
5 minute read
IN MEMORIAM
LA MANO DE

Advertisement

“Nos deja pero no se va, porque el Diego es eterno” LEO MESSI

SU LIENZO ERA EL CÉSPED, SOBRE EL QUE DIBUJÓ REGATES, CABRIOLAS Y UN REPERTORIO DE RECURSOS TÉCNICOS QUE LE HICIERON GRANDE, ÚNICO. DIEGO ARMANDO MARADONA ERA EL FÚTBOL EN ESTADO PURO, Y CREÓ SU PROPIO ESTILO Y SU PROPIA HISTORIA. ERA UN ARTISTA QUE CONSTRUYÓ LA LEYENDA SIN ESPERAR A SU DESAPARICIÓN. ESO ES LA ETERNIDAD, Y LO QUE LE ACERCA A LA DIVINIDAD.
TEXTO R. BALBONTÍN
La mano de Dios hoy sería imposible de imaginar porque la aplicación de la tecnología del VAR hubiera detectado el momento en que Shilton, el portero de Inglaterra se veía superado por... la mano de Maradona. MARADONA ERA EL EXCESO; DENTRO Y FUERA DEL CAMPO. Nadie como él interpretó el fútbol, alargando una zancada impropia para su baja estatura, driblando a la carrera sin que el balón se apartara de sus pies. Nadie como él, tampoco, se convirtió en mito viviente, con rango de autoridad que superaba al del presidente de la Républica y alcanzaba casi la Divinidad. Pero Maradona tenía un enemigo: él mismo. Hizo de su vida un particular


Ha dejado tantas imágenes increíbles, que habrá que rebobinar su carrera para entender por qué es el Dios del fútbol

UN DIEZ ETERNO
Nunca defraudó en ninguno de los clubes donde pudieron disfrutar de su talento. Aunque sin duda, donde se convirtió en ídolo y cambió la historia del equipo fue en Nápoles. Una transformación que le llevó a conquistar el Scudetto.

Diego Armando Maradona llevo el fútbol al Nápoles y allí cumplió su ciclo más extenso, incluido Scudetto.
La relación con la firma relojera Hublot se tradujo en dos ediciones limitadas que se agotaron rápidamente.
Con la camiseta del Boca Juniors.
Maradona hizo ante Inglaterra, en el Mundial de México, un partido memorable. Ya entonces era leyenda. vía crucis, una especie de condena por sus extraordinarias virtudes futbolísticas.
Diego Armando Maradona (Lanús, 1960) nos ha dejado tantas imágenes increíbles, que habrá que rebobinar de nuevo su carrera deportiva para entender por qué se convirtió en el Dios del fútbol, en el más aclamado y también al que más se le ha perdonado su conducta fuera del terreno de juego. Para la mayoría, una imagen es el mejor resumen de una carrera; en el caso de Maradona, sin embargo, hay varias, aunque hay coincidencia en dos. Curiosamente se producen en un Mundial, el de 1986 en México, y frente a Inglaterra. Allí confl uyen dos jugadas que quedan para la historia del fútbol y que resumen al pibe Maradona. El gol de la “mano de Dios” que ilustra la apertura de este reportaje y que retrata al chico pillo, nacido en familia numerosa y en hogar humilde. Nadie vio, ni en el campo ni en la televisión, como el 10 de la albiceleste impactaba con la mano en el balón, y solo las tomas fotográfi cas y repeticiones del vídeo descubrieron el gesto.
El segundo momento, también tiene denominación de origen: ‘el gol del siglo’,



aunque habría que actualizar su temporalidad, porque nunca nadie ha logrado hacer algo igual, aunque algunos hayan emulado su recorrido. Y para expresar cómo se vivió no solo en Argentina, sino en todo el mundo, reproducir la narración del locutor Víctor Hugo Morales es quizás el testimonio histórico que mejor retrata aquella jugada y define al jugador: “La va a tocar para Diego, ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, y deja al tercero y va a tocar para Burruchaga... ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-tata-ta-ta-ta-ta-ta... Gooooool... Gooooool... ¡Quiero llorar! ¡Dios Santo, viva el fútbol! ¡Golaaazooo! ¡Diegoooool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme... Maradona, en una corrida memorable, en la jugada de todos los tiempos... Barrilete cósmico... ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina? Argentina 2 - Inglaterra 0. Diegol, Diegol, Diego Armando Maradona... Gracias Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2-Inglaterra 0”. De aquellos lloros de felicidad de quien ya era leyenda y que agrandó su figura hasta conquistar aquel Mundial, al lloro por una desaparición que a nadie extraña pero que deja un vacío y, de lo que no hay duda, es que hará crecer a la leyenda hasta tocar con los dedos ese olimpo reservado a los grandes.
Maradona fue amigo de sus amigos, sincero sin ambages y el mejor futbolista del planeta para una gran parte del mismo. Dejó frases para la posteridad que lo definían y también arrebatos del pibe que fue, de esa ingenuidad no impostada de quien hace lo que le gusta y el resto le importa lo justo: “Soy un jugador que le ha dado alegría a la gente y con eso me basta y me sobra”; es un buen epitafio para recordar al genio. Descanse en paz.


ADIÓS TUMULTUOSO
La misma pasión que levantó cuando triunfaba ha acompañado su marcha. La peregrinación a la Casa Rosada ha sido tan intensa, que se vio desbordada. El dios del fútbol mira ahora desde el Olimpo.

Ídolo de masas, desató la locura cuando Argentina conquistó la copa del Mundo en el campeonato disputado en México en 1986. Diego Armando Maradona llegó a Europa para jugar en el FC Barcelona, y en el ocaso de su carrera jugó una temporada en el Sevilla FC. Su periplo profesional concluyó en su Argentina natal, donde comenzó su leyenda.