Com-Unión, núm. 7

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Año III | Núm. 7 Enero-mayo de 2019

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ÓRGANO OFICIAL DE LA COMUNIÓN MEXICANA DE IGLESIAS REFORMADAS Y PRESBITERIANAS A.R. (CMIRP) SGAR/4647/2018 Organizada el 28 de octubre de 2012

LUIS ANGUIANO ORTEGA LEOPOLDO CERVANTES-ORTIZ JUDITH CORONEL FERNANDO DÍAZ NAVAS EMMANUEL FLORES ROJAS HUGO GALLARDO DUARTE DAN GONZÁLEZ ORTEGA SILFRIDO GORDILLO BORRALLES MARGARITA ISLAS MARÍN † ROBERTO JIMÉNEZ COLÍN AMPARO LERÍN CRUZ YADAMY SARAY LÓPEZ ACERO RAÚL MÉNDEZ YÁÑEZ HÉCTOR MENDOZA NÚÑEZ RUBÉN MONTELONGO JOSÉ LUIS PÉREZ SÁNTIZ ADÁN A. RAMÍREZ FRÍAS SAÚL RODRÍGUEZ JIMÉNEZ TANIA TAMEZ GRENDA GERSON TREJO GUTIÉRREZ FELIPE VERA PALACIOS ALEJANDRO ZAMORANO ÁVILA

AÑO III, NÚM. 7 ENERO-MAYO DE 2019 CONTACTO: cmirpweb@gmail.com

EDITORIAL • Aniversarios, gratitud y desafíos, 2

SENDEROS • Huldreych Zwinglio, 3 Paul Tillich • Zwinglio y la reforma humanista, radical y política, 7 Émile G. Léonard • Zwinglio y la tradición reformada, 9 Philip Benedict • El almirante Gaspard de Coligny (1519-1572), 16 • Gaspard de Coligny, Señor de Chântillon (1519-1572), 17 Victoria Horrillo Ledesma

PERSPECTIVAS • Sermón por los 10 años de ordenación de las pastoras luteranas, 20 Karina García Carmona • “Mamá, no me he alejado de Dios”. Manifiesto de honestidad de teólogos herejes ante sus madres, 22 Raúl Méndez Yáñez • El río y el fuego: en los 30 años de ordenación ministerial, 23 L. Cervantes-Ortiz • Celebrado en Cárdenas el Sínodo del Presbiterianismo cubano, 26 • Representación de la CMIRP en Colombia, 28 • Delegación de la CMIR exige reformas en la frontera, 28 • Ternura: entre brisa apacible y viento recio, 30 Dan González Ortega

HORIZONTES • LA CMIRP es recibida como miembro de la Comunión Reformada Mundial, 34 • Comunicado de la CMIRP sobre su ingreso a la CMIR, 37 • Iglesia mexicana en la CMIR, 38 • Comunicado sobre nota periodística, 40 • La “irrupción evangélica” en México. Entre las iglesias y la política, 42 Cecilia A. Delgado Molina

NOTICIAS Y MATERIALES • • • • • • •

Reuniones de trabajo, 48 Lecturas ricoeurianas, 30 de abril, 49 Reunión con Leslie Vogel, 49 Red de Mujeres Libres en Cristo, 50 Reunión de Jóvenes, 51 Novedades bibliográficas, 51 Culto Unido de Pentecost’es, 9 de junio, 52 2


EDITORIAL ANIVERSARIOS, GRATITUD Y DESAFÍOS

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inco aniversarios muy significativos para la fe protestante se conmemoran en 2019: 1. 500 años del inicio de la predicación reformadora de Ulrich Zwinglio (1484-1531) en Zúrich, Suiza (1 de enero). 2. 500 años del nacimiento del almirante Gaspard de Coligny (16 de de febrero), insigne dirigente de los hugonotes franceses, asesinado el 24 de agosto de 1572. 3. 500 años del nacimiento de Teodoro de Beza, reformador y sucesor de Juan Calvino en Ginebra (24 de junio). 4. 450 años de la publicación de la Biblia del Oso, traducción benemérita de Casiodoro de Reina (28 de septiembre). 5. 100 años de la primera edición de la Carta a los Romanos, del teólogo reformado suizo Karl Barth (a principios de 1919). Para informar a las comunidades de la CMIRP y estimularlas en la celebración de estas fechas, los tres números de este año incluirán material relacionado con ellas. Este primero corresponde a Zwinglio y Beza. Asimismo, además de seguir el pulso de las actividades de la CMIRP, se destaca la aceptación de esta Comunión como parte de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, un acontecimiento que sin duda impactará en su vida y misión, para proyectarlas en un marco más amplio y de mayor trascendencia. Finalmente, se recogen algunos documentos e informaciones considerados de importancia para estos primeros cinco mese del año.

SENDEROS HULDREYCH ZWINGLIO Paul Tillich

Pensamiento cristiano y cultura en Occidente. I. De los orígenes a la Reforma. Buenos Aires, La Aurora, 1976, pp. 270-276

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winglio no fue un teólogo tan original como Lutero. En parte dependía de él, y en parte era independiente. No resulta fácil describir las características de su cristianismo. Había recibido una gran influencia de los humanistas. Durante toda su vida fue amigo de Erasmo. Ni él ni Melanchton se separaron de Erasmo como hizo Lutero. Eran humanistas a la vez que cristianos. Esto resulta particularmente claro en un hombre como Zwinglio. En él, la autoridad de las Escrituras se basa sobre la convocatoria del Renacimiento: ¡Volver a las fuentes! La Biblia es la revelación de Dios. “Dios mismo quiere ser el maestro”. Lutero jamás podría haber afirmado algo semejante. La diferencia fundamental radica en que Zwinglio poseía una doctrina completamente desarrollada del Espíritu, cosa que no tenía ni Lutero ni los otros reformadores. “Dios puede dar la verdad, a través del Espíritu, también en los no cristianos”. La verdad se da a cada individuo mediante el Espíritu, siempre, y ese Espíritu está presente inclusive si falta la Palabra de la Biblia. En cierto sentido, eso significaba una liberación de la carga bíblica que Lutero había puesto sobre los hombros de la gente. Lutero profesaba una forma dinámica de vida cristiana. La de Zwinglio, como la de Calvino, era estática: la fe es la salud psicológica. Si uno es psicológicamente sano, puede tener fe y viceversa. De hecho, ambas cosas son idénticas. Para Lutero, la fe es algo dinámico, alcanza alturas y profundidades. Para Zwinglio, posee un equilibrio mucho más humanista. Se asemeja al ideal burgués de la salud. “La fe cristiana es algo que se siente en el alma como la salud en el cuerpo”. En Lutero, hay algo una continua muerte y resurrección de la comunidad con el 3


Dios personal de la ira y el amor. En Zwinglio, la unión con Dios no es dinámica en este sentido. Zwinglio es progresivo: Lutero es paradójico. Resulta difícil hablar de la paradoja en el terreno de Zwinglio. Se disuelve la paradoja o se la acepta como tal. De manera que la diferencia fundamental entre Zwinglio y Lutero es la siguiente: La paradoja de la vida cristiana contra el progresismo racional de esa misma vida. La Reforma suiza es una síntesis entre la Reforma y el humanismo. Calvino, de quien nos ocuparemos más adelante, se basaba tanto sobre Zwinglio como sobre Lutero. Sin embargo, a pesar de que volvió, hasta cierto punto, de Zwinglio a Lutero, también poseía una educación humanista y sus obras manifiestan una erudición clásica en el estilo y el contenido. A pesar de ello, cada vez que surgió una teología liberal, desde el sigo diecisiete hasta el diecinueve, se desarrolló más en la línea de Zwinglio que en la de Calvino. Ya he señalado que Zwinglio creía que el Espíritu opera de manera directa en el alma humana, que por lo general lo

hace mediante la Palabra de la Biblia, pero que Dios también puede obrar de manera extraordinaria en personas que jamás han tenido contacto alguno con el mensaje cristiano. Puede hacerlo con gente de otras religiones y con los humanistas. Toma la mayoría de sus ejemplos de los filósofos griegos, tales como Sócrates, etcétera. Ayer leí un himno que debía cantar una congregación de negros del sur de los Estados Unidos o campesinos del oeste medio. Dicho himno incluía a Sócrates, además de Cristo y Lutero. No creo que sea sabio incluir a la teología en un cántico. Si gente como Zwinglio y Calvino hablan de revelación y salvación en hombres como Sócrates y Séneca, cometen un error. Dicho error consiste en que sólo eligen algunos representantes de la piedad pagana. Sin embargo, esa piedad es idéntica a la cristiana en el sentido de que es tan intensa en la gente común que es verdaderamente piadosos en su conocimiento de Dios, como en los sabios y, por lo tanto, habría que mencionar también a esa gente sencilla. No obstante, como eran buenos humanistas, sólo mencionaban a los miembros de su propia clase social, a personas que no sólo eran grandes hombres, sino que también pertenecían a la inteligencia. Si alguno de mis lectores es un ministro, conviene que decida no incluir esta clase de cosas en los himnos. A pesar de que he mencionado todo lo posible sobre Sócrates y Platón, no entono himnos en su alabanza. Zwinglio define a Dios como el poder del ser dinámico universal en todas las cosas que son. En este sentido, se puede reconocer parte de mi propio pensamiento teológico en Zwinglio y Calvino, pero también en Lutero. Sin embargo, la forma humanista de concebir a Dios que expresa Zwinglio¸ le otorga un carácter mucho más racional y determinista. Dios obra por medio de la ley natural. Así, la doctrina de Zwinglio de la predestinación está teñida por un determinismo racional. Sucede algo idéntico en la doctrina de Calvino. En Lutero, en cambio, se perciben más influencias de Ockman y Escoto y, por lo tanto, hay un sentimiento de la acción irracional de Dios en todo momento, que no puede sujetarse a ley alguna. La ley desempeña papeles diferentes en la Reforma de Zwinglio y en la de Lutero. Para Zwinglio, la ley no nos convierte en pecadores, sino que manifiesta nuestra condición de pecadores Lutero, en cambio, percibía con toda claridad algo que hemos redescubierto en la psicología moderna; el hecho de que la ley produce resistencia y, por ello, como dijo Pablo, hace al pecado más pecaminoso. Esto no aparecía en el pensamiento de Zwinglio ni en el de Calvino. Para ellos, el concepto de ley tiene una connotación muy positiva. Ello se refiere por lo general a la ley natural. Y en la literatura antigua, el sentido fundamental de la ley natural es la ley de la razón, la ley lógica, ética, jurídica. En 4


segundo lugar, también es la ley física. Cuando leemos sobre la ley natural en los libros de la antigüedad no debemos pensar en la física. Por lo general, se refiere a la ley ética en nuestro interior, que pertenece a nuestro ser y está reafirmada en el Decálogo y en el Sermón de la montaña. Existe por naturaleza, por la naturaleza creada y es aquello que somos por esencia. Esta clase de ley pertenece mucho más a la mentalidad de Zwinglio y Calvino que a la de Lutero. Este último despreciaba la idea de que Dios ha establecido una ley entre Él y su mundo, entre Él y las acciones, las cosas y las decisiones finitas. Quería que todo fuera lo más no racional, no-legal posible; no sólo en el proceso de la salvación sino también en la interpretación de la historia y la naturaleza. Zwinglio y Calvino aceptaban la naturaleza en términos de la ley. Por lo tanto, cuando Emanuel Kant definió a la naturaleza como reino en el cual rige la ley física, seguía a Zwinglio y Calvino; no era luterano, por cierto. Para Lutero, la naturaleza es la máscara de Dios a través de la cual actuar con la humanidad de manera irracional; algo muy similar a lo que expresa el Libro de Job. La actitud hacia la naturaleza de Zwinglio y Calvino está mucho más de acuerdo

con las exigencias de la sociedad burguesa industrializada de analizar y transformar la naturaleza según los propósitos humanos. La relación de Lutero con la naturaleza, en cambio, contiene en mucho mayor medida el sentimiento de la presencia de lo divino, de manera irracional y mística, en todo lo que es. Si yo no lo hubiera sabido antes, lo hubiera aprendido al llegar a Estados Unidos. Para Zwinglio, la ley del evangelio es ley. No se limita a eso, por supuesto, a que acepta la doctrina de Lutero sobre el perdón de los pecados, como hicieron todos los reformadores. Al mismo tiempo, sin embargo, habló sobe una nueva ley evangélica, como hicieron nominalistas y humanistas. Esta ley debería servir de fundamento a la ley del Estado. Wyclif y Ockham tenían una idea semejante. Esto demuestra que, en este punto, el pensamiento reformado incluía un elemento católico, a saber, la idea de que se puede interpretar el evangelio como la nueva ley. El término, “la nueva ley”, es muy antiguo, aparece desde los primeros tiempos de la historia de la Iglesia. Para Lutero, hubiera sido un término abominable. Para él, el evangelio es la gracia, y nada más que eso; nunca puede ser la ley nueva. Para Zwinglio, en cambio, esta nueva ley no sólo es válida para la situación moral sino también para el Estado, la esfera política. Desde el punto de vista de la política, la ley del evangelio determina las leyes de la ciudad. Si las ciudades no se someten a esta ley, pueden ser atacadas por otras ciudades que sí la acatan. Según el pensamiento de Zwinglio, esta ley contradice el catolicismo de manera que inicio una guerra contra los cantones de Suiza y murió en una de las batallas. Sin embargo, primó el principio de que la ley del evangelio debe servir de base a la ley del Estado. Esto ejerció una influencia enorme en la historia mundial y salvó al protestantismo de ser vencido políticamente por la Iglesia de Roma de la Contrarreforma. Un elemento de diferencia más profundo entre Zwinglio y Lutero se relaciona con la doctrina de los sacramentos. La lucha entre ambos en Marburgo, en 1529, oponía dos clases de experiencia religiosa: una interpretación mística del sacramento y una interpretación intelectual. Zwinglio decía que el sacramento es un “signo o sello seguro” que, como un símbolo, sirve como recordatorio; al participar en él expresamos nuestra voluntad de pertenecer a la Iglesia. El Espíritu divino actúa junto con el sacramento, no por medio de él. El bautismo es una especie de signo compulsivo, como un escudo. Es un símbolo ordenado, pero no tiene nada que ver con la fe y la salvación subjetiva, que depende de la predestinación. En la controversia sobre la doctrina de la Eucaristía, el tema visible era un problema de traducción, pero en realidad se trataba del problema de un espíritu diferente. La discusión giró en torno 5


al significado de la palabra “es” en la afirmación: “Este es mi cuerpo”. Los humanistas, por lo general, l interpretan como “significa” o “simboliza”. Lutero afirmaba que había que interpretarlo al pie de la letra; el cuerpo de Cristo está presente literalmente. Para Zwinglio, está presente para la contemplación de la fe, pero no per essentian el realiter (por esencia y en realidad). “Comemos el cuerpo de Cristo cuando creemos que muere por nosotros”. Todo se centra en el aspecto subjetivo. Es la representación de un acontecimiento pasado, no un acontecimiento presente en sí mismo. El acontecimiento presente esta sólo en el sujeto, en la mente del creyente. Está presente en la mente con el Espíritu, sin duda alguna, pero no está presente en naturaleza. La menta únicamente puede recibir el alimento de la mente, o el espíritu del espíritu, no de la naturaleza. Zwinglio mantuvo, contra Lutero, que el cuerpo de Cristo está en el cielo circumscripte (por circunscripción), es decir, en un lugar determinado. Por lo

tanto, el cuerpo de Cristo es una cosa individual, particular, no participa en la infinitud divina. Tal como un hombre que tiene un cuerpo. Cristo es finito y las dos naturalezas están radicalmente separadas. La Cena del Señor es una memoria y una confesión, pero no es una comunión personal con alguien que está presente en realidad. Lutero enfatiza la realidad de la presencia y para subrayarlo inventó las doctrinas de la omnipresencia del cuerpo de Cristo elevado. La presencia de Cristo se repite en cada acto del sacramento de la Santa Cena. La persona histórica y la persona sacramental son idénticas. Como explicación de ello, Lutero decía: “Donde se pone a Dios allí hay que poner la humanidad; no pueden separarse o escindirse; se han convertido en una sola persona”. Afirmar que el carácter divino del Cristo corporal sólo se enuncia en términos simbólicos o metafórico es propio del demonio. Lutero rechazaba de plano la idea de que la divinidad de Cristo está separada de su humanidad en el cielo. Hasta en el cielo, la divinidad y la humanidad de Cristo están unidas. Lo expresó en la doctrina profunda y fantástica de la ubicuidad del cuerpo de Cristo, la omnipresencia del cuerpo de Cristo que ascendió al cielo. Cristo está presente en todas las cosas, en la piedra, el fuego, el árbol, pero para nosotros sólo está presente cuando nos habla. No obstante, puede hablarnos a través de todas las cosas. Esta idea afirma que Dios tiende hacia la encarnación o la corporeidad y que la omnipresencia del cuerpo de Cristo en el mundo de Cristo en el mundo es la forma en la cual el poder eterno de Dios está presente en el mundo. Si esto se analiza en términos escolásticos y si se lo toma al pie de la letra o en un sentido supersticioso, resulta ser una doctrina absurda pues lo que caracteriza al cuerpo es el estar circunscrito a un espacio. Sin embargo, si se la interpreta de manera simbólica se convierte en una doctrina profunda pues dice que Dios está presente en todo lo que hay sobre la Tierra. También está presente siempre con su manifestación histórica concreta en Cristo. Lutero dio un significado primitivo a esto, pero lo que afirma es que en cada objeto natural se puede tener la presencia de Cristo. En cualquier culto luterano de algún domingo de primavera siempre se verán muchas flores y cosas de la naturaleza dentro de la iglesia en razón de este símbolo de la participación del cuerpo de Cristo en el mundo. Cuando finalizó la discusión sobre la Cena del Señor, los reformadores se habían puesto de acuerdo sobre muchos temas. Negaron la doctrina de la transubstanciación, pero no podían llegar a un acuerdo sobre la ubicuidad de la presencia de Cristo. Lutero marcó una diferencia fundamental entre él y Zwinglio al decir: “No tienen el mismo espíritu que nosotros”. ¿Qué quiere decir esto? En primer lugar, implica el problema de la relación entre la existencia espiritual y la corporal. En Zwinglio hay un 6


intelectualismo humanista que separa al espíritu del cuerpo, tendencia que tiene sus raíces últimas en el neoplatonismo. Por lo tanto, en el calvinismo se nota una falta de interés por el problema de la expresión. Para Lutero, en cambio, el espíritu sólo está presente en sus expresiones. El interés se centra en la incorporación. Oetinger, el místico, afirmó: “La corporeidad es el fin de los caminos de Dios”. De ellos siguió un gran interés en la realidad corporal de Cristo, en la historia y el sacramento. La segunda diferencia espiritual se relaciona con el sentido religioso de la naturaleza. En el pensamiento de Zwinglio, la naturaleza está controlada y es calculable en términos de leyes naturales regulares. A diferencia de ello, el naturalismo dinámico de Lutero suele internarse en las profundidades demoníacas de la naturaleza y no se interesa por ninguna ley natural. Se emplearon dos frases en latín para expresar la diferencia. La fórmula luterana asevera: finitum capax infinit: lo finito es capaz de lo infinito. Tal cosa es imposible para Zwinglio. La fórmula reformada dice: finitum non capax infiniti: lo finito no es capaz de contener lo infinito. Esta diferencia fundamental se manifiesta primero en la cristología y luego se extiende a toda la vida sacramental y la relación con la naturaleza. Quizá sea correcto afirmar que en la Reforma suiza el trasfondo sociológico contribuyó a determinar la forma

especial que asumieron estas discusiones. En Alemania, tenemos la estructura de la aristocracia sobreviviente. En Suiza, tenemos las ciudades grandes como Zurich y Ginebra que eran centros del comercio y la industria. Desde el punto de vida sociológico, la Reforma suiza apunta en la dirección de la sociedad industrial. En la Reforma luterana se conserva en la mayor medida posible la situación pre-burguesa, en especial en el norte de Alemania. Al leer el Catecismo breve, se verán manifestaciones de una cultura paternalista de pequeños campesinos y algunos artesanos en pequeñas aldeas y pueblos. Si, por oposición a ello, se leen algunas de las obras de Zwinglio y Calvino, uno se enfrenta con hombres de un horizonte amplio como el mundo, en razón del comercio que se desarrollaba en las ciudades donde vivían.

Nació el 1 de enero de 1484 de una familia notable (de los alrededores de Saint-Gall) y dotado por las Universidades de Viena y de Basilea de una instrucción sólida y brillante, colocado en puestos importantes desde su entrada en las Órdenes (en Claris, en Einsideln, y luego,

a partir de 1518, En Zúrich, capellán del Papa, Ulrico y Zwinglio parecía prometido a las prelaturas y a las misiones diplomáticas. Pero de prelado humanista y reformista: en 1516 le escribió a Erasmo una carta desbordante de admiración; en Einsiedeln, pretendió combatir la devoción supersticiosa de que se rodeaba la famosa peregrinación de esta ciudad, y pretendió llevar a ello a sus superiores y al legado mismo.

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ZWINGLIO Y LA REFORMA HUMANISTA, RADICAL Y POLÍTICA

Émile G. Léonard

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rasmo, ciertamente, por su parte, tenía el gusto de ver que el humanismo limitaba a la Reforma luterana. Esto principalmente por los cuidados de Zwinglio en Suiza y de Enrique VIII en Inglaterra. Muy alejado de Lutero por su pasado de notable de sacerdote a la moda y de erasmista,1 estaba

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más aún por sus concepciones religiosas y eclesiásticas. Para el espiritual, el humanismo cristiano era, con su visión de la vida interior, búsqueda de la verdad más que búsqueda de la salvación con su optimismo, su débil sentimiento del pecado y su admiración por los antiguos y por su moralismo. Por lo que toca al eclesiástico, una preocupación de reformar a la Iglesia, de volverla a sus instituciones y a sus prácticas originales que le hizo volver a tomar las iniciativas de Carlstadt, cuando el conservadorismo de la jerarquía y el favor del público lo llevaron a realizar, él solo, la reforma en Zúrich y luego a extenderla por toda Suiza. Reforma por vía de autoridad, en la que usaba de su crédito contra el gobierno cantonal: en 1521, el Pequeño Consejo les exige a los predicadores que tomen a la Biblia como base única; en diciembre de 1522, Zwinglio resigna sus funciones de cura de la catedral, después de haber expuesto las razones de su ruptura en un Primera y Última Palabra (Apologeticus Architeles); el 23 de enero siguiente, una “disputa” victoriosa bajo la presidencia del burgomaestre, determinó a las autoridades de Zurich a instaurar una reforma radical que fue completada por otras muchas disputas parecidas, en lo referente a los sacramentos, principalmente la Sagrada Cena reducida a una simple conmemoración simbólica de la muerte de Cristo. La autoridad dada al Estado sobre la vida de la Iglesia, establecía en Zúrich un césaropapismo tan neto como el de los principados luteranos, salvo esta diferencia: que Zwinglio, en 1528, se hizo reconocer como verdadero dictador en su Estado.

Bajo su influencia y a su imitación, se produjo una revolución del mismo género en gran parte de Suiza y sus alrededores, principalmente en Basilea (1523-1525) por los cuidados de Juan Häusgen, llamado Ecolampadio (1482-1531); en Berna, por los de Haller (1525), y en Schaffhausen. Pero los viejos cantones montañeses, Lucerna, Schwytz, Uri, Unervalden, Zug, permanecieron fieles al catolicismo: Zwinglio quiso forzarlos a adoptar la Reforma mediante una presión de los cantones protestantes que hubiera llegado hasta la guerra. Habiéndose formado y aliado con Austria una Liga católica (1524), Zwinglio respondió a ello con planes diplomáticos y militares, en los que llegaba hasta a inquietarse por los detalles de servicio e campaña, que recordaban en él más bien el antiguo limosnero militar de Mariñán que el pastor. Por sus ciudades suizas, y en 1527, en una Alsacia que se abría también a la Reforma, a Mulhouse. El 4 de junio de 1529, queriendo terminar todo ello lo más rápidamente posible, condujo él mismo al ejército de Zurich a atacar las fuerzas católicas. Sus aliados lo obligaron a la paz, lo cual lo decepcionó profundamente. En tanto que el teólogo Zwinglio recurría de esta manera a las armas, Felipe de Hesse les pedía a las discusiones teológicas que establecieran entre los secuaces de las diferentes Reformas un frente común contra los católicos del Imperio. Fue la famosa reunión de Marburgo (principios de octubre de 1529) entre Lutero y Zwinglio, asistidos por Melanchton y Escolampadio. Comprobó el acuerdo acerca de saber “si el verdadero Cuerpo y la verdadera Sangre de Cristo afirmaba Lutero, partidario de la presencia simultánea (consustanciación) del pan y del Cuerpo, del vino y de la Sangre; la argumentación unas veces hábil, otras irónica, de Zwinglio, no pudo arrancar a Lutero del Hoc ext Corps meum. Felipe de Hesse y Zwinglio no prosiguieron menos sus proyectos contra el imperio, pretendiendo extender la “comburguesía cristiana” a todos los protestantes, por no decir a todos los enemigos de Carlos V. Felizmente para Lutero, que combatía estos llamados a la rebelión, la movediza política del Emperador buscó la unificación de Alemania con la convocación. 8


Augsburgo, de una asamblea en donde los dirigentes presentarían sus credos. Melanchton llevó allí, el 25 de junio de 1530, una Confesión de Fe que, salvando la tesis luterana de la Salvación, restaba importancia a los demás problemas. La intransigencia de los teólogos católicos y la aversión de Lutero por los compromisos, indujeron a sus amigos a abandonar la reunión, y el Emperador ordenó el 15 de septiembre la aplicación del Edicto de Worms. Zwinglio fue abandonado en esta ocasión por las ciudades de Alemania del Sur (Estrasburgo, Constanza, Memmingen y Lindau) que habían presentado una Confesión, la Tetrapolitana, demasiado cerca al luteranismo. Buscó un desquite para sus fracasos atacando en Cappel (11 de octubre de 1531) a los suizos católicos. Fue completamente derrotado, y allí murió. Historia del protestantismo. México, Diana, 1967. ZWINGLIO Y LA TRADICIÓN REFORMADA

Philip Benedict La formación de una tradición e puede decir que la tradición reformada tuvo dos nacimientos. De manera más directa, nació en Zúrich a partir del encuentro entre la visión reformadora de Ulrich Zwinglio y la cultura política de las ciudades suizas. Zwinglio era un ardiente erasmiano convertido en crítico de Roma. Su concepción madura de un cristianismo renacido incluía una gran preocupación por el mejoramiento moral de la comunidad y el deseo de purgar la adoración de todas las características materiales y

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no literarias. Las autoridades cívicas de la recientemente independiente y poderosa Confederación Suiza militar ya habían comenzado a supervisar la vida moral y religiosa de la comunidad Poco después de llegar a Zúrich en 1519, Zwinglio se convirtió en el principal predicador evangélico en una ciudad donde la agitación para el cambio se desarrolló rápidamente. De inmediato, heraldo y defensor de las aspiraciones reformistas, Zwinglio también fue moderado y políticamente lo suficientemente astuto como para ganar y retener el apoyo de los padres de la ciudad. Al canalizar el deseo de cambio de una manera que preservó y reforzó la unidad de la comunidad cívica, moldeó en 1524–1525 la primera reforma cívica en una región que finalmente sería testigo de muchas. Las características esenciales de la reforma de Zúrich incluían un estilo de culto consistentemente austero que buscaba eliminar todas las características del catolicismo medieval que carecen de una base bíblica explícita; una insistencia en la prohibición de adorar las imágenes grabadas y la consiguiente remoción de retablos, pinturas y esculturas de las iglesias de la ciudad; un simple servicio eucarístico entendido como un memorial de la última cena de Cristo; y un nuevo tribunal de moral de gestión cívica encargado de implementar un conjunto de leyes morales reformadas. Zúrich y sus teólogos seguirían siendo leales a este patrón de reforma, y la ciudad se convirtió en un centro para su difusión a otras ciudades y territorios, primero en la región circundante y luego en gran parte de Europa. El llamado a purgar todos los elementos no literales de la adoración y la hostilidad a la idolatría caracterizaría permanentemente la tradición reformada. Mientras que el rango de teologías eucarísticas asociadas con la tradición se ampliaría, todos los teólogos e iglesias afiliados seguirían a Zwinglio al rechazar la afirmación de que Cristo estaba físicamente presente en la comunión pan y vino. Vista a través de una lente más amplia, la tradición reformada también nació del proceso de definición confesional dentro del mundo más amplio del protestantismo emergente que dividió el lodo primigenio del movimiento evangélico primitivo en dos variedades rivales de iglesias estatales protestantes: la luterana y la reformada. En esta dialéctica de marcaje de límites, las acciones y decisiones de Lutero y sus seguidores fueron al menos tan importantes como las de los primeros campeones reformados. En medio de la profusión de profetas que surgieron en Alemania y 9


Suiza a principios de la Reforma, ninguno pudo igualar el carisma del Hércules alemán, cuya franqueza inicial había lanzado el movimiento y cuyos escritos abundantes inundaron la región. Las posiciones teológicas que Lutero articuló a medida que se desarrolló el movimiento fueron, por consiguiente, de importancia duradera. Su minimización de la importancia de las formas externas de adoración y la disposición a aceptar prácticas que pueden carecer de la aprobación bíblica pero que, sin embargo, no le parecen contradecir la esencia del Evangelio; su compromiso con una comprensión literal de las palabras de Cristo a sus discípulos, “Éste es mi cuerpo”, y su elección de aquellos que favorecieron una interpretación metafórica de estas palabras como “sacramentalistas” en alianza con el diablo fueron pasos fundamentales para demarcar una línea fronteriza que dejaría el patrón de reforma sajón por un lado y el patrón de Zúrich en el lado. otro. Su

socio Felipe Melanchthon defendió en sus últimos años una teología eucarística que empañó esta línea, pero la mayoría de los que reclamaron el legado de Lutero después de su muerte en 1546 rechazaron esta posición y defendieron en cambio una comprensión “ubicua” de la presencia real que agudizó eso. La precaria situación legal de los territorios dentro del Sacro Imperio Romano, que había instituido reformas locales, le dio a Lutero y luego a los teólogos luteranos una gran influencia política en el imperio. Las innovaciones en la adoración fueron prohibidas al final de la Dieta de Worms (1521). Los territorios y las localidades que introdujeron una nueva orden de la iglesia se enfrentaron a la amenaza del emperador Carlos V de ir a Alemania y castigarlos por violar la ley. Para protegerse a sí mismos, comenzaron a negociar alianzas políticas defensivas, un proyecto que adquirió una urgencia especial cuando Carlos V efectivamente regresó en 1530. que fue cuando se concretó la alianza evangélica más grande e importante, los príncipes que se unieron a ella rechazaron la admisión a territorios que no aceptaban una confesión de fe que contenía la posición eucarística que consideraban ortodoxa. A pesar de que las ideas zwinglianas y otras tantas creencias sacramentales circulaban junto con las luteranas en el imperio y resultaron ser más atractivas para los ciudadanos comunes cuando podían competir con ellos en términos relativamente iguales, la necesidad de asegurar la protección de esta alianza empujó constantemente los territorios evangélicos dentro del imperio. hacia el campamento luterano. Este no fue el caso en el otro lado de la frontera política aún fluida demarcada por la Confederación Suiza, donde la ley imperial ya no prevalecía. Cuando la vida de Zwinglio se vio truncada en el campo de batalla en octubre de 1531, las fuerzas políticas que eventualmente moldearían el patrón confesional de la Reforma en Alemania y Suiza ya habían comenzado a revelarse. Los logros de Zwinglio fueron considerables. Jugó el papel central en moldear la transformación del orden eclesiástico dentro de Zúrich y ganó una voz poderosa en los círculos de gobierno de la ciudad. Trabajando estrechamente con espíritus afines en ciudades cercanas, ayudó a asegurar el triunfo de reformas casi idénticas en la mayoría de los cantones más grandes de Suiza. Órdenes de la iglesia que compartieron muchas características con el triunfo de Zúrich en unas cuantas ciudades imperiales libres del sur de Alemania. A finales de la década de 1520, Zwinglio fue probablemente el defensor clerical más efectivo y abierto de una acción política evangélica para defender y difundir la causa de la reforma en el mundo de habla alemana. Aun así, cuando Lutero abandonó su 10


anterior renuencia a defender la acción política o militar en defensa de esta causa y la Liga de Esmalcalda se formó en los años cruciales 1530–1531, rápidamente se hizo evidente que el centro de gravedad en el mundo emergente de la política protestante en Alemania estaba en Sajonia, no en Suiza. El desastroso resultado de las agresivas políticas militares que Zwinglio defendió en los últimos meses de su vida limitó el cambio en el equilibrio del poder. Durante los siguientes 25 años, las doctrinas y los patrones de adoración más cercanos a los de Zúrich que a los de Wittenberg, aunque nunca desaparecieron, se retiraron dentro del imperio. En Suiza, el legado zwingliano también estuvo en peligro después de la muerte de su profeta, ya que después de la derrota, los magistrados de Zúrich se mostraron cautelosos al escuchar a los clérigos, mientras que, en las décadas siguientes, Berna y Basilea sintieron la tentación de alinearse con los luteranos alemanes. Aquí, sin embargo, un discípulo enérgico y efectivo de Zwinglio, Heinrich Bullinger, asumió el manto de liderazgo eclesiástico del predicador mayor en Zúrich y se convirtió mucho más en un político eclesiástico aún más efectivo en una escala europea más amplia. En Zúrich, Bullinger alcanzó el prestigio suficiente para salvaguardar cierta independencia e influencia para los pastores de la ciudad. En un escenario más amplio, defendió los principios y extendió el alcance de la teología de Zwinglio con tenacidad y vigor durante cuatro décadas. Cultivó con tanto éxito a eclesiásticos y líderes políticos potencialmente afines a través de contactos personales y una

correspondencia privada masiva que su red de conexiones llegó a llegar tan lejos como Inglaterra, Polonia y Hungría e incluyó a futuros líderes de la causa protestante dentro de cada país. Reformó y amplió las ideas centrales de Zwinglio en comentarios y exposiciones de doctrina que lograron una difusión mucho más amplia que cualquiera de los escritos de Zwinglio, una tarea de elaboración teológica a la que también contribuyeron otros teólogos expertos que terminaron sus días en Suiza. Por último, desempeñó un papel central en la redacción de una serie de confesiones de fe que definieron un consenso reformado revisado sobre la eucaristía y demostraron ser capaces de ganar la adhesión de muchas iglesias dentro y fuera de Suiza. Durante estos mismos años, las iglesias reformadas también se establecieron en unas pocas regiones en los márgenes de Suiza y el imperio, cuyas ubicaciones las convirtieron en estaciones de transmisión vitales para el crecimiento posterior de la causa. Durante la década de 1540, Jan Laski, un aristócrata polaco refugiado cuya teología lo ubicó más cerca de Zúrich que de Wittenberg, dio forma a la iglesia protestante de un pequeño territorio en el noroeste de Alemania, Frisia Oriental, cuyo puerto principal, Emden, se encontraba a cierta distancia del mar. Entre 1547 y 1553, Laski fue a Inglaterra, donde se hizo cargo de la iglesia creada en Londres para los refugiados evangélicos que huían de los Países Bajos y Francia. Tanto Emden como Londres se convirtieron en centros para corresponder y sostener almas de ideas afines que se quedaron atrás en esos países. Sus iglesias se convirtieron en modelos para la organización de iglesias subterráneas allí mediante modelos reformados. También se establecieron modelos más potentes de una iglesia debidamente reformada en los territorios de habla francesa en la frontera occidental de Suiza que se establecieron en una afiliación política con la Confederación Suiza entre 1512 y 1536, y donde las armas de Berna posteriormente protegieron la expansión evangélica. La causa reformada triunfó en una serie de ciudades como Neuchâtel y Lausanne, pero fue la ciudad más grande de la región, Ginebra, la que finalmente tomó el papel principal en la posterior expansión de la causa. La Reforma de Ginebra no fue idéntica a la de Zurich, aunque también estuvo determinada por el encuentro entre la 11


perspectiva específica de su reformador más carismático y las características distintivas de su cultura política local. Aquí, el reformador, Juan Calvino, era un forastero sumamente elocuente y decidido que había crecido en medio de los tribunales de la iglesia antes de la Reforma y que creía que la Biblia especificaba claramente los oficios y las instituciones disciplinarias de la iglesia cristiana. La ciudad era una encrucijada comercial reciente y precariamente independiente con instituciones cívicas aún poco desarrolladas y una fuerte necesidad de refuerzo político que se creía que proporcionaban los inmigrantes laboriosos y la pureza moral. Después de una larga y muy reñida lucha, Calvino pudo convencer a los ginebrinos para que aceptaran algo que los reformadores urbanos habían buscado en vano en las décadas anteriores: una iglesia con un sistema independiente de disciplina eclesiástica y la excomunión controlada por los ministros y ancianos de la iglesia en lugar de por los amos de la ciudad. Bajo el vigoroso liderazgo de Calvino, este sistema de disciplina consistorial ayudó a hacer de Ginebra un modelo de reforma exitosa de los modales y la moral. La ciudad se convirtió en un imán para los inmigrantes, quienes estimularon su economía y multiplicaron la capacidad de su industria de impresión. Calvino demostró ser un autor de obras teológicas aún más prolífico, cautivador y penetrante que Bullinger. Era menos asiduo que su contraparte de Zúrich para construir redes de simpatizantes y llegar a figuras políticamente influyentes más allá de su base de poder local. Cooperó estrechamente con Bullinger, aunque

difirió con él en ciertos puntos de la teología y la eclesiología. Cuando la paz de Augsburgo puso fin a la primera gran fase de la expansión de la Reforma en 1555, las variantes reformadas del protestantismo se limitaron a unos pocos pequeños territorios y ciudades al margen de Alemania: partes de Suiza, los territorios afiliados de habla francesa de Neuchâtel y Ginebra, Frisia Oriental y algunas iglesias de refugiados en el norte de Europa. Sin embargo, la causa se mantuvo al borde del crecimiento dramático. Zúrich, Ginebra y Emden fueron todos centros para la difusión de ideas y propaganda reformadas. Bullinger y Calvino tenían extensas redes de correspondencia internacional. Bullinger, Calvino y Laski gozaban de gran prestigio entre el número cada vez mayor de personas en muchas tierras que se habían convencido de que había algo dramáticamente malo en la Iglesia Católica Romana, pero que aún no tenían una alternativa para adorar. Zúrich, Ginebra y las iglesias de refugiados ofrecieron a estas personas tres modelos distintos de cómo podría estructurarse esa alternativa. Finalmente, y lo más importante, la mayoría de las características clave que aseguraron que sería la tradición reformada, no la luterana, la que galvanizó esta difusa insatisfacción con la iglesia de Roma en la segunda gran ola de expansión protestante ya se había expresado. Las posiciones teológicas definidas por sus fundadores de primera generación sobre la cuestión de la eucaristía, la reforma de la adoración y la relación entre la salvación personal y la renovación moral y social colocaron a la tradición reformada más directamente en línea con los impulsos principales que atrajeron a la gente hacia la causa protestante más que las alternativas luteranas. Los principales teólogos reformados de la segunda generación, todos enfatizaron mucho más que sus homólogos luteranos en el sentido de que aquellos que vivían en países católicos que habían visto la luz del 12


Evangelio debían separarse lo más completamente posible de las “abominaciones del papismo”. Calvino, en particular, argumentó que la Biblia esbozaba muchas de las instituciones propias de una iglesia cristiana y, por lo tanto, estaba preparada para sugerir que los creyentes crearan sus propias iglesias con estas instituciones como una alternativa a Roma. Con Zúrich y Ginebra ofreciendo modelos alternativos de cómo encajaban la Iglesia y el Estado, la tradición podría atraer tanto a los gobernantes decididos a ejercer la autoridad directa sobre las cosas sagradas como a los creyentes comunes en situaciones de persecución ansiosas por establecer una iglesia debidamente reformada que podría funcionar independientemente del Estado. […] Zwinglio y Zúrich Es una señal de la rapidez con que se extendió el sentimiento evangélico en el mundo de habla alemana que, pocas semanas después del regreso de Lutero a Wittenberg, la agitación por el cambio en las prácticas religiosas comenzó en Zúrich, 350 millas al sudoeste. Zúrich fue sólo una de las muchas ciudades de la región en la que predicó que sus oponentes considerados luteranos habían sido escuchados en ese momento. Debido tanto a su carácter como a la elocuencia y la inteligencia política de su predicador evangélico principal, pronto surgiría como el epicentro del cambio religioso en este rincón del mundo germanófono. Zúrich se encontraba justo al otro lado de la nueva y todavía fluida frontera política que separaba a la Confederación Suiza y sus territorios asociados del Sacro Imperio Romano.

La Confederación había surgido de una pequeña alianza defensiva de finales del siglo XIII de unos pocos valles alpinos que se convertiría para finales del siglo XVI en una fuerza en la política europea. Críticos en este proceso fueron dos desarrollos: la adición de los territorios dominados por las ciudades de Berna, Lucerna y Zúrich y el surgimiento de los suizos como soldados mercenarios de Europa durante sus largas guerras contra los Habsburgo y los borgoñeses. Durante estos conflictos, los suyos establecieron su independencia del Sacro Imperio Romano, aunque esa independencia permaneció abierta al desafío; tan recientemente como en 1499, el emperador Maximiliano había ido a la guerra para establecer que ”los suizos también deben tener un amo”'. Su derrota impulsó territorios adicionales para unirse a la confederación victoriosa: Basilea y Schaffhausen en 1501, el distrito rural de Appenzell en 1513, o para entrar en pactos de alianza con cantones individuales. Este último proceso continuaría hasta la década de 1520 en las marchas occidentales de la confederación, donde los dialectos germánicos dieron paso al franco-provenzal. Las guerras italianas también ofrecieron a los suizos la oportunidad de conquistar la región alrededor de Lugano y Locarno desde Milán y colocarla bajo señorío confederado directo. Los límites de lo que hoy es Suiza abarcaron así en el siglo XVI una mezcolanza de cantones rurales autogobernados, cantones urbanos en los que una sola ciudad dominante gobernaba un espacio circundante que a menudo la superaba en gran medida en ciudades y territorios independientes pero aliados y las regiones bajo el señorío de uno, varios o todos los miembros de la Confederación. El servicio de mercenarios dio forma a gran parte de la historia económica y política de Suiza durante estos años. De las ciudades anexas a la Confederación en 1517, sólo Basilea, la puerta de 13


acceso mercantil a la rica llanura alsaciana y el hogar de una universidad y varias imprentas, se acercaba a 10 000 habitantes. La mayoría de las ciudades suizas albergaban de 2 000 a 5 500 personas y eran poco más que mercados de ganado crecidos y paradas modestas en las rutas comerciales de larga distancia que atravesaban los pasos de los Alpes, complementados con la producción textil en los casos de Zúrich, Saint-Gall y Friburgo. El servicio de mercenarios era una avenida atractiva para la fortuna en un entorno tan accidentado, especialmente cuando los jefes coronados y dueños de Europa, Walton, Zwingli’s Theocracy, cap. 1; Moeller, Reichstadt und Reformation: 2

encabezados por el rey de Francia y el papa, invitaron a los principales capitanes con regalos y pensiones para ganar su servicio. Sin embargo, en la segunda década del siglo, los cambios en la tecnología militar desafiaron el dominio que las falanges suizas habían establecido en los campos de batalla de Europa desde la década de 1470. Al agregar armas de pólvora y usar varias formas de afianzamiento en el campo de batalla, otros ejércitos descubrieron que podían reducir la temible carga de las falanges y contar a los piqueros en sus filas. El servicio mercenario siempre tuvo sus críticos, ya que envió a jóvenes suizos a morir en campos de batalla extranjeros; y si trajo de vuelta el empleo y el botín, gran parte del beneficio fue para los pensionados cuyo modo de vida lujoso contrastaba con la simplicidad tradicional suiza de una manera que, en esta era del Renacimiento helvético, evocaba el discurso taciteano de corrupción. A medida que aumentaban las tasas de siniestros, las críticas se intensificaron. Dentro de las ciudades de tamaño modesto de esta región, las autoridades cívicas ejercieron un control sustancial sobre asuntos religiosos. El consejo de la ciudad de Zúrich supervisó las finanzas de muchas fundaciones religiosas en la ciudad, supervisó el comportamiento de sus miembros y vigiló su desempeño en la adoración. La jurisdicción de los tribunales eclesiásticos se había reducido después de una larga lucha, mientras que los clérigos realizaban el juramento cívico como otros burgueses y con frecuencia pagaban impuestos. La legislación cívica también buscó regular muchos aspectos de la moralidad pública para que, en las palabras de una ordenanza de Zúrich que regula el baile, “Dios el Señor nos conserve los frutos en el campo y nos dé buen clima”. Basilea estableció una especial en 1457 para castigar el adulterio, la blasfemia y la profanación de los días de fiesta, citando la obligación de los gobiernos de la ciudad de defender el honor de Dios y evitar “los grandes pecados y la maldad”.2 Esta no fue ciertamente la única parte de Europa en la que las autoridades urbanas creían que su deber era proteger la pureza moral de la comunidad para que la ira de Dios pudiera ser desviada; pero el lenguaje de las deliberaciones municipales sugiere que era una región en la que el ideal de la ciudad como corpus christianum se tomaba muy en serio. El establecimiento de iglesias reformadas dentro de grandes extensiones de este territorio dependía de los esfuerzos combinados de un grupo de individuos interconectados. Al comienzo de su carrera de reforma, Zwinglio se veía a sí mismo como uno de los miembros de un grupo de “hombres sabios y Bearbeitete Neuausgabe, p. 72. 14


excelentes” que trabajaban para la recuperación del Evangelio, los “verdaderos obispos de la época” que también incluían a los destacados humanistas suizos Joachim Vadian, el médico de la ciudad y el alcalde frecuente de Saint-Gall, Heinrich Glareanus, un clásico geógrafo y poeta que estuvo cerca de Erasmo cuando ambos vivían en Basilea y que finalmente serían leales a Roma, y Oswald Myconius, un maestro que se mudó entre Zúrich, Lucerna y Basilea, y quien argumentó ya en 1518 que se debía obediencia a Roma siempre y cuando el papa expresara la verdad cristiana.3 Tres años después de que Myconio ayudó a traer a Zwinglio a Zúrich en 1519, se unió a Zwinglio Leo Jud, antiguo protegido, predicador férreo y traductor al alemán de muchas de las obras latinas de Erasmo y Lutero. Algo fundamental para el progreso de la Reforma suiza fue una serie de disputas en las que los partidarios de la reforma discutieron uno al lado de su posición. Un colaborador de Zwinglio en estas asambleas fue Johannes Ecolampadio, un humanista de Suabia que había trabajado durante un tiempo en Basilea ayudando a preparar la edición de Erasmo del Nuevo Testamento antes de decidir ingresar a un convento de Brigittine, sólo para dejarlo pasar un año después de emerger en Basilea. a partir de noviembre de 1522 como predicador evangélico transformador. Berchtold Haller era otro protegido y confidente de la poderosa Berna, que gobernaba el territorio más grande de cualquier cantón suizo. Zwinglio también

mantuvo correspondencia frecuente y colaboró activamente con los líderes de la Reforma de Estrasburgo, Wolfgang Capitón y Martín Bucero. A pesar de la importancia de estos individuos, Zwinglio fue, como lo llamó Haller, “el primero en la Confederación para comenzar la mejora”.4 Evidentemente, fue un predicador atractivo y exitoso, a pesar de que se convirtió en un enemigo entre las figuras principales de la Confederación. Gran ministro de Zúrich, podría informar con orgullo a Myconius hacia el final de su primer año en la ciudad: “No estamos solos. En Zúrich ya hay más de dos mil personas más o menos iluminadas que hasta ahora han bebido leche espiritual y pronto pueden digerir alimentos sólidos”.5 Como lo sugiere la cita, también fue un táctico prudente y hábil de la reforma que a menudo conscientemente se abstuvo de revelar el alcance total de sus reservas sobre el estado establecido de los aires hasta que sintió que el terreno se había preparado adecuadamente para que él se expresara. Sin embargo, también sabía cuándo participar en actos abiertos de provocación o para impulsar el ritmo del cambio. Los aliados en el consejo de la ciudad desde su llegada a Zúrich lo ayudaron a retener su posición y comenzar a hacer campaña por los cambios en el culto en un momento en que los evangélicos estaban siendo expulsados de puestos similares en Basilea, Berna y Lucerna. A medida que avanzaba el ritmo de la reforma, el consejo le pidió orientación sobre numerosas cuestiones de política religiosa y lo puso a cargo de supervisar la educación y la censura de los materiales impresos en la ciudad. Una serie de tratados y memorandos surgieron de su pluma desde 1522 en adelante. En la segunda mitad de la década, trabajó incansablemente para formar una coalición política y así promover la causa evangélica en toda la región y viajó a territorios cercanos para ofrecer asesoramiento sobre la redacción de órdenes de la iglesia. El poder excepcional que había obtenido a fines de la década se muestra en su presencia dentro de un concilio interno informal y secreto de seis miembros que aconsejó a los consejos de gobierno más grandes de Zúrich sobre políticas.

Stayer, ‘‘Zwingli and the ‘Viri Multi et Excellentes’’,’ esp. p. 146.

4

3

Rudolf Dellsperger, ‘‘Zehn Jahre bernischer Reformationsgeschichte: Eine Einführung’”, en 450 Jahre Berner Reformation. Berna, 1980, p. 33. 5 Zwingli, Sämtliche Werke, 7, p. 245. 15


Zwinglio nació el 1 de enero de 1484, seis semanas después de Lutero, en el pueblo de Wildhaus, en el territorio de Saint-Gall. Su padre era un campesino rico que había servido como parte del pueblo. Se puede decir que nació en la clase dirigente de esta república campesina, un trasfondo que puede haber facilitado su aceptación por parte de los miembros de la zona de Zúrich y que lo predispuso a ver a la comunidad política como la agencia apropiada para la promoción de la Iglesia de Dios. Ley, hasta el punto de aceptar una eliminación virtual de la distinción entre la iglesia y la comunidad política. Como él escribiría más tarde: “Cuando el Evangelio es predicado y todos, incluido el magistrado, prestan atención, el hombre cristiano no es otra cosa que el ciudadano fiel y bueno; y la ciudad cristiana no es otra cosa que la iglesia cristiana”.6 La prosperidad de la familia Zwinglio aseguró a Ulrich una buena educación latina en Basilea y Berna y ocho años de educación superior en las universidades de Viena y Basilea. Salió de Basilea con una maestría en Artes, probablemente habiendo sido más influido por maestros entrenados en la tradición de la vía antigua. Continuó su educación teológica después de ganarse la vida como párroco en Glarus estudiando el comentario de Duns Scoto sobre las sentencias de Pedro Lombardo. Pronto, sin embargo, tuvo que regresar a la “oscuridad de Escoto”, debido a las importantes impresiones formativas sobre él, su iniciación en el mundo del humanismo a través de 6

Walton, Zwingli’s Theocracy, p. 169.

una correspondencia con Vadian y Glareanus, su inicio en el estudio del griego y su descubrimiento de Erasmo con Glareanus. Las grandes obras del humanista lo hechizaron. En una carta completa que le escribió a Erasmo a principios de 1516 expresó su admiración por el esplendor de su erudición y declaró que se entregaba a él como nunca se entregaría a ningún otro. El llamado de Erasmo a renovar el cristianismo a través del estudio, la difusión y la internalización del Evangelio inspiró a Zwinglio a comprometerse en el mismo año a dedicarse a la predicación de la Biblia y a protegerse de futuros encuentros sexuales. Mantuvo el primer voto mejor que el segundo.7 Christ’s Churches purely Reformed. A social history of Calvinism. New Haven, Universidad de Yale, 2004.

EL ALMIRANTE GASPARD DE COLIGNY (1519-1572)

N

acido en el departamento de Loiret, Francia, falleció en 1572 en París. Conde de Coligny, barón de Beaupont y Beauvoir, Montjuif, Roissiat, Chevignat y otros. Fue nombrado Almirante de Francia en 1552, y en 1555, gobernador de Picardía. En 1557, después de la batalla de San Quintín, cayó prisionero y llevado a los Países Bajos, donde se convirtió al protestantismo. Su tutor, Nicolas Bérauld, era amigo de Erasmo. Su esposa, Charlotte de Laval, se sentía fuertemente atraída por el movimiento; su hermano Odet se unió posteriormente a la Reforma y su otro hermano Andelot había abrazado el protestantismo. Su resolución de romper con la fe católica se fortaleció tras recibir una carta de Calvino el 4 de septiembre de 1558. En 1560 abrazó la fe calvinista y poco después llegó a ser jefe de los hugonotes en las cuatro primeras guerras de religión de su país. En 1563 tuvo lugar el asesinato de Francisco I de Lorena, duque de Guisa, por Poltrot de Méré, y fue acusado de haberlo encargado. Más tarde, en 1567, participó en otro complot junto con Luis I de Condé, Francisco de Coligny y Guyonne XVIII de Laval: la persecución de Meaux contra el rey Carlos IX de Francia y la reina madre Catalina de Médicis. A raíz de ello, el rey Zwingli, Sämtliche Werke, 7, pp. 35–36; Gäbler, Zwingli, pp. 39–40, 43; Potter, Zwingli, pp. 25–27, 39–46. 7

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Gracias a la Paz de Saint-Germain-en-Laye (1570) obtuvo la libertad de práctica de la religión en cuatro ciudades para los reformados. En 1571 fue aceptado nuevamente como consejero real y obtuvo influencia sobre el rey Carlos IX, pero ganó también la oposición enconada de Catalina de Médicis, quien lo mandó asesinar en la Noche de San Bartolomé, 23-24 de agosto de 1572. Tras los preparativos, hechos rápidamente, comenzó la masacre de los hugonotes a las cuatro de la madrugada del domingo 24 de agosto. El primer objetivo era Coligny, quien fue asesinado, arrojado por la ventana, cortada su cabeza y su cuerpo arrastrado por las calles y colgado en la horca de Montfaucon. Tras unos días, su cadáver fue descolgado y enterrado por el mariscal Montmorency; tras muchas vicisitudes sería inhumado en el muro de su ancestral castillo (que fue destruido durante la Revolución Francesa) el 7 de septiembre de 1851.

Bibliografía Liliane Crété, Coligny. París, Fayard, 1985. “Gaspard de Coligny”, en Museo Virtual del Protestantismo, www.museeprotestant.org/en/notice/gaspard-de-coligny-15191572-2/ Joseph Jordan, “Gaspard Coligny”, en Walter Kasper et al., eds., Diccionario enciclopédico de la época de la Reforma. Barcelona, Herder, 2005, p. 119.

GASPARD DE COLIGNY, SEÑOR DE CHÂNTILLON (1519-1572) Victoria Horrillo Ledesma

A le condenó a muerte y confiscó sus bienes, pero abandonó la corte en compañía del príncipe de Condé para exiliarse en Borgoña, y más tarde en La Rochelle.

lmirante de Francia, nacido el 16 de febrero de 1519 en Chântillon-sur-Loing (actual Châtillon-Coligny) y muerto el 24 de agosto de 1572 en París. Lideró el partido de los calvinistas franceses (hugonotes) durante los primeros años de las Guerras de Religión (1562-1598). La influencia que alcanzó sobre el rey de Francia, Carlos IX, amenazó el poder del partido católico, encabezado por la reina madre, Catalina de Médicis, y por la familia Guisa. Éstos organizaron en 1572 la matanza masiva de los hugonotes, entre cuyas victimas se contó el propio Coligny. Pertenecía a una de las familias más poderosas de la aristocracia francesa. Era hijo de Gaspard I de Coligny, mariscal de Chântillon, y de Louise de Montmorency, hermana del 17


condestable Anne de Montmorency. Sus hermanos, el cardenal Odet de Chântillon y François, señor de Andelot, desempeñaron asimismo importantes papeles en el primer periodo de las Guerras de Religión. En 1541 Coligny entró en la corte de Francisco I de Francia, según correspondía a su cuna, y pronto trabó amistad con el poderoso duque de Guisa, Francisco de Lorena. Dedicado a la carrera militar, en 1544 destacó en la campaña francesa en Italia, por lo que fue elevado a coronel general de infantería. En el desempeño de este cargo, a partir de 1551 promulgó una serie de ordenanzas destinadas a establecer un control riguroso sobre la disciplina de las tropas francesas, cuyas tropelías constituían una auténtica lacra para la población civil. En 1552 fue nombrado almirante de Francia por el nuevo rey, Enrique II, y dirigió las campañas contra España en la frontera con los Países Bajos. Fue hecho prisionero por los españoles y permaneció en poder de Felipe II durante dos años. Durante su época de cautiverio recibió la influencia del calvinismo, confesión a la que se convirtió secretamente. Tras su liberación, en 1555 defendió ante Enrique II la conveniencia de establecer comunidades de hugonotes en Brasil y la Florida para garantizar su seguridad y evitar el estallido de conflictos religiosos en Francia. Pero no hizo pública su conversión al calvinismo hasta después de la muerte del rey, en 1560. Desde ese momento, se convirtió en uno de los principales líderes del partido hugonote, junto a los reyes de Navarra, Antonio de Borbón y Juana de Albret, y el príncipe Luis de

Condé. Coligny consiguió defender la causa calvinista en la corte gracias a la protección que le otorgaba su tío, el poderoso condestable de Montmorency. Su reivindicación de la tolerancia religiosa para los hugonotes le atrajo la hostilidad de los Guisa, jefes del partido católico, que temían el avance del calvinismo en los círculos cortesanos. Se trataba, en efecto, de un conflicto de poderes, ya que el partido hugonote —encabezado por algunos de los más importantes príncipes de la sangre— perseguía tanto la libertad religiosa para su culto como la eliminación de la influencia de dicha familia italiana en la corte. En marzo de 1562, un grupo de partidarios de los Guisa perpetró una matanza de hugonotes en Vassy. Aunque Coligny intentó evitar el estallido de la guerra, Condé llamó a los calvinistas a las armas y la contienda estalló poco después (15621563). Coligny se unió finalmente a la lucha, aunque atormentado por numerosas dudas, ya que, aun siendo un magnífico estratega, detestaba la guerra. En marzo de 1563, tras una serie de derrotas calvinistas, Condé aceptó el Edicto de Pacificación de Amboise, propuesto por la regente Catalina de Médicis. El Edicto concedió a los señores feudales la tolerancia religiosa, que se hizo extensible a sus vasallos. Esto provocó las críticas de Coligny y del propio Calvino, quienes acusaron a Condé de favorecer a su propia clase en detrimento de las comunidades calvinistas mayoritarias. La firma de la paz de Amboise se tradujo en la consolidación del poder de Catalina de Médicis sobre los asuntos de estado. La reina pasó a liderar el partido católico y, en 1565, firmó con España un acuerdo que fue interpretado por los jefes del partido hugonote como una alianza católica contra los protestantes de Francia y los Países Bajos. Condé y Coligny trataron de adelantarse a las futuras acciones de la alianza mediante una ofensiva que, en 1567, logró conquistar algunas plazas. Sin embargo, los hugonotes fracasaron al intentar hacerse con el poder en la corte por la fuerza en la noche de San Miguel 18


(Michelade), lo que llevó al estallido de una nueva guerra (1567-1568). Tras la muerte de Condé en 1569, Coligny se convirtió en cabeza única del partido hugonote. Durante la tercera Guerra de Religión (1569-1570) consiguió recuperar posiciones para su bando gracias a una guerra rápida que impidió una ofensiva definitiva por parte del ejército católico. Aunque fue severamente derrotado en Moncontour en octubre de 1569, logró reclutar un importante ejército en el sur de Francia, con el que avanzó hasta el Sena superior, forzando a Catalina a firmar la paz de Saint Germain en agosto de 1570. Esta paz concedió numerosas ventajas a los hugonotes. En 1571 Coligny regresó a la corte, atraído por la nueva política antiespañola de Catalina de Médicis.

Ese mismo año fue nombrado miembro del Consejo Real y pronto comenzó a ejercer una gran influencia sobre el joven rey, Carlos IX. Partidario de sacar el conflicto religioso fuera de las fronteras de Francia para asegurar la reconciliación del país, Coligny presionó al Consejo Real para que Francia apoyara militarmente la rebelión de los Países Bajos contra el gobierno de Felipe II de España. Con ello, no sólo pretendía ayudar a los calvinistas holandeses (a cuyo líder, Luis de Nassau, le unían estrechos lazos de amistad), sino, ante todo, reforzar la posición del partido hugonote ante la monarquía. Pero tanto el Consejo Real como la reina madre se oponían al inicio de una guerra precipitada con España, que había desplegado una impresionante maquinaria de guerra en Flandes. Así pues, Coligny intentó ejercer su influencia sobre el rey para forzar un cambio de gobierno que favoreciera la guerra. Ello le granjeó la desconfianza tanto del Consejo como de Catalina de Médicis. Ésta intentó aprovechar el enconado odio que los Guisa sentían hacía el almirante -al que acusaban de estar implicado en el asesinato del duque Francisco de Lorena- para eliminarle. Por instigación de la reina, el 22 de agosto de 1572 varios sicarios de los Guisa trataron de asesinar a Coligny en su casa de París. El almirante sólo resultó herido, pero la noticia del atentado suscitó una enorme indignación entre los cientos de hugonotes que se habían reunido en París para festejar la boda entre Enrique de Navarra y Margarita de Valois, que debía sellar la reconciliación entre católicos y calvinistas. Los hugonotes clamaron venganza y el rey visitó a Coligny, prometiendo una investigación a fondo del asunto. Ante el peligro inminente de una insurrección en París, Catalina consiguió convencer al rey de que los jefes calvinistas planeaban su derrocamiento y asesinato. Carlos IX accedió finalmente a los deseos de su madre, quien encargó a los Guisa la eliminación inmediata de los cabecillas hugonotes. Así dio comienzo la masacre de la Noche de San Bartolomé, que se cobró la vida de miles de hugonotes en toda Francia. Al amanecer del 24 de agosto, los mercenarios de Enrique de Guisa asaltaron de nuevo la casa de Coligny y mataron a quienes encontraron a su paso. El almirante fue apuñalado y arrojado por una ventana; después fue descuartizado por una multitud enfervorecida. www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=colignygaspard-de-sennor-de-chantillon

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PERSPECTIVAS SERMÓN POR LOS 10 AÑOS DE ORDENACIÓN DE PASTORAS LUTERANAS Karina García Carmona Iglesia Luterana Gracia, Ciudad de México, 6 de abril de 2019

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a lectura del evangelio de Lucas (24.812) dice: “Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido”. No es un texto de Cuaresma. Y no es un texto de cuaresma porque, de alguna manera hoy hablamos de y desde la resurrección. Hablamos desde la esperanza siempre puesta en que, en el mundo convulso en el que vivimos hoy, es preciso seguir insistiendo en la necesidad de trabajar y construir un mundo donde quepan muchos mundos, donde se construyan puentes y no muros,

donde hable el amor frente a la muerte. En el pasaje pequeñito que leímos, encontramos a María Magdalena, a Juana, a la otra María y a las demás con ellas. Encontramos a mujeres con nombres y con rostros y a mujeres que, sin ellos, iban a su lado y que, estando frente a la tumba vacía y habiendo recibido la noticia de la resurrección, recuerdan. Recuerdan el camino y recuerdan las palabras. Vuelven juntas del sepulcro y dan testimonio de resurrección a los apóstoles. Lógicamente las tomaron por locas. Lógicamente no les creyeron. Y así, el texto bíblico guarda la historia repetida en la vida de tantas y tantas mujeres, en tantos lugares y en las más diversas situaciones, En el evangelio, se da testimonio de la mala nueva del descrédito y el prejuicio de una sociedad que antes de llamar Apóstolas —porque la RAE dirá que no se puede y que la lengua no alcanza y que no quiere— que, antes de llamar Apóstolas de los apóstoles a aquellas mujeres con nombre y sin nombre, las llama “locas”. No es distinto hoy día y no es distinto para aquellas mujeres que todavía hoy en nuestro país, siguen luchando para ser llamadas pastoras y no impostoras o que, siendo pastoras, nos enfrentamos al descrédito y la desvalorización moral y económica de nuestra labor. En el mundo en el que vivimos, las mujeres seguimos luchando y abrazando al mismo tiempo, temiendo que los derechos ganados, por nuestras hermanas presentes y pasadas se olviden, se reduzcan y se minimicen. En el mundo en el que vivimos, la realidad nos va diciendo que la justicia y la restitución son signos del amor divino y son caminos de Resurrección. Por eso, junto con María, Juana, la otra María y las demás con ellas, hoy recordamos y celebramos el camino recorrido en 10 años y, recordamos también las palabras que hicieron posible la resurrección de nuestra Iglesia Luterana Mexicana a través de la visibilización del liderazgo y el pastorado femenino laico y ordenado. Recuerdo bien aquel tiempo en el que, siendo estudiantes de teología, llegó el tiempo de cruzar el puente de qué hacer con aquellas mujeres que estaban terminando sus estudios. Algunas querían ser misioneras, otras ser apoyo en sus congregaciones. Otras sí querían ser pastoras, pero en los espacios donde estaban se hizo imposible y, lloraron, lloramos lágrimas de rabia porque en el mesón no había lugar para nosotras. Sin embargo, nos dijo una vez Clara Luz Ajo, teóloga cubana: “Los caminos torcidos de Dios rompen el concreto y evidencian su fuerte raíz y con nuestras bocas pintadas, con nuestros ojos llorosos y rebosantes cuerpos, 20


nos pusimos de pie y dijimos: ‘¡Hey, acá estamos! ¡Henos aquí!’”. ¿Dónde? La ILM respondió y, como buenos luteranos, la “Sola Escritura” tácitamente exigía una justificación bíblica a la ordenación de las mujeres, y sin mucho aspaviento, la ILM se contestó sola diciendo: No hay palabra que autorice más a las mujeres al ejercicio pastoral que María, Juana, la otra María y las otras mujeres con ellas, todas ellas mensajeras de la resurrección. Nada hay que podamos argumentar a ese hecho. Es de la Iglesia su fundamento así que: “Sola Fe”, Sola Gracia”, “Sola Escritura”, “Sólo Cristo”. Pero: ¡estamos locas! Nos lo han dicho siempre. ¿Así de fácil? No, no ha sido fácil ni dentro ni fuera de la ILM. Recuerdo mucho una vez que, recién ordenadas Sofía, Ángela y María Elena (nuestras primeras pastoras ordenadas), se invitó a una de ellas a hablar en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sobre su proceso de ordenación. Había representantes de diferentes denominaciones y por supuesto, contaban la lucha al interior de sus iglesias para ser ordenadas. Procesos dolorosos, justificaciones bíblicas y no bíblicas de todo tipo: que, cómo una mujer embarazada dando la comunión. Que cómo, si quienes son llamados son varones con bigotes. En fin, falta de voluntad, por decirlo corto. Cuando le tocó la palabra a mi compañera luterana de relatar el proceso de ordenación y cómo —en cierto sentido— no fue un proceso áspero, el interés de la audiencia decayó. Sólo hubo un comentario (de un varón) que dijo: “Evidentemente, al no tener candidatos varones, su

ordenación tiene un propósito utilitario”. No hubo preguntas, sólo reacciones categóricas. Este señor evidenció públicamente nuestra “ignorancia” e “inocencia” y dolorosamente, nuestra primera reacción como pastoras fue la culpa. El macho progre de la UNAM nos hizo sentir culpables. Minimizó, anuló nuestras capacidades y el hecho de ser teólogas licenciadas, maestras experimentadas y mujeres que, como todas las mujeres que hacen posible de nuestras comunidades de fe, dimos tiempo, esfuerzo, corazón e inteligencia. Nos sentimos culpables de no haber luchado por el espacio. Culpables de no pasar por el martirio y el escarnio. Culpables de no ser carne de cañón. Culpables de no haber ganado nuestro lugar. Pasó un tiempo considerable para darnos cuenta de que esa falta de interés y esa evaluación categórica, lo que hacía evidente era que, para las mujeres, el acceso al liderazgo tiene que pasar por la lucha y tiene que haber tripas y sangre: las nuestras, para merecer un lugar. De alguna forma, ese macho progre fue como Jonás que, se enoja con Dios por el arrepentimiento inmediato de Nínive: —¡Así no va el cuento! ¡La narrativa debe tener un nudo bien amarrado y tirante! —¡Pero sí lo tiene!, lo que pasa es que no quieres oírlo. A lo largo de estos diez años las pastoras hemos aprendido a celebrar los logros sin culpa. Hemos aprendido a reconocer dónde hemos tenido que luchar y dónde vamos a tener que 21


luchar. A lo largo de estos diez años, las pastoras y lideresas luteranas, hacemos nuestro el luteranismo paradójico diciendo que somos maestras y alumnas al mismo tiempo, ¡y qué bien que así sea! A lo largo de estos diez años, hermanas, amigas y colegas, nos han ayudado a ser pastoras, a ser conscientes de nuestras vulnerabilidades y a celebrar nuestros logros. A lo largo de estos diez años decimos y decidimos que no queremos replicar las formas de ser pastor y líder que anulan la voz de las comunidades de fe. Hemos aprendido a abrazar sin ser asfixiadas, pero también estamos aprendiendo a decir que nosotras también subimos al metro y que tenemos miedo. Que nosotras y las mujeres de nuestras congregaciones también sufrimos, vivimos, y caminamos en medio de la violencia dentro de nuestras casas, iglesias y empleos. Estamos aprendiendo de voces claras jóvenes y valientes que nos dicen que hay un camino por recorrer y que nosotras también recorreremos. A lo largo de estos diez años nos han acompañado las mujeres de nuestras congregaciones. Nos han dicho cómo y en qué mejorar, nos han hecho sentir abrazadas y acompañadas. A lo largo de estos diez años, hemos acertado y nos hemos equivocado en nuestro acompañamiento hacia ustedes. Pedimos perdón por los errores, damos gracias a Dios por los aciertos. Somos, con y como ustedes, aprendices y maestras al mismo tiempo.

Agradecemos la presencia de nuestros compañeros de vida, de nuestros maestros y colegas pastores. Hemos sido aprendices y maestras suyas. ¡Gracias! y ¡de nada! A lo largo de estos diez años hemos saboreado y experimentado la Gracia de Dios. Hemos aprendido solidaridad y sororidad, signo innegable de la Buena Nueva y de la resurrección. Hemos reconocido la presencia de la Espíritu Santa en nosotras, en ustedes y en ellas y ellos y deseamos para la ILM, memoria, vida, resurrección y restauración. Deseamos para las mujeres de nuestras congregaciones una vida libre de acoso y violencia y que el amor de Dios cubra sus caminos. Rogamos a Dios que sus pastoras y pastores sepamos acompañarlas y acompañarlos. Comunidades de fe, amigos/as, hermanos/as, compañeros/as de vida y camino: ¡gracias por su presencia y compañía a lo largo de estos diez años! Amén.

“MAMÁ, NO ME HE ALEJADO DE DIOS”.

MANIFIESTO DE HONESTIDAD DE TEÓLOGOS HEREJES ANTE SUS MADRES Raúl Méndez Yáñez

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amá, recuerdo cuando orabas por mí con llanto corriendo por tus mejillas, pedías a Dios que me acercara a él y que siguiera el Camino de la Fe. La situación que vivíamos no era fácil, tantos problemas en casa y mis andanzas que afectaban mis calificaciones en la escuela. Estabas preocupada por mí. Con el paso del tiempo llegó la conversión a Cristo. Dejé de ser la persona mundana fuera de la iglesia y comencé a estudiar la Palabra de Dios. Mamá, recuerdo tu alegría, emoción y agradecimiento al Señor por esa transformación. Entre tantas cuentas por pagar, enfermedades y pérdidas de seres queridos y afanes la vida, mi recepción, bautizo e ingreso al grupo de jovenes le dieron paz a tu alma Cuando decidí entrar al Ministerio, me apoyaste, me defendiste contra quienes pensaban que perdía mi tiempo. Recuerdo que, de muchas cosas solo podía platicar contigo, porque solo a ti te apasionaban tanto las cosas de Dios como a mí. Conversar sobre este versículo, sobre aquella traducción, cenar el 22


domingo por la noche comentando el sermón del pastor. Y así los años fueron, muchas cosas cambiaron, tuve que hacer mi vida lejos de casa, crecer, encontrar mi camino. Hablamos menos y tuve que aprender a ser autosuficiente en muchas situaciones. Tú tuviste que enfrentar tantos problemas sin mi apoyo. Me hubiera gustado estar ahí y te pido perdón si alguna vez pude hacerlo y no estuve presente. Mamá, hoy ves cosas de mí que te preocupan, gente, “hermanos en la fe”, conocidos y familiares te preguntan qué pasa conmigo. Tú misma lo preguntas también. Ya no predico como antes, ya no creo en las mismas cosas, Dios parece ausente de mi vida. Sé que te duele, que no sabes qué ocurrió. Debo decirte, mamá, que no es tu culpa. Tu fe hizo nacer mi fe. ¡Lo hiciste bien! Y quiero decirte algo muy importante y verdadero, ¡sigo en el camino! Es más, hoy estoy más comprometido con el Evangelio que en mis tiempos juveniles de iglesia. Pero mamá, ojalá puedas ver que también me ha dañado la fe. Por “Cristo” perdí amistades, amores —y mis antiguos líderes me pedían que perdiera a todas las personas si era necesario; según ellos, ¡hasta a ti debía darte la espalda si no edificabas mi espiritualidad!—. Por el Evangelio sacrifiqué al viejo hombre, que solo era una persona en los márgenes de la adultez aprendiendo de la vida. El dogma se volvió represión, la alabanza manipulación, las predicaciones chantajes. ¡Tuve que dejarlo! Por supervivencia. Mas una semilla habías plantado en mí, y esa semilla está dando su fruto. Me dio la fuerza para no tomar la ruta indiferente del ateísmo, ni

sencillamente dejar de pensar en Dios porque se volvió molesto. He visto a tantos ir por esos senderos. Hoy mis publicaciones en redes sociales te consternan, extrañan, enojan. No entiendes por qué dudo, por qué me burlo de Dios, por qué convivo con tantos mundanos. Pero la verdad es que sigo creyendo, es más ¡mi fe ha crecido!, se ha hecho responsable, ya no solo acepta y obedece, ahora toma posturas, se rebela. Como Jacob, peleo contra Dios, hay cosas con las que ya no estoy de acuerdo, critico a mis antiguas creencias, vivo en constante fluctuación. Además, me he encontrado con amistades que han pasado por lo mismo que yo, que también creen desde la crítica y la inconformidad. Y juntos estamos descubriendo nuevas rutas de fe, otras dimensiones de Dios. Inclusivas, justas, en búsca de la hospitalidad humana. Me encuentro del lado de los herejes y excluidos por las iglesias, de los cuestionadores y escépticos. Estoy bien. Sí, ya no creo como en aquellos días, pero la fe permanece, aunque en diferente forma y caminos. Gracias mamá por tus oraciones, no me he alejado de Dios, no me he alejado de ti, simplemente maduré.

EL RÍO Y EL FUEGO: EN LOS 30 AÑOS DE ORDENACIÓN MINISTERIAL L. Cervantes-Ortiz El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego. JORGE LUIS BORGES, “Nueva refutación del tiempo” (1952)

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ace 30 años, quien esto escribe miraba azorado cómo el mundo que había conocido comenzaba a cambiar: a la dicotomía ideológica tan acendrada por todas partes (capitalismo-socialismo) le seguiría un insoportable triunfalismo que, al parecer, no ha disminuido en los tiempos posteriores. En México, acababa de ocurrir un derrumbe político que anunciaba el declive total de un sistema político que había pasado de la mascarada revolucionaria como consigna al cinismo entreguista sin concesiones. Éramos testigos de un cambio de época, pues el siglo XX estaba terminando anticipadamente con la desaparición progresiva de diversas utopías que se habían montado en las esperanzas de millones de personas. En el aspecto personal, la primacía de la fe había conducido a los miembros de una generación de estudiantes de teología hacia un cruce de caminos en el que era necesario definirse como servidores de un sistema eclesial cuyos estertores nos alcanzaban justamente en el 23


momento de llevar a cabo las definiciones vitales de rigor. Vocación, trabajo, ideales, familia, eran en realidad unas cuentas de vidrio que se debían combinar con apresuramiento para formalizar rumbos, destinos y un uso del tiempo que se había trazado prácticamente, como inamovible. El Presbiterio Azteca, surgido en 1969 en el seno del presbiterianismo mexicano de estirpe netamente conservadora, intentaba, 30 años después, marcar pautas teológicas firmes desde una convicción fuertemente arraigada en una lectura peculiar de la tradición reformada. Los integrantes de ese cuerpo eclesial venían de fuertes luchas ideológicas y habían experimentado purgas, marginaciones y una larga cadena de desencuentros con los diversos niveles de la iglesia. La Iglesia El Divino Salvador (del centro histórico de la capital) entró a este presbiterio en 1976, seis años antes de que el autor de estas líneas hiciera lo mismo, luego de tres años en el Instituto Teológico Latino (prácticamente un curso propedéutico), ya con la carrera de medicina en marcha. En ese cuerpo eclesiástico aparecieron los maestros de vida y pensamiento que marcaron para siempre la concepción y la práctica del ministerio que sería la ruta elegida como consigna y convicción: Ángel Reynoso M. (pastor de El Divino Salvador, profesor y decano del ITL), Abel Clemente V. (predicador consumado, con sus claroscuros), Salatiel Palomino (modelo de teólogopastor), Samuel Trujillo (con su intensa orientación socio-política). La cercanía con la conciencia sólidamente reformada de cada uno dejó una huella indeleble que

permitiría no negociar jamás con otras formas de pensar, aun cuando su apertura para el diálogo ecuménico también fue una enorme lección vital. 1982 fue crucial (el año anterior fue el de la conversión, literal, a la poesía), pues representó el ingreso al Seminario Teológico Presbiteriano, adonde otros cuatro años forjaron la vocación teológica con especial énfasis. Varios profesores, pastores del Presbiterio, estaban allí, y otros más resultaron definitorios en ese caminar: Mariano Ávila, Luis Enrique Sendoya, Gerald Nyenhuis, José Luis Velazco. Era el tiempo en que la teología de la liberación sacudía conciencias y movilizaba ideas; el encuentro con ella fue inevitable y, así, el acceso a la Comunidad Teológica de México deparaba una serie de encuentros fundamentales: los cursos con Jean-Pierre Bastian acabaron de eliminar la ingenuidad histórica y terminaron por enfilar claramente el camino en el quehacer teológico e intelectual. Las clases de Raúl Vidales fueron una amplia ventana hacia la libertad del pensamiento, optando decididamente por una visión latinoamericana y ecuménica indeclinable. Diciembre de 1986, justo al momento de concluir ambas carreras (aun cuando la primera de ellas quedaría en el olvido), resultó inolvidable, en la II asamblea general de la Asociación Ecuménica de Teólogos del Tercer Mundo, al conocer personalmente a la plana mayor de teólogos/as latinoamericanos: Gutiérrez, Míguez Bonino, Richard, Dussel, Tamez, Gebara, Frei Beto (sus palabras en el Centro Universitario Cultural de Copilco y la reacción de la ultraderecha católica aún retumban en estos oídos)..., y a otros teólogos de diversos países: Mercy A. Oduyoye, Tissa Balasuriya, Marianne Kotoppo... Todo un golpe de realidad antes de conectar con la praxis pastoral directa fruto de la reflexión y el asombro continuo. Hacer teología se había convertido en razón de ser de la existencia, sin competencia alguna. En 1987, la extraña combinación de un internado médico con tareas pastorales básicas, así como el inicio de la docencia teológica dentro y fuera del Presbiterio, hizo posible llegar a un punto en el que las opciones del año siguiente serían bastante naturales. Los integrantes más propositivos del Presbiterio propusieron la organización de un nuevo cuerpo eclesial que retomase los proyectos originales que se habían perdido en parte y, a fines de ese año tan convulso para el país (por el fraude electoral), se decidió dar el paso en la siguiente reunión presbiterial, celebrada precisamente para conmemorar los 30 años de su creación. Nada más simbólico que eso: dar el paso al costado y, sobre todo, hacia adelante, para relanzar las premisas teológicas, eclesiológicas y misionológicas que, bajo el membrete y la inspiración del reformador franco-ginebrino, Juan Calvino, 24


iluminarían el sendero del nuevo grupo de iglesias y congregaciones. Curiosamente, la primera reunión formal se llevó a cabo en las instalaciones del céntrico hotel donde el Presbiterio Azteca dejaría de existir para alumbrar el inicio de una nueva aventura de fe. Esos meses de 1988 fueron también el comienzo de los estudios literarios en la UNAM, una deuda personal que estaba pendiente. Uno de los primeros acuerdos del nuevo Presbiterio fue ordenar a dos de sus egresados del Seminario, a fin de darles campo de trabajo de manera inmediata. De esa manera, quien escribe estas páginas recibió la ordenación el domingo 26 de febrero de 1989 en el culto dominical de la Iglesia El Divino Salvador, recién casado, y a casi un año de la muerte de quien promovió esa posibilidad con inmenso fervor e interminables oraciones. Lejos quedaba el año de 1943 en que, recién llegada de su tierra natal, la hermana Velia Ortiz Cruz, se integró a esa comunidad, dominada por la personalidad de don Eleazar Z. Pérez, figura tutelar del presbiterianismo mexicano de buena parte del siglo XX. Sus enseñanzas familiares, asimiladas lentamente en el espacio doméstico, cotidiano, fueron el faro que aún ilumina buena parte del camino. En los años de formación teológica, diálogos impensables se dieron con ella en el afán de reconfigurar las nuevas perspectivas que se asomaban en el horizonte. Después de todo, a esa mujer de tan firmes convicciones espirituales se debe también la pasión por la poesía, pues como un todo indisoluble, ambas obsesiones siguen ahí, firmemente entrelazadas. El antiguo sueño ministerial comenzaba a concretarse y la

acumulación de experiencias de fe, aderezadas con un buen conjunto de lecturas, diálogos, encuentros, desencuentros, incomprensiones, estímulos varios y grandes desafíos prácticos sirvió para poner en marcha el proceso personal y comunitario que esperaba para ser desarrollado con el tiempo. A los diversos espacios donde transcurrió toda esa experiencia se le debe lo que corresponde y se agradece, aun cuando sea difícil de reconocerse en algunos casos. La tarea ministerial en estos 30 años, desarrollada en cinco comunidades de fe, e interrumpida por un periodo introspectivo de siete años (en el que la escritura vino a ocupar un lugar central) ha sido un caleidoscopio insustituible y enormemente enriquecedor. Las heridas se han transformado (luego de rumiarlas largamente y a veces con enorme dolor y resentimiento, pues sus hacedores tienen nombre y apellido) en posibilidades creativas mediante las cuales el fulgor de la gracia divina y de la generosidad de la gente más cercana ha brillado entrañablemente. No se deja de pensar en lo que hubiera sucedido de no existir tanta mezquindad y falsa espiritualidad en los sitios eclesiales más añorados, pero tampoco se deja de mirar hacia adelante y de decir con el poeta: “Because I do not hope to turn again” (“Porque ya no espero volver jamás”, T.S. Eliot, Miércoles de ceniza, 1930), y con el profeta, vehículo y receptáculo de la promesa divina: “Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo” (Jeremías 29.11, Dios Habla Hoy). A esas palabras me adhiero, fieramente. Las palabras del grupo de estudio reunido en 2007 en camino a la celebración de los 500 años del nacimiento de Juan Calvino bien pueden cerrar estar conmemoración agradecida: Calvino experimentó el apasionado y consistente compromiso con la unidad del cuerpo de Cristo en la realidad de una iglesia ya fragmentada. En medio de la división, él reconoció al único Señor de la única Iglesia, subrayando repetidamente que el cuerpo de Cristo es uno, y que no se justifica en absoluto una iglesia dividida, además de que los cismas dentro de la iglesia son un escándalo. […] Calvino desafía a las iglesias a entender las causas de la continua separación y, de acuerdo con las Escrituras, hacer lo posible por la unidad visible mediante el compromiso con esfuerzos ecuménicos concretos, con vistas a lograr la credibilidad del Evangelio en el mundo y la fidelidad de la vida de la iglesia y su misión” (www.kirchenbund.ch/sites/default/files/media/pdf/themen/Calvin/07072 6_po_report_esp.pdf).

Ad maiorem Dei gloriam! Prompte et sincere. Protestante Digital, 22 de febrero de 2019 25


CELEBRADO EN CÁRDENAS EL SÍNODO DEL PRESBITERIANISMO CUBANO (31 DE ENERO A 2 DE FEBRERO)

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omisionadas y comisionados representando a los tres Presbiterios organizados en el territorio nacional se reunieron como Sínodo de la Iglesia PresbiterianaReformada en Cuba, en el local del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo, de Cárdenas, para tratar asuntos relevantes para la vida y misión de la Iglesia en Cuba. El XII Sínodo de la IPRC se organiza y desarrolla su misión bajo el lema: “Un pueblo unido para seguir a Jesús en su mismo sentir”, que se apoya en el texto de Filipenses 2.1-5. Refiriéndose a la unidad necesaria como testimonio eficaz para seguir a Jesús en su mismo sentir, el Moderador del Sínodo 2017-2018, el PP. Ary Fernández Albán, declaró lo siguiente: Deseo insistir en algo que por años hemos disfrutado y que con mucha

frecuencia damos por sentado, pero que es tan fundamental como tan frágil: la unidad de la Iglesia. Si al cabo de 128 años de acción y testimonio evangelizador a la manera presbiteriana-reformada todavía nos mantenemos en esta tierra, contra vientos y mareas, unidos y creciendo, optimistas y comprometidos, se debe en buena medida a aquellos/as líderes (pastores y laicos) y feligreses que nos han antecedido y que, en tiempos y ante situaciones bien complejas y conflictivas, dejaron a un lado sus particulares intereses y aspiraciones, y pusieron por encima de todo la unidad del cuerpo eclesial y la misión de la Iglesia. Ellos y ellas entendieron muy bien el significado de aquellas palabras de Jesús: “No hay casa o ciudad que permanezca si internamente está dividida,” (Mt 12:25) o aquella plegaria al Padre: “que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.” (Jn 17: 21b).

El Sínodo aprobó los presupuestos de las tesorerías que facilitarán el soporte financiero de la misión, en las dos monedas de circulación legal en el país. Un acuerdo fundamental en esta materia lo es el encargo a las tesorerías y comités de finanzas presbiterales hacer un estudio y análisis de los datos reales en CUP de los últimos cinco años, ingresados por concepto de ofrendas propias y de gastos fijos, a fin de reflejar con transparencia la vida de nuestras congregaciones y actualizar la condición de iglesia de sostenimiento propio. Estimulante para los presentes resultó la proyección del recorrido realizado el pasado año por varias de las más jóvenes misiones o iglesias dependientes, desde Jatibonico hasta Camagüey, Manatí, Moa, Marcané y Holguín, lo que permite ver con optimismo el trabajo de extensión misionera de la Iglesia. Igualmente se pudo constatar el crecimiento numérico de quienes se forman para asumir responsabilidades pastorales a tiempo completo. Ya suman 11 el número de candidatos (5) y candidatas (6), que en un futuro no lejano se sumarán a los 25 pastores en activo, que deben atender a las 32 iglesias y 20 misiones que actualmente conforman el campo presbiteriano en Cuba. Un momento de gran expectativa fue la elección de los oficiales y cargos del XII Sínodo (2019-2010), cuyos resultados aparecen a continuación: 26


Moderadora PP. Dora Ester Arce Valentín Vicemoderadora PP. Liudmila Hernández Retureta Secretario general PP. Edelberto Juan Valdés Fleites Secretaria adjunta PG. Orialis Ruiz Fernández Tesorero general PP. José Alberto Padín Martínez Tesorera de pensiones PG. Lázara Alejandra Pérez Carbón Departamento de programa y misión Directora: PP. Beidy Casas Aragón. Vocales: Yaimí Mederos Moronta, Yailén Regueiro Gutiérrez, Josué Montejo Bayola, Liz E. Capó Lima Departamento de historia Historiador nacional: PP. Francisco V. Marrero Gutiérrez. Vocales: Ofelia Ortega Suárez, Xiomara F. Arenas Lorenzo, Sarahí García Gómez y Sergio Arenas Machado […] Se suman al Concilio General por sus cargos respectivos: PP. Ary Fernandez Albán (Moderador del XI Sínodo y Secretario Presbiteral de Matanzas), PP. Izett Samá Hernández (Secretaria Presbiteral de La Habana)

y PG. Yoanny Marrero Águila (Secretario Presbiteral del Centro). La asamblea del Sínodo recibió como invitados de la Iglesia universal y de organizaciones ecuménicas a representaciones de: la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, la Asociación de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina, la Comunión Mexicana de Iglesias Reformadas y Presbiterianas, la Iglesia Presbiteriana de Corea en la Diáspora, la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos de América, el Sínodo Presbiteriano Boriquen (Puerto Rico), la Iglesia Presbiteriana de Corea, la Iglesia Protestante de los Países Bajos, la Iglesia Morava de Cuba, el Consejo de Iglesias de Cuba, el Seminario Evangélico de Teología, la FUMEC América Latina-Caribe y el Comité Ejecutivo Mundial de la FUMEC, y del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo. A Dios damos gracias porque hasta aquí nos ha acompañado y nos invitar a continuar adelante en su necesaria misión en nuestra patria.

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REPRESENTACIÓN DE LA CMIRP EN CONSULTA DE LA PCUSA SOBRE MISIONES EN CARTAGENA, COLOMBIA, 25-28 DE FEBRERO

DELEGACIÓN DE LA CMIR EXIGE REFORMAS EN LA FRONTERA (6-7 DE ABRIL) Phil Tanis

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n la frontera entre México y los Estados Unidos de Norteamérica, una delegación internacional de cristianas y cristianos, liderada por la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR), está exigiendo reformas radicales para abordar no solo las causas de la migración sino también el modo en que se trata a las personas migrantes en su viaje. “Como cristianos y cristianas, debemos comprometernos a desarmar las estructuras injustas que separan a las personas. No podemos ignorar a las personas que necesitan”, expresó Chris Ferguson, secretario general de la CMIR y pastor de la Iglesia Unida de Canadá. “La situación es compleja en la frontera e involucra a múltiples actores y es consecuencia de una historia violenta de colonialismo e imperialismo. Por esta razón, nuestra respuesta debe enfocarse en gestos concretos de compasión, solidaridad y cabildeo que estén bien coordinados y dirigidos hacia una transformación”. La delegación, integrada por representantes de las iglesias miembros y asociados a la CMIR, arribó a la frontera para ser testigos de primera mano de la situación que enfrentan quienes buscan asilo y refugio. 28


La visita incluyó a asociados de la CMIR en Ciudad Juárez, México, donde presenciaron el trabajo realizado entre los migrantes y la hospitalidad de las iglesias a ambos lados de la frontera. Allí oyeron hablar de las dificultades que tuvieron que afrontar las personas en su camino hacia los Estados Unidos de Norteamérica y las situaciones de quebranto en sus lugares de origen, que han resultado en este movimiento de personas a gran escala. Pudieron ser testigos de las luchas de las personas recluidas en el centro de detención de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en El Paso, Texas. La delegación llegó a las siguientes conclusiones:

La migración es una crisis global que debe ser tratada con compasión y justicia El testimonio cristiano implica dar la bienvenida a las personas extranjeras y forasteras. Las raíces de la migración se encuentran en el imperialismo y el colonialismo, que deben ser tratadas La justicia restaurativa es la clave para el bienestar y la seguridad global También emitieron los siguientes llamados: Pedimos que se desmantelen los muros, las fronteras y las instalaciones que contribuyen a la deshumanización, la exclusión, el aislamiento y la victimización de las personas. Hacemos un llamado a nuestras naciones para que promulguen leyes justas que hagan lugar a los derechos humanos y a una justicia que dé cuenta de la dignidad humana, el derecho y la compasión. La delegación llevará este mensaje a las iglesias miembros y socios de la CMIR y también a Washington DC, donde se unirán a otras organizaciones cristianas en el evento Días de Cabildeo Ecuménico 2019. “Este movimiento de personas a gran escala, señala con crudeza las situaciones críticas que ponen en peligro la vida que deben atravesar muchas personas en Centroamérica,

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especialmente en el llamado Triángulo del Norte», manifestó Darío Barolín, secretario ejecutivo de la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL), consejo regional de la CMIR. AIPRAL, junto a la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) de encuentran trabajando de manera conjunta para crear un plan de trabajo que permita el abordaje de las causas fundamentales que llevan a la migración forzada. Otros miembros de la CMIR también han estado tomando acciones concretas respecto de esta situación. La Comunión Mexicana de Iglesias Reformadas y Presbiterianas, junto con la Comunidad Teológica de México, proporciona acompañamiento pastoral y psicológico a las personas que realizan un alto en la Ciudad de México. La PCUSA (Eu), la Iglesia Unida de Cristo y otras iglesias miembros en los Estados Unidos han llevado adelante durante mucho tiempo una misión de solidaridad, acompañamiento y asesoramiento en las fronteras, incluido el ofrecimiento de asesoramiento legal a quienes buscan refugio y asilo. Presbiterios y congregaciones están ofreciendo sus lugares de culto como santuarios. La policía fronteriza de los Estados Unidos no concedió permiso a las organizaciones asociadas de México para participar en una celebración litúrgica que iba a tener lugar en ambos lados de la valla

fronteriza, por lo que la delegación realizó solo un servicio del lado estadounidense de la frontera. La delegación estuvo integrada por: Darío Barolín (AIPRAL), Amanda Craft (PCUSA), Chris Ferguson (CMIR), Jennifer Flett (Consejo para la Misión Mundial), Hugo Gallardo (CMIRP), Doug Leonard (Consejo Mundial de Iglesias), Angela Martins (Concilio de Área de América del Norte y el Caribe de la CMIR), Ken Neevel (Iglesia Reformada en América), Philip Vinod Peacock (CMIR), Ryan Smith (PCUSA), Melissa Stek (Iglesia Cristiana Reformada en América del Norte) y Lisa Vander Wal (CMIR e IRA).

“Kyriarcado. Neologismo acuñado por Elisabeth Schüssler Fiorenza a partir de los términos griegos kyrios (señor o maestro) y archein (gobernar o dominar) con la intención de redefinir la categoría analítica de ‘patriarcado’ de forma tal, que incluya las entrelazadas y multiplicativas estructuras de dominación. El kyriarcado

es un sistema socio-político de dominación en el que los varones hacendados y cultos pertenecientes a la elite disfrutan de poder sobre todas las mujeres, así como sobre los demás varones. La mejor manera de conceptuarlo es como un complejo sistema piramidal de entrelazadas y multiplicativas estructuras sociales de dominio y subordinación, de mando y opresión”. Elisabeth Schüssler Fiorenza (2004). Los caminos de la Sabiduría: Una introducción a la interpretación feminista de la Biblia. Santander, Sal Terrae, p. 277.

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http://wcrc.ch/es/noticias/delegacion-de-la-cmir-exigereformas-en-la-frontera TERNURA: ENTRE BRISA APACIBLE Y VIENTO RECIO

Dan González-Ortega Dedicado a mi colega, Yadamy Saray López Acero en razón de su inminente ordenación como pastora en la CMIRP Cuando venga Parácletos a quien yo les enviaré desde el Padre, Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, dará testimonio de mí. JUAN 15.26

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radicionalmente las teologías cristianas y sus emblemáticas afirmaciones doctrinales las hemos estudiado, aprendido, transmitido, elaborado… en perspectiva kyriarcal.8 No podía ser de otra manera al considerar la entrañable vinculación que tuvo el cristianismo al pensamiento de occidente desde temprana edad. Esta relación simbiótica ha mantenido velada, que no desaparecida, otra manera de expresar la experiencia de Dios en el cristianismo. A ello me remito en este breve apunte que intenta ser una sugerencia intuitiva del sentipensar pastoral más que una afirmación teológica. A tono con la próxima celebración litúrgica de Pentecostés 2019 creo pertinente re-intuir lo que llamamos Espíritu Santo. Sin

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embargo, trataré de hacerlo desde un horizonte que resulte motivadoramente raro. La perspectiva desde la que parto para (re)leer el mundo que observo, pero también desde la que (re)leo el texto bíblico y las elaboraciones teológicas del cristianismo, es la interseccionalidad (teoría feminista). También lo hago desde la rareza con la que la elaboró la querida colega Marcella Althaus-Reid (1952-2009): […]no es solamente un ejercicio negativo, que de[s]-construye y revela (como en una Revelación y rebeldía) la fragilidad de nuestro nombrar a Dios. Un nombrar imperfecto, en medio de una teología que es una caminata que necesita seguir caminando. La Teología Torcida [Indecente] es también una praxis creativa, que puede pensar a Dios, a Cristo y a la iglesia desde otras perspectivas creativas.9

La palabra griega que el Nuevo Testamento usa para hablar de aquello que debía venir a acompañar a la iglesia y, con ello a la humanidad, es: παράκλητος. Este es un término construido etimológicamente por tres componentes, a saber, el prefijo para que significa: “cercano, estar del lado de, junto a, en favor de”; así también del verbo kaleín que puede ser: invocar o llamar. Además, encontramos en el sufijo tos que vuelve al término una forma pasiva pues indica que ha recibido la acción. Quienes han intentado una traducción concuerdan en definir esta palabra desde la perspectiva jurídica, lo que hoy se ha popularizado a través del anglicismo abogacía,10 pero que en castellano sería mejor definido como defensoría. De esta manera, Parácletos, se convierte al castellano en: Abogado, Marcella Althaus-Reid. “De la teología de la liberación feminista a la Teología Torcida”, en Nancy Cardoso et al. (2006). 9

principalmente y, por contexto, en defensor, ayudador, consolador, confortador, etcétera. De perfil bíblico-teológicamente juanino, esta palabra fue acogida desde la era pos-apostólica del cristianismo para hacerse sinónimo de Espíritu Santo y transmitida así al través de los siglos en las teologías de las iglesias cristianas. Desde mi perspectiva, ligar el concepto de abogado-confortador al de Espíritu Santo en la perspectiva cristiana, sobre todo a la luz del contexto de sus primeros siglos, tenía bastante sentido si la iglesia se concebía a sí misma como comunidad acusada e injustamente perseguida. Ahí, la tarea de ese Parácletos promesa de Jesús (un condenado a muerte) y, que debía provenir del Padre (de justicia), no podía ser sino la residencia perfecta de la esperanza en la cual la iglesia podía consolarse y descansar de sus persecuciones. Hoy día, salvo considerables excepciones, el contexto de las iglesias cristianas ha cambiado. La mayoría no vivimos en contextos de persecución que concedan la misma carga de sentido que fue impreso por las comunidades juaninas en particular y, cristianas en general, al acogerse a Parácletos para experimentar el respaldo de la presencia de Dios, el Dios de Jesús y sus promesas. En aquel contexto bien valía concederle a Parácletos una perspectiva más patriarcal pues, en contextos kyriarcales, las luchas entre poderes se resuelven con la fuerza de los argumentos (o de la fuerza bruta de plano). Derivado de ello Parácleto como Espíritu de la Verdad (Jn 15.26) debía representarse como ese viento recio que hace presunción de fuerza logrando simbrar a cualquier persona. Ese viento huracanado enciende lenguas como de fuego en las cabezas de quienes reciben su fuerza violenta (Hch 2.1-3) y ocasiona que el poder del evangelio sea predicado en diversidad de lenguas y atendido por los poseedores de esos idiomas de distintas latitudes. En un contexto de persecución… ¿Quién no querría acogerse a un Espíritu Santo con esas características defensoras-consoladoras? Respecto de la recepción de la doctrina del Espíritu Santo en la tradición reformada creo que aún resultan vigentes las acotaciones del Dr. Juan A. Mackay: Sin embargo, en un sentido, se puede decir que después del impulso del período de la Reforma, se notó cierta tendencia en la conciencia presbiteriana a no estimar en su plenitud la dimensión bíblica de la obra del Espíritu Santo […] Las estructuras teológicas y eclesiásticas se estancaron. En círculos presbiterianos prevaleció

A graça do mundo transforma Deus: diálogos latinoamericanos com a IX Assembléia do CMI. Porto Alegre, Editora Universitaria Metodista, p. 68. 10 Del inglés advocacy. 31


la idea sutil e implícita con respecto a las verdades teológicas, de que el Espíritu Santo había hecho ya su obra y había conducido a la Iglesia a toda verdad. Aunque parezca extraño y paradójico, la Confesión de Fe de Westminster no incluyó ningún artículo específico sobre el Espíritu Santo.11

Sin duda, debe resultarnos paradójica la situación descrita por el escocés con alma latina ya que la tradición calviniana estaría alejándose, casi en forma diametralmente opuesta, a la posición del mismo Juan Calvino quien es presentado por el propio Juan A. Mackay con las siguientes palabras: “Calvino ha sido en un alto sentido: ‘el teólogo del Espíritu Santo’. La Creación y la Redención fueron ejecutadas con la participación del Espíritu. El Espíritu se movió sobre el caos y un universo vino a la existencia”.12 ¡Y cuánta razón tenía! Si bien es cierto Juan Calvino se coloca del lado tradicional de la pneumatología irremediablemente patriarcal, pues resalta las tradiciones que nombran al Parácletos como: “Espíritu de adopción, arras y sello de nuestra herencia, fuego consumidor”.13 Con fuerza afirma este Calvino apologeta: Dicen eso, como si yo no pudiese de la misma forma inferir que el Espíritu de Dios es, o viento o movimiento evanescente, puesto que Ezequiel mismo, en su primera visión, usa el término “viento” para el ¡eterno Espíritu de Dios! Más, para cualquier persona no estúpida, es fácil presentar

Juan A. Mackay (1970). El sentido presbiteriano de la vida: lo que significa vivir y adorar como presbiteriano. México, AIPRALEl Faro, p. 107. 12 Ibíd., p.106. 13 IRC, III, I, 3. 11

la solución, aunque esa buena gente, obtusa e ignorante, no la observe.14

Pero por otro lado también es cierto, en honor a la verdad, que Calvino rescata títulos bíblicos para el Espíritu Santo que estaban totalmente descuidados por la pneumatología clásica, por ejemplo: Vida, agua, aceite, unción, fuente y manantial, la mano de Dios.15 Sin lugar a dudas, estos últimos nombres recogidos por Calvino para Parácletos pudieran ser considerados para largas monografías pneumatológicas que intentaran elaborar en forma rara la doctrina de la Tercera Persona de la Trinidad. ¡No hay espacio aquí para un trabajo de semejante envergadura! Pero la agudeza de Calvino resulta un bálsamo aromático para sentipensar distinto al Espíritu de Dios pues, como dijo don Juan A. Mackay: Felizmente en estos últimos años se ha despertado un sentido de realidad viviente del Espíritu Santo en la Iglesia Presbiteriana y en otras iglesias cristianas. Tal parece que, en toda la secuela de acontecimientos inherentes a nuestra época revolucionaria, época conocida también como era ecuménica, atómica y espacial, se ha puesto de manifiesto la futilidad de la sabiduría humana para guiar los destinos de la Iglesia en la búsqueda de su unidad y el cumplimiento de su misión, y ha conducido a un redescubrimiento de la plena dimensión de la actividad del Espíritu Santo. 16

Con esta oportunidad coyuntural de renacimiento de nuevas formas de elaborar la teología en forma intercultural e interdisciplinar resulta posible encaminarse en forma de continuidad teológica con la tradición protestante calviniana, pero con nuevos bríos, reconociendo que en el letargo pneumatológico “[…] lo que tendió a perderse fue un sentido apropiado de la presencia permanente del Espíritu en la Iglesia. Las múltiples fracciones en las que se dividió el protestantismo en general y las denominaciones protestantes en particular, de ninguna manera podían conducir a la Iglesia a una doctrina profunda acerca de la realidad de la presencia del Espíritu de Verdad y amor”.17 Todo lo anterior para afirmar que, ante dicha continuidad teológica hay la pretensión de una discontinuidad culturalmente kyriarcal en mi propuesta de hoy: Parácletos puede bien traducirse o, provisoriamente, identificarse con: ¡Ternura!

Juan Calvino (2017). As obras de João Calvino Volume 1: Psicopaniquia. Grand Rapids, CLIRE, p. 360. 15 IRC, III, I, 3. 16 Juan A. Mackay, op. cit., p.108. 17 Ibíd., p. 107. 14

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Eso que Calvino rescata de la tradición bíblica al reconocer la Ruaj de Dios como Vida, agua, aceite, unción, fuente y manantial o, la mano de Dios, es de lo que yo estoy queriendo hablar. Esas imágenes raras que son descriptivas y pasivas, en el lenguaje, pero que se convierten en vocativos. Nombres propios que redimensionan la participación de Dios en el Pluriverso creado; aquello de lo que el libro veterotestamentario habla: Después del terremoto, un fuego; pero Adonai no estaba en el fuego. Y después del fuego, el susurro de una brisa apacible. (1Reyes 19:12) Paraclétos parece acontecer como rocío matinal más que como llamas destructoras. Y tal vez, puede imaginarse derramándose en aquel Pentecostés como una brisa sensual y cadenciosa sobre las personas reunidas, más que como un huracán avasallante. Aquellas lenguas como de fuego resultado de la pasión desbordada por la danza divina que les hace cantar unas buenas noticias y no por el ímpetu tortuoso de un Dios Harold Segura et al. (2018). Ternura, la revolución pendiente: esbozos pastorales para una teología de la ternura. Terrassa, CLIE, p. 184. 19 Ibíd., pp. 29s. 18

que manipula los hilos de unas marionetas que deben repetir un mensaje como merolicos del evangelio. ¡Dios acaricia a la creación con su Parácletos! Como bien ha dicho la primera pastora presbiteriana de Cuba, la flamante Dra. Ofelia Ortega: “Dios invade el terreno del ser corpóreo, como una caricia, como un soplo deslizado suavemente sobre la piel. Así de cercano y así de tangible”.18 Si Parácletos es un quien fue invocación a estar al lado de me parece que hoy se traduce interseccionalmente en acción de ternura y, esta, comprendida como: un género de comunicación que va más allá de las palabras y establece vínculos con expresiones de afecto, caricias, miradas, sonrisas y cuanto signo que transmita amor; además de ser una práctica de convivencia incluyente y solidaria que acoge a toda creatura por igual por su dignidad y valor; pero también, el vínculo de relaciones que ayuda al crecimiento de afectividad, confianza y seguridad que posibilitan el desarrollo de capacidades para afrontar dificultades.19 En este sentido La Ternura resulta la experiencia de la gracia liberadora de Dios, según el teólogo peruano Víctor Mendoza.20 Esto quiere decir que el nominativo contiene dimensiones políticas, económicas, ecológicas y cósmicas. La Ternura de Dios, pues, resulta una de sus formas de estar en el mundo con toda esa presencia revolucionariamente transformadora. En ese sentido, La Ternura, es la persona de Dios que tiene que batallar directamente con el statu quo que, regularmente conduce a la barbarie, la brutalidad y la violencia sin sentido. Así pues, como bien apunta el padre de la pedagogía de la ternura, Alejandro Cussiánovich: “La ternura como revolución no la tiene fácil”.21 La Ternura es relacional, en las religiosidades ancestrales, la relación es con la vida, en una cosmovivencia en la que todo tiene vida y, se amplía a aquello del estado de agapé como estado de justicia y de justeza, como estado de paz, como estado fundado en la relacionalidad como criterio de racionalidad:22 ¡Sumak Kawsay! (Buen-vivir). Como, en cualquier caso, todo discurso sobre La Ternura está siempre expuesto a la ambigüedad, a su privatización… a su heretización Víctor Manuel Mendoza Gutiérrez (2018). La ternura política de Dios. Lima, AETE-Cetela, pp. 43ss. 21 Harold Segura, op. cit., pp. 328s. 22 Ibíd., p. 331. 20

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(juicio y condenación). Así que resulta en la expresión martiriológica a la que Víctor Mendoza llama ternura política de Dios. Dios sucede en cualquier acción donde prevalezca la ternura. Dios acontece a través de La Ternura. Esa Ruaj, silbo apacible; ese Pneuma, viento cadencioso; ese Paráclitos, que está de parte de quien necesita cobijo; es Dios siendo Ternura que procede de y acompaña en forma irreverente y rara, al Padre y al Hijo. Con lo cual concluyo mi traducción: “Cuando venga La Ternura a quien yo les enviaré desde el Padre, Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, dará testimonio de mí”. (Juan 15.26) Y no estabas en el choque de placas tectónicas, tampoco en la voracidad consumidora del volcán; Fuiste, en cambio, silbo apacible, brisa refrescante para desértico y alucinante corazón. Y no estabas manejando los piolines, no eran marionetas homiléticas del evangelio; Antes bien el calor ruborizante, lenguas fogosas causadas por aquella cadenciosa danza. Brisa apacible, o viento recio… Gracia prometidamente liberadora de Pentecostés, hoy te nombro: Ternura.

HORIZONTES LA CMIRP ES RECIBIDA COMO MIEMBRO DE LA COMUNIÓN MUNDIAL DE IGLESIAS REFORMADAS EL COMITÉ EJECUTIVO EMITE UN MENSAJE Y DEBATE NUEVAS POLÍTICAS Phil Tanis

D

el 9 al 15 de mayo de 2019, en Kappel am Albis, Suiza, se reunió el Comité Ejecutivo de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas bajo el lema «Dejen que brille su luz: buscando Shalom en medio del Imperio». En su presentación, la presidenta, Najla Kassab, solicitó a la Comunión que sea «hacedora de shalom» (inglés). En su informe, el secretario general, Chris Ferguson, se enfocó en el progreso que se está logrando en la implementación del Plan Estratégico 20182024. Compartiendo el contexto local, quienes integran el Comité Ejecutivo participaron en una conferencia sobre “Iglesia, Estado y Política: Cooperación o Protesta”, celebraron en la Gran Catedral (Grossmünster) de Zürich y recorrieron la ciudad, aprendieron más sobre Ulrico Zwinglio en su 500º aniversario (que incluyó una visita al sitio de su muerte). Los y las oficiales de la CMIR también mantuvieron dos reuniones con directivos de la iglesia suiza. Un panel presentó el inicio de un nuevo diálogo ecuménico con la Conferencia Mundial Menonita. El Comité Ejecutivo volvió a utilizar un proceso de discernimiento y de decisión por consenso para la mayoría de los asuntos abordados, que incluían la adopción de un mensaje oficial, la aceptación de nuevas membresías y la consideración de una política de inversión ética y una política de género. 34


Mensaje Bajo la inspiración de la locación, las interacciones con el liderazgo de la Iglesia suiza en tiempos devocionales y en la conferencia «Iglesia, Estado y Política: Cooperación o Protesta» y luego de compartir la proyección de una nueva película sobre Zwinglio, el Comité Ejecutivo adoptó un mensaje que comprometió a la CMIR “a una reforma continua de nuestras iglesias y comunidades por medio de los esfuerzos de paz y de reconciliación. Una vez más nos comprometemos con una espiritualidad reformada y con un espíritu de permanente reforma de la iglesia y el mundo. También nos hemos alentado mutuamente a continuar en diálogo ecuménico y compañerismo.” El mensaje también expresaba que, “como un cuerpo llamado a la comunión y comprometido con la justicia, reafirmamos nuestro compromiso de enfatizar la justicia que conduce a la paz, la sanación y la reconciliación. Creemos que aquello que distingue nuestra contribución es el discernimiento de los signos de los tiempos, para vivir fielmente y dar un testimonio profético del Dios de la vida.” “Compartimos un llamado a nuestras iglesias miembros, a nuestros compañeros ecuménicos y a todas las comunidades de fe para que actúen en pos de la transformación justa del mundo, tal como nos anima a hacerlo Zwinglio: ‘Por el amor de Dios, hagan algo valiente´.” (Mensaje completo en español: http://wcrc.ch/wpcontent/uploads/2019/05/ExCom2019Message-ES.pdf)

Guía de inversión ética El Comité Ejecutivo adoptó una política de inversión ética mejorada a la vez que solicitó la realización de investigaciones adicionales sobre varios temas antes de decidir su inclusión. Desde su traslado a Hannover, Alemania, la CMIR, a partir de varias donaciones generosas y de la protección fiscal de sus gastos, ha podido regenerar sus reservas de modo considerable. Estas «reservas» se invierten a través de una variedad de instituciones financieras en Europa y en América del Norte. Si bien la inversión de estos fondos ha seguido criterios éticos básicos de inversión, el Comité de Finanzas estuvo trabajando en el desarrollo de una política más integral. Karin Bassler, experta en inversiones éticas y que colabora con el comité para mejorar las pautas, hizo una presentación al Comité Ejecutivo, presentando como ejemplo la política de inversión de la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD, por sus siglas en alemán) y destacando varias propuestas para su consideración. El Comité Ejecutivo acordó proceder con una política de inversión más integral a la vez que pide al Comité de Finanzas que investigue varios temas que no pudieron ser resueltos por consenso. Estos temas incluían los cultivos modificados genéticamente (OMG) y la investigación con células

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embrionarias. Se observó que los OGM (organismos modificados genéticamente) podrían “garantizar la seguridad alimentaria bajo escenarios de cambio climático, [y] proporcionar rendimientos nutricionalmente mejorados” y que la investigación con células embrionarias se “lleva a cabo bajo lineamientos y legislación muy estrictos” en varios países.

quienes somos, lo que hacemos y cómo actuamos”. El borrador de la política incluye información de fondo, visión, propósitos y objetivos, identificación de cuestiones de género, principios, llamados a la acción tanto para la CMIR como para sus iglesias miembros, así como una estrategia de implementación. Durante el proceso de discernimiento, surgieron entre los y las miembros del Comité Ejecutivo preguntas suficientes para concluir que sería más provechos a la CMIR que el Grupo de Trabajo sobre Políticas de Género continuara su tarea sobre el documento con la intención de adoptarlo en la reunión del 2020.

Política de género El Comité Ejecutivo solicitó que el Grupo de trabajo sobre políticas de género que continúe refinando la Política de Género propuesta. La Asamblea General del año 2017 instruyó al Comité Ejecutivo y al Secretariado a desarrollar una Política de Justicia de Género para el año 2019 que debía “delinear los problemas de violencia de género dentro de la iglesia y la sociedad … [e] incluir un plan de acción para la implementación de la política y los indicadores de responsabilidad.” Un Grupo de trabajo sobre políticas de género inició su tarea en 2018 y presentó un borrador de Política de Género para consideración del Comité Ejecutivo. La introducción indica que “el desarrollo de una política de justicia de género para la CMIR es parte del camino para las iglesias de tradición reformada. Más allá de la igualdad formal, tenemos el desafío de examinar cuestiones más profundas de igualdad sustantiva, es decir, de lograr resultados equitativos y, por lo tanto, la creación de una verdadera comunidad para todas las personas. Nuestra continua preocupación y compromiso con la justicia de género transformadora está firmemente arraigada en la historia y en la misión de la iglesia. La Política de Justicia de Género fue creada para transformar

Nuevas membresías El Comité Ejecutivo aceptó a las siguientes iglesias como miembros plenos dentro de la Comunión: • Comunión Mexicana de Iglesias Presbiterianas (México) • Iglesia Morava (Cuba) • Iglesia Presbiteriana Baraka (Palestina) • Asociación Eclesial Evangélica (India)

Reformadas

y

Por otro lado, se admitió al Seminario Teológico Trinity, de Ghana, como miembro afiliado. El Comité Ejecutivo fue generosamente recibido por la Iglesia Cantonal de Zúrich y la Federación de Iglesias Protestantes de Suiza. La reunión del Comité Ejecutivo de 2020 se realizará en Sudáfrica.

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COMUNICADO DE LA CMIRP Comunicado 02/2019 RECEPCIÓN COMO MIEMBRO PLENO DE LA COMUNIÓN MUNDIAL DE IGLESIAS REFORMADAS (CMIR; WCRC, POR SUS SIGLAS EN INGLÉS) Ciudad de México, 14 de mayo de 2019 Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. ROMANOS 11.36, RVR 1960

A la opinión pública y a las comunidades de fe integrantes de la CMIRP:

E

l Comité Ejecutivo de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR; WCRC, por sus siglas en inglés) reunido en el cantón de Zúrich, Suiza, en ocasión de los 500 años del inicio de la Reforma Suiza bajo la dirección de Ulrich Zwinglio (1484-1531), ha tomado en esta fecha la determinación de aceptar como nuevo miembro integrante en pleno derecho a la Comunión Mexicana de Iglesias Reformadas (CMIRP, A.R., registrada ante el gobierno mexicano el 20 de noviembre de 2018), luego de cubrir los requisitos correspondientes para tal fin. El Comité Ejecutivo presentó la justificación de su decisión basándose en los siguientes hechos: que la CMIRP se organizó en 2012, luego de la expulsión de algunos de sus integrantes por parte de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México; participa en la ordenación de mujeres; es miembro de la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL) desde 2014;

su solicitud ha sido apoyada por varias iglesias miembros de la región; y participó como observadora en el Concilio General de la CMIR en 2017. La recomendación consistió en aceptar a la CMIRP como miembro pleno de la CMIR (WCRC) luego de cubrir todos los requisitos constitucionales. Nos congratulamos profundamente por este acontecimiento y expresamos nuestra más honda gratitud al Dios de Jesucristo por esta gran bendición. Agradecemos también a los representantes de los organismos implicados en esta decisión, particularmente a los secretarios generales de la CMIR y de AIPRAL, los Doctores Chris Ferguson y Darío Barolin, por su gran apoyo en todos los pasos dados. Asimismo, agradecemos enormemente a las iglesias hermanas de diversos países, dentro y fuera de América Latina, por la simpatía que han expresado ante el proyecto eclesial de la CMIRP. Asumimos formalmente el compromiso de encarnar la visión y el testimonio profético de la tradición reformada en nuestro país y en nuestra región, así como dentro de esta gran familia confesional alrededor del mundo. Deseamos también, como comunidades de fe arraigadas en Jesucristo, caminar lado a lado con las demás iglesias reformadas a fin de sumarnos en la proclamación, promoción y actuación en favor de la presencia del Reino de Dios. Nos comprometemos, también, a sumar nuestros esfuerzos para que la vida y misión de las comunidades que integra la CMIRP se integren progresivamente a los proyectos, planes y programas de la CMIR (WCRC) con el propósito de hacerlos visibles en nuestro país y en los espacios que por la gracia de Dios podamos ocupar para el servicio a nuestra sociedad tan necesitada. Finalmente, reafirmamos nuestra confianza en el Dios de Jesús de Nazaret, cuyo Reino de paz, justicia y verdad, y afirmamos la certeza de que seguir los pasos del Señor Crucificado y Resucitado es la mejor ruta para clarificar los signos de vida de ese Reino que se ha de manifestar entre nosotros, para beneficio de la humanidad. Atentamente, Pbro. Hugo Gallardo Duarte Coordinador general C.S.M. Tania Tamez Grenda Coordinación de Administración y Finanzas Pbro. Leopoldo Cervantes-Ortiz Coordinación de Comunicación y Divulgación

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Pbro. Héctor Mendoza Núñez Coordinación de Evangelización y Misión Pbro. José Luis Pérez Sántiz Coordinación de Pastoral Juvenil Profa. Noemí Reza Coordinación de la Red de Mujeres Libres en Cristo Pbro. Raúl Méndez Yáñez Coordinación de Teología, Educación y Pastoral

IGLESIA MEXICANA EN LA COMUNIÓN MUNDIAL DE IGLESIAS REFORMADAS Durante la última reunión del Comité Ejecutivo de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas CMIR, se reconoció formalmente como miembro a la novel Comunión Mexicana de Iglesias Reformadas y Presbiterianas – CMIRP, organización religiosa que desde 2016 forma parte de AIPRAL como iglesia miembro. Conversamos al respecto con el rev. Hugo Gallardo Duarte, coordinador general de la iglesia mexicana.

¿Cómo está organizada actualmente la CMIRP? ¿cuál es su estructura nacional y el reconocimiento por parte del Estado mexicano? La CMIRP está organizada como un movimiento de iglesias que sigue el esquema de las iglesias de la tradición reformada, el democrático representativo. Siendo una iglesia joven y propositiva, con la intención de responder adecuadamente a las demandas de nuestro tiempo, hemos optado por integrar una visión que invita a pensar en una iglesia de servicio, horizontal, con menos posibilidades de dar lugar al autoritarismo y más integrarnos como iguales en la labor. Para esto trabajamos con un esquema de coordinaciones, o áreas de trabajo, y sus respectivos coordinadores: Teología y Pastoral; Administración y Finanzas; Comunicación y Difusión; Evangelización y Misión; Pastoral Juvenil y Red de Mujeres. Sin embargo, mantenemos la estructura característica de las iglesias reformadas y presbiterianas alrededor del mundo. La CMIRP se extiende en entidades del centro del país: Ciudad de México, en el Estado de México y el Estado de Morelos, y nos integramos en una sola asamblea a la que denominamos Comunión, en la actualidad son once las comunidades de fe que componen la CMIRP, las cuales son reconocidas iglesia sin ninguna jerarquización de por medio, además de que se reconoce su carácter autónomo. En un primer momento hubo comunidades de fe, pastoras y pastores en los estados de Chiapas, Campeche y Quintana Roo, que mientras estuvieron vinculadas a nuestro movimiento se 38


consideraron comuniones locales: La Comunión de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de Chiapas y la Comunión de Campeche y Quintana Roo. Si bien por diferentes causas estas iglesias siguieron su camino fuera de la CMIRP el esquema de comuniones locales se continuará. Del reconocimiento por parte del Estado, desde septiembre de 2018 tenemos pleno reconocimiento como Asociación Religiosa, conforme a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, habiendo seguido los procedimientos que demanda la ley para obtener el registro.

¿Cuál es tu papel como coordinador general? ¿qué otras personas colaboran en la tarea de administración? ¿Cuáles son las instancias de decisión de la iglesia? Como coordinador general me ocupo de integrar a las distintas coordinaciones, motivar su trabajo y acompañarlo a través de las gestiones que se requieran. En el ámbito de las asambleas periódicas mi papel es el de moderador. Otras tareas que me ocupan es el del cuidado y procesamiento de la documentación y la representación de la CMIRP. El equipo de coordinadores está integrado como sigue: Raúl Méndez en Teología y Pastoral; Tania Tamez en Administración y Finanzas; Leopoldo Cervantes en Comunicación y Difusión; Héctor Mendoza en Evangelización y Misión; José Luis Pérez en Pastoral Juvenil y Noemí Reza en la Red de Mujeres Libres en Cristo. Entre quienes coordinan encontramos por igual ministros, estudiantes y laicos. Cada coordinación tiene facultad de decisión respecto de su área de

competencia. Para tomar decisiones expeditas que implican a toda la Comunión lo hacemos mediante el consenso de la junta de coordinadores. Nuestra asamblea se reúne con la representación de cada iglesia, pastoras y pastores, así como estudiantes, candidatas y candidatos al pastorado. Hay que hacer notar que todas y todos tienen voz y voto, y es en este contexto que se toman las decisiones que ameritan ser tratadas de manera plenaria por la CMIRP.

¿Cómo fue el proceso de constitución como una iglesia independiente? ¿Qué consideran que aprendieron como comunidades de fe? Si nos remontamos al origen del proceso hay que reconocer que fue complicado, incluso traumático, tanto para los pastores como para las iglesias. Venimos de un presbiterio, Presbiterio Juan Calvino, que, en el contexto de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México (INPM), fue conocido por estar compuesto por iglesias y pastores con teología y práctica progresista, con una voz profética siempre en favor de causas justas y muy en favor de la defensa de la participación de las mujeres en los ministerios ordenados desde la perspectiva del sacerdocio universal de los creyentes. Si bien se consideraba un presbiterio incomodo también había cierto grado de tolerancia, de manera que algunos hasta participábamos como profesores en el Seminario Teológico Presbiteriano de México, pero en años previos a 2011 hubo un avance del fundamentalismo que derivó en un franco acoso al presbiterio, y luego del Concilio Teológico sobre la Ordenación de la Mujer en la INPM los conflictos llegaron a dividir al presbiterio, con la disciplina y excomunión de siete pastores y el desconocimiento de las iglesias que simpatizaban con estos pastores. Ante este panorama los implicados, pastores e iglesias, concebimos la posibilidad de dar lugar a algo nuevo, distante y distinto del autoritarismo del que fuimos objeto, y procedimos a organizar la Comunión Mexicana de Iglesias Reformadas y Presbiterianas, cuya presentación formal tuvo lugar el 28 de octubre de 2012, en el contexto del culto de la Reforma Protestante y con la ordenación de las pastoras Amparo Lerín y Gloria González. A la fecha podemos reconocer que ha sido un camino difícil, las rupturas duelen, pero ha sido grato. Caminamos juntas y juntos, hemos permanecido en unidad a pesar de las dificultades, pero también nos hemos sentido arropados y alentados por la familia presbiteriana y reformada alrededor del mundo así como por muchas iglesias en ámbito ecuménico, y en ello vemos el acontecer de Dios, Madre y Padre, propicio para nuestra Comunión. El aprendizaje, sin duda, ha sido de amor. 39


¿Qué significa, a tu entender, pasar a formar parte de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas? La solidaridad de las iglesias reformadas y el mundo ecuménico ha sido vital en nuestro camino, nos ha dado aliento. Cada acto o palabra en ese sentido lo recibimos con profunda gratitud y alegría, lo he dicho antes, es Dios que acontece. Pero cuando al acompañamiento solidario se añade formalidad, entonces se añade compromiso institucional y compromiso cristiano para clarificar los signos de vida del Reino de Dios. No es sólo recibir la cobertura de las iglesias reformadas organizadas de manera global, es integrarnos a un proyecto que demanda de la CMIRP hacer misión en el contexto de nuestra realidad nacional y regional, desde nuestra identidad como iglesias reformadas, asumiendo en nuestra identidad el compromiso de ser la expresión nacional de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas.

¿Qué áreas de trabajo de CMIRP entiendes se potencian con el ingreso de la misma a la Comunión Mundial? Institucionalmente contamos con el respaldo de la mayor organización de iglesias reformadas en el mundo y podemos participar de los diferentes proyectos de CMIR, lo cual sin duda nos llevará la madurez como movimiento. Aunque nuestro movimiento es joven y de pequeña dimensión, podemos hacer presencia en diferentes ámbitos, tanto eclesiales como sociales o políticos, y participar de hacer presente el Reino de Dios insertándonos en causas y coyunturas en favor de la justicia, la paz y la

verdad. De la misma manera nos da la oportunidad de participar de manera común en estas causas en la compañía de iglesias en instituciones del mundo ecuménico. Nuestra labor en la misión se verá fortalecida al establecer relaciones con diferentes iglesias reformadas que pueden compartir de su experiencia y asesoría para que la CMIRP pueda tomar ejemplo en la elaboración de los propios proyectos. Finalmente, no podemos dudar que esta pertenencia nos llevará a un desarrollo teológico y una praxis que conservará las características propias de la CMIRP y su autonomía, pero, como ya lo ha sido, desde la claridad de la pertenencia a la tradición reformada y sabernos acompañados solidariamente.

aipral.net, 27 de mayo de 2019 ______________________________ COMUNICADO SOBRE NOTA PERIODÍSTICA Ciudad de México, 18 de marzo de 2019 C. María Idalia Gómez Editora en jefe del portal Eje Central En relación con el artículo “Lo que callan las mujeres en las iglesias”, firmado por Oscar Moha, publicado en el portal Eje Central el pasado viernes 15 de marzo de 2019 (http://www.ejecentral.com.mx/lo-callan-las-mujeres-las-iglesias/) procedemos a señalar nuestro desacuerdo con el contenido del quinto párrafo, que a la letra dice: Un conflicto que parecería de inequidad de género vivió la Iglesia Nacional Presbiteriana hace un par de años: una minoría de líderes se aliaron a la exigencia de mujeres para que ellas pudieran ejercer el pastorado, cosa que es antirreglamentario, según los mismos estatutos internos de esa denominación. Su rebeldía culminó con la expulsión de ese grupo quienes finalmente optaron por formar su propia Iglesia, donde las mujeres sí pueden ser llamadas “pastoras”. No se salieron con las manos vacías, se llevaron algunos inmuebles, lo cual deslegitimó su intención de igualdad a los ojos de muchos pastores presbiterianos, que si bien no los siguieron sí los consideraron “oportunistas”.

Deseamos aclarar puntualmente algunos aspectos incluidos en dicho párrafo.

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1. El conflicto al que se hace alusión en el seno de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México (INPM) no aconteció “hace un par de años” sino, en septiembre de 2012. 2. Acerca de la afirmación: “‘una minoría de líderes’ que “se aliaron a la exigencia de mujeres para que ellas pudieran ejercer el pastorado” la inexactitud consiste en que, en realidad, se alude a un grupo de pastores de un presbiterio (“Juan Calvino”, fundado en 1989) cuya orientación doctrinal durante varios años iba en el sentido de reivindicar la participación de las mujeres en todos los oficios eclesiásticos de la INPM. De modo que la frase “se aliaron a la exigencia de las mujeres” no corresponde a la realidad de los sucesos. 3. La aseveración: “cosa que es antirreglamentario [sic] según los mismos estatutos internos de esa denominación” muestra un gran desconocimiento de los procesos internos de la INPM, puesto que en algunos documentos internos de ésta hubo avances significativos acerca del ministerio femenino, los cuales fueron revertidos para impedir el acceso de las mujeres a los oficios eclesiales. 4. “Su rebeldía culminó con la expulsión de ese grupo quienes finalmente optaron por formar su propia Iglesia, donde las mujeres sí pueden ser llamadas ‘pastoras’”. En este caso, la acción que el autor de la nota denomina “rebeldía” fue, en realidad, resultado de los procesos internos del presbiterio mencionado, que lo llevó a tomar decisiones que contravinieron las imposiciones de la mayoría en el seno de la INPM. La segunda parte

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de la afirmación, referida a la opción legal de “formar otra iglesia” tampoco refiere los hechos dentro de la dinámica que la propició y puede dejar en los lectores la impresión de que tales decisiones únicamente obedecieron a las intenciones separatistas del grupo de pastores. “No se salieron con las manos vacías, se llevaron algunos inmuebles, lo cual deslegitimó su intención de igualdad a los ojos de muchos pastores presbiterianos, que si bien no los siguieron sí los consideraron ‘oportunistas’”. Esta afirmación temeraria hace una grave imputación a los pastores aludidos que, en su momento (septiembre de 2012) fueron expulsados y excomulgados por las autoridades de la INPM sin llevar a cabo los procesos correspondientes. Señalar que “se llevaron algunos inmuebles” muestra, una vez más, el desconocimiento de la reglamentación interna de la INPM, la cual tiene bajo su resguardo únicamente los inmuebles que son propiedad de la nación, situación en la que no se encuentran la mayoría de los lugares de culto en los que ejercen su labor los pastores en cuestión. La siguiente afirmación (“lo cual deslegitimó su intención de igualdad a los ojos de muchos pastores presbiterianos”) es inexacta también, debido a que no se especifica quiénes constituyen el segundo grupo de pastores mencionados, por lo que está dominada por la subjetividad del autor de la nota. Esto aplica para los dos aspectos señalados: primero, la “intención de igualdad” que, en su evidente vaguedad, no explica nada acerca de lo sucedido, y segundo, al dar a entender la superficialidad de motivos de las acciones emprendidas. En la última parte del párrafo (“que si bien no los siguieron sí los consideraron “oportunistas’”) nuevamente se hace una aseveración extremadamente subjetiva y arriesgada que califica al grupo aludido con un adjetivo completamente injustificado. Si el autor de la nota tuviera el panorama completo de lo sucedido al interior de la INPM podría constatar que no necesariamente es ésa la opinión de muchos de los pastores que la integran.

Queremos expresar nuestro profundo desacuerdo con estas afirmaciones y solicitamos puntualmente el ejercicio del derecho de réplica, a fin de que los lectores del portal Eje Central y la opinión pública en general tengan acceso a ambas versiones de la historia en cuestión, máxime que no se han exhibido pruebas (documentales o de otro tipo) que fundamenten dichas afirmaciones. Asimismo, estamos en la total disposición a llevar a cabo un debate público que permita exponer la dinámica de los 41


acontecimientos señalados y dialogar al respecto. Por lo demás, nos reservamos el derecho de proceder legalmente. Agradecemos de antemano la atención brindada a la presente. Atentamente, Rev. Hugo Gallardo Duarte Coordinador general de la Comunión Mexicana de Iglesias Presbiterianas y Reformadas A.R. (CMIRP), registro SGAR/4647/2018 c.c.p. Raymundo Riva Palacio, director general del portal Eje Central.

__________________________ LA “IRRUPCIÓN EVANGÉLICA” EN MÉXICO. ENTRE LAS IGLESIAS Y LA POLÍTICA Cecilia A. Delgado-Molina

E

l 2 de julio de 2018 fueron las elecciones presidenciales en México y se eligió también el Congreso Federal, gobernadores, alcaldes y legisladores locales. El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se consolidó como el gran triunfador al obtener resultados históricos en el país y llevar a la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador, quien venció luego de dos intentos previos en 2006 y 2012. Morena se presentó a las elecciones en alianza con el Partido Encuentro Social (PES), una organización de origen evangélico con un discurso conservador en temas de moral sexual 23 Felipe Tena

Ramírez, Leyes fundamentales de México, 1808-1985. México, Porrúa, 1967.

y derechos sexuales y reproductivos, que sin embargo se ha distinguido por alianzas políticamente pragmáticas. En este artículo mostramos los reacomodos para articular discursos en apariencia contradictorios, la representación que el PES consiguió en el Congreso Federal y lo que hasta este momento ha implicado su presencia, así como los reacomodos y tensiones con Morena en el estado de Morelos, única entidad federativa donde el PES conservó su personería jurídica como partido y donde, como veremos, el presidente López Obrador nombró delegado federal al expresidente nacional del PES. En un caso como el mexicano, con una larga tradición laica que separa las iglesias del Estado, no solo estamos frente a la irrupción de “los evangélicos” en política, sino ante la legitimación de nuevos discursos religiosos y el aprovechamiento de estos procesos por actores políticos que ponen en pie alianzas políticas y religiosas de manera pragmática. Un poco de contexto histórico La tradición laica de México es constitutiva de la nación. En el proceso de gestación institucional que siguió a la Independencia, México se separó del resto de los países latinoamericanos que firmaron concordatos u otro tipo de acuerdos similares con la Iglesia católica, al elevar a rango constitucional las Leyes de Reforma de 1859, que incluyeron la nacionalización de los bienes eclesiásticos, la separación de la Iglesia del Estado, la supresión de órdenes religiosas masculinas, el reconocimiento del matrimonio civil como único vínculo válido en el país, el carácter del Estado como responsable del registro civil de nacimientos, defunciones y la administración de cementerios, la reducción de las festividades religiosas católicas y la libertad de cultos religiosos.23 Su aplicación rigurosa no se dio sino hasta el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada (1872-1876), cuando también progresó la apertura del país a otras iglesias — catalogadas entonces como “protestantes”24—, que se insertaron rápidamente en el norte de México, aunque en las últimas décadas el mayor crecimiento se produjo en el sudeste del país. Durante el gobierno de Porfirio Díaz (1884-1911), las Leyes de Reforma no se derogaron, pero su aplicación fue laxa. Eso Patricia Galeana, ”Clericalismo y soberanía”, en P. Galeana, Relaciones Estado-Iglesia. Encuentros y desencuentros. México, Secretaría de Gobernación, 2001. 24

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cambió con la Revolución de 1910, que tuvo un tinte anticlerical y antirreligioso que se plasmó en la Constitución de 1917 con la prohibición de la educación religiosa, del enclaustramiento conventual y del uso de vestimenta religiosa en la calle. El conflicto escaló hasta los enfrentamientos armados entre el Estado y la Iglesia católica en la llamada Cristiada o Guerra de los Cristeros, ocurridos entre 1926 y 1929.25 La pacificación del conflicto generó un modus vivendi entre la Iglesia católica y el Estado. En ese marco, las iglesias no católicas permanecieron en ciertos niveles de anonimato o clandestinidad, pues toda actividad pública, y mucho más de carácter político, les estaba prohibida por ley. La reforma constitucional de 1992 conllevó cambios importantes para el país, aun si socialmente no significó en muchos casos más que una puesta al día jurídica respecto a prácticas sociales ya establecidas4.26 Fueron reformados los artículos 3, 5, 24, 27 (fracciones II y III) y 130, en los que se encuentra el marco constitucional de la cuestión religiosa. La iniciativa de reforma fue presentada el 10 de diciembre de 1992 por el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó desde tiempos de la Revolución Mexicana, y fue rápidamente aprobada por ambas cámaras. La reforma reconoció jurídicamente a las asociaciones religiosas y, por lo tanto, “la libertad

de los creyentes de organizarse y expresar su fe de manera colectiva, [manifestada] en el o artículo 130 de la Constitución”.27 Además, se reformaron aspectos referentes al régimen patrimonial de las iglesias y a la libertad religiosa, que abrieron la puerta a la celebración del culto público extraordinario; también, a la situación jurídica de los ministros del culto, a quienes se les reconoce el derecho al voto activo (votar), pero no al voto pasivo (ser votados), a menos que se separen del ministerio religioso cinco años antes. Durante las negociaciones entre el gobierno y la Iglesia católica que arrancaron a principios de 1992, se planteó la posibilidad de que las iglesias pudieran contar con medios de comunicación, y recuerda Genaro Jaimes Olivares, director general adjunto de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación entre 1993 y 2001, que el obispo Luis Reynoso Cervantes, vocero de la Conferencia Episcopal Mexicana, opinó que no era “el momento propicio, pues los católicos no contaban con experiencia en ese terreno y argumentó que los evangélicos podrían arrebatarles el mercado de feligreses fácilmente”.28 A partir de las reformas, el número de asociaciones religiosas evangélicas que obtuvieron reconocimiento y personalidad jurídica, lo que se traduce en mayor seguridad y publicidad, aumentó,29 aunque algunas se agruparon en asociaciones nacionales por el temor a las complicaciones que podían venir con la reforma. Conformaron así legalmente frentes que, con el paso del tiempo, han reclamado representar a los creyentes evangélicos y demandado ser interlocutores del gobierno. Algunas se agruparon también en organizaciones no gubernamentales (ONG) de defensa de los derechos y libertades religiosas, como es el caso de los grupos asociados a los conflictos religiosos en Chiapas30 y a la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), que ya en 1995 buscaron

Jean Meyer, La Cristiada. México, FCEClío, 2007. 26 Roberto J. Blancarte, “Laicidad y secularización en México”, en Estudios Sociológicos, vol. XIX, núm. 57, 2001, p. 256. 27 Ibíd., p. 257.

28

25

Jacinto R. Munguía, “Las claves de la negociación”, en Reforma, 12 de mayo de 2002. 29 Alberto Hernández, “Las iglesias evangélicas y la ley de asociaciones religiosas y culto público”, en P. Galeana, op. cit. 30 Carolina Rivera Farfán, “Acción política de organizaciones evangélicas en los Altos de Chiapas”, en Iztapalapa, núm. 62-63, 2007. 43


formar el primer partido político estructurado de origen cristiano evangélico, llamado Frente de la Reforma Nacional.31 En el proceso electoral de 2000 se habilitó en las urnas la alternancia en el poder presidencial después de 70 años de gobiernos priístas (1930-2000). Es entonces cuando por primera vez se escucha hablar del “voto evangélico” y, como afirma el presidente de Confraternice, cuando surgieron “operadores proselitistas de las tres principales fuerzas políticas (PRI, PAN y PRD) enfocados al campo religioso evangélico”.32 Si bien diversos sectores apoyaron al candidato del Partido Acción Nacional (PAN) Vicente Fox, a la postre el primer presidente de la alternancia, fue la propia Confraternice la que presentó un extrañamiento ante la Secretaría de Gobernación por violaciones al Estado laico cuando el mandatario besó el anillo del papa Juan Pablo II en su visita al Vaticano.33 Este breve recuento histórico nos permite ver cómo hasta 2000 las iglesias evangélicas jugaron un papel de defensa del régimen laico del Estado mexicano como una estrategia para garantizar la libertad religiosa y defender los derechos de sus creyentes, especialmente en los casos asociados a violencia religiosa y desplazamientos, así como para ganar visibilidad como interlocutores en el escenario político del país.

El PES, ¿el “partido evangélico”? En su primera época, el PES operó aliado al PRI, como ocurrió en las elecciones federales de 2003, y logró su registro como asociación política nacional en 2005 (en la legislación mexicana, paso previo para convertirse en partido político). En su trayectoria política, su presidente Hugo Éric Flores Cervantes tuvo cargos asociados a los, hasta entonces, tres partidos más grandes del país: fue subsecretario del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, oficial mayor de la Secretaría de Medio Ambiente en el gobierno de Felipe Calderón (PAN, 2006-2012) y, finalmente, funcionario del gobierno de la Ciudad de México en tiempos de Marcelo Ebrard, quien fuera jefe de Gobierno (2006-2012) por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y es actualmente el secretario de Relaciones Exteriores en el gobierno de López Obrador.34 En 2013, con el regreso del PRI al palacio presidencial y 20 meses después de iniciado el proceso legislativo, se concretó la reforma al artículo 24 de la Constitución, que incorporó el concepto de “libertad religiosa”, de carácter más público, en lugar de la anterior “libertad de culto”, de carácter más bien privado. Esto se percibió como un triunfo para la cúpula católica y generó resistencias entre los grupos evangélicos, que dejaron de ver a este partido como “defensor del laicismo y […] garante de la seguridad de los evangélicos”,35 según las expresiones de asociaciones como Confraternice y el Secretariado de Comunicación Social de las Iglesias Cristiano Evangélicas (Secosice). Al mismo tiempo, la reforma incorporó restricciones al uso político de actos religiosos públicos. El PES logró su registro como partido político nacional en 2014 y utiliza como logo el símbolo ichtus, dos elipses que forman un pez y cuyo significado es “Jesús Cristo, Hijo de Dios, Salvador”. Aunque se lo ha identificado como un partido evangélico, en México la ley excluye la posibilidad de que existan partidos confesionales, por lo que su discurso se caracteriza por la ambigüedad, tejida a partir de estrategias de eufemización y negociación simbólica,36 así como por las expresiones públicas de desconfianza hacia el PES de organizaciones que agrupan a diversas iglesias evangélicas, tales como Confraternice y Secocise,

Arturo Farela Gutiérrez, “Iglesia evangelista en México: expansión y lucha social (1992-2014)”, en El Cotidiano, núm. 185, 2014, pp. 5-6. 32 C. Rivera Farfán, op. cit. 33 “Envían evangélicos ‘extrañamiento’ a Fox por besar la mano al Papa”, en Proceso, 1 de agosto de 2002.

34

31

Ver Imelda García, “Las andanzas del PES”, en Reporte Índigo, 19 de diciembre de 2017. 35 Elio Masferrer Kan, “El campo político religioso mexicano a inicios del 2014”, en El Cotidiano, núm. 185, 2014, p. 10. 36 Jean Tavares, “Le Centre catholique des intellectuels français. Le dialogue comme négociation symbolique”, en Actes de la recherche en sciences sociales: La représentation politique-2, núm. 38, 1981. 44


que han afirmado que el partido sólo representa a un reducido porcentaje de las comunidades evangélicas en México.37 Para conservar su registro, los nuevos partidos deben obtener en las elecciones federales un mínimo de 3% de los votos y presentarse, la primera vez, sin alianzas. El PES se presentó a las elecciones intermedias de 2015 en las que se renovó la Cámara de Diputados y obtuvo diez curules, entre ellas la de su presidente Flores Cervantes, quien fue diputado federal de 2015 a 2018 con 3,5% de la votación, con lo que logró conservar el registro para presentarse a las elecciones de 2018. En diciembre de 2017 se anunció que el PES se sumaba a la alianza de Morena —que también se presentaba por primera vez a una elección presidencial38— con el Partido del Trabajo (PT), identificado con la izquierda histórica, y que postulaba a López Obrador. La alianza con los evangélicos sorprendió a muchos, “El PES, protestantismo y política”, en Siempre!, 27 de enero de 2018, e Iván E. Saldaña, “Confraternice le pide a ministros de culto no encabezar actos proselitistas”, en Excelsior, 11 de febrero de 2015. 37

pues López Obrador era el candidato de la izquierda mexicana y en su movimiento, después convertido en partido político, confluían los sectores más progresistas en materia de derechos sexuales y reproductivos,39 así como históricos defensores del Estado laico. Si se analizan los discursos de López Obrador durante su gestión como jefe de gobierno de la Ciudad de México (2000-2006) y los de sus campañas electorales (2006, 2012, 2018), se observa que su discurso nunca ha sido linealmente «progresista», sino que más bien ha sido tejido a partir de la misma negociación simbólica y eufemización de las diferencias, lo que permitió, durante la campaña, la confluencia de discursos aparentemente contradictorios. Esto, sin embargo, cambió el escenario de la vida política del país, pues si bien tanto Fox como Calderón hicieron siempre público su catolicismo y sus posiciones conservadoras en materia de moral sexual y derechos, el discurso teológicoreligioso se mantuvo censurado. La presencia de Dios en los discursos políticos dio inicio a una tendencia que se consolida cada vez más en la vida pública del país. El “efecto AMLO” en las elecciones de 2018 fue arrollador y Morena obtuvo la mayoría en los congresos locales, federal y ayudantías. El PES, a partir de su alianza con esta coalición, obtuvo 30 diputados y cinco senadores18.40 El grupo parlamentario del pes ha presentado tres iniciativas legislativas que han sido poco referenciadas por la prensa y que, si bien están pendientes de tratamiento, permiten ver la construcción de una agenda legislativa propia, que al mismo tiempo busca abrir espacios y legitimar el camino para la participación de las iglesias y los grupos confesionales en la política mexicana. La primera iniciativa es el proyecto de decreto que busca agregar en el artículo 4 de la Constitución el reconocimiento por parte del Estado del derecho y el deber preferente de los padres de educar convenientemente a sus hijos, una de las batallas de los grupos conservadores que apelan al discurso de la “ideología de género” para oponerse a la educación sexual integral, utilizando el lenguaje de los derechos humanos como estrategia para legitimar sus discursos en el ámbito público. Las otras dos iniciativas, si bien constituyen dos proyectos separados, forman parte de una estrategia que abre el camino para la participación política de las iglesias desde otras lógicas. Se trata del proyecto de decreto que Morena surgió tras la fractura del Partido de la Revolución Democrática (PRD). 39 La Ciudad de México, gobernada por el PRD desde 1997 hasta 2018, y actualmente por Morena, es la única entidad del país que legisló la interrupción legal del embarazo en 2007. 40 Sonia Corona, “Los evangélicos se aferran a López Obrador”, en El País, 12 de julio de 2018. 38

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reforma el artículo 82 de la Ley del Impuesto sobre la Renta para establecer que serán deducibles las donaciones que reciban las asociaciones religiosas y el proyecto de decreto que reforma el artículo 41 de la Constitución para establecer el financiamiento de origen privado de los partidos políticos. Señalo en general a los grupos conservadores, pues las posturas “provida” y “profamilia” acercan a los evangélicos a los católicos conservadores,41 como se puede ver en las iniciativas que presentó el PES en la anterior legislatura, que incluyeron la protección de la vida desde el momento de la concepción y limitaciones a los contenidos de educación sexual en los materiales educativos, apoyadas por el Frente Nacional por la Familia,42 que aglutina a una serie de ONG de origen religioso, preponderantemente católico, en la estrategia de los conservadurismos de ciudadanizar los argumentos separándose legal y discursivamente de las iglesias. Las pugnas por la representatividad del pes como partido evangélico y la construcción de este discurso por parte de sus líderes ante el electorado no deben hacernos perder de vista que, si bien la tradición laicista de México ha configurado la exclusión de los partidos confesionales, también configuró las formas en que los sectores religiosos y moralmente conservadores se han insertado en el campo político, estableciendo entre religión y política relaciones de

connivencia y compromiso mutuos,43 y que el llamado “clero político” no ha sido exclusivo de la Iglesia católica, aunque desde las iglesias evangélicas las prácticas políticas han buscado abrir espacios y proteger la libertad religiosa, y ahora, hacer valer lo que consideran es su representatividad demográfica y social en el campo político. Como afirmó el presidente de Confraternice: “En el interior de la Iglesia evangélica se ha abandonado la interpretación originalmente católica de ‘Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios’, para comprender el evangelio de Jesucristo como soberano sobre todas las esferas de la vida, pública o privada”.44

41 Julio Córdova

42

Villazón, “Viejas y nuevas derechas religiosas en América Latina: los evangélicos como factor político”, en Nueva Sociedad, núm. 254, 2014, pp. 11-12.

Pragmatismo político y religioso: el caso de Morelos La acción del PES, si bien impulsa una agenda propia, se ha distinguido por el pragmatismo político y también religioso, como ilustra el caso del estado de Morelos, una de las 32 entidades del país, colindante con la Ciudad de México. En 2015, el popular futbolista Cuauhtémoc Blanco ganó, sorpresivamente, la Alcaldía de Cuernavaca, la capital del estado. Postulado por un partido local, el Partido Social Demócrata, con el que finalmente rompió en medio de acusaciones de no haber respetado «el contrato» por el que había sido postulado, fue finalmente sometido a juicio político por el congreso local. Enfrentado al gobierno estatal, Blanco se alió a otros actores políticos que mantenían frentes abiertos contra el gobernador, incluyendo al entonces rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos Alejandro Vera y al obispo católico de la diócesis de Cuernavaca Ramón Castro, con quienes encabezó la conformación del Frente Amplio Morelense, una agrupación de organizaciones sociales que demandaba la renuncia del gobernador Graco Ramírez por la situación de violencia e inseguridad que impera en el estado. Pero, al mismo tiempo, el alcalde anunció su afiliación al PES, partido que lo postuló como su candidato a gobernador para el periodo 2018-2024. José Manuel Ruiz Ramírez, “Las leyes evangélicas del Partido Encuentro Social» en Nexos, Blog de la redacción, 26 de octubre de 2016. 43 C. Delgado-Molina, Religión y política en un contexto de violencia: el caso de Morelos (2012-2017), tesis doctoral, UNAM, 2018. 44 A. Farela Gutiérrez, op. cit. 46


Después de una serie de negociaciones con Morena, que tenía su propio candidato a gobernador, y de una encuesta, Blanco fue finalmente postulado por la alianza lopezobradorista y resultó ganador. Sin embargo, la cercanía del nuevo gobernador con la Iglesia católica local continúa vigente; prueba de ello es la celebración de una misa en el interior del Palacio de Gobierno el 12 de diciembre de 2018,45 un hecho sin precedentes en el país que motivó la denuncia de organizaciones como República Laica ante la Secretaría de Gobernación.46 A cuatro meses de haber asumido el cargo, se ha enfrentado ya con la dirigencia nacional de Morena.47 A pesar de estas alianzas, el presidente del PES Flores Cervantes fue nombrado coordinador estatal del Programa de Desarrollo en Morelos, un nuevo y controversial cargo creado para consolidar en una sola persona todos los enlaces de las entidades con el gobierno federal.48 Entre sus primeras acciones se encuentran las reuniones con líderes de las iglesias evangélicas en el estado, con el argumento de preparar los censos para los programas sociales. El caso nos ilustra que las alianzas entre actores políticos y religiosos siguen lógicas pragmáticas que permiten avanzar las agendas de todos los involucrados, buscando por un lado el apoyo para los triunfos políticos y por el otro la convergencia “Ofician misa para la Virgen de Guadalupe en Palacio de Gobierno de Morelos”, video, en Aristegui Noticias, 12 de diciembre de 2018. 46 Rodrigo Vera, “Denuncian a Cuauhtémoc Blanco ante Segob por misa guadalupana en Palacio de Gobierno”, en Proceso, 14 de diciembre de 2018. 45

en temas de moral sexual y de derechos. Por lo tanto, debemos observar con cuidado la evolución de la agenda legislativa en Morelos, pues uno de los temas álgidos que permitieron tales confluencias en el estado fue la aprobación del matrimonio igualitario en 2017. Nuevos discursos religiosos Se debe ser cuidadoso al analizar la presencia evangélica en la política mexicana, pues se corre el riesgo de sobreestimar o subestimar el fenómeno. Sabemos que, comparativamente con otros grupos religiosos –católicos, bíblicos no evangélicos y sin religión–, si bien los evangélicos tienen menor resistencia a la participación política de las iglesias, un porcentaje mayoritario la rechaza. Por ejemplo, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Creencias y Prácticas Religiosas en México (ENCREER) de 2016, 9,7% de los evangélicos está de acuerdo en que los candidatos a puestos de elección popular usen símbolos o recursos religiosos para ganar votos, frente a 8,6% del conjunto nacional que aprueba ese uso; y 24% de los evangélicos aprueba que las religiones participen abiertamente en la política electoral, frente a 20,7% que lo aprueban en el nivel nacional27.49 Es poco plausible pensar que la representatividad que declaran los líderes religiosos evangélicos se traduzca en la existencia de un “voto evangélico”, un tema aún pendiente de estudio por los especialistas del fenómeno religioso, pues en Suzzete Alcántara, “Arremete Yeidckol Polevnsky contra Cuauhtémoc Blanco”, en El Universal, 10 de septiembre de 2018. 48 “Presentan a delegado federal Hugo Eric Flores Cervantes”, en Diario de Morelos, 5 de diciembre de 2018. 49 Red de Investigadores del Fenómeno Religioso en México (RIFREM): Encuesta Nacional de Creencias y Prácticas Religiosas (ENCREER), 2016. 47

47


México este fenómeno parece tener configuraciones distintas que en otros países de la región, probablemente debido a la tradición laica del país. Sin embargo, los evangélicos comparten disposiciones comunes que orientan su acción y que son relevantes en la vida pública, pues empiezan a legitimar nuevos discursos religiosos, tales como las continuas referencias morales, bíblicas y religiosas que el nuevo presidente hace en sus conferencias de prensa matutinas,50 así como la asociación de los feminicidios con la tasa de divorcios o aseveraciones como “está en la Biblia” para legitimar dichos. En ese sentido, el riesgo es que subestimemos el fenómeno y la capacidad de las alianzas interreligiosas e interpolíticas para el impulso de ciertas agendas relacionadas con moral sexual y derechos, lo que a partir del pragmatismo político y religioso abre caminos hasta ahora vetados en México, que tendrán consecuencias a futuro. De ahí la importancia de defender el Estado laico como la estrategia para construir un régimen de convivencia que no se asiente en creencias religiosas y que garantice una sociedad que respete los derechos.

NOTICIAS Y MATERIALES REUNIONES DE TRABAJO: 17 DE MARZO (IGLESIA RENACER) Y 8 DE ABRIL (IGLESIA EL SHADDAY)

Asignación del Pbro. Héctor Mendoza a la Iglesia Eben-Ezer

Nueva Sociedad, núm. 280, marzo-abril de 2019, https://nuso.org/articulo/lairrupcion-evangelica-en-mexico/

Recepción del hno. Adán Ramírez Frías

Arturo Rodríguez García, “Retener el salario es un pecado social, ‘está en la Biblia’: López Obrador”, en Proceso, 31 de 50

enero de 2019; Servicio Especial de la Mujer (SEM) México, “Desintegración familiar y divorcios causa del feminicidio: AMLO”, en SEM México, 29 de enero de 2019. 48


LECTURAS RICOEURIANAS. HERMÉNEUTICA, FILOSOFÍA, 30 DE ABRIL

REUNIÓN CON LA REVDA. LESLIE VOGEL, REPRESENTANTE DE LA PCUSA, 11 DE MAYO

Predicación en la Iglesia Antioquía, 12 mayo Video: www.facebook.com/ComunidadTeol ogicaMx/videos/2276782072541942/U zpfSTE5NDI1NDMyMDcwNTkzOT oxNDg3MjIzOTc0NzQyMjk0/ 49


RED DE MUJERES LIBRES EN CRISTO, 24-26 de MAYO EL SILENCIO NOS ENCADENA A LA VIOLENCIA: MÉXICO PREPARA DÍA DE ORACIÓN Alrededor de 20 participantes se encontraron en la Comunidad Teológica en Ciudad de México, durante el fin de semana, para elaborar la liturgia especial para el Día de Oración por la Mujer Latinoamericana 2019. El Día de Oración por la Mujer Latinoamericana (DOML) convoca a toda la familia reformada latinoamericana y caribeña a celebrar la vida digna de las mujeres, a denunciar la violencia y muerte a la que muchas hermanas son sometidas y a reafirmar el compromiso con el Evangelio para todas y todos. La fecha elegida todos los años para realizar este servicio especial en nuestras iglesias, es el segundo viernes de setiembre. Para el 2019, el país designado para elaborar una propuesta litúrgica fue México: 19 mujeres conformaron la reunión, entre representantes de diferentes congregaciones de la Comunión Mexicana de Iglesias Reformadas y Presbiterianas (CMIRP), junto a la directora de mujeres de AIPRAL, Revda. María de la Concepción Jiménez, la coordinadora de la Red de Mujeres Libres en Cristo, Noemi Reza, la pastora acompañante de la Red, C.S.M. Tania Tamez y las expositoras Yuliana Alonso y Leslie Voguel. En palabras de la Revda. Jiménez, “el encuentro taller comenzó con gran alegría. Además de ser un espacio de formación e intercambio de

experiencias y saberes, hay dos compromisos básicos: 1. Multiplicar en sus comunidades de fe los aprendizajes adquiridos. Asumimos que la violencia hacia la Mujer es más que una ‘temática’, es una realidad en todos los contextos. 2. Elaborar la liturgia del DOML.” El encuentro se desarrolló con diferentes momentos de taller: una tipificación técnica de las formas de la violencia, buscando visibilizar aquellas que son estructurales en nuestras sociedades y entonces, en nuestras iglesias; dinámicas grupales para identificar la violencia que se acepta y que se ejerce; enfoques jurídicos y religiosos de la violencia y el rol de la iglesia ante la misma. El material producido por las hermanas mexicanas será presentado posteriormente como cuaderno litúrgico, además del material anexo necesario, para que pueda ser utilizado en los servicios especiales del DOML en todo el continente. La Red de Mujeres Libres en Cristo de la CMIRP, surge como una necesidad de espacios seguros de formación, crecimiento y acompañamiento desde y para las mujeres, ante las diversas situaciones que actualmente se viven tanto en la sociedad como en las iglesias. aipral.net, 26 de mayo de 2019

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REUNIÓN DE JÓVENES: 13 DE ABRIL

NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS

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www.cmirp.org https://issuu.com/cmirp

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