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Editorial
La pesca en Ecuador como factor de desarrollo
El sector pesquero está por obtener el máximo sello de garantía de sostenibilidad de productos de la pesca a nivel mundial.
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Ecuador se ha convertido no solo en el primer país atunero de la región del Pacífico Oriental, tanto en capturas como en procesamiento, sino que ha pasado a formar parte de las grandes ligas como el segundo procesador del mundo, después de Tailandia, pasando además a liderar la lucha mundial contra la pesca ilegal, bajo la más moderna legislación, recientemente aprobada por la Asamblea Nacional. El sector pesquero ecuatoriano exporta hoy en promedio 1.600 millones de dólares anuales, que corresponden a un 12% de las exportaciones no petroleras y el 1.3% del PIB nacional. Genera más de 108 mil plazas de trabajo directas y, si se le agrega toda la cadena, puede llegar a unas 150 mil plazas indirectas de trabajo adicionales. Si a esto le sumamos la acuicultura, como actividad derivada de la pesca, este macrosector lidera y supera a cualquier otra actividad productiva ecuatoriana con más de 6 mil millones de dólares en exportaciones. Sin embargo, lo logrado no es consecuencia de una estrategia del
Estado, como debería ser, sino del denodado esfuerzo de la empresa privada, en muchos casos no solo incomprendida, sino enfrentada a obstáculos. Este sector, líder en las mejores prácticas sanitarias y de pesca responsable, se encuentra a puertas de obtener la certificación otorgada por el Marine Stewardship Council (MSC), máximo sello de garantía de sostenibilidad de productos de la pesca a nivel mundial.
No obstante, para mantener esta ruta exitosa, se hace indispensable el decidido apoyo del próximo gobierno, sin importar quién sea elegido.
La eliminación del subsidio del combustible, sin ningún apoyo colateral, la persecución de grupos ambientalistas radicales que infundadamente buscan reducir las áreas de pesca, la falta de apoyo del Estado en foros pesqueros internacionales, entre otros, son amenazas que deben ser enfrentadas de manera cohesionada entre la parte pública y privada para robustecer el sector, con el fin de continuar aportando a la economía del país con decenas de miles de plazas de trabajo y fortaleciendo la dolarización, que beneficia a todos los ecuatorianos.
Rafael Trujillo Bejarano Director Ejecutivo