1 minute read

UNA DE RABI JESCHONA

Next Article
DANZARINA AFRICANA

DANZARINA AFRICANA

La sombra compleja de signos y voces aullaba su ronca ceguera de alba.

En la concha abierta del cielo de oriente cuajaba una cruda claridad sonámbula, y sobre los huertos se hacía temblorosa como un humo vago que se dilatara y fuese lustrando los árboles negros con azul de sueño y oro de soflama.

Los pastores iban a sus pastoreos con sus largos báculos y sus blondas barbas. Se hacía propicia la aurora: surgía el paisaje diáfano contra la montaña como de un profundo silencio . La noche pendía de su último clavo de plata, que derretía con el fuego oculto en la lejanía recién trajeada, y así, iban cayendo los plumajes negros de los buhos negros que roen la nada.

La sombra compleja de signos y voces aullaba su ronca ceguera de alba.

Un soplo de Biblia penetró en los montes: los bueyes, los asnos y ovejas entraban, y en las siembras de oro sermoneó el trabajo con la voz del labio único del hacha. En la aldea curtida a fuerza de risco de sol y de lluvia, como una bandada de pájaros locos, rompieron el vuelo sobre el campanario las viejas campanas.

La sombra compleja de signos y voces aullaba su ronca ceguera de alba .

Pasó el hombre extraño de la mano mágica entre los sembrados y las nieblas como un largo sobo de luz, y así dijo:

-Hermano poeta que siembra en la nada trigo de ideal para el hombre nuevo; hermano cordero que pierdes la lana en las noches frías; paloma, mi hermana de la paz; buey, macho frustrado a tu vaca; asno de las norias y de los caminos; camello sediento de las caravanas; débiles hermanos que pasáis la vida con la ciencia humilde de los que trabajan; Nietzsche, el negro y rudo canciller de hierro, Nietzsche, el enemigo de la sangre bárbara Nietzsche, el matahombres y el violamujeres, es la razón de este siglo de las trágicas trompetas de sangre. Sed fuertes, la tierra es fuerza de todos y fruto de gracia. Sed fuertes, hermanos. Más fuertes, tan fuertes, que vuestros pulmones calcinen las plantas, y vuestros balidos avienten la noche, y vuestros ensueños la hagan estrellada Sed fuertes, hermanos . Hermano poeta, hermano camello; palomá, mi hermana-.

Tal dijo, y rascá ndose contra los peñascos, la sombra compleja de signos y voces aullaba su ronca ceguera de alba.

This article is from: