Mire amigo - Cuadernos nº1

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CUADERNOS N潞1 - 2015 Publicaci贸n de la Coordinadora B del Frente Amplio - Montevideo - Uruguay

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En clave de futuro sorpresas. La primera es que hay absoluto consenso en que la actualización debe ser un acto permanente. Una gimnasia obligatoria que debemos practicar más a menudo para que no se nos atrofien los músculos y para ejercitar con mayor periodicidad nuestra capacidad deliberativa, resignificando en cada debate, en cada disenso y en cada posterior síntesis, los valores fundamentales de un pensamiento de izquierda. La segunda es que tenemos que estar todos y todas. Con la fraternidad y el compañerismo que nos caracteriza y que nos diferencia con la derecha. Debemos buscar la manera de convocar a los cientos de miles de frenteamplistas que todavía hoy no están acompañándonos en nuestros espacios de participación, para que se plieguen a la herramienta, pero sobre todo para seguir construyendo juntos nuestro proyecto.

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na característica que tiene el Frente Amplio a diferencia de los demás partidos políticos en Uruguay y muchos de la región y del mundo, es la capacidad de haber reunido brillantes cabezas políticas, devenidos en cuadros fundamentales, desde los inicios en el ’71 hasta nuestros días. Cientos de compañeros han sabido acercar aprendizaje y conocimiento, cada uno de forma fenomenal, aunque nada se compara con el saber colectivo, ese que surge de la síntesis y que es superior a la suma de saberes individuales. Por supuesto que el valor de una fuerza política como la nuestra depende del conocimiento de sus militantes y dirigentes, pero del mismo modo que el aumento de profesionales no produ-

mire amigo Es una publicación sin fines de lucro de la Coordinadora B del Frente Amplio Permiso en trámite: Nº 00795 Juan Paullier 1087 - Montevideo - Tel 2400 9050

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ce automáticamente una sociedad inteligente, la acumulación de genios en su organización no constituye un Frente Amplio inteligente y de vanguardia. Una fuerza política potente no es una llena de expertos, sino en la que su funcionamiento es experto. No basta con que los militantes aprendamos y nos formemos por separado, eso sirve de poco si no aprovechamos nuestro preciado espacio relacional, donde nos encontramos en nuestras afinidades y en nuestras diversidades, para generar la síntesis necesaria para la fijación de nuestras metas y lineamientos políticos. En los cinco encuentros que organizamos en el Comité para dar inicio a este debate, nos topamos con varias

Y la tercera es que debemos derribar ese mito de que una discusión ideológica puede ocasionar fisuras en la unidad. Justamente, tengamos la suficiente confianza en nosotros mismos que, generando las condiciones adecuadas y habilitando los espacios precisos, podemos seguir alzando la fuerza política que necesitamos para seguir cambiando nuestra sociedad. El Comité 28 de Noviembre agradece a todos los compañeros que participaron de esta etapa inicial e invita a todos los frenteamplistas a sumarse al debate, en cada sector político y en cada Comité territorial o funcional. Emprender un camino transformador requiere de una organización acorde. Estemos a la altura de nuestra historia. Sigamos siendo los verdaderos obreros constructores de la patria del futuro.

Redacción: Federico Amorín, Gabriel Márquez, Daniela Buquet, Emilia Arazny, Luis Scarpa, Mariana Rivera Fotografía: Milton Ramírez y Archivo FA Agradecimiento a: Wladimir Turiansky, Ernesto Agazzi, Daniel Marsiglia, Gonzalo Civila y Esteban Valenti

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Un camino recorrido E

l VI Congreso del Frente Amplio, (“Hugo Cores”) junto a la aprobación del Borrador de las Bases Programáticas, y a propuesta de Wladimir Turiansky, aprobó la formación de una Comisión especial con el cometido de elaborar una propuesta de actualización ideológica, a partir de los insumos presentados y junto a los documentos fundacionales, propuesta que debería elevarse al Plenario Nacional para una posterior consideración de bases y sectores partidarios con vistas a su validación definitiva por el Congreso. No se establecieron plazos, asumiendo como valor entendido que éstos no irían más allá del Congreso siguiente al que adoptó esta resolución. Al fundamentar la propuesta Wladimir destacó dos cuestiones básicas: una, la comprensión de la necesidad de nuestra fuerza política de actualizar sus fundamentos ideológicos, acorde a los profundos cambios producidos en el contexto mundial tanto como en nuestra región y en nuestro país, así como la acumulación de enseñanzas que la práctica política habían generado; y la segunda, la de que esta impostergable actualización sólo lo sería si surgía como fruto del consenso del conjunto de organizaciones partidarias y de base, y que debía contribuir a solidificar nuestra fuerza política, para generar así, pues de eso se trata, las mejores condiciones para avanzar en la construcción de una patria libre, democrática, justa y solidaria. ¿Cómo se llegó a esta resolución, aprobada por una amplia mayoría en la última sesión plenaria del Congreso, previa a la consideración del tema candidaturas? El punto de partida estuvo, precisamente, en la consideración, en la Comisión respectiva del Congreso, del capítulo del borrador de Bases programáticas titulado “Claves para una visión del desarrollo nacional”. El debate generado puso de relieve una conclusión importante, el interés y la preocupación de los frenteamplistas por los aspectos ideológicos de nues-

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tra fuerza política, así como la necesidad de que su actualización trascienda más allá del ámbito de comisiones, se democratice y se enriquezca con la participación activa de la militancia. La propuesta comisión de actualización ideológica fue integrada rápidamente por la Mesa Política y refrendada por el Plenario Nacional. Más allá de las dificultades para su funcionamiento regular en el marco del proceso electoral culminado con la clara victoria del FA, sigue siendo válida la necesidad de generar desde el comienzo la democratización y la participación de la militancia frenteamplista en la actualización ideológica de nuestra fuerza política. Este es el gran objetivo de estas notas.

Algunos antecedentes El primero.- En agosto de 2011 el compañero Tabaré Vázquez entregó a la presidencia del FA, para la consideración de los frenteamplistas, un documento titulado “Aportes preliminares referidos a la eventual actualización ideológica del FA”. Respondía a un planteo anterior en el que había señalado una tarea inmediata e impostergable: “la actualización programática e ideológica del FA”, con vistas a poner la fuerza política de cara a la continuidad del proceso de cambios iniciado con el acceso al gobierno en 2005. El segundo.- Sobre finales de 2010, o comienzos de 2011, la comisión especial designada por el Plenario Nacional como corolario del debate en torno al balance electoral de mayo de 2010, puso a consideración de la militancia frenteamplista el documento denominado “Estrategia para la etapa”,

con claras implicancias de contenido ideológico (siguiendo el consejo del filósofo, de que no se trata tan sólo de explicar el mundo, sino de transformarlo). Así, a partir de la valorización de la realidad nacional, y reafirmando las bases ideológicas originarias del FA, establece como objetivo estratégico la “construcción de la base social del cambio”. El tercero.- En la preparación del VI Congreso de nuestra fuerza política, la Com. Nac. de Programa elaboró el Borrador de Bases programáticas hacia el tercer gobierno del FA, que, con algunas modificaciones y agregados el Congreso aprobó. Dicho documento incluía un capítulo titulado “Claves para una visión del desarrollo nacional”, que claramente pretendía exponer una aproximación a esa necesaria actualización ideológica. El cuarto.- Debe anotarse el documento emanado del IV Congreso, “Tota Quinteros”, de 2001, que se planteó, asimismo, en los comienzos del siglo que corre, la actualización ideológica y la elaboración programática en el proceso de transformación del FA en la principal fuerza política de la vida nacional y su acceso al gobierno, como ocurriría pocos años después. Estos antecedentes, más la discusión enriquecida durante el propio Congreso “Hugo Cores”, dieron el marco al proceso en el que hoy, pasadas las elecciones nacionales y departamentales, la Fuerza Política quiere embarcarse convocando al próximo año 2016 a una nueva instancia congresal, que intentará sintetizar en el intercambio de coalición y movimiento, los diversos aportes y lecturas realizados. 3


Un compañero de la casa, militante del Comité 28 de Noviembre y un emblema de todo el Frente Amplio que se ha transformado en uno de los contribuyentes más activos correspondientes a la llamada “actualización ideológica”.

Wladimir Turiansky “Es necesario democratizar este debate”

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as bases programáticas que hoy son nuestra hoja de ruta para el gobierno en estos cinco años se basan en tres valores fundamentales: la libertad, la igualdad y la justicia. Deberemos discutir si no será pertinente considerar también el valor de la solidaridad que junto con los otros tres valores nos definen como personas de izquierda. Cuando hablamos de ideología hablamos de muchas cosas: hablamos del desarrollo, de la teoría de la dependencia, del medio ambiente, hablamos del contexto internacional que vaya si será bien distinto al de hace pocos años atrás. Pasamos de un mundo bipolar, a uno unipolar y ahora estamos en la transición hacia la multipolaridad donde el dominio está repartido entre distintos polos de poder. Tendremos que discutir cómo nos vamos a posicionar como izquierda en este marco multipolar y de multilateralidad de las relaciones internacionales, porque las grandes potencias ya están diseñando 4

el camino alternativo mediante tratados separados (como pueden ser el TISA, el Tratado del Atlántico, y el del Pacífico) y en donde la fuerza política deberá decidir qué camino seguir: continuar por el de la multilateralidad (como funciona actualmente el marco de la Organización Mundial del Comercio) o de asociación a los dictaminados por algunos polos específicos de dominación. Aquí lo que está en cuestión es nada más y nada menos que la soberanía de los estados que se enfrenta al poder de las transnacionales y sus reglas de gobernanza. En cuestiones del desarrollo tenemos que revisar nuestras posiciones y discutir ideológicamente y en profundidad qué caminos vamos a seguir en esta coyuntura compleja en la que se encuentra el mundo. Tenemos que presentar atención a lo que está sucediendo en la Unión Europea, Grecia, Alemania, Japón; entender qué está pasando en estas

naciones, cuál es la ideología de los estados nacionales. El Uruguay, y los uruguayos no habitamos una nube, no estamos ajenos a los complejos problemas de las sociedades contemporáneas, donde conviven expectativas y amenazas, avances científicos y tecnológicos y profundas desigualdades sociales, vidrieras deslumbrantes y millones de refugiados corridos por las guerras y el hambre. Mientras tanto, el modo de producción actual se caracteriza por el llamado proceso de “financiarización”, generado por el fenómeno de descenso de la tasa de beneficio del capital invertido en los procesos productivos, y la tendencia al retiro de buena parte de esos capitales del área productiva y su traslado al sistema financiero, bancos y fondos de inversión, incluidos los llamados de riesgo, y aún fondos buitres, en espera de mayores beneficios. El remedio que los Estados más Cuadernos del mire amigo


poderosos han encontrado para contrarrestar tal tendencia y activar el crecimiento económico son las llamadas “inyecciones de liquidez”, con vistas a fomentar el consumo y reducir los stocks acumulados de mercancías. Se genera así un doble problema: el económico, en el que la abismal diferencia entre el crecimiento de los activos financieros respecto al crecimiento del PBI mundial, que conduce al agravamiento de la crisis; y el cultural, el fomento del consumismo, la oferta de créditos fáciles y la exacerbación del individualismo. Esto hace que el cambio cultural, librado al mero reflejo de los cambios que se vienen produciendo en la base material de las sociedades tan interrelacionadas entre sí, contenga, junto a los elementos positivos enunciados, los rasgos negativos opuestos a los valores de la igualdad, la justicia y la solidaridad propias de la sociedad que nos proponemos construir.

en la defensa de la paz, el medio ambiente, la soberanía y el principio de la autodeterminación de las naciones, así como la solución negociada de los conflictos internacionales. Otro aspecto que no debemos dejar de tener en cuenta es el poder de manipulación de los medios de comunicación. Son los constructores por excelencia de la hegemonía dominante. Este modo de imposición ideológica de hegemonía como instrumento de dominación impregna a las sociedades y a sus organizaciones constituyentes. Como eje crítico de esa ideología se encuentra la desregulación plena de la economía, principio fundacional de la economía liberal, que recobra influencia permanente en la sociedad y también dentro de nuestra fuerza política.

de todos, por aproximar los puntos de vista diferentes, de tal manera que los matices que subsistan sean aceptables para todos. Al fin de cuentas esa búsqueda tenaz del consenso enriquece el pensamiento colectivo. Es difícil, nos va a demandar mucho esfuerzo. Pero no hay otro camino. El Frente Amplio es mucho más que una herramienta de cambio, debe ser una construcción cultural antihegemónica. Debemos formarnos y formar a nuestra militancia de forma permanente. También formarnos para hacer política y formar cuadros políticos. Tenemos un papel educativo de nuestros militantes que no estamos sabiendo traducir en realidades concretas, como podría ser un medio de prensa propio, que marque agenda, que nos provoque a discutir política de izquierda constantemente.

La exacerbación del individualismo conduce, como con tristeza lo estamos percibiendo en nuestro propio país, al debilitamiento de la convivencia ciudadana, a la pérdida del sentimiento de pertenencia a la colectividad, y a las peores formas de la violencia, la violencia en el ámbito familiar, la violencia de género, la violencia en el deporte, en el tránsito, en fin, a la pérdida del sentimiento de la solidaridad y de la hermandad entre los hombres. El siglo XXI está registrando cambios revolucionarios en la región. Luego de décadas de dictaduras, luego de décadas perdidas de retroceso económico con los gobiernos neoliberales, la lucha de los pueblos hermanos, como el nuestro, posibilitó la conquista de la democracia y el acceso al poder de gobiernos de izquierda y progresistas, de raíz popular, cuyas políticas de rescate de las riquezas naturales y de justicia social han hecho de la región una región de paz, de desarrollo y de construcción de alternativas al subdesarrollo y la dependencia de siglos de dominación imperialista. Se hace necesario intercambiar experiencias, conocernos mejor y consolidar un bloque latinoamericano que se transforme en un actor importante Cuadernos del mire amigo

Por todo esto es que es importante el debate, la discusión ideológica con todas las afinidades que conformamos el Frente Amplio. Representamos diversidad de clases sociales, de sectores sociales, de estratos sociales, que componen el bloque social de los cambios. Es imprescindible el consenso. Debe ser así porque a todos nos involucra. El consenso no necesariamente implica la unanimidad. Implica, eso sí, el esfuerzo por la participación

Es necesario repensar y revisar las nuevas claves del desarrollo, darles otro formato. Redefinir entre todos hacia dónde vamos, cuál es nuestro proyecto de país. Trabajar en esa dirección como coalición y movimiento, sacar este debate a la calle, con todos los compañeros de la fuerza política hacia un Congreso ideológico y con el Comité de Base como espacio participativo por excelencia.

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Pasó el ciclo electoral y para nosotros era un corset que no nos permitía construirnos a futuro. Ahora nos toca olvidarnos de las elecciones y pensar el futuro. Los resultados de las elecciones, hay que analizarlos como la consecuencia de un proceso de transformación de izquierda. El hecho de que el FA sea gobierno por tercera vez, resulta ser una consecuencia de la construcción de un montón de cambios, por eso es importante darnos estos espacios de debate profundo, entre nosotros y con todos los uruguayos.

Ernesto Agazzi “Tenemos que saber darnos los lugares para pensar en el futuro”

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a actualización ideológica tiene varios antecedentes, quizá el quen más conocemos es aquel documento que escribió Tabaré Vázquez cuando perdimos el balotaje con Jorge Batlle, que tenía como objeto parar al Frente para las instancias que venían. Después de que el Frente ganó por primera vez, se comenzó a pensar en estrategia. En el primer congreso que se realizó luego de llegar al gobierno, se generaron dos comisiones para trabajar de cara a la construcción de una nueva estrategia. Hasta entonces, sólo nos era posible hacer referencia a los documentos fundacionales, aquellos del 5 de febrero del ‘71. Con ellos fue que trazamos el camino de acumular fuerzas para el país. Se describían principios políticos que buscaban revertir la caracterización de este país subdesarrollado,

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capitalista dependiente, y construir un país de más justicia social en el proceso de acumulacíon de fuerzas históricas que tenía el Uruguay, las movilizaciones populares, con los sindicatos y los movimientos juveniles. Eso terminó siendo la síntesis política del propio FA, el Frente es la expresión de toda esa historia de lucha y de movilización. En esa coyuntura, nuestra acumulación de fuerzas ya no era la de antes, cambió, porque el proceso de acumular frente a la sociedad para seguir transformándola, es un proceso continuo. Una cosa fue cuando éramos minoría en la sociedad y otra cosa es cuando empezamos a ser mayoría, cuando estamos dirigiendo el país. Tiempo después de dejar de ser oposición, seguíamos con los mismos documentos y con la misma estrategia fundacional que describía al país de

cierta manera, un país que ya había cambiado, por lo tanto merecía ser re-analizado. Las elecciones son herramientas de acumulación en la sociedad y de construcción del programa político para llevar adelante el gobierno, pero ahora teníamos que decidir qué íbamos a hacer después de haber cumplido con ese cometido. En el primer período, pusimos a los mejores compañeros a conducir las distintas áreas, pero lo único que hicimos fue hacer mejor y darle una orientación diferente a las cosas que ya se hacían antes, y era tan grande el desastre que tenía el Uruguay en el año 2004, que fue relativamente sencillo. Pero esto ya no alcanza, los buenos deseos, no son equivalentes a hacer las cosas bien.

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No podemos asegurar que no vamos a equivocarnos, la construcción de la confianza de un pueblo no se gana con garantías de no equivocarse, porque eso es imposible. La confianza del pueblo, se gana con la capacidad de dirección que se tiene y hacia dónde se va. Entonces, esta tarea de actualizar aquello que se había escrito en el ‘71, con todo lo que pasó en este tiempo, es imprescindible. En el año 2011, el Frente aprobó un documento de estrategia, pero que seguía el análisis de la coyuntura del año ‘71, cuando el mundo era bipolar, cuando había una cortina de hierro, cuando había un capitalismo y un socialismo marcados, cuando habían bancos nacionales, etc. Unos años más nos llevó obtener un documento que tuviera definiciones estratégicas pertinentes al SXXI. Nuestro problema es que en los congresos sólo discutimos el programa de gobierno, no nos permitimos mirar hacia adentro, repensarnos. La evaluación de lo que hace el gobierno no debe ser una lista de logros, no lo queremos. Lo que nosotros queremos es transformar el país, el gobierno es sólo una herramienta para ello. Los documentos programáticos y de estratégia son importantes, pero son sólo una parte. Por eso es necesario entrar en una actualización ideológica. Pero, ¿de qué manera? Como lo planteó Wladimir en el congreso pasado, desde la perspectiva de los valores. La solidaridad, la justicia, la libertad, no son los logros concretos aunque sí son importantes para llegar a ellos. ¿Por qué es importante la comisión de actualización ideológica? Por estos valores esenciales, fundacionales que se mencionaron anteriormente. Nadie ha podido teorizar que la desigualdad es buena, se da como un fenómeno natural, pero no lo es, es algo que se deriva de las decisiones de los hombres. Por eso nuestro compromiso en esta etapa es construir herraCuadernos del mire amigo

mientas menos injustas y más democráticas. Democráticas en el sentido más amplio, la democracia de la vida, de los derechos y las obligaciones. Tenemos una cultura y una historia de país donde nos hemos acostumbrado a pedir y exigir nuestros derechos, pocas veces nos exigimos nuestras obligaciones. Esto es un tema bien de fondo, cultural. La cultura que queremos cimentar es la de aspirar a ser actores en la construcción de la sociedad con la cual también tenemos obligaciones. La obligación es la de aportar todo lo que tenemos para esta construcción, no esperar a que la construya otro. Enumerar los valores es muy fácil, pero ¿cómo vemos la aplicación de esos valores en la sociedad?, ¿cómo vemos que construirlos es lo importante? Hasta ahora hemos sido bastante economicistas, pensando en que hay que superar las injusticias. Las injusticias se dan por el acceso a los derechos, lo cual hace que los derechos no sean la esencia sino que son un derivado de la capacidad que cada uno tiene de acceder a ellos. La esencia es que todos los ciudadanos tengan los mismos derechos, y como el acceso a los derechos se logra en una sociedad de mercado dependiendo del ingreso que cada uno tiene, da una medida de cómo accedemos a los derechos. Lo que nos hemos planteado es que la torta sea más grande para asi poder repartirla. Nos hemos planteado llegar a una cierta igualdad sin quitarle nada a nadie, pero haciendo que los incrementos se repartan cada vez mejor. Con lo cual, en principio, se reducen las desigualdades. Esto lo han demostrado nuestros últimos gobiernos, pero ¿es suficiente?, ¿con un peso en el bolsillo somos distintos? Es más fácil tener un peso más en el bolsillo que construir inserción social, o que una persona que tenga la posibilidad de conseguir trabajo, pueda aprovecharla. No alcanza con tener la posibilidad, hay que tener después la capacidad de utilizar esa posibilidad

y esto nos está pasando con muchos de los sectores excluidos. Hay que tener políticas para esa gente, políticas que permitan avanzar en libertad y en derecho. Estos temas profundos, nos los estamos planteando ahora porque estamos trabajando con la sociedad y estamos viendo cómo se maneja. Cuando éramos oposición, acumulando fuerzas para llegar a donde estamos, estos temas no se nos presentaban. Ahora es más fácil verlos y tenemos que pensar cómo solucionarlos. El país va cambiando, y el cambio de país nos hace cambiar a nosotros. Entonces, ¿cómo tiene que actualizarse nuestra herramienta política para enfrentar estos cambios? Hay algunas consignas políticas que aún usamos que son de mi generación y algunos viejos se quejan de que los jóvenes no vienen a los comités -para escucharnos a algunos de nosotros capaz mejor que ni vengan- tendrían que venir para decir lo que les parece que es mejor para el país. Con la participación de los jóvenes se genera la demanda, la nueva agenda social, que son derechos nuevos. Esta nueva agenda obliga a que el FA tenga una actualización ideológica y ésta debe realizarse en el marco de un mundo globalizado. Por ello decidimos que los documentos que debe escribir esta comisión deben enmarcarse en las siguientes temáticas:  La ciudadanía de hoy y los derechos de hoy.  ¿Qué pasa con la sustentabilidad del mundo? 

El Estado y el mercado.

La democracia y los valores democráticos. 

La institucionalidad democrática.

 Queremos ser revolucionarios ¿pero qué es ser revolucionarios en el mundo de hoy?

Esto no puede ser un documento más, es completamente necesario llevarlo a discusión en toda la fuerza política. 7


La discusión política e ideológica tiene que ver con la realidad concreta de la gente. Tenemos que, si queremos modificar la estructura productiva, seguir avanzando en el papel del estado, en la democratización, en la agenda de derechos. Si no lo hacemos con la gente, si de esto no se apropian los compañeros del FA, el conjunto de los frenteamplistas, termina siendo una discusión entre algunos pocos compañeros y después vamos a un Congreso y votamos. Esto es apasionante si nosotros nos apropiamos de ello.

Daniel Marsiglia “El problema es si seguimos reproduciendo la desigualdad”

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a búsqueda de consensos, de mayorías consensuadas y caminos de unidad hacen a este debate de actualización ideológica, porque en definitiva los matices y las contradicciones de las expresiones políticas tienen en el fondo un carácter ideológico marcado, que no solamente se expresan en ideas, sino que también se expresan en formas organizativas. Durante la dictadura, cuando el Gral. Seregni estaba preso, se escucharon algunas voces desde el exterior que planteaban que el FA ya había cumplido su proceso y que había que encontrar otros caminos y otra forma en la construcción de alguna otra forma de la organización de nuestra izquierda, y eso es también parte de un debate de actualización ideológica. 8

A la salida de la dictadura, también empezaron a haber otros debates sobre las formas por las cuales llegar al gobierno. Esto fue un proceso muy doloroso para la fuerza política porque se daban en un contexto que nada ayudaba a la acumulación de fuerzas. Como la derrota del voto verde, que hacía que compañeros se alejaran del FA, y en el marco de eso también la crisis del socialismo real, que no era un problema abstracto de las discusiones políticas ideológicas que había en nuestro país y en el mundo. Luego vino el documento que presentó Tabaré Vázquez, que modificaba contundentemente lo escrito por la comisión de programa, y esa diferencia significaba el rumbo el camino y las formas.

Por lo tanto, debemos entender que el debate ideológico, debe ser constante, nosotros mismos también vamos cambiando. Porque hay una realidad que uno puede elaborar en términos muy generales, pero hay una realidad que cambia en base a lo que nosotros mismos hacemos. Claro que no nos podemos olvidar de los principios fundacionales, que nos definen como una fuerza política antiimperialista y antioligárquica, que no somos una fuerza política meramente electoral, somos una fuerza políticade acción y transformación permanente que trabaja con la sociedad, que nuestros valores fundamentales son la igualdad, la justicia social, la solidaridad. Estas son cuestiones sustantivas que Cuadernos del mire amigo


siguen vigentes y son esenciales en cualquier debate. Nos encontramos que hoy el mundo avanza en un capitalismo mucho más complejo, que destruye las fuerzas productivas, y la generación de relaciones de producción, que lo único que instalan es el consumo como valor supremo. Esto se da de patadas con los valores que desde el FA intentamos desarrollar. Por lo tanto, el Frente debe crear la perspectiva estratégica de hacia dónde vamos, más allá de los ciclos electorales. Podríamos decir que en un momento determinado de la vida de nuestra fuerza política teníamos todas las respuestas. Podíamos sintetizar las cosas con más facilidad, pero a partir de la derrota del socialismo real cambiaron las preguntas. Tenemos la necesidad de volver a construir la respuestas, de por ejemplo, qué significa el socialismo en el SXXI para el Uruguay. La discusión ideológica es la síntesis de una forma de construcción de la organización de la fuerza política, que también es ideológico, lo organizativo también es ideológico. Pararnos en el carácter fundamental del FA que es coalición-movimiento es clave. No hay proyecto político en el gobierno que sea capaz de sustentarse si no tiene un colectivo. El discurso lingüístico encierra de alguna manera una expresión y una concepción político-ideológica abstracta. Cuando decimos que estamos de acuerdo con que lo más democrático es que las elecciones se realicen cada cinco años, es una verdad, pero a medias. Para eso necesito una fuerza política anclada en la sociedad y capaz de transformarla. Aquí entra la discusión de si el FA tiene que ser una fuerza política de opinión, o debe mantener su carácter de movimiento-coalición. Para nosotros hay tres pilares fundamentales en este debate de actualización ideológica: El primero tiene que ver con la inserción internacional. Cómo nos movemos hoy en un mundo bastante complejo, donde muchas veces vemos la política desde la comarCuadernos del mire amigo

ca y no sentimos que lo que pasa en el mundo nos pega. Tenemos que plantearnos en el FA dentro de ese marco general del desarrollo del papel del imperialismo a nivel internacional, y en base a que que somos una fuerza política antioligárquica, qué significa esto para nosotros, que hoy en el Uruguay que estamos gobernando. El segundo aspecto tiene que ver con los temas que están planteados en el programa del FA. Hoy tenemos tres comisiones trabajando: actualización ideológica, reforma de la constitución y la comisión de plan político y perspectiva estratégica. Aunque se estudien separadamente, está claro que están interrelacionadas. La reforma constitucional que se quiera acordar, tendrá que ver con ese debate ideológico, porque la constitución, son normas jurídicas que van a determinar el plano ideológico del Uruguay, y lo mismo el plan estratégico o político que desarrollemos. Entonces, esto que se está discutiendo, en algún momento se tendrá que cruzar, porque si somos una fuerza antioligárquica, vamos a enfrentarnos con que nuestra constitución es reivindicativa de la propiedad privada, y ahí está el punto central. Si decimos que somos antioligárquicos, entonces el tema de la tenencia de la tierra, la extranjerización, también hace al debate que hoy está instalado. ¿Estamos dispuestos a cambiar esto? ¿a avanzar sobre este escenario? Y el tercer aspecto tiene que ver con la fuerza política. Aquí queremos que se abra un debate importante, porque quizás nos convencen de que no tiene que existir más este carácter de coalición-movimiento, pero debatámoslo organizadamente, no en operaciones mediáticas de prensa, que no ayudan para nada. Si cada uno sale con su angustia diaria, a la prensa a pegarle al otro, no existe más unidad, existiríamos como fragmentos tratando de articularse. Esto no es lo que queremos defender como proyecto del FA. Hay documentos que nuestra fuerza política ha elaborado con mucha justeza, reivindico uno del Congreso del 2003, cuando no teníamos idea de que íbamos a ganar

el gobierno, y sin embargo habla de la relación fuerza política-gobierno-sociedad. No hacemos una mirada a nosotros mismos, qué somos, vamos y venimos de diferentes lugares con distintas visiones, formas de actuar, con proyectos finales distintos, y todo eso lo decimos y reconocemos que tenemos contradicciones y que éstas se pueden sintetizar a partir de que conquistáramos el gobierno. Luego ganamos el gobierno y salimos a hacer todo: gestión y política. El gobierno se chupó a la fuerza política, y no supimos aplicar colectivamente lo que habíamos escrito. La fuerza política dejó de hacer política, y lo reconocemos en un documento del 2012. Hay un alejamiento de la fuerza política con su base social. Siempre miramos los avances y retrocesos solo por el aspecto electoral, que está bien, porque es una expresión política en un determinado momento, pero la fuerza política es mucho más que eso! Hace poco estuvo Marco Aurelio (Asesor de Asuntos Exteriores de la Presidencia de Brasil), y contaba el proceso que está viviendo Brasil. Él decía “llegó un punto en Brasil, que nos habíamos enamorado tanto de las políticas que habíamos desarrollado que no veíamos que teníamos q seguir avanzando en el proyecto de transformación para lograr transformar la base material del país”. Tenemos muchas veces, que la discusión termina siendo tarde y mal sobre los temas de gobierno solamente, y no sobre la construcción de poder popular, de Comité de Base o la descentralización. Y esto es peligroso porque vamos de atrás en esta discusión. Es por esto que es fundamental mantener permanentemente la discusión de la actualización ideológica, y entender que esto no se agota, este debate tiene que ser permanente, porque hace a la vida de la fuerza política, una fuerza política que no debate se empieza a resecar, pero no es solo para poner blanco sobre negro en un papel, sí, es una parte, pero lo otro es poder discutir permanentemente como parte del pueblo. 9


Las concepciones del mundo y de la vida no se construyen desde un lugar neutral. Como izquierda nos paramos desde el sector de los trabajadores, de los oprimidos. Si renunciamos a eso no somos izquierda. En esta discusión es necesario afirmar el lugar desde donde miramos el mundo.

Gonzalo Civila “Debemos criticar la concepción dominante”

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ara profundizar el debate de la actualización ideológica, es necesario saber de qué hablamos cuando decimos esto. La actualización implica poner en acción nuestras ideas, mirar el contexto y repensar esas ideas en función de ese contexto. La actualización es un proceso constante de diálogo entre las ideas, la realidad y la teoría. Cuando hablamos de ideología tenemos que referirnos a Marx y su concepción negativa como falsa conciencia. La ideología se utiliza para legitimar el orden de las cosas, es un recurso del poder dominante, pero también, desde la concepción gramsciana, la ideología es nuestra concepción del mundo, de nuestras ideas, valores, principios y preferencias. Nuestra concepción del mundo y de la vida tiene un diferencial positivo respecto de las clases dominantes. Nuestro proyecto, al estar formulado desde el lugar de los oprimidos, se puede plantear como un proyecto universal,

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en el que quepamos todos, a diferencia del proyecto de la clase dominante donde sólo entran algunos. Es necesario oponer en la visión universalista, la visión abstracta -que representa una falacia, donde cabemos todos con nuestros intereses particulares- con el universalismo concreto, donde vemos la necesidad de construir una sociedad en la que efectivamente quepamos todos, quepamos en relación de igualdad en la diversidad, no de manera uniforme. Iguales en el sentido del poder y de la riqueza. Nosotros podemos pensar una sociedad para todos, ellos no pueden pensar una sociedad para todos, están inhibidos, porque hay gente que no cabe en ese esquema. Formular una actualización ideológica desde nuestra percepción del mundo y de la vida, de nuestra ideología, es en primer lugar criticar la concepción dominante. Es identificar cuáles son los tópicos fundamentales de los sectores que quieren conservar

la sociedad como está, identificarlos, formularlos correctamente y hacer una crítica de raíz a esa posición. Y traducir todo esto en un proyecto. Deberíamos tomar el coraje político de decir las cosas, si no las decimos nosotros, no lo va a decir nadie. Debemos erradicar la vergüenza de manifestar nuestra visión del mundo, nuestra ideología. Tenemos que estar convencidos de nuestra posición y no tener miedo a manifestarla. Debemos ser capaces de exponer nuestro proyecto y nuestras críticas al capitalismo. El capitalismo es absolutamente criticable desde dos puntos de vista. Desde el punto de vista ético (un sistema que se sostiene y se reproduce sobre las bases de la desigualdad y la explotación de algunas personas sobre otras personas. La explotación del ser humano sobre el ser humano), y desde el punto de vista de su funcionamiento, desde su propia lógica de eficiencia (el capitalismo es un sistema que, a la vez que produce riqueza desCuadernos del mire amigo


truye las bases materiales sobre las cuales la riqueza se construye: al ser humano trabajador y a la tierra como el fundamento material de la creación de riqueza, su base física). El capitalismo está socavando las posibilidades de las generaciones futuras de vivir, de producir y reproducir su vida. Y esto sucede por la naturaleza misma del sistema. Mucho se ha hablado y teorizado sobre la caída del socialismo real, pero hoy lo que está en crisis es el capitalismo real. Es un sistema que genera hambre, desnutrición, relaciones violentas. Hacer crítica a esta crisis debe ser la base de la actualización ideológica. El debate debemos darlo entre todos los compañeros. Ese debate no lo va a dar un gobierno, lo tiene que dar la fuerza política, y para eso nos tenemos que convencer de que esto no es una ridiculez, que es una discusión vigente.

Principios fundacionales ¿Qué quiere decir ser una fuerza popular, nacional, democrática, antiimperialista y antioligárquica en este contexto histórico de la vida del país, de la vida de la región y del mundo? Este es un punto neurálgico de la discusión de la actualización ideológica. Yo estoy convencido de que estos principios fundacionales siguen estando vigentes hoy. Creo que el imperialismo está vivito y coleando, es una realidad. Ha sufrido mutaciones y cambios, pero el imperialismo en tanto dominación del mundo sigue vigente. La avanzada cultural del capitalismo es brutal y atenta contra la diversidad.

este punto es muy importante, pero hay que tener cuidado, los liberales también tienen este discurso. La portación individual de derechos no es patrimonio de izquierda. Deberíamos discutir la portación de derechos, pero la democratización de los derechos es completa si se problematizan colectivamente, en función de un proyecto colectivo, y no solamente en portación individual. Porque esto puede agudizar la perspectiva individualista, que es el principal enemigo nuestro en este momento. Por eso a esta discusión debemos darle síntesis política.

Estar en el gobierno es una circunstancia histórica, no es la identidad de la fuerza política. Defender al gobierno es, construir condiciones materiales culturales, para que el gobierno pueda avanzar en el programa de transformación social que la fuerza política ha decidido. Es también ser autocrítico, es poder discutir respecto a la orientación del gobierno, es construir sustentabilidad social, gobernabilidad, no solamente como mayoría parlamentaria, sino con el movimiento social, si ese bloque social se erosiona pierde el gobierno, y pierde la fuerza política.

Otro elemento central de la discusión es ¿Cómo concebimos el poder? Primero es necesario entender que el poder no se toma, el poder se construye. Me empodero o construyo poder desde un nosotros, y no desde un yo. Se construye en base a un programa y un proyecto. Para que un poder alternativo sea sustentable tiene que ser construido democráticamente, en el sentido de la participación y empoderamiento colectivo. ¿Quién es, para nosotros el sujeto de este poder alternativo? La clase trabajadora, que ha cambiado en el tiempo, y los oprimidos del sistema que tienen algo con lo que desafiar a las clases dominantes.

Debemos entonces destacar nuestro modelo de cambio, como proyecto político, que ha permitido muchas cosas positivas para el Uruguay, pero está fundado en grandes cuestiones. En el crecimiento con inclusión social (inclusión de sectores marginados de la lógica principal del sistema al mercado del trabajo, al consumo y a la portación de determinados derechos). Esta es la esencia de nuestro modelo y de todos los modelos latinoamericanos. Sin embargo no podemos quedarnos aquí, porque tiene sus límites, los límites de la inclusión en el sistema. Eso es lo que teníamos que hacer. Ahora estamos en otra etapa, donde viene un cambio de ciclo económico que nos va a afectar, tenemos que discutir cómo problematizamos los límites de ese modelo y cómo transformamos ese modelo para que tenga sustentabilidad en el tiempo. ¿Cuál es el modelo para el cambio social? Debemos entender que los cambios en la estructura productiva y en el crecimiento no se traducen directamente en cambios en la estructura social.

En torno al poder debemos recordar que si bien hoy estamos en el gobierno, no somos el gobierno. Y este es un tema delicado, porque a veces se confunde. Nosotros no militamos para una alternancia, militamos para una alternativa que se sostenga en un largo ciclo histórico que pueda transformar el país.

No sé quién puede sostener que la concentración económica en una oligarquía no está vigente, se puede constatar. Sigue habiendo grupos concentradores de poder y de riqueza. ¿Qué es ser democrático? Hemos avanzado, no es solamente votar cada cinco años, sino que implica un ejercicio permanente de participación social, aunque aún no hay -y aquí tenemos un gran debe- una politización de la sociedad. Hemos tenido un discurso en base a eso, pero no hemos logrado un cambio cultural fuerte. En la democracia me gustaría agregar la discusión sobre los derechos, Cuadernos del mire amigo

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“¿Podría decirme por favor qué camino debo seguir para salir de aquí?, le pregunta Alicia al gato. Esto depende en gran parte del sitio al que quieres llegar, dijo el gato. No importa mucho el sitio, respondió Alicia. Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes, le contestó el gato”.

Esteban Valenti “Lo importante es a dónde queremos ir”

E

s importante definir nuestro camino desde el punto de vista ideológico, no hay sitio sin ideología, no hay lugar al que se llegue acumulando solo tácticas ni el sitio puede ser el poder exclusivamente. El sitio, el camino es una construcción ideológica y hoy nos enfrentamos a un gran desafío, que es construirlo desde el poder, porque sí estamos en el poder.

no es indiferente, porque una de las características de la izquierda es su visión universalista. Lo ha sido siempre. Entonces cómo y qué recibir de esos debates, cuando la socialdemocracia europea que representó a gran parte de la izquierda con el estado de bienestar está en una crisis tan profunda, cuando los Partidos Comunistas y los Partidos Socialistas también.

En este debate, que debe ser permanente, tenemos en la izquierda, y sobre todo por la pobreza del debate ideológico y cultural en el mundo grandes dificultades. Hoy en el mundo asistimos a una realidad donde la actualización ideológica es de una gran pobreza, incluso desde la academia, que si bien hay intentos de analizar la situación internacional, las propuestas que emergen son de una enorme pobreza. Y en los temas culturales tampoco hay una gran reflexión. Y esto es una realidad que para la izquierda

Nosotros tenemos sin embargo en América Latina una situación que fue hasta hace muy poco de privilegio político, hemos logrado procesos muy interesantes. Ahora bien, si nosotros sobre esos proceso no reflexionamos, nos devoran a nosotros, y en lugar de ser conductores políticos de los procesos los corremos de atrás.

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Pero estos procesos están ahora en momentos complejos también, tanto desde lo económico, como de lo político y lo ideológico. La pregunta es, en

este contexto ¿nosotros tenemos algo para aportar? Hemos construido una realidad política desde Uruguay que nos da una autoridad y una urgencia para pensar las ideas. Pero no puede haber una reflexión prisionera de dos realidades. Una, como si nosotros pudiéramos hacerlo fuera de la política. De la política internacional, de los procesos mundiales, y de nuestra propia política. Nuestra principal fuente es la política, la política real, con sus avances y retrocesos. Dos, la subestimación de la elaboración teórica intelectual. Nosotros contamos con una realidad que ha superado las pruebas difíciles, no las autoimpuestas sino las de la realidad, las que se juegan ante la sociedad. Por esto queremos ir hacia un sitio, pero tenemos que precisarlo, teniendo en cuenta la pobreza ideológica teórica y cultural a nivel mundial y Cuadernos del mire amigo


también en Uruguay. Hemos de tener cuidado con la disociación entre los intelectuales y la política. No vamos a salir de esto en base al talenteo táctico. Para cambiar una realidad tan compleja como el sistema capitalista, tenemos que entender que no se sustituye algo con la crítica de ese algo, un camino se sustituye con otro camino, pero este camino debe ser critico permanentemente, también porque eso define el contenido, un proyecto sin ideas, no es un proyecto de izquierda, se empantana muy rápidamente, las ideas son parte de nuestra identidad, no nacimos como una derivación de los procesos sociales, no, nosotros somos hijos desde el nacimiento de las ideas de la izquierda como ideas, como herramientas de cambio. El respeto de esta tradición tiene que entender que la actualización ideológica no es como un especie de antivirus que aparece cada tanto para ponernos a tono, no compañeros, la actualización ideológica es un tema permanente, debe ser permanente. Tenemos que entender que el proceso de actualización está presente, a modo de ejemplo: ¿la izquierda uruguaya es la misma en torno a la democracia que hace 50 años? No. El gran cambio democrático fue de toda la izquierda. El Uruguay y el Frente Amplio nos cambió a todos. Es un gran cambio ideológico. Y uno de los grandes temas a elaborar, es hasta dónde queremos avanzar la democracia.

las tareas van para otro. La pregunta es, qué le falta a la izquierda uruguaya para poder dar una gran batalla desde el poder, pero desde la sociedad civil. No podemos desligarnos de la realidad en la actualización ideológica, todo lo que hemos hecho en estos años, si hay que categorizarlo con una palabra es, trabajo, material, pero cultural también. La gran derrota cultural contra la especulación, que era el gran proyecto de la derecha, fue con el trabajo. El trabajo en sentido amplio, con el trabajo como una gran cultura y como una gran práctica. Ahora uno de los grandes frenos y desafíos es sobre su calidad. Otra cosa fundamental en el proceso ideológico es que no hay nada peor para las ideas, para nuestro proyecto histórico, que el pensamiento quede aprisionado por las estructuras, no es un problema nuestro, es un problema universal. No hay partido vital sin una discusión permanente de la actualización ideológica. El revisionismo, antes era una tragedia para la izquierda. Mentira; es parte de lo esencial, si somos capaces de de criticar al sistema capitalista es porque somos capaces de criticarnos a nosotros mismos, es porque tenemos que ser capaces de esto. Ahora, en la historia de las revoluciones, de las grandes revoluciones, que se cayeron después, si hay que elegir una palabra responsable, esa palabra

es aparato. El aparato mató el socialismo, transformó las ideas del socialismo en las ideas del aparato, que tenía que justificar en primer lugar su propia existencia. Nosotros no podemos ser prisioneros de eso. Ante esto, algunos se preguntan ¿Vamos a hacer un partido de opinión? No, los aparatos son necesarios, son imprescindibles. La crítica es a que el aparato sustituya la ideología, la vitalidad de un proyecto, los mecanismo s para actualizarse de forma permanente y actuar con la sociedad. La pregunta es ya en la formulación tramposa, o estás totalmente a favor del aparato o lo cuestionas completamente. No, hay que ser capaz de cuestionarlo como a todas las cosas. La actualización ideológica la veo entonces con la construcción de un método en permanente elaboración, con una visión de grandes objetivos políticos que nos tiran y nos obligan. Somos un frente político, hecho que le da una gran riqueza, la diversidad nos obliga a la unidad y por ende a la riqueza ideológica. Esta unidad, además, no se hizo repartiendo ministerios, se hizo en el pueblo, en la resistencia y la lucha. El peligro radica entonces que entre el poder y nuestras propias estructuras nosotros nos paralicemos. Izquierdas sin ideas en poco tiempo dejan de ser izquierdas.

Nosotros queremos un camino de grandes cambios, de transformaciones de gran sensibilidad social, de una nueva relación de fraternidad, que el hombre no sea el lobo del hombre, que tengamos una forma de protagonismo social, etc. Hemos cambiado muchas cosas, pero lo que nos queda por cambiar es infinitamente mucho más profundo que lo que hemos hecho. Lo que nos queda por cambiar, en lo fundamental no se resuelve con leyes, ni con normas o instrumentos económicos, que también hay que aplicar. Los temas que tenemos planteados son difíciles, y hay que definir claro en qué lógica cultural se enmarca. La reflexión ideológica no puede ser un camino que va para un lado cuando Cuadernos del mire amigo

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Un Congreso, tres ejes

El último Plenario Nacional resolvió, entre otras cuestiones, la realización de un nuevo Congreso ordinario. Éste, enmarcado ya en el tercer período de gobierno del Frente Amplio, buscará dar profundas discusiones sobre el rol actual y futuro de la fuerza política, en sus diversos roles. El Congreso está citado hasta ahora con tres grandes puntos a tratar encadenados unos con otros, donde se define el perfil y rumbo de la estrategia política a desarrollar. El primero de los ejes con los que está convocado es el de la actualización ideológica del Frente Amplio, dando una 14

nueva instancia a este proceso permanente de rediscusión política y concluyendo un momento particular en este proceso iniciado ya en el Congreso pasado. Esta discusión tenderá el marco fundamental desde el cual parar a la fuerza política hacia su accionar tanto gubernativo como partidario en sí mismo, redoblando el espíritu movilizador de nuestros principios fundacionales. Asímismo definirá y caracterizará los subsiguientes temas que tratará el propio Congreso. El plan de Estrategia y la Reforma Constitucional.

Actualización Ideológica La actualización ideológica se erigirá en este congreso como la espina dorsal del debate a dar entre frenteamplistas. Si bien este debate está y debe estar presente de forma permanente en el seno de la discusión política, en esta oportunidad será el marco analítico desde el cual se pretende dar despliegue a la caracterización y accionar de la fuerza política. Expondremos en este debate no sólo la perspectiva desde la que nos paramos, sino que fundamentalmente se pretende reanimar la autoidentificación con el sentir de izquierda. Es que la identidad del FA, que es más reflejo de un sentir y de una tradición emotiva Cuadernos del mire amigo


que de una afiliación teórica, permite a la fuerza política subsistir a pesar del entorno ideológico-cultural desfavorable y los enfrentamientos de poder internos en los que nos encontramos. Reeditar esta discusión, entonces, no es más que un nuevo esfuerzo de construcción en el disenso que nos caracteriza. Ahora bien, este lazo fraternal indispensable a toda fuerza que se disponga a la construcción de una nueva sociedad, si bien necesario, no es excluyente. Es necesario dar el paso en la construcción de otros elementos que doten a la estructura las herramientas necesarias para el crecimiento y expansión de su proyecto. Tomar conciencia entonces de esta oportunidad, posiciona a la fuerza política en una encrucijada. Por un lado continuar con el desarrollo de programa de gobierno y dotando a los compañeros en funciones de insumos suficientes para un buen desempeño, y por otro, mantenernos internados en una discusión que si bien debe colectivizarse y democratizarse, tiene el gran riesgo de inmiscuirnos, aún más, en el internismo. Aquí y para evitar este riesgo la estructura que la fuerza política se dio, en su rol de coalición-movimiento, tiene el gran desafío de enfrentar este proceso de discusión e intercambio en el marco de la construcción de lo que ya definimos como el bloque social y político de los cambios. Que no es más, ni nada menos, que el marco de alianza general de nuestra fuerza política, que nos sostiene de cara al objetivo central del Frente Amplio, la construcción por y para el pueblo de una mejor sociedad.

Estrategia “El Frente Amplio es una fuerza política profundamente arraigada en el colectivo social, una herramienta de cambio y para los cambios progresistas al servicio del pueblo uruguayo. No nos conformamos con administrar el futuro sino que pretendemos liderarlo, construirlo colectivamente, entre todos, aportando nuestros valores, principios, experiencias y esperanzas como contribución a la superación de la sociedad uruguaya y el mejoramiento del país.” Cuadernos del mire amigo

Esta afirmación del IV Congreso Ordinario del Frente Amplio, categoriza fuertemente el rol y necesidad de caracterizar y construir colectivamente el rumbo político que debe tomar el proyecto frenteamplista. Luego de 10 años de gobierno nacional, caminando hacia los 15, nos vemos en la necesidad de replantearnos nuevamente, no sólo el objetivo de la fuerza política en el gobierno y en el núcleo social, sino fundamentalmente el camino a largo plazo que debemos tomar y construir. Este replanteo y la necesidad de repensarnos permanentemente es el único escudo que contamos para mantenernos vigentes como herramienta de transformación y cambio, sin caer en la mera administración del sistema y la sociedad actual. El Frente Amplio, necesita para su consolidación como fuerza de cambio en el gobierno dar un paso más, ya no alcanza con las grandes generalidades de sus principios fundamentales. Éstos, que son imprescindibles, han demostrado funcionar y agrupar a la pluralidad de voces que componen la fuerza política, haciendo de ésta, una estructura eficiente durante los tiempos de oposición y lucha. Sin embargo, la dificultad se ha encontrado en el desafío de la construcción. Hoy somos gobierno, el tiempo de espera y de novedad se agota y la discusión sobre la sociedad que pretendemos construir se hace cada vez más impostergable. La construcción programática del Frente Amplio tiene y tendrá que estar orientada en línea con estos objetivos que es imperioso definir. Y su fuerza y estructura debe acoplarse y ajustarse a la realidad actual pensando en los desafíos y metas presentadas.

Reforma Constitucional El tercer punto al que es llamado el próximo Congreso a realizarse en el mes de setiembre de 2016, es el de la reforma constitucional. Este elemento se ha mantenido de forma constante como una preocupación latente de la fuerza política, tanto en sus sectores como en el movimiento y esta preocupación es más que legítima. Por un

lado y quizás la más visible de las dificultades, es el intrincado, largo y desgastante período electoral que la última reforma prevé, y que desde todo el sistema político nacional hay acuerdo en su necesidad de modificación. Sin embargo la caracterización de una reforma constitucional abarca procesos y discusiones tanto más profundas. Es legítimo que una fuerza de izquierda que asume un compromiso de transformación radical de la sociedad, desde su economía, su cultura y su propia política, pretenda consolidar este espacio en un nuevo pacto social. Sin embargo cabe también la preocupación de que este debate no esté enmarcado en una visión crítica de amplia profundidad e intercambio. No podemos permitirnos como fuerza política con un objetivo de amplia magnitud transformadora, quedarnos en una reedición de la reforma del 92. Si abrimos el debate constitucional, debemos hacerlo con el compromiso de discutir fraternalmente pero en absoluta profundidad, el pacto social que nos queremos dar y el rol que pretendemos que el Estado y Gobierno deben desempeñar en el núcleo de la sociedad. La constitución vigente de los años sesenta, no es un producto casual, es el resultado de un proyecto nacional que en la época se desarrolló, con una visión clara del papel del Estado y el mercado en el desarrollo nacional. No podemos pretender cuestionar esta construcción, sin un proyecto que mire estratégicamente el camino a desarrollar, y que no se enmarque en una visión global del rumbo y objetivo de transformación política. Es por esto que centrar este debate de reforma, en el marco de un Congreso, y de una estructura que va discutiendo al mismo tiempo, el rumbo estratégico a largo plazo y que se repregunta sobre su objetivo y caracterización ideológica, no es sólo necesario sino que es fundamental, para que devenga en un proyecto serio que reconfigure el marco legal y jurídico sobre el que se debe sustentar la sociedad que queremos construir. 15


Qué democracia para qué fuerza politica de izquierda Un intercambio entre la estructura, sus adherentes y la academia

Porque nos pensamos, nos cuestionamos, y debatimos Sábado 26 de setiembre 16.00 horas Paullier 1087 esq Maldonado

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Cuadernos del mire amigo


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