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índice
UN JUICIO HISTÓRICO
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LA KOMBI CHOLULTECA
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CRÓNICA DE UNA FISCAL
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YACASTO
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FRENTE A FRENTE
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LO URGENTE Y LO IMPORTANTE
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NO SOMOS NADA
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Editorial
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asó un año, pasaron muchas cosas en ese lapso en este país. Cumplimos el primer aniversario de Salvador, nuestra propuesta editorial pensada en los tiempos que vienen, pero sin descuidar la magia de los tiempos del papel. Fuimos malinterpretados, elogiados y castigados, pero ante todo fuimos leídos y ese es nuestro mayor premio. Hay mucha gente detrás de Salvador, están los que escriben, los productores, los diseñadores, fotógrafos, vestuaristas, maquilladores, peinadores y los que nos bancan mes tras mes. Gracias a todos ellos, pero también un enorme agradecimiento a nuestros lectores, que sin ellos no llegábamos a ningún lado. GRACIAS
Eduardo Huaity González
Nº9 STAFF Director: Editor: Eduardo Huaity González Diseño: Bernardo R. Berri Redacción: Gonzalo Teruel Macarena Maristany Diego Granda Diego Nofal Arévalo Florencia Gómez Gerez Sebastián Aguirre Astigueta Solana Franzini Riad Quintar (Hijo) Ernesto Bisceglia Valeria Bonutto Gustavo Italo Yanicelli Martín Ávila Gaby Flores Produccion y arte Cecilia Heredia Roxana Liendro Vanina Villar Chino Cejas estudio: cobre estudio Colaboradores: Martín Aisama Álvaro Pérez Luz María Luciana Cassina
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PROXIMAMENTE NUEVOS DESARROLLOS EN SALTA
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Nueve de diciembre de 1985
Un juicio histórico Por Eduardo Huaity González
El nueve de diciembre de 1985, un tribunal civil condenaba a cadena perpetua a los integrantes de la primera Junta Militar, responsables directos del golpe de estado del 24 de marzo de 1976 y a los principales jefes de las guerrillas de los años 70. Fue un hecho histórico inédito, que comenzó con la firma de dos decretos a tres días de asumir la presidencia Raúl Alfonsín el 10 de diciembre de 1983.
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El 15 de diciembre de 1983, a solo cinco días después de asumir la presidencia Raúl Alfonsín, se publicaba en el Boletín Oficial los decretos 157/83 y 158/83, en los que se ordenaba el enjuiciamiento a los miembros de las tres juntas militares que tomaron el poder el 24 de marzo de 1976, y a los dirigentes de las organizaciones armadas ERP y Montoneros. El mismo 15 de diciembre, Alfonsín envió al Congreso un proyecto de ley que declarara nula la ley de autoamnistía (Nº 22.924) dictada por la dictadura militar. Fue un día histórico ese 15 de diciembre, porque también creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), presidida por Ernesto Sábato e integrada por personalidades como René Favaloro, Marshall Meyer, Magdalena Ruiz Guiñazú, Graciela Fernández Meijide, entre otras. Este organismo tenía como misión relevar, documentar y registrar casos y pruebas de violaciones a los derechos humanos para fundar el juicio a las juntas militares. El decreto 157 del 13 de diciembre de 1983 sostenía la “necesidad de promover la persecución penal, con relación a los hechos cometidos con posterioridad al 25 de mayo de 1973, contra Mario Eduardo Firmenich (L.E. 7.794.388); Fernando Vaca Narvaja (L.E. 7.997.198); Ricardo Armando Obregón Cano (L.E. 2.954.758); Rodolfo Gabriel Galimberti (C.I. 5.942.050); Roberto Cirilo Perdía (L.E, 4.399.488); Héctor Pedro Pardo (L.E. 7.797.669); y Enrique Heraldo Gorriarán Merlo (LE. 4.865.510) por los delitos de homicidio, asociación ilícita, instigación pública a cometer delitos, apología del crimen y otros atentados contra el orden público, sin perjuicio de los demás delitos de los que 9
resulten autores inmediatos o mediatos, instigadores o cómplices”. En tanto el decreto 158 del mismo día establecía: “Sométase a juicio sumario ante el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas a los integrantes de la Junta Militar que usurpó el gobierno de la Nación el 24 de marzo de 1976 y a los integrantes de las dos juntas militares subsiguientes, Teniente General Jorge R. Videla, Brigadier General Orlando R. Agosti, Almirante Emilio A. Massera, Teniente General Roberto E. Viola, Brigadier General Omar D. R. Graffigna, Almirante Armando J. Lambruschini, Teniente General Leopoldo F. Galtieri, Brigadier General Basilio Lami Dozo y Almirante Jorge I. Anaya”. Ante la posibilidad cierta de que la Justicia Militar no actué, o absuelva a los dictadores, en el artículo tercero del decreto establece: “La sentencia del tribunal militar será apelable ante la Cámara Federal en los términos de las modificaciones al Código de Justicia Militar una vez sancionadas por el H. Congreso de la Nación el proyecto remitido en el día de la fecha” El 13 de febrero de 1984 el Congreso sancionó la Ley 23.049 de reforma del Código de Justicia Militar enviada ese día, estableciendo que la justicia militar sólo atendería delitos de tipo militar (abandono de guardia, deserción, insubordinación, etc.). Cualquier otro delito cometido por un militar debía ser atendido por la justicia civil. Además, se estableció que las sentencias de los tribunales militares podían ser apeladas ante la Cámara Federal y que si el juicio se demoraba injustificadamente, la Cámara 10
Federal podía hacerse cargo directamente de la causa. Los militares tomaron el proceso en sus manos y las dilaciones y trabas eran evidentes. El 25 de septiembre de 184 el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas comunicó una resolución en la que sostenía: “Se hace constar que, según resulta de los estudios realizados hasta el presente, los decretos, directivas, órdenes de operaciones, etcétera, que concretaron el accionar militar contra la subversión terrorista son, en cuanto a contenido y forma, inobjetables”. Ante esta situación el 4 de octubre de 1984 la Cámara Federal tomó la decisión de desplazar al tribunal militar que estaba enjuiciando a las juntas para hacerse cargo directamente de la causa. Las audiencias del denominado “juicio a las Juntas Militares”, o “Causa 13”, comenzaron el 22 de abril de 1985. La Cámara Federal estaba compuesta por los jueces Jorge Torlasco, Ricardo Gil Lavedra, León Carlos Arslanián, Jorge Valerga Aráoz, Guillermo Ledesma y Andrés D`Alessio, y los fiscales Julio César Strassera y Luis Moreno Ocampo. Durante las audiencias se presentaron más de 833 testigos y 709 casos, seleccionados entre los más de 9.000 recogidos por la CONADEP. Durante el juicio, los jueces rotaron cada semana en la presidencia del tribunal. El fiscal fue Julio César Strassera con quien colaboró el fiscal adjunto, Luis Gabriel Moreno Ocampo. Todos los demás funcionarios a los que se solicitó colaboración se negaron a ello con diversas excusas. Durante todo el proceso los responsables recibieron amenazas, por lo que extremaron las medidas
de seguridad, tanto en el recinto como en los domicilios particulares de los miembros del tribunal. El juicio también desnudo las relaciones políticas de los implicados con sectores de la política nacional, quizás el más evidente y vergonzoso de todos fue el que mantenía con el peronismo, que no apoyo en ningún momento el juicio. Poco meses antes de las elecciones generales de octubre de 1983, desde la Unión Cívica Radical se denunció un pacto sindical – militar, para que no sean enjuiciados los responsables de la mayor carnicería de la historia argentina. Los testimonios de los sobrevivientes de los campos de concentración de la dictadura causaron un profundo estupor en la ciudadanía, que en muchos casos se negaban a aceptar que tanta maldad se haya desatado en sus barrios y ciudades. Jorge Luis Borges, siguió de cerca del juicio y participó de una de las audiencias, relató el 22 de julio de 1985 a la agencia española EFE, “De las muchas cosas que oí esa tarde y que espero olvidar, referiré la que más me marcó, para librarme de ella. Ocurrió un 24 de diciembre. Llevaron a todos los presos a una sala donde no habían estado nunca. No sin algún asombro vieron una larga mesa tendida. Vieron manteles, platos de porcelana, cubiertos y botellas de vino. Después llegaron los manjares (repito las palabras del huésped). Era la cena de Nochebuena. Habían sido torturados y no ignoraban que los torturarían al día siguiente. Apareció el Señor de ese Infierno y les deseó Feliz Navidad. No era una burla, no era una manifestación de cinismo, no era un remordimiento. Era,
como ya dije, una suerte de inocencia del mal”. Entre el 11 y el 18 de septiembre de 1985 el fiscal Julio César Strassera realizó el alegato de la fiscalía. El cierre de su alocución hoy es considerada una pieza histórica: “Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: Nunca más”. Entre el 30 de septiembre y el 21 de octubre se realizaron las defensas de los jefes militares, que básicamente sostuvieron que se había tratado de una guerra, y que los actos revelados “debían ser considerados como circunstancias inevitables de toda guerra”. La sentencia fue leída por León Arslanián en su condición de presidente de la Cámara Federal. El fallo reconoció que las juntas diseñaron e implementaron un plan criminal y rechazó la ley de autoamnistía sancionada por el último gobierno militar. Señaló también que cada fuerza actuó autónomamente y que las penas deben ser graduadas en función de ello. Finalmente, concluyó que la fiscalía no pudo probar que, con posterioridad a 1980 se hubieran cometido crímenes que pudieran ser
responsabilidad de la junta militar, exculpando así a Galtieri-Anaya-Lami Dozo, de la Tercera Junta Militar. El 9 de diciembre de 1985, la Cámara Federal dictó sentencia en la que confirmaba la noción de un plan sistemático de exterminio, justificaba la fuerza probatoria de los testigos y descalificaba los argumentos de la defensa. Sin embargo, las condenas fueron menores que las pedidas por el fiscal en su alegato. Los condenados fueron los integrantes de las dos primeras juntas militares: Jorge Rafael Videla (Comandante en Jefe del Ejército entre 1976 y 1978), Emilio Eduardo Massera (Comandante en Jefe de la Armada entre 1976 y 1978) y Orlando Ramón Agosti (Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, entre 1976 y 1978) que conformaron la primera junta militar (1976 – 1980); Roberto Eduardo Viola (Comandante en Jefe del Ejército, entre 1978 y 1979), Armando Lambruschini (Comandante en Jefe de la Armada, entre 1978 y 1981), Omar Domingo Rubens Graffigna (Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, entre 1978 y 1979), que formaron parte de la segunda junta militar (1980-1981). Los únicos que recibieron
la pena de prisión perpetua fueron los integrantes de la primera Junta Militar, mientras que los de la tercera fueron absueltos. Años después, el peronismo, los ex dictadores y los jefes guerrilleros lograron lo que buscaban desde 1983. Entre el 7 de octubre de 1989 y el 30 de diciembre de 1990 por el entonces presidente de la Argentina Carlos Menem, emitió siete decretos indultando a civiles y militares que cometieron crímenes durante la dictadura, incluyendo a los miembros de las juntas condenados en el Juicio a las Juntas de 1985, al procesado ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz y los líderes de las organizaciones guerrilleras. En total fueron indultadas más de mil doscientas personas. El indulto dejó en libertad a Mario Eduardo Firmenich, jefe de Montoneros, condenado a cadena perpetua y permitió que decenas de ex guerrilleros con pedido de internacional de captura regresaran al país. Años más tarde, bajo la presidencia de Eduardo Duhalde, en 2003, indultó a Gorriaran Merlo y los principales responsables del ataque al Cuartel de la Tablada y a los Carapintadas que se sublevaron contra el gobierno de Carlos Menem. 11
LaDama del Vino
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Por Gaby Flores
Esta Dama, es la “Doña del Vino”, siempre presente en la cultura local, en el folclore, en la despensa, en un asado, en un festival, en una salida de pesca, evocar recuerdos que la incluyan es simple, sin demasiado esfuerzo la memoria nos trae la imagen de esta Dama, de curvas peculiares y sabroso contenido, nadie le escapa a un recuerdo con la Dama-Juana.
Si escucho su nombre, viene a mí, la imagen de la casa de mi abuelo Romeo. La tenía en el lavadero (en un rincón fresco y oscuro), con el embudo naranja encima, todavía lo recuerdo sonriente recargando botellas para llevar a la heladera. ¿Pero por qué esta dama tan popular se llama Juana y no María, por ejemplo? Pues bien, hay varias historias sobre su nombre: Viajamos primero a Francia, donde, los sofisticados franceses, dicen que proviene del francés “dame-jeanne”, y que hace referencia a un aventura de la Reina Juana I de Nápoles quién, encontró refugio de una terrible tormenta, que la sorprendió en plena calle, en el taller de un maestro vidriero. Mientras esperaba que la contingencia climática cediera, para seguir su camino, se interesó por la curiosa 13
fabricación de botellas. Aprovechando la sorpresa del vidriero ante tan magnánima visita, la Reina Juana I pidió soplar su propia botella, y soplando con gran fuerza, consiguió crear un envase de unos diez litros de capacidad, muy por encima del tamaño considerado como normal. A esta botella, y a las otras de su tipo que se fabricaron posteriormente, se les dio el nombre de «dame-jeanne» o damajuana. Nadie se atrevió a decirle a su majestad que la botella era inútil y le encontraron destino rellenándola con vino. Volviendo a nuestro continente para buscar otros orígenes de la damajuana, hacemos escala en el picante y bullicioso México, donde se cuenta una colorida historia: Hacia el año 1850, cualquier mejicano de bien que quisiera comprar vino, se dirigía al mercado y llevaba una botella (o quizá más de una), que alegremente era rellenada con vino, una suerte de “vino suelto”. Cuenta la historia que un día, la esposa del vidriero, que se llamaba, Juana de los Milagros González, fue a hacer la recarga semanal de vino con una sorpresiva botella que su marido (el vidriero) había diseñado. Esta tenía un cuello refinado pero al descender alojaba la base de como cuatro botellas juntas. La sorpresa del comerciante y del resto de los compradores fue inmensa pues gran facilidad tenía al llevarse el doble de líquido con una sola recarga. Y tanta era la ventaja que hasta dejaba su botellón mientras realizaba otras compras para pasar a buscarla una vez finalizado el recorrido. Dicen que en el pueblo se 14
conocía a la Señora como Dama Juana y el nombre quedó para el botellón: “el botellón de la Dama Juana”. En Argentina no escapamos al consumo y comercialización de este alegre producto, y los números y estadísticas de consumo y producción, realmente nos sorprenden. En la actualidad, según datos del INV sobre Mercado de Vino Fraccionado en nuestro país: La Dama Juana ocupa el 4,12% del mercado del vino fraccionado, el popular “vino en caja”, conocido como Tetrabrick (“Tetra” para los amigos) se lleva un 48,16% del mercado. Las botellas tradicionales representan un 47,76% (dentro de esta categoría 68% son de 750 ml). Las modernas “Bag in box” van ganado terreno con un 0,9% y los Bidones de vino un 0,7%. Si venimos a Salta, la Dama Juana tiene nombre, pero también tiene apellido, podríamos decir que se le hacen los honores a la noble señora, y la familia “Domingo” la reconoce y la honra a todas voces. No podemos terminar esta reseña sin aportar consejos, a modo de guía para utilizar y disfrutar del vino en Damajuana: Para empezar hay que tener mucho cuidado con el Oxígeno, cuando se pone en contacto con el vino, comienza a perjudicarlo. Entonces un buen tip, es fraccionar el vino que trae la damajuana, colocarlo en botellas separadas y cerrar muy bien cada botella. No utilizar embudo, ya que airea más el vino y por lo tanto corremos el riesgo de oxigenarlo demasiado y que se oxide. Sino vamos a colocar el
vino en otras botellas, hay que tapar muy bien la Damajuana después de cada uso. Es una buena idea guardar las botellas con el vino fraccionado en algún sector fresco de la casa y si hace mucho calor, directamente en la heladera. (Si es vino blanco, directo a la heladera). No se pierdan el encanto, la alegría y el curioso arte de beber vino en damajuana, entre amigos, con unas guitarras de fondo, unos cubitos de hielo si el sol calienta, y muchas carcajadas, porque es sabido, que el vino cuando se comparte es más rico y la alegría duradera. ¡Salud!
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LA ENSEÑANZA DEL ETERNO CAMINANTE Por Macarena Maristany
Un salteño a bordo de “La Kombi Cholulteca”, decidió recorrer trece países de América Latina llevando a cabo una investigación sobre diferentes modos de enseñanza e intentando dar con un tipo de educación alternativa e innovadora. Proyecto que luego volcó en su libro “En busca de la escuela ideal”. Hace tres años, y tras mudarse a México, Bruno Iriarte decidió ceder ante la tentación de emprender una odisea por toda Latinoamérica y así cumplir el sueño de muchos, pero a su vez, combinar el viaje con una búsqueda de lo más trascendental para las futuras generaciones: la escuela ideal. Bruno tiene 34 años y se recibió en nuestra ciudad en 2012 como licenciado en Relaciones Internacionales, título que posteriormente lo ayudó a convertirse en profesor y lo llevó a formar parte del proyecto “Enseñá por Argentina”. Es así como hace unos años y gracias a este primer impulso, llegó a México, en donde empezó su trabajo como mentor de estudiantes en Guanajuato y en donde sin saberlo, comenzaría la 16
aventura que le cambiaría la vida. Viajar y sobre todo en combi, había sido algo con lo que siempre soñó, pero como le sucede a muchos, no se animaba o lo consideraba algo realmente muy difícil, casi imposible de concretar. “Antes de mudarme a México incluso, era un sueño el que tenía desde siempre el tener una combi; habíamos tenido una en casa cuando éramos chicos y me quedó ese amor. Cuando llegué a México y vi que eran tan comunes, decidí comprarme una. A la par, siempre había sido un sueño también el de viajar por América Latina, a pesar de que pensé que nunca me iba a animar”, recordó. No obstante, llegó la oportunidad de realizarlo, y sin muchos más obstáculos,
Bruno emprendió el tan anhelado recorrido. “Estando ahí, teniendo la combi y teniendo ganas de viajar, y un poco cansado del trabajo que yo hacía en México, decidí renunciar. Coincidió todo; los planetas se alinearon y yo finalmente pude viajar”. A su vez, ya empapado en el tema y con muchas críticas recolectadas de lo que era la enseñanza, o de cómo funcionaban las escuelas en dos países como Argentina y México, el profesor decidió hacer de su viaje algo aún más útil e iniciar un proyecto de investigación que iría volcando de a poco pero de lleno en su diario de viaje. “La idea de la investigación surge con esto último: yo estaba un poco cansado de mi trabajo. Observaba clases, ya que era una especie de capacitador y evaluador de
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profesores, (algo que tienen en las escuelas públicas de México), y veía que eran todas las clases más o menos iguales. No eran malas, pero eran iguales. No veía una dinámica diferente en el profesor que siempre tenía la razón, los chicos escuchando y siguiendo eso. Entonces ahí uní todo y pensé que tenía que haber algo distinto y que podía aprovechar el viaje para buscar esas cosas distintas que hay o que puede haber en realidad en América Latina. Ahí empecé como a darle manija o darle forma a lo que a lo que iba a ser la investigación, empecé a ver escuelas, o donde podía ver”, comentó. Una de las primeras experiencias que recordó como “sobresaliente”, y que el mismo describe como una de las más “disruptivas”, se trata de la escuela “Estrellas Brillantes”, la cual visitó en su primer día de viaje en San Miguel de Allende, una ciudad del estado mexicano de Guanajuato. “Yo venía de una experiencia de trabajar en escuelas, ya sea como docente o como tutor de docentes en escuelas tradicionales en donde está el profesor, el estudiante, el contenido y no hay mucha diferencia con lo que tenes en tu cabeza. Y esta escuela plantea una cosa totalmente contraria a eso”. En este sentido, Iriarte explicó que el modelo pedagógico de la intuición, el cual se llama “pedagogía libre”, 18
buscaba que el aprendizaje de los estudiantes llegue de una forma espontánea y no impuesta. Es decir que, “los chicos en una escuela primaria van aprendiendo a medida que se van interesando por las cosas”. “Por supuesto que hay un montón de estímulos que manejan las maestras que van como tratando de generar esas inquietudes para que aprendan cosas, ya sea conocimientos en matemática, en literatura, geografía, historia. Distintas materias, pero a partir de cosas cotidianas”, señaló. Sobre esta experiencia, contó que le tocó visitar la escuela un día que los alumnos llevaban a cabo la construcción de una tirolesa que sirvió de ejemplo para llevar adelante el aprendizaje de determinados cálculos como por ejemplo la inclinación, el desplazamiento, la velocidad, la fuerza, sumas, restas y demás ejercicios que permitan construir una tirolesa que funcione. Además, el docente expresó que “después, es decir, una vez que los chicos se van interesando por figuras se les introducen de a pocos las letras, luego las palabras y luego las oraciones. Pero todo surge a partir de un interés espontaneo de los chicos, no se fuerza ningún aprendizaje”. Y aclaró que “por supuesto que es una forma bastante revolucionaria a lo que estamos acostumbrados nosotros, pero ahí son todos libres. Los chicos aprenden
los que quieren aprender y las maestras enseñan cómo quieren enseñar”. Claro que como esta hay muchas más experiencias puesto que Bruno destinó dos años de su vida a bordo de La “Kombi Cholulteca”, en la que recorrió un total de trece países de Latinoamérica (México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina), y en los que visitó un total de 60 proyectos educativos. “¿Qué es la escuela? ¿Para qué sirve? ¿Es necesaria? ¿Qué es la educación? ¿Cómo tiene que ser una escuela ideal?”, son algunos de los cuestionamientos que surgieron en su momento en la cabeza inquieta de Bruno Iriarte y que lo llevaron a recorrer más de 30 mil kilómetros por América Latina arriba de la combi. Ya de vuelta en Argentina, en junio de este año, publicó a través de Editorial Magisterio el libro de viaje "En busca de la escuela ideal", en donde cuenta en primera persona todas y cada una de las situaciones y seguramente, en donde habrá muchas sorpresas más. Este imperdible y exquisito libro, hoy se consigue ingresando a www. autoreseditores.com y haciendo click en el buscador, poniendo el nombre y siguiendo el paso a paso.
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La República no está asegurada, pero sigue pulsando”
CRÓNICA DE UNA FISCAL, PARTE DOS Por Solanas Franzini
Los resultados de las PASO para las elecciones presidenciales de octubre generaron una enorme sorpresa. Ninguna encuesta había anticipado esos números. Cierto desánimo se apoderó de mí y acrecentó mi compromiso fiscalizador. Inmediatamente me puse en contacto con la gente de Juntos por el Cambio (Salta) para confirmar mi participación en la elección general. Tras integrar el grupo de fiscales generales, esta vez se me asignó el colegio Dr. Salvador Mazza en la zona cercana a mi barrio de infancia, Tres Cerritos. La responsabilidad era mayor: coordinar el grupo de fiscales de mesa, suplentes y generales asignados a dicha escuela. De repente, me sentí poderosa y alta, como quien descubre las mieles del mando. Mi tarea inicial fue confirmar que la gente que tuviera a cargo mantuviera su voluntad de participar. Para ello creé un grupo de whatsapp llamado “Fiscales Colegio Nº 5147” -nada original- y coloqué en su avatar la foto de Rocky Balboa, el bruto más tierno de la historia, golpeado, ensangrentado y animado por Mickey, su sparring, para salir a pelear otra vez, sabiendo que a pesar del zurdazo el sueño de llegar al ballotage 20
era maravilloso y que no hay nada más motivador que el espíritu hollywoodense. Mientras me ocupaba de ello, me contacté con una amiga de mi madre, sin saber que era ella, y con un señor que aparentemente había frecuentado a mi padre, cosas de la novela familiar salteña en la que todos se conocen y el anonimato resulta una entelequia. Cada día que pasaba me encariñaba más con mi grupo de fiscales, compartía con ellos información pertinente para ayudarlos a capacitarse, ellos lo hacían también y sumaban nuevos voluntarios mientras informaba a la fiscal zonal las novedades. Éramos una pirámide perfecta, funcionando con la precisión y justeza de un reloj suizo, un manjar para mi entusiasmo. Mis días se llenaban de un trabajo que me resultaba apasionante,
pero ese idilio implosionó una tarde en el universo Excel. En una planilla debía completar los datos de cada fiscal (nombre y apellido, DNI, teléfono, año de nacimiento, edad, Nº de escuela en la que vota, movilidad para votar, Nº de mesa asignada). Al finalizar, me percaté de la existencia de unos triángulos rojos en la esquina de una celda, que supuse eran “campos obligatorios” y no lo que efectivamente eran: instrucciones para completar la misma. Como resultado de mi ignorancia, dichos comentarios se superponían en mi trabajosa planilla y como un ploschón de crema lo arruinaban todo, testimoniando que no usaba este programa infernal desde el secundario. El sábado previo a la elección llegó, y viajé a Salta con el único objetivo de coordinar el grupo de fiscales del colegio
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Salvador Mazza, enfundada en un mameluco verde oliva recientemente adquirido que había elegido estrenar en el avión. Era Carola Casini en una Salta que hervía. Allí, la fiscal zonal me dio el kit de cada mesa (padrón electoral, birome y regla, boletas, certificados de escrutinio, poder para ser fiscal de mesa), un poder como fiscal general, boletas para su reposición, certificados de escrutinio propios, planillas de control de escrutinio, un listado con frases para dejar asentadas las observaciones en el acta de apertura, complementarias y/o cierre del escrutinio y la credencial de fiscal de transmisión de datos; esta última, una perla. Una vez que tuve todo el material me junté con mis fiscales en la escuela para conocernos personalmente. Ellos me compartieron dudas de todo tipo sobre qué hacer ante diversas situaciones irregulares durante el comicio. Yo respondía con la autoridad de quien finge saber mientras aprende. Me sentí confiada y disfrutando de ver cómo mis inseguridades se arrojaban poco a poco al fuego. Luego llegó el turno de retirar las viandas y organizar todo lo que debía llevar para el día siguiente. Concentrada en dicha logística, mi mameluco verde y yo éramos como una matrix que eliminaba cualquier ruido ambiente, hermética y productiva. Antes de dormir repasé desde mi cama cada uno de los videos, pdfs e instructivos de capacitación. Pasada de información, obsesiones y entusiasmo logré finalmente entregarme a Morfeo con mucha resistencia. El 27 de octubre arrancó temprano. A las 7.15 estaba en la escuela, tal como habíamos acordado con mi 22
equipo. Un jaque mate a mi impuntualidad infame. Le di a cada uno de mis fiscales su kit y ellos se ubicaron en sus puestos y supervisaron el armado del cuarto oscuro a cargo de las autoridades de mesa. Cuando todo estuvo en orden, arrancó el comicio. La escuela era relativamente pequeña, once mesas con sus fiscales, una fiscal suplente y yo como fiscal general. Desde la mañana el sol, que golpeaba contra varias de las mesas, anunciaba que la tarde iba a ser feroz. Todo marchaba sobre ruedas, entonces fui a votar. Mi voto en la escuela Dr. Joaquín Castellanos fue rápido, no había mucha gente y estaba desesperada por volver a asistir a mi equipo. Ya de vuelta y durante el tiempo que duró el comicio mi trabajo consistió en brindar a mis fiscales agua, café, galletas, cubrirlos cada vez que tuvieron que salir de la escuela para ir a emitir su voto, reponer boletas con frecuencia en cada cuarto oscuro, alcanzarles su comida en el horario de almuerzo y velar para que el trabajo de cada uno de ellos fuera lo menos arduo posible en una jornada donde el calor hostigaba, literalmente. Mi equipo de fiscales se componía de jóvenes, adultos y personas mayores, con un rasgo común: el compromiso. Gente que ponía lo mejor de sí a cada instante sin escatimar nada, lo que me hacía sentir no solo una profunda emoción, sino que lidiar con ese calor verdaderamente insoportable estaba pleno de sentido. Sergio, Facundo, Marcelo, Enrique, Indalecio, Iván, Mauro, Dorita, Gisel, Hernán B., Hernán V. y José hicieron ese domingo un trabajo indeleble. Al llegar las seis de la tarde, la escuela cerró sus puertas.
El porcentaje de votantes fue de aproximadamente un 70%. El comicio transcurrió sin mayores contratiempos, con algunas roturas de boletas y en una amable y amistosa relación con los fiscales de otros partidos. La mayoría de la gente eligió la mañana para ir a votar, haciendo que la tarde resultara tranquila; el calor parece haber sido el responsable. Luego de que terminaran de votar las personas que aún quedaban, las autoridades con los fiscales de mesa se encerraron en las aulas a contabilizar los votos. Pudiendo ingresar al escrutinio de una de ellas, participé durante la primera parte del mismo en la mesa 1598, que comenzó con algunos roces. Apaciguado el asunto salí para estar atenta a las urgencias del resto de mi equipo; ellos sabían que si me necesitaban estaba ahí y nos comunicábamos vía whatsapp. Por primera vez iba a ser fiscal de transmisión de datos, lo que me permitía ingresar al Centro de Transmisión Electotal (CTE), un aula dentro de la escuela cuyo fin era digitalizar y enviar el telegrama con los resultados de escrutinio de cada mesa firmados por sus autoridades y todos los fiscales presentes, a través de un sistema informático administrado por el personal del correo oficial. Finalizado el escrutinio de la primera mesa me dirigí junto con el empleado del correo al CTE. Allí controlé que la información que contenía cada telegrama fuera igual a la del certificado de escrutinio confeccionado por cada uno de mis fiscales, que me alcanzaron oportunamente al final del mismo. Con mi acuerdo, el telegrama se escaneaba y se enviaba al correo para el cómputo de los resultados. Esta operación
de digitalizacón se hizo de a una mesa por vez y a medida que terminaba el escrutinio en cada una de ellas. Dicho momento fue álgido y emocionante, corría de un lado al otro sin parar, desesperada porque nada se me escape, y feliz, porque ello era todo con lo que había soñado mi espíritu controlador. A mis 39 años, el poder que me otorgaba esa credencial era inédito y decididamente un plus. Al terminar, me despedí de cada uno de mis fiscales y les agradecí su calidez y generosidad. Éramos, sin dudas, un gran equipo y estábamos contentos no solo por el resultado favorable obtenido en el colegio Salvador Mazza sino por haber compartido toda una jornada
intensa con gente dispuesta a pelear por sus convicciones, con respeto y decisión. Agotada y cojeando a estas alturas de la noche -cerca de las diez-, llevé los certificados de escrutinio a la sede de Juntos por el Cambio, y me despedí de Nani, mi amorosa fiscal zonal. Todos sabemos el resultado final. Juntos por el Cambio creció en un gran porcentaje respecto de las PASO pero no alcanzó para llegar al ballotage. Sin embargo, la satisfacción del deber cumplido, la experiencia de haberme rodeado de personas nobles y dedicadas, saber que somos un 41% los argentinos que apoyamos a una fuerza que se distingue en todos los sentidos de la política del
kirchnerismo, que propone una solución para la Argentina más allá del peronismo y que aspira a una Républica donde el orden y el respeto por la ley dejen de ser una utopía, me llena de orgullo y alegría. Porque estoy convencida de que nos merecemos vivir en un país donde los actores asistan al traspaso de mando presidencial y hagan alarde de su don de gente y no de su mala educación. Participar como ciudadanos de la cosa pública es hoy y más que nunca un prodigioso leitmotiv, porque la República se construye, paso a paso, de vez en vez, y no se hace sola. [La Parte uno de esta crónica disponible en: https://issuu. com/colmena2/docs/salva-n8-i (pág 62 a 65)]. 23
Guillermo Aragón Acuña, YoCasto
“CUANDO YA NO TENES A QUIEN CULPAR, RECURRÍS A DIOS, A LO MÁGICO” Por Eduardo Huaity González Desde hace un par de años Yocasto, comenzó a ser un nombre conocido en ambiente teatral salteño, pero también desde la radio. Su ciclo radial “Margarita a los chanchos”, en FM Capital, se transformó en un clásico de los lunes. Directo, inteligente y sumamente mordaz son conceptos que lo definirían con facilidad. Desde la primera tapa los invitados tienen la oportunidad de elegir su personaje favorito, con el que se identifican, Guillermo Aragón Acuña, Yocasto, eligió a Manuel Belgrano, uno de los máximos héroes argentinos y con una vida llena de gloria, dolor y miseria al final. “Me gustó Belgrano porque cuando me dieron un poco la temática de lo que iba a ser la tapa y la entrevista me acordé una nota de Mirtha Legrand en la que estaban Flavio Mendoza, Roberto Piazza…eran varios putos los que estaban ahí. Y ella le preguntó a un historiador que estaba ahí si Belgrano era homosexual por las cosas que se comentaban. Y me pareció interesante que aun estando en el 2019, la gente se maneje con estereotipos. O sea, si vos sos blanco, te vestís bien, o sos 24
una mina flaca, con el pelo lacio, tenes que ser una mujer buena y correcta. Tiene el arito perlita, seguramente la buscan los hombres y tiene un matrimonio feliz. Lo mismo al hombre. Con esta cosa de que “tengo la voz aflautada o me visto a la moda en esa época, tengo que ser puto, no queda otra”. ¿Qué te pasó cuando te enteraste que Belgrano fue el único General Civil de toda la Revolución? Me sorprendí, porque hasta en Wikipedia dice que él fue militar. Y también me gustó porque esta cosa de que muchas veces había una cuestión que tenía que estar sí o sí en la guerra. Quizás por una cuestión de Netflix o no, pero todos vimos Espartacus, Cesar, Cleopatra. Las historias romanas o las historias griegas que muchas veces creo que las conocemos más que nuestra
propia historia, siempre muestran esto de que o eras militar o eras rico. Y si eras rico era porque habías ido a la guerra o porque algún familiar tuyo había ido y vos te habías quedado con la riqueza. Pero que una persona civil se vaya a la guerra, me llamó mucho la atención. Me sorprendió mucho y no me lo imagine nunca. Fue un hecho patriótico al final: “Voy porque me necesitan”. Cuando empecé a estudiar a Bolívar, a San Martín, a Belgrano o Miranda, yo decía “cuánto te tiene que apasionar la ideología y la libertad en serio para abandonar todo, incluso a tu familia, para salir a una campaña; porque te ibas a la mierda y tampoco era que podías para en un hotel y volvías al mes. No. Volvías dentro de mil años y estabas viviendo en carpas”.
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Ahora, el cruce de los Andes de San Martín es una cosa tremenda. Es más, por Jorge Oliver sé que fue una de la campañas que a nivel mundial es súper reconocida. Quizás con lo de Aníbal cuando cruza los Apeninos. ¿Cuántos de nosotros hoy, y me incluyo, dejaríamos las cosas que más queremos para ir a hacer algo por el otro? A ver, nos quejamos de que corten una ruta o una cuestión que para él es una lucha, hasta que nos está pasando a nosotros. Podemos discrepar su está bien o no, pero muchas veces no nos ponemos en el lugar del otro. Salta es una provincia de extremos. O sos extremadamente católico o sos extremadamente opositor. O sos extremadamente homofóbico o sos abiertamente… Pareciera que no nuestra sociedad no tiene punto medio... Ahí discúlpame, yo creo que la gente juega con eso ya. En el último programa de Radio Mitre comenté que yo tomó las cosas que me gustan; a mí me gusta esto de la Iglesia Católica y me lo apropio. A veces ni siquiera es de la Iglesia Católica, viene de otras Iglesias, de otras religiones o de otras mitologías, y hago las cosas que me gustan. No te voy a mentir, hay momentos en que estoy muy triste, estoy muy mal y me voy a la Iglesia. Me gusta ir al sagrario, ahí hacer como una introspección y analizarme. Y si no lo hago ahí, lo puedo hacer en mi casa repitiendo el Sutra del Loto. Creo que si existe un Dios le chupa un huevo que es lo que vos reces. ¿Sos religioso? En realidad no. 26
¿Más espiritual? Sí. Yo creo que más espiritual. A mí me ha costado mucho porque vivir cuestionando todo lo que van diciendo, que se supone tiene ir alineado con lo que vas haciendo. Entonces muchas veces es hasta desgastante. Y lo otro que me pasó, es que cuando vos dejas de tener un ser exógeno en tu vida, porque “Dios me ayudó a conseguir a trabajo” o “Dios me está castigando”, es cuando vos empezás a hacerte cargo y a decir, “bueno, me pasan estas cosas porque yo me mandé estas cagadas”. Si no consigo trabajo es porque bueno, “¿estoy saliendo a buscarlo?” y si no lo estoy consiguiendo, ¿realmente soy la persona que esta empresa necesita?”. Acá está Matías por ejemplo, y yo vengo: - Hola Matías, quiero trabajar en … - Sí, pero sos grande. Estoy buscando chicos jóvenes. Entonces no es Dios, ni yo, ni nadie. El tema es que cuando ya no tenes a quien culpar, recurris a Dios, a lo mágico. Vos me dijiste recién que cuestionas siempre todo. ¿No será que a vos te cuestionaron mucho? No. Yo me cuestiono todo. Yo me cuestiono. A mí me encantaría que haya más gente que cuestione. Porque cuando vos estás cuestionado es porque estás dudando, y si estás dudando es porque estás razonando. Cuando vos acatas todo no. Hace poco leí que los hombres para no hacerse cargo de los
problemas, crearon los Dioses, pero les tienen miedo a estos Dioses, y por lo tanto crearon los templos para tenerlos encerrados. Todas las religiones condenan el tema de la homosexualidad… Los umbandas no. Y tampoco los candombes. Las religiones africanas no te hablan de esto, pero si las religiones monoteístas te hablan de esta cuestión. De todos modos no fue fácil para vos… La verdad que fue muy complicado. Yo fui abusado de chico, estaba por cumplir los 9 años y estaba por hacer la comunión en el Colegio Salesiano y fue una de las primeras decepciones que tuve porque el sacerdote que me confesó cuando le estaba contando, empezó a los gritos y me asusté y empecé a contar cualquier estupidez. ¿Qué le decías? Me acuerdo que le decía que yo construía ángeles con Rastis, porque necesitaba salir urgentemente de lo que estaba viviendo. Una de las cosas que me dolió mucho es que cuando yo fui abusado, esta persona dijo de mí que si yo no le pagaba, él iba a contarle a todo el mundo y mis padres hasta se podían matar o podía pasar cualquier cosa. ¡Una extorsión terrible! Vivía asustado porque yo no quería que mis viejos se mueran. Tenía mucha culpa. Aparte me acuerdo que en el Colegio decían que cada vez que hacíamos esto, le dábamos de nuevo un golpe con el martillo al calvo de
Jesús y yo me sentía mal. ¿Y qué pasó después? Me acuerdo que el Salesiano solían pasar películas, ahí vi por primera vez Marcelino pan y vino y yo era fan de Domingo Sabio. Me debo hay haber pasado arrodillado frente al sagrario, años. Nunca me elevé, nunca Jesús me habló. Con el tiempo y con terapia me perdoné, lo perdoné a este tipo. La verdad es que sé donde trabaja, se todo de él y sé que tuvo una vida de mierda y está teniendo una vida de mierda. La verdad es que se mandó cagadas conmigo, no sé si con alguien más. ¿No te quedó odio? Es como que sí tengo un poco de bronca, ojo, yo creo que yo lo tengo resuelto y capaz que no tengo resuelto nada. Si me importa que las personas cuiden a los otros en temas de abuso. ¿No sentís siempre que tenes que estar rindiendo examen? Ya no. Antes sí. Es más, cuando estaba en la secundaria prefería ni siquiera pensar en este tema. Por eso yo a los 18 años lo primero que hice fue irme de Salta. Me fui en el año 92 y volví en el año 2006 a vivir a Salta para irme en el 2009 a vivir a Canadá. Que el jefe que yo tenía en ese momento, trataba de que me quede en Salta. A todo esto, lo conozco a Ricky Cavanna, que era productor de Disney en ese momento y empiezo a hacer radio en el 2009 con él en Buenos Aires. Y en una charla él me dijo “¿Por qué te queres ir a vivir a Canada?” Y yo me largué a llorar y le decía, porque si yo no voy, nunca me voy a encontrar con el amor de mi
vida, porque el amor de mi vida, cuando yo baje del avión va a estar ahí abajo, nos vamos a ver y vamos a saber que somos el uno para el otro. Y Ricky me dijo,- “¿Y si cuando vos te estas yendo allá, el té está viniendo a buscar acá?” Te liquidó… Me hizo mierda y aparte que ya para ese entonces lo conocí a Kimón, a Analía Parodi, a Itati Carrique, a Loli Toranzos, a Vale Capisano, a Carlos León, a Diego Comba y me di cuenta, que no son todos cerrados, que esta Salta con esta idiosincrasia también sirve mucho para venderle al turista que somos muy conservadores. Pero también hay gente muy inteligente, muy brillante, muy liberal, muy progresista, que también quiere la Salta tradicional, la cultural y el balcón colonial porque es nuestra ciudad y nos gustan estos detalles, pero también queremos una sociedad mucho más heterogénea en donde todos podamos disfrutar de todo sin necesidad de estar siempre cuestionados o marginados. Pero aun así sigue siendo una ciudad dura para los cambios… Sí, pero se la trata a Salta como una sociedad mucho más cerrada, pero ándate a Tucumán, a Chaco o Jujuy. Creo que Salta lo que le está permitiendo esta apertura es la cantidad de gente extranjera que viene. Mis amigos catalanes siempre me contaban que Barcelona es una ciudad cerrada, pero se tuvieron que ir abriendo porque se fue convirtiendo en una ciudad cosmopolita y empezaron a venir turistas, la gente en las confiterías pensaba “yo tengo que vender” y el dinero no tiene
religión, no tiene sexo… Entonces creo que en Salta yo no tengo problema, puedo venir, comprar, pagar y listo. Porque al final del mes te cae la luz, te cae y vos tenes que tener la plata y yo no rindo cuentas porque aparte estoy grande. Tu personalidad te permite hoy estar así, pero también sabes que hay mucha gente que padece el tema de su homosexualidad… Totalmente. Hay mucha gente que sí. Un día hablaba con Daniel Murillo, Matías Hessling y Fernando Climent sobre todo, ser en Salta puto, pobre y de izquierda, estás en el horno. Y si sos negrito, peor todavía. A mí por ejemplo me decían algunos, tu situación es distinta porque estas en los medios, la gente te conoce y no te rompen las pelotas, pero a otros, los maltratan. Yo la verdad que nunca sentí discriminación ni en el Salesiano, San Alfonso o en la Universidad, nunca sentí ni que había discriminación. Si la veía en el otro. ¿Por ejemplo? Me acuerdo de un compañero, que en el San Alfonso cuando yo estaba en segundo y él estaba en tercero, el lloraba en el primer piso al fondo del pasillo rodeado de chicas porque sus compañeros varones le habían dicho puto. Estaba mal. Y yo lo miraba y decía “pobre puto patético”; o sea, le estás dando con el gusto. Si te están diciendo marica, tenes que ir con los tapones de punta. Obviamente que éramos chicos. Pero yo ya me había dado cuenta a esa altura que a los que les iba bien era a los hijos de 27
puta. Entonces lo primero que aprendí fue a buscar los defectos y si me jodes, yo te jodo con lo tuyo, porque así sé por dónde atacarte. Después con el tiempo, deje de usar esto porque es desgastante. Siempre estás a la defensiva… Y no disfrutas nunca. Y de ultima me has dicho puto o te caigo mal, chau nos vemos. Beso y me voy. Pero la marginación también pasa por otro lado… En el Salesiano tenía dos compañeros, uno bien morocho oscuro y el otro bien negrito; fuimos a Quitilipi de picnic y cuando los chicos iban y se sentaban en una mesa, todos se levantaban y se iban. Me acuerdo que llegamos el lunes al colegio y el padre nos retó a todos y nos llamó la atención por haber sido tan basuras. Yo no me acuerdo si me levanté de la mesa o no, pero nunca más me voy a olvidar de eso porque me permitió darme cuenta lo hijo de putas que fuimos y no sabíamos el dolor que estábamos causando en el otro. Por eso cuando alguien dice “el bullying antes se arreglaba de otra forma”, mentira. No había forma, no se le llamaba bullying directamente. Era abuso. Y la verdad que fue extremadamente triste. Hay una cosa que me divierte mucho que es este tema que dicen “¿Sos gay?, Yo tengo un amigo en el amigo que es gay, ya te lo presento”. Hay mucha gente que está sola. ¿En la comunidad también se nota la soledad?, ¿La falta de pareja y de compresión, como entre los heterosexuales? Totalmente. Creo que a veces 28
hasta más fuerte. Veo en la comunidad LGBT, así como hay algunos que son brillantes, que estudian y luchan; hay otros que viven en la tilinguez y en la estupidez total, que viven solamente para el fin de semana ir al boliche, ver a quien se están volteando y punto. No saben a quién o que votan ni saben de qué se quejan. Lo único de que se van a quejar es si aumentó la luz, el gas y si no pueden salir de viaje a comprarse la remerita que se querían comprar. Pero vos le preguntas quienes son los diputados o a quién votaron y no saben. Les decís que ganó tal diputado y tal diputada, que ellos mismos votaron sin saber porque no se interiorizaron y te dicen que es porque son todos unas mierdas y ¡Ellos los votaron! Ser de izquierda significa que el Estado te resuelva las cosas, pero vos no. Vos no. Vos no esperas eso… No. Yo espero resolver mis cosas sólo. ¿No hay una contradicción en eso? No. Por un lado es, yo me voy a mover para que las cosas se me resuelvan, voy a tratar de hacer lo mismo con los demás, si te puedo dar una mano te la voy a dar, ahora es muy distinto a si yo me tiro acá y “chicos necesito trabajo, avísenme si consiguen algo”. No boludo, sabes qué: nos movamos, nos movamos, hagamos esto. Me tengo que operar y no me alcanza la guita bueno, será salir a tocar puertas, pero moverme y no esperar que el Estado me resuelva todo. Aun cuando creo que el Estado si tiene que resolver muchas cosas porque hay personas que realmente están en una situación de vulnerabilidad.
Lo que falta tremendamente en esta sociedad es educación y de volver a creer el concepto o de darle valor de nuevo a lo que es el esfuerzo. Porque todos queremos las cosas fáciles y es como que presiona el botón y ya me comunico con mundo. Entonces yo quiero tocar un botón y tener un trabajo, tener acá la persona con la quiero coger ya, porque tengo Tinder; o sea, ni siquiera hago el esfuerzo de levantarme al tipo que está en la otra mesa. Me estoy fijando si está conectado. Entonces en esas cosas si no comparto. Hay que cambiar de mentalidad y cambiar la idea para que la persona salga y labure. Yo me acuerdo cuando a las chicas trans le pedían que no hagan más calle, que no vayan más a la zona roja y que a cambio les daban un trabajo en la Municipalidad. Claro, yo voy a ganar $12 mil o $20 mil, cuando esa plata yo me la hago en dos fines de semana. ¿Sabes qué? Muchas gracias, pero entrego el culo acá en la otra cuadra y si, voy a morir joven, pero voy a morir con plata y no voy a estar reventándome en la Municipalidad por un sueldo de mierda. Además, también está este preconcepto ¿Por qué vos crees que prostituirme está mal? Si yo tengo ganas de prostituirme, me gusta la plata fácil, me gusta entregarme y que me paguen y listo. Lo único que les manipuló la mente es el capitalismo, no la moral, ni la idea de un colectivo. Yo tenía una amiga, una abogada que es brillante que siempre decía; “mi hija va a salir morocha, pero yo la voy a hacer rubia y cuando diga “mamá, cómprame un libro de Foucault”, no mamita, ahí tenes Cosmopolitan, lea. Teñida de rubia, buen lomo, le
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ponemos tetas, y a venderla. Vaya a Tinelli o no sé. No desperdiciemos el capital que tenemos. Después si queres pensemos un poco. Y me fui de tema…
Sí. Te voy a mandar un GIF donde digo “enviando un abrazo”. No, déjame de joder.
Cuándo te sentas en un bar así como estás ahora, pero estás solo. ¿Qué ves?
Muchas veces me pasó que cuando fue por ejemplo este tema del aborto era como a ver, “soy hombre, ¿me corresponde entender esto?”, ¿de qué lado estar o de qué lado no estar? y por otro lado, no estoy a favor del aborto. Si fuera mujer no abortaría, o creo que no abortaría. Si fuera hetero y tuviera una mujer, no me gustaría que aborte. Yo acompañé a una sola amiga a practicarse un aborto y la verdad que fue una de las situaciones más tristes que viví porque siempre para mí el embarazo es una cuestión de alegría, no una cuestión de responsabilidad o una cuestión de molestia. La acompañé a mi amiga porque entendí lo que estaba viviendo.
Lo estoy viendo al hombre que está bajando las cajas ahí, miraba la gente de Aguas del Norte, miraba pasar a dos chicos y lo veía al cuidador de autos que está viendo que se le están escapando… Me encanta ver lo que están haciendo. Lo veo a Matías (gerente del bar en donde se hizo la entrevista) ahí que está trabajando y los chicos que están trabajando. Estoy mucho tiempo solo, y en ese tiempo me gusta controlar que está haciendo el otro y tratar de percibir que hacen de su vida. Creo que estamos a veces tanto tiempo solos que el teléfono es compañía. Hoy leía que este tema de internet hace 20 años atrás no era una necesidad, pero que actualmente es algo de primera necesidad el estar conectados. Hay momentos en qué digo que no entiendo por qué estamos tan conectados. A mí me pasa que con las personas que más quiero me falta conexión personal y no puede ser que yo venga y te diga que te quiero y te mando un emoticón, pero cuando te tengo enfrente no te lo pueda decir. Y a veces quedo como loco porque vengo abrazo y rompo las pelotas, pero cuando me lo hacen a mí quedo duro porque no entiendo a qué viene el cariño si me podes mandar una emoji. Es una pasión impersonal lo del emoji… 30
¿Te pusiste a pensar en el tema del aborto?
Por otro lado, también entiendo el tema de la empatía porque acá hay muchos jóvenes que no tienen la más reputa idea de lo que es el sexo seguro y en una sociedad machista como Salta. Aún hoy hay chicas que sostienen que tienen sexo sin preservativo sólo porque el hombre dice que la está cuidando: “si me amas, no los vamos a usar, porque se siente más rico, bla bla...” Y la chica queda embarazada y en ese momento es cuando vienen los problemas. Y también al día de hoy, conozco tipos de mi edad y también más grandes que dicen que son felices con tener hijos varones porque total siembran la semillita y las que se hacen cargo después son las mujeres. Entonces después cuando llega el embarazo, el tema es ¿Qué hago?
¿Te cuesta tomar decisiones? Si, un montón. Porque tengo que estar pensando constantemente las mil cosas que pueden llegar a ocurrir. Es más, cuando vos me propusiste esto, fue como “¿Por qué lo voy a hacer? ¿Y si quedo muy payaso? (Que es lo más seguro) ¿Y si hago las cosas mal? ¿Y si no es lo que ustedes esperan? Porque a veces uno dice “yo quiero a esta persona porque es genial, es un divino”. Pero después se da con que es un embole. Pero si, me cuesta tomar decisiones. Medianamente quiero ir teniendo previsibilidad de lo que pueda ocurrir, pero muchas veces me mando cagadas, lloro, me da vergüenza. La vida no es previsible… No. Totalmente. No se pueden manejar todas las variables y eso es lo que tiene de bueno. Hay una película que se enoja un tipo porque le viven pasando cosas y la abuela le dice “mi papá siempre me llevaba a la calesita y daba vueltas y vueltas y a mí me gustaban las montañas rusas porque tienen subidas y bajadas”. Y yo prefiero eso. ¿Qué te gusta en el ser humano y que detestas de él? De las personas, lo único que me molesta es cuando no te dicen quien puta son, o cuando la caretean mucho. Acá por ejemplo me divierte mucho el chaperío: “yo soy bla bla bla”. Tenes que hacer una presentación de algo y tenes que contar todo. ¿Quién sos? ¿Es necesario? Creo que cuando uno empieza a poner todo esto, es porque realmente como persona no es nada. ¿Y cómo te gustaría que te
conozcan? Como Guille. Pero tenes un álter ego que es famosísimo… YoCasto. Amo YoCasto. Pero tu álter ego es más famoso que Guille… Si, totalmente. Es más, Guille para mi entorno, que es muy cerrado, familia y amigos. Para todos los demás, YoCasto. Por ejemplo, una de las personas que me dice “Guille, te amo” es Vale Capisano y Guada Núñez. Y todos los demás YoCasto, que ojo, amo también. Me acuerdo que cuando empecé a salir con chicos acá en Salta conocí a un tipo que no podía creer que había alguien así acá en Salta. Yo había vuelto en el 2006 a vivir de nuevo acá, y me hablaba de Fellini, y yo decía “guau, este flaco me está comiendo la cabeza” y era todo pura cascara, como que “me leí tres frases, repito esto como loro y te vendo esto”. Pero después cuando empezas a tener una charla y a debatir, decís “boludo, me estas repitiendo lo mismo de antes”. Y lo que me encanta de las personas, es que seamos todos distintos. Yo me acuerdo que antes iba al boliche gay y me parecía un asco. Hoy voy porque disfruto ver el pobretón que se hace el millonario, el que se sirve cerveza en una copa para que crean que es champagne y que se pasean con una latita de
Red Bull para que crean que está tomando red Bull y quizás lleva agua. Me encanta ir a la carpa, me encanta ir al Club 20, me encantan otros tipos de fiestas como la del Salón del Vino, porque vas viendo todo como cada uno lo disfruta. Yo me acuerdo que la primera vez que fui a uno, fue el Fantástico Yonar en Campo Quijano, y mentimos con mi amiga… me voy a tomar mates con mi amiga al puente de Campo Quijano, pero no lo habíamos llevado. Llegamos ahí, compramos fernet, salimos de ahí y pasamos por el Fantástico Yonar y mentimos que éramos de Canal 2 y terminamos bailando en el escenario con los músicos, un matrimonio nos terminó invitando a su casa a dormir y al otro día iban a matar a un cabrito. Viste cuándo decís, “esto es irreal”. Y me encanta eso. Ahí empecé a ir a los festivales. Fui al de la Chica, del Tamal, al Carrileñazo. Al carrileñazo fui con Diego Espert, que para mí era un puto tremendo; me encantaba porque era un economista brillante y a la vez tenía esa doble vida porque pasaba de ser un economista de la UNSa para estar travestido en un escenario presentando strippers. Viste cuando decís “ni Almodovar se imaginaba esto”. ¿Qué música te define? ¿O que preferís? Depende el momento, porque por ejemplo cuando estoy bajón y necesito “pum para
arriba” pongo Lila Downs, Madonna, Miranda, no así tipo electrónica. Algo que me tire buena onda tengo que poner. Después por ejemplo me encanta ir a la Sinfónica, pero cuando está tocando la Orquesta, porque la vibración y todo, hace que te erice la piel. ¿Qué película serías? Yo creo que mi vida sería muy graciosa. Debe ser una comedia dramática tipo Almodóvar. Algo así como “Mujeres al borde de un ataque de nervios” porque soy un histérico de mierda; necesito que las cosas sean así. ¿Qué libro te gusta? A mí me gustan mucho las que son las biografías. Me apasionan mucho, pero me apasiona a esta biografía medio inventada en ciertos casos, hasta novelizada. Me gusta Osvaldo Garzón, me gusta Felipe Pigna, pero me gustaba más antes. Me acuerdo que cuando leí “Las Piadosas”, me calenté bastante igual que con “El Anatomista”, cuando hablaba de este Cristóbal Colon que descubre el clítoris. Me encantan los escritorios como Patrick Suskind porque me acuerdo que cuando leí el perfume, el tipo me hizo oler Paris en esa época. Me hizo sentir lo que ellos sentían. Cuando la descripción es tan exquisita; es como que no está tirando metáfora y batiendo cualquiera, está tirando la posta. 31
LO URGENTE Y LO IMPORTANTE Por Gonzalo Teruel
Las nuevas autoridades nacionales y provinciales enfrentan ya la tarea de gobernar y tienen inmediatos compromisos. Además, deben generar las condiciones económicas que reclama la sociedad. Concluido el larguísimo año electoral, que comenzó con la votación en La Pampa el 17 de febrero y concluyó con la de Salta el 11 de noviembre, las nuevas autoridades nacionales y provinciales se enfrentan ya a la tarea de gobernar. Y en esa hercúlea tarea de gobierno el presidente Alberto Fernández antes de dedicarse a lo importante debe atender lo urgente. De manera inmediata debe socorrer al 40% de la población en situación de pobreza y garantizar la comida y los medicamentos para los niños y los ancianos más vulnerables a la crisis económica. Después, en las primeras semanas y en los primeros meses de gestión, en simultáneo, debe enfrentar dos monstruos: la enorme deuda externa y la inmoral deuda interna. Negociar con los acreedores privados y con el Fondo Monetario Internacional para alcanzar un nuevo 32
acuerdo que sea razonable y cumplible y, al mismo tiempo, mejorar el ingreso de los argentinos más pobres para conseguir una mínima reactivación de la economía es el objetivo planteado por el primer mandatario a sus colaboradores. Los ministros de Economía y de Desarrollo Social, Martín Guzmán y Daniel Arroyo, coinciden con Fernández y creen que hasta marzo esa es casi la única tarea. A partir de entonces, con un nuevo acuerdo externo, con la emergencia en vigencia y con un gabinete ya acomodado, comienza la real faena de gobierno. Faena nada sencilla: ordenar las cuentas públicas y encender los motores de la economía. El objetivo del flamante gobierno es alcanzar superávit fiscal para generar recursos que permitan atender, al mismo tiempo, los compromisos externos (millonarios vencimientos de
deuda) y las innumerables necesidades internas. Algunos de los principales interrogantes que deberán contestar el presidente y su veintena de ministros y secretarios de gobierno, a través de sus políticas públicas, son cómo inyectar dinero en la economía sin que la inflación se desmadre y se convierta en hiperinflación, cómo reducir el gasto público sin desatender a quienes necesitan la asistencia estatal, cómo incrementar los ingresos fiscales sin afectar la producción, y cómo cumplir con el mundo sin incumplir con el país. Algo menos apremiado que Fernández, con las cuentas más ordenadas que la nación, el nuevo gobernador salteño Gustavo Sáenz también emprende una compleja tarea en su provincia: generar las condiciones para el desarrollo de la provincia. Antes de eso y en lo inmediato tiene que atender a la mitad
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de los salteños que son pobres y necesitan, si o si, de la asistencia estatal. Y debe prepararse para intervenir sin demoras en el norte provincial si, como sucede casi todos los años, las lluvias inundan pueblos, ciudades y comunidades enteras. En las primeras semanas de gestión, además, debe iniciar la negociación paritaria docente que funciona como principal referencia económica y política para la administración pública. Intervenir con premura y acierto ante eventuales inundaciones y manejar con 34
pericia la cuestión docente para garantizar un normal inicio de clases son los primeros desafíos de la novel administración provincial que además, casi con seguridad, deberá socorrer a no pocos intendentes de municipios con serios problemas económicos. Hacia el mes de marzo, tal vez con un panorama económico nacional más claro, la tarea del gobernador será establecer una pauta presupuestaria que permita reordenar los dineros públicos para afrontar los compromisos heredados (vencimientos de deuda
por casi diez mil millones de pesos y juicios por otros tantos cientos de millones de pesos) y generar condiciones de desarrollo económico y progreso social. Apenas asumidos el presidente Fernández y el gobernador Sáenz enfrentan problemas urgentes, pero su tarea no se agota ahí ni mucho menos. Lo verdaderamente importante, generar desde la política las condiciones económicas que reclama y merece la sociedad, tampoco puede esperar demasiado.
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CRÓNICAS DE ALTO LA LOMA
L
os radicales no tuvieron un candidato con altura”, escuche mientras revolvía con parsimonia el segundo cortado de la mañana, mientras el cielo plomizo de Salta anunciaba fuertes tormentas para los meses venideros. La voz no me resultó extraña, pero si lejana. El “Guru” estaba de vuelta por Alto La Loma. Sin apuro, me miro y soltó: “Vote sencillo, no lo vote a Olmedo, vote al petiso”. -
No suena muy bien, le replique.
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No importa la rima, es lo que pasó.
Me quede sumergido en esta frase, pero pronto mis pensamientos quedaron en suspensión el ver como el concejal Raúl Córdoba, repartía volantes en donde explicaba cómo llegó a edil capitalino, por la UCR mientras apoyaba a un candidato peronista y logró la reelección participando en una lista no radical y que ahora asegura que renuncia a la UCR por principios. “Estos son mis principios, sino les gusta, tengo otros”, aseguraba hace casi cien años el genial Groucho Marx. Con esta última cita por favor no me tilden de marxista, nada 36
más lejano a la realidad y hago esta aclaración porque en los últimos años ser de izquierda representaba en nuestra castigada Argentina vestirse de hippie con ropa de marca, usar anteojos rectangulares de marco naranja, ir a buscar las raíces a Tilcara y creer que el Indio Solari es un originario que sabe hacer rock. “¿Ves esa larga procesión de dolientes?”, me dijo en un susurro casi monacal Dante “el nervioso”, que a pesar de los sesenta café y los cien llamados que recibía en sus dos teléfonos, mostraba una calma inaudita en él. -
Si, le respondí. ¿No es en agosto la fiesta de la Virgen de Urkupiña?
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Nada tiene que ver la milagrosa compañero, estos son ex funcionarios que van en peregrinación a Grand Bourg a pedir nuevos cargos. Sale cada vez más caro ser peronistas y pagar las expensas del country.
Los grandes ganadores en estas elecciones fueron los renovadores, casi al borde de la extinción y con el kirchnerismo fresco pegado a la piel, se sumaron al frente de Olmedo - UCR y volvieron a ocupar cargos.
“Olmedo perdió y Nanni lo dejó solo. Al cafayateño le sirvió la candidatura a vice para potenciar su postulación a diputado nacional, cuando volvió al congreso, el sojero paso de ser un líder de masas a un Minnions”, aseveró sin ningún atisbo de dudas un viejo militante radical, mientras insistía en poner unas velas en un altar improvisado a Leandro N Alem en el patio del complejo ante la atenta mirada de los policías. Como para terminar, ya cerca del mediodía, un avezado movilero radial me contó esta historia: “días atrás, poco después de la jura de los nuevos diputados, los entrante se dirigieron a las oficinas administrativas de la Legislatura, allí en calle Zuviría casi Santiago del Estero, a presentar sus papeles. En esa zona no se puede estacionar y Tránsito hace su agosto con las multas. A media mañana se estacionó ¡sobre mano derecha, aún peor!, un largo auto negro con vidrios oscuros y bajó de él Chico malo Valenzuela, recién juramentado. Ningún policía le dijo nada y quien tiene que hacer las leyes, la violó sin siquiera haber ido a su primera sesión en la Legislatura”. La anécdota me golpeó. Mire mi reloj, eran casi las 13. Hora de almorzar, pero la historia me quitó el apetito.
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Por Gonzalo Teruel
NO SOMOS NADA El ministro de Economía, Roberto Dib Ashur, confirmó el histórico empobrecimiento de Salta: la provincia representa el 4% del territorio federal y el 3% de la población nacional pero menos del 1,5% de la economía del país. 38
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n su primera aparición pública como ministro de Economía, Roberto Dib Ashur fue a la Legislatura para explicar ante diputados y senadores provinciales la conveniencia de prorrogar, en espejo con la administración nacional, el Presupuesto 2019 hasta el mes de marzo de 2020. En su exposición explicitó un par de datos que confirman, por si alguien no lo supiera o quisiera no recordarlo, el histórico y ya estructural atraso y empobrecimiento de Salta: la provincia representa el 4% del territorio federal y el 3% de la población nacional pero menos del 1,5% de la economía del país. El nuevo responsable de la hacienda salteña confirmó que casi el 80% de los recursos tributarios de la provincia son nacionales. Esta situación limita fatalmente la autonomía y el poder de decisión del gobierno de Gustavo Sáenz que, además, recibe una provincia que destina más del 70% de sus ingresos al pago de salarios de la administración pública y tiene que abonar vencimientos de deuda por casi $10 mil millones durante el año 2020. Sin una crisis económica y política evidente, sin convulsión social, el nuevo gobierno enfrenta el enorme desafío de potenciar la actividad productiva para generar empleo de calidad e incrementar la captación de recursos fiscales para sacar definitivamente de la pobreza a la mitad de la población.
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Santiago del Estero
CLAUDIA ZAMORA: DEL “SALVEMOS LAS DOS VIDAS” A LA PRESIDENCIA Por Florencia Gómez Geréz y Diego Nofal Arévalo
Santiago del Estero, sin dudas, es una provincia particular. Conocida mundialmente por ser escenario de grandes eventos de competición, sede que albergará un partido de la Copa América 2020, por tener un gran flujo de turistas durante gran parte del año, entre otras tantas y reconocidas tradiciones. 40
A lo lejos, casi en el olvido, quedan los espantosos números del Indec, que posicionan a Santiago como la tercera provincia más pobre del país, con los peores sueldos y con la mitad de su población por debajo de la línea de la pobreza. Todo eso, se esconde debajo de la alfombra. Nada que nos desvíe la mirada de lo más importante: Los deportes. Por eso, hablar de mejorar la calidad de vida, generar más puestos de trabajos (El 80% de la población santiagueña depende del Estado), o la posibilidad de una salud pública de calidad es hasta una falta de respeto. Esta última se ha convertido en una verdadera pesadilla. La falta de hospitales que cuenten con los equipos necesarios para garantizar una buena atención médica, son muy, muy pocos. Y los hospitales que cuentan con el equipamiento necesario, no dan abasto. Una vez al frente del país, el presiente Alberto Fernández escogió para formar parte de su gabinete a Ginés Gonzáles García, actual ministro de Salud de la Nación, y una de sus primeras medidas fue restablecer el protocolo de Interrupción Legal de Embarazo. Esta resolución cayó mal, al enemigo principal, sobre todo cuando de salud y de calidad para la mujer se trata, la Iglesia y a cientos de grupos conservadores. Santiago del Estero no cuenta con un protocolo de ILE, de hecho, esta medida no causó ninguna gracia ni fue vista con
buenos ojos en el seno político que representa a los santiagueños en el Congreso y en el Senado. Puesto que tanto legisladores y senadores se manifestaron en contra de esta práctica cada vez que tuvieron oportunidad. Sólo una diputada nacional tuvo la “valentía” (porque tienes que ser valiente para revelarte ante el Zamorismo) y votó a favor de la IVE.
urgencia la adhesión al Protocolo de Interrupción Legal de Embarazo sería reconocer las falencias de la salud pública, sería reconocer que hay profesionales que se escudan en la “objeción de conciencia” truncándoles un servicio que por naturaleza debiera corresponderle a las cientos de mujeres pobres que llegan a los hospitales rogando por un aborto.
“La política sanitaria debe garantizar el acceso de la población a las mejores prácticas clínicas y de salud pública para promover, prevenir, atender y rehabilitar la salud, así como para velar por la garantía de derechos”, expresaba el ministro de Salud a los medios, respecto de la ILE. Garantías que en Santiago del Estero no se dan y que, si tenemos en cuenta las declaraciones de nuestros representantes, es muy probable que no lleguen nunca. De hecho, el pasado 18 de diciembre, grupos conservadores se reunieron en la Plaza Libertad para manifestarse en contra de este protocolo.
No es casualidad que Claudia Ledesma ocupe el lugar que ocupa. Su nombramiento en la Cámara Alta se debe a la lealtad inquebrantable hacia el kirchnerismo, recordando que Santiago del Estero le otorgó más del 70% de votos para la presidencia de Alberto Fernández. Además, mantienen una excelente relación con la vicepresidenta, Cristina Fernández. No obstante, el presidente fue claro y directo durante su asunción cuando manifestó que durante su gobierno luchará para erradicar la violencia contra las mujeres.
Es de público conocimiento que la actual Presidenta Provisional del Senado y exgobernadora de la provincia, Claudia Ledesma Abdala es una acérrima defensora de “las dos vidas”, y en las intervenciones que tuvo desde su banca nacional sobre el tema fijó una postura inamovible: No a la ILE. Hoy es la tercera en la línea sucesoria de la presidencia. Reconocer que Santiago del Estero necesita con
Planteando un hipotético escenario político, la figura de Claudia Ledesma irá tomando cada vez más fuerza. Como es sabido, esta primera etapa, Alberto Fernández deberá afrontar numerosos encuentros internacionales y su lugar ocuparía su vice Cristina Fernández. Pero es de público conocimiento que Florencia, hija de Néstor y Cristina tiene problemas de salud que la mantienen fuera del país, por lo que la vicepresidenta deberá ausentarse del país. Finalmente, en la cadena de mando quedará Claudia Alejandra Ledesma Abdala 41
de Zamora. Opositora de los protocolos. “Pueblo chico infierno grande”, dicen y en Santiago del Estero nos conocemos todos, unos más que otros, pero nadie se anima a decir qué camino tomará la provincia sobre la ILE. Los más precavidos hacen cuentas en voz baja: Claudia de Zamora, ferviente defensora de las dos vidas, al igual que los legisladores y senadores nacionales. La iglesia santiagueña aborrece esta práctica. 1 + 1 es 2, la tierra es redonda… Lo cierto y doloroso es que Santiago del Estero seguirá siendo una provincia turística, con los recursos económicos ordenados, con las cuentas claras y todo lo demás que a los políticos les gusta mentir. El lado b de la provincia (es decir, las mujeres pobres) seguirán recurriendo a la clandestinidad, es que te cobra $35 mil pesos CON ANESTESIA para practicar un aborto. Así, todos contentos, porque las mujeres muertas durante esta clandestinidad (negocio para algunos) tienen tan poco valor como seres humanos, que ni siquiera ocuparán un lugar en las estadísticas de víctimas de abortos clandestinos. Pese a los innumerables esfuerzos de varios grupos que luchan por los derechos de las mujeres, Santiago del Estero es una provincia conservadora, una provincia que prefiere mirar para un costado cuando de salud femenina se trata. Lo que podemos certificar con un hecho lamentable ocurrido 42
en el mes de noviembre. Un grupo de feministas muralistas decidieron pintar, previa autorización de directivos, una de las paredes del Centro Provincial de Salud Infantil con el objetivo de visibilizar que en Argentina hay miles de niñas que son obligadas a parir. “En un mundo justo las niñas no son madres”, expresaba el mural. El grupo terminó su tarea a las 13 y 5 horas después esa misma pared había sido blanqueada. ¿Por qué decimos que hay ciertos grupos que luchan de verdad por los derechos de las mujeres? Porque cuando ocurrió este hecho y se supo que la orden había venido directamente de las más altas esferas de Casa de Gobierno, más de la mitad de los grupos y organizaciones feministas decidieron no manifestarse, más que reclamos escritos con gran sutileza, puesto que también perciben ayuda del Estado. Pensar en Santiago del Estero adhiriendo al protocolo ILE es utópico, porque pesa más la opinión de quienes nunca tendrán que pasar por un aborto, quienes nunca deberán tomar esa difícil decisión, porque no son mujeres. Por aquellos que ponen sus creencias por encima de la realidad, una realidad que se esconde debajo de los cimientos del Estadio Único, del Autódromo, y de cada evento que le cuesta miles de miles de millones a la provincia, porque se invierte en cualquier cosa que no demuestre que Santiago del Estero es el lugar más pobre del país,
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Por Eduardo Huaity González del libro “Arizaro”
SER FEO Vivo gracias a mis manos, a mi imaginación. Ayer hice el amor con dos actrices pornos, una ex esposa y una vecina que barre la vereda cerca del mediodía. Intenté con gomina. La barba tupida o rala, e inclusive “candado”, que más que darme un aire intelectual me emparentaba con los chivos viejos. Pasé por gimnasios, dietas astrales, pastillas, lechuga, desayunos de tostadas y almuerzos desesperantes. Hablé de cosas que no quería hablar, bailé con mujeres que con dificultad cubrían el mal trato de los años, silbé canciones de muy mal gusto. Ahora hasta uso perfumes de moda. No importa, mi conversación las aburre, mis perfumes les producen alergia; en un arranque de sinceridad una me dijo que prefería un consolador a la sola posibilidad de acostarse conmigo. 44
Recurrí a todo: analistas, expertas en tarot, en lectura de cigarrillos, gitanas. Me leí enterito a Paulo Coelho y en un rapto de angustia memoricé, a pesar de la aprensión, algunos aforismos de José Narosky. Una mañana, con la totalidad de mis ahorros fui a un cirujano plástico. No hubo Cristo ni chequera que lo convenciera; no quería poner en riesgo su prestigio profesional. Ni la consulta me cobró. La fealdad aleja, aísla. Padecerla es pagar el precio de una falla de la evolución. Ser feo es como ser piquetero en Suiza, homosexual en Teherán, sufrir de vértigo en la estación espacial. Es como tener caspa y usar saco negro. El tiempo no la cura. No la cambia, no la modifica. Es una cualidad no transferible, innegociable. Es como el mal aliento: mientras más
se explica más queda en evidencia. Saint Exupery, en su exageradamente famosa novela –fábula de autoayuda- “El principito” sostiene, con una liviandad casi suicida, que “lo esencial es invisible a los ojos”. Dejando de lado que no se puede ser invisible a otra cosa que a los ojos, la afirmación sólo puede hacerla un zorro que vive en un asteroide imaginario que intenta abrumar a un chico con rasgos megalómanos. El resto va por cuenta del autor. La fealdad es visible, palpable, hasta tiene olor. El jorobado de Notre Dame habría llegado a viejo siendo un simple estúpido de campanario si no se hubiera enamorado de una voluble y hermosa gitana; Van Gogh hubiese conservado sus dos orejas si era parecido a Robert
Redford y Toulouse Loutrec, habría dejado de pintar cabareteras si hubiera sido “pintón”. Cuando se es feo, hacer algo es una imperiosa necesidad, una salida extrema. El feo trasciende y entra a la historia por su esfuerzo por dejar de serlo. Muchos figuran en la Enciclopedia Británica, pero siguen siendo feos.
Nosotros, los que cargamos en nuestros cuerpos la fealdad, queremos ser como el resto de las personas: poetas, ingenieros, contadores, deportistas o actores de “carácter”. Algunos llegan a ser millonarios y compran una ilusión a cuotas, pero nunca vamos a ser iguales. La ropa de moda nos queda como una patada al hígado, no accedemos a los mejores puestos de trabajo, nunca ganamos un “casting”. Somos divertidos, interesantes, inteligentes, raros, indefinibles o impresentables, pero nunca llegamos a primera división. Lo peor de todo es que nos enamoramos y lo hacemos con la desmesura de quien busca en el otro lo que no tenemos. Admiramos a los que son amados porque
no estamos siquiera en posición de envidiar y festejamos las conquistas que no podemos tener. Vivimos vidas ajenas, prestadas, buscando la redención y la paz de saber que, aunque más no sea, somos parte de una anécdota sin gracia ni importancia.
lanzan mensajes en botellas por Internet, ni se suman a grupos de autoayuda.
Somos los que hacemos el asado y contamos los mejores cuentos, el borracho estrafalario, el que cuida las camperas en los boliches, el que se invita en calidad de “Plan D”, el que presta el departamento a los amigos, el centro de las bromas de mal gusto, el dueño de la pelota, el que siempre juega de arquero... el que está solo.
Somos lo que, con temor, caminamos las calles en boga y nos rechazan en los “bailables de onda”. Los que nos avergonzamos cuando nos miran. Los que nunca despertamos espontáneamente un comentario positivo.
El feo es el parámetro de una sociedad que no sabe a dónde ir, pero que tiene muy en claro lo que no quiere ser. Es el que escribe o hace radio porque “no da para la TV”, el personaje de la fiesta. El que se compra una cama de dos plazas y le queda grande. El lobo feroz, la bruja del bosque, el villano, el delincuente, el villero, el incomprendido, el asesino... siempre feos. Los lindos no hacen pis ni caca, ni se les rompe la entrepierna del pantalón. Los agraciados no
Somos los decididos de las batallas, los que nos arrojamos a la muerte como única forma de rehabilitación, pero sólo llegamos a ser “héroes anónimos”.
Ser feo implica ir a al cine solo todas las semanas, escuchar y valorar el grupo musical en un bar de levante y saber la programación completa de HBO Olé. Es emborracharse llorando frente a una PC escribiendo frustraciones. Ser feo es no estar vivo. Valoramos enfermizamente un “te quiero” y lo guardamos en el alma como el más grande los tesoros, sabiendo que sólo se trata de una tregua que da el sistema. Que es tan sólo un poco de oxígeno para seguir soportando la carga de verse todos los días al espejo. 45
Por Eduardo Huaity González
Frente a Frente Gustavo Fantozzi y Agustín Poma, pertenecen a distintas generaciones de periodistas. No sólo los separan años de diferencias, sino también posturas ideológicas y estructuras políticas. Estos son sus pensamientos ante los mismos hechos.
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G
ustavo Fantozzi, es uno de los periodistas más conocidos de Salta. En los años setenta se transformó en la cara de Canal 11 y durante casi 20 años fue uno de sus principales protagonistas. Su pasión paso de la TV a la radio desde donde sigue con su generando opinión y polémica.
importante. ¿Evo Morales exiliado en nuestro país, pone en riesgo la convivencia pacífica con Bolivia?
Gustavo Fantozzi
Las relaciones con cualquier país pueden verse alteradas no sólo con Bolivia, porque nuestra gestión diplomática y política fue siempre deficiente. Evo Morales entró aquí como el gurú del Tercer Mundo, pero no perdió la actitud soberbia y displicente con la Argentina. Debió ser prudente y respetuoso y no lo hizo. No se va a callar y puede provocar algunos chispazos. Asilarlo en Orán, es una torpeza de dimensiones estratégicas. Y el gobierno debería saber que a la hora de firmar acuerdos, deberá hacerlo con el gobierno que manda en Bolivia, y no con el destronado presidente espiritual de ese país.
¿El nuevo gobierno con las medidas que está tomando profundizara la grieta?
¿Cree que aumentara el nivel de confrontación interna en los próximos meses en el país?
Sí, profundizará la grieta, porque el peronismo es voluntarista. Es el clásico “Me ne frega” del fascismo. Que era como decir “ Y qué me importa?”. De hecho, comenzó a contra escama, con medidas y designaciones que iban a alterar al gorilaje, o a la clase media: aborto, triquiñuelas político institucionales, o la designación de provocadores y “veteranos idealistas”. La urgencia por soluciones al desastre heredado le da cierta audacia irresponsable.
Paulo Freyre decía que las clases marginales cuando se ven empoderadas, adoptan la mismas actitudes totalitarias y autoritarias que criticaban. El peronismo, sea por solidaridad o por identidad, actuó casi siempre como sector marginal y contestatario. Habiendo “escupido sangre” y recuperado el poder, tendrá esa conducta, como el Timerman “barra brava” o un Luis D ‘Elía vengador. Claro, Freyre decía también que con el tiempo, se supera ese encono y el marginal se civiliza.
Desafían a la clase media que los votó, y provocan a los que no los votaron, que conforman un grupo todavía 48
Agustín Poma
Por su parte Agustín Poma centralizó su actividad periodística a la radio. FM Noticias, propiedad de su familia, es una de las radios más politizadas del medio desde su fundación. Es el titular de la página “Salta entre líneas” y conduce desde hace casi tres años el programa “Sapo de otro pozo”.
¿El nuevo gobierno con las medidas que está tomando profundizara la grieta? La grieta existe desde siempre, no podemos olvidar nuestra propia historia. Güemes tuvo una gran grieta que llegó hasta deponerlo de su función por la llamada Revolución del Comercio que lo acusó de tirano por dar el fuero a los gauchos, que obtenían derechos y tierras por prestar servicios en la guerra de la independencia. A los beneficios que obtenía la peonada se suman los impuestos que los comerciantes y sectores acomodados debían pagar para la causa. En esos tiempos el cabildo de Salta estaba formado por las clases altas, y no querían ni pagar impuestos y menos que los hombres sean libres. Los Saravia y otros apellidos en Salta se sentían mejor representados por los realistas que sostenían sus privilegios. Partiendo de esa base la grieta existió, existe y, seguramente continuará por más medidas que se tomen. El nuevo Gobierno enfrenta varios frentes: deuda, inflación, recesión, generar dólares, terminar con el hambre y crear empleo. Las primeras medidas que está tomando el Gobierno son de emergencia por 180 días con un cepo que dejó Macri para evitar la fuga de capitales de los últimos 4 años que supera los 133 millones de dólares. Analizando rápidamente el proyecto de ley de solidaridad y reactivación, muestra que sectores que más tienen paguen
más, otros van a quedar en el mismo lugar y lo ya sabido es que tanto los funcionarios, legisladores y jueces son intocables y eso generara una rispideces en la sociedad. Entre los temas a rever están las jubilaciones, si bien se darán dos bonos a los que reciben la mínima sacándolos de la indigencia, y el resto recibirá el último aumento del año previsto en la “tabla Macri”, habrá 180 días de gracia para que el nuevo Gobierno defina cuál será el nuevo cálculo, previendo dos aumentos más, pero sin conocerse el porcentaje de los mismos, lo cual genera incertidumbre en los mayores. El dólar turista, aumenta el valor de la moneda en un 30%, a menos que seas científico. Igualmente habría que ver más excepciones, como la de quienes deben comprar medicamentos, prótesis, etc. en el extranjero. ¿Evo Morales exiliado en nuestro país, pone en riesgo la convivencia pacífica con Bolivia? Lo que pone en riesgo la convivencia pacífica con Bolivia, no es el exilio de Evo en nuestro País, es el Golpe de la Presidenta de Facto Añez, que junto al poder económico tomaron el gobierno con las armas y a fuego contra el pueblo, utilizando las fuerzas represivas del Estado y matando a sus compatriotas ¿Cuántos? 27 dicen algunos, la cifra exacta la conoceremos cuando el Golpe acabe. Como ocurrió en Argentina, cuando Alfonsín creó la Conadep, que tras una profunda
investigación determinó en 30.000 los desaparecidos. (SIC) Antes que Evo reciba el exilio en Argentina, el presidente Alberto Fernández había dado muestra de no reconocer al gobierno de facto que hoy se instaló en el Estado Plurinacional de Bolivia al no invitar a su asunción a Jeanine Áñez y de esta manera no reconocerla como mandataría democrática. Ahora lo qué si es cierto, es como verán los hermanos del vecino País, la llegada de Evo a la frontera para manejar la campaña del MAS. Evo se instalará en Orán, uno de los lugares más cercanos a Tarija que siempre le ha sido esquiva, lo que podría acarrear algunos conflictos sobre todo a aquellos que hagan de puente en el armado de esta nueva elección que se avecina. La convivencia no la pone en riesgo Evo, ni ningún ciudadano latinoamericano, sino la negación que tenemos para reconocernos como tales LATINOAMERICANOS. Es la batalla cultura que debemos dar y que se pierde cuando un policía de Bolivia se arranca la wiphala, pero en su rostro se distinguen los rasgos del originario.
parecen que son de la oposición actual (macrismo) ya recibieron el mensaje y se manifestaron en todo el País contra la primera ley que mandó el ejecutivo nacional al Congreso. Cuando digo que recibieron el mensaje, es que vieron como los diputados del Macrismo pusieron en duda el quórum para tratar esta ley, sumado a los nefastos dichos de Patricia Bulrrich: “Las 14 toneladas de piedras que nos tiraron se la tendrían que devolver duplicadas”, llamando claramente a la violencia y exacerbando la grieta que los llevó a la derrota y marcando el odio en una situación muy compleja para un país en default virtual y donde hay personas que no tienen ni para comer. Si bien la oposición está caldeando los ánimos y la confrontación sigue siendo la misma desde hace varios años y que tiene que ver con el modelo, lo que medirá el nivel de confrontación no será el campo ni la oposición, si no la realidad de la calle, el hambre de los que menos tienen que ya no aguantan más, los desocupados y los sin techos, esos serán los que marquen el nivel de conflictividad.
¿Cree que aumentara el nivel de confrontación interna en los próximos meses en el país? Esperemos que no, pero la coyuntura no es favorable. El gobierno lleva 9 días y gente que dice ser del campo, pero en realidad 49
USTED Y LA ESPIRAL DEL SILENCIO
Por Gustavo I. Yanicelli (www.estudioasa.com)
Hay silencios elocuentes. Silencios que son ensordecedores. Silencios que susurran verdades o gritan angustias. Elisabeth Noelle-Neumann lo descubriรณ y no guardรณ silencio. 50
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Elisabeth era una Berlinesa que vivió 93 años hasta 1983 que fue consultada desde las grandes alturas de la política Europea y en especial Alemana. Gigantes como Konrad Adenauer, Helmut Kohl o Angela Merkel la conocían y preguntaban. Llamaban insistentemente a Elisabeth para que les hablara del silencio que ella sabía descifrar. Oír las voces de los que no hablan era su secreta y maravillosa habilidad. Hija del siglo xx escribió para los nazis, se formó en EE.UU. y finalmente fue imprescindible en la construcción de la democracia alemana desde el partido Demócrata Cristiano de ese país. Se puso a investigar sobre la formación de la opinión pública. Para ello ésta gigante politóloga corrió uno a uno los velos de la cultura, los prejuicios y los intereses creados hasta calar en el hueso íntimo y vivo de la sociedad humana universal. En 1977 escribió un libro: “La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social”, que sería a la postre un verdadero ventarrón en la ciencia política. Allí dejó expuesta en carne ardiente mediante un análisis meduloso, sistemático, riguroso y en cierto sentido inquietante y polémico cómo se forma la opinión pública. En lo que naturalmente está incluida su opinión y la mía claro está. Nos gusta pensarnos como seres racionales y libres. Y lo somos. Pero si nos descuidamos un poco no somos ni tan racionales ni tan libres. Verán que para tomar decisiones racionales y libres todo el tiempo hay que estar atentos. Es que no somos tan astutos como nos gusta pensarnos. 52
Por favor, no se sientan los lectores insultados ni se fastidien. Veamos. En sus investigaciones Elisabeth descubrió que las personas en general temen permanecer aisladas del entorno social. Para el común de las gentes les es más satisfactorio estar de acuerdo con las otras personas del medio, con su comunidad. Solo una parte ínfima de la población le satisface la diferenciación. Por no aislarse la mayoría de las personas prestan una eficaz atención a la opinión que suponen es la mayoritaria. Tratarán de estar en armonía con el entorno. Es una tendencia, un sesgo. El individuo hablará o guardará silencio según lo que perciba que es la mayoría de su entorno. A Usted lector, seguramente, querrá decirme que no le ocurre, que usted no es así y yo le creo. Pero la mayoría de los seres humanos no funcionan como usted. Es así. Y esa percepción estará influenciada por los medios, las redes sociales, las encuestas, los comunicadores, los líderes y la publicidad. Hasta por la vía pública. Dice la genial Elisabeth que “…el resultado es un proceso en espiral que incita a otros individuos a percibir los cambios de opinión y a seguirlos hasta que una opinión se establece como la actitud prevaleciente, mientras que la otra opinión la aportarán y rechazarán todos, a excepción de los duros de espíritu, que todavía persisten en esa opinión. He propuesto el término espiral del silencio para describir este mecanismo psicológico…”. Como la idea es muy audaz la alemana se propuso diseñar un experimento que le diera
validez a estos conceptos. Y lo hizo. Entre 1971 y 1972 realizo centenares de encuestas en Alemania para saber la opinión de los encuestados en relación a temas muy controversiales como el aborto, la pena de muerte o los inmigrantes entre otros. Pero en especial se le preguntaba a la persona encuestada sobre cual creía ella que era el punto de vista mayoritario, cual suponía que serían las tendencias a futuro y que opinaría en público si se diera la ocasión. Los hallazgos de Elisabeth fueron extraordinarios. Descubrió que una mayoría que es vista como una minoría declinará en el futuro, mientras la minoría vista como la dominante, crecerá. Encontró que una mayoría que no espera ser capaz de mantener esa superioridad, disminuirá. Dedujo, también, que si dos posturas difieren claramente una de la otra en su disposición a exponerse en público, la que muestre más inclinación a hacerlo es más probable a tener el futuro a su favor. Tremendos y polémicos hallazgos. Desde aquella revelación entorno a la formación de la opinión de las personas y consecuentemente a los silencios de las sociedades hasta hoy ha corrido mucha agua bajo los puentes de la historia y la política. Imaginemos a los algoritmos que controlan las redes como Twitter o Facebook funcionando según las teorías de la Espiral del Silencio. Imaginemos a los buscadores de internet, a Google o a Youtube. Imaginemos a las naciones del mundo, a los
gobiernos, a los líderes democráticos y de los otros manipulando los hilos de la Espiral del Silencio. Imaginemos a las súper empresas, a los bancos, a los fondos internacionales, a las petroleras, a las mineras, a la industria dominante del software dueñas de la espiral del Silencio. La opinión pública no es una hoja al viento, es el silencio que le da sentido a las comunidades. Es la piel misma de la razón de la sociedad. Piel de silencios. Apenas de rumores. Dice Elisabeth que para que la Espiral de Silencio funcione deben acontecer tres factores: El tema debe tener un aspecto moral. Hay que darle tiempo para que se forme la opinión. Y finalmente, los medios
deben darle cobertura. Nos resulta chocante la idea que podamos ser manipulados. Pero la verdad, como hemos visto, podemos ser manipulados. Sin embargo no todo está perdido y hay algo que nos salva. Y eso es el hecho que tenemos un cerebro inteligente. No hace falta que a cada información que nos llegue estemos chequeando sobre su veracidad. Nadie puede vivir así. Pero sí en cambio cada tanto nos hacemos algunas preguntas que nos restituyan nuestros propios valores vamos a estar bastante inmunizados y la Espiral de Silencio para nosotros será un Espiral de Voz, liberador, constructivo, edificante y honesto. Le propongo algunas de esas preguntas, usted seguramente
tendrá otras, maravilloso. Ahí van. ¿Por qué hacemos lo que hacemos, por qué consumimos los que consumimos, por qué pensamos y sentimos lo que pensamos y sentimos y por qué deseamos lo que deseamos?. ¿Cuándo y cómo fue que nos formamos esta idea que todos tenemos sobre todo? ¿Cuándo fue la última vez que cambiamos nuestro punto de vista y cómo fue que eso ocurrió? No tema aislarse, de todas maneras la verdad se abrirá camino. Ahí está la historia de la humanidad que prueba lo cierto de lo que le digo. Aunque esos silencios tejan la opinión pública, convengamos que lo más sano de la sociedad no viene de los silencios. Al contrario.
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La pala perdida En Trancas, al norte de Tucumán, vivía Justino Reyes, un hombre alto, serio, que parecía un piel roja. Sus cabellos eran blancos y largos. Era primo hermano de mi abuela materna y había nacido en La Dorita. Junto a don Ricardo Vallejo, un moreno oriundo de la Villa Vieja, conformaron una dupla famosa que, a la luz de treinta años, cavó un centenar de acequias de riego en Tucumán y en Salta. En el 75, me acuerdo, vivieron a Rosario de la Frontera. Los habían contratado los dueños de una granja del este, cuyas tierras áridas, altas y extensas, necesitaban agua. Costaba subirla desde la toma, tanto que varios paleadores habían abandonado el trabajo. Yo era muy niño entonces, tenía ocho años y vi cuando llegaron una tarde envueltos en sus ponchos colorados, coqueando, con sombreros raídos y altas botas de goma. Bajaron del acoplado y despidieron al chofer del tractor con sendos apretones de manos. –Güeno, Diosito, ya estamos aquí –dijo uno. Mi abuela corrió a recibirlos secándose las manos con jabón en su delantal floreado. Mi perro Capitán se los quería
comer. Yo lo reté y lo corrí al fondo, allí tenía su cucha de tablas, junto a una higuera que colgaba los gajos hacia el lote vecino. Eran dos hombres enormes, de anchas espaldas y manos de piedra. Olían a campo, a cuero, a caminos. Sus miradas torvas, oscuras y profundas, dejaban traslucir una paz milenaria, algo de tristeza y ternura. Fueron a parar a una pieza pequeña, allá donde mi abuela rezaba junto a sus estampas, sus velas prendidas y su rosario blanco. Turbado de asombro, conocí sus palas de leyenda, con mangos brillosos y lisos. La pala del tío Justino, al mirarla, daba la sensación de misterio, parecía estar impregnada de un halo indescifrable. Escuché de sus bocas infinitas historias después de cada cena. En varias ocasiones me dormí asustado por sus relatos de espantos. A veces escuchaban la radio, tomaban café, fumaban pausados sus cigarros de chalas y hablaban despacio, como susurrando. Todas las mañanas me despertaba temprano para verlos salir en dirección de la granja. El día todavía estaba azul y ellos se alejaban por la calle de ripio hacia el este, con sus palas al hombro. A lo
lejos parecían guerreros con enormes espadas. En la rústica mesa de algarrobo quedaban los jarros enlosados donde habían desayunado mate cocido con poleo, pan rubio y queso colorado. Los domingos descansaban en el fondo, tomaban vino y tabeaban tranquilos, casi en silencio, como si no estuvieran. Preferían los mates cebados con cedrón, las zambas de Thames y los días de sol. Los días lluviosos hablaban de amigos perdidos, de casas lejanas y de familiares muertos. Uno los oía y sentía que el pecho les lloraba hondo, así como la luz de un farol en la bruma. A mí ni me miraban, sólo de vez en cuando me hacían una torpe caricia sobre el pelo y pasaban de largo. Yo sentía en sus rudezas un cariño infinito. Un domingo, después de terminar el trabajo de la granja, se fueron. Mi perro, mi familia y yo los vimos perderse en un punto de la ruta. Jamás los volvimos a ver juntos. En el 80 nos anoticiaron de que el tío Justino Reyes había fallecido. Con su muerte, a los setenta años, acabó la sociedad de las acequias. Al otro día del entierro, Rosita, Mercedes y Julia, sus hijas, limpiaron el pequeño 55
galpón de herramientas de su padre. El tío Justino lo había cerrado con llave la tarde en que murió de un ataque al corazón. Y allí guardó la pala limpia, relumbrosa por el uso y los años. Había un fuerte olor a humedad y a metales. Las hijas barrieron, echaron Fenelina y notaron que la pala no estaba. Este imprevisto se divulgó de prisa. La gran superstición de los norteños hizo que adquiriera ribetes sobrenaturales. Don Ricardo Vallejo, profundamente triste por la muerte de su amigo, se hizo ermitaño. Más tarde entró de ordeñador en un tambo de Trancas. Una vez, después de fallecidos mis abuelos, vino a visitar a mis padres para la Navidad. Nos trajo quesos, empanadillas de cayote, tunas, miel de moro moro y de caña y quesillos. Estaba muy flaco, pálido y avejentado. No era ni la sombra de aquel moreno alto y fornido que acompañaba a mi tío. Inclusive el tono de su voz había declinado. Todo lo que hablaba, absolutamente todo, tenía involucrada la figura del tío Justino Reyes, como si fuera una parte de él que había muerto. Tomó un vino largo con mi padre. Le refirió la historia de la pala y el dolor por la ausencia de su ex compañero. A veces parecía estar loco, loco de angustia y de nostalgia. Nunca pudo llenar aquel vacío que le abismaba los ojos y la tonada suave. Comprendí que el recuerdo de una ruda faena puede transformase en un himno a la amistad, en un imborrable canto de amor. Mi perro Capitán lo había reconocido. Don Vallejo le dijo: –¡Changuito, pobrecito el changuito… Pensar que ya no está su tío Justino para acariciarlo…! El perro se paraba en dos patas, movía la cola y 56
le asentaba las manos en el pecho como queriendo hablarle. Después se marchó. Nos abrazó a todos muy fuerte, haciéndonos acordar al saludo del tío Justino. Me pareció que nos quiso tatuar en su piel. Mientras se alejaba por la calle asfaltada hacia la terminal, se daba vueltas a saludarnos con su mano de barro. ¡Pobre don Ricardo!, se perdió entre la gente, las tiendas y los autos igual que un fantasma. Siguió trabajando en el tambo. Al alba salía en bicicleta. Subía el callejón empinado hasta entrar en la curva de la cual se veía las ruinas de una acequia hacia abajo. Era colosal; la más grande de todas las que se hayan cavado. Venía desde el río Acequiones, un par de kilómetros al sur. Había regado por años hectáreas más hectáreas de sorgo. Después, al mediodía, regresaba a almorzar. Y a la siesta volvía al trabajo. Ya a la oración, envuelto por las sombras, pasaba al descanso de su casa. Y siempre que desandaba la curva, lo hacía lentamente, mirando con nostalgia la acequia allá abajo, borrándose sola como una senda perdida. Una mañana de calor, en enero del 85, pedaleó como de costumbre hacia el tambo. Trepó la curva, miró hacia abajo y vio un hombre remarcando la acequia. La tierra volaba de la pala como aserrín mojado. No le prestó atención y continuó el camino. Volvió al mediodía y vio que la acequia había progresado muchísimos metros. Fue una sorpresa. La fuerza y velocidad del paleador eran descomunales, únicas. Almorzó con la intriga y se aprontó a repetir el trayecto. Y ya desde la curva vio la acequia más larga. Y el hombre
paleando, fibroso y bestial bajo el sol, con sus botas de goma y el sombrero puesto. Así pasaron siete días. Un lunes, el hombre que paleaba levantó la vista. Vio a Vallejo pedaleando en lo alto. Se apoyó en la pala y le gritó con dulzura: –¡Adiós, Vallejiiiiitooooo…! Vallejo se estremeció. Dejó la bicicleta en el alambre que alinderaba el camino y bajó. El otro sonreía. Se quitó el sombrero y se pasó la mano por la frente sudada. Vallejo no tuvo más dudas, aquel paleador era el tío, su amigo Justino Reyes. Pasó un bosquecito de tuscas y llegó al lugar. Vio con asombro la pala perdida clavada en el morro de tierra muy blanda. La pala perdida por más de cinco años. – ¿Don Justino…? –llamó preguntando. –… – ¿Don Justino…? Soy yo, Vallejito, pues. Buscó por todas partes pero no lo encontró. Ni siquiera había rastros. Volvió al poblado con la pala en la mano. Una comitiva ferviente bajó a buscar al tío Reyes. Efectivamente, vieron la zanja magistralmente cavada, pero sólo se veían las huellas de Vallejo. Investigaron en vano. Rosita, Mercedes y Julia volvieron resignadas. Estaban muy lejos de ver a su padre con vida de nuevo. Por la noche falleció don Vallejo. Los del tambo dijeron que hacía una semana que faltaba al trabajo. "LA PALA PERDIDA"- Cuento de Carlos Jesús Maita del libro "Fuego de los tiempos", 1° Premio Provincial de Literatura 1991
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