Los niños de Chinameca así pintan la Historia contada por sus abuelos
Luis Gerardo Morett Alatorre Patricia Muñoz Sánchez
Los niños de Chinameca así pintan la Historia contada por sus abuelos
Luis Gerardo Morett Alatorre Patricia Muñoz Sánchez
Los niños de Chinameca así pintan la Historia contada por sus abuelos
Luis Gerardo Morett Alatorre Patricia Muñoz Sánchez
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO Dr. José Sergio Barrales Domínguez Rector
M.C, Alejandro Hernández Tapia Director General Académico
Dr. José Luis Romo Lozano Director General de Investigación y Posgrado
M.C. Ma. Patricia Vera Caletti Directora General de Administración
Dra. Elida Estela Treviño Siller Directora General de Patronato Universitario
Lic. Silvia Castillejos Peral Directora General de Difusión Cultural y Servicio
Dra © Patricia Muñoz Sánchez Jefa del Departamento de Publicaciones Proyecto Estratégico Institucional de Escuelas Campesinas Un modelo alternativo de educación y capacitación comunitaria Coordinación general
Dr. Bernardino Mata García
Centro Campesino de Autogestión Cultural de Chinameca Coordinación
Lic. Luis Gerardo Morett Alatorre
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PROGRAMA ACADÉMICO CHINAMECA Coordinador General
Luis Gerardo Morett Alatorre CENTRO CAMPESINO DE AUTOGESTIÓN CULTURAL Promotor cultural comunitario
Ismael Tenango Domínguez Coordinador del Taller Pintando Historias de mi Comunidad **
EDICIÓN
Luis Morett Alatorre
FOTOGRAFÍA Y DISEÑO DE PORTADA E INTERIORES Eduardo Varela Echavarría
FORMACIÓN Cintya León Santos
Primera edición 2018 ISBN: 978-607-12-0503-2 D.R. © Universidad Autónoma Chapingo Km. 38.5 carretera México-Texcoco Chapingo, Texcoco, Estado de México, CP 56230 Edición a cargo del Departamento de Publicaciones Dirección General de Difusión Cultural y Servicio Tel. (595) 9521500 Ext. 5142 Ce: publicaciones@correo.chapingo.mx Impreso en México
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Preámbulo La presencia de la Universidad Autónoma Chapingo en el estado de Morelos posee una larga y fecunda historia, que bien visto, se remonta incluso a los luminosos años del Gobierno de la Convención (1914-1915), cuando los alumnos de la entonces Escuela Nacional de Agricultura cerraron sus puertas para responder a la invitación del General Emiliano Zapata, a efecto de integrar las Comisiones Agrarias para deslindar y restituir las tierras y aguas a los pueblos y comunidades que habían sido despojados por las haciendas.
Los jóvenes agrónomos
a los hijos pobres del campo, bajo el
de aquella época, a quienes los
lema “Enseñar la explotación de la
campesinos zapatistas denominaron
tierra, no la del hombre.”
cariñosamente como los ingenieritos, operaron unas veces en la retaguardia
En los años recientes, el vínculo
del Ejército Libertador del Sur, y
universitario de los chapingueros
otras en el frente. La huella que dejó
con los campesinos de Morelos ha
esa experiencia entre los alumnos
sido diverso, como el amplio abanico
sobrevivientes les permeó, de manera académico, profesional e ideológico
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que a su regreso y reapertura de la
de su comunidad. De manera que
Escuela Nacional de Agricultura en
la interacción se ha dado desde
1919, y su casi inmediato traslado de
el contacto de estudiantes en
San Jacinto Distrito Federal a las
viajes de estudio, servicio social de
instalaciones de la recién expropiada
alumnos y académicos asesorando
hacienda de Chapingo en 1924,
y promoviendo la organización
equivalió a una refundación con un
social, el desarrollo productivo,
nuevo ideario de compromiso social,
la transferencia tecnológica, la
abriendo la educación agronómica
investigación científica, asistencia y
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asesoría agronómica, como a través
social, el fortalecimiento de la
de estancias preprofesionales,
identidad y el patrimonio cultural de
desarrollo y producción cultural,
las comunidades rurales.
entre otras actividades; privilegiando
Para tal efecto es que la estrategia ha requerido la habilitación de un
espacio físico de concurrencia donde potenciar las actividades. En ese tenor
en la mayoría de los casos, la
interacción con los grupos sociales
el grupo de trabajo académico
es que se ha venido fortaleciendo la instalación del Centro Campesino de
del campo que viven en condiciones
integrado bajo la denominación
Autogestión Cultural (CeCACul), lo que ha ocurrido en el edificio anexo del
precarias y que requieren mayor
de Escuelas Campesinas
casco de la ex hacienda de Chinameca.
apoyo.
(ESCAMP), desde hace 15 años,
En el contexto de la UACh
agrupa y promueve los principios
En las últimas dos décadas
que enunciamos. Reconocido y
y como un alternativa frente
avalado por la Dirección General
a lás críticas a los modelos con
de Investigación y Posgrado de la
que operaba el extensionismo
UACh, como Proyecto Estratégico
desarrollista, cuestionado por
Institucional, es que el Programa
adoptar una lógica vertical en la
Académico Chinameca se integró a
cadena de conocimiento, además
aquel por afinidad y convergencia en
de una estructura clientelar y
métodos y modelo de trabajo.
asistencialista, algunos grupos académicos de la UACh.,
comprometidos socialmente con el
de ESCAMP que se ha promovido en
servicio y la vinculación universitaria,
Chinameca ha sido la promoción y
han venido desarrollando nuevas
desarrollo de conductas de acción
modalidades de trabajo, adoptando
participativa corresponsable,
como eje principios de la educación
autogestiva y sustentable, integrando
alternativa, tales como la acción
al modelo de ESCAMP el valor de la
participativa democrática, el
recuperación y fortalecimiento de la
autodiagnóstico, la sustentabilidad,
identidad y el patrimonio cultural.
Parte fundamental del modelo
Es así que en el CeCACul se promueven los valores que el modelo de Escuelas Campesinas postula (autogestión, sustentabilidad, acción participativa, corresponsabilidad, entre otros), promoción que se hace entre aquellos que participan y forman parte de los grupos de trabajo comunitario, que operan bajo el liderazgo de uno o varios de sus miembros, cuya formación como promotores comunitarios ocupa un papel fundamental de la estrategia. Con su apoyo es que se promueven reuniones de autodiagnóstico, se elaboran planes de trabajo, y se promueve la socialización de experiencias y conocimientos, siempre de manera solidaria.
Bajo esa lógica es que, como Centro Campesino de Autogestión
Cultural de Chinameca, se ha trabajado la recuperación de la memoria social campesina con amplios sectores de esa comunidad, lo que se ha hecho a través de diversas estrategias, tales como historia oral, registro video gráfico, producción radiofónica, mapeo del territorio, recorridos de campo e
la corresponsabilidad, la solidaridad
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inventarios del patrimonio material;
Zapata; Natalicio de Emiliano
algunos de cuyos resultados han
Zapata; dotación de tierras al Ejido
encontrado expresión tangible a
de Chinameca; Medio ambiente:
través del desarrollo de eventos y
animales y plantas de Chinameca; La
talleres culturales, particularmente
construcción de la Hacienda.
los de producción artesanal y los concursos de pintura infantil.
En el mismo tenor, los
testimonios de historia oral que
Lo que ahora presentamos es
acompañan y enriquecen la muestra
una muestra del trabajo realizado en
pictórica, son producto de una
el CeCACul, con énfasis explícito en
exhaustiva recopilación realizada
la recuperación de la cultura rural y
entre poco más de un centenar
el fortalecimiento de la identidad y
de informantes, vecinos todos
el patrimonio cultural comunitario.
ellos de Chinameca, y que con
Las pinturas, alrededor de cincuenta
cuya fragmentaria información
entre varios cientos, seleccionadas
ha sido posible rearmar la historia
para esta publicación, fueron
comunitaria, como hemos enunciado,
ellas. En ese mismo tenor y porque muchas de ellas fueron eco de testimonios
elaboradas por niñas y niños de
ha sido socializada empleando
orales de familiares suyos o vecinos de la comunidad, es que se han integrado
Chinameca, Morelos, en el contexto
diversos recursos, uno de los cuales ha
testimonios orales de adultos, que a su vez fueron actores sociales, eco y/o
de los talleres de producción
sido el desarrollo del taller Pintando
resonancia lejana de la memoria de quienes vivieron la experiencia de la
artesanal que ahí se desarrollan
historias de mi comunidad, de cuyos
construcción de la hacienda, el estallido revolucionario, el asesinato de Zapata,
desde el 2012, apoyados por la
avances y resultados da cuenta esta
la dotación ejidal y la vida de la comunidad a través de poco más de un siglo.
Universidad Autónoma Chapingo,
publicación.
la mayoría de ellos derivados de
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Esta publicación ha sido estructurada en cinco partes bajo un orden cronológico progresivo, cada una de ellas precedida por un escrito que es síntesis del contexto histórico general que sirve de marco para mejor entender la circunstancia particular que se vivía en Chinameca en cada periodo o etapa de su desarrollo. El libro no es un texto de historia y por lo tanto tampoco pretende ser exhaustivo.
A la selección de las pinturas,
El libro sí es y tiene el declarado propósito de recrear el esfuerzo
los concursos de pintura infantil
organizados entre 2015 y 2017,
le acompañan los testimonios de las
hasta ancianos. Un esfuerzo por reencontrarse y fortalecer su identidad y
restringidos a menores de edad, cada
niñas y niños que las han producido,
patrimonio cultural, cuyo primer paso obligado es la recuperación de su propia
uno de ellos con temáticas precisas:
que de manera breve aluden a la
historia comunitaria.
Inmolación del General Emiliano
intención que subyace en cada una de
por vincular a distintas generaciones de vecinos de Chinameca. Desde niños
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Introducción Como las personas, las comunidades y pueblos tienen nombre propio. A ellos nos referimos y los identificamos de esa manera. Algunas comunidades, así como las personas, comparten el mismo nombre. Sin embargo, insertas en un medio natural y territorio, las personas construyen y heredan una historia propia, distinta de todas, particular, no obstante que en algunos aspectos generales, sea semejante y coincidente a la de otros.
La historia propia nos da
identidad como personas, andamos
a él le aportamos nuestra historia propia.
sobre nuestros pies de la misma manera que descansamos y
caminamos sobre nuestro pasado;
pasado, los medios de comunicación,
a cada paso construimos nuestra
particularmente la radio y la
historia. De manera análoga se hace
televisión, han penetrado en los
Desde mediado el siglo
la historia comunitaria y ella es la que espacios privados, posicionando nos da identidad social y certeza de
la dinámica ajena en el centro de
pertenencia, por ella es que somos
la atención general, creando de
hijos de nuestra comunidad, somos de manera artificiosa falsas y falaces aquí o de allá. La historia comunitaria identidades, difuminando paulatina es pues, nuestro sello de identidad
y progresivamente las identidades
que la televisión y la radio inundaron los espacios privados de las familias,
como miembros de un colectivo
personales y comunitarias.
las comunidades y pueblos cotidianamente construían su propia historia,
social.
Hasta hace poco, menos de cincuenta años, mucho menos desde
su historia social, la historia que les era común. La trasmitían de viva voz, de boca en boca, recreando una y otra vez, reinventando cada anécdota y
situación relevante. Así pasaba de abuelos a padres, de padre y madre a hijos
familiar, la historia comunitaria nos
sus historias y el colectivo familiar
e hijas, en el descanso de la faena, en los lavaderos y el molino, a la luz del
permite afirmarnos como parte de
recreaba y enriquecía sus anécdotas,
quinqué o del fogón, al amanecer camino al tlacolol o al regreso del campo
un territorio. Gracias a la historia
de la misma manera que en el
después del jornal.
comunitaria, reconocemos y nos
lavadero y el molino las mujeres
reconocemos en su paisaje, nos han
intercambian detalles sin fin sobre la
enseñado el nombre de plantas y
vida comunitaria, han sido tomados
en la tradición oral, llenaba de carne y vida el flaco esqueleto de la historia
animales del campo, de sus hábitos
e invadidos por inocuos dramas radio
general, dando sentido al estar aquí y ahora; relacionando pasado con
y tiempos, del significado de los
y televisivos, además de noticias
presente, trayendo de ayer al hoy a los seres queridos, abuelos y tatas, a los
espacios, de las señales del tiempo,
magnificadas como distractores
seres lejanos de los que se oyó hablar como si fueran imaginarios, pero que en
de la floración y sus aromas. Somos
sociales.
su presente fincaron el nuestro, y también el futuro de los que todavía no han
parte del territorio, crecemos y
llegado.
creemos en su significado cultural y
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Esa forma de construcción de la historia comunitaria, que descansaba
Más allá del vínculo y raíz
En los espacios y tiempos
en que antes el abuelo platicaba
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Esas nuevas dinámicas de
de estrategias y acciones orientadas
comunicación masiva han invadido los al fortalecimiento de la identidad espacios familiares y comunitarios,
y patrimonio natural y cultural de
impactando las dinámicas de
las comunidades, particularmente a
comunicación interpersonal,
través de la recuperación y rescate
provocando que se diluyan y/o
de su memoria social. Al amparo de
fracturen las cadenas de interacción
esta reflexión es que ha operado el
entre miembros de distintas
trabajo del CeCACul alrededor de los
generaciones, es por ello que las
talleres de pintura.
nuevas generaciones de adolescentes y niños cada vez escuchan menos las
historias de los mayores.
al esfuerzo creativo de las niñas
Este libro está dedicado
y niños que participaron en los
Estas nuevas dinámicas
talleres, a su inagotable entusiasmo,
sociales tiene un primer efecto en
particularmente al compromiso
la discontinuidad de la trasmisión
permanente de Ismael Tenango
de la historia oral comunitaria y
Domínguez, cuya dedicación
la sobreposición a ella de nuevas y
y vocación como ejemplar
ajenas historias. En perspectiva,
promotor comunitario se debe el
representa la pérdida de sentido y
funcionamiento de los talleres y
significado de parte de la historia
concursos de pintura del CeCACul,
comunitaria, degradación de la
así como a todas las personas que
identidad cultural y creciente
generosamente aceptaron en su
vulnerabilidad en las estrategias
momento compartir su testimonio y
de apropiación y protección del
con ello rearmar la memoria social de
patrimonio natural y cultural de la
la comunidad, haciendo de un disperso
comunidad.
rompecabezas, una línea del tiempo que ahora socializada es nuevamente
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En ese tenor es que adquiere
la mayor importancia el desarrollo
una historia de todos, orgullosamente compartida.
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La construcción de la Hacienda de Chinameca
riego para sus tierras, tarea que
armas. En 1895 Vicente Alonso ocupa
consumió para su realización cinco
pastos del pueblo de Anenecuilco,
largos años. Asimismo se construyó
mata sus animales y coloca cercas
PRIMERA PARTE
el ramal ferroviario de Huichila a
de alambre. En 1906 los vecinos una
Chinameca, engarzando éste al
vez más, toman el camino legal y
Ferrocarril Interoceánico México-
rearman su expediente y sostienen
Puebla, específicamente al tramo
una junta con los representantes
Cuautla-Izúcar que desde 1881
de la hacienda de Hospital. Nada
estaba en servicio. También se
se resuelve y en 1909 documentan
construyeron la casa habitación y las
nuevamente su demanda. En junio de
bodegas, además de sentar las bases
ese año, el administrador de Hospital
para la instalación de la fábrica y
se negó incluso al arrendamiento
la chimenea o chacuaco, de manera
de las tierras. Zapata es nombrado
Después de algunos años particularmente prósperos, Vicente Alonso inició en 1896 un intenso proceso de compra de grandes extensiones de terrenos en las colonias Zaragoza, Hidalgo y Juárez, además de Rancho Nuevo (Chinameca). Los terrenos de éste último, fueron adquiridos en 1899 y con las compras anteriores se integraron la mayor de sus propiedades; 35 mil hectáreas de tierra quebrada, cerros y barrancas, atravesadas por el río Cuautla, ocupando una amplia zona de Zacapalco, El Limón, Santa Rita, Santa Cruz, La Mezquitera, La Era, Nexpa, Cuaxtitlán, Pala, Los Hornos, Chimalacatlán, Axuchitlán, Huautla, Rancho Viejo y San José de Vázquez; superficie que equivalía prácticamente a toda la porción del centro sur del actual estado de Morelos.
que a finales de 1906 y a través
nuevo presidente del pueblo y estudia
del ferrocarril llegó a la Hacienda
la documentación y se asiste del
la más moderna maquinaria para
licenciado Ramírez y del luchador
la producción de azúcar, la que fue
social Paulino Martínez. Todo ello
instalada de inmediato y calada en
sin éxito. El hacendado de Hospital
una primera zafra de tanteo.
acuña una frase lapidaria
animales maltrataban su cultivo
Inmediatamente después de la compra de los terrenos de Rancho Nuevo, justo al inicio del siglo XX, Vicente Alonso arrancó la construcción de un gran canal
de caña. El conflicto creció y al
los de Anenecuilco, ahora como
año siguiente los de Anenecuilco
súplica, piden al gobierno resuelva
reunieron fondos para comprar
el problema del despojo de que son
Vicente Alonso, fue un acaudalado español propietario de las haciendas de Calderón y Hospital, casado con la hermana del dueño de las haciendas Zacatepec y San Nicolás. Las haciendas de Alonso generaban más del 17% de toda la producción de azúcar del estado de Morelos.
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Para los vecinos de
Si los de Anenecuilco quieren
Anenecuilco, el Porfiriato fue una
sembrar, que siembren en maceta,
época de conflictos. En 1882, Vicente
porque ni en tlacolol han de tener
Alonso, que era dueño de la hacienda
tierras.
del Hospital, se quejaba de que los En abril de 1910, nuevamente
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objeto. En mayo envían una carta
situación la determinación de Porfirio
al presidente Porfirio Díaz, quien
Díaz, quien ordenó a la Hacienda que
responde que ha recomendado se
reintegrara a Anenecuilco la tierra
atienda el asunto, sin embargo nada
que estaba en disputa.
parece moverse.
A mediados de ese 1910,
El prestigio de Zapata se
expandió como viento fresco y la
Emiliano Zapata tomó la decisión,
gente de los pueblos empezó a ver en
con el respaldo de 80 hombres
él al líder de su causa. En el invierno
armados, de retirar alambradas y
de 1910 Zapata se había constituido
repartir la tierra que de acuerdo a los en la autoridad indisputable de esa documentos del pueblo eran suyas, y
región del estado. En diciembre de
que la hacienda había despojado. La
1910, Zapata derriba tecorrales
noticia se propagó como un reguero
y realiza un segundo reparto de
de pólvora, más aún cuando ni la
tierras, a la que se unen los vecinos de
autoridad ni la Hacienda tuvieron
Moyotepec y Villa de Ayala.
el valor de responder. Colmó la
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Mi abuela me platicaba que Chinameca antes se llamaba los Copales y estaba en la orilla del río. Ella fue nativa de ahí. Aquí donde está Chinameca ahora, más que pueblo era la hacienda que estaban construyendo y la gente que eran los peones acasillados de la hacienda, vivían en las orillas de los cerros, donde no alcanzaba a bañar el agua, donde el agua no llegaba.
Rubelio Galván Leyva (1953)
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) La vida junto al río, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
Vemos a un niño con su papá, van a su casa jalando un burro. Atrás está su siembra regada por el río. En una orilla está una vaca debajo de un árbol y ahí junto está creciendo la milpa.
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A los que vivían en Los Copales, por allá de San Rafael hacia abajo junto al río, los llamaron a que tenían que concentrarse acá donde estaban construyendo la hacienda. Esa era la orden del Presidente de la República, hacer concentraciones de todos los ranchitos que hubiera, para que trabajaran en las haciendas.
Francisco Pliego Nava (1936)
Vanessa Reyeros Encizo (15 años) Estancia en el tiempo pasado, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 30 x 25.
Yo me imaginé esto de los tiempos de antes, cómo creo que era a veces. Mis abuelos me cuentan cómo vivían antes y pues decidí poner así como una choza, donde una señora está preparando algunos alimentos y sus hijos que están jugando, también ayudan con las labores. 26
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La hacienda era de Vicente Alonso que era Lucía Cristal Ramírez Reyeros (12 años)
Emiliano Zapata: Cuando sea grande lucharé por ésta y muchas tierras más, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 30 x 25 cm.
el dueño. Puso caporales en toda la zona ganadera que tenía, que era todo el sur del estado, colindando con Puebla y con Guerrero. Aquí a la gente que trabajaba
Aquí está Emiliano Zapata en el campo cuando era niño,
no le permitían ni criar una vaca. Si alguien
está sembrando milpa antes de la revolución, cuando la vida
de sus ahorritos obtenidos de antes o
era como esclavitud para los indios y los campesinos. Se
como fuera, llegaba a comprar una vaquita
encuentra otro cerro y a lo lejos se ven unas vacas. Se ve un
y alguno de los caporales la llegaba a ver
palo de la yunta. Zapata tiene un morral colgado en un árbol y
por ahí, venían y le decían:
un bule de agua. Abajo del árbol está un conejito. En el cerro
-Tú no puedes, no tienes permitido
tener ganado aquí. Esta es
propiedad de Vicente Alonso. Si
quieres tener esa vaca, o le compras
a Vicente Alonso la concesión o le
vendes la vaca, o sencillamente te vas
de aquí.
se ven las florecitas de primavera y Zapata piensa que cuando él fuera grande iba a luchar por esa y muchas más tierras para que las personas fueran libres.
Francisco Pliego Nava (1936) Me platicaron que Zapata estaba chamacón y que por órdenes de los hacendados le pegaron a su papá de Zapata, y dio mucha muina que le pegaron a su papá, y dice:
-Ésto lo vamos a ver.
Le dio harta muina que le pegaron bien feo.
Magdaleno Peña Leiva (1918) 28
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Me platicaron que mucha gente trabajó haciendo y pegando ladrillo, y que debajo del suelo hay muchos túneles por donde pasaba el agua para la Hacienda, y que entraba la vía del tren hasta adentro, que todo eso y todo alrededor era del dueño de la Hacienda. Entonces yo quise pintar como imaginé cuando estaban haciéndola.
A mi abuelo le tocó en 1906 ver la construcción de la hacienda. Él conoció al que estaba haciendo el ladrillo, el tabique para la chimenea, se llamaba Felipe Neri, y que después ese señor se unió a la revolución. Era tabiquero, fabricaba tabique.
Rubelio Galván Leyva (1953)
Fue bravo ese hombre, don Felipe Neri. También Ignacio Maya, igual tabiquero de la hacienda. Aquí donde está la entrada del pueblo, ahí estaban los hornos. Los dos hicieron todos los tabiques de la hacienda, tabique rojo. Ignacio Maya Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) La construcción de la Hacienda de San Juan Chinameca, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 29.8 x 20 cm.
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también fue uno muy bravísimo, compañero de Felipe Neri, eran gente humilde que se levantaron en armas aquí en Chinameca.
Tránsito Morales Castrejón (1927) 31
Mis viejos me platicaron que la hacienda tenía un monumento de unos veinte metros, ahí estaban las máquinas para descargar la caña, estaba la grúa. Había una grúa girando para alzar los bultos de caña, y había vía para sacar el azúcar a la estación donde Huichila. Había esos carritos armones que iban empujando, porque andaban componiendo las vías donde se afectaba por el agua. Gentes había por el campo, unos cortando leña para traer para acá para la hacienda. El tren no paraba día con día. Trabajaban la caña, trabajaban caña, trabajaban arroz. Mi tío decía:
-Todas esas cosas son del hacendado.
Pedro Enciso Rojas (1931)
Mi abuelito decía que él sí trabajó aquí, que la caña la sacaban con máquinas, como un trencito, y de aquí de Chinameca la trasladaban a Huichila, y ya luego en Huichila era el cambio a donde la llevaban toda, todo lo que sacaban. Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) El molino de azúcar, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 29.8 x 20 cm.
Porque dice que aquí mero molían azúcar, aquí molían la caña. La hacienda era como una fábrica, como Zacatepec. El chacuaco sacaba harto humo porque ahí tenían todo, y había rieles de aquí a Huichila y de ahí trasladaba la azúcar en otro tren, pero era una maquinita, como un trencito chiquito.
Áurea Gadea Perdomo (1950) Los campos estaban todos sembrados de cañaverales, y los que vivían aquí en el pueblo no eran libres de comerse una caña, porque había capataces
Me imagino a las personas trabajando, unos jalando a los
que cuidaban las cañas, no eran libres de cortar una caña. Eso es lo que me
animales que metían la caña y otros con el tren que dicen que
platicaba mi abuelo. En aquel tiempo no eran libres.
entraba. Pinté el chacuaco que todavía está parado. Ahí está
Rubelio Galván Leyva (1953)
toda la gente trabajando y el chacuaco echando humo.
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A los trabajadores los tenían acasillados. Toda la gente se surtía en la tienda de raya mentada, que tenía todo lo que se necesitaba para la subsistencia de las gentes. Era cuestión nada más de pedir lo que necesitabas y te anotaban. El sábado que se trataba de rayarte descontaban lo que ya te habían dado y si no alcanza, si no alcanzabas a pagar, quedabas entrado. Les fiaban la manta para los calzones, para los cotones para ellos y para sus hijitos, los huaraches, era lo que se usaban, nada de zapatos, así trabajaban en ese entonces.
Francisco Pliego Nava (1936) Mis abuelos platicaban que trabajaron allí en la hacienda, que no les dan Adolfo Reyeros Reyeros (12 años)
La tienda de raya, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 30 x 20 cm.
dinero ni nada, nada más estaban para comer, recibían para irla pasando lo que ellos necesitaban, pero que no les pagaban, nomás les daban para puro comer y limitado, porque ni les alcanzaba para comer.
Áurea Gadea Perdomo (1950) Fue como ellos vivían allí y eran trabajadores de la hacienda, era lo que
Quería pintar cuando las personas de antes trabajaban para
platicaban ellos, los viejitos, porque cuando yo abrí los ojos ellos ya eran de
los hacendados y tenían que ir a una tienda de raya a cobrar
edad, tenía 70 años, ya vivieron poco. En lo que yo crecí, ellos venían muriendo,
lo que les querían dar. Quería pintar cómo maltrataban a las
de los 60 para acá, ya venían cayendo muchos así.
personas, los explotaban. Hubo un cambio cuando fue que
Aarón Tenango Noguerón (1954)
llegó Zapata y llamó a luchar para que cada persona tuviera tierra y libertad.
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A Zapata con su gente anduvo entregando primero, entregó en Moyotepec y se vino entregando de allá para acá y aquí fue ya al último. Se hicieron ejidatarios mi papá y toda la gente. Nosotros crecimos y empezamos a trabajar con él, y ya después nos heredó.
Juan Morales Lira (1933)
Vanessa Reyeros Encizo (15 años)
Tierra y Libertad. La tierra es de quienes la trabajan, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 23.5 x 19 cm.
Se trata de una siembra con algunos campesinos que la están trabajando. Quise representar cómo pudo ser que trabajaban la labor en la época de Emiliano Zapata,
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La construcción de la Hacienda de Chinameca SEGUNDA PARTE
Hacia finales de diciembre de 1910, pocas semanas después de la abortada insurrección maderista de Puebla, la flama revolucionaria se encendió en el estado de Morelos. Un reducido grupo encabezado por Pablo Torres Burgos, Gabriel Tepepa y Emiliano Zapata, acompañados por Margarito Martínez, Catarino Perdomo y unos pocos más, se reúne clandestinamente en un punto de la serranía morelense y acuerdan enviar a Torres Burgos a San Antonio, en Texas, donde debía entrevistarse con Francisco Madero y la Junta Revolucionaria, que estaban refugiados del otro lado de la frontera. Gabriel Tepepa impaciente por la falta de noticias de Torres Burgos, se levanta en Tlaquiltenango el 7 de febrero de 1911, dando inicio a la Revolución en Morelos. Poco más de un mes después y habiendo regresado Pablo Torres Burgos de los Estados Unidos con instrucciones y nombramientos para encabezar la rebelión suriana, Emiliano Zapata, Rafael Merino y Torres Burgos decidieron lanzarse a la lucha armada. A su paso por Villa de Ayala organizaron una guerrilla que no llegaba a los setenta hombres. Enseguida se dirigieron a Quilamula, y de ahí al Rancho Alseseca, 38
Puebla, donde pararon para enviar
del lado de Huichila, hizo comprender
mensajeros a varias partes y
la presencia de los revolucionarios,
organizar el contingente que en el
quienes, a las órdenes de Emiliano
camino había venido creciendo y que
Zapata, penetraron violentamente al
mal armados, ya sumaba a un grupo
patio de la hacienda, se apoderaron
de 120 hombres, que integrados
de cuarenta rifles “Savage”, con
como una columna de tres facciones,
su correspondiente dotación de
realizaron diversas acciones.
cartuchos, así como de todos los caballos, y abandonaron después
A los oídos de Zapata llegó
aquella finca.
una bravata del administrador de Chinameca: …que ya que usted es tan
valiente y tan hombre, tengo para
pertrechos necesarios para seguir
usted miles de balas y las suficientes
su incipiente campaña, y enseguida
carabinas para recibirlos como se
se dirigió a Jonacatepec, en tanto su
merecen. Zapata atacó Chinameca
ejército iba creciendo.
De Chinameca obtuvo los
y sometió al grupo de voluntarios que habían sido organizados.
El avance militar de las fuerzas
revolucionarias, su incontrovertible
Según Gildardo Magaña esa
fuerza moral y el apoyo de la opinión
primera incursión del movimiento
pública a favor de la causa maderista,
morelense en la hacienda de
provocó que el gobierno de Porfirio
Chinameca fue de la siguiente
Díaz, antes de su completa derrota,
manera:
pactara el Convenio de Ciudad Juárez. En éste, al tiempo que se
El 29 de marzo, a las siete de
la mañana, el estruendo que produjo
aceptaba la renuncia del presidente y del vicepresidente, se reconocía
una de las locomotoras de la hacienda la legalidad del gobierno federal y de Chinameca, al romper el portón
se acordaba el licenciamiento de las
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fuerzas revolucionarias en la medida
de Villa de Ayala adquiría relevancia
que se hicieron eco capataces y
Primer intento de asesinato de
que se restableciera el orden y la
y ampliaba su radio de operaciones
empleados de la finca, llamándolo
Zapata en Chinameca
paz en todos los estados. Dicho de
guerrilleras, nuevos jefes se sumaron
bizarro general de bandoleros.
Hacia finales de agosto de 1911 se
otra manera, se iba Díaz pero se
a la lucha en Morelos, cada uno de
Neri que carecía del carácter para
instruyó formalmente a Victoriano
mantendría el orden opresor que él
ellos acompañado por grupos de
tolerar ello y advertía el ascenso
Huerta perseguir y aprehender a
había creado, dejando al movimiento
entre 50 y 100 hombres dispuestos a
del movimiento zapatista, organizó
Zapata. Al tenor de lo anterior, el 30
revolucionario a merced del antiguo
la lucha. Uno de ellos fue Felipe Neri,
a varios peones de la hacienda,
de agosto Zapata ordenó que fueran
régimen.
joven fogonero de la Hacienda de
los armó con pistolas y escopetas
recuperadas las armas entregadas
Chinameca, que contaba con apenas
viejas y …lanzó el grito de rebelión
durante los licenciamientos,
26 años.
frente a la Casa Grande, aprendió a
concentradas en Cuautla. Éstas
los empleados y capataces, quienes
fueron recogidas y llevadas a
en aquel duro trance, trocaron sus
Chinameca, donde el caudillo se
Madero se retracta La extrema candidez política de Francisco Madero, aunada a las
agudas intrigas del Presidente
ascendencia entre sus muchachos,
burlas y mofas en porfiados ruegos y
había instalado. En connivencia con
Interino León de la Barra y del Gral.
derivada ésta de su valor temerario,
femeniles lamentaciones. Los fusiló
el Gral. Huerta, el administrador de
Victoriano Huerta, dificultaron la
pasmosa serenidad y sangre fría.
y fue a reunirse con sus antiguos
la hacienda de Chinameca, invitó a
articulación oportuna del bando
Durante la toma de Cuautla una
compañeros.
comer a Zapata en el interior de la
revolucionario. Al embate de la
bomba había destrozado sus piernas,
autoridad federal en contra de
dejándolo prácticamente sordo, lo
los revolucionarios de Morelos,
que obligó su retiro a la Ciudad de
estuvo asociada una campaña de
México para atender sus heridas.
Felipe Neri tenía una enorme
desprestigio e infamias dirigidas desde la prensa a socavar la imagen
pública de Zapata, calificando a los
Morelos y trató de reintegrarse
campesinos que con él luchaban,
a su trabajo en la hacienda de
como una horda de menesterosos sin
Chinameca, donde había trabajado
“orden y concierto”.
antes de que estallase la revolución.
Poco después regresó a
El patrón lo aceptó pero sólo como
40
Felipe Neri
peón, no sin antes hacerlo objeto
En la medida que el grupo pionero
de burlas y humillaciones de las
41
misma. Se trataba de una trampa.
de desplazarse hacia la región de
se dijeran de manera clara, directa
causa se habían sumado a la bola,
Aprovechando la distracción, gente
Huamuxtitlán, Guerrero.
y sencilla. Concluido el documento,
de pronto encontraron que ahí se
Zapata envió correos a sus oficiales,
expresaban sus demandas con mayor
de Figueroa comandada por Federico Morales, rodearon la hacienda con la
El Plan de Ayala
y los reunió en Ayoxustla el 28 de
claridad y de manera explícita. A
intención de asesinar a Zapata.
Inmediatamente después de que
noviembre, donde se dío lectura al
diferencia del Plan de San Luis, cuyo
Madero tomó posesión, ratificó la
mismo y fue firmado por todos los
artículo 3º había sido sólo sugerente
orden para que Zapata fuera rendido
líderes de la revolución suriana. El
y podía ser reinterpretado incluso
cuando se recibió el aviso de que
por la fuerza, siguiendo la misma
Plan fue la obra de hombres sencillos
por el mismo Madero, negando
fuerzas de caballería, en considerable
lógica de sus antecesores. Ordenó el
que habían sufrido en carne propia
totalmente cualquier posibilidad de
número, rodeaban la casa de la
despliegue de las fuerzas federales,
el abuso de los terratenientes y
compromiso social, el Plan de Ayala
hacienda y sus contornos, y no bien
creando un cordón desde la hacienda
expresaban el sentir de toda una
decía de manera precisa cuáles eran
el general había ordenado a uno de
de Tenextepango hasta Chinameca,
clase despojada.
las expectativas que los pueblos
los oficiales de su Estado Mayor
listas para atacar Villa de Ayala y el
que saliera a cerciorarse de lo que
cerro del Aguacate donde se habían
hubiese, cuando se oyó un nutrido
replegado las fuerzas de Zapata.
Ayala tuvo un efecto explosivo y el
revolución política, para adquirir la
tiroteo en el exterior, sostenido
Los rebeldes fueron atacados con
inmediato apoyo de los campesinos,
tesitura de una revolución social.
entre los “colorados” de Morelos que
artillería. Al anochecer lograron
que encontraron en él la expresión
pugnaban por entrar y la escolta del
escabullirse entre las líneas federales,
concreta de sus demandas. Durante
El usurpador Huerta contra los
guerrillero suriano que lo impedía.
cuando creían haberlos copado.
todo el mes de diciembre se registran
campesinos de Morelos
enfrentamientos entre zapatistas y
El asesinato de Madero en febrero
destacamentos federales. A finales
de 1913 y la usurpación de Huerta
Estaban sentados a la mesa
Gracias al conocimiento del terreno,
La difusión que tuvo el Plan de
La revolución dejaba de ser una
a su audacia y serenidad, el general
Zapata logró escapar a pie, por entre
Montaño y sin que nadie más lo
de año, el movimiento tenía expresión implicaron cambios inmediatos
los cañaverales.
supiera, se refugió en la sierra de
y fuerza en los estados de Morelos,
en el escenario de Morelos. A la
Huautla, cerca de Miquetzingo, donde
Puebla, Guerrero, Tlaxcala y México.
negativa de Zapata por ser comparsa
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y los campesinos podían abrigar.
Zapata se llevó consigo a
del usurpador, siguió una violencia
El general Zapata, después
concibió y dictó a aquél las ideas que
de escapar de Chinameca, instaló
habrían de dar forma y fondo al Plan
varios puestos de avanzada en la
de Ayala. Trabajaron juntos durante
revolucionaria contenido social. A
campesino de Morelos, que no hizo
sierra de Huautla, donde permaneció
tres días en la redacción final del
partir de ese momento las masas
otra cosa que nutrir las filas del
hasta el 10 de septiembre, antes
Plan, acotando Zapata que las cosas
campesinas que por una u otra
zapatismo.
El Plan de Ayala dio a la lucha
sin precedentes contra el pueblo
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Los zapatistas no contaban
automáticamente en soldados.
con más armas que aquellas que
Algunas veces la ansiedad de los
quitaban al enemigo, de manera que
zopilotes era tanta que traspasaban
todas las partidas zapatistas eran
la línea de fuego y caían abatidos
seguidas por un enjambre de hombres antes de alcanzar el esperado premio. y mujeres que no llevaban más
El pueblo campesino decepcionado
armas que sus manos y la voluntad
por los políticos maderistas
de conseguir en la refriega por venir,
cuestionaba la autenticidad de sus
con suerte, una carabina o pistola del
compromisos. En la medida que
enemigo muerto. Eran los llamados
aquellos perdían credibilidad frente
zopilotes, gente deseosa de sumarse
a los campesinos, los jefes rebeldes
a la lucha armada, pero que carecía
ganaban adeptos, simpatías y
de armas.
autoridad moral. Para evitar que fuese el pueblo el que financiara
Los zopilotes eran las reservas el costo de la lucha, los líderes del zapatismo, eran objetivamente el
guerrilleros idearon una nueva
primer grado de las filas zapatistas,
estrategia consistente en hacer
anterior a recluta o soldado raso. Las pagar el costo principal de sus turbas de zopilotes esperaban detrás
campañas no a los pueblos, sino a las
de la línea de fuego y al terminar
haciendas.
el combate se echaban sobre los muertos para despojarlos de sus pertrechos, propiedad que si era un rifle o una pistola, los convertía
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Cuando se levantó el General pasó por Chinameca rumbo a Guerrero, nomás unas cuantas personas. Ya cuando regresó venía con bastante gente. Levantó a un general que se llamó Victorino Bárcenas que trajo sesenta hombres, y así se fue. Mi padre fue asistente de él, mi padre de crianza porque a mis jefes yo no los conocí. Y así se fue reforzando más. Mi papá Ricardo fue mi padre de crianza.
Tránsito Morales Castrejón (1927) Nos platicaba mi suegro que las tierras fue cuando Zapata empezó a pelearla, que empezó a pelear. Dice que cuando empezaron a pelear la tierra, cuando estaba la guerra, ellos se iban a esconder bien lejos, por allá en unas peñas, en unas cuevas. Cuando decían que ya venía el gobierno, que entonces corrían a esconderse y que no agarraba nada, nomás lo que podían. Mi suegro decía que cuando ellos estaban en eso de la guerra, comían bolas de la raíz de los Jessica Reynoso Reyeros (10 años) La Revolución comienza, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
pochotes, las usaban para hacer tortillas.
Juana Morales Vázquez (1952)
Aquí está Emiliano Zapata alentando a las personas para que fueran a la revolución para pelear por su libertad. Entonces la gente lo siguió y todos se fueron a la revolución.
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Cuando pasó por aquí era poca, pero cuando regresó era bastante gente. Así fue como se organizó. Entraron primero, tomaron la hacienda de Coahuixtla. Allá fue primero donde entraron, también hacienda del español. Entraron y dicen que tomaron la hacienda, le prendieron al pilón de azúcar, no era granulado, se derritió todo. Ahí agarraron a los que cuidaban ahí, estaba don Eufemio, hermano de Zapata.
-Llévate éstos allá, adonde están los cazahuates, donde jugábamos.
Llévatelos a los cazahuates y allá los cuelgas.
Tránsito Morales Castrejón (1927)
Jessica Reynoso Reyeros (11 años) La Hacienda en llamas, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 29.8 x 20 cm.
Cuando la Revolución fue que Zapata entró a la Hacienda y yo me imagino que la quemaron. Platican que fue cuando ganaron los rifles y los caballos que tenía el dueño de la Hacienda. Por eso pinté a la gente peleando y en las ventanas se ve la lumbre.
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A mi abuelo paterno si le tocó la revolución. Cuando ya se empieza la revolución con Zapata dice que se escondían en los cerros, que andaban en los cerros, que andaban en un cerro que se llama el Gigante, que allí era todo cuando llegaban los del gobierno, pues como llegaban y ahí se tenían que andar escondiendo, y pues mucha gente pues murió también en esos lugares.
Juana Morales Vázquez (1952) Francisco Morales Muñoz nos platicaba que le tocó la revolución. Platicaba que andaban corriendo porque no podían estar así en un lugar, corrían, se iban para un lado y se iban para otro, porque si los hallaban los mataban, y dice que andaba con su esposa y sus hijos.
Emilia Vázquez Torres (1929) Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) La adelita y Zapata, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
Tengo a un señor montado en un burro y ese señor es Emiliano Zapata, iba de paso por el camino y lo siguen dos personas. La mujer es Adelita y también va un señor siguiendo a Zapata.
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Estaba un amate y venían los zapatistas con la carne en unos caballos. Decía que estaba mi abuelito y mi abuelita, y le decían a mi abuelita:
- Échanos unas memelas.
Decía que mi abuelita tenía su tlecuil enterrado para que no saliera
la lumbradota, y ahí les echaba unas memelas para que comieran, y que la carne en una cazuela, la carne que traiban ellos para que comieran, y en eso que empieza la balacera y que ellos estaban. Ya mi abuelita nomás se metió debajo de la raíz del amate y mi abuelito agarró los niños y se fue, se fue a una cueva para allá arriba y decía mi abuelita que ya la carne se estaba quemando y no la podía menear porque estaba la balacera bien fuerte, y ahí mi abuelita nomás agachándose y que jala la cazuela y que le empieza a menear y estuvo sacando la carne así acostada.
Dice que cuando ya se fueron pues ya la carne ahí la dejaron. Toda la
gente se fue por lo de la balacera. Todo eso dice mi abuelito que había harto muerto en la falda del cerro, que se murieron hartos. Pero estaba la carne y Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Una señora hace tortillas y va a la Revolución, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
mi abuelita les echaba las memelas para que comieran, porque traiban harta hambre, pero comenzó la balacera y ahí dejaron la carne, ya ni comieron.
Mercedes Montes Hernández (1927) Éste es Emiliano Zapata que va pasando por donde hay una señora que estaba haciendo tortillas y que se quería ir a la revolución. Todos podían ir a pelear y la señora también quería ir a pelear por su libertad.
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Yo pinté aquí cuando Zapata entró a la Hacienda usando el tren, lo aventó sobre la reja de atrás, y se metieron me cuentan, y que agarraron al que estaba aquí como encargado y lo hicieron llorar porque pensaba que lo iban a matar, pero nada más lo chicotearon y le quitaron los zapatos para que sintiera lo que se siente.
Se fue la máquina a Huichila, por ahí caminaba, por ahí la agarraron los zapatistas y la regresaron.
-Regrésese para tomar la hacienda.
Y se vino, se vino contra el portón.
-Empújelo.
Y lo tumbó pues. Ya estaba rodeado por aquí abajo y por estos sitios. Por
aquí pasa un túnel de la hacienda, ahí está la boca del túnel y harta gente se metió de los zapatistas. Platicaba eso con Bartolo Vázquez. Bajaba gente, polvareda por aquí, por allá, tomaron pues la hacienda, agarraron a las personas, a los que cuidaban ahí, a las armas como 34 y agarraron lo que había allí. Diana Ramírez Reyeros (14 años) Zapata tumba el portón, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 29.8 x 20 cm.
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Cuando Zapata tomó Chinameca, fue que aquí se levantaron Ignacio Maya y Felipe Neri. Fue hasta que vino Zapata a Chinameca.
Tránsito Morales Castrejón (1927) 55
Cuando Zapata y su gente tomaron Chinameca, ya adentro preguntaban qué dónde estaba el mero mero. Se llamaba don Vicente Alonso. Estaba una vieja sentada en una silla según decían, usaba largo hasta las botas.
-No sé mi General.
Pero señalaba que estaba allá abajo y ahí estaba el mero mero, el segundo de don Vicente no sé qué. Y ahí donde está el portón, ahí donde está Zapata ahora, allí estaba una peanita que ya no está, ya la tumbaron, ahí lo hicieron confesar. Hacían que gritara:
-¡ Que viva, que viva México, que muera España !, ¡ Viva México !
Lo sacaron de la hacienda sin zapatos. Con las piedritas del camino, cómo sentiría. Y ahí le hicieron confesar: Vanessa Reyeros Encizo (15 años) La muerte del capataz, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 29.8 x 20 cm.
- ¡ Que viva México y muera España !
No sé si lo mataron o no, pero hasta ahí.
Tránsito Morales Castrejón (1927) Fue cuando corrieron al gachupín. Contaban que le quitó los zapatos y todo, y
Mi abuelo me platicó que le platicó su papá que cuando ya
-Ahora sí, camínale para que veas lo que se siente.
Zapata entró a la Hacienda, que agarraron al capataz que se
Que sus pies bien sangrados del gachupín, que era el que mandaba, y lo sacó y
sentía muy valiente, hasta que entró Zapata y lo hicieron
lo corrió.
preso. Entonces yo pinté como me imagino que entraron para agarrarlo.
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lo corretió. Lo lazó del caballo y lo sacó:
Áurea Gadea Perdomo (1950)
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Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años Mujer revolucionaria, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 20.3 x 30 cm.
Es la mujer revolucionaria que va a la lucha para ser libre y tener sus tierras. Está cargando su escopeta para defenderse y luchar.
No ponía yo atención pero yo siempre haciendo quehacer y ellos platicando de la guerra. Mi abuelito sabía mucho porque le tocó. Aquí a mi suegro le tocó, a mi suegra. Ella era hija de un Coronel, ella agarraba la carabina, mi suegra agarraba la carabina y ella sabía usar esa carabina, dice que no le tenía miedo a nadie. Quedó huérfana, dice que estaba chiquita cuando quedó, por eso ella tenía mucho valor y que la dejó chiquita cuando comenzó la guerra y su papá era Coronel, ahí lo mataron.
Juana Morales Vázquez (1952) 58
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Era muchísima gente, pues en un camino angosto no puede caminar al otro lado, venían de uno en uno, uno tras otro, uno tras otro y a caballo. Dice que ya iba la cola dando vuelta, y allá atrás apenas iban entrando los últimos. Era bastante gente, hasta dos mil gentes cargaba un general.
Aarón Tenango Noguerón (1954) Zapata hizo la guerra, para que el Plan de Ayala fuera pues, para que ya no fuéramos esclavos, porque si no hubiera peleado Zapata por las tierras, seguiríamos como esclavos.
Juana Morales Vázquez (1952)
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Zapata y Otilio Montaño y los indios, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
Aquí están Emiliano Zapata y Otilio Montaño que hicieron el Plan de Ayala. Lo siguen los indios. Emiliano Zapata juntó a las personas para que lucharan para ser libres y pudieran tener una vida mejor.
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Muy feo los hicieron pelear. Para mí, así Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Victoria revolucionaria mexicana, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
fue, así entendí, que pues hicieron pelear a los hombres de ese tiempo. No era libres de nada, porque pues vivían allá en la orilla del cerro me dijo mi padrastro.
Esta es la victoria revolucionaria mexicana. En este cuadro
Esos hacendados eran algo feo, y por eso
se ve cuando Emiliano Zapata iba a entrar a la hacienda con
ando viendo yo que por eso los hombres
los indios, juntos a pelear por su tierra. Aquí vemos que las
de ese tiempo los hicieron pelear de
señoras también iban a la lucha para ser libres.
veras, pero así, a fuerza diremos. Porque los hacendados no querían que la gente tuviera algo, que nada tuvieran. Ellos eran los dueños de todo, de las tierras, de todo. Así me dijeron los señores, y así es lo que yo tengo que decir.
Magdaleno Peña Leiva (1918)
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Los años luminosos de la Revolución Suriana TERCERA PARTE
y que se prolongó hasta finales de
de acuerdo con la documentación
1915. Durante ese lapso el poder de
virreinal y la información que
las haciendas desapareció y Morelos
aportaban los ancianos de las
fue un territorio independiente,
comunidades.
compuesto por una constelación de comunidades que vivieron un orden
social democrático y civilista, en
y la restitución de tierras a los
el que participaron activamente
cien pueblos del Estado se llevaron
alumnos de la Escuela Nacional de
algunos meses. Entre tanto, el
En el tramo final de 1914 y con el propósito de refundar la República, se realiza la Convención de Aguascalientes a la que asisten representantes de todos los grupos revolucionarios, incluidos los surianos. En ésta se acuerda adoptar y avalar íntegramente el Plan de Ayala, lo que conduce al rompimiento con Carranza y al enfrentamiento armado de las distintas facciones.
Agricultura, llamados los ingenieritos
poderoso Manuel Palafox, Secretario
por el mismo Zapata.
de Agricultura del gobierno
A los planteamientos del Plan de Ayala y su adopción por la Convención de Aguascalientes, Carranza en una evidente impostura respondió mes y medio después tratando de despojar al zapatismo de la bandera agrarista. Para ello expidió el decreto del 12 de diciembre de 1914, seguido de la ley del 6 de enero de 1915, que prácticamente replicaba las formulaciones del Plan de Ayala.
al usurpador Huerta, miraban con
simpatía la causa revolucionaria. En
quedó en domino del estado, por
cuanto recibieron la convocatoria
instrucciones de Zapata algunas
suriana, cerraron la escuela y
haciendas fueron nuevamente
decidieron integrarse a la lucha,
puestas a trabajar. Deseaba que los
algunos directamente con arma
ingenios operasen como fábricas
en mano, otros como parte de las
con la porción de tierra que el
Comisiones Agrarias del Gobierno de
Plan de Ayala permitía se quedase
la Convención.
en propiedad de los hacendados,
El Plan de Ayala en la Convención de Aguascalientes
Morelos bajo el dominio campesino (1914-1915) Las fuerzas de Carranza se concentraron en su lucha contra Villa, lo que permitió que Morelos quedase enteramente en poder del zapatismo, situación que había iniciado a mediados de 1914 a la huida de las fuerzas 64
La recuperación del mapa
convencionista, discurre la fundación
Los estudiantes de agricultura,
de bancos y escuelas agrícolas,
que en 1910 habían exigido la
agroindustrias y una fábrica nacional
renuncia de Porfirio Díaz, reprobaron
de herramientas para el campo.
el crimen de Madero y repudiaron Cuando el ejército zapatista
coexistiendo con el cultivo de los
Según el testimonio de Marte
campesinos, quienes contratarían
R. Gómez, ese grupo de jóvenes
en las haciendas la molienda de su
agrónomos llegaron a Morelos para
producción.
deslindar los terrenos de cada pueblo,
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Las comisiones de Morelos
Las Comisiones Agrarias
La ofensiva carrancista contra
A diferencia del sanguinario
fueron seis: Cuernavaca, Yautepec,
trabajaron intensivamente
los zapatistas
paso del general Juvencio Robles,
Cuautla, Jojutla, Jonacatepec y
levantando los planos topográficos
Al final de la aparente y obligada
que al final del Porfiriato empleó el
Tetecala. Los alumnos de la ENA que
y definiendo los límites de casi la
tregua que se registró en Morelos,
incendio, la deportación, el asesinato
se integraron a éstas, lo hicieron a
totalidad de los cien pueblos del
consumada la derrota del ejército
en masa, los saqueos, Pablo González
finales de enero de 1915, y antes de
estado, a los que asignaron la mayor
villista, las fuerzas de Carranza
sumó la destrucción de la propiedad,
que terminara el mes de febrero de
parte de las tierras de cultivo, de
atacaron con todo su poder al
destruyendo la maquinaria de las
ese mismo año, ya estaban embebidos bosques y aguas. En ese lapso los
zapatismo. A partir de agosto de
haciendas y todo aquello que pudiera
en la tarea, desplazándose protegidos pueblos renacieron. A inicios de
1915 y después de una amnistía
ser vendido en el mercado de la
por los campesinos zapatistas,
marzo de 1915 Zapata informó al
que diezmó las fuerzas de Zapata,
ciudad de México; puertas de metal y
portando un salvoconducto que el
presidente de la Convención, Roque
el general Pablo González inició
madera, bancas de jardines, cañerías
mismo general Zapata había firmado,
González Garza, que el problema
una violenta campaña que obligó
de plomo.
en el que daba instrucciones para que
agrario estaba resuelto y que todos
al repliegue progresivo del ejército
se les brindaran facilidades y tránsito los pueblos habían entrado en
zapatista, abandonando su cuartel
libre, además de respetar su vida y
de Tlaltizapán, trasladándolo
que destruir todo, no dejar nada
a Tochimilco, en las faldas del
útil en las haciendas e ingenios que
Popocatépetl.
con una nueva óptica social, había
trabajos.
posesión de sus tierras.
Su consigna era clara: había
refuncionalizado el zapatismo. Su
En ese contexto, es que el
objetivo era aniquilar cualquier
trabajo de las Comisiones no estuvo
posibilidad al futuro, impedir que
exento de peligros. En los últimos
después algo pudiera ser aprovechado
meses de 1915 y en la medida que el
por el zapatismo.
amago de los carrancistas se traducía
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en el repliegue de los zapatistas, se
Del Congreso Constituyente de
corrió la voz de que los ingenieritos
1917 al asesinato de Zapata
de las Comisiones Agrarias serían
En febrero de 1917 el Congreso
entregados como prisioneros y
Constituyente de Querétaro
símbolo de que con eso se liquidaba la
adoptó los postulados básicos del
bandera del Plan de Ayala.
agrarismo, que desde su inicio había
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sostenido la Revolución del Sur. Sin
embargo el amago y persecución al
se redujo a una simple instrucción
zapatismo no disminuyó. A inicios
a Pablo González: Zapata debe
de 1919 la autoridad de Carranza
ser sometido. A ese efecto es que
había menguado notablemente,
en las siguientes tres semanas se
lo que hizo abrigar al zapatismo
concibió y ejecutó el plan para su
un moderado optimismo respecto
asesinato. Venustiano Carranza,
al que consideraban posible
Pablo González y Guajardo urden la
derrumbamiento de aquél.
trampa. Guajardo simula su rebelión
La respuesta de Carranza
contra el gobierno y ofrece a Zapata
El 17 de marzo de 1919,
tropas y municiones concentradas y
Zapata publica una carta abierta
bajo su resguardo en Chinameca. No
a Carranza en la que le hace una
obstante los rumores de una celada,
severa y contundente crítica por
Zapata llegó con treinta hombres a
erigirse como autoridad superior. Lo
las inmediaciones de Jonacatepec
acusa de conducta antidemocrática
y se encuentra personalmente
y exacerbado personalismo, lo llama
con Guajardo, que traía consigo
traidor de la causa revolucionaria
un contingente de seiscientos
por haber relegado los compromisos
hombres. Acordaron encontrarse en
agrarios y laborales, asimismo lo
Chinameca por la mañana del 10 de
hace responsable de la división
abril para la entrega, día en el que se
del bando revolucionario y lo
consumó el asesinato de Zapata, a
insta a renunciar al papel de gran
manos del gobierno de Carranza.
autoridad ejecutiva que se había arrogado, autodenominándose Primer Jefe, lo que abriría la puerta para la unificación del país y el re encauzamiento de la revolución social que demanda el pueblo de México.
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Esos hombres y ese General son una cosa bien para mí, siento yo en mi corazón que esos hombres fueron unos hombres de veras, que hicieron una cosa bien, porqué, pues porque para mí fue una cosa bien hecha, porqué, pues porque si no hacen eso estuviéramos bien mal, porqué, pues porque siempre valió que sus hombres fueron muy valerosos, no se rajaron, pues fíjese que fueron 10 años según me dicen, yo no sé, así me dijeron y así lo digo, que fueron 10 años de andar en armas. No pues yo me fijo, que de veras esos hombres aguantaron mucho, mucho.
Magdaleno Peña Leiva (1918)
Vanessa Reyeros Encizo (14 años) Repartición de tierras. Emiliano Zapata, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 30 x 20 cm.
Se trata de la repartición de tierras de Emiliano Zapata. Dibujé las tierras y un grupo de personas que están organizando el reparto de tierras para ver qué parte le tocaba a cada quien.
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Mi abuelo lo conoció siendo chamaco, si lo conoció. Platican que bajaba a jugar toros, no sé si serían días señalados, que tenía gusto, que le gustaba bajar aquí a los jaripeos, los organizaba con su misma gente, que ese era su vicio, su gusto, las charreadas, pero eran días salteados, no sé cuándo, alguien le avisaba que el gobierno estaba lejos porque se está escondiendo del gobierno. Alguien avisaba que el gobierno estaba lejos y le daba tiempo de venir a montar toros, eso me platicaba mucho de Zapata.
Rubelio Galván Leyva (1953)
Diana Ramírez Reyeros (14 años) Jaripeo revolucionario. Emiliano Zapata, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 26 x 21 cm.
Imaginé cómo se divertían en la revolución. Se me ocurrió cómo podían hacer todo éso y pinté un toro y un señor montado en un jaripeo. El señor es Emiliano Zapata, está montando un toro. Yo creo que los revolucionarios en sus ratos que se sentaban a descansar, de repente veían un toro y se les antojaba montarlo y pasaban un rato. A pesar de estar luchando y estar sufriendo, los revolucionarios tenían momentos también para divertirse, así se sentían bien para tener una buena actitud y mejorar el día. 72
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Yaneth Reyeros Enciso (9 años) Revolución de la luna, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 20.3 x 30 cm.
Pinté un árbol de flores amarillas con una señora y un señor que está sentado con su pistola y ella con su carrillera parada, los dos estaban en la revolución. Es de noche y están bajo la luz de la luna y las estrellas.
Mi bisabuelo decía que cuando era muchachito, que todos corrían por esos cerros, corrían hacia los cerros a esconderse. De repente dice que si se moría uno, su esposa de ése que iba allí se regresaba por su fusil para echar bala de coraje, de ver cómo mataban bastantes personas. Cosas así nos contaba.
Ismael Tenango Domínguez (1982) 74
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Dice que no lo querían porque estaba chamaco, tenía doce años. Se fue, andaba como de tlacualero. Dicen que un día que lo mandan a que traiga agua, y lo mandaron a traer agua. Ahí va con su bule, que lo va a llenar y que se encuentra un soldado armado. Pensaba que le iba matar y él no llevaba nada, y que se las alcanza y que dice, y que empieza gritar:
-Véngase, aquí está uno.
Como si estuvieran cerca los demás.
-Véngase, aquí está uno.
-´Ira ‘ira, no grites, déjame ir.
Y que le da el arma y de ahí para acá ya tenía arma. Él le dio su arma,
pero él se las alcanzó. Dice, pensó, me va matar.
Vanessa Reyeros Encizo (14 años) Guerra revolucionaria de Ayala, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
-Vénganse, aquí está uno, vénganse porque ahorita no se nos va.
Ahí me armé y tuve mi arma y ni siquiera ese hizo la lucha porque creyó
que se iba a morir. Pensaba que sus compañeros a lo mejor ni oían mis gritos y de ahí para acá le dieron arma, o sea que se la dejaron, porque el que tenía arma le daban caballo. El los quería seguir por andar a caballo y armado. Por ahí lo tenemos hasta retratado.
Magdiel Antúnez Noguerón (1937) Aquí quise poner como cuando lo de la revolución y de varios personajes que pudieron participar en la batalla. Quise hacerlo en el campo donde peleaban la guerra y morían más los indios y los campesinos porque tenían pocas armas, y también luchaban las mujeres al lado de los revolucionarios.
Se levantaron en la guerrilla porque nos platicaba mi papá, que ya no era modo de andar, porque encontraba el gobierno y mataba a uno. Un hermano que tuvo mi papá se lo llevó de 12 años, porque ya no podía encontrar el gobierno gente, porque la mataba. Entonces que le dice mi papá a su hermano:
- Nos vamos.
Y se fueron y a la guerra pues. Se metieron ahí porque ya no
aguantaban, el gobierno que topaba la gente pacífica la mataba, y ellos decían:
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- Pues que me maten aquí haciendo nada, mejor que me maten
haciendo. Entonces por eso se obligaron a levantarse.
Juan Morales Lira (1933) A Felipe Neri le tenía miedo la gente del gobierno. Los tumbaba, les temblaban los zapatos, los pantalones a los soldados, éstos decían:
-Ahí viene Felipe Neri.
Según le aventaron una bomba y se quedó sordo. Cuando le disparaban a los zapatistas, él no oía, y le tenían que avisar. Le decían:
-Ya tiran mi general.
-No, no.
Replicaba porque como no oía. Ya hasta que le resultaba una cerca del sombrero entonces decía:
-Ahora sí, ya tiran.
Tránsito Morales Castrejón (1927)
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Muchas veces cuando el enemigo te encontraba desapercibido pues tú ya tenías que estar listo con tus avíos amarrados a la silla del caballo o del burro, de lo que fuera, porque dicen:
-Ahí viene, ahí viene el ejército, el gobierno.
Y lo que hacías era ponerle la cabeza de silla y adiós, a los caballos y
corre cuando te encontraban desapercibidos. Si te encontraba listo había que hacerles frente con lo que tú quieras, con lo que tú quieras.
Mi abuelo se ponía a contarnos, y era como si fueran cuentos, pero
eran historias reales que pasaron y nos contó muchas veces que Emiliano Zapata tenía su guarida en la Piedra Encimada y que de allí veía al enemigo y que estaba a la expectativa de todo lo que ocurría abajo ahí en el pueblo de Chinameca.
Rubelio Galván Leyva (1953)
Diana Ramírez Reyeros (14 años) Cena zapatista, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
Él nos contaba que cuando la revolución empezó él tendría como unos ocho años, porque dice que corrían con su mamá y su papá a esconderse en las
Esta pintura es de la época de la revolución. Cuando llegaba la noche y era la cena se quedaban en un lugar. Aquí están haciendo su fogata, a un lado están los señores revolucionarios de espalda esperando a la señora que les va a dar de comer. Ella tiene un pollo en la mano que lo va a matar y abajo está el ma-
barrancas, llevaba el chiquihuite de tortillas y que cuando los militares llegaban pues se escondían, pero antes los cerros estaban tupidos, tupidos, tupidos, yo todavía cuando crecí los cerros estaban que no se podía. Se escondía uno a la orilla del camino y pasaban y no lo veían, ahora ya ve cómo está todo el cerro, todo escombrado, ya no cubre nada aunque sean las aguas, ya no es el monte como antes. Decía mi papá, nos contaba:
chete con el que lo va a matar. Hicieron la fogata también para
alumbrarse. De otro lado está un hombre descansando y ama-
y no nos veían.
rrado su caballo de un árbol. Su morral también está colgado del árbol. No está dormido, está viendo sí pasa algo, está pre-
-Nos salíamos del camino y nos tendíamos allí, y pasaban ellos a caballo
Áurea Gadea Perdomo (1950)
venido. Los hombres están vistiendo sus carrilleras. El cielo es oscuro y estrellado. 80
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En la Revolución lo poquito que Vanessa Reyeros Encizo (15 años) Noche fría, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 23.5 x 19 cm.
sembraban venía el ejército enemigo, metían los caballos y lo destruían, incluso las trojas que había con maíz, el ejército las quemaba. La gente andaba
Quise pintar personajes de la revolución, los quise hacer
escondiéndose, ni siquiera estaban en
de noche. Puse árboles que son característicos de aquí de
los pueblos. Aquí andaban los venados, la
Chinameca, son árboles que se ven secos porque después de
fauna silvestre se cambió; la gente en los
octubre tiran todas sus hojas.
cerros escondiéndose y los venados aquí, coyotes y todo en las comunidades, en las casas. Así fue en ese tiempo.
Francisco Pliego Nava (1936)
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Tengo algo de nociones de cómo se fraguó la traición que le dieron a Zapata. Él y Guajardo en Jonacatepec tuvieron una plática, donde Guajardo le propuso que se iba a unir a la causa de Zapata, en prueba de ello le regalaron un caballo, en el caballo en el que lo mataron. Se lo había regalado el 9 de abril en Jonacatepec, en la entrevista en Jonacatepec 9 de abril. Se vino el 10 aquí, iban a hacer el pacto que se unía gobierno a la causa de Zapata, así se trabó la traición.
Ahí en la hacienda otra vez habló. En la capilla arriba hay una ventanita
chica, a la misma altura de la capilla. Dicen que ahí estuvo tomando Guajardo, que cuando a Zapata lo mataron Guajardo estaba tomando ahí en ese cuartito que está arriba, y de ahí tocaron el clarín cuando Zapata iba entrando. Todavía había gente que le decía que no se metiera, que era una traición, pero él no hizo caso, porque él estaba con que se unieran a él, porque le convenía Jessica Reynoso Reyeros (11 años) Emiliano Zapata, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
que se uniera gobierno a su causa, pero así fue la traición. Entonces por eso dicen que había soldados de una vez y del otro, como cuando van hacer honores a un mandatario. Toca el clarín, entonces arriba en esa ventanita toca el clarín, y disparan en vez de hacerle honores.
Rubelio Galván Leyva (1953) Es Emiliano Zapata que va por el camino hacia la hacienda
Entonces al entrar el General para adentro, como dos metros para adentro
de Chinameca donde ahí lo están esperando los señores para
del portón, le soltaron las carabinas y lo matan, pero una bala le tronó la
balacearlo a traición.
rienda al caballo del lado derecho. Ya con la parte que quedó buena, jaló la rienda del caballo y al salir de dos metros para afuera, allí cayó tirado. Entonces el caballo echó a correr para arriba, rumbo al cerro.
Eliseo González (1919) 84
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Pero se dice que Zapata no fue, que en la Piedra Encimada había un compadre que se llamaba Jesús Delgado. Para eso ya había ido una soldadera para avisarle que no bajara para acá porque ya había oído algo. Dice que ya le dio la ropa a su compadre que se parecía. A él le faltaba alguna parte del dedo, tenía un dedo mocho, en lo demás se parecía, de la ropa, todo. Y dice mi papá que:
-No fue el General, porque no me saludó. Siempre me saludaba de lejos
o con una reverencia, o yo con una reverencia.
Había muchos asistentes, no nada más mi papá. Tuvo más asistentes.
Ya lo mataron y ya la tarde, como estas horas yo creo, lo atravesaron en unos animales y se los llevaron a Cuautla. Allá en Cuautla en los arcos, en el Palacio en donde están los arcos, allá los bajaron y empezó a pasar a la gente y les Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Emiliano Zapata muerto, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
decían:
-Es tu padre.
Y el primero que lo vio pues le buscaba el dedo mocho, y no lo tenía, y nada, no lo tenía, y dijo que no y le dio con la empuñadura del arma.
-Ya me desesperaron más.
Pues todos los que pasaban después decían. Pero no era decía mi papá, le
Es Emiliano Zapata muerto, con personas alrededor que lo están velando. Eso fue porque lo mataron a traición, eso ocurrió aquí en la hacienda de Chinameca que lo mataron.
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faltaba el dedo mocho, y muchas cosas pues que me platicaba mi papá.
Tránsito Morales Castrejón (1927)
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Decían que estaba prohibido decir:
- No es Zapata.
La gente que iba a ver aquí, decía:
- No es Zapata.
Le daban muerte. Tenían que decir que sí. Así se oía. A mí no me tocó, pura plática de mi papá. No lo mataron a él, fue a un compadre de él. Se parecía mucho. La gente llegaba y le veía las manos, porque Zapata le había volado la reata un cacho de dedo. En eso se fijaba la gente.
- No, no, éste no es.
Los mataban para que dijeran que sí, pero no era.
Guillermo Araiza Acevedo (1933
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Nos cuentan los abuelos que ya que lo maPaula Belén Cielo Enciso (13 años)
Recordando el amor de Emiliano Zapata (Día de muertos), 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 30 x 20 cm.
taron aquí, pero no lo matamos nosotros, no lo mató el pueblo, sabemos que lo mató el gobierno. En Anenecuilco nació, en Chinameca lo
Dibujé una mesa adornada con papel de china y flores, así
mataron, en Cuautla fue sepultado.
como se hacen los altares en el Día de Muertos. Puse la imagen
Bonifacio Medrano Quevedo (1950)
de Zapata en copal y unos trastes con comida y una cruz de flores como que se hace cuando celebran el día de muertos en noviembre.
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Una historia que me contaba mi padre, mi padre murió de 106 años de edad, murió en el 2006, él nació el 1 de noviembre de 1901, entonces cuando a él le decían que Zapata había muerto, él decía:
- Zapata no ha muerto, Zapata vive.
- Cómo va a vivir Zapata.
- Sí, vive en el corazón de quienes lo apreciamos. Para mi Zapata no ha
muerto. Zapata vive.
Me contaba mi padre que él en alguna ocasión iba por donde iba el
General Zapata. Entonces mi padre tenía 16 años de edad, y contaba que el General tenía unas espuelas muy finitas y que a toda la gente le gustaba escuchar cómo sonaban de bonito, cómo iban sonando sus espuelas. Ahora dicen que por ahí circula un caballo y que se oyen sonar las espuelas, que ahí van sonando bonito.
Eli Sánchez Núñez (1964) Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Emiliano Zapata cabalgando en su caballo, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
Es Emiliano Zapata montado en su caballo pasando por el campo cuando la revolución.
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Esta es la imagen de Zapata. Me llamó la atención por su valor y me gusta lo que hizo por los campesinos. Por eso lo quise pintar.
Pues es algo maravilloso el saber que hubo un líder que no le importó perder su vida por apoyar al pueblo morelense, y ahora francamente, cómo podré Vanessa Reyeros Encizo (15 años)
Amor a las tierras. Emiliano Zapata, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 30 x 40 cm.
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decirle, no sólo el pueblo morelense porque es ahora desde que se ganó la batalla fue para toda la nación mexicana, para toda la República Mexicana.
Aarón Tenango Noguerón (1954) 95
Adolfo Reyeros Encizo (12 años) Zapata vive, la lucha sigue, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 26.3 x 21.1 cm.
Quise pintar una guerra después de que Emiliano Zapata se había muerto. Cuando la muerte de Emiliano Zapata siguió la guerra contra los campesinos, y yo aquí quise poner que los campesinos siguieron con las armas para ganar la tierra y su libertad, siguiendo los pasos de Zapata que ya lo había matado el gobierno a traición.
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Nace el Ejido de Chinameca CUARTA PARTE
El reparto de tierras De los poco más de cuarenta alumnos de la Escuela Nacional de Agricultura que se sumaron a las distintas Comisiones Agrarias del Sur durante la lucha armada de la Revolución, cuatro de ellos murieron en territorio zapatista: Enrique Ursúa, Ezequiel Catalán, Alberto Lares y Javier Lara. Varios de los jóvenes agrónomos sobrevivientes que participaron en las Comisiones Agrarias en 1915, regresaron a Morelos después de 1920 ya como miembros de la Comisión Nacional Agraria con la tarea de terminar el trabajo que había quedado inconcluso. Al respecto el testimonio de Marte R. Gómez
…regresamos para poner en marcha, de acuerdo con el doctor José G. Parrés, Gobernador zapatista del Estado de Morelos, un gran programa de Reforma Agraria que sirvió, entre otras cosas, para que se sometieran a la ley y depusieran las armas todos los hombres a los que los diferentes gobiernos, de 1911 a 1920, habían combatido con el mayor empeño, sin doblegarlos nunca.
campamentos zapatistas, y creada
que dio sentido a la Revolución.
la Comisión Agraria Mixta, que se
En palabras de Marte R. Gómez, los
inició formalmente el reparto agrario. integrantes de las Comisiones habían A Chinameca correspondió una
…puesto en duda todo lo que los
dotación de 515 ha., las que fueron
hacendados habían creído consolidar
entregadas hasta el 6 de marzo de
con mojoneras que los vecinos de los
1921, y ratificadas como dotación
pueblos se apresuraron a demoler (…)
definitiva el 18 de octubre de 1924.
Cuando se tratara de consolidar otra situación territorial, los intereses de
Los deslindes y planos que
los pueblos no podrían ya pasarse por
hicieron los jóvenes integrantes de las alto. Comisiones Agrarias del Sur en 1915, no cristalizaron inmediatamente,
En el mismo tenor, el trabajo
fundamentalmente porque
que hicieron las Comisiones Agrarias
Venustiano Carranza hizo lo posible
del Sur durante la fase armada de
por ignorarlos con su embate militar
la lucha, fue una luminosa y heroica
comandando por Pablo González.
expresión del espíritu del Plan de
Sin embargo fueron esenciales para
Ayala, nada menos que el germen de
modificar radicalmente la futura
la reforma agraria que después se
fisonomía del estado de Morelos, una
vería cristalizada en el Artículo 27 de
vez que triunfó el movimiento social
la Constitución.
De manera que fue durante el gobierno de José G. Parrés, quien se había desempeñado como médico en los 98
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Como en 1920 todavía había gente que según andaba en el cerro de malas, rebeldes como se dice todavía. Había unos cuantos por ahí. Hasta después que repartieron las tierras y todo, fue cuando la gente se empezó a trabajar.
Moisés Ramírez Lira (1931) Cuando se terminó la guerra que mataron a Zapata, quedó la rebeldía de grupos, robaban a uno, robaban al otro, y ya nomás eran grupitos. Entonces todos esos grupos rebeldes poco a poco se fueron acabando. Como lo que se peleaba era la tierra y libertad, lo que se peleaba era que el indio tuviera un pedacito de terreno, entonces ya se había logrado. Mi abuelo bajó con su familia y encontraron las tierras vírgenes, librecitas, ahora sí que para que agarraras lo que quieras. Vinieron de otras partes a agarrar terrenos acá, porque aquí no era la gente abastecida, era muy poca, habían muerto muchos y había quedado todo abandonado. Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años)
La bandera, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
Aarón Tenango Noguerón (1954) La hacienda estaba allí parada. Había un montón que se fueron a vivir allá, mucha gente, también mi papá se fue para allá. Allá estaban hartos cuartos y varia gente se fue para allá. En ese tiempo era poca la gente que había, y en la hacienda pues ahí vivía casi la más gente y acá afuera era gente salteada.
Esta es la bandera de México con su escudo del águila parada en un nopal devorando una serpiente.
Juan Morales Lira (1933) Se empezó a arrimar la gente cuando pasó la revolución. La hacienda quedó abandonada y la gente pues vivía en casitas de basura, palma, zacate. Pues ahí se fueron repegando a los muros de la hacienda. Los que les tocaron cuartos agarraron cuartos, y los que no, pegados al muro.
Rubelio Galván Leyva (1953) 100
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En los 10 años de revolución los canales que tráiban el agua se ensolvaron, hubo la necesidad de darse a la tarea los campesinos de ir a desazolvar los canales, para dejarlos más o menos en condiciones de traer el agua otra vez y sembrar aquí lo que se quisiera sembrar. Entonces no había organización, el que quería plantar arroz y tenía o encontraba apoyos por ahí, sembraba un pedacito de arroz. Andaban sembrando donde mejor les convenía, todavía sin fijar cuál era su parcela; adonde les gustaba ahí sembraban. Decían:
- Y voy a sembrar aquí, a barbechar este pedazo, y aquí voy a sembrar.
Y así venían trabajando, hasta cuando ya hubo el reparto, el primer reparto. Ya fue cuando cada quien se fue ubicando.
Francisco Pliego Nava (1936) Después de la muerte de Zapata, ya que ganó Zapata ya se tuvo libertad de empezar a repartir el terreno. No me acuerdo qué Presidente estaba, creo que Álvaro Obregón. Fue Obregón el que comenzó a repartir las tierras. Diana Ramírez Reyeros (14 años) El revolucionario, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
Juan Morales Lira (1933) A dos personas de aquí Ramón Galis los acompañó a Cuernavaca. Ese señor en Cuernavaca tenía un hermano que se llamó Pioquinto Galis y los llevó al Departamento Agrario. Como ya sabían la oficina, se quedaban a dormir donde vivía Don Ramón Galis, porque pues en ese tiempo la gente
Hice un revolucionario que va al campo en su caballo, nada más
estaba muy pobre. Se cooperaban para que mi papá y el otro señor que lo
fue a dar una vuelta. Atrás de él puse cañas y arbustos y todo
acompañaba fueran a la comisión que iban. Entonces aquí la cooperación
eso. El hombre tiene sus carrilleras y su pistola. He visto esos
que juntaban para cinco días, era de a diez o veinte centavos, lo que podían
trajes en fotos y en películas, y quería enseñarle a la gente que no sabe, cómo vestían aquí los revolucionarios, porque es parte de nuestra historia.
dar más. Con lo poquito que juntaban, con eso se iban a Cuernavaca. De aquí los llevaba un hombre a caballo a dejarlos en el 30. Allí en el 30 tomaban el tren que venía de abajo, del Río Balsas. Ya cuando llegaban ahí estaba el tren esperando. Tomaban el tren y se iban a Cuernavaca y así estuvieron yendo al Departamento Agrario hasta que les resolvieron que sí les iban a dar el ejido.
Eliseo González (1919) 102
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Dijeron que les pusieron fecha que vinieran para que con ellos se viniera el ingeniero que les iba a señalar el ejido que iba a ser de Chinameca. Ya se llegó el día, fueron a Cuernavaca y ya se vino el ingeniero con ellos y ya les fue a señalar allá sobre el cerro, de dónde a dónde iba a ser de Chinameca. Entonces ya está Chinameca con el ejido que el gobierno le señaló por medio del ingeniero.
Eliseo González (1919)
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Midiendo tierras, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 30 x 20 cm.
Son unos señores que están midiendo las tierras y escribiendo para repartir las tierras. Atrás está la milpa creciendo y más atrás hay árboles.
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Contaba que cuando se firmaron los Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Repartición de tierras, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 40 x 30 cm.
papeles de que les iban a dar terrenos, pues mucha gente de la certeza que les habían dado, mucha gente decía que hasta como que era imposible de creer.
Dibujé al pueblo y a un señor que estaba entregando los
Se sintieron con libertad y hasta fiesta
papeles de las tierras para que se supiera cuál era la tierra de
hicieron.
cada quién. Los hombres están contentos porque la guerra terminó y ya tienen la repartición de tierras.
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Teresita Martínez Barreto (1968)
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Pero de ahí pues; ¡qué bonito ! Porque empezaron a trabajar las tierras los señores con libertad; ¡qué bonito! Porque había mucha abundancia, había mucha agua, mucha cosecha, pero no tenía mercado para vender.
Claudio Morales Mendoza (1954)
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Entregando tierras, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 23.5 x 19 cm.
Dibujé como un escenario donde están unos señores firmando para la repartición de las tierras y el pueblo está ahí junto, alegrado, celebrando porque ya se van a entregar las tierras. Esto fue cuando acabó la revolución.
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El gobierno en ese entonces organizó las defensas rurales para acabar con el abigeato, y darle así tranquilidad a los pueblos. Entonces hizo un decreto donde se organizaba a las comunidades, a los campesinos, a los vecinos que quisieron, en defensas rurales. Chinameca estaba incomunicada entonces, no había carreteras más que puras brechas. Aquí por ejemplo no había puente, no había carretera, era una comunidad olvidada, aislada, de tal suerte que para ir a Cuautla de aquí, tenía uno que ir a Huichila para tomar el tren que pasaba a Puebla. Venía de Puebla a la una de la tarde, ahí lo abordábamos y nos íbamos a Cuautla, a estas horas ya estamos en Cuautla comprando y apurándole, porque el otro día a las 11 había que regresar otra vez en el tren que venía para Puebla, y ahí nos esperaban, porque en ese tiempo yo era un niño aunque iba a Cuautla a comprar con mi papá o alguien, ese era la forma en que vivíamos aquí. En las aguas llovía y llovía bastante, de tal suerte que a veces aquí no llovía, se nublaba, pero en el volcán allá en la sierra olvídense, tronaba y a lueguito está el río crecido, una creciente que dilataba 3 ó 4 días y no podíamos pasar ni a caballo, entonces había que pasar en una hamaca de alambres, tejida con bejuco, con madera. Lucía Cristal Ramírez Reyeros (12 años) Nuestra tierra, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 40 x 30 cm.
Francisco Pliego Nava (1936)
Traté de representar que las personas no tenían fronteras, eran libres. Tenían sus cultivos, las señoras iban a darle de comer a sus esposos. Las gentes criaban sus animales.
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Los revolucionarios en su mayoría tenían la impresión de que los enemigos de ellos eran las cañas y estaban totalmente equivocados. Cuando fue presidente Lázaro Cárdenas, él pensó en echar andar aquí la industria azucarera. Vino aquí a hablar con los vecinos, los viejos de Chinameca, a decirles su propósito, su proyecto, y se le negaron, le dijeron que no. Todavía se podía echar andar este ingenio de Chinameca, él venía con esa idea, pero le dijeron que no, que mejor les diera otra cosa.
- “Se puede saber porqué no quieren”, preguntó.
- Porque ya nos decía el general que no pasarían 30 años, cuando ya
otra vez veríamos estos campos sembrados de caña.
- Pues se los dijo con toda la razón.
- Pero oiga, pues usted es amigo de Zapata, amigo de la Revolución,
amigo de nosotros y cómo nos dice usted, cómo nos viene a proponer usted que sembremos caña. Jordan Uroza Tenango (13 años) Arando la tierra, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 25 x 20.2 cm.
- Es que deben de entender que la caña no era nuestro enemigo,
nuestro enemigo eran los españoles, no la caña. La caña es negocio y por eso la sembraban ellos. Zapata dijo alguna vez que al término de la Revolución iba a tratar de echar andar todos los ingenios, ya no como particulares sino como
Representé como era antes, ahorita ya no hay muchos arados así como el que pinté. Con esos araban antes la tierra, los campesinos trabajaban a pura yunta, ahora ya nada más con
cooperativas, que fueran de los revolucionarios, que fueran de los campesinos, obreros y empleados, para que las utilidades se quedaran en ustedes.
Francisco Pliego Nava (1936)
tractores. Antes era mejor. Yo tuve la imagen porque mi abuelito tiene una yunta y me llevaba. Mi abuelito me decía que antes era mejor arar con la yunta. El campo es importante porque nos da de comer y porque las tierras se pelearon y ganaron con sangre.
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Después de la revolución las personas se quedaron a repartir las tierras aquí. Por Zapata tienen su tierra y ya nadie tiene que trabajar como esclavos para otros. Les entregaron la tierra a los campesinos y cambió la vida de las personas. Entonces se vestían con sombreros de palma y sacaban a pasear a sus animales al campo. Ahora son pocos los que usan la yunta para trabajar la tierra.
Mi papá me pasó los derechos de la tierra cuando yo tenía quince años, por eso sabía que la tierra iba a ser mía. Mi papá todavía vivió más años. Cuando yo tenía veintidós mi papá enfermó, que fue en el año treinta y cinco, entonces yo tenía 17 años y mi papá enfermó y ya entonces me volvió a repetir:
-Mira hijo, tú sabes que siempre hemos sido pobres, nunca hemos tenido
dinero. Si yo tuviera dinero, te lo dejaría, pero después tú te lo acabarías. Pero te voy a dejar otra cosa que nunca te la vas acabar, que es mi parcela. Esa parcela cuando Yo muera, ya tú te encargas de trabajarla, porque yo pues ya estoy en camino que muy pronto me iré. Alondra Tenango Portugal (17 años) La tierra es del campesino, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 30 x 40 cm.
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Entonces mi papá falleció el día dos del año treinta y cinco. En ese año
murió, el segundo día del año.
Eliseo González (1919) 115
Diana Ramírez Reyeros (14 años) Un pueblo sin esclavitud, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 40 x 30 cm.
Imaginé mi pueblo de Chinameca cuando ya había terminado la revolución y se habían repartido las tierras. En ese momento ya vivían más tranquilos después de la lucha revolucionaria. Cada quien tenía su tierra y pues aquí pinté un señor que está trabajando su tierra. Pinté casas y un zócalo. Su vida era más tranquila, sin miedo, y tenían su tierra que ya la podían trabajar, ya no tenían que ser esclavos. Todo eso lo lograron luchando con Emiliano Zapata. Ahí está un señor tocando las campanas para que vayan a misa, hay dos señores que van a la iglesia y un señor que está sentado en la banca para descansar; hay una señora que va en el camino al campo a dejarle a su esposo de comer. En el árbol hay un bule con agua y al pie está un machete para que el señor se pueda defender y para que trabaje. Al lado derecho está la Piedra Encimada y un De la mitad para acá estaba baldío, era huizachera. Entonces llovía mucho
señor viendo desde allá arriba para el pueblo. Tomé la imagen
y todo esto bañaba y llenaba la barranca, ahora pues ya casi no crece la
desde la ventana de arriba del taller de pintura en el casco de la
barranca. Pura lluvia y poco, poca lluvia porque ahora uno va al cerro y está
hacienda, desde ahí veía todo el pueblo y lo imaginé cómo era
seco. En aquel tiempo íbamos al cerro y estaba llorando en el camino, agua azulita en las barranquillas, igual había bastante lluvia diario, no como ahora
antes.
que solamente cuando el huracán llueve, llovizna nomás, luego se quita. Ahora vamos al cerro y casi se están secando los manantiales, se están secando.
Felipe Vázquez Torres (1930) 116
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Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Cultivando la tierra con alegría, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 20 x 30 cm.
Esta pintura se llama Cultivando la tierra con alegría. Aquí se representa cuando las personas ya tenían sus tierras y empezaban a cultivar sus alimentos. Estaban los señores arreglando las tierras y una señora les daba de comer. Ese otro parado en una piedra los está organizando en el ejido, para que usen la tierra y la siembren.
Salía uno de la casa a la chamba, entonces la mujer hacia la comida y le llevaba al campo el lonche, y así era la cosa. Se iba toda la familia, se iba uno a vivir allá, con todo y señora, se iba toda la familia, los que tuvieran pues.
Juan Morales Lira (1933) 118
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Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) La cultivación, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 20 x 30 cm.
Son dos señores y cada uno tiene su tierra. En un terreno tienen trigo y en el otro pastizal. Hay un árbol de manzanas. Mi pintura es como para enseñar la cultivación.
Nosotros íbamos que donde dicen Palo Blanco, allá se iba toda la gente empezando abril, mayo. Nos íbamos a caballo, con gallinas, con marranos, con todo. Entonces eran las camas de otate, esas camas se llevaban. Ponían allá las cuatro patas como si fueran horquetas, se labraban palos de horqueta a horqueta y encima ponían los otates y después tendían el petate y a dormir, y el pabellón por los alacranes, y ya ahí los niños en la cama y los viejos abajo. Allí pasábamos el temporal desde mayo, junio, julio, agosto. Cuando se acababa de darle despacho nos veníamos. Cuando la persona que ya había acabado de darle, se echaba un puño de cuetes, empezaban a echar porque ya habían terminado y decía el otro:
- No, el otro ya acabó y nosotros nos vamos a quedar.
Le metíamos a trabajar para que ya acabando, era la acabada. Hacían ta-
males de mole verde porque era la acabada, entre unos y otros se ayudaban. El que ya iba acabando iba a ayudar al otro. Nomás por irle a ayudar le daban la acabada que era mole verde y tamales. Y órale, ya se acabó, ahora sí ya nos veníamos. Llegándose octubre, noviembre, diciembre, vámonos a piscar allá. Llegaban puños de oaxaquitos, eso se metían a piscar entonces, esos piscaban y ya uno les daba de comer a todos los que iban a piscar, como unos seis o a lo mejor ocho.
Juana Morales Vázquez (1952) 120
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Nos íbamos cuando empezaba el temporal. Nos íbamos a Palo Blanco para el temporal. Antes había fecha, que tal día se rompe, se abren las siembras de temporal. Entonces teníamos que irnos a preparar el terreno, pero antes de que hiciera la presa. Se hacían casitas provisionales para irse a vivir allá. Entonces trabajábamos allá en poner las siembras. Terminábamos de cultivar la milpa y ya nos veníamos. Nos íbamos otra vez ya en cosechas. Algunos iban y venían, pero otros nos íbamos, hacíamos casitas de palma, otras de zacate y así, como siempre, allá vivíamos, sufríamos pero pues si levantábamos cosecha.
Bonifacio Medrano Quevedo (1950)
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Al último ya, porque ve que son dos beneficios, que nombramos dos arados, el último que es despacho de tierra, allí se acostumbraba que cuando uno terminaba le iba ayudar al otro que ya iba a terminar, entonces también ese terminaban y ya eran dos, iban ayudarle a otra persona, entonces era bonito, porque ya se acababa, mucha unión, unidos, y pues terminando se acostumbraban echar cuetes, hacer una comida, los moles verde, mole rojo, y pues a convivir, a comer todos. Eran bonitas, me acuerdo que era bonito entonces el temporal allá en Palo Blanco, porque aquí no se dio esa unión, en Palo Blanco sí.
Bonifacio Medrano Quevedo (1950)
Alondra Tenango Portugal (17 años) La yunta de mi tío, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
Pinté cómo trabajan las personas de esta comunidad, como llevan la yunta al campo. Esta es la de mi tío, está trabajando en la yunta lo que siembran las personas. Aquí hay muchas personas que todavía usan la yunta en el cerro, casi no usan los carros, trabajan con la yunta en las laderas.
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Allá en Palo Blanco no había luz, en ese tiempo todavía allá no se conocía la luz, allá puro el mentado candil, velas, el quinqué, el mentado quinqué es lo que se acostumbraba allá. Algunos se iban allí donde pasaba la vía del tren, salía uno a esa vía a platicar, a charlar. Unos a platicar, a jugar baraja, otros jueguitos, a platicar los señores, a bajar la cena. Después ya venía el sueño y a dormir a sus casas, a dormir y al otro día temprano a lo mismo. Entonces no había tractores, si había pero pocos, eran yuntas de bueyes y con eso es como trabajamos las parcelas, con las yuntas de bueyes.
Bonifacio Medrano Quevedo (1950)
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Dos señores jalando un caballo brioso, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 25 x 20.2 cm.
Es un corral donde dos señores están jalando un caballo que es muy brioso y lo quieren llevar para amansarlo.
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Jessica Reynoso Reyeros (9 años) Un señor y sus vacas, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 25 x 20.2 cm.
En esta pintura hice a un señor que va con sus vacas en el cerro, pasa por donde hay un árbol y arbustos. Las vacas lo van siguiendo porque van a bajar a tomar agua.
Se iba uno de aquí. Ahí va uno con el arado, con los bueyes y las chivas para quedarse. Hacía uno casitas allá y así se iba a establecer, a trabajar cuando venía la siembra. Sembraba uno, le daba uno a la milpa y la sacaba uno del despacho. Ya se venía uno y otro se queda allá. Ansina se fue quedando la gente y ya después se hizo rancho allá en Palo Blanco.
Juan Morales Lira (1933)
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Nos quedábamos allá dos meses a vivir. Estábamos contentos allá, felices en el campo, el apancle lleno de agua. Bajaba yo a lavar los trastes al apancle, allí cerquita del terreno estaba el apantle con harta agua, estaba limpia el agua de ahí. Tomábamos y acarreábamos de un pocito. Estaban dos pocitos así, estaba el agua bien clarita. Esa la acarreábamos para tomar.
Inocente Sánchez (1939)
Jessica Reynoso Reyeros (9 años) Un señor cuidando sus vacas, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 25 x 20.2 cm.
Allí hay un señor en el campo, a lado de su siembra, cuidando sus vacas que están comiendo y para que no se metan a la milpa. Está recargado en el árbol a un lado del sembradío cuidando a sus vacas y a la milpa.
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Iba yo con todas las cosas. En un caballo cargábamos todo, cargábamos maíz, lo que se entiende todo de comer, envasaba en bolsas, en cubetas y ya lo llevaba, lo amarraban a la silla del caballo y ahí nos llevábamos todo. Allá vivíamos, ahí tenía yo mi pretil, me ayudaban los hombres a hacer un pretil de piedra.
Me acuerdo de cuando iba, de cuando la zorra se llevaba mis guajolotes,
el coyote ya se lo llevaba y que le echo la perra y yo que salgo corriendo, que le echo la perra y que se lo quita, se lo quitó al coyote la perra, se la eché y se le pegó y se lo quitó. Ya fui a traerlo, estaba lloviznando, estaba lloviznando y ya que lo amarro debajo de la camita, allí junto a la cama, digo: ¿Si va venir, a ver si se lo lleva?
Llevaban unas hamaquitas que hacían de bejuco, que ya no se usan
ahora. En algunos lugares si se hacen hamaquitas de bejuco, les ponen su mecatito y un zarapito. De un lado tienes el comal y ahí con un mecate le Alondra Tenango Portugal (17 años) Cocineras en tiempo pasados, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm
daba sus meciditas. Yo echando tortilla porque ya era hora de comer y al chamaco le daba yo sus mecidotas; por acá le jalaba con la reata y echando tortillas hasta la vez. Hacíamos así, quedé acostumbrada. Ahorita si no prendo mi comal siento como que no, busco el comal para las tortillas, lo busco, ahí lo tengo, por ahí, ahí lo tengo.
El guaje también nos iban a vender de Huichila, de Zacapalco. Llevaban
Pinté la vida que llevaban las mujeres antes. Tenían que
su canasto las señoras con guaje blanco. También lo hacíamos allá en el
aplastar el maíz con su metate, temporadas vivían en el campo,
campo, en salsa de puerco, bien sabroso que sale, bueno a mí me gusta. El
ponían su cocina sobre piedras. Ahora ya cambió la vida, ya se
chilito lo ponía yo a asar, verdes los ponía yo a asar. Allá no había licuadora,
modernizó todo, ya nadie guisa en el fogón.
no teníamos luz. Se alumbraba adentro y afuera con un candilote de petróleo. Era un bote y le hacía yo tiras de trapos para mecha y así prendía. Tenía pretil con tlecuil de cocina para calentar y cenar, hacer las tortillas. La salsa de guaje la hacía yo así, asaba los guajes en un sartén, asaditos ya
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se muelen con los chiles. Ya tenía yo la carne frita y si tenía harta grasa le quitaba para que no tuviera mucho. Ya tenía el chile molido y ya se lo echaba. Echaba una ramitas de cilantro y así guiso, todavía guiso así. .
Inocente Sánchez (1939)
Nos arrimaban tejón, marrano jabalín. El tejón nos lo comíamos enchilado. El marrano jabalín lo tasajeaba con chile y con vinagre, tendía la carne y teníamos harta carne. Le gustaba así a mi abuelo, matando animales. Tenía unos perros, tenía cuatro perros, así que andaba con ellos y así hallaba marranos jabalines. Venía con su morral relleno de güilotas y eso comíamos o las iguanas, todo eso comíamos. Guayabas también, bonetes, mi abuelito iba a traer los bonetes, ciruelitas tiernitas y hasta que estaban maduras también. Eso comíamos, hacía mi mamá tremole, carne asada enchiladita de tejón. Está bien sabrosa y ahora ya ni siquiera se ven los tejones.
Mercedes Montes Hernández (1927)
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Este señor va por el camino, con su caballo que va llevando zacate para que las vacas tengan pastura de comer. Por donde van, hay un árbol y al lado está un sembradío.
Permanecíamos allá, teníamos que esperar, esperábamos al último para venir, que ya todos acabaran. Algunos eran curiosos, compraban unas pastillas antialacrán y esas eran como auxiliar mientras de que llegaban a un doctor, porque no se confiaban en las pastillas. Iban a Chinameca o a Huichila, ahí éramos atendidos. Luego daba sarampión ahí en el campamento, o la viruela. Pues nos llevaban así a caballo a ver los doctores, apurados. Unos ya empezaban a tener una camioneta viejita, a veces nos auxiliaban a llevarnos. A mí una vez me dio un dolor tremendo en el estómago y ya estaba yo grandecito, me trajo en el caballo mi papá, adelante en la silla, y llegué muriéndome. Se sufría de allá, eran casi dos horas de camino.
Jessica Reynoso Reyeros (9 años) Un señor con su caballo llevando zacate, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 25 x 20.2 cm.
Bonifacio Medrano Quevedo (1950) 136
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Diana Ramírez Reyeros (14 años) Mi papá en el campo regando la tierra, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 25 x 20.2 cm.
Pinté a mi papá porque aquí tiene un pedazo de tierra y entonces a veces se va y yo también voy con él. Espera que caiga el agua y abre los canales de riego para que escurra toda el agua, y entonces con una pala acomoda para que se riegue todo. Mi papá es parte de la comunidad. Al fondo se ven las casas de Chinameca y también sus siembras. Él está sembrando zacate para sus animales, aunque aquí en la pintura no salen, pero lo que más me gusta es darle de comer a los animales.
En Palo Blanco si se hacía eso, era de cada año en Palo Blanco, pero aquí ya no, ya no se hacía eso. Yo estaba chamaco pero me acuerdo bien de eso, así de chamaco me enseñaron arriar la yunta, a mí siempre me gustó de yuntero, le agarraba la yunta y vamos a echarle surco, en lo mío y en lo del otro, del vecino y todo. Pues acabando todos nos veníamos. Aquí no era lo mismo, ya no era lo mismo, pero allá si todos ayudábamos, unos con otros hasta terminar el último.
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Bonifacio Medrano Quevedo (1950)
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La visión infantil hoy familia, territorio y naturaleza QUINTA PARTE
El Centro Campesino de Autogestión Cultural de Chinameca (CeCACul), cuyo establecimiento arrancó hace menos de tres años, tiene el propósito declarado de servir como caja de resonancia para el reencuentro y fortalecimiento de la identidad cultural comunitaria de los pobladores de Chinameca, empleando el modelo propuesto por Escuelas Campesinas: Acción participativa, corresponsabilidad, solidaridad, sustentabilidad, autogestión, fortalecimiento de la identidad y el patrimonio cultural. Bajo esa lógica y entre otras actividades que ahí se promueven en el ámbito cultural y productivo, están los talleres de pintura infantil, a través de los cuales se busca potenciar y estimular la creatividad de los participantes, recreando la historia social de la comunidad. Para ello es que los talleres de pintura procuraron que los asistentes se familiarizan con los materiales y herramientas que se les proporcionaban, evitando en todo momento que el desarrollo de destrezas técnicas quedaran subordinados a clases de dibujo, las que 140
con frecuencia suelen inhibir el ánimo
la identidad cultural e histórica, el
lúdico y creativo de los niños.
trabajo cooperativo y la solidaridad comunitaria.
En ese sentido es que se
fomentó que los participantes de
los talleres generaran sus propios
siguiendo los postulados de Escuelas
códigos gráficos y cromáticos,
Campesinas, se acordó con los
eventualmente, y al margen de la
participantes que paralelamente
temática con se convocaba a los
al desarrollo de los talleres, se
concursos; se proponía que los
convocase a concurso, engarzando
infantes buscasen entre los mayores
convocatorias y temáticas con
de su familia, testimonios heredados
fechas históricamente significativas
por tradición oral, y que fuesen tan
para la comunidad, programándose
significativos como estimulantes
las relativas al aniversario luctuoso
a su imaginación, siempre en la
de Zapata (10 de abril), el natalicio
búsqueda de una expresión local que
del líder agrario (agosto 8) y la
proyectara las particularidades de la
dotación ejidal (noviembre 23). Las
Al tenor de lo anterior, y
historia comunitaria y vida campesina temáticas subsecuentes deberían de de la localidad.
estimular procesos de conocimiento del territorio natural y cultural
Dicho de otra manera, los
talleres han buscado funcionar como
que caracterizan el patrimonio comunitario.
un espacio lúdico para estimular la imaginación y creatividad de los
niños y jóvenes, al mismo tiempo
dos primeros concursos gravitaron
que les familiariza con materiales y
entorno a la imagen de Zapata,
herramientas. Se busca compartir
lo que en el caso de Chinameca
con los asistentes un conjunto de
no podría ser de otra manera. El
principios y valores para fortalecer
primero alrededor de su muerte y el
Como se habrá advertido, los
141
segundo sobre su natalicio. En ambos
se incubó y encarnó en Zapata el
retribuyendo económicamente a los
de su propia comunidad, propiciando
casos, la temática desató entre los
paradigma por antonomasia, síntesis
autores, fuesen ganadores de alguno
dinámicas de comunicación entre
menores de edad un proceso creativo
de la aspiración del campesinado que
de los primeros premios o de las
distintas generaciones, es decir
muy interesante, ya que los jóvenes
reclamaba justicia agraria, resumida
menciones honoríficas que otorgó el
provocar que padres, abuelos, hijos
pintores para hacer su trabajo
en el emblemático grito de Tierra y
jurado. De todas ellas, varias fueron
y nietos hablen de su experiencia,
debieron imaginarse al lado o en el
Libertad.
seleccionadas y forman parte de
recuperando narrativas y testimonios
las primeras cuatro partes de esta
de quienes vivieron o heredaron
publicación.
éstos de boca de quienes lucharon
lugar de Zapata, por eso es que vemos a Zapata luchando, convocando al
movimiento libertario, jugando de
dos primeros concursos no pudo ser
niño como cualquier otro infante,
otro que el que recreaba el reparto
La extensión natural de esos
por la tierra con armas en mano.
En el caso de las obras que se
En el cuarto concurso el énfasis
convertido en un ser humano de carne agrario y la dotación del ejido de
muestran en el siguiente apartado,
fue puesto en la forma en que la
y hueso, uno como cualquiera pero
Chinameca, sus avatares de inicio
éstas formaron parte del Cuarto
comunidad se relaciona y aprovecha
imbuido de convicciones, inserto en
para rehabilitar los terrenos después
Concurso de Arte Popular de
el medio ambiente, particularmente
el paisaje, prometiéndose a sí mismo
de la cruenta lucha, los problemas
Chinameca, que fue convocada para
la fauna y flora de su territorio ejidal,
luchar por la tierra, o imaginado en
de la organización, el aislamiento y
menores de edad en abril del 2017.
de manera que fue convocado bajo
sus años de líder guerrillero azuzando
los gestos solidarios del trabajo en el
Como en los concursos anteriores,
el título de: “Historia de plantas y
a su gente a la batalla o disfrutando
campo de Palo Blanco. La historia del
la idea subyacente fue enlazar a los
animales de Chinameca”.
los placeres de un paraíso soñado.
ejido se prolonga por décadas, tanto
niños y adolescentes con la historia
que hace poco se conmemoraron
Este juego creativo, imaginar
90 años de la dotación inicial, sin
al personaje, apropiarse del modelo,
embargo el recuento que hacemos no
descubrirlo y reinventarlo, es un
es exhaustivo y ya habrá oportunidad
proceso fundamental en la formación para detallar lo que hoy se omite. de los niños y jóvenes, por eso es que
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debemos fomentar que nuestros
niños, adolescentes y jóvenes, vayan
a la temática de las tres primeras
al encuentro, al descubrimiento de
convocatorias es que se pudo integrar
nuestros mejores modelos históricos,
como acervo propio del CeCACul
y hay que decir que aquí en Morelos
un número significativo de obras,
En cualquier caso y gracias
143
Que los menores de edad
Para los infantes que han
recuperen de sus mayores la historia
participado en el Taller de Pintando
de su propia comunidad y la forma en
historias de mi comunidad, conocer
que se relacionan con la naturaleza,
su propia historia les ha permitido
con su medio, es fundamental para
recrearla; dinĂĄmica que hemos
estimular el arraigo y el amor por el
intentado estimular y que en este
territorio, su tradiciĂłn y cultura, la
libro sintetizamos como experiencia
que se nutre primero en el espacio
para compartir, al exponer la historia
familiar.
de Chinameca tal cual como los niĂąos la han imaginado, a partir de lo que sus abuelos les han platicado
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Jessica Reynoso Reyeros (10 años)
Niño ayudando a su papá en el trabajo, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 30 x 25 cm.
Un niño aprendiendo de su papá a trabajar en sus tierras. Aquí está regando las semillas para que nazca la siembra. Atrás está su padre viendo que lo haga bien, porque él le enseña a trabajar.
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Lucía Cristal Ramírez Reyeros (12 años) Chamacos tirándole a un panal, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 30 x 25 cm.
Pinté a un niño jugando con otro niño. Estaban tirando piedras a un panal en el campo, tirándole piedras con una resortera.
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Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) El niño mata al garrobo, 2017 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
Aquí pinté dos niños tirándole piedras a un garrobo, hay un bule al lado derecho del niño y un morral. Hice unas telarañas colgando del árbol. El bule de agua lo llevan los niños cuando van al campo, porque llevan agua para tomar o se lo llevan a los papás que están trabajando.
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Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) La vaca, 2017 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
Allí está un niño que le fue a llevar a dejar de comer a las vacas. A un lado del niño hay unas matas de maíz y del otro lado un nopal.
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Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) Mi pueblo de Chinameca, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 30 x 20 cm.
Dibujé el pueblo de Chinameca con una iglesia, una panadería y casas. Al lado de la casa hay vacas y otros animales. Está un señor ahí acostado en el piso, está descansado porque ya trabajó.
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Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) La casita de adobe y la troja, 2017 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
Hice una casa de adobe con un marranito afuera. Está un niño sentado en un banco afuera cuidando al marranito; también puse una troja que adentro guarda maíz.
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Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años)
Mi papá hace pochote, 2015 Acrílico sobre MDF 6mm, 30 x 25 cm.
Pinté a mi papá haciendo una figura de pochote. En una mano tiene a un señor que lo está haciendo y en la otra un arbusto. Está en la puerta de mi casa, porque ahí es donde hace sus figuras de pochote.
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Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) La carreta, 2016 Acrílico sobre MDF 9mm, 30 x 20.3 cm.
Esta es una carreta de cuando existía Zapata. Ahora ya no hay carretas. Así es como me la imaginé que eran.
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Jessica Reynoso Reyeros (10 años)
Mi papá va al cerro en su mula, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 25 x 20.2 cm.
Es mi abuelito en la calle, va en su mula a trabajar al cerro. Dibujé también las casas que hay en la salida del pueblo. Ahí iba mi abuelito con un morral que lleva su comida y va al cerro a trabajar.
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Alondra Tenango Portugal (17 años) La granja de mi pueblo, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 40 x 30 cm.
Hay variedad de animales en mi pueblo. A la gente de aquí le gustan mucho los gallos, las vacas, los marranos, los borregos, crían gallinas, aquí hay muchos animales. Aquí les gustan mucho los gallos de pelea.
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Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años)
La gallina y su pollito, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 25 x 20.2 cm.
Es una gallina que está en el pasto con su pollito, van hacia su nido.
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Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Los guajolotes comiendo maíz, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 25 x 20 cm.
Yo nada más quería pintar unos guajolotes que están comiendo maíz debajo de un árbol.
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Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años)
El corral, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 25 x 20.2 cm.
Los animales están en el corral comiendo. Hay dos caballos y una vaca, una gallina con sus pollitos. Así es un corral donde están juntos algunos animales.
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Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Mi salón de clases, 2015 Acrílico sobre MDF 6mm, 24.8 x 20 cm.
Este fue mi primer cuadro. Es mi salón de clase. Quería que se viera cómo nos enseñan, que vean cómo es un salón, cómo estamos estudiando, que se vea lo importante de estudiar.
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Esdray Tenango Vera (14 años)
Asustando de caer, 2015 Acrílico sobre MDF 6mm, 24.8 x 20.2 cm.
Yo me imaginé algún suceso que había pasado en mi vida y me acordé de una niña en la secundaria que dio un tropiezo. La pinté cuando está a punto de caerse y quise representar la expresión de cómo va cayendo, con su cara de susto y asombro.
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Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) La rana de los muñecos, 2015 Acrílico sobre MDF 6mm, 20.2 x 24.8. CeCACul-PACh-UACh cm.
Este es un dibujo de la rana que está pintada en la Barranca de los muñecos. En la barranca hay unas peñas grandotas y tienes que subir a una de sus orillas para encontrar las peñas donde hay muchos dibujos antiguos y entre esos está la que digo que parece una rana.
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Vanessa Reyeros Encizo (15 años)
Vegetación de mi comunidad y el alimento de los zopilotes, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 40 x 30 cm.
En esta pintura quise presentar un paisaje del cerro de Chinameca. Pinté un cuautecomate, un órgano y en el cielo hay unos zopilotes. Hay también un venado muerto que se lo están comiendo los zopilotes. Hay también una persona que ahí está sentada junto al árbol.
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Jessica Reynoso Reyeros (11 años) En el atardecer, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 23.5 x 19 cm.
Es un atardecer con un señor que va cazando conejos y ya trae uno en la mano. Se ve que están quemando las cañas. También hay unas vacas y hay un señor cuidando sus vacas y cazando. Hay ardillas y árboles. Hay un caballo y también iguanas. Hay pájaros volando.
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Jessica Reynoso Reyeros (11 años) Las maravillas del campo, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 40 x 30 cm.
Este cuadro se trata de un campo con un árbol de pochote y un tronco tirado de cazahuate con sus hongos que les decimos orejas, de los hongos que se comen. Hay también unos animales del campo, hay una víbora, una iguana, un garrobo, alacranes, una araña y abejas. Hay un venado al fondo, lejos caballos también y al fondo también hay una siembra.
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Karla Tenango Reyeros (6 años) Árbol de bonete, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 40 x 30 cm.
Este es un bonete y está colgando su fruta. Ahí está un conejito y hay pájaros. Una urraca está arriba parada en el árbol y un panal de avispas.
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Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) El amate y animales de mi comunidad, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 40 x 30 cm.
En mi comunidad hay muchos animales. En mi cuadro está un venado, también puse una serpiente en el amate y un panal. Sobre la piedra hay una zorra y en la otra está una lagartija.
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Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) El venado en primavera, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 25 x 20 cm.
Este es un venado en el cerro que está comiendo hojas de un árbol. Como es la primavera todo está verde.
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Jessica Reynoso Reyeros (11 años) Bella noche, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 23.5 x 19 cm.
Es la noche con la luna llena en el monte. Los coyotes están aullando arriba del cerro. En la parte de abajo andan los venados y ahí andan los cazadores buscando. También dibujé unos murciélagos volando y el cielo está lleno de estrellas.
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Lucía Cristal Ramírez Reyeros (12 años) La leyenda del viejito del hacha, 2017 Acrílico sobre MDF 6mm, 23.5 x 19 cm.
Este cuadro trata de la leyenda del viejito del hacha. Hay unos árboles de cazahuate donde los venados van a comer sus flores. En la parte de atrás está un señor que va a cazar a los venados y está trepado en el árbol escondido para sorprender al venado cuando llega a comer flores. Pero abajo del árbol está un viejito cortando el árbol para que el señor no mate los venados. Es como un aparecido, porque es un venado que los señores lo ven como un viejito que está cortando los árboles, y se asustan, les mete miedo y ya no cazan. El viejito nunca termina de cortar el árbol, es nada más como si los espantara.
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Octavio Gutiérrez Quiñones (6 años) Un tren caminando, 2016 Acrílico sobre MDF 6mm, 24.8 x 20.2 cm.
Pinté un tren, una locomotora que está marchando, pero a mí me parece que está quieta. Le puse esos colores porque me gustan. Me llaman la atención los trenes porque son rápidos y sacan un humo y pueden jalar muchas cosas. Nunca he visto los trenes, pero los he visto por Internet. Mi abuelita Ventura me invitó a venir al taller, le dije que qué hacían allí, me dijo que pintaban cuadros y entonces vine con ella.
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Entrevistas con informantes Luis Gerardo Morett Alatorre Patricia Muñoz Sánchez Juan José Flores Verduzco
Transcripciones
Luis Gerardo Morett Alatorre Patricia Muñoz Sánchez
RELACIÓN DE INFORMANTES PRIMERA PARTE Rubelio Galván Leyva (1953) Francisco Pliego Nava (1936) Magdaleno Peña Leiva (1918) Tránsito Morales Castrejón (1927) Pedro Enciso Rojas (1931) Áurea Gadea Perdomo (1950) Aarón Tenango Noguerón (1954) Juan Morales Lira (1933) SEGUNDA PARTE Tránsito Morales Castrejón (1927) Juana Morales Vázquez (1952) Emilia Vázquez Torres (1929) Mercedes Montes Hernández (1927) Áurea Gadea Perdomo (1950) Aarón Tenango Noguerón (1954) Magdaleno Peña Leiva (1918) TERCERA PARTE Magdaleno Peña Leiva (1918) Rubelio Galván Leyva (1953) Ismael Tenango Domínguez (1982) Magdiel Antúnez Noguerón (1937) Juan Morales Lira (1933) Tránsito Morales Castrejón (1927) Juan Morales Lira (1933)
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Teresita Martínez Barreto (1968) Áurea Gadea Perdomo (1950) Francisco Pliego Nava (1936) Eliseo González (1919) Guillermo Araiza Acevedo (1933) Bonifacio Medrano Quevedo (1950) Eli Sánchez Núñez (1964) Aarón Tenango Noguerón (1954) CUARTA PARTE Moisés Ramírez Lira (1931) Aarón Tenango Noguerón (1954) Juan Morales Lira (1933) Rubelio Galván Leyva (1953) Francisco Pliego Nava (1936) Eliseo González (1919) Teresita Martínez Barreto (1968) Claudio Morales Mendoza (1954) Felipe Vázquez Torres (1930) Juana Morales Vázquez (1952) Bonifacio Medrano Quevedo (1950) Inocente Sánchez (1939) Mercedes Montes Hernández (1927)
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INDICE PRIMERA PARTE
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) La vida junto al río, 2016
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Vanessa Reyeros Encizo (15 años) Estancia en el tiempo pasado, 2016
26
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (12 años) Emiliano Zapata: Cuando sea grande lucharé por ésta y muchas tierras más, 2016
28
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) La construcción de la Hacienda de San Juan Chinameca, 2017
30
Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) El molino de azúcar, 2017
32
Adolfo Reyeros Reyeros (12 años) La tienda de raya, 2016
34
Vanessa Reyeros Encizo (15 años) Tierra y Libertad. La tierra es de quienes la trabajan, 2016
36
SEGUNDA PARTE
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) La Revolución comienza, 2016
46
Jessica Reynoso Reyeros (11 años) La Hacienda en llamas, 2017
48
Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) La adelita y Zapata, 2016
50
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Una señora hace tortillas y va a la Revolución, 2016
52
Diana Ramírez Reyeros (14 años) Zapata tumba el portón, 2017
54
Vanessa Reyeros Encizo (15 años) La muerte del capataz, 2017
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199
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Mujer revolucionaria, 2016
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CUARTA PARTE 100
62
Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) La bandera, 2016 Diana Ramírez Reyeros (14 años) El revolucionario, 2016
102
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Zapata y Otilio Montaño y los indios, 2016 Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Victoria revolucionaria mexicana, 2016
TERCERA PARTE
Adolfo Reyeros Encizo (12 años) Zapata vive, la lucha sigue, 2016
96
Vanessa Reyeros Encizo (14 años) Repartición de tierras. Emiliano Zapata, 2016
70
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Midiendo tierras, 2016
104
Diana Ramírez Reyeros (14 años) Jaripeo revolucionario. Emiliano Zapata, 2016
72
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Repartición de tierras, 2016
106
Yaneth Reyeros Enciso (9 años) Revolución de la luna, 2016
74
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Entregando tierras, 2016
108
Vanessa Reyeros Encizo (14 años) Guerra revolucionaria de Ayala, 2016
76
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (12 años) Nuestra tierra, 2016
110
Diana Ramírez Reyeros (14 años) Cena zapatista, 2016
80
Jordan Uroza Tenango (13 años) Arando la tierra, 2016
112
Vanessa Reyeros Encizo (15 años) Noche fría, 2016
82
Alondra Tenango Portugal (17 años) La tierra es del campesino, 2016
114
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Emiliano Zapata, 2016
84
Diana Ramírez Reyeros (14 años) Un pueblo sin esclavitud, 2016
116
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Emiliano Zapata muerto, 2016
86
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Cultivando la tierra con alegría, 2016
118
Paula Belén Cielo Enciso (13 años) Recordando el amor de Emiliano Zapata (Día de muertos), 2016
90
Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) La cultivación, 2016
120
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Emiliano Zapata cabalgando en su caballo, 2016
92
Alondra Tenango Portugal (17 años) La yunta de mi tío, 2016
124
Vanessa Reyeros Encizo (15 años) Amor a las tierras. Emiliano Zapata, 2016
94
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Dos señores jalando un caballo brioso, 2017
126
200
201
Jessica Reynoso Reyeros (9 años) Un señor y sus vacas, 2017
128
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) La gallina y su pollito, 2016
166
Jessica Reynoso Reyeros (9 años) Un señor cuidando sus vacas, 2017
130
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) Los guajolotes comiendo maíz, 2017
168
Alondra Tenango Portugal (17 años) Cocineras en tiempo pasados, 2016
132
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) El corral, 2017
170
Jessica Reynoso Reyeros (9 años) Un señor con su caballo llevando zacate, 2016
136
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Mi salón de clases, 2015
172
Diana Ramírez Reyeros (14 años) Mi papá en el campo regando la tierra, 2016
138
Esdray Tenango Vera (14 años) Asustando de caer, 2015
174
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) La rana de los muñecos, 2015
176
Vanessa Reyeros Encizo (15 años) Vegetación de mi comunidad y el alimento de los zopilotes, 2017
178
Jessica Reynoso Reyeros (11 años) En el atardecer, 2017
180
Jessica Reynoso Reyeros (11 años) Las maravillas del campo, 2017
182
Karla Tenango Reyeros (6 años) Árbol de bonete, 2017
184
Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) El amate y animales de mi comunidad, 2017
186
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (11 años) El venado en primavera, 2017
188
QUINTA PARTE
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Niño ayudando a su papá en el trabajo, 2016
146
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (12 años) Chamacos tirándole a un panal, 2016
148
Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) El niño mata al garrobo, 2017
150
Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) La vaca, 2017
152
Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) Mi pueblo de Chinameca, 2016
154
Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) La casita de adobe y la troja, 2017
156
Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) Mi papá hace pochote, 2015
158
Eymi Jazmín Tenango Reyeros (9 años) La carreta, 2016
160
Jessica Reynoso Reyeros (10 años) Mi papá va al cerro en su mula, 2016
162
Alondra Tenango Portugal (17 años) La granja de mi pueblo, 2017
164
202
Jessica Reynoso Reyeros (11 años) Bella noche, 2017
190
Lucía Cristal Ramírez Reyeros (12 años) La leyenda del viejito del hacha, 2017
192
Octavio Gutiérrez Quiñones (6 años) Un tren caminando, 2016
194
203
Primera EdiciĂłn, Junio 2018. Este libro fue dictaminado bajo la metodologĂa de doble ciego. Correo: isbnchapingo@gmail.com
Esta obra se terminó de imprimir en el mes de Agosto de 2018, en Biarritz 16 int 4 Col. Juárez Delegación Cuauhtémoc, C.P 06600, CDMX
Tiraje de 500 ejemplares