u n t o c o n m a y o r precisión, l o cual asegura gran e c o n o m í a en el uso f u t u r o de los recursos. Para q u e se tenga una idea d e las dimensiones relativas, d i r e m o s que las redes troncales d e E N T e l disponen por l o general d e sistemas d e alta confiabilidad (coaxiles, m i c r o o n d a s ) c o n capacidad de 6 0 0 a 9 6 0 canales telefónicos. Cada canal t e l e f ó n i c o admite, c o n inversiones que p o d e m o s considerar marginales, 2 4 canales telegráficos. C o m o se v e , c o n costos m í n i m o s , la tecnología utilizada p o r E N T e l p e r m i t e ofertar e n o r m e cantidad de facilidades, d e ser necesarias, para la r e d telegráfica. Este plan se está c u m p l i e n d o a pasos acelerados. Para dar un p o c o el ejemp l o , la N a c i ó n está transfiriendo la red telegráfica d e la Secretaría d e C o m u n i c a c i o n e s a E N T e l , d e tal f o r m a que ya se ha e f e c t i v i z a d o la integración en la empresa de 1 0 5 6 k m d e palizada d e la red telegráfica nacional, l o que equivale a 1 1 . 9 6 3 k m d e circuito. Se espera que para 1 9 7 5 se haya p r o d u c i d o la integración total de la red de la Secretaría. Esta es justamente u n a manera d e impedir la superposición irracional d e esfuerzos. D e b e tenerse en cuenta q u e c u a n d o las inversiones se p u e d e n decidir c u b r i e n d o la sustitución relativa d e servicios dentro d e la misma empresa, se asegura una ó p t i m a asignación de recursos.
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D e s d e el punto d e vista d e los costo-, d e exploración, la sustitución d e los viejos ramales d e palizadas y la posibilidad de encauzar el tráfico p o r l.i rui.i óptima, hará que los mismos resulten muy inferióles a los c o - i o s conjuntos actuales. Esto se verá prácticamente en la Secretaría de Comunicaciones, d o n d e además de n o realizarse más inversiones para la red telegráfica — u n a v e z producida la integración t o t a l — se reducirán a p i c c i a b ' e m e n i c lo-, gastos d e mantenimiento. El otro proyecto d e gran envergad: in, l i b i d o esencialmente a la integración nacional y d e gran importancia social, es el del Plan d e Telecomunicaciones Rurales. P o d e m o s considerar este Plan c o m o la prolongación tentacular de la red d e troncales de teleconuiiiH-Acio'K-s d r alta capacidad hasta alcanzar poblados aislados en todo el territorio nacional. Mediante su aplicai ión será posible comunicar a t o d o s los habitantes del p.t's e n i i v sí o c o n el exterior, cumpliendo con los requisnos interiuicionalcs de calidad, es decir, c o n las normas de la U-.ión Intciri.iLÍonnl de Telecomunicaciones. Esto será pasible mediante un sistema d e equipos radioeléctricos de al t i frecuencia y de muy alta frecuencia, que tendrán a a v » o a centros de interconexión c o n la red de E N T e l Para algunos casos, se prevé incluso el discado automático paia el servicio rural. U n h e c h o importante ligado al sector industrial, es que se considera que los equipos d e abonado p o d r á n ser totalmente producidos en el país, c o n l o que se crea un mercado d e excepcional dimensión para equipos radioeléctricos d e reducida capacidad, d e industria nacional.
Centro postal Puerto de Buenos Aires. Cortesía del Depart. de Relaciones Públicas de la Secretaría de Comunicaciones.
LOS SERVICIOS POSTALES Para finalizar, n o s restaría describir los p r o y e c t o s postales. Estos p r o y e c t o s están dirigidos a la modernización y agilitación d e al red postal. V a n a ser efectivizados a través de la creación de centros postales, d e los cuales uno se está c o n s t r u y e n d o en estos m o m e n t o s e n la zona del puerto de B u e n o s A i r e s , es el Centro Postal P u e r t o Buenos Aires. Están también los p r o y e c t o s de los centros postales I y I I del área metropolitana, d e los cuales el primero representa el c a m b i o tecnológico más espectacular en la p r o d u c c i ó n d e servicio postal en el país: incluye la instalación d e un e q u i p o d e clasificación semiautomática del que disponen p o c o s países en el m u n d o ; actualmente nos hallamos respecto d e este p r o y e c t o en la etapa de licitación de obras.
matizada c o n su r e p e r c u s i ó n en el sector industrial. Para completar el análisis " t r i a n g u l a r " q u e reproducimos al principio, debería referirme a la investigación. Sin emb a r g o el tema es l o suficientemente importante y c o m p l e j o c o m o para requerir d e una explicación tan larga c o m o la que h i c i m o s hasta aquí y entiendo que sería razonable que l o hiciéramos en otra o p o r t u n i d a d , c u a n d o ustedes l o c o n sideren c o n v e n i e n t e .
Otros p r o y e c t o s d e interés, son los correspondientes a los centros de p r o c e s a m i e n t o postal d e las cabeceras troncales ferroviarias. Resulta interesante también citar el Programa de E d i f i c i o s , d a d o q u e la Secretaría tiene instaladas en este m o m e n t o alrededor de 1 6 6 0 oficinas, de las cuales sólo 365 están en e d i f i c i o p r o p i o . Este déficit da origen a un programa a largo plazo. En l o que respecta a la creación de puestos d e trabajo, se estima que el Plan Sectorial producirá un i n c r e m e n t o d e l o r d e n de los 1 2 . 0 0 0 , incluyendo en esta apreciación al sector industrial. A l respecto, en la Oficina Sectorial d e Desarrollo de C o m u n i c a c i o n e s , se está realizando u n Plan d e Desarrollo d e las Relaciones Humanas del Sector, que se ha iniciado c o n el análisis d e estos recursos en la Secretaría, l o q u e asegura a c o r t o plazo un Plan de Capacitación que se f u n d a en los mejores elementos de j u i c i o o b j e t i v o . E n estos m o m e n t o s se están procesando alrededor d e 1 5 0 . 0 0 0 tarjetas d e C e n s o de Personal, y se inicia la evaluación d e tareas. El mismo incluye la instalación de un e q u i p o d e clasificación semiautomática del cual disponen p o c o s países en el m u n d o . E n la actualidad n o s e n c o n t r a m o s e n la etapa de licitación d e obras. Bueno, c r e o q u e h e m o s c o m p l e t a d o la v i s i ó n sectorial,
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. J U J I i l J i i p i p i ^
Viva la presión atmosférica Giovanni Mosca Notable humorista que ocupa un lugar de primer orden en la vida literaria de Italia. De su actividad permanente y destacada podemos señalar que en 1936 culaboraba en el diario humorístico "Marc'Aurelio", de Roma, junto con Vittorio Metz. En 1937 ocup ó la dirección de la revista "Bertold o " , donde aparecieron también sus dibujos. Adquirió gran popularidad en la clase media italiana, la que consideraba sus escritos y dibujos como una nueva forma de humorismo. De su producción se pueden destacar algunos libros como "Questi nostri figü", "Non é ver che sia la morte", " I ricordi di scuola". Fue director de la difundida revista "Corriere dei Piccoli", especialmente dedicados a los niños. Una muestra del fino humorismo de Giovanni Mosca, es la página que publicamos.
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¿ Y qué es, hijo mío, este libro ele física sin la narración de Arquímedes saliendo desnudo a la calle a los gritos de: ¡Eureka! ¡Eureka!; sin la viñeta representando a Benjamín Franklin que, seguido por ancianos y graves caballeros corre bajo la tormenta, teniendo el hilo de una magnífica cometa; sin la escena de la experiencia de los hemisferios de Magdeburgo llevada a cabo por el señor O t t o de Guericke ante la augusta presencia del emperador Ferdinando I I I ? ¿ P o r qué estudias este libro tan rico en números y tan p o bre en fantasía? Mira el mío, el que yo usé para mis estudios, con este maravilloso globo aerostático historiado que se eleva triunfalmente por los aires mientras la población delirante agita pañuelos y galeras. T e dan ganas de reír, ya lo sé. Somos diferentes, estamos lejos uno del otro. Y o vengo de un mundo encantado, donde locomotoras con altísimas chimeneas surgen silbando de la negra boca de un túnel. O echando blancas nubes de humo corren junto a las orillas de un lago, en el que navegan majestuosamente buques a paletas cuyos pasajeros, descubriéndose con urbanidad, contestan el saludo de los que viajan en el tren. Y t o d o esto mientras en la parte superior del mismo grabado los tripulantes de un globo devuelven a su vez el saludo de respetuosos pasajeros asomados a las ventanillas del funicular, que une audazmente la base a la cima del monte horadado por el túnel. En la página siguiente otra montaña, en cuya cumbre un caballero barbudo de galera y levita clava una bandera gritando ¡Excelsior!, mientras dos violentos chorros en forma de arco le brotan de los oídos a causa de la disminuida presión atmosférica.
Eran otros tiempos, hijo mío, cuando se respetaban las variaciones de la presión atmosférica, y era suficiente sobrepasar los tres mil metros para que la sangre, rompiendo los tímpanos, brotara de los oídos. H o y , ¿quién tiene en cuenta todo ésto? ¿ Q u i é n toma en serio la densidad del aire? ¿ A quién le brota sangre arriba de los tres mil metros? Viejas damas pasean sin la más mínima molestia p o r las más altas cimas de los Alpes, beneficiando su salud con la rarefacción; las salas de espera de los aeródromos están alegremente concurridas por niños afectados por tos convulsa a la espera de volar a más de cinco mil metros. Y o vengo de un m u n d o encantado donde el señor G u e r i c k e , después de habel puesto cuidadosamente en contacto dos hemisferios de cobre y producid o el vacío neumático en la esfera así formada, enganchó o c h o caballos a cada una d e las mitades e invitó al emperador Eerdinando I I I , que estaba de paso por Magdeburgo, a presenciar los esfuerzos que los nobles brutos deberían hacer para vencer la presión externa y separarlas. Lo invitó c o n gran naturalidad': "Majestad, venga usted a ver de lo qué es capaz la presión atmosférica." N o sé a cuántos jefes de Estado sería posible hoy dirigirles impunemente semejante invitación. Ferdinando I I I interrumpió el viaje y al día siguiente, bajo un bello pabellón construido a toda prisa, h e l o allí en la plaza principal d e M a g d e b u r g o para presenciar la experiencia. Estaba presente toda la ciudad. Durante más de una hora, castigados con látigos y azuzados c o n aguijones, los caballos tiraron c o n todas sus fuerzas, hasta que, agotados, cedieron y algunos cayeron d e rodillas. U n interminable aplauso estalló entre la
muchedumbre entusiasta: " ¡ V i v a la presión del a i r e ! " se aclamaba p o r doquier, y el señor Guericke, l l o rando d e alegría, fue llevado ante Ferdinando I I I , quien se dignó abrazarla y besarlo en la frente. E n este libro, hijo mío, he asimilado la ciencia. Un libro con el retrato de los hermanos M o n t g o l f i e r enmarcado de laureles; el señor G r a vesande muestra un anillo por el q u e pasa fácilmente una bola de hierro, p e r o una vez calentada no pasa más; Isaac N e w t o n , una tarde de primavera, se adormece bajo un árbol, una manzana cae sobre su cabeza y hete aquí que descubre el principio d e la gravitación universal. Así estudiábamos nosotros la física, con la manzana de N e w t o n , el diabiillo'de D e s cartes, el péndulo de Galileo, la cometa de Franklin, la rana de G a l vani, el tonel d e Pascal. Un día d e l año 1 6 4 7 , en medio de una de las calles más concurridas de Rouen, el gran Pascal subióse a lo alto de una escalera y desde allí comenzó a verter agua en un largo tubo vertical aplicado a la tapa de un tonel. H a b í a a su alrededor inmensa muchedumbre puesta sobre aviso desde la víspera: " V e r é i s que en virtud del principio de las presiones laterales el tonel reventará." El tonel, efectivamente, reventó. El insigne físico f u e llevado triunfalmente en andas; t o d a Rouen pasó la noche que siguió a la experiencia en festines y orgías, entonando himnos a las presiones laterales. Esta es mi ciencia, tan p o c o científica, narrada c o m o fábula, f l o reada de hombres c o m o Benjamín Franklin que fabrica cometas y espera c o n impaciencia días tormentosos para correr c o n ellas por las praderas de los suburbios a fin d e recibir fuertes sacudidas eléctricas; o c o m o Luis Galvani, que adquiere ranas muertas y utilizando trocitos d e hierro obtiene contracciones en los músculos de esos batracios; y e n tretanto Arquímedes, feliz de haber descubierto en la bañera el principio del empuje de los líquidos, c o r r e desnudo por las calles de Siracusa, entre los aplausos d e los transeúntes; mientras al mismo tiempo e n las planicies del Asia M e n o r , el pastor Magnes, caminando a la cabeza de su rebaño, bruscamente se detiene y p o r más fuerza que hace n o consigue desprender sus pies del suel o ; corren a auxiliarlo pastores y campesinos, y descubren que en e l suelo hay hierro q u e atrae los cla-
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vos de los zapatos. Y ese hierro se llamó magneto precisamente por ese pastor Magnes . . . Esta es mi ciencia, hijo mío, llena de estupor y maravilla, escrita en un siglo en que los hombres, pasand o de asombro en asombro, vieron por vez primera la máquina a vapor, el telégrafo, el teléfono, la lamparita eléctrica, el motor de explosión; en que mi padre vio por vez primera el aeroplano, y yo mismo presencié el milagro de la radiotelefonía. Durante más de cien años no hemos hecho otra cosa que quedar estupefactos, abrir muy grandes los ojos, aplaudir y agitar galeras, como esos pasajeros del tren, del barco, del globo aerostático y del funicular. Tú en cambio, hijo mío, lo sabes todo, ya lo conoces todo; te sonríes de mi viejo libro de ciencia y ya te resulta claro y familiar el principio de la bomba atómica, mientras aún hay días en que creo que dentro del aparato de radio hay un hombre escondido. Eres mucho más adulto que yo. ¿Cuántas veces, en lugar de libros de piratas, te sorprendí leyendo revistas técnicas? ¡Cuán a menudo te escuché hablar de electrones con tus compañeros! Nunca te reprendí. Somos diferentes, estamos lejos uno del otro. T ú llegarás, quién sabe dónde, y yo me quedo aquí, ciudadano de otro mundo, mirándote y saludándote desde la cumbre — ¿ v e s ? — de esta montaña, al lado del caballero de levita que exclama ¡Excelsior! y clava la bandera. Era un caballero henchido de ideales, que amaba a su patria, creía en Dios, se batía en duelo por el honor d e una mujer, y un centímetro más arriba de los tres mil metros le brotaba sangre de los oídos. Y a l o largo de tu camino, que no te envidio, vuélvete de vez en cuando: me distinguirás .—aunque muy, muy lejano— del caballero barbudo porque n o llevo galera y porque — ¡ a y ! — n o tengo bandera. Pero' me brotarán, eso sí, los rojos chorros de los oídos.
Cursos y Reuniones científicas
Quinto Congreso Argentino de Ciencias Biológicas Durante el próximo mes de julio, entre los días 13 y 18, se reunirán en Buenos Aires especialistas de todas las disciplinas relacionadas con la biología, al cumplirse la convocatoria del V Congreso Argentino de Ciencias Biológicas, que se llevará a cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. La organización del congreso se basa en 7 conferencias especiales y 16 symposium, para los cuales han sido invitados científicos argentinos y extranjgros. También habrá varias sesiones simultáneas de Comunicaciones Libres, en las que cada investigador podrá presentar sus trabajos en la f o r m a de un breve relato ( d e 10 minutos de duración) seguido de cinco minutos de discusión libre. Las conferencias especiales estarán a cargo de B. A . Houssay, L. F. Leloir, J. C . Fasciolo, E, A . Favret, E. Katchalsky ( I s r a e l ) , R . C. Fuller (Estados Unidos), E. Mayr (Brasil); en tanto que los participantes invitados para los symposium, de los cuales ya han respondido afirmativamente más del 70 % , l o han sido según el siguiente detalle: Para el tema de Membrana celular: E. D e Robertis, M . Cereijido, P . Garrahan, L. A , Beauge, E. J. Bueno. Para desarrollar Bases celulares de la acción hormonal: A . O . M . Stoppani, H . Carminatti, E. M . Sívori, J. A . Moguilevsky, A . A o k y . A l symposium Dinámica de las comunidades de agua dulce-. A , Ringuelet, A . Bonetto, N . Dioni, A . L. Cabrera. E n Conservación de la Biosfera: A .
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Burkart, O . Boelcke, A . J. Prego, J. C. Durán. Para las investigaciones sobre Biología y control de plagas: H . Gahan, G . Covas, F. Sáez, E . Touron, M . A . Campodónico. Para exponer sobre Genética de poblaciones humanas de América: M . A . Etcheverry, R . Cruz Coke, M . Palatnik, N. Freire Maia, P. H . Saldanha. Sobre Dinámica de la meiosis y espermatogénesis intervendrán: R. E. Mancini, N . Bianchi, M . Burgos, A . Solari, O . Vilar. Acerca de Inseminación artificial lo harán: J. E. B. Ostrowsky, K. F. Weitze, A . Sobrero, R. Zemjanis. Fueron convocados para exponer sobre El proceso evolutivo-, L. B. Mazoli, B. Schnack, A . Barrio, D. Brncic, A . Krapovickas. Expondrán sobre Conceptos y métodos modernos en taxonomía-. R . Laurent, J. H . Hunziker, O . Solbrig, P . Seeligman. Relatarán los Recientes avances en embriología: A . Castañe Decoud, A . Pisanó, F. D . Barbieri, A . E. Cocucci, R . Adler. En Fotobiología: A , B. Houssay, B. Frydman, R. E. Montaldi, J. Tramezzani, R . Sánchez, A . Bennun. Para el tema Biología marina se invitó a: I . Bernasconi, O . Kühnemann, E . Balech, E . Boschi, E. Boltoskoy. Sobre Ritmos biológicos se espera que intervendrán: S. Taleisnik, A . Soriano, C. E. R o i g , J. M . Affanni, J. V . d e Rodrigues. Sobre Enseñanza superior de la biología lo harán: R . R, Rodríguez, Pontis Videla, J. M . Echave Llanos, J. L. H a e d o Rossi, D . Giménez, R . Longobardi, A . Gutnisky, J. E. W r i g h t , S. Straje
Finalmente, sobre Receptores y efectos farmacológicos expondrán: J. A . Izquierdo, S. Langer, A . Pinto Corrado, E. Stefani, I. Izquierdo. La Comisión Asesora del Comité Ejecutivo del Congreso, que preside el Profesor Dr. Virgilio G . Foglia está integrada por E. Strajman, A . O . M. Stoppani, O . Boelcke, A . Soriano, J. A . Izquierdo, E. R . Montaldi, J. H . Flunziker, R . E. Mancini, A. M. Vilches y A . Barrio. La secretaría del mismo funciona en Paraguay 2155, piso 4, T . E . 83-9866, Buenos Aires, donde se pueden requerir mayores informes.
BIOEXPO 7 0 Paralelamente a la realización del V Congreso Argentino de Ciencias Biológicas, se realizará —también del 13 al 18 de julio p r ó x i m o — en las plantas baja y principal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires una exposición que contendrá todos los elementos correspondientes a la investigación y las prácticas interdisciplinarias de la biología. En 36 stands los organizadores esperan nuclear a expositores de instrumental científico, de laboratorios e industrias químicas y farmacéuticas, transportes para investigación de campo, elementos accesorios y conexos, material sónico y bibliográfico, audiovisuales y otros tipos de materiales didácticos y científicos. Su secretaría funciona en Paraguay 2155, piso 4, T . E . 83-9866, Buenos Aires. Según se vaticina, la exposición que recibió el nombre de B I O E X P O 70 sería cualitativamente una de las más importantes exposiciones científicas que se hayan organizado en la Argentina.
Instituto de Egiptología de la Argentina En el Instituto de Egiptología de la Argentina, con sede en Avda. R. S. Peña 615, T piso, han comenzado los cursos que esta entidad desarrolla, como todos los años, para promover un mayor conocimiento de la civilización del Egipto faraónico. Los cursos que se dictan son cinco: Introducción al estudio del Antiguo
Egipto; Ciclo Básico de Egiptología (este curso tiene una duración total de 5 años y abarca desde la prehistoria de la civilización egipcia hasta el fin de las dinastías, con la llegada de Alejandro Magno en 332 a. C . ) ; Curso de lengua árabe; Vida cotidiana en el Egipto faraónico, e Introducción al estudio de los jeroglíficos egipcios. En el segundo cuatrimestre se dictará un curso de corta duración sobre Arquitectura faraónica. El Instituto de Egiptología, única entidad en su género en América latina, cuenta con una biblioteca especializada que incluye publicaciones periódicas de diversos países y una colección de varios miles de diapositivas. Organiza periódicamente cursos y conferencias así como también exhibiciones de material original perteneciente a colecciones privadas y oficiales. Para este año prepara también una exposición sobre las actividades de los arqueólogos italianos en Egipto, ocasión en la que se contará con la presencia de varios especialistas de esa nacionalidad quienes pronunciarán conferencias. La exposición contará con material enviado expresamente por universidades e institutos italianos, en particular el Museo Egiptológico de Turín. Para cumplir con su cometido de posibilitar un estudio serio y basado en fuentes autorizadas, el Instituto mantiene un activo contacto con los centros de investigación egiptológica más importantes del mundo, como el Museo del Louvre, la Universidad de París, el British Museum, el Museo del Cairo, el Museo Nacional de Varsovia, la Fondation Egyptologique Reine Elisabeth de Bruselas, el Metropolitan Museum of Art de Nueva Y o r k , el Museum of Fine Arts de Boston, y muchos otros.
Revistas Argentinas ACTA CIENTIFICA " A c t a Científica" es una revista trimestral publicada por C I T E F A (Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas A r madas ). Su propósito es el de difundir aspectos de la labor científica y tecnológica que realiza CITEFA, mediante la publicación de artículos originales referentes a trabajos efectuados por sus investigadores, así como difundir también trabajos originales
de investigadores y científicos de otras instituciones nacionales, en el campo de la física, química física, matemáticas, electrónica y tecnologías avanzadas. A través de diversas secciones permanentes, "Acta Científica" informa también acerca de los últimos progresos en las distintas ramas de la ciencia y la tecnología; nuevos libros, equipos, técnicas y materiales; congresos científicos; tesis de doctorado de investigadores argentinos; becas, etc. Además, mediante una ágil sección Correspondencia, asegura la prioridad de los resultados de investigadores argentinos, gracias a su difusión creciente en el exterior. El Dr. Juan T . D'Alessío, asesor técnico del grupo Láser de CITEFA, es el director d e "Acta Científica". Las colaboraciones para le revista deberán dirigirse a su Secretario Técnico, "Acta Científica", Zufriategui y Varela, Villa Martelli, Pcia. de Buenos Aires, tel. 740-9007 al 09, interno 7. La correspondencia relativa a suscripciones y adquisición de ejemplares deberá enviarse a su distribuidor exclusivo, L I B R A R T SRL, Corrientes 127, C.C. 5047, Buenos Aires. En el último número publicado de "Acta Científica" (vol. 2, n? 2 - 3 ) , abril-setiembre de 1969, aparecen trabajos de Gallego Lluesma, Tagliaferri y Garavaglia ("Sobre la visibilidad del espectro acanalado"), Leibovich y Walsoe de Reca ( " M o d e l o para interpretar la distribución de paredes de dominios magnéticos y su relación con límites coherentes de macla"), Trainotti ("Antenas para la experiencia Ponem 1 9 6 7 " ) , Coche ("Investigaciones del grupo de electrónica"), Manifestó y D'Aquila ("Multiescalímetro"), y Jolodovsky ("Comparación entre la excitación anódica y la excitación catódica en el arco de corriente continua"), así como una completa reseña de la reunión extraordinaria de la Asociación Física Argentina que tuvo lugar en La Plata del 28 de julio al 1? de agosto del año pasado, con resúmenes de los trabajos presentados.
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Páginas
polémicas
Pseudociencia Mario Bunge
Como adelanto al comentario bibliográfico de la obra "La investigación científica", su estrategia y su filosofía, de Mario Bunge, transcribimos un fragmento del Capítulo 1: El planteamiento científico. Esta obra, editada recientemente por Ediciones Ariel S. A., de Barcelonafue escrita originalmente en inglés por Mario Bunge y traducida por Manuel Sacristán. Los substituios son de C. N.
Mario Bunge, que es argentino y se doctoró en física en la Universidad Nacional de La Plata, ha sido profesor de Epistemología en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires. Actualmente es profesor de la Universidad McGill, de Montreal, Canadá.
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El conocimiento ordinario p u e d e desarrollarse en algunas de las tres direcciones siguientes: 1 ) Conocimiento técnico: es el conocimiento especializado, pero no-científico, que caracteriza las artes y las habilidades profesionales; 2) Protociencia, o ciencia embrionaria, que puede ejemplificarse por el trabajo cuidadoso, pero sin objeto teorético, de observación y experimentación; 3 ) Pseudociencia: un cuerpo de creencias y prácticas cuyos cultivadores desean, ingenua o maliciosamente, dar c o m o ciencia, aunque no comparte con ésta ni el planteamiento, ni las técnicas, ni el cuerpo d e conocimientos. Pseudociencias aún influyentes son, por ejemplo, la de los zahoríes, la investigación espiritista y el psicoanálisis. N o carece la ciencia de relaciones con el conocimiento técnico, la protociencia y la pseudociencia. En primer lugar, la ciencia utiliza las habilidades artesanas, las cuales, a su vez, se enriquecen frecuentemente gracias al conocimiento científico. En segundo lugar, la ciencia utiliza algunos de los datos en bruto conseguidos por la protociencia, aunque muchos de ellos son inútiles p o r irrelevantes. En tercer lugar, a veces una ciencia ha nacido de una pseudociencia, y en ocasiones una teoría científica ha cristalizado en dogma hasta el punto de dejar d e corregirse a sí misma y convertirse en una pseudociencia. Dicho breve y esquemáticamente, pueden considerarse las siguientes líneas de comunicación entre la ciencia y esas vecinas suyas: ¿Qué es lo malo de la pseudociencia? N o sólo ni precisamente el que sea básicamente falsa, puesto que todas nuestras teorías factuales son, a lo sumo, parcialmente verdaderas. L o malo de la pseudociencia es, en
p r i m e r lugar, que se niega a fundamentar sus doctrinas y que n o pued e , además, hacerlo p o r q u e r o m p e totalmente c o n nuestra herencia científica — c o s a q u e , p o r cierto, no ocurre en las revoluciones científicas, todas las cuales son parciales, puesto q u e toda nueva idea tiene que estimarse p o r medio d e otras que n o se p o n e n en discusión en el contexto dado. E n segundo lugar, que la pseudociencia se niega a someter a contraste sus doctrinas mediante la experimentación propiamente dicha; además, la pseudociencia es en gran parte incontrastable, p o r q u e tiende a interpretar t o d o s los datos de m o d o q u e sus tesis queden confirmadas ocurra l o que ocurra; el pseudocientííico, igual que el pescador, exagera sus presas y oculta o disculpa t o d o » sus fracasos. E n tercer lugar, que la pseudociencia carece. d e mecanismo autocorrector. n o puede aprender nada ni d e una nueva información empírica ( p u e s se la traga sin digerirla), ni d e nuevos descubrimientos científicos ( p u e s los d e s p r e c i a ) , ni. d e la crítica científica ( p u e s la rechaza c o n i n d i g n a c i ó n ) . L a pseudociencia n o p u e d e progresar p o r q u e se las arregla para interpretar cada fracaso c o m o una c o n f i r m a c i ó n , y cada crítica c o m o si fuera u n ataque. Las diferencias de o p i n i ó n entre sus sectarios, cuando tales diferencias se producen, dan lugar a la fragmentación d e la secta, y n o a su progreso. En cuarto lugar, el o b j e t i v o primario d e la pseudociencia n o es establecer, contrastar y corregir sistemas d e hipótesis ( t e o r í a s ) que reproduzcan la realidad, sino influir en las cosas y en los seres humanos: c o m o la magia y c o m o la tecnología, la pseudociencia tiene un o b j e t i v o primariamente práctico, n o cognitivo, pero, a diferencia de la magia, se
CoNOCIMlENTa COMÚN
presenta ella misma c o m o ciencia y, a diferencia de la tecnología, no goza del fundamento que da a ésta la ciencia.
La Rhabdomaxicia Nuestro primer ejemplo de pseudociencia puede ser el arte de los zahoríes o, más en general, la rhabdomancia. La tesis de la rhabdomancia es que ciertos individuos particularmente sensibles pueden percibir inconsciente y directamente las heterogeneidades subterráneas, c o m o minas o yacimientos de agua o petróleo. La técnica de la rhabdomancia consiste en usar una varilla de avellano, castaño, etc., o un péndulo como indicador de aquella sensibilidad. Esquemáticamente, la estructura sería: Accidente Geológico Recepción Inconsciente —» Movimientos Involuntarios del Cuerpo —> Oscilaciones del Péndulo Percepción de las Oscilaciones. Algunos zahoríes modernos sostienen que el primer eslabón de la cadena puede ser también un tumor canceroso o una avería de un motor de automóvil. ¿Qué es lo malo de la rhabdomancia? En primer lugar, ni la tesis ni la técnica de la rhabdomancia están fundamentadas en el cuerpo del conocimiento científico, según el cual, más bien, es imposible una acción directa de los cuerpos físicos en los estados mentales: se necesitan un agente físico y su acción sobre un mecanismo biológico, por la simple razón de que las funciones mentales son propias de sistemas nerviosos altamente desarrollados, los cuales son a su vez sistemas físicos. Por otro lado, las técnicas corrientes de prospección geológica ( p o r ejemplo, la producción de ondas sísmicas artificiales) se basan en leyes físicas bien conocidas: el mecanismo de su operación es conocido, razón por la cual se las considera dignas de confianza.
En segundo lugar, la tesis de la rhabdomancia es incontrastable, o casi, por cada una de las dos razones siguientes: a) esa tesis n o supone ni un mecanismo determinado ni una determinada ley, de m o d o que es difícil averiguar qué es lo que puede discutirse, convalidarse o refutarse, y qué experimentos podrían falsear la tesis; b) si el zahori hace una previsión correcta, por ejemplo, descubriendo una vena subterránea de agua, se considera confirmada su tesis; pero si fracasa al señalar la presencia de agua, defenderá su fe diciendo que hay agua, l o que pasa es que está más abajo del alcance de la perforadora, o bien admitiendo humildemente que ha sido víctima de error subjetivo: ha considerado, por ejemplo, indicadores meros síntomas de cansancio o nerviosismo. N o hay geólogo que pueda alcanzar nunca tal confirmación de su tesis al cien por cien.
de los media, la cartomancia y otras arcaicas creencias y prácticas. Esta doctrina sostiene la existencia d é ciertos fenómenos c o m o la telepatía (transmisión del pensamiento), la videncia a distancia, la videncia d e l futuro y la telequinesis (la causación mental de fenómenos físicos). La parapsicología atribuye esos supuestos hechos a una percepción extrasensorial ( E S P : extrasensory perception) y a otras capacidades supra-normalea que no pretende explicar. La parapsicología es bastante ambigua n o sólo porque trata de entidades n o físicas ( c o m o los fantasmas) y acontecimientos no-físicos ( c o m o la telepatía), sino también p o r q u e n o ofrece afirmaciones detalladas — q u e serían contrastables de un m o d o preciso— acerca de mecanismos d e acción o regularidades; pero e s o precisamente la hace máximamente sospechosa para el metacientífico crítico. Aclaremos esa sospecha.
Obsérvese que la experiencia es irrelevante para la refutación de la rhabdomancia. En primer lugar, porque esa fe es empíricamente incontrastable. En segundo lugar, porque un zahori que tenga un conocimiento descriptivo del terreno puede ser superior a un geólogo que n o cuente más que con instrumentos científicos y leyes científicas, pero n o tenga aún suficiente conocimiento de la localidad. Por tanto, o bien no se puede discutir la rhabdomancia, o bien hay que decidir a su respecto mediante una argumentación metacientífica, mostrando que sus tesis y su técnica no son ni fundadas ni contrastables, dos requisitos de las ideas y los procedimientos científicos.
En primer lugar, los parapsicólogos n o formulan ni tratan sus tesis como hipótesis, esto es, c o m o supuestos corregibles relativos a acontecimientos no percibidos: al llamar a las supuestas anomalías, desde el primer momento, casos de percepción extrasensorial, el parapsicólogo se compromete ya a priori a sostener un determinado supuesto q u e l u e g o intentará a toda costa ilustrar en v e z de estimar. En segundo lugar, las tesis de la investigación psíquica están formuladas laxamente y tienen poco contenido: son meras afirmaciones acerca de la existencia d e ciertos acontecimientos raros, sin precisión acerca del posible mecanismo de la producción, la propagación y la recepción de los mensajes psíquicos. Desde luego, el parapsicólogo n o puede aceptar mecanismo físico alguno, pues esto colocaría automáticamente todo el tema en d campo de investigación de la física y de la psicología: cuando se o f r e c e n
La Parapsicología Nuestro segundo ejemplo puede ser la parapsicología, o investigación psíquica, que son nombres modernos del espiritismo, la actividad
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explicaciones d e los supuestos fenómenos a base de sugestiones subliminares ( p o r debajo del umbral consciente) o de nuevas ondas especiales que hubiera que descubrir, _se está desenfocando con la mejor intención la verdadera naturaleza de la parapsicología. La única "interpretación" de 'las supuestas anomalías que puede admitir un parapsic ó l o g o es que se trata de hechos nofísicos y no-normales: en cuanto que intenta ser más preciso, arriesga la refutación inmediata. En tercer lugar, las vagas tesis de la parapsicología son no-naturalistas y no-fundadas. Aún más: están en abierta colisión con el conocimiento científico. Este último, en efecto, sugiere hasta hoy las siguientes generalizaciones: 1 ) no hay acontecimiento que carezca de base física; 2 ) el espíritu n o es una sustancia " m u y sutil" que pueda abandonar el cuerpo, propagarse en el espacio y obrar en la materia; "espíritu" es simplemente el nombre de un complejo sistema de funciones o estados del sistema nervioso; 3 ) ningún efecto preexiste a su causa, y , en particular, ningún mensaje puede recibirse antes de que sea emitido, c o m o exige la profecía. La inconsistencia de la ESP con la ciencia le sustrae todo apoyo empírico, porque . la información empírica sola no constituye evidencia de ninguna clase: para que un dato se convierta en evidencia en favor o en contra de una hipótesis científica, tiene que ser interpretado a la luz de algún
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conjunto de teorías. Y puesto que la parapsicología carece completamente de teoría, tiene que aceptar la interpretación de los hechos propuesta por la ciencia normal: mas como la ESP impugna la competencia de esta última para tratar las supuestas anomalías que ella estudia, no puede aceptar dato alguno, ni siquiera los que ella misma recoge. En consecuencia, la ESP n o puede presentar evidencia alguna en su favor. En cuarto lugar, se ha probado numerosas veces que las observaciones y los experimentos realizados por los parapsicólogos son metodológicamente inaceptables: 1) de muchos de ellos se ha mostrado que eran lisa y llanamente fraudes; 2 ) ninguno de ellos es repetible, por l o menos en presencia de personas que no compartan la fe del parapsicólogo, y hay bastante desacuerdo entre los parapsicólogos mismos por lo que hace al enunciado de los meros " h e c h o s " ; 3 ) los parapsicólogos tienden a ignorar la evidencia en contra; l o hacen, por ejemplo, seleccionando series favorecidas y deteniendo el experimento en cuanto que reaparece la distribución casual; 4 ) los parapsicólogos suelen aplicar mal la estadística; por ejemplo, cuando la aplican a muestras que no son casuales (sino subsecuencias seleccionadas de los ensayos) como si fueran estrictamente casuales, del mismo m o d o , prácticamente, que los vitalistas refutan el materialismo mostrando lo pequeña que es la probabilidad de que un organismo surja espontáneamente del encuentro "casual" d e miríadas de átomos. En quinto lugar, aunque las tesis de la parapsicología son, tomadas una a una, contrastables —aunque a duras penas—, los parapsicólogos tienden a combinarlas de tal m o d o que el conjunto sea insusceptible de contrastación, y, por l o tanto, -inmune a cualquier crítica sobre la base d e la experiencia: en cuanto que una serie de pruebas resulta caer muy por debajo de lo meramente probable, enseguida sostienen que el sujeto está cansado, o que se resiste a creer, o hasta que ha perdido su capacidad paranormal, la cual, por cierto, no tiene relación alguna con otras capacidades, de tal m o d o que sólo se manifiesta cuando se dan resultados por encima d e lo probable, y nunca por el análisis de la personalidad, por n o hablar ya de la investigación neurofísica; si el sujeto
n o lee la carta o mensaje que debía leer según el parapsicólogo, sino la carta o mensaje siguiente de una secuencia, el parapsicólogo declara que ese sujeto presenta el fenómeno de desplazamiento anterior, que se interpreta a su vez c o m o un claro caso de profecía; y si n o consigue mover el dado o tocar la trompeta a distancia, el parapsicólogo dictamina una inhibición momentánea o, caso necesario, la pérdida finál de la capacidad del sujeto. D e este modo se consigue que el conglomerado de las tesis parapsicológicas sea inatacable y, al mismo tiempo, que las técnicas científicas de contrastación resulten irrelevantes. En sexto lugar, la parapsicología es culpable de no haber conseguido, en 5.000 años de existencia, mostrar una sola regularidad empírica, poíno hablar ya de leyes sistematizadas en una teoría. La parapsicología no ha conseguido enunciar ni hechos seguros ni leyes; ni siquiera puede decirse que sea una joven teoría aún n o sometida a contrastación, pero prometedora: simplemente, no es una teoría, pues las pocas tesis de la doctrina son ambiguas y se usan para fines de defensa recíproca contra las críticas, n o para derivar lógicamente consecuencias contrastables. Dicho de otro m o d o : la investigación psíquica no ha conseguido nunca alcanzar el objetivo de la ciencia, ni lo ha deseado jamás.
El Psicoanálisis Nuestro último ejemplo de pseudociencia será el psicoanálisis, al que no hay que confundir con la psicología ni con la psiquiatría (la tecno logia asociada a la psicología). El psicoanálisis pretende ser una teoría y una técnica terapéutica. Como teoría sería aceptable si se mostrara que es suficientemente verdadero; como técnica, si se mostrara que es suficientemente eficaz. Pero para poder sostener la pretensión de verdacho la pretensión de eficiencia, un cuerp o de ideas y prácticas, tiene que someterse él mismo a los cánones de desarrollo de la ciencia pura y aplicada, por l o menos si desea ser tomado por una ciencia. Ahora bien, el psicoanálisis n o consigue pasar las pruebas de cientificidad. En primer lugar, las tesis del psicoanálisis son ajenas a la psicología, la antropología y la biología, T a menudo incompatibles con ellas. Por
e j e m p l o : e l psicoanálisis es ajeno a la teoría d e l aprendizaje, el capítulo más a d e l a n t a d o de la psicología. La hipótesis d e una memoria racial inconsciente n o tiene apoyo alguno en genética; l a afirmación de que la agresividad es instintiva y universal se c o n t r a d i c e c o n la etnología y la ant r o p o l o g í a ; la hipótesis de que todo h o m b r e acarrea un complejo de Edipo está e n contradicción con los datos de la antropología. Esto no sería grave si se tratara de puntos secundarios d e la doctrina; pero son puntos i m p o r t a n t e s y, sobre todo, el psicoanálisis n o puede apelar a la ciencia p a r a eliminar esas partes de su d o c t r i n a , p o r q u e se presenta como una c i e n c i a rival e independiente. E n s e g u n d o lugar, algunas hipótesis psicoanalíticas son incontrastables-, p o r e j e m p l o , las de la sexualidad i n f a n t i l , la existencia de entidades desencarnadas dentro de la personalidad ( e l id, el ego, el supere g o ) , y d e l sueño como significativo de la v u e l t a al seno materno. . E n t e r c e r lugar, las tesis psicoanalíticas q u e son contrastables han sido ilustradas, pero nunca realmente contrastadas por los psicoanalistas con la a y u d a de las técnicas corrientes d e c o n t r a s t a c i ó n ; en particular, la estadística no desempeña papel alguno e n el psicoanálisis. Y cuando han s i d o p s i c ó l o g o s científicos los que han s o m e t i d o s esas tesis a contrastación, el resultado ha sido un fracaso. E j e m p l o s : 1) la conjetura de q u e t o d o sueño es la satisfacción de un d e s e o ha sido contrastada preguntando a sujetos con necesidades urgentes y objetivamente conocidas, c o m o la s e d , el contenido de sus sueños; resultado: hay muy escasa correlación entre las necesidades y los s u e ñ o s . 2 ) Según la hipótesis de la catarsis, la contemplación de films que e x p o n e n comportamientos violentos d e b e r í a tener como resultado una d e s c a r g a de agresividad; la exp e r i m e n t a c i ó n científica ha mostrad o el r e s u l t a d o contrario ( R . H. W a l t e r s y o t r o s científicos, 1962). 3 ) E s t u d i o s muy sistemáticos y tenaces ( W . H . Sewell, 1952, y M. A . Strauss, 1 9 5 7 ) han destruido la tesis psicoanalítica de que existe una c o r r e l a c i ó n relevante entre las primeras c o s t u m b r e s de alimentación y e x c r e c i ó n , p o r un lado, y rasgos de la p e r s o n a l i d a d por otro. 4 ) Formando g r u p o s para estimar la influencia d e la terapéutica psicoanalítica e n la neurosis, no se ha en-
contrado influencia favorable alguna, pues el porcentaje de curaciones estaba algo por debajo del porcentaje de curaciones espontáneas (resultados de H . H . W . Miles y otros experimentadores, 1951, de LI. J. Eysenck, 1952, y de E. E. Levitt, 1 9 5 7 ) ; en cambio, la técnica científica de recondicionamiento tiene éxito en la mayoría de los casos (T. Wolpe, 1958). En cuarto lugar, aunque algunas conjeturas psicoanalíticas son, tomadas aisladamente, contrastables, y lo han sido, como acabamos de ver, en cambio, no son contrastables tomadas como cuerpo total. Por ejemplo: si el análisis del contenido de un sueño no muestra que ese sueño es la satisfacción imaginaria de un deseo, el psicoanalista sostendrá que eso sólo prueba que el sujeto ha reprimido enérgicamente su deseo, el cual está por tanto más allá del control del terapeuta; análogamente, ante una persona que no presente complejo de Edipo, el psicoanalista dirá que lo tiene muy reprimido, tal vez por temor a la castración. Y de esta manera las diversas tesis, los diversos miembros de la banda, se protegen los unos a los otros, y la dostrina en su conjunto resulta inatacable por la experiencia. En quinto lugar, el psicoanálisis, además de eliminar por absorción indiscriminada toda evidencia que normalmente (en la ciencia) sería considerada desfavorable, se resiste a la crítica. Y hasta la elimina mediante el argumento ad hominent según el cual el crítico está manifestando el fenómeno de resistencia, y confirmando así la hipótesis psicoanalítica sobre ese fenómeno. Ahora bien: si ni la argumentación ni la experiencia pueden resquebrajar una doctrina, entonces esa doctrina es un dogma, n o una ciencia. Las teorías científicas, lejos de ser perfectas, son, o bien fracasos que se olvidan, o bien construcciones perfectibles, y por tanto corregidas en el curso del tiempo.
ayudar a la gente a tomar una actitud crítica en lugar de la credulidad aún corriente. En tercer lugar, porque la pseudociencia es un buen terreno de prueba para la metaciencia y, en particular, para los criterios que caracterizan a la ciencia distinguiéndola de la no-ciencia: las doctrinas metacientíficas deberían estimarse, entre otras cosas, p o r la cantidad de sin-sentido que autorizan. Por lo demás, la pseudociencia ofrece muy poca cosa a la ciencia contemporánea. Puede valer la pena poner a prueba alguna d e sus conjeturas no contrastadas, si es que son contrastables; algunas de ellas pueden, después de todo, tener algún elemento de verdad, y hasta el establecer que son falsas significará cierta adquisición de conocimiento. Pero el problema más importante planteado a la ciencia por la pseudociencia es el siguiente: ¿cuáles son los mecanismos psíquicos y sociales que han permitido sobrevivir hasta la edad atómica a supersticiones arcaicas, como la fe en la profecía y la fe en que los sueños dicen la verdad oculta? ¿Por qué n o se desvanecen las supersticiones y sus exuberantes desarrollos, las pseudociencias, en cuanto se demuestra la falsedad de su lógica, de su metodología demasiado ingenua o maliciosa, y de sus tesis, incompatibles con los mejores datos y las mejores teorías de que dispone la ciencia?
Eso puede completar nuestra esquemática exposición de las manetas que quieren ser tomadas como ciencias. Por varias razones _ son de desear análisis me tacientíficos más detallados de la pseudociencia. En primer lugar, para ayudar a las ciencias jóvenes —especialmente a la psicología, la antropología y la sociología— a eliminar creencias pseudocientíficas. En segundo lugar, para
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Comentarios de libros
Hacia «na política cultural autónoma para América Latina
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Seminario organizado por el C e n t r o d e
Estudio
Latinoamericano
d e la
U n i v e r s i d a d d e la R e p ú b l i c a ; redactado p o r Sergio Bagú, Washington Laguardia, Carlos
Buño, Oscar
Quijano,
D a r c y Ribeiro;
Rafael Maggiolo,
Angel 143
Rama,
p,
M o n t e v i d e o , 1969, Universidad d e la R e p ú b l i c a , D e p t o . d e Publicaciones, col. y
cultura.
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Historia
Ing. Oscar J. Maggiolo, rector de la Universidad de la República, Montevideo, U r u g u a y . Especialista en hidráulica, es profesor titular y ha actuado como asesor en diversos países de América latina. Dr. Darcy Ribeiro, fundador y rector de la Universidad de Brasilia, antropólogo, profesor honoris-causa de la Universidad de Montevideo, actualmente profesor contratado en la Universidad Central de Venezuela, Caracas. Dr. Washington Buño, ex-decano de la Facultad de Medicina de Montevideo, investigador en el campo de la histología. Ing. Rafael Laguardia, director del Instituto de Matemática de la Universidad de Montevideo, presidente de la Comisión de Tratamiento de la Información. Prof. Angel Rama, especialista en literatura iberoamericana, profesor de la Facultad de H u manidades, director de la Editorial A R C A . Dr. Carlos Quijano, fundador y director de "Marcha" (semanario de Montevideo), economista y político de reconocida nombradla continental. Prof. Sergio Bagú, ensayista argentino especializado en temas de historia social, ex profesor de la Universidad de Buenos Aires, ha enseñado en numerosos países de América latina y en Estados Unidos.
El interés de la publicación es indudable: con la participación de un grupo de universitarios de Uruguay, Argentina, Brasil, Perú y Venezuela, se discutieron cinco extensos informes relativos a otros tantos aspectos del problema básico de saber cuál es el papel que debe desempeñar la Universidad en el desarrollo de una política cultural autónoma y cuáles son las posibilidades reales de ese desempeño en el contexto socio-económico de América latina. El tema despierta cada día un interés más vivo entre los intelectuales latinoamericanos que no se resignan a convertirse, a espaldas de sus pueblos, en instrumentos conscientes o inconscientes del proceso de aculturación que se cumple en sus países como secuela del sometimiento político y económico que padecen. Por eso consideramos que la lectura de la publicación que comentamos puede ser üri buen punto de partida para suscitar las discusiones que deben realizarse si se desea clarificar los objetivos de la enseñanza superior en relación con el propósito de lograr la independencia nacional. El primer informe presentado es el de Sergio Bagú sobre "Política demográfica" en el cual y en base al análisis de un amplio material estadístico, se termina por estudiar las consecuencias del neomalthusianismo como política demográfica. Al respecto señala Bagú lo aleccionador que resulta considerar la evolución de los dos países de América latina que han estado, hasta ahora, ausentes de la argumentación neomalthusiana: Argentina y Uruguay ya que ambos vieron descender radicalmente, hace ya varios lustros, sus tasas de natalidad. Dice: " A m b o s países contaron además, durante un prolongado período de sus historias nacionales, con todos esos factores que se
suponen promotores fundamentales de desarrollo: recursos naturales abundantes, vastos territorios accesibles, población de origen europeo, elevados índices culturales y sanitarios, posibilidad de formación de cuadros técnicos, elevada tasa de acumulación de divisas en el mercado internacional. A pesar de todo ello, ambos países tipifican la tendencia estacionaria con intervalos descendentes de economías que, después de alcanzar el máximo de sus posibilidades c o m o infradesarrolladas, n o han podido atravesar el umbral que las separa de la categoría superior." El segundo informe es el preparado por Washington Buño, Rafael Laguardia y Angel Rama sobre " U n a política cultural autónoma". Aquí se apuntan los graves problemas que se plantean a todos los intelectuales latinoamericanos y, en particular, a los universitarios quienes, al tomar conciencia " q u e una política cultural autónoma es impensable sin una política y una economía nacional autónoma, sin una transformación honda de la estructura social, sin una profunda revolución de todos los órganos de la vida latinoamericana mediante la cual se obtenga la plena y siempre postergada soberanía", encuentran difícilmente la manera de coordinar su trabajo actual con la acción necesaria para lograr el cambio que consideran imprescindible. Frente a esa alternativa crucial apuntan, en el mismo seminario, posiciones distintas. En el tercer informe sobre "Política de desarrollo científico y tecnológico", preparado por el ingeniero Oscar Maggiolo, se afirma: "Independencia política, independencia económica, autonomía cultural, son los tres factores decisivos de la verdadera independencia de las naciones. La independencia política no es mucho más que una ilusión si no se fundamenta en una verdadera independencia económica. Esta, a su vez, es solo posible, si existe una autonomía cultural, que a través de la producción de técnicas científicas, posibilita el uso autónomo de los recursos naturales de la nación." Este planteo, teóricamente consistente, choca, c o m o se sabe, no bien se lo confronta con las posibilidades económicas de los países subdesarrollados. ¿ C ó m o preparar los científicos y técnicos de alto nivel en forma autónoma, capaces de impulsar el uso autónomo de los recursos de
cada nación d e manera de p o d e r incidir en la liberación económica y política? En el cuarto informe referido a las "Bases socio-económicas para una política cultural autónom a " , el doctor Carlos Quijano declara: " . . . no creo en el largo plazo en una política cultural autónoma sin una política nacional autónoma; no creo en la posibilidad de esta última sin una transformación revolucionaria de las estructuras; y n o c r e o en la transformación revolucionaria de las estructuras si n o libramos el combate contra el imperialismo." Es decir que Quijano invierte los términos del proceso visto por Maggiolo. Y lo invierte precisamente en razón de considerar las posibles bases económicas de una política cultural autónoma que, para él solamente pueden y deben ser nacionales con absoluta prescindencia de subsidios y ayudas extranjeras de cualquier índole. Su posición a este respecto está fundamentada en la consideración del carácter, los objetivos y los resultados de los convenios de desarrollo científico y cultural suscriptos por países latinoamericanos c o n organismos internacionales y norteamericanos. D e todas maneras y aun dejando abierta a una más amplia discusión la ordenación de las fases del proceso liberador que deben cumplir los países atrasados, para todos subsiste el acuciante problema de insertar en él el papel que corresponde desempeñar a la Universidad y a los universitarios. El último informe preparado por el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro, sobre "Política de desarrollo autónomo de la universidad" apunta algunas interesantes alternativas. Darcy Ribeiro parte de la alternativa que se presenta a los pueblos latinoamericanos de aceptar la modernización refleja o conquistar las posibilidades de un crecimiento autónomo. Esta posición que, a su vez, se fundamenta en la apreciación que el subdesarrollo no es una etapa en el camino hacia el desarrollo sino un estado de atraso al que han sido condenados los países de algunas regiones para hacer posible el progreso y la riqueza de otros, ha sido expuesta por el autor en su libro, " L a s Américas y la Civilización" ( C e n t r o Editor de América Latina, Buenos A i r e s ) . Su informe es decididamente polémico y afirmando que "nuestra meta c o m o universitarios es hacer de
la acción docente y estudiantil un ariete q u e se lance tanto contra la universidad obsoleta y los que la quieren así, c o m o contra nuestras sociedades atrasadas y los que están c o n f o r m e s c o n su atraso", trata d e caracterizar las formas posibles de alcanzar esos objetivos, n o solamente sino también, a través de la actividad universitaria. Lamentablemente la publicación ha recogido en f o r m a extremadamente sucinta los debates que siguieron a la presentación de los informes, p o r e s o la utilidad mayor de la misma ha de ser sin duda la de provocar nuevas discusiones. C. R.
Correo del lector
Polióminos
Libros
Sres. Directores: Me dirijo a Uds. a fin de que hagan llegar al Dr. Manuel Risueño la siguiente observación acerca de su artículo L o s Polióminos. En tal artículo dice "... Cuando la dimensión mínima es aún mayor, hay otros casos de diferente proporción que creo insolubles. Tal ocurre, por ejemplo, con los rectángulos de 8 X 19."
Sres Directores: Quiero solicitarles la dirección del Centro Editor de América Latina, Biblioteca de Química, o la forma de adquirir el libro "Introducción elemental a los espectros moleculares" que Uds. mencionan en el NQ1 de Ciencia Nueva. Esperando su pronta y grata contestación les ¡saluda atentamente Alberto C h i o d i n Capitán B e r m u d e z Provincia d e Santa F é
Me he permitido dudar de tal aseveración y con "pasión y sacrificio" he logrado una solución para tal rectángulo que ofrezco en el gráfico que adjunto. Es para mí una gran satisfacción poder ofrecérsela. Los saluda atentamente H é c t o r Jocoso Francisco Bilbao 3866 Capital E l autor a g r a d e c e al Sr. Héctor Joc o s o su amable carta c o n la indic a c i ó n d e una solución para el r e c t á n g u l o d e 8 X 19- Desgraciad a m e n t e la inclusión d e este caso c o m o insoluble se d e b i ó a un error, d e b i e n d o decirse d e 9 X 22. Dr. Manuel
Risueño
nuevos
L a dirección del Centro Editor d e América Latina es Piedras 83, piso 4, Capital Federal.
Colaboraciones espontáneas Celebro sobremanera la aparición de "Ciencia Nueva", que sin duda viene a suplir una sentida falta entre las publicaciones periódicas argentinas Estimo que —al menos en el primer número— han logrado cubrir una gran variedad de temas en el justo nivel de seriedad y comprensibilidad como para que C. N. encuentre eco en un amplio sector ele lectores. Por si le interesan las colaboraciones espontáneas, les envío adjunto la versión corregida de un artículo mío "¿Qué es la Teoría ele la Información?". Ha sido utilizado como texto en cursos dirigidos a ingenieros, biólogos, médicos, psicólogos, sociólogos y estudiantes de diversa orientación, y creo que el tema merece mayor difusión. Enerando v/noticias, y con mis mejores deseos de éxito en vuestra importante empresa, les saluda atte. Ing. S i g f r i d o Lichtenthal Gerente (le Análisis y Planeamiento de Mercado para América Latina de la ' IBM World Trade Corp. Ex-Director del Seminario de Cibernética de la Sociedad Científica Argentina. Miembro de la Society for General Systems Research, USA. A g r a d e c e m o s d e l I n g . Lichtenthal su b e n i g n a o p i n i ó n , c o m o así tamb i é n su c o l a b o r a c i ó n , que publicaremos en C i e n c i a N u e v a N ° 3
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Libros nuevos
Guía del estudiante
1970
Universidad de Buenos Aires, Dirección de Psicología y Orientación Vocacional Editorial Universitaria de Buenos Aires. La Estrella. B u e n o s Airen, 1 9 7 0 , 2 9 5 páginas.
Química inorgánica avanzada F. Albert Cotton y Geoü'rey W i l k i n s o n . Tradueeión del original inglés: R u b é n Levitus y R o d o l f o II. Buseh. Editorial L i m o s a - W i l e y S. A. México, 1 9 6 9 , 1 . 1 7 1 páginas.
Sumario: Capítulo I : Informaciones sobre títulos, equivalencias, etc.; I I : Informaciones sobre becas, recreación y deportes, E U D E B A , etc.; I I I : Facultad de Agronomía y Veterinaria; I V : Facultad de Arquitectura y Urbanism o ; V : Facultad de Ciencias Económicas; V I : Facultad de Ciencias Exactas y Naturales; V I I : Facultad de Derecho y Ciencias Sociales; V I I I : Facultad de Farmacia y Bioquímica; I X : Facultad de Filosofía y Letras; X : Facultad de Ingeniería; X I : Facultad de Medicina; X I I : Facultad de Odontología; X I I I : Universidades nacionales; X I V : Otros estudios estatales nacionales; X V : Otros estudios estatales; X V I : Establecimientos Universitarios Privados; X V I I : Indice alfabético de carreras; X V I I I : Indice por grupos de carreras.
Sumario: Primera Parte, Teoría General. Capítulo 1, Estructura electrónica de los átomos; 2, Naturaleza de las sustancias iónicas; 3, Naturaleza de la unión química; 4, Otras propiedades de átomos, moléculas y uniones químicas; 5, Compuestos de coordinación. Segunda Parte, Química de los elementos representativos. Capítulo 6, Hidrógeno; 7, Elementos del primer período corto; 8, Litio; 9, Berilio; 10, Boro; 11, Carbono; 12, Nitrógeno; 13, O x í g e n o ; 14, Flúor; 15, Estereoquímica y uniones químicas en los compuestos de los elementos representativos; 16, Los elementos del grupo I ; 17, Los elementos del grupo I I ; 18, Los elementos del grupo I I I ; 19, Los elementos del grupo I V ; 20, Los elementos del grupo V ; 21, Los elementos del grupo V I ; 22, Los elementos del grupo V I I ; 2 3 , Los gases nobles; 24, Zinc, cadmio y mercurio. Tercera Parte, Química de los elementos de transición. Capítulo 25, Introducción al estudio de los elementos de transición; 26, Estructuras electrónicas de los complejos de los metales de transición: teoría del campo de los ligantes; 2 7 , Complejos con ligantes aceptores K (ácidos Jt); 28, Compuestos organometálicos de los metales de transición; 2 9 , Los elementos de la primera serie de transición; 30, Los elementos de la segunda y tercera series de transición; 31, Los lantánidos, escandio e itrio; 32, Los elementos actínidos. Apéndices. Bibliografía general. Indice alfabético.
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La medicina contemporánea Colección de trabajos bajo la dirección de Jacqueline Djian. Traducción del original francés! Julieta Campos. Siglo Veintiuno Editores S. A . ; col. Nueva Ciencia, Nueva Técnica, Gráfica Panamericana, S. R. L. México, 1 9 7 0 , 3 2 3 páginas.
Introducción a la lógica simbólica Susanne K . Langer. Traducción del original inglés; Francisco González Aramburu. Siglo Veintiuno Editores S. A . ; serie Teoría y Crítica. Unión Gráfica S. A. México, 1 9 7 0 , 3 1 5 páginas.
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Sumario: Juramento; Nota, por Jacqueline Djian; Prefacio, por Gilbert-Dreyfus; Prólogo, por J.-M. Coldefy; Moral y medicina: ¿somos robots?, por R. Piédeliévre. Primera parte: Concepciones y técnicas de hoy. Poder y modestia de las hormonas, Gilbert-Dreyfus; Los isótopos en biología y en medicina, René Fauvert; Nuestra esperanzas a propósito del cáncer, Maurice Schneider; La inmunología o la expresión biológica de la individualidad, Robert Moulias; Quimeras y vida prestada, Robert Moulias y Christine-Nicole Muller-Bérat; La hibernación artificial, Henri Laborit; La desaferentación, Cyril Koupernik; La angustia como concepto y c o m o síntoma, Sylvie Lisfranc; La aportación de la fisiología aeroespacíal a la medicina contemporánea, R. Granpierre; Opiniones de una ginecóloga, Odette Poulain. Segunda Parte: La patología del siglo xx. Los accidentes del factor Rhesus, Jean Cohén; La fatiga, fenómeno psicosociosomátíco, Jacqueline Djian y Claude Veil; El infarto del miocardio, André Mathivat; La electroestimulación de corazón por "pacemalcer" incorporado, André Mathivat; Un millón de diabéticos, Roger Deuil; Pequeño breviario del obeso, Gilbert-Dreyfus; La celulitis, Pierre Jacquemart; Dietética y dietéticas, A . F. Gref. Tercera Parte: Geriatría y psicosomática. Hacia la vejez o antes de que sea demasiado tarde, Jean Dry; La medicina psicosomática, H . P. Klotz; La actitud psicosomática en cirugía, J. M . Coldefy; Conclusión: La medicina en el año 2000, H.-P. Klotz.
Sumario: Capítulo I, Estudio de las formas; I I , Los componentes de la estructura lógica; I I I , Los componentes de la estructura lógica (continuación); I V , Generalización; V , Clases; V I , Relaciones principales entre clases; V I I , El universo de las clases; V I I I , El sistema deductivo de las clases; I X , El álgebra de la lógica; X , Abstracción e interpretación; X I , el cálculo de proposiciones; X I I , Los supuestos de los "principia mathematica"; X I I I , Logística. Apéndice A : La lógica simbólica y la lógica del simbolismo; B, Pruebas de los teoremas H a y 1 1 b ; C, La construcción y el uso de tablas de verdad. Referencias para completar el estudio. Indice analítico.
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