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THAR
EL COLORIDO Y FÉRTIL DESIERTO INDIO HOJA
DE RUTA DE UNA TRAVESÍA A TRAVÉS DEL SEGUNDO PÁRAMO MÁS GRANDE DEL MUNDO.
EL ACCESO AL
FUERTE
DE
AMBER
A
UDAIPUR,
INCLUYENDO
EN LOMO DE ELEFANTE, LA VISITA A UN TEMPLO DE MÁRMOL BLANCO DE LA MANO DE UN
SACERDOTE JAINISTA Y UNA ESTADÍA EN EL ANTIGUO PALACIO DE MAHARANAS JUNTO AL LAGO
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DE JAIPUR
PICHOLA. Txt: Constanza Coll
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staba entusiasmada desde la noche anterior, cuando llegamos a la ciudad de Jaipur y el guía nos dijo que íbamos a subir al Fuerte de Amber en lomo de elefante. Veníamos viajando juntos, Amar Goyal y nosotros, cuatro argentinos, hacía poco más de una semana. Y, para entonces, ya habíamos visitado la Vieja Delhi en tuc-tuc, navegado en botes a remo por el río Ganges en Varanasi, sobrevolado los templos eróticos de Khajuraho y recorrido un buen trecho en ferrocarril hasta Agra, donde vimos el Taj Mahal bajo la luna llena. Entre una ciudad y la siguiente, Amar aprovechaba para adelantarnos algunos datos sobre la cultura, la religión, la historia y la arquitectura que veríamos en el siguiente destino. “El fuerte y palacio de Amber fue construido a base de arenisca roja y mármol blanco a fines del siglo XVI, sobre una estructura aún más antigua. Está ubicado estratégicamente en la cima de un monte, desde donde se puede ver el lago Maotha y la muralla original que protegía a esta capital de maharajás”, fue su anticipo en esta etapa. Después de varias horas en la ruta, llegamos a la capital de Rajastán, el más grande de los 29 estados indios. “Mañana nos encontra-
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mos a las 7 de la mañana en la puerta del hotel, ya desayunados y con las valijas listas. Si salimos más tarde, vamos a encontrar mucha fila en el asunto de los elefantes”, dijo Amar mientras terminábamos de degustar el kulfi, una crema helada de cardamomo, azafrán y pistacho. Esa noche soñé con los gigantes grises... Los elefantes de Kerala, del sudoeste de la India, llegan a pesar 7 toneladas en la adultez y viven entre 70 y 80 años. “A los maharajás les gustaba tenerlos porque querían controlar al animal más grande del planeta. Los adornaban con guirnaldas, pinturas y mantas coloridas. Los traían desde Kerala para usarlos como medio de transportarte, pero también para jugar al polo, y hasta los coleccionaban: como quien junta estampitas, ellos tenían cientos de elefantes”, nos explicó Amar mientras esperábamos nuestro turno. La escalada hasta el palacio duró unos 20 minutos desde el momento en que nos sentamos en la silleta, de costadito, sobre el lomo de Vow. Así se llamaba nuestro gigante, que llevaba pintitas blancas en las orejas y en la trompa, y una manta de seda roja con los bordes dorados. A paso de elefante, subimos por la calle que recorre la muralla, con curvas y contracurvas,
hasta lo más alto, donde se encuentra el Palacio de Amber, con su famoso vestíbulo de los espejos y una sala con el árbol genealógico de los maharajás de Jaipur: desde que India logró independizarse de Gran Bretaña en 1947, gracias al liderazgo de Mahatma Gandhi, la realeza sólo conserva sus títulos honoríficos y un papel que se reduce a lo cultural, a la tradición. En todo caso, el palacio sigue siendo patrimonio de la familia Kumari. De hecho, en una de sus alas aún vive la princesa Diya con sus dos hijos, la nena, Gorvi Devi, y el varón, Kumar Padmanabh, heredero y sucesor del trono.
DE CIELOS Y DIOSES El sol empezaba a picar cuando salimos rumbo al observatorio Jantar Mantar, que en hindi significa “instrumentos de cálculo”. En el lugar no había ni un pedacito de sombra, y eso es mucho decir en medio del desierto de Thar, el segundo más grande del mundo después del Sahara, con 200 mil kilómetros cuadrados. Todo es grande en la India, como ella misma, que rankea entre los 10 países con mayor superficie. Con 42ºC de sensación térmica, Amar transpiraba la camisa a cuadros violetas y azules, bastante ajustada a la altura del ombligo, mien-
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tras avanzábamos entre el equipamiento astronómico. Ese día, y durante todo el viaje, iba sacando, de su maletín, folletos e imágenes para ayudarnos a entender, un poco más, la compleja historia y cultura de su patria: “Este es uno de los cinco observatorios construidos por el Maharajá Jai Singh quien, además de buen guerrero, era un aficionado a la ciencia de los astros. Los aparatos más antiguos datan de 1728: por entonces, se usaban para medir el tiempo, seguir la trayectoria de las estrellas, predecir eclipses y hasta monzones”. No llegamos a explorar todo el predio: hacía demasiado calor y queríamos llegar a Ranakpur antes de que oscureciera: es una ciudad ubicada a 350 kilómetros pero, por el estado de las rutas indias, sabíamos que tardaríamos 6 horas. Budistas, hinduistas, jaimistas, islámicos, zoroastrianos o sijistas. Los templos en India son espectaculares, inmensos, construi2 dos con mucha dedicación y los mejores materiales, para honrar Son las dimensiones del y alojar a todos sus dioses. De desierto de Thar. Es el segundo la religión que representen, son más grande del mundo. Se extiende centrales en la vida cotidiana: se entre Pakistán y el Noroeste de les da de comer varias veces al India. Las temperaturas día, se los baña y se les cambia la alcanzan los 53ºC. ropa por la mañana y antes de irse a dormir, se los visita en sus casas, se les reza en estampitas; se les ofrendan arroz, velas y collares de flores; se les debe la vida, el amor, la suerte y todo lo demás. De camino a la ciudad de Udaipur, el Templo de Ranakpur es uno de los más hermosos, construido entre 1389 y 1439 en honor a Adinatha, profeta y fundador del jainismo. Este culto cree en la reencarnación de las almas, por lo que para sus profesantes ningún ser viviente debe ser lastimado, por más pequeño que sea. De hecho, los jaimistas más ortodoxos usan mascarillas y barren el piso en la medida que caminan para no inhalar o pisar ningún insecto. Obviamente, son vegetarianos. En el templo nos recibió Sachin, envuelto en una túnica blanca y con los pies descalzos, de 24 años y 18º generación de una familia de sacerdotes. Nos guió por las 24 salas de Ranakpur, una por cada profeta del jainismo, personas que habrían alcanzado el estado divino, la liberación de lo material, la iluminación. “El templo es de arquitectura nagra, con cúpulas que copian la forma de los Himalayas, y está sostenido por 1.444 columnas de mármol blanco, aunque nadie las pudo contar realmente. ¡A que no pueden encontrar una talla igual a otra!”, nos desafió Sachin mientras jugábamos a las escondidas entre los pilares blancos. Los monos cara negra nos siguieron todo el rato por las vigas de los techos.
200 mil km
UN OASIS, TODOS LOS OASIS Como una visión, Udaipur apareció en el corazón del desierto de Thar, que se extiende entre el noroeste de India y el este de Pakistán. La llaman
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Escrito en la piel En India, la tradición de los tatuajes de henna empezó en las zonas desérticas de Rajastán, Punjab y Gujarat, donde hombres y mujeres se cubrían las manos y los pies con una pasta hecha a base de hojas de henna para mantener baja la temperatura del cuerpo. Con el tiempo, ellas empezaron a aprovechar la misma pasta para decorarse la piel con dibujos de flores, pájaros y arabescos. Los motivos, generalmente, tienen que ver con la buena suerte, y se usan para fechas especiales, como fiestas de casamiento y funerales. En el Kama Sutra, por ejemplo, hay instrucciones de cómo seducir a los hombres tatuándose el cuerpo con esta técnica.
Ciudad Blanca, porque sus templos, fuertes y palacios fueron construidos con mármoles y piedras de ese color para refractar el sol. Por ese mismo horizonte pálido, para combatir el daltonismo, las mujeres de esta región se visten con saris de colores chillones, con espejitos, bordados y estampados con diseños florales, selváticos. Todo en la vestimenta y los adornos tiene una explicación aquí: ellas usan tobilleras ajustadas, que marcan el límite de lo que se puede y no se puede mostrar; aros en la nariz, como un escudo para no envidiar el olor Son los dialectos que que sale de las cocinas de los vecinos; y tase hablan en India, además tuajes de henna en las manos y en los del hindi y el inglés, los idiomas pies, la mayoría de las veces de color rosa, oficiales del segundo país más para llevar la prosperidad a sus casas. poblado y el séptimo más Udaipur también se ganó el apodo de La extenso del planeta. Venecia del Este: fue fundada en el siglo XVI como la capital de la dinastía Sisodia, tras perder una batalla sangrienta y ser desplazados por los mogules. Pero estos guerreros, maharanas, no se conformaron con lo que les daba el desierto y crearon lagos, plantaron árboles y construyeron palacios con galerías, cortinas de agua, piletones y celosías que permitían que entrara el viento en las salas, pero no los rayos del sol. La máxima expresión de esta arquitectura antidesierto es Jag Mandir, el antiguo palacio de verano de la familia real, construido como una isla artificial en el centro del lago Pichola. Por la tarde, y para darle un cierre a este tramo del viaje por India en el que recorrimos unos 400 kilómetros por el desierto entre Jaipur y Udaipur, fuimos hasta Dudh Talai. Ahí hay un estanque y un teleférico que trepa un monte. Desde la cima se ve todo el perfil de Udaipur, y el sol que cae en las montañas, detrás del lago Pichola. “Mañana volvemos a Delhi”, desliza Amar, con un dejo de tristeza. Y el atardecer nos tiñó de melancolía.◆
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Cómo llegar: Desde Buenos Aires, las compañías que ofrecen las mejores conexiones hasta Delhi son Lufthansa, KLM y Air France. Desde u$s 2 mil, ida y vuelta. Dónde hospedarse: En la ruta que se describe en esta nota, el alojamiento, tanto en Jaipur como en Udaipur, fue en los hoteles de la cadena Radisson Blu: bien ubicados con relación a los atractivos turísticos, tienen servicios y comodidades 5 estrellas. En la Ciudad de los Lagos, la propiedad de la marca ocupa un predio con spa, piscinas, canchas de tenis, jardines y un patio en damero con vistas al lago Fateh Sagar (www.radissonblu.com). Tours: Travel Corporation India-Thomas Cook es una de las agencias de turismo más importantes de India que, desde sus nuevas oficinas en Buenos Aires, atiende al mercado latino en español y hora local (www.thetravelstudio.com.ar / www.tcindia.com). Información: www.incredibleindia.org