MANIFIESTO DEL 28
COMITÉ 28 DE NOVIEMBRE • COORDINADORA B • FRENTE AMPLIO
UNA NUEVA ETAPA
Necesitamos una dirección política que nos invite e incite a debatir, que nos abra las puertas y asegure los espacios. Que reafirme la herramienta para el debate, que contribuya con su ejemplo en la fraternidad, y actualizar las bases para una constructiva repolitización de todos los militantes, adherentes y simpatizantes de nuestra fuerza política. Que garantice con una moderna y sólida organización el trabajo en todo el territorio nacional a través de los Comité de Base, que todos estemos informados a tiempo sobre en cuáles temas está trabajando la fuerza politica, que movilice, refresque y marque la agenda política del pais. Que podamos abordar distintos frentes al mismo tiempo sin decaer en un comisionismo que no permita accionar rápidamente, y acompañar al gobierno de una manera mucho más activa y contribuyente. Profundizar nuestras convicciones de izquierda, entendiendo que nos tenemos que abarcar todos para estar juntos en los nuevos debates que se nos vienen para seguir construyendo el proyecto politico que el FA propone para y con el pueblo uruguayo. Ese es el desafio que tiene el FA por delante. Una nueva etapa llena de futuro y alegría.
EL FUTURO CON ALEGRÍA
Se avecinan desafíos que van a ameritar una fuerza politica fortalecida, con mayor agilidad en su capacidad de respuesta, mejores espacios de participación, nuevas formas de comunicar lo que hicimos, lo que hacemos y lo que falta. Y todo esto en un entorno de unidad frenteamplista que ha sido y será la clave de nuestra evolución política. Necesitamos un Frente que consolide lo logrado y vaya por más.
MÁS FRATERNIDAD
Es indispensable la fraternidad para llevar adelante los intensos debates que damos. Fraternidad es una necesidad de siempre, no es una novedad del ahora. Es una cuestión natural que todo proyecto político enorme que incluye nada más y nada menos que a la mitad del país, con un variopinto movimiento de discursos, de ideas, corrientes ideológicas, modos de pensamiento, teorías de izquierda que se confluyen; traerán consigo una infinidad de conflictos. De todos modos la fraternidad no es para paliar o para callar el inconformismo o la autocrítica, esta es también imprescindible para tener un FA cada vez más activo.
MÁS PARTICIPACIÓN REAL
Necesitamos un FA que abra todas las puertas, que esté más aireado, que deje espacio para todos y todas. Participación no es solamente que se abran los Comité. La participación real es mucho más que poder escuchar o leer un debate, es también tener la posibilidad de decidir, de ser protagonista y de construir nuestra propia historia. Para asegurar la rica diversidad que existe en nuestro FA tenemos que seguir fortaleciendo las herramientas de participación. Y la participación tiene sentido cuando los tiempos de la fuerza política responden acorde a la vorágine de la actualidad. Dejamos pasar muchas oportunidades debido a la lentitud de algunas decisiones. La fuerza política a veces responde a destiempo. Estamos en épocas políticas mucho más veloces que las de hace unos años y el FA se tiene que adecuar también como herramienta comunicacional y de organización. Necesitamos más agilidad en las decisiones y en tomar postura ante los hechos políticos.
MÁS PROYECTO
Nos constituimos como fuerza de izquierda para transformar el país. Lo que hemos logrado juntos en estos más de 10 años es maravilloso; si uno recorre la historia uruguaya por cualquier indicador social, político, económico, de participación, realmente podemos hablar de cambios profundos. Ahora, ¿solo por esto el FA es excepcional como fuerza política en el mundo? No necesariamente. Los cambios llevados adelante no fueron más que el comienzo de nuestro deber en el proyecto político de izquierda. Ahora que ya hemos iniciado muchos de los cambios, tenemos que seguir transformando y confirmar que no vinimos sólo a demostrar que nuestro proyecto es el más sólido, sino que somos capaces de construir el mejor porvenir para todos. Tenemos que demostrar que no solo fuimos y somos buenos para mejorar el presente y hacerlo mejor que nuestros adversarios, sino que somos la herramienta por excelencia para construir la sociedad del futuro. Tenemos que seguir peleando para que la pobreza no sea más que un triste recuerdo y la marginación y exclusión sean palabras que no definan a parte de nuestro pueblo.
MÁS CERCA DEL PUEBLO
La transformación se hace solo con el pueblo: los trabajadores y las trabajadoras, las organizaciones y bases sociales en todo el país. Nuestro proyecto político necesita reconfigurarse y restablecer el diálogo y estrecho vínculo con los colectivos transformadores de la sociedad: el bloque social y alternativo de los cambios. Contagiar en la acción a las grandes masas de frenteamplistas que llegan para mover todos los estantes y cuestionar el sentido común para reinventar la fuerza política.
MÁS AMÉRICA LATINA
El FA tiene un mandato ético, no solamente politico, con la izquierda en América Latina y en el mundo para entender la idea de que la lucha es regional e internacional o no es. El Uruguay puede cambiar, pero para avanzar no va a poder hacerlo solo. El FA tiene que ser un motor de cambios para América Latina y convertirse en ejemplo luego para el resto del mundo y así transformar la forma de vivir. Para seguir construyendo izquierda desde la solidaridad con los pueblos y combatir la derecha neoliberal que mantienen su vigencia hoy más que nunca.
MÁS INICIATIVA
Tenemos que ser más proactivos en marcar la agenda política del país. La agenda política la tiene que marcar el FA. El gobierno también en su acto de gobernar define la agenda pública en gran medida y los temas que deben discutirse, pero el Frente tiene que ser el primer actor político del país en desafiar permanentemente incluso a nuestros compañeros en el gobierno, de cómo afrontar y debatir en los tiempos que corren.
MÁS FORMACIÓN
Estamos ante un momento crucial en la historia de nuestro FA. Tenemos por delante discusiones claves para este año sobre la actualización ideológica y sobre la estrategia de cara a la nueva coyuntura regional e internacional; y es importante de que tengamos capacidad de formarnos permanentemente los militantes no solo para organizar políticamente todos y cada uno de los rincones del país, sino que también la necesaria formación teórico política que nos empodera en el debate. La democracia dentro de la fuerza política empieza por tener todos y todas las mismas posibilidades de formarnos y crecer políticamente como seres humanos de izquierda.
MÁS AMPLIO
Debemos impulsar un Frente que tenga en su interna la representación de la sociedad que queremos construir. Una sociedad en la que hombres y mujeres seamos iguales, y en donde ni la orientación sexual, ni la identidad de género, ni la etnia de cada ser humano sea un problema. Un Frente donde no se plantee una dicotomía generacional, sino que por el contrario; el encuentro y las diferentes experiencias de vida se descubran para generar ideas más profundas y transformadoras. Necesitamos con urgencia impulsar un Frente adaptado a nuestros tiempos y espacios; dónde cada uruguayo pueda participar de la forma que le sea posible y en donde quepamos todos.