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Sentir nuestro entorno a través del tejido, taller de Carolina Cherubini

SENTIR NUESTRO ENTORNO A TRAVÉS DEL TEJIDO, TALLER DE CAROLINA CHERUBINI

En Quillagua, el pueblo más árido del planeta, donde la vida solo es posible gracias a las aguas del río Loa, en la mera frontera entre las regiones de Tarapacá y Antofagasta, y más precisamente en la hermosa multicancha de la Escuela G-15 Ignacio Carrera Pinto, ocurrió el taller guiado por la artista brasileña que también fue parte de la selección oficial de Aluvión. Esta instancia buscó que los niños, de ascendencia mayoritariamente aymara, se reunieran el 22 de octubre a ampliar su imaginación a través del bordado. El abordaje pedagógico de Cherubini tuvo como elementos fundamentales la valoración de la libertad creativa, del trabajo manual y de la aceptación del error como parte del proceso. Asimismo, de la importancia que tiene en los resultados trabajar con paciencia, dedicación y cariño. En este encuentro participaron 25 estudiantes de entre cuatro y 13 años.

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Tuvo como elementos fundamentales la valoración de la libertad creativa, del trabajo manual y de la aceptación del error como parte del proceso.

Para incorporar los imaginarios particulares de cada uno, la artista les instó a que dibujaran en la tela diferentes elementos con los que se identificaran, los que luego fueron contorneados y rellenados por puntos básicos del tejido. Si bien a los más pequeños les costaba dibujar, los símbolos e ideas que lograron plasmar fueron muy claros respecto a sus vinculaciones más cercanas, de ahí que emergieran referencias a sus familias, paisajes o incluso a ellos mismos. Por otro lado, los más grandes escribieron sus

nombres, dibujaron sus casas, algunos dibujos animados, entre otros elementos gráficos de mayor complejidad que requirieron una notable concentración colectiva.

El ánimo colaborativo entre la comunidad educativa de Quillagua, el equipo de SACO y los artistas y jurados internacionales resignifica en sus encuentros creativos, desde hace ya ocho años y desde la esperanza, el historial de abandono y sacrificio con que aún carga el lugar.

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