ACR
2019
AMERICAN COLLEGE OF RHEUMATOLOGY ATLANTA, ESTADOS UNIDOS
Todos en familia: Retrato de la Artritis Psoriรกsica y la Espondiloartritis axial
ACR 2019
AMERICAN COLLEGE OF RHEUMATOLOGY ATLANTA, ESTADOS UNIDOS
Análisis y síntesis elaborados por el staff médico de Circle Press a partir de la conferencias presentadas durante el Congreso ACR en Atlanta, Georgia, Estados Unidos
Todos en familia: Retrato de la Artritis Psoriásica y la Espondiloartritis axial Las espondiloartritis (SpA) son un grupo de enfermedades que comparten características clínicas y fisiopatogénicas comunes y presentan fenotipos tanto axiales como periféricos con la posibilidad de superposición fenotípica. Se estima una prevalencia de espondiloartritis axial1 (axSpA) del 0.9% al 1.4% y, si bien no se cuenta con datos específicos de artritis psoriásica (PsA), se estima que del 10% al 30% de los pacientes con psoriasis cutánea (PsO) presentan PsA; y la PsO tiene una prevalencia del 3.2% en los Estados Unidos2. La prevalencia combinada de las espondiloartritis podría hacerlas más prevalentes que la artritis reumatoidea, sin embargo, siguen sin ser tan conocidas. Las espondiloartritis suelen afectar a
adultos jóvenes en el pico de su vida productiva, lo que menoscaba su función física, la capacidad de conseguir empleo y su productividad laboral. Las manifestaciones que distinguen a las SpA son la entesitis y la formación ósea, así como la dactilitis, la psoriasis cutánea, la inflamación ocular y las manifestaciones articulares axiales y periféricas. La fisiopatogenia de las manifestaciones articulares pareciera ser similar entre los distintos subtipos de SpA, aunque existen datos para sostener la noción de que la enfermedad axial y la periférica podrían ser el resultado de mecanismos levemente diferentes.3
Referencias: 1. Reveille JD, et al. Arthritis Care Res (Hoboken). 2012;64:905-10. 2. Mease PJ, et al. J Am Acad Dermatol. 2014;71:649-55. 3. Baeten D, et al. Arthritis Rheum. 2013;65:12-20.
Análisis y síntesis elaborados por el staff médico de Circle Press a partir de la conferencia del Dr. Christopher Ritchlin y el Dr. Iannis Adamopoulos presentada durante el Congreso ACR en Atlanta, Georgia, Estados Unidos
Remodelación inflamatoria del hueso en las espondiloartritis Dr. Christopher Ritchlin Universidad de Rochester, Nueva York, Estados Unidos. Dr. Iannis Adamopoulos Universidad de California, California, Estados Unidos.
La osteoporosis y la osteoartritis pueden enseñarnos respecto a la remodelación ósea en las SpA, que se caracteriza por la aparición simultánea de erosión y proliferación ósea. La osteoporosis se caracteriza por la pérdida de masa ósea y el deterioro de la microarquitectura del hueso y la osteoartritis, por el deterioro articular y la formación de nuevo tejido óseo en forma de osteofitos. Estos trastornos nos han enseñado que la pérdida de masa ósea ocurre por un disbalance entre los osteoblastos y los osteoclastos, que el disbalance entre distintos mediadores puede llevar a la remodelación anormal del hueso y que el crecimiento de los osteofitos se debería a fuerzas mecánicas y a varios mediadores endógenos.1, 2 En pacientes con PsA, la pérdida de masa ósea se debe a remodelación anormal del hueso con una pérdida de hueso trabecular marcada, que no se observa en los pacientes que solo presentan psoriasis cutánea. En la PsA, la pérdida ósea se relaciona con la duración de la psoriasis en piel3. Sabemos también que, en las SpA, la remodelación ósea tiene un impacto importante en la vida de los pacientes afectados; en estos casos, la fusión espinal se relaciona con dolor, rigidez y deterioro de la función física; depresión y ansiedad; y pérdida laboral.4 La remodelación ósea normal es un proceso altamente regulado de interjuego entre los osteoclastos, los osteoblastos y los osteocitos, en el que el M-CSF, el
RANKL y la osteoprotegerina actúan como mediadores importantes. En la actualidad, no se entiende de forma completa la forma en que coexisten erosión y neoformación ósea en las SpA, por lo que los modelos animales pueden ayudarnos a obtener datos sobre los mecanismos fisiopatogénicos subyacentes. A partir de estos modelos, se ha identificado la importancia de tres citoquinas en el proceso de remodelación ósea de las SpA: la IL-23, la IL-17 y el TNF-α. La IL-23 actuaría en los precursores de los osteoclastos, lo que favorecería su diferenciación y, además, estimularía la producción de IL-17 por las células Th17, entre otras; además, esto tendría efectos sobre el metabolismo óseo. La importancia de IL-23 se ha demostrado en modelos transgénicos carentes del gen de dicha citoquina, en los que los ratones desarrollan osteoclastos en menor número y con una función deficiente5, al igual que la importancia de la IL-17 en modelos donde la sobreexpresión de esta citoquina, que indujo la producción de RANK y RANKL, se asoció al aumento de resorción ósea mediante efectos en los osteoblastos y los osteoclastos.6 Por su parte, TNF-α provoca la diferenciación y activación de osteoclastos mediante la activación de la vía de NF-kB, la modulación del citoesqueleto y, además, estimula la elaboración de RANKL y citoquinas proinflamatorias por el estroma óseo7 (ver Cuadro 1).
Remodelación ósea en SpA
Cuadro GM-CFU
IL-23
c-fms
Precursor de osteoclastos
Linfocitos Th17
Otras células productoras Posible de IL-17 señalización independiente de IL-23
Regulación ascendente de
IL-17
TNF
Inducción de RANKL
1
RANK
torias inflama Citoquinas pro
Precursores fusionados
RANK OPG RANKL M-CSF
Osteoclastos activados
Osteoblastos Formación
Resorción
Hueso
Gravalese EM, et al. Nat Rev Rheumatol. 2018;14:631-640.
Para complicar el panorama, estas citoquinas involucradas en la erosión ósea, también, participan de la formación ósea. En modelos murinos deficientes en TNF-a, la resolución de fracturas óseas está disminuida8, el RANK secretado en vesículas por los osteoclastos activados podría estimular los osteoblastos para
la neoformación ósea9 y la IL-17 estimula la regeneración ósea en modelos animales e induce la producción del RANK.10 Las células del sistema inmune y sus mediadores pueden ir desde la médula ósea hasta los sitios de
Relación longitudinal entre actividad de enfermedad y daño radiográfico La actividad clínica inflamatoria se asocia a progresión radiográfica en pacientes con EA.
Cuadro
2
Relación longitudinal entre ASDAS y mSASSS
Unidades mSASSS (0-72)
30 25 20 15
ASDAS 1.0 (enfermedad inactiva) ASDAS 2.0 (moderada actividad) ASDAS 3.0 (alta actividad) ASDAS 4.0 (muy alta actividad)
10 5 0
0
2
4
6
8
10
12
Tiempo de seguimiento (años) Ramiro S, et al. Ann Rheum Dis. 2014;73:1455-1461.
entesis a través de microvasos transcorticales, los que se ensanchan luego de sufrir estrés o daño y permiten el eflujo de estas células. Además, los osteoclastos tendrían un efecto remodelador sobre estos microvasos transcorticales11. Asimismo, se plantea que la resorción ósea con la posterior formación de microvasos transcorticales podría ser una de las primeras lesiones, que lleva posteriormente a la entesitis en las SpA.
Este interjuego de inflamación y remodelación ósea tiene su correlato clínico, ya que los pacientes con SpA axial con mayores niveles de inflamación (medido por ASDAS) presentan mayor desarrollo de sindesmofitos12 (ver Cuadro 2).
Referencias: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12.
Eastell R, et al. Nat Rev Dis Primers. 2016;2:16069. Loeser RF, et al. Arthritis Rheum. 2012;64:1697-1707. Kocijan R, et al. J Bone Miner Res. 2015;30:1775-83. Strand V, et al. J Clin Rheumatol. 2017;23:383–391. Adamopoulos I, et al. J Immunol. 2011;187:951-59. Adamopoulos I, et al. Ann Rheum Dis. 2015;74:1284-92. Lam J, et al. J Clin Invest. 2000;106:1481-8. Diarra D, et al. Nat Med. 2007;13:156-63. Ikebuchi Y, et al. Nature. 2018;561:195-200. Ono T, et al. Nat Commun. 2016;7:10928. Grüneboom A, et al. Nat Metab. 2019;1:236–250. Ramiro S, et al. Ann Rheum Dis. 2014;73:1455-1461.
Análisis y síntesis elaborados por el staff médico de Circle Press a partir de la conferencia del Dr. Georg Schett presentada durante el Congreso ACR en Atlanta, Georgia, Estados Unidos
Comprensión actual de la entesitis Dr. Georg Schett Universidad de Erlangen-Núremberg, Erlangen, Alemania.
Las entesis son unidades funcionales extraarticulares de fibrocartílago que proveen anclaje al esqueleto y permiten la transducción de fuerzas mecánicas entre el músculo y el hueso. Muchas se hayan en zonas de estrés mecánico, como el tendón de Aquiles, la fascia plantar o el ligamento longitudinal anterior de la columna vertebral, y todas son susceptibles de fenómenos inflamatorios inducidos por estrés mecánico.1 El proceso inflamatorio de las entesis involucra también la inflamación de la médula ósea, un proceso conocido como osteítis.2 Al presente, se plantea que el estrés mecánico combinado con el estrés bacteriano, a partir de la microbiota, origina en sujetos genéticamente predispuestos inflamación en las entesis, la uvea y la piel. Del mismo modo, se ha demostrado la presencia de
células linfoides Tγδ que producen IL-17, como células residentes en la entesis, al igual que células linfoides innatas en las que, en especial, las ILC3 son productoras de IL-17. Mediadores como PGE2 e IL-23 inducirían a que estas células produjeran IL-17, TNF-a e IL-22 que, a su vez, actuarían sobre los polimorfonucleares como mediadores de inflamación. La entesitis es un signo temprano en la artritis psoriásica (PsA), ya que se ha encontrado inflamación subclínica de las entesis por ultrasonografía en pacientes con psoriasis cutánea sin PsA3, lo que plantea una especie de “fenómeno de Koebner profundo” (ver Cuadro 1). Esta respuesta del tejido entesal sería la que da pie a la formación de sindesmofitos en las SpA, tanto en las articulaciones periféricas como en las del esqueleto axial. La IL-17 estimularía la producción de metaloproteinasas de matriz (MMP1 y MMP3), IL-22
Entesitis subclínica en pacientes con psoriasis sin signos o síntomas de PsA 8
5 4 3 2 1 0 20
40
60
Edad (años)
80
Puntaje GUESS
Puntaje GUESS
Puntaje GUESS
6
12 8 4 0
1
20
16
7
Cuadro
Psoriasis
Controles
10
0 15
20
25
30
35
40
Índice de masa corporal (IMC)
El puntaje del GUESS se relacionó positivamente con la edad y el IMC. Al ajustar por IMC, la diferencia entre pacientes con psoriasis y controles se mantuvo estadísticamente significativa: 7.5(0.5) vs. 2.8(0.2), p<0.0001 Gisondi P, et al. Ann Rheum Dis. 2008;67:26-30.
y PGE2, que llevan a la proliferación y activación de células mesenquimales en la interfaz entesis-hueso. De forma global, el proceso de inflamación en las entesis se iniciaría mediante el estrés mecánico y la acción de señales de daño (DAMPs) que producirían vasodilatación, vasodilatación y formación de microvasos transcorticales con la subsecuente osteítis mediada por PGE2 e IL-23, inflamación entesal por eflujo de células de la inmunidad a través de los microvasos
transcorticales mediada por IL-17A y TNF-a y, finalmente, una etapa de neoformación ósea con proliferación mesenquimática y diferenciación de osteoblastos mediada por PGE2, Wnt, IL-22 y BMP4 (ver Cuadro 2). La comprensión de la entesitis y sus mecanismos permitirá un mejor manejo terapéutico de las SpA.
Entesitis: inflamación y respuesta tisular Injuria mecánica
Vasodilatación
Cuadro Inflamación entesal
2
Neoformación ósea
Músculo
Condrocitos hipertróficos Osteoblastos
Entesis Células mesenquimales Dolor
MVT
Neutrófilos Censado de estrés en la unión hueso-entesis
Vasodilatación, activación de MVT y osteítis
Eflujo de células a través de MVT y formación de entesitis
Proliferación mesenquimal y diferenciación de osteoblastos
IL-17A TNF-a
PGE2, IL-22, wnt, BMP
Médula ósea Hueso
Estrés mecánico, DAMPs
PGE2 IL-23
MVT: Microvasos trabeculares; DAMPs: Damage Associated Molecular Patterns (patrones moleculares asociados a peligro) Schett G, et al. Nat Rev Rheumatol. 2017;13:731-741.
Referencias: 1. Cambré I, et al. Nat Commun. 2018;9:4613. 2. Kehl AS, et al. Arthritis Rheumatol. 2016;68:312-22. 3. Gisondi P, et al. Ann Rheum Dis. 2008;67:26-30. 4. Schett G, et al. Nat Rev Rheumatol. 2017;13:731-741.
Análisis y síntesis elaborados por el staff médico de Circle Press a partir de la conferencia del Dr. Philip Mease presentada durante el Congreso ACR en Atlanta, Georgia, Estados Unidos
Perspectiva clínica de la artritis psoriásica Dr. Philip Mease Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, ubicada en Seattle y afiliada a la Universidad de Washington, Estados Unidos. La artritis psoriásica (PsA) forma parte del espectro de las espondiloartritis (SpA) y se caracteriza por la presencia de psoriasis cutánea, neoformación ósea, artritis periférica, compromiso del esqueleto axial, compromiso ungueal, entesitis y dactilitis, en combinaciones variables en términos de frecuencia de cada dominio clínico. En relación con la fisiopatogenia, el principal factor de riesgo para el desarrollo de PsA es la aparición de psoriasis cutánea. Otros factores de riesgo son el índice de masa corporal, el tabaquismo, determinados agentes microbianos de la microbiota, el sustrato genético, incluyendo alelos HLA, trauma e infecciones1, 2. Los pacientes con psoriasis cutánea con lesiones en cuero cabelludo, interglúteas o perianales, que presentan
distrofia ungueal, y los que presentan tres o más sitios de afección cutánea serían los que tienen mayor chance de desarrollar PsA.3 Actualmente, se plantea que existe una transición entre los pacientes con psoriasis y los que tienen PsA, caracterizada por una fase preclínica con activación aberrante de la inmunidad, una fase subclínica con inflamación silente, una fase prodrómica con manifestaciones inespecíficas, como artralgias o fatiga, para llegar finalmente a la PsA definida4 (ver Cuadro 1). En un estudio multicéntrico, en Estados Unidos y en Europa, se encontró una frecuencia de hasta un 30% de PsA en pacientes con psoriasis cutánea, que eran seguidos solo por dermatólogos, de los cuales, casi la mitad, no tenía diagnóstico hasta ese momento.5
Transición entre Pso y PsA
Cuadro
1
Tres fases de transición precederían a la PsA clasificable
Exposiciones ambientales • Obesidad • Estrés biomecánico • Infecciones Factores genéticos • Familiar de primer grado con PsA • HLA-B27 Psoriasis
PsA “preclínica” Fase de activación inmune aberrante intestino
piel
entesis • IL-23 célula • IL-17 presentadora • TNF de antígeno linfocito Th17 • Activación de eje IL-23 • Producción de TNF
“Segundo impacto”? • Trauma • Comorbilidades • Estrés biomecánico • Eventos relacionados a microbiota
PsA “subclínica” Fase de inflamación silente • Biomarcadores solubles • Cambios musculoesqueléticos • Observables por imágenes (entesitis, sinovitis)
PsA “prodrómica”
PsA clasificable
Fase de transición
PsA clasificable
• Artralgia • Fatiga
• Sinovitis, entesitis, dactilitis y/o compromiso axial, cambios musculoesqueléticos observables en radiografía
Scher JU, et al. Nat Rev Rheumatol. 2019;15:153-166.
Existen varios patrones clásicos de artritis periférica con formas poliarticulares u oligoarticulares, compromiso de las articulaciones interfalángicas distales o formas mutilantes por resorción ósea e, incluso, en el mismo paciente, pueden coexistir distintas lesiones en distintas articulaciones. Es importante el diagnóstico temprano de la PsA, ya que un retraso de seis meses impacta de manera negativa en la posibilidad de erosiones y en la funcionalidad del paciente, y un retraso de 12 meses hace menos probable la remisión libre de medicamentos6. Es importante, también, el reconocimiento de la dactilitis, ya que se asocia a daño articular erosivo7 y, en el análisis del registro estadounidense CORRONA, los pacientes con PsA y entesitis mostraron mayor actividad de enfermedad y un fenotipo más severo, con mayor fatiga, dolor y discapacidad funcional (ver Cuadro 2). El compromiso axial en PsA es frecuente, aunque está influenciado por el tiempo de evolución de la enfermedad. En pacientes con enfermedad temprana, es poco frecuente, se estima su frecuencia en un 5%, pero este número escala hasta el 75% en pacientes con enfermedad de larga duración9. Los factores de riesgo para el desarrollo del compromiso axial son la presencia de HLA-B27, la eritrosedimentación aumentada y la aparición de daño radiográfico periférico. Los pacientes con compromiso axial presentaron también un fenotipo más severo con mayor actividad de enfermedad en el CORRONA. Asimismo, el compromiso
axial tiene características clínicas peculiares en la PsA, con sacroileitis más frecuentemente asimétrica y formación asimétrica de sindesmofitos. El dolor es una de las prioridades para los pacientes con PsA, quienes pueden presentar sensibilización central al dolor en forma de hiperalgesia o alodinia, incluyendo la aparición de fibromialgia. Estos pacientes demuestran peores resultados y peor calidad de vida que los que no tienen sensibilización central. Por esto, la PsA es una enfermedad compleja que abarca múltiples dominios clínicos interrelacionados que deberían ser abordados en forma integral para el mejor manejo de los pacientes.
Referencias: 1. De Vlam K, et al. Acta Derm Venereol. 2014;94:627-34. 2. Eppinga H, et al. Curr Rheumatol Rep. 2014;16:407. 3. Wilson FC, et al. Arthritis Rheum. 2009;61:233-9. 4. Scher JU, et al. Nat Rev Rheumatol. 2019;15:153-166. 5. Mease PJ, et al. J Am Acad Dermatol. 2013;69:729-735. 6. Haroon M, et al. Ann Rheum Dis. 2014;74:1045-1050. 7. Brockbank JE, et al. Ann Rheum Dis 2005;64:188–190. 8. Mease PJ, et al. ACR 2018. Abstract 1602. 9. Feld J, et al. Nat Rev Rheumatol. 2018;14:363-371.
La presencia de entesitis se asocia con mayor carga de enfermedad Los pacientes con PsA/SpA en el registro CORRONA fueron evaluados de acuerdo con la localización del compromiso. La presencia de entesitis se asoció con dolor y fatiga y con menor productividad laboral.
solo entesitis superior solo entesitis inferior entesitis superior e inferior
Cuadro
Dolor
5.9 (-1-1. 12.9) 12.7 (7.3, 18.1)* 14.2 (9.3, 19.0)
Fatiga
6.0 (-0.6, 12.6) 8.3 (3.2, 13.4)* 13.2 (8.6, 17.9)
% global de discapacidad laboral
5.7 (-1.9, 13.3) 8.9 (3.0, 14.8)* 11.5 (5.2, 17.9)*
% global de discapacidad
6.2 (-1.0, 13.4) 14.5 (9.3, 19.7)* 17.3 (12.1, 22.4)*
-10
-5
0
5
10
15
20
25
2
30
Coeficiente ß (IC 95) Mease PJ, et al. ACR 2018. Abstract 1602.
Análisis y síntesis elaborados por el staff médico de Circle Press a partir de la conferencia del Dr. Atul Deodhar y la Dra. Marina Magrey presentada durante el Congreso ACR en Atlanta, Georgia, Estados Unidos
Perspectiva clínica de la espondiloartritis axial Dr. Atul Deodhar Universidad de Oregon, Eugene, Oregon, Estados Unidos. Dra. Marina Magrey Universidad Case Western Reserve, Cleveland, Estados Unidos.
El advenimiento de la resonancia magnética nuclear ha permitido entender y clasificar mejor a las espondiloartritis axiales (axSpA). En el devenir normal de la enfermedad, existen pacientes con axSpA radiográfica, que son los que se clasifican como espondilitis anquilosante (EA), y pacientes con axSpA no radiográfica; y si bien todos los pacientes con EA, probablemente, iniciaron su enfermedad como axSpA no radiográfica, no todos los que presentan axSpA no radiográfica progresan hacia EA. Ya que las articulaciones sacroilíacas no pueden evaluarse de forma directa, las imágenes, y entre ellas, la resonancia magnética, cobran un rol importante para el diagnóstico y exponen lesiones características que reflejan distintas etapas de la enfermedad, como la osteoitis que indica actividad inflamatoria o el reemplazo graso que indica resolución luego de la inflamación. Se ha validado el uso de la resonancia magnética mediante la valoración histológica de la
articulación sacroilíaca, lo que la convierte en una técnica no invasiva, confiable y objetiva para valorar una inflamación en esa zona1. No obstante, hoy sabemos también que, del 11% al 7% de pacientes sanos o con lumbalgia no específica, pueden tener cambios en la resonancia magnética de la columna compatibles con SpA y que esto podría llevar a una clasificación inadecuada como pacientes que padecen este desorden.2 Además de su importancia diagnóstica, la resonancia magnética tiene un valor pronóstico en axSpA, ya que la presencia de inflamación sacroilíaca en la resonancia se asocia con la progresión radiográfica en la columna vertebral3. De igual forma, la aparición de lesiones inflamatorias en la columna, en la resonancia magnética, se asoció a una progresión radiográfica en dichos sitios durante el seguimiento de los pacientes.4 La comparación de la actividad de la enfermedad en axSpA, medida por escalas clínicas compuestas, como
Las lesiones inflamatorias espinales en resonancia magnética son predictoras de neoformación ósea
• A los 2 años, se desarrollaron sindesmofitos con mayor frecuencia en los sitios de inflamación por resonancia que en aquellos sin inflamación.
25 % de esquinas vertebrales con nuevos sindesmofitos
• En un estudio de pacientes con EA, que recibieron tratamiento con anti-TNF-a, se tomaron radiografías y resonancia magnética al inicio y luego de 2 años.
20
Cuadro
1
Desarrollo de nuevos sindesmofitos 20
p≤008
15 10
5.1
5 0
Esquinas vertebrales con lesiones inflamatorias
Esquinas vertebrales sin lesiones inflamatorias
Maksymowych WP, et al. Arthritis Rheum. 2009;60:93-102.
ASDAS o BASDAI, y la inflamación sistémica, medida por PCR, mostraron una pobre correlación con la inflamación determinada por resonancia magnética en pacientes con axSpA en tratamiento con inhibidores de TNF-α, lo que podría plantear dudas sobre la validez de estas mediciones compuestas de actividad5 (ver Cuadro 1). En estudios de población, tanto la afectada con axSpA como en controles normales, se encontró una frecuencia de alrededor del 7% de edema de médula ósea en las articulaciones sacroilíacas y de un 15% de infiltración grasa, por lo que, si bien la resonancia es una herramienta poderosa para el diagnóstico y el pronóstico de las axSpA, no reemplaza la evaluación cuidadosa realizada por un especialista6 (ver Cuadro 2). Debido a estas limitaciones de los estudios por imágenes y a que algunas lesiones pueden aparecer en sujetos sanos, es importante destacar algunos aspectos clínicos de las axSpA. Si bien el dolor lumbar inflamatorio es típico en estos pacientes, algunos pueden presentar dolor torácico, cervical o dorsal. Asimismo, la presencia de manifestaciones articulares periféricas, enfermedad inflamatoria intestinal, psoriasis cutánea o uveítis debe pesquisarse de forma sistemática en pacientes con sospecha de SpA. De igual modo, en las formas no radiográficas, es más frecuentes el sexo femenino que en las radiográficas y es menos frecuente la elevación de la PCR, por lo que estas diferencias
sutiles deben ser consideradas a la hora del diagnóstico7, 8. No obstante, la severidad de los síntomas es similar en las formas radiográficas y no radiográficas de axSpA. Una de las posibles causas del retraso diagnóstico que tienen las axSpA es el poco conocimiento que tienen los médicos no reumatólogos que pueden encontrarse con estos pacientes, ya que, si bien la mayoría reconoce la importancia de la rigidez matutina en la zona lumbar, son pocos los que conocen la importancia de la respuesta a los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), el dolor glúteo alternante o la mejora con el ejercicio, realidad que dificulta el reconocimiento del dolor lumbar inflamatorio.9 Debido a lo heterogéneo de la enfermedad, resulta evidente que es importante un abordaje integral tanto clínico como de imágenes en el momento de evaluar a estos pacientes para su correcto diagnóstico.
Referencias: 1. Maksymowych WP. Front Immunol. 2019. DOI 10.3389/fimmu.2019.00305. 2. Weber U, et al. Ann Rheum Dis. 2015;74:985-992. 3. Ramiro S, et al. Arthritis Care Res (Hoboken). 2018. doi: 10.1002/acr.23796. 4. Maksymowych WP, et al. Arthritis Rheum. 2009;60:93-102. 5. Maksymowych WP, et al. Ann Rheum Dis. 2016:75:1328-35. 6. Weber U, et al. Arthritis Rheum. 2010;62:3048-58. 7. Boonen A, et al. Semin Arthritis Rheum. 2015;44:556-562. 8. Ortolan et al. Arthritis Research & Therapy. 2018; 20:218. 9. Magrey M, et al. EULAR 2019. Abstract SAT 0338.
El edema de médula ósea puede ocurrir en sujetos sanos asintomáticos
Cuadro
2
• En un estudio de utilidad diagnóstica de resonancia magnética, se evaluaron imágenes de 187 pacientes con EA, lumbalgia inflamatoria, lumbalgia no específica y controles sanos. Frecuencia de edema de médula ósea
Frecuencia de infiltración grasa 100
100
85 80
80
67
% de individuos
% de individuos
91
60 40
23 20
7
0 EA
Lumbalgia Lumbalgia Controles inflamatoria no específica sanos
60
37
40
15
20 0 EA
14
Lumbalgia Lumbalgia Controles inflamatoria no específica sanos Weber U, et al. Arthritis Rheum. 2010;62):3048-58.
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COSENTYX®/™ Nota importante: Antes de recetar este medicamento, consulte toda la información para la prescripción. Presentación: Secukinumab. Polvo para solución inyectable por vía subcutánea, solución inyectable por vía subcutánea en jeringa precargada o pluma precargada que contiene 150 mg de secukinumab. Indicaciones: ♦ Psoriasis en placas: Cosentyx está indicado para el tratamiento de la psoriasis en placas moderada a severa en pacientes adultos que son candidatos a terapia sistémica o fototerapia que no son respondedores o intolerantes a agentes sistémicos no biológicos. ♦ Artritis psoriásica: Cosentyx está indicado para el tratamiento de pacientes adultos con artritis psoriásica activa. Como alternativo en pacientes que no han respondido a agentes antireumaticos modificadores de la enfermedad (DMARDs, por su sigla en inglés). ♦ Espondilitis anquilosante: Cosentyx está indicado para el tratamiento de pacientes adultos con espondilitis anquilosante activa. Como alternativo en pacientes que no han respondido a terapia con anti TNF alfa u otros modificadores de la enfermedad (DMARDs, por su sigla en inglés). Posología y administración: ♦ Psoriasis en placas: La dosis recomendada es de 300 mg por inyección subcutánea, que se administra inicialmente las semanas 0, 1, 2, 3 y 4, y luego con periodicidad mensual durante la fase de mantenimiento. Cada dosis de 300 mg se administra repartida en dos inyecciones subcutáneas de 150 mg. ♦ Artritis psoriásica: La dosis recomendada es de 150 mg por inyección subcutánea, que se administra inicialmente las semanas 0, 1, 2, 3 y 4, y luego con periodicidad mensual durante la fase de mantenimiento. En función de la respuesta clínica, la dosis se puede aumentar a 300 mg. En los pacientes con respuesta insatisfactoria a los inhibidores del TNFα y los pacientes con psoriasis en placas concomitante moderada o severa, la dosis recomendada es de 300 mg en inyección subcutánea, que se administra inicialmente las semanas 0, 1, 2, 3 y 4, y luego con periodicidad mensual durante la fase de mantenimiento Cada dosis de 300 mg se administra repartida en dos inyecciones subcutáneas de 150 mg. ♦ Espondilitis anquilosante: La dosis recomendada es de 150 mg por inyección subcutánea, que se administra inicialmente las semanas 0, 1, 2, 3 y 4, y luego con periodicidad mensual durante la fase de mantenimiento. Contraindicaciones: ♦ Cosentyx está contraindicado en los pacientes que presentan o han presentado reacciones graves de hipersensibilidad a la sustancia activa o a cualquiera de los excipientes. Advertencias y precauciones: ♦ Infecciones: Precaución en los pacientes con una infección crónica o antecedentes de infecciones recurrentes. El paciente que contraiga una infección grave debe ser objeto de una estrecha observación y no debe recibir Cosentyx hasta que la infección se haya resuelto. Se debe considerar la posibilidad de administrar un tratamiento antituberculoso antes de comenzar el tratamiento con Cosentyx en los pacientes con tuberculosis latente. Cosentyx no debe administrarse a pacientes con tuberculosis activa. ♦ Enfermedad de Crohn: Los pacientes con enfermedad de Crohn activa que reciben Cosentyx deben ser objeto de una observación estrecha. ♦ Reacciones de hipersensibilidad: Se han observado casos aislados de reacciones anafilácticas durante los ensayos clínicos. Si sobrevienen reacciones anafilácticas u otras reacciones alérgicas graves, es necesario interrumpir de inmediato la administración de Cosentyx y tomar las medidas terapéuticas adecuadas. ♦ Personas con alergia al látex: El capuchón extraíble de la jeringa precargada y de la pluma precargada de Cosentyx contiene un derivado del látex (o goma) natural. ♦ Vacunas: Las vacunas elaboradas con microbios vivos (vacunas atenuadas) no deben administrarse simultáneamente con Cosentyx. Embarazo, lactancia, mujeres y varones con capacidad de procrear Embarazo: Cosentyx debe administrarse durante la gestación únicamente cuando sus beneficios justifiquen claramente los riesgos. Lactancia: Se debe tener cautela a la hora de administrar Cosentyx a una madre lactante. Reacciones adversas: Muy frecuentes (≥10%): Infecciones de las vías respiratorias altas (rinofaringitis, infección de las vías respiratorias altas, rinitis, faringitis, sinusitis, amigdalitis). Frecuentes (≥1 a <10%): Herpes bucal, diarrea, urticaria, rinorrea. Infrecuentes (≥0,1 a <1%): Candidiasis bucal, neutropenia, tiña del pie (dermatofitosis digitoplantar o pie de atleta), conjuntivitis. De frecuencia desconocida: Candidiasis mucocutánea. Interacciones: Las vacunas elaboradas con microbios vivos (vacunas atenuadas) no deben administrarse simultáneamente con Cosentyx. En un estudio realizado en sujetos con psoriasis en placas no se observó interacción alguna entre el secukinumab y el midazolam (sustrato de la CYP3A4). Envases y precios: Específicos de cada país. Clasificación legal: Específica de cada país. PRESENTACIONES COMERCIALES Caja x 1 jeringa precargada de solución para inyección de Secukinumab 150 mg/ 1 ml ensamblada en dispositivo autoinyector Delta 02 de forma triangular cubierto con película y con visor transparente en área de la solución para inyección. Referencia: NSS v2.2
Reg. INVIMA 2015M-0016271
Fecha de Distribución: Abril de 2018
NOTA Los medicamentos deben conservase fuera del alcance de los niños. Antes de proceder a la prescripción, sírvase leer por completo la información respectiva. Si desea reportar un evento adverso ingrese al siguiente link: https://www.report.novartis.com/ o a través del correo electrónico: colombia.farmacovigilancia@novartis.com Mayor información en el Departamento Médico de Novartis de Colombia S. A. Tel. 6544571 Material exclusivo para uso de profesionales de la salud.
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Cod. SAP: 6368331 – Diciembre 2019