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El niño del rancho
Jesús Alberto Valdez Amarillas, 11 años Municipio: Pitiquito, Escuela Primaria Licenciado Adolfo López Mateos
Había una vez un niño llamado Jesús Alberto, él vivía en un rancho con su papá, mamá y sus dos hermanitas. A Jesús le encantaba asistir a la escuela y participar en clase, él era un niño muy disciplinado y con muy buenas calificaciones. Cuando llegaba a casa se disponía a comer en compañía de sus padres y sus dos hermanitas. Después de comer descansaba un poco, y posteriormente hacer su tarea, enseguida salía a jugar con sus hermanitas.
Se llegaron las vacaciones y entonces, Jesús y su familia se fueron a la playa, donde disfrutó en compañía de sus padres y hermanitas. Pasaron los días y regresaron a su casa, puesto que era momento de reanudar clases, de pronto, les avisaron que las vacaciones se extenderían porque en el mundo se estaba extendiendo un virus que provocaba enfermedades en las personas, ese virus afectó en todo el mundo. Debido al virus empezaron a cerrar los comercios, escuelas, parques, cines, etc. Jesús se puso muy triste al saber que las clases no serían como antes, ahora serían en línea, y ya no podrían convivir con su maestra y compañeros; aun así, Jesús no dejó de estudiar, él presentaba todos sus trabajos enviándolos por una aplicación de celular llamada WhatsApp, e incluso miraba sus clases por medio de la televisión.
Él miraba las noticias en la televisión y se daba cuenta de lo que en verdad estaba pasando con ese virus. Jesús se la pasaba en el rancho con sus mamá y hermanitas ya que no debían salir, todos tenían que estar en cuarentena, solo su papá tenía que salir a trabajar para poder llevar comida a su casa, si su papá no trabajaba no tendrían que comer en su hogar. Él miraba el gran problema que se estaba viviendo en todo el mundo, su mamá le platicaba que había personas que no tenían nada que comer, a muchas personas los habían corrido de su trabajo debido a este virus, entonces Jesús se puso a pensar ¿Qué podía hacer para ayudar a las demás personas? Se le ocurrió algo, le pidió el celular a su
Mi Mundo en tieMpos de Covid: una perspeCtiva desde la Mirada de niñas, niños y jóvenes de sonora
mamá para hablarle a sus compañeros de escuela y pedirles de su ayuda, les propuso que, cada uno aportara algo para ayudar a los demás, con lo que pudieran, ya fuesen productos enlatados, sopa, papel, jabón, cloro, etc. y así, poder hacer varias despensas para que sus padres las entregaran a las personas más necesitadas, y de esta forma ayudar a los demás.
Cuando Jesús logró lo que se había propuesto se sintió muy contento por poder hacer algo por las demás personas. Jesús tenía en mente que su mamá siempre les recordaba que siempre tenía que haber limpieza en su casa, lavarse las manos, utilizar cubrebocas y seguir las medidas de seguridad para prevenir el contagio. Por ejemplo, en su casa, su mamá les decía que antes de tener contacto con su papá, él debía bañarse primero, ya que venía de su trabajo, siguiendo esta medida de seguridad, no pondría en riesgo la vida de su familia.
Jesús tenía una familia muy unida, a la cual le gustaba ayudar a las demás personas, ya que pensaban que en situaciones como la de una pandemia debían estar unidos y ser solidarios con las demás personas.
En ocasiones Jesús se sentía triste y sentía deseo de llorar, este virus le estaba quitando la libertad que antes tenía, como salir a las piñatas, salir a convivir con sus abuelos, amigos, familia, etc., su mamá lo motivaba para que no estuviera triste, se ponía a bailar y cantar con ellos y así, Jesús se distraía y se le quitaba lo triste.
Pasaban los días y Jesús continuaba con sus tareas y educación en línea, en ocasiones realizaba videollamadas con su maestra y con sus amigos, esto le ayudaba a no estar triste, también se sentía muy contento porque al permanecer muchas empresas cerradas ya no contaminaban el medio ambiente, los animales del mar podrían andar libres disfrutando, ya que el ser humano no les haría daño, por esa parte él se sentía muy contento, ya que se propuso hacer algo para cuidar el medio ambiente, porque como consecuencia por la pandemia, muchas personas tiraban a la basura cubrebocas por todas partes, guantes y trajes que usan en los hospitales que utilizan para no contagiarse, etc. él se propuso hacer
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algo. Por Facebook, inició una campaña para invitar a las personas a no tirar basura en cualquier lugar y así invitarlos a cuidar el medio ambiente.
Pasaron los días y el contagio de personas empezó a disminuir, eran menos los casos de personas contagiadas, se empezaron a reabrir algunos lugares como restaurantes, cines, tiendas, etc. siempre y cuando utilizaran todas las medidas de seguridad, como el uso de cubreboca, gel antibacterial y mantener la sana distancia. Todo esto que pasó en el mundo les sirvió a muchas personas para aprender y ser mejores seres humanos, amarnos unos a otros, ser solidarios, respetarnos, unirnos más como familia, tener más acercamiento con nuestros padres, familiares y hermanos.
Jesús esperaba que este virus pronto acabara para poder salir con su familia al parque y regresar a clases, volver a ver a su maestra y a sus compañeros y sobre todo poder visitar a sus abuelitos.
Conforme pasaron los días Jesús cada día aprendía algo nuevo. Un día por la mañana, Jesús salió a caminar por el rancho, cuando en el portón alcanzo a ver que estaba un niño, Jesús se acercó y el niño le dijo que tenía hambre, que estaba solo y no tenía padres, entonces Jesús le habló de inmediato a sus padres para decirles lo que estaba pasando con el niño que se encontraba en el portón del rancho. Los padres de Jesús fueron y al ver al niño, lo hicieron pasar a su casa para que se bañara y comiera, después el niño les contó que estaba solo, sus papás habían fallecido en un accidente y que él se quedó solo. Los padres de Jesús dieron aviso a las autoridades correspondientes y de inmediato acudieron al llamado, entonces Jesús les preguntó a sus padres ¿Por qué no lo adoptan? Y así el niño tendría una familia y un hogar donde vivir.
Jesús les habló a sus abuelos para darles la noticia de que tendría otro hermanito, sus abuelos se pusieron muy contentos y le comunicaron a Jesús que, ya que pasara lo de la pandemia, acudirían al rancho a visitarlos y a conocer al nuevo integrante de la familia.
A los días, los padres de Jesús recibieron la noticia que una tía se había contagiado con el virus y tenían que llevarla a que recibiera asistencia médica, la tía no podía respirar
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con normalidad. Después de ser hospitalizada, fue mejorando hasta recuperarse y todo quedó como una mala experiencia.
Jesús le habló a su maestra para darle la noticia de que tenía un hermanito nuevo, que para el próximo año lo inscribirían en la escuela para que asistiera a clases junto con él. La maestra muy contenta felicitó a Jesús por la noticia.
Un día, en las noticias que pasan tempranito, se enteraron que ya podrían reanudar clases presenciales en sus escuelas, para Jesús fue la mejor de las noticias. Jesús piensa que después de la pandemia las cosas deben volver a la normalidad, pero con medidas de seguridad y con protocolos a seguir, por ejemplo: en las tiendas deberán tener siempre gel antibacterial, utilizar gel antibacterial, seguir utilizando por un tiempo el cubreboca; en las escuelas, separar un poco más las bancas para mantener sana distancia, todos los niños deberán portar cubrebocas, y que la maestra tendrá siempre gel antibacterial en la entrada del salón y, si un niño presenta fiebre lo regresarán a su casa para que se resguarde y evitar contagios en la escuela. Los adultos deberán ir de compras sin enviar a los niños a las tiendas, los científicos estarán más preparados para cuando se presenten casos como este, el ser humano será más consiente sobre sus acciones, más responsables.
Nos prepararemos todos para que, cuando se propaguen virus como este, no nos contagiemos, deberemos seguir los protocolos y medidas de seguridad para cuidarnos entre todos, cuidar de nuestras familias y poder estar siempre juntos. No dejar de asistir a clases, ya que la escuela es algo que amo. Algún día quiero llegar a ser alguien en la vida, un maestro como mi abuelo y como mi maestra, porque así enseñaría a mis niños, con cariño como yo aprendí de mis maestros.