Surcos
En el cuerpo y en la tierra
Traces
On the Body and on the Land
A inicios del 2023, Ana Elizabeth González, Directora y Curadora en jefe del Museo del Canal de Panamá, tuvo la iniciativa de enviar una propuesta curatorial a la Bienal de Arte de Venecia. Prontamente, recibió respuesta positiva sujeta al aval de la máxima entidad nacional de cultura del país. ¿Cómo se lograría? Se trataba de un proyecto ambicioso por todo lo que implicaba financiera, logística y artísticamente hablando. Meses después, luego de obtener el aval del Ministerio de Cultura, conformó un equipo junto a la Dra. Mónica Kupfer, Fundadora y Directora de la Fundación Arte y Cultura, cuya trayectoria ha sido crucial en el desarrollo del arte en Panamá y Luz Marie Bonadies, ex-directora del Museo de Arte Contemporáneo de Panamá y actualmente Gerente de Comunicación y Mercadeo de la Fundación Ciudad del Saber. Identificaron meticulosamente a cuatro artistas de trayectoria sobresaliente y cuya obra conectaba claramente con el discurso curatorial. Fue así como en cuatro meses, sumando también el vital apoyo de Mariana Núñez Haugland, VP de Comunicaciones y Cultura de Fundación Ciudad del Saber; Itzela Quirós, Directora de Museos del Ministerio de Cultura; Román Flórez y Mirielle Robles del equipo curatorial del Museo del Canal Interoceánico, las obras de Isabel De Obaldía, de Brooke Alfaro, de Cisco Merel y de Giana De Dier, conformaron el primer pabellón nacional de Panamá en la Bienal de Arte de Venecia. Estas páginas intentan compartir lo vivido y el inicio de una nueva era en la representación del arte panameño en el escenario global.
Surcos: En el cuerpo y en la tierra
Traces: On the Body and on the Land www.panamapavilion.org
Exposición / Exhibition
Curadoras / Curators: Ana Elizabeth González & Mónica E. Kupfer
Directora de proyecto y medios / Project and Media Director: Luz Bonadies
Comisionada / Comissioner: Itzela Quirós
Directora gráfica / Graphic Director: Mariana Núñez Haugland
Equipo de exposición y montaje / Exhibition Team: Román Florez & Mirielle Robles
Catálogo / Catalog
Autoras / Authors: Ana Elizabeth González & Mónica E. Kupfer
Reflexiones / Reflections: Luz Bonadies, Mariana Núñez Haughland, Itzela Quirós, Román Florez, Mirielle Robles
Dirección editorial / Editorial Direction: Mariana Núñez Haugland & Luz Bonadies
Diseño gráfico / Graphic Design: Mariana Núñez Haugland
Traducciones/ Translations: Ana Elizabeth González & Mónica E. Kupfer
Fotografía / Photography
Fotografía de las obras y el pabellón / Photographs of the artworks and the pavilion: Sebastián Icaza
Fotografías del montaje / Photographs of the installation: Isabel De Obaldía & Román Florez
Fotografías de la inauguración / Photographs of the opening event: Elena Andreato
Impreso en Panamá por / Printed in Panama by: Monograma Letterpress Studio
Una publicación de / Published by:
Museo del Canal de Panama / Panama Canal Museum www.museodelcanal.com
ISBN: 978-9962-24-228-4
Surcos
En el cuerpo y en la tierra
Primer pabellón de Panamá en la Bienal de Arte de Venecia - 2024
Traces
On the Body and on the Land
First Panama Pavilion at the Venice Art Biennial – 2024
“En primer lugar, dondequiera que vayas y, estés donde estés, siempre encontrarás extranjeros: ellos/nosotros están en todas partes. En segundo lugar, no importa dónde te encuentres, siempre eres verdaderamente y en el fondo un extranjero”.
“First
of all, wherever you go and wherever you are
you
will always encounter foreigners— they/we are everywhere. Secondly, no matter where you find yourself, you are always truly, and deep down inside, a foreigner.”
Adriano Pedrosa - curator
Desde su inauguración en 1895, la Bienal de Arte de Venecia se ha establecido como una de las exposiciones de arte contemporáneo más prestigiosas y antiguas del mundo. Este evento bianual reúne a artistas, curadores y críticos de todos los rincones del globo para presentar y discutir las tendencias más innovadoras y significativas del arte contemporáneo. A través de su historia, la Bienal ha sido un reflejo y una plataforma de las diversas corrientes culturales, políticas y sociales que han moldeado nuestro mundo, proporcionando un espacio de diálogo y confrontación de ideas, transformando Venecia en un epicentro cultural y artístico global.
Cada dos años, la Bienal de Venecia nombra a un(a) curador(a), o a un comité curatorial, para definir el concepto y dirección general de esta gran celebración cultural. Es su responsabilidad crear lo que es conocido como la “Exposición Internacional”, a la que se invitan a artistas de todas partes del mundo a una muestra que marca el eje principal del evento. En la mayoría de los casos, se trata de artistas contemporáneos, activos, pero, en otros, según la misión del curador(a), se han mostrado obras de figuras fallecidas o casi desconocidas, pero que contribuyen a una más completa visión histórica del arte.
Para la 60ª Bienal de Arte de Venecia, celebrada en 2024, el curador brasileño Adriano Pedrosa escogió el título de “Stranieri OvunqueExtranjeros en todas partes”. Esta edición explora las dinámicas de la migración, la identidad y el sentimiento de no pertenencia en un mundo globalizado. El título deriva de una serie de piezas de neón iniciadas en 2004 por el colectivo Claire Fontaine, que luchó en Turín contra el racismo y la xenofobia. Pedrosa convirtió el título de ese proyecto en el lema de la muestra veneciana, donde invita a los espectadores a reflexionar sobre el concepto de “extranjero”, no solo en términos geográficos, sino también en lo que respecta a lo cultural, lo social y lo personal. Esta bienal navega las complejidades de la identidad y la alteridad en nuestro tiempo, ilustrando cómo la noción de pertenencia se diluye cuando nos damos cuenta de que todos somos, en algún lugar y en algún momento, extranjeros.
Panamá: por primera vez en la Bienal de Arte de Venecia
Aunque la exposición internacional –la muestra principal-- de la Bienal de Venecia se basa en el concepto central definido por sus curadores invitados, cabe destacar que los países que participan en la Bienal con sus pabellones nacionales no necesariamente tienen que seguir esa línea conceptual. Esta 60º Bienal contó con la participación de unos 87 países de todos los continentes, cada uno de los cuales envió una exposición coordinada localmente, en base al trabajo de curadores u organizadores escogidos por los países de origen, siempre con el aval de sus gobiernos nacionales.
La participación de Panamá en la 60ª edición de la Bienal de Arte de Venecia representa un hito significativo en la historia cultural del país. Motivada por el deseo de insertar la voz panameña en el diálogo global sobre el arte y la identidad, esta participación tiene como objetivo celebrar la riqueza cultural de Panamá a través de cuatro de sus principales artistas contemporáneos Brooke Alfaro, Isabel De Obaldia, Giana De Dier y Cisco Merel.
Bajo el título de “Surcos: En el cuerpo y en la tierra”, la exposición del pabellón panameño se enfoca en el tema migratorio. Panamá, desde que existe como istmo, ha sido moldeado por la llegada y paso de personas, y nuestro pabellón resuena como un eco de las huellas perdurables que la migración deja en las personas y en su entorno. Este asunto, de gran pertinencia actualmente, tanto en nuestro país como internacionalmente, coincidió de manera profunda con la temática central de la Bienal de Venecia.
Esta participación no solo busca integrar a nuestro país al discurso global, sino también establecer las bases para futuras participaciones nacionales, consolidando a Panamá como un actor valioso en el diálogo artístico mundial.
Since its inception in 1895, the Venice Biennale has emerged as one of the most prestigious and enduring contemporary art exhibitions globally. This biennial event convenes artists, curators, and critics from around the world to showcase and discuss the most innovative and impactful trends in contemporary art. Over its long history, the Biennale has mirrored and served as a platform for the diverse cultural, political, and social currents that have shaped our world, transforming Venice into a vibrant global cultural and artistic hub.
Every two years, the Venice Biennale appoints a curator or a curatorial committee to define the concept and overall direction of this major cultural event. Their role is to create the “International Exhibition,” which forms the centerpiece of the Biennale and features works by artists from across the globe. While the majority of artists are contemporary and active, some exhibitions may also include works by deceased or lesser-known figures, depending on the curator’s vision, contributing to a more nuanced historical perspective on art.
For the 60th Venice Biennale, held in 2024, Brazilian curator Adriano Pedrosa chose the theme “Stranieri Ovunque - Foreigners Everywhere.” This edition delves into the themes of migration, identity, and the sense of displacement in a globalized world. The title is inspired by a series of neon pieces created in 2004 by the Claire Fontaine collective, which has addressed racism and xenophobia in Turin. This theme now serves as the guiding principle of the Venetian exhibition, inviting viewers to reflect on the concept of “foreigner” not just in geographical terms, but also in cultural, social, and personal contexts. The Biennale thus explores the complexities of identity and otherness, illustrating how the sense of belonging can dissolve when we acknowledge that, at some point and in some way, we are all foreigners.
Panama: A Historic Debut at the Venice Biennale
While the International Exhibition is centered around a concept defined by its curator, national pavilions are not required to adhere to its central theme. The 60th Biennale saw the participation of artists from all continents, with exhibitions organized by curators from each of the 87 countries, with the required endorsement of their national governments.
Panama’s debut at the 60th Venice Biennale marks a significant milestone in the country’s cultural history. Driven by the aspiration to make Panama’s voice heard in the global art dialogue, this participation celebrates the nation’s cultural richness through the works of four leading contemporary artists: Brooke Alfaro, Isabel De Obaldia, Giana De Dier, and Cisco Merel.
Titled “Traces: On the Body and On the Land,” the Panamanian pavilion’s exhibition centers on the theme of migration. Panama, from the time of its formation as an isthmus, has been shaped by the movement and presence of diverse peoples. Our pavilion reflects the enduring impact of migration on individuals and their surroundings. This theme, highly relevant both locally and globally, resonates deeply with the central focus of the Venice Biennale.
This participation not only aims to integrate Panama into the international art conversation but also seeks to lay the groundwork for future national exhibitions, establishing Panama as a significant contributor to the global art dialogue.
“...un eco que reverbera en quienes, al observar, se sumergen en la travesía de aquellos que labran sus propios y muy difíciles caminos, de esos que dejan surcos en el cuerpo y en la tierra”.
“...an echo within the viewers as they consider the lives of others who are forced to carve out their own arduous journeysthe kind that leave indelible traces on the body and on the land.”
Surcos
En el cuerpo y en la tierra
En la Bienal de Arte de Venecia 2024, el Pabellón Nacional de Panamá emerge como un eco profundo de las huellas perdurables que la migración deja en las personas y en su entorno. Bajo el título de “Surcos: En el cuerpo y en la tierra”, esta exposición refleja la crisis migratoria actual, con un enfoque particular en el contexto de Panamá, interpretado por cuatro artistas a través de dibujos, pinturas, collages, esculturas de vidrio e instalaciones.
Por su posición geográfica que ofrece un puente entre continentes y un paso expedito entre dos océanos, Panamá siempre ha sido un lugar de tránsito, comercio y contacto cultural. Es un país moldeado por la llegada y el paso de personas desde la época precolombina, durante el periodo colonial y debido a la construcción y administración de su famoso canal interoceánico. Recientemente ha recibido la atención del mundo debido al enorme movimiento de migrantes por el “Tapón del Darién”, una tupida selva tropical de unos 26,000 km2 entre Colombia y Panamá. Se trata de la única vía terrestre que conecta Sudamérica con Centroamérica, una travesía desgarradora --sin carreteras, infraestructuras ni servicios; sin seguridad ante la violencia, los peligros o abusos-- por donde pasan solicitantes de asilo y migrantes que se dirigen hacia Estados Unidos y otros destinos del norte. Solo en el año 2023, cruzaron el Darién más de 500,000 personas, un tercio de ellos niños, huyendo situaciones de violencia y condiciones socioeconómicas adversas que los impulsan a cruzar a pie la mitad del continente.
En este pabellón, las obras de Brooke Alfaro, Isabel De Obaldía, Cisco Merel y Giana De Dier se entrelazan como testimonios artísticos que llaman la atención hacia una realidad ignorada y, a menudo, invisibilizada. De Dier explora la historia de la multitudinaria migración de afroantillanos a Panamá a principios del siglo XX y la manera en que han influido en la construcción de la identidad nacional. Alfaro pinta impresionantes escenas de seres humanos en condiciones hostiles, ya sea abarrotados en botes sobre mares turbulentos o en espesas junglas tropicales. De Obaldía crea una selva inmersiva y sobrecogedora en una instalación que incorpora paisaje, sonido y esculturas en vidrio de figuras humanas. Por su parte, Cisco Merel presenta grandes superficies de barro, ese lodo tan presente en la travesía del Darién, en dramática combinación con un momento de reflexión personal frente a uno mismo y el sueño --o el espejismo-- de un futuro mejor.
Las extraordinarias expresiones artísticas en nuestro pabellón iluminan experiencias ignoradas, marcando un sendero hacia la empatía. Constituyen un llamado a la conciencia, a no relegar al olvido las historias de quienes han enfrentado violencias y dificultades inimaginables en su tránsito hacia mejores circunstancias. Este espacio aspira a lograr una conexión entre el arte y una realidad actual que solo comprendemos de manera incompleta y fragmentada. Busca convertirse en un eco que reverbera en quienes, al observar, se sumergen en la travesía de aquellos que labran sus propios y muy difíciles caminos, de esos que dejan surcos en el cuerpo y en la tierra.
Ana Elizabeth González y Mónica E. Kupfer
Curadoras, Pabellón de Panamá
Traces
On the Body and on the Land
The Panama Pavilion at the 2024 Venice Art Biennale arises as a profound reflection on the enduring traces that migration leaves on individuals and their surroundings. Entitled “Traces: On the Body and on the Land,” this exhibition echoes the current migration crisis with a particular focus on the Panamanian context, interpreted by four artists through drawings, paintings, collages, glass sculptures, and installations.
Due to a geographical location that provides a bridge between continents and a swift connection between two oceans, Panama has always been a place of transit, trade, and cultural contact. It is a country shaped by the arrival and passage of people since pre-Columbian times, during the colonial period, and later due to the construction and administration of its famous interoceanic canal. Panama has recently garnered global attention due to the massive movement of migrants through the “Darien Gap,” a dense tropical jungle spanning approximately 26,000 km2 between Colombia and Panama. This is the only land route connecting South America to Central America, a harrowing journey –without roads, infrastructure or services; and without security against violence, dangers, or abuses– which asylum seekers and migrants heading to the United States and other northern destinations traverse on foot. In 2023 alone, over 500,000 people, a third of them children, crossed the Darien, fleeing violent and adverse socio-economic conditions that drive them to walk across half the continent.
In this pavilion, the works by Brooke Alfaro, Isabel De Obaldía, Cisco Merel, and Giana De Dier come together as artistic testimonies of an often ignored, and even invisibilized, reality. De Dier explores the history of the numerous migrations of Afro-Antilleans to Panama in the early 20th century and how they have influenced the construction of national identity. Alfaro paints impressive scenes of human beings in hostile conditions, whether crowded into boats on turbulent seas or in dense tropical jungles. De Obaldía creates an immersive and overwhelming jungle in an installation that combines landscape, sound effects, and glass sculptures of human beings. Cisco Merel presents large mud-covered surfaces, reminiscent of the Darien’s mire, in dramatic combination with a moment of personal reflection facing oneself and the dream –or mirage—of a better future.
The extraordinary works of art in this pavilion shed light on overlooked experiences, forging a path towards empathy. They serve as a poignant reminder, urging the viewer not to relegate to oblivion the stories of those who have faced unimaginable violence and hardships in their efforts to reach a better place. The exhibition aims to establish a connection between art and a current crisis that we only understand in an incomplete and fragmented way. It endeavors to create an echo within the viewers as they consider the lives of others who are forced to carve out their own arduous journeys- the kind that leave indelible traces on the body and on the land.
Ana Elizabeth González and Mónica E. Kupfer Curators, Panama Pavilion
exposición / the exhibition
Brooke Alfaro
Los mares y las selvas en las pinturas de Brooke Alfaro no representan sublimes vistas marinas ni arboledas tranquilas. Son más bien escenarios de grandes dramas humanos donde las personas vulnerables, a menudo en grupos numerosos en diversos tipos de embarcaciones o dentro de la jungla, se enfrentan a una naturaleza agresiva y peligrosa. Aunque las composiciones nacen de su imaginación, el sentido de tragedia nos recuerda las balsas llenas de migrantes –del Mediterráneo o en el Darién—en las escenas pavorosas que aparecen en las noticias actualmente.
Alfaro empezó a pintar estas escenas siniestras en los años noventa, mucho antes de que las noticias sobre la migración por Panamá reportaran una malaventura humana de grandes proporciones. En este contexto, pinturas como “La tierra tembló y el mar enfureció” nos llevan a nuevas interpretaciones. Frente a una jungla impenetrable, vemos a una multitud humana luchar contra un oleaje descomunal que causa que su bote se parta en dos, derramando víctimas al mar. En el primer plano, una enorme cruz con bombillos eléctricos alude a la fe y al brillo de futuros soñados.
En las pinturas de Alfaro, descubrimos asociaciones con diversas migraciones, desde las de los colonizadores y las personas esclavizadas, hasta los viajes actuales de tantos que se ven obligados a abandonar sus países por motivos políticos, ambientales o socioeconómicos. Pinta desnudos (el ser humano en su estado más vulnerable), pescadores, hombres de miradas lascivas, mujeres violentadas, sacerdotes, personas de diversas razas, santos y diablos, en lo que puede entenderse como una burla de las idiosincrasias humanas, pero también como una representación de la gran tragedia migratoria de nuestros tiempos.
The oceans and jungles in Brooke Alfaro’s paintings do not depict sublime seascapes nor peaceful rainforests. Rather, they are the scenarios of great human dramas where vulnerable individuals, often in large groups, in various types of boats or in the wilderness, confront an aggressive and dangerous natural world. Although the compositions stem from his imagination, the pervasive sense of tragedy reminds us of the rafts full of migrants —from the Mediterranean or in the Darien— that we see in horrifying photographs in the news today.
Alfaro began painting these ominous scenes in the nineties, long before the news about migration through Panama reported the current human crisis of epic proportions. In this context, paintings such as “The Earth Shook, and the Sea Raged” suggest new interpretations. With an impenetrable jungle in the background, we see a throng of human beings struggling against colossal waves that cause their boat to break in two, spilling victims into the sea. In the foreground, a huge cross with electric bulbs alludes to faith and the glow of imagined futures.
In Alfaro’s paintings, we discover associations with various migrations, from those of colonizers and enslaved people to the current journeys of many who are forced to leave their countries for political, environmental, or socio-economic reasons. He paints a great number of nudes (human beings in their most vulnerable state), fishermen, men with lascivious looks, victimized women, priests, people of various races, saints, and devils, in what can be understood as a mockery of human idiosyncrasies but also as a representation of the great migratory tragedy of our times.
La tierra tembló y el mar rugió (detalle) / The Earth Shook and the Sea Raged (detail) / 2021 óleo sobre tela / oil on canvas / 80 x 115 cm. colección MAC Panamá / collection MAC Panama
/ Archipelago / 1998-2008
Uno de los más admirados artistas panameños, Brooke Alfaro se dio a conocer inicialmente como pintor de figuras de aspecto real, pero de tono surrealista e irreverente, ejecutadas con una admirable técnica académica. Tuvo su primera exposición individual en 1979, a la que siguieron un sinnúmero de muestras tanto en Panamá como en el exterior. Hacia 1990, sus pinturas –que a menudo se burlaban de temas religiosos o políticos-- se poblaron con aglomeraciones de figuras humanas, usualmente en embarcaciones atiborradas, en el mar, en selvas u otros ambientes naturales, a menudo amenazantes. Desde principios de este siglo, Alfaro expandió su campo artístico para incluir la producción de obras de video, que lo hicieron merecedor de múltiples galardones, incluyendo el primer premio en el I Concurso de Videoarte de América Latina en Washington, D.C. en 2003. Además de artista, Brooke Alfaro es un activista social y ambiental, enfocado sobre todo en la educación y la ecología.
Brooke Alfaro (Panamá, 1949)
One of Panama’s most prominent artists, Brooke Alfaro became known initially for his images of lifelike figures painted in a surrealist and irreverent tone, in works created with admirable academic skills. He had his first solo exhibition in 1979, which has been followed by countless exhibitions both in Panama and abroad. By 1990, his paintings --which often mocked religious or political themes-- became populated with agglomerations of human figures, usually in crammed boats, at sea, in jungles or other natural, often threatening, environments. From the beginning of this century, Alfaro expanded his artistic endeavors to include the production of video works, which earned him multiple awards, including the first prize in the First Latin American Video Art Competition in Washington, D.C. in 2003. In addition to being an artist, Brooke Alfaro is a social and environmental activist, focusing primarily on education and ecology.
Isabel De Obaldía
Al entrar en el espacio de la instalación titulada “Selva”, el espectador se encuentra rodeado de una serie de dibujos monumentales. Con trazos sueltos y expresivos, utilizando una técnica mixta de acrílicos, aerosoles, carboncillos y pasteles, De Obaldía nos ofrece una inmersión en la selva que refleja su propia experiencia personal en ese espacio geográfico conocido como el “Tapón del Darién”. Se observan árboles con raíces enormes, rodeados de helechos. Palmas entremezcladas con lianas y flores salvajes. Ríos y cascadas. Algunos de estos dibujos son primeros planos que confrontan directamente al observador. Otros dan una vista panorámica desde la cima de las montañas, evocando puntos de referencia en la confusión del follaje.
Dentro de esa jungla tropical están suspendidas en el aire un grupo de esculturas de vidrio de figuras humanas en dramáticos colores y formas, de superficies talladas y ricas en textura, que, por su traslucidez, ofrecen diversos efectos luminosos. Algunas rememoran la vegetación, otras dan la impresión de tener heridas, de estar maltratadas. Las figuras, pequeñas en relación a los dibujos, dan la impresión de desarraigo, de estar atrapadas en la inmensidad de la selva. El componente auditivo de la instalación nos envuelve con ruidos de animales, agua, ríos, viento, pisadas y voces humanas.
Este proyecto evoca los miedos, riesgos y esperanzas de los miles de personas que día a día emigran de sus países y tratan de cruzar la selva del Darién con la intención de llegar a una tierra de míticas oportunidades.
Upon entering the installation entitled “Selva,” viewers find themselves surrounded by a series of monumental drawings. With loose and expressive strokes, using a mixed technique of acrylics, sprays, charcoals, and pastels, De Obaldía offers an immersion into the jungle that reflects her personal experience in the geographical area known as the “Darien Gap.” One sees trees with enormous roots that are surrounded by ferns. Palms intertwined with vines and wildflowers. Rivers and waterfalls. Some drawings are close-ups that confront the observer directly. Others provide a panoramic view from the mountaintops, evoking reference points in the confusion of foliage.
Within this tropical jungle, there are glass sculptures suspended from the ceiling that display dramatic colors and shapes with carved and richly textured surfaces that, due to their translucency, offer a variety of luminous effects. Some evoke vegetation, while others give the impression of being wounded, mistreated. The figures, small in relation to the drawings, create an impression of uprootedness, of being trapped in the immensity of the jungle. The auditory component of the installation envelops the viewers with sounds of animals, water, rivers, wind, footsteps, and human voices.
This project evokes the fears, risks, and hopes of the thousands of people who migrate from their countries every day and try to cross the Darien jungle with the intention of reaching a land of mythical opportunities.
Selva (detalle / detail) / 2024 instalación, dibujos en técnica mixta, esculturas de vidrio y sonido / Installation, mixed media drawings, glass sculptures, and sound.
Isabel de Obaldía
(panameña nacida en / Panamanian born in - Washington, D.C., 1957)
Reconocida como dibujante, pintora, escultora y videasta, y entrenada en diseño gráfico y cinematografía, la artista panameña Isabel De Obaldía ha expuesto a lo largo de cuatro décadas en numerosas muestras individuales y colectivas tanto en Panamá como en Europa y Estados Unidos. En 1989, con motivo de los problemas políticos en su país, creó memorables obras de protesta contra la dictadura. En los años noventa, descubrió la práctica de la escultura en vidrio, medio en el que ha alcanzado reconocimiento por sus extraordinarias piezas de gran tamaño, usualmente de figuras masculinas, animales salvajes, torsos y cabezas. Desde 1997, expone con la galería Mary-Anne Martin Fine Art y recientemente, en 2022, fue invitada a la 58ª Carnegie International, la segunda bienal más antigua del mundo. Tanto en sus obras bidimensionales como en sus piezas fundidas en vidrio, De Obaldía expresa una notable preocupación por el mundo natural, así como por el ser humano y sus circunstancias sociopolíticas.
Although she was initially trained in graphic design and cinematography, the much-admired Panamanian artist Isabel De Obaldía is known for her drawings, paintings, sculptures, and videos. She has exhibited over four decades in numerous solo exhibitions and group shows in Panama, Europe, and the United States. In 1989, a time of political turmoil in Panama, she created memorable works of protest against the dictatorship. In the 90s, she discovered the practice of glass sculpture, a medium in which she has achieved recognition for her extraordinary largescale pieces, usually of male figures, wild animals, torsos, and heads. She has been exhibiting with the Mary-Anne Martin Fine Art Fine Art Gallery in New York since 1997, and recently, in 2022, she was invited to the 58th Carnegie International, the world’s second oldest biennial. In both her two-dimensional and glass works De Obaldía expresses a remarkable concern for the natural world, as well as for human beings and their often-difficult sociopolitical circumstances.
Selva (detalle / detail) / 2024 instalación, dibujos en técnica mixta, esculturas de vidrio y sonido / Installation, mixed media drawings, glass sculptures, and sound.
Cisco Merel
La obra “Espejismos del Tapón” ofrece una exploración metafórica del viaje que realizan los migrantes a través de la jungla densa y sin carreteras conocida como el Tapón del Darién. En una composición basada en dos grandes estructuras abstractas, en las que la pintura y el pigmento han sido reemplazados por capas multicolores de barro, las superficies ásperas e irregulares simbolizan las trochas terrosas que los seres humanos han ido creando dentro de la selva.
El espectador se enfrenta a la materialidad y diversidad de los tonos naturales de los estratos hechos con barro que el artista recogió en el Darién, estableciendo así una conexión tanto conceptual como tangible entre la obra de arte y el ambiente primitivo que representa. Las estructuras convergen en una cuña blanca central, un triángulo ascendente que sugiere un posible camino con un climax desconocido más allá del punto de fuga, invitando a los observadores a considerar no solo las narrativas de los demás, sino también sus propios senderos personales.
“Espejismos del Tapón emerge como una expresión de conciencia tanto del viaje colectivo como del anhelo personal; un recordatorio del carácter universal de la experiencia migratoria en este momento de crisis global, en el que una de cada ocho personas es migrante. En última instancia, esta obra presenta un testimonio poético de coraje, resiliencia y esperanza, encapsulando la esencia de la lucha humana por un futuro mejor y una vida más digna.
The artwork “Mirages of the Gap” provides a metaphorical exploration of the journey migrants make through the thick and roadless rainforest known as the Darien Gap. Based on two large abstract structures in which paint and pigment have been replaced by multicolored layers of mud, the rough surfaces symbolize the arduousness of the earthy trails that human beings have carved through the jungle.
The spectator is confronted by the materiality and diversity of the naturally pigmented strata of mud, which the artist gathered in the Darien jungle, thereby establishing a conceptual as well as a tangible connection between the artwork and the natural environment it represents. The structures converge on a central white wedge, an ascending triangle suggestive of a passageway with an unknown climax beyond the vanishing point, inviting observers to consider not only the narratives of others, but also their own personal paths.
“Mirages of the Gap” emerges as an expression of awareness regarding both the collective journey and an individual sense of yearning; a reminder of the universal nature of the migratory experience in this moment of global crisis, in which 1 of every 8 persons is a migrant. Ultimately, the artwork offers a visual testament to courage, resilience and hope, encapsulating the essence of the human struggle for a better future and a more dignified way of life.
Espejismos del Tapón (detalle) / Mirages of the Gap (detail) / 2024
Tierra del Darién tratada, pintura automotriz y polímero sintético
Treated soil from Darien, automotive paint and synthetic polymer / 208 cm x 515 cm.
Cisco Merel (Panamá, 1981)
La obra de Cisco Merel revela una interpretación de temas como el arte popular, la arquitectura y los contrastes sociales, en impactantes instalaciones y pinturas abstractas –de formas geométricas y colores intensos-- que produce con la incorporación del barro, los pigmentos y el acero inoxidable. Estudió artes plásticas en Panamá y en talleres internacionales y residencias en Nueva York, París y Leipzig. Por más de diez años, colaboró con el taller del reconocido maestro Carlos Cruz Diez en la ciudad de Panamá. Ha presentado más de quince exposiciones individuales en Panamá y el exterior desde 2005. Merel crea pinturas y esculturas, tanto pequeñas como de gran formato para espacios públicos, con diversos materiales desde el lienzo y la madera hasta los polímeros sintéticos. En sus obras, logra reinterpretar experiencias cotidianas a través de colores, formas y sensaciones que generan reflexiones sobre los sistemas y situaciones socioculturales de nuestros tiempos.
Cisco Merel’s work reveals an interpretation of themes such as popular art, architecture, and social contrasts, in striking installations and abstract paintings of geometric shapes and intense colors, which he produces with the incorporation of clay, pigments and stainless steel. He studied Fine Arts in Panama and in international workshops and residencies in New York, Paris, and Leipzig. For more than ten years, he collaborated with the Carlos Cruz Diez Workshop in Panama City. He has presented more than fifteen solo exhibitions in Panama and abroad since 2005. Merel creates paintings and sculptures, both small and large, for both private and public spaces, using a variety of materials ranging from canvas and wood to synthetic polymers. In his works, he manages to reinterpret everyday experiences through colors, shapes and sensations that generate reflections on the systems and social situations of our times.
Espejismos del Tapón (detalle) / Mirages of the Gap (detail) / 2024
Tierra del Darién tratada, pintura automotriz y polímero sintético
Treated soil from Darien, automotive paint and synthetic polymer / 208 cm x 515 cm.
Giana De Dier
La migración masiva de mujeres y hombres afrocaribeños en el siglo XIX y XX para la construcción del canal generó transformaciones profundas en Panamá y su población. Estos flujos migratorios no sólo dejaron una huella duradera en la historia del país, sino que también influyeron significativamente en su diversidad cultural.
Para quienes decidieron aventurarse y movilizarse de las Antillas al istmo panameño, este traslado dejó una marca permanente en el cuerpo, al igual que en sus descendientes. El cuerpo que migra se convierte en repositorio de crónicas y memorias, mientras que la propia persona enfrenta el desafío de qué llevar consigo y qué dejar atrás. La pregunta central se convierte en un dilema: ¿cómo reconciliar el deseo de recordar quiénes somos con la necesidad imperante de asimilarse para sobrevivir?
A través del collage, De Dier reúne material de archivo, documentos familiares e historia oral para crear nuevas narrativas sobre la experiencia de los migrantes. Mediante capas superpuestas y texturas visuales estos collages buscan ofrecer una visión más íntima de la vida de estas personas, yendo más allá de lo que revelan los archivos institucionales.
El políptico “Todo lo que es bueno y verdadero” contempla la idea de que la memoria constituye parte no solo de la mente, sino también del cuerpo físico. La obra busca reconceptualizar la migración afroantillana a Panamá en los siglos XIX y principios del XX y explorar cómo la misma continúa marcando, no sólo las futuras generaciones, sino nuestro rol de país como ruta migratoria.
The massive migration of Afro-Caribbean men and women in the 19th and 20th century for the construction of the Panama Canal, brought about profound transformations in Panama and its demographic makeup. These migratory waves not only etched an enduring mark on the nation’s historical canvas but also exerted a significant influence on its cultural diversity.
For those who dared to venture and relocate from the Antilles to the Panamanian isthmus, the journey left an indelible mark not only on their bodies but also on their descendants. The migrating body becomes a repository of chronicles and memories, while the individuals themselves grapple with the challenge of deciding what to carry along and what to leave behind. The central question evolves into a poignant dilemma: how to reconcile the desire to preserve one’s identity with the pressing need to assimilate for survival?
Through collage, De Dier meticulously assembles archival material, family documents, and oral histories, weaving them into new narratives that illuminate the migrant experience. These elements intertwine, creating visual layers and textures that seek to offer a more intimate perspective into the lives of these individuals, delving beyond the confines of institutional archives.
The polyptych “Everything that is noble and true” contemplates the notion that memory is not only a construct of the mind but also an integral part of the physical body. The artwork strives to reimagine Afro-Antillean migration to Panama during the 19th and early 20th centuries and explore how it continues to shape not only subsequent generations but also Panama’s national identity as a migratory crossroads.
Todo lo que es bueno y verdadero (detalle) / Everything That is Noble and True (detail) / 2024 Políptico de 5 collages sobre papel, 120 x 80 cm cada uno / polyptych of 5 collages on paper, 120 x 80 cm each.
Todo lo que es bueno y verdadero (detalles) / Everything That is Noble and True (details) / 2024 Políptico de 5 collages sobre papel, 120 x 80 cm cada uno / polyptych of 5 collages on paper, 120 x 80 cm each.
Giana De Dier
(Panamá, 1980)
La artista panameña Giana De Dier explora la representación de la población afrodescendiente a través de dibujos y collages que construye con información y materiales de archivos históricos, historias orales y recuerdos familiares, así como con fotos que ella toma y la apropiación de fotografías antiguas. Se enfoca en representaciones de mujeres de origen caribeño, armando imaginarios para rememorar la resiliencia de los migrantes antillanos que llegaron al país para la construcción del canal y dar testimonio de su contribución a la conformación de la identidad panameña. De Dier estudió Artes Visuales en la Universidad de Panamá. Luego de su primera participación en una muestra colectiva en 2009, y su primera individual en 2014, ha expuesto en una docena de ocasiones en Panamá y el exterior. En 2022, fue invitada a la prestigiosa 58ª Carnegie International en Pittsburgh. En 2023, fue seleccionada para residencias artísticas en el Museo del Canal Interoceánico de Panamá, así como en la Delfina Foundation de Londres.
The Panamanian artist Giana De Dier explores the representation of people of Afro-Antillean descent in drawings and collages that she constructs with information, documents, and appropriated photographs from historical archives, oral histories, and family memories, as well as her own photographs. She focuses mainly on images of women of Caribbean origin, assembling imaginary scenarios to commemorate the resilience of West Indian migrants who arrived in the country for the construction of the Panama Canal, while bearing witness to their contribution in shaping Panamanian identity. De Dier studied Visual Arts at the University of Panama. After her first participation in a group show in 2009 and her first solo exhibition in 2014, she has exhibited on a dozen occasions in Panama and abroad. In 2022, she was invited to the prestigious 58th Carnegie International in Pittsburgh. In 2023, she was selected for artists’ residencies at the Panama Canal Museum and the Delfina Foundation in London.
“Había algo especial en cómo los panameños trabajaban juntos, una camaradería que no pasaba desapercibida. Se sentía como si todo lo que hacían fuera impulsado por una voluntad genuina, como si estuvieran construyendo algo más grande que ellos mismos. Era evidente que todo ese esfuerzo era una labor de amor, sin pretensiones ni artificios”.
“There was something special about the way the Panamanians worked together, a camaraderie that didn’t go unnoticed. It felt like everything they did was driven by genuine care, as if they were building something bigger than themselves. It was clear that all that effort was a labor of love, without any pretense or artifice.”
el equipo / the team
Ana Elizabeth González es actualmente la Directora Ejecutiva y Curadora en Jefe del Museo del Canal Interoceánico de Panamá, institución que ha renovado de manera significativa desde su llegada en 2020. Cuenta con una licenciatura en Arqueología y Administración de empresas de la Universidad de Glasgow; así como maestrías en Relaciones culturales internacionales de la Universidad de Girona y en Curaduría y gerencia de arte de la Universidad Politécnica de Catalonia y la George Washington University.
Durante sus años en Europa, González laboró en Londres como Attaché cultural de la Misión Diplomática de Panamá ante el Reino Unido y como Gerente de programas de la galería de arte contemporáneo y museo histórico London Mithraeum Bloomberg SPACE. También fungió como Directora Ejecutiva de la Fundación FAOU, creada por la artista japonesa Mariko Mori para promover la creación de obras site-specific globalmente.
En el Museo del Canal Interoceánico de Panamá, González ha dirigido una profunda restructuración y un plan estratégico enfocado en la inclusividad y una interpretación polifacética de la historia, que toma en cuenta la discriminación y los derechos humanos. Ha promovido un programa educativo dirigido hacia la preservación del patrimonio histórico cultural y, recientemente, lanzó el programa FARO de residencias para artistas contemporáneos dentro de los espacios expositivos del Museo del Canal.
Ana Elizabeth González
Co-curadora / Co-curator
Ana Elizabeth González currently serves as the Executive Director and Chief Curator of the Interoceanic Canal Museum of Panama, an institution she has significantly revitalized since joining in 2020. She holds a bachelor’s degree in Archaeology and Business Administration from the University of Glasgow, as well as master’s degrees in International Cultural Relations from the University of Girona and in Curating and Art Management from the Polytechnic University of Catalonia and George Washington University.
During her time in Europe, González worked in London as the Cultural Attaché for the Diplomatic Mission of Panama to the United Kingdom and as the Program Manager for the contemporary art gallery and historical museum London Mithraeum Bloomberg SPACE. She also served as the Executive Director of the FAOU Foundation, established by Japanese artist Mariko Mori to promote the creation of site-specific works globally.
At the Interoceanic Canal Museum of Panama, González has spearheaded a comprehensive restructuring and strategic plan centered on inclusivity and a nuanced interpretation of history, addressing issues of discrimination and human rights. She has championed an educational program dedicated to preserving cultural heritage and recently launched the FARO residency program, which supports contemporary artists within the museum’s exhibition spaces.
Mónica Kupfer, PhD es historiadora, curadora y crítica de arte. Con estudios en Estados Unidos y Alemania, cuenta con una maestría y un doctorado en Historia del Arte con énfasis en arte latinoamericano. En los años ochenta, fue la primera curadora del Museo de Arte Contemporáneo de Panamá, donde hoy forma parte del Consejo Consultivo. Fue directora fundadora de la Bienal de Arte de Panamá, evento celebrado en ocho ediciones de 1992 a 2008. Desde 1999, labora como directora de la Fundación Arte & Cultura, que promueve el arte panameño local e internacionalmente, a través de exposiciones y publicaciones.
Como curadora, Kupfer ha colaborado en múltiples exposiciones en su país y en el extranjero, tales como Encuentro de corrientes: Pintura en Panamá en 1998; Trazos perceptivos: Mujeres artistas de Panamá en 2013; Del espacio privado al museo: Arte de Centroamérica y el Caribe en 2016 y Una invasión en 4 tiempos en 2019. De sus publicaciones cabe destacar el capítulo de América Central del libro Arte Latinoamericano del Siglo XX, y la dirección editorial de Mujeres en las Artes de Panamá, obra que documenta la labor creativa de 500 mujeres. Ha sido corresponsal de Art Nexus desde los años noventa, además de haberse desempeñado como conferencista y jurado en eventos de arte contemporáneo.
Mónica Kupfer, PhD Co-curadora / Co-curator
Dr. Mónica Kupfer is a historian, curator, and art critic with studies in the United States and Germany. She holds a master’s degree and a PhD in Art History, specializing in Latin American art. In the 1980s, she became the first curator of the Museum of Contemporary Art in Panama, where she now serves on the Advisory Council. She was the founding director of the Panama Art Biennial, which was held in eight editions from 1992 to 2008. Since 1999, she has been the director of the Art & Culture Foundation, which promotes Panamanian art both locally and internationally through exhibitions and publications.
As a curator, Kupfer has collaborated on numerous exhibitions both in Panama and abroad, including “Encounter of Currents: Painting in Panama” in 1998, “Perceptive Strokes: Women Artists of Panama” in 2013, “From Private Space to Museum: Art of Central America and the Caribbean” in 2016, and “An Invasion in Four Movements” in 2019. Her notable publications include the Central America chapter in the book “20th Century Latin American Art” and her editorial direction of “Women in the Arts of Panama,” a work documenting the creative endeavors of 500 women. She has been a correspondent for Art Nexus since the 1990s and has also served as a lecturer and judge at contemporary art events.
Luz Bonadies es comunicadora, especialista en proyectos y una ciudadana comprometida con el desarrollo sostenible a través de la gestión cultural. Cuenta con estudios en Periodismo, Comunicación Social y Mercadeo, así como especializaciones en Project Management y Design Thinking for Innovation. Ha dedicado su carrera a identificar y visibilizar la oferta de valor de diversos productos, instituciones y proyectos de las industrias creativas de Panamá. Fue Editora Jefe de múltiples publicaciones, columnista y Directora de Revistas en Grupo Epasa. Ocupó los cargos de Jefa de Relaciones Públicas y Directora Nacional de Publicaciones en el Instituto Nacional de Cultura (INAC).
Entre 2017 y 2020, Bonadies lideró la transformación radical del Museo de Arte Contemporáneo de Panamá (MAC) como Directora Ejecutiva, logrando –junto a un equipo de profesionales y seres humanos increíbles– contar con una programación diversa e inclusiva, generar diálogo con la comunidad, aumentar las oportunidades de formación artístico-curatorial, duplicar año con año la entrada de visitantes e incrementar en más de un 150% la presencia digital del museo. Actualmente, es Gerente de Comunicaciones y Mercadeo de la Fundación Ciudad del Saber, desde donde promueve el cambio social a través de la innovación, el humanismo, la cultura y el intercambio de conocimientos.
Luz Bonadíes
Directora de Proyecto / Project Director
Luz Bonadies is a communicator, project specialist, and a dedicated advocate for sustainable development through cultural management. She has a background in Journalism, Social Communication, and Marketing, with additional specializations in Project Management and Design Thinking for Innovation. Throughout her career, she has focused on identifying and highlighting the value proposition of various products, institutions, and projects within Panama’s creative industries. She served as Editorin-Chief of multiple publications, columnist, and Magazine Director at Grupo Epasa. She also held the positions of Head of Public Relations and National Director of Publications at the National Institute of Culture (INAC).
Between 2017 and 2020, Bonadies led the radical transformation of the Museum of Contemporary Art of Panama (MAC) as Executive Director. Alongside an incredible team of professionals and individuals, she developed a diverse and inclusive programming, fostered community dialogue, expanded artisticcuratorial training opportunities, doubled visitor numbers year after year and achieved a more than 150% increase in the museum’s digital presence, . Currently, she is the Communications and Marketing Manager at the City of Knowledge Foundation, where she promotes social change through innovation, humanism, culture, and knowledge exchange.
Mariana Núñez Haugland es vicepresidenta de Comunicaciones y Cultura de la Fundación Ciudad del Saber, Panamá. Fundó Ají Pintao (1996), el pionero estudio de comunicación visual descrito en “Latin American Graphic Design” de TASCHEN como la “principal fuerza creativa de Panamá” (2008), desde donde manejó cientos de proyectos de comunicación para el sector cultural y de desarrollo social. En 2012, tras cultivar el talento de decenas de creativos, vendió su estudio al grupo Starcom y continuó su carrera como profesional creativa independiente. Su trabajo ha fromado parte y ha sido premiado por la Bienal Iberoamericana de Diseño de Madrid para la cual luego fue persona puente con Panamá por una década. Su trabajo gráfico ha sido exhibido en más de 15 países. Recibió el Premio Nacional a la Innovación (2011) y fundó “Panamá Gráfico”, asociación a través de la cual organizó y curó las exhibiciones colectivas de diseño (2006-2014) en el MAC, donde ha servido como miembro de la Junta Directiva (2016-2024). Fue Directora del Instituto Nacional de Cultura de Panamá (2014-2015) poniendo en marcha numerosos proyectos a lo largo y ancho de su país.
Mariana obtuvo su Bachelor of Fine Arts en Diseño Gráfico y su Bachelor of Science en Mass Communication de la Universidad de Boston en 1994. Fue docente de la Universidad Santa María la Antigua (1996-1999). Complementó sus estudios con cursos como Perspectivas de negocios para líderes del diseño en Harvard Business School (Cambridge, MA), y de Creatividad y Diseño en Central Saint Martin (Londres).
Mariana Núñez Haugland
Dirección gráfica / Graphic direction
Mariana Núñez Haugland is Communications and Culture VP at City of Knowledge Foundation. She founded Ají Pintao (1996), the pioneer visual communication studio described in TASCHEN’s book “Latin American Graphic Design” as “Panama’s main creative force”. In 2012, after mentoring a handful of creative talents, she sold the studio to Starcom Group, and continued her career as an independent creative professional. Her work has been part of and awarded by the IberoAmerican Design Biennial of Madrid, for whom she later served as liaison to Panama for a decade. Her graphic design work has been displayed in over 15 countries. She received Panama’s National Innovation Prize (2011) and is the founder of “Panama Gráfico”, through which she organized and curated the design collectives (2006-2014) at the MAC, where she served as Board Director (20162024). Mariana was Director of the National Culture Institute of Panama (2014-2015) setting in motion numerous cultural projects throughout her country.
Mariana received her Bachelor of Fine Arts in Graphic Design and her Bachelor of Science in Mass Communication from Boston University in 1994. She taught at Universidad Santa María la Antigua (19961999). She continued her education with courses such as Business Perspectives for Design Leaders at Harvard Business School (Cambridge, MA), and Creativity and Design at Central Saint Martin (London).
Itzela Quirós es profesora de Historia del Arte y Arquitectura. Se licenció en Arquitectura con especialización en intervención en el patrimonio construido y obtuvo un máster en Gestión de Proyectos de Conservación en el Politécnico de Milán. Es candidata a Doctora en Arquitectura por la Universidad Nacional de Colombia. Desde 2009 trabaja como arquitecta de conservación para el Ministerio de Cultura de Panamá y ha sido nombrada Subdirectora Nacional de Patrimonio Cultural y Directora Nacional de Museos.
Román Flórez es arquitecto, artista y educador, cuenta con un magister en museología y gestión del patrimonio cultural. Con amplia experiencia en creación de exposiciones en museos de Colombia y Panamá. En 2024 su trabajo artístico le ha merecido su primera nominación al XLIV Premio Nacional de Artes Visuales Roberto Lewis del Ministerio de Cultura de Panamá. Ha contribuido a exposiciones dentro de las que se incluyen “El presente está por escribirse” en 2024 y “El papel lo aguanta todo, capítulo 5 (refugio)” en 2021, ambas en Diablo Rosso, así como su participación en “Museums Through Artists / BIENALSUR 2021” sede virtual. En 2019 formó parte de Pandora Exquisita Vol.2 en Quorum Laboratorio Cultural y en 2016 hizo parte de Serendipia: LAB de arte y ciencia en el Museo de Arte contemporáneo de Panamá. En la actualidad es curador del Museo del Canal. Vive y trabaja en Ciudad de Panamá.
Arquitecta, museógrafa y gestora cultural, fue parte del equipo de Interpretación del Biomuseo (2015-2017), desarrollando programas públicos y exhibiciones. En Milán, participó en el diseño y programación de la exhibición ‘999 “Una collezione di domande sull’abitare contemporȧneo” (Triennale di Milano, 2018). Beneficiada por ERASMUS+, colaboró con Basurama (Madrid, 2018-2019) y luego con el Museo de la Ciudad de Panamá (2019). Fue Gestora Cultural y encargada de Exposiciones Temporales en el Centro Cultural de España en Panamá (2019-2020) y Jefa del Departamento de Cultura del Banco Nacional de Panamá (2020-2022).Está certificada en Museografía y Diseño de Exposiciones, Diversidad Cultural, Mediación y Educación en Museos, Conservación, Patrimonio Cultural, Cooperación entre museos, y Prácticas inclusivas en Museos. Actualmente, es la gerente de Colecciones del Museo del Canal, que cuenta con más de 30,000 piezas.
Quirós Comisionada / Comissioner
Itzela Quirós is a professor of Art History and Architecture. She earned her degree in Architecture with a specialization in built heritage intervention and obtained a master’s degree in Conservation Project Management from the Polytechnic University of Milan. She is a Ph.D. candidate in Architecture at the National University of Colombia. Since 2009, she has worked as a conservation architect for the Ministry of Culture of Panama and has been appointed Deputy National Director of Cultural Heritage and National Director of Museums.
Equipo de Exposición y Montaje / Exhibition Team
Román Flórez is an architect, artist, and educator with a master’s degree in museology and cultural heritage management. He has extensive experience in creating exhibitions for museums in Colombia and Panama. In 2024, his artistic work earned him his first nomination for the XLIV Roberto Lewis National Visual Arts Award from the Ministry of Culture of Panama. He has contributed to exhibitions such as “The Present Is Yet to Be Written” in 2024 and “The Paper Holds It All, Chapter 5 (Refuge)” in 2021, both at Diablo Rosso, as well as participating in “Museums Through Artists / BIENALSUR 2021” virtual venue. In 2019, he was part of Pandora Exquisita Vol.2 at Quorum Laboratorio Cultural, and in 2016, he participated in Serendipia: LAB de Arte y Ciencia at the Museum of Contemporary Art of Panama. He is currently the curator of the Panama Canal Museum. He lives and works in Panama City.
Mirielle Robles
Equipo de Exposición y Montaje / Exhibition Team
Mirielle Robles is an architect, museographer, and cultural manager. She was part of the Interpretation team at the Biomuseo (2015-2017), where she developed public programs and exhibitions. In Milan, she contributed to the design and programming of the exhibition ‘999 “Una collezione di domande sull’abitare contemporȧneo” (Triennale di Milano, 2018). Through ERASMUS+, she collaborated with Basurama (Madrid, 2018-2019) and later with the Panama City Museum (2019). She served as Cultural Manager and oversaw Temporary Exhibitions at the Spanish Cultural Center in Panama (2019-2020) and was Head of the Culture Department at the National Bank of Panama (2020-2022). She is certified in Museography and Exhibition Design, Cultural Diversity, Mediation and Education in Museums, Conservation, Cultural Heritage, Museum Cooperation, and Inclusive Practices in Museums. Currently, she is the Collections Manager at the Panama Canal Museum, which holds over 30,000 artefacts.
Mariana Núñez Haugland y Luz Bonadies
De Panamá a la Biennale di Venezia
(publicado en La Prensa el 19 de abril de 2024)
Tras semanas de coordinación de hospedajes, transporte aéreo, seguros, embalajes, donaciones, fotos y textos, nos encontrábamos en Venecia. Lo que hace cinco meses parecía un sueño lejano, se hacía realidad entre martillazos, diálogos que combinaban pizcas de inglés, italiano, español –y algo de señas– nos sacaban sonrisas en medio del cambiante clima veneciano. Se sentía, en el ambiente, esa efervescencia que todo proyecto de gran envergadura provoca.
Finalmente vimos las obras llegar al muelle del Arsenale. Con cada estela que dibujaba la lancha sobre el agua, subía nuestra adrenalina. Rápidamente, se fueron sumando los ayudantes para cargar las inmensas cajas de madera que contenían las piezas que habían viajado desde Panamá. Una por una se fueron transportando las obras hacia nuestro pabellón. Primero con la ayuda de una grúa inmensa. Luego, a pulmón, por los callejones de adoquines con más de 1,500 años de existencia.
No tardamos en darnos cuenta lo bien localizado que está el espacio con el que Panamá se estrena con un pabellón nacional en en la Esposizione Internazionale d’Arte - La Biennale di Venezia. Los productores y montajistas de pabellones cercanos nos lo repetían una y otra vez. Desde la parada de vaporetto Arsenale es fácil identificar el Museo histórico naval de Venecia, el cual marca la entrada a la calle San Biasio, donde se encuentra nuestro espacio: Calle San Biasio 2131. A la cual también se accede fácilmente desde el edificio del Arsenale caminando.
Cada escena nos reiteraba que estábamos en el centro del evento más importante a nivel mundial para las artes. Todos los días la cantidad de personas en las calles, los cafés, las plazas y los restaurantes aumentaba notablemente. Los contratistas corrían de un lado para el otro con bastidores de madera, andamios y escaleras ayudando a los distintos pabellones a prepararse para los días previos a la apertura al público. Afuera de las fachadas de colores se leía “frágil” en cajas y envolturas por doquier. Según el curador general de la Esposizione Internazionale d’Arte - La Biennale di Venezia 2024, el brasileño, Adriano Pedrosa: “Se invitaron a un total de 330 artistas [a la exposición central], además de los 88 países con pabellones y 34 eventos adicionales repartidos por la urbe”.
Los artistas seleccionados para representar a Panamá, en este primer pabellón nacional, fueron llegando uno a uno. Primero lo hizo Cisco Merel, quien –con una pieza de gran formato separada en partes– necesitó algunos días para completar el ensamblaje junto al equipo del pabellón. Isabel De Obaldía, por su parte, requirió una semana y media para culminar su instalación multimedia, la cual combina dibujo, esculturas de vidrio y sonido. Brooke Alfaro y Giana De Dier, llegaron más cerca de la apertura, al presentar obras de pared cuyo montaje es menos retador.
Poco a poco el espacio empezó a tomar forma con las obras que con tanto cuidado seleccionamos, empacamos, recibimos e instalamos. La alegría podía más que el cansancio y la inesperada ola de frío que transformó el inicio de la primavera en días grises con lluvia. Ver el nombre de nuestro país en los banners informativos que abundan por las calles cercanas a la Esposizione Internazionale d’Arte nos energizaba. Panamá se hacía presente en esta bienal dentro y fuera de nuestro pabellón.
Durante los tres primeros días de visitas previas más de 1,000 personas han visitado la exposición “Surcos. En el cuerpo y en la tierra”. Desde curadores de arte, profesionales de la industria, artistas, autoridades, prensa, miembros del jurado internacional de La Biennale di Venezia e invitados especiales. Hemos escuchado testimonios de personas de distintas partes del mundo que hacen alusión a la calidad de las obras, los artistas y la importancia del tema que abordamos a través de sus trabajos.
Mientras escribimos este recuento de las últimas semanas, el corazón se nos hace un nudo de emociones, entre gratitud y expectativa. Cuando ustedes, queridos lectores, puedan leer estas líneas, en este lado del mundo ya habremos inaugurado nuestro pabellón nacional. Gracias por acompañarnos en esta aventura trasatlántica que sienta un precedente importante para el futuro del arte istmeño, la formación de nuevos talentos, la colaboración intersectorial e interinstitucional, así como la creación de políticas públicas que permitan darle continuidad a este proyecto país.
Mariana Núñez Haugland and Luz Bonadies
From Panama to the Biennale di Venezia
(published in La Prensa on April 19, 2024)
After weeks of coordinating accommodations, air transportation, insurance, packaging, donations, photos and texts, we found ourselves in Venice. What seemed like a distant dream five months ago became a reality between hammer blows, dialogues that combined bits of English, Italian, Spanish – and some signs – brought smiles to our faces in the midst of the changing Venetian climate. The effervescence that every large-scale project provokes was felt in the atmosphere.
Finally we saw the works arrive at the Arsenale dock. With each wake that the boat drew on the water, our adrenaline rose. Quickly, the assistants joined in to load the immense wooden boxes that contained the pieces that had traveled from Panama. One by one the works were transported to our pavilion. First with the help of a huge crane. Then, on your own, through the cobblestone alleys that are more than 1,500 years old.
It didn’t take us long to realize how well located the space is with which Panama debuts with a national pavilion at the Esposizione Internazionale d’Arte - La Biennale di Venezia. The producers and editors of nearby pavilions repeated it to us over and over again. From the Arsenale vaporetto stop it is easy to identify the Venice Naval Historical Museum, which marks the entrance to San Biasio Street, where our space is located: San Biasio Street 2131. Which is also easily accessed from the Arsenale building. walking.
Each scene reiterated to us that we were at the center of the most important event in the world for the arts. Every day the number of people in the streets, cafes, squares and restaurants increased noticeably. Contractors were running around with wooden frames, scaffolding and ladders helping the different pavilions prepare for the days before opening to the public. Outside the colorful facades, “fragile” was written on boxes and wrappings everywhere. According to the general curator of the Esposizione Internazionale d’Arte - La Biennale di Venezia 2024, the Brazilian, Adriano Pedrosa: “A total of 330 artists were invited, 88 countries with pavilions and 34 additional events are spread across the city.”
The artists selected to represent Panama, in this first national pavilion, arrived one by one. It was done first by Cisco Merel, who – with a large format piece separated into parts –needed a few days to complete the assembly together with the pavilion team. Isabel De Obaldía, for her part, required a week and a half to complete her multimedia installation, which combines drawing, glass sculptures and sound. Brooke Alfaro and Giana De Dier came closer to the opening, presenting wall works whose assembly is less challenging.
Little by little the space began to take shape with the works that we carefully selected, packed, received and installed. The joy was more than the fatigue and the unexpected cold wave that transformed the beginning of spring into gray days with rain. Seeing the name of our country on the information banners that abound in the streets near the Esposizione Internazionale d’Arte energized us. Panama was present at this biennial inside and outside our pavilion.
During the first three days of preview visits, more than 1,000 people have visited the “Surcos” exhibition. In the body and on the earth.” From art curators, industry professionals, artists, authorities, press, members of the international jury of La Biennale di Venezia and special guests. We have heard testimonies from people from different parts of the world who allude to the quality of the works, the artists and the importance of the topic we address through their work.
As we write this account of the last few weeks, our hearts become knotted with emotions, between gratitude and expectation. When you, dear readers, can read these lines, on this side of the world we will have already inaugurated our national pavilion. Thank you for joining us on this transatlantic adventure that sets an important precedent for the future of Isthmus art, the training of new talents, intersectoral and inter-institutional collaboration, as well as the creation of public policies that allow continuity to this country project.
reflexiones / reflections
Itzela Quirós
Un hito cultural para Panamá
La participación de Panamá en la 60ª edición de la Bienal de Arte de Venecia marca un hito significativo en la historia cultural del país. Por primera vez, Panamá cuenta con su propio Pabellón Nacional en este prestigioso evento internacional, llevando una representación variada tanto en técnica como en la trayectoria de sus artistas. Este logro ha sido posible gracias al esfuerzo y la perseverancia de un grupo excepcional de personas que trabajaron de manera organizada para alcanzar este objetivo en un corto tiempo.
La presencia de Panamá en la Bienal no solo resalta la riqueza y diversidad del talento artístico panameño, sino que también ofrece una oportunidad invaluable para que nuestros artistas se conecten con la comunidad artística internacional. Al contar con un Pabellón
Nacional, Panamá tiene la oportunidad de presentar sus propias narrativas culturales, exploraciones artísticas y perspectivas únicas, contribuyendo a un diálogo global sobre el arte y la cultura. En particular, este año el tema “Extranjeros por todas partes” resuena profundamente con la realidad migratoria que vive nuestro país, reflejando la confluencia de culturas y la experiencia del migrante como un fenómeno global y local.
Además, esta experiencia en la Bienal de Venecia puede ser un catalizador para el desarrollo de políticas culturales más robustas y un mayor apoyo a las artes en Panamá. Invertir en la participación de nuestros artistas, arquitectos y gestores culturales en escenarios internacionales no solo fomenta el reconocimiento de nuestra creatividad y originalidad, sino que también facilita el intercambio cultural y la colaboración global.
Es nuestro deseo que este esfuerzo conjunto no solo se mantenga, sino que también crezca con el tiempo, consolidando la presencia de Panamá en el panorama artístico internacional. Con un compromiso continuo y un apoyo decidido, podemos asegurar que la participación de Panamá en eventos de esta envergadura sea un reflejo duradero del talento y la cultura de nuestro país, inspirando a futuras generaciones de artistas y fortaleciendo nuestras futuras participaciones.
Finalmente, quisiera expresar nuestro agradecimiento a los artistas, al Museo del Canal de Panamá, a la Fundación Ciudad del Saber y a todos los mecenas que hicieron posible este Pabellón. Sin su invaluable apoyo, esta significativa representación cultural no habría sido una realidad. Con el aval y apoyo continuo del Ministerio de Cultura, confiamos en que Panamá mantendrá una presencia constante en futuras ediciones tanto de la Bienal de Arte como de la Bienal de Arquitectura de Venecia.
Itzela Quirós
A Cultural Milestone for Panama
Panama’s participation in the 60th edition of the Venice Biennale marks a significant milestone in the country’s cultural history. For the first time, Panama has its own National Pavilion at this prestigious international event, showcasing a diverse range of artistic techniques and the trajectories of its artists. This achievement was made possible through the effort and perseverance of an exceptional group of individuals who worked cohesively to reach this goal in a short period.
Panama’s presence at the Biennale not only highlights the richness and diversity of Panamanian artistic talent but also offers an invaluable opportunity for our artists to connect with the international art community. By having a National Pavilion, Panama can present its own cultural narratives, artistic explorations, and unique perspectives, contributing to a global dialogue on art and culture. This year’s theme, “Foreigners Everywhere,” deeply resonates with the migratory reality of our country, reflecting the confluence of cultures and the migrant experience as both a global and local phenomenon.
Moreover, this experience at the Venice Biennale can act as a catalyst for the development of more robust cultural policies and greater support for the arts in Panama. Investing in the participation of our artists, architects, and cultural managers on international stages not only fosters recognition of our creativity and originality but also facilitates cultural exchange and global collaboration.
It is our hope that this collective effort not only continues but also grows over time, solidifying Panama’s presence on the international art scene. With ongoing commitment and dedicated support, we can ensure that Panama’s participation in events of this magnitude becomes a lasting reflection of our country’s talent and culture, inspiring future generations of artists and strengthening our future engagements.
Finally, we would like to express our gratitude to the artists, the Panama Canal Museum, the City of Knowledge Foundation, and all the patrons who made this Pavilion possible. Without their invaluable support, this significant cultural representation would not have been a reality. With the continued endorsement and support of the Ministry of Culture, we are confident that Panama will maintain a consistent presence in future editions of both the Art Biennale and the Architecture Biennale in Venice.
Román
Flórez
El privilegio de sentarse en una banca
La Bienal de Arte de Venecia pareciera pensada para caminar a gran velocidad con ciertas oportunidades para detenerse. Aunque es un evento principalmente privado (sus exposiciones centrales pueden verse comprando entradas), cuenta con múltiples actividades y espacios de acceso gratuito que se entretejen en la red de calles, puentes, canales e islas que componen la trama urbana de una de las ciudades más visitadas de Italia.
Resulta lógico pensar en lo inabarcable que puede ser este evento global de arte, no solo por su sorprendente escala urbana y monumental, sino porque para dejarse abstraer por la experiencia sensible que implica, es indispensable parar, quedarse quieto y simplemente mirar, que es un privilegio aún más grande que el hecho de visitar Venecia en el contexto de este evento, considerando que al igual que algunas de las dinámicas del diseño urbano contemporáneo, la Bienal plantea un sistema de recorridos demandante de eficiencia, velocidad y manejo estratégico del tiempo.
Mientras recorría y veía rápidamente los proyectos que más me interesaban en la exposición principal y sus pabellones nacionales, recordé la interesante crítica que recoge en su producción académica el arquitecto y autor italiano Francesco Careri, sobre algo tan sencillo como el acto de andar y todo lo que ello implica. Pensé ean la interesante conexión entre sus reflexiones y lo que un visitante podría encontrar en Venecia en época de bienal, o lo que podría ir construyendo en su travesía por esta ciudad y su evento de arte contemporáneo más relevante.
Francesco Careri, profesor de la Universidad de Roma Tres, ha estudiado los fenómenos asociados al espacio público en relación con la importancia de recorrerlo a pie, de descubrirlo, analizarlo y disfrutarlo mientras se camina. Su primer libro “Walkscapes: el andar como práctica estética”, propone la permanente relación entre el acto de caminar, el arte, la arquitectura y el urbanismo. Una serie de tensiones que hacen posible el disfrute de las ciudades a través de la deriva, es decir, perdiéndose entre sus calles y plazas, una práctica no solo necesaria sino recurrente en Venecia, donde la curiosidad y el asombro funcionan casi como una aplicación de geolocalización.
Por otra parte, su segundo libro “Pasear, detenerse” da continuidad a sus primeras reflexiones en Walkscapes, añadiendo otro elemento: detenerse a contemplar es vital para alimentar cualquier experiencia estética en el espacio. Careri entiende el detenerse como un acto de resistencia, como una oportunidad de reflexión en
medio de arquitecturas y contextos urbanos que ubican la eficiencia sobre la experiencia humana, tal como puede pasar en eventos de gran formato como la Bienal. Pensé puntualmente en ello mientras recorría el Giardini della Biennale, el extenso parque que reúne decenas de pabellones nacionales permanentes y parte de la muestra central. Solo el paisajismo y sus edificaciones suponen un alto nivel de disfrute, que requiere de la habilidad de mirar pausadamente para hacer de la caminata un acto creativo y de aprendizaje como sugiere Careri. ¿Y los proyectos curatoriales y artísticos dentro de cada pabellón?
Muchos de ellos con la necesidad de albergar un público que pueda permitirse un ritmo pausado y dispuesto al análisis, que puede ser estimulado cuando el cuerpo se relaciona con el espacio a una velocidad más cercana a la escala humana.
En ese sentido, el desafío aumenta cuando se visita la Bienal fuera del ambiente controlado del Giardini o el Arsenale, cuando para ir de un evento expositivo a otro es necesario moverse a través de la ciudad caminando. Según el tiempo con que se disponga (que suele ser limitado para muchas personas), transitar la ciudad a pie es tan fascinante como agotador, es el mismo cuerpo el que le indica al caminante que necesita parar. Y puede ocurrir que en esas pausas aparezcan los instantes de aprendizaje y observación más intensos. Un pabellón en Venecia podría pensarse desde la empatía, al ofrecer un asiento o una superficie para acostarse: Invitar al otro al cambio radical de la velocidad, a resistir el efecto de la eficiencia y el tiempo, es decir, a activar el sentido subversivo que implica el decidir cuándo caminamos, a qué velocidad lo hacemos y cuándo nos detenemos, como lo subraya Careri en sus textos.
En menos de una hora se cerraría el Giardini y en el afán de querer ver más en poco tiempo caí en la cuenta de que la gestión de esas velocidades al caminar, de esas pausas y de esos momentos requeridos para detenerse a observar dependen casi exclusivamente del caminante, de la capacidad individual de hacerse consciente que el entorno nos ofrece un ritmo desbocado y cada uno puede hacer de él una criatura un poco más domesticada. Así que salí del pabellón japonés que presentaba una asombrosa instalación de la artista Yuko Mohri, me senté frente al edificio y lo observé por cuarenta minutos: vi sus paredes, sus manchas, la irregularidad de sus superficies blancas, su entorno repleto de vegetación, y vi a los cientos de caminantes pasando frente al pabellón a contra reloj. Pensé en Careri y que en cierto modo la obra de Mohri invitaba a cumplir con sus postulados y que su obra se parecía al edificio, es decir, saboreé por unos minutos el privilegio de sentarse en una banca.
Román Florez
The Privilege of Sitting on a Bench
The Venice Art Biennale seems designed for fastpaced walking with occasional opportunities to pause. Although it is primarily a private event (its main exhibitions require ticket purchases), it features numerous free activities and spaces interwoven into the network of streets, bridges, canals, and islands that make up the urban fabric of one of Italy’s most visited cities.
It is logical to consider how overwhelming this global art event can be, not only because of its impressive urban and monumental scale, but also because to immerse oneself in the sensory experience it offers, it is essential to stop, stand still, and simply look. This privilege is even greater than the fact of visiting Venice during this event, considering that, as in the dynamics of contemporary urban design, the Biennale proposes a system that demands efficiency, speed, and strategic time management.
While quickly touring the projects that interested me most in the main exhibition and the national pavilions, I recalled the insightful critique by Italian architect and author Francesco Careri on something as simple as the act of walking and all it entails. I thought about the interesting connection between his reflections and what a visitor might encounter in Venice during the Biennale, or what they could build through their journey in this city and its most relevant contemporary art event.
Francesco Careri, a professor at Roma Tre University, has studied the phenomena associated with public space in relation to the importance of exploring it on foot, discovering it, analyzing it, and enjoying it while walking. His first book, “Walkscapes: Walking as an Aesthetic Practice,” proposes the permanent relationship between walking, art, architecture, and urbanism. A series of tensions make it possible to enjoy cities through drifting, that is, getting lost among their streets and squares, a practice not only necessary but recurrent in Venice, where curiosity and wonder function almost like a geolocation app.
On the other hand, his second book, “Pasear, detenerse” (“Strolling, Stopping”), continues his initial reflections in Walkscapes, adding another element: stopping to contemplate is vital to nourish any aesthetic experience in space. Careri understands stopping as an act of resistance, an opportunity for reflection amid architectures and urban contexts that prioritize efficiency over human experience, as can happen in large-scale events like the Biennale.
I thought specifically about this while walking through the Giardini della Biennale, the extensive park that houses dozens of permanent national pavilions and part of the central exhibition. The landscaping and its buildings alone offer a high level of enjoyment, requiring the ability to look slowly to make the walk a creative and learning act, as Careri suggests. What about the curatorial and artistic projects within each pavilion? Many of them need to accommodate an audience that can afford a slow pace and be open to analysis, which can be stimulated when the body relates to the space at a speed closer to the human scale.
In this sense, the challenge increases when visiting the Biennale outside the controlled environments of the Giardini or the Arsenale, where moving from one exhibition event to another requires walking through the city. Depending on the time available (which for most people is often limited), traversing the city on foot is as fascinating as it is exhausting. It is the body itself that tells the walker when there is a need to stop. And it may happen that in those pauses, the most intense moments of learning and observation occur. A pavilion in Venice could be designed with empathy, offering a seat or a surface to lie down on: inviting others to radically change their speed, resist the effect of efficiency and time, and activate the subversive sense of deciding when to walk, at what pace, and when to stop, as Careri emphasizes in his texts.
Less than an hour before the Giardini were to close, in my rush to see the most in a short period of time, I realized that managing those walking speeds, those pauses, and those moments needed to stop and observe, all depend almost exclusively on the walker. They depend on the individual ability to become aware that the environment offers us an unstoppable rhythm, and that it is up to each person to transform it into a slightly more controlled creature. So, I left the Japanese pavilion, which featured an amazing installation by artist Yuko Mohri, sat in front of the building, and observed it for forty minutes: I looked at its walls, its stains, the irregularity of its white surfaces, its vegetationfilled surroundings, and the hundreds of walkers passing in front of the pavilion rushing against the clock. I thought of Careri and how, in a way, Mohri’s work invited the observer to fulfill her postulates, and how her work resembled the building. For a few minutes, I savored the privilege of sitting on a bench.
Mirielle Robles
El pabellón cobra vida
Tener la oportunidad de formar parte del equipo de montaje y producción del primer pabellón de Panamá para la Bienal de Arte de Venecia ha sido uno de los mayores logros en mi carrera profesional.
Como parte de mi preparación académica como arquitecta y gestora cultural de las Industrias Creativas tuve la dicha de estudiar y trabajar en Italia por unos años, hasta antes de la pandemia en 2020. Al volver a Panamá durante ese tiempo tan difícil, se nos pusieron muchas cosas en perspectiva, también como colectivo; y creer que una participación artística y cultural como la de Panamá en una plataforma tan inmensa como lo es la Biennale di Venezia era algo que probablemente no creíamos que sucedería.
Como parte del equipo gerencial del Museo del Canal, en donde lidero la Gerencia de Colecciones, mi misión en este proyecto consistió en apoyar y supervisar los trabajos arquitectónicos requeridos para el espacio de exposición en Venecia, desde la entrega del espacio al equipo curatorial hasta la culminación de los contratos de arrendamiento. Además, apoyé la gestión y manejo de las obras de arte para su llegada a Italia, preparando todo para proteger y cuidar de ellas hasta el momento de su ubicación en la sala; y posteriormente, su retiro y traslado de vuelta a Panamá.
El diseño y desarrollo museográfico fue realizado por el increíble equipo de Exposiciones del Museo del Canal. Pudimos ver toda su concepción, desde la primera idea de montaje, hasta su evolución a su presentación en el pabellón. Así mismo, tuve la oportunidad maravillosa y única de presenciar cómo estos diseños arquitectónicos cobraban vida en el espacio, uno de los mayores privilegios que puede haber.
De todas las emociones experimentadas durante los meses previos a la apertura del pabellón, el ver llegar las obras de arte a la sala es lo que más recordaré, con el corazón lleno de orgullo por haber participado y apoyado a este gran suceso para nuestro país: contribuir a que estos grandes artistas panameños llegaran a ser parte de esta ciudad artística y cultural, en uno de los eventos más importantes del arte del mundo.
Pensar que mi previa experiencia profesional y cultural en Italia fue el primer paso para poder llegar hasta este momento en donde celebramos el logro de este gran proyecto me llena de satisfacción. Es algo que genuinamente no pensé que podría suceder, y que me ha permitido conocer a grandes artistas que admiro y respeto, y al fantástico equipo curatorial que hizo posible este sueño.
Mirielle Robles
The Pavilion Comes Alive
Having the opportunity to be part of the installation and production team for Panama’s first pavilion at the Venice Art Biennale has been one of the greatest achievements of my professional career.
As part of my academic training as an architect and cultural manager within the Creative Industries, I had the privilege of studying and working in Italy for several years, up until the pandemic in 2020. Returning to Panama during such a challenging time put many things into perspective, both individually and collectively. The idea that Panama could have a cultural and artistic presence on such a grand platform as the Venice Biennale seemed like a distant dream.
As part of the team at the Canal Museum, where I lead the Collections Management team, my mission for this project was to support and oversee the architectural work required for the exhibition space in Venice, from its handover to the curatorial team to the completion of rental contracts. Additionally, I supported the logistics and handling of the artworks for their journey to Italy, ensuring everything was prepared to protect and care for them from their arrival at the gallery until their eventual return to Panama.
The museographic design and its development were carried out by the incredible Exhibitions team at the Canal Museum. We witnessed the entire process from the initial concept to its evolution into what we presented at the pavilion. I had the unique and wonderful opportunity to see these architectural designs come to life in the actual space, which I consider one of the greatest privileges.
Of all the emotions experienced in the months leading up to the pavilion’s opening, seeing the artworks arrive at the pavilion is what I will always remember most, with pride for having participated in and supported this significant event for our country. It was equally fulfilling to enable these great artists to be part of such a great artistic and cultural city, by participating one of the world’s most important art events.
Reflecting on the fact that my previous professional and cultural experience in Italy was the first step towards this moment fills me with satisfaction. It is something I could never have foreseen. It has allowed me to meet and collaborate with great artists whom I admire and respect, as well as with the fantastic curatorial team that made this dream possible.
Equipo de Apoyo del Proyecto / Equipo de Apoyo del Proyecto
Ana Elena González
Jeffrey Barboza
Miaolan Mo
Kelia Guerrero
Abdair Arauz
Carolina Cornejo
Equipo de Comunicaciones / Communications Team
Tatiana Álvarez
Roger Vàsquez
Cristina Aragon
Jorge Bustamante
Moisés Ledezma
Abdiel Vargas
Coordinación del Proyecto, Italia / Project Coordination, Italy
ArtEvents
Agradecimientos especiales / Special thanks to Consulado de Panamá en Venecia
Embajada de Panamá en Italia
Museo de Arte Contemporáneo de Panamá
Horacio Icaza
Jorge Chanis
Juan Canela
Kathy Francey
Marie Francie Del Bono
Miguel Verzbolvskis
Rosa Bethancourt
Tessie Moreno
Hecho posible por / Made possible by
Stanley & Linky Motta
Ricardo Alberto Arias
Horacio Icaza
Alexandra Arias
Johnny Roux
Leopoldo Arosemena
Diana Morgan
Juan Raúl & Mariloli Humbert
Pedro & Pituka Heilbron
Ximena Eleta de Sierra
Familia Henríquez
MariCarmen Heilbron
Carmen Perurena
Maribel Heilbron
Graciela Q. de Chapman
Anabella Saiz de Dex
Salomón & Selma Hanono
Eduardo & Gabriela Chiari
Gilda & Manuel Ferrer
Semiotik
Iván Chanis
Dos G Arquitectos
Weil Art
Saúl Faskha
Carlos Colmenter
Gustavo Manrique
Leo & Eve Wiznitzer
Denise C. de Clement
thanks to
gracias
In early 2023, Ana Elizabeth González, Director and Chief Curator of the Panama Canal Museum, took the initiative to submit a curatorial proposal to the Venice Biennale. She soon received a positive response, contingent upon approval from the highest national cultural authority in the country. How would this be achieved? The project was ambitious, involving significant financial, logistical, and artistic challenges. Months later, having secured the approval from the Ministry of Culture, she assembled a team with Dr. Mónica Kupfer, Founder and Director of the Fundación Arte y Cultura, whose career has been crucial to the development of art in Panama, and Luz Marie Bonadies, former Director of the Museum of Contemporary Art of Panama and currently Communications and Marketing Manager at Fundación Ciudad del Saber. They carefully selected four outstanding artists whose work aligned with the curatorial vision. Within just four months, and with crucial support from Mariana Núñez Haugland, VP of Communications and Culture at Fundación Ciudad del Saber; Itzela Quirós, Director of National Museums at the Ministry of Culture; and Román Flórez and Mirielle Robles from the curatorial team at the Panama Canal Museum, the works of Isabel De Obaldía, Brooke Alfaro, Cisco Merel, and Giana De Dier came together in Panama’s first national pavilion at the Venice Biennale. The following pages aim to share this journey, that marked the beginning of a new era for Panamanian art on the global stage.