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Una elección natural: el analisis del reto de migrar a combustibles más limpios
Por: Alejandro Riveros.
Gerente de Comunicaciones Naturgas.
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Nada que se mueva está inmune al cambio. Desde la Revolución Industrial, se tomaron decisiones que nos han permitido vivir una época de crecimiento social, económico y tecnológico que ha hecho a esta civilización diferente de lo que solía ser. Es mejor vivir en este mundo hoy que hace 50, 100 o 200 años.
Las tasas de pobreza se han reducido en más de la mitad desde el año 2000; el número de niños que mueren antes de cumplir cinco años descendió por debajo de los diez millones por primera vez en la historia reciente. Además, el acceso a electricidad aumentó en un 57% y la proporción de personas que usan por lo menos servicios básicos de agua potable y saneamiento se incrementó en un 22% y un 41%.
Los países más pobres también han mejorado el acceso a servicios básicos de agua potable, saneamiento, combustibles no contaminantes para cocinar y generar electricidad. La energía ha sacado adelante al planeta.
Pero nuestro intento por mejorar la calidad de vida de todos ha generado reacciones adversas, que se han salido de control. La emisión de gases de efecto invernadero y de material particulado contaminante es un efecto secundario que hoy es un foco primario de atención.
Los 20 años más calurosos de la historia desde que comenzaron las mediciones han sido registrados en los últimos 22 años. Y, según el Banco Mundial, a menos que se tomen medidas urgentes, el cambio climático podría empujar a otros 100 millones de personas a la pobreza para 2030.
Y sobre la mala calidad del aire, las noticias tampoco son positivas.
En condiciones normales, cerca del 93% de los niños y niñas del mundo menores de 15 años respiran aire contaminado. En 2016, alrededor de 600.000 niños menores de 15 años fallecieron por la suma de los efectos de la contaminación del aire ambiental y doméstico. Y en Colombia, según un informe del Instituto Nacional de Salud, más de 15 mil muertes fueron por culpa de enfermedades asociadas a la mala calidad del aire.
En momentos donde debemos reactivar la economía y seguir avanzando industrialmente, lo más posible es que este progreso siga impactando al-
gunos aspectos de la salud y el medio ambiente.
Sin embargo, sabemos que, así como el mundo se ha sobrepuesto a enfermedades, plagas y guerras, así como -seguramente se repondrá a las consecuencias del coronavirus, si nos proponemos actuar responsablemente mitigaremos los efectos del cambio climático y la contaminación.
La evidencia re eja que cuando elegimos mejor, podemos movernos hacia cambios positivos: En 2019 las emisiones de CO2 descendieron luego de varios años en aumento. Estados Unidos presentó la reducción más grande en emisiones el año pasado, al igual que Alemania y la Unión Europea. Esta última, según la Agencia Europea del Medio Ambiente, disminuyó también el número de muertes asociadas a la contaminación, y ha presentado un descenso desde 2000 en las emisiones de contaminantes atmosféricos.
Es indiscutible que la energía es progreso y que, si escogemos los combustibles adecuados en los momentos indicados, el mundo podrá reactivarse mitigando sus externalidades
Aquí es donde empiezan a surgir las preguntas que todos debemos responder: ¿Cómo ayudamos a priorizar combustibles limpios como el gas natural en la movilidad y en la generación de energía?, ¿cuál es la elección natural para continuar mejorando la vida de todos con acciones sostenibles?, ¿cuál es el plan de acción para usar la tecnología e innovación en la sostenibilidad de la industria energética? El mundo seguirá moviéndose gracias a la energía, tan solo debemos hacer que esta sea cada vez más limpia para que en 50, 100 y 200 años podamos vivir mejor que hoy.
El mundo seguirá moviéndose gracias a la energía, tan solo debemos hacer que esta sea cada vez más limpia para que en 50, 100 y 200 años podamos vivir mejor que hoy.
Mediante una sentencia fechada el 3 de febrero de 2021, el tribunal administrativo de París ha reconocido la existencia de daños ecológicos vinculados al cambio climático considerando que el Estado francés no ha cumplido los objetivos que se ha fijado en términos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Cómo puede entrar un proyecto de
combustibles en Economía Naranja?
Con un pensamiento disruptivo, la generación y potencialización de conocimiento y cultura a través de las tecnologías, incluso industrias como la del combustible pueden hacer parte de la Economía Naranja para hacer de Colombia una nación emprendedora, en la que se generen empleos de calidad.
Por Juan Pablo Mateus / gerente general de PQUA
Cuando se piensa o se habla de Economía Naranja, el imaginario popular la asocia con el arte, la cultura, lo recreativo o el turismo. No es un concepto errado, va acorde a la de nición que se puede encontrar en la página web de la Economía Naranja, en donde destacan que “la diversidad cultural y la creatividad son pilares de transformación social y económica del país”. Bajo esa idea, no parecen tener cabida industrias como la de combustibles; el simple hecho de mencionarlo causa cierto rechazo, porque la idea general es que el combustible y la Economía Naranja son incompatibles.
Sin embargo, es necesario pensar la Economía Naranja más allá de esos conceptos generales, hacer uso de un pensamiento disruptivo para encontrar la forma en la que se pueda ampliar el espectro y que sectores como el del combustible puedan hacer parte de ese modelo de desarrollo económico, que no solo ayude a reactivar la economía del país, sino que también genere empleos de calidad y que haga que las empresas sean más competitivas, gracias a los incentivos que entrega el Gobierno Nacional precisamente a las industrias que hacen parte de la Economía Naranja.
Para lograr esa disrupción hay que entender a profundidad el concepto de Economía Naranja, como fue de nida en 2001 por John Howkins, conocido como el padre de la economía creativa (nombre que también recibe la Economía Naranja), quien estableció que la propiedad intelectual y la generación de ideas son lo que les da valor a los bienes y servicios. De esa misma forma, la ley 1834 de 2017, también conocida como Ley Naranja, establece como objetivo desarrollar, incentivar y proteger las industrias creativas y culturales, fundamentados en desarrollos de propiedad intelectual.
Si entendemos cultura y propiedad intelectual como un conjunto de conocimiento y desarrollos cientí cos o industriales, podemos abordar y pensar formas innovadoras de desarrollar y generar conocimientos que, a su vez, fomenten nuevas formas de cultura, ayudando al crecimiento económico del país y a la generación de empleos de calidad. En ese orden de ideas, incluso la industria del com-
bustible también puede ser parte de la Economía Naranja, pese a la estigmatización que tiene por la contaminación y porque la sostenibilidad se enfoca en formas de energía limpia.
La pregunta es ¿cómo puede entrar un proyecto de combustibles en la Economía Naranja? Casi siempre un buen punto de partida es encontrar un problema y buscar formas de solucionarlo. Por ejemplo, si hay muchas quejas a lo largo de una cadena de distribución de combustible, como pasó en mi experiencia particular, hay que desarrollar ideas innovadoras para entender esa problemática, basados, claro, en una exhaustiva investigación. A partir de ahí se desarrollan soluciones disruptivas por medio de activos de propiedad intelectual como marcas registradas, diseños industriales, patentes y modelos de utilidad, entre otros. De esta forma no solo se ayuda a solucionar el problema, sino que se pueden reducir costos operativos, generar un cúmulo de conocimientos y una nueva cultura sobre el manejo y administración de combustible. Esto último es el concepto fundamental de la Economía Naranja.
Sin embargo, también hay que entender la importancia del desarrollo de tecnologías, como la inteligencia arti cial, la big data o el Internet de las cosas, entre otras, que puedan terminar convirtiéndose en grandes diferenciales y potenciar el negocio, escalándolo incluso a niveles internacionales. Por otro lado, se debe pensar en crear mayor valor, establecer mecanismos de generación de negocios y potenciar el crecimiento empresarial, generando empleos de calidad y bien remunerados, a través del licenciamiento de uso de patentes o de uso de marca.
¿Cómo confirmar que un emprendimiento está dentro de la Economía Naranja? El primer punto es validar que la actividad económica desarrollada esté dentro de las relacionadas en Economía Naranja y/o si los futuros desarrollos para escalamiento lo estarían, con el fin de realizar un spin off o subsidiaria, teniendo claro la posición en la cadena, el modelo de gestión y la promesa de valor. Esto llevará a que un proyecto pueda empezar a tener más fácil acceso a líneas de financiación en las diferentes etapas y poder hacer parte de iniciativas y convocatorias de entidades como INNpulsa accediendo a bene cios de sus programas, que incluyen recursos no reembosables dentro de sus ecosistemas. Hay que tener en cuenta que esos incentivos también traen consigo algunos compromisos, como fomentar la investigación de distintas formas o generar empleo formal para incentivar el desarrollo tecnológico, el diseño o la consultoría técnica especializada.
Esta forma disruptiva de entender la Economía Naranja también permite que se aproveche la creatividad natural del colombiano para que, llevada a buen término y aprovechando los incentivos ofrecidos por el Gobierno Nacional, se potencie el emprendimiento del país, cuyo ecosistema ya es un modelo para la región, y se dé lugar a una #NaciónEmprendedora, que sea clave en la generación de empleos de calidad y en la reactivación económica, luego de los di cultades que se han desprendido de la pandemia por Covid-19.
El big Data e internet pueden ser herramientas para potencializar el negocio.
La gran apuesta de Biomax: Seguir dando a conocer a los consumidores los grandes beneficios
de su producto diferencial DYNAMAX.
En diálogo con la Revista Fendipetróleo Nacional, Jimena Bedoya Pinto, directora nacional de GNE Soluciones SAS, Sociedad perteneciente al Grupo Terra, nos dio a conocer algunas de las principales apuestas para el primer semestre por parte de la organización.
Jimena Bedoya Pinto / Directora Nacional GNE
RFN: ¿A finales del año pasado la compañía lanzo su nueva apuesta al mercado con DYNAMAX, nos puede dar un balance de cómo ha sido la recepción de este desarrollo?
JB: Dynamax es un producto que se diferencia por generar menos emisiones contaminantes al medio ambiente, por ayudar a recuperar la potencia del motor y contribuye con el rendimiento del combustible.
De esta manera se ha llegado al consumidor y la respuesta ha sido muy positiva, debido a que han logrado evidenciar estos atributos al usarlo y así nos lo han manifestado.
RFN: ¿Nos puedes contar desde Biomax, ¿cuáles son las apuestas para el primer semestre del año?
JB: Las apuestas para este 1er semestre del 2021 están dadas a una recuperación de ventas de combustible, producto de una estabilización de la demanda que se genere por una mayor con anza de los consumidores a la apertura económica y por su puesto a la puesta en marcha de varias actividades comerciales.
Se trabajará muy fuerte por seguir dando a conocer a los consumidores los grandes bene cios de nuestro producto diferencial DYNAMAX.
RFN ¿Cuándo hablamos del término Eco responsable, nos puedes contar cómo se aliena a los valores corporativos de la organización?
JB: Biomax dentro de su Misión, Visión y Valores deja clara la importancia y relevancia que tiene su compromiso por la protección y conservación del medio ambiente. Su liderazgo en la generación de valor siempre contempla que la forma de hacerlo debe ser innovadora, responsable y sostenible.
Esta conciencia de la responsabilidad ambiental es algo que se transmite y se vive al interior de Compañía.
RFN ¿Cuáles han sido las medidas de la organización, para asegurar la continuidad de sus operaciones ante la nueva realidad presentada por el paso del COVID-19?
JB: Considero que un trabajo muy fuerte y dedicado en generar conciencia de la importancia del autocuidado y el cumplimiento de los protocolos establecidos en los colaboradores de la Compañía y sus familias; y por supuesto el seguimiento al cumplimiento de estos protocolos, lo que hasta el momento nos ha permitido reactivar las actividades en línea con la recuperación económica.
RFN: Pasando al plano personal, ¿Cuál ha sido para ti un factor determinante en el crecimiento profesional en el sector?
JB: El conocimiento del detalle del negocio y de la operación, sin perder de vista la visión global del mismo y por su puesto el trabajo de la mano con la gente que genera un gran aprendizaje; porque es la gente la que te ayuda a crecer.
RFN: ¿Desde tu punto de vista ¿cuáles son los principales desafíos que has encontrado en el sector de los combustibles?
Considero que los desafíos pueden ser vistos en tres aspectos:
Adaptación al cambio: Tanto la normatividad del sector como los consumidores que hacen posible el negocio puntualmente de las estaciones de servicio, presentan continuos cambios, lo que lleva a las Compañías a estar muy activas en este sentido y necesitan contar con personas que puedan asumir este reto para que todo pueda uir. Proactividad: En línea con lo mencionado en el punto anterior, no solo adaptarse es su ciente, la capacidad de reaccionar al ritmo en que se presentan estos cambios es un gran desafío, se requiere proponer y mostrar iniciativa. Responsabilidad ambiental: El mundo cada vez es más consciente de la necesidad de cuidar el medio ambiente y así lo demuestran las nuevas generaciones. El trabajo que lleve a cabo todo profesional y trabajador del sector debe tener un claro compromiso ambiental.
RFN: Por último, ¿qué consejo les darías a los jóvenes que desean proyectar su carrera en el sector y van a leer esta entrevista y ven reflejado en tu trayectoria profesional un modelo a seguir?
JB: Este es un sector con un campo de acción muy amplio y gran dinámica normativa, razón por la cual el consejo que podría brindarle a los jóvenes es la permanente actualización normativa y regulatoria desde el punto de vista documental, pero sobre todo desde su aplicación en la operación.
Otro consejo es la innovación e iniciativa, pues se requiere personas que además de hacer muy bien su trabajo por conocimiento, capacitación y compromiso, aporten INNOVACION en todo sentido.