ENTREVISTA
IÑAKI GUERRERO
16
“Todo tiene solución si hago mi parte”
Ciudad Nueva | 619 | Mayo 2020
PSICÓLOGO, VIVE EN LA CIUDADELA DE LOS FOCOLARES EN LOPPIANO, ITALIA, UNO DE LOS PAÍSES MÁS AFECTADOS POR LA PANDEMIA. ALGUNOS CONSEJOS PARA “ATRAVESAR” ESTE PERIODO TAN DIFÍCIL, EN EL CUAL TODOS NOS DESCUBRIMOS MÁS FRÁGILES Y VULNERABLES.
–Con la llegada del coronavirus y las medidas restrictivas experimentamos un gran sentimiento de fragilidad, como si se desintegrara nuestra ilusión de poder sobre las cosas, sobre nuestra vida y nuestros proyectos. ¿Qué aconsejás para vivir bien este momento, para hacerlo fructífero tanto para nuestra vida como para nuestra gran familia humana? –Ciertamente, una situación como esta, que está siendo vivida por toda la humanidad, pone en crisis todas nuestras seguridades. Inconscientemente tendemos a creer en la omnipotencia del ser humano, pensamos que la ciencia y la tecnología pueden resolver todos los problemas y esto nos da seguridad. Pero de pronto llega una catástrofe, un terremoto, un huracán, una pandemia… y caen todas nuestras certezas. En un instante pasamos de la fe, de la confianza, al miedo: ¿qué va a suceder? ¿Qué se puede hacer? ¿Quién puede resolver esta situación? Y empieza la agitación, la ansiedad, el estrés, la desesperación, etcétera. Se trata de volver a la realidad. Nosotros no podemos controlarlo todo,
somos frágiles, no podemos hacernos ilusiones. Y esta conciencia es buena, nos ayuda a madurar, nos hace decir “tengo que estar siempre listo para enfrentar cualquier adversidad, no puedo hacerme ilusiones pensando que todo saldrá siempre bien”. Por principio, nuestra vida no se puede controlar en un ciento por ciento. Debemos ser conscientes y vivir “preparados” para afrontar sin miedo las dificultades que puedan presentarse, convencidos de que siempre es posible encontrar soluciones, incluso si nos toca atravesar momentos duros y de sufrimiento. Vivir con esta conciencia nos hace más maduros, más humanos y nos permite seguir luchando en cualquier circunstancia, sin desanimarnos. “Todo tiene una solución si hago mi parte”. En este sentido, para el creyente se suma la confianza en Dios, que nos hace creer que todo aquello que es querido o permitido por Él es para nuestro bien, lo cual nos ayuda también a afrontar las dificultades con serenidad y esperanza. –Nos llega mucho dolor a través de la televisión. Está aquel que ha perdido a un ser querido sin poder des-
Iñaki Guerrero
pedirse de él ni acompañarlo. ¿Qué sentido podemos darle a estas despedidas que sentimos como comunitarias, cómo podemos acompañar simbólicamente a estas personas fallecidas a causa del virus, ya que no es posible hacerlo físicamente? –En estas circunstancias nos encontramos frente a tantas situaciones dolorosas, que el sufrimiento se hace más visible. A veces, cuando el sufrimiento no es nuestro o de personas cercanas o a nuestro cuidado, no tomamos plena conciencia de la partida de los otros, y no sentimos su sufrimiento como propio. En cambio, en estas situaciones de sufrimiento generalizado, que nos toca a todos, no podemos no sentirlo en nosotros mismos, no es posible ser indiferentes. Por lo tanto, debemos aprender a vivirlo de la manera más serena posible: la desesperación, la ansiedad, la angustia… ¡no nos sirven, solo aumentan nuestro sufrimiento y el de los demás! Entonces, ¿cómo se hace para superar