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Lucha por un mundo mejor

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Agradecimientos

Agradecimientos

María Amaral Delgado Rodríguez, 9 años Municipio: Nogales, Colegio Las Vocales

Había una vez, en una tierra muy, muy lejana, un pequeño e inofensivo virus, el cual no podía hacer estornudar a ningún ser vivo, por esto, todos los demás virus se reían de él. Este pequeño y diminuto virus tenía un cuerpo de bolita con forma de corona, por eso los demás virus lo llamaban “el virus con corona”.

Un día el pequeño virus con corona se entregó a los pensamientos negativos por las burlas de sus compañeros y, en lugar de ser feliz al no enfermar a nadie, su corazón se José Pablo Lizárraga Duarte llenó de oscuridad, autonombrándose “coronavirus”. Él quería ser el virus más letal conocido por todos los seres vivos, por lo que decidió ir a los lugares más recónditos, sucios y contaminados para hacerse más y más fuerte. El virus sabía que los humanos no cuidaban el medio ambiente, tampoco a los animales ni mucho menos su salud.

Pasaron muchos meses, pero un día, el malvado virus enfermó a varios animales, sabía que ellos lo llevarían con el ser humano. Así empezó su malvado plan, para ser el peor virus que haya existido en el planeta tierra.

Los animales salvajes enfermaron y pronto tuvieron contacto con los seres humanos, primero fue un señor llamado Juan, quien se dedicaba a cuidar animales salvajes. Un día triste y gris, Juan estornudó <<Achuú>>, fue cuando el malvado virus había cumplido su cometido, fue el día en el que enfermó al primer ser humano.

Juan no sabía lo que pasaba, pensó que solo sería un resfriado común, por lo que siguió haciendo su vida normal, se levantó, desayunó, salió de casa y fue al mercado a comprar comida; lo que no sabía Juan era que él enfermaría a todas las personas dentro de ese lugar, primero fue una persona, luego dos, después cuatro, siguió con seis; cuando

Mi Mundo en tieMpos de Covid: una perspeCtiva desde la Mirada de niñas, niños y jóvenes de sonora

menos se pensó ya eran doscientas personas del mercado contagiadas.

El coronavirus había logrado su cometido, pero no se detendría aquí, tomaría todas las armas necesarias, se aprovecharía de la falta de educación, higiene e ignorancia de las personas sobre estas fatales enfermedades causadas por el terrible mundo microscópico.

El virus era feliz, había enfermando a todo un mercado completo, luego fue una ciudad y las personas seguían sin darle importancia, sin cuidarse, lo que ocasionó que se enfermaran otras ciudades, extendiéndose a otros países y al cabo de unos meses este virus había enfermado al mundo entero.

Lo que no contaba este malvado coronavirus es que los seres humanos no se dejarían vencer, aprenderían de sus errores. Las grandes mentes de cada país decidieron reunirse para hacer el más grande plan para vencer al coronavirus, ese lugar sería: la Organización Mundial de la Salud, OMS. Todos los presidentes del mundo estaban reunidos junto con las grandes mentes científicas, con doctores quienes desarrollaron un plan, llegando a la conclusión de que, hay que desarrollar una vacuna para enfrentar el virus. Así todos los países se pusieron a trabajar en la cura.

En cada país, todos los doctores y habitantes tenían que buscar nuevas formas de mantenerse a salvo. En México una pequeña niña llamada Amaral, que estudia el cuarto grado de primaria en el Colegio “Las Vocales”, propuso a sus amigos y maestros: — ¡Chicos! ¡Chicos! debemos protegernos y cuidarnos contra el malvado coronavirus.

Miss Liliana, maestra de Amaral dijo: — Tienes razón Amaral, debemos hacer un plan para estar a salvo en lo que los mejores científicos y doctores del mundo crean la vacuna contra el coronavirus.

Los niños de toda la escuela mostraron su unidad y solidaridad, propusieron cuidarse y cambiar a una alimentación más sana, porque el Maestro Omar había enseñado en la clase de vida saludable, que la mejor defensa en contra de las enfermedades era comer frutas y verduras. Amaral sabía que tenía que hacer más cosas que tomar jugo verde,

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comer frutas y verduras para protegerse, así que le preguntó a su mamá qué más podía hacer para ayudar.

La mamá de Amaral, que es médico, está aprendiendo todo lo necesario para combatir este virus letal, gracias a las capacitaciones constantes de la Organización Mundial de la Salud y de todos los grandes doctores de México, los cuales les enseñaron que la limpieza es la base de la salud, les enseñaron sobre la sana distancia, saludarse con la mano en el corazón y los codos, usar mascarilla para no respirar los virus y que las personas enfermas no contagien la enfermedad, lavarse las manos con agua y jabón, siempre usar gel antibacterial para eliminar los virus y no acudir a lugares concurridos como restaurantes, cines y parques.

Amaral rápidamente repitió todo lo que dijo su mamá a los maestros de la escuela y la directora Miss Almita; así todos los maestros enseñaron rápidamente a los alumnos y adoptaron las medidas inmediatamente.

Solo que había un problema… ¡La escuela era un lugar concurrido! por los que los doctores de México y la Secretaría de Educación, tuvieron la grandiosa idea de que todos los niños estudiaran desde casa y los adultos trabajaran también desde casa, solo aquellos héroes como los doctores, enfermeras, policías, bomberos, seguirían al pie del cañón dando su vida por nosotros, luchando en los hospitales y salvaguardando nuestra seguridad.

Ahora, los maestros y los niños de México, y del mundo, se enfrentarían a un nuevo reto: sobrevivir ante la pandemia.

Este malvado coronavirus creyó que vencería, pero se dio cuenta que no podía enfermar a los niños, porque todos los niños se unieron y tomaron las medidas que los doctores y sus maestros les habían enseñado.

Ahora inicia el plan de emergencia mundial: empezamos la cuarentena, eso significa que todos debemos quedarnos en casa a salvo y adoptar las clases en línea. Los niños en un principio estábamos muy tristes porque no podíamos salir a jugar, ni tampoco ir a la

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escuela, pero, gracias al internet, todos empezamos a platicar y pudimos vernos a diario en nuestras en clases en línea, estuvimos cada vez más unidos como familia, incluso nos permitió festejar nuestros cumpleaños a través de ciber fiestas, también asistimos a graduaciones en línea.

Todo esto nos ayudó a crecer como familia; mis papás y familiares estamos juntos más tiempo, comemos juntos y hacemos todo lo necesario para seguir saludables, fortaleciendo nuestra unión familiar; esto hacía que el virus se sintiera cada vez más frustrado y enojado, porque cada día lograba menos su objetivo, cada vez se enferman menos personas gracias a la educación en salud, gracias a nuestra alimentación saludable y al nuevo distanciamiento social.

Los seres humanos, las personas del mundo, mis maestros, mis amigos y yo, Amaral Delgado, lo estamos logrando, estamos deteniendo el ataque del coronavirus, estamos ganando tiempo para desarrollar la vacuna contra esta enfermedad.

Ahora nosotros somos los fuertes, no tenemos miedo, tenemos todas las herramientas y conocimientos necesarios para prevenir el contagio de este virus letal, seguiremos defendiendo nuestra salud con todas las medidas necesarios, no claudicaremos, no bajaremos la guardia, tenemos la unión familiar y un respaldo civil, social, científico, que nos ayudará a mantenernos firmes con estas medidas: distanciamiento físico pero no social, usaremos cubrebocas, lavaremos nuestras manos, haremos escuela en línea, se hará teletrabajo, seguiremos con la alimentación saludable y mantendremos nuestra unión familiar.

Estamos listos, somos fuertes y llegaremos al final como familia, sociedad y humanidad.

¡Cuídate coronavirus! ¡Estamos aquí! ¡Estamos juntos y venceremos!

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