A G O S T O / S E P T I E M B R E
Zarapito Un Boletín sobre la Conservación de Aves Playeras Migratorias en Curaco de Vélez
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en Vuelo Informarnos para actuar conscientemente
Ciencia para la conservación Uno de los ejes del proyecto de conservación en Curaco de Vélez es la ciencia. Actualmente Conservación Marina se involucra en dos investigaciones para conocer más sobre la ecología de las aves migratorias. Primero, realizamos un censo de aves playeras migratorias para monitorear sus poblaciones y la comunidad de aves en el largo plazo. Además, observamos la disponibilidad y variaciones en oferta de alimentos para las aves durante el año a través de una recolección y análisis de muestras en sitios claves. La ciencia es esencial para la conservación de una especie o un ecosistema, es una de varias maneras de producir conocimiento y por lo tanto forma solo una parte de la imagen total.
Adentro descubrirá Voces de la Isla
Aves de Curaco
Nota Verde
Luis Espinosa y Carmen Espóz
Chorlo Chileno
Contaminación de las aguas
Biólogos, profesores y colegas en las investigaciones.
En el verano nos visita en Curaco de Vélez para alimentarse.
El aguas residual doméstica y la acuicultura irresponsable.
Muchos de los problemas ambientales que enfrentamos en el mundo hoy, en su raíz vienen del uso inconsciente de recursos naturales. Por otro lado, la conservación depende de planes de uso múltiple y del manejo adaptivo, es decir decisiones conscientes de cómo usar mejor los recursos naturales para el máximo beneficio de todos en base a la mejor información científica disponible. Realizar ciencia para la conservación es decidir mejor y crear la base de una mejor sociedad.
AGOSTO / SEPTIEMBRE 2015 FALL 2016
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Noticias La ciencia es una parte clave del proyecto de Conservación de Aves Playeras Migratorias que Conservación Marina realiza en Curaco de Vélez. Basado en un análisis de su estado de salud, viabilidad y amenazas principales, identificamos objetos de conservación - las aves y ecosistemas que más necesitan protección, para elaborar un plan con estrategias de conservación.
Monitoreo de poblaciones de aves Una de los ejes más importantes del monitoreo de la población de aves playeras migratorias, es estimar cuantas hay de cada especie, observar cambios en las poblaciones a lo largo plazo, generar capacidades locales para investigaciones científicas e informar las decisiones de manejo y conservación de sitios críticos. Desde hace tres años, Conservación Marina elaboró un protocolo de monitoreo de largo plazo, para conocer las tendencias poblacionales de las aves en los sitios de la RHRAP; Curaco y Chullec. Parte del equipo de monitoreo de CM es el ornitólogo Luis Espinosa, un profesor de biología quien se ha dedicado a la observación de aves en la región durante los últimos 20 años (hablamos con él en Voces de la Isla). Con los datos históricos que Luis ha recolectado y nuestros datos actuales, tenemos una buena idea de la tendencia de la población de Zarapitos en Curaco de Vélez.
Investigación acerca de la oferta de alimentos Actualmente, Conservación Marina en conjunto con un equipo de la Universidad Santo Tomas, liderado por Carmen Espóz, Dra en ecología y Luis Balboa también Dr. en ecología estamos realizado una investigación sobre la oferta de alimentos para aves en los sitios claves de Curaco. Durante la marea baja, tomamos muestras a lo largo de la playa de los sedimentos y los invertebrados (poliquetos) que viven en ellos, el alimento principal para el zarapito. Después, con las lupas del laboratorio, separamos los invertebrados del sedimento y registramos cuantos hay de cada especie. Recolectamos muestras una vez por temporada a lo largo de dos años para observar la variación en la oferta de alimentos entre estaciones, sitios y secciones de las playas. Usaremos los resultados de esa investigación para aumentar la eficacia y éxito del proyecto de conservación en Curaco de Vélez.
Valorizar el conocimiento de todas formas La ciencia nos ayuda en entender que está pasando en nuestro entorno natural y cómo funciona. En consecuencia, un proyecto de conservación como éste puede ser más exitoso si podemos conocer más sobre las aves y su hábitat. Pero es imperativo reconocer que el conocimiento científico, producido por métodos estándares de observación y análisis “objetivo” de un fenómeno, representa una manera occidental de ver o conocer el mundo y que hay varios otros tipos de conocimiento que son igualmente valiosos. Sabiduría antigua pasada entre generaciones por historias y leyendas, religiones y mitologías de cosmovisiones locales, lecciones aprendidas por experiencias personales, etc. son tipos de conocimiento que deben ser valorizados tanto como el científico. Así qué, continuaremos generando información científica sobre las aves y ecosistemas de Curaco a través de investigaciones, pero la fuerza de nuestro proyecto viene de la combinación de ésta con la riqueza de conocimiento colectivo que ya existe dentro de su pueblo. 2
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Voces de la Isla
Luis Espinosa y Carmen Espóz Hablamos con Luis Espinosa y Carmen Espóz, dos científicos co-laborando con Conservación Marina con sus investigaciones en Curaco de Vélez. Luis Espinosa, “es profesor de biología y ciencias con algunos cursos dedicados especialmente a la ecología. Se dedica a la enseñanza, principalmente, y también al estudio de las aves.” Vive y trabaja entre Puerto Varas y Chiloé, desde 2012 es un investigador asociado a Conservación Marina.
hay disponible para las aves durante invierno y verano, si variaba la abundancia, los tamaños, la biomasa, y eso lo hicimos durante dos años.” Según ella, este sitio es muy importante “porque Chiloé es el principal sitio invernada para Limosa haemastica, Godwits [el zarapito], y es donde pasa una parte importante de su ciclo anual. Por lo tanto, saber lo que ocurre en esos sitios es clave para la conservación de esa especie. También para otras especies, no solo Limosa, sino que hay otras especies también migratorias, regionales y hay especies residentes, por lo tanto es importante saber que está allí ocurriendo.”
Carmen Espoz es “Decana de Ciencias Básicas de la Universidad Santo Tomás y también trabaja en el Centro Bahía Lomas, bióloga marina dedicada al estudio de aves playeras migratorias y ecología de comunidades.” Aunque vive en Santiago, Carmen trabaja con aves playeras migratorias tan al sur como Curaco y Tierra del Fuego.
Luis tiene mucho conocimiento de lo que está ocurriendo allí pero a una escala de tiempo un poco mayor, dado que ha monitoreado las poblaciones de aves en la zona por más que 20 años. “Hemos hecho censos de aves acuáticas desde el año 1990 del siglo pasado hasta el 2010. Los llamados censo de verano y censo de invierno que realizaba Wetlands International, una organización dedicada al estudio de humedales y aves acuáticas.”
A Luis desde niño le gustó la naturaleza, pero las aves acuáticas llamaron su atención “por lo que simbolizan, eso de volar, no tener fronteras tan fácilmente, lo que el hombre siempre ha querido sentir, sentirse libre con el vuelo, representado por las aves. Creo que por allí llego a eso, en los tiempos de juventud cuando se pensaba así.”
Dice que definitivamente ha visto cambios desde que empezó el censo. “Abundancia: cada vez veo menos de todo. Ahora, puede haber algunos casos puntuales en que este número de abundancia se ha mantenido, pero siguen siendo números reducidos en las aves que podemos ver. En general, he visto una disminución en el número de aves. En cuanto a diversidad: yo creo que se puede mantener, pero aun así, una cosa es diversidad, claro, puedo ver cuarenta distintos tipos de aves, pero de cada uno de ellos la abundancia en lo general ha ido disminuyendo.”
Carmen empezó a trabajar con aves en la universidad. “Con las aves empecé mi tesis de pregrado, cuando estudié biología marina, hice ecología trófica de Arenaria interpres [el vuelvepiedras] y Aphriza virgata [el playero de las rompientes], y de ahí seguí. Seguí en la tesis doctoral, algo toqué, trabajé con lapas, y aves comen lapas. Entonces, cuando hice mi tesis necesitaba identificar las lapas, no podía, así que trabajé la filogenia de lapas. De ahí me di cuenta de que era un grupo súper importante para las aves. Una vez que terminé el doctorado, empecé a trabajar con aves playeras migratorias en Tierra del Fuego.”
Luis continua, “Sin duda, [es significativo] porque esa disminución de una u otra manera tiene contacto con la presencia humana. Muchos de esos ecosistemas acuáticos han sido intervenidos por el hombre. La principal manera en que han sido intervenidos ha sido con la actividad pesquera, la actividad industrial también, y muy importante también la invasión de la población humana, para ir a vivir en esos lugares, que está ocurriendo ahora mucho más que antes.” A continuación…
Por su especialización, Carmen era un excelente aporte para las investigaciones en Curaco de Vélez. “En Chiloé empezamos a trabajar hace 2011 porque nos encargaron un estudio del Centro Manomet. Nos encargaron caracterizar biológicamente las comunidades de macro-invertebrados como potenciales presa para Limosa [el zarapito] y en general para las aves que están en ese lugar. Lo que se hizo originalmente fue iniciar un monitoreo, que era primero caracterizar, saber lo que… 3
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THE LOREM ZARAPITO ENIPSUMS VUELO Ambos acuerdan que el estudio de aves es muy importante por varias razones. Carmen dice que “son parte de nuestros sistemas, son grupos que tienen serios problemas de conservación, son grupos que unen hemisferios, que nos obligan a trabajar en conjunto entre todos los países, aparte al ecología y temas a que a uno lo atrae o le llaman u obligan la atención.”
Acerca del tema del rol de la ciencia en la conservación, Luis comenta que “nos ayuda en las dos cosas, lamentablemente, nos ayuda a conservarla, pero también nos da ideas o datos de cómo usarlo y no mejorarlo. Principalmente la ciencia es económica. Lo que es desarrollo para ellos, desarrollo ´yo voy a ocupar cualquier rincón del planeta, de sus formas, para que yo esté bien y punto,´ mientras que conservación dice lo mismo, ´yo voy a ocupar todas las cosas que la naturaleza me ofrece, pero debo considerar que las generaciones futuras gozan de la misma manera que yo lo hice.´ No soy opositor en el sentido de no usar los recursos que existen en la naturaleza, necesito esos recursos, pero debo saber usarlos, no destruirlos ni dañarlos o acabarlos.”
Según Luis, “En primer lugar, conocer los ecosistemas que tenemos, los ambientes, destacando que los ambientes acuáticos son los ambientes ecológicos más productivos que existen en el planeta y estos ambientes acuáticos son habitados por una gran diversidad de aves que cumplen roles en ese ecosistema. Como digo, todo tiende a la productividad. Los ecosistemas acuáticos son lo más productivos y las aves son un muy buen indicador de esa productividad. Por esa razón, es importante conocerlos primero y sin duda hay que cuidarlos, conservarlos.”
Hablando como bióloga, Carmen opina que la comunidad científica no debe encerrarse en sus laboratorios, sino participar activamente en difundir información y comunicar con el público. “Yo creo que nos pasamos muchísimo tiempo en eso, en estar preocupados en publicar en revistas científicas, en pelear entre los grupos, en mucho dentro. Pero en algún minuto, sobre todo con el tema de declinación de especies, con desaparición de algunas, uno se dio cuenta de que tiene que salir a contar, a difundir lo que se hacía e involucrar a la gente. … “Por ejemplo, actividades con niños, de contarles de lo que se trata, tratar de emocionarlos que lo que uno hace, comunicar. De repente uno se transforme en periodista o en relacionador público, lo otro que se tiene casi como un publicista con las compañas. En la media uno entienda que eso es beneficioso, que eso no es malo, sino que uno tiene que aprender a tomarlo como una herramienta. … [Es muy importante] tener dentro del grupo un sociólogo, un publicista, alguien especialista en comunicación.”
Llegamos al tema de la conservación. “Las aves son un muy buen indicador para que nos digan la calidad de ese ambiente,” cuenta Luis. “Lo que pasa a las aves, lo que pasa al ecosistema, nos va a pasar a nosotros. … “Al conservar las aves estamos conservando el ambiente. Tenemos primero que conservar el ambiente y la palabra ´ambiente´ significa ´casa´ y la casa no es solamente para las aves, la casa también es para mí. Si hay una destrucción de ese ambiente, mi calidad de vida también va a estar mala. Por esa razón yo creo que debemos conservar y proteger, porque es nuestro lugar donde nosotros vamos a estar viviendo, las aves – o no solamente las aves, los árboles, las plantas, los insectos – son una muestra de lo que está pasando a ese ambiente. Si ese ambiente se enferma, yo tengo muy altas probabilidades de ambientalmente estar también enfermo, por eso quiero evitar estar enfermo, cuidando el ambiente y con ello la flora y la fauna que allí está.”
Luis nota que la comunicación entre la comunidad científica y el público ha mejorado en los últimos años. “Yo creo que hoy hay mayores opciones o mayores oportunidades de tener algo más de conocimiento de las aves. Televisión, internet, los medios de comunicación de una u otra manera informan y muestran que hay algo nuevo, que antes probablemente estaba pero se ignoraba. Yo creo que hay una mayor información, no dice eso que hay un mayor compromiso, una cosa es tener información y la otra es cómo yo respondo con mi actitud por esa información.”
Carmen presenta otro argumento para la conservación. “Lo principal es que las especies estaban allí antes de que llegaba el ser humano. Por lo tanto si uno habla de derecho, ellas siempre sencillamente tienen más derecho que nosotros a estar en ese lugar, por lo tanto el derecho de origen, podría decir uno. Segundo, porque es parte del patrimonio regional, mundial y planetario el tener ciertas especies en ciertos lugares, entonces solo por eso es necesario conservar. Después uno puede decir que son indicadores de la salud del ecosistema, que cumplen muchas funciones, pero hay un derecho inherente y natural.”
A continuación…
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Además, para que un proyecto de conservación sea exitoso, es muy importante trabajar directamente con la comunidad local. “Los que tienen harto que decir en el caso particular de Curaco es Conservación Marina,” dice Carmen, “porque ellos claramente tiene un proyecto con la comunidad. Además, en todos esos proyectos, ya sea en Tierra del Fuego o en Santiago o en cualquier parte, en Santo Domingo, las comunidades son las entidades más cercanas para promover la conservación. Por lo tanto, si o si hay que trabajar con ellos, involucrarlos. Dentro de la comunidad, en general los niños son el futuro, por lo tanto uno debería hacerlos muestrear, debería hacerlos analizar muestras para que se enteran de lo que tiene al lado y que tienen que proteger o conocer, o por ultimo si lo destruyen que sepan lo que están destruyendo.” “El contacto especialmente que hemos tenido con Conservación Marina en Chiloé,” dice Luis, “yo soy testigo y eso me alegra, al menos particularmente en Curaco de Vélez que hace 15 años atrás nadie sabía de aves y hoy día muchos en Curaco de Vélez saben sobre las aves acuáticas, las aves migratorias y el zarapito que antes nadie reconocía.” Para cerrar, Carmen y Luis cuentan algo de sus sueños para el futuro. “Al nivel nacional,” relata Carmen, “a mí me gustaría que existiría mucha más conciencia a la que existe. Me parece increíble que nuestro crecimiento como especie signifique destruir a otras especies. Entonces, si uno tiene un sueño es que eso cambiara, es que eso se revertiera. Puede ser muy ambicioso pero si eso se cumple en una localidad, con un colegio, con un niño es un avance.” “Sueños, muchos sueños, muchos sueños,” Luis reflexiona. “Uno de ellos es volar junto con los zarapitos desde Chiloé hasta Alaska, acompañándolos – bueno, por eso se llama un sueño. Sin duda, el mayor sueño más real es saber que muchos de los sitios que conozco en Chiloé están siendo localmente protegidos. Más aún, sin necesitar la ley, quiero saber que la gente quiere protegerlos sin que existe una ley que obligatoriamente que me obliga, sino que salga de su corazón o de sus sentimientos, eso debo cuidarlo, al menos mis padres me enseñaron a eso con la naturaleza.”
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Aves de Curaco Chorlo chileno (Charadrius modestus)
El Chorlo chileno se encuentra entre Llanquihue y el Cabo de Hornos. Se reproduce en verano, principalmente en Tierra del Fuego y durante el invierno migra al norte del país pudiendo llegar hasta Antofagasta, durante el tiempo reproductivo, pone su plumaje para atraer a una pareja. Su pecho pardo amarillento cambia a un rojo castaño con una banda negra separándolo de su abdomen blanco, mientras una banda blanca crece en su cabeza como una corona. En Curaco se lo puede observar en invierno en Changuitad, Palqui, Huyar bajo y Diañ. El Chorlo vive en bandadas y además de volar rápido y ágil, se puede correr por la tierra con gran facilidad.
La Nota Verde Cuidar las aguas, prevenir contaminación, mantener la vida. Agua, la esencia de toda la vida del planeta. No hay ninguna criatura, planta o animal que puede sobrevivir sin ella, menos nosotros. Agua limpia es un recurso indispensable dado que dependemos totalmente en la naturaleza producirlo. Si la usamos o la ensuciamos en exceso, no hay una manera artificial para crear más. Tenemos solamente lo que nuestro entorno natural nos ofrece y por eso es irrefutablemente necesario cuidar nuestras aguas. Las amenazas más graves al agua en Curaco de Vélez son la contaminación por aguas domiciliarias y la acuicultura irresponsable. Hoy en día, las aguas en y alrededor de la isla están sucias y la vida que depende de ellas está sufriendo – los peces, las aves y los humanos por igual. La contaminación del agua afecta directamente y negativamente la salud pública, el turismo y los mariscos. Varias playas, como la de la cuidad de Curaco de Vélez, que antes eran utilizadas y disfrutadas por curacanos y visitantes ya no son aptas para el baño ni por cualquier uso humano. En esos lugares es necesario llevar ropa protectora y guantes para evitar contacto con el agua. Los residentes que viven al lado de esas playas coinciden que en los últimos años han experimentado días insoportables por la contaminación. Además, las playas y aguas sucias también disminuyen el turismo, un sector sustentable y creciente en Curaco de Vélez. Finalmente, en varios lugares ya no se puede mariscar, lo que tradicionalmente fue una parte importante de la dieta y los ingresos del pueblo. Es evidente que el pueblo y el ecosistema de Curaco enfrentan problemas de contaminación. La única manera de resolver este problema es ojalá eliminar la contaminación domiciliaria de aguas servidas y reducir al máximo la contaminación acuícola. Primero, es imperativo que la planta de tratamiento funcione adecuadamente. También implementar ordenanza para protección de humedales reducción de residuos plásticos a nivel de la comunidad. Para sostener la vida vegetal, animal y, por lo tanto, humana en Curaco de Vélez, no hay otra opción excepto a prevenir la contaminación y cuidar las aguas. Boletín elaborado por Robin Weisselberg. ©CMAR 2015